Derecho Subjetivo y Deber Jurídico
Derecho Subjetivo y Deber Jurídico
Derecho Subjetivo y Deber Jurídico
a. DEBER JURÍDICO
A fin de garantizar el bien jurídico, se han establecido una serie de normas cuyo acatamiento es
de carácter obligatorio. Al mismo tiempo, estas normas son indispensables para preservar este
bien jurídico. Son normas de vital observancia y cumplimiento, pues de lo contrario existe una
sanción contemplada por su ignorancia.
De ahí se establece el concepto del Deber Jurídico, como el seguimiento de una conducta
determinada, establecida por un legislador, la cual prevee una sanción impuesta por la norma a
fin de preservar el bien jurídico.
a. El Deber Jurídico se presenta entonces como una necesidad, cuya sujeción es imperante,
y del cual no se puede renunciar ni transmitir, constityéndose estos factores en los
caracteres principales del Deber Jurídico
b. Caracteres
i.
ii. Sujeto, quien está jurídicamente obligado, para lo cual dispone de capacidad de
ejercicio.
iii. Necesidad, para guardar una conducta específica, la cual es reglamentada por una
norma mandatoria.
iv. Norma jurídica, la cual establece la conducta a seguir y vigila su cumplimiento bajo
el establecimiento de una sanción coactiva.
v. Valor o bien, el cual es protegido por el Derecho y sus normas jurídicas. Esta
protección es dada según las siguientes modalidades del deber jurídico:
c. Elementos
En primer lugar, la teoría de la voluntad, defendida por los juristas alemanes del siglo XIX
Savigny, Windscheid y Puchta, parte del supuesto filosófico kantiano de la autonomía de la
voluntad y se acomoda a los presupuestos del capitalismo liberal, en el que prevalece la
iniciativa individual y el mercado libre. Postula que el derecho subjetivo consiste en el
hecho psicológico de la voluntad del sujeto, que las normas del Derecho positivo han de
reconocer y garantizar. Esta teoría ha sido criticada porque otorga al hecho psíquico de la
voluntad carta de naturaleza jurídica, lo que es difícilmente justificable y porque es
notorio que a veces existen efectivamente derechos subjetivos sin que el sujeto preste su
consentimiento.
En segundo lugar, la teoría del interés, defendida por el jurista alemán R. von Ihering,
considera que el derecho subjetivo es un interés protegido por el Derecho, partiendo de
una concepción del Derecho entendido como regulación de intereses en conflicto.
También recibió numerosas críticas, porque el interés no es un hecho jurídico, sino
psíquico y además puede haber derechos subjetivos sin la presencia de un interés.
En tercer lugar, hay que hacer referencia a las teorías negadoras de la existencia del
derecho subjetivo, entre las que destacan la teoría normativista de Kelsen, la teoría de
Duguit y la teoría del realismo jurídico. Kelsen considera que tanto la teoría de la voluntad
como la teoría del interés piensan que existe un derecho subjetivo previo al Derecho
objetivo, lo que supone retornar a la teoría iusnaturalista que defiende el dualismo entre
Derecho objetivo y derecho subjetivo y que debe ser eliminado, ya que el derecho
subjetivo no constituye más que un aspecto del Derecho objetivo que toma la forma de un
deber cuando la norma sanciona a un sujeto o bien la de un derecho subjetivo cuando se
pone a disposición de un sujeto.
En este último caso, las normas colocan al sujeto en la posición de poder crear Derecho,
por lo que para Kelsen el derecho subjetivo no es más que una técnica de creación del
Derecho (aunque sólo estará presente en algunos ordenamientos jurídicos, por lo que no
puede ser considerada como una categoría del Derecho en general).
El jurista francés Duguit, cuya teoría del Derecho de corte sociológico toma la solidaridad
social como fundamento de lo jurídico, niega la existencia del derecho subjetivo, porque lo
considera un concepto individualista propio exclusivamente de los sistemas liberales. Para
él las normas jurídicas no confieren derechos subjetivos a los individuos, sino que
determinan cuáles son las funciones sociales que le corresponden a cada miembro del
grupo social.
La teoría del realismo jurídico que se desarrolló tanto en Norteamérica como en los países
escandinavos en dos vertientes o escuelas distintas defiende una teoría jurídica de signo
empirista, que explica el Derecho desde los que considera hechos jurídicos. Para el
realismo jurídico americano, la conducta de los Tribunales es la que constituye los hechos
jurídicos y los derechos subjetivos, en la medida en que derivan de las normas jurídicas,
que son las que atribuyen facultades, no tienen relación con los hechos y tienen una
naturaleza puramente metafísica, por lo que no pueden ser tomados en consideración en
el marco de la ciencia jurídica, que es una ciencia empírista y sólo debe tener en cuenta los
hechos jurídicos. Para el realismo jurídico escandinavo, los derechos subjetivos son sólo un
producto de la imaginación y se apoyan en la creencia de que existen unas facultades,
potestades o inmunidades que no tienen correlato en la realidad. Los derechos subjetivos
no tienen existencia real, pues son sólo una construcción de la ciencia jurídica que permite
explicar el Derecho vigente, aunque cumplen la función de crear el sentimiento de poseer
unas facultades que motivan las conductas jurídicas.
1.1 Definición de derecho subjetivo
Después de examinar las teorías sobre la naturaleza del derecho subjetivo podemos llegar
a definirlo como el “poder o facultad atribuido por la norma potestativa o autoritativa al
sujeto, que le permite realizar determinados actos o exigir a otros sujetos una conducta de
hacer o no hacer algo, o bien de abstención y no impedimento”.