La Provincializacion de Formosa
La Provincializacion de Formosa
La Provincializacion de Formosa
Facultad de Humanidades
Profesorado en Historia
Cátedra: Historia Regional y Local
Profesoras Alvis Gómez- Saldarini Griselda
Trabajo practico: “La Provincialización de Formosa”
Cáceres, Sandra.
González, Mario.
Leiva, Alejandro.
Mendoza, Norberto
Prieto, Paola.
Bibliografía: Sergio Daniel “lilo” Domínguez- Gabriel A. R. Barrionuevo: la Provincialización de
Formosa “Orígenes y Formación del Estado Formoseño”; Hugo Beck Alucin Gabriela: “la
provincialización de Formosa y la participación popular, una hipótesis acerca de la modalidad de su
concreacion 1930-1955”; Hugo Beck: “De la postergación hacia la plenitud de derechos en Formosa
durante su primer gobierno constitucional 1958-1962”;Hugo Beck: “política y sociedad en la provincia
de Formosa 1955-1962” y “Sociedad Argentina de análisis político, 9º Congreso Nacional de Ciencia
Política, Provincia de Santa Fe agosto 2009: “La Organización del Peronismo local y la Autonomía
Provincial”; Prieto H. Antonio: “la provincialización”.
Consignas:
Se completaba así el proceso de incorporación efectiva de estas regiones, cuya primera etapa había
comenzado en 1862 cuando se dispuso que todas aquellas tierras que no formaran parte de las
provincias ya establecidas, pasaran al dominio nacional.
Por la organización dispuesta en 1884 se crearon nueve unidades territoriales a las que se delimitó e
impuso como autoridad superior, un gobernador designado por el Poder Ejecutivo Nacional, que
duraría tres años en sus funciones y sería casi enteramente dependiente de éste.
A los habitantes de estas jurisdicciones se los colocó a su vez bajo un régimen de derechos políticos
restringidos que les impidió, por ejemplo, elegir sus representantes, salvo para los ámbitos municipales.
De allí que cuando se habla de los residentes de los Territorios Nacionales Argentinos, suele aludirse a
ellos como “ciudadanos incompletos”, o “nominales”.
El territorio Nacional de Formosa, nace efectivamente en 1884, cinco años después de la fundación de
la ciudad capital de la Gobernación Nacional del Chaco, ocurrida en 1879. Esto es oportuno recordarlo
porque Formosa, nace con destino de grandeza, fue capital de la Región del Chaco Gualamba. Luego
las políticas nacionales y una hipótesis de conflicto, nunca declarada, hicieron que el territorio nacional
mas allá del rio Bermejo se convirtiera en un “fortín” de soberanía.
Durante el dilatado curso de vida institucional que comenzó a disiparse en 1955, los habitantes del
territorio formoseño, tuvieron que sobrellevar, al igual que la mayoría de los territorios, las políticas de
incomunicación y alejamiento, implementadas desde el ámbito nacional.
Su situación de zona de fronteriza lo condiciona aun mas y de una manera muy singular, ya que por tal
razón, y ante la posibilidad o el temor de un nuevo conflicto con el Paraguay, similar a del a guerra de
la triple alianza (1865-1870), parecía como una zona de factible negociación pero las posibles
inversiones nacionales eran deliberadamente desalentadas. En lo que los autores llaman hipótesis de
conflicto o probabilidad (factibilidad) de conflictos en la zona de frontera, que en cierta medida revelan
las razones de una explícita política de desinversión, retraimiento y separación que conmovió
sustancialmente al Territorio de Formosa.
Domínguez y Barrionuevo señalan “… 71 años de vida institucional terrritoriana, se caracterizaron por
el retraimiento, la incomunicación y marginación por parte del gobierno nacional, al tiempo que
prosperaban los trances entre paraguayo y argentinos en esa frontera. Que precisamente estos conflictos
fueron superados con las políticas de Confraternidad Argentina-paraguaya impulsada con ese entonces
el Presidente Perón entre 1953 y 1954, de tal manera consolidando la identidad formoseña, como
argentinos que acepta el acervo cultural y la influencia guaranitica”...
Esta revolución social y nacional implementada por la política del entonces presidente Perón, fomento
aun más que los formoseños tomaran conciencia de la necesidad de contar con un gobernante que sea
de origen formoseño, elegido democráticamente, dando paso al deseo de ser Provincia.
2. El Chaco austral, que actualmente es la homónima provincia argentina, forma parte de la macro-
región que tradicionalmente se denominó Gran Chaco; que abarca parte de los actuales países de
Bolivia, Paraguay y Argentina; y que en su momento fue nominalmente subdividida en Chaco Boreal,
Central, y Austral.
La ocupación efectiva de la sección austral por parte del Estado Argentino se inició de manera decidida
al finalizar la guerra con el Paraguay (1870), y atravesó distintas instancias de organización, pasando
de ser una “Gobernación” (1872-1884) a “Territorio Nacional” (1884-1951), para convertirse
finalmente en “Provincia” a partir de esta última fecha.
Hasta su provincialización, el Estado Nacional mantuvo al Chaco bajo un régimen “tutelado”, por lo
cual las políticas públicas y los funcionarios designados dependieron enteramente de los poderes
centrales. Al igual que los demás Territorios Nacionales argentinos, el Chaco fue poblado con
contingentes inmigratorios regionales o europeos que arribaron en distintas etapas, de acuerdo con el
impulso de las políticas colonizadoras, o las demandas de los ciclos económicos vigentes. En todos los
casos, estos grupos debieron coexistir, al menos espacialmente, con las comunidades aborígenes
preexistentes.. Casi al mismo tiempo, y en coincidencia con el surgimiento del llamado “ciclo forestal”
o del tanino, arribaron escalonadamente jornaleros provenientes de la vecina provincia de Corrientes, y
luego del Paraguay, que se incorporaron como trabajadores manuales en las faenas inherentes a las
actividades forestales o azucareras, siempre en el sector sud-oriental.
En este período, que mantuvo su auge hasta inicios de la década del veinte, la población del Chaco pasó
de 10.422 habitantes en 1895, a 46.274 en 1914, concentrada mayoritariamente en esta última zona.
Según los censos nacionales de 1895 y 1914 esta población se integró con un 75% de argentinos, y
25% de extranjeros en términos promedio. Entre estos últimos, encabezaban la lista españoles e
italianos en 1895, mientras que para 1914 dicha posición fue decididamente liderada por los
paraguayos.
A su vez, dentro de los argentinos, fueron mayoría los arribados desde las provincias colindantes. En
1914 los chaqueños nativos eran 14.990, mientras que el resto se componía de 14.531 correntinos
(68%); 3.349 santafesinos (15%), y 1.201 santiagueños (5%), entre los grupos más importantes. Debe
indicarse que tanto entre los inmigrantes europeos como en los americanos el índice de masculinidad
fue muy alto; 122% para inmigrantes regionales, llegando al 200% para los europeos. En el caso de los
aborígenes, las imprecisas estimaciones de 1899 y 1902 hablan de una población de entre 25.000 y
27.000 personas.
En la segunda etapa significativa de poblamiento, que se inició a comienzos de la década del veinte
juntamente con el surgimiento del llamado “ciclo algodonero” y la expansión hacia el interior del
Territorio, la población pasó de 46.274 habitantes en 1914, a 60.500 en 1920; a 214.000 en 1934,
llegando finalmente a 360.000 en 1940.
Este vertiginoso crecimiento demográfico estuvo alimentado por la atracción generada por el éxito del
cultivo algodonero, manifestado ya con toda nitidez a principios de esta década; los altos precios de la
fibra a nivel internacional, y desde luego, por las características propias de las tareas vinculadas a la
actividad, muy demandantes de mano de obra.
El laboreo, cosecha e industrialización primaria del textil suponía una alta participación de trabajo
manual, razón por la cual, además de los colonos arribados entre 1921 y 1936, ingresaron
periódicamente también fuertes contingentes de trabajadores provenientes de provincias y países
vecinos, los cuales al finalizar sus faenas de temporada, se afincaron en este Territorio en apreciable
porcentaje.
Dentro de este nuevo conjunto humano arribado a raíz del ciclo algodonero pueden registrarse para
1934 (año en que se realizó un censo territorial) un conjunto de nacionalidades que revelaban la gran
diversidad de procedencias. Se destacaban los paraguayos, siempre prevalecientes entre los inmigrantes
americanos; y también nuevamente correntinos, santiagueños y santafesinos, entre los grupos
mayoritarios provenientes otras regiones del país.
La diferencia con respecto al ciclo forestal estribó en que durante este período, dicha afluencia humana
tuvo características aluviales, y se dirigió hacia el centro-norte y centro-oeste del Chaco, que a la sazón,
fueron los espacios recientemente incorporados por la construcción del ferrocarril, y consecuentemente
también, los volcados a la producción algodonera por las condiciones de clima y suelo en esta zona.
Como puede señalarse, por ejemplo, que para el levantamiento de la cosecha algodonera de 1935 se
utilizaron 29.407 braceros que provinieron de jurisdicciones vecinas. Teniendo en cuenta que la
población permanente del Territorio ascendía entonces a 276.343 habitantes, esta afluencia significaba
elevar repentinamente en casi un 11% el número personas residentes en el Chaco. A su vez, el
“tránsito” total de personas por el Territorio durante el mismo año arrojó un total 165.000 individuos,
según datos oficiales. Cabe indicar que buena parte de esta gente se quedaba en el Territorio al término
de sus labores temporarias, acrecentándose así la población de residentes luego de cada campaña
algodonera.
La inmigración extranjera fomentada por los procesos de colonización y complementada a su vez con
los periódicos aportes provenientes de regiones vecinas, fue conformando un panorama étnico peculiar
que motivó en determinado momento, cierto interés por descifrar a este nuevo conjunto social, para
orientar a su tiempo, procesos de homogeneización identitaria. Este interés se manifestó no sólo
respecto al Chaco, sino también a otros Territorios Nacionales que incrementaron su población en un
breve lapso.
Dicha tarea, en principio emprendida por particulares que procuraron dar satisfacción a su curiosidad
personal, fue direccionada luego por el Estado cuando se tornó prioritaria la necesidad de crear una
“identidad nacional” en estos espacios expuestos a múltiples influencias culturales.
Particularmente durante la década del treinta, funcionarios, viajeros, y cronistas locales y nacionales se
preocuparon por describir a estas sociedades nuevas para conocer sus respectivos comportamientos, y
propiciar de ese modo su inserción efectiva y plena en la comunidad nacional. La década del treinta se
impulsó la idea de “argentinizar” a los Territorios Nacionales, por entonces habitados en buena medida
con población foránea que no estaba suficientemente integrada al conjunto nacional. Sin embargo, los
actores participantes de este interés no pudieron hallar por entonces elementos suficientes para
“definir” completamente a cada una de estas sociedades, limitándose a extraer patrones comunes que
les permitieron esbozar apenas un “perfil”, ya que la estructuración de las mismas estaba aún en vías de
formación.
Los funcionarios nacionales y viajeros que como parte de sus misiones específicas describieron los
cuerpos sociales que estaban surgiendo en estos espacios recientemente organizados, aludieron a sus
respectivas composiciones, modos y condiciones de vida, costumbres y necesidades, comparándolos a
menudo con las sociedades tradicionales vigentes en las provincias colindantes.
3. La picardía de los formoseños nativos les llamaban “paracaidistas”, en un doble sentido a los
gobernadores de origen No formoseños, nombrados por el presidente en la etapa de Territorio Nacional
de Formosa. En un doble sentido: por un lado se los calificaba a estos funcionarios por el uso de
sombreros de alas grandes y anchas, según las costumbres, pero por otra parte, los conceptuaban a estos
gobernantes extra-territorianos como que llegaban “de arriba” para gobernar a los formoseños.
El último gobernador del la etapa fue el entonces Coronel Arturo Iglesias Paz, nacido en concordia,
Entre Ríos, 19 de abril de 1899, fue militar argentino, último gobernador entre 1950-1955, comisionado
federal durante los mese de transición del Territorio Nacional de Formosa a convertirse en Provincia de
Formosa, durante la presidencia de Juan Domingo Perón.
Luis Gutnisky: (nació Avellaneda, provincia de Buenos Aires, 9 de enero de 1910 – falleció un
accidente aéreo provincia de Misiones, Argentina 30 de diciembre de 1959) fue un médico, político,
primer gobernador constitucional de la provincia de Formosa. Se radicó en la provincia de Formosa
ejerciendo su profesión a la vez que inició su militancia política en la UCR. Durante su gobierno se
inicia la construcción de la ruta 11 y un tramo de la ruta nacional nº 81.
Emilio Tomás (Formosa, Argentina, 20 de mayo de 1915 - Buenos Aires, Argentina, 24 de junio de
1984) fue un político, primer vicegobernador de la Provincia de Formosa en el mandato de Luis
Gutnisky (primer gobernador constitucional de la Provincia) y segundo gobernador a la muerte de
Gutnisky. Unos días antes del cumplimiento de su mandato, un golpe de estado contra el gobierno
nacional truncó su gestión ya que Formosa fue intervenida y la conducción de la provincia fue
encomendada al coronel Augusto Sosa Laprida.
Rodolfo Emilio Rhiner, (18 de abril de 1942) es un político argentino, de profesión escribano y
estrecho colaborador de la dictadura militar denominada Proceso de Reorganización Nacional al punto
que ejerció la primera magistratura Provincial entre 1981 y 1982,1 cuando renuncia en 1982, asume su
ministro de Economía Ezio José Massa.
A esto se le sumaban los perjuicios ocasionados por las recurrentes inundaciones que soportaron las
provincias del Litoral por esos años. Así, se gestionaron los recursos para aliviar la situación
económico-financiera de los productores.
La acción de Rhiner llegó a todos por igual, sin distinciones sectoriales, convocando a todos al diálogo
amplio y a la participación para lograr la paz y el bienestar de la comunidad.
Durante su gestión se incorporaron nuevas tecnologías, ganaron dinamismo las cooperativas y comenzó
la exportación de ganado. Además, las desmotadoras recibieron ayuda financiera, se sancionaron las
deudas de los productores y se encaró una agresiva política de desarrollo del sector rural.
Ante la renuncia de Rhiner, lo sucedió José Ezio Massa, su ministro de economía, encargado de
conducir la transición hasta la restitución institucional.
Floro Eleuterio Bogado (nacido Formosa, Argentina, 20 de febrero de 1939) político, diplomático y
abogado argentino. Fue gobernador constitucional de la provincia de Formosa entre 1983 y 1987.1 Fue
también diputado nacional, embajador extraordinario y plenipotenciario de su país ante la república del
Paraguay,2 perteneciente al Partido Justicialista. Fue el primer Juez de Trabajo y Seguridad Social
Letrado en Primera Instancia del Poder Judicial en Formosa, y Juez de Paz de Mayor Cuantía.
Actualmente, desde el año de 1995, es el vicegobernador de la provincia de Formosa.
Autor de la Ley Integral del Aborigen N.º 426 en el año 1984 donde también participaron
representantes de las distintas etnias (Toba, Pilagá y Wichi), a través de la Comisión de los 21; siendo
la provincia pionera en el país en cuanto al reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas.
Vicente Bienvenido Joga (10 de marzo de 1946) ocupó el cargo de Gobernador de la Provincia de
Formosa, durante dos mandatos consecutivos, 1987 - 1991, y 1991 - 1995. Fue el primer gobernador
que fue reelecto luego de la democracia. Actualmente reside en la calle Deán Funes entre González
Lelong y Junín en la Ciudad de Formosa.
Gildo Insfrán (Laguna Blanca, 19 de enero de 1951) es un político y veterinario argentino,
Gobernador de la Provincia de Formosa desde 1995 a la actualidad.
4. Cuadro comparativo:
La instalación de la red
telegráfica uniendo la
provincia de Salta.
El desarrollo de la producción
ganadera.
La expansión algodonera.
La Fundación de nuevas
misiones franciscanas.
La apertura de caminos
carreteros para comunicación
con Salta, Santa Fe y
Corrientes.
Los autores coinciden que en 1955 Formosa se destacaba ya en el ámbito nacional, por su
población y su producción. Los habitantes del territorio organizaron una comisión con
importantes vecinos, un petitorio ante el gobierno nacional, la necesidad de la
Provincialización, ya que estaban preparados para manejar sus instituciones, su economía y su
desarrollo.
Durante la presidencia de Juan Domingo Perón, que en términos generales fue gradualista,
pretendió que los territorios se organizasen para llegar a tener las condiciones de Provincia
Por la ley N° 14.408 promulgada el 28 de junio de 1955 se dispuso entre otras, la
Provincialización. La ley citada estableció además: Instalación de colonias y La organización
del régimen municipal.
Un Interventor Federal ejercido por el Dr. Guillermo de la Plaza, convocó al pueblo como
estaba establecido en la ley para la elección de 24 convencionales a fin de elaborar la
Constitución Provincial.