Teología Pastoral Formato de Libro 2

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TEOLOGÍA PASTORAL

Por

Fortunato Barreto C .

1
Impreso en Lima - Perú

Abril de 2011

Derechos reservados

2
CONTENIDO
Prefacio …………………………………………… 11
Introducción ……………………………………… 12

CAPÍTULO I

EL LLAMAMIENTO AL MINISTERIO
EVANGÉLICO

Introducción …………………………………… 15
I. Determinando si usted es llamado al
ministerio evangélico ……………………. 19
II. Lo que usted debe hacer después de estar
seguro de su llamamiento ………………. 23
III. Preparación adecuada para los llamados
al ministerio ……………………………… 25
IV. ¿El llamamiento al ministerio del
evangelio es permanente o temporal? … 29
V. Problemas espirituales y morales de un
pastor ……………………………………… 32

CAPÍTULO II

EL PASTOR Y SU FAMILIA

Introducción …………………………………… 64

3
I. Pastores con síndrome de éxito ………… 47
II. Responsabilidad del pastor para con su
familia ……………………………………… 50
III. La esposa del pastor ……………………… 55

CAPÍTULO III

ÉXITO Y FRACASO EN EL MINISTERIO

Introducción ………………………………………. 64
I. El éxito en el ministerio pastoral ………… 64
II. Fracaso en el ministerio pastoral …………. 70

CAPÍTULO IV

EL LLAMADO DE LA IGLESIA

I. Los pasos que debe dar un pastor para


encontrar un lugar donde ejercer su
ministerio …………………………………… 78
II. Lo que un pastor debe hacer cuando se
entrevista con el Comité de Pulpito ……… 80
III. ¿Cómo saber que Dios le ha llamado a un
pastor para pastorear una iglesia? ………… 83
IV. Votación de la iglesia y aceptación del
pastorado …………………………………… 85

4
CAPÍTULO V

LO QUE UN PASTOR DEBE HACER


EN SU NUEVA IGLESIA

Quince recomendaciones de lo que debe hacer


un pastor en su nueva iglesia…………………… 87

CAPÍTULO VI

LOS DEBERES DEL PASTOR

I. El pastor debe apacentar el rebaño del


Señor Jesucristo……………………………… 94
II. El pastor debe guiar al rebaño de Cristo .. 103
III. El pastor debe predicar y enseñar ……… 105
IV. El pastor debe corregir …………………... 108
V. El pastor debe evangelizar ……………… 111
VI. El pastor debe visitar ……………………. 113

CAPÍTULO VII

EL PASTOR Y LA OBRA MISIONERA

I. El programa misionero de la iglesia en su


localidad ………………………………….. 114
5
II. El programa misionero de la iglesia más
allá de su comunidad ……………………. 116
III. El pastor, promotor de Misiones ……….. 118

CAPÍTULO VIII

EL PASTOR Y LA MÚSICA EN EL CULTO

Introducción ……………………………………... 121


I. La música como lenguaje universal ……. 126
II. El pastor es responsable de programa
musical …………………………………… 128
III. Importancia del preludio ……………… 129
IV. La música congregacional ………………. 130
V. La música especial ………………………... 132
VI. La música de invitación ………………….. 134

CAPÍTULO IX

ORDEN DE LOS CULTOS

I. ¿Qué es la adoración? …………………… 136


II. ¿Qué significa preparar a la gente para la
adoración? ………………………………… 137
III. Los elementos de la adoración ………… 139
IV. El orden del Culto matutino …………… 144
V. El orden del Culto evangelístico ……… 146
6
CAPÍTULO X

LA INVITACIÓN Y ORIENTACIÓN A LOS QUE


HACEN PROFESIÓN DE FE

I. ¿Cómo hacer la invitación? ……………… 149


II. Instrucciones para los que hacen
profesión de fe …………………………… 157

CAPÍTULO XI

LAS ORDENANZAS DE LA IGLESIA:

EL BAUTISMO BÍBLICO

I. Características del bautismo bíblico … 161


II. Sugerencias para la administración del
bautismo ………………………………… 169
III. La ceremonia del bautismo ………….. 171

LA CENA DEL SEÑOR

I. ¿Qué es la Cena del Señor? …………… 177


II. ¿Cómo comer la Cena del Señor? …… 183
III. Los que no deben comer la Cena del
Señor …………………………………… 185
IV. La ceremonia de la Cena del Señor … 186

7
CAPÍTULO XII

LA ORDENACIÓN DE UN PASTOR

Introducción ……………………………………… 190


I. Requisitos bíblicos de la ordenación …… 192
II. Formación del presbiterio para la
ordenación …………………………………. 199
III. El programa de ordenación ……………….. 201
IV. La ceremonia de ordenación ……………… 201

CAPÍTULO XIII

ORDENACIÓN DE DIÁCONOS

Introducción ………………………………………. 224


I. La elección de los diáconos ………………. 225
II. Ceremonia de ordenación de los
diáconos …………………………………….. 227

CAPÍTULO XIV

CEREMONIA DE BODAS

Introducción……………………………………… 232
I. El pastor y la pareja ……………………… 233
II. Los preparativos para la ceremonia …… 235
III. El orden de la ceremonia de bodas …….. 236
8
IV. Sugerencias para el programa de
recepción de bodas ……………………… 246

CAPÍTULO XV

SERVICIO DE UN FUNERAL

Introducción …………………………………… 250


I. Orden del programa …………………… 252
II. Sugerencias de textos para un funeral
de un incrédulo ……………………….. 253
III. Sugerencias de textos para un funeral de
un creyente ……………………………… 254

CAPÍTULO XVI

LA SESIÓN DE NEGOCIOS

Introducción …………………………………... 256


I. El orden de la asamblea ………………. 258
II. Acta de la asamblea general ordinaria.. 264
III. Acta de la asamblea general
extraordinaria…………………………….. 269
IV. El libro de Caja …………………………. 271

CAPÍTULO XVII

9
ORGANIZACIÓN DE UNA MISIÓN EN UNA
IGLESIA BAUTISTA.
Introducción …………………………………… 275
I. Carta de autoridad para organizar una
iglesia bautista …………………………… 277
II. Programa para organizar una iglesia
bautista …………………………………… 280
III. Modelo de Acta de Fundación de una
iglesia bautista ………………………….. 289

CAPÍTULO XVIII

MODELOS DE DOCUMENTOS
ECLESIASTICOS

Carta de membresía …………………………… 297


Solicitud de carta de membresía …………….. 298
Certificado de membresía ……………………. 299
Certificado de membresía o feligresía ……… 300
Solicitud de exoneración de curso de religión... 301
Modelo de organización para el trabajo ……… 302
Modelo de Plan Anual de actividades de la
iglesia ……………………………………………… 304
Tarjeta de bautismo y profesión de fe ………….307
Certificado de bautismo ………………………… 309

10
PREFACIO

Los ministros de Cristo necesitan tener a la mano


información sobre sus deberes eclesiales, para hacer
todas las cosas de acuerdo a las enseñanzas de la
Biblia. Así como Dios mostró a Moisés el diseño del
tabernáculo, y le advirtió que hiciera todo exac-
tamente como el modelo que se le había mostrado
en el monte (He. 8:5), así los pastores deben
esforzarse para hacer todas las cosas tal como las
enseñó el Señor Jesucristo y sus apóstoles.

Es verdad, que en la tarea pastoral, hay ciertos


asuntos, que no tienen reglas específicas, pero éstas
deben ser hechas con criterios que se ajustan al
contexto bíblico. Toda arbitrariedad personal en el
cumplimiento de las obligaciones pastorales, será
deshonestidad y deslealtad a Cristo.

Esperamos que esta obra sea de ayuda en el


desempeño de la santa profesión, para que, en todo,
sea glorificado Cristo en la iglesia.

11
INTRODUCCIÓN
Teología pastoral es una división de la teología
que tiene que ver con los deberes y métodos del
pastor en su trabajo pastoral. Por esta razón, a la
teología pastoral se le llama, Teología Práctica. El
pastor debe vivir y desempeñar las funciones de su
ministerio, teniendo como base los principios teoló-
gicos de la Palabra de Dios. El Ministerio cristiano
y la vida del ministro son inseparables a la Teología.

La teología pastoral se ocupa de la adminis-


tración de las doctrinas a las diferentes necesidades
del pueblo de Dios. Uno de los requisitos de los que
aspiran al oficio de pastor, es que deben ser “apto
para enseñar”. Esto implica que el pastor debe tener
aptitud para aprehender. El ministro tiene que ser
primero un receptor de la Palabra, para luego ser un
transmisor (Ez. 3:1). El estudio de la Palabra de
Dios requiere una disciplina férrea y constante. El
ministro cristiano debe recordar, siempre, la reco-
mendación de Pablo a Timoteo: “…ocúpate en la
lectura, la exhortación y la enseñanza... Ten cuidado
de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues
haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te
oyeren” (1 Ti. 4:13, 16).

12
La teología pastoral, como cualquier otra
disciplina del saber, se ha venido desarrollando
hasta llegar a ser una materia muy amplia. Sin em-
bargo, no todo enfoque de la teología pastoral es lo
mismo. El concepto de la teología pastoral en una
iglesia liberal o en una iglesia de la prosperidad no
es lo mismo que la teología pastoral sostenida por
las iglesias ortodoxas. Para muchos ministros, de
iglesias llamadas “apostólicas”, su teología pastoral
es considerada superior a la teología pastoral de lo
que ellos llaman “iglesias pastorales”.

Cualquier teología pastoral que, en sus prácticas,


van más allá de lo que está escrito, es vana. Es
verdad, que hay ciertos asuntos, cuyas prácticas no
se especifican en las Escrituras. Por ejemplo, las
formas a seguir en la Sesión de Negocios de la
iglesia, la forma de llevar a cabo una ceremonia de
bodas no tienen especificaciones escriturales preci-
sas. Pero los criterios más amplios y generales
sirven de guía para que éstas se hagan en concor-
dancia a lo que es justo, prudente y ordenado a la
luz de toda la Biblia.

La teología pastoral incluye todas las áreas de


las actividades del pastor. Además, la realidad de la
gente difiere de un lugar a otro, esto hará que la
tarea pastoral en las iglesias se torne a aún más
13
compleja. Lo importante es que el pastor obre,
siempre, de acuerdo a las enseñanzas de la Biblia.
Las decisiones se basarán en lo que Dios dice y no
en las circunstancias o en las tradiciones o costum-
bres de la gente. En diversas situaciones o vivencias
de los miembros de la iglesia, en la comunidad
donde viven, que no se especifican claramente en las
Escrituras, el pastor usará de su criterio espiritual
para obrar o tomar decisiones, teniendo en cuenta
que, el punto en cuestión, no debe estar en contra de
la verdad bíblica. Que haya virtud en la decisión
tomada, y sobre todo, que sea para edificar al
creyente en conformidad al espíritu de toda la
Biblia.

14
CAPÍTULO I

EL LLAMAMIENTO AL
MINISTERIO EVANGÉLICO
INTRODUCCIÓN

La cosa más importante para un aspirante al


ministerio cristiano, es saber que, un pastor es
constituido por Dios y no por el hombre (Ef. 4:11).
Dios es el que llama a los hombres para hacerles
instrumentos en su obra. Cristo, la cabeza de la
iglesia, ha establecido tres grandes recipientes de la
verdad: Las Sagradas Escrituras, la cual ha sido
preservada por su providencia contra todo los
ataques hostiles que se han levantado contra ella.
Otro recipiente de la verdad es el corazón de los
creyentes. Las verdades eternas del evangelio no
han sido escritas en tablas de piedra sino en las
tablas de carne del corazón, en este sentido, la
iglesia es columna y baluarte de la verdad. Otro
recipiente de la verdad es el ministro cristiano.
Pablo dice que “tenemos este tesoro en vasos de
barro” (2 Co. 7:4).

Es necesario aclarar, por causa de errores susci-


15
tados en tiempos recientes, que no todos los dones
que fueron dados por el Espíritu Santo, en la época
apostólica, fueron permanentes. Muchos de esos
dones o manifestaciones del Espíritu Santo fueron
temporales (1 Co. 13:8). En tiempos recientes, se ha
levantado una corriente entre los protestantes que
enfatiza mucho en el “quíntuple ministerio” (Ef.
4:11). Ellos afirman que en una iglesia verdadera
debe haber apóstoles, profetas, evangelistas, pasto-
res y maestros.

Pero, el don del apostolado como hubo en el


primer Siglo, ya no existe ahora. Sólo han habido 12
apóstoles para judíos y uno para los gentiles. Uno
de los requisitos para ser apóstol de Jesucristo fue
ser un testigo ocular de Cristo. Durante su
ministerio terrena, Jesús eligió a doce y los llamó
apóstoles (Lc. 6:12). Judas cayó de ese oficio, y, de
los testigos oculares que habían estado con Jesús,
comenzando desde el bautismo de Juan hasta que
Jesús ascendió a los cielos, fue remplazado por
Matías (Hch. 1:20-26).

Algunos, para negar ese requisito, dicen que


Pablo no fue testigo ocular de Cristo y fue llamado
apóstol. Pablo mismo afirma haber visto a Cristo (1
Co. 15:8; 9:1). Uno de los propósito porque Cristo,
constituyó 13 apóstoles, incluyendo a Pablo, fue
16
para que, a través de ellos y los profetas, revelara las
verdades que antes no se conocían (Ef. 3:5; 1 Co. 2:6-
10). Esas verdades reveladas a ellos fueron escritas
por los apóstoles y también por los que lo oyeron.
Así se completó la Revelación de Dios que ahora las
tenemos escritas en su Santa Palabra, la Biblia. De
modo que los apóstoles y profetas llegaron a ser los
fundamentos de las verdades reveladas para todas
las iglesias (Ef. 3:5, 2 Co. 2:6-10; 2 P. 3:15, 16; Ef.
2:20).

Por eso, cuando estos apóstoles modernos dicen:


“Dios me ha revelado” es una mentira. Si Dios
todavía tiene que revelar cosas que no conocemos,
entonces la Biblia no es completa. De falsos profetas
y maestros se han generado muchas comunidades
cristiana que pretenden ser iglesias de Cristo. Pero,
nosotros sabemos que estos son falsos apóstoles y
profetas, como los hubo también en los días del
apóstol Pablo (2 Co. 11:13-15).

Todo pastor debe saber que el ministerio cristiano


se ejerce por autoridad de Dios y de la iglesia (Hch.
13:1-3). Si alguien se inmiscuye en el ministerio sin
ser llamado, Dios dirá de ellos lo que dijo de los
falsos profetas: “No envié yo aquellos profetas, pero
ellos corrían; yo no les hablé, más ellos profeti-
zaban…” (Jer. 23:21).
17
La Biblia llama también apóstoles a otros minis-
tros de la Palabra que fueron enviados a cumplir
una misión en la obra de Dios. Por ejemplo a
Bernabé y a Pablo se les llama apóstoles en Hechos
Hch. 14:14. La palabra apóstol significa “envidado”,
este texto revela que Bernabé y Pablo fueron envía-
dos como mensajeros de la Palabra (Com. Hch. 13:3,
4). En el idioma griego, a Epafrodito se le llama
apóstol (Fil. 2:25). En 2 Co. 8:23, a los hermanos que
fueron enviados para ayudar a recoger las ofrendas
para los pobres en Jerusalén, se les llama apóstoles
(2 Co. 8:22, 23). En la versión Reina Valera 1960 se
traduce como “mensajeros”

El hecho de que estos son llamados apóstoles no


les pone en el mismo nivel de los 12 o del apóstol
Pablo que fue escogido por Dios mismo para
revelarle el evangelio de los gentiles (Hch. 22:14, 15;
Gá. 1:11, 12).

Es importante que un aspirante al oficio de pastor


responda adecuadamente a estos interrogantes:

1. ¿Cómo puedo saber si soy llamado al


ministerio, y cuán importante es tener la seguridad
de un llamamiento especial?

2. Una vez que estoy seguro de mi llama-


18
miento divino, ¿qué debo hacer?

3. ¿Qué es, realmente, una “adecuada prepa-


ración” para el ministerio de la Palabra?

4. ¿El llamamiento al oficio de pastor es tem-


poral o permanente?

5. ¿Qué importancia tiene la esposa o novia


de un llamado al ministerio?

6. Un pastor caído en pecado, ¿puede regre-


sar a servir en el ministerio otra vez?

I. DETERMINANDO SI USTED ES
LLAMADO AL MINISTERIO.

No hay regla fija que determina el llamamiento


de un hombre al ministerio del evangelio. Cada
ministro puede tener una experiencia distinta de su
llamamiento. A continuación damos algunas pautas
que pueden ayudar a determinar si usted ha sido o
no llamado al ministerio de la Palabra.

A. Algunos al ser llamados experimentan una


crisis emocional.- Moisés, cuando fue llamado, expe-
rimentó una crisis emocional (Ex. 3:10; 4:12). Su

19
llamamiento le causó una turbación muy grande
que se resistió a obedecer, presentado algunas excu-
sas. Isaías es otro ejemplo de un llamamiento con
una crisis emocional (Is. 6:1-8). Esa crisis emocional
difiere entre una persona y otra. La crisis de Moisés
no fue igual a la que tuvo Isaías. Cualquiera que sea
la forma en que se manifieste la crisis, usted
quedará bajo una tremenda responsabilidad de
obedecer a Dios. No habrá tranquilidad para usted
hasta que empieces a hacer lo que Dios quiere de
usted.

B. Otros, al ser llamados, han experimentado


una necesidad ineludible de predicar el evangelio.-
Tal vez, la mayoría de los hombres llamados al
ministerio han experimentado una convicción inevi-
table de predicar a Cristo para la salvación de los
pecadores. El apóstol Pablo cuando habla de su
llamamiento dice: “Me es impuesta necesidad, y ay
de mí si no anunciare el evangelio” (1 Co. 9:16). Esa
misma necesidad ineludible de anunciar a Cristo
sintieron Pedro y Juan cuando respondieron a los
representantes del Sanedrín (Hch. 4:18-20). En su
declaración se evidenció que habían sido llamados
para este ministerio.

C. Hay también quienes han descubierto su


llamamiento por el deseo que tenían de ser un
20
obispo o pastor (1 Ti. 3:1). Sin embargo, un simple o
fuerte deseo de ser pastor no es suficiente indicio de
ser llamado. Ese deseo debe ir acompañado de una
serie de requisitos estipulados por el apóstol Pablo
(1 Ti. 3:2-7; Tit. 1:5-9). Es también cierto que, ningún
hombre llamado se siente suficientemente equipado
para el ministerio. El mismo apóstol Pablo exclamó:
“Y para estas cosas, ¿quién es suficiente”? (2 Co.
2:14-16). Pero, aun cuando un hombre no esté
plenamente equipado, si es llamado tendrá una
conducta y carácter irreprochables. Su deseo de
servir a Cristo, será sincero y desinteresado. Tendrá
amor y un inmenso deseo de estudiar la Palabra de
Dios y compartirla con otros.

El pastor debe irradiar amor genuino por la


gente y debe tener la capacidad para trabajar en
armonía con ellos. Debe, además, ser maduro
espiritualmente y estable emocionalmente. Si es
casado, su esposa debe estar de acuerdo con él en su
decisión de ser un ministro de Cristo. Desconfíe de
aquellos que se creen autosuficientes para desem-
peñar el ministerio de la Palabra.

D. Otra evidencia del llamamiento es la


aprobación de la iglesia del Señor.- El pueblo de
Dios debe confirmar lo que Dios ha dicho al corazón
por el Espíritu Santo. Si un hombre tiene la
21
convicción de que es llamado a predicar, él debe
comenzar a ejercer su don en la iglesia o donde
quiera que Dios le dé la oportunidad. Carlos
Spurgeon empezó repartiendo folletos de casa en
casa. Gedeón estaba sacudiendo el trigo, Moisés
estaba apacentando las ovejas de su suegro cuando
Dios le llamó. Pablo y Bernabé estaban ministrando
en la iglesia (Hch. 13:1). Dios no llama a holgazanes
para su obra. Él siempre ha llamado a hombres
activos y esforzados. Los hombres activos, según el
don que han recibido, consiguen la aprobación del
pueblo de Dios. Recordemos que ese reconoci-
miento y aprobación de la iglesia debe ser el resul-
tado de la influencia del Espíritu Santo y no de la
simpatía por el aspirante al ministerio. La Biblia
dice: “Dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé
y a Saulo para la obra a que los he llamado” (Hch.
13:2). Muchas veces, la iglesia tiene sus propias
simpatías con algunos que quieren ser ministros,
pero, por más preferidos que éstos sean de los
hermanos, no deben ser introducidos al ministerio
del evangelio si no son apartados por el Espíritu
Santo.

E. Como última recomendación, es aconsejable


que todo aspirante al ministerio tome su tiempo
para determinar o conocer la voluntad de Dios.-
Esto no significa que usted aprovechará de esto para
22
dilatar el tiempo presentando excusas. Usted debe
usar ese tiempo para orar, leer la Palabra de Dios,
ayunar con el propósito de conocer la voluntad de
Dios respecto al llamado. Recuerde que Jesús dijo
que hay que orar para que Dios envíe obreros a su
mies (Mt. 9:38).

II. LO QUE USTED DEBE HACER DES-


PUÉS DE ESTAR SEGURO DE SU
LLAMAMIENTO.

A. Manténgase ocupado.- Una de las recomen-


daciones dadas por el apóstol Pablo en 1 Timoteo
capítulo 3, versículos 6 dice que el obispo no debe
ser neófito. Esto significa que un pastor no puede
ser un novato en la fe. Por eso, el que es llamado al
obispado, debe mantenerse ocupado en “los negó-
cios del Padre”, si es posible, bajo la supervisión del
pastor de la iglesia. De este modo ganará expe-
riencia y alcanzará madurez espiritual. Josué fue
siervo de Moisés antes de ejercer su liderazgo ante
Israel. Si los diáconos deben ser “probados primero”
antes de ejercer sus funciones, con mayor razón
deberían ser probados los que aspiran al ministerio
del evangelio. El plan usual de Dios es hacer que el
hombre se pruebe a sí mismo, siendo fiel sobre
poco, antes que él gobierne sobre mucho (Mt. 25:21).

23
Spurgeon empezó como maestro de la Escuela
Dominical porque el Superintendente estaba ausen-
te. Lo hizo con tanto éxito, que luego se le confió la
dirección de toda la Escuela Dominical. Después, él
fue llamado para pastorear una iglesia pequeña en
Waterbeach. Antes de ser un gran ministro en Lon-
dres, él demostró su fidelidad en su pequeño rebaño
de Waterbeach. El hombre que no es fiel en lo poco,
nunca tendrá la oportunidad de probarse así mismo
si será fiel en los grandes trabajos. Empiece donde
esté, haga lo que hay que hacer, y deje que Dios abra
el camino para usted. Si tiene que empezar lim-
piando los baños o barriendo el templo o siendo
ayudante en las diferentes áreas, permanezca fiel,
esperando que Dios te abra otra puerta.

B. Empiece a orar y planificar para recibir un


entrenamiento especializado.- No use la vieja excusa
de que los grandes predicadores nunca fueron a la
Escuela. Es verdad que, Spurgeon, Moody, Ironside,
G. Campbell Morgan nunca asistieron a una escuela
formal para predicadores, pero dos de ellos fun-
daron Escuelas para preparar predicadores. Eso
demuestra que ellos sabían la importancia que tiene
la educación formal para los llamados al ministerio.

C. Sea vigilante de los ataques del diablo duran-


te el tiempo de planificación.- Satanás, a menudo,
24
usa a otros cristianos para desanimar a los que
quieren ser predicadores. Frases como éstas no
provienen de Dios, sino del diablo: “Si quieres ser
predicador vas a sufrir la indiferencia de los demás;
nunca un predicador será visto como alguien
importante; sólo te considerarán como un pobre y
triste evangelista”. “¿Por qué quieres ser predica-
dor? Los predicadores se mueren de hambre”. Por
tanto, debe mantener una vigorosa vida devocional.
Sé un devoto ferviente de Cristo Jesús. Sé siempre
disciplinado y esté siempre ocupados (Pr. 3:5, 6; Sal.
37:3-5).

III. PREPARACIÓN ADECUADA PARA


LOS LLAMADOS AL MINISTERIO.

Aunque Dios tiene su propia manera de preparar


a sus instrumentos, será conveniente tener en cuenta
las siguientes opciones.

A. Para tener una preparación adecuada, usted


debe mantener su mirada a Cristo y no en otros
cristianos y mucho menos en otros predicadores.
Muchos aspirantes al ministerio tratan de imitar a
otros predicadores y lo que aprenden de ellos, no
son sus virtudes, sino sus defectos. Cada estudiante
debe estar convencido que Jesús es el único Maestro

25
a quien debemos imitar. Una razón por la que no se
debe mirar a otros hombres, es porque los predica-
dores y los cristianos no son perfectos. Los hombres
siempre serán modelos inadecuados para los que
aspiran al ministerio. No siempre pueden todos los
ministros decir como Pablo: “Sed imitadores de mí
así como yo de Cristo” (1 Co. 11:1). En el Libro de
Hebreos se recomienda imitar la fe de los pastores”,
pero antes de hacerlo, hay que examinar el resul-
tado de su conducta (He. 13:7).

B. La preparación adecuada para el ministerio


cristiano incluye tres áreas: Preparación general,
vocacional y opcional.

1. Preparación en el área general.- Esta


preparación proviene de la vida diaria. Pablo fue
un constructor de tiendas. Pedro, Santiago y Juan
fueron pescadores. Ellos aprendieron mucho de la
gente de su entorno laboral. Muchas de las leccio-
nes prácticas se aprenden en las oficinas, en los
talleres, en las fábricas, etc. Bienaventurados los
pastores que aprendieron en la escuela de la
experiencia. Ellos pueden decir como dijeron los
apóstoles: “… lo que hemos oído, lo que hemos
visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado,
y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida
(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y
26
testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual
estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que
hemos visto y oído, eso os anunciamos…” (1 Jn. 1:1-
3).
2. Preparación en el área vocacional.- Esto
incluye, el estudio de las doctrinas de la Palabra de
Dios. El aprendizaje básico de las lenguas originales
de la Biblia. El estudio de la teología pastoral. Todo
aquel que aspiran al oficio de pastor, deben ser
“apto para enseñar”. Esto significa que el pastor
debe tener aptitud para aprehender. Jesús dijo a
Nicodemo, maestro del judaísmo, que el hombre
debe nacer de nuevo para entrar al reino de Dios. El
no pudo comprender como se podía nacer de
nuevo. Entonces Cristo le dijo: “¿Eres tú maestro de
Israel y no sabes esto? De cierto de cierto te digo,
que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto,
testificamos” (Jn. 3:10, 11). Nicodemo era maestro,
pero no era salvo. Igualmente, muchos pastores
enseñan la Palabra de Dios, pero no saben explicar
con claridad, qué es la salvación de Dios, porque
nunca la ha visto en su vida. Estos no son salvos.
Spurgeon enseñaba que para ser predicador,
primero había que estar seguro de su salvación.

3. Preparación en el área opcional.- Esto se


refiere a la manera cómo, el aspirante al obispado,
decide prepararse. Se puede estudiar la Biblia, tres
27
o cuatro años en un Instituto Bíblico acreditado.
Después de obtener el grado de Bachiller, puede
estudiar un año más, para conseguir el grado de
Maestría. Y, si alguien quiere profundizarse aún
más, en los estudios bíblicos, puede continuar
estudiando para el grado de Doctor. Pero, hay que
tener cuidado de no usar la Universidad como un
escape a la realidad del ministerio. Muchas almas
irán al infierno sin haber oído el evangelio de la
salvación, mientras algunos se dedican sólo a
estudiar para ser doctores. Bueno es estudiar sin
dejar de hacer lo otro.

Cualquiera que sea la forma de la preparación


de un ministro, debe entender que el estudio de la
Palabra de Dios es por toda la vida. En realidad, los
Institutos nos enseñan cómo estudiar, para luego
hacerlo por nosotros mismos por el resto de nues-
tras vidas. En este punto, hay que recordar que,
habrá muchos libros para leer, pero nunca se debe
descuidar la lectura y el estudio de la Biblia misma.
Estudiemos también el libro de la Naturaleza y
especialmente, el de la naturaleza humana. Pues
solamente conociendo la verdadera naturaleza del
hombre estaremos capacitados para guiarle por el
camino de la salvación.

28
IV. ¿EL LLAMAMIENTO AL MINISTERIO
ES PERMANENTE O TEMPORAL?

A. El llamamiento de Dios es permanente.- Al-


gunos creen que el Instituto Bíblico es una institu-
ción que fabrica pastores. Otros creen que los
pastores son constituidos por la iglesia. Según la
Biblia, el pastorado es un don dado por Dios (Ef. 4:8,
11). Los ministerios son múltiples, pero, todos son
dados por la gracia de Dios. Por eso Pedro dice:
“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo
a otros, como buenos administradores de la multi-
forme gracia de Dios (1 P. 4:10). Si el obispado es
un don dado por Dios, entonces, es irrevocable.
“Porque irrevocables son los dones y el llamamiento
de Dios” (Ro. 11:29). En este sentido, ningún pastor
puede decir a Dios, “renuncio al don de pastor”. Se
puede renunciar al oficio, pero no al don. El buen o
mal desempeño en su labor pastoral, no es lo que
hace de él un pastor. Por tanto, un pastor, puede ser
buen siervo o un mal siervo de Cristo. Su desempe-
ño afectará la calidad de su ministerio, pero no la
naturaleza de su don.

B. El ministerio de un pastor puede cesar.- El


hecho de que un pastor reconozca que su don es
celestial, no le da el derecho de considerarse un

29
intocable en la iglesia. Él no puede aferrarse a su
puesto de pastor, si hay alguna causa justificada que
amerita su destitución o renuncia. El pastor sabe
que desempeña su ministerio en una determinada
iglesia, porque el Espíritu Santo le ha puesto allí por
obispo (Hch. 20:28). Pero, también debe saber, que
él está en esa iglesia porque dicha iglesia le llamó
como pastor. La iglesia, como la esposa de Cristo,
ha recibido autoridad para ministrar la palabra (Ef.
3:8-10) y ejercer la disciplina (Mt. 18:17, 18). Por
tanto, ella tiene autoridad para llamar a un pastor;
pero, también, para destituirlo de su cargo, cuando
el caso lo amerita.

A veces, hay conflicto entre la autoridad del


pastor y la autoridad de la iglesia. Preguntamos
entonces, ¿quién tiene más autoridad, la iglesia o el
pastor? La iglesia tiene más autoridad que los
pastores humanos, pero no tiene más autoridad que
Cristo su cabeza, el cual es Príncipe de los pastores.
La autoridad que tiene un pastor es aquella que le
ha concedido Cristo y la iglesia. Así que, el pastor,
por decirlo así, tiene doble autoridad: de Cristo y de
la Iglesia. Tiene la autoridad de Cristo por el don
que ha recibido de él, y tiene la autoridad de la
iglesia por el llamamiento que le ha hecho para
ministrar la Palabra a ella. Aquí surge otra
pregunta. Entonces, ¿quién debe guiar? ¿El pastor a
30
la iglesia o la iglesia al pastor? El pastor guía al
rebaño y no el rebaño al pastor (Jn. 10:3, 4). El
ministerio del pastor de una iglesia está respaldado
por la autoridad de Cristo y la autoridad de la
misma iglesia que le fue concedido cuando fue
llamado como pastor. Por tanto, Cristo ha dado
mandamiento para que las iglesias se sujeten a sus
pastores (He. 13:17). Además, una iglesia debe saber
que, un pastor ha sido puesto en la iglesia no por
casualidad ni por capricho de la iglesia, sino por la
voluntad del Espíritu Santo (Hch. 20:28). El pastor
es un siervo de Cristo, y, mientras es fiel a Dios y
ejerce su ministerio con limpia conciencia, no debe
ser estorbado por la congregación en el ejercicio de
sus funciones.

Si un ministro es miembro de otra iglesia, cuando


es llamado a pastorear una determinada iglesia, éste
deberá cambiar su membresía a la iglesia donde
ejercerá su ministerio pastoral. Recordemos que
una iglesia está constituida por sus pastores,
diáconos y miembros (Fil. 1:1). El pastor como
miembro de la iglesia estará sujeto a todas las reglas
estipuladas para los demás miembros. Hay algunas
reglas excepcionales para los pastores. Por ejemplo,
una de ellas es que, nunca se debe admitir una
acusación contra un pastor, si no es por el
testimonio de dos o tres testigos (1 Ti. 5:19). Si un
31
pastor peca y no se arrepiente, la iglesia tiene la
potestad de disciplinarlo como a cualquiera de sus
miembros. Pero si se arrepiente, y por causa de su
caída, la iglesia no quiere que siga siendo su pastor,
ella tiene la potestad de despedirle en paz. Un
ministro restaurado, que obra con cordura, no
esperará que la iglesia le despida. Será mejor
renunciar a su cargo de pastor en esa iglesia, para ir
a trabajar en otro lugar donde no conozcan su caída.

Ningún miembro de la iglesia o ministro puede


constituirse en juez de un pastor, en cuanto a los
motivos o intenciones que él tiene para desempeñar
su ministerio, de una determinada manera. Esa
clase de juicio le pertenece al Señor (1 Co. 4:1-5;
com. Ro. 14:4), el cual juzgará a los secretos de los
hombres (Com. Ro. 2:16).

V. PROBLEMAS ESPIRITUALES Y MO-


RALES DE UN PASTOR.

¿Debe un pastor que ha caído en pecado ser resti-


tuido al ministerio? Este tema ha levantado muchas
controversias para los ministros y para la iglesia.

Los pastores como seres humanos tienen las


mismas pasiones que cualquier otro creyente. Por

32
tanto, ellos no son exentos de caer en pecado. Esto
plantea un gran problema. ¿Debe el ministro caído
ser restaurado al ministerio? La respuesta puede ser
sí y no. Generalmente, se dice que sí, cuando el
pecado es chico o leve, pero la respuesta será no, si
el pecado es grande. Pero, ¿hay pecados grandes y
chicos? No. El pecado es pecado contra Dios. Jesús
dijo: “En este mismo tiempo estaban allí algunos que le
contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había
mezclado con los sacrificios de ellos. Respondiendo Jesús,
les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron
tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os
digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis
igualmente. O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la
torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más cul-
pables que todos los hombres que habitan en Jerusalén?
Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis
igualmente” (Lc. 13:1-5).

Ministros o no ministros son culpables de peca-


dos. Pablo como ministro tenía problemas con su
carne. En el Libro de Romanos capítulo 7, versículos
14 al 25 él explica este asunto. Claro está que su
pecado no fue la fornicación. Pero sí admitió que la
ley de sus miembros lo arrastraba al pecado y se
sentía miserable.

Lo que más bien debería preocupara a un minis-


33
tros es ¿Cuál, o cuáles son las consecuencias del
pecado de adulterio? Todos los pecados tienen
consecuencias. Pero, las consecuencias de algunos
son mucho más grandes, como por ejemplo el del
adulterio. Las consecuencias del pecado de adulterio
y fornicación serán devastadoras. Por lo general,
pastores que han caído en pecado de sexo ilícito, sus
ministerios han sido destruidos completamente.

El pecado de la fornicación es un pecado contra el


cuerpo de Cristo (la iglesia) y contra el propio
cuerpo del creyente, que es el templo del Espíritu
Santo (1 Co. 6:18, 19). Es una ofensa muy grande
contra Dios y contra la iglesia. Sus consecuencias
son devastadoras, para la iglesia, para el pastor y
para su familia.

El problema de infidelidad conyugal de un


ministro, por lo general, termina en divorcio. Sin
embargo, hay casos en que la esposa del ministro le
perdona, y decide reconstruir su matrimonio.
¿Debe, en este caso, un pastor que ha caído en
pecado de sexo, ser restaurado al ministerio? Unos
dicen que sí y otro, que no.

Los que están en contra, de que un ministro caído


en adulterio o fornicación vuelva al ministerio,
34
creen, en realidad, que Dios no perdona el pecado
que han cometido dichos pastores. Y, si les perdona,
no les restaura al ministerio. El perdón sin
restauración al favor de Dios y a la utilidad, no es
bíblico. Cuando Dios nos perdonó, dejamos de ser
inútiles, porque Dios nos sacó del pecado para que
pudiéramos serle útil. Por eso, Dios ordena restau-
rar a los que son hallados en faltas (Gá. 6:1). El
término griego para restaurar es, “katartizo”. Jay
Admas dice que entre los griegos, esta palabra “era
usado por los pescadores y los médicos, cuando
describían la reparación de las redes o la reducción
de una fractura. A este acto se conocía como “res-
tauración”. 1

La idea de restauración es que la red vuelva a ser


útil a los pescadores y el fracturado vuelva a ser útil
a la sociedad. Por tanto, la restauración de los her-
manos debe tener esa finalidad: Ser útil a Cristo en
la iglesia. Es probable que las redes restauradas ya
no puedan servir para casos especiales, pero serán
todavía útiles en la pesca. Es probable que el
hombre fracturado restaurados por un Doctor, ya no
podrá hacer ciertos trabajos, pero todavía será útil a
sus semejantes.
________________________________
1. Capacitados para restaurar. Pág. 14

35
Creo que la restauración mencionada en Galátas
6:1, se aplica a los creyentes en general, sin importar
su posición en la iglesia. Esa restauración no solo
debe ser a la comunión con Dios y con la iglesia,
sino también a la restauración de su ministerio,
cualquiera que éste sea. La única excepción sería, si
las consecuencias de su pecado han ocasionado
problemas irreversibles, que son incompatibles con
los requisitos para el desempeño de un determinado
ministerio.

David no fue pastor de una iglesia, pero como


rey, fue pastor de Israel (Sal. 78:70). Después de su
pecado con Betsabé, Dios le perdonó y le concedió la
vida para seguir siendo pastor o rey de Israel (2 S.
12:13). Esto fue posible, gracias al profundo
arrepentimiento del Rey. Porque antes que se arre-
pintiera, experimentó los sentimientos más terribles
de culpabilidad por sus pecados. Ese peso de la
culpabilidad no pasó hasta que admitió su culpa
ante Dios y confesó sus pecados (Com. Sal. 32:2-5;
51:1-14). Fue tan sincero su arrepentimiento y
confesión que Dios le perdonó. Sabía cómo arre-
pentirse y humillarse delante de Dios. Por eso Dios
dijo de David, que había hallado a un varón
conforme a su corazón (Hch. 13:22). David no fue un

36
hipócrita ni un sinvergüenza. Muchos pastores,
fingen arrepentirse, pero su corazón no está limpio,
ni hay en ellos una renovación de espíritu recto en
su hombre interior.

Además, el arrepentimiento de David no consis-


tió sólo en un mea culpa. Analicemos su pecado:
Después de haber adulterado, maquinó la manera
de ocultar su pecado, y al no poder, tomó la trágica
decisión de matar Uríaz, marido de Bestsabé.

A veces, el hombre usa sus propios criterios, para


tratar de arreglar sus problemas espirituales. El rey
David pensó que muerto el marido, podía casarse
con la viuda. Así el hijo que iba tener Betsabé
parecería ser el fruto de su matrimonio y no de su
adulterio. Además, creyó que el matrimonio sería
una manera de reparar el daño que le hizo a
Betzabé (Com. Dt. 22:28, 29). En realidad, David
estaba equivocado. Al casarse con la esposa de
Uríaz, cometió otro pecado. Porque no se ajustaba a
la enseñanza bíblica. La Biblia no enseña que hay
que matar al marido de una mujer, para luego
casarse con la viuda.

Todo pecado tiene sus consecuencias, el ofensor


tendrá que sufrirlos. En el caso de David, una

37
criatura inocente murió. Dios castigo el pecado de
David matando al hijo que había engendrado como
consecuencia de su adulterio. David oró y ayunó
por la vida del muchacho. Pero cuando Dios dice,
no, es no (Com. Dt. 3:23-26). No sólo eso, sino que
como consecuencia de sus pecados, la espada nunca
se apartó de su casa. Dios permitió que su hijo
Absalón se sublevara contra él. A vista de los ojos
de todo el pueblo, se acostó con las concubinas de
su padre (Com. 2 S. 12:10-12). David aceptó
humildemente el castigo de Dios. Pero, en su mise-
ricordia, Dios le permitió seguir en el reino.

Creo, pues, que la restauración de los siervos


caídos es posible, si su pecado no ha generado
consecuencias insalvables con relación al desempe-
ño de sus funciones pastorales. Una cosa es cierta:
El pecado no hace nulo el don concedido por el
Señor, porque sus dones son irrevocables (Ro. 11:
29). El pastor caído, sigue teniendo el don de pastor
y él deberá dar cuenta del ejercicio de ese don
cuando el Señor retorne. Es cierto también, que ese
don ha sido dado para provecho o edificación (1 Co.
12:7; 14:26). Los ministros están puestos para la
edificación de la iglesia (Ef.4:11, 12). Cuando un
ministro cae, sigue teniendo el don, pero, al usar ese
don ya no edifica. Porque su don ha perdido su
sazón espiritual. Jesús dijo que somos como la sal,
38
si la sal pierde su sabor, no sirve más para nada,
sino para ser echado fuera y hollada por los
hombres (Mt.5:13).

Los pastores, cuyas esposas se han divorciado o


separado por causa de adulterio o fornicación, no
deben ser restaurados al oficio pastoral. Pero, si un
pastor se arrepiente y es perdonado por Dios, por la
iglesia y por su esposa, creo que hay una posibili-
dad abierta para su restauración al ministerio. Lo
más saludable es que él salga de la iglesia, porque
para la gente que le conoce, la sal (el don) de ese
pastor ya ha perdido su sazón.

A veces, una iglesia es magnánime, con un gran


sentido de misericordia, sus miembros contribuyen
a la restauración de un ministro, consintiendo que
sigan desempeñando su oficio de pastor en la
iglesia. Pero es mejor que el pastor arrepentido
vaya a un lugar donde no conocen de su problema.
Así será más fácil la restauración de su ministerio.
Por supuesto, estamos hablando de un pastor o
ministro que cae una vez. El ministro que caen más
de una vez, ya no le queda otra alternativa que ser
hollada por los hombres. Igualmente, pastores que
caen en pecado de sexo, simplemente, porque otros
han caído y han sido restaurados, deben ser excluí-
dos y no admitidos otra vez en el ministerio. Es muy
39
común este criterio: “¿Si él lo hizo por qué yo no?”
“Todos somos débiles”. “¿Si él fue perdonado por-
que no me van a perdonar a mí?” Pecar bajo ese
criterio, es convertir la gracia en disolución. Los que
pecan de este modo, son reprobados en cuanto a la
fe.

A. ¿Cómo restaurar a un pastor que ha caído en


pecado de adulterio o fornicación? Primeramente
debe arrepentirse ante Dios. Luego debe buscar el
consejo de un pastor en el cual tiene confianza.
Algunas preguntas que debe plantearse son: ¿Por
qué caí? ¿Se ha resuelto satisfactoriamente el
problema? ¿Estoy de nuevo en el lugar de las
bendiciones de Dios de tal modo que él pueda
usarme otra vez? ¿He dado los pasos necesarios
para remediar los daños que he hecho? ¿Hay en mi
carácter algún aspecto de debilidad que debe ser
tratado antes que yo pueda ejercer el oficio de
pastor otra vez? La caída de un pastor, debe hacerle
más vigilante sobre sí mismo, y debe procurar
mantener un buen testimonio para lograr la
aceptación del pueblo de Dios.

B. Siervos de Dios que cayeron por diferentes


pecados y fueron restaurados a su ministerio.- Estos
ejemplos no son paliativos para los que han caído.

40
Los mencionamos para mostrar la misericordia de
Dios para con los que caen.

Juan Marcos, sobrino de Bernabé cayó cuando


abandonó la obra misionera durante el primer viaje
misionero de Pablo. Evidentemente, estaba arrepen-
tido, porque su tío propuso a Pablo que Marcos
fuera con ellos en su segundo viaje misionero.
Pablo se opuso rotundamente y se separó de Berna-
bé, llevando a Silas consigo. Bernabé tomó a su
sobrino Marcos y lo llevó con él a la obra misionera.
Marcos llegó a ser un obrero muy útil en la obra. El
mismo apóstol Pablo, que no había querido darle
una segunda oportunidad, solicitó su ayuda más
cuando ya era estaba cerca de su muerte (Hch.
15:36-41; Col. 4:10; 2 Ti. 4:11).

Otro ministro que cayó fue Jonás. Se rebeló


contra Dios, no obedeciendo su mandato de ir a
predicar a los ninivitas. Dios le castigó permitiendo
que un gran pez le tragara. Él se arrepintió, y
después de mucha oración fue oído. Dios le dio una
segunda oportunidad para cumplir con la comisión
que le había dado (Jo. 1-3).

Pedro, también, cayó en pecado por cobardía.


Negó al Señor tres veces con maldición y jura-
mento. Pero después, se arrepintió, llorando amar-
41
gamente. Cuando Jesús resucitó, le restauró, y le
encomendó que pastorease a sus ovejas y corderos
(Mt. 26:69-75; Jn. 21:15-19).

El Dios de misericordias, siempre estará listo a


restaurar a un ministro caído, si en él, realmente hay
un profundo arrepentimiento con las debidas
reparaciones. Los vasos de barro que llevan la
Palabra, también pueden romperse, pero Dios es
poderoso, para hacer de las vasijas echadas a per-
der, otras vasija nuevas (Jer. 18:1-6).

El hecho de que Dios restaura a los caídos, no


significa que él restaurará a todos los que caen. La
misericordia de Dios es soberana: Él dice: “Tendré
misericordia del que yo tenga misericordia y me
compadeceré del que yo me compadezca” (Ro. 9:15).
Hay ministros cuyas vidas están afectadas grande-
mente por su concupiscencia. Tienen un espíritu de
fornicación, han perdido la sensibilidad, incitan a
las mujeres de la iglesia a cometer fornicación. No
aman a las ovejas de Cristo. Si se interesan por ellas,
es por su lana y su leche, no porque son de Cristo.
Devoran a las ovejas, pero no las apacientan, ni las
cuidan, no les importa si se descarrían. Esos
ministros piensan en sí mismos y buscan su propio
provecho y no lo que es de Cristo. No piensan en las
cosas espirituales, su mente y corazón están afana-
42
dos en las cosas terrenales o materiales. Éstos siem-
pre se agarran de la misericordia de Dios, como
pretexto para continuar ministrando en la iglesia.

Los ministros sensuales, que dan rienda suelta a


los deseos de su carne, cuyos corazones sólo están
interesados en las cosas materiales, deberían ser
sacados, por la iglesia, del ministerio. Y, si han
caído, no deberían ser restaurados, porque están
condenados por sus propios hechos (cf. 1 Co. 5:9-
11). Recordemos lo que Dios ha dicho de los malos
pastores. “Por tanto, pastores, oíd palabra de
Jehová: Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor, que por
cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas
fueron para ser presa de todas las fieras del campo,
sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas,
sino que los pastores se apacentaron a sí mismos, y
no apacentaron mis ovejas; por tanto, oh pastores,
oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor:
He aquí, yo estoy contra los pastores; y demandaré
mis ovejas de su mano, y les haré dejar de
apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarán
más a sí mismos, pues yo libraré mis ovejas de sus
bocas, y no les serán más por comida.” (Ez. 34:7-10).
Estas palabras, deberían llevar a un verdadero
arrepentimiento, a todo pastor que sabe que está
haciendo mal. Debería arrepentirse verdaderamen-
te, antes que el Señor “les haga dejar de apacentar a
43
sus ovejas”. Dejar de apacentar a las ovejas significa,
quitarle el oficio de pastor.

Se debe hacer una diferencia entre caer en


adulterio y vivir en adulterio. El que cae en pecado
de fornicación, es digno de conmiseración, pro el
que vive en adulterio es digno de condenación. Hay
ministros que no sólo han caído en adulterio, sino
que viven en adulterio, tiene varias mujeres e hijos,
y, pretenden volver o continuar en el ministerio.
Los que viven en adulterio deberían arrepentirse y
convertirse a Dios y volver a la iglesia para sentarse
y no para ministrar. Éstos, ni deben enseñar en la
Escuela Dominical, ni ministrar en cualquier otra
área, hasta que se arrepientan de verdad, y pongan
su vida en orden conforme a la Palabra de Dios.

Es inconcebible, que un ministro que vive en


adulterio, siga pastoreando una iglesia o predicando
la Palabra. La iglesia tiene la potestad que Cristo le
dio, para disciplinar a sus miembros. El ministro es
un miembro más de la iglesia. Si un pastor peca,
por testimonio de dos o tres (1 Ti. 5:19) debe ser
disciplinado.

Se debe, también, tener cuidado de los falsos


ministros que se han hecho pastores a sí mismos.
Éstos, nunca han sido llamados por Dios. Otros,
44
han sido nombrados por un grupo de la iglesia en
una forma anti escritural. Otros han sido ordenados
como pastores, sin haber sido examinados si llenan
o no los requisitos estipulados en la Biblia. Ningún
miembro de un presbiterio de ordenación, debería
imponer la mano con ligereza (1 Ti. 5:22), sin haber
examinado las doctrinas del candidato y su
testimonio público. Si alguien dice que es pastor,
que demuestre sus credenciales espirituales (1 Ti.
3:1-7; 4:14; 2 Ti. 1:6).

Una iglesia que consiente a un fornicario en la


congregación, está cometiendo pecado; mucho más
si se trata de un pastor (1 Co. 5:2). Los fornicarios y
adúlteros deben ser excluidos de la iglesia ya sean
pastores o no, especialmente, los que amán más, a
los deleites de la carne que a Dios (Com. 2 Ti. 3:2-6).

Cualquier actitud pecaminosa de los ministros


deben ser censurados. Pablo condenó o censuró la
actitud pecaminosa de Pedro (Gá. 2:11-14). Pero, a
veces, la censura contra los ministros que han caído
en fornicación, una vez, y luego se han arrepentido,
es despiadada; pero no censuramos de la misma
manera a los ministros que se divorcian, y luego se
vuelven a casar, y siguen pastoreando. “Colamos el
mosquito y tragamos el camello”.

45
Sabemos que estos temas son muy controver-
siales. Por eso, los pastores deberían evitar todo tipo
de pecado. Muchos ministros, no son culpables de
adulterio o fornicación, pero tienen otros pecados en
su ministerio. Algunos no son honestos con el
manejo de dinero, otros son mentirosos, porque se
atribuyen méritos de obras que no le pertenecen.
Otros son culpables de negligencia total, porque
nunca apacientan a las ovejas de Cristo, sólo se
apacientan a sí mismos. ¿Cuál de esos pecados
ofende más a Dios? Seguro que todos diremos la
fornicación y el adulterio. Pero mirad, que cuando
condenes a otros, no te condenes a ti mismo.

En conclusión, la restauración de los caídos, ya


sean de los miembros de la iglesia o ministros,
depende enteramente de Dios. El ensalza a los que
se humillan, pero abate a los soberbios. Humillarse
es tener el espíritu del hijo pródigo que dijo: “Ya no
soy digno… hazme como a uno de tus jornaleros”.
Si a pesar de eso, el Padre celestial decide volver a
poner el anillo de la autoridad, en el dedo de su hijo
restaurado, la gloria sea para el Dios misericordioso.

46
CAPÍTULO II

EL PASTOR Y SU FAMILIA

INTRODUCCIÓN

Una de las principales tareas del pastor es


cumplir fielmente con sus responsabilidades para
con su familiar. Si un pastor no es un buen esposo
y un buen padre, no podrá ser un buen pastor de la
iglesia. “Pues el que no sabe gobernar su propia
casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?” (1 Ti.
3:5). Este es un requisito que debe llenar todo aquel
que anhela el obispado.

Algunos han usado este texto bíblico para sacar


de la iglesia a un pastor, alegando que ya están
descalificados para el pastorado, porque sus hijos no
son creyentes o viven indisciplinadamente. Este
texto fue dado como un requisito para escoger y
ordenar a un obispo o pastor. No para los que ya
son pastores. Se presupone que cuando él fue
ordenado, calificaba para el oficio. Pero, ¿qué
sucede cuando el pastor tiene hijos y éstos, al crecer,
son rebeldes, porque no han recibido a Jesús como

47
su salvador personal? Hay pastores que fueron
ordenados, cuando todavía no tenían hijos. Des-
pués, nacieron sus hijos de los cuales, uno o más de
ellos no tiene ningún interés de recibir a Cristo, por
tanto, son rebeldes. ¿Es culpable ese pastor porque
su hijo no ha recibido a Cristo? ¿Está en la potestad
de un pastor el de convertir a sus hijos?

¿Los hijos de un ministro, ¿tienen que llegar


necesariamente a ser convertidos a Dios? Isaac tuvo
dos hijos, el uno fue escogido y el otro reprobado
(Ro. 9:10-13) ¿No podría suceder esto a un hombre
llamado al ministerio pastoral? Pero, si esto es el
resultado de la negligencia del pastor, debería ser
cuestionado. El sacerdote Elí fue negligente con sus
hijos, durante su ministerio. Dios le castigó por no
disciplinar a sus hijos (1 S. 2:23-29). El profeta
Samuel tuvo también problemas con sus hijos, pues,
estos no anduvieron en los caminos de su padre (1
S. 8:1-3). Si un pastor ha sido fiel en enseñar a sus
hijos con la Palabra de Dios, y, si siempre, ha
estorbado a sus hijos, para que no anden en el
camino del mal, no debería ser censurado en su
ministerio pastoral.

48
I. PASTORES CON SÍNDROME DE
ÉXITO.

Los pastores no son inmunes al síndrome cultu-


ral. Ellos también son picados por el bicho del éxito
que luego los impulsa a un deseo vehemente de
querer llegar a ser alguien importante. Así empiezan
a padecer del síndrome del éxito. No es malo
desear el éxito, pero, en el ministerio, debemos tener
en cuenta que el éxito no depende de su grado de
cultura. El éxito del ministro depende de Dios. “No
que seamos competentes por nosotros mismos para pensar
algo como de nosotros mismos, sino que nuestra
competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo
ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra,
sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu
vivifica” (2 Corintios 3:5, 6).

A. La visión del éxito.- Hay pastores que son


víctimas de su visión del éxito, porque les ha
llevado a una terrible ansiedad y depresión. Es
bueno y necesario que el pastor tenga una visión del
éxito, Pero, ningún ministro, por mucho que se
afane, logrará añadir un codo a la estatura de su
ministerio (Mt. 6:27). El crecimiento es de Dios (1
Co. 3:5-7). Muchos ministros edifican tremendas
obras en su mente, pero, cuando éstas no se hacen

49
realidad, terminan decepcionados y deprimidos.
Esta actitud enfermiza por el éxito, ha sido engen-
drada por los postulados de algunos libros que
pretenden enseñar cómo tener éxito en la vida para
tener megas iglesias. A veces, se debe también, a
una interpretación errónea del texto bíblico que
dice: “Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto
os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza,
diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y
nada os será imposible” (Mt. 17:20). Todos los creyen-
tes tienen fe, pero no a todos les es dado esa clase de
fe (1 Co. 12:9).

El problema más grande del síndrome del éxito


es, que los que lo padecen, están, buscando la gloria
del hombre y no de Dios. El hombre busca éxito
para ser grande e importante a los ojos del mundo.
Aman más la gloria de los hombres que la gloria de
Dios.

B. Síntomas del síndrome del éxito:

1. Vanagloria.- El deseo de alcanzar el éxito


de muchos pastores es una expresión de su vana-
gloria. Quieren tener la mejor y la más grande
congregación, no para glorificar a Dios, sino para
alardear de su superioridad sobre otros ministros.
A veces, es una forma de buscar la admiración y
50
alabanza de las iglesias o de una Misión para pedir
más dinero. Esto revela que su verdadero interés
está en obtener más dinero. En realidad, no vive
para Dios sino para mamón.

2. Ansiedad.- Viven afanados por el éxito.


Cuando ya no ven progresos en lo que hacen, se
deprimen; porque tiene miedo de caer en la
oscuridad del fracaso, perder todos sus privilegios.
En Muchos casos, recurren a fraudes para engañar a
la gente y hacerse pasar como un súper dotado de la
bendición de Dios. Recurren a los Shows y a los
sensacionalismos para impresionar a la gente. Pero
esa no es obra de Dios.

3. Fatiga.- Los pastores deben ser un hom-


bres de trabajo. No se deberían tolerar a pastores
ociosos. Pero, los que padecen del síndrome del
éxito, trabajan hasta quedar exhaustos. Usan tanta
energía para conseguir el éxito, que ya no le queda
ninguna, para ser empleada en sus relaciones fami-
liares. Están tan obsesionados por el éxito, que son
capaces de sacrificar a su propia esposa e hijos, con
tal de alcanzar lo que quieren. Una esposa de un
pastor dijo en cierta ocasión: “Todos en nuestra
iglesia dicen que tienen un “excelente pastor”,
excepto mis niños y yo. Después de todo, sentimos
que no tenemos ningún pastor.” Para un pastor de
51
verdad, su familia está primero, antes que la iglesia.
Si es un buen esposo y buen padre, será también un
buen pastor de la iglesia.

II. RESPONSABILIDADES DEL PASTOR


PARA CON SU FAMILIA.
A. Debe proveer para las necesidades físicas de
su familia.- La Biblia enseña que el hombre que no
provee para su casa, ha negado la fe y es peor que
un incrédulo (1 Ti.5:8). Como una regla práctica, la
familia del pastor debe estar vestida de acuerdo a
los niveles de cómo se visten en la congregación y la
sociedad donde vive. Si la familia de un pastor
tiene mucho más posibilidades de vestirse mejor, no
es conveniente que se vista muy por encima del
nivel de los demás, para no ser un blanco de la
crítica. Pero, tampoco la familia del pastor debe
estar vestida de modo que parezca del más bajo
nivel de los de su entorno. Algunos, basándose en
1 Pedro, capítulo 3, versículos 3 al 5, dicen que, “las
mujeres cristianas no deben estar vestidas con vesti-
dos de buena clase.” Pedro no está prohibiendo, a
la mujer cristiana, usar vestidos y adornos. Lo que él
enseña es que los peinados de las mujeres cristianas
no debe ser ostentosos, ni sus adornos tienen que
ser de oro, ni sus vestidos, lujosos. Una mujer
cristiana debe vestirse decorosamente sin llegar a

52
pecar de vanidad. Una persona que suele peinarse
de una manera ostentosa, que usa joyas de oro de 18
o 23 quilates y vestidos lujosísimos (sin ser rico) es
una demostración de vanidad.

Además del vestido, la familia del pastor debe


estar bien alimentada. Si una iglesia no puede
pagar lo suficiente a un predicador para satisfacer
las necesidades de su casa, será necesario que el
pastor trabaje con sus manos, en un negocio seglar,
como lo hizo el apóstol Pablo. De esta manera
tendrá dinero para satisfacer sus necesidades
personales y las de su familia. Pero, es también
necesario que el pastor y su familia no se dediquen a
comer hasta llegar a ser obesos. La obesidad puede
ser tolerada si es un problema genético, pero de
ninguna manera si es gastronómico.

B. Debe tener tiempo para estar con su familia y


satisfacer sus necesidades espirituales.- El pastor
debe ser, primero, pastor de su familia. La familia
del pastor, como todas las demás personas, no sólo
tienen necesidades materiales, sino también espiri-
tuales, emocionales y psicológicas. El pastor debe
recordar que su familia es también parte de la
iglesia y ellos son los primero en que deben ser
ministrados por él. No solamente como pastor, sino
también, como esposo y padre. Cuando el pastor
53
tiene tiempo para dedicar a su familia, la esposa y
los hijos se sentirán amados y protegidos. Una vez,
un pastor dijo a su familia: “Siento que en esta
navidad no podré estar con ustedes, tengo que
ausentarme por causa de un negocio, necesitamos el
dinero”. Su esposa replicó: “No te vayas, por favor,
los niños y yo te necesitamos más que al dinero”.

C. Un pastor debe ser ejemplo de santidad para


su familia.- Si alguien conoce si un pastor es santo o
no, es su familia, especialmente su esposa. No hay
nada más terrible que un pastor tenga doble vida,
una para dentro de la iglesia y otra para fuera de
ella. La hipocresía de un pastor hará que sus men-
sajes sean repulsivos para su familia. Podrá engañar
a los que no le conocen bien, pero no a su familia.
Un pastor santo, tendrá el respeto de su familia y el
de la iglesia. Sobre todo, tendrá la aprobación de
Dios.

D. Recomendaciones prácticas para una mejor


relación del pastor con su familia:

1. Esté en casa para la hora de las comidas.-


Esta debe ser una prioridad en la agenda pastoral.
La reunión familiar alrededor de la mesa será una
bendición para todos los miembros de la familia.
Uno o dos veces al mes, deberían ir a comer a un
54
buen restaurante. Comprar helados para los niños
siempre será gratificante.

2. Pase un determinado tiempo con sus niños


a la hora de dormir.- Esto es muy importante para
los niños pequeños. Las historias leídas o contadas
por papá o mamá serán inolvidables para los hijos.

3. No “seas un aguafiestas”.- Cuando salga


usted con sus niños, no los trate como si fueran
soldados. Los niños, cuando crecen, se avergüenzan
fácilmente. Los adolescentes y jóvenes están llenos
de prejuicios. Cuando ellos estén con usted en
público, ya sea en un paseo o en una reunión social,
o en su colegio, sea simpático y creativo para no
avergonzarlos ante los demás.

4. Sea un ejemplo para ellos en privado y en


público.- Muchos pastores pierden a sus hijos
porque no supieron ser modelos para ellos. Es muy
triste para un pastor cuando sus hijos dicen: “Mi
padre tiene una doble vida. Tiene un comporta-
miento en la iglesia y otro en la casa. En la iglesia
predica una cosa y en la casa practica otra.” El hijo
se rebela contra su padre o la hija contra su madre,
cuando es obligado a vivir una vida que es una
tremenda hipocresía en los padres. Un pastor que
desea que sus hijos vivan una vida ordenada, debe-
55
rá ser el ejemplo para ellos, en la manera correcta de
vivir. Es muy importante que el pastor y sus hijos
sean amigos.

5. Practique disciplina en amor.- No trate de


criar a sus hijos siguiendo los postulados de la
sicología. La sicología no es otra cosa que un
método que enseña a la gente a manejar sus vidas
de acuerdo a sus preferencias y criterios. Sus princi-
pios son humanistas y no cristianos. Sus consejos
son no directivos y enfatiza que el hombre tiene el
poder en sí mismo para solucionar sus problemas.
Solo tiene que repotenciar su voluntad y su mente
para solucionar cualquier obstáculo.

Muchos pastores, siguiendo los modelos


sicológicos de educación, creen que usar el azote en
la disciplina de los hijos es crueldad. El uso del
azotes en la disciplina, según la Biblia, es amor (He.
13:6; Ap. 3:19). Pero nunca uses el azote para des-
cargar tu furia y tu enojo. El salmista dice: “Jehová,
no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu
ira” (Sal. 38:1). Castiga con misericordia, recordando
que tú eres también imperfecto ante tu Padre
celestial. Disciplinar en amor es hacer la llaga y
después curarla. Abraza a tu hijo o hija después de
la disciplina y dile, sinceramente, “Te amo hijo…”
El azote era un instrumento de castigo, no
56
necesariamente se refiere a los azotes que usaban
los romanos, sino también a otros instrumentos de
castigo (Com. Jn. 2:15). Cualquiera que sea el
instrumento de castigo, el padre no debe dañar o
destruir al muchacho, porque “el de grande ira
llevará la pena; y si usa de violencia, añadirá nuevos
males” (Pr. 19:18, 19).

III. LA ESPOSA DEL PASTOR.

La esposa y los hijos del pastor siempre estarán


en los ojos vigilantes de la congregación. A veces, la
gente es demasiada exigente con la familia del
pastor. Algunos creen que el hijo del pastor debe
ser un pequeño pastor. Pero el llamado es el padre,
no el hijo. Ser hijo o hija de pastor, ha resultado ser,
a veces, un sacrificio. Por tanto, el pastor y su
familia tiene una dura tarea en la obra, ya sea
directa o indirectamente. Muchas veces, el pastor y
su familia son maltratados por la congregación, y
aún más por los incrédulos. Ese maltrato es inevi-
table, por tanto, ellos deben sufrir pacientemente
por amor a los escogidos para que ellos también
obtengan la salvación que es en Cristo Jesús (2 Ti.
2:10).

57
A. La Esposa del pastor debe ser una ayuda
idónea y no un estorbo.- Es muy triste ver como
esposas de pastores destruyen el ministerio de sus
esposos. La esposa del pastor no es una pastora.
En estos últimos tiempos, la mujer lucha por el
“derecho” de igualdad con el varón. Muchos
cristianos, en vez de luchar por las doctrinas
ortodoxas de la Biblia, han optado por permitir que
la mujer tenga cabida en el obispado. En la Biblia
no hay evidencias de que, en el tiempo de los
apóstoles, haya habido mujeres que fueran pastoras
o apóstalas. Ni siquiera en el diaconado se permitió
que una mujer tuviera la función de diaconisa en la
iglesia. Los apóstoles ordenaron que fueran “varo-
nes llenos del Espíritu Santo y de sabiduría” (Hch.
6:3). Algunas iglesias ordenan a mujeres para que
sean diaconisas en sus iglesias. Alegan que esta
práctica se basa en Romanos 16:1. La palabra
diácono significa siervo. Febe era una sirvienta que
prestaba servicio a los santos que visitaban a la
iglesia en Cencrea, pero no era una oficial de la
iglesia. Por tanto, los que ordenan mujeres para ser
diaconisas, pastoras o apóstolas, están violando las
reglas bíblicas. Los requisitos para el obispado y
diaconado están dados para varones y no para
mujeres (1 Ti. 3:1-7; Tit. 1:7-9). La Biblia enseña que
las mujeres deben estar calladas en las iglesias, no se
les permite enseñar públicamente a las congrega-
58
ciones, a fin de no ejercer autoridad sobre el varón
(1 Co. 14:34, 35; 1 Ti. 2:11, 12). Este no fue un
mandamiento de Dios, sólo para la iglesia en
Corinto, sino para todas las iglesias. Porque dice:
“vuestras mujeres callen en las congregaciones” que
en griego es ekklesías (iglesias).

Un pastor está investido con la autoridad de


Cristo (Ef. 4:11) para ejercer autoridad sobre los
miembros de la iglesia. Por eso, todos los miembros
de la iglesia deben obedecer a sus pastores y suje-
tarse a ellos (He. 14:17). Pero, si una mujer es
pastora, todos los miembros, hombres y mujeres
deberán obedecerle y sujetarse a ella. ¿No es esto
una abierta contradicción a lo que enseña la Biblia?
“¿No dice la Biblia que la mujer no debe ejercer
autoridad sobre el varón? (1 Ti. 2:12). ¿No es un
mandato para los pastores que exhorten y repren-
dan con toda autoridad? (Tit. 2:15). ¿Cómo puede
hacer eso una mujer sin violar las enseñanzas
bíblicas sobre la posición de la mujer en la iglesia?

¡Cómo se han alejado de la Palabra de Dios los


que quieren tener un evangelio a sus propios
gustos! Ahora se puede aplicar acertadamente a
muchos, el mensaje que Pablo dio a las iglesias de
Galacia. “Estoy maravillado de que tan pronto os
hayáis alejado de aquel que os llamó por la gracia
59
de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No
que haya otro, sino que hay algunos que os pertur-
ban y quieren pervertir el evangelio de Cristo” (Gá.
1:6, 7). Evidentemente, muchos tuercen las Escritu-
ras que fueron dadas por medios del apóstol Pablo
(2 P. 3:16). El evangelio que muchos predican, es un
evangelio demasiado permisivo de cosas que el
Señor no ordenó.

La esposa de un pastor no debe estorbar el


ministerio de su esposo. El problema con algunas
esposas de pastores es que quieren dirigir los asun-
tos de la iglesia. Influyen o presionan a sus esposos
para que se haga como ellas quieren o piensan. El
que gobierna la iglesia es el pastor. Su esposa debe
ser la ayuda idónea en ese gobierno. Esto no
significa que la esposa de un pastor no deba opinar
sobre asuntos de la iglesia. Ella puede hablar y dar
su opinión o sugerencia a su esposo en privado,
pero el que siempre toma las decisiones debe ser el
pastor. Sólo él va a responder ante Dios cómo
gobernó la iglesia (1 Co. 4:2; He 13:17).

B. La esposa del pastor debe ser una cristiana


consagrada.- Ella es la primera que ora por su
esposo para que sea un buen ministro de Dios, un
buen esposo y un buen padre de familia. Ella
siempre estará al lado de su esposo cooperando en
60
toda las actividades de la iglesia. Debe ser un
ejemplo para las demás damas. La Biblia, hablando
de las esposas de los diáconos dice: “las mujeres
asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino
sobrias, fieles en todo.” (1 Ti. 3:11). Si estas
instrucciones se dan para las esposas de los
diáconos, con mayor razón, éstas son aplicables a la
esposa del pastor. Ella dará el ejemplo de cómo las
madres deben cuidar a sus niños en el Culto. Deben
tener una conducta intachable, en su habla, en su
porte y sus maneras. No debe prestarse para los
chismes. Ella será modelo para las damas de la
iglesia. El aprendizaje a través de modelo es un
principio bíblico. Pablo dice: “Sed imitadores de mí
así como yo de Cristo” (1 Co. 11:1; Com. Fil. 3:17).

C. La esposa del pastor debe ser “cuidadosa de


su casa”.- Si la esposa del pastor es una buena ama
de casa, una buena amante y compañera de su
esposo, éste se sentirá seguro y feliz. Ella no tiene
que ser una buena locutora, no tiene que ser
brillante en la música, ya sea cantada o instru-
mental. Tampoco tiene que ser necesariamente una
maestra en la Escuela Dominical. Ella debe ser,
sobre todas las cosas, esposa cariñosa que cuide su
casa para que su esposo pueda cumplir con su
ministerio. En el trabajo de la obra de Dios, no hay
un horario fijo. El pastor debe ministrar “en tiempo
61
y fuera de tiempo”. Pero, en tales casos, el pastor no
está preocupado lo que esté sucediendo en su hogar,
porque sabe que su esposa está allí para cuidar la
casa en su ausencia.

D. La esposa del pastor siempre debe tener en


mente la posición de su esposo.- Ella sabe que su
esposo es el varón de Dios, y por tanto, sus deberes
son compartidos entre su hogar y la iglesia. Para el
ministro de Dios, su trabajo en el Señor tendrá la
prioridad. Esto no crea un conflicto entre la iglesia
y la familia del pastor. La familia del pastor es parte
de la iglesia. Por tanto su prioridad en la obra de
Dios será su familia. El pastor que no descuida a su
familia y a la iglesia, tiene a ambos felices.

E. La esposa de un pastor debe ser siempre


amable y alegre.- Su amabilidad y alegría deben ser
contagiantes para todos en la iglesia. Nada es más
dañino para el ministerio de un pastor, el tener una
esposa esnóbica, es decir, una esposa egoísta, que
piensa que todos deben rendirle atención, admira-
ción y alabanza por ser esposa del pastor. Debe
recordar que Dios nos ha puesto en el ministerio
para servir y no para ser servido. Además, toda
esposa de pastor debe dominar el arte de una
conversación amena.

62
F. Esposas a imagen del pastor.- A veces, la
esposa del pastor será lo que el pastor es: Pastores
miedosos, esposas miedosas. Pastores orgullosos,
esposas orgullosas. Pastores ociosos, esposas ocio-
sas. Pastores mediocres, esposas mediocres. Cada
pastor, debe ayudar a su esposa a ser una mejor
esposa. Recordemos que Cristo siempre está perfec-
cionando a su esposa para presentársela a sí mismo
una esposa gloriosa, sin arrugas… sino que sea
santa sin mancha (Ef. 5:26, 27). Esto significa que la
esposa de un pastor debe ser santificada por su
marido. Debe verla como un vaso consagrado para
Dios, y al igual que él deben ser santos en todo
sentido. Santos en sus relaciones interpersonales y
santos en sus relaciones conyugales.

G. La esposa del pastor no necesariamente tiene


que tener educación especializada.- Esto no signi-
fica que la mujer no debe educarse, por el contrario,
una esposa de pastor, con educación formal o con
una formación especializada, será de gran ayuda
para su esposo. Pero, el hecho de que una esposa de
pastor tenga educación superior, no le da licencia
para ejercer el liderazgo en el hogar y mucho menos
en la iglesia. Ella debe reconocer que el ministro de
Dios es su esposo, no ella. La esposa del pastor
debe, también, aprender a ser ella misma. No debe
imitar a ninguna otra mujer, mucho menos a las
63
mujeres del mundo cinematográfico o de la farán-
dula. Dios ha hecho a cada persona diferente, por
eso cada uno debe mantener su individualidad.

H. La esposa del pastor debe ser un oasis para


su esposo.- Su regazo será el lugar donde él pueda
recostar la cabeza para descansar. Sus brazos serán
el refugio donde pueda expresar sus alegrías y sus
penas. Ella debe ser su mejor amiga y amante
esposa que le infunde, en la intimidad, ese sentí-
miento de hombría que, a veces, necesita el soldado
de Cristo después de una derrota o fracaso.

I. Ministro solitarios.- Los pastores que no


tienen la ayuda de sus esposas, son ministros solita-
rios. Ellos tiene que seguir adelante sin la ayuda de
sus esposas. Uno no puede dejar de sentir pena por
éstos y por sus hijos. Se dice que Juan Wesley
estuvo casado con una mujer “paranoica” que
rehusaba vivir con él, y por supuesto, no quería
compartir su ministerio. El pastor y su esposa
tienen que estar unidos en todo sentido, para
ayudarse mutuamente. “Dos son mejor que uno
porque tiene mejor paga de su trabajo” (Ec. 4:5).

64
CAPÍTULO III

ÉXITO Y FRACASO
EN EL MINISTERIO PASTORAL

INTRODUCCIÓN

El éxito y el fracaso no vienen por azar. Cada


uno es responsable de su éxito o de su fracaso.
Tanto el éxito como el fracaso se deben a ciertos
factores que ejercen una influencia ya sea para bien
o para mal. Por supuesto, el éxito proviene de Dios,
el fracaso proviene del hombre. Vea el éxito y
fracaso de Uzías rey de Judá (2 Cr. 26:5, 15-19, 21).
El éxito viene por hacer la voluntad de Dios, el
fracaso viene por la rebelión contra Dios. Dios
siempre bendecirá y prosperará a los que le buscan.

I. ÉXITO EN EL MINISTERIO.

El éxito pastoral no significa necesariamente, que


un pastor tenga una iglesia grande. Un pastor

65
exitoso es aquel que es fiel a Dios en el trabajo que le
encomendó. El ganar un número de almas es un
factor secundario en el éxito pastoral. Insistimos
que, el éxito no viene fortuitamente, ni es heredi-
tario. El éxito vendrá como resultado de mucha
preparación y arduo trabajo. Dios siempre
bendecirá al esforzado y valiente. Veamos algunos
factores que contribuyen al éxito pastoral.

A. El llamamiento divino al ministerio.- A los


que son llamados, Jesús los enseñará a ser pescado-
res de hombres (Mt. 4:19). Los designios que Dios
tiene para un ministro, él lo cumplirá (Gá. 1:11, 12,
15, 16). Si Dios llama a alguien para el ministerio, le
dirá como a Josué: “…como estuve con Moisés,
estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé…
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,
sino que de día y de noche meditarás en él, para que
guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino,
y todo te saldrá bien” (Jos. 1:5, 8). Pero si alguien no
ha sido llamado al ministerio, Dios le dirá: “No
envié yo aquellos profetas, y ellos corrían: yo no les
hablé, y ellos profetizaban... yo no los envié ni les
mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo,
dice Jehová” (Jer. 23:21, 32).

66
B. La oración persistente.- Si hay una persona
que debe orar sin cesar, ese debe ser el pastor.
Jesús, el modelo de todo pastor, pasó mucho tiempo
orando a su Padre celestial. La oración mantiene a
un pastor con una mente espiritual. Da poder para
cumplir el trabajo de cada día. Es el medio para
alcanzar sabiduría que el pastor necesita en su
estudio y en su diario andar. Fue por la oración
que se le concedió a Salomón sabiduría más que
todos los demás hombres (1 R. 3:7-13). El pastor
debe orar por sí mismo, por su familia, por la iglesia
y por los perdidos.

C. La preparación para el oficio pastoral.- La


preparación del pastor incluye toda la educación
posible. El que aspira al obispado, sobre todo, debe
estudiar mucha teología bíblica. Debe saber que las
instituciones educativas, tales como Institutos y
Seminarios, no hacen pastores. Éstas sirven para
entrenar a los que son llamados al ministerio. En
ellas se adquieren ciertos conocimientos y, sobre
todo, métodos de estudio, para que el hombre de
Dios pueda seguir estudiando por el resto de su
vida. La graduación en los Seminarios o Institutos
Bíblicos no es el fin de los estudios del hombre de
Dios. El pastor exitoso será aquel que diariamente
se entrega al estudio de la Biblia, de sus sermones,
de los buenos libros y de los métodos más apropia-
67
dos de acercamiento a la gente. La recomendación
del apóstol Pablo a los ministros fue: “Entre tanto
que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la
enseñanza (1 Ti. 4:13). Pablo mismo necesitaba usar
a menudo los libros y mayormente los pergaminos
(2 Ti. 4:13).

El pastor debe leer todo tipo de literatura, sin


embargo no debe nutrirse de humanismo. Bueno es
afirmar el corazón con la gracia de Dios y no con la
sabiduría del hombre. Pablo dice que usar el
humanismo (filosofía humana) en la predicación
hace vana la cruz de Cristo (1 Co. 1:17; 2:1, 2; 3:18-
20).

D. Fidelidad a Dios, a la Biblia y a la Iglesia.- La


lealtad es un elemento indispensable en un ministro.
Ser fiel a Dios es descubrir su voluntad y llevarla a
cabo cualquiera que sea el costo. Ser fiel a la Biblia
es aceptar sus enseñanzas, creyéndolas de todo
corazón, a pesar de las discrepancias que pueden
surgir con nuestra manera natural de razonar. Ser
fiel a la iglesia es amarla, cuidarla y alimentarla. La
fidelidad a la iglesia es generada por el amor a Dios.
Si amamos a Dios amaremos también su casa. La
entidad que más ama Cristo en este mundo es su
iglesia. Él ha confiado esa iglesia a los pastores u
obispos (Hch. 20:28). El pastor es un administrador
68
en la casa de Dios y debe ser hallado fiel en su
mayordomía (Com. He. 3:5, 6; 1 Co. 4:1, 2).

E. La visión correcta.- Jesús dijo: “Conforme a


vuestra fe sea hecho”. La visión que tiene un pastor
revelará el tamaño de su fe. La visión es la prefigu-
ración de lo que Dios ha prometido hacer por su
Palabra y su Espíritu Santo. La visión del pastor no
solamente debe ser hacia el futuro, sino también al
pasado. Mirar al pasado ayuda a corregir los errores
que se han cometido, para no volverlas a repetir en
el futuro. Cuando hablamos de la visión pastoral,
no estamos hablando de sueños, comunicación
telepática. Las visiones que dicen tener esos falsos
pastores y apóstoles son sus propias imaginaciones.
Aunque ellos dicen que lo reciben de Dios, es
mentira. Las visiones que vienen de Dios se basan
en la Palabra Escrita. Cuando la visión se funda-
menta en la revelación de las Escrituras, el Señor
mismo ayudará a los pastores a cumplir las metas
trazadas conforme a la voluntad de Dios.

F La sensibilidad.- El pastor debe ser enérgico


y valiente para luchar por las causas justas. Debe ser
también misericordioso y compasivo por las pobres
almas que están desamparadas sin pastor. Debe
llorar con los que lloran y reír con los que ríen.
Debe ser siempre solidario con su prójimo y estar
69
dispuesto a sacrificarse por sus hermanos en la fe.
“Ninguno tiene mayor amor que este, que uno
ponga su vida por sus amigos” (Jn. 15:13). En esto
hemos conocido el amor, en que él puso su vida por
nosotros; también nosotros debemos poner nuestras
vidas por los hermanos” (1 Jn. 3:16).

G. La amistad.- El pastor debe ser amigable.


Debe mostrar amistad a todos. “El hombre que tiene
amigos, ha de mostrarse amigo; y amigo hay más
unido que un hermano” (Pr. 18:24). “En todo tiempo
ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de
angustia” (Pr. 17:17). Los miembros de la iglesia y
todas las demás personas que asisten a los cultos,
debe darse cuenta que la amistad del pastor es
sincera y no fingida. Aprender a sonreír genui-
namente en las relaciones de amistad, es uno de los
secretos del éxito. Todos huirán del pastor huraño y
refunfuñón.

H. Diligencia y entusiasmo. – Pablo dice: “En lo


que requiere diligencia, no perezosos, ferviente en
espíritu sirviendo al Señor. Gozoso en la esperanza;
sufridos en la tribulación; constantes en la oración”
(Ro. 12:11, 12). El proverbio dice: “El indolente ni
aun asará lo que ha cazado; pero haber precioso del
hombre es la diligencia” (Pr. 12:27). El pastor
perezoso y negligente está condenado a fracasar.
70
Dios nunca bendecirá a los ociosos. El Ángel de
Jehová dijo a Gedeón: “Jehová está contigo, varón
esforzado y valiente” (Jue. 6:12). Por eso el pastor
debe ser un hombre de arduo trabajo. Trabajará en
tiempo y fuera de tiempo. Trabajará en la esperanza
que Dios va a bendecir sus esfuerzos. Además, en el
pastor debe haber una efervescencia que despida
amor, simpatía y gozo en su servicio al Señor. El
pastor carente de fervor, convertirá los cultos en una
especie de velorio espiritual.

H. La agenda.- Aunque muchos pastores no


acostumbran a usar una agenda, el pastor debe
tener un registro personal. En esa agenda estará su
programa que debe ejecutar diariamente, tales como
visitas a enfermos, oraciones por personas especí-
ficas, entrevistas, etc.

II. FRACASO EN EL MINISTERIO.

El fracaso en el ministerio es una tragedia, que


muchas veces, es irreparable. Todo fracaso tiene sus
causas. Las principales causas del fracaso de un
ministro son:

71
A. No tomar la vida en serio.- La vida tiene
cosas buenas y malas. No ser previsor para advertir
los peligros de la vida, puede ser fatal para un
ministro. Esto obliga a todo ministro a ser vigilante
consigo mismo (1 Ti. 4:16; 1 P. 5:8). La vida humana
es tan frágil y tan incierta. Somos tan débiles
físicamente que nos convertimos en víctimas fáciles
de diferentes problemas de índole físicas, morales y
espirituales. Además, ¿qué es nuestra vida? Es
neblina que aparece por un poco de tiempo y luego
se desvanece (Stg. 4:14). Hoy somos, mañana no
sabemos. Por tanto, cada día de nuestra vida debe
ser usada provechosamente, sabiendo que un día
hemos de dar cuenta de lo que hicimos mientras
estábamos en la carne, sea bueno o sea malo (2 Co.
5:10). El pastor que desperdicia su vida en las
trivialidades de este mundo no escapará del fracaso.

B. No calcular adecuadamente el costo del


ministerio pastoral.- Muchos no calculan correcta-
mente el costo humano que tiene el ministerio. Hay
quienes piensan que en el ministerio pastoral se
harán ricos. Pero en la obra de Dios encontrarán
que la vida es dura para la carne. A veces, no habrá
donde recostar la cabeza, sólo hallarán hambres,
desnudez, fatigas y muchas dificultades más. El no
haber previsto todo eso, será el factor decisivo de su

72
fracazo en su tarea pastoral. El que no calcula bien el
costo del ministerio pastoral, es como el hombre que
se propone hacer una torre y al no poder terminar,
todos se burlan de él (Lc. 14:28, 29). Muchos minis-
tros han dejado el ministerio porque no pudieron
sufrir la vida sacrificada de los siervos de Dios.
Algunos, como Demas abandonan la obra, porque
su amor por el mundo es más grande que su amor
por Dios y su obra (2 Ti. 4:10).

C. Descuidar la comunión con Dios.- Descuidar


la oración privada y el sincero y reverente estudio
de la Palabra de Dios, es otra causa de fracaso
pastoral (Jn. 15:1-5). Todo lo que necesitamos en el
ministerio pastoral viene de Dios, si perdemos la
comunión con él, nos quedaremos sin nada y nos
convertiremos en siervos inútiles. La Escritura dice:
“La comunión íntima de Jehová es con los que le
temen, y a ellos hará conocer su pacto” (Sal. 25:14).
El temor de Jehová es aborrecer el mal (Pr. 8:13).
Esto significa que, para tener comunión con Dios, el
pastor debe vivir santamente.

D. Falta de carácter.- Todo aquel que ha estu-


diado la naturaleza humana, sabe que el hombre, a
causa de su naturaleza pecaminosa, siempre tiende
a la desobediencia y la rebelión contra Dios. El
ministro necesita tener carácter para confrontar a la
73
gente. El carácter que el ministro necesita proviene
de Dios. Él es el que prepara a sus siervos para
confrontar a la gente problemática (cf. Ez. 2:1-7). Un
ministro debe tener la sabiduría y el valor para
cortar con personas inadecuadas para el ministerio.
Tanto en la iglesia como en la comunidad hay gente
con una mente mundana. Ellos simpatizan con un
evangelio social (esto es un evangelio que se adapta
al modelo social), y tratan de influir en el pastor
para que no sea muy duro en sus predicaciones,
sobre las costumbres sociales. Muchos pastores, por
temor de herir los sentimientos de la congregación,
se vuelven en consentidores de diferentes formas de
vida mundana o pecaminosa. Encubrir y tolerar
pecados de la gente, es el camino seguro al fracaso.
“El temor del hombre pondrá lazo; mas el que
confía en Jehová será exaltado” (Pr. 29:25).

E. Ser perezoso.- El trabajo del pastor es de


tiempo completo. No hay horario fijo, tiene que
trabajar en tiempo y fuera de tiempo (2 Ti. 4:2). En
el ministerio no hay lugar para el ocio. El que no
trabaja, no siembra; y el que no siembra, no cosecha.
“El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el
alma de los diligentes será prosperada” (Pr. 13:4).
Algunos pastores se quejan de que Dios no les
bendice. ¿Bendecirá Dios a uno que no estudia su
Palabra, no ora, ni se interesa por la gente? ¿Bende-
74
cirá Dios a los que trasquilan la lana de las ovejas y
come su carne y no tiene cuidado de las ovejas? No.
Dios está contra los pastores que se apacientan a sí
mismos (Ez. 34).

F. El manejo irresponsable del dinero.- La falta


de recursos económicos para ejercer la tarea del
pastor, ha llevado a muchos a contraer deudas, con
la finalidad de aliviar sus necesidades en la obra de
Dios. Gastar más de lo que se tiene traerá pobreza.
Pastores que siempre compran cosas a créditos se
han convertido en esclavos de sus acreedores.
“Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el
gran tesoro donde hay turbación” (Pr. 15:16). Dios
dice en su Palabra, “Así que, teniendo sustento y
abrigo, estemos contentos con esto” (1 Ti. 6:8).
A veces, Dios nos da abundantes lluvias de ben-
diciones, y otras veces, permite que pasemos por
una dura carestía. El siervo de Dios debe saber
contentarse cualquiera que sea su situación. Debe
estar enseñado, así como para estar saciado como
para tener hambre, así para tener abundancia como
para padecer necesidad (Fil. 4:11, 12).

Además, no saber administrar el dinero de la


iglesia ha llevado a muchos ministros al fracaso. Los
pastores que guardan las ofrendas y diezmos de la
iglesia, deben ser muy celosos en el cuidado y la
75
administración de los mismos. A veces, los tesoreros
elegidos por la asamblea no son honestos en el
manejo del dinero de la iglesia. Las consecuencias
de ese mal manejo recaen sobre el pastor, por ser el
administrador principal en la casa de Dios. Si no
hay personas confiables para guardar el dinero, el
pastor mismo guardará el dinero. En algunas
iglesias eligen a una mujer para llevar las cuentas de
la iglesia, especialmente, si es contadora de profe-
sión. ¿Es esto correcto? No hay una prohibición, en
la Biblia, que una mujer lleve las cuentas de la
iglesia. Si no hay hombres idóneos para este trabajo,
una mujer puede llevar la contabilidad de la iglesia
y también guardar el dinero. Pero, la mujer no
puede hablar en las congregaciones (1 Co. 14: 34,
35). Por lo cual, la iglesia, de todos modos, debe
elegir un tesorero, para que pueda dar los informes
en las asambleas, y también, para representar a la
iglesia en su Consejo Directivo.

G. La codicia.- La codicia del dinero ha llevado


a muchos pastores a la fracaso pastoral (1 Ti. 6:6-10).
Por eso, el pastor no debe ser “codiciosos de
ganancias deshonestas” (1 Ti. 3:3). Si hay algo que
debe aprender el pastor, en este aspecto, es estar
contento con lo que tiene ahora (He. 13:5). Los
ministros deben aprender a mirar a Dios en vez de

76
mirar al dinero. No debemos olvidar que “nuestro
socorro viene de Jehová”.

H. El orgullo.- Así como Satanás cayó por


orgullo (Ez. 28:17), así el pastor que se deja dominar
por el orgullo, caerá del ministerio, porque “Dios
resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”
(Sg. 4:6). Uno de los requisitos que Pablo menciona
para ser pastor, es que no debe ser “un neófito, no
sea que envaneciéndose caiga en la condenación del
diablo” (1 Ti. 3:6). Si el envanecimiento del diablo es
lo que le condenó, los pastores que se envanecen,
tampoco escaparán.

I. Demasiado apego al sexo opuesto.- Muchos


pastores fracasan porque se familiarizan demasiado
con las mujeres de su congregación o de afuera. El
pastor debe ser cortés con todos, pero no debe
excederse en su familiarización con los miembros de
su iglesia y mucho menos con las damas. El pastor
debe infundir respeto y reverencia. Esto hará que
no se propicie ocasiones para las tentaciones sexua-
les. Pablo sabía que el sexo es uno de los tantos
problemas que el ministro tiene que confrontar. Por
eso, recomendó a Timoteo que huyera de las pasio-
nes juveniles (2 Ti. 2:22). Por la historia eclesiástica
sabemos que muchos ministros de las iglesias post-

77
apostólicas se corrompieron por la promiscuidad
sexual.

J. Defectos en la familia del pastor.- Uno de los


requisitos del pastor es, ejercer buen gobierno de su
casa. Pues quien no sabe gobernar su casa, ¿cómo
gobernará la casa de Dios?” (1 Ti. 3:4, 5). Ya hemos
hablado de la familia del pastor. El pastor debe ser
vigilante de la conducta de su esposa y de sus hijos.
La gente debe ver que el pastor estorba a sus hijos
cuando éstos hacen cosas malas. El pastor, en el
ejercicio de sus funciones, debe ser imparcial con
todos. El pecado de muchos pastores es que no son
imparciales cuando se trata de su familia. Si un
miembro de la familia del pastor peca, debe ser
tratado como a cualquiera de los miembros de la
iglesia.

K. Falta de descanso.- Muchos pastores fracasan


por exceso de trabajo. El excesivo trabajo, a veces,
produce, depresión. El pastor debe tomar un tiempo
de descanso o vacaciones cuando se sienta dema-
siado sobrecargado. Jesús, después de un arduo
trabajo, llevó a sus discípulos a unos retiros. Uno de
los propósitos de esos retiros fue proporcionar
descanso para los discípulos (Mr. 6:31).

78
Para evitar demasiada fatiga, el pastor debe
delegar trabajos a los miembros de su iglesia. En
todo sentido, el pastor debe caracterizarse por ser
un buen administrador de los asuntos de Dios (1 Ti.
1:7). Como administrador, debe organizar a los
hermanos, y poner a los miembros de su iglesia a
trabajar.
CAPÍTULO IV

EL LLAMADO DE LA IGLESIA
Después que un hombre está seguro que Dios le
ha llamado al ministerio pastoral, se preparará ade-
cuadamente. Entonces, estará listo para encarar otro
dilema. ¿Qué hacer si una iglesia no le llama para
ejercer su oficio de pastor? Y, ¿qué debe hacer si
una iglesia le llama como uno de los posibles candi-
datos al oficio pastoral de dicha iglesia?

I. LOS PASOS QUE DEBE DAR UN


PASTOR PARA ENCONTRAR UN
LUGAR DONDE EJERCER SU MI-
NISTERIO.

A. Espera en Dios.- Si Dios le ha llamado al


ministerio, él tiene también el campo en que usted

79
ejercerá el don que ha recibido. La mayoría de los
pastores principiantes comienzan en un lugar
pequeño. Usted debe sujetarse a la voluntad de
Dios, él tiene su propia manera de guiar a sus
ministros. A veces, Dios enseña al nuevo pastor a
ser fiel en algo pequeño, antes de asignarle un
ministerio más grande (Mt. 25:21).
B. Sé siempre útil.- Nunca mire ninguna
oportunidad o tarea asignada, como algo insigni-
ficante. Se ha dicho bien: “Haga de cada ocasión,
una gran ocasión: Usted nunca sabe, cuándo alguien
puede estar probándole para asignarle una respon-
sabilidad más grande”. Josué, antes de ser caudillo
del pueblo de Dios, fue sirviente de Moisés (Jos. 1:1).

C. Tenga paciencia.- Si las puertas del ministerio


pastoral no se abren inmediatamente, no se de-
desanime. Se cuenta que el gran erudito Marcus
Dods esperó seis años antes de que una iglesia le
llamó. Durante ese tiempo de espera, él predicó,
estudió, fue maestro de la Palabra y esperó por el
tiempo de Dio. Recuerda lo que dice Pedro a los
pastores: “Humillaos, pues bajo la poderosa mano
de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo”
(1 P. 5:6).

D. Haga conocer su deseo de trabajar en la obra


de Dios.- Dios, a menudo usa hombres para diri-
80
girnos a su voluntad. Deje que algún pastor amigo
conozca que usted está dispuesto a hacer la volun-
tad de Dios, tal vez ellos podrán hacer sugerencias.
Frecuentemente, las iglesias hacen contacto con
otros pastores cuando ellos están buscando un
pastor.

E. Promuévase usted mismo.- Trate de empujar


tu camino a algún púlpito elegido, por supuesto, ese
púlpito tiene que estar vacante. No se trata de
quitar el puesto de otro pastor, sino de ocupar algún
púlpito vacante. Recuerde, “la dádiva del hombre
le ensancha el camino y le lleva delante de los
grandes (Pr. 18:16).

II. LO QUE UN PASTOR DEBE HACER


CUANDO SE ENTREVISTA CON EL
COMITÉ DEL PÚLPITO DE UNA
IGLESIA.

A. Antes de la reunión.- Vaya a la entrevista con


un espíritu cálido y amante, para buscar la voluntad
de Dios. Lea la literatura que sea apropiada acerca
de la iglesia y su programa. Esto incluye la consti-
tución de la iglesia y sus reglamentos internos,
como también, la historia de la iglesia. Hable con el
comité sobre el presupuesto. Si es ventajoso, escriba

81
en una hoja las preguntas pertinentes acerca de las
finanzas que usted quiere preguntar. El presidente
o coordinador del Comité tendrá una agenda que
usted debe respetar. Si una iglesia no sabe este
procedimiento, usted sugerirá una agenda de lo que
se tratará.

L. Durante la reunión.- El Comité querrá oír su


testimonio personal. Usted debe organizar su
testimonio para ser coherente y breve. Su testimo-
nio debe incluir, las actividades que usted ha
realizado en la iglesia donde es miembro o está
trabajando como pastor asociado (si este fuese el
caso). Si el Comité hace algunas preguntas sobre su
vida personal, usted deberá contestar cortésmente.
Si el comité pide sus referencias personales por
escrito, usted deberá tener escrito, una copia de
antemano, para dejar con ellos. Escuche, cuida-
dosamente, cada pregunta del Comité con un dulce
espíritu cristiano. Es posible que algunas preguntas
no sean de su agrado, muestre su capacidad de
mansedumbre y tolerancia. La pregunta puede
haber sido formulada así a propósito, para probar
su capacidad de dominio propio.

Recuerde que el comité está hablando con usted


con autoridad de la iglesia. Su primer contacto con
la gente que es “clave” en una iglesia, debe ser de
82
alto nivel. Tome nota de la conversación. Esto
salvará más tarde, los malos entendidos. Pide,
cortésmente, al comité que sea claro en cada asunto
del ministerio de la iglesia que no está muy claro
para usted.

No haga una decisión apresurada para aceptar


o rechazar el llamado en esta primera entrevista.
Pide, al comité, un poco de tiempo para orar a Dios
sobre este asunto. Finalmente, agradezca al comité
por su tiempo y ayuda. Después de estar seguro, si
acepta o rechaza el llamado de la iglesia, comuní-
quese con el Comité para hacerle saber su decisión.

C. Después de la reunión.- El haber aceptado


las condiciones expresadas por el Comité, no signi-
fica que la iglesia la va a llamar. El Comité pre-
sentará a la iglesia los informes correspondientes de
la entrevista, luego la iglesia tomará su propia
decisión. El Comité le hará saber la decisión de la
iglesia por medio de una carta. Si ellos le invitan a
examinar la iglesia, sería conveniente que usted se
ponga de acuerdo con el Comité para predicar, si es
posible, varias veces. Así tendrá usted más tiempo
para conocer a la gente y considerar la situación.

Esté completamente seguro que todos los detalles


relacionados al llamado estén estipulados en una
83
carta formal. Esta debe incluir: El salario, la casa,
gastos de movilidad (la iglesia debe pagar éstos), las
responsabilidades de la iglesia para con el pastor, y
privilegios de vacaciones, etc.

Pase mucho tiempo en oración buscando la vo-


luntad del Señor. Siéntase libre para contactarse con
el presidente del Comité, a fin de discutir algún
asunto. Si el llamado no llega, no se resienta. Conti-
núa orando por la iglesia, para que Dios le envíe al
hombre de su elección. No arguya con el Comité
acerca de algo, como por ejemplo, si ellos no son
escriturales en algún asunto. Usted puede estable-
cer su caso amorosamente, pero no convierta la
reunión en un debate.

No espere que cada cosa sea perfecta. Las iglesia-


as están formadas por personas, y la gente son seres
imperfectos. Sólo Dios es perfecto y no hierra. No
critique a la iglesia, el servicio o el edificio. La gente
ama su iglesia y usted debe amarla también. Si al
principio ellos no conocen tu madurez y tu genio, sé
paciente. Si el don está en ti, Dios hará que ellos se
den cuenta cuando fuere tiempo. Confía que Dios
usará al Comité y le dará toda guía que usted
necesita. Deje que el Espíritu de Dios le guíe en
todo.

84
III. ¿CÓMO SABER QUE DIOS HA
LLAMADO A UN PASTOR PARA
PASTOREAR A UNA IGLESIA?

A. Usted debe tener un sentido de pertinencia.-


Muchos pastores han dicho que cuando ellos vinie-
ron a una nueva iglesia, “sentían como si hubiese
estado toda su vida allí”. Si esto es su caso,
entonces, tendrás paz con Dios. Tenga presente
siempre, que si en alguna decisión que usted va a
tomar, no tiene paz, es muy probable que esa no sea
la voluntad de Dios (Col. 3:15). Mientras usted lee
su Biblia y ora en su tiempo de quietud diaria, el
Espíritu le imprimirá este sentir: “Este es el camino,
vaya por él” o “Levántate, pues, y desciende, y no
dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado”
(Hch. 10:20).

B. Usted sentirá una carga por el trabajo de


dicha iglesia.- Si usted está mudándose de un
ministerio pastoral a otro, sentirá alivio de la carga
de la iglesia que deja, pero al mismo tiempo tendrá
una creciente carga por la nueva iglesia. Usted no
tiene que estar de acuerdo con toda la organización
y estructura de la nueva iglesia para ser su pastor.
La existencia de serios problemas en una iglesia no
es causa para dejar a los hermanos (Tit. 1:5), ni tam-

85
poco es razón para evitarlos. Nunca acepte ser el
pastor en una nueva iglesia porque no hay ningún
otro lugar donde usted pueda ir, o porque usted
tiene problemas en su ministerio actual en la iglesia
que estás pastoreando. Un problema no resuelto en
el antiguo ministerio, abrirá camino para desarro-
llarse en el nuevo ministerio.
IV. VOTACIÓN DE LA IGLESIA Y LA
ACEPTACIÓN DEL PASTORADO.

Uno de los problemas que se plantean los


pastores, tiene que ver con la votación de la iglesia
para llamar a un nuevo pastor. ¿Se debe aceptar el
pastorado si el voto no es unánime? Con respecto a
este asunto damos la siguiente sugerencia.

A. Su decisión debe ser tomada teniendo en


cuenta el tamaño de los votos negativos. Es sabio,
que los votos debe ser, “la mayoría absoluta”. Pero
la oposición presenta un desafío para el hombre de
Dios. Si los votos “en contra” son pocos, usted
puede aceptar el llamado con la seguridad que es la
voluntad de Dios. Pero si hay una sustancial mino-
ría que vota en contra, sería prudente esperar o
rechazar el llamado.

86
B. Si usted acepta el llamado, no trate de
averiguar cómo votó la gente. Debe pastorear a
todos los miembros de la iglesia, no sólo a tus
admiradores. Nunca sienta resentimiento por los
que no estuvieron de acuerdo con tu llamado a la
iglesia. Usted debe amar a la iglesia así como
Cristo la amó y se entregó por ella.

C. Los pastores que piensan que han fallado por


no haber conseguido que la votación sea unánime,
están sentando las bases del descontento. Si usted
tiene esa actitud, perderá mucho gozo en el
ministerio. Si piensas que en la iglesia hay hermanos
que no están en tu favor, atráelos a ti con cuerdas de
amor (Os. 11:4).

87
CAPÍTULO V

LO QUE UN PASTOR
DEBE HACER EN SU
NUEVA IGLESIA
INTRODUCCIÓN

Una de las grandes preocupaciones del pastor,


especialmente, si es nuevo en el ministerio, será
¿cómo empezar su ministerio, con el pie derecho, en
el nuevo lugar? Las primeras semanas van a ser de
temores y nerviosismo, debido a que no conoce bien
a su nuevo rebaño. No sabe cómo van a reaccionar a
sus predicaciones y ante sus primeras acciones. A
continuación se dan algunos consejos que ayudarán
a dar los pasos correctos en la nueva iglesia.

88
Quince recomendaciones de lo que debe hacer un
pastor en su nueva iglesia:

1. Ore a Dios para que le dé un profundo amor


por el pueblo que ha sido puesto a su cuidado.-
Aprenda a conocerlos. Haga una lista de oración y
lleva a los miembros de la iglesia a trono de Dios.
Todo esto es importante, pero recuerde, que el amor
es la llave para ganar sus corazones. Dios hizo igual
con nosotros: “Con cuerdas humanas te atraje, con
cuerdas de amor… (Os. 11:4)

2. Llegue usted a familiarizarse entusiastamen-


te con la obra de la iglesia.- Evite toda crítica.
Recuerda que hay dos lados en cada historia o
problema. Siempre escuche los dos lados o se verá
en problemas (Com. Pr. 18:17). Aprenda usted a
apreciar a su gente, al edificio de la iglesia, a las
tradiciones de la iglesia. Si algunas tradiciones están
reñidas con la verdad, más tarde puede hacer
cambios que se ajustan más a la Palabra de Dios. Por
ejemplo muchos hermanos tienen tradiciones sobre
la Navidad que no tiene nada que ver con la verdad
que nos ha sido legada en la Palabra de Dios.

3. Mientras usted llega a familiarizarse con la


gente, haga una lista de las prioridades. Usted no
puede hacer todo al mismo tiempo. Lleva dicha
89
lista al trono de Dios y pide al Altísimo que le dé
sabiduría para entender las diferentes situaciones y
saber cuándo empezar a actuar.

4. Sea usted paciente.- Es admirable lo que se


puede lograr con paciencia y oración. Muchos quie-
ren hacerlo todo en el primer mes de su ministerio.
Para cumplir con sus metas, empiezan a usar a la
gente, en vez de guiarlos. Es mejor guiar a la gente,
enseñándoles, para que aprendan hacer las cosas.
No uses a los hermanos como si fueran máquinas a
tu disposición para cumplir tus metas en el minis-
terio. El pastor debe apacentar la grey de Dios,
cuidando de ella, no por fuerza, sino volunta-
riamente; no por ganancia deshonesta, sino con
ánimo pronto, no como teniendo señorío a los que
están bajo su cuidado, sino siendo ejemplo de la
grey (1 P. 5:2, 3).

5. Trate usted de no comparar su nueva iglesia


con la iglesia que usted dejó. Cada situación es
diferente, porque el pueblo de Dios, en un deter-
minado lugar, es diferente a los de otros lugares. La
idiosincrasia del individuo es diferente en cada
lugar. Los principios de la Biblia, que predicamos,
nunca cambian, pero los métodos de cómo se
aplican esos principios cambian de un lugar a otro.
Si usted siempre compara a la nueva iglesia con la
90
iglesia donde usted estuvo pastoreando anterior-
mente, engendrarán críticas. Recuerde la actitud
que tenía el apóstol Pablo para con la gente: “Por lo
cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos
para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos
como judío, para ganar a los judíos; a los que están
sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como
sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley;
a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no
estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo),
para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a
los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he he-
cho de todo, para que de todos modos salve a algunos”
(1 Co. 9:19-22). Esta es la actitud que debe tener un
pastor para con la gente.

6. Visite usted a su gente.- Especialmente visite


a la gente anciana, a los líderes y los demás miem-
bros de la iglesia. No abuses de las visitas. “Detén
tu pie de la casa de tu vecino, No sea que hastiado
de ti te aborrezca” (Pr. 25:17).

7. Predique usted con el corazón las enseñanzas


de los grandes pasajes de la Palabra de Dios. Este
método desarma la crítica de los miembros que
quieren acusarle, de que usted está aplicando medi-
cina para sanar ciertos pecados que ha encontrado
en la nueva iglesia. Así, en casos de asuntos que son

91
controversiales, como, divorcio o división en la
iglesia, ellos no podrán acusarle que usted está
seleccionando con prejuicio los temas de sus ser-
mones.

8. Aproveche la ventaja de ser nuevo, para


visitar a tanta gente como sea posible.- “Yo soy el
nuevo pastor” es la frase que será una llave para
abrir puertas por varios meses. Visite a los perdidos
y trate de ganarlos para Cristo por el evangelio de
salvación.

9. No crea cada cosa que usted oye.- El nuevo


pastor no debe alentar el chisme. Por lo general,
habrá quienes quieren congraciarse con el nuevo
pastor, contando cosas del pastor anterior, de los
que fueron sus allegados, o de algunos miembros
que, durante su ministerio, tuvieron una mala
conducta y que el pastor no hizo nada. Usted debe
escuchar a todos, para que con la ayuda del
Espíritu de Dios, usted pueda evaluar más adelante.
También es sabio, escuchar los consejos sinceros de
algunos líderes que le advierten de ciertas personas
que, permanentemente, han sido problemáticos en
la iglesia. Este conocimiento no debe ser usado para
marginarlos, sino para orar a Dios por el cambio de
ellos y también del sentir de todos los demás, para
que haya unidad en la iglesia. El ministro que no
92
instruye y ora por los miembros de la iglesia, en el
cual Dios la ha puesto, estará pecando contra Dios
(1 S. 12:23).

10. No reclame usted que lo respeten, exíjalo, es


escritural (1 Ts. 4:12; He. 13:17).- La gente debe
amar a su pastor y seguirle. Pero, dale tiempo para
que le conozca. Una vez que usted ha ganado su
amor y respeto, ellos estarán dispuestos a seguirle
como guía.

11. Planifique usted su permanencia.- No corra a


la primera dificultad. Debes tener un sincero y
profundo deseo de estar con la gente a pesar de sus
faltas e imperfecciones; recuerde que usted mismo
no es perfecto. Por eso, cada día, debes ser el
primero en doblar las rodillas para pedir perdón a
Dios por tus pecados y la purificación de tu vida.
Esa será la única manera en que puedas ministrar
con limpia conciencia. Cuando aprendas a conocer
las flaquezas humanas en ellos y en ti mismo, apren-
derás a amar mucho más y comprender mejor a los
hermanos en la fe.

12. Cuando surge la primera crisis, usted debe


encararlo como si hubieses estado allí diez años.
Practique la bondad y obediencia a la Palabra de
Dios. Por lo general, la manera como usted hace la
93
primea cosas, determinará como lo hará el resto de
las veces. Una vez que la gente se da cuenta que
usted siempre se mantiene ocupado, ellos respon-
derán prontamente con apreciación y cooperación.

13. Cuando usted tiene un determinado plan


sobre algún proyecto, compártalo primeramente, en
privado, con los líderes de la iglesia. A veces,
cuando se lleva directamente un proyecto a la
iglesia, los miembros se sienten presionados y res-
ponden negativamente. Donde hay calma y sentido
de dirección, la gente responderá positivamente.
Recuerda esto: Toma mucho tiempo edificar una
iglesia espiritualmente.
14. Es recomendable que usted esté en casa (en la
iglesia) durante el primero año de su ministerio.
Una vez que usted esté bien establecido en el
ministerio de su nueva iglesia, tendrá plena oportu-
nidad para predicar de tiempo en tiempo en otros
lugares. No se convierta en un predicador invitado
en su propio púlpito. Hay pastores que les gusta
visitar y predicar en diferentes iglesias, eso está bien
si tu iglesia no está descuidada por la ausencia del
pastor.

15. Conozca a otros pastores en tu área.- Algu-


nos de ellos pueden llegar a ser vuestros amigos
más cercanos. Sé amigable con todos, aún con
94
aquellos que usted discrepa. Usted no tendrá la
disposición que prediquen en tu púlpito, pero no
los excluyas de tu amistad y oración. “El que no está
contra nosotros, por nosotros es” (Lc . 9:49,50).

CAPÍTULO VI

LOS DEBERES DEL PASTOR


Los deberes del pastor son muchos. Pero hay
algunos deberes que deben tener la prioridad en su
ministerio. De esto dependerá, mucho, su propio
éxito y también el de su iglesia. Dios condena, en la
Biblia, a los pastores negligentes. Por tanto, un
pastor temeroso de Dios procurará estar siempre
ocupado en la obra de Dios. A continuación veamos
cinco tareas principales del pastor.

I. EL PASTOR DEBE APACENTAR


EL REBAÑO DEL SEÑOR (1 P. 5:2).

A. Apacentar el rebaño del Señor es dar el


alimento adecuado a las ovejas del Señor. Cuando
Jesús restauró a Pedro al ministerio, le dio la

95
responsabilidad de pastorear o alimentar las ovejas
y los corderos de Cristo.

“Cuando hubieron comido, Jesús dijo


a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás,
¿me amas más que éstos? Le respon-
dió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él
le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió
a decirle la segunda vez: Simón, hijo
de Jonás, ¿me amas? Pedro le respon-
dió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le
dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la
tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me
amas? Pedro se entristeció de que le
dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le
respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú
sabes que te amo. Jesús le dijo: Apa-
cienta mis ovejas” (Jn. 21:15-17)

Noten que Jesús encomienda a Pedro a apacentar


corderos y ovejas. Los corderos en este caso son los
nuevos creyentes, los niños en Cristo. El pastor
tiene que saber alimentar adecuadamente al rebaño
del Señor. Los corderos serán apacentados con
leche espiritual y las ovejas maduras, con alimento
sólido. El apóstol Pablo hablando de la alimen-
tación de las ovejas dice:

96
“Acerca de esto tenemos mucho que
decir, y difícil de explicar, por cuan-
to os habéis hecho tardos para oír.
Porque debiendo ser ya maestros,
después de tanto tiempo, tenéis nece-
sidad de que se os vuelva a enseñar
cuáles son los primeros rudimentos
de las palabras de Dios; y habéis
llegado a ser tales que tenéis nece-
sidad de leche, y no de alimento
sólido. Y todo aquel que participa de
la leche es inexperto en la palabra de
justicia, porque es niño; pero el ali-
mento sólido es para los que han
alcanzado madurez, para los que por
el uso tienen los sentidos ejercitados
en el discernimiento del bien y del
mal” (He. 5:11-14).

Un pastor negligente puede matar a los nuevos


creyentes (los corderos) al darles alimento sólido.
Alimentar adecuadamente al rebaño del Señor es
una tarea laboriosa. Requiere de mucho estudio y
preparación.

B. La tarea del pastor ilustrada.- El Salmos 23 es


una buena ilustración de la tarea del pastor. Allí
encontramos sus obligaciones.
97
“Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me
hará descansar; junto a aguas de
reposo me pastoreará. Confortará mi
alma, me guiará por sendas de justicia
por amor de su nombre. Aunque ande
en valle de sombra de muerte, no
temeré mal alguno, porque tú estarás
conmigo; tu vara y tu cayado me
infundirán aliento. Aderezas mesa
delante de mí en presencia de mis
angustiadores; unges mi cabeza con
aceite; mi copa está rebosando. Cierta-
mente el bien y la misericordia me
seguirán todos los días de mi vida, Y
en la casa de Jehová moraré por largos
días” (Sal. 23:1-6).

Según este salmos, el pastor tiene cuidado de que


nada le falte a las ovejas.

1. Él siempre los lleva a lugares de delicados


pastos y agua de reposo. Allí las ovejas encuentran
descanso (v. 2)

2. Conforta el alma de las ovejas con sabios


consejos de la Palabra de Dios (v. 3)
98
3. Guía a las ovejas por sendas de justicia por
amor al Señor (v. 3)

4. Ayuda a las ovejas a cruzar por el valle


de la muerte sin temor alguno (v. 4)

5. Infunden aliento a las ovejas a través del


poder que Dios le ha dado (el cayado, v. 4)

6. Prepara la mesa o la comida de las ovejas,


aun en tiempos difíciles (v. 5)

7. Tiene cuidado de que la cabeza de las


ovejas tengan la unción del Espíritu Santo (v. 5)

C. Censura de Dios a los malos pastores.- Apa-


centar la grey del Señor implica el cuidado total de
las ovejas. No sólo su alimentación sino también su
salud y bienestar espiritual y material en general.
La censura de Dios a los pastores de Israel es una
buna ilustración de censura para los pastores
negligentes de las iglesias.

“Vino a mí palabra de Jehová, dicien-


do: Hijo de hombre, profetiza contra
los pastores de Israel; profetiza, y di a
los pastores: Así ha dicho Jehová el
99
Señor: ¡Ay de los pastores de Israel,
que se apacientan a sí mismos! ¿No
apacientan los pastores a los rebaños?
Coméis la grosura, y os vestís de
la lana; la engordada degolláis,
mas no apacentáis a las ovejas.
No fortalecisteis las débiles, ni
curasteis la enferma; no vendas-
teis la perniquebrada, no volvis-
teis al redil la descarriada, ni
buscasteis la perdida, sino que os
habéis enseñoreado de ellas con
dureza y con violencia. Y andan
errantes por falta de pastor, y son
presa de todas las fieras del campo, y
se han dispersado. Anduvieron perdi-
das mis ovejas por todos los montes, y
en todo collado alto; y en toda la faz
de la tierra fueron esparcidas mis
ovejas, y no hubo quien las buscase,
ni quien preguntase por ellas.

Por tanto, pastores, oíd palabra de


Jehová: Vivo yo, ha dicho Jehová el
Señor, que por cuanto mi rebaño fue
para ser robado, y mis ovejas fueron
para ser presa de todas las fieras del
campo, sin pastor; ni mis pastores
100
buscaron mis ovejas, sino que los
pastores se apacentaron a sí mismos,
y no apacentaron mis ovejas; por
tanto, oh pastores, oíd palabra de
Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor:
He aquí, yo estoy contra los pas-
tores; y demandaré mis ovejas de
su mano, y les haré dejar de apa-
centar las ovejas; ni los pastores
se apacentarán más a sí mismos,
pues yo libraré mis ovejas de sus
bocas, y no les serán más por
comida.

Porque así ha dicho Jehová el Señor:


He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis
ovejas, y las reconoceré. Como recono-
ce su rebaño el pastor el día que está
en medio de sus ovejas esparcidas, así
reconoceré mis ovejas, y las libraré de
todos los lugares en que fueron
esparcidas el día del nublado y de la
oscuridad. Y yo las sacaré de los
pueblos, y las juntaré de las tierras;
las traeré a su propia tierra, y las
apacentaré en los montes de Israel,
por las riberas, y en todos los lugares
habitados del país. En buenos pastos
101
las apacentaré, y en los altos
montes de Israel estará su aprisco;
allí dormirán en buen redil, y en
pastos suculentos serán apacenta-
das sobre los montes de Israel. Yo
apacentaré mis ovejas, y yo les daré
aprisco, dice Jehová el Señor. Yo
buscaré la perdida, y haré volver al
redil la descarriada; vendaré la perni-
quebrada, y fortaleceré la débil; mas a
la engordada y a la fuerte destruiré;
las apacentaré con justicia.

Mas en cuanto a vosotras, ovejas


mías, así ha dicho Jehová el Señor: He
aquí yo juzgo entre oveja y oveja,
entre carneros y machos cabríos. ¿Os
es poco que comáis los buenos pastos,
sino que también holláis con vuestros
pies lo que de vuestros pastos queda; y
que bebiendo las aguas claras, entur-
biáis además con vuestros pies las que
quedan? Y mis ovejas comen lo holla-
do de vuestros pies, y beben lo que con
vuestros pies habéis enturbiado.

Por tanto, así les dice Jehová el Señor:


He aquí yo, yo juzgaré entre la oveja
102
engordada y la oveja flaca, por cuanto
empujasteis con el costado y con el
hombro, y acorneasteis con vuestros
cuernos a todas las débiles, hasta que
las echasteis y las dispersasteis. Yo
salvaré a mis ovejas, y nunca más se-
rán para rapiña; y juzgaré entre oveja
y oveja. Y levantaré sobre ellas a un
pastor, y él las apacentará; a mi siervo
David, él las apacentará, y él les será
por pastor. Yo Jehová les seré por
Dios, y mi siervo David príncipe en
medio de ellos. Yo Jehová he hablado.
Y estableceré con ellos pacto de paz, y
quitaré de la tierra las fieras; y
habitarán en el desierto con segu-
ridad, y dormirán en los bosques. Y
daré bendición a ellas y a los
alrededores de mi collado, y haré
descender la lluvia en su tiempo;
lluvias de bendición serán. Y el árbol
del campo dará su fruto, y la tierra
dará su fruto, y estarán sobre su
tierra con seguridad; y sabrán que yo
soy Jehová, cuando rompa las coyun-
das de su yugo, y los libre de mano de
los que se sirven de ellos. No serán
más por despojo de las naciones, ni las
103
fieras de la tierra las devorarán; sino
que habitarán con seguridad, y no
habrá quien las espante. Y levantaré
para ellos una planta de renombre, y
no serán ya más consumidos de
hambre en la tierra, ni ya más serán
avergonzados por las naciones. Y
sabrán que yo Jehová su Dios estoy
con ellos, y ellos son mi pueblo, la
casa de Israel, dice Jehová el Señor. Y
vosotras, ovejas mías, ovejas de mi
pasto, hombres sois, y yo vuestro
Dios, dice Jehová el Señor” (Ez. 34:1-
31)

II. EL PASTOR DEBE GUIAR AL


REBAÑO DEL SEÑOR (1 P. 5:3).

A. El pastor es un conductor, no un dictador.- El


pastor es un guiador del rebaño del Señor. Jesús
habló de ese deber cuando dijo:

“De cierto, de cierto os digo: El que


no entra por la puerta en el redil de
las ovejas, sino que sube por otra
parte, ése es ladrón y salteador. Mas el
que entra por la puerta, el pastor de

104
las ovejas es. A éste abre el portero, y
las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas
llama por nombre, y las saca. Y
cuando ha sacado fuera todas las
propias, va delante de ellas; y las
ovejas le siguen, porque conocen su
voz” (Jn. 10:1-4).
Noten que las ovejas deben obedecer a la voz del
pastor. El pastor debe conocer a las ovejas por sus
nombres. El pastor va delante (liderando), y las
ovejas le siguen. Sin embargo, esto no significa que
el pastor se enseñoreará de la iglesia y obligará a la
gente a seguirle por fuerza. La verdadera fuerza del
pastor como líder no debe estar en su tiranía, sino
en su ejemplo. Pedro dice: “No como teniendo
señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino
siendo ejemplo de la grey” (1 P. 5:3). El pastor debe
ser ejemplo de los creyentes en “palabra, conducta,
amor, espíritu, fe y pureza” (1 Ti. 4:12). El ejemplo
del pastor debe ser una influencia poderosa que
obligue moralmente a cada miembro de la iglesia a
seguirle.

B. El pastor es concientizador y no manipula-


dor.- Cuando un pastor no toma en serio sus
responsabilidades, restará importancia a sus viven-
cias y creencias. Pero el pastor responsable es
consciente de su manera de vivir, y posee una
105
profunda convicción de lo que cree. El pastor
honesto, predica lo que cree y practicará lo que
predica. De este modo es el ejemplo para la iglesia.
El estilo de vida que tiene un pastor revelará lo que
cree. Si él conocer bien el camino de la verdad, de la
justicia y de la santidad estará capacitado para
concientizar y guiar al pueblo de Dios. Si un pastor
no conoce la senda de la verdad, hará que la iglesia
vaya a la deriva. Es muy triste y lamentable ver
pastores que no conocen las doctrinas bíblicas. Estos
manipulan a la gente con palabrerías, para que les
sigan. Estos deberían tomar más en serio la santa
profesión y dedicarse a los estudios (1 Ti. 4:13), de
lo contario deberían dejar el púlpito y dedicarse a
cualquier otra actividad.

III. EL PASTOR DEBE PREDICAR


Y ENSEÑAR (1 Ti. 5:17).

A. Predicar la Palabra.- Cuando el apóstol Pablo


ya estaba cerca de su muerte, encomendó a Timoteo,
un joven pastor, que predicase la palabra.

“Te encarezco delante de Dios y del


Señor Jesucristo, que juzgará a los
vivos y a los muertos en su manifes-
tación y en su reino, que prediques la

106
palabra; que instes a tiempo y fuera de
tiempo; redarguye, reprende, exhorta
con toda paciencia y doctrina. Porque
vendrá tiempo cuando no sufrirán la
sana doctrina, sino que teniendo
comezón de oír, se amontonarán ma-
estros conforme a sus propias con-
cupiscencias, y apartarán de la verdad
el oído y se volverán a las fábulas.
Pero tú sé sobrio en todo, soporta las
aflicciones, haz obra de evangelista,
cumple tu ministerio”(2 Ti. 4:1-4)

La predicación de la Palabra de Dios debe ser


persistente, en tiempo y fuera de tiempo. Esto significa
que el pastor no sólo predicará dentro del horario
de trabajo pastoral, sino también cuando el pastor
ya esté fuera de su horario de trabajo programado.
Cuando el pastor predica debe: Redargüir, reprender,
exhortar con toda paciencia y doctrina. Esto es muy
importante, porque ahora hay muchos “pastores”
que predican, pero no predican la Palabra de Dios.
Ellos predican sus fantasías y fábulas. Quieren
hacer creer a la gente que la paja es el trigo. Por esta
causa, la fe de mucha gente, ya no está fundada en
la Palabra de Dios, sino en las experiencias
humanas. Creen más en el testimonio de hombres
que en el testimonio de Dios (cf. 1 Jn. 5:9)
107
B. Enseñar la Palabra.- Predicar la Palabra, y
enseñar la Palabra no es la misma cosa. La pre-
dicación es declarativa y la enseñanza argumen-
tativa. El pastor debe ser “apto para enseñar…” y
“… retenedor de la palabra fiel tal como ha sido
enseñada, para que también pueda exhortar con
sana enseñanza y convencer a los que contradicen.”
(1 Ti. 3:2; Ti. 1:9). El propósito de la predicación es
la proclamación del evangelio para que los incon-
versos se conviertan a Cristo por el poder del
Espíritu Santo. Jesús dijo: “Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y
fuera bautizado será salvo, más el que no creyere será
condenado” (Mr. 16:15). La enseñanza viene después
de la conversión de los pecadores y tiene el
propósito de edificar a los creyentes en la fe que ha
sido dada una vez a los santos. Por eso Jesús dijo:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén” (Mt. 28:19, 20). Esta doble tarea del pastor
fue mencionada por el apóstol Pablo en 1 Timoteo,
capítulo 5, versículo 17. “Los ancianos que gobiernan
bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente
los que trabajan en predicar y enseñar”. El pastor debe,
108
pues, dedicarse a la lectura, la exhortación y la
enseñanza. Un pastor que no estudia la Palabra de
Dios no podrá enseñar lo que Cristo y sus apóstoles
enseñaron (2 Ti. 2:2). ¡Qué bueno es enseñar las
doctrinas a hombres fieles que sean idóneos para
enseñar también a otros!

IV. ELPASTOR DEBE CORREGIR


(Tit. 1:5).

A. La importancia de la corrección.- La Biblia


habla mucho acerca de la corrección y disciplina.
Dios es Padre de corrección y disciplina (He. 12:5-8).
Parte del buen gobierno de una casa tiene que ver
con la corrección y disciplina. Hay una correlación
entre el gobierno de la casa del pastor y de la iglesia.
El pastor debe saber gobernar bien su casa. “Pues el
que no sabe gobernar bien su casa, ¿Cómo cuidará
la iglesia de Dios?” (1 Ti. 3:5). Muchos pastores
fracasan porque no tienen carácter para corregir a
los que andan desordenadamente en la iglesia.
Cuando surge un problema entre los miembros, se
tocan de nervios y no se atreven a confrontar a los
implicados. No importa qué clases de errores surjan
en la iglesia, el pastor está llamado a corregir. Pablo
dejó a Tito en Creta para que corrigiese lo deficiente
(Tit. 1:5). También Pablo hizo que se quedara en

109
Macedonia para que mandase a algunos que no
enseñen diferentes doctrinas (1 Ti. 1:3).

B. ¿Cómo debe corregir el pastor?

1. En primer lugar, el pastor debe corregir


con paciencia (2 Ti. 4:2).- Se debe recordar que
corregir es buscar el bien del que está errado. A
veces, la disciplina correctiva se torna en un medio
destructivo. Esto sucede cuando el pastor pierde la
paciencia. David, pedía en su oración, que Dios no
le castigara en su ira (Sal. 6:1). El pastor no debe
corregir con enojo. Los pastores deben ser miseri-
cordiosos cuando corrigen y deben tener mucha
paciencia para no enojarse cuando los confrontados
dicen o tienen actitudes incorrectas. La corrección
pastoral tiene por objetivo, no la exclusión, sino el
arrepentimiento del hermano.

2. En segundo lugar, el pastor debe corregir


con mansedumbre.- La Biblia dice que “el siervo del
Señor no debe ser contencioso (buscador de peleas), sino
amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que
con mansedumbre corrija a los que se oponen” (2 Ti.
2:24, 25). Por lo general, cuando los transgresores
de la voluntad del Señor son confrontados, se
convierten en bravucones, como medio de auto-
defensa. El pastor con mansedumbre debe lograr
110
que el hermano errado deje esa actitud para hablar
de su problema con propiedad y sinceridad.

3. En tercer lugar, el pastor debe corregir con


doctrina (2 Ti. 4:2).- La corrección tiene que basarse
en las enseñanzas de la Biblia. Esta es una de las
razones porque Dios nos ha dado su Palabra. “Toda
la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a
fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra” (2 Ti. 3:16). Si un
pastor corrige simplemente con sabiduría humana,
estará enseñando como doctrina mandamientos de
hombres. Además, la gente se dará cuenta que el
pastor, está hablando como hombre y no de parte de
Dios. Pablo dijo a Tito: “Pero tú habla lo que está de
acuerdo con la sana doctrina…” Y deben hacerlo para
exhortar a los creyentes a fin de que éstos, “en todo
adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador” (Ti. 2:1,
10).

Por esta causa, el pastor debe tener “cuidado de


sí mismo y de la doctrina, persistiendo en ello, pues
haciendo esto, se salvará a sí mismo y a los que le
oyeren” (1 Ti. 4:16). El apóstol Pablo cuando
corregía los errores de los hermanos en las iglesias,
apelaba a la Palabra de Dios y a su propio ejemplo.

111
“Porque os acordáis, hermanos, de
nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando
de noche y de día, para no ser gravosos a
ninguno de vosotros, os predicamos el
evangelio de Dios. Vosotros sois testigos,
y Dios también, de cuán santa, justa e
irreprensiblemente nos comportamos con
vosotros los creyentes; así como también
sabéis de qué modo, como el padre a sus
hijos, exhortábamos y consolábamos a
cada uno de vosotros, y os encargábamos
que anduvieseis como es digno de Dios,
que os llamó a su reino y gloria. Por lo
cual también nosotros sin cesar damos
gracias a Dios, de que cuando recibisteis
la palabra de Dios que oísteis de
nosotros, la recibisteis no como palabra
de hombres, sino según es en verdad, la
palabra de Dios, la cual actúa en voso-
tros los creyente” (1 Ts. 2:9-13; 2 Ti.
3:16).

V. EL PASTOR DEBE EVANGELIZAR


(2 Ti. 4.5).

A. El pastor como evangelista.- Algunos pue-


den pensar que sólo los evangelistas tienen que

112
cumplir con la tarea de evangelizar. En realidad,
según la gran comisión, la tarea de evangelizar
incluye a toda la iglesia. Esto significa que cada
creyente y cada ministro deben tener una función
evangelizadora. Esto se hace manifiesto cuando
Pablo dice a Timoteo: “Pero tú sé sobrio en todo,
soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple
tu ministerio”. El pastor debe ser un ganador de
almas.

B. El pastor llevando a cabo su tarea evange-


lizadora.- El pastor hace obra evangelizadora
cuando predica el evangelio a los inconversos que
visitan la iglesia. En el ministerio pastoral, los
sermones del pastor siempre debe presentar a Cristo
crucificado. Aun cuando el sermón tenga propósito
de edificación, debe incluir la necesidad de
salvación como punto de partida para el crecimiento
espiritual.

El pastor también cumple su ministerio evange-


lístico, cuando vista hogares de inconversos. La
visitación puede ser de casa en casa o también de
casa por casa. La evangelización en las iglesias
primitivas era de casa en casa. Porque, en el tiempo
apostólico no pudieron visitar casa por casa, a causa
de los enemigos de la cruz de Cristo. La visitación
de enfermos en los hospitales y presos en la cárcel
113
son oportunidades para la tarea evangelizadora del
pastor. También se puede hacer obra evangelística
mientras viajamos en un taxi u ómnibus. En fin, el
pastor tomará cada oportunidad para cumplir con el
mandato de predicar el evangelio a toda criatura.

La tarea evangelizadora del pastor no consiste


solamente en presentar el evangelio de Cristo
personalmente, sino también urgir a los miembros
de la iglesia para que se involucren en la evange-
lización. El pastor debe exhortar a cada miembro de
la iglesia a no avergonzarse del evangelio. Cada
miembro de la iglesia tiene la oportunidad de hacer
la obra evangelisadora con su familia, sus amigos,
compañeros de trabajo, sus vecinos, etc. Del pastor
dependerá mucho que la iglesia sea una iglesia
evangelizadora. Es su deber enseñar las diferentes
estrategias para la evangelización.

III. EL PASTOR DEB E VISITAR (Hch. 15:36)

El buen pastor, conoce a sus ovejas, y las ovejas le


conocen a él (Jn. 10:14). La única manera de conocer
el estado real de las ovejas es a través un permanen-
te contacto con ellas (Pr. 27:23).

114
A. El pastor debe visitar a los miembros de la
iglesia, a los enfermos, viudas, huérfanos y a los
incrédulos (Stg. 1:27).

B. Método: Visite de dos en dos. Prudencia:


Nunca entre en una casa si una mujer está sola. Su
visita sea breve. No abuses de la vista a una persona
porque te puede llegar a aborrecer (Pr.25:17).

CAPÍTULO VII

EL PASTOR Y LA OBRA
MISIONES
Cuando Cristo ascendió a los cielos, le dio a la
iglesia la Gran Comisión de ir y hacer discípulos a
todas las naciones (Mt. 28:19, 20). Por tanto la tarea
misionera es una responsabilidad de la iglesia. Cada
iglesia debe ser una iglesia misionera. Ella debe
anunciar el evangelio en su ciudad, en su país, y
hasta lo último de la tierra. La única manera de
lograr cumplir con esa comisión es a través de sus
miembros (Hch. 8:1, 4).

115
I. EL PROGRAMA MISIONERO DE LA IGLE-
SIA EN SU LOCALIDAD.

A. Cada iglesia es un cuerpo local (1 Co. 12:27).-


Cada iglesia debe ser una iglesia misionera. debe
anunciar el evangelio en su área y aún más allá. Los
tesalonicenses anunciaron el evangelio por toda
macedonia (1 Ts. 1:8-10).

B. La iglesia plantando nuevas iglesias.- Algu-


nos, al inicio de una nueva obra, le llaman “plan-
tar una nueva iglesia”. Pero el plantar una iglesia
tiene un proceso. Requiere, primero, la conversión
de la gente. En segundo lugar, la gente que cree
debe ser bautizada por la autoridad de una iglesia
ya establecida. Luego, éstos deben ser edificados o
confirmados en la fe hasta que lleguen a cierta
madurez espiritual. Sólo cuando hayan cumplido
todo ese proceso, estarán listos para ser organizados
como una nueva iglesia. Sólo entonces, se podrá
decir que una nueva iglesia ha sido plantada o
establecida.

Por eso, a la predicación permanente del evange-


lio en un determinado lugar, es preferible llamarlo:
Misión. Una misión no es sino un proyecto
misionero que tiene la finalidad de plantar una

116
nueva iglesia. No se puede llamar iglesia, en el
contexto del Nuevo Testamento, a un grupo de
creyentes que no están organizados por autoridad
de una iglesia verdadera ya establecida. Los creyen-
tes en Samaria no fueron una iglesia hasta que Juan
y Pedro llegaron para organizarla (Hch. 8:5-17). A
los creyentes en Antioquía no se les llamó iglesia,
hasta que Bernabé fue con la autoridad de la iglesia
de Jerusalén para organizarla (Hch. 11:20-26).

C. Empezando una misión con miembros de la


iglesia.- A veces, es mucho más fácil plantar una
iglesia con los miembros de la iglesia que viven en
un lugar distante. Naturalmente, esto disminuirá la
asistencia de la iglesia, pero será provechoso para la
iglesia en su comisión de plantar nuevas iglesias.
Hay pastores que no quieren que los miembros de la
iglesia se organicen como nuevas iglesias. Ellos
prefieren tener un montón de las llamadas “células”
y luego jactarse que tienen una mega iglesia. El
pastor de una iglesia debe procurar que su iglesia
plante muchas más iglesias en su área.

II. PROGRAMA MISIONERO DE LA IGLESIA


MÁS ALLÁ DE SU CUMUNIDAD.

117
A. Los misioneros o evangelistas.- Cuando
Cristo dio dones a los miembros de su iglesia les
dio también a algunos el don de evangelista. Estos
son los predicadores que deben ser enviados por
autoridad de la iglesia para cumplir la labor misio-
nera de la iglesia. Pablo dice: ¿“Cómo predicarán si
no fueren enviados”? (Ro. 10:15).

B. Enviar misioneros cuesta dinero.- Alguno en


la iglesia están de acuerdo en enviar misioneros,
pero no quieren darle el sustento que necesitan.
“¿Quién fue jamás soldado a sus propias
expensas”? (1 Co. 9:7). Hay quienes dicen que el
predicador debe vivir por fe, porque cuando Cristo
envió a predicar dijo que no llevaran nada. Dos
cosas deben saber los miembros de una iglesia.
Primero, cuando Cristo envió a los apóstoles y a los
setenta, para predicar el evangelio, les dijo que no
llevaran nada, porque él sabía que el pueblo
escogido por Dios (Israel) debía proveer para ellos
(Mt. 10:9-11; Lc. 10:4-7). Segundo, el predicador del
evangelio vive por fe. Ellos tienen fe que el pueblo
proveerá para ellos conforme al designio de Dios (1
Co. 9:9-14). Pablo quiso predicar el evangelio
gratuitamente a los corintios, pero después se dio
cuenta que había agraviado a la iglesia por no
recibir salario de ellos (1 Co. 9:18; 2 Co. 11: 7, 8;
12:13). El salario de los ministros son pagados con
118
el dinero que es de Dios. Los diezmos y ofrendas no
es dinero de la iglesia, es dinero de Dios. Cualquier
miembro del pueblo de Dios que se queda con los
diezmos y ofrendas, está robando a Dios (Mal. 3:8).
Estos diezmos y ofrendas están designados, por
Dios, para la remuneración de sus ministros que
trabajan en su obra (Nm. 18:21, 31, 32). Creo que
mantener guardado dinero en el Banco, mientras
los obreros del Señor sufren hambre, es un pecado
de la iglesia. No es bíblico usar el dinero en esa
forma. Dios ha dado los diezmos y ofrendas a sus
ministros por su ministerio. Es su derecho (1 Co.
9:4, 18).

III. EL PASTOR, PROMOTOR DE MISIONES.

A. El pastor debe tener espíritu misionero.- El


pastor como ministro de Dios debe ser el primero
en mostrarse interesado en la obra misionera. Es
muy triste ver pastores con un espíritu egoístas que
piensan que todos los diezmos y ofrendas deben ser
usados para satisfacer sus necesidades y las de su
propia congregación. La iglesia se convierte para
ellos en negocio que le da buenos réditos que no
tienen que compartirlo con otros ministros. Recor-
demos que los diezmos no sólo era para el sumo
sacerdote, sino para todos los que el Señor había

119
llamado a trabajar a tiempo completo en su obra.
Además, si los diezmos es dinero de Dios, ni la
iglesia ni el pastor deben ser mezquino con dinero
ajeno. La generosidad aumentará las riquezas, la
mezquindad traerá pobreza (Pr. 11:24, 25).

B. El pastor debe enseñar a la iglesia que los


diezmos y ofrendas no son para construir edificios.-
Si estudia cuidadosamente, en la Biblia, se dará
cuenta que los diezmos y las ofrendas que Dios
demandó del pueblo, no fueron para construir edi-
ficios o casas. Para la construcción del tabernáculo
y del templo se recogieron ofrendas voluntarias
(Ex. 35:4-9, 20-29; 36:3-7; 2 Cr. 29:1-16). Los
diezmos y ofrendas deben ser usados para pagar la
remuneración de los que se han consagrado a Dios
para trabajan en la iglesia a tiempo completo.
Pueden ser pastores, misioneros, diáconos, etc.

C. El pastor debe enseñar a la iglesia a cooperar


en el programa misionero de otras iglesias de la
misma fe.- La cooperación financiera de la obra
misionera es bíblica (Com. 2 Co. 11:8; Fil. 4:15, 16).
A veces, pecamos de egoístas cuando queremos
ayudar sólo a los misioneros que han salido de
nuestra iglesia. Esa actitud es imitada por otras
iglesias. Ccomo consecuencia de esa mezquindad,
los que están en la obra misionera reciben muy
120
poco dinero, porque una sola iglesia no puede dar
mucho a sus obreros. Pero, si todas las iglesias
pudieran cooperar con un poquito, ellos recibirían
más. Por ejemplo, si diez iglesias designaran, cada
uno, S/. 100. 00 mensuales para cooperación misio-
nera. Luego lo repartieran entre cinco misioneros.
A cada uno le tocaría S/ 20.00 de cada iglesia.
Multiplicada por 10, sería, S/. 200.00 mensuales
para cada uno de los cinco. Ese monto sumado a lo
que su propia iglesia le da, sería muy significativo,
especialmente para algunos que reciben sólo 50
nuevos soles mensuales. Personalmente, creo que
cada misionero que es enviado por una iglesia,
debería recibir, mensualmente, por lo menos un
salario mínimo que la ley demanda para todo
trabajador.

No hay justificación que los ministros de Dios


pasen necesidad económica por causa de la
mezquindad de las iglesias. Si los miembros tienen
para comer, entonces debe haber comida para el
ministro. No es posible que un miembro de una
iglesia de S/. 5.00 mensuales de diezmo. ¿Cincuenta
soles es lo que esa persona gana al mes? ¿Con
cincuenta soles vive al mes? No. El real problema
es que la mayoría de los miembros de una iglesia
no dan el diezmo (la décima parte de lo que ganan),
se quedan con dinero que pertenece a Dios. Que-
121
darnos con dinero ajeno (que pertenece a Dios) nos
convierte en ladrones. Robadores de Dios.

CAPÍTULO VIII

EL PASTOR Y LA MÚSICA
EN EL CULTO
INTRUDUCCIÓN

“Cantad a Jehová, vosotros sus santos y celebrad la


memoria de su santidad” (Sal. 30:4).

La música tiene un lugar importante en la


adoración a Dios. La Biblia enseña que Dios ordenó
el ministerio de la música en el Culto (2 Cr. 29:25-
28; 1 Cr. 25:1; Sal. 81:1-4). Como se puede ver en
estos textos bíblicos, el uso de instrumentos fue
permitido por Dios en la adoración. En el templo,
122
habían 4,000 personas dedicadas al ministerio
musical (1 Cr. 23:5b). En el ministerio musical par-
ticipaban cantores y cantoras (Esd. 2:65; 2 Cr. 35:25).

Otros ejemplos de la práctica de la música en los


tiempos bíblicos son: Moisés y el pueblo de Israel
(Ex. 15:1). Cristo y sus apóstoles (Mt. 26:30; He. 2:12;
Sal. 108:1-3; Ro. 15:9-12). Los cristianos primitivos
(Hch. 16:25). Las recomendaciones de Pablo a las
iglesias (1 Co. 14:5; Col. 3:16).
La música puede afectar, a los oyentes, positiva-
mente o negativamente. La música juega un papel
muy importante sobre nuestras emociones. Un
ejemplo de esto lo comprobamos cuando escucha-
mos la radio. Sin darnos cuenta, nuestra memoria
registra lo que escuchamos, luego empezamos a
tararear lo que quedó grabado en nuestra memoria.

Algunos dicen que en el Nuevo Testamento no


hay mandatos para alabar a Dios con instrumentos.
En el Nuevo Testamento, tampoco hay un mandato
expreso sobre los diezmos. Pero eso no significa que
no hay que diezmar. Algunos dicen que el diezmo
es de la ley. Pero, sabemos que el diezmo fue
practicado antes de la ley, en la ley y después de la
ley. La razón para esto es que, el modo de financiar
las demandas del Culto, han sido lo mismo desde el
principio hasta ahora. No había, pues, necesidad de
123
mandato específico sobre el diezmo o sobre el uso
de instrumentos en el Culto, porque los judíos
convertidos a Dios, seguían el modelo de alabanzas
del Antiguo Testamento (Col. 3:16). El apóstol hace
alusión a los instrumentos conocidos por los
cristianos en 1 Corintos 14:7,8). Además, las
alabanzas a Dios, en el trono celestial serán con
instrumento (Ap. 5:8,-10). Si Dios ordenó el uso de
instrumento en la adoración en el Templo, ¿Por qué
habría él de prohibirlo en la iglesia? Sin embargo,
es necesario aclarar, también, que el instrumento no
es una necesidad ineludible en el Culto. Si no hay
instrumento, el pueblo de Dios cantará “a capella”.

Otros alegan que si la música debe ser como la


que tenían en la adoración del templo, entonces se
debería usar también las danzas para adorar a Dios.
No hay ningún versículo de la Biblia que dice que
los Israelitas debían alabar a Dios con danzas en el
Templo. David danzó delante de Jehová, pero lo
hizo fuera del Templo, en el camino y en las calles
de Jerusalén (2 S. 6:14-16, 20-22). Hay que recordar
que Israel fue una nación, esa nación como las otras,
tenía su propia cultura. La danza era una costum-
bre en la nación de Israel. La gente acostumbraba a
danzar (Lam. 5:15). Jesús hizo alusión a esa costum-
bre en la parábola del hijo pródigo (Lc. 15:25).

124
No todas las danzas fueron aprobadas por Dios.
Por ejemplo cuando los israelitas danzaron delante
del becerro de oro que hizo Aarón (Ex. 32:19), no fue
una danza que le agradó a Dios, porque estaba
dedicado a un ídolo. Y lo que se sacrifica a un ídolo
está dedicado a los demonios (1 Co. 10:19-21). Ade-
más, las danzas puede resultar altamente eróticas
como en el caso de la hija de Herodías que danzó
para el rey Herodes, y éste estuvo listo a darle hasta
la mitad de su reino (Mr. 6:21-23). Los bailes y las
danzas, por lo general, no producen un efecto
espiritual, sino carnal y lascivo. Por tanto es mejor
no bailar o danzar, en ninguna ocasión, para no ser
tropiezo a otros (1 Co. 10:32).

¿Danzas en la iglesia? ¿Bajo qué base o criterio se


quiere introducir la danza en el Culto de la Iglesia?
La iglesia no es una nación como Israel. La iglesia
es un cuerpo loca de creyentes bautizados por la
autoridad de Jesús delegada a la iglesia. No hay
ninguna razón valedera para introducir en ella una
costumbre que practicaba el pueblo de Israel en sus
ciudades y en sus familias, pero no en el templo. Si
hubiera un solo versículo, en que Dios haya orde-
nado o permitido la danza en el Templo, podría ser
tomado como referencia para el culto en la iglesia.
Pero, no hay ni un solo mandamiento ni decreto que
ordena a Israel danzar en el Tabernáculo o en el
125
Templo. Las mujeres jamás hubieran podido danzar
en el Culto del Templo, puesto que la entrada de la
mujer estaba restringida hasta el penúltimo lugar
en los atrios del Templo (el atrio de las mujeres) y
allí, ni podían hablar. Fuera del Templo, usted pue-
de expresar su gozo y alabanza a Dios de muchas
maneras. Pero, en el templo, debemos conducirnos
según las reglas establecidas por Dios.

La música sagrada produce un estado espiritual


de bienestar y libera a las personas de la influencia
de los malos espíritus (1 S. 16:14, 23). Uno de los
propósitos de la música, en la iglesia, es preparar
los corazones de la gente para recibir el mensaje
bíblico. La música es, entonces, un medio y no un
fin. Cuando la música es inapropiada (ya sea
porque no se ajusta al tema de la predicación o por
prolongarse demasiado tiempo) se constituye en un
estorbo para la predicación. El programa musical
de una iglesia no debe exceder de treinta minutos y
siempre debe estar en armonía con el contexto del
sermón.

Si en el programa musical, de un evento especial,


hay muchos hermanos que quieren participar
cantando, se deben cantar himnos cortos. También
se pueden omitir cantar una o dos estrofas de un
himno. A veces, se puede intercalar los especiales
126
con los himnos, es decir, se puede cantar una estrofa
de un himno, y luego dar lugar a una música
especial. En seguida se catará la segunda estrofa de
un himno, y luego otro especial, así sucesivamente.
Lo importante es recordar que el programa musical
no debe excederse a 30 minutos. Si hubiera algún
inconveniente, en el tiempo designado para la
música, esta no debe excederse de los 30 minutos. Si
es necesario, se cantará un solo himno y luego se
debe dar lugar a la predicación. La idea de que las
canciones pueden suplir a la predicación, es un
argumento débil, porque aunque uno puede
enseñar y exhortar a través de las canciones (Col.
3:16), nada puede suplir a la predicación de la
Palabra. Pablo urge a Timoteo diciendo: “Te Enca-
rezco delante de Dios y del Señor Jesucristo… que
prediques la Palabra que instes a tiempo y fuera de
tiempo, redarguye, reprenda, exhorta con toda
paciencia y doctrina” (2 Ti. 4:1, 2). Para hacer esto,
hay que usar las Escrituras (2 Ti. 3:16, 17).

I. LA MÚSCIA COMO LENGUAJE UNIVERSAL

La música es un lenguaje universal, porque aun


cuando no se entiende las palabras, se entiende y
aprecia la música, así la música se convierte en un
medio de comunicación.

127
El Poder persuasivo de la música.- La música
tiene un poder muy grande de persuasión. Este
hecho es lo que hace que se gaste mucho dinero en
la música que se usa en propagandas. Los que se
dedican a los negocios, usan la música por radio y
televisión para vender sus productos, porque saben
que la música tiene un poder tremendo de persua-
sión.

La música mundana.- Se denomina música mun-


mundana, a la música que excita a la carne y alimen-
ta la sensualidad. El diablo sabe que la música es
una parte muy importante en la vida del hombre,
por eso usa también la música para atraer a la gente.
La música mundana es usada por Satanás para
incitar la concupiscencia que hay en el ser humano
(Stg. 1:13, 14), y arrastrar a los hombres a todas las
tentaciones posibles.

Música Sacra.- Se denomina música sacra o


sagrada, a la música que se ofrece a una divinidad
en las distintas religiones. Por tanto, no toda música
sacra es buena. La música sagrada de las falsas
religiones ofrecidas a los falsos dioses, no puede ser
considerada buena música en el sentido bíblico. La
verdadera música sagrada es la que se dedica al
único Dios vivo y verdadero. El Dios que hizo los
cielos y la tierra, merece la alabanza de todo lo
128
creado (Sal. 150). La música sagrada de los cris-
tianos son, los salmos, los himnos y cánticos espiri-
tuales (Col. 3:16; Ef. 5:19). Toda la música cristiana
debe basarse en la Palabra de Dios, porque su finali-
dad es alabar a Dios por sus obras. Adema, es un
medio que los cristianos usamos para enseñarnos y
exhortarnos unos a otros en toda sabiduría. Los
cristianos no deben mezclar lo profano con lo
sagrado para ofrecer a Dios. Algunos creen que una
canción mundana (si se le cambia la letra) se puede
dedicar a Dios, porque él ha limpiado lo inmundo,
para santificarlo para él. Si eso es verdad, la canción
mundana tendrá que dejar de ser del mundo. Como
los cristianos, viven en este mundo, pero ya no son
del mundo, porque Dios los sacó del mundo y los
dio a su Hijo Jesucristo (Jn. 17:11, 16). Pero si una
melodía musical es cantada a la vez por el mundo y
por los creyentes, ¿dónde está la santificación de lo
inmundo? Muchas veces, nos dejamos llevar simple-
mente por nuestras emociones. Por eso debemos
cantar, no sólo con el espíritu, sino también con el
entendimiento (1 Co. 14:15).

II. EL PASTOR ES RESPONSABLE DEL


PROGRAMA MUSICAL.

129
El pastor debe supervisar cada fase del programa
de la iglesia. Aunque el Director de la música es
libre para llevar a cabo su programa, todo debe ser
hecho con la aprobación del pastor. El Director de
la música está bajo la supervisión del pastor.

No ponga a cualquiera a dirigir la música.- Es


necesario buscar a una persona calificada para la
dirección musical. El Director de la música debe
tener mucho cuidado en cómo planificar un buen
programa musical. Además el Director de la música
debe ser una persona jovial y bien presentable..

El programa musical del Culto debe ser flexible.


Debe adecuarse a la necesidad y conveniencia de
cada iglesia. Un programa que es bueno en una
iglesia, no necesariamente significa que lo será en
otra. Lo importante es que la música sea sacra y
alturada, como es digno del Señor, Dios nuestro.

III. IMPORTANCIA DE PRELUDIO.

El preludio debe producir un espíritu de paz en


el corazón de la gente. Debe ser bien planificado. En
los servicios evangelísticos, el preludio debe estar
constituido por himnos evangelísticos.

130
El preludio debe empezar por lo menos 10
minutos antes de empezar con la música congre-
gacional.

El preludio debe incluir canciones adecuadas y


conocidas por la congregación. Será música sacra
suave, igual que para el ofertorio.

IV. LA MÚSICA CONGRAGACIONAL.

A. Empiece siempre en tiempo.- El inicio de la


música congregacional no debe depender del nú-
mero de asistentes. Se debe empezar en tiempo, con
los que llegan a tiempo.

B. Con cierta frecuencia, es bueno empezar el


servicio con el Coro de la Iglesia. Eso demostrará
que el programa musical ha sido bien planeado.

C. Los himnos se escogerán de acuerdo a las


circunstancias, y a la naturaleza del servicio. En los
Cultos evangelísticos, se cantarán himnos tales
como: Divina Gracia, Oh, qué Amigos nos es Cristo,
Su amor me levantó, Hay un precioso Manantial,
etc. Los himnos antiguos son los mejores para el

131
cántico congregacional. Pero no use muy a menudo
el mismo himno, mucho menos, para la mañana y
para la noche.

D. El Director debe coordinar con el pastor en la


selección de los cánticos espirituales y los himnos.
A veces, lo hará el mismo pastor. En el himnario,
hay himnos que no son apropiados para el cántico
congregacional. El pastor puede sugerir al Director
de la música, qué cantos se usarán en un deter-
minado Culto.

E. La introducción de los cánticos e himnos


deben ser cuidadosamente planificada. El Director
de la música debe dar al organista o pianista una
lista de los himnos que se van a cantar, con sus
respectivos números. De esta manera el pianista
podrá practicar la introducción. La introducción de
los himnos debe ser siempre corta.

M. El Director de la música debe anunciar el


título del Himno y su número, dos veces, en voz
audible. Nunca se debe decir: “Ahora vamos a
cantar el número 170”. No se canta el número, sino
el himno. Lo correcto es decir: “Ahora vamos a
cantar el himno número 170”, luego puede decir
también el título del himno.

132
N. El Director de música debe mostrar vitalidad
y entusiasmo en la conducción musical. Su
entusiasmo debe ser motivador para que la gente
cante con fervor.

G. El Director de la música no debe predicar


antes de cada himno que se va a cantar. Debe dejar
la predicación al pastor. Por tanto, el Director de la
música, no debe dar cortos discursos, ni exhortar a
la congregación, a menos que haya laxitud en la
congregación para participar en el canto congrega-
cional. En tal caso, su exhortación tendrá que ver
exclusivamente con el canto.

H. El pianista u organista debe tener un himno


evangélico familiar o conocido por la congregación,
para el ofertorio. De esta manera, la gente será
bendecida por el mensaje del himno.

I. El coro de la iglesia debe ser un ejemplo para


la congregación. Debe mostrar un espíritu de
reverencia y santidad en la adoración.

V. LA MÚSICA ESPECIAL.

133
A. Los diferentes grupos musicales, tales como,
Dúos, Tríos, Cuartetos, deben estar bien preparados.
Debemos ofrecer a Dios lo mejor.

B. Cada grupo debe estar conformado de


personas aprobadas por el pastor antes que salgan a
cantar. A veces, alguien que integra un grupo
musical puede estar andando en algún pecado. Si
ellos cantan en esa condición, va a generar críticas, y
eso no será de bendición para la iglesia. Los grupos
deberán de practicar durante la semana para
participar en los Cultos.

C. Cada grupo musical debe ser presentado con


uno brevísimo comentario, antes de mencionar su
nombre. Por ejemplo. “A continuación voy a presen-
tar a un grupo musical que con sus cantos ha
bendecido a muchos. Estoy seguro que todos serán
bendecidos con el himno que van a cantar. Con
ustedes. El Cuarteto, ‘Los Elegidos del Rey’, con el
himno, …”

Debe haber reglas específicas sobre el vestir para


los participantes en el programa musical. El Director
de música debe usar siempre corbata. Su pantalón y
camisa deben estar bien planchados y sus zapatos
bien lustrados.

134
Sería bueno si hay clases para pianistas y direc-
tores de música. Si no hay una persona calificada en
la iglesia que pueda enseñarles, la iglesia debería
enviarlo a una Escuela de Música. El inconveniente
con esto es que algunos, después de estudiar música
con dinero de la iglesia, se retiran; a veces el mal es
mucho peor, se van a tocar en grupos mundanos.
Por eso las iglesias no están muy dispuestas a enviar
a alguien para estudiar música. ¡Ay de los que se
aprovechan de las iglesias, para servir después al
diablo!

VI. LA MÚSICA DE INVITACIÓN.

A. El himno de invitación debe ser seleccionado


cuidadosamente. Un himno de invitación inapro-
piado o seleccionado al azar, echará a perder por
completo el mensaje dado por pastor. Todo el
esfuerzo desplegado por el pastor durante la
predicación, para llevar la mente de la gente al
punto de hacer su decisión, será echado a perder
por una mala selección del himno de invitación.

B. Si el coro de la iglesia va a cantar el himno de


invitación, él número del himno no debe decirse en
secreto, durante la predicación. Todo deberá ser
planificado de antemano.

135
C. Es mejor empezar y terminar cada invitación
con el mismo himno de invitación. No se puede
cambiar de himno mientras se hace la invitación.
Un buen himno para la invitación es: “Tal Como
soy”.

D. Solamente el pastor puede cambiar el himno


de invitación, si él cree conveniente hacer ese
cambio. Cuando el pastor decide cambiar el himno
de invitación, él dirá al coro o a la congregación, el
himno que se va a cantar. Por ejemplo: “Ahora voy
a pedir al coro de la iglesia que cante el himno, “Yo
me Rindo a Ti” que en nuestros himnarios es el
número …” (Por supuesto el coro debe conocer bien
el himno).

E. Después de la oración que da término al


Culto, el pianista debe tocar un gozoso postludio.
No trate de votar a la gente, es decir, no insinué que
ya usted tiene que irse y debe cerrar las puertas.
Muchos hermanos aguardan el final del Culto para
poder conversar con otros hermanos. Espere pa-
cientemente hasta que los hermanos se hayan
saludado unos a otros y hayan terminado su
conversación. Esto podría parecer tedioso, pero a la
larga es saludable para la iglesia. Porque incrementa
la camaradería entre los hermanos.
136
CAPÍTULO IX

EL ORDEN DE LOS CULTOS

EL CULTO DE ADORACIÓN

Planificar cada culto es de suma importancia.


Cuando hay planificación hay orden en el Culto. La
falta de planificación da lugar a la improvisación, la
improvisación, en la mayoría de los casos, resulta en
frustración del culto. La improvisación desanima a
la gente a volver a los Cultos.

En todo culto de la iglesia debe haber reverencia


y orden. Cuando Jesús estaba en el templo, no
dejaba que nadie cruzara por el ambiente del templo
llevando cosas (Mr. 11:16, 17; 1 Co. 14:40).
137
I. ¿QUÉ ES LA ADORACIÓN?

Adoración es una experiencia interna en el


creyente, como una respuesta de amor y de fe
personal, por la salvación recibida de Dios en Cristo,
y por todos los beneficios que resultan de esa
salvación. Por lo general, nosotros entendemos que
adoración es la expresión del creyente en diferentes
formas o maneras, mediante la cual manifiesta su
arrepentimiento, amor, gratitud, esperanza, temo-
res, fe y la admiración de las excelencias de Dios,
etc. No todas las personas adorarán a Dios de la
misma forma ni por el mismo motivo. Por eso es
necesario preparar el Culto de adoración, de tal
manera que éste sea una motivación, para que la
gente pueda adorar a Dios de una determinada
manera y por un determinado motivo.

II ¿QUÉ SIGNIFICA PREPARAR A LA


GENTE PARA LA ADORACIÓN?

Preparar a la gente para la adoración significa:

A. Motivarles a dejar afuera sus preocupaciones


y afanes de esta vida. Preparar sus mentes y corazo-
nes para ser recipientes de las bendiciones de Dios.

138
En el acto de adoración, deben llegar a ser incentiva-
dos a presentar sus cuerpos como un sacrificio vivo,
y sus almas, como una ofrenda de devoción para
obedecer los mandatos de Dios.

B. Motivar a la gente para satisfacer su nece-


sidad de compañerismo con Dios y también con los
miembros del cuerpo de Cristo. La adoración no se
limita a un determinado lugar (Jn. 4:21, 23, 24).
Cualquiera que sea el lugar donde se adora, los
adoradores deben experimentar la compañía de
Dios, es decir, deben sentir la presencia de Dios.
Aunque la gente puede adorar a Dios en cualquier
lugar, la adoración en la iglesia añade una bendición
especial al adorador. Comparte con otros las expe-
riencias de la adoración, cosa que no puede hacer
cuando está a sola con Dios.

C. Motivar a la gente para enfrentar y confesar


sus pecados. El salmista decía: “Una cosa he
demandado a Jehová, esta buscaré; que esté yo en la
casa de Jehová todos los días de mi vida, para
contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir
en su templo” (Sal. 27:4). Cuando la gente ve, en la
iglesia, la hermosura de la santidad de Dios, encaran
sus pecados, se arrepienten y confiesan sus pecados
pidiendo perdón a Dios. Se dan cuenta que, si Dios

139
es santo, ellos deben ser santos también conforme el
mandato de Dios (1 P. 1:15, 16).

D. Motivar a la gente para servir mejor a Dios.-


La gente debe llegar a la iglesia deseosa de adorar y
deben salir decididos a servir. La verdadera ado-
ración fortalece nuestra fe, aumenta nuestra espe-
ranza, profundiza nuestro amor, purifica nuestro
corazón para salir decididos a hacer la voluntad del
Señor.

IV. LOS ELEMENTOS DE LA


ADORACION.

A. La música.- Una forma en que los creyentes


expresan su adoración, es por medio del canto. Por
eso el programa musical debe ser preparado con
mucha oración y en vista a las necesidades de la
concurrencia. A través del canto, la gente expresa a
Dios, sus sentimientos de pesar, alegría o gratitud.
Cada pieza musical, ya sea instrumental o cantada
debe elevar el corazón de la gente al trono de la
gracia de Dios. De esta manera la concurrencia
estará preparada para recibir el mensaje de gracia.

Las diferentes formas de expresión musical en la


iglesia son:

140
1. La música instrumental.- Piano y órgano
son los más apropiados. Puede ser también que
haya una orquesta. En cualquier caso, la música de
la iglesia debe ser sacra, es decir, música sagrada
dedicada sólo al Dios de la Biblia. Debe estimular
el espíritu, preparándolo para la adoración. No
debe excitar la carne para un rato de placer de los
sentidos. La música instrumental se ejecuta:

a. En el preludio.- Música que se toca antes


del inicio del Culto, para llamar a la gente a la ado-
ración y crear un ambiente de reverencia.

b. El ofertorio.- Música que se toca mien-


tras la congregación da sus ofrendas y también
cuando la gente expresa su propósito de rendirse a
Dios y consagrarse a su causa.

c. El postludio.- Música que se ejecuta al


final del servicio, con la finalidad de que la gente
salga de la iglesia con un estado de ánimo impreg-
nado de adoración.

2. Música coral.- En la adoración del antiguo


santuario de los judíos, habían cantores y cantaras,
los cuales constituían un coro. Ahora, el propósito
del canto coral en el culto de la iglesia es motivar a
141
la gente para la alabanza congregacional a Dios.
Además, el canto del coro puede servir de guía,
cuando se cantan con la congregación. Cuando solo
el coro canta, es para enriquecer el servicio de
adoración, elevando el espíritu de los oyentes a una
actitud de reverencia y admiración de Dios.

3. El canto congregacional.- Los himnos para


el canto congregacional deben ser cuidadosamente
seleccionados, teniendo en cuenta las necesidades
de la congregación y el tema del mensaje del pastor.
En el canto congregacional se debe tener en cuenta
lo siguiente:

a. No hay que degenerar la música con-


gregacional convirtiéndola en un show con un
espíritu de música mundana.

b. El himno de apertura debe ser un


himno que invita a la alabanza y adoración.

c. El himno que se canta antes del ser-


món debe estar relacionado con el tema del sermón.

d. El himno que se canta después del


sermón debe ser uno que estimula a la toma de
decisiones. Debe estar en armonía con el mensaje
del sermón predicado.
142
B. La oración.- Éste es otro elemento importante
de la adoración. Orar es derramar el alma ante
Dios, para expresar los más profundos sentimientos
del corazón en la búsqueda de su divina voluntad.

1. La oración de invocación.- Ésta debe ser


breve y consiste en invocar el nombre de Dios,
pidiendo su presencia y bendición en el Culto. Las
oraciones públicas deben ser apropiadas y con voz
fuerte, para que todos los oyentes puedan decir el
“Amén”.

2. La oración pastoral.- No siempre se acos-


tumbra que el pastor ore en su iglesia. Pero la
oración pastoral es muy provechosa. Da la
oportunidad al pastor de orar por las diferentes
necesidades de la concreción y de algunas personas
en particular. Esto hará que la gente se dé cuenta de
que el pastor siempre está pensando en ellos.
Además, hay una creencia de que las oraciones del
pastor son como más poderosas y milagrosas, y
mucha gente quiere que el pastor ore por ellos.
Aunque esto no sea necesariamente así, la oración
pastoral infundirá más aliento a la gente para buscar
al Señor en la solución de sus necesidades espiritua-
les y materiales.

143
3. La oración del ofertorio.- Es la que se usa
para la dedicación de los diezmos y ofrendas en las
iglesias. Debe ser corta y específica, incluyendo las
acciones de gracias a Dios por todas las bendiciones
recibidas de sus manos. También se orará para que
él nos dé sabiduría para administrar correctamente
los diezmos y ofrendas. En algunas iglesias se acos-
tumbra orar antes de recoger las ofrendas, en otras,
después de haberlas recogido. Esto no es relevante,
si la oración se hace con propiedad.

4. La oración de bendición.- Es la que se usa


al final del servicio. Debe contener peticiones de
bendición y de cuidado de Dios sobre los creyentes
durante su vida fuera de la iglesia. También debe
expresar el deseo de reunirse otra vez con todos los
hermanos en la fe. Un buen pasaje para usar en este
tipo de oración es Números capítulos 6, versículos
24 al 26. Otros pasajes son: Apocalipsis 22:21; 2 Co-
rintios 13:14).

C. La lectura de las Escrituras.- Éste es otro


elemento de la adoración. En la lectura de la Biblia,
la Biblia habla por sí misma. No se hace ningún
comentario. Se confía en el Espíritu Santo, para que
él dé a conocer la verdad de Dios a la congregación.
El pasaje que se va a leer debe ser seleccionado
cuidadosamente. Por lo general, su contenido debe
144
ser análogo al de la predicación. En algunas iglesias
se acostumbra a leer el pasaje que el pastor usará
para su sermón. Esta lectura debe ser lenta y con
claridad, dando sentido a su contenido (Es.8:8).

D. La predicación de la Palabra de Dios.- El


sermón es la parte más importante del Culto de
adoración. Aquí es donde todos deben callar para
escuchar a Dios a través de su Palabra escrita. La
predicación es la comunicación de la verdad divina
desde la verdad revelada en la Biblia a través de una
personalidad, el predicador. Toda predicación debe
presentar a Cristo como el único que puede sa-
tisfacer las necesidades de los creyentes y no
creyentes. Es en la predicación de la Palabra,
cuando Dios se manifiesta a los corazones de los
hombres, guiándole al arrepentimiento y a una vida
de servicio a Dios (1 Ts. 2:13).

A continuación se sugiere lo que se podría tener


en cuenta en un programa musical del Culto en la
iglesia. Como hemos dicho esto no es rígido, usted
puede adaptarlo a la realidad y conveniencia de su
iglesia.

IV. EL ORDEN DEL CULTO MATUTINO.

145
A. Preludio: “Da lo Mejor al Maestro”

B. Himno de Alabanza: “Te Loamos oh Dios”

C. Invocación: Hno. Benjamín Cruz

D. Himno devocional: “A Cristo doy mi canto”

E. Bienvenida a los visitantes: Por el pastor de la


Iglesia.
F. Canto de coros: (Dos o tres, no más)

G. Lectura de la Palabra de Dios: Hno. Ernesto


Villegas

H. Oración Pastoral: (Esto puede ser después de


los anuncios. En algunas iglesias, se acostum-
bra dar los anuncios en boletines. El pastor,
en su oración debe incluir las acciones de
gracias, confesión de los pecados del pueblo y
las peticiones…)

I. Música especial: (Puede ser: Por el coro, un


solista, un dúo, un coral, etc.)

J. El ofertorio: (Sólo música instrumental. Algu-


nas iglesias acostumbran cantar mientras se
dan las ofrendas y los diezmos. Preferible es
146
sólo música instrumental, porque esto llevará
a la reflexión a todos los presentes, mientras
la congregación ofrece a Dios, lo que es de
Dios).

K. Oración por las ofrendas: (Los diezmos se


daban en ofrendas. Nm. 18:24. Esa oración
puede ser por el pastor, un diácono o uno de
los que recogen la ofrenda).
L. Himno de afirmación: “Jesús es mi Rey So-
berano”

M. Himno de Consagración: (Puede ser congre-


gacional o música especial) “Usa mi Vida”

N. Sermón: “Dones y Talentos”

O. Himno de Invitación: “Salvador a ti me rin-


do”.

P. Oración de bendición: (Puede ser por el


pastor, el diácono o algún otro hermano cuya
vida espiritual sea notoria a todos).

Q. Postludio: “Guíame Oh Salvador”.

V. ORDEN DEL CULTO EVANGELISTO.

147
A. Preludio: Un himno evangelístico familiar a
la congregación.

B. Bienvenida: Por el Director de la música.

C. Oración de apertura del Culto: (Por el pastor,


un diácono u otro hermano)

D. Himno de Adoración: (Para encontrar uno


adecuado puede mirar en la parte de atrás de
los himnarios. Allí los himnos están clasifi-
cados por temas u ocasiones)

E. Canto de coros: (Dos coros evangelísticos).

F. Un himno evangelístico: “Comprado con


sangre por Cristo” (este himno debe cantarse
de pie).

G. Los anuncios: Por el pastor.

H. Música especial: (Si no hay, se puede cantar


un himno de agradecimiento).

I. Ofertorio: (Recolección de diezmos y Ofren-


das)

148
J. Un himno de consagración: (debe armonizar
con el tema del sermón).

K. Música especial: (Con contenido evangélis-


tico)

L. Himno.- Relacionado con el tema del ser-


món: (Si no hay, uno que más se acerca al
contenido de su sermón).
M. El sermón evangelístico.
N. Himno de invitación: (Apropiado al tema
predicado)

O. Despedida u Oración de bendición: (Por el


pastor o un hermano bien consagrado)

P. Postludio: (Debe ser una canción alegre rela-


cionada con el tema predicado).

149
CAPÍTULO X

LA INVITACIÓN Y ORIENTA-
CIÓN A LOS QUE HACEN
PROFESIÓN DE FE

I. ¿CÓMO HACER LA INVITACIÓN?

Así como la elección de un himno inadecuado


para la invitación puede echar a perder un buen
sermón predicado, así también, una invitación poco
apropiada, puede hacer que no se vea los resultados
de la predicación. Sabemos que el Espíritu Santo es
quien da el querer y el hacer a través de la Palabra.
Pero, a veces, los titubeos del predicador durante la
invitación, estorbará la obra del Espíritu Santo. No
queremos decir que, de la invitación dependerá el
resultado de la predicación, pero sí creemos que ésta
es muy importante para animar a hacer decisiones a

150
los que han sido tocados por el Espíritu Santo.
Nunca haga una invitación hasta que la gente esté
agotada, porque algunos pasarán delante para que
usted termine el Culto. Nunca uses la sicología para
convencer a la gente, a fin de que ellos hagan
profesión de fe. Si el Espíritu Santo no ha tocado los
corazones de los que pasan adelante, todo será
inútil.

A. Las invitaciones no siempre son idénticas.


Dependerá de la naturaleza de cada sermón. La
invitación debe ser elaborado cuidadosamente y
debe ser hecha en concordancia con el tema predica-
do A veces, el predicador para ser consecuente con
las doctrinas de la gracia, trata de hacer una invi-
tación teológica. Es decir, tratan de que la invitación
concuerde con la elección, predestinación y la sobe-
ranía de Dios. La gente inconversa no conoce nada
de teología. Con ellos hay que usar un lenguaje
sencillo y familiar. Cuando ya reciben a Cristo,
tendremos la oportunidad de enseñarle teología.

La invitación es el último esfuerzo que hacer el


predicador para animar a los oyentes que han sido
tocados por el Espíritu de Dios, a hacer una
manifestación pública de su fe en Cristo. Esa
invitación debe ser con palabras tiernas y amorosas
que salen del corazón.
151
Damos las siguientes sugerencias para hacer la
invitación:

Aunque los métodos y maneras de hacer la


invitación son muy variados, hay quienes piensan
que, en la invitación es mejor no variar mucho. Por
ejemplo el Dr. Jack Hyles solía, siempre, hacer
inclinar la cabeza de la congregación y luego pedía
que levantaran la mano las personas interesadas en
ser salvas para orar por ellas. Después, mientras
todos estaban con los ojos cerrados y las cabezas
inclinadas, él pedía, a los que levantaron sus manos,
a pasar al frente mientras todos continuaban con la
cabeza inclinada y los ojos cerrados.

Otros prefieren que la congregación se ponga de


pie y luego, mientras cantan un himno de invi-
tación, animan a la concurrencia hacer una decisión
pública de fe. Ambas formas son correctas si se hace
adecuadamente. Aunque la variedad es importante,
lo más importante es la obra que ha hecho el
Espíritu Santo durante la predicación. Los métodos
de invitación son secundarios. Unas veces se puede
pedir que la gente incline su cabeza, otras que estén
de pié. Otras veces que levanten la mano para
conocer su decisión, otras que se pongan de pie,

152
otras veces, que pasen adelante mientras todos están
parados, etc.

A continuación, se da algunas recomendaciones


del Dr. Hyles. 1
_______________________
The Hyles Church Manual. Pp. 279-287.
A. Según al autor en mención, no se debe revelar
el cierre o la terminación del sermón.- “Cuando el
sermón ha llegado al punto más alto a su clímax,
Entonces, será un buen tiempo para cerrarlo abrup-
tamente. Aun cuando el sermón no está completo, a
veces, Dios puede guiar a uno a cerrarlo prematu-
ramente y empezar la invitación”.

Al término del sermón, pide a la gente que


incline su cabeza y cierre sus ojos. Esta frase, a
veces es efectiva: “Cada cabeza permanezca incli-
nada, cada ojo cerrado, nadie salga, ninguno se
mueva mientras Dios hable a nuestros corazones”.
Una vez que todos están con la cabeza inclinada y
los ojos cerrados, pregunte a la gente, “¿Cuántos
pueden decir honestamente, ‘yo sé que si muriera
repentinamente, ahora, iré al cielo’?”

B. Pida que la gente levante su mano.- Una


buena manera sería como sigue: “Ahora mientras
todas las cabezas están inclinadas, algunos de

153
ustedes no pudieron levantar sus manos, porque no
sabían que si morían repentinamente irían al cielo.
Usted ha sido muy honesto en no levantar su mano.
Pero si usted dice: ‘predicador, yo quiero saber
cómo ser salvo. Deseo poder decir, que si muriera
ahora, yo iré al cielo”. O tal vez usted quiera decir,
“yo quiero saber si soy un verdadero cristiano, por
favor, oren por mí.’ Si usted puede decir eso,
mientras todos todavía están con las cabezas
inclinadas y ninguno mirando, si usted quiere que
yo ore para que puedas saber que irás al cielo ¿por
favor, levante tu mano? (Mientras levantan las
manos, usted simplemente, reconózcalo o afirme
que ya ha visto su mano, con un “Dios te bendiga”,
“Yo veo su mano”, “yo oraré por usted”).

C. Mientras las cabezas están inclinadas, ore por


ellos.- Una oración apropiada en este caso sería
más o menos como la que sigue: “Amado Señor,
ayuda a la gente que levantó su mano porque no sa
ben si irán al cielo o no. Guíales a recibir a Cristo.
Que este sea un día especial y que hoy tengan el
gozo de saber que si murieran después de haber
creído y recibido a Cristo en su corazón, irán al
cielo. Bendice con la salvación a la dama que está
sentada…(en la tercer fila de las bancas, junto a la
puerta o al lado de la columna, etc.). Bendice al
hombre que está en el balcón… Yo oro para que tú,
154
Oh, Dios, salves a los dos que están a mi izquier-
da… y también al que está al último de la derecha
del auditorio. Habla a sus corazones, que este día
sea el día de su salvación mientras reciben a Cristo
como su Salvador. Oro en el nombre de Jesús”.

F. Guíe a ellos a orar en silencio mientras están


sentados.- “Ahora, mientras todas las cabezas están
inclinadas, usted que dijo que no sabías si ibas a ir
al cielo, puede saberlo, ahora, con toda seguridad.
La Biblia nos habla de un hombre que cuando iba a
morir, puso su fe en Cristo y oró para que él le
salvara. Él dijo: “Señor acuérdate de mí cuando
estés en tu reino” Jesús le contestó: “De cierto te
digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”. Ahora
haz tú lo mismo, pide a Dios que te lleve a su reino
y te deje entrar en el paraíso celestial. En una
sencilla oración, con tus propias palabras que salen
de tu corazón, dile: ‘Oh, Señor, Dios todopoderoso,
ten misericordia de mí, porque soy un pecador,
necesito ser salvo de mis pecados. Yo creo que
Jesucristo es tu unigénito Hijo. Yo recibo a Cristo,
tu Hijo, como mi Salvador. Como tuviste misericor-
dia del ladrón moribundo en la cruz, “acuérdate
también de mí, no me ignores, déjame entrar en tu
paraíso cuando yo muera, hágame saber que yo voy
a estar ahí contigo. Por favor, escuche mi oración, te
lo ruego en nombre de tu Hijo Jesucristo. Amén.”
155
A esta oración que acabas de hacer, es lo que
Biblia llama “invocar el nombre del Señor”. El
apóstol Pablo dijo: “Porque todo aquel que invocare
el nombre del Señor será Salvo” (Ro. 10:13). Si usted
ha invocado el nombre del Señor, sinceramente, es
porque Dios le ha dado fe para creer en su Hijo.
Ahora bien, todos los que creen en él y le confiesan
con su boca reconociendo que él es el Señor, son
salvos. Estos entrarán al paraíso celestial.

Nota.- Por supuesto, no creemos en salvación


por oración. Pero la oración debe ser el producto de
la fe en Cristo Jesús. La salvación es por fe (Hch.
16:31). Pero los que creen, terminan invocando el
nombre del Señor. Ananías dijo a Saulo de Tarso,
después que éste había creído en Cristo: “Ahora
pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y bautízate, Y
LAVA TUS PECADOS INVOCANDO SU NOM-
BRE” (Hch. 22:16). Por eso el apóstol Pablo escribió:
“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás Salvo. Porque CON EL CORAZÓN
SE CREE PARA JUSTICIA, PERO CON LA BOCA
SE CONFIESA PARA SALVACIÓN… PORQUE
TODO AQUEL QUE INVOCARE EL NOMBRE
DEL SEÑOR SERÁ SALVO” (Ro. 10:9, 10, 13).

156
G. Después de orar por ellos para que Dios les
de fe para creer y recibir a Cristo, después de
haberles animado a que ellos mismo invoquen el
nombre del Señor, en silencio, anímales ahora para
que hagan profesión pública de su fe en Cristo.

“Ahora, todos póngase de pie. Usted que ha


creído de todo corazón en Cristo, y ha invocado al
Señor para que perdone todos sus pecados. Ahora le
falta hacer una última cosa. La Biblia dice que, usted
debe confesar con su boca que Jesús es el Señor. Esta
confesión no es una confesión de pecados, sino de
reconocimiento que Jesús es su Salvador y Señor. Si,
hoy, has creído en él con todo su corazón, Dios lo
sabe, pero nosotros no lo sabemos. Mientras
estamos parados y cantando, le pido, por favor, que
usted salga de su asiento, venga aquí al frente de la
congregación, confiese con su boca que ahora Jesús
es tu Salvador y Señor. Venga y dame tu mano y
déjame decir a la gente que usted ha recibido a
Cristo como su Salvador hoy día. Quiero rogarte,
en nombre de Cristo, que no permitas que Satanás
gane la batalla, impidiendo que no hagas esa
confesión, deje su asiento mientras cantamos. Venga
al frente, dame el placer de decirle que ahora usted
va a estar en el paraíso de Dios. Venga pronto.”

157
H. Empiece la invitación con un himno.- (“Tal
como Soy, es un buena canción para la invitación.
No tenga temor de cantar este himno cada vez que
se hace la invitación). Continúe cantando mientras
la gente pasa al frente.

J. Deje que la gente observe la invitación.- Si


el coro de la iglesia canta el himno de invitación, la
gente debe permanecer en reverencia. Si no hay un
coro, todos deben cantar con reverencia. Urge a la
gente, a pasar al frente, mientras se canta el himno
de invitación.

J. Tenga lista gente capacitada para aconsejar y


orienten bíblicamente a los que han recibido a Cris-
to.- Los orientadores los llevará a un lugar apartado
para confirmarán su fe. Leerán los textos bíblicos
que confirman ya tienen la vida eterna en Cristo
Jesús.

La invitación es para que se manifiesten los que


han sido tocados por Dios. Recalcamos, no obligue
a pasar adelante.

II. INSTRUCCIONES PARA LOS QUE


HACE PROFESIONES DE FE.

158
A. Identifíquese (Soy el hermano (a) …) y
felicite a la persona por su sabia y gran decisión de
recibir a Cristo.

B. Lea juntamente con él (o ella) Romanos 10:9,


10, 13. Luego dígale: “Dios le ha declarado justo en
el momento en que usted creyó en Cristo. ‘Porque
con el corazón se cree para justicia’. Pero también
era necesario que usted confesara con su boca esa
salvación que Dios la ha dado por fe. De otro modo,
no hubiéramos sabido que usted recibió la salvación
hoy. Por eso el apóstol dice: “con la boca se confiesa
para salvación”. Ahora quiero que leas este pasaje
bíblico (Hch. 22:1-16). Cuando Saulo creyó en Cristo
en el camino a Damasco, fue llevado a un hombre
que vivían en esa ciudad. Ese hombre hizo
exactamente lo que yo estoy haciendo con usted.
Después de hablarle de cómo Dios le había escogido
para salvarle y para ser uno de los mensajeros de su
Palabra, le dijo: “Ahora, pues, ¿por qué te detienes?
Levántate y bautízate, y LAVA TUS PECADOS
INVOCANDO SU NOM-BRE”. Hoy usted ha hecho
eso, ¿verdad? - Si la persona no está segura o no hizo
esa invocación - dile: “Quiero que usted haga lo
mismo. Invoque el nombre del Señor, pidiéndole
que lave tus pecados por la sangre de Cristo. Por
favor ore en voz alta.” (Si la invocación no es
correcta, dala más instrucciones, y que empiece otra
159
vez). Muchos no saben cómo terminar, indícale que
cuando hayan terminado su oración diga la palabra,
Amén. Después de su invocación, ore usted por la
persona dando gracias por la decisión que ha hecho
y pide que ahora él le guarde de todo mal. Sea
breve.
Muchas veces, cuando la invitación es de un
modo en que la gente no tiene la oportunidad de
invocar el nombre del Señor, será necesario hacerlo
en el momento de la orientación. En la presente
lección se presupone que la invocación se ha hecho
durante la invitación. En este caso, no necesita
invocar otra vez el nombre del Señor…

C. Enséñale con la Biblia, que ahora, que ha


recibido a Cristo, es un hijo (a) de Dios. Confirme
esto, leyendo Juan 1:12.

D. Enséñale con la Biblia, que ahora es una


nueva criatura en Cristo. Confirme esto, leyendo 2
Corintios 5:17. Dile que toda su vida vieja ya ha
pasado, y que ahora va a empezar una nueva vida
con Cristo.

E. Enséñale con la Biblia que ahora ya todos sus


pecados han sido perdonados. Confirme esto leyen-
do 1 Jn. 1:9. Dios ya le ha perdonado y le ha
limpiado de toda maldad.
160
F. Enséñale que la salvación que Dios le ha
dado es eterna y que no se pierde. Confirme esto
leyendo Juan 10:27-29. Además dile, “Ya usted es
hijo (a) de Dios, ese derecho que Dios te ha dado no
se puede cambiar o quitar. Lo único que puede
suceder son dos cosas: Usted será un hijo obediente
o un hijo desobediente. Si usted es un hijo deso-
bediente, Dios le disciplinará (Lee. He. 12:5-11).
Anímale a ser un hijo obediente. Su primer acto de
obediencia debe ser el bautismo (Mr. 16:16).

G. Enséñale que ahora pertenece a la familia de


Dios (Ef. 3:19). Por tanto, debe reunirse en la iglesia
con los demás hijos de Dios. Debe leer su Biblia
diariamente, orar agradeciendo a Dios y pidiéndole
que le guarde del mal. Si comete algún pecado, debe
pedir perdón a Dios, en oración, para ser perdonado
(Lee con él 1 Jn. 2:1, 2) También tiene que dar
testimonio de cómo Dios le salvó (Mr. 5:19). Aní-
male a que sea bautizado (a) lo más pronto posible
para ser miembro de la iglesia y ser edificada en
ella.

Se debe usar una tarjeta de profesión de fe, para


tomar todos los datos de la persona. Especialmente
se debe anotar su nombre completo, su dirección y
teléfono o manera de contactarse con él (ella). Des-
161
pídase cortésmente de la persona dándole la mano y
haciéndole notar que ahora es tu hermano (a).
Mateo 23:8).

CAPÍTULO XI

EL PASTOR Y LAS
ORDENANZAS
DE LA IGLESIA

EL BAUTISMO BÍBLICO

I. CARACTERÍSTICAS DEL BAUTISMO


BÍBLICO.

A. Requiere de un candidato escritural.- Un


candidato bíblico para el bautismo es aquel que se
está verdaderamente arrepentido y ha creído de
todo corazón en Cristo, como dice la Escritura. Las
evidencias demuestran que el bautismo se debe
administrar después de haber creído en Cristo:

162
1. El eunuco tuvo que creer en Cristo para ser
bautizado (Hch. 8:35-37).

2. En la Gran Comisión se pone al bautismo


después de la fe en Cristo (Mr. 16:16)

3. Los ministros apostólicos administraban


el bautismo, solamente a los que creían en el evan-
gelio (Hch. 8:12; 18:8).

4. Saulo de Tarso fue bautizado después que


creyó en Cristo (Hch. 22:12-16).

5. Los que creyeron en la casa de Cornelio


fueron bautizados después que recibieron el Espí-
ritu Santo, lo cual es una prueba de que ya Dios los
había salvado por fe. (Hch. 11:47, 48).

6. Además de creer, el candidato bíblico al


bautismo debe tener evidencias de que está verda-
deramente arrepentido.

Todos los pastores hacen énfasis en que el


bautismo sólo es para creyentes. Pero no dicen nada
del arrepentimiento. Por eso, algunos bautizan a
personas que no están casadas legítimamente. Las
personas, en concubinato, que reciben a Cristo,
siguen viviendo en fornicación mientras no se casan.
163
Si ellos verdaderamente se han arrepentido se
casarán lo antes posible. Y si uno de los cónyuges no
quiere casarse, no se podrá bautizar el cónyuge
creyente, porque sería introducir a la iglesia a un
fornicario o fornicaria. Eso no significa que no sea
salvo o salva, la salvación no es por bautismo (1 Co.
1:17). Pero, el bautismo es la ordenanza que añade a
los creyentes a la membresía de la iglesia (Hch. 2:
41, 47).

a. Cuando la gente vino a Juan el Bau-


tista para ser bautizado, él demandó dos cosas:
Primero, que los que se bautizaban debían estar
arrepentidos. Segundo debían confesar sus pecados
( Lc. 3:3; Mr. 1:4, 5). El rehusó bautizar a los fariseos
y saduceos porque éstos no estaban arrepentidos.
Por eso les dijo: “¡Generación de víboras! ¿Quién os
enseñó a huir de la ira venidera? Haced pues frutos
dignos de arrepentimiento y no penséis dentro de
vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre”
(Mt. 3:7-9).

b. Cuando el apóstol Pedro predicó a los


judíos les mandó, primero, que se arrepintieran, y
después que se bautizaran en el nombre de
Jesucristo (Hch. 2:36-38). El hecho de que se
bautizaran en el nombre del Señor Jesucristo
implicaba fe en él. En este texto, no se enseña que
164
por el bautismo se obtiene perdón de pecados. El
perdón de pecados se obtiene por arrepentimiento y
fe en el sacrificio de Cristo. Por eso Cristo predicó a
los judíos diciendo: “El tiempo se ha cumplido, y el
reino de los cielos se ha acercado; arrepentíos y
creed en el evangelio” (Mr. 1:15). Ananías dijo a
Saulo: “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Leván-
tate y bautízate, y lava tus pecados invocando su
nombre” (Hch. 22:16). Saulo no lavó sus pecados
por bautizarse, sino por invocar, por fe, el nombre
de Cristo (cf. Hch. 13:37, 39; 10:43).

7. Por todo lo dicho antes, el bautismo bíblico


no se debe administrar a niños. A menos que un
niño crea en Cristo, no podrá ser bautizado, porque
el bautismo es sólo para creyentes (Hch. 8:12, 36, 37;
18:8).

B. Tiene una forma o modelo escritural.- En la


actualidad, el bautismo es administrado de dife-
rentes formas por las denominaciones llamadas
cristianas. A veces, es por rociamiento, otras por
aspersión y por inmersión. La única forma o modelo
escritural del bautismo es la inmersión. Inmersión
significa introducir algo dentro de un elemento
determinado. El bautismo es la inmersión o intro-
ducción completa del creyente en agua. La Biblia

165
usa la palabra sepultura para referirse a la inmer-
sión (Col. 1:12).

1. La palabra griega para bautismo significa


“inmergir o sumergir”. La gran mayoría de eru-
ditos admiten que el bautismo es una inmersión.

2. Los modelos de bautismos en el Nuevo


Testamento revela que la forma de bautismo es
sepultando al candidato en agua. Por eso es nece-
sario que haya bastante agua como para sepultar a
una persona (com. Jn. 3:23).

a. Cuando Cristo fue bautizado por Juan


en el Jordán tuvo que descender (entrar en el río)
para poder ser sepultado. Después que Jesús fue
bautizado (sepultado) salió del agua (Mt. 3:16).

b. Cuando el eunuco fue bautizado por


Felipe, los dos tuvieron que descender (entrar) al
agua (esto es a un oasis en el desierto). Luego que
estuvieron en el agua, Felipe le bautizó (le sumergió
o sepultó) al eunuco. Después, ambos subieron del
agua (Hch. 8:38, 39).

c. Cuando Pablo habla del bautismo dice


que el creyente es sepultado juntamente con Cristo
en el bautismo (Ro. 6:3-5).
166
d. En la Biblia no se halla ni un solo
ejemplo de bautismo por aspersión ni rociamiento.

C. El bautismo bíblico tiene un designio escri-


tural.- No todos se bautizan con el mismo propósito
o designio. Algunos se bautizan porque creen que
el bautismo salva. Otros se bautizan porque creen
que el bautismo prepara al infante para la salvación.
Otros se bautizan sin saber por qué se bautizan.
Otros se bautizan para poder participar en las
actividades que realizan los miembros de una
iglesia. Pero el designio escritural del bautismo se
especifica a continuación:

1. Uno de los designios del bautismo es


obedecer el mandato de Cristo en la Gran Comisión
(Mt. 28:19, 20).

2. Otro designio del bautismo es la justi-


ficación de Dios en su designio o propósito que él
tiene para los que pertenecen a su pueblo (Lc. 7:28-
30).

3. Un tercer designio del bautismo es dar


testimonio de la salvación del creyente. El creyente
es salvado por la obra de Cristo: Esto es, por su
muerte, sepultura y resurrección. El creyente, en el
167
bautismo, figurativamente da testimonio de la
manera en que ha sido salvado. (Ro. 6:3-5; ). En este
acto, el creyente se identifica con Cristo (Ro. 6:6) así
como Israel fue identificado con Moisés en el
bautismo del mar Rojo (Cf. 1 Co. 10:1, 2).

4. Un cuarto designio del bautismo es inte-


grar al creyente a la membresía de la iglesia. Por el
bautismo, un creyente es añadido a la membresía de
la iglesia (Hch. 2:41, 47). La mayoría de los protes-
tantes universalistas, dicen que uno llega a ser
miembro de la iglesia por el nuevo nacimiento (1
Co. 12:13). Pero, por el nuevo nacimiento se llega a
ser hijo de Dios y miembro de la familia de Dios
(Gá. 3:26). Para ser añadido a la membresía del
cuerpo de Cristo, el creyente necesita ser bautizado
(2:41, 47).

D. El bautismo bíblico requiere de un


administrador escritural.- Cualquier persona no
puede bautizar. El bautismo es una ordenanza dada
por Dios, y por tanto, solamente ministros de la
Palabra, con autoridad de Dios pueden bautizar. Si
una persona bautiza sin autoridad divina, ese
bautismo no tiene valor, porque no es bíblico.
Cuando el bautismo es administrado con autoridad
divina, es del cielo, y cuando el bautismo es

168
administrado sin autoridad divina, es de los
hombres (cf. Mt. 21:23-26).

1. Juan el Bautista bautizó con la autoridad


que Dios le dio (Jn. 1:31-33).

2. Los discípulos de Jesús bautizaron con la


autori-dad de Cristo, por eso, ese bautismo fue
atribuido a Cristo (Jn. 3:26; 4:1, 2).
3. Cuando Cristo ascendió a los cielos, delegó
la autoridad a su iglesia (Mt. 28:16-20). Por tanto,
después de la ascensión de Cristo, la iglesia es la
única institución que puede dar autoridad para
llevar a cabo la gran comisión, esto es para doctrinar
a todas las naciones, para bautizar y enseñar. La
autoridad de doctrinar o predicar, bautizar y
enseñar es dado sólo a aquellos que son llamados
por Dios para el ministerio de la Palabra. Los que
bautizaron durante el ministerio de Cristo fueron
los que habían sido llamados para ser pescadores de
hombres (Mt. 4:19), estos llegaron a ser apóstoles de
Cristo. A los apóstoles se les llamaba “sus discí-
pulos” (Lc. 9:1, 2). De modo, pues, que cuando la
Biblia dice que los discípulos de Jesús bautizaba (Jn.
4:1, 2) se refiere a aquellos que habían sido llamados
desde el principio para ser ministros de la Palabra.

169
Algunos creen que los diáconos pueden
bautizar. Esa creencia se basa en el hecho de que
Felipe, siendo uno de los siete diáconos, bautizaba
(Hch. 8:12). Pero Felipe fue más que un diácono, él
fue también un evangelista (Hch. 21:8), es decir, un
predicador del evangelio, y como evangelista tenía
autoridad para bautizar. En las Escrituras, no hay
indicios que manifiestan que la iglesia haya dado
autoridad a uno que no era ministro de la Palabra.

Si el bautismo de una persona falla en algunos


de estos requisitos bíblicos, ese bautismo no es
correcto, por tanto no vale desde el punto de vista
bíblico.

II. SUGERENCIAS PARA LA ADMI-


NISTRACIÓN DEL BAUTISMO.

A. Bautiza el domingo por la mañana y el


domingo por la noche.- La ceremonia del bautismo
no tiene que estar limitada al domingo por la maña-
na. Cualquier servicio de la iglesia es una buena
oportunidad para bautizar.

B. Bautice inmediatamente a los que han creído


y han sido convertidos.- Algunos piensan que pri-
mero hay que preparar al candidato con charlas

170
especiales por un determinado periodo de tiempo.
Esto no es bíblico.

1. El eunuco se bautizó inmediatamente, des-


pués de su conversión (Hch. 8:34-39).

2. El carcelero de Filipos y su familia se


bautizaron inmediatamente después de su conver-
sión (Hch. 16:29-34).

3. Saulo de Tarso se bautizó lo más pronto


posible después de su conversión (Hch. 22:6-16).

4. Felipe bautizaba en seguida a los que


creían (Hch. 8:12)

5. El bautismo es el primer paso del


discipulado (Mt. 28:19, 20).

C. Procure que en el edificio de la iglesia haya


un bautisterio.- Si no hay un bautisterio en el
edificio de la iglesia, anime a los hermanos a
construir uno. Aun cuando el local sea provisional,
un bautisterio es una necesidad apremiante. Esta
puede consistir de una posa donde se pude depo-
sitar suficiente agua para sepultar al creyente.
Tener un bautisterio en la iglesia, evita la larga
espera para ir hasta un río.
171
D. Tenga ropa lista, tanto para mujer o varón, a
fin de que cuando alguien no trajo ropa para ser
bautizado, pueda bautizarse sin más demora.

D. Tenga dos cuartos (vestuarios), uno para da-


mas y otro para caballeros. En los vestuarios debe
haber túnicas para bautismo, toallas, secadores de
cabello y en el de las damas, habrá protectores para
cabellos.
F. Incluya, el asunto del bautismo en su sermón
casi cada domingo. Durante la invitación, haga un
llamado a los que necesitan ser bautizados.

III. LA CEREMONIA DEL BAUTISMO.

A. La ceremonia del bautismo debe ser solemne


e impresionante.

B. Tenga una entrevista personal con cada uno


de los candidatos. En la entrevista se tratará de la
seguridad de su salvación y de su arrepentimiento
genuino. Pregunte a los candidatos si son casados o
solteros. Si viven como marido y mujer, la pregunta
será: ¿Están ustedes legítimamente casados? No se
debe bautizar a una persona que no esté casado (a)
legalmente.

172
C. Entregue a cada candidato al bautismo, una
tarjeta que debe ser llenado con todos sus datos
posibles (ver modelo). Las tarjetas servirán como
una fuente de datos de los miembros de la iglesia.
Usted puede copiar estos datos en su computadora
y guardar las tarjetas en un archivador para ser
usado cuando fuere necesario.

D. Llame a los candidatos al frente de la congre-


gación. Usando las tarjetas que habrán llenado de
antemano, usted puede llamarlos por su nombre y
apellidos.

E. Aunque un ministro ordenado tiene ya la


autoridad para bautizar a los convertidos a Cristo,
es mejor, para evitar más adelante posibles recla-
mos, pedir el consenso de la iglesia para bautizar a
los candidatos. El pastor dirá. “Ahora quiero pedir
a la iglesia, que los que están de acuerdo para que
estos hermanos que están frente a vosotros sean
bautizados, levanten la mano en señal de aproba-
ción”. Luego añadirá: “Si hay alguien se oponen al
bautismo de alguno o de todos estos candidatos,
levanten también sus manos.” Si la iglesia se opone
al bautismo de alguno, por haber alguna razón
justificada, será mejor posponer el bautismo de ese
candidato. La única razón por la que un candidato
173
al bautismo no pueda ser bautizado es porque no
está seguro de su salvación o no está arrepentido
verdaderamente. Los “convivientes” están viviendo
en pecado de fornicación, por tanto, ellos deben
arreglar su condición civil lo antes posibles ya sea
que se bauticen pronto o no.

Las personas que han sido bautizadas incorrec-


tamente, su bautismo no es el verdadero bautismo.
No tiene valor para con Dios. Si esas personas
admiten someterse al bautismo bíblico, no se debe
decir que éstas están siendo rebautizadas, sino que,
simplemente están siendo bautizadas, porque el
anterior no era bautismo a la luz de la Biblia. La
iglesia no es anabautista (rebautizadora). La iglesia
es bautista, porque como Juan, “el Bautista”, ella
recibió de Cristo la autoridad para bautizar (Jn. 1:31;
Mt. 28:19).

F. Después del consenso de la iglesia, los can-


didatos pasarán a los vestuarios.

G. La oración bautismal.- Cuando los candidatos


son varios, es mejor hacer una sola oración por ellos
antes que desciendan al agua. Si el candidato es uno
solo, se puede orar cuando ya está dentro del
bautisterio. La oración precederá a la formula bau-
tismal.
174
H. La fórmula bautismal.- Las palabras previas
a la fórmula bautismal pueden ser muy variadas,
dependiendo de cada predicador. Yo acostumbro
leer Mateo 28:18 al 20, para enfatizar la autoridad
del bautismo. Y, cuando ya voy a bautizar a un
candidato le pregunto: “¿Confiesa usted
públicamente que ha recibido a Cristo como su
Salvador personal? La respuesta será: “Sí” o “Sí
pastor”. Luego hago una segunda pregunta:
“Delante de Dios, en cuya presencia estamos y
delante de los hermanos de la iglesia que son
testigos de su bautismo, ¿promete que va a
aprender a guardar todas las cosas que Jesús ha
mandado?” La res-puesta será, “Si, prometo”.
Luego digo: “Conforme a la confesión pública de tu
fe y por la autoridad de la Iglesia Bíblica Bautista
del Parque del Naranjal, te bautizo en el nombre del
Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”.

Algunos dicen: “En obediencia al mandato de


nuestro Señor y Maestro, y sobre una profesión
publica de fe en él, yo te bautizo, mi hermano (o
hermana), en el nombre del Padre, el Hijo, y el
Espíritu Santo. Amén”

Usted puede preparar el preámbulo de la forma


bautismal. Lo que sí no se puede cambiar es la
175
fórmula bautismal dada por el Señor: “en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Decimos
esto porque los unitarios creen que se debe bautizar
solamente en el nombre de Jesús.

I. La inmersión.- Algunos para sepultar a la


persona en agua, le toma de la cabeza y le empuja
hacia abajo hasta que todo su cuerpo quede debajo
del agua. La persona que se bautiza tapará con sus
dedos su nariz para evitar que entre agua por las
fosas nasales.

La manera más común y tradicional de bautizar


es sumergir a la persona inclinándola hace atrás de
manera que todos su cuerpo quede bajo agua. En
cuanto a la manera de tapar la nariz del bautizando,
hay una variedad de formas. Personalmente, yo
pido al candidato que con una de sus manos tome la
muñeca de su otra mano. De esta manera, con la
mano libre, el candidato tapará él mismo su nariz.
Una vez que ya tiene cogido la muñeca, yo con una
de mis manos le agarro de la mano que presiona la
muñeca, y con la otra, sostengo su nunca, y le voy
inclinando lentamente hacia atrás hasta que quede
sepultado todo su cuerpo. Cuando la persona es
muy alta, me alejo lo más que pueda hacia atrás en
dirección a la cabeza del bautizando. Me paro con
mis piernas abiertas e inclino gradual-mente mis
176
rodillas para no perder el equilibrio. De esta
manera, mi brazo y mano que sostiene la nuca del
bautizando se apoya sobre mi rodilla. Así puedo
también sostener a una persona que es muy pesada.
Es muy importante decir, de antemano, al que se
bautiza, que no levante las piernas, sino que man-
tenga sus pies en el piso, pero sí que doble sus
rodillas mientras es sumergido. Esto facilita mucho
la inmersión. Tenga cuidado de que las manos o el
codo del que se bautiza no quede fuera del agua. Si
usted se ha dado cuenta que no se ha sumergido
completamente, el bautizando, repita la inmersión.
Algunos prefieren bautizarse en el río como
Jesús. Pero, hay que mostrar el caso del eunuco para
que comprenda que un buen pozo de agua para ser
inmerso es suficiente.

LA CENA DEL SEÑOR

Se cometen muchos abusos en cuanto a la Cena


del Señor. No sólo hay errores en cuanto a su
significado y propósito, sino también en cuanto a los
elementos de la Cena y en la manera en que se
participa de esta ordenanza. El pastor debe estar
bien familiarizado con las dos ordenanzas de la
iglesia: El Bautismo y la Cena del Señor. La Cena

177
del Señor es una ordenanza de la iglesia que fe
establecida antes de la muerte de Cristo. Cada
pastor debe tener un conocimiento claro de la
enseñanza de la Biblia sobre la Cena del Señor. Para
no abundar en muchas palabras, a continuación se
da un pequeño bosquejo que pondrá de manifiesto
lo que es la Cena del Señor, cuáles son sus elemen-
tos, y cómo debe de ser comida.

I. ¿QUÉ ES LA CENA DEL SEÑOR?

A. Es una ordenanza que fue establecida la


noche que Cristo fue entregado (1 Co. 11:23).
B. Es una ordenanza dada a la iglesia que Cristo
estableció durante su ministerio terrenal (Mt. 26: 26-
29). La Cena del Señor no es la pascua de Jehová.
La pascua fue dada a los judíos y la Cena a la
iglesia. La iglesia que Cristo estableció no es la
congregación o ekklesía mencionada en Hechos
capítulo 7, versículo 38. El Nuevo Testamento se
escribió en griego, y la palabra griega que se usa
para designar a una asamblea o congregación reuni-
da en un determinado lugar, es ekklesía. Es por eso
que, para designar a la congregación de los israelitas
en el desierto, en el griego se usó la palabra
“ekklesía”. Pero esa ekklesía no es la iglesia de
Cristo. Habían muchas clases de asambleas o
congregaciones en el tiempo de Cristo y a cada una
178
de ellas se le denominaba con la palabra ekklesía.
La iglesia de Cristo fue una nueva Institución
establecida por él durante su ministerio terrenal.
Fue a esa iglesia que él entregó la ordenanza de la
Cena del Señor.

C. Es un recordatorio de la muerte de Cristo (1


Co. 11:24, 25).- La noche que él fue entregado por
Judas Izcariote, tomó pan y dijo: “esto es mi cuerpo”
y cuando tomó la copa dijo: “esto es mi sangre del
nuevo pacto”. Cada vez que comemos el pan y
bebemos el vino recordamos (hacemos memoria) de
su muerte por el pecado de su pueblo.
D. Es el anuncio de su muerte (1 Co. 11:26).-
Cada vez que la iglesia come la Cena del Señor,
anuncia que Cristo murió en lugar del pecador.

E. Es el anuncio de su segunda venida (1 Co.


11:26).- Jesús prometió volver por los suyos (Jn.
14:1-3). Cada vez que la iglesia come la Cena del
Señor recordamos esa promesa.

F. Es una ordenanza con dos elementos: Pan y


vino (1 Co. 11:23, 25; Mt. 26:26-29).

1. El pan de la Cena del Señor.- ¿Qué clase


de pan se debe usar para la Cena del Señor? Pan sin
levadura llamado también pan ázimo. En el tiempo
179
en que Cristo instituyó la Cena, fue un tiempo de
panes sin levadura (Lc. 22:7, 17). Ese pan sin
levadura simboliza el cuerpo de Cristo que fue sin
pecado. También simboliza la vida santa del
creyente obtenida mediante el sacrificio de Cristo
Jesús (1 Co. 5:7-8). Comer la Cena con bizcocho o
cualquier otro pan leudado, es una violación a la
ordenanza. Dios quiere que hagamos las cosas como
él las ha indicado (Com. He. 8:5).
3. Preparación del pan de la Cena del Señor.-
Algunas iglesias usan pan leudado, otros, galletas,
otros, bizcochos. Por lo general, las iglesias bau-
tistas preparan sus propio pan. A continuación
copio una receta que lo leí en Internet. Es una
evidencia que muchos no tienen cuidado de cómo
ejecutan los mandatos del Señor.

½ tasa de harina de trigo.

2 cucharaditas de margarina sin


sal.

7 ó 8 cucharaditas de leche mezclar


harina y margarina con un tenedor.
Añadir la leche. Hacer la masa muy
delgada. Poner en un molde. Haga
huecos en la masa con un tenedor.

180
Hornear 12-15 minutos a 375
grados F.

A la verdad, no sé dónde han sacado esa rece-


ta. No entiendo por qué usan margarina sin sal y
leche.

La Biblia no da una receta específica para


hacer el pan de la Cena. Pero, por las referencias
bíblicas que indican cómo se hacían pan debajo del
rescoldo, o como se preparaban las ofrendas en
sartén u horno, aprendemos la manera de hacer el
pan sin levadura.
A continuación citamos algunos textos bíblicos
que deben ser considerados en cuanto a los panes
sin levadura que se ofrecían como ofrendas a Dios.

Cuando el Ángel de Jehová, y dos Ángeles más


visitaron a Abraham, él ordenó a Sara, amasar
harina y luego hacer panes (sin levadura) debajo
del rescoldo (brasa cubierto con cenizas. Gn. 18:6).
Cuando Lot recibió a los dos ángeles que habían
estado en la casa de Abraham, coció panes sin
levadura y lo comieron (Gn. 19:3). En Éxodo 29:2,
dice que en la consagración de Aarón y sus hijos se
usaron panes sin levadura hecha de flor de harina
de trigo. En Levíticos capítulo 2, versículo 2, dice
que la ofrenda de sartén debía ser de flor de harina
181
sin levadura amasada con aceite. En el versículo 13
del mismo capítulo dice que toda ofrenda presen-
tada a Jehová debía ser ofrecida con sal. De todo
esto, podemos sacar las siguientes conclusiones:

a. El pan de la Cena del Señor debe ser


de harina sin levadura.- La cantidad dependerá del
número de los miembros de la iglesia. No se debe
hacer demasiado, porque lo que sobra, no se puede
botar. La Biblia dice que debe ser quemada (Lv.
8:32). No permita, después de la ceremonia de la
cena, que los niños o personas que nos son miem-
bros de la iglesia coman el pan de la Cena.

b. Debe ser amasada con aceite y un


poquito de sal y agua. Después de amasarlo hay
que dividirlo en pedacitos y luego con un rodillo de
madera, hacer una lámina delgada. De la cantidad
de aceite dependerá la dureza o suavidad del pan.

c. Puede ser cocido en sartén, rescoldo o


en un horno.

Creo que, en la manera de hacer el pan sin


levadura, hay enseñanzas simbólicas. La ausencia
de levadura, indica la vida santa y pura de Cristo,
quien fue tentado en todo pero sin pecado (He.
4:15). El aceite simboliza al Espíritu Santo mediante
182
el cual Cristo fue ofrecido (He. 9:14). La sal, nos
habla de una ofrenda con sazón (Lv. 2:13). El agua
simboliza la Palabra. Jesús murió según las Escri-
turas (1 Co. 15:3, 4).

4. Preparación del vino.- La preparación del


vino debe ser casera y no industrial.

a. Comprar uvas según la cantidad de


vino que desea prepararse.
b. Lavar bien las uvas y luego aplastarlas
en un recipiente hasta que salga todo el jugo.

c. Dejar en un recipiente el jugo de las


uvas con toda su cáscara por tres o cuatro días.

d. Después del tiempo de fermentación,


colar el jugo de las uvas con una coladera fina para
separar la cáscara y el bagazo.

e. Volver a colar el jugo de las uvas con


una tela finísima para separarlo de todos los
residuos que pasó por la coladera.

f. Guardar el jugo en una botella o


“damajuana”, por tres o cuatro semanas. Cerrarla
con un corcho que tenga un agujero por el medio.
Pasar por el agujero un tubito de plástico, hasta que
183
atraviese el corcho pero que no toque al líquido. Así
dejará escapar los gases que se forma con la fer-
mentación.

g. Después de las tres semanas o cuatro


semanas, hay que volver a colar el vino. En el
proceso de fermentación y alcoholización queda en
el fondo de la botella levadura muerta. Por eso es
necesario volver a colar. Una vez terminado, hay
que guardar el vino en una damajuana hermética-
mente sellada.

II. ¿CÓMO COMER LA CENA DEL SEÑOR?

A. La Cena del Señor se debe comer, sólo como


iglesia (1 Co. 11:18, 20).- Esto es lógico, pues, siendo
la Cena una ordenanza para la iglesia, solamente se
debe comer como iglesia. Hay quienes piensan que
la Cena puede ser tomada por una Misión, si la
iglesia así lo autoriza. Pero una Misión todavía no
es iglesia. Los bautizados en una Misión son
miembros de la iglesia que ha autorizado el
establecimiento de dicha Misión. ¿Cómo puede una
iglesia (madre) autorizar a una institución que
todavía no es iglesia para que coma de la Cena, si
ésta fue dada para que sea practicada solamente por
la iglesia?

184
La comunión en la cena no es, simplemente, la
comunión entre los hermanos, es la comunión de los
miembros de la iglesia con la sangre y el cuerpo de
Cristo (1 Co. 10:16, 17). Lo más plausible sería que si
los hermanos de una Misión quieren tomar la Cena,
deberían ir a la iglesia donde son miembros para
participar de la Cena. De lo contario, la iglesia
debería ir a la Misión para comer la Cena con los
miembros de la iglesia que están en esa Misión.
Solamente, cuando una Misión se organiza en una
Iglesia Bautista, podrá comer la Cena del Señor.
B. H. Carroll, hace referencia que, en una ocasión,
tomaron la cena del Señor en la casa de un miembro
moribundo. Toda la iglesia se movilizó a la casa de
ese hermano para comer la Cena. 1 No fue sólo un
grupo de los miembros, sino toda la iglesia.

¿Debe necesariamente una iglesia comer la Cena con


los miembros de sus Misiones? No. Una Misión es
la obra de la iglesia con el propósito de establecer
una nueva iglesia. Esa Misión no será el cuerpo de
Cristo hasta que se organice como Iglesia. Pero una
iglesia ya establecida, es el cuerpo de Cristo en sí
misma, independientemente de su Misión. Además,
el hecho de que los miembros de una Misión no
coman la Cena con el resto de los miembros de la
Iglesia, no es una caso de división. Las divisiones en

185
la iglesia de Corinto estaba dentro de la iglesia, y
se debía a discrepancias en creencias sobre
diferentes asuntos (1 Co 11:20, 21, 33).

B. La Cena del Señor se debe comer en plena


comunión y unidad de unidad (1 Co. 10:16, 17).
Cuando en una iglesia hay divisiones y se come la
Cena del Señor, eso no es comer la Cena del Señor (1
Co. 11:18, 20).
_____________________
1. B. H. Carroll, D, D. “Una Interpretación de la Biblia. Santiago, 1 y 2
Tesalonicenses. 1 y 2 Corintios”. P. 211
C. La Cena del Señor se debe comer después de
un auto examen de los miembros de la iglesia (1 Co.
11:28, 29, 31). Cada miembro de la iglesia debe
examinarse antes de comer la Cena del Señor, para
no comer juicio y beber sólo par sí” (v. 29).

D. La Cena del Señor se debe comer todos jun-


tos, es decir, todos al mismo tiempo (1 Co. 11:33,
com. v. 21).

E. La Cena del Señor se debe comer como una


comida espiritual y no carnal. No es para saciar el
hambre carnal. El que tiene hambre, debe comer en
su casa (1 Co. 11:22).

186
III. LOS QUE NO DEBEN COMER LA
CENA DEL SEÑOR.

A. Los glotones, es decir los que van con la


intención de llenar el vientre (1 Co. 11:21).

B. Los idólatras (1 Co. 10:19-22). Idolatría no


solamente es adoración de imágenes. Idolatría es
también la veneración de las cosas terrenales (Col.
3:5).

C. Los que están viviendo en pecado (1 Co.


5:11). Si alguien participa de la Cena del Señor sin
estar verdaderamente arrepentido, atraerá sobre sí
el juicio o castigos de Dios (1 Co. 11:29-34).

IV. LA CEREMONIA DE LA CENA


DEL SEÑOR.

A. La música.- El orden del programa musical es


el mismo que del domingo, pero hay que seleccionar
cánticos e himnos que hable de la muerte de Cristo.
Algunos himnarios tienen himnos seleccionados
para usar en la ceremonia de la Cena del Señor.

187
B La Cena del Señor será preparada de ante-
mano por los diáconos de la iglesia. Si no hay
diáconos, un ministro ordenado lo preparará. La
mesa, los manteles, las fuentes de pan y las copas de
vino deben estar servidos de antemano para que la
ceremonia no sea larga.

C. El pastor predicará un breve sermón sobre la


Cena del Señor; luego procederá a la administración
de la misma. El pastor se parará detrás de la mesa
juntamente con los diáconos que ayudarán a servir
el pan y el vino a los miembros de la iglesia.
El pastor dirá: “La Biblia dice que la noche
que Jesús fue entregado, tomó pan y dio gracias”.
“Oremos”. Luego añadirá: “Después de dar gra-
cias, lo dio a sus discípulos. Ahora, los diáconos
pasarán a repartir el pan a cada miembro de la
iglesia, pero, por favor, no lo coman todavía, haga-
mos como dice la Biblia. “Esperaos unos a otros” (1
Co. 11:33)

Si no hay diácono, otro ministro ordenado, que


es miembro de la iglesia, ayudará a servir la Cena.
Si no hay diácono, ni ministro ordenado entre los
miembros de la iglesia, el pastor mismo servirá
tanto el pan como el vino. Ningún otro miembro de
la iglesia podrá servir la Cena. Cuando Jesús

188
estableció la Cena, él mismo sirvió la Cena (Mt.
26:26, 27).

La Cena del Señor debe ser administrada sólo


por ministros ordenados. Si en una iglesia no hay
un pastor o misionero ordenado que sea miembro
de la iglesia, la asamblea puede pedir la ayuda de
un ministro ordenado para que administre la
ceremonia de la Cena. En este caso, el ministro
invitado no podrá comer la Cena, porque no es
miembro de la iglesia.

Los diáconos. Cuando los diáconos han


terminado de repartir el pan, volverán a la mesa y
entregarán la fuente al pastor. El pastor ofrecerá el
pan al diácono y finalmente, el pastor tomará
también su parte. A veces, un diácono ofrece el pan
al pastor.

El pastor dirá.- “Luego de darles el pan, Jesús


dijo: “comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es
partido; haced esto en memoria de mí”. Todos
deben comer juntos.

El Pastor dirá: “La Biblia dice que, “tomó


también la copa y habiendo dado gracias, les dio”
(Mt. 26:27). “Oremos dando gracias, antes que los
189
diáconos les reparta las copas. Esperémonos unos a
otros para beber la copa junto.” (Oración).

Los diáconos.- Reparten las copas; después de


terminar de repartirlas, volverán a la mesa. El
pastor repartirá a los diáconos, y también toma el
suyo. Luego dirá:

Pastor.- “Dando la copa a los discípulos,


Jesús dijo: ‘bebed de ella todos, porque este es mis
sangre del nuevo pacto, que por muchos es
derramada para remisión de los pecados”. Luego
dará la orden para beber todos juntos.

Los diáconos.- Recogen las copas.

El Pastor dirá: “Hermanos, hemos cumplido


con el mandato de conmemorar la muerte de Cristo
mediante la Cena del Señor. La Biblia dice que
después de haber cenado, cantaron un himno (Mr.
15:25, 26). Vamos a cantar un himno para terminar
con esta ceremonia. Pase adelante el Director de la
música para guiar en el canto”. La ceremonia
terminará con una palabra de oración y el postludio.

190
CAPÍTULO XII

LA ORDENACIÓN
DE UN PASTOR
INTRODUCCIÓN

Como ya hemos dicho, anteriormente, el obis-


pado es un don dado por el Señor. Los que son
llamados, deben ser ordenados por la iglesia para
cumplir con el ministerio del Nuevo Pacto. Muchos
creen que sólo basta tener el don y que no importa

191
la ordenación de la iglesia. Muchas iglesias quieren
pastores ordenados, pero no quieren ordenar un
hombre al obispado. Hay varias razones para esta
negativa. Algunas iglesias aquí en el Perú no ven la
necesidad de tener un pastor ordenado. Para estas
iglesias, “basta con un encargado”. Esa decisión y
actitud de tener un “encargado” no se ajusta al
modelo de las iglesias del Nuevo Testamento.
Cuando el apóstol Pablo empezó iglesias en dife-
rentes ciudades, él se preocupó por establecer
ancianos (pastores) en las iglesias (Hch. 14:21-23;
Tit. 1:5). Otra razón de esta negligencia, es la
ignorancia de la iglesia. En muchas iglesias no se ha
enseñado sobre la necesidad de tener un pastor
ordenado.

Además, de las razones ya especificadas, muchas


iglesias no quieren llamar a un pastor ordenado,
porque no tienen presupuesto para afrontar los
gastos que demanda tener un pastor. En realidad,
esto es una falta de fe de la iglesia. Porque si Dios
ha decretado que cada iglesia tenga su pastor o
pastores, entonces, es responsabilidad de la iglesia
obedecer la voluntad de Dios. Cuando obedecemos
a Dios, él bendice a la iglesia y al pastor para que
nada les falte. Si en algunas ocasiones hubiera
carestía, Dios les dará el poder y gracia para vivir y
afrontar esas circunstancias. Dirá como el apóstol
192
Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
(Fil. 4:13).

Si bien es cierto que se debe establecer ancianos


(pastores) en las iglesias, la iglesia no debe apre-
surarse ni debe incurrir en el error de ordenar
pastores que no llenan los requisitos establecidos en
el Nuevo Testamento. Porque un hombre que es
ordenado al ministerio, sin las cualidades estipula-
das en la Biblia, causará muchos males a la iglesia y
su relación con contras de la misma fe.

La ordenación de un pastor debe estar registrada


en el Acta de la Iglesia. El secretario de la iglesia o
un secretario interino será el encargado de tomar
notas y redactar el acta de ordenación. En el Acta
de ordenación deberán firmar los miembros del
presbiterio.

Veamos cuáles son los pasos que se siguen en la


ordenación de un ministro del Evangelio.

I. REQUISITOS BÍBLICOS PARA LA


ORDENACIÓN.

A. Cualidad personal del candidato a la orde-


nación con relación a sí mismo.

193
Debe ser convertido a Dios.- Dios no llama a
un incrédulo para ser un ministro del evangelio.
Los hombres que fueron llamados para ser pesca-
dores de hombres fueron hombres convertidos que
siguieron a Jesús (Jn. 1:35-42; Mr. 1:16-20). Los
hombres que se involucran en el ministerio cris-
tiano, sin ser salvos, serán condenados por el Señor
Jesús (Mt.7:21-23).

B. Cualidades personales del candidato a la


ordenación con relación a otros.
Debe tener una vida intachable e irreprensible
para ser el modelo de los creyentes (1 Ti. 4:12).

1. En su vida doméstica:

a. Debe ser marido de una sola mujer (1 Ti.


3:2).- No solo debe guardar la fidelidad conyugal (cf. Job
31:1), sino que nunca debe haber tenido otra mujer,
excepto si es viudo. La muerte del cónyuge deja libre al
vivo para casarse otra vez (Ro. 7:3; 1 Co. 7:39).

b. Debe gobernar bien su casa (1 Ti. 3:4, 5).


Si no sabe gobernar su casa, no podrá gobernar la iglesia.
Por tanto, debe criar a sus hijos en sujeción a Dios y a
sus padres. Sus hijos deben ser creyentes y no deben estar
acusados de disolución ni de rebeldía (Tit. 1:6). También
su esposa estará sujeta a él por amor y no por fuerza o
violencia.

194
c. Debe tener un espíritu de hospitalidad
(1 Ti. 3:2). Él debe ser “el buen samaritano” para acoger
en su mesón a todos los desvalidos.

d. Debe tener buen testimonio de los de


afuera (1 Ti. 1:7).- La gente que no es creyente debe tener
un buen concepto de él en cuanto a una buena conducta.
Si los de afuera saben que él tiene una mala conducta,
caerá en descrédito, es decir, no le creerán cuando él les
testifique. De este modo se hallará atrapado en los lazos
del diablo.

2 En sus tratos sociales: En su vida pública, el


pastor debe mostrar una conducta ponderada.-

a. No debe ser dado al vino (1 Ti. 3:3).- En


sus hábitos del diario vivir no debe estar el consumo de
vino. Sólo puede tomar vino en la Cena del Señor y en
caso de enfermedad (1 Ti. 5:23). Es lamentable ver que
un pastor, no solo anda con borrachos, sino que se em-
briaga también con ellos.

b. No debe ser pendenciero o violento (1 Ti.


3:3).- El pastor no debe ser un “busca pleitos”. Pablo dice
a Tito que el pastor no debe ser iracundo (Tit. 1:7). El
hombre iracundo, frecuentemente, hará locuras (Pr. 26:
17).
c. Debe ser amable (1 Ti. 3:3).- El pastor
idóneo ama y se deja amar. Por eso él es amable y
delicado en su trato con los demás. Él sabe que si un
hombre quiere amigos, debe mostrarse amigable (Pr.

195
18:24). No es contencioso con los que se oponen, sino
que con mansedumbre, les corrige (2 Ti. 2:24, 25).

d. Debe ser apacible (1 Ti. 3:3).- Es dulce,


manso y agradable en su trato. No enciende la contienda,
sino que apacigua los ánimos alterados con suaves
respuestas (Pr. 15:1).

3- En sus tratos comerciales:

a. Es ajeno a toda avaricia (1 Ti. 3:3).- El


pastor que ama mucho el dinero será traspasado de
muchos dolores, porque raíz de todos los males es el
amor al dinero (1 Ti. 6:3-10).
b. No debe gastar más de lo que tiene para
no meterse en deudas. El pastor no debe tener deudas.
Debe estar al día con sus pagos. La única deuda que
deben tener los cristianos es el amarse el uno al otro (Ro.
13:7, 8). Muchos pastores hacen abusos de la tarjeta de
crédito y se endeudan hasta hacerse esclavos de las
entidades que las proporcionaron.

c. Deben ser honrados con el dinero.- En


Mateo 25 hay un principio que debe tener en cuenta todo
pastor: “Sobre poco fuiste fiel” (vs. 21-23). Si los pasto-
res aprendemos a ser fieles sobre lo poco que nos ha
confiado él Señor, el ha prometido que nos pondrá “sobre
mucho”. Hay pastores que reciben su salario de los
diezmos y ofrendas, pero no dan los diezmos de los
diezmos (Nm. 18:26). Si un hombre no tiene miedo robar
a Dios, mucho menos tendrá miedo de ser injusto con el
dinero en sus relaciones comerciales.

196
C. Cualidades de madures espiritual del candidato a
la ordenación.

1. Debe ser humilde y no soberbio (Tit. 1:7).-


Un pastor soberbio será orgulloso, egoísta y auto compla-
ciente. Por esta razón, un hombre neófito no puede ser
pastor, porque al no tener madurez espiritual, se envane-
cerá y caerá en la condenación del diablo (1 Ti. 3:6). El
Diablo fue condenado por orgullo (Ez. 28:17).

2. Debe ser sobrio (1 Ti. 3:2).- El pastor debe


ser un hombre moderado en todo sentido. No es dado a
los excesos. No se deja arrastrar por el pensamiento ni
sentimientos de la colectividad. En este sentido es,
“dueño de sí mismo” (Tit. 1:8). No se va a los extremos,
siempre se mantiene centrado en los principios bíblicos
que norman su vida.

3. Debe ser prudente (1 Ti. 3:2).- El pastor es


una persona cautelosa y no alocada. Piensa antes de
actuar. Medita en los “pros” y en los “contras” de un
asunto. Está en actitud vigilante de sí mismo (1 Ti. 4:16)
y de aquellos que Dios ha puesto bajo su responsabilidad
(Ez. 3:17). Su responsabilidad es velar siempre por el
rebaño del Señor (Hch. 20:28-31; He. 13:17).

4. Debe ser decoroso (1 Ti. 3:2).- Un pastor


debe ser organizado y ordenado. El decoro depende del
criterio y de la manera en que se organizan y ordenan las
cosas. Dios es un Dios de orden, por eso pablo urge a la
iglesia de Corinto a hacer todas las cosas en orden y

197
decentemente (1 Co. 14 40). Un pastor que no le importa
el desorden en el Culto de la iglesia, es un pastor sin
decoro. Un pastor que no le importa cómo se viste la
gente, es un pastor sin criterio del decoro. Un pastor que
vive sin reglas, es un pastor indecoroso.

5. Debe ser amante de lo bueno (Tit. 1:8).- Para


saber lo que es bueno o malo hay que tener madurez
espiritual. Los niños no saben distinguir entre lo uno y lo
otro. Pero los maduros tienen los sentidos ejercitados en
el discernimiento del bien y del mal (He. 5:14). Muchas
veces los miembros de la iglesia van a tener deseos de
hacer algunas cosas que a la luz de la Palabra de Dios es
malo, el pastor, como amante de lo bueno, debe decir:
“Eso no es correcto hacer”. El pastor laxo y complacien-
te, solo revelará que él no ama lo bueno, porque no le
importa que los demás hagan lo malo. El pastor, como el
apóstol Pablo alabará las cosas buenas que hacen los
hermanos, pero en las cosas malas, les dirá, “en esto no
os alabo” (Com. 1 Co. 11:2, 17).

6. Debe ser justo (Tít. 1:8). El pastor debe ser


justo en todos los actos de su vida. Especialmente debe
ser justo en el trato con los demás. Cuando juzga un
asunto no debe actuar con parcialidad, porque sabe que
los pastores nada deben hacer con parcialidad (1 Ti.
5:21). Hay pastores que juzgan severamente a los
creyentes que caen en pecados y no tienen ninguna
contemplación para disciplinarlo. Pero cuando se trata de
su familia, que es miembro de la iglesia, no obran de
igual manera. Tratan de defender a su familia, y procuran
tapar los pecados de sus seres queridos. Eso no es una

198
conducta justa de un pastor. El pastor justo no hace
acepción de personas.

7. Deben ser santos (Tit. 1:8).- Debe ser santo


en toda su manera de vivir. No debe tener una doble
vida, una para la iglesia y otro fuera de la iglesia. Para él,
la santidad debe ser un principio que le impulsa a vivir
apartado de todo mal. El pastor debe ser santo en toda su
manera de vivir. Dios dijo a los ministros en el Antiguo
Testamento: “Purificaos los que lleváis los utensilios de
Jehová” (Is. 52:11). Solamente, si el ministro vive en
santidad será útil para toda buena obra (2 Ti. 2:20, 21).
Muchos pastores aparentan tener vidas santas, engañan a
los que no le conocen, pero a su familia no puede
engañar. Ellos conocen como es su verdadera vida. Si un
pastor se ha ganado el respeto de su familia por su vida
santa entre ellos, ganará también, sin lugar a dudas, el
respeto de su congregación. Proverbios dice que “como
zarcillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer
hermosa y apartada de razón” (Pr. 11:22). Es realmente
una locura que la joya del evangelio esté en la boca de
hombres cuyas vidas parecen a la de los cerdos. La Biblia
dice que no hay hombre en la tierra que haga sólo el bien
y nunca peque (Ec. 7:20) Por eso, para vivir en completa
santidad, el pastor debe vivir de rodillas (Com. 1 R. 8:46-
49).

D. Cualidades de Aptitud intelectual para el oficio


pastoral:

1. Debe ser apto para enseñar (1 Ti. 3:2). La


aptitud para la enseñanza requiere de un raciocinio claro,

199
de una imaginación vigorosa y la capacidad para expresar
las ideas. El hecho de que un hombre tenga muchos
conocimientos, no significa, necesariamente, que tiene el
don de la enseñanza. La erudición humana no hace a un
hombre capaz para el ministerio cristiano. Por el con-
trario, la sabiduría humana aplicada a la predicación, hace
vana la cruz de Cristo (1 Co. 17b). Ese don de enseñanza
debe venir de arriba. Cristo es el que ha constituido a los
maestros (Ef. 4:11). Los pastores tiene esa doble función,
de predicar y de enseñar (1 Ti. 5:17).

2. Debe ser retenedor de la Palabra tal como ha


sido enseñada (Ti. 1:9).- Esto le capacitará para exhortar
con sana enseñanza y para convencer a los que contra-
dicen. Muy a menudo, los pastores no resisten la tenta-
ción de recurrir a los medios ofrecidos por el humanismo
para la enseñanza: Empiezan a estudiar libros para
desarrollar una supermemoria. Para desarrollar todo el
potencial que hay en el hombre. Recurren a la sicología
para enseñar el “poder de la afirmación o decreto”. Su
predicación consiste en “Yo afirmo que…, o yo decreto
que…” Éstos diluyen el evangelio en humanismo, y
terminan predicando humanismo en vez del evangelio.
No son capaces de retener la Palabra tal como ha sido
enseñada por Cristo y sus apóstoles. En realidad, son
malditos (Gá. 1:7, 8).

II. FORMACIÓN DEL PRESBITERIO PARA


LA ORDENACIÓN.

200
El presbiterio es el conjunto de pastores o
ministros ordenados que son invitados y autoriza-
dos por una iglesia para participar en la ordenación
de un ministro. Ellos son los encargados de
examinar al candidato, y luego, de imponer sus
manos sobre éste, si han sido aprobados para la
ordenación.

A. La iglesia, en una sesión extraordinaria, pide


que se conforme un presbiterio para la ordenación
de un candidato al ministerio. El presbiterio debe
estar conformado por pastores ordenados, previa-
mente invitados por la iglesia. Cuando no hay la
posibilidad de invitar a varios pastores, uno o dos,
aparte del pastor de la iglesia, es suficiente. Si no
hay pastor en la iglesia, los ministros que conforman
el presbiterio deben ser dos como mínimo.

B. La conformación del presbiterio para la


ordenación de un ministro se lleva a cabo por la
autoridad de la iglesia. La iglesia le confiere
autoridad solamente para la ordenación de uno o
varios ministros de la Palabra. Terminada la
ordenación, el presbiterio queda disuelto con el
agradecimiento de la iglesia. En la Biblia no hay tal
cosa como un presbiterio permanente encargado de
ordenar ministros. Además, se debe recordar que
cada iglesia bautista es totalmente independiente.
201
Por tanto, el presbiterio no puede ser convocado por
un grupo de iglesias bautistas, sino exclusivamente
por la iglesia que va a ordenar a un varón llamado
por Dios al ministerio. Tito tuvo que establecer
ancianos en cada ciudad de Creta donde había
iglesia. Naturalmente se hizo con la autoridad de
cada iglesia como en el caso de los diáconos, en la
iglesia de Jerusalén (Hch. 6:1-6; Ti. 1:5). La ordena-
ción por un concilio de iglesias, practicadas por
algunas denominaciones, no es bíblica. Sólo los
apóstoles no fueron ordenados por autoridad de
una iglesia, sino directamente por Jesucristo (Mr.
3:13, 14; Hch. 26:16, 17; Gá. 1:11, 12).

III. EL PROGRAMA DE ORDENACIÓN.

A. Apertura del programa.- Se dará la bienve-


nida a todos los que se han reunido para la cere-
monia de la ordenación de un ministro o ministros,
si son varios. Esa bienvenida debe estar a cargo del
pastor de la iglesia, y si no hay pastor, por una
persona designada por la iglesia.

B. El canto congregacional: (Es flexible)

1 Un himno de bienvenida.
2 Uno o dos coros.

202
3 Un himno de adoración.
4 Música especial: (Apropiado para el even-
to)
5 Un himno de consagración.
6 Música especial.

IV. LA CEREMONIA DE ORDENACIÓN.

A. Presentación del presbiterio.- El conductor


de la ceremonia (que puede ser el pastor u otra
persona autorizada), presenta a cada uno de los
ministros que conforman el presbiterio. Mencionará:
su lugar de procedencia, su cargo, y finalmente, su
nombre. El ministro mencionado. pasará al lugar
donde se ha preparado de antemano para la ordena-
ción. Es mejor que las sillas estén arregladas en un
semicírculo.

B. Presentación del o de los candidatos a la


ordenación.- Una vez que ya todos los ministros del
presbiterio estén sentados, se llamará a cada uno de
los candidatos. Al presentar a cada uno hay que:

1. Mencionar su nombre.

203
2. Hacer una brevísima semblanza mientras
él se encamina a tomar el lugar preparado para la
ordenación.

La semblanza puede ser algo así: “Conozco


al hermano…desde… Conocerle ha sido una gran
bendición para mí, personalmente. Él ha trabajado
en la iglesia como… (maestro en la Escuela Domi-
nical, dirigente de la Juventud, un visitador en el
programa de visitación, en las Misiones, colabora-
dor con la iglesia de… (mencione el nombre de la
iglesia) cuyo pastor es el hermano…; asistente del
pastor en nuestra iglesia por…años, etc.”)

C. Congratulaciones.- Pida al candidato o a los


candidatos que se pongan de pie. Luego diga:
“Felicito a cada uno de ustedes por el deseo que
tiene para ser un ministro del Jesucristo. Pido un
fuerte aplauso para los candidatos.”

D. El examen de la ordenación.- Este examen


puede ser público o privado.- Todos los ministros
del presbiterio están autorizados para preguntar;
pero, habrá un moderador entre el presbiterio a
quien se le ha confiado leer las preguntas. Si una
respuesta de un candidato no ha satisfecho a algún
miembro del presbiterio, éste podrá repreguntar.

204
No es posible ordenar a un candidato al ministe-
rio, si primero no se ha evaluado sus conocimientos
y virtudes. No basta que unos cuantos digan,
“nosotros le conocemos bien al hermano, no hay
necesidad de evaluar su conocimiento y examinar
su vida espiritual y moral”. Recordemos que la
ordenación será otorgada “al que fuere…” (Ti. 1:6, 1
Ti. 3:2). La única manera de saber si el candidato es
apto para la ordenación es a través de una evalua-
ción seria y sincera.

A veces, es conveniente tener primero un inte-


rrogatorio en privado para no propiciar hechos
bochornosos en público. En un interrogatorio priva-
do se procederá exactamente como si los miembros
del presbiterio lo estuvieran haciendo en público. El
interrogatorio privado o público es decidido por la
iglesia, quien hará conocer su voluntad al presbite-
rio. Tener un interrogatorio privado es también
conveniente, para que la ceremonia pública de la
ordenación sea más corta.

El candidato para la ordenación, debe estar bien


preparado, a fin de contestar satisfactoriamente
cada pregunta que haga el presbiterio. Las pregun-
tas se hacen mencionando el nombre del candidato.
Por ejemplo: “Hermano José, ¿Cree usted en los
Artículos de Fe de la Iglesia Bautista de…? ¿Ha
205
leído toda la Biblia por lo menos una vez? Las
preguntas del presbiterio incluirán todas las áreas
del ministerio cristiano, especialmente, las doctrinas
bíblicas. Por lo general, las preguntas empiezan con
un testimonio de salvación y llamamiento al minis-
terio. A continuación, se formulan las preguntas
básicas que probablemente hará el presbiterio.

1. Por favor, hermano,… (nombre del can-


didato) dé un breve testimonio de su
llamamiento a la salvación y de la seguir-
dad de la misma, así como también de su
llamamiento al ministerio del evangelio.

2. Hermano… Diga usted, ¿quién es Dios y


cuáles son algunas de sus perfecciones?
3. Hermano… ¿Cree usted en la doctrina de
la Trinidad? ¿Qué es la Trinidad?
4. Hermano… La Biblia dice que Dios es
soberano. ¿Qué es la soberanía de Dios?
5. Hermano… La Biblia enseña que Dios se
ha revelado al hombre de varias maneras,
puede usted decirnos, ¿Cómo se ha reve-
lado Dios a los hombres?
6. Hermano… La Biblia dice que Toda la
Escritura es inspirada por Dios, ¿Qué es
la inspiración de las Escrituras?

206
7. Hermano… ¿Qué es la inspiración verbal
de la Biblia?
8. Hermano… ¿Cuáles son algunas teorías
de la inspiración de la Biblia y cuál es la
correcta?
9. Hermano… ¿Qué entiende usted cuando
se dice que, “La Biblia es nuestra única
regla de fe y práctica?
10. Hermano… ¿Cómo está estructurada la
Biblia?
11. Hermano… ¿Para quienes fue escrito el
Antiguo Testamento?
12. Hermano… ¿Para quienes fueron escritos
los evangelios y cuál fue su propósito?
13: Hermano… ¿Qué son los evangelios sinó-
pticos y cuál es su tema principal?
14. Hermano… ¿Cuál es el tema principal del
evangelio de Juan?
15. Hermano… ¿Cuál es el tema principal del
libro de los Hechos y de que trata este
Libro?
16. Hermano… ¿Cuántas epístolas escribió el
apóstol Pablo, y a quienes fueron dirigi-
das esas epístolas?
17. Hermano… ¿Cuántas epístolas universa-
les hay y a quienes fueron dirigidas esas
epístolas?
18. Hermano… ¿Qué es el hombre?
207
19. Hermano… ¿Cómo creó Dios al hombre?
20. Hermano… ¿Qué sostienen la teoría dicó-
toma en cuanto al hombre?
21. Hermano… ¿Qué sostiene la teoría tricó-
toma en cuanto al hombre?
22. Hermano… ¿Qué es el pecado?
23. Hermano… ¿Cómo entró el pecado en el
mundo?
24. Hermano… Diga usted, ¿cómo cayó el
hombre en pecado?
25. Hermano… Cuando se habla de la caída
del hombre, se admite una depravación
total, ¿qué es la depravación total?
26. Hermano… ¿Cómo ha salvado Dios al
pecador?
27. Hermano… ¿Qué es la gracia de Dios?
28. Hermano… ¿En qué se diferencia la
gracia de la ley?
29. Hermano… Nosotros creemos en la
gracia irresistible de Dios, ¿por qué se
dice que la gracia de Dios es irresistible?
30. Hermano… ¿Qué es la encarnación de
Cristo?
31. Hermano… La Biblia dice que Cristo fue
tentado en todo pero sin pecado. ¿Cuál
fue el propósito de esa tentación y por
qué Cristo no pecó?
32. Hermano… ¿Quién es el Espíritu Santo?
208
33. Hermano… Diga usted, ¿Cuál es la obra
del Espíritu Santo en los incrédulos y en
los creyentes?
34. Hermano… ¿Qué es el nuevo nacimien-
to?
35. Hermano… ¿Qué es la regeneración?
36. Hermano… ¿Qué es la santificación?
37. Hermano… La santificación tiene tres as-
pectos, ¿Diga cuáles son los tres aspectos
de la santificación del creyente?
38. Hermano… ¿Qué significa que los cre-
yentes deben ser santos?
39. Hermano… ¿Qué es la elección
incondicio-nal?
40. Hermano… ¿Qué es la predestinación?
41. Hermano… ¿Qué es la justificación?
42. Hermano… ¿Qué es el llamamiento, y
cuántas clases de llamamiento hay y
explique cada uno de esos llamamientos.
43. Hermano… ¿Qué es la adopción?
44. Hermano… ¿Qué es la glorificación del
creyente?
45. Hermano… ¿Qué quiere decir, “muerte
vicaria de Cristo”?
46. Hermano… ¿Qué es el perdón de peca-
dos?
47. Hermano… ¿Qué es la redención univer-
sal?
209
48. Hermano… ¿Qué es la redención limita-
da?
49. Hermano… Si usted cree en la redención
limitada, ¿Qué significa la declaración
bíblica que afirma que Jesucristo “es el
Salvador del mundo”?
50. Hermano… ¿Qué entiende usted por la
“seguridad del creyente”?
51. Hermano… ¿Con qué textos bíblicos pue-
des probar que el creyente no pierde su
salvación?
52. Hermano… Si usted cree que la salvación
no se pierde, ¿qué significa la expresión
bíblica, “de la gracia habéis caído. Gá.
5:4?
53. Hermano… ¿Qué es la iglesia?
54. Hermano… Hay dos conceptos de la
iglesia que podríamos llamar: el concepto
“universalista” y el concepto “localista”.
Defina usted, ¿Qué es la iglesia universal,
y qué es la iglesia local?
55. Hermano… ¿Cree usted que la iglesia de
Cristo es universal o local o ambas cosas?
56. Hermano… ¿Cuándo empezó la iglesia
de Cristo?
57. Hermano… ¿Usted cree que el pueblo de
Israel y la iglesia son dos entidades dife-
rentes o es una sola entidad?
210
58. Hermano… ¿Cuál será el futuro del
pueblo de Israel?
59. Hermano… ¿Cuáles son los oficiales de la
iglesia?
60. Hermano… ¿Cómo debe ser sostenido y
financiado el Culto en la Iglesia?
61. Hermano… ¿Qué es un pastor?
62. Hermano… ¿Cuáles son los deberes
principales del pastor de la iglesia?
63. Hermano… ¿Cuáles son los deberes de
los diáconos?
64. Hermano… ¿Cuántas ordenanzas tiene la
iglesia?
65. Hermano… ¿Qué es el bautismo?
66. Hermano… ¿Con autoridad de quien se
bautiza?
67. Hermano… ¿Cree usted que cualquier
persona puede bautizar si la iglesia le da
autoridad, y diga, por qué?
68. Hermano… ¿Cuáles son los requisitos
que debe llenar un candidato al bautismo
para tener un bautismo válido?
69. Hermano… ¿Qué es la Cena del Señor?
70. Hermano… ¿Hay dos posiciones con
respecto a comer la Cena del Señor. A
una se llama “comunión abierta” y a la
otra “comunión cerrada”. Diga usted,

211
¿Qué es comunión abierta y qué es comu-
nión cerrada?
71. Hermano… ¿La Cena del Señor se debe
comer en comunión abierta o cerrada, y
diga por qué?
72. Hermano… ¿Cuáles son los elementos de
la Cena del Señor?
73. Hermano… ¿Qué es la transubstancia-
ción?
74. Hermano… ¿Usted cree que el pan y el
vino de la Cena, es, realmente, el cuerpo
y la sangre de Cristo o son sólo símbolos
de su cuerpo y de su sangre?
75 Hermano… ¿Quién debe administrar la
Cena del Señor?
76. Hermano… ¿Para qué se celebra la Cena
del Señor?
77. Hermano…¿Cada cuánto tiempo se debe
celebrar la Cena del Señor?
78. Hermano… ¿Cuál es la responsabilidad
preeminente de la iglesia?
79. Hermano… ¿Qué es la disciplina de la
iglesia?
80. Hermano… ¿Qué son los diezmos y
ofrendas?
81. Hermano… ¿Quiénes deben practicar el
diezmo y las ofrendas?

212
82. Hermano… ¿Practica usted los diezmos y
ofrendas?
83. Hermano… ¿Cree usted que las mujeres
deben hablar en la iglesia y diga por qué?
84. Hermano… ¿Quiénes son los bautistas?
85. Hermano… ¿Cree usted que la iglesia
bautista es la verdadera iglesia de Cristo?
Sustente su respuesta.
86. Hermano… ¿Cuál es su creencia o posi-
ción sobre las otras denominaciones
evangélicas que no son bautistas?
87. Hermano… ¿Qué relación debe tener la
iglesia con el Estado y por qué?
88. Hermano… ¿Qué es el arrebatamiento de
la iglesia?
89. Hermano… ¿Cree usted que la iglesia
será trasladada, antes, a mitad o después
de la tribulación? Sustente su posición.
90. Hermano… ¿Qué es el traslado parcial de
la iglesia?
91. Hermano… ¿Cree usted que el traslado
de la iglesia será total o parcial?
93. Hermano…¿Por qué se dice que la según-
da venida de Cristo será inminente?
94. Hermano… ¿Puede usted explicar cómo
será la segunda venida de Cristo?
95. Hermano… ¿Dónde será el encuentro de
Cristo con los santos arrebatados?
213
96. Hermano… ¿A qué lugar volverá Cristo
cuando venga por segunda vez a la tierra,
y cuál es el propósito de su segunda
venida a este mundo?
97. Hermano… ¿Qué es el BEMA o tribunal
de Cristo?
98. Hermano… ¿Cuál es el propósito del
tribunal de Cristo?
99. Hermano… ¿Qué es la gran tribulación?
100. Hermano… ¿Cuánto tiempo cree usted
que dura el periodo de la tribulación?
101. Hermano… ¿Cuál es el propósito del
periodo de la tribulación?
102 Hermano… ¿Qué es el Anticristo y cuál
será su papel en el periodo de la Tribula-
ción?
103 Hermano… ¿Usted cree que el falso
profeta y el anticristo es una misma cosas,
diga por qué?
104. Hermano… ¿Habrá salvación para judíos
y gentiles en el periodo de la tribulación?
105. Hermano… ¿Si hay salvación en los días
de la tribulación, de qué manera serán
salvos los hombres en ese tiempo?
106. Hermano… ¿Qué es el Armagedón y
cuándo ocurrirá?

214
107. Hermano… ¿Cree usted en la resurrec-
ción de los muertos y diga cuántas clases
de resurrección hay?
108. Hermano… En la primera resurrección
hay fases de resurrección, ¿puede usted
decir cuáles son esas fases en que resuci-
tarán los creyentes o salvos?
109. Hermano… ¿Cuándo resucitarán los
otros muertos, es decir los que han muer-
to sin Cristo?
110. Hermano… ¿Cuándo tendrá lugar las
Bodas del Cordero y la Cena de Bodas del
Cordero?
111. Hermano… ¿Cuál será el destino final de
los muertos sin Cristo?
112. Hermano… ¿Qué es el milenio?
113. Hermano… ¿Quiénes van a entrar en el
milenio?
114. Hermano… ¿Cuándo empezará el mile-
nio?
115. Hermano… ¿En qué se ocuparán los
gentiles que entrarán al milenio?
116. Hermano… ¿Dónde estará el trono del
Mesías durante el reinado milenial?
117. Hermano… ¿Qué hará la iglesia durante
el milenio?
118. Hermano… ¿Quién es Satanás?

215
119. Hermano… ¿Cuál fue el pecado que
causó la caída de Satanás?
120. Hermano… ¿Cuál es la obra de Satanás
en los incrédulos?’
121. Hermano… ¿Cuál es la obra de Satanás
con relación a los creyentes?
122. Hermano… ¿Qué es la tentación?
123. Hermano… ¿Qué es la oración?
124. Hermano… ¿Qué es el ayuno?
125. Hermano… ¿Cómo se debe restaurar a
un hermano que ha caído en pecado?
126. Hermano… ¿Qué sucederá con la gente
que no conocen a Dios ni obedecen al
evangelio de Jesucristo?
127. Hermano… ¿Usted cree que todos los
que viven en el milenio van a ser salvos?
128. Hermano… ¿A quiénes engañará Satanás
cuando sea suelto después del milenio?
129. Hermano… ¿Cuál será el destino final de
Satanás?
130. Hermano… ¿Dónde van a vivir los salva-
dos después del milenio?
131. Hermano… ¿Qué es el infierno?
132. Hermano… ¿Usted cree que el infierno es
literal o simbólico y diga por qué?
133 Hermano… ¿Cuáles son los principales
deberes de un pastor?

216
134 Hermano… ¿Cuáles son los principales
deberes de los miembros de la iglesia?
135 Hermano… ¿Cuándo y cómo se debe
disciplinar a un miembro de la iglesia?
136. Hermano… ¿Cree usted que deben ser
bautizados los que reciben a Cristo pero
viven en concubinato o han hecho profe-
sión de fe pero no muestran frutos dignos
de arrepentimiento?
137. Hermano… ¿Su esposa está de acuerdo
que usted sea ordenado al ministerio del
evangelio para servir juntos al Señor?
138 Hermano… ¿Puede usted confesar que
todos sus hijos están andando disciplina-
damente en el Señor, y que no hay ningu-
na acusación justificada contra usted de
los de afuera?
139 Hermano… ¿Puede usted confesar, sin-
ceramente, que ama a Cristo con todo su
corazón?
140. Hermano… ¿Si un día, esta iglesia que
está autorizando su ordenación, le quita-
ra la autoridad de su ordenación por
haber cambiado su posición con respecto
a los principios bautistas, tales como
salvación y a la inspiración de la Biblia,
etc. o por no poder seguir ejerciendo el
ministerio por causas espirituales y
217
morales, ¿Aceparía usted devolver su
Certificado de Ordenación a esta Iglesia?

Además de estas preguntas, el candidato debe


estar preparado para contestar preguntas sobre la
historia del cristianismo, la historia de los bautistas,
la tarea del pastor en la Escuela Dominical, El pastor
como orientador noutético de los problemas que
confrontan la gente.

Si el interrogatorio se ha hecho privadamente, el


conductor de la ordenación, lo hará conocer a la
concurrencia, luego dará paso a las preguntas en
público que deben ser muy pocas. Por ejemplo:

1. Hermano… ¿puede usted darnos un breve


testimonio de su salvación y llamamiento al
ministerio? (Si él ya fue examinado en
privado sobre esto, debe repetirlo por causa
de la congregación).

2. Hermano… ¿Cree usted completamente en


todos los Artículos de fe de la Iglesia … (nombre de
la iglesia)?

3. Hermano… ¿Si llegara el día en que usted ya


no cree en los Artículos de fe de la iglesia… (nombre
de la iglesia) o usted cambia su convicción respecto
218
a la inspiración de la Biblia, estaría usted dispuesta
a devolver el Certificado de Ordenación a esta
Iglesia?

El (pastor) o conductor de la ordenación explicará


que este asunto es muy serio. Porque, andando el
tiempo, hombres ordenados al ministerio del evan-
gelio, cambian más tarde sus creencias de las
doctrinas. Esto puede suceder y ha sucedido.

Si una iglesia bautista ordena de un hombre,


bajo los principios o doctrina bautista, el día que él
cambia su convicción, ya no será más un ministro
bautista, por eso la iglesia, en sesión extraordinaria,
debe retirar la autoridad de ordenación y pedir que
devuelva el Certificado de Ordenación. Mucho
hombres ordenados al ministerio no sirven al Señor,
es más, han vuelto al mundo; pero, todavía tienen
el descaro de jactarse que son ministros ordenados.
Esto no debe ser así porque es una deshonra para
Cristo.

E. El voto del presbiterio. El presbiterio, des-


pués de examinar al o los candidatos, ya sea en
privado o en público, hará conocer su decisión. El
conductor de la ordenación dirá: “Ahora, solicito
una moción del presbiterio que recomiende a la

219
iglesia la ordenación de este o estos hermanos al
ministerio del evangelio”.

Un participante del presbiterio, hará la moción.


Si sólo hay un ministro, aparte del pastor, éste hará
la recomendación. Si el voto del presbiterio es
negativo, será mejor tener un receso, para hacer esa
votación en privado. Luego el conductor de la
ordenación lo hará conocer a la iglesia. Si el presbi-
terio vota positivamente, ya sea por unanimidad o
por mayoría absoluta. El conductor de la ceremonia
de ordenación dirá: “Ahora le toca votar a la
iglesia”.

F. El voto de la iglesia.- El conductor de la


ceremonia dirá: “Ustedes han oído o visto las mo-
ciones y la votación del presbiterio (depende del
caso), Ahora les toca votar a vosotros como iglesia.
Necesitamos primero, dos mociones: El que quiera
hacer la primera moción levante su mano por favor.
El hermano… (nombre del hermano). ¿Quién secun-
dará la moción? El hermano… (nombre). ¿Hay
alguna discusión? Ninguna (Si las hay deben ser
escuchadas y después sometidas a votación). Aho-
ra, los que están de acuerdo con los que han
presentado las dos mociones, levanten su mano
derecha, por favor.” (Rara vez una iglesia votará en
contra del presbiterio, de ser así, se respetará la
220
decisión de la iglesia con plena explicación de la
causa).

G. La oración de ordenación y la imposición de


manos.- El conductor dirá: “Ahora ha llegado el
momento de orar e imponer las manos sobre estos
hombres como testimonio de la autoridad que se le
confiere. Por favor hermano… (uno de los
participantes del presbiterio) guíanos en la oración
de ordenación mientras todos nosotros ponemos
nuestra manos sobre el hermano o hermanos que
están siendo ordenados. La iglesia, en silencio y con
todo el corazón, oren juntamente con nosotros”.

A, veces, se prefiere la oración individual de los


miembros del presbiterio. En este caso cada uno se
acerca al que se está ordenando, luego imponiendo
la mano sobre él ora, como el Espíritu le guía.

Si en la votación del presbiterio, uno o dos no


están de acuerdo para que la ordenación siga, por
haber encontrado deficiencias en el candidato,
durante la imposición de manos, tendrá la libertad
para abstenerse de imponer sus manos sobre el
candidato. Naturalmente esto puede causar inco-
modidad en la iglesia, pero la asamblea debe saber
que todo asunto se decide por mayoría absoluta, no
necesariamente por unanimidad.
221
Si la votación fuera de 50%, sería prudente
esperar hasta alcanzar la mayoría absoluta. Ya sea
en el presbiterio o en la votación de la iglesia.

H. Presentación de la Biblia… (si hay más de


uno). Los candidatos a la ordenación deben
permanecer de pie todo el tiempo en que se lleva a
cabo la ceremonia de ordenación. Después de la
ordenación, la entrega de la Biblia estará a cargo de
uno de los que conforman el presbiterio o del pastor
de la iglesia. Este dirá: “Hermano… (nombre), se
me ha concedido el honor de entregarle esta Biblia
que es vuestra principal herramienta de trabajo.
Ámala, estúdiela y predícala.”

I. Entrega de Certificado (o certificados). Si es


un solo ordenado, lo entregará el pastor o uno de los
que están en el presbiterio. Si son varios, los
Certificados pueden ser entregados por cada uno de
los que conforman el presbiterio. Al entregar el
Certificado se dirá: “Hermano… (nombre), este
Certificado acredita que usted ha sido ordenado por
la autoridad de la iglesia… (nombre) como una
demostración de la confianza y fe que tiene en el
llamamiento que usted ha recibido de Dios. La
verdadera investidura, la da Cristo, pero este Certi-

222
ficado acredita que su ordenación ha sido como
manda la Biblia.”

J. El mensaje sobre la responsabilidad del


ministro.- Se invitará a un predicador especial para
esto. Si no hay, lo puede hacer uno de los pastores
que conformó el presbiterio. En muchos casos, lo
hace el pastor de la iglesia. El Dr. Jack Hyles da un
modelo de la predicación en una ordenación que
consta de siete puntos, con tres divisiones cada uno.
Lo damos, no como una regla a seguir, sino como
una sugerencia que puede ilustrar a un predicador
de cómo preparar un sermón de ordenación.

i. Tres libros que usted debe conocer


bien.

a. Génesis
b. Romanos
c. Apocalipsis

Estos constituyen el fundamento para


conocer mejor los otros libros de la
Biblia.

ii. Tres libros que usted debe leer diaria-


mente.

223
a. Salmos
b. Proverbios
c. Hechos

iii. Tres privilegios cristianos que debes


practicar constantemente.

a. La lectura de la Biblia.
b. La oración.
c. Ganar almas.

iv. Tres cosas por las que usted debe orar.

a. Por el poder de Dios.


b. Por amor. Para amar a lo peca-
dores, a tu gente y a todos.
c. Por sabiduría.

v. Tres tipos de predicaciones.

a. Predicación evangelística.
b. Predicación de exhortación a los
santos.
c. Enseñanza de la Palabra de
Dios.

vi. Tres tentaciones que usted debe enca-


rar.
224
a. La tentación de la pereza o floje-
ra.
b. La tentación del sexo opuesto.
El afecto romántico de las muje-
res.
c. La tentación del dinero.

vii. Tres cosas que usted debe ser como


predicador.

a. Usted debe ser ante todo un


predicador, para esto has sido
ordenado.
b. Usted debe ser un líder.
c. Usted debe ser un evangelista.

CAPÍTULO XIII

ORDENACIÓN DE DIÁCONOS
INTRODUCCIÓN

El diácono es un oficial de la iglesia según el


modelo de la iglesia del Nuevo Testamento (Fil. 1:1).
Las iglesias tienen dos clases de oficiales: El pastor

225
(llamado también obispo o anciano) y los diáconos.
Así como la Biblia establece requisitos para la orde-
nación de un pastor, también establece requisitos
para la ordenación de los diáconos (1 Ti. 3:8-13). La
palabra diácono proviene del griego diakono y
significa “siervo”. Se aplica a cualquier persona que
realiza un trabajo servil de buena voluntad. Así por
ejemplo, a los siervos domésticos se les llama
también diáconos. En este sentido, a Febe se le
llama diaconisa (Ro. 16:2). Esto no significa que ella
era una oficial de la iglesia. Febe fue una hermana
que dedicó su vida para servir a los santos, y en el
idioma griego se le denominó como “diaconisa”.

Los diáconos como oficiales de la iglesia tienen


que ser varones. No dudamos que, en los días de
los apóstoles, hubieron mujeres muy capaces para
servir las mesas y atender a las viudas y pobres de
la iglesia. Pero los apóstoles ordenaron que bus-
caran varones para ese trabajo (Hch. 6:3). El deber
de los diáconos es “servir las mesas”. Esto significa
que los diáconos tienen que velar por el bienestar
material de los hermanos y ministrarles para sus
necesidades. Los diáconos, también ayudan al
pastor a servir la mesa cuando se celebra la Cena del
Señor. Ellos ordenados para ayudar en cualquier
otro caso material en la iglesia, tales como en el
ornato del edificio de la iglesia y sus utensilios.
226
I. ELECCIÓN DE LOS DIÁCONOS.

A. Los diáconos deben ser escogidos por la


iglesia. “Entonces los doce convocaron a la multitud de
los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos
la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues,
hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen
testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a
quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persisti-
remos en la oración y en el ministerio de la palabra”
(Hch. 6:2-4).

B. Los varones elegidos para el diaconado


deben llenar ciertos requisitos específicos. En el
Libro de los Hechos 6:3-6 se mencionan cuatro:
1. Requisitos Generales:

a. Deben ser varones que tengan buen


testimonio (v. 3).

b. Deben ser varones de la iglesia que


estén llenos del Espíritu Santo (v. 3).

c. Deben ser varones que están llenos


de la sabiduría de Dios (v. 3).

227
a. Deben ser ordenados con imposi-
ción de manos (vs. 5, 6).

2. Requisitos personales (1 Timoteo 3:8-13).

a Deben ser honestos (v. 8).

b. Deben ser sin doblez (v. 8).

c. No deben ser dados a mucho vino


(v. 8).

d. No deben ser codiciosos de ganan-


cias deshonestas (v. 8).

e. Deben guardar el ministerio de la fe


con limpia conciencia (v. 9).
f. Deben ser sometidos a prueba, pri-
mero, antes de su ordenación, y si
son irreprensibles, deben ejercer el
diaconado (v. 10).

3. Requisitos familiares (1 Ti. 3:11-13).

a. Deben tener mujeres honestas, no


calumniadoras, sino sobrias, fieles
en todo (v. 11).

228
b. Deben ser maridos de una sola
mujer (12).

c. Deben gobernar bien sus hijos y su


casas (12).

d. Deben ser honrados por los herma-


nos en la fe (v. 13)

II. OREDENACIÓN DE DIACONOS.

Los diáconos deben ser elegidos previamente por


una comisión o comité de la iglesia. Luego serán
presentados al pastor para su evaluación y final-
mente serán presentados a la iglesia para la apro-
bación de su ordenación.
La ordenación de los diáconos es muy parecida a
la de un pastor. Se necesita un presbiterio com-
puesto por ministros ordenados al ministerio de la
Palabra. El presbiterio, que ordenó a los diáconos en
el Libro de los Hechos, estuvo conformado por los
apóstoles (Hch. 6:6).

A. Presentación de los ministros del presbiterio.-


El día de la ordenación se ambientará el auditorio
como si se tratase de una ordenación pastoral.
Cuando llega el momento de la ceremonia de

229
ordenación, el pastor que dirige la ceremonia
presentará uno por uno a los pastores que impon-
drán sus manos sobre la cabeza de los diáconos,
indicándoles el lugar donde deben sentarse.

B. Presentación de los candidatos al diaconado.-


Luego, de la presentación del presbiterio, se presen-
tará, uno por uno, a los candidatos al diaconado
que para que sean ordenados.

Los candidatos deben ser llamados por sus nom-


bres, haciendo una reseña de su vida y labor en la
iglesia. Por ejemplo: “Es para mí un placer, llamar
al hermano... (nombre). El hermano… (nombre) ha
demostrado mucha humildad en el servicio al
Señor. Él ha sido probado por… (tiempo de prueba)
y ha demostrado que es un varón apto para este
ministerio. Etc.” No es necesario mencionar su gran
amor por el cuidado material y espiritual de los
hermanos, porque ellos sabrán perfectamente de su
amor demostrado.

C. El examen de los diáconos.- Como los diá-


conos son probados previamente, antes de ser
ordenados, el día de su ordenación se les examinará
si son sabios en las Escrituras y fieles a la Palabra de
Dios. El diácono no tiene que ser un teólogo, pero sí
debe saber cuáles son las principales doctrinas y
230
principios que cree la iglesia. Deben mostrar que
son fieles a la Palabra de Dios. En algunas iglesias,
se suele elegir y ordenar diáconos sin previa prueba.
En este caso, será necesario hacerles un examen
sobre los principios de fe y los deberes de los
diáconos.

D. El mensaje en la ordenación de diáconos.- El


pastor, o alguno de los pastores invitados tendrá a
cargo la predicación de la Palabra en la ordenación
de los diáconos. Se puede usar los textos de Hechos
6 y 1 Timoteo 3, para el sermón. Debe hacer énfasis
en las cualidades de los diáconos, y en el cumpli-
miento de sus deberes. También debe mencionar
“la imposición de manos” y lo que ese acto significa.

E. La imposición de manos.- Después del ser-


món, el conductor del programa pedirá que los
diáconos se arrodillen en un círculo bien pegado.
Luego todos los ministros del presbiterio impon-
drán sus manos sobra la cabeza de los diáconos
mientras uno de los pastores guía la oración de
ordenación. Una oración de para la ordenación de
un diácono podría ser más o menos así: “Oh, Padre
santo, que están en los cielos, es un gran privilegio
el habernos reunido con el propósito de ordenar a
estos hermanos al diaconado, imponiéndoles las
manos, tal como tú nos enseñas en tu Palabra.
231
Oramos para que los bendigas y los uses en el
ministerio de la iglesia y aun en el testimonio del
evangelio para ganar almas para Cristo”. Etc. Por
supuesto, esta oración es un ejemplo que sugiere
cómo debe ser una sencilla oración en la ordenación
al diaconado. Las oraciones son espontaneas y de
ninguna manera deben ser aprendida de memoria
para luego recitarla.

E. La entrega de Certificados de ordenación.-


Los Certificados de Ordenación estarán firmados
por el presbiterio y del pastor de la iglesia. Los
Certificados de Ordenación serán entregados por los
pastores que ha puestos sus manos sobre los
diáconos. A veces, el pastor entrega los Certificados
a cada uno. Después de la entrega de Certificados,
el pastor los presentará formalmente a la iglesia,
diciendo, “Estimados hermanos, es para mí un
honor el presentar a los diáconos de la iglesia. Ellos
son ahora ministros en nuestra iglesia debidamente
acreditados según la Biblia.

Para cerrar esta ordenación el hermano… (nom-


bre) cantará una canción. (Deberá escogerse una
canción especial para la ocasión).

G. Las congratulaciones.- Para terminar la cere-


monia, el pastor dirá: “Los diáconos van a pararse
232
en fila frente a la congregación. Después de la
oración, que dirigirá el hermano… (nombre), pasen
al frente, ordenadamente en fila, para dar la mano a
nuestros diáconos expresándoles vuestros deseo.”

CAPÍTULO XIV

CEREMONIA DE BODAS

introducción
Aunque la ceremonia de bodas en la iglesia no es
una ordenanza del Señor, la mayoría de los
hermanos quieren casarse en la iglesia para honrar a

233
Dios en el matrimonio y ser bendecido por él en esa
santa unión. Aquí en Perú el matrimonio religioso
no tiene valor legal. Hasta el año1930 el gobierno
aceptó como válido el matrimonio efectuado por la
Iglesia Católica. Pero el 28 de Agosto de 1930 se
publicó el Decreto con Fuerza de Ley No. 2128.
Desde entonces sólo los matrimonios que están
registrados en el Registro Civil tienen validez.
Ningún pastor debe casar a alguien si no tiene su
certificado de haber contraído matrimonio civil.

Las ceremonias de bodas no tienen un modelo


fijo. En realidad cada uno diseña su propia boda.
Sin embargo el pastor no debe aceptar modelos
extravagantes que algunas parejas quieren usar. La
forma en que una pareja escoja casarse no debe estar
reñida con la decencia ni con las enseñanzas de la
Biblia. Cada pastor debe tener por lo menos dos
modelos de ceremonias nupciales. Algunos pre-
fieren una ceremonia larga, y otros, una corta.
Felizmente, existen manuales que enseñan sucinta-
mente cómo realizar las funciones del trabajo pasto-
ral. Aconsejamos que cada ministro compre el
“Manual del Pastor”.

I. EL PASTOR Y LA PAREJA.

234
Orientación pastoral.- Antes que una pareja se
case por la iglesia, el pastor deberá tener una muy
cuidadosa atreviste con la pareja, para ver si
realmente ya están preparados para el matrimonio.
Muchos se casan apresuradamente y después termi-
nan divorciándose.

A. Averigüe si son salvos.- La primera cosa que


el pastor debe hablar con la pareja es sobre su
salvación. Hay que preguntarles si realmente son
salvos. Muchas veces los jóvenes vienen a la iglesia
atraídos por el sexo opuesto y hacen una profesión
de fe basado en motivos equivocados, como para
conseguir pareja, por ejemplo. Los novios deben ser
sinceros en sus respuestas, puesto que se trata de la
felicidad de ambos. Si realmente no son salvos (o
uno de ellos no lo es), primero debe recibir a Cristo
para casarse. No hay garantía de que un matrimonio
basado sólo en experiencias humanas soporte las
pruebas de la vida. El matrimonio debe ser edifica-
do sobre la base del amor de Dios, es decir, del amor
que Dios da. La roca donde se edifica la casa del
matrimonio debe ser Cristo. Si uno de ellos es
incrédulo, el pastor no debe casarlos porque es una
violación al mandamiento del Señor en 2 Corintios,
capítulo 6, versículo 14. Si ambos son incrédulos no
tiene ningún sentido casarlos en la iglesia.

235
B. Indague la vida pasada de la pareja.- Hay
personas que vienen a la iglesia y se enamoran y
luego quieren contraer matrimonio. Aunque, a sim-
ple vista, todo eso parezca normal, muchas veces,
esas personas tienen un pasado no muy limpio.
Algunos son divorciados, otros son separados,
porque abandonaron a su pareja. Los matrimonios
de personas divorciadas deben ser casos muy
especiales.

Aunque algunos pastores, no está de acuerdo en


el rematrimonio, en ningún caso de divorcio, creo,
sin embargo, que en Mt. 19:9, hay una salvedad
cuando el divorcio es por causa de fornicación. Los
pastores no deben casar a los que cometen adulterio,
sea hombre o mujer. Tampoco deben casar a los que
son divorciados por incompatibilidad de carácter (1
Co. 7:10, 11).

Hay muchas otras cosas que el pastor deberá


investigar sobre el pasado de la pareja que quiere
casarse en la iglesia. Por ejemplo, si han tenido
experiencias sexuales prematrimoniales, sí sus
padres están de acuerdo con su boda, si las expe-
riencias que han tenido en su infancia con respecto a
la conducta de sus padres en el matrimonio, ha
afectado su relación de pareja en la etapa del

236
noviazgo, etc. Los hijos no deben repetir los errores
de los padres en su matrimonio.

II. LOS PREPARATIVOS PARA


LA CEREMONIA.

A. La fecha.- El pastor fijará la fecha juntamente


con los contrayentes.

B. La forma.- La forma o modelo de bodas


también será decidido por el pastor y la pareja que
se casa.

C. El arreglo de la iglesia será por cuenta de la


pareja que se casa, a menos que la iglesia se
comprometa a pagar o ayudar en los gastos de la
decoración.

D. Una semana antes de la ceremonia, se deberá


hacer un ensayo con todos los que van a participar
en ella. En algunas bodas, sólo hay dos o tres
chambelanes y el mismo número de damas de
compañía. En otros casos, el número es mayor, en
otros, ninguno. Cualquiera que sea el número de
participantes, todos deben saber lo que tienen que
hacer y en qué lugar deben estar durante la
ceremonia.

237
Al final de este capítulo hallará un croquis de la
ceremonia de bodas.

III. EL ORDEN DE LA CEREMONIA


DE BODAS.

A. El orden de la ceremonia puede ser muy


variado. Tanto en el orden de entrada del cortejo
como en los que sigue dependerá de la preferencia
de los novios. A continuación sugerimos un orden
de una ceremonia de bodas.

1. Preludio Musical (debe ser música adecua-


da para matrimonio)

2. Canción especial (puede ser, el Coro de la


iglesia o algún solista, etc.)

3. El cortejo de bodas (la entrada del cortejo


será tal como se ensayó).

4. Entrega de la Novia (Cuando la novia lle-

gue al altar, el pastor preguntará, “¿quién entrega a


esta novia?” Si es su padre dirá: “Yo su padre” o si
es su apoderado o familiar dirá: “Yo su apoderado,
su tío, etc. Luego, la persona que entregó a la novia,

238
tomará asiento en la primera fila de bacas del
auditorio.

5. Canción especial. Si no hay, el pastor se-


guirá con la ceremonia.

6. Comentario pastoral.- El comentario pas-


toral antes de tomar los votos a los contrayentes,
pueden ser muy variado. Algunos pastores pre-
fieren predicar un mensaje antes de los votos
matrimoniales. A continuación se da un ejemplo de
lo que el pastor podría decir:

“Estimados hermano y amigos, nos hemos


reunidos en este lugar para llevar a cabo esta
ceremonia nupcial de (nombre de los contrayentes).
Ellos han venido a mí expresando su deseo y
convicción de que Dios les ha guiado a unir sus
vidas en santo matrimonio. Este es el acto más
hermoso que se ha venido practicando desde el día
en que Dio lo estableció allá en el Huerto de Edén.
La humanidad, en su devenir, ha experimentado la
felicidad en el acto matrimonial y ha visto que
cuando éste se realiza según la voluntad de Dios,
dignifica la sociedad. Según la Palabra de Dios,
“honroso es en todos el matrimonio”

239
(A los contrayentes). “Para vosotros, este es
un día muy especial. Porque habéis venido a este
recinto donde está la presencia del Dios. Ante él
van a confirmar el pacto que habéis hecho en
vuestros corazones, para que vuestras vidas estén
unida en santo matrimonio. Antes que vosotros
ratifiquéis el pacto ante Dios, es necesario que
escuchen las obligaciones que el autor del
matrimonio ha impuesto al varón y a la mujer.
Estos son algunas mandamientos para el marido.”

“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de


todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la
cabeza de Cristo” (1 Co. 11:3)

“Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis


ásperos con ellas” (Col. 3:19).

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas


sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más
frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para
que vuestras oraciones no tengan estorbo” (1 P. 3:7).

“Porque si alguno no provee para los suyos, y


mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor

que un incrédulo” (1 Ti. 5:8).

240
Todo esto significa que el varón tiene que
asumir y ejercer el papel de liderazgo en el hogar.
Solamente así podrá decir a su familia, “sígueme, así
como yo sigo a Cristo”.

“Ahora voy a leer los mandamientos del Señor


para la mujer:”

“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como


conviene en el Señor” (Col. 3:18).

“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a


vuestros maridos; para que también los que no creen a la
palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus
esposas, considerando vuestra conducta casta y respe-
tuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados
ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el
interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un
espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante
de Dios. Porque así también se ataviaban en otro tiempo
aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando
sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham,
llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser
hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza” (1 P.
3:1-6).

“Voy a terminar leyendo las obligaciones que


Dios ha dado para los dos.”

241
“Primero lugar, estos son sus deberes con
respecto al trato mutuo y al acto conyugal.”

“Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las


casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al
Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como
Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es
su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo,
así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a
la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del
agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una
iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así
también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus
mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se
ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino
que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la
iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne
y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a
su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto
de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de
vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la
mujer respete a su marido” (Ef. 5:21-33).

242
“El marido cumpla con la mujer el deber conyugal,
y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene
potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni
tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo,
sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por
algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos
sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno,
para que no os tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia” (1 Co. 7:3-5).

“Segundo lugar. Dios impone el deber de ser


fieles hasta la muerte”.

“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al


marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella
queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del
marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero
si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera
que si se uniere a otro marido, no será adúltera” (Ro. 7:2,
3).

“Aconteció que cuando Jesús terminó estas


palabras, se alejó de Galilea, y fue a las regiones de Judea
al otro lado del Jordán. Y le siguieron grandes multitudes,
y los sanó allí. Entonces vinieron a él los fariseos,
tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a
su mujer por cualquier causa? Él, respondiendo, les dijo:
¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y

243
hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y
madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne;
por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
(Mt. 19:1-6).

“Estas son, pues, algunas de las responsabi-


lidades que Dios impone a los que se unen en santo
matrimonio. Ahora, antes de la ratificación del pacto
matrimonial que habéis hecho ante la autoridad
civil, voy preguntar si hay algún impedimento
moral o legal. Si alguien conoce algún impedi-
mento, para que esta ceremonia religiosa se lleve a
cabo, dígalo ahora o calle para siempre.”

“No habiendo ningún impedimento, continue-


mos con esta ceremonia: Por favor, tenga la bondad
de tomarse la mano derecha.”

“Señor (N. del novio), recibe usted como su


legítima esposa a la señorita (N. de la novia)?”

“Señor (N. del novio), promete usted a Dios,


delante de estos testigos, amarla, cuidarla y ayudar-
la en lo material o espiritual ya sea que usted o ella
esté pobre de los bienes materiales, y promete
dedicar todos tus afectos conyugales a ella, y
solamente a ella, todo el tiempo que Dios le conceda
244
la vida para vivir como esposo y esposa respec-
tivamente?”

“Señorita (N. de la novia), recibe usted como


su legítimo esposo al señor (N. del novio)?”

“Señorita (N. de la novia), promete usted a


Dios, delante de esta concurrencia, amarle, cuidarle
y ayudarle en lo material o espiritual, ya sea que
usted o él esté pobre de los bienes materiales, y
promete dedicar todos sus afectos conyugales a él y
solamente a él durante todo el tiempo que Dios les
conceda la vida para vivir como esposa y esposo
respectivamente?”

8. Los anillos.- “Desde hace mucho tiempo,


el anillo se ha usado para simbolizar al amor. Su oro
simboliza la preciosidad del amor y su círculo sin
fin muestra que el verdadero amor nunca termina:

Señor (N. del novio), ¿entrega usted este anillo


a la señorita (N. de la novia) como un testimonio del
sincero amor que usted tiene para ella?”

“Señor (N. del novio), ¿al entregar este anillo a


la señorita (N. de la novia) le hace partícipe de todos
los bienes materiales que Dios le ha dado y de todo
lo que le dé en el futuro?”
245
“Señorita (N. de la novia), ¿entrega usted este
anillo al señor (N. del novio) como un testimonio
del sincero amor que usted tiene para él?”

“Señorita (N. de la novia), ¿al entregar este


anillo al señor (N. del novio), le hace partícipe de
todos los bienes materiales que Dios le ha dado y de
todo lo que le dé en el futuro?”

9. Música especial (música que tiene que ver


con el anillo o su significado, si no hay, continúe con
la ceremonia)

10. Declaración de marido y mujer.- ”Por fa-


vor, tenga la bondad de tomar su mano derecha.”

“Como ustedes se ha declarado que mutua-


mente se aman y tienen fe el uno al otro y se han
hecho mutuas promesas de ser esposo y esposa
respectivamente, yo como pastor de la iglesia,
sabiendo que ustedes han cumplido con los
requisitos morales y legales de acuerdo con las leyes
de este país, les declaro delante de Dios y de la
sociedad, como esposo y esposa. ¡Qué Dios les
bendiga!”

246
Si la ceremonia termina aquí, el pastor dirá:
“puede usted besar a su esposa”.

11. El Candelero.- (Los dos encienden una


vela al mismo tiempo). El ministro dice: “Ya no son
dos, sino una sola carne, lo que Dios juntó no lo
separe el hombre”.

12. El beso.- Si los cónyuges prefieren el


modelo del candelero, el beso será después del
encendido de las velas. (Cualquier otra variación
debe ser practicada de antemano para que haya
orden en la Ceremonia)

13. Oración nupcial.- Pastor dirá: “ahora


invito a toda la concurrencia a orar por esta pareja”
(Haga una oración corta).

14. Presentación de los nuevos esposos: “Da-


mas y caballeros, les presento al Señor (Nombre del
varón ) y su esposa (Nombre de la dama).
15. La salida.- (La salida del cortejo nupcial se
hará de acuerdo a lo ensayado).

IV. SUGERENCIAS PARA EL PROGRA-


MA DE RECEPCIÓN DE BODAS

247
El programa de recepción es variado, depen-
diendo de lo que prefieran la pareja de casados. A
continuación damos una sugerencia si la recepción
va a ser en la iglesia. Si los cónyuges han alquilado
un local para su recepción, el programa se llevará a
cabo de acuerdo a las peticiones de ellos.

1. Ver que en el lugar de recepción todo esté en


orden.
2. Ingreso de los recién casados (con acompaña-
miento musical, alegre)
3. Música con la congregación (Sólo coros)
4. Palabra de los recién casados.
5. Palabra de los Padrinos o el Caballero de honor
y la Dama de honor.
6. Música especial (Una canción alusiva al matri-
monio).
7. Juegos (Uno o dos).
8. Música especial (si hubiera)
9. Presentación de regalos (Se puede entregar a la
la pareja o alguna persona designada por los no-
vios). A veces, los regalos son llevados a la casa
de los novios antes del matrimonio. El maestro
de ceremonia dirá: “Si alguien no pudo entregar
su regalo de matrimonio, este es el momento de
hacerlo.” (Si no hay continúe con el programa.
10. Fotos: (Para ambos al mismo tiempo. (Debe
haber música de fondo).
248
a. Los novios y los padrinos.
b. Los novios y sus padres.
c. Los novios con el cortejo nupcial.
d. Los novios con los parientes de la novia.
e. Los novios con los parientes del novio.
f. Los novios con sus amigos especiales invi-
tados a las bodas.
g. Los novios solos.
h. Los novios con las damitas y pajecitos.
i. Los novios con los hermanos solteros y las
hermanas solteras de la iglesia.
j. Los novios y los hermanos casados de la
iglesia.
k. Los novios y los parientes de ambos.
l. La novia tirando el bouquet.

11. Oración por la comida. (Por lo general en una


boda en la iglesia, solo hay bocaditos. Las
damas de compañía y los chambelanes son los
encargados de servir a los invitados)
12. Fotos libres (mientras comen)
13. Sacando el aro de la torta (Todas las solteras).
14. Los novios partiendo la torta. (La torta no
necesariamente tiene que repartirse entre los
invitados. Eso dependerá de los nuevos esposos.
Por lo general se llevan a su casa).
15. Desaparición de los recién casados. (Los novios
se retiran a su luna de miel. A veces, los novios
249
simplemente se retiran para cambiarse de ropa
y permanecen hasta el final de la recepción. La
retirada de los novios sirve para que los
invitados se vayan retirando gradualmente).
16. Un corito.
17. Agradecimientos y oración para terminar el
programa de recepción. (La gente no siempre
sale inmediatamente después de la oración final,
los anfitriones tienen que esperar con paciencia
que la gente sea despedida cortésmente hasta el
último en salir). ¡Nunca sea descortés!

BAUTISTERIO

Florista, Mad. M Pad. P. anillo

250

Familiares del novio Familiares de la novia


CAPÍTULO XV

SERVICIO EN UN FUNERAL

INTRODUCCIÓN

251
Los servicios funerales deben ser cortos. Hay que
tener un espíritu afable con los familiares y amigos
del difunto. La predicación debe ser con una voz
tierna y apacible y su propósito es consolar a los
familiares y llevarlos a una profunda reflexión sobre
la muerte de los que todavía no son salvo. La
predicación de la Palabra, en un servicio funeral, es
para los vivos y no para el muerto. El mensaje debe
incluir la consolación de Dios y la presentación del
evangelio para los que no son salvo. En la predi-
cación, hay que tener mucho cuidado de no ser
ofensivo en las expresiones.

Los servicios funerales no siempre serán iguales.


Algunas veces usan un velatorio para velar al
difunto. Otras veces usan como un velatorio, la sala
de su casa, y otras veces, el difunto es velado en una
iglesia. El servicio funeral será preparado de
acuerdo a las circunstancias. Habrá más libertad si
el servicio funeral se lleva a cabo en una iglesia.
Cualquiera recinto que sea usado como velatorio, el
servicio funeral debe ser lo más sencillo posible. No
use un lenguaje florido ni palabras técnica. Durante
la predicación. Hay que mirar a la gente y no al
muerto. A algunos les gusta dar unas palabras
dirigiéndose al muerto, no critique este gesto, pero
usted como pastor, nunca debe hacer eso.

252
Sé cuidadoso en escoger las palabras y expre-
siones cuando se refiere al muerto. Es mucho más
fácil predicar para uno que ha muerto en el Señor
que para los que mueren sin Cristo. También, tenga
en cuenta la edad del difunto cuando prepara su
sermón. Si es niño, joven, adulto o anciano, busque
los textos adecuados para cada ocasión.

El pastor debe prepararse a sí mismo para un


servicio funeral. Esto incluye, la preparación del
mensaje y de su propio espíritu. El orden del
programa es muy sencillo y corto.

Los cánticos en un servicio funeral deben ser


apropiados. El contenido de las canciones deben ser
de salvación, encuentro con Cristo, de la gloria que
tendrán los redimidos, de la amistad de Jesús, etc.).
El pastor o el director de la música escogerán los
cánticos. El Director de la música no debe usar sus
manos en la dirección de la música.
I. ORDEN DEL PROGRAMA

A. En el Velatorio

1. Un canto.- Un himno apropiado que


expresa consuelo y esperanza.

253
2. Oración y lectura de las Escrituras por el
pastor.

3. Una canción.

4. El mensaje. Por el pastor.

5. Invitación.

La invitación debe ser muy breve y el pro-


grama debe terminar con una oración animando a la
gente a prepararse para la muerte y rogando a Dios
por consolación para los familiares del difunto.

B. En la partida del velatorio

1. Un cántico apropiado. Por el director de


la Música.

2. Oración y Palabras del Pastor.- El pastor


Leerá una o dos Escrituras para consolar a los
familiares por la partida del cuerpo de su ser
querido. Finalmente, el pastor dirá a los familiares:
Ya pueden dar la orden a los de la funeraria para
llevar el cuerpo al Cementerio.

C. En el Cementerio)

254
1. Himnos apropiados (dos)

2. Oración, lectura de la Escritura y el men-


saje.- El mensaje en el Cementerio será sobre la
resurrección de los muertos. Hay que hacer énfasis
de estar preparado para el día de la muerte.

3. Oración e invitación. En la oración el


pastor debe pedir a Dios consuelo para los familia-
res y salvación para los que no son salvos.

4. Palabras finales de los familiares y


amigos (si hubiera).

5. El entierro por la funeraria:

II. SUGERENCIA DE TEXTOS PARA


UN FUNERAL DE UN INCRÉDULO.

A. Si eres invitado a presidir un funeral de un


inconverso es necesario que usted se limite a la
lectura de la Biblia, la oración, el mensaje y la
invitación. Sé muy respetuoso y reverente en la
ceremonia. Los textos bíblicos que se usan para un
funeral de un inconverso no es lo mismo que para
un creyente. A continuación damos algunos textos

255
bíblicos que se pueden usar para el funeral de un
inconverso.

1. Mateo 11:28, 29.


2. Ezequiel 33:10, 11
3. Lucas 23:39-43
4. Juan 3:1-16
3. Juan 7:37
4. Lucas 15:11-32

B. Textos bíblicos para ser leídos en el sepulcro.

1. Isaías 51:1-3
2. 1 Tesalonicenses 4:13-18
3. Apocalipsis 22:17
4. Juan. 5:28, 29

III. SUGERENCIA DETEXTOS PARA


FUNERAL DE UN CREYENTE.

A. Textos bíblicos que se pueden leer en el vela-


torio.

1. 1 Corintios 2:9, 10
2. Salmos 94:12-14
3. Salmos 23.
4. Romanos 8:18-39

256
5. Apocalipsis 7:13-17
6. Juan 14:1-3
7. 1 Pedro. 1:3-9

B. Textos que se pueden usar en el cementerio.

1. 1 Tesalonicenses 4:13-18
2. Apocalipsis 14:13
3. 1 Corintios 15:50-58

C. Después del entierro, se acostumbra dar el


“pésame” a los parientes del difunto. Sea
tierno con los familiares, exprésales tus
condolencias o simplemente dígale: “Dios te
bendiga”.

CAPÍTULO XVI

LA SESIÓN DE NEGOCIOS:
ASAMBLEA ORDINARIA
Y EXTRAORDINARIA
257
La asamblea general.- La asamblea general es el
órgano máximo de administración de la iglesia. Los
asuntos de la iglesia se administran con los princi-
pios dado por Cristo su cabeza. El gobierno de la
iglesia es congregacional. Esto significa que todo
asunto de la iglesia tiene que ser decidido por sus
miembros. La asamblea general de la iglesia puede
ser Ordinaria y extraordinaria. Se llama asamblea
ordinaria de la iglesia a la reunión de sus miembros
para deliberar sobre asuntos materiales y espiri-
tuales en general. La frecuencia de la asamblea
ordinaria es decidida por la iglesia y tiene carácter
obligatorio.

La asamblea extraordinaria.- La asamblea extraor-


dinaria es para resolver asuntos no previstos en la
asamblea ordinaria, especialmente casos urgentes o
de gran importancia para la Institución.

La convocatoria a la asamblea ordinaria y extra-


ordinaria se hará con seis días de anticipación. La
ley exige que las convocatoria a la asamblea sea por
medio de esquelas (esto hay que tener en cuenta,
especialmente, cuando se va a hacer un trámite
legal). Si no se convocó con esquelas, se puede
hacer una declaración jurada ante un notario
especificando que se hizo la convocatoria con seis
258
días de anticipación y que hubo el coro reglamenta-
rio para la asamblea.

El Libro de Actas.- Es el libro donde se asientan


todos los acuerdos de la asamblea ordinaria y
extraordinaria. El libro debe estar legalizado por un
Notario. Para esto se requiere que la iglesia tenga
personería jurídica. En el libro de Actas no debe
dejarse espacio en la página donde termina el acta
de una asamblea anterior. Se debe escribir seguido
entre Acta y Acta.

El Libro Padrón.- Es el libro donde se registran a


todos los miembros de la iglesia. Para fines legales
será conveniente tener un Libro Padrón donde estén
registrados solamente los mayores de 18 años, a fin
de que puedan acreditarse con su DNI y firma. El
Libro Padrón debe estar legalizado por un Notario
Público. Para ello la iglesia debe contar con perso-
nería jurídica.
El Libro de Caja. Es el libro donde se anota los
asuntos financieros de la iglesia. En el DEBE se
anotan los ingresos económicos y en el Haber, los
egresos o gastos. Este libro también debe estar
legalizado por un Notario Público para lo cual la
iglesia debe contar con personería jurídica.

I. EL ORDEN DE LA ASAMBLEA.
259
A. La convocatoria a la asamblea.- La convoca-
toria a la asamblea ordinaria o extraordinaria se
hace con seis días de anticipación indicando el
motivo de la convocatoria. Según la ley, la convo-
catoria debe ser hecha por medio de esquelas. En la
iglesia acostumbramos hacerlo verbalmente con
varias semanas de anticipación.

La Asamblea puede ser convocada por el consejo


directivo (Pastor, secretario y tesorero). También la
asamblea puede ser convocada a petición de uno o
varios miembros de la iglesia. En este caso, el
miembro o miembros de la iglesia pedirán la
convocatoria por medio de una solicitud dirigida al
consejo directivo, indicando el motivo de la misma.
Cuando una iglesia tiene su Escritura de consti-
tución, la convocatoria se hará de acuerdo a lo
estipulado en ella.

Si en la primera convocatoria no se alcanza el


quórum reglamentario, se volverá a convocar a los
miembros de la iglesia por segunda vez. Si la
segunda vez no llega al quórum reglamentario, la
asamblea o sesión se hará con los miembros
presentes. Ambas convocatorias serán mencionadas
en el Acta de la Asamblea. Todos los asuntos deben

260
ser aprobados por la mayoría absoluta de los
miembros presentes si no hay unanimidad.

B. Apertura de la Asamblea.- En las asambleas


seglares el Secretario General abre la sesión. Pero en
la iglesia lo hace el Pastor de la Iglesia. Él también
será el director de debates. El reglamento exige una
tolerancia de 10 minutos de la hora citada para la
asamblea. La apertura de la asamblea se hace con
una oración dirigida por el pastor u otro hermano
de la iglesia.

C. Verificación del quórum.- El quórum es el


mínimo de votos necesarios para da validez de los
acuerdos de una asamblea o sesión. El reglamento
del quórum dice que se requiere de la mitad más
uno de todos los miembros, esto es 50% + 1. El
quórum se verificará pasando lista a los miembros o
por conteo. Si en la primera convocatoria a la
asamblea (con seis días de anticipación), no se
alcanza el quórum reglamentario, se hará una
segunda convocatoria. Si en la segunda convocato-
ria no se alcanza el quórum establecido en el
reglamento, se llevará a cabo la asamblea con la
cantidad de miembros presentes. Esto es tanto para
la asamblea ordinaria y extraordinaria. Pero las
decisiones se tomarán por mayoría absoluta de los
miembros presentes. En caso de trámites legales, la
261
validez de la convocatoria y del quórum se hace por
medio de una declaración jurada ante un notario.

D. La lectura del Acta.- Después de la veri-


ficación del quórum, el secretario de la iglesia leerá
el acta de los hecho y acuerdos de la asamblea
ordinaria pasada o de las extraordinarias (si hubie-
sen). A veces, un socio puede pedir la palabra para
hacer observación de lo registrado en el Libro de
Actas. El director de debates (que es el pastor)
concederá la Palabra al miembro de la iglesia para
hacer su observación. Toda corrección de omisiones
o errores en el Acta de la sesión anterior se asentará
en el acta de la sesión en curso.

E. Aprobación del Acta.- Antes de aprobar el


Acta se debe dar lugar a un debate para que se
discuta cualquier discrepancia, hasta que todos o la
mayoría lleguen a un acuerdo para aprobar el Acta.
La aprobación del Acta requiere de dos mociones
previas. Los nombres de los miembros que hacen la
primera y segunda moción deben registrarse en el
Acta. Luego de las dos mociones, el pastor pedirá
que levanten la mano, los que están de acuerdo con
los dos miembros que han hecho las mociones para
aprobar el acta. El acta debe ser aprobada por
mayoría absoluta.

262
NOTA.- Si hubiera un debate sobre la aprobación
del Acta, después del debate, el pastor dirá:
“Necesitamos dos mociones para aprobar el asunto
que acabamos de debatir. El hermano… (nombre)
hace la primera moción para aprobar este asunto. La
segunda moción la hace el hermano… Ahora, los
que están de acuerdo para aprobar este asunto,
tenga la bondad de levantar su mano. Luego dirá:
“los que están en contra de la aprobación de este
asunto, por favor levante su mano”. Los votos de
todos los miembros de la iglesia deben ser respeta-
dos. La minoría aceptará la votación de la mayoría
sobre cualquier asunto aprobado.

F. Lectura y aprobación de Libro de Caja. El


tesorero da lectura a los ingresos y egresos del mes,
terminando con un balance que indica cuánto
dinero queda en caja para el próximo mes. Si en la
asamblea ordinaria se va a leer los informes econó-
micos de varios meses, deberá aprobarse mes por
mes, con dos mociones previas.
Si hay observaciones al libro de Caja, éstas
deberán ser corregidos y también quedará sentado
en el acta, el detalle de la corrección. (La corrección
puede ser porque se omitió anotar algún ingreso, o
errores en la suma de los ingresos o gastos, etc.).

263
F. La Agenda.- El pastor leerá la agenda del día
(este será hecho con anticipación). La agenda contie-
ne los asuntos a tratarse en la asamblea. Después de
la lectura de la agenda presentada por el pastor, se
dará la oportunidad a los miembros de la iglesia
para agregar algún otro asunto. La Agenda se cerra-
rá cuando ya no hay más propuestas ni oposiciones
a las ya formuladas.

G. Despachos.- En esta parte de la asamblea se


dan los informes de las correspondencias enviadas y
recibidas. Los informes no debe ser muy extensos.
Sea breve.

H. Los informes.- En los informes se dan a


conocer lo que se ha hecho de lo acordado en la
asamblea anterior. En esta parte se puede dar
oportunidad a las distintas comisiones para hacer
un breve informe de su área. Cuando un miembro
de la iglesia pide la palabra al director de debates (al
pastor), éste dirá: “Concedido, puede usted hablar”

I. El debate.- El presidente o pastor expone el


primer punto de la Agenda para ser debatido. El
debate en la iglesia debe ser respetuoso. Si alguien
se muestra irrespetuoso en la asamblea será amo-
nestado para cambiar su actitud. Los debates en la
iglesia no son como las del mundo. Dios quiere
264
orden y no caos. Después de que el punto de la
agenda haya sido debatido, se someterá a votación
para su aprobación con dos mociones previas.
Después, se leerá el segundo punto de la Agenda
para ser debatido y aprobado; así se continuará
hasta la culminación de la agenda. Si un punto de la
agenda no es aprobada por falta de tiempo o algún
otro factor, se puede posponer para la siguiente
asamblea ordinaria. Recuerde, todas las aprobacio-
nes deben ser hechas por mayoría absoluta de los
miembros o por unanimidad.

J. La Cuestión Previa.- A veces, antes de apro-


bar un asunto se presenta una cuestión previa. Una
cuestión previa es una petición que hace un
miembro de la iglesia sobre un asunto que debe ser
tratado primero antes de aprobar un asunto de la
agenda. Si se presenta una cuestión previa, está
debe ser resuelto primero antes de continuar con el
debate del asunto que se está debatiendo.

K. La clausura.- Es el final de la Asamblea. La


clausura será cuando se han debatido todos los
puntos del Agenda o se pospone uno o más puntos
de la agenda para la próxima sesión. Antes de
terminar la sesión, el pastor preguntará: ¿algún
miembro quiere hacer alguna observación antes de
terminar con la sesión? Si no hay, agregará:
265
“Hermanos, ha terminado el debate, por tanto, se
levanta la sesión. Por favor, póngase de pie y
oremos para terminar.

Para un mayor conocimiento de los procedimientos


de la asamblea de la iglesia, recomendamos leer el
libro, Leyes Parlamentarias por H. F. Kerfoot, o
algún otro autor.

MODELO DE ACTA DEUNA ASAMBLEA ORDINARIA

II. ACTA DE LA ASAMBLEA


GENERAL ORDINARIA

Siendo a las 11 a. m. se reunió la Iglesia Bíblica


Bautista en su local, sito en la Av. Universitaria
4895, Urbanización el Parque Del Naranjal, Distrito
de los Olivos para llevar a cabo la asamblea ordina-
ria. La asamblea fue convocada por el Consejo
Directivo con seis días de anticipación y actuó como
presidente, el pastor de la iglesia, el Señor…. y como
secretario el Señor……
El presidente abrió la sesión con una palabra de
oración dirigida por el hermano…. (nombre del
hermano). Luego verificando el quórum requerido
conforme a los estatutos de la Asociación se com-

266
probó que hubo estuvo la mayoría de los miembros
de la iglesia.
Acto seguido, el secretario de la iglesia leyó el
acta de la asamblea anterior. El pastor o presidente
pidió que manifestaran si había alguna cosa que
enmendar, añadir o corregir en el libro de actas. No
habiendo ninguna. El presidente pidió dos mocio-
nes para aprobar el Acta. Mocionaron los hermanos,
_______ y _________. Luego se pasó a la votación y
fue aprobada por unanimidad.
A continuación, el tesorero de la iglesia leyó el
libro de caja de la iglesia para informar los movi-
mientos económicos de la iglesia, relacionados con
los diezmos y ofrendas y otros. Se dio informe
económico de tres meses. En el mes de Enero hubo
un ingreso de $ _________________ y un egreso de
S/. ________________ quedando en caja para el
próximo mes S/. ____________________. Luego de
leer los informes del mes de Enero, se debatió para
ver si todos estaban de acuerdo con los ingresos y
gastos del mes. No habiendo objeciones se pidió dos
mociones para aprobar los informes del Libro de
Caja correspondiente al mes de Enero. Mocionaron
los hermanos _________ y ____________. Sometida a
votación fue aprobada por unanimidad. (De esta
forma se continúa con cada uno de los meses).
Después de los informes del tesorero de la iglesia,
el pastor presentó la agenda. También se dio
267
oportunidad que los miembros de la iglesia añadie-
ran algún pedido más a la agenda. La agenda consta
de los siguientes asuntos:
1. La compra de un terreno para la Misión de
______________ .
2. La elección de un diácono.
3. La compra de un nuevo equipo de audio.
A continuación, el pastor o presidente dio los
informes de la correspondencia enviada y recibida.
Se enviaron caratas a las siguientes iglesias y
entidades __________ __________ ______________.
Se recibieron la siguiente correspondencia: La igle-
sia Bautista de Piura hace una invitación a nuestro
pastor para predicar en su campaña de avivamiento.
El Pastor Eduardo Pérez envió una carta pidiendo a
nuestra iglesia oración por la salud de su amadísima
madre, etc. Nuestra iglesia ha enviado cartas a la
iglesia Bautista de Tarma, pidiendo una carta de
membresía del hermano _____________________,
También envió una carta al Pastor Jeremías Presto
para invitarle a predicar en el aniversario de nuestra
iglesia.
Luego, el pastor presentó el primer asunto de la
agenda para ser debatido. Tomaron la palabra los
siguientes hermanos: ____________; ____________ y
__________________. El hermano ________________
estuvo a favor de la compra del terreno para la
Misión. Pero los hermanos, __________ y_________
268
no estuvieron de acuerdo en dicha compra, debido a
que la iglesia no está en una buena condición
económica. Se pidió dos mociones para someter a
votación. Mocionaron los hermanos _____________
y __________________. Sometida a votación la
compra de un terreno para la Misión, fue desapro-
bada por mayoría absoluta.
El segundo punto de la agenda fue puesto en
debate. Tomó la palabra el hermano Rubén Cortez
y dijo que la elección de un diácono es necesaria. El
hermano Francisco Torres asintió con la posición del
hermano Cortez. El pastor pidió dos mociones para
someterla a votación. Mocionaron los hermanos
___________ y ____________. Luego sometido a
votación, se aprobó por mayoría absoluta. A con-
tinuación se procedió a la conformación de una
comisión para que juntamente con la iglesia,
escogiesen a los candidatos para el diaconado. La
comisión quedó conformada por los siguientes
hermanos. _________, _________, ___________, y
Concluido con este asunto, se puso a debate el
último punto de la agenda. Tomó la palabra el
hermano Jorge Herrera y propuso que este punto se
pospusiese para la siguiente asamblea ordinaria,
debido a que ya se había dilatado mucho el tiempo
de la asamblea. Se pidió dos mociones para votar
por la proposición del hermano Herrera. Mociona-
ron los hermanos __________ y ____________. Se
269
aprobó por mayoría absoluta. Por tanto, la compra
de un equipo de audio será debatido en la próxima
asamblea ordinaria de la iglesia.
No habiendo más asunto que tratar se dio por
terminado la asamblea con una palabra de oración
dirigida por el hermano ________________________.
Parque Del Naranjal, 29 de Enero de 2009
_______________ ______________ ______________
Presidente Secretario Tesorero
DNI 09004523 DNI 10097855 DNI 06458120

Nombre de Miembros presentes DNI Firma

_______________________ ___________ ___________


_______________________ ___________ ___________
_______________________ ___________ ___________
_______________________ ___________ ___________
_______________________ ___________ ___________
_______________________ ___________ ___________
_______________________ ___________ ___________

Todos los miembros mayores de 18, deben


escribir sus nombres, el número de su DNI y luego
su firma. Si la Sesión fue sobre un asunto que tiene
que ventilarse en un trámite legal, conviene que
firmen sólo los hermanos que están escritos en el
Libro Padrón. Esto evitará dificultades en la trami-

270
tación de un asunto. Por supuesto esto se hará con el
consentimiento de todos los miembros de la iglesia.
Es mejor escribir sus nombres en una hoja aparte y
luego hacer firmar a los hermanos y esa hoja debe
pegarse en el libro de Actas, a continuación del Acta
de la asamblea ordinaria o extraordinaria.

MODELO DE ACTA DEUNA ASAMBLEA EXTRAORDINARIA

III. ACTA DE LA ASAMBLEA GENE-


RAL EXTRAORDINARIA.

PAGO DE IMPUESTOS

Siendo a las 11 a. m. se reunió la Iglesia Bíblica


Bautista en su local, sito en la Av. Universitaria 4895,
Urbanización el Parque Del Naranjal, Distrito de los
Olivos para llevar a cabo la asamblea extraordinaria. La
asamblea fue convocada por el Pastor de la iglesia con
motivo de acordar el pago inmediato de impuestos. Las
citaciones se hicieron con seis días de anticipación y
actuó como presidente, el pastor de la iglesia, el Señor….
y como secretario, el Señor……
El presidente abrió la sesión con una palabra de
oración y explicó a los hermanos que recibió una
notificación legal para pagar los impuestos de la iglesia.
Dicho pago será por los impuestos prediales y munici-
pales correspondientes a los años 2007, 2008 y 2009.

271
Sometido a debate, tomaron la palabra los hermanos
_____________, ____________ y _______________ .
Todos ellos estuvieron de acuerdo que esos impuestos
deben ser pagados inmediatamente. Luego el pastor pidió
dos mociones para autorizar al tesorero de la iglesia que
pague dichos impuestos. Sometido el asunto a votación
fue aprobado por unanimidad.
No habiendo otro asunto que tratar, se dio por termi-
nada la asamblea extraordinaria siendo a las 11:30 a. m.

Parque del Naranjal, 24 de Junio de 2009

_____________ ____________ _____________


Presidente Secretario Tesorero
DNI DNI DNI

Nombre de Miembros presentes


DNI Firma
______________________ __________ ___________
______________________ __________ ___________

(Nombre, DNI y firma de todos los asistentes mayores de


18 años).
IV. EL LIBRO DE CAJA
Si hay hermanos que han estudiado Contabilidad, ellos
pueden ayudar a llevar el libro de Caja. Pero si no se
cuentan con hermanos con conocimientos de contabili-
dad, el pastor debe saber las nociones elementales de
cómo llenar un libro de Caja.

272
El libro de Caja está dividido en dos secciones. La
primera sección se llama DEBE. La segunda sección se
llama HABER.

DEBE HABER
¿Qué se anota en el Haber?
¿Qué se anota en el Debe?
Se anota todos lo que representa
- Se anota todos los ingresos para la egresos para la iglesia:
iglesia:
- Los cobros realizados en efectivo Pagos de salarios, cheques girados a
- Los cheques girados a favor de la favor de otras empresas, depósitos
empresa en cuentas de ahorros o cuentas
- Notas de Abono de los proveedo- corrientes de la Institución.
res y/o bancos
- Donaciones obtenidas Los egresos del mes deben estar
clasificados: Tales como: Salarios,
En el primer casillero del Club de Niños, Servicios Incobra-
bles (Ofrendas de amor dado a
cuadriculado se anota La hermanos), Movilidad, Construc-
fecha, luego, Saldo anterior. ción, etc.
En los casilleros de la Al final, se hace el balance: La can-
derecha van las cantidades tidad de los egresos se restan de la
cantidad de ingresos. Esto indicará
cuando queda en Caja para el
próximo mes.

Vea modelo de libro de Caja.

273
274
275
276
CAPÍTULO XVII

ORGANIZACIÓN DE UNA MISIÓN


EN UNA IGLESIA BAUTISTA

INTRODUCCIÓN

Se ha objetado muchos sobre el término Misión.


Todos aceptan el término “misionero” u “obra
misionera”. Pero no Misión, porque dicen que la
palabra Misión no se encuentra en la Biblia. La
palabra MISIONERO tampoco se encuentra en la
Biblia. Pero todos sabemos que un misionero es
aquel que predica la palabra en diferentes lugares
para la salvación de los perdidos. Misioneros son
aquellos que llevan a cabo la obra misionera enco-
mendada por Cristo a su iglesia. En la Biblia se le
denomina evangelistas. Cuando un misionero va a
un determinado lugar, lo hace para cumplir una
Misión. Entonces, Misión es la obra de uno que hace
la obra misionera. Misión es un proyecto que
consiste en predicar el evangelio en un determinado
lugar con el propósito de ganar almas para Cristo a
fin de que estos lleguen, después, ha constituirse en
una iglesia Neotestamentaria.

277
Una iglesia bautista debe estar organizada según
el modelo que encontramos en el Nuevo Testa-
mento. Para que los creyentes bautizados, en una
Misión, se organicen como iglesia, debe haber entre
ellos un consenso general. Hay varios factores que
se debe tener en cuenta: Primero, Todos deben estar
completamente seguros de su salvación. Segundo,
Todos deben tener un bautismo con autoridad.
Tercero, Deben tener suficiente madurez espiritual
(conocimiento y gracia) para asumir las responsa-
bilidades que demandan el ser miembros de una
iglesia neotestamentaria.

A veces, los hermanos de una Misión no quieres


ser organizados en una iglesia, a fin de no asumir
responsabilidades espirituales y económicas. El
misionero debe concientizar a los creyentes, que el
propósito final de la obra misionera es el estable-
cimiento de iglesias neotestamentarias donde Dios
recibirá la gloria (Ef. 3:21).

Al principio una misión organizada en una


iglesia, tendrá dificultades para en afrontar sus
responsabilidad económica. Porque, por lo general,
no son muchos los miembros con que se organiza
una iglesia. La iglesia en Éfeso empezó con doce
creyentes (Hch. 19:1-7). Pero por la predicación del
evangelio, otros se irán añadiendo (Hch. 19:8-10). Es
278
conveniente que la iglesia que da la autoridad para
que una misión se organice como iglesia, ayude
económicamente al pastor de la nueva iglesia hasta
que ellos mejoren económicamente.

MODELO DE “CARTA DE AUTORIDAD”.

I. CARTA DE AUTORIDAD PARA ORGA-


NIZAR UNA MISIÓN EN UNA IGLESIA
BAUTISTA DEL NUEVO TESTAMEN-
TO.

ASAMBLEA EXTRAORDINARIA

Siendo a la 1.20 p.m. del Domingo 18 de Julio de 2000,


la Iglesia Bíblica Bautista del Parque Naranjal, se reunió
en su local, sito en Av. Universitaria 4895, Los Olivos,
para llevar a cabo una asamblea extraordinaria, a fin de
dar autoridad para que la Misión de la Encalada sea
organizada en una Iglesia Bíblica Bautista Independiente.
La convocatoria se hizo con seis días de anticipación y
actuó como presidente el pastor de la Iglesia, el señor…
identificado de DNI…y como secretario, el señor…
identificado con DNI….

279
Después de la verificación del quorum, el pastor
Fortunato Barreto hizo mención del propósito de la
asamblea extraordinaria. Sometido a debate el asunto,
hubo conceso en todos los oradores. Luego, mocionaron
los hermanos Luis Salazar y Leocadio Espino, para
someter el asunto a votación. La votación fue unánime.
Esta autoridad de organización incluye a los hermanos
y hermanas que fueron bautizadas en la Iglesia del Parque
Naranjal, y que, voluntariamente decidieron ser miem-
bros de la Misión de la Encalada. También incluye a los
hermanos que fueron bautizados por autoridad de la Igle-
sia Bíblica Bautista del Parque Naranjal, a través del
misionero Ángel Puga.
Así mismo, esta autoridad incluye al pastor, Fortunato
Barreto Crisóstomo, para ser el moderador de la organi-
zación. Se deja sentado que la organización será de
acuerdo a los principios del Pacto de la Iglesia y de los
artículos de fe de la Iglesia Bíblica Bautista del Parque
Del Naranjal.
_________________ _____________
Fortunato Barreto C Isac Paredes G.
Pastor Secretario

280
Nombre de Miembros presentes DNI Firma

_______________________ ___________ ___________


_______________________ ___________ ___________
_______________________ ___________ ___________
_______________________ ___________ ___________
_______________________ ___________ ___________
_______________________ ___________ ___________
_______________________ ___________ ___________

281
II. PROGRAMA PARA ORGANIZAR
UNA IGLESIA BAUTISTA.

Julio 29 de 2000

PALABRAS DE BIENVENIDA

La Iglesia Bíblica del Parque Del Naranjal, Los Olivos, les da la


más cordial Bienvenida a la organización de la Misión Bíblica
Bautista de “La Encalada” en una Iglesia Bautista, según el
modelo del Nuevo Testamento.

Estamos seguros que este acontecimiento traerá honra y gloria


a Dios. Así mismo, este es un paso más en el cumplimiento de
la Gran Comisión dada por Cristo a su Iglesia.

Con el salmista podemos decir: “Este es el día que hizo Jehová.


Nos gozaremos y alegraremos en él.” Salmos 118:24

Sinceramente,

Pastor, Fortunato Barreto

282
MODELO DE PROGRAMA

I. APERTURA:
13. Votación para aceptar los
1. Palabras de Bienvenida:
artículos de fe de una igle-
Fortunato Barreto
sia bautista.
2. Canción: “Jubilosas nuestras
14. Música especial: “Castillo
voces” (Por los hermanos de
Fuerte es Nuestro Dios.”
la Misión)
(Por la nueva Iglesia)
3. Director de música:
15. Elección del nombre de la
Hermano…….
nueva Iglesia.
4. Himnos y Coros: Por la
16. Canto Congregacional:
congregación.
“Iglesia de Cristo”
17. Música especial: Trío de la
II. ORGANIZACIÓN DE LA Iglesia de Los Portales de
IGLESIA: Chillón. “Mensaje a la Igle-
sia)
Moderador: Fortunato 18. Música especial: “Señor de
Barreto
la Cosecha” Kathy
Barreto”
6. Lectura de la Carta de
19. Elección del Pastor: Por la
autoridad (por el Secretario
nueva Iglesia.
de la Iglesia: Isac Paredes)
20. Música Especial: “Esta Igle-
7. Elección de un secretario
sia Crecerá”(Dúo: Kathy y
para registrar el
Rosedit)
el acta de organización.
21. El mensaje bíblico a la
8. Lectura de lista de miembros:
nueva Iglesia: Pastor, Ro-
Donato P.
bert A. Lamb. Traductor:
9. Música Especial: “Hombres
Paul R. Mulling.
de Valor”
22. Canto Congregacional: Fir-
Trío: Alejandro, Enrique y
mes y Adelante.”
Henry.
10. Lectura del Pacto de la Igle- 23. Entrega del cargo al nuevo
sia: (Misionero. Sheridan Pastor.
Stanton). 24. Oración final (Por el nuevo
11. Votación para aceptar el Pastor).
Pacto de la Iglesia. 25. Refrigerio para todos los
12, Lectura de los Artículos de asistentes.
fe: (Pastor Alberto Fabián)
283
EL PACTO DE LA IGLESIA

Habiendo sido guiados, como creemos, por el


Espíritu de Dios a recibir al señor Jesucristo como
nuestro Salvador (Ef. 1:13; Jn. 1:11, 12), y habiendo
sido bautizados en virtud de nuestra profesión de
fe, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo (Mt. 28:19), en este momento, en la presencia
de Dios, ángeles y de esta congregación, hacemos la
más solemne y gozosa entrada a este pacto, de
mutuo acuerdo, como un solo cuerpo en Cristo
(Ro.12:5).

Nos comprometemos por tanto, con la ayuda del


Espíritu Santo (Ro. 8:26), a conducirnos en amor
cristiano (Jn. 13:34, 35); luchar por el engrandeci-
miento de esta iglesia, en conocimiento, en santidad
y en consuelo; promover su prosperidad y
espiritualidad (Fil. 1:27; Ro. 14:19; 2 Co. 7:1); sos-
tener sus cultos, ordenanzas, disciplina y doctrinas
(He. 10:25; Mt. 28:19, 20; 1 Co. 11:23-26; Jud. 3);
contribuir fija (1 Co. 16:1, 2); alegremente (2 Co. 9:6,
7) para el sostenimiento del ministerio, gastos de la
iglesia (Mal. 3:10; 1 Co. 9:13, 14; 1 Ti. 5:18), ayudar a
los pobres (Hch. 20:35) y la promulgación del
evangelio a todas las naciones (Fil. 4:16, 17).

Nos comprometemos asimismo, a mantener el


284
culto familiar y secreta devoción (1 Ts. 5:17; Hch.
17:11); educar religiosamente a nuestros hijos (2 Ti.
2:15; Ef. 6:4; Dt. 6:6-9); procurar la salvación de
nuestros familiares, amistades (Jn. 1:40,-42; Hch.
10:24) y de todos los hombres en general (Mr. 16:15;
Hch. 1:8); andar discretamente en el mundo (Ef. 4:1;
5:15); ser justos en nuestros tratos, cumplidos en
nuestras obligaciones e irreprochables en nuestra
conducta (Tit. 2:11-14); evitar toda clase de chismes,
murmuraciones y excesiva ira (1 Ti. 5:13; Ef. 4:29;
Col. 3:8; Fil. 2:14, 15; Ef. 4:26, 27); a abstenernos de la
venta y consumo de bebidas embriagantes (Hab.
2:15; Ef. 5:18) y a ser celosos en nuestros esfuerzos
para el extendimiento del reino de nuestro Salvador
(Mt. 6:33)

Nos comprometemos a cuidarnos los unos a los


otros en amor fraternal (Ro. 12:10); recordarnos
mutuamente en oración (Stg. 5:16); ayudarnos unos
a otros en caso de enfermedad e infortunios (He.
13:16; Ef. 6:1, 2); cultivar cristiana simpatía en
nuestro sentir y en la cortesía de la palabra hacia
otros (1 P. 3:8; Ro.12:16, 17; Col. 4:6); no sentirnos
ofendidos fácilmente y a estar siempre dispuestos a
reconciliarnos (Col. 3:13), observando cuidadosa-
mente las reglas de nuestro Salvador, para afianza-
rnos a ellas sin tardanza (Col. 3:16, 17).

285
Prometemos, finalmente, que cuando cambiemos
nuestro domicilio a otro lugar, nos uniremos, tan
pronto como sea posible, con otra iglesia en donde
podamos llevar a cabo el espíritu de este pacto y los
principios de la palabra de Dios (Hch. 18:24-28).

LOS ARTÍCULOS DE FE
1. Creemos que hay un solo y verdadero Dios vi-
viente, cuyo nombre es Jehová, creador del cielo y de la
tierra; y que en la unidad de la Deidad hay tres personas
distintas, El Padre, el Verbo (el Hijo) y el Espíritu Santo;
siendo cada uno de ellos de una misma esencia, por tanto,
iguales en cada perfección y atributos divinos y que los
tres obran en una manera armoniosa en sus obras de
providencia y redención (Dt. 4:39; 6:4; 1 Co.8:6; Jn.
10:30; Ef. 4:30; Gà. 4:6; 2 Co. 3:17; Ef. 2:20-22; Hch.
5:3, 4; 1 Co. 13:14)

2. Creemos que Dios es Espíritu, todopoderoso, san-


to y soberano (Jn. 4:24; Gn. 17:1; Job 37:23; 1 P. 1:16;
Jos. 24:19; 1 Ti. 6:15; Hch. 4:24; Sal. 135; 6).

3. Creemos en el nacimiento virginal de Cristo y en


su Señorío (Is. 7:7: Mt. 1:21-23; Fil. 2:5-8)

4. Creemos en el sacrificio vicario de Cristo como el


único y suficiente medio de salvación para el pecador que
cree, se arrepiente y le recibe (2 Co. 5:21; He. 2:9; 7:25;
Hch. 4:12; 3:19; Jn. 1:12; 3:36). Creemos también que

286
Cristo resucitó de los muertos para nuestra justificación
(Ro. 4:25)

5. Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios y es


inspirada por el Espíritu Santo, sin error, como está
escrita originalmente y que ella es la única regla de fe y
práctica para el creyente y la iglesia (2 P. 1:21; 2 Ti. 3:16,
17; 2 S. 23:2; Hch. 1:16; Is. 8:20; 1 Co. 4:6; 1 Pe. 4:10,
11).

6. Creemos también que Satanás o el diablo es una


persona real (Ez. 28:13-19; 1 P. 5:8)

7. Creemos en la caída del hombre como está escrito


en el Libro de Génesis: El hombre está perdido completa-
mente, por tanto, necesita nacer de nuevo por el Espíritu
Santo para ser salvo (Ec. 7:29; Gn. 3:1-24; Ro. 5:12; Jn.
3:3-6)

8. Creemos que una persona es salvada por gracia


por medio de la fe, sin las obras del hombre, de ninguna
clase (Ef. 2:1-10; Ro. 11:6). Creemos que el arrepen-
timiento y la fe son gracias inseparables; y todos los que
no se han arrepentido y no han creído en Cristo, ahora
mismo ya están condenados (Hch. 11:18; 2 Ti. 2:25; Fil.
1:29; Jn. 3:18).

9. Creemos, así mismo, en las doctrinas siguientes


acerca de la salvación: Presciencia divina, elección,
predestinación, llamamiento eficaz, justificación y glori-
ficación; y, que cualquier persona puede ser salvada si así
lo desea, sin embargo, estas doctrinas no se contradicen

287
entre la una y la otra, porque Dios mismo da el querer y
el hacer. También los creyentes son libres en Cristo (1 P.
1:2; Ro. 8:29, 30; Ap. 22:17; Fil. 2:13; Gà. 5:13).

10. Creemos en la seguridad de la salvación del


creyente (Jn. 5:24; 10:27-29; 1 Jn. 5:13; 1 Co. 5:1-5; He.
10:39).

11. Creemos que una iglesia bautista no es protes-


tante, por eso observamos una comunión estricta, porque
creemos que la organización de una iglesia y la
ordenación de un predicador es por la autoridad de una
iglesia apostólica y no de los hombres (Am. 3:3; Mt.
28:18-20; Hch. 8:12-15; 11:19-26; 13:1-3). Creemos
también que debe haber libertad religiosa o de conciencia
(Mr. 9:38-41).

12. Creemos que Cristo organizó su iglesia durante su


ministerio terrenal (antes de Pentecostés), esa iglesia fue
una iglesia bautista, por cuanto todos sus miembros
fueron bautizados con un bautismo con autoridad. A esa
Iglesia Bautista, Cristo dio autoridad en la Gran Comi-
sión para hacer discípulos, para bautizar y para enseñar.
Por tanto, todos los salvados deben ser bautistas, es decir,
deben ser bautizados por autoridad de una Iglesia
Bautista que tiene la autoridad de Cristo (Jn.1:31-33;
3:26-29; Mt. 9:15; Lc. 24:46-49; Mt. 28:18-20).

13. Creemos que la iglesia es local y visible. No


existe una iglesia universal e invisible, porque la palabra
iglesia significa asamblea. La iglesia tiene la Biblia como
su única regla de fe y práctica; además, las decisiones de

288
la Iglesia son finales, ninguna otra Iglesia u organización
de ninguna clase puede estorbar sus decisiones (1 Co.
1:2; Gá. 1:2; 1 Ts. 2:13; 2 Ts. 2:15; Mt. 18:15-18).

14. Creemos que Cristo dio dos ordenanzas a su


iglesia: El Bautismo y la Cena del Señor. (Mt. 28:19; 26:
27, 28; 1 Co. 11:23-26). El bautismo es la inmersión del
creyente en agua y se administra por autoridad de una
Iglesia Bautista verdadera. La Cena del Señor es limitada
a cada iglesia bautista (comunión cerrada); sus elemen-
tos son: Pan sin levadura y vino (Col. 2:12; Ro. 6:3-5;
Mt. 26:17; 1 Co. 11:21, 23, 25; Nm. 28:7, 14).

15. Creemos que la manera de sostener la obra del


Señor es con los diezmos, ofrendas y donativos; no hay
otra manera de sostenerla. Cada iglesia puede usar su
dinero en cualquier cosa si no es en contra de las doctri-
nas de la Biblia y nadie tiene derecho de estorbar en este
asunto (1 Co. 16:2; 9:4-14).

16. Creemos que las Iglesias Bautistas deben ser


misioneras, por tanto, no podemos tener comunión con
iglesias que dicen que no es así (Hch. 1:8; 2 Jn. 8-11).

17. Creemos que la iglesia debe practicar disciplina


(1 Co. 5:1-13; 2 Ts. 3:14, 15).

18. Creemos que las mujeres deben estar en silencio


en las iglesias y que Dios llama a los hombres para la
predicación formal del Evangelio (1 Co. 14:34, 35; 2 Ti.
2:11- 14; Mr. 3:13-19; Hch. 6:3).

289
19 Creemos que la segunda venida de Jesucristo es
premilenial y pretribulacional. Su segunda venida tendrá
dos fases: En la primera, vendrá por los santos de las
iglesias y se reunirá con ellos en el aire (1 Ts. 4:13-18;
5:9; 1:10; Ap. 3:10). En su segunda fase, con gran poder
y gloria, vendrá con sus santos ángeles al monte de los
Olivos (Hch. 1:10, 11; Ti: 2:13; Mt. 24:30, 31; 2 Ts. 1:7;
Jud. 14; Ap. 19:11-14), vendrá a salvar a Israel de sus
enemigos y establecerá su reino por mil años (Ro. 11:25-
29; Jl. 3:1, 2, 7, 11-14; Zac. 14:1-8). La iglesia reinará
con Cristo en su reino milenial (1 Co. 6:2, 3; Ap. 4:4;
5:6-9; Mt. 19:28).

20. Creemos que hay dos resurrecciones de cuerpos,


uno es para los justos y otro, para los injustos y habrá mil
años de paz y perfección en esta tierra entre estas dos
resurrecciones, después Dios creará nuevos cielos y
nueva tierra (Ap. 20:1-6; 21: 21:1-5).

21. Creemos que el cielo y el infierno son lugares


verdaderos (Gn. 1:7, 8; 2 Co 12:2; Mt. 25:41; 10:28).

22. Creemos que el gobierno civil existe por dispo-


sición divina para los intereses y el buen orden de la
sociedad humana, y que cada creyente debe cumplir sus
deberes como ciudadano del país donde vive. Asimismo,
deben sujetarse a las leyes del gobierno, si éstas no
atentan contra la Palabra de Dios. Porque la ley divinas
tiene supremacía sobre la humana. Creemos además que
la iglesia y el Estado deben estar separados completa-
mente (Ro. 13:1-7; Lc. 20:25: Hch. 4:18-20).

290
23. Creemos que el Domingo es el día especial para
adorar a Dios, porque Cristo resucitó este día (Mt. 28:1;
Mr. 16:9) y sus discípulos se reunían con él el Domingo
(Jn. 20:19, 26) También el Espíritu Santo vino sobre la
iglesia un domingo. Pentecostés siempre caía en domingo
(Lv. 23:15, 16). Todos los hijos de Dios deben adorar
públicamente en este día y traer sus ofrendas (Co. 16:1,
2).

24. Creemos que la Iglesia funcionará en el Perú des-


de la fecha de su fundación y en cuanto a la comisión que
recibió de Cristo, ella puede enviar misioneros a todas
partes del mundo (Mt. 28:19-20)

III. MODELO DE UN ACTA DE FUNDACION.

Acta de la asamblea de organización de la Misión


Bíblica Bautista “La Encalada” en una Iglesia
Bautista Local.

Siendo a las 11 a.m. del día 29 de Julio del año


2000, se reunieron las iglesias de la comunión
bautista en el local de la Misión ubicada en la
Urbanización la Oroya, Mz. 1 Lote 7 de la Av. La
Encalada, jurisdicción de Santa Anita, distrito de
Ate Vitarte con la finalidad de organizar una nueva
Iglesia.
El pastor de la Iglesia Bíblica Bautista del Parque
del Naranjal, Sr. Fortunato Barreto Crisóstomo,

291
como moderador autorizado para este evento, dio la
bienvenida a los asistentes. Luego, con una oración
dirigida por el Pastor Jorge Dianderas, se dio por
inicio la organización.
El Pastor Barreto llamó al hermano Isac Paredes
García, secretario de la Iglesia Bíblica del Parque del
Naranjal para leer la Carta de Autoridad otorgada
por la Iglesia Bíblica Bautista del Parque del
Naranjal, para que la Misión Bíblica de “La Enca-
lada” sea organizada en una Iglesia Bautista local.
Luego el moderador solicitó a los hermanos de la
Misión ya mencionada que eligieran un secretario
para redactar el Acta de organización. Se recomendó
al hermano Isac Paredes, lo cual fue aceptado por
unanimidad.
INFORMRES
El pastor Barreto informó que un determinado
número de hermanos miembros de la iglesia Bíblica
Bautista del Parque del Naranjal, voluntariamente
decidieron formar parte de la membresía de la
nueva Iglesia, por lo cual solicitaron su cambio de
membresía a la Misión de “La Encalada”. A
continuación se presentó a las distintas iglesias
bautistas presentes y a los pastores que estuvieron
presentes:
- Alberto Fabián A.
- Donato Puga M.
- Eladio Tarazona

292
- Aquino Sánchez N.
- Honorio Barreto C.
- Luis Huayaban
- Jorge Dianderas
- Carlos Estabridis
Se resaltó de una manera especial la presencia del
misionero Paul R. Mulling y el Pastor, Robert Lamb,
ambos, norteamericanos. A continuación se dio pase
a las alabanzas cuya dirección estuvo a cargo del
hermano Juan Barreto Pérez. Aportaron con música
especial, los hermanos del Parque del Naranjal, los
hermanos de Huaral y los hermanos de Los Portales
de Chillón.
Continuando con la organización, el Pastor Dona-
to Puga dio lectura a los miembros de la Misión de
“La Encalada” cuyos nombres aparecen en la
siguiente lista:
1. Maria Fabián Aranda,
2. Irineo Torres, etc, etc,
(Copie todos los nombres de los miembros de la
Misión presentes).
Luego el Pastor Jorge Dianderas, dio lectura al Pacto
de la Iglesia cuyo tenor es como sigue: “... (copie
todo el pacto). Después de la lectura del pacto de la
iglesia, el moderador pidió a los hermanos de la
Misión dos mociones para aceptar el Pacto de la
Iglesia. Dieron sus mociones los hermanos Manuel
Sarahuanca Santiago y Rómulo Flores Maima,
293
sometida a votación fue aceptada por unanimidad.
El pastor Fortunato Barreto comentó que al haber
aceptado el Pacto de la Iglesia, los hermanos de “La
Encalada” era ya una iglesia. Siguiendo con la
organización el pastor Fortunato Barreto llamó al
pastor Alberto Fabián para leer los Principios de Fe
de una Iglesia Bautista cuyo tenor es como sigue:
“… (Copiar los artículos de fe en el libro de actas).
Después de leer La Declaración de Fe, se pidió dos
mociones para aceptarlas. Dieron sus mociones los
hermanos Arnulfo Torrejón y Leoncio Arotinco.
Luego, sometida a votación se aceptó por unani-
midad. El Pastor Barreto comentó: “Ahora los
hermanos de “La Encalada” se ha constituido en
una Iglesia Bautista. A continuación, los miembros
de la nueva Iglesia cantaron el himno “Castillo
Grande es Nuestro Dios.”
El siguiente paso en la organización fue la elección
del nombre de la Iglesia. Los hermanos de la nueva
iglesia escogieron el nombre: IGLESIA BIBLICA
BAUTISTA DE LA ENCALADA. Se declara que la
Iglesia Bíblica Bautista de Encalada es una Asocia-
ción Religiosa sin fines de lucro. Sus fines son:
Promover Cultos Religiosos para sus feligreses y
también promover Educación Integral de su
miembros y simpatizantes.
Después de la aceptación del nombre, se pasó al
llamamiento de un pastor para la nueva Iglesia. El
294
pastor Fortunato Barreto recomendó al hermano
Arnulfo Torrejón Panduro para que sea el pastor
interino. Los hermanos Leoncio Arotinco e Irineo
Torres aceptan la recomendación, presentando sus
mociones respectivamente. Sometido a votación, el
hermano Arnulfo fue aceptado como pastor interino
por votación unánime.
El mensaje de Dios para la nueva Iglesia estuvo a
cargo del pastor norteamericono, Rober Lamb. Cuyo
texto fue Tito Capítulo 2, versículos once al quince.
El pastor Lamb predicó en inglés y el Misionero
Paul R. Mulling tradujo al español. Al final del
discurso. El pastor Fortunato Barreto agradeció a
todos los pastores presentes, especialmente, a los
hermanos del Parque Naranjal, al Pastor Fabián y
Homer Crain quienes fueron los gestores de esta
obra. También se agradeció al hermano Roberto
Lamb (representante de Misión Perú en USA), al
hermano Jim Burham, Copastor de Grace Baptist
Church de Brandenton, Florida, y a todos los demás
quienes aportaron para el crecimiento de la obra en
“La Encalada.”
Como un acto final, el pastor Fortunato Barreto
llamó al estrado al pastor Arnulfo Torrejón y le hizo
entrega del púlpito, para que se haga cargo de la
nueva Iglesia. “El pastor Barreto dijo: Ahora sois
una iglesia bautista independiente, hasta aquí les
acompañé.” Luego dando la diestra de comunión
295
dejó en su cargo al nuevo Pastor. El pastor Arnulfo
dio palabras de agradecimiento a toda la concu-
rrencia y pidió que se recogiese una ofrenda de
amor para comprar un órgano para la nueva Iglesia.
La ofrenda recogida fue de 326 Nuevo Soles y 260
dólares americanos.
Siendo a la 1.30 p.m. el Pastor Arnulfo pidió al
pastor Eladio Tarazona para guiar en una oración,
concluyendo así el programa. El pastor Arnulfo
invitó a todos los asistentes para un almuerzo de
confraternidad.

Pastores presentes DNI Firmas

_____________________ _________ __________


_____________________ _________ __________
_____________________ _________ __________
_____________________ _________ __________
_____________________ _________ __________

Miembros de la Nueva Iglesia

_____________________ _________ ___________


_____________________ _________ ___________
_____________________ _________ ___________
_____________________ _________ ___________

296
(Todos los miembros de la nueva iglesia deben
firmar).

297
CAPÍTULO XVIII

MODELO DE DOCUMENTOS
ECLESIÁSTICOS

298
IGLESIA BÍBLICA BAUTISTA
Av. Universitaria 4895 -Los Olivos – Lima
Tel. 521-4362 - Email: [email protected]

CARTA DE MEMBRESIA

Lima, 23 de Setiembre de 2004

Iglesia Bíblica Bautista del Parque Naranjal, Lima


A la Tercera Iglesia Bautista de Iquitos

Estimados hermanos en Cristo:

Por medio de la presente Certificamos que la hermana


Yolanda Inuma Trigoso es miembro de la Iglesia Bíblica Bautista
del Parque del Naranjal, razón por la cual expedimos esta
carta de membresía en respuesta a la petición hecha por
vosotros a nuestra iglesia.

Sin otro particular nos despedimos encomendando a nuestra


hermano (a) a vuestro cuidado y amor fraternal.

Sinceramente

Joseph Valenzuela A. Fortunato Barreto C.


Secretario Pastor

299
IGLESIA BÍBLICA BAUTISTA
Av. Universitaria 4895 – Los Olivos – Lima
Tel. 521-4362 - Email: [email protected]

SOLICITUD DE CARTA DE MEMBRESIA

Lima, 27 de Octubre de 2004

La Iglesia Bíblica Bautista del Parque del Naranjal


A la Iglesia Bautista Esmirna

Estimados hermanos en la fe:

Por la presente, hacemos de su conocimiento que la hermana


Mirella Lima Gonzales se presentó a la Iglesia Bíblica Bautista
del Parque del Naranjal, manifestando su deseo de ser miembro
de la misma, razón por la cual os rogamos que nos envíen una
carta de membresía del hermano antes mencionado.

Sin otro particular nos despedimos deseándoles las más ricas


bendiciones de Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Sinceramente,

__________________ _________________
Joseph Valenzuela A. Fortunato Barreto C.
Secretario Pastor

300
IGLESIA BÍBLICA BAUTISTA
Av. Universitaria 4895 -Los Olivos – Lima
Tel. 521-4362 - Email: [email protected]

CERTIFICADO DE MEMBRESIA

Por la presente Certificamos que la señorita Serafina Fuentes

Guevara es miembro de la iglesia Bíblica Bautista. Ella

enseñanza en el Club Bautista de Niños (CBN) y también en

nuestra Escuela Dominical. Ella siempre ha demostrado una

buena conducta y una gran responsabilidad en sus compromisos

con la iglesia.

Expedimos el presente documento a petición de la interesada

para los fines que ella crea por conveniente.

Junio 29 de 2009

_____________________
Fortunato Barreto C.
Pastor

301
IGLESIA BÍBLICA BAUTISTA
Av. Universitaria 4895 -Los Olivos – Lima
Tel. 521-4362 - Email: [email protected]

CERTIFICADO DE MEMBRESÍA
O FELIGRESIA

Por la presente Certificamos que el (la) menor ____________es


un (Miembro o Feligrés) de nuestra Iglesia. El, (ella) asiste
fielmente a nuestra Escuela Dominical, donde recibe Forma-
ción Religiosa Cristiana, cuyas acreditaciones se otorgarán a su
debida oportunidad.

Expedimos el presente documento a petición de sus padres


(apoderados) para los fines que
crea por conveniente.

_________________ de 2002

______________________
Fortunato Barreto C.
Pastor

302
SOLICITO EXONERACIÓN DEL CURSO
DE RELIGIÓN CORRESPONDIENTE AL
____________________ DE EDUCACIÓN
______________________________________

SR. (SRA) DIRECTOR (A) DEL ________________________________


______________________________________________________________

S. D.

______________________________________ Identificado con DNI


___________________ y domiciliado en (Av. Jr. Calle) ______________
_______________________ de la (Urb. Asoc. A. H.) _________________
______________________________________________________________

Ante usted, respetuosamente me presento y digo:

Soy el (la) (padre, madre, apoderado de (el, la) menor __________


____________________________________ que estudia en la Institución
Educativa que usted dirige. Mi hijo (a) profesa la Fe Evangélica, por tanto,
SOLICITO LA EXONERACIÓN DEL CURSO DE RELIGIÓN CO-
RRESPONDIENTE AL _________________________________________
______________________________________________________________
Mi hijo estudia en la Sección _________ en el Turno: __________________
Acompaño un Certificado de membresía (o feligresía) expedida por la iglesia
donde mi hijo (a) asiste.

A usted Señor (Señora) Directora, ruego acceder a mi Solicitud, Es


Justicia.

Naranjal _______ de ___________de 2010

______________________________
Firma

303
MODELO DE ORGANIZACIÓN
PARA EL TRABAJO DE LA IGLESIA
(2004)
Toda iglesia debe organizarse para asumir los roles de trabajos de la
iglesia. Esto es lo que se llama “organizar el trabajo de la iglesia”. La
organización del trabajo de una iglesia se hará teniendo en cuenta el
tamaño de la iglesia y las necesidades prioritarias de la iglesia dentro
de su comunidad. En esta organización, el pastor y el (o los diáconos)
son los único que no cambian, a menos que el pastor o diácono decida
mudarse a otro sitio siguiendo la voluntad de Dios. A continuación
tenemos el modelo de organización para el trabajo de la Iglesia Bíblica
Bautista del Parque Del Naranjal.

CARGOS RESPONSABLES

Pastor Fortunato Barreto C.


Oremos para que Dios nos muestre personas
Diáconos idóneas para este ministerio.
Juan Barreto Pérez
Secretarios de Actas Cléver Espino (Pro.Secretario
Andrés Puga Molina
Tesoreros Winenger García Miranda (Pro-Tesorero)
Luis Salazar (Pro-Tesorero
............................................................
Comisión de Evangelismo y ……………………………………….
Misiones Vilma Guitierrez (Tesorera :
(Campañas)
Pastor, Fortunato Barreto
Comisión de Educación .................................... (Sperintendente)
Cristiana Beatriz Espinoza de Salazar (Librería)
(Escuela Dominical) Norma Trujillo de Barreto
Isac Paredes (Coordinador)
Comisión de Oración Magnolia Balarezo de Paredes
.......................................................

304
Camilo Valenzuela (Coordinador)
Comisión de Recepción Martha Rodríguez
Ana Livias
Loisi de Suuza de Barreto (Limpieza
Comisión de Limpieza y del Templo)
Ornato ..................................................... (Jardín)
Betty Espinoza . (Ambientación del templo)
Winenger García (Coordinador de
mantenimiento)
Roger Azaña
Comisión de Mantenimiento Doris Vilches (Menaje de Cocina)
Noé Olórtegui
Camilo Valenzuela
Joseph Valenzuela A – Daniel Oliva
(Equipos de audio)
Marta Rodríguez (Utiles para dormitorios,
mesas y telones)
Kendig Valenzuela A.
Comisión de EBDV Katherine Barreto T.
..........................................……
...................................................
Comisión de Visitación ..................................................
Discipulado Katherine Barreto T.
Kendig Valenzuela
Comisión de Jóvenes …………………………………
Serafín Condori (CBN) / Leonardo
Comisión de Niños y Valverde C.
Adolescentes Kendy Valenzuela A. (Coordinador de Culto
de Niños)
Vladimir Espinoza (Coordinador de
Adolescentes)
Erique Canchaya (Pianista)
Larry Barreto T.
Comisión de Música Juan Barreto (Campañas)
Daniel Oliva (Miércoles)
........................................
Comisión de paseos y
Deportes Camilo Valenzuela A.
Miriam Lozano T
Comisión de Sociales Doris Vilchez
..................................................

305
MODELO DE PLAN ANUAL DE
ACTIVIDADES 2004
(De Marzo de 2004 a Marzo de 2005)

MES FECHA ACTIVIDADES RESPONSABLES

MES DE ORACION
ENERO 01 (2005) Día especial de Isac Paredes
comunión con Dios
MESES DE
FEBRERO CONSAGRACION
06 (2005) Asamblea de los Comisión EBDV
líderes para la EBDV
20-25 Escuela Bíblica de Iván Laiza
Vacaciones Katherine
Melina Gonzales
MARZO Reunión de líderes Pastor de la iglesia.
de la Iglesia
MES DE LA NIÑEZ
ABRIL 06 Apertura de clases Superintendente
de la Escuela Comisión de E. D.
Dominical
8 al 11 Campaña Comisión de
Evangelística Campañas
MES DE LA
FAMILIA
M AYO 01 Día de Campo Comisión de
Recreación
09 Día de la Madre Jóvenes y Primarios
30 Cena del Señor El Pastor
30 Limpieza general Toda la iglesia.
del templo

306
MES DE
MAYORDOMIA
06, 13, 20 Campaña de
Mayordomía (Sólo Pastor de la iglesia
en las mañanas)
JUNIO 27 Recolección de Pastor de la iglesia
ofrendas prometidas
25 al 27 Campaña de Comisión de Campaña
aniversario
29 Aniversario de la Pastor de la iglesia
iglesia del Naranjal
MES DE
EVANGELISMO
Apoyo a Misión de El Pastor y Com. de
JULIO Keiko sofía. Misiones
Apoyo a Misión de El Pastor y Com. De
Carabayllo Misiones
MES DE ÉNFASIS Distintivos bautistas
EN LAS DOCTRI- Separación religiosa
NAS BAUTISTAS
1ra. Acción de gracias.
semana
08 Separación de la Kendig Valenzuela
AGOSTO Iglesia y el Estado Iván Laiza
15 Los Bautistas y otras Pastor Fortunato
denominaciones Barreto
22 La Disciplina en la Pastor de la iglesia
Iglesia
29 Cooperación Pastor, Arnulfo T.
Bautista
MES DE LA
JUVENTUD
SETIEMBRE 25 Cena Primaveral Comisión de la
Juventud
26 Cena del Señor El Pastor

307
MES DE LA BIBLIA
Y MISIONES
03 Organizan Maestros Los Maestros
de Escuela
Dominical
OCTUBRE 10 Organizan Maestro Los Maestros
de Escuela
Dominical
24 Recolección de Pastor y Com. de
ofrendas Misioneras Misiones
MES DE
COMPAÑERISMO
NOVIEMBRE 1 Paseo de la Iglesia Comisión de
Recreación.
21 Ágape de Acción de Comisión de sociales
Gracias (a.m)
MES DE
EVANGELISMO
08 Evangelismo a través Damas de la iglesia.
DICIEMBRE del deporte.
24-26 Campaña Comisión de
Evangelística Campañas

“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas


los obreros pocos. Rogad pues, al Señor de la mies, que envíe obreros
a su mies” (Mateo 9:37, 38)

308
309
IGLESIA BÍBLICA BAUTISTA
DATOS DEL CANDIDATO AL BAUTISMO

Nombre y Apellidos __________________________________________________


Dirección (Calle, Jr. Av.) _______________________________________________
(A. H. Asoc. Urb.) ____________________________________________________
(Distrito) ___________________________________________________________
¿Dónde recibió a Cristo? _______________________________________________
¿Recuerdas la fecha? _________________________________________________
Fecha de Nacimiento (día) ____ (Mes) ______________________ (Año) _______
Identificación DNI ___________________ L. M. _________________________
Teléfono _______________ (Telf. Trabajo) ______________ Estado Civil:
Solter@ ( ) Casad@ ( ) Conviviente ( ) Divorciad@ ( ) Viud@ ( )
Ocupación _________________________ Talentos _________________________
Fecha en que se bautiza: Día ____ Mes _____________________Año ________

No. EDAD:
TARJETA DE PROFESIÓN DE FE
AÑO: 20 ____

DIA, MES: TELF.

NOMBRE: __________________________________________________

DIRECCIÓN: ______________________________________________
___________________________________________________________
___________________________________________________________

Casado Soltero Conviviente Divorciado

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