Cap 1 El Concepto de Constructividad PDF 182 KB
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El concepto de constructividad
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La manera en que se diseñan y construyen edificios ha tenido una significativa evolución desde la
integración implícita entre diseño y construcción que existía en la antigüedad, hasta la separación
explícita basada en el ideal de conocimiento profesional experto que rige en la actualidad.
En la antigüedad, las tareas de diseñar y construir edificios se fundían en una misma persona. El
“arquitecto” era quien estaba a cargo de todas las obras necesarias para erigir un edificio, desde la
elección de las formas, tamaños y materiales, hasta la dirección de los hombres en las faenas de
construcción. Etimológicamente, “arquitecto” proviene del griego αρχιτεκτων, compuesto por αρχι
(archi) “jefe, guía, principal” y τεκτων (tecton) “construcción, obras”: arquitecto, jefe de las obras.
4 ejecutados por otros. Tampoco existía separación entre la tarea de dibujar la obra y la actividad
manual de labrar la piedra; un maestro masón (del francés “maçon”, albañil) debía ser
preparado en ambas artes para ser reconocido como tal (Moore, 1996).
Figura 1:
Evolución de la CONSTRUIR CONSTRUCTOR
separación de las
actividades en la CALCULAR INGENIERO
industria de la
construcción COORDINAR ARQUITECTO ADMINISTRADOR
DISEÑAR
Industrial
La segunda gran revolución ocurrió casi 400 años después, cuando en plena Revolución Industrial
surgió una serie de nuevos materiales (i.e. hierro fundido, hormigón armado, acero) que demandaron
un conocimiento más exacto de sus propiedades físico-mecánicas, de métodos de cálculo de su
comportamiento, y de paso, detonaron el nacimiento de la ingeniería moderna. Con la aparición de la
figura del ingeniero, se terminaron de separar las labores de diseñar, calcular y construir (Uhlik y
más distante y disociada, con una progresiva separación de las actividades involucradas en la
producción de edificios. Hoy, las tareas de diseñar, calcular y construir conforman tres campos
disciplinares diferentes, y la tendencia aparente es una progresiva, creciente y mayor especialización.
a. Especialización de actividades
precisa (directa e indirecta) de los límites de acción de los distintos actores. Formalmente, la
definición de los métodos y procesos de construcción le corresponden al constructor, pero en la
práctica están implícitos en el diseño (Glavinich, 1995). Esto implica que, aunque una parte de los
problemas de obra tienen su origen en el diseño, el constructor es siempre responsable por ellos y
por lo mismo se le exige que los resuelva. Los diseñadores, y en especial los arquitectos, no sufren
las consecuencias de un proyecto con baja constructividad y por tanto, no tienen mayores incentivos
para mejorarla.
Las condiciones contractuales pueden también jugar un rol decisivo en el grado de constructividad de los
diseños. Representan amenazas aquellos proyectos organizados con equipos extremadamente
independientes o fragmentados, con poca articulación entre sus participantes, sin intervención de los
diseñadores en la construcción o con restricciones fuertes de tiempo dedicado al diseño.
proyectos se completen en el menor tiempo posible. Aunque esto tiene razonables ventajas
económicas, usualmente también implica que: (1) que los tiempos destinados al estudio y desarrollo
del diseño se ven reducidos al mínimo posible; y (2) que las obras de construcción comienzan antes
que el diseño esté completamente terminado (Del Río, 2005; Fox et al., 2002; Sabbagh, 2005).
Respecto a lo primero, es evidente que un diseño sin el tiempo de estudio y desarrollo necesario
tendrá deficiencias que afectarán la eficiencia y calidad de los procesos de construcción (Lam et al.,
2006). Respecto a lo segundo, cuando el proyecto comienza a construirse se aplica una restricción
de cambios al diseño que es cada vez mayor a medida que la obra avanza, poniendo un obstáculo
técnico y económico a las modificaciones de proyecto. Consecuencia de estas dos situaciones son
proyectos con sucesivas modificaciones y adaptaciones parciales de diseño durante el transcurso de
obra, necesarias dado que el diseño está por definición incompleto, pero que no son lo idealmente
óptimas ni cerca del potencial que podrían tener. Representan una amenaza fuerte a la calidad y
desempeño del producto final, y una pérdida general de eficiencia en el proceso.
Cada día los proyectos de construcción son más complejos y requieren mayor conocimiento
técnico experto. La oferta de materiales, sistemas constructivos, procedimientos de obra,
herramientas, equipos, tecnologías de gestión, y en general, de soluciones técnicas para los
proyectos de construcción es interminable. Como consecuencia, entre más opciones
disponibles, menos conocimiento común. Los diseñadores, y especialmente los arquitectos, ya
no conocen ni pueden conocer todos los detalles involucrados en la construcción de un edificio.
El ideal vitruviano del arquitecto como “una persona culta, que conozca la literatura, (…)
domine el arte del dibujo y la geometría, (…) entienda la óptica y la aritmética, (…) conozca a
fondo la historia, (…) sea estudioso de la filosofía, sepa música, (…) tenga conocimientos de
medicina y de los diversos climas, (…) domine las leyes, (…) comprenda los cursos de agua y
sepa de astrología” (Vitruvius Pollio, 1999) es hoy imposible. El desarrollo obliga a los
arquitectos a ser más eficientes y concentrar su conocimiento técnico en aquellos puntos que
efectivamente son relevantes para el diseño.
8 conocimiento técnico sobre los procesos de obra por parte del arquitecto (Adams, 1990; Del Río,
2005; Fischer y Tatum, 1997; Fox et al., 2002; Glavinich, 1995; Lam et al., 2006; Oyedele y Tham,
2007; Uhlik y Lores, 1998), quien, sin embargo, o bien desarrolla el diseño a pesar de esta
insuficiencia, o bien omite de plano las decisiones. En otras palabras, el arquitecto toma decisiones
para las cuales carece del conocimiento suficiente, o sencillamente no las toma y deja el proyecto con
información incompleta, afectando irresponsablemente el grado de constructividad de los diseños.
Figura 2:
Especialización Objetivos diferentes
Características de la
Límites de acción no definidos
INDUSTRIA CONTEMPORANEA
actividades
actual industria de la
construcción que Desintegración de equipos de trabajo
Métodos
impulsan el estudio contractuales Tiempos de diseño insuficientes
de la constructividad
Complejidad El arquitecto no puede tener
técnica todo el conocimiento técnico
sesenta, producto de una preocupación global por una tendencia decreciente en eficiencia y calidad
de la industria en la construcción (Uhlik y Lores, 1998). Durante los años sesenta y setenta, los
estudios sobre este problema se intensificaron (Emmerson, 1962; Banwell, 1964; NEDO, 1975). A
principios de los ochenta aparecieron simultáneamente en Inglaterra y Estados Unidos reportes que
señalaron a la fragmentación de la industria y a las ineficiencias de los diseños producidas por una
falta de conocimiento constructivo de los arquitectos como causas del problema, marcando el
momento fundacional del estudio de la constructividad.
En 1983, la Asociación para la Investigación e Información de la Industria de la Construcción de
Inglaterra (CIRIA, Construction Industry Research and Information Association) acuñó el término
buildability o “constructividad” para referirse a “la manera en la cual el diseño de un edificio facilita
su construcción, sujeto a todos los requisitos generales del edificio terminado” (CIRIA, 1983). El
informe de CIRIA se enfocaba en las etapas iniciales del proyecto y en el impacto en la obra de los
diseños y equipos diseñadores, señalando que “las buenas condiciones de constructividad dependen
que los proyectistas y constructores sean capaces de contemplar la totalidad del proceso de
construcción a través de los ojos del otro” (Adams, 1990).
Un par de años más tarde en Estados Unidos, investigadores del Instituto de la Industria de la
10 Singapur (BCA, Building & Construction Authority) por instaurar el concepto en la industria de
ese país (BCA, 2005).
Durante todo este período, el concepto de constructividad se ha visto opacado por el concepto
de constructabilidad. En un comienzo, los conceptos fueron con frecuencia confundidos e
intercambiados (ver, por ejemplo, O’Connor et al., 1987), y posteriormente, el concepto de
constructabilidad se hizo favorito entre los autores. Dos razones explican esta preferencia:
primero, la mayor amplitud conceptual, que de algún modo envuelve al concepto de
constructividad; y segundo, que la mayoría de las investigaciones estuvo radicada en escuelas
de ingeniería y de administración de construcción.
Desde la primera definición de constructividad dada por CIRIA en 1983 varias versiones posteriores
han sido propuestas, con ligeros matices que complementan y precisan los alcances del concepto.
En general, la mayoría de las definiciones comparte los mismos descriptores conceptuales básicos
(Wong et al., 2007), pero ninguna reúne todos las precisiones y refinamientos que se han hecho en
forma separada por los autores (cuadro 1). A partir de este escenario, este documento propone una
definición basada en los acuerdos logrados, que recoge las más importantes precisiones realizadas
y que las complementa haciendo énfasis en su condición de atributo del diseño, y recalcando su
carácter observable, graduable y medible.
Cuadro 1:
CONSTRUCTIVIDAD
Principales definiciones
“la manera en la cual el diseño de un edificio facilita su construcción, sujeto a todos los requisitos de constructividad en la
“la manera en la cual un diseño facilita el uso eficiente de los recursos de construcción y aumenta la
facilidad y seguridad de construcción en obra, al tiempo que los requerimientos del cliente son
cumplidos” (Lam et al., 2006)
[la constructividad de un diseño se refiere] “a la facilidad con la cual las materias primas de todo proceso
constructivo (mano de obra, maquinarias y herramientas, materiales) pueden ser combinados por el
constructor para completar el proyecto en una manera económica y a tiempo.(…) Intuitivamente, a mayor
nivel de constructividad, más eficiencia en el proceso constructivo” (Glavinich, 1995)
[la constructividad] “requiere un compromiso entre hacer un diseño más construible y dar
cumplimiento a los distintos factores que influencian el diseño, incluyendo calidad, estética, tiempo y
costo” (Griffith, 1987; Citado en Lam et al., 2006)
“la manera en la cual un diseño facilita su construcción, sujeto a todas las restricciones de los
métodos y procesos constructivos” (Fischer y Tatum, 1997)
“es un enfoque de diseño que busca eliminar el trabajo no productivo en obra, hacer el proceso de
producción más simple, y permitir tener una administración de obra más eficiente” (Emmit, 2002)
(1) La constructividad es un atributo del diseño: La constructividad describe la manera en que “un
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diseño” facilita su posterior construcción; no la manera en que “un proyecto”, “un tipo de
administración” o incluso “un equipo profesional” facilita su construcción. La
constructividad es un atributo del diseño en sí.
Figura 3: CONSTRUCTIVIDAD
Definición de
Es un atributo del diseño
constructividad Grado en el cual un determinado diseño
permite una mayor facilidad y eficiencia
Su objetivo es lograr facilidad y
eficiencia en la construcción
de construcción, sujeto a todos los
requerimientos del cliente y del proyecto. Es graduable y medible
Está sujeto a otras variables de proyecto
LOYOLA, Mauricio y GOLDSACK, Luis. Constructividad y Arquitectura [Versión digital
PDF] 1ra edición. Santiago: Universidad de Chile, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 2010
§ 1.2.2. Diferencia entre constructividad y constructabilidad
Ambos conceptos comparten el propósito final de lograr facilidad de construcción a fin de optimizar
los recursos productivos y cumplir con los objetivos de proyecto de la forma más eficiente posible.
Sin embargo, la constructividad se relaciona exclusivamente con la etapa de diseño, mientras que la
constructabilidad se relaciona con la gestión de todas las etapas del desarrollo de proyecto (CII,
1986; Lam et al., 2006; Wong et al., 2006b; Wong et al., 2007; Gimenez y Suarez, 2008).
Cuadro 2:
CONSTRUCTABILIDAD
Algunas definiciones de
“es la integración óptima del conocimiento y experiencia en construcción en la planificación, diseño, constructabilidad en la
logística y operaciones de obra para alcanzar todos los objetivos del proyecto” (CII, 1986) literatura
“se refiere a la habilidad para planificar, diseñar y construir un edificio cumpliendo los niveles de
calidad efectiva y económica, sujeto a los objetivos generales del proyecto” (Low, 2001)
Ambas tienen como propósito lograr la facilidad de construcción a fin de optimizar los recursos productivos
y cumplir con los objetivos de proyectos de la forma más eficiente posible.
Otra confusión usual es la creencia que mayor constructividad se da únicamente por mayor
integración de las fases y equipos de diseño y construcción. Efectivamente, cuando el equipo 15
diseñador trabaja de la mano con el equipo constructor desde las más tempranas etapas de proyecto,
existe una mayor probabilidad que una mayor cantidad de consideraciones sobre las particularidades
de las operaciones de construcción sean tomadas por el diseño. Sin embargo, tal como se describió
en § 1.1.2., dadas las condiciones de la industria actual, esto no es siempre posible. En un
escenario de fragmentación disciplinar, muchas veces los diseñadores deben contar únicamente con
su propia preparación para visualizar las implicancias constructivas en obra que tendrán sus diseños;
es justamente cuando el conocimiento específico de constructividad se hace relevante. Por lo tanto,
el conocimiento de constructividad es diferente: involucra la habilidad que tienen los diseñadores de
situarse en la posición del constructor y anticipar los problemas en obra, sin tener necesariamente a
un profesional de terreno integrado al equipo de diseño.
La Gestión de Calidad Total (GCT o TQM, Total Quality Management) es una estrategia de
gestión industrial que tiene como objetivo el mejoramiento continuo de todos los procesos
organizativos y productivos a fin de lograr total satisfacción del cliente. Por lo tanto, la
diferencia entre constructividad y GTC, es que este último es un concepto mayor que se aplica
a todo el alcance del proyecto, dentro del cual el mejoramiento de la constructividad juega un
papel específico puntualmente dentro la etapa de diseño.
Según la filosofía de la GCT, cada una de las partes involucrada en un proyecto —incluido el
mandante, constructor, ingenieros y arquitectos—juega el papel de “proveedor” y “cliente” al mismo
tiempo en una cadena continua de relaciones. Por ejemplo, el constructor se entiende como un
“cliente” del arquitecto en cuanto espera un “producto” de él (planos, especificaciones). Dentro de
esta cadena, la GCT pretende que el producto elaborado por el arquitecto sea de entera satisfacción
de sus clientes, incluyendo al cliente-constructor. Un mejoramiento en el grado de constructividad del
diseño representa una mejora en la satisfacción del cliente-constructor (el proyecto se puede
construir más fácilmente) y por tanto, un mejoramiento en el nivel de calidad total. En otras palabras,
dentro del marco conceptual de la GCT, el grado del constructividad es un indicador directo del nivel
de calidad del diseño (Arditi et al., 2002), y por tanto, del nivel de calidad del proyecto en general. De
hecho, Low y Abeyegoonasekera (2001) han demostrado que los principios de la constructividad son
integrables y coincidentes con los conceptos y elementos de las normas internacionales de gestión
de calidad ISO 9000 e ISO 9001.
Figura 4: COSTO
Curva de costo e
impacto de las
decisiones de diseño
IMPACTO
Está profusamente documentado en la literatura técnica que los principales beneficios de proyectos
con mejores grados de constructividad están en la obtención de faenas en obra (1) de mejor calidad,
(2) más rápidas, (3) más económicas, y (4) más seguras (Gray, 1983; Russell et al., 1994;
Glavinich, 1995; Fischer y Tatum, 1997; Griffith y Sidwell, 1997; Jergeas and Van der Put, 2001;
Low S., 2001; Low y Abeyegoonasekera, 2001; Arditi et al., 2002; Fox et al., 2002; Pulaski y
Horman, 2005; Trigunarsyah, 2004c; Lam, 2007; Wong et al., 2006b) (figura 5)
(1) Calidad: Diseños con mejores grados de constructividad permiten tener faenas más sencillas y
fluidas, acelerar la curva de aprendizaje de la mano de obra, disminuir la tasa de errores y/o no-
conformidades, reducir el riesgo técnico, controlar la cantidad de cambios de diseño en obra e,
indirectamente, reducir la cantidad de problemas de ocurrencia posterior a la construcción.
(2) Tiempo: Diseños con mejores grados de constructividad permiten tener faenas más
rápidas, reducir el tiempo utilizado en reparaciones y/o repetición de tareas por no-
conformidades, disminuir la necesidad de capacitación, acortar los desplazamientos de
mano de obra y maquinarias, y en general, disminuir el tiempo total de construcción.
Indirectamente, afecta favorablemente en tiempo de trabajo del arquitecto y equipo
proyectista, al reducir la cantidad de consultas que se le hacen desde obra y reducir la
atención de reclamaciones posteriores por trabajos defectuosos.
LOYOLA, Mauricio y GOLDSACK, Luis. Constructividad y Arquitectura [Versión digital
PDF] 1ra edición. Santiago: Universidad de Chile, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 2010
(3) Costo: Inicialmente, mayor grado de constructividad parece tener un mayor costo pues se
requieren equipos diseñadores con mayor pericia, materiales adecuados y sistemas
constructivos más simples y eficientes, los que son más caros. Sin embargo, al analizar el ciclo 17
de vida del proyecto, los costos totales caen drásticamente (CIRIA, 1983; Gray, 1983; CII,
1987; CII, 1993; Adams, 1990; Pulaski y Horman, 2005; Wong et al., 2006b). Soluciones de
diseño más simples implican ahorro por repetición de tareas mal ejecutadas o no-conformidades,
optimización de materiales, menor necesidad de supervisión y menor cantidad de desperdicios.
A largo plazo, los costos de mantenimiento y/o reparación del edificio también decrecen, lo que
representa ahorro para el usuario y para el constructor (post-venta).
(4) Seguridad. Tareas más sencillas implican menor riesgo para los trabajadores y maquinarias, lo
que aumenta el nivel de seguridad de obra.
Figura 5:
Calidad Seguridad Beneficios de mayor
constructividad en los
MAYOR CONSTRUCTIVIDAD diseños
Tiempo Costo
Desde el punto de vista del cliente, el ahorro global producto de la disminución de costos de
construcción producto de la mayor eficiencia, presenta una oportunidad para que el equipo
diseñador pueda mejorar el diseño, elevar los estándares de cumplimiento y desarrollar otras
características no inicialmente contempladas en la definición de objetivos. Mejorar la
constructividad permite al cliente tener un mejor proyecto al mismo costo inicial.
Diseños con mejores grados de constructividad permiten alcanzar mejor calidad en el producto final,
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menores costos, menor tiempo de construcción y mayor seguridad para cada proyecto y obra en
particular, lo que en definitiva significa mayor productividad y rentabilidad para la empresa. La
relación positiva entre constructividad y productividad ha sido estadísticamente demostrada (Low,
2001), y diferentes autores han intentado cuantificar los beneficios económicos de implementar
programas de mejora de constructividad (como parte de programas más amplios de mejora de
constructabilidad). El Business Roundtable (EEUU) (1982; en Pulaski y Horman, 2005) señaló que
los beneficios varían entre 10 a 20 veces el costo de implementación y el CII (1993) lo estimó en 10
veces. Gray (1983) afirmó que los ahorros totales fluctúan entre un 1 y un 14% del costo de capital
total, CII (1993) concluyó que varían entre 6 y 23% del costo total, y Russell y Gugel (1993)
constataron un ahorro de un 7.2% en el costo total para un caso específico de estudio.
Los ahorros no sólo están explicados por faenas de construcción más rápidas y eficientes. Por
ejemplo, diseños con mayores grados de constructividad implican faenas en obra más simples
y más seguras, lo que reduce los accidentes laborales y los costos humanos y económicos
asociados. A corto plazo, se generan ahorros directos para el proyecto, pero a largo plazo, la
empresa puede reducir costos de primas de seguros y convenios médicos o mejorar su
posicionamiento en el mercado.
Mayor productividad en el proceso implica mayor competitividad para la empresa, lo que a la larga
impacta positivamente en el crecimiento y desarrollo de la industria de la construcción en general. En
términos de competitividad-país, una industria más productiva es capaz de participar en mercados
internacionales más agresivos y de mayor de nivel de desarrollo. Por ejemplo, en el contexto
industrial mundial, con tratados de libre comercio cada vez más amplios y tecnologías de
comunicación que prácticamente eliminan las barreras geográficas, es perfectamente posible pensar
en un mercado proveedor de servicios de diseño con alta constructividad a escala global.
Los beneficios no sólo representan mejoras de productividad y rentabilidad para la empresa, sino
que a la larga son traspasados al cliente y el consumidor final. La historia económica enseña que en
casos de mejora de eficiencia sobre un producto, luego de una primera etapa de beneficio interno
(los ahorros de obra producto de mejor diseño los disfruta el mandante y las empresas), los
beneficios son externalizados al consumidor como una herramienta de competitividad.
Lam et al. (2007) señalan que además de los beneficios tradicionales directos (calidad, tiempo,
costo, seguridad), mejoras de constructividad en los diseños desencadenan progresos en las
relaciones industriales, promueven el trabajo en equipo y la satisfacción de los empleados,
facilitando el trabajo y creando un mejor ambiente gremial.
La mejora de la constructividad de los diseños no sólo beneficia al cliente y a las empresas, sino que
también impacta positivamente en el propio trabajo del equipo diseñador. 19
En primer lugar, el arquitecto y equipo diseñador reciben beneficios económicos directos, dado
que los diseños con mayor grado de constructividad representan productos con mayor valor
agregado, y por ende, de mayor costo. En general la industria está altamente dispuesta a
pagar equipos diseñadores que entreguen proyectos con mayor constructividad, pues dentro
del presupuesto total de un proyecto, el mayor costo de diseño es infinitamente inferior al
beneficio producido por los ahorros en la construcción.
Consecuentemente, los diseños con mejor constructividad son más valorados por la industria y
por tanto otorgan reconocimiento profesional (Arditi et al., 2002), constituyéndose en
verdaderas herramientas de diferenciación y desarrollo profesional, lo que igualmente genera
beneficio económico.
En tercer lugar, diseños con mejor nivel de calidad tiene un beneficio personal no económico
en términos de satisfacción profesional. Adams (1990) señala que diseñar con buenos grados
de constructividad “aumenta el orgullo profesional del proyectista [al] ver que su experiencia,
habilidad e ingenios dan resultados”.
Por último, diseñar con buenos grados de constructividad es una obligación ética profesional.
Muchos de los problemas en la industria se deben a una fragmentación irresponsable del
trabajo y en el traspaso negligente al constructor de toda la responsabilidad de lo que ocurre en
obra, a pesar que gran parte de los errores están implícitos en el diseño. Pensar en la
constructividad de los diseños implica asumir la responsabilidad que el diseño tiene sobre la
construcción y sobre la eficiencia del proceso.