Jueces Sin Rostro.
Jueces Sin Rostro.
Jueces Sin Rostro.
DERECHO A LA IGUALDAD
-Sala Plena-
Ref.: D-132
Magistrado Ponente:
Aprobada en Santafé de Bogotá, D.C., a los dieciocho (18) días del mes de
febrero de mil novecientos noventa y tres (1993).
I. ANTECEDENTES
(...)
II. LA DEMANDA
A lo anterior agrega:
"De otra parte, las previsiones del artículo 158 no riñen con las
garantías de índole penal, procesal y de ejecución penal reconocidas
en los instrumentos internacionales también mencionados, en donde
refiriéndose al proceso, se entiende que éste sólo puede aplicarse por
órganos y jueces instituidos legalmente para esta función y de que
nadie puede ser castigado sino en virtud de un juicio legal. Así, la
institución de los funcionarios sin rostro, en cuanto no lesiona la
seguridad jurídica propuesta como intangible para las personas en un
Estado Social de Derecho, es garantía del orden, de la justicia y de la
seguridad que la misma Carta se propone asegurar. Desideratum que
se adecúa a la excepción que prevé el numeral 5º del artículo 8º de la
Ley 16 de 1972 (Pacto de San José de Costa Rica) al principio de
publicidad del proceso penal, y en él lógicamente, al de los
funcionarios que allí intervienen. Se preserva entonces con el secreto
de éstos, intereses de la justicia que como tal son colectivos y merecen
especial prevalencia y protección.
"El cargo que podría hacerse a la norma bajo estudio partiría del
supuesto de que no existe posibilidad de controvertir la prueba de
testimonio en el aspecto de la personalidad del declarante, puesto que
ni el acusado ni su apoderado conocen la identidad del deponente. Se
estima que tal forma de allegar la prueba al proceso no desconoce la
debida garantía del derecho de defensa, toda vez que así recaudada, no
se soporta en el conocimiento directo de esa persona, sino en la
posibilidad de debatir y valorar los hechos de que tal versión da
cuenta; versión que por demás debe ser apreciada por el funcionario,
atendiendo a "los principios de la sana crítica y, especialmente lo
relativo a la naturaleza del objeto percibido, al estado de sanidad del
sentido o sentidos por los cuales se tuvo la percepción, las
circunstancias de lugar, tiempo y modo en que se percibió, a la
personalidad del declarante, a la forma como hubiere declarado y las
singularidades que puedan observarse en el testimonio", en voces del
artículo 294 ibídem.
1. Competencia
3. El debido proceso
(...)
Vistas las cosas desde esa perspectiva, es evidente que el sólo hecho de
preverse el anonimato del juez o testigo en circunstancias tan especiales
como las contempladas en los artículos subjudice no representa en modo
alguno la indefensión del sindicado ni cercena sus oportunidades de
contradicción y argumentación jurídica dentro del proceso, ni recorta ni
anula las enunciadas garantías procesales, como bien lo explica el
Procurador General de la Nación al subrayar los cuidadosos trámites que
imponen las normas acusadas, cabalmente en guarda de la transparencia del
juicio y de la plena defensa del procesado.
(...)
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad.
Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad,
a las siguientes garantías mínimas:
(...)
"f) derecho de la defensa, de interrogar a los testigos presentes en el
tribunal y de obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de
otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos".
(...)
5º. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario
para preservar los intereses de la justicia". (subrayado fuera de texto).
Quiere decir lo anterior, que, cuando está de por medio la justicia, como en
el caso que nos ocupa, puede obviarse excepcionalmente el carácter
"público" del proceso penal. Además, conviene recordar que la norma
constitucional, según lo dicho, faculta a la ley -que lo puede ser tanto en
sentido formal como en sentido material- para definir las excepciones al
principio general de publicidad. Las normas que aquí se consideran
constituyen la ley para los indicados efectos y, por ende, podían consagrar
excepciones sin quebrantar los cánones superiores. No existe, en
consecuencia, incompatibilidad alguna entre los artículos acusados y la
Constitución Nacional, ni tampoco entre ellas y el Tratado Internacional en
referencia.
R E S U E L V E:
Declarar EXEQUIBLES los artículos 158 y 293 del Decreto 2700 de 1991,
por el cual se expiden las normas de procedimiento penal.
Ref: D-132.
Demanda de
inconstitucionalidad contra los
artículos 158 y 293 del Decreto
2700 de 1. 991.
VIGENCIA DE BECCARIA...
Es también una realidad que la rama judicial requiere del apoyo logístico
necesario para evitar la coacción del funcionario en la decisión de procesos
de trascendencia nacional.
Las normas relacionadas con los jueces sin rostro desconocen el principio
de la igualdad pues consagran un tratamiento diferencial y desfavorable
para los procesados y condenados por los Jueces Regionales y el Tribunal
Nacional. Y con abierto desconocimiento del Principio del Debido
Proceso.
La obra de Beccaría fue escrita en 1764, o sea hace ya más de 200 años;
muchos piensan que en tantos años las situaciones que en última instancia
la engendraron ya han sido superadas. Los más optimistas hubieran podido
pensar que el transcurso de 200 años era suficiente para superar tan
dramática situación ¡Vana ilusión!
Fecha ut supra.