Escala de Ansiedad Manifiesta
Escala de Ansiedad Manifiesta
Escala de Ansiedad Manifiesta
Manifiesta “AMAS”
Cada uno de estos tres instrumentos están diseñados para la evaluación de la ansiedad en
grupos demográficos diferentes, sin embargo se asemejan en gran medida unos de otros por
el hecho de que comparten muchos de sus reactivos diferenciándose sólo en el nivel de
detalle de la información que puede ser obtenida de cada uno según el grupo demográfico al
que está destinado.
La AMAS fue desarrollada por Reynolds, Richmond y Lowe en el año 2003 en los Estados
Unidos, a partir de la CMAS-R o Escala de ansiedad manifiesta en niños.
AMAS-A
La primera escala (AMAS-A) esta diseñada para utilizarse en la evaluación del nivel de
ansiedad que experimentan los individuos a lo largo del rango de edad que va desde la
adultez temprana hasta la mediana edad tardía. Está normalizada para ser usada con sujetos
con edades comprendidas entre los 19 y 59 años. Consta de 36 reactivos y contiene tres
subescalas de ansiedad y una de validez.
AMAS-C
AMAS-E
APLICACIONES Y LIMITACIONES
Los instrumentos que componen la AMAS son de gran utilidad para su utilización en la
práctica clínica general, ya que puede ayudar al diagnostico de la ansiedad como trastorno o
como síntoma de algún otro problema. Puede además ser útil para supervisar los efectos de
un tratamiento psicoterapéutico o farmacológico, aplicándose de manera repetida al paciente
para ver el grado en que varia su nivel de ansiedad y, en caso de no darse dicha variación,
considerar tratamientos alternativos. Además de esto la AMAS y escalas que la conforman
tienen una amplia selección de aplicaciones en centros de orientación universitarios, hospicios
y centros geriátricos, permitiendo también distinguir entre individuos con niveles normales de
estrés y aquellos con estrés clínicamente significativos.
La principal limitación del AMAS, si puede llamarse de esa manera, es el hecho de que los
resultados obtenidos con esta escala requieren de un buen grado de capacitación y
experiencia de parte del evaluador para realizar una interpretación correcta de ellos. Quien
tenga la responsabilidad de efectuar dicha interpretación de resultados debe para ello tomar
en cuenta el motivo de consulta y el contexto de vida del evaluado, junto con datos
secundarios obtenidos a partir de fuentes como pruebas adicionales o entrevistas con
personas allegadas al sujeto evaluado.
APLICACIÓN
Los tres instrumentos que conforman la AMAS fueron diseñados para aplicarse y calificarse de
manera rápida y sencilla. No obstante siempre es importante que tanto la aplicación como la
posterior calificación de estos instrumentos sean supervisadas por un profesional de la salud
mental que cuente con experiencia en la interpretación de resultados de pruebas psicológicas.
Materiales
Todos los instrumentos del AMAS pueden ser aplicados de manera grupal o individual. Sin
embargo, con excepción de la mecánica para la distribución de las Formas Autocalificables la
aplicación individual es esencialmente la misma que la grupal.
Una vez distribuidas las formas del AMAS se procederá a leer en voz alta las instrucciones
que aparecen en la primera hoja de la forma Autocalificable. Aunque no se lean las
instrucciones textuales es importante explicar cuidadosamente la información y contestar
cualquier pregunta de manera sencilla y directa. Se pedirá a los participantes que lean las
preguntas de manera cuidadosa y que las respondan honestamente, pero debe decírseles que
no se preocupen por sus respuestas y que no empleen demasiado tiempo en cada reactivo.
Además se les ha de aclarar que no existen respuestas correctas ni erróneas en este
cuestionario.
El examinador se ha de asegurar de pedir a los sujetos que respondan a todos los reactivos y
que llenen sus datos en los espacios destinados para ello en la portada de la forma
Autocalificable.
No hay límite de tiempo para contestar la AMAS, sin embargo la mayoría de la gente lo
termina en 15 minutos o menos.
CALIFICACIÓN
Una vez obtenidas las puntuaciones naturales el evaluador se deberá situar en la Hoja de
perfil para obtener las puntuaciones T y el trazado de perfil. Las puntuaciones T son
puntuaciones estandarizadas con una media de 50 y una desviación estándar de 10. Para
cada subescala hay que dirigirse a la columna en el margen izquierdo del perfil para encontrar
la puntuación T que corresponde a cada puntuación natural de escala.
INTERPRETACIÓN
Cada una de las tres versiones de la AMAS posee una subescala de Mentira la cual ha sido
diseñada para detectar la distorsión intencional de las respuestas en base a la deseabilidad
social.
Los reactivos en la escala de Mentira representan una conducta ideal que no es característica
de ninguna persona, incluyendo reactivos como “Siempre soy amable” o “Nunca me enojo”.
Las puntuaciones en esta escala que estén por encima de T 56 pueden indicar un autoinforme
impreciso, no obstante dicha puntuación falsa de esta escala debe ser interpretada en
contexto, puesto que puede representar un deseo del evaluado por proporcionar información
falsa, pero también podría estar intentando mostrar que es una persona ideal en un esfuerzo
por conseguir aprobación o simplemente es alguien que tiene una imagen distorcionada de si
mismo, y no está consciente de que él o ella no alcanza el nivel de “perfección” que desea.
Puntuación de ansiedad total (TOT)
Cada versión de la AMAS posee una subescala de ansiedad general, así pues, el primer paso
para la evaluación de las escalas de ansiedad es examinar la puntuación TOT, la cual está
diseñada para reflejar una amplia variedad de síntomas como preocupación y temor irracional,
sentimiento general de aprensión o inquietud y la manifestación de estos síntomas en los
dominios interpersonal, fisiológico y cognoscitivo.
Posee varios reactivos que incluyen el término “preocupa” y otros que describen un
nerviosismo excesivo o una hipersensibilidad al estrés. Puntuaciones elevadas en esta escala
corresponden a individuos que internalizan la ansiedad y que consumen un exceso de energía
emocional al enfrascarse en ideas improductivas.
Compuesta por reactivos que principalmente reflejan las respuestas físicas a la internalización
de las ansiedades de una persona, brindando un indicador de las manifestaciones físicas de la
ansiedad y mostrando la propensión general a la sintomatología somática.
Es importante tener en cuenta a la hora de interpretar esta escala que siempre existe la
posibilidad de que los signos fisiológicos que por lo común se asocian a la ansiedad se deban
en un sujeto en particular a alguna enfermedad no detectada.
Que valora la ansiedad y el estrés asociados con las preocupaciones acerca del punto de vista
de los demás, de las actividades sociales y de la vida cotidiana. Los individuos con
puntuaciones elevadas en esta subescala por lo general no cuentan con un sistema de apoyo
o eligen no aprovecharlo considerando a sus amigos y familia como fuentes de estrés en lugar
de un refugio para ellos.
Subescala de ansiedad ante los exámenes (Exámenes)
Aparece solamente en la AMAS-C y está diseñada para evaluar la ansiedad que se asocia con
pruebas, responder exámenes y la evaluación del desempeño. Los niveles altos de ansiedad
ante los exámenes pueden dar como resultado un desempeño deficiente al responderlos a
pesar de tener un conocimiento adecuado o incluso elevado del tema que abarca el examen.
Aparece sólo en la AMAS-E y evalúa la preocupación por los efectos degenerativos normales
del envejecimiento, incluyendo el deterioro físico y mental, así como por problemas
económicos. Los sujetos con puntuaciones altas en esta subescala frecuentemente están
tensos y a menudo presentan síntomas de depresión.
Una técnica para obtener información provechosa adicional a partir de las respuestas a
reactivos específicos, es realizar una entrevista de seguimiento a la persona evaluada,
dándole la oportunidad de verbalizar la ansiedad que ha estado experimentando, y dando así
al evaluador mayor información que le permita comprender más a fondo las ansiedades del
paciente.
Las tres versiones de la AMAS fueron desarrolladas al mismo tiempo pero de manera
independiente. El contenido del cual se partió para la realización de cada una de estas escalas
fue tomado de la CMAS-R o escala de ansiedad manifiesta en niños, replanteando cada uno
de los reactivos de modo de adaptarlos a sujetos adultos.
Los reactivos que conforman las subescalas de ansiedad ante los exámenes (Exámen) y
temor al envejecimiento (Edad) fueron creados a partir de la literatura y la práctica clínica. Se
utilizaron distintas técnicas como el análisis factorial y el criterio de expertos para determinar el
número de factores o subescalas que conformarían cada instrumento así como el número de
reactivos que cada una tendría.
PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS
Confiabilidad
Para Alfa de Cronbach se obtuvieron valores para todas las versiones de la AMAS de entre
0,71 y 0,95, los cuales superan el valor de 0,70 considerado como suficiente para determinar
la confiabilidad de variables psicométricas.
Validez
La validez de la Escala de ansiedad manifiesta en adultos AMAS en sus tres versiones fue
determinada en tres formas; validez de contenido, validez de constructo y validez predictiva.
El término Validez de contenido se refiere a la idoneidad con la que los reactivos de una
prueba representan el dominio de conducta que dicha prueba está diseñada para medir. Los
reactivos del AMAS fueron redactados y seleccionados con la intención de que caracterizaran
de forma adecuada los rasgos de ansiedad de la manera en que esta se manifiesta en los
sujetos dentro del rango de edad que mide cada instrumento de la AMAS.
ESTANDARIZACIÓN
La primera estandarización de la escala AMAS fue realizada en los Estados Unidos por
Reynolds, Richmond y Lowe en el año 2003, con una muestra representativa de la población
compuesta por 2800 personas.