Caso DDHH
Caso DDHH
Caso DDHH
3. Los Estados partes en el presente Protocolo reconocen que, con objeto de lograr el pleno
ejercicio del derecho a la educación:
4. Conforme con la legislación interna de los Estados partes, los padres tendrán derecho a
escoger
el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos, siempre que ella se adecue a los principios
enunciados precedentemente.
5. Nada de lo dispuesto en este Protocolo se interpretará como una restricción de la libertad
de los particulares y entidades para establecer y dirigir instituciones de enseñanza, de acuerdo
con la legislación interna de los Estados partes.
El Estados tienen el deber impuesto por la Convención y por otros tratados y normas
internas, de producir información y hacer seguimiento de la situación de violencia que
sufren algunos grupos sociales y sectores de la población en este caso el decreto Decreto
Ejecutivo No. 2810 del 2 de febrero de 2011, el cual dispone que el Ministerio debía
adoptar las medidas necesarias (la realización de talleres sobre diversidad y no
discriminación a fin de complementar la educación sexual ya brindada por las escuelas,
la realización de labores de fiscalización para asegurar que, tanto en lo teórico, como en
lo práctico, las escuelas están adoptando medidas suficientes para prevenir y enfrentar el
matoneo) para evitar cualquier forma de “bullying” o acoso escolar relacionado con la
orientación sexual o la identidad de género, tanto en las escuelas públicas como en las
privadas. Que en este caso fue ineficiente y fue la omisión y falta de supervisión por
parte del estado la que propicio la concreción del riesgo. Es decir este tipo de
responsabilidad se concreta por el incumplimiento a un deber de garantía.
La responsabilidad que tiene el Estado de Cistronia bajo la Convención sólo puede ser
exigida a nivel internacional ya que el Estado tuvo la oportunidad de reconocer, en su
caso, una violación de un derecho y reparar el daño ocasionado por sus propios medios,
pero falto a su deber. Lo anterior se asienta en el principio de complementariedad, que
informa transversalmente el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, el cual es,
tal como lo expresa el Preámbulo de la misma Convención Americana, “coadyuvante o
complementario de la protección que ofrece el derecho interno”.