Dios Ama Las Multitudes
Dios Ama Las Multitudes
Dios Ama Las Multitudes
Para concebir la visión debemos conocer el corazón de Dios. Mientras no se conoce el corazón
de Dios, difícilmente se sabe si la visión viene de El o no.
Pero cuando se conoce a Dios se reconoce la visión que viene de El.
Todos tenemos una promesa de una gran descendencia espiritual y esta llegara. Debemos creerle
a Dios por la multiplicación de la misma manera que le creímos por el perdón o por la sanidad.
Aquellos que le creen a Dios se esforzaran por alcanzar las multitudes para El. La gente se
opone al crecimiento cuando no es parte de este.
• para Cristo La visión de Dios es discipular a naciones enteras. Jesús, antes de ascender
al cielo, nos dejo el mandato de ir y hacer discípulos a las naciones (Mateo. 28:19).
• Dios ha prometido que naciones se convertirán a El. Si la Biblia profetiza esto y además
nos dice que discipulemos a las naciones, es porque Dios espera qué todos en una
nación se conviertan a El (Zacarías. 2:11).
• Por eso El Señor nos dijo: “Pídeme, y te daré por herencia las naciones…” Por lo tanto
debemos orar constantemente para que Dios nos de nuestra nación y las demás para
Cristo (Salmos. 2:8).
• Dios quiere esta nación entera. Por lo tanto no debemos tener miedo de crecer mucho.
¡Tengamos la convicción de que Dios nos dará esta ciudad y esta nación!
• Cristo prometió que el poder del Espíritu Santo vendría y nos haría testigos suyos a
todas las naciones (Hechos. 1:8). Por eso no nos puede gustar mas la unción que la
visión, pues la unción es para que cumplamos con la visión. La misma nos trae el deseo
e testificar.
II BIMESTRE
La visión de Cristo es la cosecha de multitudes. El dijo: “Alzad vuestros ojos y mirad los
campos, porque ya están listos para la siega”; y también dijo: “A la verdad la mies es
mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envié obreros a su
mies”. La cosecha ya esta lista para ser recogida. Si el apóstol Pablo pudo llenar Asia con el
evangelio en pocos años, hace mucho tiempo que nosotros ya hubiéramos podido ganar
nuestra nación y el mundo para Cristo.
Debemos alzar nuestros ojos y ver que la cosecha esta lista. Cuando tu visión esta en las
cosas de arriba, en Cristo sentado a la derecha del Padre, veras como El mira. Verías una
multitud perdiéndose sin ser alcanzada. Si entramos en la presencia de Dios le oiríamos
hablar de las almas. Tan ardiente es tu deseo por las almas que ni a su Hijo escatimo, sino
que lo envió para salvarlas. Con ese mismo deseo ardiente nos esta esperando e oración para
hablarnos de almas y del modelo bíblico para ganarlas.
Introducción
En Apocalipsis. 21:1-14 describe que hay cosas bellas en el cielo, y según lo que está escrito, la
vamos a pasar muy bien en el. Sin embargo, hay cosas gloriosas aquí en la tierra que Dios ha
preparado para cada uno de nosotros.
Jesucristo viene más pronto ahora, de cuando fue escrito el Apocalipsis, y vemos que todo lo
que allí se describe esta aconteciendo; cosas buenas y cosas malas. Existen personas que se
agarran de esta escritura como consuelo y como excusa para no hacer nada aquí en la tierra,
esperando el futuro venidero.
Nosotros debemos ser personas que siempre vamos mejorando; quien se estanca, realmente va
para atrás. La actitud de proseguir debe correr en nuestras venas.
La Biblia nos enseña que de acuerdo a la obra que hagas, así será también tu recompensa. Estas
recompensas son los galardones. Si la obra permaneciera, serás recompensado. No podemos
decirle a Jesús “No, gracias, no espero recompensa de tu parte”, pues dejaríamos al Señor con
los regalos en la mano.
No hay quien ame la venida del Señor que no trabaje para verla, pues el Señor dijo que el fin
seria hasta que este evangelio sea predicado a todas las naciones. Por eso el Apóstol Pablo
decía: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me
esta guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a
mí, sino también a todos los que aman su venida”.
(2 Timoteo. 4:7-8).
Las obras que se realizan tienen nombre, pues hablamos de las vidas de cada uno que es salvo y
es formado como discípulo. Pablo realizo varias obras: Tito, Timoteo, Onésimo, Filemón, etc.
¿Cómo se llaman tus obras?
Pablo está ahora en el cielo sin pasar por las tribulaciones mencionadas anteriormente; pero
tampoco tiene el desafió de llenar todo un continente de la palabra del Señor
Si usted no quiere pasar incomodidades, desvelos o hambre, pídale a Dios que lo recoja, pues
mientras este en la tierra va a pasar adversidades por seguir a Jesús o por huir de El. Aquí en la
tierra es donde se hace la diferencia entre una persona y otra, y la diferencia entre lo que ambas
van a recibir en el cielo. Aquí es donde se necesita fe para sanar enfermos, liberar cautivos, salir
de deudas, hacer milagros y ver la mano de Dios moverse con poder. Aproveche esta vida para
que sea mejor su galardón en el cielo.
II BIMESTRE
Dios tiene desafíos grandes para nosotros, y el tuyo será tan grande como tu creas. El día que
Dios te llame solamente a cosas sencillas y fáciles es porque dejo de confiar en ti. No te
preocupes si hay más trabajos o los retos que Dios te pone son más grandes de los que
esperabas; siéntete honrado, que no busque a nadie más y te haya escogido a ti. Dios nunca hace
los sueños realidad de alguien que no trabaje para verlos cumplidos.
¿Porque tanta queja del trabajo en el servicio a Dios y el horario? No busque tanto una
comodidad; no sea que el desafió se valla también con ella. “No hay edad para dejar de tener
desafíos.”
Tu cuerpo se puede desgastar, pero Pablo dijo que mientras nuestro hombre exterior se desgasta,
el interior se fortalece. “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior
se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”
(2 Corintios. 4:16)
Existen muchos otros ejemplos de personas que aceptaron desafíos de Dios escritos en la Biblia,
las cuales están mucho mejor disfrutando de la Gloria de Dios y si pasar más penas:
Abraham Posiblemente esté en presencia de Dios, contando las estrellas en el cielo y viendo su
gran descendencia; sin embargo, ya no tiene el desafió de usar su cuerpo como casi muerto para
engendrar a un bebe en el vientre de una mujer estéril, del cual saldría una nación entera.
Moisés Ha de estar muy bien sin tener que atender un pueblo quejándose todo el tiempo; pero
ya no tiene que esperar un mana del cielo y guiarse por una nube enviada por Dios, lo cual fue
glorioso también.
Josué Ha de estar adorando en el tabernáculo hermoso de Dios, pero ya no tiene el desafió de
conquistar una ciudad amurallada y llevar al pueblo a poseer la tierra prometida. Este desafío no
solo era grande, sino parecía una locura. Donde la razón te deja tirado, la fe te acompaña.
Gedeón Ha de estar disfrutando de una mesa servida para él, comiendo con el Señor; sin
embargo ya no tiene el reto de vencer a un ejército de miles con tan solo trescientos hombres.
Sansón Ha de disfrutar que su nombre está escrito en hebreos dentro de los héroes de la fe; pero
ya no tiene un pueblo que libertar de la mano de los filisteos.
Elías Esta vivo pues según las escrituras no vio muerte; pero su desafió quedo en el Monte
Carmelo.
Hubo muchos más que aceptaron desafíos de parte de Dios escritos en la Biblia: Nehemías,
Daniel, Pedro, Juan, etc. Todos ellos están en la presencia de Dios ahora, sin tener que pasar por
pobreza, desvelos, hambre, escasez, dolor, persecución o angustia. Sin embargo, tampoco tienen
desafíos nuevos que enfrentar.
Todos ellos fueron personas que aprendieron a decir si a los desafíos de Dios, a caminar con El,
a decir si a sus peticiones y a ver sus milagros.
Graba esto en tu corazón: “A ti nadie te ha dado el derecho de que un día se te entierre sin
haber dado todo lo que tenías que dar. No tienes el derecho de enterrar el potencial que Dios te
dio, sin haberlo explotado”.
El desafió es muy similar a un embarazo: Placentero cuando se recibe, delicado cuando se está
gestando y doloroso mientras se da a luz. Sin embargo, cuando se contempla el fruto de ese
proceso, no se hallan las horas de volver a concebir uno.