Meniscos PDF
Meniscos PDF
Meniscos PDF
en línea
Volumen 5, Número 1 Ene.-Mar. 2009
Lesiones meniscales
José Ma. Busto Villarreal,* Ibrahim Liberato González,** Gloria Vargas Sánchez***
INTRODUCCIÓN
Objetivos:
* www.medigraphic.com
Cirujano Ortopedista, Profesor del Instituto de Ciencias de la Salud de la UAEH y Director de
la Clínica de Medicina Deportiva del Club de Fútbol Pachuca, Pachuca, Hidalgo, México.
** Médico de Fuerzas Básicas del Club de Fútbol Pachuca.
*** Coordinadora Médica de la Clínica de Medicina Deportiva del Club de Fútbol Pachuca. Clínica
de Medicina Deportiva del Club Pachuca, Universidad del Fútbol.
39
Ortho-tips Vol. 5 No. 1 2009
Ligamento Ligamento
cruzado meniscofemoral
posterior posterior
plana para adaptarse a la tibia y otra externa a la que se fija la cápsula articular,
mientras que su borde libre es fino. La zona periférica es gruesa y está vascu-
larizada por asas capilares procedentes de la cápsula y de la sinovial, de las
arterias geniculares lateral y medial, mientras que la región interna es avascular
(Figura 2).
Aunque están colocados sobre la tibia, no se adhieren a la misma mas
que por los extremos de sus arcos o cuernos, por lo que pueden deslizar-
se sobre ella: en la extensión hacia adelante y en la flexión hacia atrás,
motivo por el cual pueden ser pellizcados por el cóndilo que los tritura o
arranca. El menisco medial se inserta adelante, en el borde anterior de la
espina tibial anterior y el lateral en la superficie preespinal. Por atrás,
ambos meniscos se insertan en la superficie retroespinal. Por adelante,
los cuernos anteriores de los meniscos están unidos por el ligamento
transverso que es un delgado fascículo de fibras transversales. 2
La organización histológica de los meniscos es compleja. El menisco es
un fibrocartílago compuesto por colágeno, principalmente tipo I y en meno-
res cantidades, del tipo III, IV y VI; el cual constituye de 60 a 70% de su
peso seco; también están constituidos por glucosaminoglicanos, glucopro-
teínas y fibrocondrocitos. Las fibras de colágeno se encuentran organiza-
das longitudinalmente para absorber las fuerzas de compresión que se ge-
www.medigraphic.com
neran en la rodilla, pero también contienen fibras radiales que aumentan la
resistencia del tejido. 3
cos elevan sus bordes y aumentan su profundidad. Así mismo, forman una
especie de almohadilla elástica debajo de los cóndilos capaz de adaptarse a
su forma y transmitir a la tibia, de manera uniforme, las presiones que reci-
be, sobre todo en la posición de hiperextensión y apoyo de la rodilla, por lo
que ofrecen también amortiguamiento . Debido a las relaciones que guardan
con el resto del aparato capsuloligamentario de la rodilla estabilizan los mo-
vimientos articulares mediante el relleno del espacio muerto que existe en-
tre los cóndilos y los platillos tibiales, adaptándose sin cesar a la forma de
este espacio que varía según las posiciones en extensión y flexión de la
rodilla, así como durante los giros por rotaciones. También favorecen mecá-
nicamente la lubricación intraarticular al permitir con sus desplazamientos
una distribución eficaz del líquido sinovial. Por último, pero sumamente im-
portante: protegen e interactúan con el cartílago articular ubicado por arriba
y debajo de ellos, al reducir la fricción provocada por las solicitaciones pro-
pias de la rodilla. 4
MECANISMO DE LESIÓN
DIAGNÓSTICO CLÍNICO
www.medigraphic.com
El diagnóstico de las lesiones meniscales es fundamentalmente clínico y se
basa en los antecedentes de lesión y práctica deportiva, el estado funcional
referido por el paciente y la exploración. Los síntomas indicativos de lesión
meniscal son dolor en la interlínea articular femorotibial, derrame articular y
los bloqueos de rodilla; su intensidad dependerá del tamaño y estabilidad de
dicha rotura.6,3
El dolor suele ser referido a la zona del menisco lesionado. Aunque hay mu-
cha variabilidad clínica, a veces se refiere como dolor profundo, otras veces
irradiado a hueco poplíteo; incluso puede referirse al lado contralateral.
41
Ortho-tips Vol. 5 No. 1 2009
MANIOBRAS DIAGNÓSTICAS
www.medigraphic.com
una lesión del menisco lateral el
chasquido y el dolor se presenta-
rán al extender en rotación medial
y valgo (Figura 3).
Maniobra de Apley: El principio
de esta prueba es demostrar que
en una lesión meniscal, la movili-
dad articular, con la articulación Figura 4. Apley. Paciente en decúbito prono,
bajo distracción, no es dolorosa, aplicando compresión sobre la rodilla.
42
Busto Villarreal JM y cols. Lesiones meniscales
www.medigraphic.com
Grado II: Degeneración difusa mayor jun-
to a la cápsula.
Grado III: Ruptura, alteración de los la-
dos del triángulo.
TIPOS DE LESIONES
La clasificación traumática de las lesiones me- Figura 6. ROM muestra lesión del
niscales, está basada en el daño que se pro- cuerno posterior del menisco.
43
Ortho-tips Vol. 5 No. 1 2009
A B C D
www.medigraphic.com
dentemente producen poca sintomatología y son una trampa para la artroscopia,
ya que si tienen mucho tiempo de evolución, pueden quedar ocultos en la sino-
vial y, por otra parte, puede suceder que el artroscopio se deslice por debajo del
fragmento roto, lo que hace imposible su visualización. Se debe sospechar una
lesión de este tipo cuando se ve un menisco medial muy estrecho y se presen-
tan dificultades para moverse con el artroscopio en el compartimento medial.
• Incompletos (Tipo II): La rotura se localiza a poca distancia de la inserción del
cuerno del menisco y son las roturas que provocan el bloqueo en extensión de
la rodilla (Figura 8).
44
Busto Villarreal JM y cols. Lesiones meniscales
• Incompletos (Tipo III): Aquí la rotura queda oculta a la visión desde la óptica
anterolateral, por detrás del cóndilo femoral y, por tanto, debemos efectuar
extensión casi completa y una fuerza valguizante con rotación externa para
poder visualizarla.
• Fragmentos desprendidos en asa de cubo (Tipo IV): Consiste en la formación
de un largo pedúnculo por desprendimiento de la inserción posterior de un asa
de cubo; en el compartimento medial es muy raro el desprendimiento anterior,
al revés que en el compartimento lateral. Estos fragmentos suelen situarse en
el surco medial y confundirse a la exploración clínica con cuerpos libres articu-
lares, aunque se diferencian de éstos por su falta de movilidad.
• Roturas pediculadas: cuando la rotura longitudinal progresa hacia el borde libre
del menisco pueden producirse uno o dos pedículos. El extremo del pedículo,
modificado por el conflicto femorotibial, si ya es antiguo, suele calcificarse,
dando una consistencia dura y un aspecto en “badajo de campana”. Suelen ser
visibles y de fácil diagnóstico, aunque pueden girarse y esconderse debajo del
menisco o en la rampa paracondílea, necesitando la utilización del gancho
palpador para exteriorizarlo.
Variantes:
Intrameniscal:
• Simple.
• Simple con pedículo anterior.
• Simple con pedículo anterior y posterior.
• Compleja
TRATAMIENTO
haber una continuidad entre el cuerno anterior y el posterior del menisco para
que éste conserve su función. Cuando existe un quiste meniscal asociado, la
resección del menisco inestable suele ser suficiente para que dicho quiste se
vacíe y desaparezca. La meniscectomía total se lleva a cabo cada vez me-
nos gracias al advenimiento de nuevas y novedosas técnicas quirúrgicas e
implantes que permiten conservar el menisco y evitar así la artrosis prematu-
ra que se presenta en los pacientes meniscectomizados.15
Sutura meniscal: Consiste en corregir la solución de continuidad median-
te puntos con suturas u otros sistemas especialmente diseñados, como ar-
pones y flechas.16 Está indicada en roturas longitudinales más periféricas en
las que la resección del fragmento inestable supondría extirpar casi todo el
menisco y porque la zona periférica es la mejor irrigada del menisco, lo que
aumenta las posibilidades de que la lesión cicatrice. A medida que se ha
perfeccionado la técnica de sutura artroscópica se han ampliado las indica-
ciones a lesiones situadas en la zona media, entre la periferia y el borde li-
bre, aunque en esta zona, por la menor vascularización, hay menos posibili-
ESTE DOCUMENTO
dades de éxito. La ES ELABORADO
sutura se utiliza POR
en elMEDIGRAPHIC
cuerpo y cuerno anterior del
menisco lesionado, mientras que los dispositivos de fijación se utilizan en
las lesiones del cuerno posterior para evitar daño a las estructuras vascula-
res y neurológicas;17 nosotros recomendamos la aplicación de factor de cre-
cimiento plaquetario en el postoperatorio para mejorar el proceso de cicatri-
zación.
Trasplante meniscal: Como lo mencionamos anteriormente, el tratamiento de
lesiones derivadas del deporte ha mejorado de manera continua en las últimas
dos décadas. Técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas, en especial la ar-
troscopia; protocolos de rehabilitación, trasplantes, así como un mayor conoci-
miento de la fisiopatología del trauma, han llevado a optimizar el tratamiento de
dichas lesiones. En los deportistas las lesiones meniscales son frecuentes y
ocasionalmente muy difíciles de reparar o suturar, viéndonos en la necesidad
de la meniscectomía total o menicidio, término que ha acuñado el Dr. Carlos
Uribe de Colombia al referirse a la extracción quirúrgica de la totalidad del me-
nisco; para estos casos se abre una nueva opción terapéutica: el trasplante
meniscal.
El trasplante meniscal por vía artroscópica con injerto de cadáver (Figura
9) , conservado mediante congelación, se emplea actualmente en pacientes
en los que se ha realizado meniscectomía total; generalmente son jóvenes
www.medigraphic.com
que no han desarrollado cambios artrósicos, y que pertenecen al grupo de
pacientes que desean mantener su práctica deportiva. Los resultados de las
diferentes series de trasplante de menisco reportan una tasa de éxito de
hasta 82% en seguimiento a 10 años. 19 El trasplante de menisco es una
realidad hoy en día, gracias a la experiencia aportada por diversos autores y
a la disponibilidad en los bancos de hueso y tejidos, lo que le ofrece una ex-
celente opción de tratamiento para los pacientes jóvenes con meniscecto-
mía previa, lo que les permite la reintegración al deporte sin el riesgo de una
artrosis temprana.
47
Ortho-tips Vol. 5 No. 1 2009
BIBLIOGRAFÍA
1. Friemert B, Wiemer B, Claes L, Melnyk M. The influence of meniscal lesions on reflex activity in
the hamstring muscles. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc 2007; 15(10): 1198-1203.
2. Viladot VA y cols. Lecciones básicas de biomecánica del aparato locomotor. Ed. Springer Barce-
lona, España. 2000: 198-199.
3. Masouros SD, McDermott ID, Amis AA, Bull AM. Biomechanics of the meniscus-meniscal ligament
construct of the knee. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc 2008; 16(12): 1121-1132.
4. Trees A, Howe T, Grant M, Gray HG. Exercise for treating anterior cruciate ligament injuries in
combination with collateral ligament and meniscal damage of the knee in adults. Cochrane
Database Syst Rev 2007; (3): CD005961.
6. Kirkley A, Griffin S, Whelan D. The development and validation of a quality of life-measurement
tool for patients with meniscal pathology: The Western Ontario Meniscal Evaluation Tool (WO-
MET). Clin J Sport Med 2007; 17(5): 349-356.
7. Epler M, Sitler M, Moyer R. Kinematics of healthy and meniscal repaired knees. Res Sports Med
2005; 13(2): 91-109.
8. Nemec SF, Marlovits S, Trattnig S, Matzek W, et al. High-resolution magnetic resonance imaging
and conventional magnetic resonance imaging on a standard field-strength magnetic resonance
system compared to arthroscopy in patients with suspected meniscal tears. Acad Radiol 2008;
15(7): 928-933.
9. Sampson MJ, Jackson MP, Morán CJ, Morán R, et al. Three Tesla MRI for the diagnosis of
meniscal and anterior cruciate ligament pathology: a comparison to arthroscopic findings. Clin
Radiol 2008; 63(10): 1106-1111.
10. Von Engelhardt LV, Schmitz A, Pennekamp PH, Schild HH, et al. Diagnostics of degenerative
meniscal tears at 3-Tesla MRI compared to arthroscopy as reference standard. Arch Orthop
Trauma Surg 2008; 128(5): 451-456.
11. Brindle T, Nyland J, Johnson DL. The meniscus: review of basic principles with application to
surgery and rehabilitation. J Athl Train 2001; 36(2): 160-169.
12. Rauscher I, Stahl R, Cheng J, Li X, Huber MB, et al. Meniscal measurements of T1rho and T2 at
MR imaging in healthy subjects and patients with osteoarthritis. Radiology 2008; 249(2): 591-
600.
13. Heckmann TP, Barber-Westin SD, Noyes FR. Meniscal repair and transplantation: indications,
techniques, rehabilitation, and clinical outcome. J Orthop Sports Phys Ther 2006; 36(10): 795-
814.
14. Sohn DH, Moorman CT. Meniscal debridement: current concepts. J Knee Surg 2008; 21(2): 145-
153.
15. Shelbourne KD, Gray T. Minimum 10-year results after anterior cruciate ligament reconstruction:
How the loss of normal knee motion compounds other factors related to the development of
osteoarthritis after surgery. Am J Sports Med 2009; 37(3): 471-480.
16. Kalliakmanis A, Zourntos S, Bousgas D, Nikolaou P. Comparison of arthroscopic meniscal repair
results using 3 different meniscal repair devices in anterior cruciate ligament reconstruction
patients. Arthroscopy 2008; 24(7): 810-816.
17. Siebold R, Dehler C, Boes L, Ellermann A. Arthroscopic all-inside repair using the meniscus
arrow: long-term clinical follow-up of 113 patients. Arthroscopy 2007; 23(4): 394-399.
18. Noyes FR, Barber-Westin SD, Rankin M. Meniscal transplantation in symptomatic patients less
than fifty years old. J Bone Joint Surg Am 2005; 87 Suppl 1(pt 2):149-165.
19. Cole BJ, Dennis MG, Lee SJ, Nho SJ, Kalsi RB, et al. Prospective evaluation of allograft
meniscus transplantation: a minimum 2-year follow-up. Am J Sports Med 2006; 34(6): 919-927.
www.medigraphic.com
48