Analisis Naranja Mecanica
Analisis Naranja Mecanica
Analisis Naranja Mecanica
Magistrado Ponente:
Dr. LUIS ERNESTO VARGAS SILVA
SENTENCIA
Dentro del trámite de revisión de los fallos dictados por la Sala de Casación
Penal y la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia.
Aclaración preliminar
I. ANTECEDENTES
1 La decisión de excluir de cualquier publicación de la presente sentencia los nombres originales de los
menores y sus familiares involucrados en el caso bajo estudio, como medida de protección, ha sido tomada
entre otras, en las siguientes sentencias: T-523/92, M.P. Ciro Angarita Barón; T-442/94, M.P. Antonio Barrera
Carbonell; T-420/96, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa; T-1390/00, M.P. Alejandro Martínez Caballero; T-
1025/02, M.P. Rodrigo Escobar Gil; T-639/06, M.P. Jaime Córdoba Triviño; T-988/08, M.P. Humberto
Antonio Sierra Porto y T-912/08, M.P. Jaime Córdoba Triviño.
2 En la Sentencia T-510/03 M.P: Manuel José Cepeda Espinosa la Corte implementó éste recurso de
protección a la identidad de los menores.
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
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NÉSTOR IVÁN OSUNA PATIÑO, actuando como apoderado de MARÍA y
de su hija menor de edad LAURA, interpone acción de tutela contra la Fiscalía
General de la Nación — Unidad Delegada ante el Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Cartagena — Fiscalía Cuarta y la Fiscal Seccional 21 de
Cartagena, para la protección inmediata de los derechos al debido proceso,
acceso a la justicia, igualdad e interés superior del menor.
1. Hechos
Dos meses después del anterior informe forense, el 16 de mayo de 2006, ante
la solicitud de aclaración y/o adición del dictamen, en el sentido de si las
equimosis se podían explicar por causas diferentes al abuso sexual, el médico
Villalba manifestó lo siguiente: “1) Las equimosis encontradas a la menor
LAURA de tres años de edad, durante el examen practicado el 13 de marzo
hogaño, que por su localización en la piel de reborde anal a nivel de
meridiano de las doce, y su cronicidad, dada por su morfología, se descarta
causa diferente a maniobra sexuales a ese nivel. 2) Este tipo de lesiones
equimióticas con las características encontradas tiene una fecha superior a
diez días. 3) Estas equimosis, no generan malestar físico CONCLUSION. El
suscrito perito se reafirma en cada uno de los enunciados del dictamen
pericial Número 0033 Gides.”
2. La Fiscalía tenía un amplio margen para valorar las pruebas, pero no podía
desconocer las recaudadas y valorarlas conforme a cualquier criterio de sana
crítica, pues ellas conducían invariablemente a la verificación de que los
hechos denunciados habían ocurrido y que ameritaban una acusación en contra
del sindicado.
3. Solicitud de la tutela
1. Competencia
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
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2. Problema jurídico
3. Anotación previa
“... para que proceda una tutela contra una sentencia se requiere que
se presente, al menos uno de los vicios o defectos que adelante se
explican.
“c. Defecto fáctico, que surge cuando el juez carece del apoyo
probatorio que permita la aplicación del supuesto legal en el que se
sustenta la decisión.
Encuentra la Corte que en el presente caso pueden tenerse como cumplidos los
requisitos generales de procedencia establecidos por la jurisprudencia. Las
razones son las siguientes:
Constata así la Sala, que concurren los presupuestos generales que conforme a
su jurisprudencia la habilitan para ingresar en el estudio de una tutela que
controvierte decisiones judiciales.
“La razón por la cual tanto el Tribunal como el Consejo ignoraron las
mencionadas pruebas indudablemente estriba en la interpretación que
estas Corporaciones tienen en cuanto a la procedencia de la acción de
cumplimiento, porque en diferentes apartes de sus sentencias se afirma
rotundamente que el deber incumplido debe emerger directamente de la
norma. Es decir, que de ésta debe desprenderse una especie de título
ejecutivo, configurado por una obligación clara, expresa y actualmente
exigible, descartándose por consiguiente toda posibilidad de
interpretación sobre el incumplimiento de la norma por la autoridad
demandada, con arreglo a los métodos tradicionalmente admitidos, y
con sustento a las pruebas que oportuna y regularmente aporten las
partes o las que oficiosamente está en la obligación de decretar y
practicar el juez de conocimiento.
Por otra parte, de conformidad con el numeral 2º. Del Art. 10 de la Ley
446 de 1998, concordado con el numeral 2º. Art. 277 del C. de P. C.,
modificado por la Ley 794 de 2003, no era menester la ratificación de tal
certificación laboral para que el Tribunal realizara su valoración como
elemento determinante en su decisión final, de manera que, ante la
aceptación del ente demandado en el proceso contencioso, consecuente
resultaba su admisión como prueba del valor de los recursos económicos
percibidos por el señor Acevedo Ocampo. Ahora que, si la misma le
proporcionaba dudas, le estaba permitido, al Juez de conocimiento,
decretar una prueba oficiosa conforme con los mandatos del Art. 169 del
C.C.A.; sin embargo, no lo hizo, pero sí trasladó a los actores los efectos
adversos de su inactividad.
Igualmente tienen cabida en el supuesto bajo estudio, los eventos en los cuales
el juez de conocimiento da por probados hechos que no cuentan con soporte
dentro del proceso. Un caso de esta naturaleza fue examinado por la Sala
Séptima de Revisión en la sentencia T-1065 de 2006 en la cual se cuestionaba,
por vía de tutela, la providencia proferida por un Tribunal de Distrito,
mediante la cual denegaba el reconocimiento de una pensión de invalidez al
actor debido a que se había acreditado dentro del proceso el pago de la
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
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indemnización sustitutiva. A juicio de la Sala de Revisión esta providencia
adolecía de un defecto fáctico porque:
Los hechos descritos con anterioridad son suficientes para concluir que
Luis Mauricio Acevedo Ocampo, se conducía de manera responsable y
amorosa con su compañera e hijas y resulta lógico pensar que el dinero
por él percibido como contraprestación a su trabajo, era gastado en su
sostenimiento propio y el de su hogar. La experiencia demuestra que en
las condiciones narradas, es éste el comportamiento de un buen padre de
familia, y no tenía el despacho de conocimiento, elementos de juicio
para desvirtuar su conducta, convirtiéndola en reprochable. ¿Cómo
podría sostenerse válidamente que unas hijas menores de edad titulares
de derechos alimentarios y su compañera permanente, no sufrieron
perjuicios materiales como producto del fallecimiento de uno de los
miembros fundantes del núcleo familiar?; considerar lo contrario
convertiría al fallecido Acevedo Ocampo, en un padre y esposo
irresponsable de sus deberes y obligaciones, sin que le esté permitido al
funcionario judicial hacer tales presunciones sin respaldo probatorio.
En sentir de la Corte en este caso se produjo una vía de hecho por parte
de la juez de menores al momento de evaluar precisamente la prueba
pericial, pues claramente la conclusión judicial adoptada con base en
ella es contraevidente, es decir, el juez dedujo de ella hechos que,
aplicando las reglas de la lógica, la sana crítica y las normas legales
pertinentes, no podrían darse por acreditados, como es que la menor sí
tenía capacidad para discernir y consentir la relación sexual llevada a
cabo en las circunstancias reseñadas por Medicina Legal. Es una
valoración defectuosa de una prueba que terminó separando el fallo de
lo que realmente aparecía como probado.19
19 El defecto fáctico por valoración defectuosa del material probatorio aparece ampliamente explicado en la
sentencia T- 450 de 2001, M. P. Manuel José Cepeda Espinosa, en un caso en donde el juez falló en contra de
la evidencia probatoria.
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
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de las normas de la sana crítica, el valor normativo de la Constitución
conlleva de manera ineludible a que la valoración probatoria que se
aparta de las reglas de la sana crítica, cuando la prueba tiene “la
capacidad inequívoca de modificar el sentido del fallo” 20, haga
procedente la acción de tutela contra la providencia judicial respectiva.
Así pues, es factible fundar una acción de tutela frente a una vía de hecho por
defecto fáctico cuando se observa que la valoración probatoria hecha por el
juez en la correspondiente providencia es manifiestamente equivocada o
arbitraria. El error en el juicio valorativo de la prueba “debe ser de tal entidad
que sea ostensible, flagrante y manifiesto, y el mismo debe tener una
incidencia directa en la decisión, pues el juez de tutela no puede convertirse
en una instancia revisora de la actividad de evaluación probatoria del juez
que ordinariamente conoce de un asunto, según las reglas generales de
competencia”23.
- Según el artículo 18 de la nueva Ley de Infancia, los niños, las niñas y los
adolescentes tienen derecho a ser protegidos contra todas las acciones o
conductas que causen muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico.
En especial, tienen derecho a la protección contra el maltrato y los abusos de
toda índole por parte de sus padres, de sus representantes legales, de las
personas responsables de su cuidado y de los miembros de su grupo familiar,
escolar y comunitario. Para los efectos del Código de la Infancia, se entiende
por maltrato infantil toda forma de perjuicio, castigo, humillación o abuso
físico o psicológico, descuido, omisión o trato negligente, malos tratos o
explotación sexual, incluidos los actos sexuales abusivos y la violación y en
general toda forma de violencia o agresión sobre el niño, la niña o el
adolescente por parte de sus padres, representantes legales o cualquier otra
persona.
- El artículo 20 del mismo estatuto, dispone que los niños, las niñas y los
adolescentes serán protegidos contra el abandono físico, emocional y
psicoafectivo de sus padres, representantes legales o de las personas,
instituciones y autoridades que tienen la responsabilidad de su cuidado y
atención; la explotación económica por parte de sus padres, representantes
legales, quienes vivan con ellos, o cualquier otra persona. Serán especialmente
protegidos contra su utilización en la mendicidad; el consumo de tabaco,
sustancias psicoactivas, estupefacientes o alcohólicas y la utilización, el
reclutamiento o la oferta de menores en actividades de promoción,
producción, recolección, tráfico, distribución y comercialización; la violación,
la inducción, el estímulo y el constreñimiento a la prostitución; la explotación
sexual, la pornografía y cualquier otra conducta que atente contra la libertad,
integridad y formación sexuales de la persona menor de edad; la tortura y toda
clase de tratos y penas crueles, inhumanos, humillantes y degradantes, la
desaparición forzada y la detención arbitraria y en general de cualquier otro
acto que amenace o vulnere sus derechos.
“Los Estados Partes velarán por que el niño no sea separado de sus
padres contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de
revisión judicial, las autoridades competentes determinen, de
conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que tal
separación es necesaria en interés superior del niño. Tal determinación
puede ser necesaria en casos particulares, por ejemplo, en los casos en
que el niño sea objeto de maltrato o descuido por parte de sus padres o
cuando estos viven separados y debe adoptarse una decisión acerca del
lugar de residencia del niño”.
29 Convención sobre los Derechos del Niño. Artículo 3. 1. En todas las medidas concernientes a los niños
que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés
superior del niño. ¦ 2. Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que
sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras
personas responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas
adecuadas. ¦ 3. Los Estados Partes se asegurarán de que las instituciones, servicios y establecimientos
encargados del cuidado o la protección de los niños cumplan las normas establecidas por las autoridades
competentes, especialmente en materia de seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como
en relación con la existencia de una supervisión adecuada.
30 Pacto Internacional de Derechos Políticos y Civiles. Artículo 24. 1. Todo niño tiene derecho, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición
económica o nacimiento, a las medidas de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de
su familia como de la sociedad y del Estado. ¦ 2. Todo niño será inscrito inmediatamente después de su
nacimiento y deberá tener un nombre. ¦ 3. Todo niño tiene derecho a adquirir una nacionalidad. ¦ Convención
Americana de Derechos Humanos. Artículo 19. Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su
condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad y del Estado. ¦ Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Artículo 10. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen
que: ¦ 1. Se debe conceder a la familia, que es el elemento natural y fundamental de la sociedad, la más amplia
protección y asistencia posibles, especialmente para su constitución y mientras sea responsable del cuidado y
la educación de los hijos a su cargo. El matrimonio debe contraerse con el libre consentimiento de los futuros
cónyuges. ¦ 2. Se debe conceder especial protección a las madres durante un período de tiempo razonable
antes y después del parto. Durante dicho período, a las madres que trabajen se les debe conceder licencia con
remuneración o con prestaciones adecuadas de seguridad social. ¦ 3. Se deben adoptar medidas especiales de
protección y asistencia en favor de todos los niños y adolescentes, sin discriminación alguna por razón de
filiación o cualquier otra condición. Debe protegerse a los niños y adolescentes contra la explotación
económica y social. Su empleo en trabajos nocivos para su moral y salud, o en los cuales peligre su vida o se
corra el riesgo de perjudicar su desarrollo normal, será sancionado por la ley. Los Estados deben establecer
también límites de edad por debajo de los cuales quede prohibido y sancionado por la ley el empleo a sueldo
de mano de obra infantil.
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
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recursos necesarios para desarrollarse mental, moral, espiritual y socialmente
de manera normal y saludable, y en condiciones de libertad y dignidad31.”32
8. Los derechos de las víctimas de delitos a la luz de la jurisprudencia
constitucional
Sobre los derechos de las víctimas del delito, esta Corporación dijo lo
siguiente en la sentencia C-228 de 2002:33
31 “Declaración de las Naciones Unidas de los Derechos del Niño. Proclamada por la Asamblea General en
su resolución 1386 (XIV), de 20 de noviembre de 1959. Principio 2. El niño gozará de una protección especial
y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda
desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en
condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se
atenderá será el interés superior del niño. ¦ Declaración Universal de los Derechos Humanos. Artículo 25. 1.
Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el
bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales
necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez
u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. ¦ 2.
La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de
matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.”.
32 Sentencia T-808 de 2006
33 Corte Constitucional, Sentencia C-228 de 2002, MP: Manuel José Cepeda Espinosa y Eduardo
Montealegre Lynett, donde la Corte analizó el alcance de los derechos que tienen las víctimas de delitos a la
verdad, la justicia y la reparación dentro del proceso penal.
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
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exclusivamente a la reparación material de los daños que le ocasione el
delito, sino también a la protección integral de sus derechos.
(…)
“En la Carta se refleja también una concepción amplia de la protección
de los derechos de las víctimas, que no está prima facie limitada a lo
económico. En efecto, el numeral 1 del artículo 250 superior, establece
como deberes de la Fiscalía General de la Nación el “tomar las medidas
necesarias para hacer efectivos el restablecimiento del derecho y la
indemnización de los perjuicios ocasionados por el delito”. De ello
resulta que la indemnización es sólo uno de los posibles elementos de la
reparación a la víctima y que el restablecimiento de sus derechos supone
más que la mera indemnización. La Constitución ha trazado como meta
para la Fiscalía General el “restablecimiento del derecho”, lo cual
representa una protección plena e integral de los derechos de las
víctimas y perjudicados. El restablecimiento de sus derechos exige saber
la verdad de lo ocurrido, para determinar si es posible volver al estado
anterior a la vulneración, así como también que se haga justicia.
34 Ver entre otras las sentencias de la Corte Constitucional, T-597 de 1992, MP: Ciro Angarita Barón, SU-
067 de 1993, MP: Ciro Angarita Barón y Fabio Morón Díaz; T-451 de 1993, MP: Jorge Arango Mejía; T-268
de 1996, MP: Antonio Barrera Carbonell.
35 Ver entre otras las sentencias de la Corte Constitucional, T-399 de 1993, MP: José Gregorio Hernández
Galindo; C-544 de 1993, MP: Antonio Barrera Carbonell; T-416 de 1994, MP: Antonio Barrera Carbonell; T-
502 de 1997, MP: Hernando Herrera Vergara.
36 Ver entre otras las sentencias de la Corte Constitucional, T-046 de 1993, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz,
C-093 de 1993, MP: Fabio Morón Díaz y Alejandro Martínez Caballero, C-301 de 1993, MP: Eduardo
Cifuentes Muñoz, C-544 de 1993, MP: Antonio Barrera Carbonell, T-268 de 1996, MP: Antonio Barrera
Carbonell., C-742 de 1999, MP: José Gregorio Hernández.
37 Ver entre otras las sentencias de la Corte Constitucional, SU-067 de 1993, MP: Ciro Angarita Barón y
Fabio Morón Díaz, T-275 de 1994, MP: Alejandro Martínez Caballero, T-416 de 1994, MP: Antonio Barrera
Carbonell, T-502 de 1997, MP: Hernando Herrera Vergara, C-652 de 1997, MP: Vladimiro Naranjo Mesa, C-
742 de 1999, MP: José Gregorio Hernández.
38 Ver entre otras las sentencias de la Corte Constitucional T-522 de 1994, MP: Antonio Barrera Carbonell;
C-037 de 1996, MP: Vladimiro Naranjo Mesa; y C-071 de 1999, MP: Carlos Gaviria Díaz.
39 Ver por ejemplo la sentencia C-157 de 1998, MPs: Antonio Barrera Carbonell y Hernando Herrera
Vergara, en la cual la Corte encontró que no se vulneraba el derecho a acceder a la justicia al exigir que la
interposición de la acción de cumplimiento se hiciera ante los Tribunales Administrativos, pues la ley
establecía un mecanismo para facilitar el acceso en aquellos sitios donde no hubiera Tribunales. Dijo entonces
la Corte: “No se vulnera el derecho de acceso a la justicia con la asignación de la competencia en los
Tribunales Contencioso Administrativos, porque aquél se garantiza en la medida en que las personas no
tienen que acudir directa y personalmente ante los respectivos tribunales a ejercer su derecho a incoar la
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
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legislador tiene un amplio margen para regular los medios y
procedimientos que garanticen dicho acceso, ese margen no comprende
el poder para restringir los fines del acceso a la justicia que orientan a
las partes hacia una protección judicial integral y plena de los derechos,
para circunscribir dicho acceso, en el caso de las víctimas y
perjudicados de un delito, a la obtención de una indemnización
económica. Por lo cual, el derecho a acceder a la administración de
justicia, puede comprender diversos remedios judiciales diseñados por el
legislador, que resulten adecuados para obtener la verdad sobre lo
ocurrido, la sanción de los responsables y la reparación material de los
daños sufridos.
“El derecho de las víctimas a participar dentro del proceso penal para
lograr el restablecimiento de sus derechos, tienen también como
fundamento constitucional el principio participación (artículo 2, CP),
según el cual las personas pueden intervenir en las decisiones que los
afectan.40 No obstante, esa participación deberá hacerse de conformidad
con las reglas de participación de la parte civil y sin que la víctima o el
perjudicado puedan desplazar a la Fiscalía o al Juez en el cumplimiento
de sus funciones constitucionales, y sin que su participación transforme
el proceso penal en un instrumento de retaliación o venganza contra el
procesado.
9. Caso concreto
acción de cumplimiento, porque pueden remitir, previa autenticación ante juez o notario del lugar de su
residencia, la respectiva demanda, según las reglas previstas para la presentación de la demanda en el
Código Contencioso Administrativo, cuando el demandante no resida en la sede del Tribunal.”
40 Así lo reconoció la Corte en la Sentencia C-412 de 1993, MP: Eduardo Cifuentes Muñoz, donde afirmó
“las personas involucradas en los hechos punibles tienen un verdadero derecho al proceso cuya naturaleza y
configuración en el Estado democrático debe ser eminentemente participativa.”
41 Ver, por ejemplo, la sentencia de la Corte Constitucional T-275 de 1994, MP: Alejandro Martínez
Caballero, donde la Corte reconoció el derecho a conocer la verdad de los familiares de la víctima de un
presunto suicidio.
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
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“En el pasado, el menor era considerado "menos que los demás" y, por
consiguiente, su intervención y participación, en la vida jurídica (salvo
algunos actos en que podía intervenir mediante representante) y, en la
gran mayoría de situaciones que lo afectaban, prácticamente era
inexistente o muy reducida.
Delimitado el tema anterior, la Sala advierte que los hechos acontecidos en este
caso permiten apreciar, que estamos ante providencias que adolecen del vicio
denominado defecto fáctico, que se presenta precisamente cuando el apoyo
probatorio en que se basó el juez es absolutamente inadecuado. Es este un
caso paradigmático de la vulneración de derechos fundamentales
relacionados con el soporte probatorio utilizado en las providencias tuteladas,
específicamente por una indebida valoración de las pruebas y un juicio
contraevidente. De entrada lamenta la Corte, que el abuso sexual infantil,
entendido hoy en un entorno mayor como lo es el del trato dispensado a la
infancia, siga siendo inadecuadamente ponderado en procesos judiciales. Las
razones de tal aserto son las que siguen:
VALORACIÓN PSICOLÓGICA
FECHA DE LA VALORACIÓN: Marzo 11 de 2006
1. INFORMACIÓN PERSONAL
NOMBRE DE LA NIÑA: Laura
EDAD: 3 años, 8 meses
SEXO: Femenino
ESCOLARIDAD: Primer Jardín
COMPORTAMIENTO EN CONSULTA: Laura llega a la Asociación Creemos
en Ti, acompañada de su madre María. La niña presenta una actitud de
colaboración, confianza y tranquilidad, desde que entra al consultorio en
compañía de la Dra. Mónica Vejarano, sin mostrar temor de separarse de su
madre.
LAURA, al estar dentro del consultorio se desenvuelve con seguridad y
comienza a inspeccionar todos los juguetes y elementos que se encontraban en
el consultorio, como la casas de muñecas, los colores, plastilina, etc.
III. FUENTE DE REMISIÓN:
La remite la Dra. Teresa Rey de Serra, conociendo por el ICBF que la
Asociación Creemos en Ti, se especializa en evaluación y tratamiento de
casos de Maltrato infantil y Abuso Sexual.
IV. RELATO DE LOS HECHOS
Laura, luego de realizar el proceso de .empatía con la terapeuta, expone la
conformación familiar, explicando que su mamá se llama María, que su padre
se llama Juan. Reporta ser hija única.
Laura describe que en su casa hay dos habitaciones en donde en una duerme
su madre y ella, en dos camitas, en otra habitación duerme su abuelita Pepita
y su abuelito Papucho. Mi papá, tiene otra casa por que ellos se separaron.
La terapeuta le pregunta a Laura: ¿Tu sabes a que me dedico? Laura
responde:”no sé”
La terapeuta le pregunta a Laura si ella conoce las partes del cuerpo. Laura
responde: “Sí”.
La terapeuta dice: “Si yo te pregunto como se llama esto, tu que dices? El
cabello.
¿Y esto?
ojo
¿Y esto?
nariz ¿Y esto? boca ¿Y esto? tetas ¿Y esto? ombligo ¿Y esto?
brazo
¿Y esto?
tontón (refiriéndose a los genitales) ¿Y esto?
pierna ¿Y esto? rodillas ¿Y esto? pie
¿Y la parte de atrás? “cola”
Laura dice: se acabaron las partes del cuerpo.
La terapeuta le pregunta si alguien en alguna oportunidad le ha tocado sus
partes privadas?
Por ello, resulta inaceptable que se descarte el valor de una prueba documental
tan contundente, respaldada además por fotografías y por el testimonio de su
autora, bajo la consideración errada de que esa prueba no cumplió con unos
requisitos que, entre otras cosas, como se expondrá, tampoco se predican de
una prueba pericial en el contexto de abuso de menores.
Las entrevistas con video- filmación pueden ser útiles por que se trata de una
prueba testimonial conservada, pero no son las únicas formas de lograr el
propósito requerido, al tiempo que tienen también múltiples desventajas,
dentro de las cuales, estudios científicos mencionan lo intimidante que
resultan para el menor, el nerviosismo que generan frente al entrevistador y la
distracción que producen en punto al hilo y la coherencia del relato. 52 Por
ello, lo medular de la exploración psicológica es que el método empleado,
cualquiera que fuese, tenga como finalidad minimizar el posible daño que ya
se le causa al menor con el interrogatorio y acompañar a la menor en su relato.
Así pues, al tenor de las reglas de la sana crítica, son los profesionales de la
salud, como cualquier perito, los que determinan qué técnicas utilizan pues
son ellos quienes tienen los conocimientos que les permiten llegar a
conclusiones que auxilian a la actividad judicial. Un sistema jurídico social y
humanizado como el nuestro, que repara en la persecución del delito, no puede
olvidar la situación del niño doliente. Martirizar con más preguntas a quien es
ya hostigado con preguntas que apuntan a su intimidad sexual, es violar
flagrantemente los derechos de una niña de tres años que logró en ambas
entrevistas, a su manera, y con sus propias palabras, aportar elementos útiles
en la reconstrucción de lo sucedido. Pretender un interrogatorio más
exhaustivo es recorrer el laberinto de Dédalo, so pretexto de asegurar y
corroborar lo sucedido; ello viola la Constitución y acentúa a la postre el
proceso de revictimización de la menor.
56 “Violencia familiar y abuso sexual”, capítulo “abuso sexual infantil”. Compilación de Viar y Lamberti.
Ed. Universidad del Museo Social de Argentina, 1998.
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
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a la víctima el mismo trato que regularmente se le acuerda a un adulto, omita
realizar las actividades necesarias para su protección, asuma una actitud
pasiva en materia probatoria… lo intimide o coaccione de cualquier manera
para que declare en algún u otro sentido o para que no lo haga. Tales
prácticas vulneran gravemente la Constitución y comprometen la
responsabilidad penal y disciplinaria del funcionario que las cometa.” 57
“En lo que atañe al dictamen medico legal del Dr. GABRIEL VILLALBA
CANELAS, ocurre otro tanto, toda vez que el profesional de la medicina
a cargo del mismo, en su afán es posible que se señalara un culpable,
incurre en desaciertos como plasmar en dicho dictamen que la menor
presentaba equimosis, en la región anal, lesión ésta que por sus
características difícilmente aún podía prevalecer a la fecha del
reconocimiento, si se tiene en cuenta que la última manipulación que se
pudo haber efectuado en esa área, aconteció hacía más de 1 mes, así las
cosas que el panorama se va mostrando favorable”.
[.. 1
“Como quiera que el recurrente se ha referido al dictamen médico legal
del Dr. VILLALBA visible a folio 192 del cuaderno 1 donde el
prementado profesional de la medicina hace énfasis en que la equimosis
que presenta LAURA en su región anal es compatible con Abuso Sexual
en esa área que se descarta otra causa diferente, tratando la equimosis
como de carácter crónico, oigamos lo que define el Diccionario Jurídico
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
50
como Equimosis: “Llámase equimosis la extravasación de la sangre al
interior de los tejidos, que produce una hiperpigmentación, al principio
de color negruzco y luego, en la medida en que la materia colorante en
la sangre extravazada la hemoglobina, experimente modificaciones
regresivas por hidratación y oxidación, toma sucesivamente los tonos
violáceos, azul, verde, amarillo. Las equimosis son llamadas
corrientemente morados, cardenales o poateros. La presencia de
equimosis caracteriza las contusiones de primer grado, en las que se han
roto únicamente los pequeños vasos; demuestra que ha intervenido un
traumatismo, consistente en el choque que de un cuerpo duro contra los
tejidos. Según la forma de la equimosis, con frecuencia es posible, al
menos en los primeros días, deducir indicaciones sobre la forma y la
naturaleza del objeto contundente. Un golpe dado con un bastón, un
palo, produce una equimosis rectilínea más o menos ancha. La
disposición de la equimosis en el cuello de los sujetos estrangulados
proporcional la prueba de la estrangulación manual, habiéndose
apoyado el pulgar en un lado del cuello y los otros dedos en el lado
opuesto” Diccionario Jurídico Colombiano con enfoque en la
Legislación Nacional, Autores Luis Femando Bohórquez Botero y Jorge
Iván Bohórquez Botero, Editor Jurídica Nacional, página 325.
A este respecto sólo valga agregar lo siguiente: (i) el hecho de que los
exámenes forenses o los peritazgos no sean vinculantes al fiscal no significa
que éste pueda apartarse arbitrariamente de los mismos, concluyendo de su
propia autoría, evaluaciones médicas que el dictamen médico no contiene; es
claro que a la luz de la sana crítica, la desestimación de las conclusiones de un
peritazgo deben ser razonable y científicamente fundadas.(ii) Tampoco se
compadece con los dictados de la sana crítica que se convoque a los expertos a
este tipo de casos y luego se contraponga, al dictamen del profesional, la
opinión individual del fiscal en un área ajena a su incumbencia.
Y añadió:
El asunto merecía resolverse por ende a la luz del principio pro infans,
postulado derivado de la Carta Política del cual proviene la obligación de
aplicar las distintas disposiciones del ordenamiento jurídico en consonancia
con la protección del interés superior del niño. A su vez, el mismo principio es
una herramienta hermenéutica valiosa para la ponderación de derechos
constitucionales, en el entendido que en aquellos eventos en que se haga
presente la tensión entre prerrogativas de índole superior, deberá preferirse la
solución que otorgue mayores garantías a los derechos de los menores de
edad.58 En esa medida, los conflictos que se presenten en los casos en los
cuales se vea comprometido un menor deben resolverse según la regla pro
infans, axioma que desecharon los fallos cuestionados.
58 T-1227 de 2008
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
52
5. El deber de declarar bajo juramento no existe en los casos de menores
de edad. Un evidente defecto sustantivo en la sentencia de la Fiscal
Seccional 21 de Cartagena.
[...J
Las providencia desconoció que los menores de edad, y en especial una niña
de cuatro años que presuntamente ha sido víctima de un delito de abuso
sexual, no estaba obligada a declarar y que por lo tanto no se podía deducir
consecuencias jurídicas de esta prueba imposible, lo cual se establece también
de modo claro en el artículo 193 del código de la infancia (Ley 1098 de 2006)
que dispone que en los procesos judiciales en los que haya víctimas niños o
niñas, la autoridad judicial tendrá en cuenta que no se les deben generar
nuevos daños (a los niños) con el proceso judicial de los responsables.
El deber de los fiscales que fallaron la investigación de este caso, era velar
por la protección del interés superior de la menor, y no deducir consecuencias
jurídicas de una falta de comparecencia que no era legalmente exigible. Por
ende, incurre la providencia de primera instancia en un claro defecto
sustantivo al sugerir la aplicación de una norma claramente inaplicable al caso
sub examine. El defecto sustantivo, se recuerda recae precisamente sobre una
autoridad judicial que fundamenta su decisión en una norma claramente
inaplicable al caso concreto60.
III. DECISIÓN
RESUELVE:
Magistrado Ponente:
Dr. LUIS ERNESTO VARGAS SILVA
CONSIDERANDO
RESUELVE:
Corregirse por:
61 Ver auto de corrección de la sentencia T-029 de 2002 M.P. Alejandro Martínez Caballero.
62 Ya en otras ocasiones la Corte Constitucional ha corregido partes de sus sentencias, entre ellas, por
ejemplo, Auto 097 de 2004 (MP Rodrigo Escobar Gil), en este caso se corrigió las fechas que indicaban un
periodo de práctica que debía ser reconocido; Auto 087 de 2004 (MP Manuel José Cepeda Espinosa), en este
caso se corrigió en la parte resolutiva de la sentencia el nombre de la persona a la cual se había impartido una
orden; Auto 229 de 2002 (MP Álvaro Tafur Galvis), en este caso se corrigió en la parte resolutiva la fecha de
la sentencia que había sido revocada, dato que permitía identificar el fallo. En el mismo sentido los autos
números 067 de 2007 , auto 051 de 2007, 01 de 2008, 197 de 2007 y 174 de 2005 .
Expediente T-2418585.
Mp. Luis Ernesto Vargas Silva.
58
exigibles de imparcialidad, racionalidad y sana crítica, de modo que se
den efectos a las pruebas que reposan en el expediente y que dan fe,
de modo unánime, de la existencia de un delito de actos sexuales con
menor de catorce años de edad.”
Corregirse por: