EL GIGANTE RASCACIELOS Textos
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PERSONAJES
ANIMADOR.
8 NIÑOS.
VOZ EN 0FF.
Escenario
Al levantarse el telón: el escenario vacío de decoración, como una gran caja con las paredes
pintadas de colores alegres. Sólo existe un enorme mapa mundi colgado en escena. Como única
iluminación, un haz de luz sobre él. Suena una música muy suave «La primavera», de Vivaldi,
que va creciendo de intensidad, y con ella, la luz aumenta y se desparrama hasta que ilumina
por completo el espacio escénico.
El ANIMADOR viste ropas o traje de malla de color vivo. Cuando termina la música, los
niños se ponen de pie, saludan con una reverencia y se vuelven a sentar. El ANIMADOR se
encamina al foro y señala el mapa mundi con el puntero.
ANIMADOR: Veamos, mis queridos amigos y sabios profesores, ¿quién de USTEDES puede
decirme qué representa este dibujo? (A los espectadores.) Ustedes también pueden opinar.
(Aquí tratará de que todos los niños participen. Cuanto mayor sea la algarabía, tanto
mejor, a lo que contribuirán los pequeños actores.) ¿Quién ha dicho que es una coliflor? ¿Un
pavo real? (Hay que buscar que se inicie una participación infantil con las respuestas más
inverosímiles, es decir, lograr su complicidad en el absurdo. Dejar que corra la
imaginación.) No, no representa un rinoceronte subido en la copa de un pino. A ver, tú.
(Aquí los niños actores intervienen de forma individual, previo acuerdo y que no sea tan
rígidas las respuestas, para dar paso al juego y a la improvisación).
NIÑO 1.- ¡Un tranvía!
ANIMADOR.- (Alegre, como si hubiera acertado.) ¡Un tranvía, un tranvía! (De repente, serio.)
¿Y por qué un tranvía? Yo no veo ningún tranvía.
NIÑO 1.- Sólo están las ruedas. (Anima a los demás niños y a los espectadores a que coreen.)
¡Un tranvía, un tranvía, un tranvía...!
TODOS.- ¡Un tranvía, un tranvía, un tranvía...!
ANIMADOR.- ¡Está bien!, lo que digan, no voy a discutir, si dicen que es un mapa mundi, es un
mapa mundi. En efecto, representa al mundo (señala con el puntero), y aquí nos hayamos
nosotros. Miren acá, acá estamos… (dirá el nombre de alguno de los niños) Lo ves? (señala
con el puntero al niño citado) Aquí. Bueno, pues una vez localizados, vamos con nuestra
historia. (Serio.) ¿He dicho historia? No, no, he dicho: aventura. (Indica un lugar apartado en
el mapa.) Esta es una lejana selva. Una selva de tupida vegetación y de grandes árboles, tan
altos que las nubes van a reposar sobre ellos como si fueran un enorme, y verde colchón.
(Breve pausa.) Como sé que Uds. son unos auténticos magos, capaces de transformer todo
con la varita mágica de su imaginación, deben hacer que aparezca la selva de nuestra
Aventura. ¡Adelante!
(Comienza a sonar una música rápida, como en las antiguas películas de cine cómico.
Unos niños tiran de una cuerda y se enrolla el mapamundi. Aparece, detrás de él, otro
mural que representa una selva. Otros sacan de bastidores unos árboles dibujados y
recortados en tableros, con pie, que reparten por escena.
Con esta operación concluye la música, y los niños quedan a un lado.)
NIÑO 2.- Esta es la selva.
ANIMADOR.- Es cierto, he aquí la selva. Pero creo que falta algo para darle ambiente: ¡un león!
Sí, un león (A los espectadores.) ¿Tiene alguno de Uds. un león? Miren bien, a ver si alguien
tiene un león en el bolsillo. ¿Nadie? Bueno, nos arreglaremos sin león, ¡qué remedio! Bien, pues
en esta selva perdida vive un hombre muy alto, casi tanto como los árboles, (De un lateral, toma
una especie de manto, confeccionado con hojas de papel de seda, y lo coloca sobre sus
hombros.) un gigante llamado Rascacielos. Vive completamente solo. Bueno, no del todo, lo
acompañan los animales, los cuales le ofrecen su amistad, su amor, sus cantos (Del fondo, se
oyen cantos de pájaros y ruidos propios de la selva.), su fidelidad..., que es bastante, pero le
falta la comp añía más necesaria e importante: la de otros seres humanos. Por eso, Rascacielos se
encuentra triste (Toma una máscara que expresa tristeza y se la coloca.), porque le gustaría
tener amigos con los que jugar. (Se quita la máscara y el manto y los deja a un lado.) Ustedes
saben, que estar tristes no es muy divertido, se nos pone una cara muy larga. (A los
espectadores.) También saben qué es tener una expresión de tristeza en sus rostros, como
ahora la tiene Rascacielos, ¿verdad? Demostremos una cara triste!!!!. (Una vez que los
espectadores y los niños lo han logrado.) Ahora van a cambiar de expresión. Sí, Reflejen
ahora alegría en sus caras. (Cuando lo hacen.) Síiii …. Es mucho más divertido estar alegres, ¿no
es cierto? Pues así de feliz se hallará Rascacielos cuando alguien lo acompañe a jugar. Esto Uds.
Lo comprenden muy bien porque me consta que son muy juguetones, y sé que si estuvieran
aquí, jugarían con él. Pero la selva en que vive está lejísimos. No sé cómo podríamos solucionar
su problema. (A los espectadores.) ¿Qué se les ocurre a uds? (Tras las respuestas del público
.) Sí, creo que la mejor solución es que vayamos a la selva. En ese caso, tendremos que
convertirnos en exploradores (Alos niños.), ¿de acuerdo? Pues tomen sus equipajes que
emprendemos el viaje. (Los niños toman del lateral unas mochilas, que se cuelgan a la
espalda.) Ya están listos?,…. Mmmm pero ¿qué haremos para llegar pronto a esa selva que se
encuentra tan lejos?
ANIMADOR.- A ver, su boleto de avión. (El niño correspondien hace que se lo entrega.) Venga,
siéntese aquí. Usted, allí. (Sitúa a los niños en dos filas, sentados en el suelo.) Bien, todo listo.
VOZ EN OFF.- Señores pasajeros, bienvenidos a bordo. Abróchense los cinturones. Si alguno de
ustedes tiene ganas de hacer pis, le rogamos que se aguante: este avión no tiene baño.
Tampoco le damos el nombre del comandante porque no lo hay. Tendrán que pilotear ustedes.
Para su comodidad, entregaremos un volante a cada uno. ¡Ah!, y procuren ponerse de acuerdo a
la hora de girar, que no ocurra lo que la última vez, que medio avión se fue para la derecha y
medio avión para la izquierda.
ANIMADOR.- No oigo los motores. (Los niños imitan el ruido de los motores, al que se
unirá otro real, a través de altavoces.) Muy bien, Uds. Son unos pilotos magníficos.
Pero... ¡cuidado!, casi atropellan a esa cigüeña!!! (El ruido de los motores crece.) ¡Alto!,
disminuyan la marcha, ya se ve la selva. Estamos sobre ella. Aterricen en aquella llanura.
(El ruido de los motores disminuye hasta que se pierde.) ¡Caramba!, si hemos aterrizado,
y yo sin darme cuenta. Bajemos del avión. (Los niños se levantan y dejan a un lado los
volantes.) Nos encontramos en la selva. Díganme ¿qué les parece? (Conviene que los
niños den su más personal impresión.) ¿Qué se les ocurre que deberíamos hacer en
primer lugar?
ANIMADOR.- Es verdad, en la selva hay que ir vestidos adecuadamente. Adelante. (Los niños
sacan de sus mochilas chaquetas y sombreros de exploradores y se los colocan.) Bien, ¿falta
algo más?
NIÑO 1.- (Aquí caben numerosas participaciones y respuestas.) Para que no nos
ataquen las fieras.
Etc, etc.
ANIMADOR.- (A los espectadores.) ¿Y para qué más? (Tras varias respuestas.) De acuerdo… ¡a
camuflarse! (Música. Los niños sacan pinturas de maquillaje o lápices labiales y se pintan la
cara,unos a otros, de diferentes colores. Pueden prenderse ramas en la ropa.) Bueno, no
perdamos más tiempo, vayamos en busca de Rascacielos. Todos en fila, caminemos.
(Se colocan de ese modo, y suena otra música apropiada. Inician la marcha y desfilan por
escena, sorteando los árboles. La música baja de intensidad hasta que cesa.) Miren!!, una
cacatúa, (Señala arriba.) y allí, un mono. ¿Qué animales ven Uds.?
(Los niños dirán cuantos animales se les ocurran. No importará el disparate, incluso será preferible. De
repente, por el altavoz, se oye el fuerte chillido de un mono.)
ANIMADOR.- ¡Ay!, ha puesto un huevo y me ha dado en todo la cabeza. Qué gran «huevazo»
me ha pegado. (El pájaro desaparece.) Anda que si llega a ser un avestruz... ¡vaya ducha! (Otea en
derredor.) ¡ReCórcholis!, pero... si hemos llegado. Rascacielos debe de estar por aquí cerca.
Tenemos que comunicarle nuestra llegada. Aunque, ¿cómo lo haremos?
ANIMADOR.- Prueben con él, tal vez así nos oiga. (Los niños tocan con las manos el tambor, a
modo de tam-tam, mientras el ANIMADOR vuelve a ponerse el manto y la máscara que
expresa tristeza. Hace pantalla con la mano sobre el oído.) ¿Qué oigo?, alguien toca un tam-
tam. Me acercaré. (Da unos pasos de mimo y descubre a los niños, que dejan de tocar. Con un
respingo.) ¡Caramba!, tengo visita.
¿Quiénes son ustedes, duendes, gnomos o vendedores de helados?
ANIMADOR.- Yo soy Rascacielos. Díganme, ¿a qué han venido a la selva? (Los niños darán sus
respuestas más espontáneas, que se ampliarán por medio de diferentes preguntas.) Así
que han venido a jugar conmigo, ¿eh? (Se mueve por escena agitando su manto.) ¡Qué
alegría! Llevo mucho tiempo apenado porque no encuentro seres humanos con quienes jugar.
Estaba lleno de tristeza, pero con la presencia de Uds. me siento feliz. (Va al lateral y se
cambia de máscara. Ahora expresará alegría.) ¡La dicha, la comunicación con otros seres, ha
llegado! Estoy muy contento. (Suena una música alegre y movida.) Bailemos para celebrar
nuestro encuentro. (Todos lo hacen al compás de la música. Cuando esta termina, se coloca
en medio de los niños.) Pero hay un inconveniente: no conozco ningún juego.
PERSONAJES
ANIMADOR.
CONEJO.
GUARDABOSQUE.
PLANTAS.
PÁJAROS.
DRAGÓN.
Escenario
El escenario representa un bosque. Nos hallamos en un claro rodeado de árboles. En el
cielo luce el Sol.
En escena, el ANIMADOR -puede ser un niño-, que vestirá un traje de malla de color vivo que
contraste y ponga una nota destacada de colorido al conjunto. Suena una música suave de
fondo: un vals.
ANIMADOR.- (A los espectadores.) Este es un bosque maravilloso donde todo es color y luz,
alegría y paz. Yo soy el espíritu del bosque, yo doy fuerza a los árboles, vida a las hojas y pongo
música a las fuentes. Yo conozco los secretos y las historias que aquí han ocurrido. Por eso les
voy a contar una historia que sucedió hace muchos años. Era una primavera luminosa y florida.
Las plantas bailaban alegremente, mecidas por la suave caricia del viento manso y juguetón.
(Por el lateral salen unas niñas disfrazadas de PLANTAS, con trajes verdes y una flor rodeando
sus caras. Bailan al compás de la música y, luego, se reparten por escena sin dejar de
moverse.) Los pájaros cantaban con júbilo en las puertas de sus nidos, y otros, los más
pequeños, nacidos a la luz de aquella primavera espléndida, aprendían a dar sus primeros
vuelos, cortos e inseguros, pero todos revoloteaban y trinaban sin cesar. (Surgen ahora otros
niños disfrazados de PÁJAROS de plumaje vistoso, lleno de color. Revolotean por scenario al
compás de la música, a la vez que silban e imitan cantos de pajarillos. Al igual que las
PLANTAS, se reparten por escena.)
Existía también un conejo, casi un gazapo, pero amigo ya de las plantas, y de los pájaros.
(Apare- ce un niño caracterizado de CONEJO. Camina a saltitos y avanza hasta que ocupa el
centro del espacio escénico.) Todo era armonía, como en los viejos cuentos que les leen sus
padres o abuelos, sentados ustedes sobre sus rodillas. Todo era felicidad, hasta que un día...
(Las PLANTAS y los PÁJAROS dejan de moverse. La música se hace inquietante, fuerte,
estremecedora. Por un lateral aparece un largo DRAGÓN, formado por un grupo de niños
cubiertos por una amplia tela, graciosamente decorada. Parece un gusano enorme. Los niños
que lo componen andan dando fuertes zapatazos sobre el escenario, muy sincronizados. Se
detiene frente al CONEJO, que le sonríe y se le acerca.)
CONEJO.- ¡Hola!, ¿quién eres tú? Nunca te había visto.
DRAGÓN.- (Con voz forzada.) ¡Cómo!, ¿es que no conoces al más fiero de los dragones del
bosque, al dragonazo?
CONEJO.- No, no te conozco; más que un dragón pareces un gusano que se hubiera hartado de
palomitas de maíz. Eres tan grande y tan gordo... (Ríe.), igual que una oruga gigantesca.
DRAGÓN.- ¿Yo una oruga?, miserable conejo, piñuflo, pelagatos, cometortas ,majadero,necio,
asno, simplón, insignificante, mísero, desvergonzado…
CONEJO.- Pues tú eres un tren de mantequilla.
DRAGÓN.- ¡Narices!, yo soy el mayor comedor de conejos que existe, y te lo voy a demostrar.
¡Nam, ñam...!
(Lo persigue por escena, pero no logra alcanzarlo.)
CONEJO.- (Se refugia detrás de un árbol.) No sé por qué quieres comerme. Aquí hay comida
para todos sin necesidad de que nos devoremos unos a otros. Además, yo quiero ser tu
amigo.
DRAGÓN.- (Se detiene.) ¡Amigo!, la amistad no existe.
CONEJO.- Eso lo dirás tú, yo soy amigo de las plantas y de los pájaros.
PLANTA 1.- (Se le acerca.) Oye, dragón de pacotilla, lo que te dice el conejo es cierto.
PLANTA 2.- (Igual.) Nosotras somos sus amigas.
PÁJARO 1.- Y nosotros también.
PÁJARO 2.- Es el mejor amigo de todo el bosque.
DRAGÓN.- ¡bobadas!, me da igual. Me lo voy a comer de un mordizco. Una vez, de un solo
bocado, me comí un rinoceronte.
PLANTA 3.- Falso, en este bosque no hay rinocerontes.
DRAGÓN.- Pues sería un hipopótamo.
PÁJARO 3.- Tampoco los hay.
DRAGÓN.- ¡Y yo qué sé!, sería un autobús de dos pisos. Lo único que sé es que ese
conejo es mi desayuno de hoy. Lo he decidido. Y no se pongan necios, porque me
los cargo a todos a tortazos.
PLANTA 4.- ¡Bruto!
PÁJARO 4.- ¡Abusador!
PLANTA 1.- ¡aprovechador!
PLANTA 2.- No creas que vamos a dejar que te comas a nuestro amigo. A nosotras, las plantas,
nos riega en verano y cuando no llueve, y así, crecemos lozanas y hermosas.
PLANTA 3.- No lo consentiremos. Hay que defender al débil de las dentelladas del poderoso.
PÁJARO 1.- Nosotros tampoco lo permitiremos. También tenemos mucho que agradecerle.
PÁJARO 2.- En invierno escarba la nieve y nos busca comida.
PÁJARO 3.- Gracias a él nos mantenemos bien nutridos y fuertes.
DRAGÓN.- ¡Huy, qué horror! Unos pajarillos y unas plantuchas s de maceta pretenden
enfrentar al dragonazo comeconejos. De un soplido los pongo en órbita. Y tú, conejo
riegaplantas y rascanieve, ven acá antes de que me enfurezca y dé un sopapo a tus amigos.
CONEJO.- Está bien, me acercaré, pero no les hagas nada. (Se le aproxima.)
PLANTAS y PÁJAROS.- (A coro.) Huye, no lo hagas, te comerá. (Mas el DRAGÓN lo agarra con
sus poderosos brazos.)
DRAGÓN.- Ya te tengo, conejito. ¡Huy, qué blandito estás!
PLANTAS y PÁJAROS.- (Improvisarán frases.) Suéltalo, abusador, bruto, torpe,ignorante,
rudo, mastodonte...
PLANTA 1.- ¡Ahora verás, dragón de merengue! ¡A él!
(Las PLANTAS y los PÁJAROS se abalanzan sobre el DRAGÓN y lo sujetan.)
PÁJARO 4.- Si no sueltas y dejas en paz a nuestro amigo, te mandaremos al zoológico.
DRAGÓN.- (Sin soltar al CONEJO.) No me hagan reír, ustedes no pueden enviarme
allí.
PLANTA 1.- Pero el guardabosque sí.
DRAGÓN.- (Se revuelve tratando de escapar, pero con el CONEJO entre los brazos.)
¡Suéltenme, estúpidos!, el guardabosque jamás les hará caso.
PÁJARO 1.- Eso lo veremos. (Grita.) ¡Guardabosque! (El DRAGÓN suelta una carcajada.)
PLANTAS Y PÁJAROS .- (A coro, gritan .) ¡Guardabosque, guardabosque!
(El DRAGÓN ríe cada vez con mayor fuerza. En esto, aparece un niño caracterizado de
GUARDABOSQUE. Trae una escoba al hombro. Las PLANTAS y los PÁJAROS sueltan al
DRAGÓN.)
GUARDABOSQUE.- ¿Qué ocurre? ¿A qué tanto alboroto?
PÁJARO 2 .- Este dragón, que quiere comerse a nuestro amigo conejo.
GUARDABOSQUE.- (Se coloca ante el DRAGÓN.) ¿Así que Esas tenemos, truhán? Pues aquí
estoy yo para impedirlo!!!.
DRAGÓN.- ¿Tú?, no me hagas reir. Vaya un guardabosque, en vez de escopeta lleva una escoba.
(Burlón.) ¡Huy, qué miedo!
GUARDABOSQUE.- La escoba la empleo para limpiar el bosque de todos los desperdicios que
dejan las personas que vienen de excursión y no son cuidadosas. (El DRAGÓN ríe.) Pero también
puede tener otras utilidades, como esta.(Enarbola la escoba y comienza a propinar escobazos
al DRAGÓN en su parte trasera. Lo persigue por escena, pero no logra que suelte al CONEJO.)
DRAGÓN.- ¡Ay, ay, basta! Me estás haciendo mucho daño. También te comeré a ti.
GUARDABOSQUE.- (Deja de pegarle.) Suelta al conejo o sigo sacudiéndote.
DRAGÓN.- Sí, lo haré, aunque sólo para darte tu merecido. Luego, me encargaré de él.
(Libera al CONEJO, que se refugia entre los PÁJAROS y las PLANTAS. Se enfrenta con torpeza
al
GUARDABOSQUE y se produce una divertida lucha. Por fin, el GUARDABOSQUE le atiza un
escobazo en la cabeza que lo derriba medio desmayado.)
PLANTA 2.- Aprovechemos para atarlo. Así podremos enviarlo al zoológico.
GUARDABOSQUE.- Buena idea. Yo me ocup aré de hacerlo llegar. Sujetadlo mientras voy por
cuerdas. (Obedecen.) Después, construiremos una jaula para transportarlo.
(El GUARDABOSQUE se dirige hacia el lateral.)
DRAGÓN.- (Se reanima.) ¡Espera!, no te vayas. Me rindo, no quiero ir al zoológico, es como
una cárcel de inocentes.
PLANTA 3.- Pues sí que tú eres inocente... (El GUARDABOSQUE se detiene.)
DRAGÓN.- Me portaré bien.
PÁJARO 3.- No te creemos.
DRAGÓN.- De verdad. Y para que vean que es cierto, suéltenme y le daré la mano al conejo en
son de paz. (Lo sueltan y estrecha la mano al CONEJO.)
CONEJO.- Gracias, amigos , me habéis salvado la vida. (Al DRAGÓN.) Pero a ti no te creo. En
cuanto me descuide, volverás a darme caza.
GUARDABOSQUE.- Tienes que prometer que no perseguirás al conejo ni a ningún otro animal.
DRAGÓN.- Pero si no cazo animales, me aburro.
GUARDABOSQUE.- (Levanta la escoba.) Promesa o zoológico, elige.
DRAGÓN.- (Resignado y acobardado.) Está bien, lo prometo: palabra de dragón.
PÁJARO 4.- Te creemos.
DRAGÓN.- (Comienza a lloriquear.) ¿Y ahora qué voy a hacer para no aburrirme?
GUARDABOS QUE.- Yo sé lo que harás. Para que no te aburras, te dedicarás a barrer el bosque.
DRAGÓN.- ¿De verdad? Eso está fácil.
GUARDABOSQUE.- ¿Tú crees?, no sabes cuán sucias son algunas personas, dejan todo hecho
un asco: latas, papeles, botellas, abrigos de visón...
DRAGÓN.- No me importa.
GUARDABOSQUE.- Muy bien (Le entrega la escoba.), toma la escoba. Y desde este
instante quedas nombrado barrendero mayor del bosque.
DRAGÓN.- Gracias, gracias. (Se pone a barrer con energía.)
GUARDABOSQUE.- ¡Barre, barre, barrendero! (Comienza a sonar una música
alegre, que acompañará a la siguiente canción.)
DRAGÓN.- (Canta.)
Yo soy , soy soy, soy…el rey de la escoba,
y me levanto el primero
para limpiar la ciudad
de lo que arrojan al suelo.
TODOS.- (A coro.)
Barre, barre, barrendero, con paciencia y con salero, barre, barre, barrendero.
DRAGÓN.- (Se adelanta al proscenio.)
Si trabajo para ustedes, como pago sólo pido
la sonrisa y el saludo
cuando se encuentren conmigo.
(Saluda con las manos a los espectadores.)
TODOS.- (A coro.)
Barre, barre, barrendero, con paciencia y con salero, barre, barre, barrendero.
(Y saludan todos a los espectadores, mientras cae el telón.FIN