Servidumbre Minera
Servidumbre Minera
Servidumbre Minera
Todo titular minero con intención de desarrollar proyectos de inversión minera deberá obtener, entre otros, el permiso
para la utilización de tierras mediante acuerdo previo con el propietario del terreno superficial o la culminación del
procedimiento de servidumbre administrativa, conforme a lo dispuesto en el artículo 7° de la Ley N° 26505 - Ley de
la Inversión Privada en el Desarrollo de las Actividades Económicas en las Tierras del Territorio Nacional y de las
Comunidades Campesinas y Nativas.
En ese mismo sentido, el artículo 23º del Reglamento de Procedimientos Mineros, aprobado por Decreto Supremo Nº
018-92-EM, y modificado por Decreto Supremo N° 059-2008-EM, establece expresamente que el título de concesión
no autoriza por sí mismo a realizar las actividades mineras de exploración ni explotación, sino que previamente el
concesionario deberá, entre otros: “c) Obtener el permiso para la utilización de tierras mediante acuerdo previo con el
propietario del terreno superficial o la culminación del procedimiento de servidumbre administrativa, conforme a la
reglamentación sobre la materia”.
El establecimiento de servidumbre administrativa para el desarrollo de proyectos mineros, se rige por lo dispuesto en
el Capítulo IV del Título Décimo Segundo del Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería, aprobado mediante
Decreto Supremo Nº 014-92-EM, los artículos 43 y 44 del Reglamento de Procedimientos Mineros, aprobado por
Decreto Supremo Nº 018-92-EM y las disposiciones especiales establecidas en el artículo 4° del Reglamento de la
Ley N° 26505, aprobado por Decreto Supremo N° 017-96-AG.
Es así que, únicamente cuando se hubiera agotado el trato directo, y no se haya producido un acuerdo contractual
entre las partes para la utilización del terreno superficial necesario para realizar el desarrollo de un proyecto minero,
el titular minero podrá dirigirse a la Dirección General de Minería - DGM, iniciando, según sea el caso, alguno de los
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Abogado USMP. Diploma de Postgrado en Derecho de la Minería y del Medio Ambiente, por la Escuela de Postgrado
de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas - UPC. Becario del I Seminario - Taller de Minería y Derecho organizado
por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía. Es Asociado Activo del Instituto de Ingenieros de Minas del
Perú – IIMP. Ha sido Abogado Asociado del Área Minera de Estudio Grau Abogados e Informante Legal de la Dirección
de Concesiones Mineras del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico - INGEMMET. Actualmente es Asesor Legal de la
Dirección Normativa de Minería de la Dirección General de Minería. Líder de la Sección Nuevos Dispositivos Legales de
la Revista Minas & Derecho. Miembro del Centro de Estudios de Derecho de Minería, Energía y Recursos Hídricos –
CEDEMIN.
siguientes procedimientos contemplados en el Texto Único de Procedimientos Administrativos del Ministerio de
Energía y Minas:
B) Autorización de servidumbre sobre terrenos superficiales de otras concesiones, para lo cual el administrado
deberá presentar la siguiente documentación:
Ubicación del inmueble, propietario, extensión, el fin para el cual lo solicita y el valor que, en concepto del
solicitante, tuviere dicho inmueble y, en su caso, la apreciación del desmedro que sufrirá el presunto bien a
afectar (por las veces que se está afectando el área).
Memoria Descriptiva con el detalle de las obras a ejecutarse (ejemplares según el número de titulares
afectados).
Carta Notarial o Fotocopia de la misma, en la que el solicitante propone al concesionario minero el trato directo,
así como documentos que acrediten la voluntad de concertar del solicitante y la falta de respuesta o
imposibilidad de acuerdo con el concesionario minero.
Planos.
Al respecto, es preciso mencionar que el documento idóneo para acreditar haber agotado el trato directo, es la
presentación de la constancia de recepción de la Carta Notarial o Carta diligenciada por un Juez de Paz en ausencia
de Notario, por la cual el solicitante de la servidumbre propone al propietario del predio superficial o al concesionario
minero, dependiendo el caso, llegar a un acuerdo; la misma que, previo a ser presentada ante la DGM, debe tener
una antigüedad no menor de treinta (30) días hábiles.
Una vez efectuada la comunicación de agotamiento del trato directo, la DGM llamará a las partes y les invocará a
conciliar con la participación de un Centro de Conciliación, designado de común acuerdo, en un plazo no mayor de
diez (10) días hábiles; caso contrario se elegirá de la terna propuesta por la Dirección Regional Agraria de la
jurisdicción, para que en un plazo máximo de treinta (30) días hábiles se procure el acuerdo respecto de la
servidumbre.
De no ser conocido el dueño del terreno materia de la solicitud, la citación a comparendo se hará por tres veces en el
Diario Oficial “El Peruano” y en un periódico de la localidad o del lugar más próximo en donde se ubique el bien,
mediando ocho (8) días entre las publicaciones y, además, mediante un cartel que se fijará en el predio.
El comparendo se llevará a cabo después de vencido el plazo de sesenta (60) días contados a partir del día siguiente
de la última publicación, con o sin concurrencia del propietario, debiendo continuar el trámite en su caso.
De manera simultánea a la invocación a conciliar, la DGM designará un perito minero de su nómina oficial, del mismo
modo solicitará a la Dirección Nacional de Construcción - DNC del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento
- MVCS que designe un perito agronómico, quien realizará la tasación y determinará si es posible imponer la
servidumbre, sin enervar el derecho de propiedad. Ambas pericias deberán ser remitidas al Centro de Conciliación y
a la DGM. Respecto a las solicitudes de imposición de servidumbre minera sobre concesiones vecinas o colindantes,
sólo se realizará el peritaje minero.
Si no se produjera acuerdo en la etapa de conciliación, podrá solicitarse a la DGM el inicio del procedimiento
administrativo de servidumbre legal, adjuntando la Carta Notarial inicial, incorporándose al expediente los informes
periciales, los mismos que en un plazo de treinta (30) días hábiles de recibidos, serán materia de opinión técnica por
parte de la DGM y la Dirección General de Promoción Agraria - DGPA del Misterio de Agricultura y Riego – MINAGRI;
de encontrar observaciones a los informes periciales, el DGM requerirá que en un plazo máximo de (15) días se
efectúe la subsanación.
En este extremo debe acotarse que, iniciado el procedimiento administrativo de servidumbre legal, pueden
presentarse dos situaciones:
La servidumbre solicitada sea posible sin enervar el derecho de propiedad, en cuyo caso se expedirá la
Resolución Suprema mediante la cual se impondrá la servidumbre, la misma que será refrendada por los
Ministros de Energía y Minas y de Agricultura y Riego, fijando el monto indemnizatorio, el cual deberá ser
consignado en el Banco de la Nación a la orden de la DGM, en un plazo de diez (10) hábiles de notificada
la resolución; caso contrario, se declarará el abandono de la solicitud.
Se determine que la imposición de servidumbre enerva el derecho de propiedad, con lo cual mediante
Resolución Ministerial del Ministro de Energía y Minas, y previa opinión del DGM y DGPA, se denegará
dicha solicitud.
En el primer supuesto, se tiene que, una vez efectuada la consignación, la DGM ordenará la suscripción de la escritura
pública dentro de los diez (10) días hábiles siguientes de notificadas las partes; en caso que el propietario no firmase
la escritura pública, ésta será firmada en rebeldía por el DGM, instruyendo al Banco de la Nación para entregar el
monto consignado al propietario. Es importante precisar que dicha resolución sólo podrá contradecirse ante el Poder
Judicial respecto del monto de la indemnización fijada.
A modo de conclusión, considero que, si bien los titulares mineros encuentran en la servidumbre administrativa un
mecanismo útil para poder desarrollar proyectos de inversión minera, es recomendable que prevalezca una orientación
hacia la búsqueda de medios óptimos de comunicación entre el titular minero y el propietario del terreno superficial o
el concesionario, de modo tal que se pacte una servidumbre contractual, en la cual se establezcan las cláusulas que
ambas partes convengan, evitando, de esa manera, la dilación de tiempo y excesivos trámites que podrían resultar
siendo innecesarios en aquellos casos en los cuales medie el acuerdo entre las partes.