Diluvio Universal

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Diluvio universal

Diluvio universal es el nombre de una supuesta inundación mundial relatada en textos de algunas antiguas culturas. De manera
específica suele utilizarse para la narración de dicha catástrofe contenida en el primer libro de la Biblia, conocido como Génesis. En
este relato, Dios emite su juicio contra la humanidad a causa de sus pecados1, provocando el anegamiento de "toda la tierra", salvándose
en un arca de madera, y por voluntad divina, sólo el patriarca Noé y su familia, junto con parejas de animales escogidos para tal fin. Un
relato muy similar, pero en el contexto politeísta de la Mesopotamia, es mencionado en el Poema de Gilgamesh, en el cual el único
sobreviviente es Utnapishtim, según su nombre en Babilonia y Asiria, también llamado Ziusudra en sumerio o Atrahasis en acadio.
La aceptación de la historia bíblica como el relato de un hecho real varía entre los exégetas y las comunidades religiosas, desde aquellos
que aceptan toda la historia literalmente, quienes la ven como una alegoría, pasando por los que piensan que puede existir alguna base
histórica que diese origen al mito.

Índice
1Historia

o 1.1La historia del diluvio en Mesopotamia


o 1.2La historia del diluvio en el judaísmo y cristianismo
 1.2.1El diluvio en otros textos judeocristianos
 1.2.2Análisis del texto del diluvio bíblico
o 1.3Estudio científico sobre el diluvio del génesis bíblico-mesopotámico
 1.3.1Investigaciones sobre la existencia del Arca
o 1.4Otras historias sobre diluvios universales
 1.4.1China
 1.4.2Hindú
 1.4.3Griega
 1.4.4América
 1.4.4.1Chibcha o Muisca
 1.4.5Mapuche
 1.4.6Maya
 1.4.7Mexica
 1.4.8Inca
 1.4.8.1Uros
 1.4.8.2Kawésqar
 1.4.8.3Taíno
 1.4.8.4Guaraní
 1.4.8.5Pascuense
 1.4.8.6Moussaye

Historia
El relato de un diluvio ha sido parte de varias culturas a lo largo de la historia de la humanidad, siendo una de las primeras versiones la
del diluvio universal de Mesopotamia.
La historia del diluvio en Mesopotamia
La más antigua versión de una alegoría o historia sobre un diluvio universal se encuentra escrita en la historia de Utnapishtim (dentro
del Poema de Gilgamesh) escrito en c. 2100 a. C.

Básicamente el texto mesopotámico relata lo siguiente: Enlil decide destruir a la humanidad porque le resultan molestos y
ruidosos. Ea advierte a Uta-na-pistim para que construya un barco. El barco se deberá llenar de animales y semillas. Llega el día del
diluvio y toda la humanidad perece, excepto Uta-na-pistim y sus acompañantes. Uta-na-pistim se da cuenta de que las aguas bajan y
suelta un cuervo el cual revoloteaba sobre las aguas yendo y viniendo hasta que se evaporaron las aguas de la tierra. Uta-na-pistim hace
una ofrenda a los dioses y éstos quedan satisfechos por el sacrificio. Un relato muy similar es narrado en tablillas sumerias muy antiguas
de la ciudad de Ur, en las cuales el protagonista a quien Enki/Ea previene del diluvio es Ziusudra. Lo mismo podemos ver en un relato
de origen acadio, titulado Atrahasis, poema épico que relata desde la creación hasta el diluvio universal.
Muchos autores, a partir de Friedrich Delitzsch a principios del siglo XX, coinciden en que la versión del diluvio recogida en
el Génesis (el primer libro de la Biblia, escrito en el siglo VI a.C.) se basaría directamente en los textos del Poema de Gilgamesh, ya
que se observa una relación obvia al comparar los pasajes del mito de Utanapistim con los del diluvio judeocristiano, a veces hasta
textual, teniendo en cuenta que los pueblos hebreos en su mayoría tuvieron contacto con Mesopotamia y su cultura.
La historia del diluvio en el judaísmo y cristianismo
En la tradición judeocristiana, el diluvio se narra en el Génesis, donde se cuenta cómo Noé construyó un arca en la que salvó a su familia
y también tomó siete en siete, el macho y su hembra, y de toda bestia que no es limpia solamente dos, el macho y la hembra. (Génesis
7:2), siendo los únicos sobrevivientes en todo el mundo.
En la narración del Génesis se indica no sólo la duración de la lluvia (40 días) sino también el total de días hasta que el arca se posó en
los montes de Ararat (150 días), pero se deduce que son 5 meses (de 30 días). Primeramente, en Génesis 7:11-12 se detalla que se inició
el día 17 del 2º mes del año 600 de Noé y que el agua estuvo cayendo durante 40 días y 40 noches, y en Génesis 8:2-4 que, después de
150 días, las aguas comenzaron a descender y el arca se posó el día 17 del 7º mes. Así, entre el día 17 del 2º mes y el día 17 del 7º mes
van 5 meses, y distribuyéndolos en 150 días dan a 30 días cada mes. Y se distinguen dos periodos, el primero de 40 días de lluvia y el
segundo de 110 días hasta que el arca varó.
En Mateo 24:37-39, Jesús habla con sus discípulos y cita el Diluvio como un suceso real, para que extraigan una lección para el futuro.
En sus cartas, el Apóstol Pedro también lo menciona (1 Pedro 3:20 y 2 Pedro 2:5,6; 3:5-7). El Apóstol Pablo lo incluye como ejemplo
de fe en Hebreos 11:7. Dios mismo lo cita en Isaías 54:9 como garantía de que no se indignará con su pueblo.
El diluvio en otros textos judeocristianos
Igualmente, en otros textos judeocristianos considerados apócrifos, tales como el Libro de Enoc, se muestra que la historia del diluvio
no sólo fue un castigo hacia los hombres que obraron mal, sino principalmente en contra de un grupo de ángeles llamados vigilantes, y
los hijos gigantes de éstos llamados nefilim. Estos seres, según estos textos, habrían sido los causantes de un gran daño y desequilibrio
entre los hombres, por lo que Dios habría decidido castigarlos y limpiar la tierra del mal producido por ellos, mandando este diluvio.
De esta forma se unirían las historias de estos seres nombrados en el Génesis con el diluvio que comienza en el Génesis. Esta versión
del diluvio bíblico se vería apoyada por un pasaje de la Biblia en el Libro de la Sabiduría (un libro Deuterocanónico), que cuenta que al
comienzo, cuando murieron los orgullosos gigantes, la esperanza del mundo se refugió en una balsa (el Arca); y en ella estuvo la semilla
de una nueva humanidad (Sabiduría 14:6).
Análisis del texto del diluvio bíblico

Rollo de Torah, abierto en el Éxodo: British Library Add. MS. 4,707.


Según la Hipótesis documentaria, los cinco libros del Pentateuco —Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio— fueron
editados conjuntamente en el siglo V antes de Cristo de cuatro fuentes independientes. La narración del Arca se cree que fue hecha a
partir de la fuente sacerdotal y de la Yavista. La Yavista es la más antigua de las dos, redactada en el reino de Judá de textos y tradiciones
incluso más antiguos, poco después de la separación de Judá de Israel en el año 920 a. C. La narración yavista es mucho más simple
que la historia sacerdotal: su Dios único envía su diluvio (por 40 días), Noé y su familia y los animales se salvan (siete de cada animal
limpio), Noé erige un altar y hace sacrificios, y Yahveh decide que nunca más matará a los seres vivientes por agua. La fuente Yavista
no menciona un pacto entre Yahveh y Noé.
Se cree que el texto sacerdotal ha sido redactado en algún momento entre la caída del reino norteño de Israel en 722 a. C. y la caída del
reino sureño de Judá, alrededor de 586 a. C. El material de fuente sacerdotal contiene muchos más detalles que la Yavista— por ejemplo,
las instrucciones para la construcción del Arca, y la cronología detallada— y también suministra el centro teológico vital de la historia,
el pacto entre Yahweh Sabaoth y Noé en Gen 9:1–17, que introduce el método peculiarmente judío del ritual del sacrificio, y que forma
el do ut des para la promesa de ese dios de no destruir al mundo otra vez. Es la fuente sacerdotal la que nos da el cuervo (la Yavista
tiene la paloma) y el arco iris, y la que introduce las cataratas del cielo (la Yavista simplemente dice que llovió). Como la fuente Yavista,
el autor del texto sacerdotal (que se cree habría sido un solo autor, un miembro del sacerdocio aaraonita de Jerusalén) habría tenido
acceso a los textos y tradiciones antiguos y que ahora están perdidos.
El tema de la historia del Arca, de la ira de Yahveh Elohim por la maldad del hombre, su decisión de embarcarse en una terrible venganza
y su posterior arrepentimiento, son típicos del autor o autores Yavistas, quienes tratan a su dios como una figura humana que aparece
en persona en la narración bíblica. En contraste, la fuente sacerdotal normalmente presenta a su dios como distante e inaccesible, excepto
a través del sacerdocio aaronita. Así, por ejemplo, la fuente Yavista requiere siete de cada animal limpio para permitir los sacrificios de
Noé, mientras que la fuente sacerdotal reduce esto a una simple pareja, ya que no se pueden hacer sacrificios bajo las reglas sacerdotales
hasta que se crea el primer sacerdote (Aarón) en los tiempos del Éxodo.
Estudio científico sobre el diluvio del génesis bíblico-mesopotámico.
Aunque la mayor parte de las opiniones referentes al diluvio del génesis bíblico-mesopotámico se inclinen a pensar que tiene un origen
mítico, el estudio científico no está totalmente de acuerdo de que absolutamente todos los aspectos no sean reales. En este sentido, los
registros caldeos y bíblicos son los únicos registros que especifican lugares y períodos bien definidos que se pueden utilizar para un
análisis científico. Un ejemplo de ello es que, según la historia descrita en la Biblia, la zona donde se ha posado el arca de Noé habría
sido la región montañosa de Urartu (actual Armenia y Anatolia), según el relato caldeo en el monte Nisir de la cordillera de los montes
Zargos (aunque la tradición cristiana posterior convirtió arbitrariamente la región de Ararat en el monte Ararat).3
Sin embargo, la mayoría de científicos no creen que haya ocurrido un diluvio o inundación mundial que haya abarcado todo el planeta.
Algunos de ellos teorizan sobre un posible diluvio o gran inundación en el pasado, pero ocurrido sólo en una zona geográfica específica
del planeta. Debido a ello hay varias hipótesis que, en efecto, indican que en un período temprano de la existencia del ser humano,
cuando ya existía el lenguaje, sucedió posiblemente alguna clase de catástrofe natural que se puede asociar a una inundación o diluvio
que, aunque no abarcó todo el planeta, sí pudo haber sido el origen del mito. Entre estas hipótesis se podrían incluir:

 En la ciudad de Shurupak se produjo una gran inundación fluvial que se encuentra probada arqueológicamente y que ha sido datada
mediante el método del radiocarbono hacia 2900 a. C.4 La cerámica polícroma de los niveles arqueológicos inmediatamente
anteriores a la inundación ha sido datada como perteneciente al periodo de Jemdet Nasr el cual es el predecesor inmediato
del período Dinástico Arcaico I.5 Cabe señalar a este respecto que la frase "antes del diluvio" fue una frase muy común en el
lenguaje acadio.6
 La propuesta por los geólogos William Ryan y Walter Pitman, de la Universidad de Columbia, sobre la inundación del mar Negro,
que durante la última era glacialpudo haber sido un lago de agua dulce cuyo nivel descendió considerablemente. Al terminar la era
glacial, con el aumento del nivel de los océanos, la estrecha franja de tierra que lo separaba del mar Mediterráneo se habría
erosionado causando una inundación catastrófica en toda la cuenca del mar Negro, que habría aumentado su nivel e inundado
grandes extensiones de superficie en tal vez unas pocas semanas. Existen pruebas convincentes de que esta inundación del mar
Negro ocurrió,7 pero el que sea el recuerdo de este hecho el que dio origen a las historias del Diluvio es mucho más controvertido.
No obstante, el Relato de Gilgamesh Poema de Gilgamesh es compatible con esta interpretación pues en él se indica "La vasta
tierra se hizo añicos como una perola. Durante un día la tormenta del sur sopló, acumulando velocidad a medida que bufaba
sumergiendo los montes, atrapando a la gente como una batalla". Los habitantes de la región del Mar Negro habrían visto, por
tanto, llegar la inundación procedente del sur sumergiendo montes y atrapando a la gente. Los supervivientes de dicha inundación
podrían haberse desperdigado a su alrededor dando lugar a la zona de influencia del idioma indoeuropeo, junto con sus mitos. De
hecho, en el Poema de Gilgamesh se relata que el único superviviente, Utnapishtim, "residirá lejos, en la boca de los ríos!", es
decir, probablemente en la baja Mesopotamia: en la desembocadura de los ríos Éufrates y Tigris. La propuesta de Ryan y Pitman
es también compatible con la descripción del diluvio presentada por Ovidio en su famosa obra "Metamorfosis". En esta obra clásica
se describe el diluvio de la siguiente manera: "Él mismo golpeó la tierra con su tridente, y ella tembló y con su movimiento abrió
caminos a las aguas. Los ríos fuera de sus cauces se precipitan por los campos sin fronteras y con los sembrados arrastran a la vez
arboledas, ganados, hombres y casas, y santuarios con sus ofrendas sagradas. Si alguna casa quedó en pie y pudo ofrecer resistencia
a tanta desgracia sin haber sido derribada, con todo una ola muy elevada cubrió su techumbre, y las torres se ocultan apresadas
bajo el remolino; y ya no había ninguna diferencia entre mar y tierra: todo era mar, incluso faltan al mar sus costas".

 Las hipótesis que asocian este mito a las crecidas de los ríos en los que se desarrollaron las primeras civilizaciones y el recuerdo
que las crecidas de tipo catastrófico debieron dejar en las primeras comunidades urbanas del Tigris y el Éufrates. En este sentido
existe una amplia tradición local, aunque al igual que la hipótesis del mar Negro, asociar estas hipótesis con el diluvio del Génesis
bíblico-mesopotámico es un hecho también polémico.

 Según otra corriente de opinión, el diluvio universal pudo responder, en su origen, sólo a la necesidad de explicar ciertas
observaciones y evidencias geológicas y paleontológicas, en un contexto cultural previo al actual análisis científico; análisis que
descarta estas observaciones como prueba de un diluvio universal, al probar que tienen otro origen científico.
Estas observaciones que equivocadamente pudieron dar origen a este mito serían, por ejemplo, las siguientes: el hallazgo
de fósiles de animales y plantas, en grandes acumulaciones (extinción masiva); fósiles de origen marino
(peces, equinodermos, moluscos...) encontrados a mucha distancia del agua o a gran altitud sobre el nivel del mar; fósiles de
seres extintos; icnitas, es decir, huellas de pisadas sobre barro fresco; ondulitas (ripple-marks); estratos de rocas sedimentarias que
denotan o bien un proceso lento incompatible con la creencia en una Creación reciente, o bien un proceso catastrófico muy rápido
y la existencia de conglomerados (ver roca detrítica) con cantos rodados similares a los de origen fluvial. Esta hipótesis postularía
que este origen del mito sería reforzada por la supuesta universalidad del mito del diluvio, común a muchas civilizaciones no
relacionadas con la judeomesopotámica.

 Se ha teorizado que el Diluvio pudo ser en realidad un tsunami mediterráneo producido por el estallido del volcán Etna en la ribera
oriental de Sicilia. Una investigación publicada en 2006 sugiere que esto ocurrió alrededor del año 6000 a. C. y causó un enorme
tsunami que dejó su marca en varios lugares del mar Mediterráneo oriental, por ejemplo, en el asentamiento de Atlit Yam (Israel),
hoy día bajo el nivel del mar, que fue abandonado repentinamente alrededor de esa época. [cita requerida]

 Por otro lado, se sugiere que el mito del diluvio universal estaría relacionado con la Teoría de la catástrofe de Toba, por la cual
hace 70.000 años la población humana se redujo a unos 10.000 individuos, tras un invierno volcánico de 6 años de duración
caracterizado por una bajada de las temperaturas de hasta 15 grados y lluvias generalizadas. [cita requerida] La transmisión oral de esta
catástrofe a través del tiempo explicaría por qué el mito del diluvio universal es común a diversas culturas a lo largo del mundo
como, por ejemplo, en los indios Innu de Canadá.
Investigaciones sobre la existencia del Arca
Referente a la existencia del Arca, existe la versión no comprobada de que «en el siglo XX fueron encontradas en la cumbre del monte
Ararat pruebas fehacientes de restos de una embarcación aceptadas por la arqueología».[cita requerida] Las presuntas pruebas apoyadas por
grupos creacionistas serían las siguientes: en los últimos cincuenta años, tras la aparición de unas polémicas fotografías en las que,
según algunos investigadores, se apreciaban en las estribaciones de esta montaña formaciones naturales que ellos creen que podría ser
restos de madera que habrían pertenecido a dicha Arca, las cuales no fueron consideradas concluyentes arqueológicamente. En 1950, el
alpinista francés Fernand Navarra encontró restos de madera cuyo análisis mediante carbono 14 en distintos laboratorios ubicó la edad
de los trozos de madera entre 650 y 760 DC, con un margen de error de 100 años. Sin embargo, aparte de ser un trozo de madera, no
hay ninguna prueba científica que demuestre que haya sido usada en la construcción de un Arca. Del mismo modo, en la parte más
elevada del Monte Ararat, en la zona este de Turquía, se postula que existen imágenes que se atribuyen a una gran “anomalía” que
podría ser el Arca de Noé, de acuerdo a las investigaciones que Porcher Taylor ha venido realizando con imágenes satelitales desde
hace 13 años. El tamaño de la formación, según las imágenes del satélite, 309 metros, equivaldría a los 300 por 50 codos que medía el
Arca de Noé, como explica el libro del Génesis. Sin embargo, tampoco ha sido corroborado arqueológicamente, y geológicamente se
ha señalado que es solo una formación natural.
Otras historias sobre diluvios universales
Las historias sobre un diluvio bíblico, o su versión de Mesopotamia, no son las únicas historias sobre esta temática. Así, igualmente
existen otras historias de diluvios en otras culturas del mundo. En las historias griega e hindú aparece también la ayuda divina y un barco
o arca.
Estas historias son las siguientes:
China
La Gran Inundación de Gun-Yu, también conocida como el mito Gun-Yu, fue una gran inundación que se prolongó durante al menos
dos generaciones, lo cual originó grandes migraciones entre otros desastres, como tormentas y hambrunas. La gente abandonó sus
hogares para vivir en la parte alta de las montañas. Según las fuentes mitológicas e históricas, se fecha tradicionalmente en el tercer
milenio a.C., durante el reinado del emperador Yao. Se han fechado en el año 1920 a.C. evidencias arqueológicas de un gran diluvio
que destruyó el yacimiento de Lajia en las partes altas de la garganta del río Amarillo. La fecha de datación es poco antes de la aparición
de la cultura de Erlitou en el valle medio del río Amarillo y de la cultura de Yueshi en Shandong, tras el declive de la cultura de
Longshan en la Llanura del Norte de China. Los autores sugieren que esta inundación podría haber sido la base para el mito posterior,
y haber contribuido a la transición de culturas. Coinciden además que la temporización es una evidencia más para la identificación de
la dinastía Xia con la cultura de Erlitou.13
Hindú
En las Escrituras védicas de la India encontramos a un rey llamado Svayambhuva Manu, que fue avisado del diluvio por una
encarnación de Visnú en forma de un gigantesco pez (Matsya Avatar). Matsya arrastró el barco de Manu y lo salvó de la destrucción.
El diluvio hindú fue mucho más devastador, ya que el agua no provenía de las nubes de este planeta, sino que se trataba de una creciente
del océano que se encuentra en el fondo del universo.
Griega
La mitología griega relata la historia de un gran diluvio producido por Zeus, quien había decidido poner fin a la existencia humana, por
haber aceptado el fuego que Prometeo había robado del Monte Olimpo. Deucalión y su esposa Pirra fueron los únicos
supervivientes. Prometeo le dijo a su hijo Deucalión que construyese una embarcación, en la cual dispusieron todo lo necesario, y así
sobrevivieron. El mito menciona que el diluvio fue ocasionado por el viento Austro (del sur): "sólo se dio salida al Austro, el cual se
precipitó a la Tierra cargado de lluvia". Al terminar el diluvio, y una vez que se secó la tierra y las aguas retrocedieron al mar, el arca
de Deucalión se posó sobre el monte Parnaso, en donde estaba el oráculo de Temis (Apolo aún no había nacido). Deucalión y Pirra
entraron en el templo para que el oráculo les dijera qué debían hacer para volver a poblar la Tierra, y la diosa sólo les dijo: «Vuélvanse
hacia atrás y arrojen los huesos de su madre.» Deucalión y su mujer adivinaron que el oráculo se refería a las rocas. De esa forma, las
piedras arrojadas por Deucalión se convirtieron en hombres, y las arrojadas por Pirra en mujeres.
Islámica
El Corán también menciona un diluvio como una lluvia torrencial (Corán 54.11) enviada al pueblo de Nuh (Noé) como castigo. La
razón fue que el pueblo de Nuh practicaba el politeísmo dando culto a varios dioses como Wadd, Suwaa, Yagut, Yauq y Nasr (71.23).
El propio Noé le pide a Alláh que no deje con vida a ningún infiel (71.26). Al arca se la menciona como embarcación o nave. Alláh
abre las puertas del cielo y hace manar fuentes en la tierra (54.11), una escena muy semejante a la del Génesis 7.11, aunque uno de los
detalles que diferencia a ambos relatos es que mientras el Génesis cuenta que la mujer de Noé entró con él en el arca y se salvó, en el
Corán se dice que no se salvó pues traicionó a Nuh (a quien Alláh consideraba siervo justo) y que por eso Alláh la consideró ejemplo
para los infieles (66.10). Alláh da la orden de inicio de la inundación y le dice a Noé que meta a su familia en la nave salvo a aquel cuya
suerte ya ha sido echada (11.40). También uno de los hijos de Noé se resiste a subir a la nave argumentando que podrá refugiarse en
una montaña, pero termina ahogándose (11.43). Cuando la tierra tragó el agua y el cielo escampó, la embarcación se posó en el Chudi
(11.44), lo que en Génesis se llama “los montes de Ararat” (Gén 8:4). Entonces Alláh suscitó otra generación (23.31).
América
Chibcha o Muisca
El alma de los hombres se vio invadida por la codicia, la ambición, el egoísmo, el hambre y la sed de poder para doblegar a sus
semejantes y así concentrar en pocas manos todas las riquezas.
La lucha despiadada entre unos y otros comenzó a crecer con los días y los meses, a tal punto que se fue generando un clima de violencia
entre hermanos, con lo cual las sabias prédicas de Bochica se fueron olvidando.
Entonces Chibchacún, dios del bien y el mal, tiñó inicialmente los cielos con nubarrones negros. Luego hizo retumbar relámpagos y
truenos que llenaban de susto a los habitantes de la comarca.
Cuando los indígenas se vieron cautivos de la tormenta, decidieron no salir de sus chozas.
Entonces, una llovizna monótona como letanías de agua, empezó a enceguecer el horizonte. Esta llovizna se transformó en lluvia franca
que desembocó en un torrente interminable de aguas borrascosas que amenazó con inundar la Sabana. A los pocos días se había
precipitado un violento aguacero, acompañado de rayos y truenos incesantes. La furia de Chibchacún se sentía por los cuatro puntos
cardinales. Hacía mucho tiempo que Bochica había desaparecido del panorama.
Los ríos y las lagunas del altiplano comenzaron a desbordarse y el volumen del agua a ascender amenazadoramente.
En pocas semanas el diluvio había arrastrado viviendas, árboles, cultivos y animales. La fuerza del agua los empujaba hasta los cerros
orientales. Los hombres y las mujeres alcanzaron a huir con sus hijos cargados y algunas pertenencias hasta las cimas de algunos montes,
mientras imploraban a los cielos el perdón por sus desmanes y debilidades.
Millares de criaturas temblorosas, tomadas de las manos, asustadas y arrepentidas, contemplaban desde las cumbres de las montañas
que rodeaban la Sabana el enor me lago que minuto a minuto crecía bajo el cielo ennegrecido por la tormenta. En coro unánime, rogaban
a los dioses que cesara la borrasca. De un momento a otro vislumbraron un rayo de luz en el horizonte. La figura inconfundible de
Bochica, con su túnica, cabellera y barbas blancas, apareció sosteniendo en su mano derecha una vara que blandía hacia el cielo.
Al instante la lluvia cesó, los truenos se acallaron, el cielo se despejó y se fue tornando azul.
Bochica se dirigió hacia una inmensa roca junto a la cima del cerro y mientras balbuceaba algunas palabras, tocaba las enormes piedras
con su cayado, en medio del silencio abrumador de la comunidad.
La colosal roca, al contacto con la vara de Bochica, se fue abriendo por la mitad hasta formar un estrépito ensordecedor. Enseguida,
fueron cayendo al lado opuesto del lago millares de piedras hasta formar un gigantesco orificio que conducía a un abismo. Las aguas
de inmediato se precipitaron hacia el infinito como si fueran un potro de aguas negras salpicadas de rugidos y espumas. La Sabana
volvió a ser la de antes, ahora más verde y más fresca. Por el oriente renació el sol vigoroso y dorado y las gentes comenzaron a gritar
y a saltar, dando muestras de alegría y gratitud.
Bochica les hizo una señal con el cayado, indicándoles la mediación entre los terrestres y los dioses y como prueba de ello apareció en
el horizonte el arco iris.
Por el abismo salvador brotó lo que hoy conocemos como el Salto de Tequendama. Los muiscas volvieron a sus labores y a sus
actividades normales, despojados de maldades y codicias, preparados en su interior para enfrentar más adelante otras tormentas
invasoras.
Mapuche
En las tradiciones del pueblo amerindio mapuche, igualmente existe una leyenda sobre la inundación del hogar de este pueblo o del
planeta al luchar entre sí dos serpientes, llamadas Tren tren vilu y Caicai Vilu. El pueblo mapuche cuenta entre sus mitos con la
fantástica leyenda del diluvio universal que reviste cierta analogía con el diluvio bíblico. Encarnan la leyenda dos serpientes, la llamada
Tren tren vilu, protectora de los hombres, y Caicai vilu, enemiga del género humano.
Un día fueron Advertidos por la culebra amiga Tren tren vilu que la culebra enemiga les preparaba un exterminio mediante una terrible
salida del mar y les instó a refugiarse en el cerro sagrado que ella habitaba, donde sólo unos pocos concurrieron. Producida la inundación,
a medida que las aguas subían Tren tren vilu elevaba el cerro hasta acercarse al sol. Los refugiados se salvaron y los que fueron
alcanzados por las aguas quedaron convertidos en peces, cetáceos y rocas. Así fue cómo se salvó la humanidad al bajar estos pocos
hombres desde el cerro en el que se habían refugiado.
Maya
Para los k’iche’s, por ejemplo, la inundación fue producida por Uk’u’x Kaj (“Corazón del Cielo”) o Jurakan, Madre y Padre de los
dioses, a fin de destruir a la raza de hombres de madera (Recinos 1984: 94-98; Christenson, 2003: 85-90). Fray Bartolomé de las
Casas (1967, II:507) refiere también que entre los q’ekchi’s de Verapaz “había noticia de un diluvio y del fin del mundo, y llámanle
Butic, que significa diluvio de muchas aguas y quiere decir juicio, y así creen que está por venir otro Butic, que es otro diluvio y juicio,
no de agua, sino de fuego, el cual dicen que ha de ser el fin del mundo, en el cual han de reñir todas las criaturas.”
Semejante al anterior es un pasaje contenido en la Relación de la ciudad de Mérida (De la Garza, 1983, I: 72), mismo que confirma la
creencia en diluvios sucesivos de agua y fuego, como también en un caimán que simbolizaba la inundación y la tierra.
En la obra "Historia de la América Central" de Enrique Gómez Carrillo, de 1906, donde el autor recopila documentos de la conquista y
la colonia, principalmente del fray Francisco Ximénez, se describe cómo, a la llegada de los primeros misioneros cristianos, encontraron
paralelos en los temas de la torre de Babel, las tribus perdidas, la caída de Lucifer, los viajes de evangelización de los apóstoles y, por
supuesto, el diluvio universal. En un fragmento se describe de cómo el cacique de Nicaragua, sosteniendo un diálogo con Gil Gonzáles
de Ávila, preguntó si ellos en sus historias, también tenían noticia del diluvio que había destruido el mundo antiguo.
Mexica
En el manuscrito mexica denominado Códice Borgia (Códice Vaticano), se recoge la historia del mundo dividido en edades, de las
cuales la última terminó con un gran diluvio a manos de la diosa Chalchitlicue.
Inca
En mitología incaica, Viracocha destruyó a los gigantes con una gran inundación, y dos personas repoblaron la Tierra: Manco
Cápac y Mama Ocllo. Únicamente sobrevivieron en cuevas selladas.
Uros
En el lago Titicaca, donde habita un grupo de indígenas conocidos por el nombre de uros o urus, existe una leyenda local que dice que,
después del diluvio universal, fue en el lago Titicaca donde se vieron los primeros rayos del Sol.
Kawésqar
Para los Kawesqar, o Alacalufes, de Tierra del Fuego, una gran inundación tuvo lugar en el mundo cuando un joven cazó, para regalarle
una buena comida a su novia, a una nutria (o coipo, según otra versión) que por tabú no podía ser cazada. Ésta era una criatura protegida
por el espíritu de las aguas, quien, dolido por esta afrenta, hizo subir el mar para vengarse de toda la humanidad. Al final del relato, el
joven y su novia se salvan al subir a elevados cerros. Luego son ellos los encargados de repoblar la tierra.
Taíno
Según una tradición de los taínos del Caribe, Yukiyu o Yukahua,"dios", creó una gran inundación. Se dice que se salvaron gracias a que
se albergaron en el bosque fluvial del Yunque.
Guaraní
La Mitología guaraní de los nativos de América del Sur sostiene que durante el tiempo conocido como "Yvy tenonde" (primera tierra),
los hombres y los dioses convivían libremente en ésta en abundancia y no existían enfermedades o penurias...
Hasta que un hombre llamado Jeupié transgredió el tabú máximo: el incesto, al copular con la hermana de su padre. Este hecho fue
castigado ejemplarmente con un diluvio (Mba'e-megua guasu) que destruyó aquella tierra primera y produjo la partida de los dioses
hacia su morada celestial.
Ñamandú, dios principal de los guaraníes, decide crear entonces una segunda tierra, aunque imperfecta. Solicita entonces la ayuda de
Jakairá quien esparce una bruma vivificante sobre la nueva tierra. Los sobrevivientes del diluvio pasan a habitar esta tierra donde ahora
existen la enfermedad, los sufrimientos y la muerte.
Desde entonces los hombres habitantes de la "nueva tierra" conocida como Yvy Pyahu están condenados a la eterna búsqueda de aquella
primera tierra perdida que llaman: "Yvymara'neỹ" (Tierra Sin Mal).
Pascuense
La tradición del pueblo de Isla de Pascua dice que sus ancestros llegaron a la isla escapando de la inundación de un mítico continente o
isla llamada Hiva.
Moussaye
En la nación africana de Chad, la tribu moussaye en su mitología cuenta la historia de que una vez una familia vivía en un lugar remoto,
y que cierto día, la madre quiso preparar una comida opípara para su familia; así que tomó el mortero con su majador para moler el
grano y hacerlo harina. (En aquel tiempo el cielo estaba mucho más cerca que ahora. En efecto, si se alargaba la mano, podía tocarse.)
Majó el grano con todas sus fuerzas; sí, machacó el mijo y lo hizo pronto harina. Pero al moler, la mujer se descuidó y alzó el majador
tan alto que hizo un agujero en el cielo. En el acto empezó a caer a la tierra mucha agua. No era una lluvia normal. Llovió durante siete
días y siete noches hasta que toda la tierra quedó anegada. Conforme caía la lluvia, el cielo se iba levantando, hasta que llegó a la altura
inalcanzable que ahora tiene. Desde entonces perdimos el privilegio de tocar el cielo con la mano.
Brasil
La Pedra do Ingá. Situada en el municipio de Ingá, en el Estado de Paraiba, en Brasil. En la Pedra do Ingá hay más de 400 grabados,
algunos zoomorfos, otros que representan signos abstractos y otros que representan estrellas.
Uno de los investigadores más notables que la ha estudiado fue el brasileño de origen italiano Gabriele D'Annunzio Baraldi, En su
opinión, la roca sería el relato del diluvio universal escrito en un idioma muy similar al hitita, hablado en el II milenio antes de Cristo
en la actual Turquía. Según apunta el investigador Yuri Leveratto, la hipótesis de Baraldi podría ser considerada real.

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