Jorge Mario Garcia Laguardia La Defensa de La Constitucion PDF

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En este lugar se ins/alo la asamblea c()f1Stituyente de 1823.


Antiguo edificio de 10 Universidad de San Carlos de Guatemala.
JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION

Prblogo de Hector Fix Zamudio

Facultad de Ciencias Jur(dicas y Sociales,


Universidad de San Carlos de Guatemala

Instituto de Investigaciones J ur(dicas,


Universidad Nacional Autonoma de Mexico.

1983
A Jorge Carpizo y H~ctor Zachrisson:
Maestros y Amigos .
IN DICE

Pag.
Presentacion, Francisco Rolando Ve lazquez Gonza lez . . . . . . . . . . .. .
Prologo , Hector Fix Zamudio . . . . . . . . . . . . . . . ... ... . . .. r • • • ii
Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ix

LA CONSTITUC ION COMO DERECIIO FUNDAMENTAL. SU -


PREMACIA .-. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
If IMPERATIVIDAD CONST/TUCIONAL . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
III i,QUE CONST/TUCION DEFENDER? LEGITIMIDAD CONS-
TITUC IONAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
IV DEFENSA DE LA CONST/TUCION. CONCEPTO Y CONTE-
NIDO. . . . .... . ... .. . . .... . .... ........... . . . .. .. ... 9
V PROTECCION CONST/TUCIONAL. INSTRUMENTOS . . . . . . 13
A. Politicos .....,... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 •
1. Division de Poderes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
2. Controles intraorganos e interorganos . . . . . . . . . . . . . 14
a) Procedimiento legislativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . IS
b) Refrendo ministerial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
c) Organizacion jenirquica del poder judicial . . . . . . . 16
d) Veto presidencial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
e) Interpelacion ministerial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
B. Economicos y hacendarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
C. Sociales. RegiTT)en constitucional de los partidos .. .,. . . . . . 19
D. Rigidez constitucional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
VI GARANT/AS CONSTITUCIONALES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
A. Habeas Corpus. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
B. Amparo.. ..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
I. Casos de procedencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
2 . Improcedencia . ..... . . . . . . . . . . . . . . . . .. .... 48
3 . Competencia .. . . . .. .. . .. .. ... .... . . .... .. 49
4. Efectos ..... .. ... ... ... .. . . ........... . . .. . . 50
5. Disposiciones varias . . . . . . . . . .. :. . . . . . . . . . . . . 51
6. Jurisprudencia ... t. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
C. Control de constituc ionalidad de las Jeycs ...\. . . . . . . . . . 52
1. Antecedentes . . . . .... .... .. . .. . . . .. ... .... 52
2. La Constitucion de 1965. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
/ a) La supremacia constituc ional y el control de oficio . 56
b) Inconstitucionalidad en casos concretos. . . . . . . . . 57
- 1) Via de accion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
2) V fa de excepcion. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . 58
3) Sentencia y cosa juzgada. . . . . . . . . . . . . . . . 59
Pag.
c)
La Corte de Constitucionalidad . ,. . . . . . . . . . . . . 60
~ 1) Antecedentes y modelo . . . . . . . . . . . . . . . . 60
2) Integraci6n del Tribunal. . . . . . . . . . . . . . . . 60
3) Objeto y efectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
4) Legitimaci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
VII POLITICA Y JUSTICIA . LA GRAN CUESTION . . . . . . . . 64
A. La revisi6n judicial de la legislaci6n . Proceso historico .. .\ . . . 64
B. Los cuestionamientos. Izquierda y derecha ... . .. ... '. . . 67
C. EI debate sobre el papel pplitico de la funci6n judicial .. . ~ '. 69
D. La Constituci6n de 1965 y la experiencia reciente. Balance
de la Corte de Constitucionalidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
VIII POST-SCRIPTUM .. ..... .. .. . .. ... .... . . ... . . . .. . 78

APENDICE DOCUMENTAL. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81

DecIaraci6n de los derechos y garantias que pertenecen a todos los ciu·


dadanos y habitantes del Estado de Guatemala , 13 de septiembre de
1837. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83

Recurso de Exhibici6n personal interpuesto por Jose Mar ia Gonzalez ,


13 de mayo de 1880. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86

Recurso de Exhibici6n personal interpuesto por Maria del Carmen Her·


mindez a favor de Leonel G6mez Saz , 7 de noviembre de 1973. . . . . . . . 89

Recurso de Amparo , interpuesto por Alejandro Silva Falla con tra el Pre-
sidente de la Republica y el Ministro de Gobernaci6n, 9 de marzo de
1960. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90

Recurso de Inconstitucionalidad del Decreto numero 1725 del Congre-


so de la Republica , interpuesto por el Procu rador General de la Naci6n,
8 de enero de 1971 . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . .. . . . . . . . . ..... . . 92

Recurso de Inconstitucionalidad, presentado por Enrique Alfredo Peral·


ta Azurdia, contra Los Decretos del Congreso de la Republica numeros
2·78 y 3-78, que decIararon validez de las elecciones presidenciales del
mes de marzo de 1978 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105

Recurso de Inconstitucionalidad , presentados por los Abogados Manuel


Colom Argueta, Adolfo Mijangos y Hector Zachrisson Descamps, contra
el art iculo 23 de la Ley Electoral y de Partidos Pol iticos. . . .. . . ., 115

Voto razonado del Magistrado Presidente de la Corte de Constituciona-


Iidad, en el recurso anterior. . . . . . . . . . .. . 116
PRESENTACION

Con especial satisfaccion prescntarnos a la co nsiderac ib n de los <' stlldio·


sos del Derecho Consti tucional la obra del Dr. Jorge 1\-1ario Garcia Laguardia,
hijo ilustre de esta casa de estudios, titulada: La Defensa de fa Constituci6n.
Los 11l0tivos que la impulsaron, c1ara mente explicitados por Sll :llIto r, e ll('u en·
tran sobrada confirl1lac ion en d con tenido del texto , elogiosamcJ]te c.ome nta-
do por el distinguido jurista mexicano Dr. Hector Fix Zamudi o, en el prolo-
go de la misma. Esta publicac ion, independientemente de su valor intrinseco,
represen ta, ade mas, un trabajo de inestimable valor, por vari as razo nes concu-
rrentes:
Constituye, en primer lugar, expreslOn co nc ret a de autentiea cooperacion
entre dos instituciones universitarias que al co njuntar esfuerzos sirven y bene-
fieian el desarrollo de la investigac i6n y de la do cencia universitarias, ereando
expectativas mayores de rcl ac i6n y cooperacion n o solo entre las entidades aho-
ra participantes sino, ademas, con otras universid ades de America Latina, que
yean en el presente esfuerzo un ejemplo de la solidaridad que , co mo denomi-
nador com un, debe informar el trabajo eotidiano de nuestras Universidades.
Por otra parte y para el casu especlfico de Guatemala, la obra del Dr.
Jorge Mario Garcia Laguardia tiene una connotacion historica ex traordinaria,
ya que es public ada precisamente eu ando la crisis poJltica, economica y social
que desde hace mueho s anos padece nuestra patria, impolle la obligacion a to-
dos los sectores e instituciones del pueblo de Guatemala, de ap o rtar plantea-
mientos serios, honestos y objetivos, que contribuyan a resolver la compleja
problematica nacional, para proyectar una luz de esperanza que se avizore
como final del tunel de oseuridad creada por el frau de, la corrupci6n y el ci-
nismo co mo estilo y filosofla de gobierno. En tal sentido, La Defensa de la
Constituci6n had luz, indudableme nte, en el panorama p o litico y juridieo
de Guatemala, puesto que contribuira a que gobemantes y gobe mados com-
prendan en to do su significado la enorm e importan cia que reviste la integra-
cion de una Asamblea Constituyente c uyo s miembros sean representantes legi-
tim os de la voluntad popular, y su produc to : la Constitucion, incorpore las
respuestas adecuadas a la problematica politica, economica, social, cultural,
etc., que pretende regir. He aqui la razon que fundamenta la interrogante ,
vital, que el autor se plan tea acerca de iQue co nsti tucion defender?, y la res-
puesta clara, precisa y contundente a dicha interrogante .
Finalmente, estamos seguros de que la obra del Dr. Garcia Laguardia,
aparte de ser recibida como un importantisimo aporte ala bibliografla del De-
recho Constitucional en general, y muy particularmente del guatemalteco (que,
por c ierto, Ie debe sus mayores y m cjores contribuciones) sera objeto, adem as,
de obligada, profunda y m editada reflexion , para que su lectura rinda los fru -
tos positivos qu e , por Sll co nl e nido, es obligado esperar.

Francisco Rolando Velazquez Gonzalez. *

Oceano de la racultad de Ciencias Juridicas y Sociales, de la Universidad de San Car-


los de Guatemala. Profeso r Titular de Derecho Constitucional Guatemalteco y Dc-
recho Internacional Publico ,
PRO LOGO

Consideralllo s un a grata tar~ a haec r algunas retl cx ion es con mot ivo del ex-
celente libro elaborado po r el destacado jurista guat emalteco, pero tambien me-
x ican o, el profesor Jorge Mario Garcia Lagua rdia. Y decimo s mex icano, no so-
lo por haber cursado en nu est ro pais sus estud ios de postgrado, sino por su
fruc tifera labor de varios ali os en el Instituto de Investigaciones J uridicas de
la UNAM.
EI pro feso r Care l" La guard ia abo rda con profundidad 13 apasionan te cues-
(ib n conte mpora nca de la ))efensa de 13 Con stit uc ion , tanto en sus lineam ien-
t os gene ral es como en su regul ae ion. co neret a en los di ve rsos ord enamientos
de Guatemala, y para ell o ut il i7a lo s dos instrum entos metodol og icos sin los
cuales no pu ede realizarse se riaillente ninglll1 estud io ju ridico en nuestra epo·
ca; por una parte la cOlllpa racio n en el ti eillp o 0 sea Hi storia del Derecho, y
por la otra, la comparacion en c1 espacio, es decir. Derecho cOlllparado.
Inicia el distinguid o autor su estll(lio COil el exa men de los aspectos esen-
'ciales del concepto de Constitu cit)l1. destacando sus atributos de supremacia
e imperativ idad . en virtud de qu e' , dentro del ord enamiento juridico ex isten
las disposiciones c(}nstitucion :.rl cs co n una primacia clara , como base de todo
el rcstan te co njunt o de normas y qu e recoge n las decis ion es roliticas fun da-
mentales de una comun id ad politica. Por otra parte, la propia Constitucion
. tiene or erat ividad inmcdiata , 31 establece r un a vinculacion au tomatica para
. gobernantcs y gobernad os. de manera que con ind epende ncia de si las nor-
. mas fundam enta les tienen ca nicter programat ico u o p e rativ ~, poseen un ra fo l'
Ilunnatill() y d irecto , segu n la ex pres ieJll del conoe ido jur ista espaiiol Ed ua rdo
Ga rcia de Enterr!a.
En sus reflexiones de ca racte r general cl profeso r Garcia Laguardia ab ur·
da el prob lema relat ivo a 13 Icgitimidad con stitu cional, es cl ec ir , que (miea-
mente merece scr defelld ida la Const itu cic'l n cuando es produ cto de un con·
senso popular libre y dernocratica mente obtenido, tomando en consid era-
cion qu e el citaclo prob lema de la legitimidad se encue ntra en la base de la
' estabilidad politica y const itucional.
Una segunda part e del excelcnt e estucl io se refi erc <I I -:oncep to y al CO ll-
ten id o dc la dcfensa constitueional, y para cli o haec refere ncia a la clasica
po lemica cntrc Il an s Kclsen y Carl Schmitt en los afios treintas de este siglo,
en la cual se fijan las bases de una teoria general de la defensa constitucional ,
la que corn prcnd c a todos Ius in strurn entos estableeidos para limitar los abu-
IV !lECTOR FIX ZAMUDIO

sos de poder y su sOllletillliento a Ill S linC3m iellt lls fijados en el tex to Cll nstitll -
cional , rehasa nd o el especifico co ntrol de .::onstitllcionaliJaJ de las ley es. qu e
solo pued e co nsiderarse como un aspectLl.
Con objeto de estudio se intent a una clasificacion de los d iversos instrll -
mentos de defensa constitucional , los cuales pueden agruparse en dos catego-
rias : proteccion de la Constitucion y garantias constitucionales en sent ido es-
tricto . Ell el prim er sec tor quedan comprendidos los medios a traves de los
cuales se pretende obt ener la marcha armo nica de los poderes publicos; los
que pu eden ser de canicter politico, econo'llico , social y de tecnica juridica
y que han sido canalizados a traves de norma s de canicter fundamental e in-
co rporados a los documentos constituciona les con el proposito de lim ita r el
poder y lograr que sus titul ares se sometan a los lineamientos estahlecidos en
la propia Constitucion ; en ta nto que las garantias con stitu cill na\r s estan for-
madas por los instrum entos juridicos, predominantemellte de caracter proce-
sal, que estan dirigido s a la reintegracioll del ord en cOll stit ucion31 cuando el
mismo ha sido desconocido 0 violado [lor los propi os o'- gallus del poder, it
pesar de los instrumentos protectores .
El profesor Ga rcia Laguard ia exa llli lla Ius divt' rws medios protecto res y
en primer lugar analiza los de caracter politico . el prin cipal de Ius cuales es-
ta representado por el principio de la div ision de los poderes en su transfor-
macion actual en el derecho guatemalteco , en el cual se incluyen los co ntro-
les intraorganos e interorganos, de acu erclo co n la co ncepcion del ilu stre ju-
rista aleman Karl Loewenstein ; tambien estud ia !a regul acion de los recursos
economicos y hacendarios, establ ecido s para ga rantizar 13 pureza en el mane-
jo de estos recursos y su utilizacion dentro de los I {mites co nstitucionales, ta-
les como las leyes de ingresos y de egresos y su fiscalizacion gen eral , a traves
de la Contraloria de Cuentas de Guatemala; la regulacion dt los grupos socia-
les, en particular, el regimen constitucional de los partidos politicos, en su
evolucion en los distintos ordenami entos con stitll cionai es guat elilaltecos, y
finalmente, los instrumentos de tecnica juridica cllya manifestac illll mas im -
portante se encuentra en el principio de la rigid ez constitucional.
A continuacion , el auto r se ocupa con detenimiento a las diversas ga ran-
Has constitucionales que se han co nsagrad o en las ctiversas Constituciones de
Guatemala, y particularm ente en la ultima , es decir, la proIl111lgada en 1965,
y su reglamentacion por la Ley Habeas Corpus, amparo y de con stitucionali-
dad, de 3 de mayo de 1966 .
Prim ero estudia la institucio n del habeas corpus 0 exh ib ici6n personal,
inspirada en el derecho angloam ericano , co mo in strument o prot ector de la
lib ertad personal , y que tiene una larga tradi cio n en el derecho guatemalteco ,
inc1.uyendo la pruposicion prese ntada por el diputad o , upl ellte po'r Guatema-
la en las Cortes de Cadiz, dOll Manu el de Llano, quien pid io ell la sesion de 14
de dici embrc de 1810 . que se redact:Ha una ley similar a la de habeas corpus
PROLOGO v

de In glaterra. hIe Ill cditl protector se illtrodlljo ell (;lIat clllala ell d Ct1kbio
prueesal penal de primero de cnero de 1837, y sc desarrollo palllatinJmente en
los posteriores ordenamientos. hasta lIegar a Ia Carta de 1965 y 13 ky regla-
menta ria de 1966.
Talllbien se refiere d autor al derecho de amparo, qu e si bien tieHc su da-
ra inspiracion en la institllcion mexicana del mismo nombre, como oCllnic) en
toJa Centroalllerica ; sin embargo , se desarrollo de manera diversa, desde SlI in-
troduccion en las reformas de 1921 y 1927, a 1a Constitucion de Guatemala de
1879, (con antecedentes en las Cartas Federales de 1898 y 1921), pl " ';U que
todavia tiene como funcion exdusiva la tutela de los derechos fundalll cntales
establecidos en la Carta Constitucional, cxcluycndo a la lib crtad personal pro-
tegida por el habeas corpus, por 10 que no se puede interponer el propio ampa-
ro contra resohlciones jud iciales por violacion de lcyes ordinarias y por ello no
posee la extension y complejidad de la instituci6n mexiC3na .
EI profesor Garcia Laguardia exalllina con pcnetracion y detcnimi clltn los
diversos aspectos del dereeho de amparo en el ordenamiento guatemalteco.
tanto a nivel constitu cional como en relacion con las do s leyes que han regu-
lado la institucion , de 1928 y de 1966, destacando las cuestiones rclativas a
su procedencia; improcedencia; competencia; efectos del fallo; algunos linea-
mientos generales y la jurisprudencia sobre la materia.
La tercera garantia eonstitucional estudiada por el profesor Garcia Lagua r-
dia se refiere al control de la constitu cionalidad de las leyes, la que posee una
vieja tradici6n en el derecho cOl1stitll cional de Guat emala , si se lorna en cuen -
ta que se remonta ·al primer co nstituye nte federal de 1824, y se regulo en el
Decreto II de septiembre de 1837 que contiene la Declaracion de los dere-
chos de garantias que pertenecen a todos los ciudadanos y habitantes del Es-
tado de Guatemala , ordenamiento que se incluye en el Apendice documental
del trabajo que examinamos, y cuyo articulo 50. c(lnsigno un antecedente que
el autor cOl1sidera como clave y precursor, puesto que establece la nulidad de
toda disposicion legal contraria a la Carta Fundamental ; principio de suprema-
cia constitucional desarrollado por el Decreto de febrero de 1938, inicio de la
desintegracion de la Federaci6n_
EI control de la constitucionalidad de las leyes evoluciono en los diversos
ordenamientos constitucionales de Guatemala hasta Ilegar a la Carta Suprema
de 1965 , en la cual se contempla un sistema mix to , pues por una parte se con-
signa una declaratoria de inconstitucionalidad en casos concretos, y por la otra
una decisi6n de inconstitucionalidad con efectos generales y derogatorios, en
una nueva experiencia de control concentrado.
EI control de constitllcionalidad de las leyes a traves del sistema difuso , es
decir, el que se encomienda a los diversos jlleces y tribunales, asume dos moda-
lidades esenciales, puesto que puede ser ejercitado de oficio por el juzgador, de
acuerdo con el principio de la supremac ia constitucional , 0 bien puede ser plall-
VI I-lECTOR rtX ZAMUDIO

teado por las partes en un proceso concreto ya sea ~n via dc acci('lIl , ~s dccir,
impugnando directamente el ordenamiento que se considcra contrario a la
Carta Fundamental, 0 bien por la Hamada via de excepci6n , en realidad, in-
cidental 0 prejudicial , 0 sea como una cuestion previa que debe decidirse an-
tes de entrar al fondo de la controversia; pero en todos estos supuestos, el fa-
110 se traduce en la desapIicacion de las disposiciones impugnadas, es decir,
que la sentencia es dec1arativa al detenninar una nulidad preexistente en for-
ma retroactiva (ex tunc) y los efectos se limitan a los hechos en que se bas6
el caso concreto en el cual se planteala cuestion de inconstitucionalidad,
EI aspecto realmente novedoso de la Carta de 1965 y su ley reglamenta-
ria d e 1966, es la relativa al establecimiento de la Hamada Corte de Constitu-
cionalidad, que no es un tribunal pemlanente , puesto que se integra cad a vez
que se plantea una cuestion de inconstitucionalidad , con doc e miembros, cin-
co de los cuales son Magistrados de la Suprema Corte, inc lu yendo el Presiden-
te de esta ultima y los restantes se designan por so rt eo pract icado por la pro-
pia Corte entre los magistrados de la Corte d e Apelaciones y del Tribunal de
10 Contencioso Administrativo,
Dicho tribunal constitucional ha t en idn una actividad restringid a en vir-
tud de que la legitimacion corresponde exc\usivamente al Consejo de Estado ,
(organo de canicter consultivo); al Colegio de Abogados por acuerdo de su
asamblea general; al Ministerio Publico por disposicion del Presidente de la
Republica tomada en Consejo de Ministros, y por cualquiera persona 0 enti-
d;id a quien afecta d irectamente la inconst i tucional idad d e la s d isposici o nes
impugnadas , con el auxilio de die z abogados e n ejercicio; adem as, y particular-
mente por la difkil situacion politica de los (Iltimos anos en Guatemala; pero
de c ualquier manera constituye un importante precedente de la introduccion
dentro de un sistema tradicional inspirado en el derecho angloamericano , de
ca racter difuso con efectos particulares, del modelo europeo la Carta Federal
'\ ustriaca de 1920 , inspirada en el pensamiento del in signe Hans Kelsen , de
las Cortes 0 tribunales constitucionales que realizan un control concentrado
y c llyas sentencias tienen efeet os generales para cl futuro (ex nunc),
En la ultima parte de su trabajo, el distinguido jurista guatemalteco abor-
da la compleja cuesti6n de las relaciones de politica y justicia respecto de los
tribunales constitucionales especializados, y que ha renacido nuevamente en
los ultimos anos entre aquellos que no obstante reconocer la funci o n pollti-
ca del control de la constitucionalidad, cn nsid e ran que dicho co ntrol no alte-
ra la naturaleza judic;ial de los tribunales constitucionales; y los que por el con-
trario afirman que $;:: i lO producido una politizacion de la jllsticia d cbido a la
intcrvenci6n de los jueces en la decision de las cuestiones de constitucionali-
dad, En el fondo, esta polelllica no hace sino reite rar el c1asico tlcbatc que
se rrodujo durante la tcrcera decada de este siglo entre Hans Kelsen y Carl
Schmitt.
PROLOGO VII

De ac ucruo con cl CX:lmcn ue la t'x pcrienc ia de la Cort e de Cunst ituciona-


lidad Guatemala , cI autor considcra qu e no obstante que dic ha Cort e especia-
lizaua co nocio de pocos casos en tre los anos de 1966 y 198 1, (e n que se sus-
pend io la vigencia de la Con st itu cion) y solo en uno de elias, promovido por
el Procurado r General a nombre de l Presidente de la Repub lica , se formula
la declaracion de inco nstitucionalidad con efectos generales, esta labor debe
considerarse fructifera , y ademas, tampoco prod ujo el pe ligro del gobicrt1o
de los jueees, el que no se ha presentado en utros paises en los cuales ha ex is-
tido una intensa actividad de sus cortes 0 t rib unales constitucionales, com o
Italia, Austria, RepUblica Federal de Alemania~ Espana.
Ademas de las numerosas y cu idadosas notas bibliograficas can las cua-
les documen ta su investigacian, el profeso r Garc ia Lagua rdia consigna al fi-
nal del mismo un importante Apendice Documental so bre la just ic ia consti-
tucional en su paiS , en el cual inclu ye cl Decre to legislativo que cont iene la
Declaracion de los derechos y gara ntias que pe rtenecen a todos los c iudad a-
nos y habitantes d el Estado de Guat emala de 13 de septiembre de 1837; dos
resoluc io nes d ic tadas en rec ursos de exhib ician personal, una en 1880 y la
Olra de ac uerdo con la legislac io n reciente, en el ano de 1973; un fall o dictado
el 9 de marzo de 1960 en un recurso de amparo; y tres sentencias dictadas
en recursos de inconstituc io nalidad, entre elias el fallo pronunciado el 8 de
enero de 1971 por la Corte de Constituc io nalidad , y por la cual declara la
inconstitucio nalidad , co n efectos general es, de un decreto legislativo.
Como pued e adverti rse de las supe rficiales observaciones que hem os re a-
lizado, el trabajo dl! investigacion del conocid o jurista gua temalteco d ebe con-
siderarse como una valiosa y docum entada aportacion a la escasa bibliografia
latinoamericana sobre el tema de la defe nsa constitucional , ta nto par 10 qu e se
refiere a sus principios generales, como respecto al analisis de las instituciones
juridicas de Guatemala, por 10 qu e su lectura debe considerarse indispensable
para todos aquellos que estam os preocupados por el respeto del fundamental
principio de la supremacia co nstituc io nal en nues tro atomlentado y convul-
sionado Continente.

Ciudad Universitaria de Me xico , febrero de 1983 .

Hector FIX-ZAMUDIO
PR EFAC IO

[ste libro es pruducto de una lll eJ it ac ion sostenida durante mUl"! los :1110S.
Un prim er est udio su bre el tellla 10 rca lil.a lllos COtllO trabaj o de curso. cua n-
do hacialll os nu estro Doc toraJ o en la Un iversidad Nac ional ;\llt(lIl Urna de Me-
xico, el qu e fue pub licado po r la revista de la L1n ive rsid ad de Sa il Ca rlos (La de-
fensa de la ConstituciOn. Aspectos del control de constitllcionalidad de las le-
yes) . Despues, ~ I gohie rn o italiano nos di stin gui o con lI ll a beea de es tudi os.
qu e eUlll pli l110s en Flore ncia. do nd e in iciam()s lIlla cntlllln iClc illn qll " pe rs is·
te hast a hoy, enr iqll ec ida cn n una afeetll osa :1I11i sta d, «I ll los pf\l fes or ~ s Mau -
ro Cappell et i y Paolo Baril e, donde profll ndizal11os en la telll 3tica de :.1 juri s-
diccion co nstitllcional , fort alecida aii os despu es, en 1977 , con una es tancia ell
Roma , co mo In vestiga dor Visi ta nte ell el In stit uto It alo Lati noa l11 erical1().
La asi stenc ia a varias reuni ones academi cas. nils ob ligQ a dar forilla pall -
latina a su contenido. EI Colegio de Abogados de Guatemala, nos in vite, co-
mo uno de los co nfe rencistas al VII Congreso Juridico celebrado en Q" et·
zaJtenan go en el ano 197 2- Y la versio n taq ll igr3fica de nll est ra in tnvclwi(·' tJ.
fue pubJicada pa r 13 Asocia cia n de Estudiant es de la Universidad Rafael I JI,·
divar en su colecc ian Sempter Partitarum (Teor.a General de la Defensa de
la Constitucion) . En el Coloquio del Institllto Iberoamerica no de De recho
Constitucional , celcbrado en Bogota y patftl\.:inado pa r 13 Universidad Exter·
nado de Colombia en 197 7, present amos un a ponenc ia sobre el Habeas Cor-
pus y el Amparo en el derecho constitucional guatemalteco, tema sobre el
qu e insistim os en el Coloquio Italo-Iatinoamericano de eonstitucionalistas, ce·
lebrado en Roma y Perugia en J 979, trabajo qu e fue publieado en el 80let.n
Mexicano de Derecho Comparado y en la Rev ista del Colegio de Abogados
de Guatemala. Finalmente las notas ord enadas para nuestro info rm e al Con-
greso fnt ernac ional sob re La Constituci6n y su Defensa, celeb rado en el Ins-
tituto de Investigaciones Jur.dicas de 13 UNAM , en ciud ad de Mex ico , en Agos-
to de 1982 , nos pe nlliti eron tener un material, qu e creilllos era lltil o rd enar.
Un esfu erzo fin al nos pe nn itia haee r una rev isi(\ n global de l ll1i SJll o. qll e enri-
qu ec ido sli stancialm ent e, aqu i prese ntamos.
Dos eleille ntos habr ia que reco rdar. La cO lllllnicac i{lIl pe rlll <l ll ent e, des-
de 1971 en que nos incorporaill os al Instituto de Investigaciones Juridicas de
la Universidad Nacional Autonoma de Mh ico - co n eI doc tor Hec tor Fix Za-
mudi o, cI Ill ejor espec iali sta latin oalll erica no sob re el t ema , y la eo ntinuada in-
teri oc licion co n los co leg<ls del Institllto Iberoamericano de Derecho Constitu-
x JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

cional, nos pennitieron cambiar muchas impresiones y cnriqllcccr co ntinua-


mente infonnaci6n.
Y finalmente, nuestra personal y temprana preocupacion polltica y aca-
demica por la vigencia de los derechos humanos, por-el respeto a la ley supre-
ma y por la necesidad de una legitimidad constitucional como prespuesto de
un regimen democnitico . Todo ello, condujo espontaneamente, a la fonnu -
lacion de este trabajo, que consideramos como una aportacion a la critica
de una realidad insatisfactoria y un llamado al retorno y la preservaci6n de
instituciones democraticas en el pais, largamente preteridos.

Ciudad de Mexico , febrera de 1983 .

Jorge Mario Garda Laguardia.


I. LA CONSTITUCION COMO DERECHO FUNDAMENTAL. SUPREMACIA.

En la base del problema de la defensa de la Constitucian, est a el concep-


to de la supremacia constitucional. Kelsen formula la idea de la concepcion
unitaria del ordenamiento juridico. Este no seria un sistema de normas coor-
dinadas a un mismo nivel , sino una estructura jerarquica de preceptos juridi-
cos desarrollados en un proceso de creacion y aplicacion, que venia desde la
norma constitucional, pasando par las leyes ordinarias, regiamentos, hasta
Ilegar a las sentencias judiciales y a los negocios juridicos.
Esta concepcion sirvio de base para distinguir las normas primarias 0 fun-
damentales, de las secundarias 0 derivadas, entendiendo el sistema juridico
. como una piramide en cuya cuspide la Constitucion, que a su vez tiene su
justificacion ultima - dentro de una concepcion mas logica que juridica- en
una norma hipotetica fundamental , que ordena el respetO' a la Constitucion.
La cuspide de la piramide, esta ocupada por la Constitucion, que regula y de-
term ina la suprema competencia del sistema jurfdico, la suprema autoridad
del Estado. Asi, la Constitucion representa el nivel mas alto del sistema ju-
ridico. Es, al decir de Sanchez Agesta, el derecho fundamental de la organi-
zaCiOn. La unidad de estas (las normas) hallase constituida por el hecho de
que la creacion de una norma - la de grado mas bajo- se encuen tra determi-
nada por otra - de grado superior-, cuya creacion es de term inada, a su vez,
por otra todavi'a mas alta. Lo que constituye la unidad del sistema es preci-
samente la circunstancia de que tal regressus termina en la norma de grado
mas alto, 0 norma basica, que represen ta la suprema razan de validez de todo
el orden jUridico. La estructura jerarquica del orden juddico de un Estado
puede expresarse toscamente en los siguientes terminos: supuesta la existen-
cia de la norma fundamental, la Constitucion representa el nivel mas alto den-
tro del derecho nacional. 1
Independientemente de compartir 0 no, la discutida teo ria kelseniana en
bloque, esta idea es clave para el objeto de nuestro estudio. Dentro del orde-
namiento juridico, existe un ordenamiento constitucional con una primicia
clara, por ser la base de todo el restante conjunto de normas, y por recoger
las decisiones politicas fundamentales que una comunidad especifica ha to-
rnado, en ejercicio de la soberania popular. En el origen de la funcion consti-
tuyente esta la decisi6n libre del pueblo. Nosotros, los representantes del

1 Hans Kelsen, Teorfa general del derecho y del Estado (Mexico; 1949) pp. 127-128.
2 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

pueblo de Centro America cumpliendo con sus deseos y en uso de sus sobe-
ranos derechos decretamos la siguiente Constitucion.. . decfa el preimbulo
de la nuestra primera Constitucion, la Federal de 1824 que constituyo la re-
publica independiente y Nosotros, los representantes del pueblo de Guate-
mala, reunidos en asamblea nacional constituyente cumpliendo el mandato
extraordinario para el que fUimos electos y en ejercicio de las facultades so-
beranas de las cuales estamos investidos, solemnemente decretamos y sancio-
namos la siguiente Constitucion de la Republica... dice el preimbulo de la ul-
tima, la de 1965, manteniendose con esto una continuidad teorica en nuestro
derecho constitucional.
EI significado de la Constitucion - que parte del siglo XVIII- esti en cons-
tituir un documento escrito en el que se recoge la decision originaria de la co-
munidad politica que es la base del poder, se establece un sistema de compe-
tencias entre poderes constituidos, y se formula un catalogo minimo de de-
rechos esenciales que constituyen un espacio libre para los miembros de la
comunidad. En una palabra, sigue siendo, una etapa en la larga lucha de los
individuos por la limitacion del poder del Estado. Estos principios, este sig-
nificado ultimo, aparece en todo el articulado de la Constitucion, desde el
preimbulo, la atribucion de la soberania, los objetivos, la declaracion de de-
rechos, la division de poderes, el principio de legalidad, etc . Y se constituye,
ademas, como una norma de caracter supremo, por encima de todas las de-
mas, que se impone a los habitantes en conjunto , gobernantes y gobernados :
La supremacia de la Constitucion implica, entonces, que en la cUspide del or-
denamiento jurz'dico estti el ordenamiento constitucional, establecido como
decision po/z'tica por el Poder Constituyente y solo modificable, como tal de-
cision, par este. 2 Lo que apareja varias consecuencias : 1) la legitimidad de
la Constitucion es incontrolable porque no existe un poder superior al cons-
tituyente que Ie dio origen, no existe la posibilidad de declarar una inconsti-
tucianalidad de la Constituci6n; el poder de revision solamente esta en el pro-
pio poder constituyente, y por los canales establecidos en el texto; 2) por
su caracter de supremo, las disposiciones del texto constitucional privan so-
bre todas las demas, anteriores y posteriores, y en tal virtud, las leyes 0 actos
con efectos generales dictados con anterioridad , quedan derogados, si se opo-
nen a aquellas ;3 y 3) las leyes 0 actos que entren en contradiccion con la Cons-
titucion, que se dicten en contravencion a 10 por ella preceptuado, son nulos.

2 Allan Brewer Carfas, Instituciones pol/ticas y constitucionales (Caracas: Univer-


sidad Catolica Andres Bello y Editorial Jurfdica Venezolana, 1982) pp. 159-176.
3 Brewer, idem., afirma que este principio no puede ser aplicado en terminos abso-
lutos, especialmente cuando la norma de la Constirucion atribuye competencias, y cita
una jurisprudencia de la Corte Suprema de Venezuela de 1958, aplicando eI texto cons-
tirucional de 1953: "No se concibe 10 que podriamos Ilamar el vacio del derecho. Mien-
tras eI Poder Federal no hubiese legislado sobre la materia concreta sobre la cual versan
las disposiciones municipales vigentes, est as han de continuar en vigor sobre toda la ma-
teria no legislada aun por eI Poder Fed eral" .
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 3

Este principio de la suprcmacia, se recoge con gran c1aridad y enfasis en


tres articulos de la Constituci6n de 1965; Arto. 77 , Serall nulas ipso jure las
leyes y las disposicion es gubernativas 0 de cua/quier ntro orden que rcgulclI
el ejercicio de los derechos que la Constitucion garantiza, si los disminuyen.,
restringen tergiversan;4 Arto. 172: Ninguna ley podra contrariar las disposi-
cipnes de la ConstituciOn Las leyes que violen 0 tergiversen los mandatos
constituciona!es son nulas ipso jure y 246 parrafo primero: Los tribllnates
de justicilz observaran siempre el principio de que la Constitucion prt! palece
sobre cualquier ley 0 tratado internacional 5 .

II. IMPERATIVIDAD CONSTITIJCIONAL.

Otro principio capital, es que la Constituci6n tiene una operJti v.i Jad in-
mediata, establece una vinculacion automatica para gobernantes y goberna-
dos. Principio regido por el Arto. 143 Constitucional que afirma que el ejer-
cicio del poder publico esta sujeto a las disposiciones contenidas en /a Cons-
titucion y en las leyes y el 145 que dice que Los luncionarios son deposita-
rios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta olicial, sujetos
a la ley y jamas superiores a ella.. 6 •
Este valor normativo inmediato y directo - segun expreslon de Garcia
de Enterria- hace referencia a la vincul acion normativa general de la ( ') I1S-
tituci6n, que no se limita al Poder Legislativo , segun una teoria que consid e-
ra al texto constitucional unicamente como de canicter programatico. Aqui
debemos considerar las dos clases de normas constitucionales, programaticas
u operativas, segun puedan ser aplicadas inmediatamente 0 necesiten de una
reserva de ley, es decir, de un desarrollo posterior a nivel legislativo para po-
der tener operatividad . En la Exposici6n de Motivos del pro' ;cto constitu-
cional venezolano de 1961, se formula la distincion y se llama la atencion en

4 Sobre los antecedentes de esta norma en nuestro derecho, ver infra., p. 5 3 Y siguientes.
5 Ver infra., p. 56 Y siguientes. "Pero la Constitucion no sOlo es una norma. sino pre-
cisamente la primera de las normas del ordenamiento entero, la norma fundamental, lex suo
perior por varias razones. Prime!',9. porque la constitucion define el sistema de fuentes for-
males del Derecho, de modo que sOlo por dictarse conforme a 10 dispuesto por la Constitu-
ci6n (organo legislativo por ella disenado, su composicio n, competencia y procedimiento)
una Ley sed. valida 0 un Reglamento vinculante: en este sentido, es la primera de las nor-
mas de produccion, la norma normarum, la fuente de las fuentes. ~?!Ir.Jn~o. p o rque en la
mcdida en que la Constitucion es la cxpresion de una intencion fundaclOn ,configuradora
df~ n ' sistema entero que en ella se basa, tiene una pretension de permanencia ... 0 duracion ...
10 que J'arece aseguriula una superioridad sobre las normas ordinarias carentes de una in ten-
ci6n total tan relevante y limitada a objetivos mucho mas concretos, todos singulares dentro
de l'I!arco globalizador y estructural que la Constitucion ha establecido", Eduardo Garda
de nterrla," La Constituci6n como norma juddica" , en La Constitucion espanola de 1978.
Estudio sistematico dirigido por los profesores Alberto Predieri V E. Garcia de Enterria
(Madrid: editorial civitas S.A., 1981) . p. 106.
6 El articulo 9 de la Constitucion Espanola de 1978 es mas preciso y corto, " los ciu-
dadanos y los poderes publicos estan sujetos a la Constituci6n y al resto del ordcnamicnro
juddico".
4 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

el euidado de su tratamiento: Ha sido proposito de la Comision redactar un


articulado sobrio, que no obstante su definicion de cortas [{neas, deje cierta
flexibilidad al legislador ordinario para resolver cuestiones e injertar modifi-
caciones que corresponda a las necesidades y a la experiencia de la Republi-
ca, sin tener que apelar a la reforma constitucional. No obstante esta posibi-
lidad, que en mas de una ocasion ha permitido reducir la extension de mu-
chas disposiciones del Proyecto, hemos considerado que no podzamos !levar
nuestros deseos de sobriedad hast'a el extrema de ahorrar numerosas disposi-
ciones de contenido programatico que, aun cuando no constituyen preceptos
de aplicacion inmediata y directa, seifalan a la accion futura de los poderes
pUbiicos aquellos objetivos que la realidad historica y actual de nuestro paz's
define como imperativos. Es sabido que todas las Constituciones modernas
son consideradas, no solo como un tex to organico de las funciones y poderes
del Estado sino tam bien como la expresion del conjunto de valores que inspi-
ran y deb en guiar la accion institueional del mismo. Si bien hemos desechada
toda disposicion que de a determinadas regulaciones cardcter constitucional,
dejando un inmenso campo a las leyes, hemos considerado inevitable comple-
tar en la Carta Fundamental el conjunto de principios y de aspiraciones que
el pueblo venezolano considera imprescindible en su destino historico. 7
Cuando estas normas programatieas (llamadas tambien self excecuting,
self enforcing, self acting, autoaplicables y bastantes en sO, forman parte del
eatalogo de los dereehos llamados eeon6mieo-soeiales y eulturales, surge el
problema de su proteeei6n. No es posible exigir al Estado, se piensa, el eum-
plimiento de ellos, mientras no se cumpla la condici6n de su eficacia a traves
de la regulaci6n legal que fija los requisitos de su realizaci6n. Piensese en dis-
posiciones tales como el estado velard por la salud fisica, mental y moral de
los menores de edad (Arto. 87), fomentard la propiedad-hogar en beneficia
de la familia (Arto. 88), velard porque las viviendas de los trabajadores sean
adecuadas y lien en las condiciones necesarias de salubridad (Arto. 115).
Se haee neeesario, ademas de reconoeer estos derechos, encontrar una
f6mlUla para eontrolar 1a negligencia de los 6rganos eneargados de su desa-
rroll o , para garantizar a los dest inatarios de estos dereehos y rescatarlos de la
desva lorizaci6n en que se encuentran por su falta de efectividad. German Bi-

7 "Exposicion de rnotivos al proyecto de Consritucion Nacional" , Revista de la Facul·


tad de Derecho de la Universidad Central, No . 21 (1961) pp. 371-372. Sobre el tern a de las
nOfmas el excelente esrud io de Jose Alfonso da Silva, Aplicabildades das normas constitucio·
nais, 2a. ed. revista e atualizada (Sao Paulo: edirora revista dos Tribunais, 1982) . Una cuida-
dosa discusion sobre normas operativas y programaticas en Humberto Quiroga Lavie, "Sobre
la interpretacion constitucional", en La interpretaci6n constitucional (Mexico: Instituto de
Investigaciones Juddicasde la Universidad Nacional Autonorna de Mexico, 1975) pp.95-124.
Tambien Rolando Pina, Clausulas constitucionales operativas y programaticas (Buenos Ai-
res: 1973).
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 5

dart Campos ha sostcnion la tesis oe qllc CII;!lldo cI !-:stalio 110 cUlllple con
las ob ligaciolles quc la COllstituci('lIl Ie illlpOIl C. se pllcdc illlpugnar judicial-
mente, ya que ha incurrioo en una incollstitucionalidad por omisi6n: .. . Ia
ConsJjfJ)cionqueda lesiollada tanto cualldo se I/(Ice 10 que ella prohibe co-
fI1Q_~uando se deja de rLaCer 10 que ella lIlanda, y sobre csta premisa esta otra:
E.l control de constitucionalidad I/O puedc rcu'aerse [rellte a omisiones incons-
tiiij~ionaies. . Su funcionamiento debe ser tan lIigoroso como 10 es para eller-
var las infracciones derilladas de acciones positillas. U I/ orgallo de fa jurisdic-
ci6n- constitucional no pueie inhibirse de interllenir y resoilier cuando el titular
de_~n derecho economico-social formulado pragmaticamente inlloca su ejercicio
tr~o por la ausencia de reglam entacion. Tal [alta de reglamentacion debe de-
c/ararse judicialmente como omision inconstitucional, y ante la laguna que fa fW
regfamentacion suscita, el juez ha de integrar el orden normatillo lagunoso, con-
firiendo prioridad a fa Constitucion suprema. De esta manera, por la lI(a mas
senci//a, fa Constitucion recuperarra su supremacla al ponerse en jUncionamien-
to /a norma pragmatica en fallor de quien resulte titular del dcrecho dec/arado cn
ella. 8 Los constituyentes peruanos de 1979, encontraron una salida, incorpo-
rando en las Disposiciones Transitorias, una , que indica que Las disposiciones
constitucionales que irrogan nuevos gastos e inllersiones, se. aplican progresiva-
mente. La ley anual del presupuesto contempla el cumplimiento gradual de esta
d~sicion, situacion que de todas formas , mantiene el problema de la congela-
cion del desarrollo de las normas programaticas de que nos ocupalllos.9

III. i,QUE CONSTlTUCION DEFENDER? LEGITlMIDAD


CONSTlTUCIONAL

ELl:'roblema de la legitimidad esta en 1a base de Ia estabilidad politica y


constitucional , Una constitucion es legitima, solo cuando es reconocida, no

8 Gennan Bidart Campos, "Algunas refJexiones sobre las cIausulas econom ico-sociales
y el control de constitucionalidad". Derecho Comparado, revista de la Asociacion Argentina
de Derecho comparado. No.2 (1978) p. 56. Podrfan proveerse otras soluciones. advierte Bi-
dart: que se in time judicialmente al organo obligado a ejercer la competencia demorada. 0
que el 6rgano judicial dictara por SI mismo la reglamentacion. y otros mecanismos que pu-
dieran imaginarse en el mismo sentido, en busca de subsanar las omisiones inconstituciona-
Ie, ql1e frustran la vigencia de los derechos economico-sociales declarados programaticamen-
teo Y que si hay clausulas "directivas" - como las llama Vanossi- que imponen funciones
a ciertos organos de poder, la exigibilidad de cumplir dichas funciones no se debe limitar a
la responsabilidad politica, sino que debe propiciarse accion judicial para subsanar la incons-
titucionalidad por omisi6n. Dice Jorge Reynaldo Vanossi que hay dos dases de ClilUsulas;
las directivas que "estan dirigidas al legislador, que debe convertir esas competencias en de-
recbos exigibles; pero tal situacion no es demandable, por 10 que la cuestion q\leda reducida
a un problema de responsabilidad pol{tica de los legisladores" y las interpretativas que "es-
tin dirigidas aI juez, que debe aplicarlas para resolver los problemas de interpretacion y zan-
jar las dudas que al respecto se Ie presenten", "Las dilUsulas economicas y sociales en la Re-
p6blica Argentina", Loc. Cit. , p, 83 .
9 Cfr. Domingo Garcia Belaunde, " Proteccion constitucional de los derechos funda-
mentales en la Constitucion peru ana de 1979", Derecho, revista de la Pontificia Universidad
Cat6lica del Peru. No. 35 (junio 1981) pp . 68-69.
6 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

simplemente como situaci6n de hecho, sino cuando la fuerza y la autori9ad


del Poder Constituyente en que descansa su decision es reconocida. La uni-
ca legitimidad hoy aceptada es la democnitica, basada en la idea de qu~ el
E~tado es la unidad politica de un pueblo y que el modo y forma de la exis-
tencia politica se determinan por la libre voluntad de la comunidad. Una cons-
tituci6n _ es legitima, unicamente cuando es producto de un consenso popular
Ijhre y democraticamente obtenido. El problema de la legitimidad, dice Lina-
re~_ Q~intanll' es de naturaleza esencialmente pohtica, y debe resolverse remon-
tandolo hasta la naturaleza del acto' constituyente. Para que la Constituci6n
sea legitima, el acto constituyente debe ser la expresi6n de la gimuina volun-
tad del pueblo, surgida de una libredeterminaci6n mayoritaria, y no hallarse
viciado por el fraude, el soborno 0 la violencia 10
La representacion politica significa, por un lado , la participacion indirec-
ta del pueblo en el poder, y por otro, la unica forma de legitimacion de la au-
toridad y de justificaci6n de la obediencia. Sus objetivos son : 1. Legitimar
la autoridad, al establecer el mecanismo, por medio del cual , el pueblo nom-
bra sus representantes y desplaza la iIpputaci6n de las acciones de aquel a tra-
ves de estos; 2. Expresar la voluntad popular, a traves del procedimiento elec-
toral, permitiendo expresar una imagen de la opinion publica del pais y 3. Se-
leccionar a las personas mas capacitadas para, en el caso del poder constitu-
yente, formular las decisiones politicas fundamentales de la organizaci6n po-
litica.
Por eso, una asamblea constituyente debe funcionar en un clima de am-
plia libertad de acci6n y participacion, y en el instrumento legal que norme
su integraci6n se deben contener una serie de requisitos minimos, inspirados
en principios generalmente compartidos y reconocidos en la Declaraci6n Uni-
versal de los Derechos Humanos y en otros instrumentos : reconocimiento de
los derechos de las minorias a traves de la representaci6n proporcional, pro-
ducto de un concepto humano y no belico de la politica; voto secreto y es-
crutinio publico; autentica y real libre participaci6n de los partidos politicos
en el evento ; eliminaci6n de prohibiciones antidemocniticas en la integraci6n;
organizaci6n de organismos electorales que garanticen la pureza del sufragio
y el establecimiento de recurso~ efectivos de control. '.j:Bera necesario - afirma
Messineo- para la legitimidad de la Constituci6n 0 de su reforma, que las dis-

10 Segundo Linares Qu in~ana, Tratado de la Ciencia del Derecho Constitucional Ar-


gentino y Comparado, T .I1 (Buenos Aires: Editorial Alfa, 1953) p. 139. Wilhem Ropke,
sostiene que las tres calidades de un estado sano, son la legftimidad, la cooperacion y la
descentralizacion. Y que esa salud solo puede lograrse por el Estado "que dispone de un
dtulo indnseco, moral y jurfdico, no amaiiado por juristas serviles, con el que totaimen-
te se identifica el ciudadano. y por consiguiente, sin discusion y sin necesidad ulterior de
legitimacion por obra de exitos espectaculares es reconocido por la poblacion como el que
manda por derecho propio" , Civitas Humana (Madrid : Revista de Occidente, 1949) pp. 107-
108, citado por Juan Francisco Linares, "Legitimidad y razon suficiente del poder", Juris-
prudencia argentina, Ano XXV, No. 1672 , 29 de agosto de 1963 , p_ L
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 7

tintas corrientes polz'ticas que orientan el pensamiento popular declaren abier-


ta y libremente sus program as y sus objetivos con respecto a la enmienda, y
que estas materias sean libremente expuestas a la ciudadanza, para que esta
se halle en condiciones de conacer ampliamente las razones en favor y en con-
tra de la reforma y pueda formarse un exacto juicio de valor al respecto. ::f1
No debe realizarse un proceso constituyente sin que exista un c\ima de liber-
tad propicio. Una de las ultimas constituciones brasil enas asentaba que 110
se reformara la COl/stitucion durante la vigencia del Estado de sitio. Y siem-
pre resulta pertinente en estos temas recurrir a la autoridad de J:lcl1er: La
cuestion de la legitimidad de una Constitucion no puede~_lUltur.almente, con-
19starse refiribuJose a su nacimiento segiln cualesquiera preceptos juridicos
positivos, validos con anterioridad. Pera, en cambia, sz' precisa una Consti-
tuciim, para ser Constitucion, es decir, algo mas que una relacion factica e
mestable de dominacion, para valer como ordenaciim conforme a Derecho, una
justificacion segiln principios eticos de Derecho... La existencialidad y la nor-
fiUztividad del poder constituyente no se hallan, ciertamen te, en oposicion si-
no que secorlf:liciQl1an. recz'procamente. Un poder constituyente que nQ este
vinculado a los sectores que son de decisivo influjo para la estructura de po-
der, pOr:_medio de principios jurz'dicos comunes, no tiene poder ni autoridad
y, por consiguiente, tampoco existencia. 12
Si en cualquier momenta de la vida politica - afirmaba, en forma premo-
nitoria, el nada sospechoso de radicalismo Manuel Fraga Iribarne- debe con-
jugarse la autoridad con la representacion, en el momenta en que se reestruc-
tura el regimen de un pais, constituyendose 0 reconstituyendose, esa conju-
gacion adquiere especial importancia, porque se tomanin decisiones que rigi-
das 0 no, van a set excepcionalmente importantes en la vida social. Y el ejem-
plo espanol, en el desmantelamiento de la dictadura y el regimen franquista,
como un proceso de busqueda de consenso a traves de una constitucion de
compromiso, merece nuestra mayor atenci6n por 10 reciente y por la seme-
janza con la situacion latinoamericana. 1 3

11 1/ potere costiwente (Roma: 1946) pp. 68-69. Citado por Linares Quintana, Op
cit., pp. 140-141. El profesor Irving Louis Horowitz -de la Washington University- consi-
dera que la razon de la crisis politica permanente en America Latina, es la "falta de legitimi-
dad politica por medio de la soberan{a popular y de la legalidad constitucional", que se rela-
ciona con el surgimiento de un sistema normativo, basado en la violencia, que implica el con-
trol del sistema politico por medios arbitrarios, no consentidos y por eso se ha instituciona-
taJdo la i1egitimidad mas bien que la autoridad reconocida. Los gobiernos legftimos tienden
hacia la crisis, mas bien que ala estabilidad", "La legitimidad polltica y la institucionaliza-
cion de la crisis en America Latina", Foro Internacional, Revista del Colegio de Mexico, Vol.
vn, No.3 (enero-marzo 1968) pp . 235-257.
12 Hermann Heller, Teoria del estado (Mexico: fondo de cultura economica, 1947)
p.308 .
. 13 \ "Comentario a EI Poder Constituyente, de Nicolas Perez Serrano", Revista de es-
tudios politicos, Madrid, T. XVII, Nums. 31-32 (1947) p. 467. Sobre Ia Constitucion espa-
nola de 1978, y el arreglo politico que esta en su base, Javier Jimenez Campo, "Crisis pollti-
ca y transicion al pluralismo en Espana (1975-1978)", La Constituci6n espaflola de 1978...
8 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

La Constituci6n de 1965 , es producto de una experiencia nu eva en nue s-


tra historia . constitucional, aun no analizada g1obahnente . El ejerc ito, como
instituci6n, tom6 el poder a traves de un golpe de estado, el 31 de marzo de
1963, derrocando al Presidente constitucionalmente electo, Miguel Yd igoras
Fuentes. EI Coronel Enrique Peralta Azurdia, su Ministro de Defensa, conver-
tido en Jefe de Estado y en representaci6n de la instituci6n armada, centrali-
z6 los poderes en su persona y ejercio, tecnicamente, una dictadura a partir
de esa fecha, ilegalizando en sus primeras disposiciones los partidos politicos.
EI ejercito , decia el decreto justificatorio, conservando su jerarquza militar.
asume ef gobierno de fa Republica. 14
Mas tarde , en un arreglo con dos ·de los partidos (el Revolucionario y el
Movimiento de Liberacion Nacional) el gobierno militar, ante un malestar
creciente por la prolongacion del regimen de facto, abri6 las puertas a la vuel-
ta al regimen de legalidad , convocando un cuerpo constituyente. Los dos
partidos del arreglo, presentaron diez candidatos cad a uno, reservandose el
gobierno , la nominaci6n de los restantes diputados , y en una eleccion de Iis-
ta unica, que fue presentada a un electorado apatico, que deserto en un 70 %,
fue designada la asamblea.

Op. cit., pp. 45-94 Y J. Jimenez Campo y J. Porres Ackona, "Conflicto politico, tecnica juri-
dica y aplicacion inmediata en una Constitucion de compromiso : la Constitucion espaiiola
de 1978", Revista de derecho publico, 2a. epoca, Vol. I, No . 74, pp. 83-112 entre otros.
David Pantoja Moran , en lucido analisis, llama la atencion en las implicaciones politicas y ju-
ddicas de la legitimidad: " ... a la democracia se Ie ha fincado sustancialmente en el proceso
electoral, en las garantlas para el multipartidismo y en la division de poderes consagrados to-
dos ellos en la Constitucion yen la estructura del orden juridico imperante. Pero si bien es-
tas condiciones formales son necesarias para el ejercicio democratico, no son suficientes. An-
te nuestros ojos estos valores del Estado de derecho se han hecho nugatorios: la voluntad
ciudadana manipulada por poderosisimos instrumentos de condicionamiento social, las op-
ciones verdaderas de voto sensiblemente reducidas, la democracia in te rna de los partidos es-
camoteada por la burocracia de SUS aparatos y la divisi6n de poderes desvanecida gracias al
proceso de concentraci6n de capitales y del poder pol{tico y la creciente fusion de ambos.
Lo enunciado anteriormente de manera rapida nos revela que el simple garantismo constitu-
cional, la sola estructura juridico-formal, no bastan para garantizar la realidad democratica.
Nos revela tambien que uno de los problem as m as graves a que se enfrenta la teoria demo-
cratica moderna es, sin duda alguna, el de 'encontrar los mecanismos de una participaci6n
real de las mayorias en el ejercicio del poder y en la toma de decisiones', vale decir, el pro-
blema de la legitimacion de la autoridad por el consen.so real de la voluntad ciudadana. Con
todo, 10 dicho no basta; la voluntad I soberana no solo se forma del consenso mayoritario, si-
no tambien con el de las minorias. Es imposible, por tanto, suprimir uno u otro - pues se
entuentran dialccticamente unid os- SO pen a de secar la fuente de la legitimidad. En la de-
mocracia modern a la oposicion es un 6 rgano de la soberania del pueblo tan vital como la
mayoria gobernante y se hace necesario que los dos co ntrari os se puedan manifestar real-
mente y obrar mutuamente, respetandose en su esfera p articular", en "Contribucion al estu-
dio dp la legitimidad de los regimenes pollticos con referencia a los de America Latina", Re-
vista Mexicana de ciencia polftica, Ano XVII, No. 66 (octubre-diciemb re de 1971) pp .69-79 .
14 Enrique Peralta Azurdia, Remembranzas del gobierno militar de Guatemala. 1963-
1966. (Miami: Pan American Litho, 1972) Cfr. J o rge Mario Garcia Laguardia, Polftica y
Constituci6n en Guatemala (Guatemala: serviprensa centroamericana, 1977) pp. 35 y si-
guientes; Adolfo Mijangos L6pez, "La Constituc ion guatemalteca de 1965", Revista de la Fa-
cultad de Ciencias Jurfdicas y Sociales de la Universidad de San Carlos, e poca VIII, NUms. 3
a 6 (julio-diciembre de 1967; enero junio de 1968) pp. 3-13 Y Ramiro de Leon Carpio, Ami-
lisis doctrinario y legal de la Constituci6n de la Republica de Guatemala (Guatemala : tesis ,
Facultad de Derecho Universidad Landivar, 1973).
I. !\ I>I 'T I ,' NS ,\ Ill ': 1. ,\ C\) 'J', ("ITI 'CI();\! 'I

U prllc' L'dilllic'llto fill' ll1()ti v() de i'lIl'rll' c: riti cas lit- se,' lur es r" p l"c' Sl'IlL lti\'n,
de 011 1111 (1 11 , EI Cokgin de Ahogados de ClIa tc'llI;i1 a. c' ll \ 11 III COllgrc'll ,k l
,lIiu Il) (,-+ ,qHuil( i 1\'so lllc' i() ll c" c \llld,' II ,II\>ri ;l\ " ,llI' c' c' l PIlll'",,>, I ' ll 111 1;1 d,'
elias, Se aplillta qu e .. .ralijica ... Sll C()I/J';cc;611 dc ifill' UIlll d c las causas (11lC ; 111-
pidell la cxistcllcia de W/ cOli/pIe/() r egilll clI de / cgaliJaJ ell el put's, ('5 1a il/de-
,bida illgaencia del Ejercito, que ell !'arins l1Ioll/ eIl!O§ _d e I/u estra liistoria, !IU
actuado arrogandose el papel (Ie co llfrah-;;: d e la (,()lIsfitlicilllhdidad, ('1/ jill'/lla
arbitraria \' dal/do !}()r resullado la .\'1I/J I'£'rsi() 1I del ordcl/ il/ srililcin l/II! 1{lI e ./1'-
bi era garalltizar; )' SLi exigell cia para que sc !/(Iga el eclil'a la f'L'I JrcSel/liLCiu ll /ll e-
lIa de la ciucladal1/'a ell cl proceso e/aborati Jlo d e las IIOI'll/a s cOlI slitu c' io l/ales
y..lega(!{J , yse d enuncia c},-p resam clltc quc la as:.unblca cO llstitu ye lll c 1/(/ .I'idu
illStalada al /JIG/gel! d e /III proceso demucratico y qu e cl /tee/ /O d e la j'alrll d e
r epreselltac ieJlI d e la ciudadal1l'a ell fa elaboracic)" d e /a COl/slitllcic)l/. IIOc/l'li
I/e~'ar a Guatelllaia a una situacieJII J e il/ cstubilic/ad illSlill/ciulla! lIIas gran'
aun de aqlllilla que se confronto durallte la l'igellc ia d e la Constitl.lcirJ ll pro-
Inlllgada, ell sillli/ares cO lldiciones, ell el ano de 1956, Y L'n ll tl,l, relcr id a a
la pror-e-cti6n -de-los derecho·s humanos, se afinna que ." I'll /a illlegracirin d e
fa Asamblea Nacional Constituyente se incurrio en vicios j'onnales y materia-
les, porque la vofuntad del pueblo no JUe debidam ellte consultada y que en
consecuencia la representacion de ese cuerpo no es ([utemic(/, 15 Mas tarde,
vigente ya la Constitu cion , en el IV Congreso del propio Col egio de Aboga-
dos, se aprobo una termin ante reso lucion Jc c l ar~ nd o por los lIIi Sl1 10S mOl i-
vos, la iJ egitim idad de la Constitucion. 16

IV, DEFENSA DE LA CONSTITUCION. CONCEPTO Y CONTENIDO.

Dejando antecedentes que podrian lIeva rse a Grecia y Roma, la idea de


la defensa constitucional , se inicia en el period o del co nstitucionalismo libe-
raj, cuyo ce ntro pued e fijarsc provi sionalm ente en la Revolu cion Franc,esa.
Sin embargo , el desarrollo de la teo ria es rec ient e. En su inicio, el siste-
ma de j udicial r ev iew de t iro difuso norteam erica no, romlll lado jurisprud en-

15 Tercer Congreso Juridico del Colegio de Abogados de Guatemala (Cuatcmala , illl -


prenta universitaria , 1964),
16 Cuarto Congreso Juridico del Colegio de Abogados de Guatemala (G uatemala, im-
prenta universitaria, 1966) , EI com entario de un notable co nstituciona lista frances es revel a-
dor: "Podrfa hacerse aqui, guardando todas las propore iones d ehidas, un para lelo con los
p aises de la Furopa lI a ld ni ca satelites de la U RSS , La gue rra civ il de Cuatem a la d e 19 54
podrfa cmp arentarsc co n la revolucion prcfabrieada de Praga de 1948 , Los regim enes politi-
cos son dictatorialc s en amhos casas; pe ro las dic taduras sudam e ricanas son de tipo conser-
vador (fascistas) y no de tipo progresista. La Asamblea Constituyente gu atemal t eca de 1954
fue elegida sabre una lism unica de 66 miembros presentada en b loqu e a la aprobaci6n d e
los e1ectores po r lIn a votac ion pUblica ; es cxactamente la tecnica de las elecciones fascistas,
agravada por I" ausene i. del sec reto d e la votaei6n", Mauri ce Du verger, In stituciones politi-
cas y derecho constitucional (Barcelona , editorial 1\ rid, 1962) p , 355 ,
10 JORGE MARIO GARCIA LAGUAR[)[A

cialmente por la Suprema Corte, en los primeros anos del siglo pasado; la recep-
cion de la institucion inglesa del habeas corpus; y la co nfiguracion del juicio
de amparo mexicano como instituci6n protectora , son los antecede ntes decimo-
nonicos de la teoria, que ha tenido diversos desarrotlos. Y, en 1920, en la Cons-
titucion austriaca, la creacion de la Corte de Justicia Constitucional como siste-
ma concentrado, bajo la inspiraci6n directa de Hans Kelsen .
Precisamente la discusion sobre esta institucion, permitira formular la idea
expresa de la defensa constitucional. Kelsen publicara en 1928 un articulo me-
morable, La garant{a jurisdiccional de fa Constitucion,1 7 en la que se defien-
de su idea clave: la Constituci6n rigida solo puede ser defendida eficazmen-
te , si para garantizar su cumplimiento se crea una especifica Corte Constitu-
cional de justicia. 18 Que inmediatamente provoco una muy viva polemica, que
aun no termina. En octubre de ese mismo ana, en la sesi6n plenaria del Insti-
tuto de Derecho Publico, (con asistencia de Alvarez. Berth elemy , Bo nnard ,
Duez, Duguit, Fleiner, Gascon y Marin, Gronski, Jeze, Kelsen , Leferriere,
Laun, Mestre, Mirkine-Guetzevit"ch , Nolde, Politis, Romieu e Thoma), la te-
sis kelseniana fue drasticamente rebatida. Especialmente por Duguit, qu ien des-
pues de rechazar terminantemente la clasificacion jerarquica kelseniana - por
co nsiderar que las reglas (normas g\!nerales) y actos juridicos (nonnas indivi-
duales) son cosas diversas y por consiguiente imposible de jerarquizar- se opo-
ne expresamente a fa creacion de una jurisdicci6n constitucional especial ... que
sena inoperante 0 muy peligrosa pOl'que se transformana en ulla tercera - 0 en
una primera- asamblea poUtica. 19 Posicion apoyada por Carre de Malberg,
en la maS pura tradicion francesa, que desconffa del cuerpo jud icial y ent iende
al Parlamento como el representante de la sobe rania popular. 2o
Carl Schmitt , quien no estuvo en esta primigen ia confrontacion, se va a
hacer presente espectacularmente, como el gran interlocutor de Kelsen. En
marzo de 1929, publica en los Archivos de Derecho Publico , su trabajo " Der
Huter der Verfassung" (Nueva serie, XVI, pp. 161-237), que dos anos mas
tarde en 1931 aparecio, elaborado, ampl iado y enriquecido con notas de ar-
ticulos y conferencias de 1929 y 1930. Y que fue inmediatamente traducido

17 "La garantie jurisdietionnelle de la Co nstitut ion (La justice co nstitu ctionnclle)",


en Revue de Droit Public et de la Science Politique en France et a I'Etranger, Paris ( 1928)
pp . 197-257; traduce ion espanola de Rolando Tamayo y Sa lmon, n, "La garantia jurisdieeio-
nal de la Constitueion. (La justieia eonstitueional)", en Anuario jun'dieo del Inst ituto de In-
vestigaciones juridicas de la Universidad Naeional Autonoma de Mex ico, No . 1(1974) pp.
471-515. Tambien incluido en la e o leccion de estudios sob re eI tema, dc !l ans Kelsen, La
giustizia constituzionale (Mi lano: Giu ffrc editore, 1981 ).
18 Ver el breve y excelente prologo d e Antonio La Pergola, al libro de Kelscn, La gius-
tizia ... , Op. cit.
19 "La garanzia giurisdizionale della Co nstitu z ione . Dibattito presso L'istitulO Interna-
z ional e di Dirino Pubblieo" , Kelscn, La giustizia ... , Op. cit., p. 212.
20 "La garanzia giurisdizionalc della Const itu zione. Un a nota di R . Carre de Malberg",
Idem., pp. 215-228.
LA DEFENSA DE L/\ CONSTITUCION II

- en su titulo ell fOlln a libre· al castell <lllo.2 1 prcc isa ment e co n el nombre
de La defensa de la constitucion. Ell esc lih m sc defcnd ia la tcsis central d e
que Ull organo politico y no jurisdicciollal , cl jere del estad o, es el qu e prote-
ge la CO ll stitucion y que la determinacion sobre cl contenido de 1111 precep-
,to constitucional dudo so es materia de /cgis/aci(jll COtlstitliciolla/, 110 de la jlls-
t/CIG. Posib lemcnt e un a fras e re sume la posici6n del d ec isio nislllo schllli tiano
frente al forlllalislllo kelseniano: Una ley 110 puede ser proteClOra de otra
ley. La ley nuis debil no puede, naturalmente, prot egeI' 0 garantizar a ofra
que sea mas solida. Ahora bien (,-cabe, pOI' el contrario, qu e /a ley dUldllllen-
te modificable proteja a la fey mas sencilla ? h n tal caso se habnall invert ido
tota/mente los terminos, pues se trata de la proteccion y defensa d e fa ley for-
mu/ada en fa Co nstitucion, no de la simple ley, y el problema, es, precisalllen-
te, el de proteger una ley difl'cilm ellte modi[icable contra la posibilidad dc que
sea modifiada POI' una ley sencilla. I:J problema 110 surgina si una norilla /iu die-
ra normstivam ente protegerse a St ' misma. 22 Parte del supu esto de que entre
las funcion es pol iti cas y las judiciales ex iste ulla contradicci6n basica Y CO Il-
c1uye, que si 10 que se busca es una_ ins~ancia especial que tenga por funci6 n
garantizar el fUflc.ionamiento del sistema constitucional,- no se . -pw:.J~ enco-
mendar esta funci6n a uno de los poderes existentes, sino a un poder ;eutraI"
co n atribuciones especial es, que encue ntra prec isamente dentro del regimen
de Weimar, en el Preside nte del Reich. 2 3
Kelsen respond e al trabajo de Schmitt , con una larga rece neio n titulad a:
i.Q~~ debe ser el defensor de la Constitucion? de un gran eon t enido pok
mico .24 La idea del defensor d e la Constitucion hace referencia , apunta, a
las garantfas que deben estab lecerse sobre los 6rganos constitucionales, ca-
paces de provocar infracc iones, y en ese sentido, el o rgano que defienda la
Co~titucion, no d ebe se r obvialll ente el mismo que pueda violarla: La fUIl -
cit)/l po f(tica de la Constitucion es la de poner hmites jur{dicos al ejercicio del
poder y garant{a de la Constitucion significa certeza de que estos lz'mites no
seran rebasados. Si una cosa es indudable, es que ningu.n organa es menos
id6neo a realizar esa tarea que aquel al cual la Constituci6 n encarga - en to-
do o· en parte- el ejercicio del poder y qu e tiene en su s mallos la ocasi6n ju-
. naica y los est/'mulos polt'tic()s para piolarla. Ningti n principia tecnico jun'-
rjico es tan generalmente compartido COII/O aquel por el cual ninguno pue-

21 Ca rl Schmitt, La de fensa de la Constituci6n. Estudio acerca de las diversas especies


y posibilidades de salvaguardia de la Constituci6n. T raduccion dirt"cta del a leman por Ma-
nuel Sanchez Sarto. (Madrid-B3.rcelo na-B uenos Aires: editorial Labo r, 1931) . Recienre-
mente ha sido h echa una nu eva edicion itali ana, " custode d ella constituzione (Milano: Giu-
ffre, 1981) .
22 Schmitt, La de fen sa... , Op. cit, pp. 53 -5-l.
23 Idem ., pp . 16 1 Y siguie ntes.
24 Public ada en Die Justiz, 1930-1931, Heft 11 - 12, bd, VI, pp . 576-628. Traducida al
ital iano, "':Chi dev'essere il custodc de ll a costituzione?", en Kelsen, La giustizia... Op. cit ,
pp . 231-291. Utilizamos la traduccion italiana.
12 JOR GE MARIO GARCIA LAGUAIWIA

de ser juez en causa propia. 25


Asi, estaban fijadas las bases para la fonnulacion de una teor ia gene ral de
la defensa constitucional, que incluyera todos los instrumentos establccido s
para lirnitar los abusos del poder y la sujecion dentro de los limites fijados en
el texto constitucional, rebasando el especffico control de constiticuionalidad
de las leyes, que solo seria uno de sus aspectos.
Ha sido el jurista Hector Fix Zamudio, el que en America Latina ha pro·
fundizado mas en el tema, sobre el que ha reincidido - enriqueciendolo- en los
uItimos anos. En uno de sus ultirnos estudios fonnula el concepto al afinnar
que ...la defensa de la Constituci6n estd integrada por todos aquellos instnl-
mentos junaicos y procesales que se han establecido tanto para conservar la
nonnativa constitucional como para prevenir su viofacion, reprimir su desco-
nocimiento, y 10 que es mds importante, lograr el desarrollo y la evolucion
de las propias disposiciones constitucionales en un doble sentido: desde el
punto de vista de la Constitucion fonnal lograr su paulatina adaptacion a los
cambios de fa reaUdad po[{tico-social, y desde el dngttlo de la Constituciol1
material, su transfonnacion de acuerdo con las normas programdticas de la
propia Carta Fundamental. Por este motivo nos atrevemos a sostener que una
verdadera defensa constitucional es fa que puede lograr la aproximacion en-
tre esos dos sectores, que en ocasiones pueden encontrarse muy distanciados:
la Constitucion fonnal y la Constitucion material y agrega qu e la defensa cons-
titucional no debe considerarse solo desde un punto de vista estdtico, que con-
cuerda de cierta manera con la idea de conservaci6n de la Constitucion defen-
dida por Constant - doctrina del organo neutro moderador- y Sieyes - Se-
nado Conservador de la Constitucion del ano VIII- y que tiene un sentido
exclusivamente conservador y estdtico de la defensa constitucional; sino que
la Constitucion tanto en su sentido material, pero tambien desde el dngula'
fonnal, es forzosamente dindmica, y con mayor razon en nuestra epoca de
cambios acelerados y constantes, por 10 que la idea de la defensa constitu- .
cional tiene por objeto no sOlo el mantenimiento de las nonnas fundamen-
tales sino tambien su evolucion y su compenetracion con la realidad poWi-
ca para evitar que el documento escrito se convierta en una simple formula no-
minal 0 semdntica de acuerdo con el profundo pensamiento de Karl Loewens-
tein, es decir, que solo resulta digllo de tutelarse un ordenamiento con un gra-
do de eficacia y de proyeccion hacia el futuro)' no un simple con/unto de ma-
nifestaciones declamatorias. 26

25 Idem. , p. 232. (traduccion nuestra). Infra. , pp.64 vo lvemos sob re la poICmica


Kelsen-Schmitt, a proposito de las relaciones entre justicia y politic a en rcIacion con la
Corte de Constitucionalidad.
26 Hector Fix Zamudio, La Constituci6n y su defensa, Ponencia general al Co loquio
Internacional sobre el tema, celebrado en el Instituto de Investigaciones jur idicas de la Uni-
versidad Nacional Autonoma de Mexico, el mes de agosto de 1982 . Tambien del mismo au·
tor, "lntroduccion al estudio de la defensa de la Constitucion", Bolet(n mexicano de dere·
LA DEF E NSA D E LA CONSTIT UC ION 13

El mi sll10 Fi x Z(J lI1l1 d io -clI y o csq ucma clasific(Jto ri o segllimos indica


que cl cO Jl ce pto pu eo e oividirse convenc io llalm e nt e C0ll10 totla s la s clasi-
ficacioll cs- CII o OS ca tegori(Js fUlld alll cnt a!cs, la Proleccion de la COllstitu-
cion, y la s Garantias constitucionales. La pri mt: ra se illtcgr(J por ruc/os aqu(j-
lias illSlI7l1llCllfus po/i'ricos, ecullomicu s, sociales y d e recilica jundim que hall
sido calla/izados a tra ves de Ilormas de carauer jimdall/el/fa! e illcorporados
a los doeumentos collstitueiunales, con e! proposiro de limitar el poder y la-
~ar que sus titl/lares se som etan a los lilleamientos establecidos en la propia
Constitueion, instrumentos que se refieren al aspec to fisiologico d e la ley fun-
damental ; y la segunda con los media s junilicos, predolllinalltem ellte de ca-
raeter proccsal, que estan dirigido s a la reilltegraeioll del ordell cOllstitucio-
nal euando el mismo ha sido c/eseonocido 0 violado por los propios organos
del poder, a pesar de los illstnllnentos protectores, in strumentos d cstinados
ala correcci6 n de una patologia constitucional. 27

V. PROTECCION CONSTITUCIONAL. I

Esta constitllida , como hemos apuntado , po r los instrumentos encamina-


dos a proteger el orden constitucional . Pueden ser de diverso caracte r, politi-
co, economico , social y estrictarnent e juridico , pe ro siempre , todo s se man i-
fiestan a traves de nom1as de caracter con stituc ional.

A. Politicos.

1. Division de poderes. t

Posiblem ente el mas co noc ido d e ell os . es el de la division de pode-


res, fonnulada en el siglo XVII y XVIII entre la ilustrac ion y la teoria politi-
ca del liberalismo. Teoria orientada a co ntener a los diversos poderes dentro
de sus propias competencias y a limitar el cjercicio d el po de r. En el Capitul o
XI de EI Espiritu de las Leyes, de Montesquieu , se Ie dio fo rma moderna a es-
te principio . Este autor, poco conven cido d e que la garantia de la libertad
politica tuviera su base en la moralidad c1vica d e las personas, dedico toda su
vida a la bu squeda de un mecanismo dentro del propio gobie rn o, que natural-

cho comparado, Nueva Serie, Aiio I, Num. I (Enero-abril de 1968) pp . 89-118, Y Jorge Mario
Garcia Laguardia, Teoria general de la defensa de la Constituci6n (Guatemala: Septem-Parti-
tarum, pUblicacion de laAsociacio n de Estudiantes de la Universidad Rafael Landfvar, 1973).
En un sentido amplio dice Jose Almagro Nosete - "La expresion defensa constitucional de-
nota el conjunto de actividades cncaminadas a la preservacion 0 reparacion del orden jurfdi-
co establecido por la Constitucion , y en particular, de la Constitucion misma, que en cuanto
ley suprema vincula a los ciudadanos y a los poderes publicos", Justicia constitucional (Co-
mentarios a la Ley Organica del Tribunal Constitucionat) (Madrid : Artigraffa S.A., 1980)
p. 4.
27 Hector Fix Zamudio, Op. cit. , pp. 92-93 .
14 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

mente Limitara eL poder y garantizara La Libertad individual. En su famo so libro,


resultado de mas de veinticinco arios de trabajo , Logro formuLar la teoria. Si el
poder estaba centraLizado en Las manos deL Monarca, deberia dividirse en varios
poderes con funciones diversas : eL Legislativo, encargado de hacer las leyes; el
Ejecutivo , de apJicarJas y el Judicial, encargado de dirimir las controversias. Un
reciproco control entre esos poderes, constituiria el mecanisme que garantiza-
ria necesariamente la libertad politica. Los padres fundadores harian aplicacion
juridica de esta teo ria en la primera Constitucion escrita, la norteamericana, for-
mulando un sistema de frenos y contrapesos, de cheks and balances. Y toda la
democracia modema, a partir de esa epoca - tanto la sociaIista como la liberaI-
se ha amparado, en gran medida, en este principio . Que en Los ultimos arios ha
entrado en crisis y ha sido muy discutido. 28
Sigue siendo el dogma de nuestro constitucionaIismo , recogido desde nues-
tra primera Constitucion, hasta la vigente. El estado guatemaIteco, se organiza
dentro del constitucionaIismo liberaI-burgues a partir de La independencia, aun-
que recoge La aportacion deL constitucionaIismo social, a partir de 1945 .29
EI Arto. 10. de la Constitucion recoge esa idea : Guatemala es una naci6n
fibre, soberana e independiente, organizada para garantizar a sus habitantes
ef goce de fa libertad, la seguridad y la justicia. Su sistema de gobierno es re-
publicano y democrdtico representativo. Delega el ejercicio de su soberama
en los Organismos Legisfativo, Ejecutivo y Judicial, entre los cuales no hay
subordinaci6n. Los titulos V, Organismo Legislativo (Artos. 156-180), VI,
Ejecutivo (Artos. 181-239) y VII, Organismo Judicial (Artos. 240-265) esta-
blecen los poderes y sefialan las competencias de cada uno. Un regimen cons-
titucionaL de atribuciones expresas, que re~onoce La division de poderes y fi-
ja una serie de frenos y contra pesos entre eIlos, es eL primero de los instrumen-
tos d~ proteccion constitucional. ,

2. Controles intraorganos e interorganos.

Dentro del juego del poder , entre los distintos o rganos, que cooperan
en el proceso de gobierno, se han creado instituciones de control. Algunas
funcionan dentro del propio organa y otras entre diversos organos. Karl Loe-
wenstein,30 quien formula este esquema, los llama controles intra6rganos (p. ej:

28 La bibliografia sobre el tema es profusa. Ver dos trabajos de primer orden: Charles
Eisenman, "El Espiritu de las Leyes y la separaci6n de poderes", Anuario Juridico, del Ins-
tituto de Investigaciones Jurldicas de la UQiversidad de Mexico, No.2 (1975) pp . 429-450 y
Louis Althusser, Montesquieu. La polftica y la historia (Madrid: ediciones Ciencia Nueva;
1968).
29 Jorge Mario Garda Laguardia, "Evolucion del constitucionalismo social en Centro-
america y Panama", Boletfn mexicano de derecho comparado, Ano VII, Num . 20 (mayo-
agosto 1974) pp. 3-43, Y Emesto de la Torre Villar y Jorge Mario Garda Laguardia, Desarro-
llo /Jist6rico del constitucionalismo hispanoamericano (Mexico: Instituto de Investigaciones
Juridicas, Universidad Nacional Autonoma de Mexico, 1976) pp. 225 Y siguientes. .
30 Teorfa de la Constituci6n (Barcelona: ediciones Ariel, 1964) pp. 232 Y siguientes.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 15

bicameralislllo , refrendo, votacion calificada) y contro les interorganos (ej em.:


veto presidenciaI , interpelacion , info rmes ministeriales).

a) Procedimiento legislativo

La existencia de una Camara Alta, en los paises que adoptan el bica-


meralismo, como una asamblea de reflexion, dentro de la cual los elementos
conservadores tienen mayor participacion para controlar el proceso legislati-
YO, es uno de los controles intraorganos c1asicos. No es el casu d e nuestro
pais, de tendencia unicameral. Sin embargo, en las dos ultimas constituyen-
tes, la de 1956 y 1965, controladas por mayorias conservadoras, ~~_ h_,!~~~~­
!!Luna tendencia - hasta el momenta sin exito - de establecer una Camara Al-
ta sui generis, modificando el clasico mecanismo de formacion de la ley. EI
Consejo de Estado, de la constitucion de 1965, fue concebido - aunque el pro-
yecto original se frustrD en la discusion del pleno- como un organo colegisla-
dor de gran poder de decision politica, con funciones de arbitraje , en Illanos
de los grupos de intereses.
Nuestro sistema ha recogido el procedimiento agravado de tres lec-
turas en la formacion de las leyes, como autocontrol para el examen mas cui-
dadoso de los proyectos legislativos, y en el mismo orden de ideas, esta el
requisito de la mayoria calificada (especial) para algunos casos. Dice el Arto.
173 : Presentado y admitido un proyecto de ley, se pondra a discusion en tres
sesiones diferentes, celebradas en distintos dz'as y no podra votarse hasta que
se tenga por suficientemente discutido en la tercera sesion ... las leyes callfi-
cadas como constitucionales requieren. para su reforma, el vo to de las dos
terceras partes de diputados que integran el Congreso, previo dictamen favo-
rable del Consejo de Estado. requisito este ultimo, que implica un control
interorgano tambien .

b) Refrendo ministerial

Este es otro autocontrol del poder Ejecutivo. Para que los actos del
Presidente de la Republica tengan . validez, deben ser legitimados por el refren-
do de uno de sus Ministros. En este sentido, se produce un control interno del
mismo organismo, que compromete a mayor numero de funcionarios en la de-
cision que se toma. EI Arto. 181, indica que el Presidente a guien correspon-
'den las funciones ejecutivas actuara siempre con los ministros, en Consejo 0
separadamente con uno mas de ellos; el 197, inciso 30. , atribuye a los Minis-
tras de Estado, la funcion de refrendar los decretos, acuerdos y reglamentos
dictados por el Presidente de la Republica, relacionados con su despacho,pa-
.fa que tengan validez; el Arto . 198 , que el Presidente de fa Republica y los
.'.fffinistros de Estado, reunidos en sesion, constituyen el Consejo de Ministros.
16 JORGE MARIO GARC IA l.AGUARDIA

el cual canace de los asuntos sametidos a su consideracivll por el Presidente


de la Republica, quien 10 canvaca y preside. Los Ministras SUII solidariamen-
te responsables can el Presidente de la Republica pur tudas las disposiciones
que suscriban can el. Un control, aunque mas bien simbolico , est a constitui-
do par el juramento que el Presidente presta ante el Legislativo al tomar po-
sesion de su cargo en sesion salemne d el Congreso (A rto. 187), y la obliga-
cion que tiene de informar al Congreso de las medidas tomadas en casu de
emergencia grave a de calamidad publica, en sus sesioncs inmediatas (Arto.
189 inciso 50.).

c) Organizacion del poder Judicial

En el Organismo Judicial , los instrumentos de autocontrol aparecen


mucho mas claros, a Iraves de su organizacion jenirquica y el uso de medios
de impugnacion verticales.

d) Veto presidencial.

Por medio de esta institucion, el Ejecutivo puede ejercer cierto con-


trol sobre el proceso legislativo . De conformidad con el articulo 176 , aproba-
do un proyecto de ley, pasani al Ejecutivo para su sancion y promulgacion.
Dentro de los quince d las de recib ido el proyecto y prcvio acuerdo tom ado
en Consejo de Ministros, et Presidentei podra devolve rIo al Congreso con las ob-
servaciones que estime oportunas. EI Congreso considerani las observaciones
hechas por el Ejecutivo , oyendo previamente la opinion del Consejo de Esta-
do, salvo que este cuerpo ya hubiere opinado. Si no fueren aceptadas dichas
observaciones podra dejar el proyecto para el pcriodo siguiente, pero si el
Congreso 10 ratificare , con el voto de las dos terceras part es de sus miembros,
el Ejecutivo debeni sancionar y promulgar la ley dentro de los ocho d fas si-
guientes de haberla recibido . Si el Ejecutivo no 10 hiciere, el Congreso orde-
nani su publicacion para que surta efectos como ley de la Republica. Como
se ve, un claro ejemplo de integracion y reciproco control de diversos orga-
nos, en la toma de una decision. Tambien podria recordarsc aqui, la posibi-
lidad reconocida en los art iculos l74 y 175 , para que el Consejo de Estado,
pueda intervenir en forma co nsultiva pero obligatoria, en la elaboracion de
leyes con dificultades de aprobacion en el Congreso.

e) Interpelacion ministerial

Esta institucion sc incorpora a nu est ru derecho co nstituc io nal ; en


la Constitucion de 1945 y es mantenido en los tcx tos postcriores. En la Cons-
titucion de 1965 , se recoge en los articulos 202 y 203. Los ministros tienel1.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 17

o~lig~~i ~in de presentarse <II congreSll a fin de contestar las interpel<lciunes


ql!e se les fomlUlen por clialquier acto de gubierno, col) la excepci9n de Ius
Ministros de la Defensa y Relaciones Exteriorcs, que pueden abstenerse de
conte~tar preguntas sobre materias que afecten la seguridad nacional 0 las
reiaci.Q.nes intemacionales. De la interpelacion podni derivarse un voto de
falta de confianza, el que debera ser solicitado cuando menos por ocho di-
putados. En casu de su procedencia, el Ministro presentara inmediatamen-
te su dimision . Pero si el President e en Consejo de Ministros, considera que
el acto 0 actos censurables al Ministro se ajustan a la conveniencia nacional
y a la politica del gobierno, el interpel ado podd recurrir al Congreso dentro
de ocho dfas y si no 10 hiciere se Ie tendra por separado del cargo. La rati-
ficacion del voto de falta de confianza, deb era ser hecha por una mayoria
calificada de dos tercios de diputados que integran el Consejo, y al hacerla,
se tendra por aceptada la renuncia y el Ministro quedara separadu del car-
go de inmediato.
El origen de esta institucion esta en el malestar que produce 13 pre-
ponderancia presidencial . A partir del asentamiento de las reformas libera-
les - finales del siglo pasado e inicios del presente- se produce en America
Latina, un fortalecimiento inusitado de los poderes del Presidente. La Cons-
titucion cubana de 1940 - que ~es una de las precursoras del constituciona-
>

lismo social despues de la mexicana de 1917- por primera vez establecio un


sistema semi-pariamentario, 0 presidencial moderado, en el sentido de fijar
mayores limitaciones a la actividad del Ejecutivo en favor del Congreso. In'-
corporo por vez primera, la interpelacio n y el voto de confianza , elemento
propio del regimen pariam entario y no del presidencial que esta en nuestra
tradicion constitucional .
Una sola vez, funciono el procedimiento durante la vigencia de la
Constitucion de 1945 , en el mandato del Presidente Juan Jose Arevalo (1945-
1951). Su Ministro de Gobernacion , -- recien trasladado a dicho cargo de la
lefatura de Estado Mayor- reprimio actividades consideradas marxistas e
hizo severas acusaciones sobre 10 que considero penetracion comunista en la
que involucraba al propio Congreso, el que respondio accionando el meca-
nismo constitucional que conc\uyo con el voto de confianza y su renuncia.
Fue nombrado inmediatamente Ministro sin ~artera. 31 Y durante la vigen-

31 Jorge Mario Garcia Laguardia, Polftica y constitucion en Guatemala (Guate-


mala: Serviprensa Centroamericana, 1977) p . 30. Uno de los constituyentes - Manuel
Galich- afirma: "Cuando tome posesion de mi curul constituyente ya todo estaba he-
cho, por 10 menos eI articulado importante. Solo alcance a tomar parte en un debate
sobre el pretendido semi-parlamentarismo que, aI final se introdujo. Yo me opuse. Por-
que en esa Constituyente la tendencia era cercenar al maximo al Ejecutivo. Se legislo
para atras y no para adelante", Citado en Jorge Mario Garcia Laguardia, La revolucion
de ocwbre de 1944, 2a. ed., (Guatemala: talleres municipales, 1974) s.p.
18 JORGE MARIU CARCIA I.ACUARDIA

(;ia de la Constitu(;ion de 1965, tambien L1na sola veL., en Ill~rzo de 1967, (;uan-
do d Ministro de Econom ia del President e Mendez Monten egro fue citado al
Congrcso, y al negarse a <.:omparecer, st' Ie o(llrgo LIn vo(o de fal(~1 de cll nfian-
loa que 10 obligo a dimitir, entre lIna guerra de p~pel, subre la constitllciunali-
dad del procedimiento, por sus <.:araderist icas espe<.: ialcs.
Este mecanismo de control ha sido IllUY controvertido y eI Congreso
de la Republica ha hecho diversas interpretaciones.! En 1959, afirma que la in-
terpelacion es un derecho ilimitado de los diputados y I/O estQ suieta a la cali-
[icacion previa de ninguna especie. Pero en 1972, la mayor!a conservadora,
se decidi6 por un criterio restrictivo, sentando la tesis de que la soli<.:itud debe
calificarse previamente por la Junta Directiva , la que detenllina si se ajusta a
la lOflstitucion ya la naturaleza de la insfitucion para epifar que se dcsllafllra-
lice y sea objcto de exceso de iniciatiJ'a de los diputados. 0 de wall/llier otro
[actor que haga perda cl selltidu de la IIIzidad de los aetos .\' rcsolllciull(,s del
Congreso de fa Republica, hacienda el plallteamielltu al plcllu dd COllgreso
para su aceptacioll 0 no. Como se ve, Clln esta interpretacil'ln cl dereello de
los diputados se anula, y el ejerc;ieio de la int erpela<.:i6n queda en illanos de la
mayoria, la que reiteradamente ha hecho uso de esta prerrogativa 32
En la misma linea, estan los informes que los Ministros estan ob liga-
dos a presentar anualmente al Congreso, con la memoria de sus actividades y
la ejecuci6n presupuestaria de su dependen(;ia (Arto . 20 1) Y la facultad del
Congreso 0 de sus comisiones internas, para citar a los Ministros y al Pwcura-
dor General de la Naci6n, para oirios cuando se diseuta lIn~ ley II se estud ie
un negocio (Arto. 167).

B. Economicos y hacendarios.

Otros instrumentos protectores se cstableeen para garantizar la pureza


en el manejo de los recursos y su utilizacion dentro de los Iimites constitu-
cionales. Al Congreso corresponde decretar Iu s impu es tos ordinarios y ex tra-
ordinarius conforme a las necesidades del Estado y tambien determinar las
bases de su recaudaci6n (Arto. 170, inciso 30.) ; los ingrcslls del Fstadll scran
previstos y los egresos fijados en eI presupuestll (;eiler~1 que regira dur~nte el
ejercicio para el eual hay~ sido aprobado (Arto. 223); el Eje<.:utivll deb era en-
viar al Congreso un proyecto, con scscnta d ias de antic ipa ei()J] a la feella de

32 "D ictamen de la Comision de Reg im en Int erior d el Cungreso de la Republica",


diario Prensa Libre, HI de ocmbre de 1982. Subre la instituciun vn Eduardn Sotumo-
ra Fuentes, La interpelacion a los Ministro s de estado en nuestro regimen (Cuatemala:
resis, Faculrad de Derecho, Universidad de San Carlos 1975 ) y Carlos Enrique Gonza-
lez Cajas, EI Procedimiento de interpelacion de los Ministros de estado en fa legislacion
guatemalteca (Cuatemala: tesis, Facultad de l>crcdlO. Centro Univcf'itario de (kccitiell-
tC,1975).
l.A DE FENS .. \ \)1-: L \ CO NSTITl '( 1(11" 1"

inieiu llel ejcrcicio fi sc al. c'l q uc dcher:i aproi1arl\l ( A rt. ) 170 ill c· is. , 20 ) I ;lIll ·
hien d rU11grc'," :I]H"h;lr:i ., i11 lpr ()b :lr;i :111 11:111 11,' 111 ,' c'1I l'l d" " ,:11 P,II I,' \ pre-
vi\) infurIlll' liL' 1:1 Contralori.. de Cuellta", ,'I d,'lalk \ ill ., 1il 'il':I,' i," 11 lie- 1".1, \\
los ingresos y eg rl's,'s I ll' 1:1 11 ",' iL'I)(I :1 l' ilill ie:1 'I II l' Ie pre s,' II I,' ,'I 1·.i CL IlI il, ) ! \ r l, '.
170 inci su 4 u. l y la fi sL· alil. aci'·'1l ge ll l' I:1I .I ,' 1:1 CO lltraloria de Cuelltas .I,' !<"
ingrcsus. t'gn:slls C illicre scs hace nd,nios ti c lo s Il rga lli slll () s d el !'statio . I,)s 11111 ·
nicipios, las entidades dcscentraliza da s, aut(lnlllllas y semi au I'·) IIOIlI :IS.
Instituc ion esta la (,o lltraloria · . de co nt ro l tec llico y e(l ll fU II,·I\'II ,·' d,'s-
eentralizada s. euyn jere es ,:lec to pu r ,' I C\l llgrcs\l par:1 1111 pnioti\l d e ,:II :llm
anos(Arto . 226 y 22 7 )

C. Sociale-s. Regimen cunstitucional de lo s part ido s.

Otros iII Slrtllll l" III,' S S,1I 1 de e,!I ,iL'ln sLleial y s,' (\ri.'111 :1I 1 a la prc' Sc'rl:k l\l 1l
del ord en cn ll stitu c ill nal a (raves de los grupos int L'rIll Cd ills. c'spcc" ia llll clit c los
pa rt idos pol itic()s y l,lS grup os de prc sil·' II . :1 Ill S q ue St' ks d :J 1':tn icipaL' il'1I1 (' II
cl proceso dt' pud cr.
Ell Guat emala. sc han suced id u las ll1iSllIaS ctapa s qlle sc h,1I1 pnllluc iLi (l
en el co nstituc ionalislllo Illulldi al, co n respec to al prub klll<l de la CU ll sl itue io-
nalizacion de los partidu s. Despuc s de un a prill/ era fase d e n gicla opusic[()11
a los mislI/us (ell fa fegislaciu l7 clel cSfaLio !Ju lie/a y mill ell (/(/l/(Was. ('x fr ellla-
damente illclil'iclualistas, del estadv surgiclo de fa Rel'o lu ck} 1I ji-allccsa) .I ' d es-
pues de o tra de ab soll/w agno{icisl/w al rcspect(} (propia del ('Ilad o !/luuer-
no, .de vrientacion lib eral, en el cllrso dd sigfo XX ), s(' ha pasado riltimam ell-
te a la fas e de .I'll progresim discil1lirra ill splIblicisla (eu lillillada h {('g(), (/ I"(,(TS
-sobre tudu en los f:stados aUio ritllrius )' de denlOcracill /l/arx ista · ( '11 IIl1a
incorporac iu ll integral, m ediante la cOl1Cesi(}1I a los misl/ws del .,·latu s de p er-
sonas jUrldicas con rc!iel'e eonstituciollal). 33
En lllla prill1era fa se, la actitud de Ius co nstitu ycn tes fu e semcja nt e a la
de los cl<isicus lib e ralcs ClIrOP CUS Y ilurt ca lllL'riean lls. l'sub:1l1 dll lllin adllS po r
eI mismo temor al peligroso I'icio... del espr'ritll del partido , qll e info rtll aba a
los padres fillldllc/()res y CI1 gc ncral a IllS cuerpus int crtlll:dills 'Iu c Sc' L'ol()caba ll
entre el !::stado y Iu s c iudada nos depll sitarios de la sobc rall la . IIlllil(} d e !Jar·
(idos 0 /lia s bien d e faccio l1 es, p emic iosas sieillpre ell WI J:'stadu lihre, afirll1a-
ba Pedro Molin a, Ullo de I()s dipu taJo s 1ll3 S illlpo rt<Jllt cs del prilll e r Con grcs()
const itu yc nte cc nlroam cric allO de I X23 .24 . H

33 Paol" Hiscarnti <Ii I{uffi'a , Derech oconstituciana/ l l\ ladri <l , " d ilOri a l T l"~n"', IY55 )
p. 720 . Tambii' ll Kar l I.O(· wel"l .-i ll , Qp . Ci l ., p . .... 2 Y si!!ui e (ll l"' .
. 3-1- " A lo~ eln.:tofL'''' dcl parti do dc.: t',(a t.:apital e ll COIl( c"';lac;c')Il ... 1 tollet u qtll' puhli
caron con fl" cha 3 dd ~()rril"llll"" . EI ed i w r ca n st i tuc ia nal. c' iud ad dt" Cual C" mal a, IUIll"'
16 d~ octuh,,' d~ I H20. No . Iii , fol io 11 9.
20 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

Sin embargo, en su segunda fase, y con motivo de la ampliac i6n del cat31o-
go de derechos individuales que recogio la Constitucion liberal de 1879, se in-
corporo el derecho de asociaci6n, que en un amplio sentido gene rico recono-
cia el de hacerlo con fmalidades politicas, y formalizaba limitaciones a las
organizaciones religiosas, al constitucionalizar un punto programatico de la
reforma. El articulo 25 decia: Se garantiza el derecho de asociacion y el de
reunirse paclJICamente y sin armas;.pero se prohibe el establecimiento de con-
gregaciones conventuales y de toda especie de instituciones 0 asociaciones rna-
ndsticas. Basados en este amparo constitucional, los viejos partidos hist6ricos
y sus efimeras derivaciones electorales, pudieron sobrevivir bajo la benevolen-
te paciencia del poder pUblico.
El paso al reconocimiento expreso, se dio en la Constituci6n de 1945, que
in augur a el cicIo del constitucionalismo social y que fue producto de la revolu-
cion civico-militar que derroco al dictador Jorge Ubico en 1944. El articulo
33 de la Constitucion de 1945, asento: Los guaternaltecos tienen el derecho
de organizarse en partidos poiz"ticos, los cuales deben inscribirse de confonni-
dad con 10 que detennine la Ley Electoral. La Ley Electoral debe confonnar-
se al principio de que en las elecciones de cuerpos colegiados, las minonas es-
timables, de acuerdo con el sistema tecnico que se adopte, gozaran del dere-
cho de representaciorz. En el Arto. 32 - que fue aprobado sin discusion en la
Comision y en el pleno- al mismo tiempo que se prohibia el establecimiento
de instituciones 0 asociaciones monasticas, se hacia 10 mismo con las organi-
zaciones politicas de caracter internacional 0 extranjero.
Entrevistas con algunos diputados importantes, parecen indica r que las
prohibiciones se orientaban contra los grupos de derecha de orientacion fas-
cista y el sindicalismo catolico, pero la imprecision de la redaccion permitio
que la oposicion a los gobiernos revolucionarios mas tarde, Ie diera una con-
notacion anticomunista, frente a la decision del Presidente Arbenz de auto-
rizar el funcionamiento legal , en 1952, del recien fundado (1949) partido
comunista 35
En la constitucion de 1956, se mantuvo el reconocimiento constitucio·
nal, y recoge expresamente la prohibicion contra los partidos de orientacion
marxista, aunque en el tratamiento general del tema, aSI como en el del sufra·
gio y autoridades electorales, se produce una tecnificacion del apartado cons·
titucional .
Y finalmente, en la Constitucion de 1965 , el libre juego de fuerzas y opi·
niones, y la competencia abierta por e\ control del poder politico, son reco·
nocidos y dentro de este esquema las asociaciones politic as juegan un papel

35 Sobre este y otros puntos del texto del 45, vcr Jorge Mario Garcia Laguardia,
Los constituyentes de 1945, Mss., donde recogcmos entrevistas con la mayorfa de los
dipu tados, que se refieren a este y ouos problemas.
LA DEFENSA DE LA CONSTlT UCION 21

esencial, como intemJediarias entre el poder publico y el pueblo organizado


en cuerpo electoral. Juridicamente , los partidos se integran por ciudadanos en
ejercicio de sus derechos politicos que se agrupan bajo las mismas bandcras
ideologicas en forma permanente y sujetos a un estatuto juridico, con el ob-
jeto de intluir en la politica general. Afirma (Arto. 25 inciso 10.) que el Es-
tado Garantiza fa fibre formaci6n y funcionamiellto de partidos politicos cu-
yas normas y principios sean democraticos y genericamente tambien reconoce
el clasico derecho de asociaci6n (Arto . 64). Dentro de la tendencia de preser-
vacion del sistema y contenci6n de grupos adversos, se ha constitucionaliza-
do la prohibici6n del funcionamiento de organizaciones marxistas, punto que
incluso fue centro y explicacion de la refomla de 1956, que se profundiz6
en la de 65, y que en un uso abusivo se ha utilizado para neutralizar a la opo-
sicion, del centro de la izquierda en general. En 10 cual, el texto es reiterativo.
Fija ademas una serie de requisitos para inscripcion y funcionamiento y el
articulo 29 considera a los partidos legalmente inscritos, como instituciones
de derecho publico , con 10 que se llega a la coronacion del proceso de cons-
titucionalizaci6n de su regimen, inco rponindolos fomlalmente en la estruc-
tura del poder, 10 que trae varias consecuencuencias. Por una parte, al darle
ese canicter, se les esta co ncediendo personalidad juridica, con las consecuen-
cias inherentes a esta situaci6n, y at incluirlos dentro de la regulaci6n del de-
recho publicao se les estan reconociendo funciones de caracter general e inte-
'res colectivo . Asi resulta que los partidos politicos en Guatemala, son efectivos
organos auxiliares del Estado, en el sentido de que aun cuando su actividad esta
orientada a satisfacc:r intereses propios, se convierten en presupuesto de la orga-
nizaci6n democratico-liberal del Estado y realizan funciones publicas en benefi-
cio del Estado y la comunidad, insertandose dentro de la estructura de poder y
marco global del regimen. Basta senalar algunas de esas funciones : fijan pautas
para la real expresi6n de la voluntad popular, convirtiendose de hecho en el es-
que/eto poil'tico del pueblo, es decir de Barile, que organiza la expresi6n del sen-
tir politico ciudadano ; seleccionan a la clase gobernante al designar los candida-
tos a los cargos de eleccion e integran relaciones institucionales del Estado. En el
esquema general que la Constituci6n formula , - y su desarrollo en la ley- , desde
el establecimiento de los requisitos de ciudadania, las condiciones del sufragio, la
organizaci6n del cuerpo electoral, hasta la designacion de los gobernantes, su pa-
pel de cuerpos intermediarios institucionales queda perfectamente, asi como su
integracion al sistema, a traves de un catalago de obligaciones y derechos.
Algun autor se dolia de la conspiracion del silencio que se habia abatido
sobre los partidos poifticos, ante la rehacia actitud de los constituyentes y
legisIadores para reconocerlos. Del estudio que hemos hecho, aparece un nue-
vo elemento, una nueva conspiracion, esta vez de su manipulacion constitucio-
nat y legal. Una actitud maximalista , en el sentido de un tratamiento cuidado-
SO y extensivo regimen partidario, que en gran medida se orienta a su control
22 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

por parte del poder publico . Requisitos - a primera vista inofensivos- de afilia-
cion, reconocimiento, actividades, programas, antecedentes de la dirigencia y fi-
nanciamiento, reflejan una encubierta intencion limitativa, que deja en manos
del gobierno central a traves de organos especificos de control, la decision so-
bre la misma existencia de los partidos y naturalmente de su actividad. Todo
este marco legal, que aqui solo sugerimos, ha sido construido conscientemente
para controlar la vida partida ria y mantener un regimen de pluralismo restrin-
gido , que ha impedido que la oposicion se manifieste Iibre y realmente, y en si-
tuaciones limites, se ha usado para controlar el escrutinio y realizar fraudes de-
nunciados por la oposicion y la opinion publica y reconocidos incluso por los
propios grupos de gobierno, que muy erosionados con ese estilo de ejercicio
del poder, han perdido legitimidad 36.

D. Rigidez constitucionaI.

Consecuencia de la supremacia constitucional es su rigidez . Un dificuIta-


do procedimiento de reforma constitucional contribuye a su defensa, a su es-
tabilidad, para preservar al texto de circunstanciales criticas, y ademas para
incorporar aI proceso de su enmienda aI titular de la soberania a traves del
poder constituyente.
Nuestra Constitucion es rigida. Todo el titulo VII (Artos. 266 y 270)
al reconocer la posibilidad de su reforma de conformidad con un procedimien-
to preestablecido, fija las pautas del mismo. Para aprobar una, el Congreso de-
be conocer el proyecto y senalar los articulos sujetos ala misma, que son co no-
cidos por un cuerpo constituyente ad-hoc, que al decretarla se disuelve. Es
parcialmente petrea porque los art iculos referentes a la reelecc ion presidencial
no pueden ser modificados en ningun caso . Y en alguna medida es tambien
flexible, pues el Consejo de Estado y el Congreso, pueden reunirse conjunta-
mente, con poderes constituyentes para decretar reformas que se refieran al
proceso de reestructuracion de la nacion centroamericana 0 la incorporacion
del territorio de Belice.
Durante la vigencia de los ultimos tres textos constitucionales (1945, 1956
y 1965) no se ha hecho uso del procedimiento de reforma y los tres fueron sus-
tituidos por vias anormales. Y esta, ha sido una constante de la vida politica

36 Un desarrollo mayor de estas ideas en Jorge Mario Garcia Laguardia, "La constitu-
cionalizaci6n del regimen juridico de los panidos politicos en Centroamerica", en Ignacio
Burgoa et. al., EI r"gimen constitucional de los partidos polfticos (Mexico : Instit\,lto de In-
vestigaciones Juridicas de la Universidad Nacional Aut6noma de Mexico, 1975) pp . 45-83;
del mismo autor, "Subversion, contrainsurgencia, pluralismo restringido. La cuadratura del
circulo polftico-constitucional en Guatemala" , Ponencia al II Congreso Iberoamericano de
Derecho Constitucional, en Anuario Jurfdico, Instituto de Investigaciones Juridicas UNAM,
No. IX (1982) pp. 99-115. Ver tambien Edmundo Vazquez Martinez, "Los partidos politi-
cos en el derecho guatemalteco", Ellmparcial, ciudad de Guatemala, agosto de 1973.
LA DEFENSA DE I.A CONSTITUCfON

constitllcional del pais. 1::1 Acta Constitutiva - de 1851 -- quc fijt) las b ~I 'l'S
cOllstitucionaics del regimen conservador, rue refonllada una sula veL, cn l'!
arlo 1854, de acuerdo con el sistcma f1exible que estableda - por la Camara
de Representantes despues de auscul ta r opinion de au toridades constitu idas-
para declarar a Rafael Carrera, Presidente Vitalicio con derecho a nombrar su-
cesor. Y la constitucion de la generacion liberal , la de 1879, que estuvo vi-
gente hasta 1944 - Iongevidad comun a dichos textos-- fue refomlada ocho
veces (1885,1887, 1897, 1903, 1921, 1927, 1935 Y 1941). Solo las refor-
mas del 21 y 27 afectaron su orientacion general, iniciando la constituciolla-
Iizacion de la cuestion social que se afirmani en la segunda postguerra. Las
otras, indefectiblemente se refieren a los poderes y periodo presidencial y
juegan a1rededor del Arto. 66 que prohib ia la reeleccion . La ultima, del 4 L
es muy representativa : se lim ito a dejar en suspenso dicho articulo, para am-
pliar Icgislativamente el periodo del dictador Jorge Ubico (1931-1944) hasta
el ano 49 , quicn solo parcialmente pudo disfnttar de su malabari smo (onsti-
tucionalista , porque fue derrocado en 1944.

VI. GARANTIAS CONSTITUCIONALES.

El segundo de los apartados est a constituido por lasgarantias constitu-


cionales. Durante mucho tiempo se les tuvo como sinonimo de derechos, in-
sistiendo sobre un equivoco que se remonta a la Declaracion Francesa de De-
rechos del Hombre. EI art iculo 16 de esta dec1aracion decia que tada siJCic-
&id en la cual la garantla de los dercch os 110 este asegurada.. . 110 tienc CO/lsti-
(Ucioll. Y en una 'interpretacion equ ivoca, que se volvi() histtHica , paso a los
"textos constitucionales especialmente latinoamericanos, con el nombre de
Garantias Individuales, la regulacion de los derechos human os.
Tambien el concepto de garantia constitucional se ha entendido como
sinonimo de instituciones a las que se otorga rango constitucional para dar-
Ie mayor jerarqufa y protegerlas cO lltra cambios legislativos anarquicos. Lo
que se relaciona con las constituciones sumarias y desarrolladas. Las prime-
ras, solo establecen los poderes y sus competencias, en tanto que en las se-
gundas, se inc1uyen una serie de disposiciones que en otros paises, especial-
mente europeos, co rrespond en a la lcgislacion ordinaria. En America Lati-
na, se ha neido indispensable inc1uirlas en la constitucion para darle una je-
rarqu fa especial y defenderlas contra presiones de los poderes publicos, eco-
nomicos y soc iales, asi como de los vaivenes legislativos partidistas. En este
orden de ideas: el trabajo, la familia, cultura, autonomia universitaria, nacio-
nalidad, han adquirido rango consti tucional 3 7 .

37 " ... al pugnar por un regimen de legalidad y enfocarse determinados problemas de ti-
po constitucional no se pretende fa destrucci6n 0 supresi6n de institucioncs por eI pueblo
24 JORGE MARIO GARCIA LAGUAR DIA

Otro sector de la doctrina, en un sentido gem:rico, comprcnde dentm del


tennino, las medidas de protecci6n constitucional (en el sentido expuesto) y adc-
mas las propias garantias procesales_ Asi, el tennino garantfa, serfa sin6nimo de
defensa ConstitucionaL Jorge Jellinek, hablaba de garantr'as de derecho -,iiibli-
co, para refcrirse a aquellos medios establecidos por el constituyente para pre-
servar el ordenamiento del Estado_ Leon Duguit, las dividia en garantias cons-
titucionales preventivas y represivas_ En America Latina, las ideas de estos dos
tratadistas han tenido una cIamorosa influencia durante much os anos, en las
facuItades de Derecho, entre ell os' la nuestra.
Sin embargo, actualmente el concepto de garantias tiene otra significacion,
propiamente procesaL Las garantias son medios tecnicos-juridicos, orientados
a proteger las disposiciones constitucionales cuando estas son infringidas, reinte-
gran do el orden jurfdico violado_ Existen amplios campos del derecho , especial-
mente el constitucional y el internacional publico, que carcc en de nonnas de
cfectividad; sus disposiciones muchas veces no son mas que expresi6n de de-
seos. Por esto, se fortalece en los uItimos anos una tendencia a cncontrar nor-
mas de garantfa, que hagan efectivas las disposiciones de canicter sustantivo 38 .
El conjunto de instrumentos de garantia de las nonnas constitucionales tam-
bien ha sido designado con el tennino de justicia Constitucional, tennino que
prefiere Fix Zamudio por considerar que con el se subraya el carcicter preponde-
rantemente axiol6gico de estos instrumentos y por su preciso sentido jurfdico_ 39

aceptadas y establecidas en ~u beneficio sino su reestructuracion de ntro de la estricta fun -


cion y acorde ala realidad sociopolitica, Ello tambien im plica que la Constirucion, \ejos de
servir de obstaculo para el progreso, debe ser dinamica y permitir un desarrollo economico,
social y cultural de tal envergadura que sus propias disposiciones tengan cntonces plena vi-
gencia, La Constituci6n tiene que dejar de ser un programa politico, para reducirse a su jus-
ta expresi6n y funcion; norma fundamental que por una parte establece y asegura los dere-
chos basicos del ciudadano, y por la otra, determina la organizaci6n jurfdico-politica del Es-
tado y las funciones que a cada uno dc los organos estatales se asignan a efecto de asegurar
un correcto ej crcicio del poder. AI pu eb lo corrcsponde mediante el sufragio, aprobar 0 re-
chazar los programas politicos que a su considcracion sometan los sectores que asp iran al
poder. Este programa no debe ser impuesto incorporandolo a la Constitucion", Francisco
Villagran Kramer, Estudios de ciencia pol/tica y otros ensayos (Guatemala: Serviprensa Cen-
troamericana, 1979) pp. 99-1 00.
38 Sobre este problema ver Hector Fix Zamudio, La Constitucion y su defensa, Mss.
. cit., y de l mismo autor, La proteccion procesal de los derechos humanos ante las jurisciiccio-
nes nacionales (Madrid: editorial Civitas, 1982.)
39 Veinticinco aflos de evoluci6n de la justicia constitucional. 1940- 1965 (Mexico:
Instituto de Investigaciones Jurfdicas de la Universidad Nacional AuC6noma de Mexico,
1968) pp . 9-18, donde se haccn precisiones tenninologicas, Y recue rda la elegante formula-
cion del profesor italiano Mauro Cappelletti: .. ... en la concepcion mas modema, la norma
constitucional no es otra cosa que un cnsayo, tal vez imposible y casi podriamos calificar de
' faustico', pero profundamente humano y digno de ser intentado, de transformar en derecho
escrito los supremos valores, la pretension de ' c ncerrar' de 'de finir' en una norma positiva, 10.
quc por su naturaleza es inasible e indefinible: 10 absoluto", EI control de la constituciona-
lidad de las leyes en el derecho comparado (Mexico: imprenta universitaria, 1'966). De cs-
te au tor, ver para eI tema en general, su ya c1asico libro, La jurisdicci6n constitucional'de
la libertad (Mexico: Instituto de Investigaciones Juridicas de la Universidad Nacional,
1961).
LA DEFENSA [)E I.A CONSTITUCION

En nuestru uerecito, este equivoco tenninol{)gicn ha siuo pcrsistt!nte, J csJ<,


_Ia Constitucil'm h : Lleral de CClltroaIl1~ri c: a de 11)24, qu e hah laba LI e Garant las
de la libertad individual , para rl'ferirse .~I los Ll erccilos rCl'ullociLlo s, ,IIIIHllIl' la
' Constitucion Llel EstaLlo LI e Guatclll,t1a dentru LI e la Fedcrac:i l'l ll , LI e IX2'i . cu-
rreetamente denoillinaba su Secc ion 2, Derechos particulares de los habitan-
tes. Entre las leyes cllnstitueionales del ano 39, la tercera se dellllmill o Decla-
racion de Derechos del Estado y sus Habitantes y fue eonocida eomo Ley de
Garant las. En el Acta Constitutiva , cI ca pitulo I, se denominaba De los guate-
maltecos y sus deberes y derechos. Y en la eonstitucion de 1879, el titulo II ,
simplemente se denominaba: De las Garantlas e inelula la deelaracion de de-
reehos, que en sus refonna s se amplio a Garantias constitucionales. En la de
1945 , se denoillinaron Garantlas individuales y sociales, terminologia que se
mantiene en la de 1956. aun que, rehuyendo cI tennino sociales, se haec una
enum eracio n de Garantias individuales, amparo, familia , trabajo , empleado
publico y propiedad.
La constitucilln de 1965 mantien e el equ Ivoeo . Con mu cha anarC(u ia se
ord enan los aspectos relacionados con los derechos y sus instruill ento s pro-
tecto res. EI titulo II , se llama Garantias constitucionales e inc!uye dns cap i-
tulos: Garant ias y dereehos individual es y Habeas Corpus y amparo.
EI titulo III , se denomina Garalltlas Sociales: derechos eeonornico s y so-
ciales, eultura . familia. trabajo , regimen ecollomico y soc ial. trabajadores del
Estado. EI titulo IV se denomina del Poder PUblico : responsabilidad de fun-
cionarios y leyes de exeepeion.
, EI titulo VII inel uye Tribunales de Ampafo y Corte de Constituciollali-
dad, eilia sistematic a del organislllo judicial.
Sin embargo, en diversas epocas se ha ll amado la atencion en esta eq uivo-
caeion. Los eonstituyentes de 1872 llamaron la atencion en el asunto: para
·Ios fines de la Republica, no basta que la Constitucion sea dictada par el celo
nuis puro, es preciso ademas inspirarse ell la historia de las pruebas y decep-
ciones porqu e ha pasado el pais que se constituye; no basta tampoco que abun-
de en bu enos prillcipius, y que contenga las declaraciones mas solemlles de los
derechos del hombre; 10 que realm ente importa, es qu e se establezca una orga-
nizacioll puit'tica tal que los principius tellgan necesaria aplicacio n y los dere-
chos suficiente garant(a. 40 Y uno de nuestros pocos tratadistas de derecho .
publico, Echever[fa, es exp\ Icito en la crltiea a la Constitueion de 1879: I-a
Constitl/cion compretlde dentro del tl'tllio de Derechos a garant/'as individua-
les, conceptuandolas como derechos, los procedimientos de amparo, habeas
c;orpus )' respol1sabilidad, los cuales IlOsotros cunceptuamos cumo garan tias

40 Proyccro de Constituci6n para la Republica de Guatemala, presentado a la Asam-


blea Constituyente en 20 de Agosto de 1872, por la Comisi6n encargada de formarlo (G ua-
temala : imprenta de la Paz, 1872) .
26 JORGE MARIO GARCIA I.AGUARDIA

de los derechos individuales, porque en rea/idad, estas disposiciullcs tiendel1,


no a establecer 0 dec/arar un derecho sino a cUl1 sigliar LIII procedimiclltu a
que se debe recurrir a fin de ob/igar a la auturidad a malltCl/ cr u a restiluir
los que correspunden a la perso na... por eS fa s razol/es li e cret"do del/Olllillar
o ('onsignar, estos derechos, no propial11 ellte C0l110 tales sino como garantlas
de todos los dereehos eomprendidos en fa Constitucion. .. 41
Tres son las instituciones de garantfa constitucional, que la Constituc ion
de 1965 , contempla: el hab eas co rpus ,~ el am paro y el c(;>nt ro l de co nstitucio-
nalidad de las leyes.

A. Habeas Corpus.

El derecho constituc ional guatemal teco, debe reiyindicar un antecedente


poco estudiado sobre la institu ci6 n del habeas corpus. El diputado suplen-
te 4 2 por Guatemala en la s Cort es de Cad iz, don Manu el de Llano, en la sesion
del 14 de diciembre de 18 10 pidio: que para preealler en parte los males, que
por lantos anos, han afligido a fa lIacion, sc nombre una cOl11ision que exclu-
sivamellte se ocupe en redactar lIna ley af [ellor de la del Habeas Corpus que
rige en Ingfaterra, que asegure la libertad individual de los ciu dadan os. 43 E1

41 Buenave ntura Echeverria, D erech o Constitucional guatemalteco (Guatemala : Ti-


pograffa Nacional. 1944) pp . 292-293 . Y en otra parte insiste en la idea: .. La constitu-
cion llama a este t itulo (II de la Constitucio n reformada de 1879) simplemente: Garantfas
constitucionales. consid erando com o dijimos al tratar del origen y fonnacion de las consti-
tuciones. q ue se estab lecieron para garallt{a de lo s ciu dadanos en con tra de los abusos del
poder po r parte de los gobernantes. Noso t ros los hemos Ham ado Derechos Individuales,
porque estimamos qu e ellos por sf solos no son garantias si no se refuerzan por otras leyes
posteriores compl ementarias que se Haman tamb ien Leyes Constituc ionales, las cuales vie-
nen a garantizar a los ciudadanos el cumplimiento de las leyes que estab lecen 0 declaran sus
derechos". p . 159; hace referencia a la tradicion centroamericana de leyes constitutivas yes-
pecialm ente a la Ley de Amparo, Cfr. infra., p. 37 y siguientes. Ramiro Auyon Barneond,
EI Procedim iento de Amparo. Antecedentes y Proyecciones en nuestra legislaci6n (G uate-
la: tesis. Facul tad de Derecho, Universidad de San Carlos. 1955). afinna que " ... debe dejarse
de denomi nar garantlas Constitucionales a los que no son mas que derec hos individualcs ... " ,
p. 101.
42 Por la d ificu ltad de que los diputado s amcricanos Hcgaran a Cadiz, se nomb raron
30 supl entes entrc los residentes de la Peninsula . y para representar a Guatemala. sc nombro
a los hennanos Andres y Manuel de Llano, resid e ntes en Cadiz. Sobre su actuacion ver J or-
gc Mario Garcia Laguardia, Origenes de la democrac ia constitucional en Centroamerica, 2a.
ed . (San Jose de Costa Rica: Editorial Universita ria Centroamericana. EDUCA, 1976) pp.
194 Y siguientcs y Ricardo Gall ardo. Las constitucio nes d e la Repub lica F ederal de Centro-
america (Madrid : Instituto de Estudios Politicos. 1958) T. I., pp . 109 Y siguientcs.
43 Diario de las discusiones y aetas de las Cortes (Cadiz: en la imprenta real. 1811 )
T. I.. p . 138 . En ad elante Diario de Co r tes. No se invocan los conocidos anteccde ntes es-
panoles sino la tradicion del de recho ingle s; los diputados se reficren reiteradamentc a la pro-
posicion de Llano - en diversas o portun idades y por varios de ellos- y demuestran conoce r
bien la institucion inglesa. Vcr D ia rio de Cortes... sesiones de 10. 14 Y 18 de " nero de 1811.
El dia 12 de enero de 1811 se apunta que se lcyo una Memoria sob re un a ley "semejante al
Habeas Corpus" (Diario de Cortes... T. II . p . 376) Y se paso a la Com isioD nombrada para
" formar el Proyecto de Ley de Manifcstacio nes dcl habeas corpus el Papel presentado por
Ma ria Catalan sobre el estab lec imien to de un tribunal cx trao rd in ario de agravios. a scm eja n-
LA DEFENSA DE I.A CONSTIT UCI ON

dia siguiellte se rcsuelve nombrar la Comisi('m H y el 17 r n la sesi() 1l de la ma-


liana, se int egra una CO II,isill ll para tratar /a pro/HISicilill licc/Ill fl or ('{ Sr. !.Ia-
110 relatim a la jim lla ci(i ll <1( ' III/ prul'L'c{o £I,' Icy ({li e' ilSQ,'l/f(' la lihcrrad ill(li-
r iilllal de los ciw/ae/allos, cu n I11U Y calificadu s diputadus. -ts
La k y nu fue aprob ada nun ca, 3unqll c no sc perdio cn el alud parl al11 l' nta-
ri o co mo lIa sido reiteradam cnt e didlO 0 suge rid o por los pucus autores que sc
refieren a este antecedente _46
Desencadeno una discusion ma s ampli a sobre la oportunidad de lIll l/lI e l ' O
texto, adversada por los grupos conservadores que - como en toda la d iscusil>l1
de las Cortes- reivindica ron las bo ndad es de la legislacion antigua; y en ut ro ni-
vel se unifico la discusi()n de los probl em3 s de la libert ad individual. arreglo de
tribunales. de ca rceles. re sponsabilidades de funcionarios c infraccio ncs a la
(' 0 nst it uc io n.
La intima cone:\ ion de las prupusicilln es discutidas, provoco qu e' Sf resul-
viera que las diversas com isiones coo rdin aran sustrabajos y se interc ambiaran
informac io n y papeles, y asi la Co mi sion de Ju sticia aSllllli o las tareas que en
un principio se habia encome ndado a la integrada por Llano y clJmpallc ros.
EI destino final de la proposicion fue incorporarse a un proyecto sobre arreglo
de tribunaJes - E:\pusicio nes de Mutivos y 28 Articulos 47 euya di sclls ill n sc
vio interrumpida para analiza r un Proyecto de Reg/amento de Policia y despues

za del que h abia en la corona de Arago n, llamado de Greuges". Jose Barragan hace un ~xce­
knte a nal isis sobre la propuesta en " Propo sicio n p ara redactar una ley al teno r de la ,kl Ha·
~eas Corpu s en las Cortes de Cadiz", Temas del liberalism o gad/tan o (Mexico : Coord ina c;" "
de Humanidad es, Universidad Nacional Autonoma de Mexi co , 1978) pp . 79 -108 .
44 Diario de Cortes.. . T.!., p. 141.
~5 Perdro Rich , Di putado por la Junta Supl'rior de Aragon era regente d~ la Audic ,,-
ci a ; Domingo Duenas, d ipu tado suplente por Granada era Oidor Agregado de la Audiencia
de Sevilla; Vicente Traver, diputado por Valencia, catedriltico de derecho y el p ropio Manuel
de Llano, Diario de Cortes.. ., T . II ., p . 31. Los dip utados americanos daban cuenta puntual
de sus actividades y en Guatemal a la opinion favo rable al nuevo regimen constitucional to-
maba cue rp o rapidamente. Cuando Bustamante y Gue rra -p reced ido de fama de realista
irredu ctib le y duro en Montevideo- toma posesion de su cargo de Capitan Ge neral, el ayun-
tamiento de Guatemal a acusa rec ibo de ~u primer m anifiesto haciendo un a energica defcnsa
de los principios const itucionales y afirrna que "uno de los diputados am ericanos ha tenido
el honor de propon er a aq uellas Cortes la ley d e Habea s Corpus que ha sido aceptada, con 10
que en 10 de ade lante se vera garantizada la seguridad personal".
46 Manuel Valladares Kubio, Estudios Hist6ricos (G uatemala : Editorial Universita ri a,
1962) p. 261; Kob erto Diaz Castillo, "Origen del hab eas co rpu s en Guatemala y su regul a-
cion legal d urante el siglo XIX" , en Revista de la Facultad de Ciencias Juridicas V Sociales
de Guatemala, Nos. 1 y 2 (1967); David Vela, Barrundia ante el espejo de su tiempo, T . II
(Guatemal a: Edi torial Universitaria, 1957 ) p. 31 0 y Ricardo Gallardo, Gp. cit., p. 11 2 dice
que " paso a la Comisi6n sin que esta resolv iese alguna vez sob re la m ateria". En un trabajo
anterior, nosotros incurrimos en el mismo error, que hoy rectificamos, J o rge Mario Garcia
Laguardia, "La partici p acion centroamericana en Cadiz", Anales de la sociedad de Geogra-
fia e Historia de Guatemala, T . X I.I , Nos. 2 y 4 (abril-diciembre 1968).
47 En la Exposicion de Motivos, se i punta como la proposicio n de Llano fue una d e
las motoras del Reglamen to; se dice como la Comision de Ju sticia tuvO a la vista expedien-
tes, inc id e ntes de violacion de lihertades "y teniendo pre se nte la (pro po sic i6n) del Sr. D. Ma-
nuel de Llan os (s ic), para establ ecer la ley de Hab eas Corpu s... " ll ego a la conclusion de que
"es nec esario atacar al mal en su ralz, y dar reglas general es, poner a cubierto a los ciudada-
nos de toda vexacion en las causa" y que el poder judiciario no abu se jamas de la terrible fa-
28 JORGE MARIO GARC IA LAGUARDIA

el prupio Proyecto de Constitucion, a donde fut!ron :I parar los art iculos apru-
bados, - del de Tribunales - integrado el Titulo V del tcxto co nsti tucional defi-
nitivo qut! se refiere al Poder Judicial. -HI
Despues de la independencia y como parte del inicial ex perimento liberal
en las Provincias Unidas de Centroamerica Francisco Moral.an a nivel federal
y Mariano Galvez a nivel local - ensaya eI primer intento de codificaci6n pat ria .
Se adoptan en Guatemala los C6digos que Eduardo Livingston hab fa fonnula-
do para el estado de Louisiana 49 . traducidos por uno de los hombres mas lm-
portantes del periodo , Jose Francisco Barrundia , quien para dar a conocer el
sistema public6 en 1831 el C6d igo penal. 5 0
EI 10. de enero de 1837 -- fecha final de un largo proceso se promulga-
run solemnemente los nuevos c6digos 51 que entre las in st itu ciones mas im-
port antes adoptaban eI Habeas Corpus. EI grupo Iib era l que los impulsaba re-
conocfa co n espec ial afecto la nueva in stituclon. Barrundia en discurso en
Ia asamb lea con vehemencia solicitaba: Seamos los pril1lcros ell /leila,. los de-
seas del ilustre Livingston, aprol'cchando sus sabios trabajos y decretal/(lo un
jurado y una ley de habeas corpus quc causCIl tallta satisfaccioll a S/l au tor,

cultad de juzgar las diferencias y crlmenes de los ciudadanos. y para que d preso sufra 10
men os que sea posible en aquella triste mansion a que Ie conduce ~lJ desgracia", Oiario de
Cortes, sesion de 19 de abril de 1811 , T .V., p. 115. En el acta de la sesion estiL eI texta com·
pleto del Proyecto de Reglamento del Poder Judicial, Idem ., pp . 116-118 .
48 En este contexto es razonable seiialar como antecedentes en Gua temala el Arto.
298 de la Constirucion de Cadiz, como 10 haee Dfaz Castil lo, Op. cit. , pp . 34-37, e incluso
los Artos. 41 y 130 de la Constirucion de Bayona. Sobre est a ultima ver Jorge Mario Garcia
Laguardia, " l.a Constitucion de Bayona. Participaei6n del Diputado por Guatemala", en
Revista de la Facultad de Ciencias Juridicas y Sociales de Guatemala, Nos. 7 y 8 (1968)
pp .12 7-147 .
49 Livingston (1764-1836) fue un eonocido jurista y reformador norteamericano. Au-
tor de] System of Penal Law for the State of Louisiana de 1821, de un Codigo de Comercio
y un Code of Practice. Su obra se inscribe en el proceso general de eodifieacion e influyo en
varios paises. EI espfriru liberal democnitieo de sus proyeetos hae en a Barrundia denominar
a estos codigos " Ieyes populares" y defenderIos enrusiastamente. Cuando muere , se mand6
coloear en el salon de sesiones de la asamblea su retrato co n esta 1cyenda, "Eduardo Livings·
ton dio ley es a la Louisiana que ha adoptado G uatemala, por su medio la civilizaeion henna-
Ill> ambos pueblos y enlaz6 sus lib ertades". Ver William B. Hatch e r, Edward Livingston
( I.ouisiana State University, 1940) y Ginger Roberts, "Edward Livingstone and american
penology", Louisiana Law Review, Vol. 37 , No.5 (Su mm er 1957) pp . 1037-1067.
50 Codigo Penal (G uat emal a, Imprenta de la Union, 1831 ). Es un folleto de 193 pa·
ginas mas un extenso Discurso preliminar del propio Barrundia .
51 EI 26 de abril OC 1834, deereto la asamblea el Codigo de reforma y disciplina en
las prisiones. 1-:1 30 dc abril de 18 H, puso en vigor cI Codigo Penal. 1-:1 Dec reta de este dia
fue sane ion ado por cI Consejo I{e prcse ntativo el 24 de junio, dia mismo que Galvez Ie puso
d EjecllteSe; tiellc c1 Codigo 682 artfculos inc1ufdos ell dos libros, que estan divididos en
capfru los y es tos en seceiones. EI 27 de agosto de 1835, decretola asamblea la Ley Organi·
ca de la Administraci6n de Ju sticia por Jurados, qu e tielle n 79 articulos. EI 10 de Diciem·
bre de 1835, deere to cl Codigo de procedimientos del ramo criminal, sancionado el 12 de
marzo de 1836 por c1 Conscjo Re presentativo y sc Oland6 ejceutar el 15 de ese mes, de
966 artfculos y el 10 de diciembre de 1835 St' d ecre ta eI Codigo de prueb'as iudiciales,
sa ncionado y mando ejecutar el 24 de mayo de 1836 , CO li 239 articulos. Todo estc cuero
po de lcyes se cdita en la Imprenta de la Nu eva Academia de Estudios y se distribuyeron
ejemp lares gratuitamentc para conoeimiento de los ciudadanos.
LA DEFENSA DI ': 1.;\ CO N STITLICION

CU !/lO la ({lit' d s(' ill/agil/a d e .I'll adopciri l/ ('II Mh'ico I ' I'eni. 5 2 Y al responder
al jefe de ht ado (; ;ilvt'z C(\J1W prcsiu l' llt c dt: la asalllbka .:1 ~ O de f.:hrcru
ue 1837 con Illotiv() dc la prlll1l1ri gac i('111 de la s 1111 <, \'a s k yc's dcc )a : r el/ CII/u s
pllt'S, /(:1 '<'.1' patrias: )' si e/las II IJ SOli ur(p;illul('s, 1I0S l'i(,II('1I tall adecllalias ('0/1/0
prcciosas plalltas rcprodllcidas .1' IIl c/oralias acaso POI' 1111 ( e rrCI/O 1IIl1ilugo )' su-
perior... pOI' elias existe d Jurado y fa grail garal/fI'a d el habeas corpus ... 53
EI Codigo de Procedimientos para hacer efectivo el Codigo penal del Esta-
do de Guatemala, dedica el capitulo VI ala il1stitllci(ln bajo el titul o de la Sl/-
presioll de los dclitus calUra la libertad persollal, Artu s. del 56 31 I 15 dOl1u r la
regula minu ciosamente. Sus principal es definicioncs son la s siguient cs:

Art o. 56. U rt'lll cdi o reprcs ivo de los del ito s cl e la natural cza indica da ell
la materia de este titulo (co ntra la lib ertad personal) es por el aut o dc' ex-
hibicion de la persona. L.a natur aloa de es te rt'm edin. y el modo (k apli-
carlo estan detall ados en las sigui entcs secc iol1 es de .:ste capitulo .

Seccioll lao Definicion y forma de este auto .

Arto. 57. Un auto de exhibic io ll de la pnso na es una ord en dad <l pur es-
crito, expedida en Ilombre del estado po r juez 0 co rte de jurisdicc io n com-
petente, dirigida a cllalquiera que tenga una persona en su custodia . 0 bajo
Sll restricc ion, mandandole prescntar aquell a perso na en cic: rto ti cllljl" y lu-
gar, y hal: iendol e manifestar 1a razun porqu c es tenido ell cu stod ia bajo rrs-
triccion.

52 David Vela , OP. cit. , T. II , p . 298 .


53 EI Editor: Peri6dico de los tribunales, No.2 , Guatemala, 24 d e febrero de 1837 . En
este proceso de adopci6n de los c6digos de Livingsron para la Luisiana en Cenrroamerica, Jo-
st: Cecilio del Valle juega tambit'n un papel importante, poco conocido. Precursor del movi-
mieoto de codificaci6n, integra las primeras comisiones que se abocan a esa tarea, en la que
tambien su contacro con Jeremias Bentham es aprovechado:"Se me ha dicho que usted po-
see -Ie responde Bentham a una consulta- una copia del C6digo Penal del senor Livingston ...
si 00 es por el primer vap o r, en el o no, Ie enviare una tabla de los caoftulos y secciones del
COdigo Penal, con el mismo Plan como el d e arriba indicado C 6digo Constitucional. Mien-
tras tanto no dudo qu e una e ficaz ay uda se derivara de esta obra del senor Livinsron . Cual-
quier ley es mejor que ninguna : y, yo creo , que 10 mejor que usted puede hacer, serfa adop-
tar inmediatamente estc C6digo" . La carta no tien c fecha, pe ro es posiblemente de 1831,
por la tematica tratada cn ella, que corresponde con las de Valle a Bentham en ese ano . Es-
tc Ie habia escrito antes a Bentham, indicandole que una de las necesidades de los nuevos
parses era "derogar los c6digos espaiioles que han regido en ella, y formar orros nuevos, dig-
nos de las luces del siglo difundidas por lo s sabi o s que han sabido perfeccionar la jurispru-
dencia" y que " sus obras Ie d an el dtulo glo rioso d e legislador del mundo. Los que han si-
do Uamados por sus destinos a formar 0 discutir Proyecros de C6digos civiles 0 criminales
ban pedido luces a usted; y yo tengo mas que onos necesidad de elias. La Asamblea de este
Bstado de Guatemala se ha servido nombrarm e individuo de la Comisi6n que debe formar
DUestro C6digo Civil. Yo he vuelto los ojos a usted y a sus dignas obras. Tengo algunas: me
faltao otras; y sus pensamienros serfan para mf de precio infinito" . Sobre t'sto ver, Jorge
Mario Garcia Laguardia , lIustracion y lib era lism 0 en Centroam~rica. EI Pensamiento de Jos~
C«ilio del Valle (Tegucigalpa: Edi to rial Universitaria , 1982) pp. 39-40 Y Jos~ Cecilia del
V,,", Obra escogida, Seleccion, prologo y cronologia de Jorge Mario Garcia Laguardia (Ca-
racas: Biblioteca Ayacucho, 1982) p . XXXIII.
3u JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

Arto. 58 . El auto de exhibici6n de la perso na debe se r en cuanta 10 per·


mitieren las circunstancias en la forma siguicllte: N. juez de tal (0 la corte
de tal) a nombre del Estado de Guatemala os lI1alldo ((lI I! a N. de... qlle
teneis detenido en vuestra custodia seglln se dic e. 0 bajo )lllestra restriccioll.
10 traigais ante m{ el dla ... a las. .. de la manana 0 de la tarde (segiln sea el
casal del mismo dla, ell (nomb rando ellugar) 0 illlfl ediatam ente (segtlll sea
el caso) y que vos entonces y en tallugar malli/esteis por escrito la causa
de d etener a dicha perso na y espongais la autoridad que telleis para hacer-
10 asz': 10 que cumplireis bajo las graves penas impuestas por la ley contra
los que desobedezcan el auto.

Arto. 60. Los p'rocedimientos a que da lugar este auto se co nsideran como
la mas eficaz salvaguardia d e la lib ertad perso nal con tra las tentativas pllbli·
cas 0 particulares para invadirla. Declarandose, por tanto , qu e en todos los
casos en que o fr eciere alguna dud a la int eligencia de cualquiera disposici6n
de este ca pitulo se Ie dan! la qu e sea mas favorable a la persona en c uyo
soco rro y remedio se ha ya expedid u , y que diere la acc ion mas extensa en
todos los casos a los n::llledios aq ui proveidos con tra la detenci6n ilegal.

Arto.61. EI auto de la exhibicion de la persona no puede ser desobedecido


par ningun defecto de forma.

Arto. 74 . Siempre que la ley no provee especialm ente 10 contrario , todos


tienen derecho a dispo ner de su propia persona sin sujeci6n a otro. Cuan·
do este derecho es atacado deteniendo a la perso na contra su voluntad den-
tro de ciertos limites, ya sea por amenazas, por temor de dano, 0 por apre·
mios u otros obst<iculos fisico s y materiales, se dice estar la parte confin a-
da 0 reducida a prision y estar en custodia de la persona que ejerce tal de-
tencion. Una persona tiene tambien baj o custo dia a otra , cuando aunque
no la confina dentro de ciertos limites , pero, por amenaza 0 fu erza, dirige
sus movimientos y la obliga co ntra su voluntad a ir 0 a permanecer donde
dispone.
Cuando no existe det encio n semejante dentro de ciertos limites, pero
se pretende y se ejerce una autoridad con un dOlllinio general sobre las ac·
ciones de la parte contra su co nsent imiento, entonces se dice que esta se
halla bajo restricci 6n de la persona que ejerce tal poder.
En todos los casos, sean los que fueren, en que exista prision , 0 encie·
rro, custodia 0 restricci6n que no estan autorizados par leyes positivas, a
qu e sean ejercidos en un modo 0 grado no auto ri zado po r la ley , la parte
agraviada pu ede ser socorrida por el auto de exhibici6n de la persona.

Las nuevas leyes se aplicaron en un clima de tension maxima cuando se


ini ciaba la restauraci6n co nservadora. EI primer caso de habeas corpus, consti·
LA DEFENSA DE LA CONSTlTl 'CI()N 3I

\UYl) un vcn.ladern esc,illll~lll que dl' s~ t,') l'ncc ndidas Plli0llli cas, Cun Illotivo del
aparecilllielitu del c(ilera morbus, se urth'nlJ al IlI Cdicu Marialll) Cruque r ir a C(l lll -
batirlu qlliea Se (,\ClIS(') ant c la JtIllt;! de Sallitiad si n cx ito y sinticndose rc: strin-
gido en eI LISU de SlI liberlad invoc(\ d habeas corpus. EI JLI ef ante quit'n sc: pre -
sent6 eI recurso Ie dio tramite e intim{) al presidente a que se prese lltCira a las
nueve de la nocile en su dOIllicilio , quien desatendi6 la citacion pur consi-
derarla irrespetuosa para su cargo . En interesante epistolario IllllY de epo-
ca - entre el jefe de Estado Y el tradllctor de los codigos Y President e de la
Asamblea, se hacia por cste una interpretaci6n autentica de la institu ciulI:
La ley de habeas corpus - deda -- esta comb it/ada precisamcl1te para cOllle-
riel' el Poder eiecl/til'O, porque en los particularcs cs imllil y sill ejel/l/J/II, ,I' ell
las autoridades subaltel'llas judiciales casi illllecesaria; porqul' dlas ,,)/I (,UII-
tenidas pur las leyes de respollsabilidad, )' porIa accicin ill/nct/iata dl' Ius (d-
bllllales superiures, Pc/'() 110 as( ell d Gobiel'llu, que pusce tot/a la /iler: 1I Y
el puder Pllblicu, )' CL(I 'OS abusos sun mas fiiciles )' /lias irresisrible.\', Asi es
que el prolugo misl7lu de la Ic)' de cxltibicioll persunal y t(Juas sus cOlilbilla-
ciones uemuestran, qu e su protccci6n es sin exeepci6n de personas, y sobre las
autoridades mas clemc/as. 54 Y en cuanto a o tro importante aspecto: VIII. su-
pOlle que el preso debe serlo materia/mente para este casu, y 110 reflexiol/a que
todo el que se halle baju cualquier restriccion, bajo fa accion de eualquier pa-
del', ya sea ji'sicu 0 moral par una ordcll 0 pOl' IIna amellaza siempre qu e COI1-
trade fa libertad de la persolla sc halla poria uefil1icicin de la palabra restric-
cion del mismu Cijuigo ell e! easo de pedir y mereeer c! auto ue habeas cor-
pus 55
Sin embargo. en la t cm pestad dcl naufragio del primt!r experimt!nto libe-
ral centroamericano muchas vcces sc acudi6 a los tribunales en demanda de pro-
tecci6n haciendo uso del recurso de habeas corpus , con variables resultados 56

54 "Carta de Jose Francisco Barrundia, Presidente de ta Asamblea at Dr. Mariano


Galvez, Jefe del Estado, de 27 de Junio de 1837", Boletin del Archivo General del Gobier-
no de Guatemala, Ano II, No, 4 (julio de 1938) pp. 547-548,
55 "Contestacion del representante Jose Francisco Barrundia al Jefe del Estado Dr.
Mariano Galvez, Julio 11 de 1837", Idem" pp, 575-576,
56 Se denunciaron muchas irregularidades, "dieronse multitud de autos de habeas
corpus en favor de los Presos por opinion y ellos fueron eludidos y despreciados",", entre
otros much os "se puede citar el caso del C. Rafael Alvarado, energicamente reclamado cu-
ya soltura no se verifico en forma legal", "Noticia al Congreso Federal. Revolucion de
Guatemala", por el Vice Jefe p, Valenzu ela y los diputados I), Pedro Molina, J, Gandara,
J. Barrundia, B. Escobar, P. Amaya, F. Molina, Dr. Mariano Padilla, Guatemala, junio 18
de 1838, Ibidem., Ana Ill, No.2 (enero de 1938) p . 307. En los periodicos La Oposicion y
La Nueva Era - de significativos nombres- se da noticia de la actitud evasiva de las autorida-
des frente a los recurso s, Sin embargo cn la misma " Noticia" se apunta que al "restablecer-
se el orden constitucional" las cosas marcharon de otra manera y dan cuenta de otros rccur-
sos esta vez declarado con lugar: "El Comandante Mariscal rodeado del odio, y de acusa-
eiones importantes, encmigo del Codigo y de todos los principios de restauracion, es preso
por una orden del Comandante General. Solicita un auto de habeas corpus: el juez consul-
ta con los patriotas, expide e1 auto; y la comandancia militar 10 obedece, expone sus moti-
vos ante el Mag-istrado ; y e1 enemigo de los patriotas y de la ley es pucsto en libertad por la
32 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

y cuando la nueva legislacion es derogada, por el Decrcto Legisiativo del i3 de


marzo de 1838 , en el art fculo 14 ... se consetl'a la garalll/u del habeas curpu s
lal cual esta en los codigos. 57
En el proccso hacia la sacralizaci6n constitllcion~1 del nllevo regimen, los
liberales lograro n que se aprobara el proyecto de Ley de Garantias, presenta·
do par el conservador Juan Jose Aycinenaprecio pagado a los disidentes por
su oposici6n integrada en esc momenta critico - que se convierte en el Dto.
No . 76, Declaracion de los Derechos del Estado y sus Habitantes. En la Expo-
sicion de Motivos se afirma que es importante consenJar vigente la illstitucion
(los codigos de Livingston) e'n fa parte que trata de la exhibicion personal, par
contener una de las principales garantt'as. cuya practica I/ O ha sido repugnada
y debe mantenerse e/1 su IJigor y jiterza par ser el1 alto grado favorable a fa li-
bertad personal de los ciudadanos )' restrictil'G a fa arbitraricdad de los jue-
ces para decretar las prisiol/es... y el ~rt() 19 Scccion 2a. o rd enl) qu e nil/gUt!
habitante del Estado puede ser ilcgalmente detenido ell prisieJn, y todos tie-
nen derecho a ser presentados ante ef juez competente. qu ien en cl caso debe-
ra dictar el auto de exhibici6n de la persona. Dos limitaciones se impusieron
durante su vigencia: no procederfa ordenar la Iihertad en casos de delitos de
sedici6n 0 reb elion sino cuando estuvie ra probada la in ocencia 5 8 Y no proce-
deria en casos del servicio militar obligatori0 59 y ni en el Acta Constitutiva
del 19 de octubre de 18 5 1, que fomlaliz6 el programa eo nscrvador Arlo. 30.
ni en la Ley Reglamentaria adicional a la del 5 de diciembre de 1839 . d e 23 de
diciembre de 1851, se haee ninguna modifieaci6n en este aspecto.

ley y los patriotas, Idem., p. 320. Para una vision general del problema, Mario Rodriguez,
The Livingston Codes in the guatemalan crisis of 1837·1838 (New Orleans: Tulane Universi-
ty, 1955) passim,
57 Recopilacion de las leyes de Guatemala, compuesta y arreglada par don Manuel Pi·
neda de Mont, a virtud de orden especial del gobierno supremo de la Republica. Edici6n of;·
cial hecha en conformidad del acuerdo particular de la Camara de Representantes de la Na-
cion (Guatemala: Imprenta de la Paz , e n el p alacio : ano de 1869) Torno I, Volumen I, p.
229. Articulo 14 del decreto legislativo de 29 de marzo de 1838. "Unic amenre se dejo en
vigor el capitul o II dellibro primero del Codigo de procedimienros criminales, que se mando
rigiese como ley de Habeas Corpus", Antonio Batres Jauregui, EI Dr. Mariano G;i/vez y su
epoca, 2a. ed. (Guatemala: Editorial del Ministerio de Educacion , 1957) pp . 130. Es impor'
tante indicar aqui qu e con mO.tivo de la crisis del regimen, Galvez promulga la primera decla-
racion de derechos del pais con el nombre de Declaracion de los derechos y garantias que
pertenecen a tados los ciudadanos y habitantes del Estado de Guatemala, Dec reto I .egislati·
vo d e 11 de septiembre de 1837 , en cuya enumerac ion aunque se habla del sistema de jura·
dos, no se hace refercncia especffica al habeas corpus, instituciones am bas. banderas de la
oposicion disidente liberal, Boletin a fic ia I, No. 103. Guatemala. Septiembre 13 de 1837,
pp . 417·42 3 .
58 Decreta de la asamblea constiwyente, de 16 de octubre de 1848 .
59 Decreta de la asamblea constiwyente de 30 de oetubre de 1848.
LA D£F£NSA DE LA CONSTITlJCION 33

AI triunfo liberal, la Nueva Constituci(')n de 1879 ell lin cscueto articulo


-e1 34 - apunt(i: /.a (I//stirucil)1/ recol/ocl' cl Jcrcclio c/e Iwbcas corpus ()
sea la exhibicioll pcrsollal 60 y el Decret\) Lcgislativo No, 354 de ab.-il de 1897
desarrollo la disposicion constitucional, qll e protegia a las personas de la pri,
vacion de libertad y del sufrimicnto de vejam cncs 0 graJlalllc/les IlO alltoriza-
dos por la ley y concedfa a cualquiera del pueblo el derecho de pedir la liber-
tad de los injustamente detenidos. 61
Y durante su vigencia sc tramitaron varios casos. Uno famoso fue el de
Jose Maria Gonzalez, Comandante del Puerto de San Jose, en prision por un
incidente con el viceconsul britanico Juan Magee, a qui en hab fa vapuleado y
por 10 que se provoco una rcclamacion diplomatica, Interpu su recurs() pur
haberse oturgado indultu a los reos, pero sc Ie nego , argumentando qu e exis-
tia pendiente un arreglo internacionaJ 62
En las reformas constitucionales de 1921 , el articulo 34 qu cdl) as i : La
Constitucion reconace el d erecha d e amparo, una lcv cO llstituciollal allexa
desarrollara esa garalltt'a. Aunque la redacc ion del articulo es ambigua ell euan-
to ala institu ci6n que examinamos la intencion de los const ituyentes se aclara
en su motivaci6n . Argumentan los diputados que aunque se habia eonsagra-
do el derecho de habeas corpus, en la pnictica muchas veces fue burlado y que
tTataT de eliminaT esta situaci6n es el proposito que se ha tenido en mira al for-
mular la ley constitutiva complemelltaria; fa que sc de/lomi/lara de Amparo y
que, ademas de fa exhibicion personal, para rescatar de la prisioll al indh'iduo
indebidamente secuestrado, comprendera fa proteccion de los bienes, para de-
fenderlos de injusta'S exacciones a de actos ilegales, cuando //0 esten directa y

60 Phanor Eder recoge como anteceden te mas antiguo en Guatemala, el Decreto 76


d~1 ano 39 - ignorando lo s antecedentes gaditanos y los Codigos de Livingston- y llama la
at~ncion de que se utilice eI tennino recurso de exhibicion personal y no "habeas corpus";
sup one que en Centroamerica en gen e ral es to sea posible por una influencia romana y que
cI uso del tennino venga de la institu cion romana "de homine libero exhibendo", "Habeas
corpus disemboided. The Latin American experience", XXth Century Comparative an
Conflicts Law. Legal essays in honor of Hessel E, Yntema (Leyden: A. X. Sythoff, 1961 )
p. 469. Domingo Garda Belaunde apunta que -en Guatemala- aparece en la constitucion
de 1879, "Los origenes del Habeas corpus", Derecho, revista de la Pontificia Universidad Ca-
tilliea del Peru, No. 31 (1973) p. 59.
61 Recopilaci6n de leyes de Guatemala, T . XVI, 1908. Manuel Dieguez Flores, en
eonsideraciones muy eriticas para estc texro constitucional afinna que "una ley secunda-
ria ha venido a nulificarlo rei habeas corpus) estableciendo que no procede en la mayor
de los casos", "Conferencia sobre la Constitucion de Guatemala dictada a los j6venes de la
socicdad £1 Derecho", en Clemente Marroquin Rojas, Cr6nicas de la constituyente del 45
(Guatemala: [mprenta La Hora Dominical, 1955) p . 11; ver tambien del mismo Dieguez,
TOOiciones, art/culos literarios, estudios de derecho (Guatemala: Talleres Sanchez & de
Guise, 1923).
62 La sentencia en la Gaceta de los Tribunales, T. I. , No . 1, marzo de 1811 , pp. 69-70;
los pormenores del incidente cn Francisco Lainfi esta, Apuntamienros para la Historia de
Guatemala (Guatemala: Editorial Jose de Pin eda Ibarra, 1975) pp . 156-157.
34 JOKGE Mi\KIO (;i\HCIi\ I.i\ClIi\KDIA

('specialmellte pmtegidos por otms prcceptos del derce//() y que eSlu ley ('oll/ple-
melltaria telldra tam bien d carac ter de COllstitll tim. 63
En diciembre de 192 7 una nueva refmma co nslitlici onallllJlltuVl) la institu-
cion dentro del amparo incorporado en el 21. En eI Arlo. 34 en su parte general
dejaba abierto el catalogo de los derechos 110 consignados expresamente a aquc-
Uos que nacen del principio de la soberalll'a del pueblo y de la furma republicana
de gobierno y en la segunda parte del inciso 20. apunto que tuda persona ilegal-
mente presa, detenida 0 cohibida de cllalquier modo en el goce de su libertad in-
dividual, 0 que sufriere vejamenes aim en su prision legal, tiene derecho de pe-
dir su inmediata exhibicion ya sea con el fin de que se Ie restituya en su liber-
tad 0 para que se Ie exonere de los l'ejdmenes 0 se /zaga cesar la coaccion a que
estuviere sujeta. Apuntaba una limitacion a los individu os cuya extradie ion sc
hubiere pedido conforme a los tratados 0 al Derecho de Gellles. 64-
En la Ley de Amparo, Dto . Lcgislativo No. 1539 de 18 d<.: mayo de 1928,
en su artieulo 10. se desarroUa su tratamiento y as! se pu ede interponer recur-
so de exhibicion 0 de habeas corpus, cuando se encuentra la persona ilegalmen-
te presa, detenida 0 cohibida de cua lquier modo en el goce de su lib ertad indivi-
dual y cuando en su prision legal se apliquen al detenido 0 preso, tormentos,
torturas, exacciones ilegales, vejdmcnes y toda coaccioll, restriccion a molestia,
innecesaria para su seguridad 0 para el un/en de la prision. EI Capitulo IV se
refiere al R ecurso de exh ibicion personal y otorga acci6n popular para interpo-
nerio , fija requisitos , competeneia y sanciones (Artos. 15_26)65
La Constituci6n liberal con sus reformas fue sust ituida como consecuen-
cia del movimiento popular de 1944 y el ano siguiente se dicto una nueva cons-
titucion - que en mueh os aspectos marca lIna elara nueva en el const ituc.:iona-
Iismo en la region- y en esta se ll1alltuvo la institueion del arnparo 66 (Arto. 5 1)
pero se amplio la garantia a nivel const itu cional agregando que si el tribunal de-
cretare la libertad de la personal ilegalmente reclU/da, esta quedara libre en el
mismo acto y lugar. CUllndo asi se solicite 0 el juez 0 tribunal 10 juzgue perti-
nente, fa exhibici6n a que se alude en este inciso, se practicara ell el lugar don-

63 Dictamen de la comision extraordinaria de reformas a la constitucion (Guate-


mala: Tipografia Sanchez & de Guise, 1921) p . 7.
64 Bu enaventura Echeverria, Derecho constitucional guatemalteco (Guatemala:
Tipografia Nacional, 1944) pp. 299 -300 , haee una justa critica a csta limitaeion.
65 Un an ali sis de la ley e n Echeverria, Gp. cit., pp. 295-299 Y tambien en Cesar
Humberto de Leon Rodas, EI habeas corpus. Garantia de libertad personal en la legis-
lacion de Guatemala (G uatemala: tesi s Universidad de San Carlos, 1960) pp . 93-103.
66 " ... e1 amparo es, finalmente una medid a cspecffica que aspira a dar efectividad
a dos d e las garantlas mas sagradas de que deb e goza r cl homb re en un regimen democni-
tico: la garanria d e scguridad perso nal y la garantia que cstablece un tratamiento "huma-
nitario " en las detencioncs y carctlcs", Maxim il ianu Kestler Farnes, Introduccion a la
Teorfa constitueional guatemalteca, 2a. cd. (Cuatemala: Editorial dtl Ministcrio de Luu-
cacion publica, 1964) pp . 273 -274.
LA DEFENSi\ flF I.A C O NST ITI 'CI(lN35 .15

de s(' ell('l/clllr(' d derellido, I'C/lli/(1 () c()llcciulIllc/U, sill 1)"(, l'i(l lll'l.l(} III 1I(111j lell-
ri(11l algl/l/{l d e las flan n . 67
AI derllga rse es la ca rta pur cI lll11v illli l' lIl11 c\ 111 I 1;1rrl'V()llIr i()llari lJ dl' 1'1 5-1
que derroco al goh ierno <.l ei Pre sid en te .I acubu Arherl/., se Pll Sll en vigor co n
ca nicler C()lIstin.lciullal el Estatuto Politico 10 ;Igustu d ic taJu ro r la jUllta
militar de gohierno , el qu e en su articulo I () incluYl) el habeas corpus pero li-
mit an do la resolu ei()n final de lihertad para (1lIiclles cs[ul'ierclI slIjetos a II/('di-
das de ,~cguridad, la s qu e se fijaban a disc recion de las autoridades policialcs6 8
Sin embargo, en la nueva Constitucion promulgada en 19 56 despues de fati-
gosas discusiones- se recogio 1a tradicion anterior reconociendolo sin lirnita-
ciones en el cap !tulo II Del all/para, del I itulo IV , Derec/z os hWllallu.\'. Los
Articulos 8 1 Y 86 ind epL' ndizan el habeas corpus del :.tlllparo. U Jrt let do 8 1
en SlI prilll era part e, transc rib e lex illahn ent e el 51 de la del 45 y e ll Sli scglln-
da agrega 4ue es illdudiblc la ('xhibickln !ler.lullal del dell'llidll ('II CU.l'1! lal'(lr
se hubiere preselltado d recurso de habeas corpus. Las autoridades que orde-
naren y los agentes que ejecllfarell eI oellilalllicllto del dctellido, sc II cgarCIl a
presentarlo al Tribunal respeuh10 () ell cllalqllier atra lo nna burlaren esta ga-
rant/a, il/currirall ell el delito de plagio )' serall S{[IlCiUllados cOllfl)/me d Cidi-
go Penal. Y el Arto . 86 ordena qu e el recurso podra se r intcrpueslo pu,. I'! ill-
teresado, par sus parientes U par cualquier persona, sill sujeeioll a requisitos
de ninguna clase,
Novedad en el tex tu es la tipificaci6n del delito de plagiu para los inll ~I l
tores. Referido aI Codigo Penal este delito es recllg ido en el Arto. 369 qu e 10
define como '" el p,lagio u robu de ulla persolla call el ubjeto de lugrar resca-
te,., y fij a penalidades mu y seve ra s. Mas que plagill, delito hi st(lrico refe rido
a la coacc ion sob re perso nas para m311tenerlas ell se rvidu mbre 0 alistarla s en

67 Una esp ecial argumentacion se d io en las sesiones finales del cuerpo constituyente
que funcipn o con la prese ncia obsesiva del fantasma de la dictadura Je Ubico recien Jcrro-
cado ( 1931-1944). Buscando reparar injusticiascontra sanciones impu estas aun con las for-
maJidades legale s se propuso un decreta ampliando la procedencia del recurso del habeas
corpus, Los au tores del proyecto argumentaban que "si nos atenemos al t enor lite ral del
tex to que 10 contiene, eI recu rso Je ex h ibic ion p ersonal basta p a r sl solo p ara p o ne r termi-
no ala ejecuci61l Je las condellas apun tadas ... las se ntencias firm es, las qu e han pasaJ o en
autoridad de casas juzgadas, son susceptibles de frustrarse por el recurso de exhibicion per-
sonal, cuan do es posible est ab lece r qu e fueron profe ridas con vicios Je il egalidad ... pero
frente a tan clara e irrebatibl e interp re tac ion , ex isten prejuicios legalistas impuesros par la
rutina qu e impediran la prospc ridad del rec urso de exhibicion p erso nal wando se inte rpon-
~an contra sen te ncias ·arbi trariam ente pro nun c iad as que han pasado e n auroridad de cosa
Juzgada", Clemente Ma rroqU in K. ojas, Op. cit., pp . 106 Y siguientes y Diario de sesiones de
I~ asamblea constituyente de 1945 (Guatemala: Tipografla Nacional, 1951 ).
68 EI Estatuto, en Revista de la Facultad de Ciencias Juridicas y Sociales de la Univer-
sidad de San Carlos de Guatemala, Epoca V, No. 1 (e nero-diciembre 1954). En eI proceso
anarquico y represivo de ese perlodo se Jicta antes por la Juora Milirar de Gobi e rno el 010-
creto 41 del 28 de julio gUl' rcconoce el habeas corpus can fuertes limiraciones (Art. 2) y Je-
roga todo s los art icul os de la Const itu c io n d el 45 que sc refi eren al amparo, incluso cl ha·
beascorpus (Arto. 6) Vid. supra., pp. 26 Y 27.
36 ]OKGE MAKIO (;AKCIA I.AGUARDIA

ejercitos extranjeros, la nueva Figura es 10 que en otras legislacioncs, Illas pro-


piamente se denomina secucstru.
La nueva constitucion de 1965 --que sust itu yo a la del 56 - l1Ianticne
sin modificaciones la institucion. El Titulo 11 bajo el rubro general de Garan-
tias Constitucionales incluye en su Capitul o II el tratamiento del Hab eas cor-
pus y Amparo. EI art kulo 79 recoge la tradici6n : QlIicll sc encuelltre i/e-
galmente preso, detenido 0 cohibido de eualquier modo en el goee de su Ii-
bertad individual, amenazado de 'la perdida de ella, 0 sufriere vejamenes, min
cuando su prisi6n 0 detenci6n jUera fundada en la ley, tiene dereeho a pedir
su inmediata exhibici6n ante los tribunales de justieia, ya sea can el {tn de
que se Ie restituya su lib ertad, se hagan cesar los vejamenes a telmille la coae-
cion a que estuviere sujeto. Si el tribunal decretase la lib crtad de la persona
ilegalmente rec/U/aa, esta qu edara libre ell el mismfJ acto .1' lugar. Cualldo as(
se solicite 0 el juez 0 tribullal 10 jllZgu e pertinente, la exliibici( jll redamada se
praetieara en el lugar donde se encuclltre el detenido, sill prel'io al'iso lli no-
tifieaci6n a las partes. t ·s includible La exhibiei6n personal del detellido en
cuyo favor se hubiere presentm!o el recurso de habeas corpus. I,as all torida-
des que ordenaren el ocultanziento del detenido a se negarell a presentarlo
al tribunal respectivo, a que en clialquier otra forma bur/aren esta garantlfI,
as!' como los agentes ejecutores, incurriran en el delito de plagio y seran san-
cionados de confomlidad con la ley. Y toclavia el Arto . 84 amplia la garan-
tia ordenando la promulgacion de una ley cOllstituciollal, indicando que po·
dra interponerse par el interesado 0 par eualquier otra persona, sin sujeeion
a requisitos de ninguna clase y que 10 resuelto no causa excepci6n de cosa
iuzgada.
Efectivamente la misma asamblea ca nstituyente aprobo eI Dec reta No .8,
Ley de Amparo, Habeas Corpus y de Constitucionalidad - de fec ha 20 de abril
de 1966 que entro en vigor el 5 de mayo del mism o aiio -- y todo un capitUlo
- Artos. 75 a 95 y 112 a 116- regulan el recurso orientado a proteger la liber·
tad y seguri,dad de las personas_ En ellos se fija competencia a tribunales de ju-
risdiccion privativa (sujetos a normas especial es co n atribuciones especificas),
se oto rga acci6n popular en un procedimiento breve carente de formalidades,
se fijan solemnidades especial es en la reso luci6n inicial -cll Ilum bre de fa Re-
publica de Guatemala - terminando el procedim iento en caso positivo co n la
orden de lib ertad del detenido ilegalm~nte 0 el caso de lo s vejam~Tl es 0 malos
tratos y el enjuiciam iento de los responsabl es 69

69 Antoni o Kafael Calderon Calderon, Fundamentaci6n de los Derechos huma·


nos y su protecci6n en la legislaci6n guatemalteca: amparo y habeas corp us (Guatema-
la : tesis lInive rsid ad Rafael Landivar , 1970). haec un com e ntario de este articul ado, pp.
101-116 _
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 37

B. Amparo.

En el siglo XIX los do cu mentos constitucionales vigcntes recobieron la ins-


titucion del amparo, y el primer antcceucnte que podemos encontrar cs d con-
fuso articulo 8 de la Ley de Garantias del ana 39 que dice que Ni el Poder COIIS-
titllyente ni ningllna otra alltoridad canstitlilda tielle facliltad para ami/ar en
fa substancia, ni en sus efectos, los actos publicos a pril'ados, efectlladus en
conformidad de IIna ley preceptil'a 0 permisil'a, vigellte al tiempo de S11 l'erifi-
cacion, 0 sill la prohibici6n de una ley preexistente; y cllalquiera ley, decreto,
es, ipso jure, nula y de ningUn valor, como destructora de la estabilidad social,
y atentatoria a los derechos de la comunidad, y a los individuales-
La critica a esta omision se manifiesta en diversas oportunidades. En dis-
cutida conferencia en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional ·- en
1910- Manuel Dieguez hacia una penetrante critica de orientacion general con-
servadora, impulsando una refoema. La Constitucion decia, consagra el capitu-.
10 de los derechos pera esto nu es mas que una portada decorath'a, porque no
crea medios para que las garantlas indil'iduales sean eficaces... porque adrede
se han dejado las garant/as a merced de leyes reglamentarias, que es 10 mismo
que nulificar los principios constitucionales. Se lamentaba de que no existie-
ran medios que impidieran las violaciones constitucionales. Recordaba como
los otras paises centroamericanos estaban mas avanzados en este aspecto ; co-
mo la Constitucion de El Salvador .. . crea el recurso de amparo contra la res-
triccion de la libertad personal 0 de cualquiera de los atros derechos indiFi-
duales asi como la · de Honduras y Nicaragua que tambien conceden la cali-
dad de leys constitutivas a las de imprenta, estado de sitio, amparo y eleccio-
nes. Coneluia que la Constitucion del 879 adolece de defectos que dejan sin
verdadera garantla los derechos del hombre y d el ciudadano y proponia una
refonna constitucional que entre otros aspectos, ineluyera una ampliacion del
capitulo de garantI'as creando disposiciones que hagan de los derechos indivi-
duales una hermosa realidad. 70 Y Rafael Montufar - aunque en defensa libe-
ral del regimen- se lamentaba de la limitacion del recurso de exhibicion re-
conocido en el articulo 34 y consideraba que el amparo debiera aplicarse en
todas las feyes. 7 1
En 1885, se encamina apresuradamente una refoema constitucional que
se produce en el nuevo elima surgido . por la inesperada muerte del Presiden-
to Barrios. Elementos conservadores y opositores de varios signos, se levan-
tan contra el despotismo del caudillo liberal y el abuso de funcionarios, espe-

70 Manuel Dieguez Flores, Conferencia... Loc. cit., pp . 10, 13 Y 15.


71 Contestacion a las objeciones hechas al peambulo del Diario de sesiones de la
""""'118
constituyente de 1879 (Guatemala: Tipografia Nacional, 1927) pp. 21-22.
38 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

cialmente contra el ultimo Ministerio del presidente muerto, que convertido


en cabeza de turco , es acusado de diversos abusos. En ese contexto el articu·
10 17 se refonna en la siguiente fonna: Todo poder reside originalm ente en la
nacion: los fimcionarios no son dueftos sino depositarios de la autoridad, su-
jetos y jamas superiores a la ley y siempre responsables, civil y criminalmen-
te, por su conducta oficial. Cualquier ciudadano puede acusarlos por los ae-
tos con qu e infrinjan la Constitucion 0 las leyes, 0 eomprometan el honor,
la seguridad 0 los intereses del paIs; y por los delitos que cometan de carae-
ter oficia! 0 comunes que no sean de naturaleza pn·vada. Esta disposicion pue-
de ser el antecedente real mas antiguo de la institucion - pero de vida efime-
ra- porque pasada la crisis del vacio de poder y fortalecid o el nuevo Presiden-
te provisorio , en las refonnas del aflo 1887 , el art iculo 17 volvio a su redac-
cion original , mas interesado el nuevo jefe de estado en legalizar su e1ecc ion
definitiva. 72
A la caida de otro de los dictado res Iib ercMes - Manuel Estrada Cabrera
que gobemo de 1898 a 1920 - se produce un movimiento te ndiente a la re-
fonna de la Constitucion a la que se atribuye responsab ilidad en el endure-
cimiento del regimen, y se buscan mecanismos de garantia mas seguros. En
el Dictamen de la comision de refonna del ano 21, se afinn a que su finalidad
fue garantizar m ejor los derechos individuales y que el habeas corpus habia
sido muchas veces deseonocido y abrogado. Ese prop osito dice se ha tenido
en cuenta aI fonnular una nu eva ley complementaria que tendra tam bien el
caracter de constitutiva" la qu e se denomina ra de Amparo y que ademds de
la exhibicion personal, para rescatar de la prisioll al individu o indebidamen-
te secuestrado, comprenderci la proteccion de los biencs, para defellderlos de
injustas exaeciones 0 de actos ilegales cuando no esten directa y especialmen-
te protegidos por otros preceptos del derecho. 73
EI articulo 34 de la Constitucion del 79 quedo asi: La Constitucion re-
conoce el derecho de amparo, una ley constituciollal anexa desarrollal'd esa
garant{a y el articulo 93 estab lecio qu e .. .dentro de la pOfestad de adminis-
frar jus tic ia, corresponde al Poder Judicial declarar la inaplicabilidad de eual-
quiera ley 0 disposicion de los o tros Poderes, euando fuere contraria a los
preceptos contenidos en la Constitu cion de la Republica; pero de esta faeuI-
tad solo podrdn hacer _uso en las sentencias que pronuncie. La anunciada ley

72 Una descripci6n del proceso e n Fra ncisco Lainfiesta, Op. cit. , p. 449 Y siguientes.
Infonnaci6n de primera man o sobre las reformas en La administracion del general don Ma·
nuel Lisandro Baril/as (1885· 1892). Documentos oficiales (Guatemala: s.e., s.f.); "A etas I
la asamb1ea nacional con stitu yen te 1885", Archivo General de CentroamtJrica, B. 74.71.,
Legajo 41.228 ; "Aetas de las sesio nes de la asamblea nacional constituyente de 1887»),
Idem., B. 78 .27, Legajo 70, ex pediente 15721; Reformas a la Lev constitutivr. de la Repu·
blica de Guatemala decretada por la Asamblea Nacional Constituvente de 1887 (G ua temala:
Tipografia Nacional , 1887).
73 Dictamen de la Comision extraordinaria de reformas a la Constitucion, Op. cit.,
pp . 3 Y 7.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 39

complementaria no se promulgo durante la vigencia de estas reformas, pero las


bases para la institucion del amparu estaban fijadas.
Dos intentos de reconstruccion de la federacion centroamericana ab ren el
camino a la configuracion del amparo en forma definitiva . EI prirnero se pro-
duce en 1897, cuando se suscrib io un Tratado de Union de Centroamerica,
consecuencia final del malestar suscitado por una intervencion ingl esa contra
el gobierno de Nicaragua un ano antes. La Constituyente prevista en el Tra-
tado, se reunio en Honduras, y promulgo un texto, el 27 de agosto de 1898,
constituyendo los Estados Unidos de Centroamerica. Desde el punto de vis-
ta constitucional ~aunque tuvo effmera y parcial vigencia- tiene gran impor-
tancia porque sento las bases uniformes de un derecho publico centroameri-
cano, sujetandose a pautas fijadas en su convocatoria , dentro de las qu e esta-
ba instituir la garantfa del habeas corpus. 74 Aunque las bases senaladas no 10
incluian, los constituyentes en el Titulo III que denominan De los derechos
civiles y garantz'as sociales reconocieron el amparo en el Arto. 40 : Toda per-
sona tiene derecho de pedir y obtener amparo contra cualquier autoridad () in-
dividuo que restrinja el ejercicio de los derechos individuales garantizados por
la presente Constitucion Una ley especial reglamentara ta manera de hacer
efectivo este derecho. Esta ley se calificaba de constitutiva 10 que sign ifica-
ba que de conformidad can el Arto. 146 solo podia reformarse por un a Cons-
tituyente 0 por el Congreso Federal con un a rnayoria calificada de dos tercios.
En una nueva marea de fervor unionista se produce el segundo intento , y
se dicta la Constituci on federal de 1921, tambien de parcial y precaria vigen-
cia. Sumariamente . el Arto. 65 estab lecia que contra la violacion de las garan-

74 "Para facilitar la union definitiva, los Estados procurarim establecer como ba-
ses de su derecho publico constitucional 10 siguiente : separacion de la Iglesia y el Estado;
respeto absoluto a las creencias; canicter puram ente civil de los actos que establezcan 0 mo-
difiquen la capacidad d e las personas; libertad de ensenanza, siendo laica, gratuita y obliga-
toria la que se preste en los establecimientos oficiales; lib ertad de Imprenta, sin previa cen-
sura; libertad de testar, con la sola restriccion que las leyes especiales fijen para las herencias
o legados a favor de las instituciones de caracter religioso y para los alim entos debidos; in-
violabilidad de la vida humana por delitos politicos; igualdad ante la ley; la garantfa del ha-
beas corpus; inviolabilidad de las personas, salvo el caso del deli to 0 falta, no pudiendo du-
rar la detencion para inquirir mas de 5 dias; inviolabilidad de sus papeles privados; libertad
de domicilio y su inviolabilidad; inviolabilidad del derecho de defensa; reconocimiento de
los derechos de peticion individual 0 colectiva y del de reunion p acifica; absoluta indepen-
dencia entre los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial; absoluta igualdad en la capacidad
del hombre y de la mujer; abolicion de toda vinculacion 0 institucion de manos muertas,
IIIvo las que tuviesen alg6n objeto de bencficencia 0 instruccion publica; inviolabilidad de
I. propiedad, salvo el caso de expropiacion por utilidad y necesidad publica, y previa indem-
nizaci6n, que en caso de guerra podra no ser previa, y la no retroactividad de las leyes sus-
tantivas, salvo las penal es si favorecen al reo", Laudelino Moreno, Historia de las relaciones
Interestatales de Centroamerica. 2a. ed., prologo de Rafael Altamira (Madrid: Compai\fa Ibe-
roamericana de Publicaciones, 1928) pp . 136-137. Ver tambien Adolfo Posada, Institucio-
ntII Polfticas de los pueblos hispanoamericanos (Madrid: 1900) p . 113 Y siguientes.
40 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

tias constitucionales se establece eJ amparo y que una ley calificada deicomple-


mentaria, que se terulrd como parte de la Constitucion (Arto . 187) 10 desarro-
llaria. Este tipo de leyes constitutivas son caracteristicas del constitucionalis·
mo centroamericano; al deciararIas as! se impide que puedan ser modificadas
por ellegislativo ordinario. 75
La constituyente dicto, de conformidad con el Arto. 65, la Ley de Ampa-
ro, de 46 articulos- documento que fija las lineas historicas y doctrinales de
evoluci6n de la instituci6n, 10 que a menu do se ha olvidado. En su articulo
primero apunta que Toda persona tiene derecho de pedir amparo en los casos y
para los efectos que a continuacion se expresan: 10. Para que se Ie mantenga 0
restituya en el goce y garantias que la Constitucion establece. 20. Para que, en
casos concretos, se declare que una ley, un reglamento, 0 una disposicion de la
autoridad, no Ie es aplicable por ser inconstitucional. 30. Para su inmediata
exhibicion, cuando estuviere, ilegalmente presa, detenida 0 cohibida de cual-
quier manera en el ejercicio de su Iibertad irulividual, 0 que sufriere gravdmenes
irulebidos, aunque fa restriccion fuere autorizada por la ley. 40. En los casos de
altas militares e inscripciones ejecutadas ilegalm ente. Y distinguia c1aramente
entre el habeas corpus cuyo objeto era reclamar por actos contra la persona 0 su
libertad y el amparo cuando sean otras los derechos y garallflas violados (Arto .
20.).
Fijaba competencia general , (Artos. 4-5), procedimiento de la exhibicion
(Artos. 6-18) , del amparo (Artos. 19-30), casos de improcedencia de este ulti-
mo caracterizandolo como un control de constitucionalidad (Artos. 31-32) y
otras disposiciones menores (Artos. 3346).1 6
La fuente del amparo mexicano, es indudable y muy clara en todo e1 de-
recho centroamericano. Pero el desarrollo de la institucion es Il1UY diferente.
Mientras en Mexico , el amparo fue evolucionando en un sentido ll1acrocefali-
co, asull1iendo ll1uchas atribuciones, por 10 que se ha podido hablar de elefan-
tiasis del ll1ismo, en otros paises su evolucion ha sido diversa, y se Ie ha podido
mantener dentro de sus Iill1ites naturales: El juicio de amparo mexicano, ha

75 Manuel Dieguez Flores, Loc. Cit., p. 10; Ricardo Gallardo, Las Constitllcionl1s federa-
/es de Centroamerica (Madrid 1958) T. ' {, p . 308. "La disposici&n de que estas leyes se ten-
gan como parte integrante de la Constitucion, y la circunstancia de figurar el precepto en el
primer anIculo del dtulo XII de esta (La Constitucion Federal de 1921), que tiene como
epigrafe: "Leyes complementarias y reformas de la Constitucion" parece indicar que si ex-
presamente la Constitucion solo establece un procedimiento especial para las reformas que
en ella se propongan, al mismo procedimiento han de someterse las que se inicien en las le-
yes de imprenta, amparo y estado de sitio, puesto que se tienen como parte integrante de la
Constitucion. Pero, aun sin lIegar a esta conclusion, que tengo por cierta, es innegable ~ue
estas leyes, que las Constituciones de algunas Republicas centroamericanas venian declaran-
dolas constitutivas, gozan de posicion privilegiada respecto a las ordinarias, por.que la Cons-
titucion, para garantizarlas de modo especial, las tiene como parte integrante de ella", Lau-
deli no Moreno, Op. cit., p. 400.
76 Ricardo Gallardo, Op. cit., T . II , reproduce el texto de la ley, pp . 866-876.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION

constitzlldo un ejemplo para los pa{ses latinuamericanus, ell ClI(lllto una institll-
cion similar y del mismo Ilombre ha sido introducida en once pa{ses de Latilloa-
meriea... sin embargo, por una de las paradojas que se preselltall en la evolucion
de las instituciones jundicas, nuestra maxima illstitztcion procesal se ha venido
rezagando en el desarrollo del juicio de amparo que podemos eahfiear de 'Iati-
noamericano: Tal parece que las instituciones inspiradas en nuestro juicio de
amparo con el vigor de su ju ventud, estan sobrepasando, en algunos aspectos,
al instrumenlo tzttelar creado por Manuel Crescencio R ej/J/l, Mariano Otero y
los Constituyentes de 1857, el cual, no obstante su experiencia centenaria en
la de[ensa de los dereehos esenciales de los mexieanos, se esta quedando atras
en el dinamismo de la justicia constitztcional que se advierte en esta segunda y
mas dolorosa postguerra. 77
En las nuevas refom1as constitucionales de 1927,78 la institucion conti-
nlla configurandose sobre las huelJas marcadas. Las disposiciones de la ley
malograda del ano 21 obtienen jerarqu fa constitu cional. EI Arto. 34 fue am-
pliado significativamente: Las declaraciones, derechos y garantlas que ex pre-
sa la Constitucion, no excluyen otros derechos y garantlaS individuales no
consignados; pero que naeen del principio de la soberant'a del pueblo y de la
forma republicana de gobierno. Toda persona tiene dereeho de pedir ampa-
ro en los casos y para los e[eetos siguientes: 10. para que se Ie mantenga 0
restituya en el goee de los derechos y garantlas que la COllstitucion estab/e-
ee; 20. para que, en casos concretos, se declare que una ley, un reglarn ento 0

77 Hector Fix Zam udio , "La declaracion general de inconstitucionalidad y el juicio de


amparo", Revista de fa escuefa de Derecho de la Universidad de Sonora, T. I., No. 1 (julio ·
diciembre de 1975) pp . 81-82. En otro trabajo afirma que "EI juicio de amparo mexieano,
estableeido con el proposito o riginal de la tutela de las lIamadas 'garantias individuales', res-
pecto de las leyes 0 aetos de eualqu ier autoridad y a traves de diehos dereehos fundamenta,
les, tambien la proteeei6n de las esferas recfproeas de eornpeteneia de la Federaci6n y de los
Estados, en los thminos del articulo 101 de la Constituei6n Federal de 5 de febrero de
1857, fue evolucionando 0 'degenerando', seg6n el punto de vista que se adop te, de tal ma-
nera que ineorpor6 paulatinamente instituciones proeesales que poseen autollomia en Otros
ordenamientos juridieos latinoamerieanos similares al nuestro, )' tambien en el Derecho es-
paiiol, entre elias el p roceso de 10 contencioso-administrativo, la casacion con tra sentencias
JudiciaJes y muy recientemente el proceso social agrario, de manera que en la actualid ad, con
escasas excepcion es, p rotege todo el ordenamiento juridico nacional, desde los preceptos de
un modesto reglamento municipal hasta los m as e1evados del texto constitucional... si apre-
ciamos en conjunto a la accion, juicio 0 recurso de amparo en las mencionadas legislaciones
latinoamericanas, p odemos destacar, como un primer factor importante, que si se toma en
cuenta su ambito tutelar poseen una aproximaci6n mayor con el reeurso de amparo estable-
eido en la citada Constituci6n espaiiola de 1978, que la eompleja )' considerablemente mas
extmsa instituci6n mexicana", HEI derecho de amparo en Mexico y Espaiia. Su influencia
rec{proca", Revista d e estudios polIticos, Nueva ep oca, No.7 (enero-feb rero de 1979) pp .
2J5-236 y 243 . EI numero de la revista es m onogr:ifi co sob re Garantfas Constitucionales y
tiene material de gran in teres.
t 78 Asamblea constituyente. Dictamen de fa Com isi6n d e reformas constitucionales
(Guatemala: Tipografia Nacional, 4 de octubre de 1927) y La reforma constitucional def27
I (Guattmala: Tipografia Nacional, 1927) .
42 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

cualquier disposicion de la autoridad no Ie es aplicable. Toda persona ilegalmen-


te.. . (aqui el habeas corpus).79 Por otra parte, el Arto. 85 faculta a los Tri-
bunales para declarar la inaplicacion de cualquier ley 0 disposicion de los otros
poderes cuando fueren contrarias a los preceptos contenidos en la Constitucion
y establece que cuando se reclama contra el Ejecutivo, par abuso y poder, se pro-
cedera conforme a la ley d e amparo.
EI Arto. 20. de las disposiciones transitorias de est a reforma , ordeno que la
asamblea legislativa emitiera la ley de amparo, que efectivamente fue dictada
- Decreto Legislativo No. 1539 - de '12 de mayo de 1928, que tuvo una larga
vigencia, mayor que el propio texto constitucional. En 7 capitulos fijo el ob-
jeto identificando las materias (amparo, habeas corpus y constitucionalidad co-
mo recurso), competencia, regulacion del habeas corpus y el amparo y casos de
improcedencia del ultimo. 80
La caida de Jorge Ubico, - el ultimo de los dictadores liberales- marca el
inicio de un proceso hacia una nueva organizacion constitucional. EI General
Ponce, que 10 sustituye, fracasado su intento de elegirse legalmente, es derro-
cado en octubre de 1944 por una revoluci6n clvico-militar que integra una jun-
ta de dos militares y un comerciante . Por Decreto No. 18 de 28 de noviembre,
la Junta derogo la Constitucion lib eral ,pero dejo en vigor varios de sus titul os,
entre los cuales, el segundo , en el cual estaba el articulo 34 que regulaba el
amparo y el habeas corpus. La nueva asamblea legisJativa, por decreto de 5 de
diciembre aprob6 los actos de la Junta y convoco a una constituyente que en
pocos meses elaboro la nueva constitucion que entro en vigor ellS de marzo de
1945 , la que ftjo las bases del constitucionalismo social en el pais.
Este nuevo texto desarrollo los principios del amparo y amplio su regula-
cion . Declaro la nulidad ipso-jure de las disposiciones legales, gubernativas 0 de
cualquier otro orden que regulen el ejercicio de los derechos que garantizan la
constitucion, si los disminuyen , restringen 0 tergiversan, asi como los actos 0
contratos que violen las nonnas constitucionales. Reconoci6 ademas como le-
gitima la resistencia adecuada para la proteccion de los derechos y la acci6n
publica para perseguir las infracciones constitucionales dejando abierto el cati-
logo de los derechos a los de naturaleza analogo a los expresamente reconocidos
o que deriven del principio de soberania del pueblo, de la forma republicana y
democnitica de gobierng y de la dignidad del hombre (Arto. 50).
Incluye en los casos de proteccion tres hipotesis distintas:
1. Procede contra todas las autoridades a efecto de que se mantenga 0 res-
tituya a la persona en el goce de los derechos y garantias que la Constituci6n re-

79 Vid infra. pp. 34-35.


80 Buenaventura Echeverria, Op. cit., incluye el texto y hace un comentario de la ley,
pp. 340-351 y 333 -340.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 43

conoce (Arto . 5 1 inc. a) siendo as! un claro medio de protecci6n y ademas abun-
da en este sentido al afinna r en otra parte que de los negocios e n que la Admi-
nistracio n publica proceda como parte, conocenin los tribunal es co mun es, y
cuando se reclame por abuso de pader contra quie nes eje rzan funcione s ej ecu-
livas, se procedera confoml e a la Ley de Am paro (Art o . 172).
2. Para que en casos concretos se declare que una ley, un reglamento 0
cualquier d isposicio n de la au toridad no Ie es ap licabl e (Art o. 5 1 inc. b). En
este caso, actua como recurso contra actos legislativos, co mo am paro contra
leyes inconstitucionales. Lo sumario de la declaraci6n provoc6 di scusiones
sobre su interpretacion . La mas correcta parece ser la que explica qli'~ Ja in s-
tituci6n en este caso se refiere a las lIamadas leyesautoaplicativas, aquelJas que
por su sola promulgacion afectan a los de stinatarios pudiendol es causar agra-
vios, casu en el cual debe recur rirse contra la propia disposicion legislativa,
a diferencia de las leyes de accio n mediata que solamente inciden sab re los
destinatarios a traves de actos de aplicacion, casu en el cual debe recu rrirse
contra estos actos de ejecuci6n de la no mla .81
3 . Como recurso de habeas corpus (Arto. 41, parte final )82 Llna nor-
ma de competencia paso al texto constituc ional, que en el Arto . 164 dcclaro
que como jurisdicci6n privativa existira el Tribunal de Amparo, que conocera
en los casos de violacion de las garantias constitu cionales y que se organizara
de confonnidad con la ley respectiJla, que sigui6 siendo el Decreto 15 39 .'o n
sus Iimitacione s, 10 que provoco much os problemas de interpretacion y 3<
caci6n 83
La ejecucion del programa reformi sta de los gobiernos de los presid entrs
Arevalo (1945-1951) y - especialmente de Jacobo Arbenz (1951-1954) , los
enfrent6 con una derecha interna' cada vez mas aglutinada y fu erte y con los
intereses norteam ericanos afectados. Los escarceos diplomaticos de Bogota
- 1948- Rio de Janeiro - 1949 - y Caracas - 1954- tenninan con el derro-
camiento, en junio de este ano, del regimen revolucionario y el inicio de la
contrarrevoluci6n anticomunista que calificara la historia reciente del pais,
hast a nuestros d las.
La Junta Militar que sustituyo al Presidente Arbenz, por decreto de 5 de
julio de 1954 , suspendio los efectos de la Constitucion de 1945, pero dej6
en vigor varios tftulos, entre ell os el III , - que consagraba las Garantias indi-

81 Sobre las leyes autoaplicativas ver Ignacio Burgos, EI Juicio de Amparo (Mexico:
Editorial Porru a, 1950) pp . 259-284. Con referencia al texto del 45, Maximiliano Kestler
Farnes, fntroducci6n a fa Teoria const itucional guatemalteca, 2a. ed., (G uatemala : Edito-
rial del Ministeri o de Educaci6n Publica, 1964) pp. 495-496, 273-274 Y 284-286.
82 Ver infra. , pp. 26 Y siguientes.
83 Kestler Fames, Op. cit. , si~e siendo el mej o r trabajo para estudiar la constitu-
cion de 1945, de la cual hace un analisi s critico de o rientacion conservadora que se resien-
tt de la falta de un adecuado marco historico. EI capitulo sobre La defensa de fa Constitu-
ci6n, pp . 457-496 es muy sugestivo, aunque al apegarse aI texto constitucionaI, no realiza
una distinci6n adecuada entre las distintas garantlas : amparo, inconstitucionalidad de las!e-
yes y habeas corpus.
44 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

viduales- entre el que se inclu ia el articulo 51 que recogia el amparo y el ha·


beas corpus. Pero nipidamente -·dadas las circunstancias- se rectifico y por
Decreto de la misma junta de 28 de julio se derogaron expresamente los articu·
los 50, 51 , 170 Y 172, es decir, todos los que se referian al amparo (Arto. 6).
Se mantuvo sin embargo, el habeas corpus, pero limitandolo a estab lecer el
tratamiento de los detenidos y prohibiendo la libertad de aqueUos que 10 es·
tuvieran por medidas de seguridad, que libremente fijaba la Junta.
Esta ley estuvo vigente hasta el lOde agosto , cuando se promulgo el Es·
tatuto Politico de la Republica de Guatemala. Aqui tam poco se reconoce el
amparo, pero su articulo 7 expresa que se procurara que sean e[ectivos los De·
rechos del Hombre contenidos en la Declaraci6n Universal proclamada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948,84 10
que provoco una jurisprudencia especial de la Corte Suprema que denegaba los
amparos argumentando que el Estatuto no 10 reconocia e ignorando la referen·
cia al Arto. 8 de la Declaraci6n de Naciones Unidas,85 afirmando ademas en
much os casos que el amparo hab ia sido suprimido en resguardo de la seguri·
dad interior del estado .86
Sin embargo, en la Constituci6n que finalmente se promul go en 1956 se
Ie dio una extensi6n especial. El titulo IV se llama Derechos Humanos con
siete capitulos, el I, Garantlas 1ndividuales y el II Amparo. EI articulo 79
fijaba su objeto: EI amparo tiene como funcion esencial el mantenimiento de
las garantias individuales y la invulnerabilidad de los preceptos de la Consti·
tuci6n.
Se amplio bastante su regulaci6n en 6 articulos (79, 80, 82 , 83, 84 Y 85 )
Y se separo el habeas corpus que se trata en fonna mas tecnica, independien·
temente. Ademas de los incisos a) y b) del Arto . 51 de la Constituci6n del
45 - que se copiaron casi textualmente eliminando el amparo contra leyes del
segundo - se agreg6 otro, que estab lece que procede el amparo .. . c) para que
en casos concretos se declare que una disposicion 0 resolucion no meramen·
te legislativa del Congreso de la Repub lica , no Ie es aplicable al recurrente, por
violar un derecho constitucional (Arto. 80).
Se elevaron a norma co nstitucional disposiciones que recogia la ley ordi·
naria: int erposicion mediante recurso especlfico (Arto . 80); efectos de la sen·
tencia favorabl e (Arto. 80); im procedencia en los asuntos judiciales 0 admi·
nistrativos qu e se ventilan co nforme a sus leyes y procedimientos salvo con·

84 Ademas, el Arto. 15 decia que "la Republica de Guatemala se inspira en la XXX


Resolucion de la IX Conferencia Interamerican a de Bogota respecto a la Declaracion Ameri·
cana de los Derechos y Deberes del hombre".
85 Arto. 8. Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales na·
cionales competentes, que la amp are contra aetos que vio len sus dercehos fundamentales reo
eonoeidos por la eonstitueion 0 por la ley.
86 Ramiro Auyon Barneond, EI procedimiento de amparo. Antecedentes y proyec·
ciones en nuestra legislaci6n (Guatemala: tesis Universidad de San Carlos, 1955) pp. 36-37
Y 102-103 .
LA DEFENSA DE LA CONSTlTUCION -tS

tra infraccion es cometidas por la Suprema Corte en la tramita cio n de aSlI ntos
sometidos a su conocimi ento (Arto. 82.); sanciones contra quicn es en torp cz-
can su aplicacio n (Arto. 83); interpretacio n cx t ensiva y rcspon sabiliJad de
jueces (Arto . 84); tnimite a instancia de parte y cosa ju zgada (!\rto. 85). Co-
mo contrapartida , se suprimio el amparo contra leyes que reconoc ia la ante-
rior. 87
Ese avatar constitucional todavia tiene un epigono. En llna expe ri enc ia
nueva , el ejercito como institucio n tomo el poder a trave s de 1I n gol pc de es-
tad a al derrocar al presidente Ydigo ras Fuentes en marza de 19 63. EI Minis-
terio de la Defensa en representacion de la institucion a mlada , ce ntralizo los
poderes en su persona.
EI 31 de marzo emitio una reso lucion dejando en suspenso la vigencia de
la constitucion de 1956 y el lOde abril emitio el Decreto Ley No.8 con el
nombre de Carta Fundamental del Gobierno 88 En ella no se reconocia el
amparo, aunque si el habeas corpus con limitaciones. La Corte Su prema man-
tuvo firme la jurisprudencia de que no procedia el amparo porque al no es-
tar reconocida en el Decreto 8, consecuentemente no estaba vigente la Ley
de Amparo , a pesar de que ambos tenian la misma jerarqu ia y esta no hab ia
sido derogada expresamente. 89
Mas tarde , ante un malestar creciente por la prolongacion del regim en de
facto , se abrieron las puertas para la vuelta al regimen de legalidad , convocan-
do un cuerpo constitucional en condiciones discutidas. En una elecc illll de
!ista unica , fue designada la nueva asa mbl ea , que realizo sus trabajos en lin
ambiente cargado y aprobo un nuevo texto despues de fatigosas discusiones,
que se promulgo el 15 de septiembre de 1965, pero que por disposicion de
un articulo transitorio, entro en vigor hasta el 5 de mayo de 1966 .
Con cierta anarqu ia - aunque co n su evidente desarrollo con relacion a
las anteriores- se ordenan los aspectos relacionados con el amparo , incurrien-

87 "La modalidad mas importante que introduce el nuevo texto en el regimen de ga-
rantias es la extension dada al recurso de amparo, al que las constituciones anteriores de-
dicaban un solo artfculo, y que es objeto ahora de un capItulo entero. .. el recurso de am-
paro conserva, al igual que en el texto de 1927, su caracter de control constitucional, y
no de legaJidad por 10 que no cabe en los asuntos ya ventilados por leyes 0 procedimien-
tos determinados... En la misrna forma que en la Constitucion mexican a d\! 1917 (Ar- .
dculo lO7 lIa) cuyo modelo sigue en ultimo termino", Luis Marinas Otero, Las constitu-
ciones de Guatemala (Madrid: Instituto de estudios politicos, 1958) p . 232 .
88 Recopilacion de leyes de Guatemala, T. 82 , pp . 21-2 5; Enrique Peralta Azurdia,
Remembranzas del gobierno militar de Guatemala, 1963-1966 (Miami: Pan American Litho,
1972).
89 Alejandro Silva Falla, La instituci6n del amparo en Guatemala (Guatemala : Tesis
Universidad de San Carlos, 1964) hace un an{lIisis de esta situacion. Mario Aguirre Godoy,
Op. cit., p. 10, apunta como la Corte, en eI caso Edelberto Torres vrs. Pan American Air-
ways Comp. , de fecha 27 de noviembre de 1963 "se nego a aceptar un fallo en su contra
dictado por el Tribun al Ex traordinario de Amparo, alegando falta de jurisdiccion en el mis-
mo por no estar vigente el Dto. Leg. 1539". Los antecedentes de este fallo pueden verse en
el Boletfn del Colegio de Abogados de Guatemala, Ano XI, 1963, No.2, pp . 6-28.
46 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDI!

do en una co nfusio n terminologica ya tradicional. 9.O EI titulo II se llama Ga


rant{as Constitucionales e incluye dos capitulos: Garantias y derechos indivi
duales y habeas corpus y amparo. EI Titulo Ill , habla de Garantias Sociales
derechos economicos y sociales, cuitura, familia , trabajos, regimen economi
co y social, trabajadores del estado. EI titul o IV habl a del Poder Publico
responsabilidad de funcionarios y leyes de excepcion. Y el titul o VII inclu
ye Tribunales de Amparo y Corte de Constitucionalidad, en la sistematica del
Organismo Judicial. Los Artos. 40 , 62 parrafo segundo, 80 , 81, 82, 83, 84.
260 y 261 se refieren al Amparo , y la misma constituyent e dicto el Decreto
No.8 , Ley de Amparo, Habeas Corpus y de constitucionalidad , que desarro·
lla los principios constitucionales . y a la que nos referiremos en este trabajo
solamente cuando es necesario para la adecuada interpret acion del texto co ns·
titucional .91
En la constitucio n vigente la fi nalidad del amparo consiste en otorgar pro·
teccion a los particulares contra la violacion de los derechos consignados en ella
con motive de actos de los organismos del estado y en algunos casos de part i-
culares y ademas un media de control de constitucionalidad de Icy es en ca-

90 Que no ficne ju stificac ion, ya que tenemos d d udoso honor de ser uno de los paj·
'ses que mas constituciones hemos redactado y que el cuerpo constituyente estuvo integrado
con varios tecnicos. muchos de ell os co n experiencia en constituyentes recientes anteriores,
porqu e en Guatemala muc has veces los hombres son mas permanentes que los textos cons-
titucionales, Vid. Jorge Mario Garcia Laguardia, Teoria General de la defensa de la cansti·
tuci6n (Guat emala: Universidad Rafael Landivar, Colecc ion Septem -Partitarum, 1973) , tam·
bien en Memoria d el VII Congreso Jurfdico del Colegio de Abogados de Guatemala. Cuando
se presento eJ proyecto constirucional al pleno po r el presidente de la Comision redactora,
muy esclIctamente se afirm 6: "Las garantlas co nstitucionales quedaron divididas en dos
grup os: Las gar antfas individuales y las garan tias sociales; las Ilarantias individuales adem as
de conten er su numeracion comprcnden, como capitulo auxlliar 10 relat ivo al amparo. y
las garantias social es, con capitulo dedicado a la familia, trabajo. cultura y servicio civil. .. ",
"Discurso del Diputado Jorge Skinner K1ee haciendo la Exposicion de Motivos del Proyecto
de Constiruci6n " , sesion del 2 de febrero de 1965, Diario de sesiones de la asamblea nacio·
nal constituyente de 1965, T .!., No . 23, Mimeo. , Archivo del Congreso de la Republica.
91 En cuanto a las in stitucion es que anal izamos deda el Presidente de la Comision
Redactora : "Las reglas tradicionales del habeas corpus, como han venido desde el Codigo de
Livingston de 1837, fueron conservadas y ampliadas, las normas del amparo se mantuvieron
tal como cstablecian (sic) el amparo en la Constitucio n de 1956, con tres cambios de gran
import ancia, en primer lu gar se creo el amparo , se Ie dio la extension al acto administrativo
general (sic), 0 sea que por demora de la rcsolucion de la administracion publica , que ha si·
do una de las peores corruptelas. con 10 que mas ha su fr ido el gobernado en Gua temala. se
pe rmite aI ju ez, en aquellos casos en que hay demora injustificada, senalar un termino ra-
zonablc para la so lu cion d e cualquiera pcticion administrativa; se establecio el amparo en
10 admi nistrativo, cOlltra cl abuso de poder, cuando hubiere temor de ocurri r (sic) cualquier
agravi o, y finalment e se entrego a la Corte Suprema de J usticia la fac ul tad, en todo caso, de
establecer la competencia de un Trib u nal de amparo, sin formar articul o; ha sido corriente
en el pasado que no se podia conoce r de ningUn anlparo, p orque como la ley de amp aro no
mencionab a especificamentc a cu:il t ribuna l Ie corresponJia el co nocimiento, aque! asunto
se quedaba si n resolve r", Idem. Los errores de construcc ion se exp lican po rque la versi6n
taquigr:ifica sin revision es la unica que existe en el Archivo del Congreso en una copia mi-
megr:ifica.
·LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 47

50S concretos. 9 2

I. Casos de procedencia.

EI amparo procede en los siguientes casos:

a. Para que se mantenga 0 restituya aI agraviado en el goce de los de-


rechos y garantias que la Constitu ci6n establece, principio general recogido en
el Arto. 80, Inc. 10.
b. Para que se declare en casos concretos que una ley, un reglamento
o una resoluci6n 0 acto de autoridad no obJiga al recurrente, por contravenir 0
restringir cualesquiera de los derechos garantizados por la Constitucion (Arto.
80, Inc . 20 .).
c. Para que en casos concretos se declare que una disposicion 0 reso-
lucian no meramente legislativa del Congreso de la Republica, no Ie es aplicable
al recurrente por violar un derecho constitucional (Arto . 80, Inc. 30.).
d. En los demas casos que expresamente establece la Constitucion
apunta el mismo Arto. 80 en su Inc. 40. Estos casos se recogen en otras partes
del texto y son los siguientes:

1) Contra las resoluciones del Registro y Consejo Electorales de-


ben! interponerse, despues de presentado el de revision, ante las Salas de la Cor-
te de Apclaciones con sede en la capital (Arto . 40).

2) Las peticiolles en materia no politica dirigidas a las autorida-


des administrativas deben ser resueItas por est as dentro de un terminG que no
exceda de treinta dias, una vez concluido el proceso administrativo correspon-
diente. De no serlo asi, el peticionario podra recurrir de amparo a fin de que sc
fije un tennino final ala autoridad para resolver (Arto. 62, Inc . 30).

3) Contra la infracci6n al procedimiento en que incurra la Cort e


Suprema de Justicia, en los asuntos sometidos a su conocimiento (Arto. 81 , Inc.
10. segunda part e) .

92 Arto. 2. de Ia Ley: Podni tambien recurrirse de amparo contra los actos y resolu-
ciones de entidades de derecho publico; de entidades descentralizadas, autonomas y semiau-
tonomas, de empresas y entidades sostenidas con fondos del Estado 0 creadas por ley 0 con-
cesion; 0 de aquellas que acruen por delegacion de los organ os del Estado, en virrud de con-
ttato, concesion 0 conforme a OtrO status semejante. Arto. 30. Asimismo podni recurrirse
de amparo, contra los actos y resoluciones de las entidades a las que se deba ingresar por
mandato legal; y COntra los actos y resoluciones de entidades reconocidas por ley, tales co-
mo asociaciones, sociedades, sindicatos, cooperativas y otras semejantes, cuando causaren
al recurrente dano patrimonial, profesional 0 de otra naruraleza.
48 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

e. En materia administrativa, cuando ilegalmente 0 por abuso de po-


der, la autoridad dicte reglamento, acuerdo, resolucion 0 medida que cause agra-
via 0 se tenga justo temor de sufrirlo, 0 se exijan al peticionario requisitos no
razonables, siempre que contra el reglamento 0 acto inlpugnado no haya recur-
so administrativo con efecto suspensivo 0 que el agrav io no sea reparable por
otro medio legal de defensa (Arto. 80 parrafo final no identificado como inci-
so).

EI Arto. 83 indica que la interpretacion judicial en materia de amparo sera


siempre extensiva y la Ley de Amparo aumenta las posibilidades de casos de
procedencia al indicar que la Corte Suprema de Justicia podra en uso de su fa-
cult ad de interpretacion ampiiar el ambito del amparo (Arto. 10 . parrafo final).

2. Improcedencia.

El Arto. 81 con mucha c1aridad establece cuatro casos de inlprocedencia:

a. En asuntos de orden jud icial respecto a las partes y personas que


intervinieren en ellos (Inc. 10.).
b. Contra las resoluciones dictadas en un recurso de amparo (Inc.
20 .).
c. Contra los actos co nsentidos por el agraviado (Inc. 30 .) .
d. Contra las medidas sanitarias y las que se dicten con el objeto de
prevenir 0 conju rar calamidades publicas (Inc . 40.).

El casu contemplado en la primera hipotesis, aunque esta redactado en


forma tan clara ha producido una discusion derivada de disposiciones de la
ley ordinaria. 93 La razon esgrimida para establecer este casu de improceden-
cia - de vieja tradicion en la historia de la institucion en el pais como hemos
apu ntado- 94 es que si procediera en esos casos, el amparo se constituiria en
una tercera instancia, situacion prohibida expresamente por la Constitucion en
su articulo 245 pirrafo primero,95 punto de vista que la Corte ha defendido

93 La confusion defiva de 10 establecido en el Arto. 61 de la Ley - y que desarrolla el


precepto constitucional- que indica que no procede el arnparo en los asuntos de orde n judi·
cial y administrativo que tuvieren establecidos procedimientos y recursos en la ley, por cuyo
medio, puedan ventilarse adecuadarnente, de conformidad con el principio del debido proce-
so, pero agrega que sf podra recurrirse de arnparo en dichos asuntos " cuando se procediere
con notoria ilegalidad 0 abuso de poder, 0 se afectaren los derechos de quien no fuere parte
en el mismo asunto".
94 Vid. infra. Pags. 38 y siguientes.
95 "En ninglin proceso habra m as de dos instancias y el magistrado 0 juez que haya
ejercido jurisdicc i6n en alguna de elias no podra conocer en la otra ni en casacion, en el mis-
mo asuntO, sin incurrir en responsabilidad".
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 49

reiteradamente .96
En 10 que respecta a los actos consentidos, aunque la Constitucion no los
defme, la Ley presume como tales aquellos por los cuales no se hubiere recu-
rrido de arnparo , dentro de los veinte dias siguientes al de su notificacion . En
10 que se refiere aI amparo contra leyes, se ha producido a1guna controversia:
un autor opina que en estos casos no debe haber termino a1guno por la carac-
teristica especial de la norma,97 en tanto que otro opina que aunque no haya
notificacion especifica , fa pubficacion en ef Diario Oficial y la fecha de entrada
en vigencia de la ley, hace surgir la presuncion, de que es conocida por todos
segUn los Artos. 1 77 Constitucional (entrada en vigor) y 20. de la Ley de Orga-
nismo Judicial Dto. 1762 del Congreso (no puede alegarse ignorancia de la
ley). 98

3. Competencia.

Los tribunales encargados de conocer del amparo son los mismos tribuna-
les de la jurisdicc ion ordinaria, pero constituidos en Tribunales de amparo, con
atribuciones especiales por 10 que constituyen una jurisdiccion privativa. La
Constitucion ordena que el Tribunal Extraordinario de Amparo, a quien corres-
ponde conocer de los recursos que proceden contra la Corte Suprema 0 cual -
quiera de sus miembros y contra el Congreso de la Republica y el Consejo de
Estado por actos 0 resoluciones no meramente legislativas, se integrani por el
presidente de la Sala Primera de la Corte de Apelaciones 0 en su defecto por el
de las otras, en orden numerico y seis vocales de las propias salas, que senin de-
signados por sort eo entre los propietarios y suplentes de las mismas (Arto. 260).
Y remite a las disposiciones de la ley todo 10 relativo a la organizacion y funcio-
namiento de los demas tribunales que deben conocer de los recursos que se in-

96 EI reeurso de amparo .... . no es un reeurso ordinario, sino se ha estableeido eseneial-


mente para reparar los agravios y abusos de autoridad cuando no haya otrO medio legal de
lograr tal proposito y siempre y cuando se lIenen los requisitos que la ley exige, ya que de
otta manera se instituiria como instancia, 10 que va contra los principios que 10 inspiran",
Senrencia de la Corte Suprema de Justicia, Camara de 10 Civil constituida en Tribunal de
Amparo, de 20 de febrero de 1968, "Hermanos Molina Calderon y compaiiia" contra Ofici-
na Reguladora de la Importacion de Trigo; " ...pues por ningUn motivo el Tribunal de Ampa-
ro podria ordenar que se resolviera en sentido conttario admitiendo la tercerfa para su tra-
mite ya que ello equivaldda a que se actuara como tribunal de instanci:L .. " , Sentencia de la
Corre Suprema de Justicia, Camara de 10 Civil, constituida en Tribunal de Amparo, 6 de
IIIPtiembre de 1967, Humberto Vazquez Garcia contra Sala Primcra de la Corte de Apelacio-
Des de Trabajo y Prevision Social. Sobre esto ver el interesante estudio de Gregorio Fuentes
CharDaud, EI amparo en la legislaci6n guatemalteca (Guatemala, tesis Universidad Rafael
Landivar, 1970) que seiiala ciertas imprecisiones de la jurisprudencia de la Corte, pp. 35,64
y6S .
97 "La ley se refiere a 'aetos' (consentidos por el agraviado) y en realidad la ley no es
un acto, a no ser que se considere 'acto', aI hecho de la promulgacion de la ley ... en realidad,
no debia de haber termino para interponer el amparo contra una ley", Gabriel Larios Ochai-
fa, EI amparo en la Constituci6n y en la ley (Guatemala, tesis Universidad de San Carlos,
1968) p. 97.
98 Mario Aguirre Godoy, Gp. Cit., p. 12.
50 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

terpongan (Arto. 261). EI Decreto 8 de la asamblea constituyente (Artos. 6, 7 ,


8 y 9) fija las competencias de los demas tribunales cubriendo todo el espectro
de posibilidades. Y el Arto . II de la Ley, autoriza a la Corte a modificar la
competencia fijada mediante auto acordado que se notifica a los tribunales y se
publica en e1 Diario Oficial, con excepci6n de la del Tribunal Extraordinario de
Amparo, cuya competencia , como h emos apuntado , es fijada constitucional-
mente. Cuando la competencia del tribunal al que corresponda conocer no es-
tuviere c1aramente establ ecida , la Corte Suprema la determinara sin formaci6n
de articulo. .

4. Efectos.

La declaraci6n de procedencia del am paro tiene las sigu ientes consecuen-


cias:

a. Dejar en suspenso , en cuanto al reclamante , la ley , el regiamento,


la resoluci6n 0 el acto de autoridad impugnados , yen su caso, el restablecimien-
to de la situaci6n juridica afectada 0 eI cese de la medida dictada (Arto . 82, Inc.
10.).
b . En el caso del Arto . 62 parrafo tercero constituciona l, es dec ir
cuando la autoridad administrativa no resolviere en el termino de treinta dias
las peticiones de naturaleza no polit ica, una vez conclu ido el proceso adminis·
trativo correspondiente se producen dos si tuacion es:

1. El interesado podra recurrir a la autoridad inmediata supe rior


o en su caso, al Tribunal de 10 Contencioso Ad min istrativo, para que emita la re-
soluci6n (Arto. 82, Inc. 2-a) y

2. Si no hubiere superior jerarquico 0 si por la naturaleza del


asunto no fuere procedente la via contencioso-administrativa, el funcionario res-
ponsable quedara separado ipso facto del cargo al dia siguiente de haberse venci-
do el termino fijado por el Tribunal de Amparo , salvo que se trate de funciona·
rios de elecci6n popular, en cuyo caso solo respondera por los danos y perjuicios
(Arto. 82, Inc . 2-b).

b. Finalmente, en el caso de que el acto reclamado se haya consuma·


do de modo irreparable 0 cuando hubieren cesado sus efectos, el Tribunal se Ii·
mitara a hacer la declaratoria correspondiente y mandara se deduzcan las res·
ponsabilidades civiles y pen ales que procedan (Arto. 82, Inc. 30.).
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION SI

s. Disposiciones varias .

Todavia se constitucionalizan otras decisiones. Una Ley constitucionaL


regulara la forma y requisitos de su ejercicio y determinara la competencia
de los tribunales de acuerdo con los principios establecidos en La Constitu-
cion (Arto . 84, panafo segundo). Se declara punible toda acci6n que entor·
pezca el ejercicio del recurso y la aplicaci6n de las normas que 10 garantizan
(Arto . 84, parrafo cuarto). Se establece que 10 resuelto no causa excepci6n
de cosa juzgada (Arto. 84, panafo final) . Se ordena que los tribunales no po-
dran dejar de admitir ningun recurso ni resolver sobre su fondo sin incurrir
en responsabilidad , salvo en los casos del Arto . 8 1, inciso 10., es decir, en los
asuntos de ord en judicial respecto a las partes y personas que intervinieron en
eIlos (Arto. 83 , parrafo segundo) y finalmente se autoriza a los jueces a rele-
var de la prueba cuando no 10 crean necesaria (Arto . 83, parrafo tercero).

6. Jurisprudencia.

P"au conduir, es pertinent e hacer referencia a las disposiciones del Arto.


33 de la Ley de Amparo que establece que las sentencias ejecutorias de los
tribunales de amparo tendnin validez jurisprudencial y podran ser citadas como
fundament os de derecho, aunque autoriza a los tribunales a separarse de tales
precedentes, razonando cuidadosamente sus mo tivos para La innovacion juris-
prudencial. Esta disposici6n Ie da una caracteristica especial al amparo guat e-
malteco, parciaLmente jurisprudencial... no es un sistema jurisprudencial abso-
luto, ya que La misma Ley se encarga de modificarLo. EL Tribunal no esta obli-
gada por La regLa de stare decisis caractedstica deL derecho comun angLoame-
ricano, pero en cambio, La sentencia anterior constituye fundamento de dere-
cho y apoyo para el interponente, siendo Ley para eL TribunaL, pero de La cuaL
~ede separarse en determinadas circunstancias. Es decir, nuestro sistema ju-
risprudenciaL busca mas bien La depuracion de La interpretacion de los alcanees
de La norma constitucional invocada en el recurso de amparo. 99
Desde este punto de vista es censurable la omisi6n que la Corte Suprema
ha hecho de la obligaci6n de recoger las copias certificadas de las sentencias
de los tribunales y de la compilaci6n de las doctrinas 0 principios de derecho en
que se funden las sentencias anotando cuidadosamente la jurisprudencia que
se vaya sentando, as! como de la publicaci6n de dichas sentencias en la Gace-
ta de los Tribunales. Llama la atenci6n la falta de elevaci6n doctrinaria de que
se resienten la mayoria de las sentencias de todos los tribunales, mas sensible

99 Jorge Skinner Klee, "Dictamen sobre la tesis de Gregorio Fuentes Charnaud",


Gp. cit., p. S.
S2 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

aun en el mas alto de elIos. 1 00

C. Control de Constitucionalidad en las leyes.

1. Antecedentes.

En la fundaci6n de la republica, la fuente norteamericana aparece cla-


ra en el primer constituyente federal {ie 1824. La Comision Redactora del pro-
yecto era muy explfcita: Al trazqr nuestro plan, nosotros hemos adoptado en
la mayor parte el d e los Estados Unidos, ejemplo digno de los pueblos indepen-
dientes... 101 Y Jose Francisco Barrundia , miembro de la Comisi6n de Consti-
tucian y uno de los diputados mas caracterfsticos , reiteraba la idea al hablar de
los modelos de otras constituciones. Sin embargo , a pesar de que la idea del
control judicial de constitucionalidad era familiar a los constituyentes, no se
refleja en el texto aprobado , la Constituci6n Federal Centroamericana de
1824 102
EI modelo norteamericano era conocido por la clasc politica de la inde-
pendencia a traves del fam oso libro de Tocqueville , como' en otras partes de
Latinoamerica . El jefe de Estado de Guatemala , Do<.: tor Marian o Galvez, es-
crib ia al ex-jefe de Estado Do n Ped ro Molina , el 19 de novi cmbre de 1837 , al
re,necto: Ha leldo Ustcd la Democracia en America, que he puesto en sus ma-
nos, y usted habra visto en ella ef remedio qu e tienen todos los Estados Unidos
del Norte para anular el ef eeto de las leyes inconstituciol1ales, rem edio eficaz,
y sin los illconvel1ientes graJlz"simos de qu e el Ejecutivo se haga superior al cuer-
po Legislalil'o. Los jueces y tribunales, en cada caso, a rec/amaciun de parte, juz-
gal1 1)(}r fa COllstituciun y no par la ley cOl1traria a ella. iNo podrcmos 110so(ros

100 I'u cnre s Charnaud , Op. c i t. , passim., apullta po r Otro lado que 'de setenta y una
'sen lclc ias que analizo, so lamente se deciararon con lugar un 14% y tambien indica que la
corte " restringe mucho la procedencia del amparo " y que "es excesivo el formalismo con
que la Corte conoce de los recursos de amparo, y su falta de c1aridad y precision al emitir sus
fall os" , p . 97 . Por su parte, Auyon Barneond , estima " Despues de consultar numerosos ex -
pedientes", que u n noventa y cinco por ciento de recursos de amparo se deciaran sin lugar,
op. c ir., p. 96 .
101 In(orme sobre la Constituci6n. Le/do en la Asamblea Nacional Constituyente el
23 de mayo de 1824 (Gu atem ala : impreso por Arevalo, 1824) p. 5 .
102 "'J\samblea constituyente de 1824. Aetas de sesiones publicas. Mes de julio, se-
sibil del 24" , Archivo General de Centroamt}rica, en ciudad de Guatemala, B6 .26, expedien -
te 2968, legajo 115 . EI mismo Barrundia, en polemica posterior sobre las primeras bases
constitucionales, refutando un documento que atribula a jose Ayc inena - el mejor IIder del
partido conservador - en el que, sobre las huellas de jefferson, se prevenla contra la dictadu-
ra de las asambleas, afirma que" ... l.a constitucion federal no es la genuina expresion de las
cOllvicc iones de don jose hancisco Barrundia. EI queria libertad de cuitos, y la constitu -
cion federal no la otorga. Quer{a, con razon 0 sin ella, elecciones directas y no pudo obte-
nerlas ; quer!a que la C o nl' Suprema tuvi era las atribuc io nes pollti cas que a la Corte Fed eral
americana otorga la Constitucion firmada por Washington y tampoco la tuvo" .
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 53

hac('f /u mislI1o, cuam}u /z emus quaidu imitar las iflStituciUfl(!S del /lOrt C'? 103 Y
antes , en Sll Mensaje a la Asamblea Legislativa, al ini ciar SliS sesiolles en 1833,
en el clima x de un agudo conflicto entre el Ejecutivo y el Legislativo , afirlllaba
que la paz es inconcebib/e mientras /a constit7lciun politica sea un simulacra
bur/ado en nom bre de la s /eyes secwularias, emal/adas de tronos corrumpidos
erigidos en tiempos de barbarie. 104
No fue recogid o en el textu cOll stitllcional , pew wando la Asamblea Legis-
lativa del Estado de Guatemala - ·el mas importante de la Fcderac ion promul-
ga el Decreta de I I de septiembre de 1837, la DecIaracion de los Derechos y
garantias que pertenecen a todos los Ciudadanos y habitantes del Estado de
105
Guatemala . en Sli articulo 50., fijaba un antecedente realmen te clave y pre-
cursor : Que roda determinaciull sea cn forma dt ley, deeret,), pro l'iLil,tlcia,
selltencia, all!o Ii urrlen ((u e prucctia de cua/qllia puder. si atam llIK/Ii/u 6 al-
gunos de los derecllOs lIaturalt>s del lIolllbre, (j de la c()/I11111idad, 0 cua fqlliera
de las garant/'as consignadas en la ley fundamental, es ipso jure flula, y ;tingu-
no liene obfigacion de acatad a y obcilel'C'rla. Y el ano 1838. ini cio del rOJ1l-
pimiento de la Federacion, en eI J1les de febrero, la misma asarnblea prolTIul-
go un Oecreto de ClIett]'O articu los que des:lrroll aba esta idea de la supremacia
cons tituciullai. Ninguna Ley cOlltraria a la ( 'ollstituci6 n puede ni debe slibsis-
tir (Art\). Ill.) ; cua nd o se presenta alguna lIo wriam cnte COfl{raria a fa COlls ti-
tu cion, 't)) rribunales d eheran arreglarse . ' 1/ su s juicios ill sCllriilo claro d e fa
fu ndalll ental, illfarliwllL/t.> ell segu ida al CU <!I'pO legislati}'o (Arto. 20 .) ; (1Iand ,;
se prescntaren ca sos uuclosos lo s tribu llal".\' y cualquier ciudadallo pue(h 1Yl'-
dir a la iJsal1lblca /a dec/aratoria COrrCSI)ondiellte, sin pefjuicio de que dichas
tribunales rC571e/}'an desde 11t ego, segufl efltienticn de justicia, y por :'11 IJropio
eonvencimiellta (Arto. 30. ); y la decIaratoria del cue rpo legislat ivo solamellte
podra aplicarsc a los casas pustcriores al qu e matillQ la duda : y sin que pueda
tener jamas lin cj'ecto retroacth'o (Arto. 40.).
Pero a la caida del regim en lib eral, que coincidio con el rompimiento de
la Federacion , csta id ea es abandonad a. Los gobiernos de la res tauracion co n-
servadora, desc onfian de la revision judicial , y el 27 de septiembre de 1845, dic-

103 Anales de la Sociedad de Geografia e Historia de Guatemala, T. II , p . 176. Alexis


de Tocqu eville afinnaba: "es jusro, pu es, que los tribunales obedezcan a la Constituc ion con
preferencia a todas las leyes. Esro afecta a la esencia misma del,Poder Judicial: e legir en tre
las disposicio nes legales aquellas que Ie encadenen mas estrec hamente es, en cie rta m anera, el
derecho natural del magistrado", La democracia en America (Madr id: edicio nes Guadarra-
ma, 1969) p. 99. Hamilton, argum entaba en un sentido parecido al decir que debia preferir-
se "Ia Constitucion a la ley ordinaria, la intencion del pueblo a la inte nci6 n de sus mandata-
rios. Esta conclusion no supone d F. ningUn modo la superio ridad d el Poder Judicial sobre el
Legislativo. Solo significa que el poder del pueblo es superior a ambos y que donde la volun-
tad de la kgislatura, declarada en sus leyes, se halla en oposic ion con la del pueblo declarada
en la Co nstituci6 n, los jueces deberan gobernarse por la ultim a de prefe rencia a las primeras,
EI federalista (Mexi co: Fondo de Cultura Econ6mica, 1957) p . 332.
104 EI Editor, perio dico de los tribunales, No.2, Guatemala, 24 de febrero de 1837 .
105 Boletin oficial, No . 103, pp . 417-423.
54 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

tan un decreto que inhibe del conocimiento de los tribunales de justicia, 101
actos de los poderes Legislativo y Ejecutivo. Consta de cuatro pequenos ar·
ticulos que hablan por si mismos : Arto. 10. Ninglin acto del Poder Legisla·
tivo ni Ejecutivo, esta sujeto a la revisi6n de los tribunales de justicia, los eua·
les no pueden conocer de la nulidad 0 injusticia que aquellos contengan. Arto
2. Las sentencias que se dieren nulificando los actos de gobierno y de las asam
bleas, senin nulas ; y los jueces y magistrados que las pronunciaren senin respon·
sables por los perjuicios que aquellas causen a los particulares. Arto. 3. Se de·
clara que las sentencias pronunciadas por los jueces y magistrados , dandose PO!
competentes para calificar la validez 0 nulidad , justicia 0 injusticia de los de·
cretos legislativos, 0 de los actos del gobierno que los cumplimentaron, senin nu·
las. Arto. 4 . El gobierno cuidara de ejecutar y sostener la ejecuci6n de las
mismas leyes y de sus propios actos que tiendan a cumplimentarlas.
En el siglo diez y nueve no encontramos ningun antecedente mas,
al menos de derecho vigente , y solo hemos registrado el articulo 130 de la
Constituci6n Federal de 1898 ~ que no tuvo aplieaci6n en uno de los inten·
tos fallidos de reconstrucci6n de la Federaci6n centroamericana~ que deeia
que los tribunales en sus resoluciones aplicaran de preferencia la Constitucion
a las Leyes y estas a cualquier otra disposicion. 107
En las reformas constituc ionales de marzo de 1921 . -a que nos he·
mos referido antes ~ en su articulo 93 inciso c), se establecio que dentro de
la potestad de administrar justicia, co"esponde al Poder Judicial dec/arar fa
inaplicacion de cuafquier ley 0 disposicion de los otros poderes cuando fue-
re contraria a los preceptos contenidos en la Constituci6n de la Republica,
pero de esta facultad solo podran hacer uso en las sentencias que pronuncie.
Se fijaban as! atribuciones al Poder Judicial, modificand o el articulo corres-
pondiente de la Constituci6n de 1879 , que dejaba la reglamentaci6n a una
ley ordinaria . Este articulo paso a la Constituci6n Federal de septiembre del
mism o ano de 1921 - en otro intento fallido de la reconstrucci6n nacional-
con una leve modificaci6n: s610 podra hacer uso (el Poder Judicial) de es·
ta facultad en los casos concretos en que tenga que pronunciar sentencia. Y
en su Arto. 130, afum6 que podra tam bien establecerse ante la Corte Supre·
rna de Justicia Federal el recurso de inconstitucionalidad de una ley que se
refiera a asuntos no ventilados ante los tribunales, por toda persona a quien
perjudique en sus legz'timos derechos, por su aplicacion en caso concreto.
Las Iineas generales, del control judicial , difuso e incidental estaban fijadas.
Y la instituci6n siguio configurandose. En las nuevas reformas constitucio·
nales de diciembre de 1927 , se afirmo expresamente que ninguna ley podro
contrariar las disposiciones de la Constitucion (Arto. 54), y que EI Poder Ju-
dicial se ejerce por los jueces y Tribunales de la Republica; a ellos compete

107 Ver Ricardo Gallardo y Laudelino Moreno. Ops. cits.


LA UEfENSA D E LA C ONSTITUC I ON 55

exclusivamente la potestad de aplicar las leyes en los juicios civiles y crimi-


nales. Corresponde a la Corte Suprema de Justicia, declarar, al dictar senten-
cia, que una ley, cualquiera qu e sea su forma, no es ap/icab/e por ser contraria
a la Constitucion Tambien corresponde a los TribunaIes de segunda ins tan-
cia y a los jueces letrados que conozcan en La primera, declarar la inaplicaciOn
de cualquier ley 0 disposicion de los otras Poderes cuando fiuren contrarias
a los preceptos contenidos en la ConstituciOn de la R epublica. La inaplica-
ciOn indicada sOlo la poadron declarar Los Tribunales referidos en casos con-
aetas y las resoluciones que dicten (Arto. 85).
En la reforma de julio de 1935, aunque se incluyo el articulo 85, fue
solo para copiarlo textualmente y agregarle que EI Presidente del Poder Judi-
cial, 10 es tambien de la Corte Suprema de JusticitL
En la Constitucion de 1945 , su Arto . 170 mantuvo la tradicion: co-
"esponde a los Tribunales juzgar y hacer que se ejecute 10 juzgado, y aplicar
las leyes en todo aquello que las mismas hagan de su conocimiento. Los de
jurisdicciOn ordinaria, y el de 10 contencioso administrativo, podron dec/arar
en casos concretos y por sentencia de primera, segunda instancia y casacion,
Ia inaplicacion de cualquier ley 0 disposicion de los organismos que ejerzan
las demas funciones del poder publico, cuando sean contrarias a la Constitu-
ciOn Si se dec/ara la inconstitucionalidad, Ia resoluciOn sero transcrita al Con-
greso 0 a los Ministerios correspondientes, y publicada en el Diario 0ficiaI .
Pero inrrodujo un elemento nuevo que abrio nuevos problemas. En su Arto.
50 primera parte, apunto que las disposiciones legales, gubernativas 0 de cual-
quier otro orden que regulen el ejercicio de los derechos que esta Constitucion
garantiza, seron nulas ipso jure si los disminuyen, restringen 0 tergiversan Se-
nin as" mismos nulos ipso jure, los actos 0 contratos que violen las normas
constitucionales. Aparecfa aqui la cuestion sobre el control de oficio de la
constitucionalidad.
En la constitucion de 1956, esta ultima disposicion se mantuvo en
el Arto. 73 , suprimiendole el ultimo parrafo. En el 151 , se apunto expresa:
mente que ninguna ley podro contrariar las disposiciones de la Constitucion
Y en el parrafo 30. del 187 que en cualquier instancia y en casaciOn, podron
IaJ partes interesadas pedir, en casos concretos, Ia declaracion de inconstitu-
cionalidad de la ley.

2. La Constitucion de 1965.

La ultima Constitucion establece un sistema mixto, que plantea di-


versos problemas. Por una parte, contempla una declaratoria de inconstitu-
cionalidad en casos concretos, en la tradicion del control juficial difuso y otra ,
una declaratoria de inconstitucionalidad con efectos generales y derogatorios,
56 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

en una nueva experiencia de control concentrado. 108

a. La supremac{a constitucional y eI control de oficio.

En tres articulos de muy clara redaccion y fimle tradicion , se reeo-


ge el principio de la supremac ia. EI 77 fija la norma general : Seran nulas ip-
so jure las leyes y las disposiciones gubernativas 0 de cualquier otro orden
que regulen el ejercicio de los derechos que La Constitucion garantiza, si los
disminuyen, restringen 0 tergiversan, que se afirma en el 172 : ninguna ley
podra contrariar las disposiciones de la Constitucion; las leyes que violen 0
tergiversen los mandalos constitucionales son nulas ipso jure, y se reaf1rma
en el 246 panafo primero : Los tribunales de justicia abservaran siempre el
principio de que la Constituci6n prevalece sabre cualqu ier ley u tratado in-
ternacional.
Estas disposiciones son bien c1aras. En caso de conflicto entre una
norma constitucional y una ley ordinaria 0 tratado , debera aplicarse de ofi-
cio la norma de mayor jerarquia.
Sin embargo, el control de oficio ha suscitado mucha discusion y
en la jurisprudencia de algunos paises, se ha Iimitado, exigiendo no solo que
exista una cuestion judiciable, sino ademas la peticion de parte. Nos pare-
ce que est a es una interpretacion restrictiva sin base juridica. Hugo Alsina,
sostiene la tesis de que la regIa por la cual el juez no puede actuar de oficio,
se refiere a los hechos sometidos a su conocimiento por las partes, pero no
a la aplicacion del derecho, que eI juez debe realizar fijando la preIacion de
normas, segun el aforismo iura novit curia de acuerdo con el cual es facul-
tad del juzgador determinar libremente la norma juridica, que como premi-
sa mayor, ha de integrar el silogismo juridico que se resuelve en la senten-
cia} 09 La aplicacion de justicia por el juzgador no puede estar sujeta a la
voluntad de las partes, el orden publico constitucional debe ser protegido por
la jurisdiccion que se cali fica por su plenitud hermetica , y dentro de su fun-

1 108 Mario Aguirre Godoy, llama la atenci6n que este sistema mixto, es eI que reco-
mend6 como mejor en la Conclusi6n V de la IV Jornada Latinoamericana de Oerecho Proce-
sal, en la que se recomendo adoptar la declaraci6n general de Inconstitucionalidad combina-
da con la desaplicacion en el caso concreto,Op. Cit.,p. 18 Y Oerecho Procesal Civil, (Guate-
mala: Facultad de Ciencias Juridicas y Sociales, 1982) T. II, Vol. 10., p. 483 .
109 Hugo Aisina, Tratado de derecho procesal, T . II, (Buenos Aires: EDIAR , 1957)
pp. 232 Y 246. Ricardo Haro, en exclente trabajo afinna: "Como expresion cabal de esta
actitud de las partes y del juez denno del proceso, desde el derecho romano nos lIega aquel
viejo pero siempre orientador aforismo procesaJ narra mihi factum, dabo tibis jus, que sign i-
ficativamente quiere decir, "narrame los hechos que yo te dire el derecho ... .. los jueces tie-
nen el deber de dirimir los conflictos litigiosos seglin el derecho vigente aplicable a cada
caso, de acuerdo con las reglas iura novit curia, con prescindencia de los fun<lamentos que
enuncian las partes. Deben calificar au tomaticamente los hechos del caso y sub~umirlos en
las nonnas juridicas que los rigen, cualesqu.iera sean las invocadas por las partes", "EI con-
trol del oficio de constirucionalidad", EI Oerecho, diario de la jurisprudencia, Buenos Aires,
Torno 64, p. 648.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 57

cion debeni respctar los principios de verticalidad y prelacion de normas. La


argumentacion en favor de esta tesis, la resume lucidamente German l3idart
Campos, al decir que el ju ez debe aplicar bien el derecho y para eso, en w sub-
suncion del caso concreto dentro de la nurma, debe seleccionar la que tiene
prioridad constitucional.
Aplicar una norma inconstitucional es aplicar mal el derecho, y es maw
aplicacion - derivada de no preferir la norma que por su rallgo prevalente ha de
regir el caso- no se purga por el hecho de que nadie haya cuestionado la in-
constitucionalidad. Es obligacion del juez suplir el derecho invocado, I' en
esa suplencia puede y debe fiscalizar de oficio w inconstitucionalidad den-
tro de 10 mas estricto de su funcion. 110

b. Inconstitucionalidad en casos concretos.

El segundo parrafo del Arto . 246, seccion de atribuciones generales del


Organismo Judicial , recoge el principio tradicional que viene de la refom1a co ns-
titucional de 1921. Es un regimen de control difuso, incidental, de alcance par-
ticular y co n efectos declarativos. 111
Dice asi: en casos concretos, en cualquier instancia yen casacion, antes
de dictar sentencia, las partes podrdn plantear la inconstitucionalidad total 0 par-

110 EI derecho constitucional del poder (Buenos Aires: EDIAR, 1967) T. II. , p. 325,
Y tambien del mismo aurar "La declaracion de inconstitucionalidad sin peticion de parte (en
e\ derecho Argentino), .', Revista Iberoamericana de Derecho Procesal, No.2 (1966) pp. 201 -
221. Con respecto al derecho guatemalteco, en las constituciones de 1945 y 65, ver Maximi-
liano Kestler Farnes, Dp. cit., pp. 52-53 Y Jorge Mario Garcia Laguardia, "La defensa de la
Constitucion. Aspectos del control de constitucionalidad", Revista de la Universidad de San
Carlos, No. XL (1957) p. 120 ; Miguel Enrique Solis Rojas, Dp. cit., p . 115, se pronuncia por
su procedencia. Otro aspecto a considerar seria el de que no solicitar la inconstitucionali-
dad, no puede representar una renuncia de derechos, porque una va provocada la jurisdic-
cion, ninguna renuncia puede presumirse; el mantenimiento del orden publico constitucio-
nal, y la correcta aplicaci6n del derecho, no puede estar sujeta ala vo luntad de los particu-
lares.
111 Es una impugnaci6n de inconstitucionalidad por la vi a judicial, Vid., Mauro Cap-
pelletti, Lapregiudizialitacostituzionale nel processo civile (Milano: Giuffre, 1957) pp. 4-70.
No es ocioso, recordar las cllisicas categorfas del control judicial segUn sus diversas modalida-
des, que Piero Calamandre~ formul6 en estudios ya cllisico : por su objeto, fonnal, cuando
hay vicio de procedimiento y material, cuando es vicio de fondo; por organo judicial strictu
sensu, tambien difuso, cuando se encarga a todos los tribunales y aut6nomo 0 concentrado,
cuando se crea un 6rgano especial de examen constitucional; por la legitimaci6n en la pro-
puesta, incidental, cuando unicamente la parte en un caso concreto puede plantearla en via
prejudicial 0 no y principal, cuando puede proponerse como demanda principal sin atender a
una controversia concreta; por la extension de los efectos, en general, cuando invalida "erga
omnes" y especial, cuando invalid a solo en caso concreto produciendo inaplicabilidad; por la
naturaleza de los efectos, declarativa, cuando establece una nulidad preexistente en fonna
retroactiva "ex tunc" y constitutiva, cuando actUa como ineficacia 0 anulaci6n "ex nun",
que vale para el futuro pero respeta en el pasado la validez de la ley declarada i1egitima ; nor-
malmente, el sistema judicial strictu sensu, es difuso, incidental, especial y declarativo y el
concentrado 0 aut6nomo, es principal, general y constitutivo, La ilegitimidad constitucional
de las leyes en el proceso civil, en Estudios sobre el proceso civil, traducci6n de Santiago
Sentis Melendo (Buenos Aires: 1962) pp . 61-107.
58 JOI{CE M A HIO CAI<UA I.AC UA HDIA

cial d e una ley y cl tribunal (/ cberd prol/unciarsc al respcctu. Si dec/arare fa ill'


cOllstitur.:iunalidad, fa scntcllcia se lilllitard a ('stab/eccr qlle d {Ircccpru /ega! ('s
inap/icab/e at casu pfanteaclo y serd lranscrilO a/ ('of/grew.
Se desarrolJa en la ley reglamentaria constitucional, Decreto NO . 8 de la
Asamblea Nacional Constituycnte, art iculo 96 al 104 . Aunque la Constitllci(in
no fija ningun procedimienlo para realizar el planteamiento , el Dec reto No .8
estab lece dos formas: en via de accion y en via de cxcepcitlil.

I) V ia de accion.

En la primera posibilidad, (Arto. 99), cuando con motivo de un caso


co ncreto se plantee como accion la inc o nstitll cionalidad de una ley () regia men-
to ante los tribunales, debeni comprobarse la ex ist enc ia de un interes juridico
directo en el caso, es decir se necesita una icgitilllacion activa, y acudir en la via
ordinaria (Arto. 96 del Codigo Procesal Civil y Mercantil).112
Sc da audiencia al Ministerio Publico por el termino de nu eve d ias adi-
cionales a los de la auJiencia que establecc el CL)digo Proccsa l Civil y Mercantil
cuando la contienda fuera entre particulares y si el d e illanda~o ru era cl Estado.
el Ministerio Publico gozara del t ermino de doce dias para co nt estar la delllanda
(.Arto. 99 panafo 20., Dto. 8 de la Constituyent e ). Por ser punto de derecho el
que contiene la resolucion , no se rinde prueba pero naturalmente , aunque no 10
dijera la ley que silo dice (Arto . 102), se pueden consultar e invocar anteceden-
tes, dictamenes , opiniones, elementos doctrinarios y jurisprudencia. La senten-
cia se limita a declarar que el precepto legal es inaplicabl e al caso planteadu y se-
d transerita al Congreso (Arto . 103 parraro 20)

2) Via de excepcion.

I::n la scgullda posibilidad _ segu ll cl Artv . 100 del Dtll , R, t' ll tod v ,illi-
CIO segllido en I~ via ordinaria, en cU<llquier in stan cia y ell cJsacir)n, antes de

dictarse sentencia. podni pedirse pOI' cllalquicra de las p<lrtes . en Via de excep-
cion, que se declare la inconstitllcionalidad de una ley 0 reglamento citado co-
Illl) apoyo de derecho en la demanda 0 en su contestaci(·)!1 . Se dara alldiencia a

las partes y al Miniskri() Publico por nuevl' d ias, y evarua da (l 110 . el prnceso si-
gue su cursu y sera restl clla la cuesti6n en la sentencia.
A diferenci<l dl! utros orJen;Jmientos (It~lia . l lruguay) en los qu e el
proced imiento sc slisp end !.'. L'1l el IlIl eS! I'll IHI SII l'l' d t' asi . y 1;1 clle st i'\ 11 de in-

112 J\iariu Aguirre (;0..11»)' . h a dl..' kndido la I c . . i:-. de qut..' nl (' ... \0:-' c a~o'" . :1 pl(){ " '~P ~kht'
11;\ S,,'I un C'~pl't:i;tl "uln ;.l ri.\ ")';1 '1\1 1: s,, ' (rata lk \I1l<J t ' ul, ~ ti()J1 Jl.' d crn' ho " ; CllillU :1lI1or (el
nlit'olhro nl ;.)s ilnpon :lI11c: (II.: la t.:llnlisiiJll) dd Proyn: lo del ( :(Jdigo Pron: sal ( :ivil y 1\\ t'h.' ;Jlltil ,
propuso dcntro de 1(" ju il' i,,, su III a rio,. un () C'SPCl' ial dt: " ,kd ara toria de inc on,ulUcionali·
dad" para 1o!-. ("SUs c Oll c rcHl .... , qlll ' 110 r :1St'): d Clldi~() ~Iproh;tdn, Gp. cit .. ·t-X 5 .
LA DEFENSA DE L A CON STITU C ION 59

constitucionalidad se resuelvc en sc nt c ncia como una c uestion previa , aunquc la


Ley en su Arto . 103 parrafn primero , solo dice que dcbera resolve rse '"t:! n forma
separada d e las dcmas c uestiones co ntrov ertida s", ob Ji ga nd o el pronun ciami ento .
La ley dice que cl planteallliento debe hacerse en v{a de exeepeion, aun-
que la ConstilUc i6n no fija ninguna forllla . EI planteamientoasienta Aguirre
Godoy - · debiera poder haeers!! en nuestro criteria, en eualquicr forma, min par
simple invocaeion u alegaeiun HI ((?rmino "exeepciun", par atra parte, es obje-
tado en la doetrina. Se pre/iere hablar de incidente. 113
Aunque la ley (A rt o . 100), afirma qu e pued e hace rse va le r la exce p-
cion en todo juieio seguido en la vz'a ordinaria, esta limitacion se opone al pro-
pio texto constitucional, qu e pennite que se haga en cualquier instancia y en
casacion , se entiende de cualqllier tipo de proceso. Y adem as, el Dto . 8, rc-
gula dos casos espec ial es: I . En 10 adm inistrativo, cuando se aplicaren leye s
o reglam ent os inco nstitucionales en actuaciones administrativas, y qu e por su
naturaleza tuvieren validez prima facie y no fu eren motivo de amparo, el afec-
tado se limita ra a sena la rl o durante el proccso admin istrativo correspo ndient e.
En este caso, el recurso d e inconstitucionalidad debera illterpo ne rse en la via
contencioso ad mini st rat iva, dentro d e los treinta dias siguientes a la feeha en
que caus6 est ado de resolu e io n recurr ida. Si n emba rgo, aun sin los requi si-
tos anteriores pod ra plantearse la inconstitucio nalidad como fundamento del
recurso d e casacion co ntra cua lqui er resolucion del tribunal de 10 co ntencioso
administrativo (Arto . 98 Dto . No.8.) y 2. En materia laboral , en juicios de
mayor cuantfa , proced era el recurso de casacio n contra las sentencias de se-
gunda instanc ia para el unico efecto de conocer 10 relativo a ineo nstitllcion a-
Iidad ; cuando se t ra te de un co nfli eto cnlectivo, se ve ntilara la cll estio n en
proceso o rd inario d ed arativo labora l y detcflllinara nulidad de 10 decidido en
el conflicto. 11 4

3) Sentencia y cosa juzgada

La sentenc ia es d eclarativa, en el se ntido de que establece una nuli-


dad preeexistente en form a retroactiva (extunc); efectos que se limitan a los
hechos en que se bas6 el casu concreto resllelto. En cuanto a la cosa juzgada,
la ley es terminante al afinnar (Arto. 1 16 , p arrafo 20. ) que las sentencias en
los juicios que con tengan planteamiento de inconstitucionalidad solo eausan
cosa juzgada COil respecto al caso concretu en que jilerun dietadas, peru tam-

113 Dp. cit. , p. -186. Ih'l·uc rd a eI autor qUl· J a ime Guasp , " I.a Justicia cOllstitucional
en Espana", Primer congreso mexicano y Segundas Jornadas Latinoamericanas de Derecho
Procesal (M ex ico, 19(0) p. 20<)-2JO. utili z" p ara est" slJpuesw d termino "cucstion inc i-
dental" .
11-1 Mari .. I.I:'pa 1.:1 .... 3\,", " 1.:1 illconstituciunalidad de las leyes en mat eria laboral y
cornu motivo de casacii", " . Revista del Colegio de Abogados de Guatemala, No. 8 (julio-di-
cicmhre 1978) pp . 11 -2 8 .
60 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

bien tienen efectos jurisprudencia/es. No tiene efectos erga omnes, sino solo in·
valida en caso concreto, produce inaplicabilidad .

c. La Corte de Constitucionalidad

En una nueva experiencia, junto al sistema anterior, la Constitucion


en el Capitulo V, Titulo vn, art 1culos 262 y 265, recoge por primera vez en
nuestra historia constitucional, un sistema, esta vez: concentrado , principal
y de alcance general y efectos semi·constitutivos. La declaratoria de inconsti-
tucionalidad se pide ante un organoautonomo de exam en constitucional : la
Corte de Constitucionalidad .

1) Antecedentes y modelo .

Aunque no aparece en forma expresa en ningun documento , la fuen-


te obviamente esta en el modele austriaco y europeo . Y el antecedente inme-
diato de la decision constitucional, en los trabajos del Tercer Congreso Jurf-
dieo, del Colegio de Abogados de Guatemala, en el que se presento por un
grupo de participantes, un Proyeeto de preeeptos para una Constituci6n de
la Republica y Proyecto de Ley de Control de la Constitucionalidad . En es-
te , se preveia una accion y un incidente para invalidar las leyes inconstitu-
cionales, que sedan resueltos por un tribunal especifico, el que seria integra-
do por magistrados nombrados por la Co rte Suprema, el Presidente, el Con-
greso y el Colegio de Abogados. 115

2) Integraeion del Tribunal.

No es un tribunal pennanente, sino se integra cuando se hace valer


una accion. EI articulo 262 Constitucional y el 105 de la Ley reglamenta-
ria, establecen que la Corte se integra por doce miembros, cuat ro de los cua-
les son designados por la Corte Suprema de Justicia y adem as de su Presiden-
te, los demas por sorteo global que practicani la misma Corte Suprema, entre
los magistrados de la Corte de Apelaciones y del Tribunal de 10 Contencioso

115 Tercer Congreso Jurfdico Guatemalteco (G uatemala : . Imprenta Universitaria:


1964) pp. 55-59 "Ano ... EI Tribunal Constitucional conocera: a) de las acciones de incons-
titucionalidad que se planteen directamente ante eI; b) de las apelaciones y consultas que
den lugar a los incidentes de inconstitucionalidad promovidos en los procesos que se sigan
ante OtrOS tribunales ... " Ver tambien Juan Francisco Garcia, EI control de la inconstitucio-
nalidad de las Leyes (Guatemala : tesis, Facultad de Ciencias Juddicas y Sociales Universidad
de San Carlos, 1966) pp . 69-74 Y Hector Fix Zamudio Los tribunales constitucionales y los
derechos human os (Mexico: Instituto de Investigaciones Jurfdicas, Universidad Nacional
Aut6noma de Mexico, 1980) pp. 136-137.
I.A DEFENSA DE LA CONSTITUCION 61

AJrninistrativo, siendo su I'residente, e/ mismo de la Corte Suprema . 116

3) Objeto y efectos.

De confonnidad con el articulo 263 cons[itllcional , que c()pia lex-


tualmente el al1fculo 106 de la Ley reglarnentaria el objeto de la ace ion es ob-
tener la declaratoria de inconstitucionalidad de las leyes 0 disposiciones gllbrrlla-
tivas de canicter general que contengan vieio parcial 0 total de ineonstitueiona-
Iidad.
Esas disposiciones dicen que la Corte conocen!. de los recursos que se inter-
pongan, 10 cual es equivocado. Estimamos - dice Fix Zamudio ·- que se trata de
una accion y no de un recurso como 10 designan tanto la Constitucion como la
ley reglamentaria, ya que no significa una impugnacion de una resolucicjn judi-
cial, sino una instancia directa ante un organismo judicial especializado ell ma-
teria constitucional, que ongina un procedimiento autonomo y de ningllna ma-
nera la continuacion de uno judicial anterior, que es 10 que caracteriza a los rc-
(ursos en estricto sentido. 117 Anguirre Godoy argumenta en el rnismo sentido:
Nosotros creemos que sc trata de un proceso constitucional en el que existe
un conflicto 0 litis a resolver, aunque sea de canicter jun'dico, pero que de to-
dos maneras es expresion de la funcion jurisdiccional, ya que establece la cer-
teza del derecho... de lnancra que, cuando hay afectacion de un interes leg(ti-
rno 0 lesion de un derecho subjetivo, y ella da origen a la accion directa de in-
constitucionalidad, pensamos que no puede negarse la naturaleza de proct'SO,
teniendo la legitimacion activa esa persona; y la pasiva, el Ministerio Publico,
que siempre es parte. Hn los otras casos, no puede hablarse de proceso, tal
como se Ie entiende tecnicamente, IIi de partes, peru Sl; de un pruceso con ca-
racten'sticas especiales para controlar la constitucionalidad de las leyes, al
que tampoco se Ie puedc aplicar sin objecion la denominacion de '·recurso ".
Preferimos hab/ar de accion y de proceso constitucional. 118

116 EI numero es el mismo del Tribunal Constitucional de la Constitucio n espanola


de 1978, pero su integracion es totalmente judicial, exclusivamente de magistrados previa-
mente nombrados. Seria conveniente que en su integracion se involucrara a los otros pode-
res, y que se fijaran requisitos especiales en los design ados para fortalecer su funcionamien-
to. De conformidad con el articulo 159 de la Constitucion Espanola, los doce son nombra-
dos por el rey, cuatro a propuesta del Congreso por mayori a de tres quintos de sus miem-
bros; cuatro a propuesta del Senado, con identica mayorla ; dos a propuesta del Gobierno y
dos a propue sta del Consejo General del Poder Judicial . Y deberan ser nombrados entre
Magistrados y Fiscales, Profesores de Universidad, funcionarios publicos y abogados, todos
ellos juristas de reconocida competencia con mas de qu ince anos de ejercicio profesional.
117 Hector Fix Zamudio, Los Tribunales Op . Cit. , p. 138.
118 Op. cit., p. 490-491. EI mismo autor recuerda la discusion entre losprocesalistas
sobr~ la naturaleza de la institucion. Cappelletti, la considera como "jurisdiccion volunta-
ria"; Calamandrei, como "juicios de legitimidad constitucional", considera como, "no juris-
diccional" el control y estima que se trata de " un Poder Legislativo no libre, sino mandado
por la Constitucion", Idem., p. 491.
62 JOKGE Mi\KIO GAKelA LAGUARDIA

EI tramit e es muy breve y no puede exceder de dos meses (Arto . 263


constitul:ional y 109 y 106 parrafo 20. de la Ley Reglamentaria). Una vez
integrado , el tribunal se pronuncia sobre la suspension provisional , medida
precautoria que procede si la inconst itucionalidad fuere notoria y susceptible de
causar gravcimenes irreparables, y que debeni ser dictada con el voto favorable de
la mayoria del total de miembros de la Corte (Arto. 264 constitucional), suspen·
sion que sera de efectos generales y que se publicara en el Diario Oficial al dia
siguiente de haber sido decretada . Despues de dar audiencia por quince dias al
Ministerio Publico , se seiiala d ia para la vista que puede ser publicada si as! se
solicita y se dicta la sentencia (articulos 109 y 106 parrafos 20 . de la ley regia·
mentaria).
La sentencia se dictara de acuerdo con 10 dispuesto para los juicios de
amparo en 10 que jUere aplicable dado el caracter estrictamente jundico de este
recurso dice la ley reglamentaria (Arto . 109 lil timo parrafo) , y si es estimatoria
- para 10 cual se necesita el voto favorable de 8 de los 12 miembros de la Corte -
puede declarar la inconstitucionalidad total de la ley 0 disposic ion gubernativa
de caracter general, caso en el cual esta queda sin vigor; 0 en su caso , la incons·
titul:ionalidad parcial . caso en el cual queda sin vigor, la parte declarada asi
(Art o . 108 , parrafo 10 . de la ley reglamentaria). La Corte de Constitucionalidad
ha fijado jurisprudencia en este sentido: La concepcion lmitaria del ordenamien·
to jundico del Estado de Derecho, evidencia en su estructura jerarquica la
coexistencia de normas d e diferente rango y naturaleza vinculadas elltre sz' por
un fun Jamento camun de )!alidez y cuyo proceso de creacion y aplieacion,
comienza con la norma constitucional, de illdiscutible supremac(a. POl' derivar de
la misma las installcias superiores de poder y la legitimidad de todo el complejo
Ilorrnativo; sigue con las leyes ordinarias, generales y abstraetas y sus reglamen·
tos; y concluye con las sentencias judiciales, actos administrativos y negocios
jUrldicos. que como normas individualizadas hacen referencia a situaciones
concretas. Se establecen asz', dentro de cada sistema jun'dico positivo, relaciones
de subordinacion entre las normas de menor jerarquz'a (jimdadas) respecto de la
Ley Fundamental (jUndante); y de supraordinaci6n entre esta ultima y los
preceptos menores; relacionados que hacen necesario elmantenimiento mediante
mecanismos adecuados, del imperio de la Constituci6n, el cual no solo implica su
cumplimicnto, sino tambien la conformidad de las reglas generales de escala
inferior. Es esta necesidad, sentida en todas las naciollcs de tradicion jun'Jica. la
que ha dado lugar al surgimiento de la lurisdicciol1 Constitucional, rama de la
administraci()11 de justicia que tiCl1e po/' objeto espeo'jico, los conjlictos relatiJ'os
a la legitimidad de las leyes... la Corte de Conslitllcionalidad, tribunal ('xtraonli·
nario cuya competencia estti dclimilada pOI' d artz'CIIlo 263 parrafo primero, al
exprcsar qu e. .. "conoeertl de 10,1' r('cllrsos que se illterpongall contra las leyes II
disp(lsieiol1es gubemativas de caractl'f gel/eral, que comel/gall ricio parcial ()
total de il1cotlstitucionalidaci ". (l 10 que ('.I' 10 mislIlO, qlle Sli fill1ci6n es (,5-
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 63

trictamente jurz'dica 0 de confrontacion de la ley con la norma constitucional,


que puede ser vulncrada tanto en su aspecto intn'nseco 0 en su contenido, como
extrz'nseca 0 formal, af no acatarse los tnimites senalados para su emision .. el
arui/isis de estos preceptos legales reiterados por el Decreto numero 8 de la
Asamblea Constituyente d e la Republica, permite observar que son presupuestos
del recurso de inconstitucionalidad, fa existencia de una ley 0 disposicion guber-
nativa de caracter general, qu e se impugnan; y el vicio de "Iesa majestad" que los
invalida, referido a artz'culo 0 artz'culos constitucionales expresos; de modo que si
no concurren esos requisitos, el exam en jun'dico a que se contrae el recurso, no
puede realizarse, ni existe materia constitucional propiamente dicha que juz-
gar.119 En otro fallo se asienta: Tampoco se entra a conocer sabre los efectos
de caracter economico que senala el recurrente porque tal materia no es de la
competencia de esta Corte, dadas las finalidades limitativas, extraordinarias y
propias del recurso de inconstitucionalidad. 120
Es una sen tencia dec1arativa que se limita a establecer el vicio de in-
constitueionalidad, y sus efectosson: ex tunc, en el caso de que se haya deere-
tado la suspension provisional y establece una nulidad preexisten te en for-
ma retroactiva a la fecha de esa dec1aratoria , y ex nunc en los demas casos, en
que la sentencia es constitutiva, pues actua declarando la ineficacia 0 anula-
cion para el futuro, pero respeta en el pasado 1a validez de la ley dec1arada
ileg{tima (Arto. 108 de la ley reglamentaria).
Las leyes 0 disposiciones gubernativas de canicter general , dec1ara-
das inconstitucionales, dejanin de tener efectos desde el dfa siguiente de la pu-
blicacion de la sentencia en el Diario Oficial, y contra los fallos de la Corte no
cabni recurso a1guno (Arto_ 265 constitucional).

4) Legitimacion.

EI Ministerio Publico siempre es parte, Ie corresponde la legitima-


cion pasiva, y esta obligado a realizar la defensa de la constitucionalidad de
la ley 0 disposicion gubernativa de caracter general, aunque no se Ie prohibe
manifestar de acuerdo con Ja impugnacion .
En cuanto a la legitimacion act iva, es sumamente restringida. De con-
formidad con el articulo 264 constitucional y 107 de 1a ley regiamentaria, el
recurso podnin interponerlo: 1. EI Consejo de Estado (organo consultivo de

119 Scntencia de 10. de septiembre de 1978. Recurso de inconstitucionalidad inter-


puesto por Enrique Peralta Azurdia contra los Decretos del Congrcso de la Republica Nu -
meros 2-71\ y 3-78, que declararon la validez de las elecciones presidcnciales del mes de enc-
ro de 1978.
120 Selltcn.:ia del 8 de enero de 1971. Recurso de inconstitucionalidad. interpuesto
por d Procurador General de la Nacion y Jefe del Ministerio Publico, por disposicion del
Presidcl1{e de la Hepublica tom ada en Consejo de Ministros, contm el Dccreto Numero 1725
del Congrl'so de la Repuhlica_
64 JORGE MARIO (;AI{C1A LAGUARDIA

representacion de intereses presidido por el Vicepresidellte de la Republica.


art iculos 207 a 214 de la Constitucion; 2. EI Colegio de Abogados, por de·
cision de su asamblea general; 3. El Ministerio Publico , por disposicion del
Presidente tomada en Consejo de Ministros y 4. Cualquier persona 0 entidad
a quien afecte directamente la inconstitucionalidad de la ley 0 disposicion
gubemativa impugnada, con el auxilio de diez abogados.
En la asamblea constituyente se discutio mucho la posibilidad de fijar
una multa en el caso de faIlos desestimatorios, temerosos los constituyentes
de la posibilidad de un abuso por parte de los litigantes, y se opto finalmen-
te, por fijar el requisito del auxilio de diez abogados . Pero en la ley regla-
mentaria, articulo III, se restringi6 ' aun mas la legitimidad real, al establecer,
en caso de ser dec1arado sin lugar el recurso , una multa a cad a uno de los abo-
gados auxiliantes no menos de veinticinco ni mayor de trescientos quetzales
(el quetzal esta a la par del d61ar norteamericano), ademas de condena r en
costas al recurrente. Esta legitimacion restringida ha sido mlly criticada: "La
declaratoria general de inconstitucionalidad de las leyes por un tribunal espe-
cializado, como instituci6n novedosa en el derecho latinoamericano - alin
cuando no la primera, puesto que existe desde haee tiempo en Colombia, y
Venezuela, a traves de la [[amada acci6n popular de inconstitucionalidad- ha
sido acogida con bastante timidez en cuanto que la citada declaraci6n requie-
re una votaci6n favorable sumamente elevada de los integrantes de la Corte de
Constitucionalidad - ocho sobre doce- y cuando se trata de la instancia de los
particulares afectados se exige el auxilio impresionante de un ejCrcito de abo-
gados (diez nada menos), con 10 cual se complica exageradamente la interpo-
sici6n de la acci6n de inconstitucionalidad, pues es posible que los autores de
la instituci6n temieran un alud de impugnaciones, y pensaroll que resultaba di-
fldl poner de acuerdo a tantos abogados, cuando que 10 mas 16gico hubiera re-
sultado constituir, como ocurre en el Tribunal Federal Aleman Ull procedimien-
to previo de admisi6n que siriviera de filtra a las reclamaciones notoriamente
improcedentes 0 carentes de importancia constitucional. 121

VII. POLITIC A Y JUSTICIA . LA GRAN CUESTION.

A. La revision judicial de la legislacion. EI proceso historico.

Esforzado descubrimiento del derccho norteamericano aunque con impor-

121 Hector Fix Zamudio, Op. cit. , p . 141-142. Mario Lopez Larrave, Loc. cit. , ... " por
eI rigor de los requisitos -tanto forrnales como de implicacion economica- exigidos por eI
Dto. 8 de la Asamblea Constituyente al regular cI recurso de inconstitucionalidad , practica-
mente se veda el ejercicio de esta defensa constitucional a la gran mayor! a de trabajadores
guatemaltecos que si no consiguen much as veces un solo abogado director mucho menos
conseguirian diez ... ", p . 14.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 65

tantes antecedentes fue la revisio n jud icial d e la legislac io n urdinaria . En aplica-


cion de la Constitucion, Ius tribllnal es forl11l1larun eI principio que lentamentc
fue consulid a ndose . Segun Claudius John so n (Government in the United States,
p. 37) el principio enunciado por el juez Marshal en la famosa sentcncia Marbury
VIS. Madison, de 1803 , se resume asi: aj /,a COllstituciun es una Ley Suprema:
bj Par elUfe, un acto legislativo contrario a ella IlO es una Ley; cj tJ Tribunal
judicial debe decidir siempre entre dos leyes en conjlicto; dj Si un acto legisla-
livo esta en pugna can la Constituci6n, es deber del Tribullal rehusar la aplica-
cion del acto legislativo; ej Si as( no 10 haee, se destrnye el fundamento de to-
da Constitucion eserita. 122 Y con base en ese principio se constituy6 el siste-
ma judicial de co ntrol strictu sensu, difuso, incidental, espec ial y d ecla rativo ,
de raiz norteame ricana y gran influencia , que se d esarro lla en Am erica dllran-
te todo el siglo diez y nueve.
En Europa, hasta el presente siglo sc produce la rece pci6 n. Ell prime r lu-
gar, con motivo de la promulgaci6n de la Co nstitu cion de Weimar, q ue en su
articulo 19 estableci6, que de los Iitigio s co nstitu cionales que se prolll uevan
en el int erio r de un territorio en donde no exista ningun tribunal cOll1peten-
te para dirimirlos, as! como de lo s litigios de canicter no privad o entr\' te rri-
torios distintos 0 entre el Reich y Lin territorio, decidira, a instancia de L1na
de las partes litigantes, el T ribunal de Justicia Co nstituc ional. Este, conoci6
de varios casos, y el Tribunal Supremo del Reich en su decision del Vol. 11 ,
prig. 320, afirm6 qu e los tribunales ordinarios podrian co noce r de litigios yUC
pudieran sllscitarse entre distintos 6 rga nos d el Reich e inc1uso en el caso. de
disputa sobre la constitucionalidad material de una ley del Reich. Y el go-
bicrno present6 un proyecto de ley sob re el exame n de co nstitu c ionalidad
de preccptos del derecho del R eich, que atribula aI Tribunal Co nstituc ional
la decision y restringia la legitimaci6n activa al go bierno, Presidente del Re ich.

122 Linares Quintana, Gp. cit., T . II, p. 264. Segil nnue'sfra m o desta opinion, los
trabajos clasicos sigu en siendo los mejores sobre el tema. Vid. J oseph Story, Comentario
abreviado de la Constituci6n Federal de los Estados Unidos (Mexi co : imprenta del Comer-
cio de Dublan y Cia, 1979); Charles Evans Hughes, La Suprema Corte de los Estados Unidos
(Mexic o: Fondo de Cultura Economica, 1971) y Edward S. Corwin, La Constituci6n nortea-
mericana (Buenos Aire s: Editorial Kraft, 1942 ). En su sentencia, Marshall asento: "Los po-
deres del Legislativo so n definidos y limitados; y para que estos limites no pu edan confun-
dirse u o lvidarse, la Constitucion es una Consti tu c io n esc rita . ,Co n que finalidad limitarian
los-poderes y con que proposito se habr ian pu esto esas limitaciones por escrito si csos limi-
tes pudieran, en cualquier ocasion, ser sobrepasados por las perso nas mismas a quicnes la
Constitucion intenta constreiiir... ? Es demasiado claro para qu e se pueda discutir que, ola
Constitucion esti por encima de cualqui er norma legislativa que no esti de acuerdo con ella,
o el Legislativo . puede modificar la Constitucion por una ley ordinaria. Entre esas dos. alter-
nativas no hay termino medio . 0 la Constitucion es una norma superior y suprema y no
puede ser alterada por los medios ordinarios, 0 esta al mismo nivel que las disposiciones le-
gislativas ordinarias, y como elias, puede ser alterada cuando aI Legislativo Ie plazca a1terar-
la ... Si una ley aprobada po r el Legislativo, contraria a la Constitucion, es nula, 'podra, no
obstante su invalidez, obligar a los Tribunales, forzandolos a ponerla en prictica? .. La
obligacion y el deber del departamento judicial es, sin ningUfl genero de dudas, declarar el
derecho ... Asi, pues, si una ley esta en pugna con la Constitucion, si tanto la ley como la
66 JORGE CAI{CIA LAGUAHOIA

mas de la tercera parte del total de diputados, 0 a un tribunal que niegue validez
a una ley .123 Pero , fundamentalmente, con la creacion del Tribunal Consti·
tucional austriaco,obra de Hans Kelsen, quien crea un sofisticado mecanis-
mo original. Las diferencias con el judicial review son sustanciales. EI con-
trol difuso se sustituye por uno concentrado. EI Tribunal Constitucional no
conoce supuestos de hecho, con base en los cuales se produciria la aplicacion
concreta de la ley , 10 que se reserva a los tribunales a-quo que plantean el in·
cidente de constitucionalidad. Su funci6n se limita a realizar un analisis de
la compatibilidad entre el contenido abstracto de la Constituci6n como norma
suprema y del contenido tambien abstracto de la ley ordinaria , eliminando la
ley contra ria a la Constituci6n. Por eso - segiln Kelsen la actividad del Tri·
bunal Constitucional, no seria en sentido estricto judicial, sino puramente Ie·
gislativa : actuaria como legislador negativo. Como bien apunta Garcia de
Enterria, de este modo, el Tribunal Constitucional, en lugar de competidor
del Parlamento, termina siendo su complemento logico; no pu ede indagar la
relacion de adecuacion 0 no a la norma legislativa con el supuesto de hecho
que intenta regular (no exam ina, pues, la el!entual injusticia de la ley) sino
qu e, cumo depositario de las categodas logicas del ord(lJ1amiento, enjuicia-
ra solu la validez de la l,ey, par v/a de simple logica raciona/, desvinculada de
/a necesidad de decidir las controversias de pleitos rea1es. 124 EI examen de
constitucionalidad es aislado cuidadosa y term inantemente del proceso don-
de las situaciones de hecho seventilan.
Piero Calam andrei y Hans Nawiasky, pugnan por la creaci6n de un tribu-
nal sobre las lineas kalsenianas, pero en las constituciones italiana de 1948 y
alemana de 195 1 se lIega a una soluci6 n eclectica: un sistema intermedio, en-
tre los sistemas estrictamente judicial y diluso como es el estadounidense y el
que podn'amos cali/icar de judicial y concentrado establecido par la Constitu-
cion A ustrl'aca de 1920 (y puesta en vigor nuevamente par fa ley de 10. de mar-
w de 1945) par illspiracioll de Kelsel1. .. 125 Segun el ord e namiento italiano, es

Constitucibn son aplicables a u n caso particular, de tal modo que la Corte deba d ec idir el ca·
so con arreglo a la ley, apartandose de la Constitu cibn 0 con arreglo a la Constirucibn, apar-
tan dose de la ley, la Corte deb e determinar cuaI de estas dos normas contradictorias en con·
flino es aplicable al caso. Esto es de la propia esencia de los jueces" . EI texto completo de
la sentencia en Revista mex icana de derecho publico, Vol. I, Num. 3 (enero-marzo de 1947)
pp.317-343. Para un anilisis completo de la institucion ver el excelente estudio de} . A. C.
Grant, EI control jurisdiccional de la constitucionalidad de las leves. Una contribuci6n de
las Americas a la Ciencia Pol/tica (Mexi co: Facultad de Derecho de la UNAM, 1963) .
123 Onmar Buhler, La Constitucion alemana de 11 de agosto de 1919. Textocom ·
plero, comentarios, introducci6n hist6rica V juicio general, por... (Madrid· Barc<"iona-Bu enos
Aires: Editorial Lahor , 1931) pp . 54-46 .
124 Eduardo Garda de Enterria, La Constituci6n como norma v el Tribunal Consti·
tucional (Madrid , Editorial Civitas, 1981) p . 58.
125 Hector Fix Zamudio , "La aporlacion d e Piero Ca lamandrei al LJercdlO Proc csal
Conqirucional", Revisca de la Facultad de Oerecho de la Universidad Nacional Autonoma
de Mexico, T. VI, No. 24 (Octuhrnlic iemi>rc 1956) p . 19() .
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 67

a traves del procedimiento ordinario que se plantea el examen de constitu-


cionalidad, . excepto cuando la Republica 0 la s Regiones Autonomas plantean
la inconstitucionalidad. 1 26

B. Los cuestionamientos. Izquierda y derecha.

Tempranament e, se producen las reacciones contra las instituciones de con-


trol judicial de la Constitucion. La izquierda hegeliana, excelentemente repre-
sentada por Fernando Lasalle, inicia el ataque, al lIamar la atencion en su con-
ferencia de 1862 sobre los facto res reales de poder constitutivos de la constitu-
cion material , privilegiados sobre la Constitucion escrita, una mera hoja de pa-
pel, que en la mayoria de los casos seria solamente un instrumento para encu-
brir factor es de do minacion . 127 Que se desarrolla en la concepcion teo rica
marxista y se concreta en la construccion del estado sovietico, rechazando la
idea de la separacion de funciones en organos distintos, en favor de la concen-
tracion del poder en las asambl eas representativas - persistente eco de las po-
siciones jacobinas - como {mica Fuente de legitimidad democnitica, a la par del
partido un ico, como canalizador monopolico de la actividad politica y las de-
mand as sociales. Que confluye en una negaci6n del principio de supremacia
const itucional y la divisi6n entre poder c0nstituyente y poderes constituidos
a traves de un sistema muy flexible de reforma.
En la Constitucion sovietica de 1977 (Arto . 164), se crea la Procuratura,
como organismo ad ministrat ivo y no jud icial de control supremo del cumpli-
miento exacto y uniforme de las leyes co n funciones de vigilancia y fiscaliza-
cion de la legalidad socialista, model o seguido por la maym:ia de los regime-
nes de democracia popular. Pero debe lIamarse la atencion en dos importan-
tes disidencias. En las constituciones de 1963 y 1974 de Yugoeslavia y de
1968 de Checoslovaquia, que correspond en a la era postestaliniana y al inten-
to de autonomia nacional frente a la dependencia sovietica, se crean Cortes
Constitucionales, con atribuciones de control de constitucionalidad de las le-
yes, procedimientos especificos de proteccion de derechos humanos y solu-
cion de controversias regionales. En general , significan una disidencia esen-
cial frente al sistema de justicia administrativa del modelo sovietico y se opo-
nen al sistema monopolico de concentracion absoluta del poder en busca de

1 26 I .a hibliografia es abundante y en general de gran calidad. Cfr. Mauro Cappelletti,


La pregiudizialita constituzionale nel processo civile (Milano : Giuffre, 1957) y Franco Pie-
randrei , "Corte costitu z ionalc", Enciclopedia del diritto (Milano: Giuffre, 1962) x, pp. 874-
1036.
127 lQue es una Constituci6n? Introduccion de Eliseo AZa, traduccion y prologo de
Wenceslao Roces, 2a. ed. (Barcelona: Editorial Ariel, 1976).
68 JORGE MAlUO GARCIA LAGUARDIA

una descentralizacion y limitacion de los cuerpos legislativos y la autoridad


total del partido. 128
Y por la derecha, la teoria del Monarca como fuente originaria del poder
anterior a los procesos co n~tituyentes , desvalorizo la inicial idea constitucio·
nal de los liberales del diez y ocho, para justificar teoricamente la restaura-
cion monarquica en que desemboco la experiencia napoleonica . Posicion,
que en un contexto diverso , retorma en la decada del treinta de este siglo,
Carl Scmitt, para oponerse al Tribunal Constitucional kelseniano, a la jus-
ticia constitucional. La prevencion contra el abuso del Legislativo , puede
conducir al abuso del estamento judicial, afirma. Y cree que solo el Presi-
dente del Reich, dentro de la constitucion de Weimar, en uso de las atribu-
ciones extraordinarias del articulo 48 , que autorizaba una autentica dictadu-
ra constitucional, podria ser el defensor de la Constitucion. La realidad de-
mostro, y posiblemente Scmitt trataba de justificarlo teoricamente, que el
resultado de la aplicacion de este dispositivo fue, que un politico audaz y equi-
vocado, Adolfo Hitler, en uso de los poderes excesivos de esa disposicion cons-
titucional, se convirtio no en el defensor de la Constituci6n. sino en su sepul-
turero. Esta posicion constituye ... la cdtica conservadora al sistema de la
justicia constitucional; no de un conservadurismo cualquiera, simplemente
inercial 0 sostenedor del statu quo utilitario y sordido, sino de "fa revolucion
conservadora" y aristocratica, precisamente, que con su desden altivo al or-
den burgues (des(ien desde fa superioridad aristocratica, no desde ef populis-
mo profeta rio) y su ealda final en el diecisionismo dictatorial, falsamente he-
roico (simplemente violento), concluye abiertamente en el fascismo (usando
el terminG en su sentido estrictamellte tecnieo, sin las eonnotacioncs y adhe-
renews deprecatorias que la historia fla puesto en el co neep to ). 129

128 Sobre el regimen constitucional de las democracias populares, Paolo Biscaretti di


Ruffia, "Le strutture organizzative e funzionalc degli Stati Socialisti delle Europe Orientale",
Rivista trimestrate di dirittto pubbico, Milano (octubre-diciembre de 1969) pp. 744 y si-
guientes. Y sobre el sistema de jurisdiccion constitucional, Hector f'ix Zamudio, "Los tribu-
nales constitucionales en los paises socialistas", en Los tribunates... , Op. cit., pp. 115-133,
que refiere a bibliografia basica sobre el tema.
129 Eduardo Garcia de Enterria, La Consrirucion como norma y el tribunal constitu-
cional, Op. cit., p . 163, "Bajo este desenvolvimiento descrito por Semitt no se eneuentra
sim plemente la historia ordenada de un desarrollo lineal de la tcoria del derecho. Mas bien,
una transfo rmacion irreversible de las relaciones de fueiza entre las c1ases. EI uso totalmen-
te patticular del articulo 48, la tendcncia a sustituir las !eyes con disposiciones, tiene su pre-
supuesto, en la intensa unificacion que logra tener la clase burguesa alemana, inmediatamen·
te despues de 1929, tanto en la politica exterior como en la poIitica interior, y esto, como
10 senalaba agudamentc Kircheimer en 1930, cambia compIetamente los fundamentos del
sistema constitucional. Desde el momento que la burguesia se co nstituye como clase unita-
ria en eI parlamento, trocando sus reIaciones con la socialdemocracia, la democracia del
compromiso, se transforma en la democracia de los campamentos enemigos", Roberto Raci-
naro, "Hans KeIsen y eI debate sobre democraeia y parlamentarismo en los wos veinte y
treinta" , en Hans Kelsen, Socialismo yestado (Mexico: siglo XXI editores) p . 126. La edi-
cion original de Racinaro, Hans Kelsen 8 il dibattito su democrazia e parlamentarismo negli
anni venti·trenta (Bari: de Donato ed itore, 1978). Vid supra, pp. 10 Y siguien tes
1.,\ IJI-T I; N'> \ I l l- I .\ t:()N ~ ' IITUCl () 0J 6'.1

C. EI debate ~obre el papel politico de la fllllcionjudiciai.

Ell la ba se de I:i I' ,xis tcII L' ia dc las Cortes COll st itll ciollaics l's ta la di s-:lIsioIl
sub ro:: el CO llfliClo Cll tlC politi ca Y.l usti cia.
Pusibilidau de reso lve r los probkillas p(ll ltil'oS conl'lit erio s Y lIl(~ lod llsj lldi ­
ciales. Discusion subre la leg itimidau ue es ta atribucion Y cuestionamiento de
los mecanismos por los cuales los ju eces encuentran razo nes para fallar. En esta
disCll sion ha co nido Illucha tinta , y los argum entos juega n alrededor de la idea
dave de que en lin regimen dCl1locratico , la atribucion de uictar leyes co rrespon-
de a! pueb lo directam ent e 0 a traves de sus rep resent an tes en las asambleas, y
que la atribucion del estamt: nto judicial est a limitado a resolver cont wve rsias
aplicando las leyes en q ue la s uccisioncs de au toridad ha n sido tOlll adas, Sin ex-
cederse en su funci{)11. 130
En el sistema de revision judicial de la legislac io n, st: han sllbrayad o con es-
pec ial claridad los co nf1ictos de competenc ia con referencia a las decisiones fun-
damentales del proceso politico. La justic ia y la polltica se entrecfll latl en el
nud o de la dec isio n de inconstitucionaliuau. Y es que siempre ex iste una ra iz
politica en la decisio n judicial sobre la ma teria , que despla za el foco del poder ,
la fuente de decisio n, del c'l rgano legislativo al judicial.
En el caso Marbury vrs. Madison , ese elemento politico aparece daramen-
te . Los co nservadores del partido federal ista se at rinch era ron en el 0 rganislllo
Judicia! , dotandolo de un enorme poder politico , para L) pOnerse a las refomlas
que preconizaba el Presidente Jefferson, recien electo. Y el ejemplu nortea me-
ricano es claro , como experiencia negativa de abuso del pode r oto rgad o al esta-
menl o Judicial. La Suprema Corte se ha aUluconstituidll en un pouer co nstitll-
yent e permanente, en un verdadero power arnm emling, co mo afirmaba el juez
Marian (en sen tencia Oregon vrs. Mitchell), a traves de va rios procedimientos :
I) int erpretaci() 11 co nstruct iva , in suf1ando en textos, espfritu que los jueces
prefiercn ; 2) declaracio n de in<.:o nstitucionalidad, calificando fondo politico
de la legislac i{) n y c) dictamencs sobre probabilidad de exito de proyectos de
ley, advisory opinions. Rebasando la funcion encomendada, ha construido
enc ima del texto legal, un conj unto de principios extraidos de la mentaiidad
de los jueces, de sus co nvicciones perso nales, los que ha co nvertido abusiva-
mente en verdade ras normas. Vivimos, pudo afirmar un antigu o Presidente de
la Cort e, bajo una Constitucion; mas la Co nstitucion cs 10 qu e los jueces dicen
(/11(' es. Y Sc mitt , era IllUY claro al lIamar la atencio n sobre los peligros de se-

130 I.o rd Devlin , .. Judges and Lawmak e rs", The moderm Law Review, London , Vol.
39, No. 1 (Janu ary 1976 ) pp. 1-16 ; S. llel a id, Essai sur fa pouvoir createur et normatif du
iuge (Paris : I. ih raire generaie de droit e t de jurisprudence, 1974) .
70 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

mejante mixtificacion: Lo mas comodo - afirmo - es concebir fa resofucion ju-


dicial de todas las cuestiones po/(ticas como el ideal dentro de un estado de de-
recho, olvidando que con la expansion de la justicia a una materia que acaso
no es ya justiciable, solo perjuicios pueden derivarse para el poder judicial.
Como frecuentemente he tenido ocasion de advertir, tanto para el derecho
constitucional como para el derecho de gentes, la consecuencia no sen'a una
judicalizacion de la po/(tica, sino una politizacion de la justicia. 131 Y recorda-
ba la redonda frase de Guizot: en tales jurisdicciones, la pohtica no tiene
nada que ganar, y la justicia, puede perderlo todo, aunque Guizot se referfa
a los tribunales especiales de represion politica. Desde un punto de vista de-
mocnitico, aparece algo apenas imaginable: se conffa la interpretacion de los
derechos de propiedad, entre otros, a una cIase profesional, cuya funci6n
\
esen-
cial es plantear reclamaciones de intereses por designacion : Dentro del marco
de un sistema constitucionai, no se registra ejempfo mas sorprendente de la su-
jecion del poder pohtico al economico. 132 Precisamente este debate, produ-
jo la-expresion de gobierno de los jueces, que se ha abierto tanto camino. 13 3
Y csta politizacion de la rama judicial, ha tenid o diversos signos. La prime-
ra , historicamente, de tipo conservador. Con antecedentes en el siglo diez y nue-
ve , a partir de la segunda decada del presente siglo, la judicatura defendi6 per-
sistentemente una especie de capitalismo salvaje, traducido en un darwinismo
junaico, para oponerse a la intervenci6n del estado en la vida economica y a
la legislacion social - en sentencias bastante conocidas- que hizo crisis con la
formulacion del programa del Presidente Roosevelt del Nuevo Trato. Frank-
furter , uno de los jueces, Ie escribia a Roosevelt lamentandose de que la Suprema
Corte ... durante aproximadamente un cuarto de siglo ha derivado el poder de ju-
dicial review en una revision de la poHtica legislativa, usurpando poderes que
pertenecen al Congreso y a los legisladores de los distintos Estados_ .. un lar-
go camino de abuso judicial. Esta situacion obJigo al Presidente a presentar
una Icy de reforma - que el Senado rechazo- que en sus motivaciones apun-
taba que era preciso tomar medidas para salvar la Constitucion de las garras
del Tribunal y que ... Ios Tribunales han destruido el equilibrio de poderes en-
tre las tres ram as del gobierno federal, oponiendose as!' directamente a los
grandes objetivos que se haMan fijado los redactores de fa Constitucion. Suer-
te politica de Roosevelt , Ie permitio resolver el conflicto sin pasar por las Ca-

131 Carl Scmitt , La defensa de la Constituci6n ... Op. cit., p_ 33. Vid. Jorge Mario
Garcia Laguardia, "La defensa de la Constituci6n. Aspectos... , Loc. cit. p_ 95 Y siguienres.
132 Harold J _ Laski, EI liberalismo europeo (Mexico: Fondo de Cultura Economi-
ca, 1954) p. 215.
133 L. B. Boudin , "Government by judiciary", Political Science Ouarterly, XXXI
(1911) pp . 238-270; en Europa, Lambert la popularizo en la dec ada del 20, Le gouverne-
ment des juges (Paris: 1921) y recientemente la expresion se retoma desde una cr,tica con-
scrvadora a la jurisprudencia Warren, R. Berger, Government by judiciary. The transforma-
tion of the fourthenn ammendment (Cambridge, Mass : Harvard University Press, 1977).
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 71

maras, al producirse muertes y jubilaciones en la Corte, 10 que altern su com-


posicion en favor de la autoridad presidencial.
Y ultimamente, vuelve a surgir con motivo de la jurisprudencia del Tri-
bunal Warren - 1953/1969- que realizo un activismo judicial muy importan-
te, en sentido progresista, especialmente contra la segregacion racial, cuestio-
nando la doctrina oficial de iguales pero separados; en defensa de las liber-
tades publicas de libre pensamiento y asociacion; buscando una redefinicion
de marcos electorales para garantizar el voto de la minoria negra y en la pro-
teccion a minorias raciales, extranjeros hostilizados y trabajadores ilegales.
Esta vez, las critic as, con los mismos argumentos, vienen desde la derecha
conservadora. Lo que prueba la validez de fondo de las reservas.
Tambien en Inglaterra, donde el dogma de la soberania del Parlamento
es de vieja data y persistencia, en los uItirnos afios las atribuciones del esta-
mento judicial se han ampliado sensiblemente. EI Profesor Griffith, de la Lon-
don School of Economics and Political Science, ha Hamado la atencion recien-
temente, en polemico libro, sobre los peligros de las funciones politicas de
los jueces, analizando su rec1utamiento, sus actividades, su exceso de activi-
dad jurisprudencial, y la funci6n conservadora que en su labor de interpre-
tacion constructiva, desempefian frente a derechos de los ciudadanos y espe-
cialmente frente a los sindicatos. 13 5
En realidad , en la ·funcion judicial siempre subyace una actividad politic a
no solo intersticial en espacios dejados por el Legislativo. Y esto, porque el
sistema judicial, es un subsistema del sistema politico de canicter especializa-
do. La actividad politica de los jueces se produce desde dos angulos. En un
sentido general, los jueces resuelven conflictos entre partes aplicando normas
generales dotadas de autoridad, actividad esencialmente politica. Pero ade-
mas, en un sentido esr.ecifico, la discrecionalidad de que gozan los jueces al in-
terpretar las normas para aplicarlas, se constituye en una actividad de creacion
legislativa, situacion que se havisto estirnulada, por la inusitada ampliacion de
la produccion de normas por las camaras, que cubren un amplio espectro ca-
da vez mayor de la vida social. La certeza del derecho es en gran medida ilu-
soria, y el juez al aplicarlo, debe escoger entre varias alternativas, y al hacerlo
no puede menos que utilizar su pro pia perspectiva, utilizar su propio catalogo de
valores, 10 que resalta mas, cuando de aplicar normas constitucionales se trata. 136

134 Sayler, Boyer y Goobing eds., The Warren Court A. critical analysis (New York:
Chelsea House, 1980).
135 John A. G. Griffith, The political of the judiciary (London: Williams Collins,
Sons e C. Ltd. 1977); hay traduccion italiana, Giudice e politica in Inghilterra, Introduzione
a cura de Mario P. Chiti (Milano: Feltrinelli Editores, 1980).
136 Varias escuelas juridicas se han orientado a favorecer una mayor libertad del juz-
gador frente a la ley : la escuela libre de derecho, de la comunidad del pueblo, escuela realista
y ultimamente la teoria del "uso a1ternativo del derecho" que ha surgido en Italia. G. Schu-
bert, ha hecho anilisis empiricos, en una rica lina de investigacion, sobre la hipotesis de la
72

En resumen, el juez opera illcl'itab/clIlcllle subre decisiuflcs de re/('vallcia poI/ri-


ca, aunque la amplitud y la lIlodalidad CUll que esa pUliticidacl se cxpresa, puc-
de depender de varius factores, ('UlnU SIl pusician instituciullal, cl estadu del
sistema normativu, y en general. las relaciunes entre sistellla puil'licu I' socie-
dad 137
Y es evidente, que cuando la resolucion hace referellcia a organos del es-
tado, y a la generalidad de la aplicacion de la norma , como en el casu del con-
trol de constitucionalidad, el papel politico adquiere especial relevancia_
Y aun mas, el juez en algunos. caso s, pu ede proponerse fines a realizar,
dictar sus resoluciones en vista de objetivos a lograr dentro del sistema poli-
tico general, asumiendo indicaciones programaticas del propio texto consti-
tucional. Buen ejemplo de esta situaci6n, es el uso que han hecho los jueces
italianos del art tculo 3 inciso 2 de la Constituci6n italiana , que prescribe que
la republica - y se dice , los jueces que de ella forma parte - est a obligada a remo-
ver los obsttiLulos de orden econamico y social, que, limitando de h echo la
libertad y la igualdad de los ciudadanos, impiden el plena d esarrollo de la per-
sona humana y la efectiva participacio n d e todo s los trabajadores en la orgalli-
zacian poiz'tica, econamica y social del pal·s. El art !culo es cl aro al proponer
la realizaci6n efectiva de los principios de igu aldad , y varios jueces han consi-
derado que estan obJigado s por este art lculo a asumir la obligaci6n de dictar
resoluciones en busca de ese objetivo constituciona\.13 8
La materia , pues, de que conoce n las Co rtes Constitucio nales, general-
mente, no siempre , es materia politica . Pero el metodo co n el que se resuel-
ven las controversias, es jurfdico, 10 qu e legitima su ac ti vidad especializada .
Si se reconoce la Constitucion co mo una norma, de especial jerarquia , como
una norma suprema, parece con sec uent e que se establ ezca n los meca ni smos
de garantia, y asi se justifica en su origen y en su desarro ll o la justicia consti-
tucional.

D. La Constituci6n de 1965 y la experiencia reciente. Balance de la Corte


de Constitucionalidad_

Pocos rastros documentales dejo el proceso de incorpo racion d e la Cort e


de ('onstitucionalidad en la ultima ('onstituci<.')Il de 1965. En la sesio n del 2

actividad d e losjueces gtdada por el uso de sus personales escalas de valores. Human jurispru-
dence (Honolulu : University of Hawai Press, 1975) .
137 Carlos Guarnieri, L'independenzadella Magistratura (Padova: C EDAM, 1981) p. 50.
13!! Sohre esto ver Carlo Guarnieri, "Elites, correnti e conflitti fra i magistrati italiani :
1964-1976" . Politica del diritto, VII (1976) pp . 653 -682. Aquf deb e llamarse la atencion en
d peligro que comporta esta posicion, en cuanto sc puede rebasar d propio fin institucional
de magistratura - resolver controversias que surgen en la aplicacion de normas de derecho-
y atribuirse funciones que corresponde n a oUos organ os.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 73

de febrero de 1965, el diputado Skinner Klee, Presidente de la Comision de los


25 (Comision de Constitucion), presento el proyecto al pleno e hizo una amplia
exposicion de motivos. El proyecto - dijo- ... tiene profundos cambios en La
parte organica... nos ofrece una nueva estructura del estado, totalmente nueva...
sobre todo la radical reforma que se ha hecho con la reglamentacioll del Orga-
nismo Judicial, al cual se Ie ha provisto de poderes extraordinarios, de faculta-
des que carecen de antecedentes en Guatemala, a sabieruias de que aqu(Hlo nos
va a !levar, nos puede !levar iruiudablemente, si se hubiere abusado de esto, al
gobiemo de los jueces (el subrayado es nuestro), de que algunas veces se ha acu-
sodo a alagim paz's de la America, de tener, pero creemos no haber !legado a ese
extremo, creemos que no hemos caldo en el gobierno de los jueces, creemos que
hemos logrado para los jueces de la Republica, la dignidad y la majestad de su
sitial...
Y especfficamente: Como novedad de orden institucional, sefialo la crea-
cion de una Corte constitucion,al, no debemos confuruiir los propositos de es-
te tribunal con los del amparo, 0 recurso de inconstitucionalidad; el amparo
tiene un tipo de e[ectos en casas concretos y el recurso de inconstitucionalidad'
Oega a una decision judicial tambien, en casos absalutamente concretos, en
cambio la Corte constitucional es un contralor de la constitueionalidad de las
leyes, es un Tribunal que sopesa, que haee juicio de los actos del Congreso co-
mo legislador, para determinar si una ley se adecUa 0 no a la Constitucion de
la Republica, y su resolucion tiene efectos de derogatoria general de la ley;
es una funcion muy especial y por eso se sacramento el recurso, se via el ma-
yor numero de garantz'as posibles para que su interposicion unicamente obede-
ciese a razones de suficiente seriedad, a fin de que no estuviere a disposicion de
cualquier mecanismo de embate en un momento polz'tico. 139
Cuando en el mes de mayo, se discutio el capitulo sobre la Corte en el
pleno, se hizo evidente el desconocimiento de los diputados sobre la materia,
y naturalmente de las implicaciones que la adopcion de la institucion traeria.
En una discusi6n de muy bajo nivel, se refirieron solamente al problema de la
legitimaci6n activa. En la sesion del 25 de mayo, se suprimio el inciso que le-
gitimaba a cualquier persona a quien afectara directamente la inconstituciona-
lidad, para presentar el recurso con el auxilio de siete abogados, con una (mica
intervencion coherente aunque confusa. La del diputado Villacorta, quien argu·
mento que el reeurso de inconstitucionalzdad, es un recurso de tipo general, que
nunca puede estar en manos de partieulares... no se trata de un recursa de garan-
tias iruiividuales. .. si .. alguna empresa, una persona iruiividua/ 0 un grupo de
personas, estuvieran interesadas 0 consideraran de por si, que es inconstitucio-
nal una ley, teruin'an que dirigirse a organismos mas teenicos, que sirvieran para

139 Diario de sesiones de fa asambfea nacionaf constituyente de 1965. Mimeo"


Archivo del Congreso de la Republica.
74 JORG E MARIO GARCIA LAGUARDIA

tamizar ese recurso, in'an Irente al Consejo de Estado ... Colegio de Abogados. ..
no puede estar en manos de cualquier ciudadano, sino debe ser tamizado por
organismos de seriedad, por organismos tecnicos. .. el recurso de inconstitucio-
nalidad debe ser interpuesto por organismos del Estado, 0 por una institucion
como el Colegio de Abogados, pero no poner el recurso a manos de particula-
res. Esto es realmente muy extrafio, y por novedoso que sea el capl'tulo, no
debemos extremar la novedad hasta !levar un recurso de esta clase a manos
de particulares·140 En la sesion del 'd ia siguiente, seguramente despues de
una labor extraparIamentaria de cOilVencimiento, los diputados parecen cam-
biar de opinion y dejan para una nueva discusion los articulos 252 y 253 del
proyecto. EI 5 de agosto reaparece el tema, cuando se presenta una enmien-
da que acepta la legitimacion a particulares con la exigencia del auxilio, ya
no de siete, sino de diez abogados. Se inc1uia dentro de un grupo de enmien-
das presentada por una Comision especifica. Sin ningun comentario, se acep-
to para su discusion y en la sesion del 10 de agosto, el Presidente de la Comi-
sion de Revisiones, hizo una sumaria exposicion justificatoria sobre las en·
miendas , pero no aludio en ninguna forma a la que se referia a la Corte y fi-
nalmente, en la sesion del 17, se aprobo sin disc usion eI articulo 265, que en
su inciso 40. apunto: Cualquier persona v entidad a quien alecte directamen-
te la inconstitucionalidad de la ley 0 disposicion gubernativa impugnada, con
el auxilio de diez abogados en ejercicio. Agregar al final del art iculo, dice el
acta, el parrafo siguiente: En ta ley constitucional correspondiente, se re-
gulani 10 relativo a esta materia. 141
Obviament e, los diputados estaban empefiados en cuestiones menos tec-
nicas que la creacion de una Corte Constitucional , y se creo la nueva institu-
cion , sin que muchos de ellos se percataran de su gran importancia historica.
En todos los congresos constituyentes, en que · se discute la aprobacion del
Tribunal Constitucional, aparece la polemica cl ave sobre la relacion entre po-
litica y jllsticia, Que en el nuestro , solo se sugiere, aunque con mucha c1ari-
dad y prec ision, en la exposicion de motivos de la presentacion del proyecto,
y que nunca se discute en el pleno. 142
La experiencia de nuestro Tribunal Constitucional fue corta, como la
del ultimo texto constitucional: de 1966 y 1981, escasos quince afios. Pero

140 Idem,
141 Idem.
142 En el ultimo constituyente espaiiol de 1978, el diputado Sole Tura habl6 del pe-
ligro de convertir al Tribunal en una "Tercera Camara, escasamente controlablc·', y Manuel
Fraga Iribarne, record 6 1a famosa frase de "gobierno de los jueces", pero en realidad fueron
expresiones dichas fuera de un debate de fondo sobre las funciones del tribunal, porque en
Espana, se hab fa logrado un co nscn so entre todos los grupos parlamentarios y los partidos,
sobre la.~ dccisiones fu ndamclltales, entre las que estaba la crcaci6n dd Tribunal Constitu cio-
nal , "Sesi6n de 19 de junio de 1979", Diario de sesiones del Congreso de diputados, pp.
3448 Y 3449.
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 75

fructifera. En ese lapso, conocio de muy pocos casos. EI Consejo de Estado


y el Colegio de Abogados no hicieron uso de su prerrogativa aunque pudie-
ron y debiei-on hacerlo en algunas ocasiones; el Presidente de la Republica,
10 hizo una sola vez, por cierto, el unico nicurso declarado con lugar 143 y
los demas recursos fueron interpuestos por particulares.
La experiencia demostra , como en otros lugares - Italia, Alemanja, Es-
pana-· que el peligro del gobierno de los jueces, de la politizacion de la Cor-
te, no se evidencio. Lo que fue motivado por dos clases de razones. La pri-
mera hace referencia al sistema mixto de control que adopto la Constitucion :
difuso , incidental, de alcance particular y con efectos declarativos en el articu-
lo 246; Y el de la Corte de Constitucionalidad: concentrado, principal, de al-
cance general y efectos semi-constitutivos. Lo que limito la competencia de
la Corte, en la mas pura tradician kelseniana, a un amilisis de contenido en la
confrontacion de la norma const itucional y la ordinaria. Tesis que la Corte
defendia tacitamente en todas las sentencias que dicto y expresarnente en
dos de elias: ... la Corte de ConstituciofUIlidad, tn'bunal extraordifUIrio cuya
competencia esta delimitada por el art{culo 263 parrafo primero. .. su funcion
es estrictamente jundica 0 de confrontacion de la ley con la norma constitu-
ciofUIl... son presupu estos d el recurso de inconstitucionalidad, la existencia
de UfUI ley 0 disposicion guberfUItil'a de caracter general, que se impugfUIn;
y el vicio de "lesa majestad" que los in valida, referido a art{culo 0 am'culos
constituciofUIles expresos; de modo que si no concurren esos requisitos, el
examen junaico a que se contrae el recurso, no puede realizarse, ni existe
materia constituciofUIl propiam ente dicha que juzgar 144 y en otTa, apunto
que '" tampoco entra a conocer sobre los efectos de carticter economico que
sefiala el recurrente porque tal materia no es de la competencia de esta Cor-
te, dadas las [ifUIlidades limitativas extraordifUIrias y propias del recurso de in-
constituciofUIlidad. 145
Fallo importante es el que se refiere a la impugnacion del articulo 23
de la Ley de Partidos Politicos por Unidad Revolucionaria Democratica, par-
tido politico de orientacion socialdemacrata, fundado en 1961 por un grupo
de intelectuales de centro-izquierda, cuyo viacrucis para lograr inscripcion,
es un claro ejemplo de la manipulacion constitucional del regimen partida-
rio a que hemos hecho referencia en otra parte de este estudio. 146 La Corte en

143 Sentencia en el Aptmdice Documental.


144 Sentencia de 10. de septiembre de 1978, Enrique Peralta Azurdia conrra los De-
cretos del Congreso Numeros 2-78 y 3-78, que declararon valida de elecciones presidencia-
les de mano de 1978. Inclufda en el Apendice Documental.
145 Sentencia de 8 de enero de 1971, Procurador General de la NaciOn conrra el De-
creto 1725 del Congreso de la Republica. Incluida en el Apendice Documental.
146 Vid supra. pp. 21 Y la bibliografia indicada en Ia nota No. 36. EI partido
hizo tres intentos para lograr su inscripcion, con tres nombres semejantes, para mantener su
identidad y cumplir con la ley : U.R .D., Frente Unido Revolucionario Democratico (FURD)
y f"malmente Frente Unido de la Revolucion (FUR).
76 JORGEMARIU CARCIA LAGUARDIA

este caso, eludi6 el anaJisis de constitucionalidad planteado, con base en dos ar-
gumentos: por una par!e, consider6 insuficiente la representaciun que se acre-
dit6 - 10 que para nuestro objeto tiene importancia secundaria - y por la otra,
al interpretar el articulo 264 inciso 40. de la Constitucion. 10 hizo, no en for-
ma extensiva y con el criterio que debe orientar la aplicaci6n de nOTlnas cons-
titucionales, sino en una fonna restrictiva, limitando la legitimidad activa, se-
gun nuestro criterio, en forma equivocada, negando la garantia al derecho gene-
ral de asociacion y especial de formar partidos politicos, afectados claramente.
La Corte argument6 que el recurso fue iriterpuesto por los abogados Mijangos
Lopez y Zachrisson Descamps ... en su propio nombre... pero sin expresar el
in teres jurz'dieo que tienen ni en que forma y por que razon los afecta directa-
mente la inconstitucionalidad de la ley que impugnan, que, como hemos dicho,
era el articulo 23 de la Ley de Partidos Politicos que dice: La autorizaci6n
otorgada a un grupo de ciudadanos para la formacion de un partido polt'tico,
tendrti vigencia improrrogable de seis meses para ejercitar el derecho que Ie
confiere esta ley.
Lo escueto de la argumentaci6n de la Corte en el fallo, se suple con el vo-
to razonado de su Presidente, quien enriquece la argumentaci6n en el mismo
sentido: ... Ia autorizaciOn constitucional para impugnar de inconstitucionali~
dad una ley 0 disposici6n gubernativa de carticter general... no es absoluta,
porque la p''Opia Constituci6n lim ito el ejercicio de ese derecho para deter-
minados institutos (sie), por 10 que es conveniente referirse a la disposicion
que contiene el inciso 40. del art{eulo 264 de la Constituci6n para establecer
si esa facultad ampara 0 apoya... para interponer en 10 personal el recurso...
habiendo ocurrido el profesional Colom Argueta en representaeion de fa en-
tidad 0 asociaci6n po/{tica constituida con miras a la formadon de un parti-
do po[(tico, porque a su jUicio el articulo impugnado es inconstitucional, ya
que afecta directamente los intereses de dicha asociacion, no se ve por que
razon los otros profesionales tam bien comparecen alegando que en sus inte-
reses particulares los afecta directamente la inconstitucionalidad de ese artICu-
lo. Si todos y cada uno de los miles de afiliados esttin formando la entidad re-
currente y esta gestiona ante las autoridades la defensa de sus derechos por
medio del recurso de inconstitucionalidad, no se comprende por que moti-
vos otros afiliados que pudieran llamarse Juan, Pedro, Pablo, etc., acudieran
con el mismo pretexto que 10 haeen Mijangos [,opez y Zachrisson Descamps,
a gestionar fa misma inconstitucionalidad. Esto no es posible, porque en este
casu ni los abogados Mijangos Lopez y Zachrisson Descamps, ni Juan, ni Pe-
dro, Pablo, etc., que tambien pertenezcan a esa asociacion, se encuentran afec-
tados directamente por la inconstitucionalidad de la ley; no, en este caso, serza
la entidad 0 asociaci6n, como persona jurzdica la (mica que pudier'a alegar esa
inconstitucionalidad por medio de acci6n. En este caso no pueden confUndir-
se la persona particular con la asociacion, para mezc/ar sus intereses, puesto que
LA OliFENSA DE I.A CONSTITUCION 77

10 ley s(' r('jiat' iJil'lI a IIna persulla U biel/ a IIna l'llfiilail qllc rCSII/tt'1l a/cctaLlo.\"
directalllf!lIte /wr la illC()IISlitliciollaliilad dl' lit/a h:v Ii dc' III/([ di.\·/J(Jsici,jll g1l -
bert/oliva. t;s il/dlldable talllbil?l/ que, cllalldo el illcis() Sf! rcjicr(' II walqllia
persona 0 a cllalqllicr entidad, flO se esta refiriendo a /acllltar a la /wrsrma !)ar-
ticular para qlle colljuntalllente con la asociaciull de qlle JUri//([ parte pueLla
ejercitar esta acciun de illcvnstitucioflalidad, purqlle la persona part iClllar I/U
resulta, claro esta, directamente afectada por esa incullstitlicioflalidad; PliCi/C
resultar afectada indirectamente como miembro de la asuciacieJn, pero 10 dis-
posicion constitucional se refiere a que resulta directalilellte a/ectada. En
otros recursos presentados, dice el Presidente de la Corte, los recurrentes St
eran personas a/ectadas directamente por las leyes cuya inconstitucionalidad
demandaron, puesto que eran propietarios de ra(ces... Y en la misma I tnea
de intereses restrict iva, agrega otro curiosa argumento: .. .los rccurrl:'lIles ex-
ponen que "el interes jllndico en este caso, nlliximc trarandose de proji'siona-
les del derecho, es manifiesto ". Debo advertir a este respecto, qlle el illciso
20. del artIculo 264 de la Constitucion, al cual me he referido, dispone qlle po-
drd interponer la inconstitucionalidad de la ley "£1 Colegio de Ahogados, por
decision de su Asamblea General", Es un mandato cOllstituciunal, en el que
estd limitado al Colegio por decision de su asamblea general el ejercicio de la
defensa de inconstitucionalidad.. , por 10 que entiendo que la jilosoji'a tanto
de este, como del inciso 40. ya comentado, que tambien son disposiciolles de
orden co nstitucional, no arriba a la interpretacion que en este casu 0 ell cua!-
quier otro semejante, un profesional en su cardcter puramente parti(ular es-
te facultado par la .ley para hacer uso del recurso de inconstitucionalidad. H 7
La seguncla de las razones que limito la posible politizacioll Y cOllfronta-
cion entre [os poderes del estado, hace referencia a la posicion general del
Organismo Judicial detHro del sistema politico, autonomo. en algulla medi-
da, pero no independiente, dado el mecanisme de rec\utamiento y formacion
de los jueces y la praxis polltica del Ejecutivo e influencia de los grupos de
<
presion en la estructura de gobierno. Sin tomar en cuenta la patologia de la
sociedad civil, cuyos patrones de corrupcion a1canzan la mayor ia de institl!-
ciones y organos.

147 Sentencia de 19 de febrero y 22 de abril de 1969. Voto razonado del Magistrado


Presidente Justo Rufino Morales, de 23 de abril de 1969, quien se sintio obligado a incluir
en ~u voto 10 que Hamo explicacion necesaria: "Debe aclarar, aunque ya es cuestion ~abida
en mi larga carrera profesional, que las explicaciones que contienen este voto no son mas
que el producto de un liberrimo criterio juridico personal del suscrito, y porque siempre he
creido que el J uez debe consignar en sus resoluciones todos los razonamientos legales que
las respaldan, para que los Iitigantes puedan convencerse de las razones del juzgador para
pronunciarse en uno u ouo ~entido. Pero esas razones deben sopesarse en la balanza de la
imparcialidad y siempre ajustandose a las disposiciones legales arin"ntes a cada caso. En el
presente muy bien pude omitir la exposicion que antecede, pero enronees mi personal mo-
do de enfocar eI problema hubiera quedado incompleto"
78 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

Segun una conocida clasificaci6n, que tom a en cuenta el grado de partici·


paci6n polftica y la competencia interna , los regimenes politicos son democra·
ticos, autoritarios y totalitarios. 148 La independencia de la magistratura solo
se da en regfmenes democraticos y consiste en un conjunto de garantfas otor·
gadas al organismo judicial para que juegue unpapel no solo estrictamente judi·
cial, sino politico . La independencia tiene como objetivo asegurar la imparciali·
dad del juez y otorgarle un poder de control sobre los otros centros de poder,
especialmente, el Ejecutivo, la administraci6n y el Legislativo .
Lo que no se da en regimenes autoritarios como el nuestro , donde exis·
te un pluralismo restringido , falta de controles sobre los gobernantes, deser·
ci6n poIitica generalizada por el clima de extrema violencia, ejercicio del po·
der por un lfder 0 un pequelio grupo de gobernantes que monopolizan las
decisiones polfticas que se toman sin consenso. En estos regimene~, el Orga·
nismo Judicial limita su iniciativa al extremo, y frena su poder potencial en
cuestiones de implicaci6n politica , y es muy vulnerable a las presiones de los
otros centros de poder , especialmente del Ejecutivo e incluso a condiciona·
mientos privados. Analisis empiricos , como se ha hecho en otros paises , creo ,
probarfan ampliamente estas hip6tesis . Si asi no fuera, <;omo en otras partes
la experiencia ha demostrado , los fallos de la Corte Constitucional podrian ser·
vir, no solo para satisfacer demandas institucionales y particulares, y mante·
ner la coherencia del sistema jurfdico , sino tambien como instrumento de Ie·
gitimaci6n e integraci6n, canalizador del consenso.

VIII. POST·SCRIPTUM

Terminado el borrador de este trabajo , hemos releido algunos de los es·


tudios que integran una caudalosa e interminable bibliografia sobre el tema ,
que se produce co ntinllamente y que hace verdaderamente imposible agotar·
la.
Conmovido por la riqueza de la producci6n juridica y 10 sugestivo de los
trabajos, no nos hemos resistido a transmitir dos ideas de juristas amigos suge·
ridos por esa relectura . Pedro de Vega, constitucionalista espanol, llama la
atencion sobre el peJigro de una falsificaci6n de los instrumentos de defensa
constitllcional cliando el texto mismo constituye una falsificaci6n: Cuando
las Cons/ill/ cio llcs, lejos de actualizar un sistema d e Jlalores, se co nvierten en
meros instrumcntos de falsificaci6n de la realidad pohtica, dejan, por tanto,
sill justi(lcacicJll posible la defellsa delltro de elias de ningiln sistema de justi·
cia ("(}IISlitl/ciol1al. De/flld(,f la pl/fa sClI/al/lica cOllstill/ciOllal termil/an'a sic:n·

HH H . 1\. ll"hl, cu . Regimen and Oppositions (New liav en, Yale University Press,
19 73) y J.J. I.i ll l.. ",\n auth'lr itarill regimen , Spaill " , E. Allardt y S. I{okkan euis, Mass
politics (New York , The fre e press, 1970) .
LA DEFENSA DE LA CONSTITUCION 79

do entonces, a nivel poli'tico, la mas vituperable traicion a los valores del cons-
titllcionalismo au ten tieD y, a /live! cientl/ico, la negacion mas rotunda (/1' las
fUllciones primoruiales que la jurisdiccion constitucional esta /lamaua a desem-
pefiar. Por e/lo, si jundicamente el control de constitucionalidad solo se con-
cibe desde la definicion previa de la Constitucion como ley suprema, poWi-
ca y cientl/icamcnte solo cs It'cito sostener la existencia de una justicia cons-
titucional cuando la Constitucion se entiende como realidad normativa y no
como una mera configuracion nominal y sematica. Proceder de otro modo
supondn'a condenar la teon'a constitucional y la labor de los constituciona-
listas al mas menesteroso y errante de los quehaceres. 149
Y Mauro Cappelletti, el jurista que mas ha reflexionado en esta tematica ,
con Sll habitual arnplitllo de allalisis nos recuerda su esencial significacion:
Consta el hecho de que el instituto de control judicial de constitucionalidad de
las leyes, es ciertamente uno de los mas ricos en implicaciones y en problemas
para todo jurista abierto a las ideas que se agitan en el mundo contempora-
neo: un mundo que, sen'a vano ocultarlo, se mueve can cada vez mayor rap i-
dez hacia la qlle - me 10 recordaba recientemente Max Rheinstein un poeta
aleman /lama como bellI'sima palabra la Stemstunde, la hora de la estrella,
fa hora de las elecciones y de las decisiones supremas. Si fa eleccion sera,
como todos queremos augurar, fa de fa justicia, y no de la des truce ion - una
forma internacional de justicia que garantice tambien entre los pueblos como
entre los individuos la pemzanencia de ciertos valores [undamentales - , en-
tonces yo sostengo que tam bien las diversas y multiples experiencias en ae-
tas de justicia constitucional, habran dado y daran su no despreciable contri-
bucion a la superJlil'encia misma de la civilizacion y de la humanidad. 150

Ciudad de Mexico, 1983.

149 Pedro de Vega Garcia, "Jurisdiccion constitucional y crisis de la Constitucion" ,


Revista de estudios politicos No.7 Nueva Epoca (enero-febrero 1979) p. 95, trabajo inc1ui-
do en cllibro del mismo ,mtor, Estudios Constitucionales (Mexico; Instituto de Investigacio-
nes Juridicas, UNAM, 1980) pp. 283-309.
150 Mauro Cappelletti, "EI significado del control judicial de constitucionalidad de
las leyes en el mundo contemporaneo", Proceso, ideologias, sociedad, traduccion de Santia-
go Sentis Melelldo y Tomas A. Banzhaf (Ruenos Aires; ediciones juridicas Europa-Ameri -
ca, 1974) p. 471.
APENDICE DOCUMENTAL

Nota explicativa: en esta seccion documental se incluye el Decreto


Legislativo de 13 de septiembre de 1837, por ser la primera Decla-
racion de Derechos de nuestra historia republicana, poco conocido.
Y una muestra de sentencias de habeas corpus, amparo y constitu-
cionalidad, que re{lejan en alguna medida las caracterlsticas del re-
gimen polltico y la insercion en el, de las instituciones estudiadas.
DECLARACION I>E LOS OERE('HOS Y GARANTIAS QUE
PERTENECEN A TOOOS LOS C'lUDADANOS Y
HABITANTES DEL ESTADO OE GUATFI\1ALA

Guatemala Setiembrc 13 de 193 7. Millistt'rio general del Supremo (;0-


bierno del EsL.tJo de Guatemala. i)epartarnento de Cohernacion. EI Jefe
Supremo del Estado se ha scrv ido Jirigirme cl siguientc : I)FCRETO . IJ Je-
fe del !.:stado de Guatemala. Por cuanto la Asamblea Legislativa ha t.:rrido a
bien emitir y el Consejo Representativu saciona rlo que sigue: La AS3mb iea
Legislativa del Estado de Guatemala , CONSIDERANDO:
Que 13 sitllac ion en que por repetidos trastornos y rc vo lu c iones ha venido
a verse eI puehlo, es Illuy peligrosa por haberse acuillu lado Illuchos eleillentos
de discordia que, causando confusion y desorden, han dividido los animos y
sembrado la desco nfianza .
Que el pri rll er objeto de tod o sistema de adrllinistra ci(')n pl'rblica es el de
mantener 13 paz entre los hombres, protegiendolos en el traqu ilo goce de SllS
derechos natural es.
Que ningun Gobierno pued e ser bueno y si no es justo, y que no sed ja -
mu s just() sin estar fumlado sobrc lo s principios grandes. ge neral es y csencia-
les de lib ertad , que son los unicos sobre los que puede lIegarse a conso lidar
el orden soc ial.
Que el ullico medio de conciliar los anill10s y restablecer la confial1l a
entre los , Ciudadanos es el de uniforl11ar la opinion publica llaillando a todos
a la observancia y reconocimiento de los principios fundamentales de toda
sociedad humana; ha tenido a bien decretar, y decreta la siguiente Declara-
cion de los derechos y garant(as que pertenecen a todos los Ciudadanos y ha-
bitantes del Estado de Guatemala.
1u. Que tudus los hombr es nacen igua lm ente libr es c indcpenJientes,
que tiencn por la natural eza ciertos derecho s inh erc ntcs. incnajenabl es e impres-
critibles: que entre esto s se num era n C()1l mas es pe c ialid~ld d de defender la
vida y la reputacion, el de propiedad; y el de procurarse por cualquier medio
honesto su bienestar.
20. Que para asegurar el tranljuilo guce de estos derechos se instituyen
los gobiernos: que el poder y autoridad que estos ejercen es inherente aJ pue-
blo, y conferido solu con eJ unico objeto de mantener los hombres la paz ha-
ciendo, que tudos l11utll<llllente se rc speten sus derechos individuales.
84 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

30. Que siempre que algun Gobierno , cualquiera que sea su forma, no Jlena
el objeto de su institucion manteniendo la paz publica por la observancia de Ie·
yes justas, el pueblo tiene un derecho indisputable para alterarlo en todo 0 en
parte, 0 abolirlo , e instituir otro segun crea que mejor conviene a su seguridad
y felicidad .
40 . Que los funcionarios publicos no son duefios sino depositarios de la
autoridad, sujetos y jamas superiores a las leyes legftimament e establecidas
para garantizar los derechos individuales, y p0r su mantenimiento, conservar
el orden social , que no es ni puede ser otra cosa, que la efectiva conservacion
de aquellos derechos.
50. Que toda determinacion sea en forma de ley, decreto, providencia,
sentencia, auto u orden que proceda de cualquier poder, si ataca alguno 0 al-
gunos de los derechos naturales del hombre , 0 de la comunidad , 0 culilquiera
de las garantias consignadas en la ley fundamental , es ipso jure nula, y ningu-
no tiene obligacion' de acatarla y obedecerla .
60. Que todo hombre tiene por la naturaleza un derecho indisputable
para tributar aDios Todo Poderoso culto segun se 10 dicte su conciencia, ya
sea en privado ya en publico , con la sola restriccion de no perturbar a otros
en el libre ejercicio de su cuHo, ni la tranquilidad y reposo publico.
70. Que el poder civil jamas tiene facultad para dominar la conciencia
de ningun hombre , ni para prescribir los terminos de la creencia religiosa, ni
para prohibir ninguna reunion con el objeto de tributar culto aDios, ni pa-
ra impedir a los hombres el que por donacion intervivos, 0 por testamento ,
puedan dejar el todo 0 parte de sus bienes para perpetuar la solemnidad y
mantenimiento del culto que profesan , 0 bien segun su creencia sufragios
perpetuos po r sus almas , porque nada es mas duro y cruel, que el que uno 0
much0s hombres se arroguen el pod er de regir la conciencia de otros hom-
bres sobre puntos como estos, que dependen del convecimiento personal so-
lamente.
80 . Que el poder civil no tiene facultad para anular en la substancia , ni
en sus efectos, ningun acto publico, ni privado, ejecutado en conformidad de
una ley anterior vigente al tiempo de su verficacion, 0 sin la prohibici6n de
una ley preexistente ; y que cualquiera ley, decreto, sentencia, orden 0 pro-
videm:ia en contravencion de este principio , es ipso jure nula y de ningun va-
lor, como destructora de la estabilidad social, y atentatoria a los derechos in-
dividuales.
l)u . (Juc cl juicio por jurado suhsislira inviolable , dcbiendosc IIj ar pur
una ley part ieular la s eircunstanc ias personales de los tIue hayan de ser jll -
rados: de suertc que Ia justiciJ sea administrada por hombres no solo {nte-
;: IOS. sino de slificienl c capacidad para li enal los objcto s de csla institucion .
. 100 . Que todo hombre puede libremente cOlllunicar sus pensamientos
por la palabra , por la eseritura , y por la imprenta sin previa censura; mas sien-
APENDfCE DOCUMENTAL 85

do responsable ante la ley por el abuso de esta libertad.


110. Que ningun hombre puede ser inquietado, molestado ni perseguido
por sus opiniones de cualquiera clase y naturaleza que sean, con tal de que por
un acto positivo no infrinja alguna ley, pues en este caso quedani sujeto ala
pena por ella establecida.
120. Que nadie podni ser detenido , arrestado, acusado ni castigado sino
en nombre, con las formas y segun las disposiciones de la ley.
130. Que la casa del Ciudadano es un lugar sagrado, que no puede registrar-
se sino en los casos y previos req uisitos de la ley .
140. Que en todo proceso criminal el acusado jamas sera privado del de-
recho sagrado de ser oido por sl 0 su defensor; de ser informado de la natura-
leza y causa de la acusacion intentada contra el; de que se Ie presenten los tes-
tigos cara a cara; de sacar testimonio de documentos 0 de declaraciones de
testigos ausentes que puedan probar su inocencia, y de ser juzgado par un
jurado compuesto de ciudadanos imparciales y de capacidad legal .
150. Que ninguno podra ser compelido por medios directos 0 indirec-
tos a declarar contra sl mismo , ni condenado a muerte. Que no podra per-
der su libertad sino cuando haya infringido una ley y por su quebrantamien-
to quedado sujeto ala pena en ella designada.
160 . Que ningun delito , cualquiera que sea su naturaleza y enormidad,
podra ser castigado con la pena de confiscacion total 0 parcial de bienes.
170 . Que toda ley ex post facto 0 retroactiva es esencialmente injusta
y tiranica, y todos y cada uno de los hab itantes tienen derecho para oponer-
se a su ejecucion , cualquiera que sea el poder que la ha emitido.
180. Que ninglln ho mbre en ningun caso podra ser declarado delincuen-
te por el Poder Legislativo , ni condenado a sufrir pena alguna, sino en virtud
de sentencia pronunciada por tribunal competente en la forma y previos to-
dos los requisit os establ ecidos por la ley.
190. Que nadie podra ser pu esto fuera de las leyes, ni expatriado per-
petua 0 temporalmente por el Poder Legislativo u otra autoridad, pues todo
delincuente debera sufrir en el Estado donde deIinquio la pena establecida
para escarmicnto publico.
200 . Que la propiedad de ninguno podra ser tomada para objetos pu-
blicos sin que previamente se justifique necesidad 0 motivo de provecho co-
mun para tomarla; y en este ca so el propietario debera recibir en dinero efec-
tivo , oro 0 plata antes de to marle su propiedad, el valor de ella , segun el jui-
cio de perit os, UIIO lloJllbr<Jdo pur el l11ismo y otro por la autoridad, los que
bJjo juramento da ran su opinion .
210. Que todos pueden libremente disponer de sus bienes con tal de no
cmplearlos en ninglln objdO contrario a la ley.
220. Que todo ciudadano 0 habitante que ejerLa en el pais cualquiera
genero de industria esta obligado a contribuir en justa proporcion a sus facul-
.86 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

tades para sostener la administracion publica.


230. Que no podra imponerse ninguna contribucion que no sea por la
legislatura, 0 con facultad por ella delegada al efecto; pero nunca sin una jus-
ta proporci6n a las facultades de cada uno, y menos haciendo pesar el grava-
men sOlo sobre detenninadas personas.
240. Que to do ciudadano 0 habitante puede tener armas para su pro-
pia defensa y la del Estado.
250 . . Que toda persona puede transitar libremente por el Estado, entrar
y salir de el en tiempo de paz, sin necesidad de permiso ni pasaporte.
260. Que no podra existir en el Estado sin autorizacion de la legislatu-
ra ninguna fuerza militar.
270. Que cuando por necesidad de legislatura autorice extraordinaria-
mente al Ejecutivo, no podra conferirle facultad ninguna contra ria 0 dero-
gatoria de todos 0 alguno de los articulos de esta declaracion.
Comuniquese al Consejo Representativo para su sanci6n. - Dado en Gua-
temala a dieciocho de Agosto de mil ochocientos treinta y siete . - Mariano
Sanchez de Leon, Diputado Presidente. - Vicente Casado, Diputado Secreta-
rio. -Jose Maria Flores, Diputado Secretario.
Sala del Consejo Representativo del Estado de Guatemala en la Corte a
nueve de Setiembre de mil ochocientos treinta y siete.- AI Jefe del Estado.
-Pedro Jose Valenzuela, Presidente. - Jose Maria C6bar, Secretario .
Palacio de los SS.PP. del Estado, Guatemala Septiembre 11 de 1837 - Por
tanto: EjecUtese -Mariano Galvez. - AI Secretario general del Despacho .
Y por disposicion del S.P.E. se inserta en el Boletfn Oficial para los efec-
tos que son consiguientes.

Guatemala, Septiembre 11 de 1837 .

EJECUTORIA EN MATERIA CRIMINAL.


EXHffiICION PERSONAL.

Derecho lnternacional privado - Caso de exhibicion personal.

Sala primera de la Corte de Justicia; Guatemala, mayo 13 de 1880.

Trafda a la vista la solicitud de don Jose Maria Gonzalez, contrafda a


manifestar que, habiendo sido puesto en libertad por el Tribunal .Militar, de
este Departamento a consecuencia de haber extinguido la condena de diez
afios de presidio que se Ie impuso en sentencia ejecutoria el veinticinco de
abril, fue conducido a la Penitenciaria, sin que se Ie interrogue acerca de nin-
APENDICE DOCUMENTAL 87

gUn delito; y que en virtud del articulo 34 de la Constitucion de la Republi-


ca pedia se decretase su exhibicion personal y se Ie pusiera en absoluta Iibertad.
Vistos igualmente los antecedentes acumulados y los informes relativos emi-
tidos por el senor Ministro de la Guerra y Relaciones Exteriores, de todo apa-
rece:
Que en el punto 10. del Protocolo acordado con fecha 10. de mayo de
1874 entre el senor Ministro de Relaciones Exteriores de la Republica y el
Senor Encargado de Negocios interino de S.M .B . se hizo constar que los auto-
res del ultraje inferido en el Puerto de San Jose al Vice-Consul Britanico don
J. M., sedan castigados con todo el rigor de la Justicia y juzgados por los Tri-
bunales y leyes del pais.
Que por sentencia firme del 14 de agosto de 1874 pronunciado en terce-
ra instancia por la Suprema Corte de Justicia, se condeno al Coronel don Jo-
se Maria Gonzcilez procesado por ultraje inferido al Vice-Consul de S.M .B. Don
J.M., a diez mos de prision con 'calidad' de presidio en el de San Felipe del Gol-
fo, previa destitucion de su grado de Coronel y quedando perpetuamente inha-
bilitado para obtener empleo asi del orden militar como del civil y obligado a
indemnizar danos y perjuicios.
Que el Senor Ministro de Relaciones Exteriores, en nota del 22 de agos-
to de aquel ano se dirigio al Senor Encargado de lnglaterra comunicandole la
ejecutoria de la Suprema Corte de Justicia y diciendole que el Gobierno vela-
ria por el cumplirniento de aquella sentencia inapelable que satisfacfa amplia-
mente los fueros de la ley y el compromiso contraido; nota que fue contes-
tada aceptando el nuevo compromiso de que se ejecutara fielmente la senten-
cia aludida .
Que puesto Gonzcilez en libertad por la Comandancia de armas de este
Departamento a virtud de habersele aplicado los indultos generales decreta-
dos con motivo del aniversario de la Independencia, se emitio el Acuerdo Mi-
nisterial tie 20 de Marzo, en que se declara que Gonzalez esta ipso jute rehabili-
tado en sus derechos de ciudadano que perdi6 por la sentencia condenatoria
de los Tribunales. Que con motivo de ese Acuerdo Ministerial y habiendose
dirigido al Gobierno el actual Encargado de negocios de S.M.B. en Centro
America, pidiendo el cumplirniento de 10 estipulado, e\ General Presidente
con vista de todos los antecedentes, dicto el acuerdo de 3 de abril, en que
manda suspender los efectos del Ministerial de 20 de marzo, mientras no ha-
ya con el Gobierno Britanico un convenio que este en armonia con esa reso-
lucion a cuyo efecto el Srio .. de Estado en el despacho de Relaciones Exterio-
res, se dirigio al Gobierno de la Reina.
Que la vista de este asunto tuvo lugar con la comparecencia personal del
ocurrente que aleg6 en el acto 10 que creyo conducente a sus pretensiones.
Considerando: que mediante el convenio aludido entre el Gobiemo de
la Republica y el de S.M.B, para hacer efectiva tal cual fue dictada la senten-
88 JOI{(;E MAHIO Gi\HCIA LAGUAHDIA

cia firme que condeno a Gonzalez a diez anos de prision con calidad de presi-
dio , esa ejecutoria debe conceptuarse revest ida de cierto caracter internacio-
nal .
Que fenecida la condena de Gonzalez no por que hay a expirado al ter-
mino de ella sino por indultos decretados por una sola de las naciones refe-
ridas , el Acuerdo Gubernat ivo de 3 de abril que manda suspender los efee-
tos del Ministerial de 20 de marzo , es un reeonoeimiento de la ejeeutoria ex-
pedida por los Tribunales, y del Gobierno a haeerla cumplir tal eual fu e die-
tada.
Que estando pendiente este asunto del arreglo que se espera entre el Go-
bierno de Guatemala y de la Gran Bretana , los Tribunales, fuera de la orbi-
ta de su respect iva competencia, no pueden Illezclarsc en atribucioncs que
pertenezcan a otros poderes publicos, como terlllinantclllente 10 prescribe
el articulo 50. de la Ley Organica y Reglamentaria del Poder Judicial.
Y finalment6, que la exhibicion personal ha tenido lugar para que el
peticionario pudiera presentar libremente sus alegaciones.
Por tanto: la Sala Primcra de la Corte de Justieia , en haz del senor Fis-
cal, declara que no ha lugar por ahora a dictar providem:ia respecto a la li-
bertad que solicita don Jose Maria Gonzalez. Notifiquese Farfan , Falla Cal-
deron - J. Francisco Flores - Miguel Solares.
APENDICE DOCUMENTAl. 89

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA , Camara de 10 Penal . Guatemala 7 No-


viembre 1973.

Se hene a la vista para resolver, el recur so de exhibicion personal inter-


puesto por Maria del Carmen M. Hernandez a favor de Leonel Gomes Saz.

ANTECEDENTES:

Por escrito presentado el 4 Septiembre ultimo, la recurrente interpuso


dicho recurso, en favor de la mencionada persona asegurando que, el dia 10.
de ese mes, fue detenido por miembros de la Policia Nacional , a inmediacio-
nes de La Terminal de Buses d e la zona cuatro de esta ciudad. Y al haber si-
do negada su detencion en los cuerpos de la Policia Nacional, enderezo su
demanda contra el Ministro de Gobernacion y el Director General de la Po-
licla Nacional. En la misma fecha se Ie dio el tramite de ley; se sei'ialo la au-
diencia del dia siguiente, a la s nueve horas en punto. Para que Leonel Go-
mes Saz, fuera presentado en el despacho del magistrado suplente de esta cor-
te, Lic. Abraham Bustamante Rosal, a quien se comisiono, para practicar la
exhibicion y se pidio informe, 0 los antecedentes en su caso, a los funciona-
rios recurridos, sobre todos y cada uno de los puntos contenidos en el articu-
lo 80 de la Ley Constitucional d e Amparo, Habeas Corpus y Constituciona-
lidad. Los referidos funcionarios informaron negativamente y la citada per-
sona no fue presentada en la audiencia correspondiente.

CONSIDERANDO:

De 10 actuado se deduce que Leonel Gomes Saz no se encuentra deteni-


do razon por la cual el recurso no procede, pero se estima que es necesario
investiga r su paradero.

LEYES APLICABLES:

Articulos 70., 87 de la Ley Constitucional de Amparo, Habeas Corpus y


Constitucionalidad; 27 y 28 del Decreto nllmero 63-70 del Congreso de la
Repllblica; 157 y 159 de la Ley del Organismo Judicial.

POR TANTO

La Corte Suprema de Justicia , Camara Penal, dec1ara IMPROCEDENTE,


este recurso de exhibici6n personal y manda certificar 10 conducente y remi-
tirlo al juzgado noveno de I a. instancia del ramo Penal , de este departamen-
to, para que instruya averiguacion correspondiente sobre el paradero de la
mencionada persona. Notifiquese y archivese.
90 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Guatemala, nueve de Marzo de mil novecien-


tos sesenta.

Se ve para resolver el recurso de amparo interpuesto por ALEJANDRO SIL-


V A FALLA, co ntra el Presidente de la Republica y el Ministro de Gobernacion.
EI veinte de enero pr6ximo pasado comparecio el recurrente exponiendo:
Que el ocho de ese mismo ingres6 al pais procedente de La Habana, Republica
de Cuba, amparado en pasaporte ordinario numero noventa y ocho mil ciento
noventa, el cual Ie fue recogido por la Delegaci6n de Migraci6n en el Aeropuer-
to Nacional "La Aurora" . Que como con ese hecho se han infringido en su
perjuicio varios preceptos constitucionales, ped ia amparo para que en su opor-
tunidad se Ie mandara restituir el documento relacionado. Al darse tnimite al
recurso, se pidi6 informe a los funcionarios recurridos quienes informaron: EI
Presidente de la Republica , que en su despacho no existe ningun antecedente
relacionado con los hechos que el interesado denuncia ; y el Ministro de Gober-
naci6n, que a Silva Falla se Ie recogi6 el pasaporte por ser un individuo sospe-
choso y estar fichado en la secci6n de archivo de la Presidencia de la Repu-
blica, por sus ideas comunistas y que los antecedentes los enviani cuando Ie
fueren certificados por el Jefe de la Oficina indicada. Durante el termino pro-
batorio el interesado pidi6 se tuvieran como prueba de sus actos el expedien-
te en que se tramit6 y resolvio con lugar el amparo que en compafi fa de su
hermano Jorge Enrique de sus apelJidos interpuso el veintitres de diciembre
de mil novecientos cincuentisiete, y la disposicion presidencial numero mil
trescientos once y mil doscientos cuarentiseis del Ministerio de Gobernaci6n,
por las que se orden6 a la Direcci6n General de Seguridad Nacional se les bo-
rrara de las listas a que se refiere el articulo 30. del Decreto Presidencial nu-
mero cincuentinueve . A solicitud del Ministro de Gobernaci6n se mandaron
a tener a la vista para mejor fallar los antecedentes politicos del recurrente,
existentes en la Secci6n de Archivos de la Presidencia de la Republica y se
pidi6 informe acerca de la fecha y de orden de que autoridad fue inscrito nue-
vamente Silva Falla en el registro que establece el articulo 30. del Decreto 59
de la Junta de Gobernaci6n, habiendo informado el Jefe de la Secci6n ya in-
dicada, que la inclusi6n del recurrente en el Registro de conformidad con la
ley preventiva penal contra el Comunismo, fue ordenada por la Secreta ria
Privada de la Presidencia de la Republica, el quince el mes proximo pasado.
Conclufdo el tnimite, procede resolver.

CONSIDERANDO:

Por disposici6n expresa de la misma Icy, el hecho de figurar en eJ regis-


tro que establece el art iculo 30. del Decreto numero 59 de la Junta de Go-
bierno, s610 constituye grave presuncion de peligrosidad contra la persona
APENDICE DOCUMENTAL 91

incJuida, pero no autoriza en forma alguna a las autoridades para vulncrar


en su perjuicio los derechos que les gar<Jntiz<J la (onstitucit'm, en Sll calidad
de ciudadanos de manera que no es justificable la raz6 n dada por el Minis·
terio de Gobernacion para hab er ordenado 13 in ca utacion de su p3saporte al
int erponen te maxim e si se tiene en cu e nta que su inclusion Iluevam cnte en el
registro dicho fue ordenada hasta el quince del mes proximo pasado, cuando
ya se habia ejecutado el acto que Illotivo el reCU fSl). y que en forma irregular
ha sido la Secretaria Privada de la Presidencia de la Republica, sin ninguna
autoridad para ese efecto , quie n ordeno tal inclusi (JIl porque si la ley faculta
al Presidente de la Republica, para la cancelacion de los que par e rror 0 co n
malicia hay an sido inscritos en el repetido Registro , es 16gico que s610 el pue·
da revo car esta resolucion. Articulos 44, 45, 47, 79, 80, 82, 84 y 85 de la
Constitucion, 3, 4, 5, 6, del Decreto 59 de la Junta de Gobierno y el 64 del
Presidente de la Republica .

. paR TANTO:

La Corte Suprema de J usticia en concepto de Tribunal de Arnparo can


fundamento en 10 considerado leyes citadas y 10 que preceptLlan los art Icu·
los 10., 30., 90. Y 110., del Decreto Legislativo 1,539, dec1ara CON -- LUGAR
el presente recurso en cuanto se refiere al Ministro de Gobernacion, a efecto
de que se devuelva su pasaporte al recu rrente. Notifiquese y transcrlbase .
92 JOI{GE MARIO GARCIA LAGUARDIA

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, ocho de Enero de mil


novecientos setenta y uno.

Se tiene a la vista para resolver el recurso de Inconstitucionalidad del De·


creto numero 1725 del Congreso de la Republica, interpuesto por el Licen·
ciado Luis Alfonso Lopez en canicter d e Procurador General d e la Nacion y
Jefe del Ministerio Publico, con fecha prim ero d e diciem bre del alio de mil
novecientos seten la.

ANTECEDENTES:

EI Procurad or General de la Nac io n y J efe del Ministerio Publico , ex pu ·


so : que , por disposicion del Presid ente de la Republica , tomada err Consejo
de Ministros con fec ha veinticinco d e noviembre de mil novecientos seten·
ta , interpon ia dicho recurso con fundamento en 10 siguiente:
Antecedentes: EI Congreso de la Republica, con fecha siete de d iciem·
bre de mil novec ient os sesenta y siete em itio el Dec reto num ero 1725 que
deroga en su t otalidad los Decretos Leyes numeros 2, 11 , 27, 52 , 64 , 68 Y
2 19; sup rime los articul os 13 , 16, 18, 19 Y 20 del Decreto Ley nllmero 9 y
art icu los 30 . y 40 . del Decreto Ley nll me ro 194 y 20. del Decreto Ley 399 ,
y establece el procedimie nto que deb en seguir los interesados con motive de
la dero ga toria de los Decretos Leyes 2 , 52, 64 y 68 citados.
EI mencionado Decreto 1725 del Congreso de la Republica , fue vetado
por el Presidente de la Republica , previo acuerdo tom ado en Consejo de Mi·
nistros, el veintidos de diciembre de mil novecientos sesenta y siete, devol·
vicndo lll al Congreso. Est e liltimo Organismo mand6 o ir al Consejo d e Es·
tado y, despues de recabar la o pinion de dicho Consejo, 10 archivo durante los
alios d e mil novecientos sesen ta y ocho , mil novecientos sesenta y nueve y
cinco meses d el ano de mil novecie nt os set ent a; pero que , en el m es de junio
del mi smo ano , intempestivam ent e, el Congreso de la Republica 10 ratifico
con el voto d e las dos terc eras partes y como no fue sancionado po r el Pre·
sidente de la Repllblica , la Comisian de Regimen Interio r, en nombre del reo
ferid o cuerpo legislativo , 10 mand a publicar y asi sc hizo en el Diario Oficial
del diez y se is de julio de mil novec iellt os sctenta , po r 10 que es Ley de la Re·
pllblica y eSla surtiendo sus efec tos.

II

Interes juridico en la dec1aratoria de Inconstitucionalidad :

Expres() que cl Dec rel u Ley 52 eSlabl ccc q ue se d ccJaran nulas, de pI e·


no derecho , la s cnajen:lCiones de bienes nacio nalcs originadas d e o peraci o nc s
fraudulenlas , ilegales notoriamente lesivas a los int ereses nacionales, dejando asal·
APENDICE DOCUMENTAL 93

vo los derechos del afectado al interponer el recurso contencioso administrativo,


dentro de Ull mes a contar de la fecha de la declaratoria de lesividad que decla·
ra el Jefe de'Gobierno en Consejo de Ministros.
En ejecuci6n de esa ley, el Jefe de Gobierno declar6 lesivos a los intereses
nacionales, los acuerdos gubernativos que aprobaron las permutas de bienes na·
cionales por bienes de propiedad de los senores Juan Mini Bressani, Alicia Ga·
briel Marquez de Malouf y de otras personas; que el primero de los nombrados
hizo uso del recurso contencioso administrativo contra aquel acuerdo guberna·
tivo y, en sentencia del veinte de julio de mil novecientos sesenta y siete, el
fallo del tribunal Ie fue adverso, pasando la sentencia a autoridad de cosa juz·
gada al quedar firme el falla, par haber sido desestimado el respectivo recur·
so de casaci6n; que, a su vez, la senora de Malouf, interpuso recurso de 10 Con·
tencioso·Administrativo; P(!ro fue dedarado abandonado. Por tales situacio·
nes, los bienes nacionales enajenados volvieron al patrimonio estatai.
No obstante 10 relacionado, el Decreto 1725 del Congreso de la Republi·
ca manda devolver los inmuebles a sus anteriores propietarios, mediante soli·
citud presentada ante el Ministerio de Hacienda, acompafiada de certificaci6n
del Registro a de cualquier documento que compruebe la legitimidad de las
pretenciones del peticionario y certificaci6n de la Corte Suprema de Justi·
cia de que no existe sentencia condenatoria por los delitos que expresa, y que
con tal procedimiento, los interesados presentaron sus solicitudes de devolu·
ci6n de los bienl's que ya habian ingresado al patrimonio nacional pOT sen·
tencias finnes y ejecutorias, y que al culminarse tal procedimiento, el Esta·
do perdera mas de tres miIJones de quetzales.

III

Motivos luridicos del recurso : AI impllgnar de inconstitucional el De·


cretn 1725 del Congreso de la Republica , expres6 que las leyes, para tener
validez y legitimidad, deben adaptarse a las normas juridicas basicas de la Cons·
titucion de ia Republica, y que sl esa adaptaci6n no es completa adolecen de
incohstitucionalidad, que puede ser formal y material; la primera cuando el
Congreso no observa las fom1alidades constitucionales establecidas para su
creacion; y lasegunda, Jlamada tambien substancial , cuando lesiona los prin·
cipios constitucionales. Que el Decreta 1725 de merito, adolece de ambas
i nconstit ucional idades.
Incoll stitLlciollalidad I"ormal: Exp1ica que el referido Decreto 1725 in·
frin ge cI articul o 176 d e la ('onstitLl c io n, al expresar que el ('ongfl'so de la
Repllblica inculllplill los requisitos constitucional.:s que regulan la formacion
Y s<lncion de la Ley, porqlle la ratificaci6n correspondiente no la hizo en el
pcriodll siglliellte como 10 exige la ('onstitudon, sino varios periodos despues,
wntrariando el citado articulo cuyo texto transcribe; que, ademas, corres·
94 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

ponde al Congreso y no a ninguna comision del Organismo Legislativo , or-


denar la publicacion de la ley vetada por el Ejecutivo y que nu obstante ese
requisito obligato rio , fue la Comision de Regimen Interior de dicho Orga-
nismo, atribuyendose funciones del Congreso en plenu , quien 10 manda pu-
blicar 10 cual se hizo en el Diario Oficial , co n notoria violaci6n del Articulo
176 citado anteriormente , por 10 que es clara ia infraccion referida .
Agrego que tambien se viola el articulo 159 de la Constitucion que de-
termina que todas las resoluciones del Congreso deben tomarse con la con-
currencia de la mayorfa absoluta de sus miembros, puesto que ninguna co-
misi6n del Congreso representa legaJrnente a ese Organismo , para tomar re-
soluciones en su nombre. Se refiere a esta situacion, afirmando que el vicio
de inconstitucionalidad formal se conforma con eJ hecho de que el Decreto
numero 1725 citado no fue ratificado por el Congreso en el periodo siguien-
te , sino hasta el correspondiente al inicio de sus sesiones ordinaria s de mil
novecientos setenta; pero que 10 mas grave consiste en que el Decreto 1725
referido fue vetado por el Ejecutivo y el vei ntidos de diciembre de mil nove-
cientos sesenta y siete , par 10 qu e no puede surtir ningun efecto, salvo que
existiese otro decreto ratificandolo co n fecha posterior, dec reto de ratifica-
cion que , si es que existe, aun no ha sido publicado.

IV

Inconstitucionalidad material del Decreto 1725 del Congreso de la Re-


publica.

Afirma que la ley impugnada infringe varios prec eptos constitucionales ,


adoleciendo de inconstitucionalidad material y expo ne ' que el articulo 48 de
la Constitucion consagra el principia de la irretroactividad de la ley , salvo en
materia penal cuando favorece al reo, confo rme el c ual las leyes solo produ-
cen efectos hacia el futuro ; que el Decreto 1725 referido tiene efecto retroac-
tivo porque afecta situaciones juridicas anteriores al dieciseis de julio de mil
novecientos setenta, fecha de su promulgacion; que en el articulo tercero es-
tablece un procedimiento suigeneris para " entregarl e a personas particulares
valiosos bienes cuya situaci6n juridica rue resu elta por los tribllnales de J us-
ticia desde hace varios anos·'. Agrega que la ley impugnada , por su canicter
general, debio haberse limitado a derogar los decretos leyes y nllnca estable-
ce r un procedimiento especial para entregar a particulares bienes nacionales ,
co nvirtiendose en una ley casuistica, en contradiccion al canict.~ r general que
es inmanente a todas las leyes, produciendo efectos hacia e poc~anterior a su
promulgacion. co n infraccian al principio co nstitucional de irretroact ividad de
la ley.
APENDICE DOCUMENTAl. 95

Que. pOl' ntra parte, en cl artlcu lu 3(). del I>ecreto t 725 impugnadu, Sl' es-
tablece que qllcdafl .\'o/JreSl'lJ(}S unlus lo .\' jllicios riri/cs y .I US ('F'etvs ('II/ah/a-
dos colltra d c's/ado v POl' cl c 'stadv (IW! s(' d('ril'cil de las l'xprupiaciollcs 1'1I1a-
Iladas dc Ius Decretus I.ey a (/ll e Sf' f(~fl('f'(' ( 'SfC artll ·ulo.... 10 ella l invad e atri ·
buciunes que unical11ente cOl11pett'n al Organisillo Judi cial; que haee ca so ollli-
so de la au toridad de Cllsa juzgada que producen las resoluciones firm t:s de los
tribunales, por tratarse dc juicios fenecidos fa vorablemente a los int erl'scs del
Estado, y que , conseeuentel11ente, esta disposici(JIl lega l tiene tambien efecto
retroactivo, porque afecta situaciones juridicas anteriores a su promulgacion;
que los juicios civiles a que se refiere talley, fueron iniciados en el mes de ju-
lio de mil novecientos sesenta y tres y que los tribunales que ennocicron de
ellos, inclusive la Corte Suprema de Justicia , resolvieron en favor de la Nacion,
por 10 cual es noticia la retroactividad del decreto 1725 referido qu e manda
sobreseer proeesos 0 juicios anteriores a su proll1ulgacion, ya sea que sc en-
cue ntren en tramite 0 que se .e ncuentren fenecidos; que los interesados, des-
de la promulgacion de los lJecretos Leyes 2, 52, 64 y 68 , en el ano de mil no-
vecientos sesenta y tres, iniciaron los juicios que aquel Decreto del Congreso
de la Repilbl ica manda sob reseer, retrotrayendo sus efectos a siete afios atnis.

v
Principio de Exclusividad de los Tribunales para ejercer la Funcion
Judicial.

Asegura que de conformidad con el articulo 240 de la Constitu ci(lIl de


la Republica , la funci6n judicial la ejerce can exclusiv id ad la Corte Suprema
de Justicia y demas tribunales de jurisdiccion ordinaria y privativa, cones-
pondiendoles exclusivamente la potestad de juzgar y promover la ejecucion
de los juzgados; que significa esto que la Constitucion excluye al Organismo
Legislativo y al Ejecutivo de la facultad de impartir justicia, de conocer de to-
do 10 relativo a juicios 0 procesos, facultad que esta reservada unicamente a
los tribunales de justicia; que no obstante 10 anterior, en elliteral e) del articu-
lo 30 . del Decreto 1725 aludido , se mandan sobreseer los juicios civ il es que se
hubieran entablado contra el Estado 0 por el Estado , derivados de las expro-
piaciones emanadas de los lJecretos-Ley a qu c se refiere dicho articulo; que,
de consigu iente , al mandar el Organismo Legislativo en la ley impugnada que
se sobreseen todos los juicios civiles relacionados, esta invadiendo funciones
que por mandato constitucional corresponden con exclusividad al Organis-
mo Judicial.
Que dentro de la s atribueiones del Congreso artlculos 166, 169 Y 170
de la Constitucion de la Republica no esta la de ejercer funcion judicial ni
ninguna otra que se asemeje a la de impartir justicia, por 10 que al ord enar el
96 JOH(;E MAHIO GARCIA LAGUARDIA

Organismo Legislativo que se den pm terminados los prol:esos l:iviles, infringe


principios l:onstitul:ionales ,

VI

Violaci{)n del principio constitucional de la deknsa en jlliciu.

Di l:e que el prill cipio de la dcfens<l ell juicio In Ulnticll e la CO Jl slilUci6n de la


Republica en Sli art [culo 53, trall seribiendo su segundo panafo . QlIe d Uecreto
1725 a1udido , mallda devolver a personas particularcs bienes que ya habian in-
gresado al patrimonio naciollal , por sentencias firmes y qu e, en esa situaci6n, el
Estado no pu ede dclt:n der sus derechos ni int crponer la defcl1sa de la l:osa juzga·
da , 10 cual viola la norma co nstitucional eontenida en el art iculo 53 de la Consti-
tucian , porque , sin oir aI Estado, se ordena aquella devolu c illll. Y co ncluye afir-
mando que ('I unieo medio de haee r efectivo el principio constitucional, es dec1a-
rar 13 inL~ onstitucionalid3d de la referida ley, para que esta quede sin vigor.

V II

Violacio n del Articulo 10 transitorio de 13 Constitucioll ,

M<lllifiesta qu e en el artil:ulo to transito rio de 13 Constitul:i")l1 de 13 Republi·


C:!, Sf' rC'collocC' la I'alidcz jundica a l os dcrrctus l eyes ell/alladus del Gobierno
d e la }{epLiblica, as/ como a LUdos los aelos adlllinistrafiJ'os y de gubierno r ea-
lizad(Js ,I" (,o/lfo rmidad call la I cy, (/ partir del treinta y LillO de marzo de mil
1/0l'cci" ;, 1,1' ses('lIta )' tres, illelu sil 't', y que 11 0 ubs tallt e tal reconol: imiento, el
Decretu Illlincru 172 S del Congreso viola aquid prccepto transit orio , pOl'que
en el ~egulldo cO llsid eranliu el Congrl'so asent6 que los d ccretus Icy del Gobia·
110 Mililar 2, 8, 5:;. 1)4 F 68 riolal/leI ,l l'igll il'IlIL'S pr('('(pl!JSc()!lSl ilU ciollal es: 48.
q r 240, CII " ir/lld d(' alglllirl s d t' c,/os d ecict"I' Ie dall rClmacti~' idad a la
(111 ('
ley, el L i, 'ell/h'o sc armga fal 'ulla(/es jurisdicL'iul/ah :,. (, (Iarta la de.f(·nsa de los
dcrcchus dc las pcrslll/as; .I' ucdara pOl' s/ y ante s( fa nulidad de determinados
aetas celcbracios CUI/ l/litcrioridad a Sll elll isitin, clIadielldu la cOlllpcf cnda dc
Ius t ribu nalcs dc justi/ia,
('UIlI L'III<l, el rCClIIl ("lllL'. qll L 1.le I", sili:plc (;l>ll flUll\<lcil)II clitre el art indo
lOt rall si[orio y eI cUllt cnidu dt: aq ul'l cU l/sit/cralldo, se plie d.: "pleci"r la \lpn·
si l'i,'Jli U cO lltuJ il:c i6n exi stcnlL".
!\ SililislliO Illanifi csta que el prim er clllIsiJer:lIlJo del D\J"letl) 172 ", rl'il' li
ti,l . l' ~ 0l'lIl'Sit) ;]1 ,H t icul o 10 transilorio, !lorq"e .:1 (\)n !! I'l'":~lI de b lZepllb lica
(" :. 1:111<. (j" l' 1'.1' 1/" ( ('suri, ' r!('/ogllr, d c IJI1'II(i t/crcc/i () , alglll/us /) eL'fe/os l. e l' ell/i-
iI,lus tI/lf(l li l c ,1 (;(I liiu /!(I lltililar, l itlr sa talll,) (' 1/ su il/l l'IICi(jll ( '(II/lei , '1/ 10
.!lli'/l IO, co1ltrario,l' a la ((IIISlill/cioll de la 1'("Iil/Mica ,' ), lItlcl/uis, /"cJiJlw a/" ol rus.
APENDICE DOCUMENTAL 97

por las mismas razones apunladas anteriormenle.


Afirma que si la Constituci6n vigente reconoce la validez juridica de los
Decretos I..;eyes, estos no pueden ser inconstitucionales como se dice en el
Decreto 1725 del Congreso; que por otra parte, no es funci6n del Congreso
juzgar cuando una ley es constitucional 0 no 10 es; que dicha funci6n cones-
ponde excJusivamente a los tribunales de justicia en casos concretos, y a la
Corte de Constitucionalidad en forma general, tal y como 10 determinan los
articulos 246 y 263 de la Constituci6n de la Republica , por 10 que debe to-
marse en cuenta , al resolver, que el Decreto 1725 del Congreso califica de in-
constitucionales los Decretos Leyes que deroga, cuando la Constituci6n no
solo les reconoce validez juridica, sino que otorga con excJusividad , a los tri-
bunales de justicia la facultad de hacer esa calificaci6n, y cita como anteceden-
te el fallo de la Corte de Constitucionalidad de fecha trece de diciembre de
mil novecientos sesenta y tres en el cual decJar6 que los referidos decretos le-
yes no eran inconstitucionales. El recurrente a continuaci6n transcribi6 los
fundamentos considerativos que hizo ese tribunal en aquella oportunidad y
con ocasi6n del fallo referid o, concJuyendo en que si la Corte de Constitu-
cionalidad ya dijo que los Decretos Uyes NO SON INCONSTITUCIONA-
LES, no puede ahara el Organismo Legislalivo por medio del Decreto 1 725
haecr una declaracion en contrario porque no tienen competencia para ella,
y sabre todo, purqlle tiene obligacion legal de respetar 10 ya resuelto firme-
mente par los Tribunales de iusticia, conform e el art{culo 10. de la Carta Mag-
na que ordena que entre los Organismos del Estado no hay subordinacion
precepto que tambien fue violado.
Cita el artfculo 50. de la Ley del Organismo Judicial, transcribiendolo , y
afirma que si los Decretos Leyes a que se refiere el Decreto 1725 del Congre-
so estan en oposicion co n preceptos constitucionales. estos preceptos predo-
minan en cualquier caso, no solo porque la Constituci6n fue emitida posterior-
mente , sino por la jerarquia de esta, y asegura que el Decreto del Congreso
1725 esta reformando la Constituci6n, porque esta , en su articulado transi-
torio numero 10 , Ie da validez juridica a los actos del Gobierno Militar, vio-
lando el 266 de la Carta Magna que sefiala el procedimiento que debe seguir-
se para tales reformas.

VIII

Violaci6n del Articulo 143 de la Constituci6n.


. .
AI transcribir este precepto const itucional , concJuye en que el Decreto 1725
del Congreso de la Republica, 10 viola, porque el Congreso manda devolver bie-
nes naciolla/es, a personas afectadas, con la sola presentacion de dos documen-
tos; certificacion de que no tiene antecedentes penales y certificacion del Regis-
98 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

tro de la Propiedad, infringiendo la majestad de la ley con tan simple proce-


dimiento, puesto que , agrega, al quedar firme el acuerdo que declara la lesi-
vidad de un negocio de los comprendidos en el Decreto Ley nUmero 52 y si
la Nacion NO TUV/ERE N/NGUNA RECLA MACION QUE HACER SOBRE
EL ASUNTO RESPECT/VO, extremos que deberdn constar en el expediente
respectivo, se procederd m ediante acuerdo gubernativo, a la devolucion de
los bienes permutados 0 del precio pagado. Que la Nacion si tiene reclama-
cion que luIcer contra las personas a[ectadas porque al tomar posesion de los
bienes nacionales que fueron permutados, se encontro un faltante en mue-
bles y semovientes que ascienden a varios miles de quetzales, por 10 cual el
procedimiento simplista aludido , contenido en el Decreto 1725 tantas veces
referido, es violatorio del Decreto Ley 343 que esta vigente , y que al desobe-
decer sus mandatos, se esta infringiendo tambien el articulo 143 constitucio-
nal en armonia con el articulo 145 de la misma Constitucion que establece
que los funcionarios son depositarios de la autoridad sujetos a la Ley y ja-
mas superiores a ella . Termina diciendo que la ley impugnada habla de de -
volver los bienes a los legr'timos propietarios, cuando el leg/·timo propietario
es el Estado de con[ormidad con los tal/os de los tribunales y las inscripcio-
nes del registro de la Propiedad.

IX

Se contraviene el articulo 170 de Ia Constituci6n.

Expresa que corresponde al Congreso, segun el articulo 170 de la Cons-


titucion de la Republica, decretar, reformar y derogar las leyes; pero que el
articulo 10 . del Decreto 1726 citado , deroga el Decreto Ley 64 que ya ha-
bt'a sido derogado por el Dto. Ley 68, pues este ultimo en la parte condu-
cente del artz'culo tercero dice claramente que SUSTITUYE AI. DTO. LEY
64.

Fundamentos legales y conclusiones:

Como fundarnentos legal es apunta que corresponde a esta Corte co no-


cer el recur so que interpone de conformidad con los art iculos 263 const itu -
cional y 106 del Decreto 8 de la Asamblea Nacional Constituyente ; y que
las mismas leyes indican que podra interponerJo el Ministerio Publico, por
disposicion del Presidente de la Republica, tomada en Consejo de Ministros;
y concl uye asegurando que el Decreto impugnado es inconstitucional porque
viola los articulos 10 ., 48,53,143,145, 159,166,169,170, 176 ,240,246 ,
APENDICE DOCUMENTAL 99

263,266 y 10 transitorio de la Constitucion de la Republica.

Xl

Documentos acompaflados.

Acompano el recurrente los documentos siguientes:


Certificacion del acta que acredita la personeria del presentado (documento
A); fotocopia de las observaciones hechas por el Presidente de la Republica con
fecha veintidos de diciembre de mil novecientos sesenta y siete, cuando devol-
via el Decreto 1725 al Congreso sin sancionarlo, en ejercicio del derecho de ve-
to ; (documento B); fotocopia de la opinion del Consejo de Estado, de fecha vein-
tidos de febrero de mil novecientos sesenta y ocho (documento C); foto co pia del
fallo dictado por la Corte Suprema de J usticia con fecha veintiocho de mayo
del mismo ano, en el recurso de casacion promovido por los senores J aan Mini
Bressani y Juan Estrada Schwank, donde se planteo la inconstitucionalidad de
los Decretos Leyes; (documento D);y fotocopia del Acuerdo dictado por el Pre-
sidente de la Republica en consejo de Ministros, facultando al recurrente para
interponer el recurso (documento "E").

XII

Peticiones de Tramite y de fondo.

De tramite : pidio que se integrara la Corte de Constitucionalidad ; que se


reconociera su personeria; que se admitiera para su tramite el recurso de incons-
titucionalidad: que se decretara la suspension de la ley impugnada; y que en su
oportunidad se sefialara dla y hora para la vista.
\
De fondo:

Pidio que al dictar sentencia se ,dec\arani: a) que el Decreto 1725 del Con-
greso de la Republica es inconstitucional por violar disposiciones legales con-
tenidas en nuestra Carta Magna; b) que se ordenani la publicacion del fallo en
el Diario Oficial para que la ley impugnada dejara de surtir efectos.
Se fundo en las leyes citadas en su exposicion y en los articulos 10., 2. y
12 del Decreto 512 del Congreso de la Republica; 222, 262, 263, 264, 265
de la Constitucion de la Republica; 105, 106, 107, 108, 109, 110, III del
Decreto 8 de la Asamblea Constituyente; y acompafio trece fotocopias del
memorial y de cada uno de los documentos que adjunto, asi como un ejem-
plar del Diario Oficial donde se publica el Acuerdo Gubernativo que 10 facul-
ta para interponer el recurso .
tOO JOI{GE MARIO GAI{CIA LAGUARDIA

Promovida la integraci6n de la Corte de Constitucionalidad, e integrada co-


mo corresponde, se reconoci6 la personeria del presentado , se admiti6 para su
tramite el recurso , se suspendi6 provisionalmente la vigencia del Decreto impug-
nado y se sefial6 dia y hora para la vista y habiendose dictado auto para mejor
fallar , se trajeron a la vista los documento s que se especifican en el auto respee-
tivo , entre los cuales se encuentra la eertifieacion extend ida por la Seeretarfa
del Congreso de la Republica con feeha veintid6s de dieiembre anterior que
contiene la ratificaei6n del Decreto numero Ins heeha por dicho Congreso,
por 10 que es el easo de resolver.

CONSIDERACIONES:

La norma constitucional, de grado juridico superior, contiene regulaeio-


nes de orden social, poiftico y econ6mico que mot ivan hi ercaci6n de la ley
secunda ria y determina el procedimiento con arregJo al eual ha de formularse
la ley; a la vez ob!iga que el contenido de la ley quede crunarcad o dentro de
los limites a que ha de atenerse el legislador para eumplir con su funci6n es-
tatal , a justandose al principio rfgido e inalienable que no admite, en la forma-
cion de la ley , violaci6n 0 tergiversacion del mandato constitucional.
Eslt concepto, aceptado en el articulo In de la Constitucion de la Re-
publica. obligatorio para quienes emit en la ley , inforrna el deber legislativo
de respetar , en la formaci6n de la ley , el articulado constitucional en su con-
junt o y no s610 en una de sus partes; vale decir: que el respeto a la norma fun-
dament al debe ser absolut o y no relativo. Lo contrario crearia , en el orde-
nam iento juridico, una inaceptable supe rioridad de la ley en perjuicio de los
preceptos constitucionalesy en contra de la regia d e derecho que ind ica que
las Icyes son derivacion de la Constituci6n de la Republica , nunea con tra-
dictorias de las normas fundamentales.
De aeuerdo con el art feulo 170 de ~onstituci6n de la Republica . co-
rresponde al Congreso de la Repllblica decretar, reformar y derogar las le-
yes, facultad que esta sujeta al cumplimiento del proceso constitucional es-
tablecido en sus articulos 171 , In , 173 , 174 , 175 Y 176. No ohstant e, es-
ta fUIlCil)n Icgislativa esta restringida por la prohibic io n co nstitucional rela-
tiva a que ninguna ley podra contrariar las disposiciones de la Constitucion
de Ia Republica , bajo imperativa sancion de ser nula ipso-jure .
TodD 10 antcrior prt'suponl' quc las leyes decretadas por cI COJlgreso de
la Republica que no se ajusten estrictamente en su contenido a los principios
APENDICE DOCUMENTAL 101

constitucionales, contrariandolos, son susceptibles de ser declaradas incons-


titucionales por esta Corte .
Tambien cabe considerar que , dentro de las disposiciones constitucio-
nales, esta la contenida en el articulo 10 transitorio que clara y expresamen-
te determina que se reconoce validez juridica a los Decretos Leyes emanados
del Gobierno de fa Republica. Este reconocimiento, que es norma constitu-
cional obligatoria, por su naturaleza de transitoriedad y por referirse a dispo-
siciones decretadas y aplicadas con .anterioridad a la vigencia de la Constitu-
cion actual , prevalece en su aplicacion , a los otros preceptos constitucionales.
Se colige, en consecuencia, que si la propia Constitucion de la Republi-
ca da validez juridica a tales decretos leyes, no es justificable fundamentar su
derogatoria legislativa en motivos de inconstitucionalidad.

II

EI ejercicio del Poder Publico esta sujeto a las disposiciones contenidas


en la Constitucion y en las leyes ; empero , cuando las Ie yes violan ° tergiver-
san preceptos constitucionales, privan estos ultimos por ser de superior je-
rarqu ia juridica.
Dentro de nuestro ordenamiento politico, el poder publico se ejerce pri-
mariamente , por tres organismos con at ribuciones propias, entre los cuales
no hay subordinacion ni duplicidad : el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
De suert e que se viola la Constitucion de la Republica cuando uno de estos
tres organismos se arroga atribuciones 0 funciones regJadas de otro y, en es-
te caso , sus disposiciones adolecen de vicio de inconstitucionalidad.
EI articulo 240 de la Constitucion de la Republica, en sus dos prim eros
parrafos, establece que corresponde a los tribunales de justicia la potestad
de juzgar y que la funci on judicial se ejerce, con exclusividad, por la Corte
Suprema de J usticia y demas tribunales de jurisdiccion ordinaria y privativa.
Consecuentemente, a los otros dos organismos les esta vedado, en estricto
cumplimiento de este precepto jurfdico, ejercer la funcion judicial, que in-
cluye, de conformidad co n el articulo 263 de la Constitucion de la Republi-
ca, la potestad que Hene la Corte de Constitucionalidad de conocer y resol-
ver, privativamente, los recursos que interpongan contra las leyes de car:ic-
ter general que contengan vicio parcial 0 total de inconstitucionalidad.
Significa 10 anterior que el Congreso de la Republica, aun en el ejercicio
de su poder soberano de legislar, no puede arrogarse la facultad de declarar
que una ley es inconstitucional.
Esto no obsta para afirmar que el Congreso de la Republica, como au-
toridad legislativa, en la formacion de la ley, tiene no solo la potestad sobe-
Tall a sino la obligacion de velar por la constitucionalidad de una ley por emi-
tirse 0 proyecto de ley , porque a ello esta obJigado por la propia Constitucion
102 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA 7

que Ie ordena acondicionar todas sus resoluciones a 10 dispuesto por la Ley Fun-
damental; pero constitucional y estrictamente , Ie esta vedado , como ya se dijo,
hacer estimaciones que presupongan una declaratoria de inconstitucionalid ad
de las leyes que ya estan en vigor, toda vez que esto ultimo es atribuci6n ex-
clusiva de la Corte de Constitucionalidad, en virtud de 10 ord enado por los ar-
ticulos 263 de la Constitucion de la Republica y 106 de la Ley Co nstituci o-
nal de Amparo , Habeas Corpus y de Constitueionalidad .

La accion de una nueva ley sobrelas relaciones juridicas nacidas bajo la


proteccion de una ley anterior , constituye la retroactividad; por el contrario ,
la irretroactividad es la aplicacion exclusiva de cada ley a las relaciones jurf-
dicas nacidas durante su vigencia y bajo su imperio. Las leyes positivas no
existen sino cuando se promulgan y no pueden tener efecto sino cuando exis-
ten ; retrotraerlas en sus efectos , salvo excepcion preestablecida , serfa atenta-
torio a la estabilidad juridica. Consecuente co n estos principios nuestra Cons-
titucion, en su articulo 48, expresa que la ley no tiene efecto retroactivo , sal-
vo en materia penal cuando favorece al reo.

IV

Con apoyo en 10 anterior y al hacer el estudio comparativo que corres-


ponde aI presente recurso, se estima:

El siete de ~ciembre de mil novecientos sesenta y siete, el Congreso de


la Republica e'~o el Decreto numero 1725 y por haber sido vetado po r _el
Presidente de la Republica , 10 ratific6 eI d fa diez de junio de mil novecien -
tos setenta, con el voto de las dos terceras partes de sus miembros, previo dic-
tamen del Consejo de Estado. Posteriormente, por no haber sido promulga-
do por el Presidente de la Republica el Decreto numero 1725 fue publicado
en el Diario Oficial del diez y seis de julio del ano pasado, en cumplimicnto
de resolucion de la Comision de Regimen Interior del Congreso.
Este decreto derogo los Decretos-Ley es emitidos por el .l efe de Gobier-
no de la Republica numeros 2 , 11 ,27,52,64 , 68 y 219, y el Congreso de
la Republica aI hacerio, considero que tales decretos leyes, tanto en su inten-
cion como en su forma , eran contrarios a la Constitucion de la Republica.
No puede negarse que es potestad del Congreso de la Republica , como se
expreso anteriormente , derogar las leyes que a su juicio son inconvenientes pa-
ra el ordenamiento juridico de la Nacion; pero los motivos que tenga ese Or-
APENDICE DOCUMENTAL 103

ganismo para cumplir con su funcion ~s latal , 110 pueden traspasar los linue-
ros de la jurisdiccion de los otros organismos, sin incurrir en una violacillll
de la Constitucil)n, ley fundamental que uelimita las atribllcioll es dl! cada or-
ga nismo del Estado.
Tal co mo s~ Illaniri esta en parrarCl S anteriores, la inconstitll c iuJl alitia u ue
las leyes solo pu ede ser declarada pm eI Organismo Judic ial , y, en el caso sllb-
judice , se ve que el Congreso de la Repllblica, aJ emitir el Dec reto NUlllero
1725 fundament o la derogatoria de las leyes que ind ica, en una calificaci6n
de inconstitucionaJidad de las mismas, 10 cual presupone una declaratoria de
inconstitucionaJidad. Esta declaratoria de inconstitucionaJidad - privativa de
esta Corte- integrante del Decreto numero 1725 y base del mismo , 10 vlcla
en su totalidad , porque solo a ella com pete hacer aquella dedara toria den-
tro de los procedimi ento s judiciales establecidos para esta materia.
Por otra parte, el articulo 10 de las Disposiciones Transitorias y FinaJes
de nuestra Constitucion, d io validez juridica a todos los Decretos-Leyes ema-
nados del Gobierno de la Republica, los cuales, por taJ circunstancia, ten ian
vigencia por mandato constitucionaJ al ser aplicados.
Lo expuesto hace estimar a esta corte que el Decreto del Congreso de
la Republica numero 1725 es inconstitucional.

EI Decreto del Congreso de la Republica numero 1725 deroga los Deere-


tos Leyes que indica calificandolos de inconstitucionaJes, a los cuales dieron
validez jllridica el Decreto numero 2 de la Asamblea Nacional Constituyente
y la propia Constitucion de la Republica actual, en Sll articulo 10 de las Dis-
posiciones Transitorias y FinaJes; desconoce e invalida relaciones jurfdicas
entre el Estado y particulares, que nacieron bajo el imperio y proteccion de Ie-
yes exis\entes aJ tiempo de su aplicacion y que son anteriores a la vigencia del
Decreto numero 1725 citado, y crea, ademas, un procedimiento especifico
para que relaciones juridicas afectadas por algunos de los decretos derogados,
vuelvan al estado que ten ian antes de la emision de estos ultimos, procedimien-
tos dentro del cual reconoce derechos de propiedad a favor de personas par-
ticulares sobre bienes in sc ritos actualmente a favor uel Estado.
En co nclu sion: se considera que el Dec reto del Congreso dc la Republi-
ca numero 1725 , fu e emitido para aplicarse retroactivam ente, es decir no res-
pctando 10 realizado bajo el imperio de las leyes anteriores que deroga, por 10
cual, desde su origen, es incollstitucionaJ.

v
En virtud de proceder la d ec laratoria de inc onstitucional del Decreto del
Congrcso numero 1725 por los 1Il0tivos ex presado s. no se analizan, por inne-
104 JORG E GARCIA LAGUARDIA

cesarios los demas aducidos por el recurrente. Tampoco se entra a conocer


sobre los efectos de caracter economico que sefiala el recurrente porque tal
materia no es de la competencia de esta Corte, dadas las finalidades limitati-
vas, extraordinarias y propias del recurso de inconstitucionalidad.

Leyes Aplicables:

Leyes citadas y 77 parrafo segundo , 246, 262, 263, 265 de la Constitu-


cion de la Republica; 19 , 106, 108, 109 , 115 Ley Constitucional de Amparo,
Habeas Corpus y de Constitucionalidad; 50 . inciso d), 27, 157, 159, 168 , 169
de la Ley del Organismo Judicial.

paR TANTO :

La Corte de Constitucionalidad, DECLARA: a) CON LUGAR el presen-


te recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el Procurador General de
la Nacion y JeFe del Ministerio Publico ; b) que el Decreto 1725 del Congre-
so de la Republica es Inconstitucional y, como consecuencia, queda sin vigor
a partir del d ia siete de Diciembre de mil novecientos setenta , fecha en que se
publico su suspension provisional, ordenada por est a Corte ; y, c) manda pu-
blicar el presente Fallo en el Diario Oficial como corresponde. Notifiquese
y oportunamente devuelvase los procesos pedidos para mejor fallar. Entre
Iineas : 10 ratifico, lease.- Entre Lineas: ordena que, lease.- Entre lineas: ins-
crito , lease. - Testado: 169 , no vale.
APENDICE DOCUMENTAl. 105

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD Guatemala , primero de septielllbrc


de mil novec ientos se tenta y ocho.
Se ti ene a la vista para dictar se ntencia el RECURSO DE INCONSTITLJ-
CIONALIDAD presentado par el ciudadano ENRIQUE ALFREDO PERAL-
T A AZURDIA, guatemalteco, de este domicil io, Militar y quien comparecio
can el auxiliu de los Abogados: Guillermo Davila Cord ova , Rodolfo Gonza-
lez Roche , Orlanuo Orellana Orellana. Francisco Gularte Cojulun , Ramiro
QlIint)lleZ Valencia, Jose Antonio Fue nt es Orellana, Gabriel GirlHl Ortiz, Ce-
sa r Romero Munoz Noriega , Arnalda John sto n Sanchez y J orge Alberto Gal-
damez Esca mill a. EI objeto del Recurso se contrae a que se declare la INCONS-
T ITUCIONALID AD de los Decretos numeros DOS GUION SET ENT A Y
OCHO (2-78) y TRES GU ION SETENTA Y OCHO (3-78) del Congreso de 13
Repllblica , ernitido s el trec e de marzo del ano en curso .

RESUMEN:

I. DEL ESCR ITO DE LA INTERI'OS ICION DEL RECU RSO : EI ve in -


tit res de junio del corriente ano comparecio ante el Senor Presid ent e del Or-
ganismo Judicial y de la Corte Suprema de J llsticia, el Coronel ENRIQUE
ALFREDO PERALTA AZURDIA , con el auxilio de los Abogados mencio-
nados, a int erponer Recurso de In constitu cionalid ad contra los Decretos del
Congreso de la Republica numeros DOS GUION SET ENTA Y OCHO (2-78)
Y TRES GUION SETENTA Y OCHO (3-78), emitidos el trece de marzo del
ann en curso. Manifesto que actuaba en su propio nombre, como ciudadano
en el pleno ejercicio de sus derechos civiles y polfticos y como candidato que
fu e a la Presidencia de la Republica , en las elecc iones generales celebra das el
cinco de marzo citado; as! como diredamente afectado pa r los mencionados
Decretos, de donde hace derivar su int en~s juridico en el presente caso.
En los ant ecedentes del rnisrno , expllso: que como co nsecuenci a de la con-
vocatoria para elecciones de Presidente y de Vicepresidente de la Republica,
hecha mediante el Acuerdo Gubernativo nllInero doce guion setenta y siete
(12-77) del dieciseis de octubre de mil novecientos setenta y siete, inscribie-
ron can did atos para los cargos de Presidente y Vicepresidente de la Republica,
los sigllientes partidos politicos : PARTIDO REVOLUC IONARIO (P.R .),
PARTIDO INSTlTUClONAL DEMOCRATICO (p.I.D.), MOVIMIENTO DE
LlBERACION NACIONAL (M.L.N.) y DEMOCRACIA CRISTIANA GUATE-
MALT EC A CD.e.G .). Que el fue inscrito co mo candidato del Partido Movi-
mi ento de Lib eraci6n Nacional y que por tal razon, las leyes impugnadas Ie
afectan dirertament e. Los partidos politicos postlilantes no tenian facultad
para inscr ihir ca nuidat os a la Presiden cia y a la Vi cepresid encia ue ]a Repu -
blica. pll es para ello era necesario que estuvieran previamente inscritos en cl
Registro Electoral. Si bien, de hecho aparece su inscripcion en los libros res-
106 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

pectivos, tal inscripcion habia caducado legalmente , por haber transcurrido


mas de cuatro aiios de la misma sin haberla renovado oportunallJente. De
ahi que a la fecha de la convocatoria y con mas firmeza , a la fecha de inscrip-
cion de candidatos, los partidos politicos mencionados no existian Icgalmen-
te; mas bien , eran insubsistentes como instituciones de derecho Publico; sin
embargo, pese al hecho de que los partidos politicos habian perdido los de-
rechos y privileg ios que les otorga la Co nst itu.::io n y la Ley , por haber cadu-
cado su inscripcion, acudiero n a la convocato ria e inscribieron candidatos; y
en general, ejecutaron actos qu e son juridicam ente insub sistentes, por 10 qu e
resulta la total insubsistencia de todo el proceso electoral, ya que tambien
son insub sist entes los actos ejecutados por los organos electorales: Registro
Electoral , Co nsejo Electoral y Congreso de la Re publica. El proceso electo-
ral de Presidente y Vicepresidente de la Republica para el periodo de mil no-
vec ientos set enta y ocho a mil novecientos ochenta y dos, comenzo can la
co nvocatoria a elecciones y debia de t erminar con el Decreto del Congreso
proclamando po pul armente electos a los ciudad anos que hubieran obtenido
mayo ria absoluta de votos; 0 b ien elegir en planilla , entre las dos que hub ie-
ran obtenido mayor numero de sufragios, cuando no se hubiere producido
la mayoria absoluta de esto s. Para lI egar a la situacion descrita, el Congre-
so debio hacer el escrutinio de las elecciones en el que era necesario y obli-
gada, el ancilisis de todo el proceso electoral , empezando por la convocato-
ria , si estab a 0 no en tiempo, d espues con las inscripciones de los candida-
tos, si los partidos postulantes y que los inscrib ieron ten ian 0 no aptitud cons-
titucional para hacerlo, amen de 1a calidad de ell os; y en general, de la pure-
za de todos los demas actos del proceso eleccionario , con 10 que no se CUI11-
pli6 .
EI recurrente invoc6 como derecho positivo para accionar el inciso 40.
del articulo 264 de la Constituci6n y 107 inciso 40. del Decreto Numero 8
de la Asamblea Const ituyente de la Republica de Guatemala. Bajo el rubro
motivos junaicos de fa impugnaci6n hizo un analisis del contenido de los De-
cretos DOS GUION SETENTA Y OCHO (2-78) y TRES GUION SETENTA
Y OCHO (3 -78) del Congreso de la Republica, y Ilego a la conclusion de que
por las razones expuestas y relacio nadas con la insubsistencia del proceso elec-
to ral el CONGRESO no debi6 hacer elecc i6n de segundo grado , no obstante
la hizo e incurri6 en eI erro r de hab er declarado popularmente electos a lo s
ciudadanos a qu e se refieren los Decretos impugnad os, 10 que a su juicio no
era procedente. Al efecto c it6 la norma constitu cional 166 en sus incisos 20.
y 30 ., que disponer que cuando no se haya prod ucido a favor de los partici-
pantes en las eleccio nes, la mayo ria absoluta, el Congreso elegini entre las
dos planillas que hayan obtenido mayorta relativa. Por otra parte, manifes-
t6 el recurrente que el contenido del Decreto que proclama popularmente
electos Presidente al General de Brigada Fernando Romeo Lucas Garcia y
APENDICE DOCUMENTAL 107

Vicepresid ente de la Republica al Doct or Frallcisco Villagran Kramer, pCrlni-


te que las personas electas pennan ezca n 1111 dia mas en el cjercicio dc ta les car-
gos, 10 que infringe los articulos 182 y 19 I de la ConstitucilllJ: IknulI<.:io co-
mo violados, ademas, los articulos 10., 19, 25,27,28,29,30,3 1 Y 187 de
nuestra Carta Magna; y pidi6, se declare que los Decretos impugnadu s no til'-
nen validez por Inconstitucional es.
II. - EL ESCRITO DE OPOSIC'ION AL REC' URSO, PRESENT;\\)O POR
EL MINISTERIO PUBLICO: EI Mini sterio Public o al evacuar la audicncia ljlle
se Ie confiriera con motivo del recurso, expreso: que nuestro ordenamiento
juridico para garantizar la invulnerabilidad de los principios contenidos (' n la
Constituci6n de la Republica, instituye disti ntas defensas, entre otras. el Re-
curso de Inconstitucionalidad; pero al co nocer tal recLirso contra las [eyes y
disposiciones gubernativas de caracter general, la s pro pias norlll3 S l ega ! c ~ t ien-
den a evitar que se abuse de esta defensa, para 10 cual limita la facu lt ad de ha-
cer uso del mismo a las tres entidades de derecho publico a que se refieren los
art iculos 264 de Nuestra Carta' Fundamental y 107 del Decreto 8 de la AsaJll-
blea Constitu ye nte; y a los particulares s610 cuando la ley () disposieio n que
impugnan, les afeeta directamente; 0 sea que desconozca, anule, restrinja 0
afecte en cualquier forma, un derecho que les sea reconocido en el orden le-
ga l. El impugnante afirma y acredita que fue candidato a la Presideneia de la
Repllblica en las eleccio nes del cinco de marzo del corriente alio, por 10 que
Ie afeetan los Decr etos 2-78 y 3-78 del Congreso ; pero no aclara, porlJ,u e Ie
pe~udi c an esas leyes ni concreta eual es su derecho afectado , pues el solo he-
cho de haber sid o ~a ndidato a la Presidencia , no generan esas leyes peljuicio
para el, salvo que las votaciones Ie hubicran sido favorable s con la lllayuria
absoluta, circu nstancia que ni afirma ni demuestra. Todo 10 eontrario, ac ep-
ta expresamente que el Congreso de la Republica eligi6 Presidente y Vicepre-
sidente entre las dos planillas que ob tuvieron mayor1a relativa de votos. Lu e-
go, si no existe perjuicio en lo s derechos del recurrente, este carece de legiti-
\
macion.
Ademas, al sostener que los partidos que fueron a las elecc iones para Pre-
sidente y Vicepresidente de la Repllblica, no figuraban legal mente inscritos
en el Registro Electoral, ya que solo 10 estaban de hecho al no renovar su ins-
cripci6n, en lu gar de haber acreditado su legitimidad en la impugnacion , el
mismo expresamente la desconoce, 10 que revela incon sistenc ia en su plantea-
miento . Lo juridico aI rcspccto es que mientras una inscripci6n efectuada
legalmente no se halla cancelado ni suspendido, produce efectos juridicos_
En todo caso, si las inscripeiones de los respectivos candidatos eran defectuosas,
quien asi las conceptuara debi6 inlpugnarlas en la forma y tiempo que pres-
cribe la Icy, ya que todo acto admin istrativo genera un recurso del que puede
hacer uso quien sea afeetado, y en materia electoral, la Ley es prodiga en de-
fensas. Expuso tambicn , que no existe en la Constitucion un precepto que
108 JOI{G E MARIO GARCIA LAGUARDIA

nomle que en el texto de una ley que se rela cione con actos ej ec utado s por el
('ongreso , esta deba expl icar como llevo a cabo el acto re spectivo; ni puede
prejuzgarse que tal acto no se efec tuo como debe ser , por 10 que si el Congreso
practico el escrutinio de las elecciones y las estimo legales, no puede tacharse
de inconstitucional el Decret o DOS GU ION SETENTA Y OCHO (2-78), como
tampoco el Dec reto TR ES GU ION SETENT A Y O('HO (3-78) que no sign i-
fica ma s, qu e Ja co nst anc ia de un a realidad, 0 sea , 10 actuado por el ('o ngreso
de spues de las eleccio nes; y como consec ucnc ia de cst as, la proclamaci6n de
los candidatos c1ecto s para Presid ent e y Vi ce presid ent e de la Repllblica , en 10
que ajusto a preceptos constitucionales vigentes. Agrego, qu e el criterio de
la Institucion respec to de las objeciones consistentes en la inclusio n de la ex-
presion popularm ellte eleetos, y que el period o presidencial se prol ongo al
computarse del primero de julio de mil novec iento s sete nt a y ocho, <1,1 prime-
ro de julio de mil novecientos oc henta y dos , ca rece n de as id ero legal. La
primera, porque se trata de ull calificativo que en mod o alguno afect a la na-
tural eza juridica de los cargos meneionados ; y la segunda , porqu e el articul o
187 de la (,onstitucion dispon e que el Presid ent e elec to tomani po sesi6n de su
ca rgo el prim cro de julio siguient e a su clecc ion ; de donde cn el ll1 omento en
qu e tom3 po sesion de su ca rgo el nu evo Presid ent e. cI anterior deja de se rl o.
pues no pu eden existir dos Presid ent es y dos Vicepresidente s al mismo ti em-
po, IIi tam poco pu ede quedarsc sin President e la Repub lic<l pOI' algl'lIl l11omen-
to, ('oncluyo su exposicion enfa tiza ndo qu e el recurrente ni tiene legitim a-
cion para interpon er el recurso, ni las razo nes que invoca gene ran inco nstitu -
cionali dad de los Decretos quc impu gna,
111.- DE LOS ALEGATOS DEL MINISTERIO PUB U CO Y DEL RE('U-
RR ENTF : EI dia de la vista. el Mini sterio Pllblico reitero los argumentos ex-
puestns en su memorial presentado al evacua r . la (Iud iencia inicial qu e se Ie
corriera, especialmcnte , que en el caso de que se trata , se evid encia qu e el in-
terp onent c careee de kgitilllidad pOI' 11 0 afectarle directamcnt e los Dccretos
illlpll gnados, lIi se r titular de 1I11 dercch o dcsconoc ido. di slll inllid o 0 tcrgiver-
sado po r los llli sl11os, y qu e el hecho de no hab erle favorec ido e1 resultado de
las elecciolles , no Ie da la posibilidad juridica de presentar con exito el Re-
curso de lnc o nstitu cio nalid ad, Insistio en que el ('ongreso de la Repllblica
31 .:mitir los Decretos qu e SC cII .:sti u n<1n , se ajll st() a tL'rmi nant es prcce pt os
con stitllcio na\e s y qlle si declar() la valid e!. de las eleccioncs. fue porque las
enco ntr\) sin vi eio algull o , Reriric') finalm ent e, que la ('o rt e de ('Ullstitllciona-
lidad dchn:i cX:lIl1illar la dllC IIII1l'ntac i(i n qu e aC(}l11p3iil) el rcc urrel1t.: p:na de-
ICrIl1inar si l' S U II() titlllar dc 1111 derceho viulado; confrol1t ar <lnaliticall1cllte la s
kyc s impII gnadas con 13s nOrl11:IS (k 1:1 ('nnst itllc ion que sc sc ihIaI1 infrillgida s,
y L't )11 ha se l' ll l'1 C\; II1I CI1 r l'~ plxti \,1l Sl' lkc larl' sill lugar d rl'l' lIr S(), dadas LIS ra'
I O Il c'S jllridi(:as adll c id as po r l'1 o)lollcntl' .
APENDICr. DOCUMENTAl. 109

Por su parte. el Coronel Enrique Alfredo Peralta Azurdia expreso: qu e las


ley es impu g n~das Ie afe ctan en forma direc ta porque ponen fin d efinitivamente
al proceso electoral en el c ual participo CO Ill O candidato presidencial, impidiendo
que el ejercieio del sufragio se produzca con apego a la libertad y pureza y por
ende, que constituya fi el expresion de la vo luntad popular ; y que la inco nstitu-
cionalidad alcgada por el es obvia po rqu e las persona s a qui enes se declar<l po-
pularm e nt c elec ta s Presidentc y Viceprcsidente, fu ero n inscritas como ca ndida -
tos por partidos politicos que no tenian calidad ni aptitud COIllO tales, por ha-
berse extinguido su inscripcion . Que el enfoque que hace el Ministerio Ptlblico
es err6neo. antijuridico e insostenible , porque la inconstitucio nalidad por el
alega da, no se refiere a nulidad es de actos impugnables en la via administrati-
va, sino a la suspensio n 0 ca ncelac ion de los partido s politicos conforme la Ley
de la materia, las qu e se producen de plen o derecho, cuando estos dejan de cum-
plir los requisitos para serlo, dentro de los cuatro anos de vigencia de su inscrip-
ci6n como instituciones de Derecho Publico; y que reconocer la atribucion del
Co ngreso de la Reptlblica de pronunciarse ace rca del proceso electoral. en 10
que concierne a Presidente y Vicepresidente , no implica admitir qu e los De-
cretos DOS GUION SET ENTA Y OCHO (2-78) y TR ES GUION SETENTA Y
OCHO (3-78) del misnl o, tenga n validez. Solicito que para m ejor fallar la Cor-
te de Constitucionalidad mandara traer a la vista los antecedentes relaci o nado s
con el proceso electoral recien pasado, desd e su iniciacion hasta su conclusion ,
y que se dictara una sentencia con apego a la Constitucion de la Republica y
demas leyes aplicables.

CONSIDERACIONES.

La concepcIon ullitaria del ordenamiento juridico del Estado de Derecho,


evidencia en su estruc tura jerarquica la coexistencia de normas de diferente
rango y naturaleza, vinculadas entre si por un fundamento comun de validez
y cuyo proceso de creaci6n y aplicacion, comienza con la norma constitucio-
nal , de indiscutible supremacia , por derivar de la misma las instancias superio-
res de pod er y la legitimidad d e todo el complejo nonnativo; sigue con las le-
yes ordillarias, ge nerale s y abstractas y sus reglamentos; y concluye con las sen-
tencias judiciales. actos administrativos y negocios juridicos, que como normas
individualizadas hac ell referenc ia a situaciones concretas. Se establecen asi,
de nt ro de cada sistema jurid ico positiv~, relaciones de subordinacion entre las
nonnas de menor jerarqu ia (fundadas) respec to de la Ley Fundamental (fun-
dallte) ; y de supraordinacion entre esta ultima y los preceptos menores ; rela- ·
cioncs que hacen Ilcccsario el mantenimiento mediante mecanisnlOs adecuados,
del imperio de la Constitucion. el cual no solo implica su cumplimiento, sino
110 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

tambien la confomlidad de las reglas general es de escala inferior. Es (:sta IlCCC-


sidad, sentida en todas las naciones de tradicion juridica , la que ha dado luga r
al surgimiento de la furisdicci6n Constitucional, rama de la admin istracion
de justicia que tiene por objeto especffico, los conflictos relativos a la legitimi-
dad de las leyes_ En nuestro pais, la J usticia Constitucional tiene sus funda-
mentos en los art iculos de nuestra Carta Magna siguientes : 172 que prescribe:
Ninguna ley podra contrariar las disposiciones de la Constituci6n. Las [eyes
que violen 0 tergiversen los mandatos constitucionales son nulas ipso jure;
246 parrafo primero, que reza: LoS' tribunales de justicia observaran siem-
pre el principio de que la Constituci6n prevalece sobre cualquier ley 0 trata-
do internacional. Se asegura su efectividad al crear el articulo 262, la Corte
de Constitucionalidad, tribunal extraordinario cuya competencia est a delimi-
tada por el articulo 263 parrafo primero , aI expresar que Conocera de los re-
cursos que se interpongan contra las leyes 0 disposiciones gubernativas de ca-
racter general, que contengan vicio parcial 0 total de inconstitucionalidad;
o 10 que es 10 mismo, que su funcion es estrictamente juridica 0 de confron-
tacion de· la ley con la norma co nstitucional , que puede ser vulnerada tanto
en su aspecto intrinseco 0 en su contenido, como extrinseco 0 formal, al no
acatarse los tramites senalados para su emision. Por ello , apunta el articulo
265, que si la sentencia que se dicte declara la inconstitucionalidad de la ley
o disposicion gubernativa de caracter general , quedaran sin vigor. EI analisis
de estos preceptos legales reiterados por el Decreto numero 8 de la Asamblea
Constituyente de 1a Republica , permite observar que son presupuestos del re-
curso de inconstitucionalidad , la existencia de una ley 0 disposicion gu berna-
tiva de caracter general, que se impugnan; y el vicio de lesa majestad que los
invalida, referido a articulo 0 articulos constitucionales exp resos; de modo que
si no concurren esos requisitos, el examen juridico a que se contrae el recurso,
no puede realizarse , ni existe materia constitucional propiamente dicha que
juzgar.

II

Con las premisas anteriores, se examinan el recur so de inconstitucionali-


dad presentado por el Coronel Enrique Alfredo Peralta Azurdia de cuya ex po-
sicion se infiere, que impugna los Decretos numeros Dos guion setenta y ocho
(2-78) y Tres guion setenta y ocho (3-78) del Honorabl e Congreso de la Re-
publica, emitidos el trece de Marzo del ano en curso y publicados en el Diario
Oficial numero veintidos del catorce del mismo meso EI primero de dichos
Decretos declara la validez de las elecciones realizadas el cinco de Marzo de
este ano, en todos los distritos Electorales, para elegir Presidente'y Vicepre-
sidente de la Republica; y el segundo, proclama popularmente electos al Ge-
neral de Brigada Fernando Romeo Lucas Garcia y al Doctor Francisco Villa-
APENDICE DOCUMENTAL 111

gran Kralll e r, par~ ejcrce r tJl es cargos, ourallte el pe rjodo cll nstituciol1al del pri·
mero de julio de mil novec ientos ochent a y oos; y dispone aJclllas qu c en se·
sion solel11ne del Congreso, se les reciba la prot esta de legitilllacio n para int er·
poner el rec llrso, que como ca ndidato a la Preside nc ia d e la Republica en las
elecciones celebrad as el ci nc o de marzo citado, rue afectado por los indicados
Decretos, los cuales el afirma que son inco nstitu c ionales. !\rglllllcnl3 en apo·
yo de la Incostitucio nalidad del Dccreto Dos gu iCl n scscnt a y nc h<l (2 ·7R ). que
las Entidades Pol iticas postulantes: Partido Revo lucionario (P. R.), Partido
Institucional Democnitico (P.LD .), Movimiento d e Lib eraci o n Nacional (M .L.N.)
y Democracia Cristiana Gua temalteca (D.C.G.), no estaban legal mente inscri·
tos en el Registro Electoral, ni en el momen ta de la convoca to ria a elcccio nes
ge neral es, ni en el de la inscripcion de sus candidatos, pues la in sc ripc i6n de di-
chos partidos, habia caducad o aI vence rse los cuatro anos de durac i(1 1l que la
Ley EleCtoral concede a tal inscripcion , sin hab erI a estos renovado; por 10 que
co neluye , que tanto los partid.os mencionados, como las inscripciones de su s
ca ndidato s, son insubsistentes; y en ge neral , todo el proceso elecc ionario, in-
e1uso los Decretos impugnado s, habida cuenta que son actos realizados po r el
Congreso de la Repu blica como o rgano electoral. Cita como infringidos los
art icul os 29 , 30 y 166 inci sos 20. y 30. de la Constitucion de la RepLlblica .
En contra del Decreto Tres guion setenta y ocho (3·78) manifiesta , por una
parte, que el Congreso de la Republica solo puede declarar populannente eJec·
tos, Presidente y Vicepresidente, a los c iud ada nos qu e hubieren obtenido rna ·
yorra absoluta de votos, pero no , como 10 hi zo , a quienes hubiere elegido en
planilla 0 en segundo grad o . Y por la otra, que el pro clamar popularmente
electos al General de Brigada Fe rn ando Rom eo Lucas Ga rc ia y al Doctor Fra n·
cisco Villagran Kramer, como Presid ente y Vi cep resident e, respectivamente,
para ejercer dichos cargos durante el perfodo constitucional del primero d e
julio de mil novecientos setenta y ocho, al primero de julio de mil novecien-
tos oche(lta y dos, prolongo por un d ia mas el periodo presidencial, 10 que
contraria flagrantemente los articulos 166 incisos 20 . y 30., 182, 187 y 191
de la Constitucion de la Republica, los que estima violados.

JII

Ahora bien , si cI proceso eleccionario esta formad o po r una se rie de actos


concatenados con se ntido preeluyente, que se inicia con la convocatoria a el ec·
ciones y tennina con el Decreto del Honorable Congreso de la Republica que
proelama popularmente electos a los ciudadanos que hubieren obtenido ma-
yoria absoluta de votos; 0 fueren elegidos en planilla entre las dos que hayan
obtenido mayor numero de sufragios, cuando no se hubiere producido la ma-
yoria absoluta es obvio que las irregularidades que se cometan dentro del mis-
1110, deben ser impugnadas o portunamente y por medio d e los recu rsos 0 ac-
112 JORCI ': MARIO CA\{C1A LACUARDIA

ciones pertincntcs qu e la Ley de la mat eria concede a los perjudicados, De ahi,


que si las inscripciones de partidos y candidatos eran anomalas 0 insubsist cntes.
COIllO 10 asevera el recu rrente , dcbi eron atacarse en la etapa respectiva, Consi·
guientemente, esos actos no pueden examinarse mediante un recurso de incons·
titucionalidad . AsimiSl1lo , es de haeer notar que los actus juridicos tienen pie·
na efi eiencia, mienl ra s una declaracion oficial de un organo estatal no los prive
de sus erectos; pli es la caducidad substantiva alegada, en nuestro sistcma juri·
dico no opera de pl eno derechll . sino que tiene qu e se r dcclarada por Tribu·
nal 0 autllridad competcntes, En suma, el cotejo del Decreto Dos guion set en·
ta y ocho (2·78) impugnado , con los articulos 29 , 30 y 166 incisos 20. y 30 .
de la Constitucion de la Republica, evidencia que estos no fueron infringidos,
ni directa ni indirectamente , par 10 que no existe el vieio total 0 parcial de in·
constitueionalidad invocados , en relacion a este Decreto, Y en punto a ,tal se·
fialamiento , procede tal1lbien observar que la ealidad de la que hace derivar Sll
legitimidad el presentado para interponer el recurso objeto de examen, 0 sea su
inscripcion como candidato presid encia l y Sll co rrelativa participacion en las
elecciones generales , illlplieitamente es negada por el mismo, cuando afirma
la insllsbsistencia de los Partidos Politicos entre los cuales l1l,enciona cl qlle 10
postuk) y de las inscripciones de SliS candidat os, pues eI recurso en esas c ir-
Cllll stancia s estaria interpueslo por una persona no candida to, por end e, sin
int eres ni agrav io 10 qu c es juriJic3mente co ntradictorio , apal1e de que ac·
cionar en esas condiciones, implicaria prcvalerse de su propio error, inacep·
tJbl e par;1 la log ica y el Dereehn.

IV

Adcm3s, si en el Derecho nlllllero Tres gUIOn setenta y ocho (3-78)se


procla l1l() popli/anl/ellte e/ectos a los ca ndid atos Presidencial y Vicepresiden·
cial, qllc obtlivicl'llll la rnayoria cn la eleccio n de segundo grado, expresi6n
empleJd:l por 1:1 C'onstituci6n para cI supll esto de 1a mayoria absoluta de vo-
los, a juic io de esta ('ortc, ell o no configura ,lIn vicio de inconstitucionalidad ,
no solo porque no existe prohibicion expresa de emplear esa frase para los
candidatos e1ectos en esa fomla , sino porque ellos no son menos popularl1len-
te clectns en sufragio de segundo grado, ya que su elecc i6n siemprc es refren ·
dad;1 PUI Ulla mayoria dl' L'iudadallu$ y til' sus kgil inHlS reprcsciltantes ant~ el
Congrcso. 19ualmente, qu~ se hayan proclamado electos a los candidatos Ge-
neral de- Bri ~ ad ; 1 i-'nnando ROIll Cl) l.uL'as Carda y Doclor Francisco Villagr;in
~rallll' r , para cjl'l't:l'r aqllcllus cargos. dural1ll~ cI pcriodu cunstituciunal del pri·
ml'ro de julio de mil nuvecientos sctenta y ocho, al primero de julio de mil
1I1l\'l'L' il' lli oS oLill' l1ta y dlls . LlI1lIH)L'P plIcdc cO llsidcrarsc CU IllO UI1 vieio dc lo s
,!IIL' Slli l 111 ;ltl'ria de L 'PI10l'il llicnto de l' ~ tc Alto Tribunal. PUl' S. basta subraya r
cI ca lit'i t:al iv() de ((JIIstitllciolla/ incluido CI1 el tcxlo dcl \)ecrclo para disipar
APENDICE DOCUMENTAL 113

cualqllier duda aI respecto, ya que se refiere precisamente a un periodo de cuat ro


afios improrrogab les. Por 10 demas, esa redacci6n ha sido reiterada en otros
Decretos similares, y no se Ie ha rebatido como violatoria d e los articulns 166
incisos 20 . y 30 ., 182,187 y 191 de la Constitllcion de la Republica.

v
EI recurrente tambien c ita como violado s en el tex to de Sll reClIr so, los ar-
ticulos 10., 19, 25, 27 Y 31 de la Co nstitucion de la Republica, los cuales al
confrontarlos con los Decretos impugnados se colige c1aramente, por la ma-
teria que tratan , que ninguna incidencia lesiva produjo en estos la emisio n
de los Decretos citados, por 10 que se concluye que respecto de los mismos,
tampoco ex iste vicio de inconst itucionalidad; ma xime que el presen!ado no
esgrimio tes is alguna sobre las hipot eticas infra cc iones constitucionales.

VI

EI propio co ntenido de los Decretos impugnados demuestra que el Hono-


rable Co ngreso de la Republica al emitirlos, no incurrio en vicio cOllstitucio-
nal alguno, pues 10 hizo en el cum plimiento de 10 prescrito por el articulo
166 incisos 20 . y 30. de la Constitucion, qu e Ie asigna la atribucion de : F/e-
gir Presidente y Vicepresidente de fa Republica, ell pfaniZla, en tre las £los que
hay an obteilido mayor numero de sllfragios, ell el caso de que no se hubiere
obtellido mayon'a absoluta de votos; 0 d icllO en otras palabras, . el Decret o
Do s guion setenta y ocho (2-78) es consecuencia de un acto realizado por el
Honorabl e Co ngreso de la Republica , como o rgano electora l su premo ; y cl nu-
mero Tres guion setenta y ocho (3-78), es producto de un acto soberano, como
10 es, la eleccion de segundo grado ' lIevada a cabo en ejercicio de un derecho
que sien~o originario, se 10 ha conferido el Pueblo dentro de su representacion
delegada. De 10 anterior se infiere, que los Decretos de que se trata , fueron
emitidos co nstitucionalmente, mo tivo por el que, en conclusion, el recurso ana-
li zado no puede prosperar y debe imponerse a los abogados patrocinantes la
multa que correspo nde; as! como condenarse al interponente al pago de las cos-
tas causadas.

Leyes Aplicables:

Los articulos citados y 45 de la Constitucion de la Republica 105, 106,


107, 108, 109, III d el Decreto numero 8 de la Asamblea Constituyente de
la Republica de Guatemala, 20, 28,34,37,40,41,43,44,55,57,61,93,94,
103 , 104, 108,109, III , 113, 114, 116 del Decreto Ley numero 387 .
114 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

POR TANTO:

Esta Corte de Constitucionalidad , con base ademas en los art ieulos 157 ,
158,159,163 y 168 de la Ley del Organismo Judicial, DECLARA: I. SIN
LUGAR el Recurso de Inconstitucionalidad interpuesto por el Coronel Enri-
que Alfredo Peralta Azurdia. II) Lo condena al pago de las costas del Re-
curso y III) lmpone a cada lIno de los abogados au xiliares, la multa de cien
quetzales que deberan hacer efectiva, dentro del terminG de cinco dias, en
la Tesoreria de la Dircccion Financiera del Organismo Judicial. Notiflque-
se y Arch {vese.
APENDICE DOCUMENTAL 115

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD, Guatemala, diecinueve de febrero de


mil novecientos sesenta y nueve.
Visto para su tramite el Recurso d e Inconstitucionalidad interpuesto por
los Abogados Adolfo Mijangos Lopez y Hector Horacio Zachrisson Descamps,
en su propio nombre, y por el de igual titulo Manuel Colom Argueta, quien
manifiesta actuar en reprcscnta cio n de " Unidad Revolucionaria Democratica
(U.R.D.)" , y
CONSIDERANDO: que de co nfonnidad con la ley, el recurso de incons-
titucionalidad podra interponerlo cua/quier persona 0 entidad a quien afecte
directamente la inconstitucionalidad de la ley 0 disposicion gubernativa im-
pugnada, segun 10 establece el inciso 40. del articulo 107 de la Ley de Ampa-
ro , Habeas Corpus y de Constitucionalidad (Decreto numero 8 de la Asarn -
blea Constituyente) ; en el presente caso, se advierte que en su propio nom-
bre 10 interponen los Abogados Mijangos Lopez y Zachrisson Descamps, pe-
ro sin expresar el in teres juridico que tienen ni en que forma y por que razon
les afecta directamente la inconstitucionalidad de la ley que impugnan. En
relacion al Licenciado Colom Argueta , que se presenta en nombre de la en-
tidad "Unidad Revolucionaria Democnitica (U. R.D.)", es de apreciar que el
acta notarial con que pretende justificar su representacion , carece de valor
probatorio para el efecto, pues tratandose de un grupo de ciudadanos que se
asocian con fines politicos, que conforme el articulo 22 de la Ley Electoral
y de Partidos Politicos (Decreto Ley numero 387), debe identificarse ante
el Registro Elecotral a traves de directiva responsable, acreditando su carac-
ter de asociacion creada con fines poWicos, su representacion tiene que ser
demostrada con documento que contenga los datos de identificacion que cons-
ten en dicho Registro; requisito que no llena el acta notarial en referencia .
Con base en las razones expuestas, y que, como 10 determina el articulo
109 de la Ley de Amparo, Habeas Corpus y de Constitucionalidad, eI escri-
to de interposici6n contendra, en 10 aplicable, los requisitos exigidos en to-
da peticion inicial en los juicios conforme el C6digo Civil y Mercantil, y no
llenandose tales requisots en el presente caso, el recur so debe rechazarse de
plano en conformidad con 10 dispuesto por los articulos 27 y 109 del Decre-
to Ley numero 107. Leyes citadas y articulo 264 de la Constitucion de la
Republica; 46 y 61 del Codigo Procesal Civil y Mercantil.
POR TANTO: La Corte de Constitucionalidad, con fundamcnto en 10
considerado y en los articulos 157 y 159 de la ley del Organismo Judicial,
rechaza de plano el recurso en referencia . Notifiquese.
116 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala veintidos de Abril de mil


novecientos sesenta y nueve .
VISTO el recurso de inco nstitucionalidad interpuesto por los Abogados
Adoifo Mijangos Lopez y Hector Zachrisson Descamps y por "Unidad Revo -
lucionaria Democnitica", esta ultima representada por el Abogado Manu el
Colom Argueta como su Secreta rio General; y,
CONSIDERANDO: En el memorial presentado no han sido cllmplidas
las formalidades prescritas por la ley, por cuanto se omitio hacer la relacion
de los hechos a que se refiere la peticion y el fundamento de derecho en que
se apoya la solicitud; tampoco se expresaron en forma razonada, clara y pre-
cisa los motivos jurzaicos en que descrmsa la impugnacion de la ley, ya que
para ello no es juridicamente correcto que en este recurso se ratifique el plan-
teamiento de fondo formulado en otro, pues este fue defmitivamente resuel-
to por una Corte de Constitucionalidad integrada anteriormente para cono-
cer de ese caso; y el auto que Ie puso fin , ademas de estar firme no contiene
ninguna condici6n.
Los vicios apuntados constituyen defectos formales que obligan a recha-
zar de plano este nuevo recur so y as! debe resolverse. Articulos : 107 , inci-
so 40. y 109 de la Ley de Amparo, Habeas Corpus y de Constitucionalidad ;
27 -61 incisos 30 . y 40 . Y 109 del Decreto Ley 107.
POR TANTO: Este Tribunal, con apoyo ademas en 10 dispuesto por los
articulos 157 y 159 de la Ley del Organismo Judicial , RECHAZA DE PLA-
NO el recur so referido. Notifiquese .- Todo.- constitu!da . Omitase.- E.L-
integrada.- Lease.

VOTO RAZONADO DEL MAGISTRADO JUSTO RUF INO MORALES.

Honorable Corte de Constitucionalidad :

Al discutirse la resolucion recafda en cl recur so interpllcsto por el Licen-


ciado Manuel Colom Argueta, como representante de la entidad "U nidad Re-
volucionaria Democratica" y por los profesionales Adolfo Mijangos y Hec-
tor Zachrisson Descamps, en 10 personal, manifeste las razones por las que a
mi juicio este Recurso de lnconstitucionalidad en derecho era procedente
rechazarlo de plano. De esas razones , en 10 substancial, constan en la co nsi-
deracion algunas que fueron suficientes al Tribunal para proferir Sll decision,
pero no fueron aceptadas otras que a mi juicio tienen tanta fuerza 0 mas que
las consignadas. Y esas otras razones que tambien expuse verbalmente ante
los senores Magistrados, en la amplia discusion del asunto, voy a consignar,
como 10 informo al Tribunal en pleno, en este voto.
10 .) Personerfa del Licenciado Colom Argueta. A1 rechazar en recur-
so anterior de los mismos interesados , ot ra Corte de ConstitucionaJidad de
APENDICE DOCUMENTAL 117

la cual pa r mandato lega l talllbicn fortH(') parl t: el infrascrito, se afirllll) l' n cl


razo namiento que contiene la re solli cio n profcrida qu e ell rela ci<\ 11 a la pcrso-
neria del Licenciado Argueta, es d e apreciar que el acta notarial ('Oil qlle pre-
tel/de jllsrijicar su rcprcs('l/taci(ill, mrccl! de ralar pmhaforio IJara ('I (keto,
pli es tratalldosl! de WI grul!() d e ciudad([lIos (Ille se asociall con jilles puliti-
cos, que conforme al am'culo 22 de la Ley Electoral y de Partidos Pohticos
(Decreta Ley l11im ero 387), debe idelltificarse ante el R egistro U ectoral a
tra ves de directiva responsable, acreditando su carde ter de asociacion creada
con fines polz'ticos, su representacion tiene que ser demostrada con documen-
to que contenga los datos de identificacion que consten en dicho R egistro.
En el recur so cuya resolucio n motiva este voto, en el parrafo int itulado
f ersonerza del Licenciado Manuel Colom Argueta", se hace la siguiente afir-
maci6 n : Ell tal virtud fa Asociacion como tal I/O ha sido cancefada, sillo uni-
camerlte la autarizacion para promover la formacion del partido poil'tico. Lo
dicho por la Corte de Constitl!cionaiidad que rechaz6 el recurso anterior, res-
pecto a que cuando un gnlpO de ciudadanos que aspire a organizar lin parti-
do polz'tico debe identificarse ante el Registro Electoral a traves de directiva
responsable, acreditando su caract er de asociacion creada con fin es poUti-
cos, a mi juicio est a vigente no obstante eI acta notarial qu e para desvirtuar-
10 presentaron los recurrentes ; y digo que ese argumento legal esta vige nte
porque en este mismo documento se transcribe la resoluci6n del Registro Elec-
toral, que dice: R egistro Electoral: Guatemala, tres de mayo de 1966, Pro-
videncia No. 119. 1nteresado: Licenciado Manuel Colom Argueta y compa-
neros, Directivos de la Asociocion Un idad R eFolucionaria Democratica. Di-
reccion 6a. calle No. 2-/2 zona 1_ Asunto: Cancelacion de dicha Asociacion.
Siendo que la vigencia de la autarizacion o torgada a fa Asociacion Unidad
Revofucionaria Democratica, para que pudiera prom over fa formacion del
partido po!z'tico que propugnaba, vencio ef 25 de abrif proximo pasado, se
CANCEM dicha autorizacion. Estudiando el alca nce de esta resolu ci6n que
jurid icamente se enCllentra finn e, puesto que en autos no consta 10 contra-
dio, no puede llegarse a ot ra conclusion que la de afirmar qu e si la autoriza-
cion que se Ie hab ia oto rgado a la entidad "U nidad Revolu cionaria Democra-
tica" pa ra que pudiera promover la formaci6n de un partido politico, se Ie
ca ncel6, tal mandato de ca nce lacion implica anular 0 dejar sin efec to 10 ac-
tuado por tal entidad en el Registro Electoral , 10 cual respalda la afirmaci6n
que de derecho no existe ningun a ac tuaci6n legal vige nt e e impul sada por la
misma en cumplimiento de un o de sus fines, como 10 es la fo rmaci6n de un
partido politico, y en cumplimiento tambien del mandata legal con ten ida
en el art lculo :2:2 del Decreto Ley nLlIl1ero 387, norma qu e bajo nin gCIIl
co ncepto ha sido impugnada par los recurrent es ni sub stituida por ot ras pa-
ra que pueda dejarse de lado u olvidarse de su cumplimiento legal de identi-
ficarse en el Reg istro Elec toral a traves de directiva responsabl e, ac reditando
118 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

su canictcr de Asociacion creada con fines pol !ticos, ni que para la inscripcion
de sus afIliados se Ie hayan autorizado previamente los libros respectivos, es
indudable que tal documento no alcanza a probar el extremo de representa-
cion del profesional Colom Argueta; y no alcanza ese fin, porque este caso no
encaja en el articulo 64 de la Constitucion de la Republica que dispone la liber-
tad de asociacion para los distintos fines de la vida humana a que tienen dere-
cho los habitantes de la Republica . No es esta la norma constitucional qu e
pudiera respaldar la existencia de la asuciacion en cuyo nombre gest iona el Li-
cenciado Colom Argueta . Existen otras disposiciones en la que queda encua-
drado el caso, como son los articulos27, 28 , 29, 34 , 37 y 264 de la Constitu-
cion de la Republica, puesto que el se esta refiriendo a una asociacion especi-
fica , a una asociacion eminentemente politica , como se desprende de las si-
guientes afimlaciones que tiene el acta notarial acompafiada cuando d ice que
los comparecientes han acordado : PRIMER 0: Constituir una asocidcion COil
fines pohticos, que propugne la organizacion de un partido poiz"tico, que C0ll10
institucion de derecho publico participe en la vida nacional y, en su oportuni-
dad, asuma la respollsabilidad de gobierno. En el num eral 4) del pu nto TE R-
CERO: se dice que la asociacion tiene como proposito Integrar 0 participar ell
fa formacion de gobierno democratico, sobre la base de qu e no puede haber
democracia donde dominen grupos autoritarios y excluyentes de caracter oli-
garquico 0 tendencias totalitarias. Yen el punto SEXTO se afirma que " U. R.D." ,
como asociacion , con fines politicos tendra los siguientes organos: J) JUNTA
DIRECT/VA: .. . 2) CONSE'JO CONSULT/VO :... 3) DIRECTOR GENERAL.. .
En el punto I) relacionado con la Junta Directiva se establece que: la represen-
tacion legal correspondera al Secreta rio General, y en su ausencia, indistinta-
ment e 0 conjuntamente a los Directores de Organizacion y de Publicidad y en
su orde n a los Vocales. Esto quiere decir que al Secretario General Ie cones-
ponde Ja representacion legal de una asociacion constituida can fines politicos,
para b int egracion de un partido politico, pero nunca puede tener la represen-
taci o ll de una asociaci6 n de naturaleza diferente , ni cl derecho de ampararse
en ,'l articulo 64 de la Constitucion de la Repllblica pa ra alegar tal represen-
tacion, porque esta eSla subordinada al cumplimiento de los requisitos a que
se refiere el articulo 22 del Decreto Ley 387, y como ya dije anteriormente, a
mi juicio no estan cumplidos.
20.) PERSONALIDAD DE LOS PROFESIONALES ZACHRISSON DES-
CAMPS Y MIJANGOS LOPEZ . EI articulo 264 oe la Constituci6n oe 13 RCPll-
blica, 0 ispone: HI recllrso de illcoJlstitliciol1alidad podrall illterponerlo: J0.) EI
Consejo de Estile/II. ::0.) 1':1 Colegio de A bogados, por decish)JI de SII asamblea
general. 30.) N AfiJlisteriu Pliblico, por uispusiciiJll del Prl'sidl'lIte ue la Repli-
Mica. tOll1a£i1l (' II CUllsejo de Ministros. Didla instituciOIl sera parte ell tudo
casu, allllqlle 11(1 SUI III recurrentI'. 40.) Owlquier persolla () cllfidaci il ((uiell
aj<'cfc directalllellfe la illcol1stitllciollalidad de ta ley 0 uisposicilJIl gll/Jcmarim
APENDICE DOCUMENTAL 119

illlpugnada COilel auxilio de dicz abogados en ejercicio. Y no obstante que el


ultimo parrafo de este articulo dispone que en la ley constitucional correspon-
diellte se r.egulara todo 10 relativo a esta materia, el articulo 107 de esa ley
constitucional transcribio literalmente los incisos anteriores del articulo cons-
titucional sin explicar en nada 10 relativo a personas 0 entidades que con for-
me al articulo 40. tiene el derecho de alegar la inconstitucionalidad de la ley ;
sin embargo , debe observarse que la autorizacion constitucional para impug-
nar de inconstitucionalidad una ley 0 una disposicion gubernativa de caracter
general , porque a juicio del interesado esten en contradiccion con las disposi-
cio nes de la ley fundamental, no es absoluta, porque la propia Constitucion
limito el ejercicio de ese derecho para determinados institutos, por 10 que es
conveniente referirse a la disposic ion que contiene el inciso' 40. del articulo
264 de la Constitucion para establecer si esa facultad ampara 0 apoya a los
profesionales Mijangos Lopez y Zachrisson Descamps para interponer en 10
personal el recurso de inconstitucionalidad de que se ha hecho referencia. Di-
ce el inciso que podra interponer el recurso de inconstitucionalidad : a) cual-
quier persona 0 entidad ; b) que la persona 0 entidad que alegue la inconstitu-
cionalidad, 10 debe hacer pOl'que la inconstitucionalidad alegada la afecta di-
rectamente; c) que esa inconstitucionalidad debe referirse a una ley 0 una dis-
posicion gubernat iva de caracter general ; y d) que el escrito por el que se in-
terponga la inc o nstitucionalidad debe ser auxiliado por diez abogados en ejer-
ClCJO. De 10 anterior se deduce que cualquier persona 0 cualquier entidad ,
si la afecta directamente la inconstitucionalidad de la ley 0 disposicion gu-
bernativa, puede hacer uso de esta defensa. En el caso presente la enti dad
politica denominada "Unidad Revolucionaria Democratica" afirma que Ie
afecta d irectamente en sus intereses el art iculo 23 de la Ley Electoral y de
Partidos Politicos contenidas en el Decreto Ley numero 387, porque a jui-
cio del abogado que se presenta en nombre de esa asociacion esta disposicion
esta en contradiccion con preceptos constitucionales. En el propio documen-
to presentado con el objeto de acreditar su personerfa , que por un principio
procesal debe aceptarse tambien en 10 que Ie perjudica , se establece que di-
cha profesional es el unico que tiene la representacion de esa entidad (se en-
tiende cuando previamente se llenen los requisitos establecidos por la ley),
y en su defecto, las demas personas que se mencionan en dicho documento.
Ahora bien, habiendo concurrido el profesional Colom Argueta en represen-
taci6n de la entidad 0 asociaci6n politica constituida con miras a la forma-
cion de IIll partido polftico, porque a su juicio el articulo irnpugnado es in-
constitllcional , ya que afecta directamente los intereses de dicha asociacion,
no se ve pOl' que razon los otros profesionales tambien comparecen alegando
que sus intereses particulares los afecta directamente la inconstitucionalidad de
ese art iCliln. Si todos y cada uno de los miles de aflliados estan formando la
cntidad recllrrente y esta gestiona ante las autoridades la defensa de sus derechos
120 JORGE MARIO GARCIA LAGUARDIA

por medio del rccurso de inconstitucionalidad, no se comprende por que 1110-


tivo otros aftliados que pudieran llamarse Juan , Pedro, Pablo, etcetera, acudie-
ran con el mismo pretexto que 10 hacen Mijangos Lopez y Zachrisson Descamps
a gestionar la misma inconstitucionalidad . Eso no es posible, porque en este ca-
so ni los abogados Mijangos Lopez y Zachrisson Descamps, ni Juan , Pedro, Pa-
blo, etcetera, que tambien pertenezcan a esa asociaci6n, se encuentran afecta-
dos directamente por la inconstitucionalidad de la ley; no, en este casu seria
la entidad 0 asociacion, como persona juridica la unica que pudiera alegar esa
inconstitucionalidad por medio de la persona 0 personas legalmente autoriza-
das para el ejercicio de esta acci6n. En este caso no pueden confundirse la
persona particular con la asociacion, para mezclar sus intereses puesto que la
ley se refiere bien a una persona 0 bien a una entidad que resuiten afectados
directamente por la inconstitucionalidad de una ley 0 de una disposicion guber-
nativa . Es indudable tambien que cuando el inciso se refiere a cualquier persona
o a cualquier entidad, no se esta refiriendo a facuItar a la persona particular pa-
ra que conjuntamente con laasociacion de que forma parte pueda ejercitar es-
ta accion de inconstitucionalidad, porque la persona particular no resulta , cla-
ro esta, directamente afectada por esa inconstitucionalidad; puede resultar afec-
rada indirectamente como miembro de la asociacion, pero la disposicion consti-
tucional se refiere a que resulte directamente afectada. En casos anteriores los
recurrentes sf eran personas afectadas directamente por las leyes cuya inconsti-
tucionalidad demandaron, puesto que eran propietarios de raices, y si no aIcan-
zaron una resolucion favorable , esto se debe a razones de otro orden que con-
tienen esos fallos .
Y conviene resaltar aqu f que los recurrentes expone que el in teres jundico
en este caso, mtixime tratdndose de profesionales al Derecho, es manifiesto. De-
bo advertir a este respecto , que el inciso 20_ del articulo 264 de la Constitucion,
al cual me he referido , dispone que podra interponer la inconstitucionalidad de
la ley, El Colegio de Abogados, par decision de su asamblea general. Es un man-
dato constitucional , en el que esta limitado el Colegio por decision de su asam-
blea general el ejercicio de la defensa de inconstitucionalidad; ni siquiera se fa-
culta a su Junta Directiva ni a su Presidente, ni al Tribunal de Honor, es una de-
cision de asamblea general, por 10 qu e en ti endo que la filosofia tanto de este co-
mo del inciso 40. ya comentado, que tambien son disposiciones de orden cons-
titucional , no arriba a la interpretacion de que en este caso 0 en cualquier otro-
semejant e un profesional en su caracter puram ente particular este facu ltado por
la ley para hacer uso del recurso de inconstitucionalidad.
30.) EXPLICACION NECESARIA . Debo aclarar aunque ya es cuesti6n sa-
bida en mi larga carrera profesional, que las explicaciones que contiene este voto
no so n mas que el producto de un criterio juridico perso nal del suscrito. y por-
que siempre he creido que el Juez debe consignar en sus resoluciones todos los
ral.llllamientos legales que la s respa ld an. para que los litigantes puedan conven-
APENUICE DOCUMENTAL 121

cerse de las razoncs del jUl.gado r para pronunciarse en uno u otro sentido. Pe·
TO esas razones deben sopesarsc en la balanza de la imparcialidad y siempre
ajustandola a las disposiciones legales atinentes a cada caso . En el presente
muy bien pude omitir la exposicion que antecede, pero entonces mi perso·
nal modo de enfocar el problema hubiera quedado incompJeto .
Las argumentac iones anteriores deben sllmarse a las que contiene el au·
to dictado el dia veintiti()s del co rriente Illes por 1<1 Corte de COllstituciollali·
dad. pues 1I1l3 S y olras rcspaldaroll ll1i volo de recha/o de ese recurso .
EI estudio de los instrumentos juridicos y procesales para 1.
de los derechos humanos en el ambito del derecho intemo
po todavia por expl6rar en muchos de los paises de Am ~
Y en un sentido mas general, todos los instrumentos q
la existencia r al y la proteccion de la norma fundament
tituc~onalista Jbrge Mario Garcia Laguardia aborda, con
la apasionante cuesti6n contemporanea de la Defensa d
tucion, tanto en '~s(IS .lineamientos generales como en s
concreta en .los
\ . ~..
diversos .ordenamientos de la republica
la , y para ello utiliza )o's dos instrumentos metodo16gict
les iio puede rea1izarse seriamente ningun estudio jurfdil
epoca; por una parte la comparaci6n en el tienipo. p se ~
Derecho, y por la otra, la comparacion en el espa'2i}>,s
cho Comparado, ,Un estudio cdtico, comptome(idQ v
la defensa de la protecci6n de los ' derechos humanos
ci~n de una'democracia pluralista,
Su aufor ;' graduad~ en laS" Universidad o:! s de San Ca,
mala y Nacional Aut6noma de Mexico , esHI incorpor~do -
a la .:;egunda de elias como Investigador de carrera 'en s.
InveS"tig~ci0nes Juridicas, Jefe de Sil Area de Historia
Es ademas, asesor de la Secretaria General de la Uni6n (
des de America Latina y Secretario del Comite Directiv(
Iberoameril.-ano de Derecho Constitu€ional.

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