Proyecto Final
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PROCESAMIENTO DE PETRÓLEO Y
PETROQUÍMICA
Docente
Ing. Sandra Peña Murillo, MSc
Semestre
9no
Curso
9.2
Periodo Lectivo
2018 – 2019 CII
INDICE DE TABLAS
OBJETIVO GENERAL
1. RESUMEN
2. INTRODUCCIÓN
3. JUSTIFICACIÓN
a. ¿QUÉ ES BIOCOMBUSTIBLE?
b. CLASES DE BIOCOMBUSTIBLES
c. ¿QUÉ ES BIOETANOL?
d. ¿QUÉ ES LA YUCA?
La yuca -Manihot esculenta- es una planta arbustiva, perenne, originaria de América del
Sur y Centroamérica, que puede alcanzar los 5 metros de altura y adaptarse a una variada
gama de suelos, en especial, aquellos con una buena cantidad de materia orgánica. Las
aproximadamente 160 especies del género Manihot se desarrollan de manera óptima
entre los 24 y los 28 ºC, en áreas donde las precipitaciones anuales oscilan entre los 800
y los 2.000 mm. Aunque se cree que la yuca fue probablemente cultivada por primera vez
por los mayas en la península del Yucatán, en la actualidad también existen enormes
plantaciones en Venezuela, Colombia, Costa Rica, Brasil, Jamaica o África Occidental.
Su raíz, denominada mandioca, ha sido durante siglos el principal alimento de las
poblaciones autóctonas suramericanas, que la consumían en forma de torta o la empleaban
como harina. De ella también es posible obtener un tipo de bebida alcohólica. De la fécula
de la mandioca se extrae la tapioca, un alimento muy liviano y nutriente que se utiliza en
Europa y Norteamérica en la preparación de alimentos dietéticos (Muyinteresante, 2018)
La yuca, mandioca o casava es una planta nativa del Noreste de Brasil, que fue
diseminada por el resto de Latinoamérica, África, Asia y Las Indias, incluyendo Filipinas
y Taiwán, por españoles y portugueses. Es probable que lleve cultivándose más de 4.000
años, y aún hoy continúa siendo la base de la alimentación de más de 800 millones de
personas; de hecho, se trata del cuarto cultivo más importante en los países en vías de
desarrollo y el séptimo de todo el mundo. En África, por ejemplo, este tubérculo no sólo
es una fuente importante de energía y nutrientes para la población, sino que proporciona
ingresos económicos a más de 300 millones de personas. Se trata de un arbusto que puede
alcanzar los tres metros de altitud, con raíz alargada (puede llegar hasta un metro de
largo), la cual posee una cáscara externa leñosa y no comestible que protege de la
oxidación un interior blanco o amarillento, según la variedad. (WebConsultas Healthcare,
S.A, 2018)
e. CLASES DE YUCA
Existen dos tipos de yuca, la dulce y la amarga. La dulce pertenece a la especie Manihot
utilissima, que es utilizada como verdura. Tiene un sabor suave cuando se hierve, y es
más sabrosa y dulce cuando se fríe. La amarga es considerada tóxica (o al menos más que
la dulce) si no se trata adecuadamente. Pertenece a la especie Manhiot esculenta, que es
de la que se extrae el almidón o tapioca. Su valor nutricional radica en el aporte
en hidratos de carbono de la raíz, concretamente un 38%. Aunque comparativamente
tenga un bajo contenido en vitaminas y minerales, no hay que obviar que para
determinadas poblaciones mundiales la yuca es la fuente principal de algunos minerales
como el potasio y el calcio, además de vitaminas como la C, la B1, B2 y B5. Además,
tiene un alto contenido en agua. En contrapartida, la yuca es pobre en proteínas y grasas,
aunque hay que decir que su proteína tiene un valor biológico interesante pese a que la
metionina y la cisteína sean sus aminoácidos limitantes. Cuando se compara su valor
nutricional con el de otros alimentos básicos del mundo, se observa que la yuca es
una buena fuente de energía, pero tiene una densidad de nutrientes esenciales y proteínas
muy baja, como le pasa a la patata, por ejemplo. (WebConsultas Healthcare, S.A, 2018)
La yuca es un alimento apropiado para todas las edades. Gracias a su aporte de energía
está especialmente indicada para personas que desarrollen una actividad que les produzca
un gran desgaste físico, como los deportistas. Otro de sus beneficios es que, como no
contiene gluten, los celiacos pueden comerla sin problema. La tapioca, que es el almidón
extraído de la yuca, es muy digestiva y también es rica en hidratos de carbono y energía,
por lo que se recomienda su consumo en niños y ancianos, y también para aquellas
personas con trastornos gastrointestinales como acidez, gastritis o colitis. Sin embargo,
también es importante destacar que, como otros alimentos, la yuca o mandioca tiene una
serie de anti nutrientes y componentes tóxicos que pueden ser preocupantes si el
alimento no es tratado adecuadamente. En el siguiente apartado se explica por qué puede
ser tóxica, y qué medidas es necesario tomar antes de su consumo. (WebConsultas
Healthcare, S.A, 2018)
Como se ha venido mencionando, el cultivo de yuca es uno de los más promisorios para
la obtención industrial de bioetanol en Colombia. La yuca (Manihot esculenta Crantz) es
una dicotiledónea perteneciente a las Euphorbiaceas, con su centro de domesticación
ubicado a lo largo del borde sur del Río Amazonas (Olsen y Schaal, 1999). La yuca es
considerada como un cultivo de subsistencia, debido a su alta capacidad de adaptación a
suelos ácidos e infértiles, a su relativa resistencia a malezas y plagas y a su habilidad para
resistir largos períodos de sequía. Crece en áreas en donde la precipitación anual es mayor
de 500 mm y la temperatura es superior a 20° C, sin embargo, algunas variedades crecen
a los 2000 m de altura o áreas subtropicales, con temperatura promedio de 16° C
(Ekanayake et ál., 1997). La yuca ha sido tradicionalmente considerada como un alimento
básico, con calidad nutricional moderada, en especial la raíz tuberosa resalta
principalmente como fuente de almidón, pues cerca del 90% de su peso seco lo
constituyen carbohidratos (El-Sharkawy, 2004; Ospina et ál., 2002).
Después del arroz, el trigo y el maíz, la yuca representa la fuente más importante de
calorías para la población mundial (FAO, 1998), se cultiva en más de 90 países y
constituye la base de la alimentación para más de 1000 millones de personas,
especialmente en los países tropicales de América Latina, Asia y África. En Colombia la
yuca es la principal fuente de ingresos para un gran porcentaje de pequeños campesinos.
La yuca es un alto productor de almidón con niveles que oscilan entre 73,7 y 84,9% de
su peso seco total en raíces (Tonukari, 2004). El almidón de yuca presenta características
interesantes en comparación con el almidón de otras especies vegetales como el maíz, la
papa o el arroz. Esto hace que su utilización sea apropiada para ciertas industrias. Las
cantidades de proteínas y de materia grasa en el almidón de yuca son más bajas que las
del almidón de maíz o arroz, lo que le da características especiales de sabor y solubilidad
(Ihemere, 2003). Los gránulos del almidón de yuca son más pequeños que los del almidón
de papa y son más resistentes a los procesos que implican altas temperaturas como la
esterilización y fragmentación. El almidón de la yuca presenta además una mayor
viscosidad después de calentamiento, lo que es de gran utilidad para la obtención de
productos alimenticios y culinarios. El almidón de la yuca posee una excelente claridad
lo que lo hace ideal para el desarrollo de geles transparentes. De igual manera su
resistencia al congelamiento tiene aplicaciones importantes en otro tipo de industrias. El
almidón de yuca es también utilizado en la fabricación de papel, como lubricante en la
perforación de pozos petroleros, en la industria textil y en la producción de dextrinas para
la elaboración de pegantes (Baguma, 2004). En la actualidad el almidón de yuca ha
cobrado un renovado interés industrial, particularmente en el sector de biocombustibles,
por cuanto a partir de la degradación del almidón y la fermentación de los azúcares que
lo forman se puede producir bioetanol.
La producción de bioetanol a partir de raíces de yuca es una alternativa real. Sin embargo,
como se ha mencionado anteriormente, frente a la creciente demanda mundial y local de
biocombustibles es necesario desarrollar estrategias que permitan suplir estas
necesidades. En este sentido, existe un fuerte desafío del sector agrícola e industrial para
incrementar la producción de biocombustibles. Para conseguir este objetivo se requiere
de un gran desarrollo científico y agrícola acompañado de cerca por el sector industrial
para incrementar la producción de las materias primas que abastezcan las plantas
industriales, ya que se ha calculado que la producción de las plantas existentes equivale
al 57% de la demanda local (Fedebiocombustibles, 2008).
A pesar de sus ventajas, la yuca no ocupa un puesto importante en la agricultura tropical.
Esto se debe a varios factores como la falta de tecnologías específicas para yuca, la falta
de cultivares desarrollados para la industria, la larga duración de cada ciclo de selección
y baja tasa de reproducción, las políticas gubernamentales que se han centrado en la
producción de cereales y caña de azúcar, el escaso desarrollo de mercados, el volumen de
las raíces y su rápido deterioro fisiológico poscosecha. Sin embargo, muchos de estos
problemas ya han sido superados o están en proceso de ser resueltos (Ceballos, 2002). La
naturaleza heterocigótica de la yuca prolonga el mejoramiento convencional, por lo cual
la transformación genética se está convirtiendo en una herramienta clave para acelerar la
introducción de características agronómicas de interés, como la resistencia a
enfermedades y el mejoramiento de la calidad del almidón (Taylor et ál., 2004). Recientes
esfuerzos se han encaminado a conocer más acerca de la estructura génica y organización
del genoma de la yuca, los cuales muy seguramente redundarán en mejores estrategias
para el desarrollo de este cultivo. Actualmente se cuenta con librerías BACs de algunos
genotipos lo que permitirá la identificación y clonación de genes (Tomkins et ál., 2004).
De igual manera se cuenta con una colección importante de ESTs (del inglés Expressed
Sequence Tags), lo que ha permitido la construcción del primer microarreglo de yuca que
puede ser utilizado para el estudio de la expresión de miles de genes de manera simultánea
(Lopez et ál., 2005).
Son varias las ventajas que traerá para el desarrollo de biocombustibles. El bioetanol es
una fuente de combustible renovable y doméstico, reduce dependencia del petróleo del
extranjero, es una fuente más limpia de combustible porque: emite un 40-80% menos de
gases invernaderos que los combustibles fósiles reduce la lluvia ácida, mejora la calidad
del aire en zonas urbanas, no contamina el agua y reduce los residuos, aumenta el octano
del combustible con un coste pequeño, virtualmente utilizable en todos los vehículos,
fácil de producir y almacenar. Mientras que sus desventajas se presentan que para poder
utilizar el bioetanol como combustible puro (E100) se necesita llevar a cabo varias
modificaciones dentro del motor, de manera tal no alterar significativamente el consumo.
(Biodisol, Bioenergia)
• Yuca
• HCL
• Agua
• Cloruro de amonio
• Levadura
• NAOH
• Vaso de precipitación
• Cuchillo
• Matraz
• Autoclave
• Equipo de destilación
7. PROCEDIMIENTO
Se realizó la hidrolisis del almidón por la vía acida, donde se controló distintos
parámetros como la temperatura y presión de reacción, la concentración del ácido (HCl)
y la del almidón, dicho proceso se llevó a cabo en una autoclave, para esto se siguieron
los siguientes pasos :
Fermentación.
Destilación
Cantidad de almidón
𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑎𝑙𝑚𝑖𝑑ó𝑛
%𝐴𝑙𝑚𝑖𝑑ó𝑛 = ∗ 100
𝑚𝑎𝑠𝑎 𝑦𝑢𝑐𝑎
228.6𝑔
%𝐴𝑙𝑚𝑖𝑑ó𝑛 = ∗ 100 = 𝟐𝟐. 𝟖𝟔% 𝑑𝑒 𝑎𝑙𝑚𝑖𝑑ó𝑛
1000𝑔
Obtención de bioetanol
De los 600 ml que se destilaron se obtuvo una mezcla etanol - agua de 350 ml.
Por regla de tres se calcula cual es la mezcla etanol – agua que se obtiene de los 1550 ml.
350𝑚𝑙 ∗ 1550𝑚𝑙
=
600𝑚𝑙
= 𝟗𝟎𝟒. 𝟏𝟔 𝒎𝒍 𝑑𝑒 𝑚𝑒𝑧𝑐𝑙𝑎𝑒𝑡𝑎𝑛𝑜𝑙−𝑎𝑔𝑢𝑎.
13
∗ 904.16 𝑚𝑙
100 𝑚𝑙
= 𝟏𝟏𝟕. 𝟓𝟒 𝒎𝒍 𝒅𝒆 𝒆𝒕𝒂𝒏𝒐𝒍
Tomando el peso de la yuca con cáscara 1000 g de yuca con cáscara (0,001 toneladas), se
calcula un rendimiento:
0,1175 𝐿
𝑅𝑒𝑛𝑑𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 =
0,001 𝑡𝑜𝑛
𝑅 𝑡𝑒ó𝑟𝑖𝑐𝑜 − 𝑅 𝑒𝑥𝑝𝑒𝑟𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙
%𝐸 = ∗ 100
𝑅 𝑡𝑒ó𝑟𝑖𝑐𝑜
170 − 117.5
%𝐸 = ∗ 100 = 𝟑𝟎. 𝟖𝟖 %
170
Tabla 2 TABLA DE RESULTADOS
9. ANÁLISIS DE RESULTADOS
los resultados obtenidos en esta experimentación demuestran que por cada 230 g de yuca
se puede obtener 117.54 ml de etanol, es decir un 48.83% de la materia prima se pudo
consumir y ser transformada en el producto deseado. Considerando que el método
empleado para transformar el almidón en un azúcar reductor, hidrolisis acida, no es el
más eficiente. Ya que existe el método de la hidrólisis enzimática la cual genera un mayor
contenido en la formación de azúcares reductores. El rendimiento de esta materia prima
no alcanza ni el 50% es decir que para que tenga una cantidad considerable de etanol, que
pueda abastecer la demanda de combustible del medio. El error hallado demuestra que un
30.88% de las fallas se debe a un indebido empleo de la técnica en la experimentación o
que la clase de materia prima no es la adecuada para la transformación en bioetanol para
luego ser convertido en biocombustible.
10. RECOMENDACIONES
Fig.1. Lavar la yuca con abundante agua para Fig.2. Retirar la cascara de la materia prima por el
eliminar las impurezas. proceso de pelado, y proceder a cortar en
pequeños trozos
Fig.3. Pesar los trozos de yuca Fig.4. Rayar la materia prima y licuar.
Fig.5. Filtrar la yuca con la ayuda de un colador, Fig.6. Sedimentar el almidón por 30 minutos,
realizando lavados de la fibra hasta que no se decantar el agua
obtenga más almidón.
Fig.9. Armar el equipo de destilación. Trasvasar la muestra a un balón de destilación. Observar que la
primera temperatura de destilado sea la del etanol. (78°C). Detener la destilación cuando la temperatura
aumente de la indicada.
Tabla 3 ABREVIATURAS
Abreviatura Término
D Dilución
ME Manohot Esculenta
AY Almidón de yuca
HE Hidrólisis enzimática
R rendimiento
13.BIBLIOGRAFIA