Geomorfologia2 Procesos de Vertientes

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4.

PROCESOS DE VERTIENTES

Una vertiente es el espacio inclinado entre una divisoria de aguas y una deprecion.
En su modelado intervienen:

- Procesos de arroyada difusa, procesos estacionales producidos por la acción de las


aguas de escorrentía sobre las vertientes
- Procesos gravitacionales: desplazamientos de material impulsados por su propio peso

4.1. PROCESOS DE ARROYADA DIFUSA

El agua, tanto sea agua de lluvia como agua de fusión de nieve, circula por las vertientes,
ejerciendo una fuerza de arrastre sobre la superficie del suelo, arrancando partículas de materia
mineral de distintos tamaños. La erosión que produce depende de:

- La litología
- La vegetación
- La pendiente
- El tipo de precipitación, de si es agua de deshielo…

Los procesos de arroyada difusa producen distintos tipos de erosión, con distintos estadios:

• Erosión por salpicadura. Representa el primer estadio en los procesos erosivos. Se


refiere al efecto de la propia gota de lluvia al impactar sobre el suelo. El impacto produce
una salpicadura en
forma de géiser, que
levanta las partículas
del suelo y las deja caer
en nuevas posiciones.
Cuanto más intensa
sea la lluvia, más
blando el suelo, menor
la vegetación y mayor
la pendiente, mayor
será el efecto de la
erosión por salpicadura.

Este tipo de erosión es importante en suelos desnudos de zonas semiáridas y áridas.


En la superficie de una vertiente la erosión por salpicadura tiende a transportar suelo
hacia niveles inferiores. Un efecto aún más importante es el de la disminución de la
capacidad de infiltración del suelo, al quedar taponadas los poros superficiales por las
partículas movidas en la salpicadura. Al reducirse la infiltración, se generará mucha más
cantidad de agua de escorrentía, lo que intensifica la remoción del suelo.

La erosión por salpicadura suele ser identificable por la presencia de pedestales, o


presencia de sello o costra superficial.
• Erosión laminar. Se refiere a la pérdida de una capa delgada más o menos uniforme de
suelo (partículas liberadas por salpicadura) en un terreno inclinado. Tiene lugar cuando la
intensidad de la precipitación excede la infiltración o bien cuando el suelo se satura de
agua, lo que da lugar a un exceso de agua en la superficie. La escorrentía superficial
transporta las partículas más
finas y provoca una
disminución de la
productividad del suelo
(pérdida de arcilla, materia
orgánica y nutrientes). El
encostramiento superficial
favorece la escorrentía
superficial. Presenta gran
importancia en zonas áridas y
semiáridas.

Es poco aparente, por lo que


puede pasar desapercibida, a
pesar de su importancia:
después de una lluvia los elementos gruesos en superficie aparecen muy limpios, se
acumula material erosionado del suelo en las vallas situadas aguas abajo
transversalmente a la ladera…

• Regueros. Pocos metros agua abajo, la rugosidad del terreno y el caudal más elevado
hacen que la escorrentía laminar se concentre en canales, en los cuales el agua tiene
más velocidad, arrancando y
transportando partículas de las
paredes y del fondo del canal.
Ladera abajo su caudal aumenta,
los canales se hacen mucho más
profundos, transformándose en
barrancos. El terreno presenta
incisiones claramente visibles, de
menos de 30 cm de profundidad.
Cuando se labra el campo se
disimulan, pero no se solucionan sino se actúa en la zona de origen. Presenta gran
importancia en zonas áridas y semiáridas.
• Cárcavas. A medida que avanza la erosión por arroyaderos los canales van siendo más
profundos. El terreno queda disectado, lo que hace imposible transitar por él o cultivarlo
con maquinaria. Este estadio
se conoce como erosión por
cárcavas. El agua arranca y
transporta partículas del
fondo y paredes del canal en
las que pueden producirse
deslizamientos, lo que
genera cantidades
importantes de material que,
una vez movilizado, puede
producir efectos aguas
abajo. El proceso se debe a
una perturbación hidrológica en el área. Es un fenómeno de importancia grande en zonas
áridas y semiáridas.

Su evolución puede dar lugar a las denominadas chimeneas de brujas.


• Erosión por galerías, túneles o sufusión. Erosión que tiene lugar dentro del suelo. La
circulación de un exceso de agua a favor de las galerías de fauna, grietas, terraplenes
poco compactados o agujeros de antiguas raíces, en un suelo que tenga un material
subsuperficial fácilmente dispersable, produce una erosión subsuperficial de efectos
graves. La entrada del agua en el suelo hace que el material dispersable quede en
suspensión y el lodo formado pueda circular. Si el túnel tiene alguna salida, la circulación
del agua irá aumentando
progresivamente el tamaño del
túnel y pueden producirse colapsos
en el terreno. A menudo son poco
evidentes y sólo se manifiestan al
colapsar el terreno de manera
catastrófica.

4.2. PROCESOS GRAVITACIONALES

Están regulados por la gravedad, además de la fuerza de rozamiento y cohesión del material, que
se oponen al movimiento.

Los procesos gravitacionales se desencadenan por distintos factores: variaciones morfológicas en


las pendientes, modificación en el volumen de material (aumento o disminución), sacudidas
sísmicas, vibraciones antrópicas, cambios climáticos, acción mecánica de las plantas y
meteorización.

Se clasifican de acuerdo con distintos criterios, según su geometría, tipo de material implicado,
velocidad del movimiento, geometría del área de rotura, edad, causas, grado de desarraigo de las
masas desplazadas, posible relación con la estructura geológica, grado de desarrollo y estado de
actividad:

a) Desprendimientos o caídas
Se trata de una masa de cualquier tamaño que se separa de un talud (desmonte,
acantilado, etc.) mediante una superficie de corte
normalmente pequeña, y cuyo recorrido se realiza
en gran parte a través del aire, bien por caída libre,
o por deslizamiento, rebote o rodamiento. Se trata
de movimientos rápidos.
Frecuentemente estas inestabilidades afectan a
bloques aislados, aunque también a masas rocosas
mayores, originando en este caso movimientos del
terreno con resultados catastróficos.
Estos fenómenos suelen producirse en zonas
constituidas geológicamente por alternancias de
capas resistentes y débiles, de forma que la erosión
diferencial provoca el descalce de las capas más
competentes, que terminan por romper por
flexotracción.
Las posibilidades de producirse rotura dependen de la fracturación, buzamiento de la
serie, inclinación del terreno y disposición respecto al buzamiento, resistencia de los
materiales…
b) Vuelcos (toppling). Estos movimientos implican una rotación de unidades con forma de
columna o bloque sobre una base, bajo la acción de la gravedad y fuerzas ejercidas por
unidades adyacentes o por inclusión de agua en las discontinuidades.
Este tipo de movimientos es casi exclusivo de rocas, pudiendo culminar en el desarrollo
de otro tipo de inestabilidad.
Pueden considerarse distintos tipos de vuelcos:
o Vuelco por flexión. Se desarrolla bajo un mecanismo
compuesto por flexiones pseudocontinuas del
material individualizado en columnas. El movimiento
progresa hacia el interior del macizo rocoso
originando grietas de tracción de profundidad y
anchura variables.

o Vuelco de bloques. Característico de los macizos rocosos que contienen sistemas


de discontinuidades ortogonales, dando lugar a columnas divididas en bloques. El
empuje sobre los bloques inferiores origina su desplazamiento, y una vez
producido, progresa hacia la parte superior del talud.

o Vuelco mixto. Se produce cuando los bloques son alargados, debido a flexiones
en el pie del talud e intermovimientos relativos de las distintas unidades
c) Deslizamientos Son movimientos que se producen al superarse la resistencia al corte del
material, y tienen lugar a lo largo de una o varias superficies, o a través de una franja
relativamente estrecha de material. Estas superficies generalmente son visibles o pueden
deducirse razonablemente.

La velocidad a que se desarrollan estos movimientos es variable, según el tipo de material


involucrado y la inclinación de la ladera, en general lenta a moderada. El material
mantiene sus constantes geométricas, es decir, la velocidad de todas las partículas en
movimiento es la misma.

El movimiento puede ser progresivo o instantáneo. El volumen movilizado suele ser


grande. La morfología resultante es una cicatriz (a veces en escalones) y una
acumulación caótica de bloques.

Pueden diferenciarse dos tipos:

o Deslizamientos rotacionales. Tienen lugar a lo largo de una superficie de


deslizamiento interna de forma aproximadamente circular y cóncava. El
movimiento tiene una naturaleza más o menos rotacional, alrededor de un eje
dispuesto paralelamente al talud.
En la superficie del terreno suelen aparecer grietas concéntricas y cóncavas hacia
la dirección del movimiento, con un escarpe en su parte alta, tanto más acusado
cuanto mayor es el desplazamiento que sufra la masa deslizada.
La salida de las superficies de corte puede producirse en tres partes diferentes del
talud:

- Por encima del pie del talud: superficie de


rotura de talud
- Por el pie del talud: rotura de pie de talud
- Pasando por debajo del pie, y saliendo a
una cierta distancia del mismo: rotura de
base de talud.
Deslizamiento rotacional en un suelo Deslizamiento rotacional en macizo rocoso muy fracturado

o Deslizamientos traslacionales. La masa movilizada se desplaza pendiente


abajo a favor de una superficie más o menos planar u ondulada, pero sin existir
un movimiento general de giro.
Comúnmente el movimiento de la masa deslizada hace que ésta quede sobre la
superficie original del terreno. Los deslizamientos están controlados por una zona
de debilidad preexistente, como fallas, diaclasas, estratificación, influyendo la
variación de la resistencia al corte entre estratos de diferente naturaleza, diferente
grado de meteorización tipo de relleno…
Se trata de movimientos en general rápidos.

Deslizamiento traslacional en el contacto suelo-roca


Deslizamiento traslacional en suelo

D
eslizamiento traslacional en macizo rocoso.

Deslizamiento traslacional en un suelo


Un caso particular de los deslizamientos traslacionales es el caso de los
pandeos o buckling, que se producen en macizos rocosos con juntas
desarrolladas subverticales que individualizan cuerpos tabulares de roca.

Los deslizamientos de cuñas y diedros rocosos son también


deslizamientos traslacionales en macizo rocoso. En este caso las
discontinuidades individualizan un bloque rocoso, que puede deslizar a
favor de la línea de intersección de las dos discontinuidades si esta aflora
al talud y posee mayor inclinación que éste, pero su ángulo es mayor que
el de rozamiento.
En su movilización interviene la presencia o ausencia de agua y el
desarrollo de presiones en las juntas.
o Extensiones laterales. Son movimientos poco frecuentes. Consisten en una
extensión lateral controlada por superficies de corte y/o fracturas de tensión.
Pueden aparecer sobre macizos rocosos con diferente competencia o sobre
materiales tipo suelo.

En medios rocosos el mecanismo es muy lento. Por el contrario en materiales tipo


suelo son movimientos rápidos o muy rápidos, de inicio súbito.

Extensión lateral en roca

Extensión lateral en suelo

d) Flujos y coladas Se contemplan bajo esta denominación ciertos movimientos producidos


en materiales rocosos o tipo suelos, con distribución de velocidades variable, de
extremadamente lenta a muy rápida.

En el caso de materiales rocosos, las coladas en roca son poco frecuentes, en macizos
rocosos no muy competentes afectados por plegamiento u otras manifestaciones de
comportamiento plástico. No existe concentración de desplazamiento continuo sobre una
superficie definida. Son movimientos en general muy lentos y más o menos estables,
afectando a zonas superficiales o de cierta profundidad.
Las coladas en suelos se reconocen como coladas en sentido estricto, como
comportamiento similar al de los fluidos viscosos. Las superficies de deslizamiento no son
netas. Suponen grandes desplazamientos de la masa movida, con parte del proceso
ayudado por el efecto fluidificante del agua.

En función de la granulometría del suelo deslizado, contenido en agua, movilidad y


carácter del movimiento, pueden clasificarse en:

o Reptaciones (creep). Consisten en deformaciones continuas superficiales muy


lentas, poco perceptibles a simple vista, a veces precursores de roturas mayores.
En regiones periglaciares la reptación por solifluxión es común, interviniendo los
ciclos hielo-deshielo
o Coladas de derrubios (debris flow). Características de materiales con un alto
contenido de fragmentos gruesos. La masa que se desliza se divide en pequeñas
partes con movimiento lento. Cuando éste es rápido y progresivo suele utilizarse
el término avalancha.
o Coladas de barro (mud flow). Se producen en materiales con al menos un 50%
de fracción fina y con un contenido en agua suficiente como para permitir que el
material fluya. En regiones de vulcanismo activo es frecuente este fenómeno, al
ponerse en movimiento las grandes acumulaciones de ceniza en momentos de
alta precipitación o deshielo (lahar).

Reptación: aunque es un movimiento


imperceptible por lento, sus efectos son a menudo
visibles
Reptación por solifluxión

Avalancha (colada de derrubios) Colada de barro


e) Movimientos complejos: son resultado de la combinación de más de un tipo de los
descritos anteriormente.

Deslizamiento rotacional y traslacional Deslizamiento traslacional y colada de barro

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