Transvertismo
Transvertismo
Transvertismo
Travestismo, transexualidad
y transgénero
Juan Luis Álvarez-Gayou Jurgenson
Instituto Mexicano de Sexología
Resumen
El presente texto clarifica los distintos aspectos que caracterizan el traves-
tismo, el transgénero y la transexualidad, tomando en cuenta los distintos
aspectos que participan en estas condiciones. Se mencionan los aspectos
básicos de la atención profesional a estas personas, tanto desde la perspecti-
va de la Organización Mundial para la Salud de las Personas Transgénero
(WPATH), como desde la experiencia del autor.
Palabras clave
Diversidad sexual, transexualidad, travestismo, transgénero.
Summary
This paper describes the distinctive characteristics of transvestism, transgen-
derism and transsexuality regarded as human conditions. Basic aspects of
professional attention for these individuals are explained both according to
the World Professional Association for Transgender Health (WPATH) as well
as from the author’s experience.
Keywords
Sexual diversity, transsexuality, transvestism, transgenderism.
Introducción
Para iniciar el análisis de estas condiciones es importante considerar la valo-
ración, en cada uno de los casos, de seis elementos importantes (tabla 1).
Para cada una de las condiciones iremos analizando cuál es la caracterís-
tica de cada uno de estos aspectos.
Travestismo
Expresión comportamental de la sexualidad que se conceptualiza como el gusto
que tiene una persona por usar prendas, manierismos, accesorios o lenguaje atri-
buido en una sociedad y época determinada al otro género (Álvarez-Gayou,1984).
56 | JUAN LUIS ÁLVAREZ-GAYOU JURGENSON
término adecuado es “orientación sexual”, porque hablar de preferencia, dicen, implica que hubo
una decisión en ser o no homosexual, bisexual o heterosexual. Esto es erróneo desde dos perspec-
tivas: 1) La lingüística española sólo reconoce la orientación como referente a guiar a una perso-
na o en función de los puntos cardinales; pienso que en México debemos hablar español y no
importar términos del inglés de manera irreflexiva, y 2) yo le pregunto a cualquier persona que
entre a un salón donde hay centenares de hombres y mujeres, si no va a preferir o le van a atraer
más los del mismo género, los del otro género o indistintamente unos y otros.
Tabla 2.Travestismo
1) El sexo de la persona (dimensión Suelen ser varones.
biológica).
2) La identidad de género (la perso- Su identidad de género correspon-
na se vive como hombre o mujer). de al sexo masculino.
3) El rol genérico predominante Predomina el rol genérico mascu-
(prevalece en la vida de la perso- lino.
na el rol masculino o el femenino).
4) La preferencia genérica (le atraen Pueden ser androfílicos, ginefílicos
más hombres: androfilia; mujeres: o ambifílicos.
ginefilia; mujeres o mujeres y
hombres: ambifilia).
5) Existe o no excitación sexual al En muchos casos, o por lo menos
usar las prendas cruzadas. al principio, y sobre todo en la
modalidad parcial, se da la excita-
ción sexual.
6) Busca o no la reasignación en No buscan ningún nivel de reasig-
algún nivel (hormonal, quirúrgico nación.
para caracteres secundarios o rea-
signación de OSPE).
Fuente: Álvarez-Gayou y Millán Álvarez (2009).
Transgénero
Cuando hablamos de transgénero estamos hablando de una persona que vive
las 24 horas del día en el rol cruzado (tabla 3).
En este caso, como se ve en la tabla 3, el sexo biológico puede ser uno
(como hemos mencionado, primordialmente masculino) y la identidad de
género puede ser concordante o discordante con el sexo. Lo sobresaliente
aquí es el hecho de que el rol genérico predominante es siempre cruzado y
TRAVESTISMO, TRANSEXUALIDAD Y TRANSGÉNERO | 59
que la persona lo vive día y noche, 24 horas al día. Esto significa que vemos
a una persona cuyo sexo biológico es masculino, totalmente vestida como
mujer constantemente y que puede decirnos que su nombre es Raúl o que su
nombre es Alejandra.
La preferencia genérica puede ser con atracción predominante hacia hom-
bres (androfílica), hacia mujeres (ginefílica), o puede hacia ambos géneros
(ambifílica). En este caso, las personas rara vez vinculan la experiencia de la
excitación erótica con el uso de las prendas, y si lo refieren fue transitoria al
principio de la práctica (Álvarez-Gayou y Millán Álvarez, 2009).
Lo que podemos decir que distingue al transgénero de la transexualidad es
que no se busca la reasignación a nivel de OSPE. En cambio, sí pueden llegar
a utilizar hormonas o cirugías de carácter estético como mamoplastías.
Como se ve en la tabla 4, las personas transexuales —en su proceso de re-
asignación— pasan por un periodo de transgeneridad. Abundaremos más so-
bre esto.
Transexualidad
En la transexualidad nos encontramos con una discordancia entre el sexo y
la identidad de género.
Es importante recordar que la identidad de género, de acuerdo con estudios
recientes, se estableció para los 12 meses de edad después del nacimiento.
Esto deja claro que esta condición no es responsabilidad de las personas, es
involuntaria y hasta la fecha no se conoce un origen cierto de la transexuali-
dad, ello a pesar de las evidencias de que existe desde tiempos inmemoriales
en la especie humana.
De manera que es la expresión de hombres atrapados en cuerpos de muje-
res o mujeres atrapadas en un cuerpo de varón. Por ello cuestionamos el que
se hable de personas que “deciden” cambiar de sexo. Se trata de personas
que buscan a toda costa que se dé la concordancia entre cuerpo e identidad
(tal y como nos sucede a la mayoría). Y por ello, preferimos hablar de rea-
signación sexual y no de cambio de sexo. Hemos escuchado que algunos auto-
res prefieren hablar de “reconstrucción” en vez de reasignación y en nuestra
visión no les falta razón.
La realidad es que estas personas viven un conflicto que conlleva mucho
dolor y sufrimiento. Imaginemos cuál sería nuestro sentir si —al vernos en
el espejo—, siendo hombres, viéramos a una mujer o a la inversa; y si esto
fuera todos los días, todas las semanas y todos los meses, e incluso durante
años.
Ante esto, queda claro que estas personas son merecedoras de toda la ayu-
da que se les pueda brindar. Lo primero que podemos pensar es en modificar la
60 | JUAN LUIS ÁLVAREZ-GAYOU JURGENSON
Tabla 3.Transgénero
1) El sexo de la persona (dimensión La proporción es de tres varones
biológica). por una mujer.
2) La identidad de género (la perso- Su identidad de género suele ser
na se vive como hombre o mujer). cruzada, aunque puede no serlo.
3) El rol genérico predominante Es el rol genérico cruzado.
(prevalece en la vida de la perso-
na el rol masculino o el femenino).
4) La preferencia genérica (le atraen Pueden ser androfílicos, ginefílicos
más hombres: androfilia; mujeres: o ambifílicos.
ginefilia; mujeres o mujeres y
hombres: ambifilia).
5) Existe o no excitación sexual al Rara vez.
usar las prendas cruzadas.
6) Busca o no la reasignación en Buscan nivel de reasignación hor-
algún nivel (hormonal, quirúrgico monal y quirúrgico estético, pero
para caracteres secundarios o rea- no en el nivel de OSPE.
signación de OSPE).
Fuente: Álvarez-Gayou y Millán Álvarez (2009).
Tabla 4.Transexualidad
1) El sexo de la persona (dimensión La proporción es de tres varones
biológica). por una mujer.
2) La identidad de género (la perso- Su identidad de género es cruza-
na se vive como hombre o mujer). da.
3) El rol genérico predominante Es el rol genérico cruzado.
(prevalece en la vida de la perso-
na el rol masculino o el femenino).
4) La preferencia genérica (le atraen Pueden ser androfílicos, ginefílicos
más hombres: androfilia; mujeres: o ambifílicos.
ginefilia; mujeres o mujeres y
hombres: ambifilia).
5) Existe o no excitación sexual al No sucede.
usar las prendas cruzadas.
6) Busca o no la reasignación en Buscan nivel de reasignación hor-
algún nivel (hormonal, quirúrgico monal y quirúrgico, incluyendo
para caracteres secundarios o rea- OSPE (situación especial de los
signación de OSPE). varones transexuales).
Fuente: Álvarez-Gayou y Millán Álvarez (2009).
TRAVESTISMO, TRANSEXUALIDAD Y TRANSGÉNERO | 61
Nótese que esto, más que un requisito burocrático representa una medida de
protección para el futuro de esta persona. En nuestra experiencia de más de 30
años nunca hemos enfrentado un arrepentimiento y mucho menos un suicidio.
Esto se diferencia de lo que sucedió con el programa del Centro Johns Hopkins,
que canceló su programa por supuestos malos resultados en 1979.4 A pesar de
que otros autores encontraban resultados discordantes (Meyer y Reter, 1979;
4 En 1979 tomó posesión como director del Departamento de Psiquiatría Paul McHugh y orde-
nó una revaloración de los casos que habían sido reasignados, y aunque la mayoría expresaron
sentirse bien por la reasignación, también expresaron que su funcionamiento psicológico no
había mejorado, y por ello consideró que se estaba reforzando la “enfermedad mental” en vez
de tratar de curarla, y por ello ordenó la cancelación del programa. Como se ve, fue una mala
decisión supuestamente académica, pero con trasfondo político de transfobia.
TRAVESTISMO, TRANSEXUALIDAD Y TRANSGÉNERO | 63
Hunt y Hampson, 1980), seguir los lineamientos es la mejor garantía que pode-
mos dar a las personas que se acercan a pedir nuestra ayuda.
La prevalencia de esta condición es de 1 por cada 37,000 nacidos vivos y
se distribuye en una proporción de tres personas de sexo masculino con iden-
tidad de género femenina (MF) por una con sexo femenino e identidad de
género masculina (FM) (WPATH, 2006).
De nuevo vemos la mayor prevalencia en varones biológicos, al igual que
en las condiciones previamente descritas.
En nuestra experiencia, las personas FM (varones atrapados en cuerpo de
mujer) presentan algunas características únicas que vale la pena mencionar:
1)-La gran mayoría tienen una pareja mujer y cuando han acudido a nos-
otros prácticamente ya llevan una vida familiar de convivencia, en oca-
siones con hijos (que pueden ser de la pareja o adoptados).
2)-La principal molestia que presentan con su cuerpo se centra en los
pechos y es lo que mayormente desean se elimine.
3)-En segundo lugar la molestia es con la menstruación, aunque muchos
de ellos la pierden por la acción de las hormonas.
4)-En general no tienen una acentuada demanda para tener un pene.
Transexualidad secundaria
La principal diferencia entre la transexualidad primaria y la secundaria es
que en esta última la identidad de género se modifica gradualmente a lo lar-
go de la vida de la persona. No media ningún estímulo reconocido; podría
suponerse que la identidad de género no se estableció con firmeza, como en
la mayoría de las personas o en las personas transexuales primarias. El hecho
es que la identidad se debilita y gradualmente se vuelve cruzada.
Estas personas inician con periodos de travestismo y poco a poco va crecien-
do en ellas la convicción o la necesidad de ser una persona del otro género. El
travestismo va aumentando y finalmente se llega a una condición de transgene-
ridad. Esta condición es mucho menos frecuente que la transexualidad o el
transgénero; sin embargo existe y es importante reconocerla y aceptarla. En
nuestra experiencia son pocas las personas que llegan a la reasignación de órga-
nos sexuales pélvicos externos, y de hecho en los años de experiencia nunca
hemos visto a una persona con sexo femenino original en esta condición.
Disforia de género
En muchos documentos y clasificaciones encontramos que las condiciones
previamente descritas se agrupan bajo la denominación de “disforias de
género”. El concepto “disforia” se refiere a disgusto, a inconformidad. Por
ello cuestionamos el que se hable en estos casos de disforia de género, pues
con lo único que no están conformes estas personas es con su cuerpo, no con
su género.
Esto ilustra cómo incluso organismos de alto nivel de la psicología y la
psiquiatría muestran un profundo desconocimiento de algunas de las situa-
ciones que incluyen en sus clasificaciones, e incluso sexólogos poco reflexivos
siguen usando estas denominaciones que son a todas luces incorrectas.
TRAVESTISMO, TRANSEXUALIDAD Y TRANSGÉNERO | 65
Bigenerismo o agenerismo
Otra condición es la llamada “bigenerismo” o “agenerismo”. Ésta se refiere
a personas que se identifican plenamente como mujeres y como hombres, su
rol genérico no es predominante e incluso pueden presentarse públicamente
como parcialmente varones y parcialmente mujeres. O bien pueden alternar
ambos roles (Álvarez-Gayou y Millán Álvarez, 2009).
No se trata de ningún trastorno psiquiátrico ni de una doble personalidad.
Son personas más o menos adaptadas, como cualquier persona heterosexual;
incluso conozco el caso de un varón con esta condición que está casado y tiene
hijos; y además es un brillante y exitoso diseñador gráfico.
Autoginefilia
La autoginefilia es una condición que se describe como el gran gusto o atracción
hacia la propia imagen femenina. Consideramos que ésta puede presentarse en
dos vertientes: 1) el gusto por la imagen, y 2) el gusto por las potencialidades
que da la figura femenina.
66 | JUAN LUIS ÁLVAREZ-GAYOU JURGENSON
Bibliografía
Álvarez-Gayou, J. L. (1984), “El continuo de las expresiones comportamen-
tales de la sexualidad y el expresiograma”, en Perspectiva Sexológica, vol.
11, núm. 8.
— (1986), Sexoterapia Integral, México, El Manual Moderno.
—, y P. Millán (2009), Homosexualidad, bisexualidad, travestismo, transgé-
nero y transexualidad: derrumbe de mitos y falacias, México, Instituto
Mexicano de Sexología.
TRAVESTISMO, TRANSEXUALIDAD Y TRANSGÉNERO | 67