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INTRODUCCIÓN
A LA LITERATURA:
GÉNEROS LITERARIOS
Los géneros literarios son las distintas variedades de obras literarias agrupadas por unas
características comunes, según el asunto, la forma o la actitud del autor. Desde el
siglo XVIII se admite que hay tres géneros de finalidad estrictamente artística o literaria: la
lírica, la épica y el drama. En las obras de género lírico, generalmente escritas en verso, el
escritor expresa sus propios sentimientos; el género épico lo constituyen aquellas obras, en
prosa o en verso, cuyo autor cuenta acciones realizadas por unos personajes; en el género
dramático son los propios personajes los que exponen sus conflictos ante el espectador. A
estos tres géneros clásicos hay que añadir otros tres: la didáctica, la historia y la oratoria,
cuya finalidad es enseñar o persuadir.
LITERATURA EN VERSO ta como testimonio de sí mismo, de sus procesos
espirituales y sus reacciones ante el mundo exte-
Poesía rior. En los géneros épicos en verso destacan el
Recibe el nombre genérico de poema un conjun- poema épico, la epopeya y los romances.
to de versos concebido unitariamente, que puede Los poemas épicos son narraciones de gran ex-
ser breve o muy extenso. Cada verso se halla se- tensión, en los que se exaltan sentimientos de tipo
parado del siguiente por una pausa, que junto colectivo, sobre todo religiosos y patrióticos, en-
con el número de sílabas, la situación de los acen- carnados en un héroe que representa las virtudes
tos y la utilización de la rima contribuyen a crear bélicas y la lealtad o el amor a la patria. Son pro-
el ritmo. Hay que distinguir entre poesía épica y pios de las épocas primitivas, algunos anónimos y
poesía lírica, según si el autor adopta una actitud de tradición oral, otros escritos y de autor conoci-
de testimonio ante lo narrado, o bien se manifies- do. Entre los primeros destacan el Cantar de Rol-

Izquierda, página del Cantar de


Roldán (manuscrito del siglo XIV).
Abajo, Luis de Camoens, autor de
Os Lusiadas.

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LITERATURA UNIVERSAL

Izquierda, portada de las Coplas


por la muerte de su padre de Jorge
Manrique.

Derecha, grabado de un episodio de


la Historia del Buscón llamado
Don Pablos, de Quevedo.

La oda, nacida en Grecia (odé =


canto), era un poema lírico canta-
do. Modernamente, se llama así al
poema de cierta extensión que ex-
presa sentimientos en un tono ele-
vado. Puede ser religiosa, heroica,
amorosa, según el tema que trate.
La elegía es un poema de dolor,
en el que el autor llora líricamente
dán y el Cantar de Mío Cid. Entre los segundos ante la pérdida de un ser querido, a la vez que se
cabe citar la Eneida, de Virgilio, en la antigua manifiesta sobre la fugacidad de la vida y la inevita-
Roma, y Os Lusiadas, de Luis de Camoens. Cuan- bilidad de la muerte. Son elegías famosas las Coplas
do el poema épico adopta una forma grandiosa y por la muerte de su padre, de Jorge Manrique (si-
manifiesta el espíritu de todo un pueblo o civiliza- glo XV), o el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, de
ción, recibe el nombre de epopeya. Son pocas las Federico García Lorca (1898-1936).
obras que han merecido este nombre: el Ramaya- La égloga consiste en un diálogo en verso, ge-
na, atribuido a Valmiki, en la India, la Ilíada y la neralmente entre pastores totalmente idealizados
Odisea de Homero, en Grecia, y los Nibelungos, y en un ambiente campestre, que trata sobre
anónima, en Alemania. Los romances son compo- cuestiones amorosas. Son famosas las Églogas de
siciones anónimas cantadas en España por los ju- Garcilaso de la Vega.
glares, que se remontan a finales de los siglos XIV y La sátira es una composición en la que el poeta
XV; en ellos se narraban acciones guerreras o haza- censura personajes, costumbres o actitudes de la
ñas de caballeros. Junto a estos romances viejos, vida. Cultivada ya en la Roma clásica por poetas
existen los romances nuevos, escritos por poetas como Horacio y Juvenal, se desarrolló con gran
cultos de los siglos XVI y XVII (Cervantes, Lope de fuerza en el Renacimiento y en las épocas clasicis-
Vega, Quevedo, Góngora), por poetas románticos tas (Góngora, Quevedo). Cuando la sátira es muy
(Zorrilla), o por poetas contemporáneos (Macha- breve recibe el nombre de epigrama.
do, García Lorca, Rafael Alberti).
La poesía lírica es la que expresa los sentimien- Métrica del castellano
tos personales del poeta acerca de temas íntimos, La métrica es la disciplina que trata del ritmo, es-
como el amor o la muerte, o ante la contempla- tructura y combinación de los versos. El verso se
ción de la Naturaleza. Nació en Grecia acompaña- caracteriza por poseer una regularidad de medida
da de la lira, y por eso conserva valores de armo- (número de sílabas poéticas), de ritmo (distribu-
nía y ritmo. Atendiendo a su procedencia y a su ción de los acentos) y de rima (coincidencia de
transmisión, se puede hablar de poemas líricos los sonidos desde la última sílaba acentuada). En
cultos, escritos por un poeta que los destina a una la medida de un verso hay que contemplar la
minoría de lectores entendidos, con un lenguaje y existencia de determinadas licencias poéticas,
una métrica muy cuidados, y poemas líricos de como son la sinalefa (la vocal final de una palabra
tipo popular, generalmente anónimos, que se se une con la inicial de la siguiente formando una
transmiten oralmente y suelen tener una gran misma sílaba poética), la diéresis (destrucción de
sencillez de forma. Los principales géneros líricos un diptongo) y la sinéresis (pronunciación en
son la oda, la elegía, la égloga y la sátira. una sola sílaba de dos vocales en hiato). Si la últi-

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ma palabra del verso es aguda, se añade una síla- mente endecasílabos. El octosílabo es el verso
ba más; si es esdrújula, se resta una sílaba, y si es más cultivado en la poesía española en todas las
llana, no se modifica. épocas y géneros. El eneasílabo, verso de nueve
El ritmo viene determinado por la distribución de sílabas, es poco utilizado en español. El verso de
sílabas acentuadas a lo largo del verso. Esta distribu- diez sílabas, decasílabo, admite gran variedad
ción puede ser regular o no, pero siempre teniendo de ritmo. El endecasílabo es, junto con el octosíla-
en cuenta que dos sílabas consecutivas no pueden bo, el verso más empleado en la poesía española, y
llevar ambas acento rítmico, y que la penúltima síla- aparece con distribuciones acentuales muy diver-
ba de un verso debe llevar siempre acento rítmico. sas. Los versos de doce sílabas, dodecasílabos, se
La repetición de sonidos a partir de la última sí- presentan generalmente en dos hemistiquios igua-
laba acentuada en los versos se llama rima; ésta les o de distinto número de sílabas, por lo que reci-
será consonante, si afecta a los sonidos vocálicos ben el nombre de simétricos o asimétricos, respecti-
y consonánticos, y asonante, si sólo afecta a los vamente. Fue muy usado en la Edad Media, sobre
sonidos vocálicos. todo por el «Mester de Clerecía», el verso de cator-
Según el número de sílabas que posean los ver- ce sílabas o alejandrino. Los versos de más de ca-
sos, se consideran de arte menor, de dos a ocho torce sílabas ya no pertenecen a la serie de versos
sílabas, y de arte mayor, de más de ocho sílabas. regulares habituales en la poesía española, aunque
Los versos de dos, tres y cuatro sílabas son muy aparecen con bastante frecuencia en la poesía mo-
poco frecuentes. El verso de cinco sílabas, penta- derna. Finalmente, se denominan versos blancos o
sílabo, se usa generalmente en combinación con sueltos los que no tienen rima, pero se ajustan a de-
otros versos. El hexasílabo, o verso de seis síla- terminadas regularidades estróficas.
bas, es bastante frecuente, sobre todo en compo- El poema se forma agrupando un número fijo
siciones de tipo popular. El heptasílabo se usa de versos y repitiéndolo sucesivas veces; esa agru-
solo y en combinación con otros versos, especial- pación o estructura es denominada estrofa. Si la
repetición de estrofas obedece a una combinación
determinada, se obtiene una composición como,
CANTAR DE MIO CID
o albergarían con gusto, pero ninguno osaba:
por ejemplo, el soneto; si la repetición de la es-
L del rey don Alfonso, tan grande era la saña.
Al aterdecer, a Burgos llegó de él una carta con
gran sigilo, y fuertemente sellada,
tructura es ilimitada, entonces se forma una serie
poética, como el romance. La estrofa de dos ver-
5 con orden de que al Cid nadie le diera posada. sos, o pareado, puede aparecer sola o bien ser uti-
Y que el que se la diese, supiera de que se arriesgaba lizada en una serie. El terceto es la estrofa de tres
a perder sus haciendas, y aun los ojos de la cara,
y aun, además, los cuerpos y las almas.
versos de arte
Gran pesar tenían las gentes cristianas; mayor, general-
10 se esconden de mio Cid: no osan decirle nada.
El Campeador se dirigió a su posada,
mente endecasí-
y al llegar a la puerta, la halló bien cerrada: labos, que riman
por miedo al rey Alfonso, así la dejaran; el primero con el
ellos no la abrirían si él no la forzaba.
15 Los guerreros del Cid con grandes voces llaman; tercero y el se-
los de dentro, no les contestan palabra. gundo queda li-
Espoleó el Cid su caballo, a la puerta se llegaba,
sacó el pie del estribo, y le dio una patada.
bre. Las estrofas
No se abre la puerta, pues está bien cerrada.
20 Una niña de nueve años, a sus ojos se mostraba:
-”¡Tente, Campeador, que en buen hora ciñes espada!. Fragmento del
El rey lo ha prohibido: de él entró anoche una carta, Cantar de Mío Cid,
en gran sigilo y fuertemente sellada. del que se conserva
No osaríamos abriros ni acogeros por nada. un manuscrito
25 De hacerlo, perderíamos haciendas y casas, copiado por Per
y aún, además, los ojos de la cara.
¡Cid, en nuestro mal, vos no ganaréis nada! Abat en 1307.
Dios Creador os valga, con todas sus virtudes santas.”
Esto dijo la niña y volvióse para casa. Página de la Vida
Bien ve el Cid que, del rey, ya no tiene la gracia. de Sto. Domingo
30 Marchóse de la puerta, y por Burgos entraba, de Silos de Gonzalo
llegó a Santa María, allí descabalgaba.
Se hincó de rodillas, de corazón rogaba.
de Berceo, el primer
cultivador del
ANONIMO «Mester de
Clerecía».

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LITERATURA UNIVERSAL

de cuatro versos pueden ser de arte mayor: cuar-


teto (ABBA) y serventesio (ABAB); o de arte me-
nor: redondilla (abba) y cuarteta (abab). Durante
la Edad Media se utilizó la estrofa de cuatro ver-
sos monorrimos alejandrinos, que también se de-
nominó «cuaderna vía». El quinteto es una estro-
fa de cinco versos de arte mayor (ABAAB), y se
llama quintilla la de arte menor (abaab). En el re-
nacimiento, Garcilaso de la Vega introdujo en la
poesía española la lira, que es una combinación
de tres versos heptasílabos (el primero, tercero y
cuarto) y dos endecasílabos (el segundo y el quin-
to). La sextina, de arte mayor, y la sextilla, de arte
menor, son las estrofas de seis versos más utiliza-
das. Una variedad importante de sextilla es la lla-
mada manriqueña o de pie quebrado, que consta El cuento expone una situación de conflicto que se
de cuatro octosílabos alternados. Entre las estro- resuelve rápidamente. Grabado de un episodio del
fas de ocho versos destaca la octava real, combi- Pulgarcito, cuento de Charles Perrault.
nación de endecasílabos que riman alternada-
mente, excepto los dos últimos que son pareados tivado desde épocas muy remotas, y puede ser de
(ABABABCC). La estrofa clásica de diez versos, puro entretenimiento o de propósito moralizador.
llamada también espinela porque su creador fue En este último caso recibe el nombre de apólogo.
Vicente Espinel, consta de octosílabos (abba- El cuento popular anónimo se ha transmitido por
accddc). El soneto ha sido una de las formas es- tradición oral, aunque muchos han sido recogi-
tróficas más utilizadas a lo largo de toda la litera- dos en colecciones escritas. Así, los cuentos del
tura española. Consta de catorce versos endecasí- francés Perrault (siglo XVII), de los alemanes Hoff-
labos distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos, mann (siglo XVIII) y los hermanos Grimm (si-
que riman a gusto del poeta. También se han glo XIX), y del danés Andersen (siglo XIX). Existe
compuesto sonetos en versos de ocho, diez y ca- también el cuento literario culto, género utilizado
torce sílabas. Entre las series de versos, destaca en por muchos autores a lo largo de todas las épocas.
la poesía española el romance, que consta de ver- A partir del Decamerón de Boccaccio (siglo XIV) se
sos octosílabos con rima asonante en los pares, afirmó la idea de cuento en el sentido moderno,
mientras que los impares quedan libres. Ha sido que sería cultivado en Francia por Mérimée y
utilizado desde la Edad Media hasta nuestros Maupassant, en Rusia por Turgueniev, Chejov
días. Si el romance tiene menos de ocho sílabas se y Gogol, en Gran Bretaña por Dickens, Kipling y
denomina romancillo (seis sílabas) o endecha Chesterton, en Brasil por J. Guimarães Rosa y en
(siete sílabas). La silva es también una serie inde- España por Clarín, Valera y, modernamente, por
finida de versos endecasílabos, combinados con Cela y C. Laforet.
heptasílabos, con rima y distribución a gusto del En América Latina el cuento ha conocido un
poeta. Se llama verso libre o versículo a un ti- auge extraordinario que llega hasta la actualidad.
po de combinación poética que, además de care- En el siglo XIX, destacan los cuentos del peruano
cer de rima, como el verso blanco, no se ajusta a R. Palma, y ya en el siglo XX, las obras de Borges,
ninguna clase de regularidad estrófica. Es la for- Bioy Casares, Cortázar, Onetti, Carpentier, Leza-
ma poética más utilizada en la poesía moderna. ma Lima, Rulfo, Fuentes, Roa Bastos, Vargas Llosa
y García Márquez.

LITERATURA EN PROSA La novela


Aunque es un género de difícil definición por su
El cuento extraordinaria complejidad y la enorme variedad
El género narrativo de menor extensión es el de formas que abarca, en general se puede consi-
cuento, que consiste en un relato breve de histo- derar como novela toda narración en prosa de
rias inventadas realistas o fantásticas. Ha sido cul- cierta extensión y que posea una trama imagina-

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Don Quijote de la Mancha es el


precedente de la novela moderna,
en cuanto ésta se basa en el
sentido de la libertad del individuo
(izquierda). Portada de una de las
novelas más famosas de Julio
Verne (derecha).

cultivado e importante a lo largo


de los siglos XIX y XX. Dado el ca-
rácter «abierto» del género nove-
lesco, es muy difícil establecer
una tipología. Se puede hablar de
novelas de acción, cuando nos
hallamos ante un relato de he-
chos externos, y de novelas psico-
lógicas, cuando la acción transcu-
rre en el alma de los personajes y
ria, es decir, una sucesión de acontecimientos que el autor penetra en ella. Hay novelas que pueden
se relatan y que acaban constituyendo una secuen- considerarse una epopeya, como Guerra y Paz, de
cia completa de acciones. Es una característica de Tolstoi, o una sátira, como Cándido, de Voltaire.
la novela su capacidad de verosimilitud, conseguir Novelas que imponen modos de comportarse,
que el lector no sienta la ficción como tal. Además como el Werther de Goethe –cuya difusión parece
de la trama, acción o argumento, la novela contie- que fue acompañada de una ola de suicidios–, o
ne otros elementos, como son el medio o ambien- tipos de personajes, como el comisario Maigret,
te en que ocurre la acción y los personajes que se bonachón y apacible, de las obras de Simenon.
mueven en él. Así, pues, junto a lo meramente na- Otras veces la novela da forma a viejos sueños de
rrativo, aparecen la caracterización de personajes la humanidad, tales como viajar por el tiempo (La
y la descripción del ambiente. En ocasiones, el au- máquina del tiempo, de H. G. Wells), explorar el es-
tor recurre a la caracterización directa de los per- pacio mediante una máquina maravillosa (Veinte
sonajes y ofrece su retrato; otras veces se limita a mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne), o ex-
presentarlos, dejando que sea el lector quien, a pone viejos temores: el terror ante la destrucción
través de los diálogos, vaya descubriendo cómo de la humanidad por seres venidos de otros plane-
son. En cuanto a la descripción del ambiente, que tas (La guerra de los mundos, de H. G. Wells), o la
puede ser real o ficticio, campesino, urbano o do- obsesión de un régimen totalitario y policial
méstico, permite al lector situarse en el mismo es- (1984, de A. Huxley). Podríamos decir, pues, que
cenario y atmósfera de los personajes, y compren- la novela, pese a su enorme variedad, es el género
der mejor las razones de su actuación. que cristaliza dos tendencias universales del hom-
El origen de la novela hay que buscarlo en el ro- bre, contrarias pero complementarias: la necesi-
man courtois o «novela cortés», que se desarrolló dad de lo maravilloso y la angustia.
en Francia a mediados del siglo XII. Obras como
Lancelot o el caballero de la carreta y Perceval o el El teatro
cuento del Graal, aunque escritas en verso, antici- Los orígenes del teatro se remontan al siglo VI
pan lo que serán las novelas de caballería poste- a.C., en Grecia, con ocasión de la celebración de
riores. Tres siglos más tarde, el autor anónimo del la fiestas en honor del dios Dionisio, que después
Lazarillo de Tormes introdujo el mundo de la reali- darían lugar a la gran tragedia griega. Cultivado
dad en el relato, creando así la novela moderna. más tarde también en Roma, este teatro fue olvi-
En el siglo XVII apareció el Quijote, que fue adop- dado durante siglos, y hubo de ser reinventado a
tado como modelo narrativo, sobre todo por es- comienzos de la baja Edad Media.
critores británicos como Defoe y Fielding. De A diferencia de la novela, en el teatro la historia
ellos arranca la novela moderna como género más no la relata el autor, sino que la desarrollan los

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LITERATURA UNIVERSAL

personajes que actúan en un escenario ante los conflicto puede ser de tipo moral, sin que de él se
ojos del espectador. Los conflictos humanos, que deduzcan consecuencias terribles como en la tra-
constituyen el argumento de una novela desple- gedia, o bien cómico, con el único objetivo de
gado con lentitud, se transforman en acción con- distraer al espectador.
centrada en los límites del tiempo de la represen- En el drama, los personajes luchan contra la ad-
tación. Además, en el teatro entra en juego una versidad pero, a diferencia de la tragedia, no se
serie de elementos no literarios, pero que están al resignan a su destino ni tienen la grandeza de los
servicio de la obra, como son la escenografía, los héroes trágicos, aunque muchas veces salen tam-
juegos de luz, los efectos sonoros y la música. bién derrotados y el desenlace puede suponer la
Tres son los géneros dramáticos fundamentales: la muerte de alguno de ellos. A menudo se mezclan
tragedia, la comedia y el drama. en el drama elementos trágicos y cómicos, de ahí
En la tragedia se dramatizan terribles conflictos que entre los siglos XVI y XVIII recibiera en España
entre los personajes a causa de las grandes pasio- el nombre de tragicomedia.
nes que los dominan y que inevitablemente les Estas modalidades teatrales han tenido, a lo lar-
conducen a la destrucción, víctimas de un destino go de la historia, muchas variantes bien tipifica-
del que no pueden escapar. Este carácter inevita- das. Las más importantes son: el auto sacramen-
ble de la catástrofe hace que el espectador sienta tal, drama español en verso de los siglos XVI y XVII,
horror y piedad por los protagonistas, y produce con personajes alegóricos; el sainete, obra gene-
un efecto de «catarsis» o de purificación interior. ralmente corta y de carácter cómico que refleja las
La tragedia fue cultivada sobre todo en la Grecia costumbres y el habla populares; el melodrama,
clásica, pero también por otros dramaturgos, drama popular que intenta conmover al público
como William Shakespeare, que supo crear perso- por el sentimentalismo de las situaciones que pre-
najes que han pasado a la historia como prototi- senta; el vodevil, comedieta ligera de origen fran-
pos de las grandes pasiones del alma humana: cés, del siglo XIX, que generalmente presenta un
Hamlet es el hombre que duda, Macbeth repre- argumento referido a infidelidades amorosas con
senta la ambición, y Romeo, el amor. final feliz.
La comedia desarrolla conflictos amables entre
personajes que no son de condición elevada, y El ensayo
tiene un final feliz. En ocasiones, los protagonis- Además de los géneros líricos, épicos y dramáti-
tas se oponen a la sociedad, y la comedia ofrece cos, en la historia literaria ha habido otras formas
entonces un cuadro de costumbres; otras veces, el de expresión que a la finalidad artística unen un
propósito didáctico. Junto a la epís-
tola, composición literaria en forma
de carta con propósito satírico o mo-
ralizador, y la fábula, narración gene-
ralmente en verso, con animales
como protagonistas y una enseñanza
moral, el género didáctico más im-
portante en la actualidad es el ensayo.
El ensayo consiste en la exposi-
ción aguda y original de un tema fi-
losófico, científico, artístico, políti-
co, religioso, etc., hecha en prosa,
con un carácter general, es decir, sin
que el lector necesite conocimientos
técnicos especiales para su com-
prensión. El valor literario induda-

Andrómaca, edición de 1744. Con


Racine retornó a los escenarios la
tragedia griega.

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El género ble y su facilidad de comprensión hacen del ensa-


histórico reúne yo un género atractivo para el lector medio. Ade-
un propósito más del ensayo, existe el género histórico, que
artístico y una
finalidad consiste en la exposición literaria, no ficticia, de
didáctica. hechos llevados a cabo por el hombre. El género
Portada de la histórico antiguamente atendía sobre todo a los
Historia de la aspectos externos: guerras, tratados, vidas de
Revolución los reyes y caudillos. Actualmente, la narración
Francesa de
Jules Michelet. histórica se interesa más por la economía, la orga-
nización social, las experiencias artísticas y cultu-
rales, factores que determinan de un modo global
la manera de ser de un pueblo. Si el autor no
cuenta la vida de un pueblo, sino la de un indivi-
duo en particular, la obra recibe el nombre de
biografía, o autobiografía, si la vida narrada es la
suya propia. Existen también historias de todas
las actividades humanas: arte, ciencia, literatura,
política, economía, etc.

EL MUNDO CLÁSICO
La mirada de asombro y curiosidad con que los griegos contemplaban la naturaleza está
en la base de las primeras manifestaciones literarias con las que intentaron explicar el
mundo a base de mitos y leyendas, cuyos protagonistas son ninfas, héroes y dioses. Más
tarde, el hombre griego intentó buscar una explicación ya no mítica, sino racional, y surgió
la filosofía griega. Grecia ejerció también como modelo de la literatura latina, que además
de imitar y continuar la literatura griega, la expandió hacia Occidente y la impuso a todo
el mundo civilizado. Hablar de literatura clásica es, pues, hablar de un conjunto que
abarca toda la creación grecorromana, desde aproximadamente el siglo IX a.C. hasta el
siglo II d.C.

GRECIA los siglos VIII o IX, y de su autor, al que la tradición


ha considerado ciego, sólo sabemos que nació en
Los temas de la literatura griega proceden de los la costa griega de Asia Menor.
mitos y leyendas que perduraban en el pueblo he- La Ilíada narra las últimas fases del asedio a que
leno desde tiempos inmemoriales. Era un mundo fue sometida la ciudad de Troya (Ilion, en griego;
en el que los dioses y los héroes poblaban la tie- de ahí el título del poema) por parte de las tropas
rra, y sufrían y reaccionaban como los mortales, aqueas o griegas. Agamenón, jefe del ejército grie-
por amor, odio y orgullo. Ese mundo mítico, con- go, que está sitiando Troya para recuperar a Hele-
siderado por el hombre griego como su prehisto- na, raptada por el príncipe troyano Paris, se en-
ria, era muy apropiado para la creación literaria, frenta con Aquiles, el mejor de sus guerreros.
puesto que permitía elaborar y reelaborar viejos Aquiles, enfurecido, se retira de la batalla hasta
temas y héroes, según las necesidades y gustos de que la muerte de su amigo Patroclo a manos de
cada época y de cada autor. El mito y la leyenda Héctor le decide a volver a la lucha para vengarle.
son el núcleo de la poesía coral, de la poesía épica La cólera y el dolor le empujan a un terrible com-
y del teatro griegos. bate con Héctor, en el que los dioses intervienen a
El esplendor de la literatura griega se inicia con favor de ambos contendientes: Afrodita protege a
los dos grandes poemas épicos, la Ilíada y la Odi- los troyanos, Atenea a los griegos. Finalmente,
sea, atribuidos a Homero. Su origen se remonta a Aquiles da muerte a Héctor.

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Todas las imágenes que tenemos de Homero, autor de la Ilíada y la Odisea, son producto de la imaginación.
La ilustración de la izquierda reproduce el cuadro de Ingres Apoteosis de Homero. Derecha, Aquiles, el héroe
orgulloso de la Ilíada destinado a una muerte temprana como precio de la gloria, aparece en esta pintura
mural recibiendo instrucción del centauro Quirón.

La Ilíada es un canto guerrero en el que destaca pero, por otra parte, la actuación de éstos de-
el espíritu heroico y se exaltan los valores e idea- pende de la voluntad de los dioses, que intervienen
les de la antigua aristocracia. Los guerreros del de modo decisivo en el desarrollo de los aconteci-
poema pertenecen a la alta nobleza, para la cual la mientos. Esta participación divina en los asuntos
suprema gloria es la victoria en combate, y el pú- humanos entronca el poema con su origen mítico y
blico que escuchaba se compenetraba perfecta- al mismo tiempo introduce en él una reflexión
mente con estos ideales. sobre los límites de las actuaciones humanas.
Si la Ilíada es un poema de heroicos guerreros,
la Odisea es un poema de marineros, como una La tragedia
novela de aventuras en torno al regreso del rey Si la epopeya homérica provoca admiración por
Ulises (Odiseo, en griego) a su patria Itaca, tras el su valor literario, pero no permite la identifica-
incendio de Troya por las tropas griegas. La ac- ción con los héroes ni con sus aventuras, la trage-
ción de la Odisea transcurre en cuarenta y un días, dia, una de las creaciones más brillantes de la lite-
que sintetizan los diez años que duró el regreso ratura griega, presenta conflictos provocados por
de Ulises. La obra consta de tres partes, que co- las pasiones humanas, terribles problemas de mo-
rresponden a tres núcleos temáticos y legenda- ral o de conducta, que son constantes a través de
rios: la búsqueda de Ulises por parte de Teléma- los tiempos y que pueden suscitarse en cualquier
co, su hijo; la navegación del héroe y todas sus ser humano. La tragedia surgió de la evolución de
aventuras; la llegada a Itaca y la venganza de Uli- un género lírico antiguo, el ditirambo: himno de-
ses contra los que, en su ausencia, pretendían ca- dicado a Dionisos, o Baco, dios del vino. En las
sarse con su esposa, Penélope, y arrebatarle el rei- fiestas consagradas a este dios, un coro de campe-
no. A diferencia de Aquiles, héroe aristocrático, sinos disfrazados entonaba cantos que eran inte-
valiente y altivo, Ulises aparece como un hombre rrumpidos por exclamaciones del director o
prudente, astuto, vencedor de las adversidades y corifeo. Unos siglos más tarde, se añadió un actor
ejemplo para todos los hombres que han de lu- que dialogaba con el corifeo frente al coro, que se
char en la batalla de la vida. limitaba a comentar con sus cantos. Así nació la
El mundo que nos presentan los poemas homé- tragedia, que se representaba en teatros al aire li-
ricos es, a la vez, ideal y humano. Por una parte, bre. El público ocupaba unas graderías semicircu-
vamos siguiendo las vicisitudes de los hombres lares; en un espacio circular se situaba el coro y

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Sófocles (izquierda)
perfeccionó la psicología de
los personajes,
acentuando sus rasgos
humanos, y Eurípides
(abajo) llevó el
proceso de
humanización
hasta sus últimas
consecuencias.

La música, el canto y la danza están intrínsecamente


ligados a la tragedia griega.

detrás había una tienda de tela (la escena), de


donde salían y entraban los actores. El coro esta-
ba compuesto primero de doce actores, y después
de quince, que eran pagados por un ciudadano
rico que se ofrecía a ello.
La tragedia presenta a un protagonista que, tras
cometer una falta, a veces involuntaria, acepta el
rigor del Destino al que los dioses y los hombres
se hallan sometidos. El hombre lucha contra lo
irremediable, contra lo que no puede evitar, y el
espectador experimenta terror y compasión a la
vez, una emoción purificadora, la «catarsis». Las tragedias de
Puesto que la tragedia iba dirigida a todo el pue- Esquilo están
blo, esa emoción purificadora era su finalidad basadas en los
moral. acontecimientos
míticos y en los
Los tres grandes creadores de la tragedia griega conflictos
del siglo V a.C. son Esquilo, Sófocles y Eurípides. y pasiones
El teatro de Esquilo se nutre, por lo general, de humanas.
temas mitológicos, expuestos ante el espectador a
lo largo de tres obras encadenadas que reciben el de conflictos heredados, que se prolongarán en
nombre de trilogía. Sólo conservamos una trilogía sus descendientes. La tragedia, pues, se extiende
completa, la Orestíada, compuesta por Agamenón, sobre todo un linaje, y se desarrolla a lo largo de
Las coéforas y Las euménides. Del resto de sus las tres obras. Sófocles es, tal vez, el más repre-
obras, Las suplicantes, Los siete contra Tebas, Los sentativo de los tres grandes dramaturgos griegos.
persas, Prometeo encadenado, se sabe que forma- Abandona la trilogía porque se centra en la crea-
ron parte de trilogías perdidas. El procedimiento ción de caracteres humanos; el destino se con-
de la trilogía lo utiliza Esquilo para presentar, no templa desde el interior del hombre, presentado
a un personaje, con sus pasiones y conflictos, sino como un individuo y no como parte de un linaje.
la acción del destino sobre los hombres a partir Los héroes de Sófocles, más humanos y parecidos

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a sus semejantes que los de Esquilo, no rechazan Herodoto,


el sufrimiento y creen que es un deber expiar un considerado
error pasado o cumplir una ley de los dioses. El «padre de la
historia», que
hombre que acepta su propio destino alcanza su narró en nueve
mayor grandeza y triunfa sobre el dolor y la libros las
muerte. Edipo rey, considerada la obra maestra de guerras habidas
Sófocles, presenta la tragedia de un hombre, Edi- entre los griegos
po, que mata a su padre, Layo, y se casa con su y los persas.
madre, Yocasta, desconociendo en ambos casos
los vínculos familiares que les unen. Es el delito
de alguien que ha infringido las leyes de la natura-
leza sin saberlo, pero es un delito tan monstruoso
que la ignorancia no puede salvarle de un terrible
castigo. Al final, Edipo se arranca los ojos y se des-
tierra de su propio reino. En Antígona crea Sófo-
cles otro de sus mejores personajes, la figura de la
joven Antígona, que desobedeciendo las órdenes a.C.), que narran las guerras entre los griegos y
del rey Creonte, entierra el cadáver de su herma- los persas, y que nos proporcionan además una
no, insepulto por haber sido declarado enemigo gran cantidad de información sobre costumbres y
de la patria. Antígona lucha entre el amor fraternal datos geográficos recogidos en sus largos viajes.
y el deber familiar que le imponen las leyes divi- Los otros dos grandes historiadores griegos fue-
nas, por una parte, y las leyes de la ciudad, por ron Tucídides (471-402 a.C.), autor de la Historia
otra. Sabe que al infringir las leyes civiles es mere- de la guerra del Peloponeso, documento historio-
cedora de la muerte, a la que se adelanta suicidán- gráfico de gran valor por el rigor con que está es-
dose. Similar a Antígona en algunos aspectos es crito, y Jenofonte (434-355 a.C.), cuya obra más
Electra. En ella los hermanos Electra y Orestes, hi- importante fue la Anábasis, o Retirada de los diez
jos de Agamenón, vengan la muerte de éste en su mil, en la que se relata la retirada del ejército grie-
propia madre Clitemnestra. Aunque Sófocles es go que él mismo acaudillaba.
quizá menos poético que Esquilo, su estilo es más Al siglo IV a.C. corresponden los dos mayores
claro y más llano. Sus personajes han pasado filósofos del mundo antiguo: Platón y Aristóteles.
como tipos a la posteridad, y sus obras han sido Basándose en el método de su maestro Sócrates,
consideradas como modelo de la tragedia griega. Platón escribió los Diálogos, en los que aparece
En la obra de Eurípides, la tragedia va a sufrir Sócrates conversando con sus discípulos y, me-
una cierta revolución. El concepto de culpa ya no diante la discusión, intenta hallar la verdad. To-
aparece en este autor, cuyos héroes tienen los dos los diálogos se desarrollan en torno a un tema
mismos defectos que los hombres, se rebelan fundamental, que puede ser el amor, la ciencia, la
contra la injusticia, y no aceptan el destino. La belleza o la poesía. En el Banquete, afirma Platón
trama de las obras de Eurípides es más complica- que el verdadero amor no es el que se dirige a la
da, y sus acciones más variadas, cosa que le dis- belleza corporal sino el que prefiere contemplar
tancia del arte clásico de Esquilo y de Sófocles. la espiritual, para aspirar luego a la belleza abso-
Sus obras son Alcestes, Orestes y Las Troyanas. luta y perfecta. Esta doctrina del amor platónico
iba a tener una enorme influencia en la poesía
La prosa: historia y filosofía posterior, especialmente a partir del renacimien-
El cultivo de la prosa en la antigua Grecia se redu- to. Muy diferentes en cuanto a su valor artístico
jo a la historia y la filosofía, ya que no hubo algo son las obras de Aristóteles. Con él la filosofía y
equivalente a la novela, y el teatro se escribía ex- la ciencia griegas dieron un paso de gigante, y su
clusivamente en verso. La historia nació cuando importancia en el pensamiento europeo posterior
Grecia, consolidada como Estado, se enfrentaba es indiscutible. Pero también fue decisiva su in-
al mundo exterior, y los historiadores narraban, fluencia en la literatura gracias a su Poética, en la
más que los hechos pasados, los hechos contem- que hablando de la tragedia griega expone unas
poráneos, para que sirvieran de memoria al futu- reglas que fueron respetadas durante mucho
ro. Destacan las Historias de Herodoto (484-425 tiempo por poetas y dramaturgos.

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Arriba, Virgilio, Horacio y Varrón


en casa de Mecenas (izquierda);
manuscrito del siglo XV De los
oficios de Cicerón (derecha). Abajo,
Eneas herido, representado en una
pintura mural romana (izquierda);
Ovidio por Lucas Signorelli
(derecha).

ROMA La poesía
En el siglo I a.C., ya en la época imperial, cuando
El desarrollo de la literatura latina comenzó en el Roma vivía una etapa de paz y prosperidad, la lite-
siglo III a.C., cuando entró en contacto con Grecia ratura latina, protegida por el noble Mecenas y por
y la tomó por modelo. Pero la literatura latina no el propio emperador, alcanzó su momento culmi-
se limitó a imitar a la griega, sino que fue su con- nante, y apareció una serie de escritores que eleva-
tinuadora en todos los géneros, si bien con una ron la poesía a su máxima perfección. Publio
inclinación hacia los didácticos, como correspon- Virgilio Marón (70-19 a.C.), hijo de campesinos
de a un pueblo eminentemente práctico. acomodados, escribió unas breves composiciones
en las que describe la naturaleza como un escena-
La comedia rio de paz, mientras unos pastores van dialogando
El primer dramaturgo latino cuya obra conserva- sobre la vida del campo; son las Bucólicas, a las que
mos es Plauto (h. 254-184 a.C.), autor de más de siguió luego un extenso poema titulado las Geórgi-
ciento treinta comedias, de las que han llegado cas, dividido en cuatro partes (la agricultura, los
hasta nosotros veintiuna. Los temas proceden casi árboles frutales, los rebaños y las abejas), a lo lar-
siempre de la comedia griega, pero las obras de go de las cuales el autor nos muestra cómo en la
Plauto adquieren un tono popular y sus diálogos paz de los campos el hombre se dignifica con el
están llenos de gracia y de ingenio. Sus personajes esfuerzo de su trabajo.
hablan como el pueblo romano de su tiempo, con De signo bien distinto es el poema la Eneida, es-
expresiones callejeras, refranes y juegos de pala- crito a imitación de la epopeya homérica para glo-
bras que aún hoy provocan la risa del espectador o rificar al emperador Augusto, que aparece como
lector. Los seres que aparecen en escena (alcahue- descendiente del héroe troyano Eneas, que da
tes, soldados fanfarrones, viejos verdes, avaros) re- nombre a la obra. Eneas, fugitivo de Troya, va a
presentan vicios y costumbres de la época, pero parar a Cartago; allí es acogido por la reina Dido,
no con una intención moralizadora, sino para di- que, enamorada de él, se suicida al verle marchar.
vertir al público. Destaca entre estas obras la Aulu- Se dirige luego a Sicilia, desciende a los infiernos
laria, la historia del viejo avaro Euclión, que tiene (donde contempla el futuro de Roma) y llega por
enterrada en su casa una olla llena de oro y vive fin a Italia. Allí, tras vencer a su rival el rey Turno,
obsesionado por el temor a que se la roben. consigue la mano de la princesa Lavinia. La Eneida

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es un poema de carácter culto, considerado el po- llegó a las más altas magistraturas políticas. El
ema nacional romano, porque su finalidad es can- conjunto de su obra tiene un carácter filosófico
tar la grandeza de Roma y de sus ideales civiles y moral; trata de la vejez y de la amistad, del bien,
religiosos. Quinto Horacio Flaco (65-8 a. C.) es- de la ley moral, de los deberes, de la inmortalidad
cribió en su retiro del campo las Sátiras y las Odas, del alma, de la existencia de Dios, etc. Son famo-
cuyos temas son el amor, la patria y las virtudes sos sus discursos políticos, a través de los cuales
romanas. En su madurez compuso una serie de se puede seguir la trayectoria de su vida: las Verri-
Epístolas, en las que expuso reflexiones morales y nas le dieron la fama; las Catilinarias provocaron
sus teorías sobre el arte, que tuvieron enorme in- su destierro; las Filípicas, su muerte. Cicerón ha
fluencia en las épocas posteriores. Horacio fue el pasado a la posteridad no sólo como gran orador,
poeta de la reflexión y del estilo sumamente cui- sino como símbolo de la dignidad moral, la recti-
dado; en su famoso poema Beatus ille hizo un elo- tud y el patriotismo: las más altas virtudes ro-
gio de la vida retirada del campo, al tiempo que manas.
despreciaba las vanidades y ambiciones. Publio La cumbre del pensamiento romano la repre-
Ovidio Nasón (43-18 a.C.), el tercero de los gran- senta, no obstante, Lucio Anneo Séneca (4 a.C.-
des poetas latinos, empezó escribiendo tres libros 65 d.C.), nacido en Córdoba y preceptor de Ne-
de Amores y las Heroicas. La aparición posterior de rón, que más tarde lo había de condenar a suici-
Arte de amar le valió ser desterrado por el empera- darse. Séneca escribió tratados morales en los que
dor a orillas del mar Negro, desde donde compu- recomendaba la virtud como medio para alcanzar
so Tristes y Pónticas, unas elegías de carácter subje- lo que consideraba la máxima felicidad, es decir,
tivo y personal. Pero la obra más famosa de Ovidio la tranquilidad del alma.
es, sin duda, Metamorfosis, extenso poema en Para conseguir ese estado, Séneca propone dos
quince libros que narra las transformaciones de vías: la renuncia a las riquezas y placeres, y la re-
hombres en animales, fuentes, árboles, objetos, signación frente al dolor y la muerte. Aunque la
etc. moral de Séneca se halla todavía dentro del paga-
nismo, obras como La tranquilidad de ánimo, La
La prosa vida feliz y La brevedad de la vida tuvieron enorme
En la prosa latina sobresale la figura de Marco Tu- éxito entre los autores cristianos de la Edad Media
lio Cicerón (106-43 a.C.), escritor y orador que y fueron objeto de lectura constante.

LA LITERATURA EUROPEA
EN LA EDAD MEDIA
Con la caída del Imperio romano y la irrupción de los pueblos bárbaros se inició la alta
Edad Media, entre los siglos V al VIII, y la cultura fue una mera continuación de la
decadencia de la cultura clásica. El saber se refugió en los monasterios, mientras la
nobleza se enfrentaba en duras luchas y el pueblo permanecía en la mayor ignorancia. La
única lengua escrita era el latín de la Iglesia. A partir del siglo XII, en la baja Edad Media,
Europa comenzó a despertar. Empezaron a desarrollarse las literaturas en lengua vulgar,
que no sólo reflejaban los enfrentamientos de la época feudal, sino también el amor y la
galantería de los caballeros. La producción literaria, hasta finales del siglo XV, será
extraordinariamente rica y original.

LA EPOPEYA oral, cantada o recitada, que celebraba las haza-


ñas de los héroes nacionales. Estas composiciones
Mucho antes de que se empezara a escribir en eran anónimas, ya que su autor no hacía sino re-
lengua vulgar, Europa contaba ya con una poesía coger leyendas tradicionales, conocidas por to-

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dos, a las que daba forma artística, y su tema era


siempre la guerra o el esfuerzo de un héroe movi-
do por un deseo de venganza, de fidelidad al rey
o de defensa del honor y de la fe.
Las primeras epopeyas escritas que conserva-
mos son bastante posteriores a las gestas que exal-
tan, igual que había ocurrido con la epopeya
homérica. Los textos más antiguos datan aproxi-
madamente del siglo VIII: un fragmento de sesenta
y ocho versos del Cantar de Hildebrando, escrito
en alto alemán, y el Beowulf, escrito en anglosa-
jón, dialecto hablado en la Inglaterra de la época.
Del siglo XII, aunque la materia narrativa data del
si-glo VIII, es el Cantar de los Nibelungos, epopeya
alemana compuesta por un autor anónimo que
vivió a orillas del Danubio. El poema, dividido en
dos partes, narra 39 «aventuras» del héroe Sigfri-
do, y ha sido objeto de numerosas versiones pos-
teriores, la más famosa de las cuales tal vez es la
del compositor alemán Richard Wagner.
Cantares de gesta
En el ámbito de las lenguas románicas la epopeya
recibió el nombre de cantar de gesta, y se desa- Sigfrido, el héroe del Cantar de los Nibelungos,
rrolló sobre todo en francés y en castellano. Entre muerto a traición durante una cacería. Grabado del
los numerosos cantares de gesta franceses destaca siglo XIX.
el Cantar de Roldán, compuesto en su versión ac-
tual hacia 1090, pero cuyo motivo histórico se re-
monta a la batalla de Roncesvalles, en los Pirineos francesa, pero se diferencia en que tiene un mar-
navarros, el año 778, en la que el ejército francés cado carácter histórico, ya que los hechos están
fue derrotado por unos montañeses vascos. El más próximos en el tiempo a los juglares que los
episodio histórico, deformado y convertido en cantan y la acción se sitúa en su propia tierra, que
una cruzada por la fe, da lugar al más bello poe- conocen bien. Todo esto hace que los cantares de
ma de la épica francesa. Roldán, sobrino de Car- gesta castellanos presenten un acentuado realis-
lomagno, que muere heroicamente en una em- mo, en contraste con la fantasía de los franceses.
boscada tendida por los sarracenos con la ayuda El Poema de Mío Cid es el único cantar de gesta
del traidor Ganelón, encarna toda la grandiosidad castellano que conservamos íntegro. Dividido en
de los antiguos héroes: símbolo del valor, de fide- tres partes, que corresponden a tres sesiones de
lidad al monarca y de espíritu religioso. Las haza- recitado del juglar, narra la historia del héroe real
ñas que se narran son desmesuradas, y aparecen e histórico Rodrigo Díaz de Vivar. En el primer
elementos sobrenaturales (apariciones milagro- cantar o Cantar del Destierro, el Cid, acusado de
sas: un ángel recoge el alma del héroe al morir), haberse quedado con una parte de los tributos del
pero los personajes no son meros tipos sino que rey moro de Sevilla, es expulsado de Castilla por
están muy caracterizados. Así, el traidor Ganelón Alfonso VI. Deja a su mujer y a sus hijas en el mo-
no es simplemente la figura del malvado, y el pro- nasterio de Cardeña, y parte hacia el destierro con
pio emperador muestra rasgos de humanidad al sus fieles y otros caballeros que se le van uniendo.
llorar desconsoladamente la muerte de sus caba- El Cantar de las Bodas narra la conquista de Valen-
lleros, y al final de la obra manifiesta su cansancio cia por el Cid y sus victorias sobre los reyes moros
y desaliento. de Sevilla y Marruecos. Los infantes de Carrión,
La epopeya castellana, de la que hemos conser- ante el progresivo engrandecimiento del héroe,
vado pocos poemas, aunque sabemos que existie- piden al rey la mano de sus hijas, doña Elvira y
ron muchos más, es en su forma parecida a la doña Sol. Se celebran las bodas, aunque el Cid

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desconfía de sus yernos. En el Cantar de la afrenta castellana sufre una transformación; el vehículo
de Corpes, los infantes de Carrión abandonan a expresivo se extingue, pero sus temas perduran, e
sus mujeres después de haberlas azotado en el ro- incluso se amplían en los romances. Los primeros
bledo de Corpes. El Cid pide justicia al rey, y los romances castellanos son breves fragmentos des-
guerreros del héroe desafían y vencen a los infan- gajados de los cantares de gesta, transmitidos
tes, que son declarados traidores. El poema ter- oralmente de generación en generación. Dado el
mina con el anuncio de nuevas bodas de las hijas origen de estos romances, su asunto es el mismo
del Cid con los Infantes de Navarra y Aragón. El que el de los poemas épicos de donde proceden,
Cantar de Mío Cid dramatiza dos conflictos de aunque su estilo es algo distinto: más rápido, me-
honra: uno de carácter social, el enfrentamiento nos solemne y poéticamente más intenso. Ade-
entre el Cid y el rey que le destierra, y otro de ca- más de los temas épicos tradicionales, aparece
rácter personal, la afrenta sufrida por sus hijas. El una variada gama de asuntos que permite hablar
primero está fundamentado históricamente, de romances históricos, de tema francés, noveles-
mientras que el segundo parece inventado o exa- cos, líricos y fronterizos. Al llegar el siglo XVI de-
gerado para dar mayor dramatismo al poema. La jan de componerse romances al estilo tradicional
figura del Cid tiene un relieve humano que lo dis- y empiezan a proliferar los romances eruditos y
tingue de otros héroes de la epopeya: es fiero en la artísticos, obra ya de poetas de renombre. A me-
batalla, pero delicado y afectuoso en su vida pri- diados de este mismo siglo, los romances tradi-
vada. Los guerreros que le acompañan están cionales se reúnen en colecciones tituladas Can-
igualmente muy matizados y dotados cada uno cioneros de romances o Romanceros.
de una personalidad singular.
Romances LA NOVELA
A finales del siglo XIV, cuando en Francia y en Es-
paña desaparecen las gestas, la antigua epopeya En Francia, en los mismos años en que aún te-
nían plena vigencia los cantares de gesta, apare-
Códice miniado del siglo XIV del Roman de la rose
cieron los géneros narrativos cultos en verso. Se
que, según su autor Guillaume de Lorris, era una trata de narraciones novelescas inspiradas en te-
alegoría del amor cortés. mas de la antigüedad grecolatina y destinadas a
un público culto. Las primeras narraciones se de-
nominan romans de la materia de Bretaña, ya que
suelen desarrollarse en la Gran Bretaña y en la Pe-
queña Bretaña, y componen el llamado ciclo ar-
túrico, pues giran en torno a la figura mítica del
rey Artús y de su corte. Estos relatos versificados
de la materia de Bretaña se fueron ramificando en
múltiples versiones y dieron lugar a extensas
obras en prosa, llenas de aventuras y amores. Así
se creó, y posteriormente se difundió, la novela
de caballerías, género que se prolongaría hasta fi-
nales del siglo XVI.
El más importante, sin duda, de los escritores
franceses que dieron forma literaria a la materia
de Bretaña fue Chrétien de Troyes (segunda mi-
tad del siglo XII). Este escritor, de cuya vida ape-
nas se sabe nada, es autor de las más originales
creaciones de este género: Lancelot o el caballero de
la carreta y Perceval o el cuento del Graal. En la pri-
mera se narran los amores del caballero Lanzarote
y la reina Ginebra, esposa del rey Artús. Lanzaro-
te, desdeñado por Ginebra, se ve obligado a so-
meterse a las más duras pruebas y por amor lleva

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llegado hasta nosotros en


dos versiones francesas del
siglo XII. Los amores de Tris-
tán e Iseo también inspira-
ron a Wagner, que compuso
Tristán e Isolda, una de sus
óperas más conocidas.
Aunque se trata de un gé-
nero literario de origen fran-
cés, la novela caballeresca
penetró pronto en España.
En ella se presenta casi inva-
riablemente a un caballero
andante, prototipo de he-
roísmo y de fidelidad amo-
rosa, que se erige en defen-
sor de la justicia y de los
oprimidos y consigue gran-
des victorias contra toda
clase de personajes fantásti-
Dos manuscritos miniados del ciclo artúrico de cos. La primera de estas obras que se conserva es
Chrétien de Troyes: El caballero de la carreta el Caballero Cifar, de principios del siglo XIV, aun-
(izquierda) y Perceval (derecha). que el género no adquirió su mayor prestigio has-
ta la aparición del Amadís de Gaula, novela que ya
era famosa en el mismo siglo, pero que no se pu-
a cabo portentosas hazañas. La novela, que su blicó hasta 1508. Con el Amadís se inicia una lar-
autor dejó inacabada, fue objeto de muchas ver- ga serie de libros de caballerías españoles que se
siones posteriores que, en general, restituían la imprimirán a lo largo de todo el siglo XVI y obten-
dignidad del héroe. El cuento del Graal, también drán un éxito extraordinario.
inacabado, es la obra cumbre de Chrétien de Tro-
yes. Perceval, o Parsifal en la tradición alemana,
criado en la soledad del bosque sin contacto con EL CUENTO
los hombres, es armado caballero de la corte del
rey Artús. Un día se encuentra en el misterioso La narración breve tiene su origen en el ejemplo
castillo del rey Pescador, donde se le aparece un moralizador, tanto de carácter religioso como pro-
extraño cortejo formado por un paje con una lan- fano. Las fábulas moralizadoras grecolatinas, na-
za que gotea sangre y una doncella portadora del rraciones en las que los personajes son animales
deslumbrante graal. Perceval no se atreve a pre- que hablan y actúan para enseñanza de los hom-
guntar el significado de estos objetos y ése es su bres, alcanzaron una enorme difusión en la Edad
error, pues al día siguiente el castillo ha desapare- Media. Con la invención de la imprenta pudieron
cido. Si Perceval hubiera formulado las pregun- editarse y constituyeron la lectura del bajo pueblo,
tas, el rey Tullido, padre del rey Pescador, habría que se entusiasmó con sus personajes.
sanado. La novela termina cuando los caballeros La literatura francesa tiene en los Fabliaux y el
de Artús intentan en vano volver a encontrar el Roman de Renart los mejores exponentes de este
misterioso castillo. La continuación de esta obra género. La intención de los Fabliaux no es exacta-
dio lugar a todo un ciclo narrativo. Contemporá- mente moralizadora; se trata de unos cuentecillos
nea de Chrétien de Troyes fue la escritora conoci- escritos en versos octosílabos, que pretenden,
da como María de Francia, autora de unos relatos mediante una trama divertida, constituirse en un
breves, los Lais, que tratan también de temas le- cuadro de costumbres de evidente intención satí-
gendarios celtas y bretones. En el Lai de la madre- rica. El Roman de Renart, por su parte, es un ex-
selva aparece por primera vez la pareja de Tristán tensísimo poema compuesto por diversos autores
e Iseo, protagonistas de la famosa leyenda que ha entre los siglos XII y XIII, que consta de veintisiete

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narraciones o «ramas». Sus protagonistas son ani- cierran en una casa de campo en las afueras de
males familiares al hombre (el gato, el gallo, la ca- Florencia para huir de la peste. Una vez allí, deci-
bra, el lobo, etc.), perfectamente caracterizados, den que cada día al atardecer cada uno cuente una
que piensan y obran como el hombre y retratan historia, y así se hace durante diez días, al término
los vicios y pasiones propios de éste, todo ello en de los cuales regresan a la ciudad. El resultado son
un ambiente divertido y burlesco. cien cuentos que, aun siendo muy diversos entre
En España, la narración breve adoptó un carác- sí, tienen cierta unidad de contenido. Boccaccio
ter moralizador. En el Libro de Patronio o Conde no adopta en la obra una actitud moralizadora,
Lucanor, el infante Don Juan Manuel (siglo XIV) sino que extiende una mirada comprensiva y bur-
cultivó el cuento de tradición oriental con una lona sobre los vicios y flaquezas del hombre, y se
manifiesta intención didáctica. Tan sólo unos divierte contemplando las pasiones humanas.
años más tarde, el género iba a desprenderse de Los Cuentos de Canterbury, que Chaucer empe-
este carácter moralizador y retomaría el carácter zó a escribir hacia 1385, se organizan de un
satírico que ya había aparecido en los Fabliaux modo parecido al Decamerón. En este caso se tra-
franceses. ta de un grupo de peregrinos que acuden a visitar
Las dos obras máximas de la narrativa corta me- la tumba de santo Tomás Beckett, en Canterbury,
dieval son el Decamerón, de Giovanni Boccaccio y que para entretenerse durante el camino se
(1313-1375), y los Cuentos de Canterbury, de cuentan historias. Por esas narraciones desfila
Geoffrey Chaucer (1340-1400). El Decamerón (el toda la sociedad inglesa de la época: el caballero,
título significa «diez días») es un conjunto de el estudiante, la monja, la viuda, el jurista, el frai-
cien cuentos enmarcados en una trama argumen- le, etc., dibujados con una ironía fina y punzante.
tal sugerida por la peste negra, que asoló Floren- Con Chaucer, la narrativa inglesa alcanza uno de
cia en el año 1348. Siete muchachas y tres sus momentos más brillantes, que no va a tener
jóvenes, pertenecientes a la rica burguesía, se en- continuidad en un futuro inmediato.

Geoffrey Chaucer, autor de los Cuentos de


Canterbury, en los que aparece una incipiente LA LÍRICA
mentalidad burguesa y un realismo humorístico.
Paralelamente a la epopeya tradicional, surgió en
toda Europa, a partir del siglo XI, una lírica popu-
lar que en su inmensa mayoría se ha perdido, pero
de la que tenemos noticia por versiones y adapta-
ciones de épocas más tardías. Se trata de composi-
ciones transmitidas anónimamente, de generación
en generación, y que dado su carácter poco elabo-
rado no fueron trasladadas a la escritura. Esta poe-
sía lírica surgió como algo natural en la vida de los
pueblos, porque está ligada al canto, y su conteni-
do se relaciona con distintos actos de la vida; así,
hay canciones de boda, de siega, de romería, etc.,
con un tema casi constante: el amor.
La poesía lírica aparece, pues, en todos los paí-
ses: en Francia, junto a la poesía provenzal trova-
doresca y la poesía cortesana, se atestigua la exis-
tencia de unas primitivas composiciones, los
refrains o estribillos, que se encuentran intercala-
das en poesías de los siglos XIII y XIV. En España
puede hablarse de cuatro grandes núcleos líricos:
el arábigo-andaluz, el gallego-portugués, el caste-
llano y el catalano-provenzal, que presentan coin-
cidencias temáticas y formales. El primero de es-
tos cuatro núcleos líricos se desarrolló en la mitad

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LA POESÍA CORTESANA

A finales del siglo XII y comienzos


del siglo XIII apareció en el sur de
Francia un movimiento poético que
prepararía el desarrollo de la lírica
occidental hasta nuestros días. Es la
poesía de los llamados trovadores
(troubadours, en su lengua, que sue-
le llamarse provenzal, aunque no
coincide exactamente con ninguno
de los dialectos del provenzal), poe-
Miniatura del siglo XIII del Libro de ajedrez, dados y tas cultos, no clérigos, que compusieron sus
tablas de Alfonso X el Sabio. poemas en lengua vulgar, trataban unos mismos
temas, respetaban unos mismos convencionalis-
mos y cultivaban unos mismos géneros con la
misma métrica.
sur de España, en territorio mozárabe. La mani-
festación poética más importante es la jarcha, un La poesía trovadoresca
tipo de cancioncilla escrita en lengua mozárabe La poesía trovadoresca surgió en un ambiente
en la que una mujer enamorada se lamenta por la aristocrático, y el trovador escribía con una finali-
ausencia o pérdida de su amado. La lírica gallego- dad puramente artística, renunciando a lo que
portuguesa, desarrollada en el NO de la penínsu- fuera estrictamente narrativo o anecdótico. Era
la, en el territorio que hoy corresponde a Galicia y versificador y músico al mismo tiempo, y sus
el norte de Portugal, es en su mayor parte de ca-
rácter refinado y cortés, pero tiene también unas
composiciones de tipo popular: las cantigas de
amigo, de estructura primitiva y tradicional, que
el pueblo cantaba en fiestas y romerías. Son com-
posiciones, generalmente de amores desgraciados
o de ausencias y soledades, en las que una donce-
lla enamorada interroga a los elementos de la
naturaleza o pide consejo a su madre o a sus her-
manas. En la lírica tradicional castellana la com-
posición más representativa es el villancico de
amigo. Se trata de una breve composición de tres
o cuatro versos, con una enorme riqueza temáti-
ca: canciones de amor puestas en boca del ena-
morado, canciones de boda y de siega, canciones
de serrana o serranillas, canciones de albada (los
amantes se separan al llegar el alba). El último
núcleo lírico, aunque el segundo en el tiempo,
por los documentos conservados, es el catalano-
provenzal. Junto a la poesía refinada y culta, de la
que nos ocuparemos en un apartado posterior,
existe otra mucho más tradicional, que se mani-
fiesta en canciones cuya temática y estructura es-
trófica coincide totalmente con el resto de las can-
ciones tradicionales hispánicas. Al igual que en
las jarchas o en los villancicos, también en estas Letra capital miniada con la figura del trovador
composiciones la enamorada se queja de la au- Bernart de Ventadorn en un cancionero provenzal
sencia del amado. del siglo XIII.

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LITERATURA UNIVERSAL

composiciones iban destinadas a un público con-


creto ante el cual se cantaban. La lírica trovado-
resca provenzal se impuso a toda la lírica culta
europea (hallamos su rastro en la poesía escrita en
francés, italiano, alemán y gallego-portugués), y
tuvo su época de mayor esplendor entre 1162
y 1213.
A diferencia de la lírica tradicional, en la que
una muchacha suspiraba por su amado, aparece
en la poesía trovadoresca una nueva concepción
del amor: el amor como servicio, como manifesta-
ción del vasallaje feudal, el llamado amor cortés.
Es ahora el hombre quien se arrodilla ante la mu-
jer (la «señora») y le pide su amor, como un vasa-
llo ante su señor. La mujer ha de ser forzosamente
una dama casada, ya que por el mero hecho de
serlo es «señora» y capaz, por tanto, de ejercer el
dominio y señorío. El marido, llamado «el celo-
so», es un señor poderoso, generalmente rodeado
de una corte de aduladores, «lisonjeros», que es-
tán al acecho de la dama y su enamorado para po-
der informarle de la más mínima muestra de infi-
delidad. Por este motivo, el nombre de la dama
se encubre con un seudónimo poético, llamado
senhal, que en ocasiones confiere al poema una
cierta oscuridad. Aunque este tema amoroso es el
central, no es el único: en los cantos de los trova-
dores aparecen también temas satíricos y políticos Miniatura extraída del Perceval de Wolfram de
(el sirventés), lamentos fúnebres (el planh), amores Eschenbach, un trovador alemán que vivió entre los
eróticos entre un señor y una pastora (las pastore- siglos XII y XIII.
las, de las que se derivan las serranas y serranillas
de la poesía tradicional castellana), disputas ver- poesía lírica alemana abandonó con el tiempo las
bales (la tensó), etc. El primer gran trovador cono- convenciones del amor cortés y pasó a cantar en
cido es Guilhem de Peitieu (1071-1126), noveno sus versos a la simple doncella o a la mujer en ge-
duque de Aquitania, aunque es muy posible que neral: el amor humilde o bajo. El lied, canción
existieran trovadores anteriores a él cuya obra se amorosa, y el spruch, de carácter político o moral,
ha perdido. Otros poetas destacados son Jaufré serían los géneros más cultivados en la poesía
Rudel, Arnaut Daniel, Guilhem de Berguedá y Pei- alemana.
re Cardenal, este último ya en el siglo XIII.
Cuando la poesía trovadoresca entró en deca- Italia
dencia, en el siglo XIII, había dejado ya sus huellas En Italia, mientras que en el norte, en el siglo XIII,
en otros países: castellanos, catalanes, portugue- los poetas adoptaban el provenzal como lengua li-
ses, ingleses, italianos y alemanes escribían en teraria, en el sur, sobre todo en Sicilia, aparecía la
provenzal siguiendo las normas establecidas por primera escuela poética culta en lengua italiana.
la tradición de los trovadores. Pero, además, esta No obstante, tanto en los trovadores del norte
tradición fue evolucionando hasta dar lugar a una como en los poetas de la escuela siciliana se ob-
poesía escrita en la lengua de cada uno de estos serva una tendencia a la renovación, consecuen-
países. En Alemania, a finales del siglo XII, apare- cia del desgaste de la tradición del amor cortés
ció el Minnesang (palabra que significa «canto de provenzal, del creciente influjo del escolasticismo
amor»), y sus cultivadores fueron los Minne- y del carácter predominantemente burgués que
sänger, poetas a quienes el influjo trovadoresco tiene la sociedad italiana. Los poetas, que ya no
no impidió alcanzar notas de originalidad. La son cantores a sueldo sino hombres sabios, adop-

659
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ta y en parte reunida en una obra, la Vida Nueva,


escrita probablemente dos años después de la
muerte de la amada. Si bien la poesía lírica de
Dante es de una calidad extraordinaria, la historia
le ha consagrado como autor de una de las más
importantes obras de toda la literatura universal:
la Divina Comedia. En este grandioso poema Dan-
te relata un viaje a los reinos de ultratumba, reali-
zado a los treinta y cinco años. El viajero, el pro-
pio Dante, simboliza el alma que emprende el
camino de la redención, y que es guiada primero
por la razón (el poeta Virgilio), y luego por la gra-
cia (Beatriz), en un viaje que dura siete días, los
mismos que duró la Creación. Desde un punto de
vista formal, el poema está escrito en tercetos en-
cadenados y dividido en tres partes (Infierno, Pur-
gatorio y Paraíso), que consta cada una de 33 can-
tos, con uno introductorio en la primera parte, lo
que hace un total de 100 cantos.
El primer canto, el Infierno, nos presenta al poe-
ta perdido en la selva oscura del mal y atacado
por las fieras: los vicios humanos. Gracias a la in-
tercesión de Beatriz, la amada que está en el pa-
raíso, acude en su ayuda el poeta Virgilio, quien
le guía a través del infierno. El infierno es un abis-
mo en forma de cono invertido, cuyo vértice es el
Dante toma a Virgilio y Beatriz como guías de su centro de la tierra; los condenados, que purgan
viaje a ultratumba en la Divina Comedia. Miniatura allí sus culpas, se hallan dispuestos en nueve
del siglo XIV. círculos ordenados según la gravedad de los peca-
dos. Los justos que vivieron antes de la Revela-
tan un nuevo estilo, el llamado stil novo, que mar- ción se hallan en el primer círculo; a continuación
ca unos notables puntos de diferencia respecto de vienen los lujuriosos, los glotones, los avaros y los
la poesía trovadoresca: la nobleza no procede pródigos, los coléricos y los perezosos, los herejes
de la sangre sino de las virtudes del corazón. Esta y los violentos, los hipócritas, ladrones y falsarios;
concepción de la nobleza, diametralmente opues- finalmente, el último círculo lo ocupan los traido-
ta a la concepción feudal, marca el tránsito al res, según la curiosa escala de gravedad que Dante
renacimiento. El nuevo hombre de «corazón gen- atribuía a los pecados. Probablemente el Infierno
til» ya no presume de su linaje, sino de sus virtu- contiene los pasajes más famosos de la Divina Co-
des, y en este corazón gentil prende el amor hacia media, y aún hoy la palabra «dantesco» significa
su dama, convertida en un ser idealizado e inal- «lo que inspira terror».
canzable, una figura casi abstracta y simbólica si- Tras atravesar el infierno, los viajeros se encuen-
tuada por encima incluso de los ángeles del Pa- tran ante un monte en forma de cono truncado:
raíso, y a la que no es pecado amar. es el Purgatorio. Organizado en una serie de
En Dante Alighieri (1265-1321) el stil novo tie- cornisas, habitan en él las almas que están purifi-
ne su máximo representante y su culminación. El cándose de sus pecados: orgullosos, envidiosos,
poeta florentino lleva hasta sus últimas conse- pródigos, glotones, etc. Al final del purgatorio se
cuencias la concepción amorosa encarnada en encuentra el paraíso terrenal, lugar donde el
Beatriz, una niña a la que Dante dice haber visto hombre fue creado y el más próximo al cielo. En
por primera vez cuando tenía nueve años. A Bea- este momento desaparece el poeta Virgilio, que
triz, la mujer-ángel espiritualizada y sublimada por ser pagano no puede penetrar en regiones tan
por el poeta, está dedicada buena parte de su pro- sagradas, y le sustituye en su función de guía la
ducción juvenil, que nos ha llegado en parte suel- propia Beatriz. El poeta y su amada avanzan a tra-

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LITERATURA UNIVERSAL

vés de los nueve cielos móviles, donde se encuen-


tran las almas de los bienaventurados distribuidas
según sus méritos: los amantes, los sabios, los
guerreros, los príncipes justos, los espíritus con-
templativos y los espíritus triunfantes. En el octa-
vo cielo el poeta contempla el triunfo de Cristo,
en el noveno están los ángeles y en un grado su-
perior, el empíreo fijo: la verdadera sede del para-
íso. Cuando el poeta quiere fijar su mirada en
Dios, sus fuerzas desfallecen y la visión termina.
Es la Divina Comedia la historia del recorrido
más completo y grandioso de toda la historia de
la humanidad; en ella se funden elementos de la
mitología pagana, de la cultura clásica y del cris-
tianismo: religiosos, históricos, poéticos y políti-
cos. El conjunto es como una síntesis de toda la
Edad Media, que pronto va a entrar en un proce-
so de rápida descomposición.
Con Francesco Petrarca (1304-1374), la litera-
tura italiana penetra decididamente en el huma-
nismo. Convencido de la belleza de la cultura clá-
sica latina, Petrarca rompe con toda una tradición
cultural e inicia una revolución literaria que le
traslada artísticamente trece siglos atrás. Su obra
y su actitud difieren de las de sus contemporá-
neos, porque se fundamentan en el cultivo del la-
tín clásico tanto en el verso como en la prosa. No
obstante, sería el Cancionero italiano, obra que su
autor consideraba menor, el modelo que seguiría
la lírica de toda Europa. Las cerca de cuatrocien-
tas composiciones que integran el Cancionero,
compuestas por Petrarca a lo largo de casi treinta Capital miniada con la figura de Petrarca en el inicio
años de su vida, tienen un único tema: el amor del manuscrito Sonetos, canciones y triunfos.
que el poeta siente por Laura, una enigmática
mujer que quizá ni siquiera existió realmente. La
obra se organiza en dos partes: poesías en vida
de Laura y poesías en muerte de Laura. Mientras
Laura vive, su presencia es muy lejana, es una
idealización hecha por el poeta que se debate en-
tre la condena y la exaltación de su pasión. Esta
tensión desaparece con la muerte de Laura, y sur-
ge entonces la mujer real, que el poeta incluso
describe físicamente y con la que dialoga. La obra
lírica de Petrarca, escrita con extraordinaria ele-
gancia y sensibilidad, ejercería una influencia tan
grande en toda Europa que justamente ha otorga-
do a su autor el título de padre de la poesía mo-
derna.
El tercero de los grandes escritores italianos del Retrato de
Boccaccio, autor
Trecento (siglo XIV) fue Giovanni Boccaccio del Decamerón,
(1313-1375). Algo más joven que Petrarca, com- por Andrea del
parte con él algunas de sus características: el amor Castagno.

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por una dama, la Fiammeta («Llamita»), título de La obra cumbre de la poesía española del si-
una de sus obras en prosa, y la afición por la poe- glo XIV es el Libro de buen amor, cuyo autor fue
sía latina, Virgilio en particular. Su obra en verso Juan Ruiz, arcipreste de Hita. Este largo poema
la componen las Rimas, que no suponen ninguna de cerca de dos mil versos, editado en 1330 y re-
innovación en la práctica del stil novo y denotan elaborado en 1343, es un conjunto de elementos
influencias provenzales y petrarquescas. En cam- heterogéneos a los que otorga una cierta unidad
bio, sus obras en prosa, especialmente el Decame- su intención doctrinal. La obra relata sustancial-
rón, le consagran como uno de los más grandes mente los amores de don Melón de la Huerta y
prosistas medievales. doña Endrina, con la mediación de la vieja terce-
ra Trotaconventos. Este arte de amar novelado,
Francia perfectamente adecuado al público burgués, está
Si en Italia, a mediados del siglo XIV, la Edad Me- lleno de digresiones de tipo moral y satírico, y
dia parecía ya superada, y el siglo XV puede consi- abunda en composiciones líricas de carácter reli-
derarse ya plenamente renacentista, no ocurre lo gioso y profano. Aunque el propósito de la obra
mismo en el resto de Europa. En Francia, los pro- es eminentemente doctrinal, el Arcipreste de Hita
gresos del stil novo y las innovaciones de Dante y reúne en su vigorosa personalidad las contradic-
Petrarca apenas se dejaban sentir, y la poesía se- ciones del hombre medieval: la adhesión tradicio-
guía en la línea cortesana, cada vez más refinada. nal a los principios religiosos y el goce de la vida
El primer gran poeta medieval en lengua francesa, presente. El sentido del humor, la ironía, la sátira,
y el que sigue teniendo mayor vigencia en la ac- la censura moral y la profunda devoción religiosa
tualidad, es François Villon. Nacido en París en hacen del Libro de buen amor la obra más impor-
1431, tuvo una vida turbulenta que le llevó varias tante de la poesía medieval española.
veces a la cárcel, e incluso fue condenado a muer- En el siglo XV la poesía está marcada por dos
te, sentencia que luego le fue conmutada por un tendencias que a menudo se interfieren: la trova-
destierro de diez años. Esta vida agitada, y el co- doresca, de origen gallego-provenzal, y la italiana;
nocimiento directo que Villon tuvo de lugares y las dos se apuntan en el Cancionero de Baena, que
personajes de la más baja extracción, conceden a agrupa a los poetas de finales del siglo XIV y prin-
su poesía un carácter espontáneo y carente de pre- cipios del XV.
juicios que supone una innovación en la historia El marqués de Santillana (1398-1458) es un
literaria. Villon se burla del amor cortés en Regrets precedente del «cortesano» renacentista, hombre
de la belle Heaulmière (Lamentaciones de la bella de armas y letras, aunque en su obra poética se
Heaulmière, donde una vieja ramera, en otro tiem- deja sentir aún el influjo de la lírica trovadoresca.
po muy hermosa, se lamenta de los estragos cau- En los cuarenta y dos Sonetos fechos al itálico modo
sados en su belleza por el tiempo y aconseja a las
mujeres que aún son jóvenes que no desaprove-
chen sus encantos. Pero, en cambio, en la Ballade
des dames du temps jadis (Balada de las damas de an-
taño) trata el mismo tema con delicadeza y una
suave melancolía. El cancionero de Villon conjuga
lo vulgar y lo elevado, la palabra soez y la expre-
sión refinada, el insulto grosero y el sentimiento
más delicado: todo ello hace de su obra una de las
expresiones más singulares de la poesía medieval.
Los poetas cortesanos españoles
En España, la poesía culta y cortesana aparece
tardíamente, en la segunda mitad del siglo XIV, y
notablemente influida por la poesía gallego-por-
tuguesa y por la tradición mozárabe. Estas dos in-
fluencias harán que la poesía española tenga un El Arcipreste de Hita contrapone el «buen amor» al
sello personal y tradicional que persistirá más allá «loco amor» en las páginas de su Libro del buen
del siglo XVII. amor.

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dos de la literatura medieval, el recuerdo nostálgi-


co del tiempo pasado y la exaltación de los valores
espirituales que no perecen, que en Manrique ad-
quiere un acento de sinceridad personal. El poeta
llora de verdad la muerte de su propio padre, y
esto hace que el verso supere el desgaste del tópi-
co y adquiera validez y un acentuado lirismo.

EL TEATRO

El teatro medieval tuvo su origen indudablemen-


te en las celebraciones del culto religioso. Fue un
fenómeno cristiano, nacido en la Iglesia como
institución y como edificio. Las primeras manifes-
taciones fueron, pues, en lengua latina, se desa-
rrollaban junto al altar y eran oficiadas por sacer-
dotes. Después pasaron a los atrios o a los
claustros de las iglesias, se les incorporaron ele-
mentos que no eran estrictamente litúrgicos y
empezaron a participar los laicos. Hacia el si-
glo XII se abandonó el uso del latín, que fue susti-
tuido por la lengua vulgar, y el drama litúrgico se
transformó en un espectáculo religioso destinado
a un ambiente popular. Así fue como en toda Eu-
ropa surgió una serie de representaciones que en
El Marqués de Santillana representado en la letra España recibieron el nombre de «Autos» y en
inicial de una página manuscrita del Libro del Francia se conocieron como «Milagros», «Miste-
conocimiento de todas las cosas. rios» y «Moralidades».

intenta adaptar al castellano este género tan italia-


no imitando a Petrarca, modelo obligado de todos
los poetas del siglo XV. Más inspiradas y de mayor
perfección son las obras de inspiración provenzal:
Canciones y Dezires y diez Serranillas; en ellas San-
tillana supera las fórmulas de la poesía cortesana
con un toque popular de fresco lirismo.
En la obra del cordobés Juan de Mena (1411-
1456) aparecen más sedimentados los ideales y el
estilo del renacimiento, aunque en muchos as-
pectos la tradición medieval se impone al autor.
El Laberinto de Fortuna o Las Trescientas (llamado
así por el número aproximado de sus estrofas) es
un poema alegórico, a imitación de la Divina Co-
media, pero que no alcanza ni con mucho la es-
tructura ni la intensidad de la obra de Dante.
Jorge Manrique (1440-1479), soldado y hom-
bre de letras, fue autor de la que tal vez pueda
considerarse la mejor composición lírica de toda
la poesía medieval española: las Coplas a la muerte
de su padre. Escritas en sextinas de pie quebrado, En el Auto de Inés Pereira el autor teatral portugués
las Coplas recogen uno de los tópicos más repeti- Gil Vicente revela sus dotes de crítico de costumbres.

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Al trasladarse las representaciones fuera de la


iglesia, fue necesario crear un escenario adecua-
do, que consistía en un tablado elevado dividido
en varios compartimientos por donde circulaban
los actores. Estas representaciones eran protegi-
das por los gremios y corporaciones medievales,
que a veces incluso participaban en las mismas.
El Auto de los reyes Magos es la única obra que ha
llegado hasta nosotros del teatro religioso español
anterior al siglo XV. Escrita probablemente a fina-
les del siglo XII o principios del siglo XIII, sólo se
conserva un fragmento de 147 versos en el que los
reyes Magos declaran haber visto la estrella miste-
riosa y deciden ir en busca del Dios niño. En su
camino encuentran al rey Herodes y le explican el
motivo de su viaje. Éste, confuso ante la noticia,
reúne a los sabios judíos para que le aconsejen. El
fragmento termina con la discusión de los rabinos.
En Francia se conservan algunos «milagros» del
siglo XIII, como el Milagro de Teófilo, y varios «mis-
terios» (escenificaciones de la vida de Cristo) y
«moralidades» (los personajes representaban la
Virtud, el Vicio, la Muerte, la Fe, la Esperanza,
etc.) del siglo XV. Entre los «misterios» cabe citar
el Misterio del asedio de Orleans, que tiene como
protagonista a Juana de Arco. Las «moralidades»
no eran específicamente religiosas, sino que en
ocasiones adquirían cierto carácter cómico e in-
cluso satírico, como es el caso de El bien aconseja-
do y el mal aconsejado. Su importancia literaria es- La Tragicomedia de Calixto y Melibea pasó a
triba en que constituyen el antecedente del auto llamarse, desde 1519, La Celestina, nombre de la
sacramental español, que elevó el género a su má- vieja alcahueta que es uno de los personajes más
representativos de toda la literatura.
xima expresión.
Cuando el teatro abandonó la iglesia y se insta-
ló definitivamente en la plaza o en un local apro- Calixto y Melibea o La Celestina, nombre con el
piado, perdió totalmente su carácter religioso y que aparece en posteriores ediciones. La obra (la
aparecieron los cómicos, que se ganarían el sus- primera edición que conservamos es de 1499, y
tento divirtiendo al pueblo. Este teatro profano consta de dieciséis actos), atribuida a Fernando
adquirió ya caracteres definidos a lo largo del si- de Rojas, presenta la estructura de una obra de
glo XV. En España, Juan del Encina secularizó el teatro en veintiún actos, y su acción cuenta cómo
teatro e inicia el paso de lo medieval a lo renacen- Calixto se enamora de Melibea, es rechazado por
tista. En Francia, la farsa titulada Maistre Pierre ésta y habla con su criado Sempronio, quien le
Pathelin, escrita por un anónimo hacia 1464, pue- aconseja recurrir a la vieja tercera Celestina para
de considerarse una de las primeras manifestacio- lograr sus propósitos amorosos. Celestina visita a
nes de la comedia moderna y un antecedente de Melibea y consigue despertar el interés de la don-
la comedia de costumbres. cella por Calixto. Los criados, Sempronio y Pár-
Sin precedentes inmediatos que justifiquen su meno, deciden explotar a su amo y movidos por
aparición, y sin derivaciones que recojan inme- la codicia matan a Celestina, por no haber queri-
diatamente su espíritu, apareció a caballo entre la do compartir con ellos una cadena de oro, obse-
Edad Media y el renacimiento una obra singular quio de Calixto. La justicia los prende y mueren.
que queda totalmente al margen de la evolución Una noche en que Calixto se halla en el jardín con
del teatro español. Se trata de la Tragicomedia de Melibea, oye ruido en la calle y, al intentar saltar

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LITERATURA UNIVERSAL

la tapia, resbala y muere a consecuencia de la caí- de Ayala (1332-1407) fue el primero en trazar, en
da. Melibea, desesperada, se encierra en una torre sus cuatro crónicas de reyes (Pedro I, Enrique II,
desde la que se arroja ante los ojos de su padre. Juan I y Enrique III), los retratos literarios de per-
La obra termina con el llanto de los padres de Me- sonajes contemporáneos, algunos de enorme vi-
libea. La Celestina es una obra de transición que gor dramático, como el de Pedro el Cruel.
contiene elementos medievales y renacentistas: La historiografía portuguesa alcanzó en el si-
medievales son el propósito moral de la obra, que glo XIV un extraordinario auge. Fernando Lopes
el autor declara perseguir, y la muerte de Celesti- (entre 1378 y 1460), cronista de la corte, proce-
na y los criados, presentada como un castigo divi- dió con gran rigor, consultando archivos, docu-
no; en cambio, es renacentista el suicidio por mentos e inscripciones para confeccionar sus cró-
amor de Melibea, así como la audacia de algunas nicas. Le sucedió en el cargo de cronista real Go-
expresiones de Calixto y la sensualidad de mu- mes Eanes de Zurara, autor de Crónica de la con-
chas escenas. Rojas ve la vida humana como una quista de Ceuta (1450) y Crónica del descubrimiento
lucha trágica en la que domina el azar; se excluye y conquista de Guinea, en las que por primera vez,
la noción cristiana de pecado y los personajes no dada la expansión de Portugal, la historia pasó de
son culpables sino víctimas de un desgraciado la península a nuevas tierras.
destino. El enorme valor literario de la obra y la El tema de las cruzadas, las luchas de los cristia-
intensidad dramática de sus momentos culmi- nos en Oriente por apoderarse de los lugares don-
nantes hacen de La Celestina la obra cumbre de la de Cristo sufrió pasión y murió, ocupa las cróni-
literatura europea hacia 1500, y probablemente cas de los historiadores franceses de los siglos XIII
la más importante de las letras españolas, después y XIV. Historia de la conquista de Constantinopla e
del Quijote. Historia de los que conquistaron Constantinopla son
algunas de las obras que narran los acontecimien-

LOS CRONISTAS

Las primeras manifestaciones literarias de la prosa


vulgar tienen escaso valor artístico y son de apari-
ción tardía. La historia, como relato de hechos pa-
sados o crónica de hechos presentes, se escribía
en latín porque iba dirigida a un número reduci-
do de personas cultas, mientras que el pueblo es-
cuchaba otro tipo de historia, los relatos fabulo-
sos de los cantares de gesta.
En el siglo XIII existían ya en España textos his-
tóricos de notable rigor e interés artístico. Alfon-
so X el Sabio (1221-1284) reunió en su corte cas-
tellana sabios y escritores de diversas lenguas y
culturas, y emprende una obra de carácter casi
enciclopédico: historia, astronomía, jurispruden-
cia, poesía, música y pintura son las principales
direcciones de la producción del monarca. La
Grande e general estoria es una extensísima histo-
ria universal que comienza con la creación del
mundo y llega hasta el Nuevo Testamento. Sus
fuentes de inspiración son los relatos bíblicos y
una serie de autores latinos y medievales, árabes y
cristianos. La Crónica general, más breve, es una
historia de España en la que, junto a textos de
Manuscrito miniado de las Grandes crónicas de
historiadores y cronistas, aparecen prosificados Francia. El género histórico ocupa un lugar
cantares de gesta cuya forma primitiva se ha per- destacado en la producción literaria francesa
dido. Un siglo más tarde, el canciller Pero López del siglo XIV.

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tos diplomáticos y guerreros ocurridos en aque- cuando se hallaba en la cárcel, narra los viajes que
llas tierras. En 1309, Jean de Joinville acabó la realizó a lejanas tierras orientales, hasta China y
crónica Libro de las santas palabras y de las buenas Japón. La descripción de tierras desconocidas
acciones de San Luis, que gira en torno a la figura y de usos y costumbres extraños hizo que este li-
del rey santo y su participación en la cruzada a bro tuviera una extraordinaria acogida y fuera in-
Egipto. terpretado más como una aventura épica que
Las primeras manifestaciones importantes de la como un documento de viajes.
prosa profana en Italia se produjeron en francés, La producción italiana en prosa de los siglos XIV
más o menos cargado de italianismos. Así ocurre y XV tuvo más bien carácter religioso. Destacan las
con una de las obras más interesantes, El libro de Florecillas de san Francisco de Asís, el Libro de la
messer Marco Polo, ciudadano de Venecia llamado divina doctrina de Santa Catalina de Siena y los
Millón, en el que se cuentan las maravillas del mun- sermones de san Bernardino de Siena y de Savo-
do. Escrito por ese famoso mercader en 1298, narola.

EL RENACIMIENTO,
SIGLO XVI
La invención y difusión de la imprenta, los descubrimientos y viajes de exploración, la
madurez alcanzada por las distintas lenguas vulgares y la Reforma protestante fueron
factores que alteraron las bases sobre las que descansaba la mentalidad medieval y
contribuyeron a moldear nuevas actitudes. La valoración del mundo y del hombre,
presidida por el conocimiento y el interés por la antigüedad clásica, constituyeron las
principales facetas del nuevo movimiento cultural, que se conoce con el nombre de
renacimiento. Italia, cuna del humanismo, fue entonces el país hacia el que toda Europa
volvió su mirada.

LA PROSA FILOSÓFICO-POLÍTICA libradamente el ejercicio de las armas y la disci-


Y NARRATIVA plina mental.
La crisis espiritual en que estaba sumida Europa
En la primera mitad del siglo XVI apareció la prosa en el siglo XVI hizo que la preocupación religiosa,
moderna, que no tuvo una finalidad exclusiva- además de la política, dominase en la prosa eu-
mente literaria, sino científica, religiosa, política o ropea de todos los países.
filosófica. El humanista inglés Tomás Moro (1478-
En Italia, donde desde hacía más de un siglo se 1535), ejecutado por orden de Enrique VIII por
estaba gestando ya el renacimiento, el florentino haberle mostrado su oposición, escribió una ori-
Nicolás Maquiavelo (1469-1527) escribió El ginal obra llamada Utopía (que significa «ningún
príncipe, el primer tratado de ciencia política. En lugar»).
él se expone de un modo racional el arte del buen En ella nos presenta la imaginaria isla Utopía,
gobierno: el fin justifica los medios y todo debe sometida a un régimen y a una organización so-
quedar subordinado a la eficacia, al margen de la cial que incluso hoy en día nos parecen irreales.
moral. En esta sociedad utópica el trabajo es obligato-
La prosa renacentista italiana se completa con rio, pero reducido a seis horas para que haya
la figura de Baltasar de Castiglione (1478- tiempo para la instrucción; no existen ni la pro-
1529). Hombre de letras y de armas, expuso en piedad privada ni el dinero, y la organización
su diálogo El cortesano el modelo del caballero militar sólo se justifica en caso de peligro para el
perfecto de su tiempo, el hombre superior crea- país; la religión cristiana y la familia tienen total
do por el renacimiento, capaz de armonizar equi- vigencia.

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LITERATURA UNIVERSAL

Izquierda, Maquiavelo, autor de El erasmistas, hasta que en 1536 se


príncipe, el primer tratado de prohibió la difusión de sus obras
ciencia política. Derecha, Erasmo por considerar que podían ser el
de Rotterdam, el artífice de la
Reforma de la Iglesia. Junto a estas punto de partida de una solu-
líneas, portada de El cortesano de ción protestante.
Baltasar de Castiglione, donde se El humanismo vital y entusias-
expone el modelo del caballero ta de la primera mitad del si-
renacentista. glo XVI sufrió en Francia una
aguda crisis con las sangrientas
guerras de religión, que se ex-
tendieron por todo el país en la
Amigo de Tomás Moro, a quien segunda mitad del siglo. Apare-
dedicó además su obra más co- ció un nuevo tipo de humanis-
nocida, fue el humanista holan- mo que se replegaba sobre sí
dés Erasmo de Rotterdam mismo y se interrogaba sobre
(1467-1532). En Elogio de la lo- muchas cuestiones, encarnado
cura Erasmo expuso sus ideales en la figura de Michel de Mon-
de una reforma de la Iglesia y propugnó un cris- taigne (1533-1592). Hijo de una familia de co-
tianismo interior que influiría en millares de cris- merciantes enriquecidos y ennoblecidos, Mon-
tianos. La obra, escrita en un tono satírico y de- taigne fue educado exclusivamente en latín, y no
senfadado, se convirtió en guía del pensamiento aprendió francés hasta que, a los diez años, fue
de todos aquellos que a la intransigencia y al fa- llevado a la escuela. Aislado por el desconoci-
natismo oponían un criterio de humanismo cris- miento absoluto de la lengua, este niño, que a los
tiano y de tolerancia. La figura de Erasmo y su siete años leía Metamorfosis de Ovidio, se acos-
pensamiento, el erasmismo, alcanzaron una ex- tumbró a estudiarse a sí mismo y a analizarse en
traordinaria difusión en toda Europa, especial- su soledad. Años más tarde, después de ocupar
mente en España, donde Luis Vives y los herma- un cargo público, se retiró a sus tierras para vivir
nos Valdés fueron seguidores de las doctrinas en ellas aislado. Fruto de sus reflexiones y de sus

667
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ces. Lutero no se limitó a una sim-


ple traducción de la obra máxima
del Cristianismo, sino que intercaló
prólogos y estudios que le permi-
tían una interpretación personal, y
se dirige frecuentemente al lector
con preguntas, exclamaciones y ata-
ques al papismo, todo ello con un
estilo exaltado y apasionado.
Junto a la prosa de carácter reflexi-
vo, político y religioso, siguió triun-
fando un género narrativo cuyos
inicios hay que situar en la Edad
Media. Se trata de los libros de ca-
ballerías, que continuaron apare-
ciendo, con un estilo cada vez más
afectado, y que seguirían siendo la
lectura preferida hasta que la apari-
Arriba, Lutero rodeado de su ción de El Quijote acabó con ellos.
familia. La obra de Lutero, de Entre 1532 y 1564 se publicaron en
carácter religioso y también Francia cinco libros cuyo título ge-
literario, enriqueció el léxico y
la prosa alemana. Derecha, nérico es Gargantúa y Pantagruel,
portada de Gargantúa y pero ya sus subtítulos (Los horribles
Pantagruel, una novela y espantosos hechos y proezas del fa-
fantástica, satírica y burlesca mosísimo Pantagruel, rey de los Dipso-
escrita por François Rabelais. des, hijo del gran gigante Gargantúa)
advierten de que estamos ante una
obra paródica de los libros de caba-
llerías más en boga. François Rabe-
lecturas fueron los Ensayos, lais (1494-1553), un monje francis-
conjunto de escritos sobre te- cano que colgó los hábitos y estudió
mas diversos, que no obede- medicina en Montpellier, fue el au-
cen a ningún plan preestable- tor de esta monumental obra, que
cido. En esta obra asistemáti- cuenta la vida del gigante Gargantúa
ca, Montaigne se interroga y de su hijo Pantagruel, nacido
constantemente sobre muchos problemas y sobre cuando aquél contaba cuatrocientos ochenta y
sí mismo, partiendo del lema «¿Qué sé yo?» y cuatro años de edad. El niño, de una voracidad
acudiendo a los clásicos para confirmar sus ob- prodigiosa y de una gran inteligencia, se educa en
servaciones personales. El resultado es una obra varias universidades y en París conoce a Panurgo,
profunda, aunque escrita en un estilo sencillo, un pícaro que se convertirá en su compañero in-
que ha permanecido como una de las mejores separable y con el que llevará a cabo extrañas y
prosas de toda la literatura francesa. pintorescas aventuras. La obra es una caricatura
Una vez concluido el ciclo medieval, la prosa y una sátira de la cultura de la época, y su inten-
alemana adquirió un tono de reflexión religiosa ción didáctica (reforma de la educación, renova-
que persistiría a lo largo de varios siglos. Destaca ción de la ciencia, teoría del gobernante que sólo
entre estos prosistas la figura de Martín Lutero atiende al bien de sus súbditos, etc.) queda fre-
(1483-1546), no sólo por su importancia religio- cuentemente diluida en medio de una comicidad
sa sino también literaria. En 1522 apareció su tra- gigantesca y desmesurada.
ducción del Nuevo Testamento, y en 1534 su tra- En España, la prosa de ficción alumbró una de
ducción íntegra de la Biblia, obras que suponían las obras más importantes de toda la narrativa
una refundación de la prosa alemana y dotaban al europea: la Vida de Lazarillo de Tormes. Con esta
idioma de una riqueza desconocida hasta enton- obra (la primera impresión data de 1554, y es de

668
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LITERATURA UNIVERSAL

autor anónimo) se inauguraba el género literario


de la picaresca, que no tendría paralelo en nin-
gún otro país. El pícaro, protagonista de estas
obras, no es exactamente un aventurero; acepta
la aventura en cuanto es indispensable para pro-
curarse alimento, y los móviles de su conducta
son los que le dicta la realidad cotidiana. Frente
al héroe que lucha y cosecha victorias, el pícaro
recibe golpes de una sociedad que le es hostil, y a
la que dirige una mirada crítica y resignada a la
vez. La novela picaresca se distingue de la narra-
tiva de la época por unos rasgos de profunda ori-
ginalidad. El hecho de estar escrita en primera
persona y de que no exista propiamente un argu-
mento, sino que la sucesión de hechos alcance su
unidad gracias a la experiencia personal del pro-
tagonista, hacen del género un precedente de la
novela moderna. El éxito obtenido por Vida de Retrato de Ludovico Ariosto, autor del poema épico
Lazarillo de Tormes no supuso una continuidad Orlando furioso.
en el género; sólo medio siglo más tarde se rea-
nudaría, con unas características distintas, con- La segunda mitad del siglo XVI vino marcada en
secuencia de unas circunstancias históricas tam- Italia por el espíritu de la Contrarreforma. La
bién diferentes. poesía renacentista, pagana y formalista, encaja-
ba mal con el espíritu de religiosidad militante, y
resultaba difícil escapar a esta contradicción. El
LA POESÍA RENACENTISTA EUROPEA personaje que mejor representa este conflicto in-
terno es Torcuato Tasso (1544-1595), autor del
La poesía épica, olvidada en Francia, su país de poema épico La Jerusalén liberada, donde se na-
origen, durante todo el siglo XV, se mantuvo con rra la conquista de la Ciudad Santa por los cruza-
sorprendente vitalidad en el romancero castellano dos de Godofredo de Bouillon. En este marco
y resurgió en el renacimiento italiano, creándose épico aparece una serie de personajes cuyas
así el poema épico renacentista, o la epopeya mo- aventuras recuerdan a las de Ariosto, aunque
derna culta. aquí domina el elemento cristiano sobre la histo-
La primera gran figura de la poesía italiana de ria caballeresca. La obra provocó en Tasso agu-
comienzos del siglo XVI fue el poeta Ludovico dos problemas de conciencia, y por ello la some-
Ariosto (1474-1533), autor del poema épico Or- tió a los censores de la Inquisición, quienes
lando furioso, continuación del Orlando enamora- absolvieron al poeta al advertir el estado de su sa-
do de Mateo Boiardo. Ariosto utiliza los mismos lud mental, que acabó desembocando en auténti-
personajes que Boiardo, y amplía la trama argu- ca locura.
mental con episodios y peripecias de enorme ri- El triunfo definitivo de la poesía petrarquista en
queza y fantasía. Los dos episodios principales Francia puede atribuirse a la llamada escuela de
son el de la locura de Orlando, desdeñado por su Lyon, que no constituyó en realidad una auténti-
amada Angélica, y el de los amores de Ruggero, ca escuela, sino un simple grupo de escritores que
descendiente de Héctor y considerado antepasa- florecieron en aquella ciudad, gran centro del co-
do de la casa de Este, a la que pertenece el poeta. mercio con Italia y principal editora de libros: la
Ariosto halla en los temas caballerescos medieva- Florencia francesa. Destacan en esta escuela Mau-
les una fuente de inspiración para su poema, rice Scève (1510-1564), creador en Délie de una
pero el mundo caballeresco no es más que un poesía difícil y oscura, cargada de símbolos, y
pretexto para crear una obra cuyo objetivo es la Louise Labé, la mejor poetisa francesa de todos
forma bella, obtenida gracias a la perfección del los tiempos. La obra de «la belle cordelière» («la
estilo y a la musicalidad de las octavas en que hermosa cordelera»), sobrenombre con el que se
está escrita. la conoce por haberse casado con un rico cordele-

669
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Después de Ronsard, la poesía francesa rompe-


ría con el ideal de equilibrio propuesto por la Plé-
yade y se orientaría hacia una forma recargada
que terminará en el barroco del siglo siguiente.
A comienzos del siglo XVI, la literatura inglesa
llevaba muchos años sumida en la mediocridad.
Quien introdujo la poesía renacentista italiani-
zante fue Thomas Wyatt (1503-1542), cortesano
y diplomático, que empleó por primera vez los
tercetos, la octava y el soneto. No obstante, hay
que esperar al último cuarto de siglo para que
surjan poetas que sepan aprovechar plenamente
los instrumentos que Wyatt había aclimatado.
Téngase en cuenta, además, que en Inglaterra el
auge del teatro hizo que la poesía pasase a un se-
gundo plano en beneficio de aquél. Philip Sydney
y Edmund Spenser son los dos poetas que repre-
sentan la línea del petrarquismo y defendieron la
estética literaria del renacimiento. Sir Philip Syd-
ney (1554-1586) es valorado sobre todo por una
colección de sonetos amorosos titulada Astrophel
and Stella, que inició la moda del soneto en Ingla-
Pierre de Ronsard, el poeta francés que trata en su terra. La obra más importante de Edmund Spen-
obra el viejo tema de la huida de la juventud y del ser (1552-1599), y en la que trabajó durante
tiempo. veinte años, es el poema fantástico-caballeresco
La reina de las hadas. La obra, centrada en torno a
ro, consta de veinticinco sonetos y tres elegías de la figura del rey Arturo, es complicada tanto en el
un enorme lirismo, en los que destaca una intimi- contenido como en la forma.
dad apasionada y una acentuada feminidad. Para- Portugal se incorporó a la poesía renacentista
lelamente a la labor de los poetas de Lyon, se con Francisco Sá de Miranda (1481-1558), que
constituía en París el grupo de escritores que representa para la literatura portuguesa lo que
se conoce con el nombre de la Pléyade, en el que Boscán en España o el grupo de la Pléyade en
sobresale Pierre de Ronsard. Los escritores de la Francia. Sus constantes viajes por Italia le pusie-
Pléyade renegaban de su pasado medieval y de- ron en contacto con los grandes escritores de su
fendían el uso del francés frente a aquellos que tiempo y le permitieron asimilar las nuevas for-
preferían el latín; para conseguir su objetivo se mas del renacimiento. Cultivó por igual la poesía
propusieron ampliar el idioma con voces dialecta- en portugués y en castellano, y en ambas se le
les, términos técnicos y derivados, a la vez que considera un petrarquista discreto y elegante.
realizaron importantes innovaciones en la métrica Pero la gran figura de la literatura portuguesa del
y en los géneros. siglo XVI fue Luis Vaz de Camoens (1524-1580).
Pierre de Ronsard (1524-1585), hombre de Tras una vida cortesana llena de lances sentimen-
profunda formación humanística y educado en tales y palaciegos, inició una serie de viajes y
ambiente cortesano, fue considerado desde la aventuras que le llevaron hasta las Indias orienta-
aparición de sus primeros libros de Odas el prín- les; vivió en Goa y tomó parte en varias expedi-
cipe de los poetas franceses. Sus primeros mode- ciones militares. Todas estas experiencias fueron
los fueron los clásicos, pero es a Petrarca a quien la base de una obra poética, en la que aparecen
imita en su obra más famosa, los tres libros de los composiciones de tipo tradicional y renacentista,
Amores. Son muy conocidas algunas de las com- pero en la que destaca por encima de todo su
posiciones de esta obra que, a propósito de la bre- gran poema épico Os Lusiadas (Los Lusíadas, es
vedad de la rosa, tratan el tema de la caducidad decir, Los Lusitanos). Este gran poema, dividido
de la belleza y de la vida en un tono de suave me- en diez cantos en octavas reales, narra el viaje de
lancolía. Vasco de Gama a la India, pero al mismo tiempo

670
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LITERATURA UNIVERSAL

LA LÍRICA ESPAÑOLA

En el siglo XVI comienza el Siglo de Oro de la lite-


ratura española, que termina en la segunda mitad
del siglo XVII. Como la extensión en el tiempo es
muy amplia, cabe hablar de tres fases o épocas:
época de Carlos V, época de Felipe II y época del
Quijote y del barroco.
La primera fue una época abierta, de orienta-
ción europea, y en España hallaron eco todas las
tendencias ideológicas y estéticas que se difundie-
ron por el resto de Europa. La poesía, sin abando-
nar del todo la fidelidad a sus orígenes, adquirió
un fuerte matiz italianizante, gracias a la interven-
ción del poeta barcelonés Juan Boscán, que intro-
dujo las formas y el espíritu de la poesía renacen-
tista italiana. La renovación de la poesía afectó a
los metros, los temas y el estilo. El verso preferido
por la poesía culta sería de ahora en adelante el
endecasílabo; el soneto, el terceto, la lira y la can-
ción sustituyeron al romance y la copla de arte
mayor, típicos del siglo XV.
El amor, la naturaleza y los mitos grecolatinos
son los temas preferidos por los poetas renacen-
tistas. El amor aparece tratado, a la manera pe-
trarquista, como un intenso deseo insatisfecho,
fuente de dolor y tristeza; otras veces será un
amor a la manera platónica, un impulso lleno de
Luis Vaz de Camoens en la prisión de Goa. Pintura espiritualidad. La naturaleza es el marco adecua-
sobre pergamino, 1556. do para los conflictos amorosos; es un mundo de
armonía y reposo, símbolo de la perfección natu-
va desarrollando los episodios más gloriosos de la ral. Los mitos grecolatinos, desprovistos de la car-
historia de Portugal, desde los orígenes míticos ga moral que les impuso el siglo XV, son asimismo
hasta su época. una fuente de inspiración. En cuanto al estilo, y
Considerada la obra cumbre de la literatura siguiendo también el modelo de Petrarca, los
portuguesa, Os Lusiadas difiere de otros poemas poetas renacentistas buscan la belleza y elaboran
épicos en que deja de ser un género objetivo para unas composiciones muy cuidadas, dotadas de
convertirse en un género subjetivo y ligado a una elegante naturalidad.
la experiencia vital del poeta, cosa que otorga Garcilaso de la Vega (1503-1536) es la máxima
una extraordinaria fuerza poética a los hechos figura de la poesía de esta primera época. Hombre
narrados. de armas, de intensa vida sentimental y profundo
En Alemania, la poesía del renacimiento no se conocedor de la cultura clásica, encarna perfecta-
manifestó hasta que apareció mezclada con el ba- mente el ideal renacentista del cortesano, que ha-
rroco. Así, pues, en la literatura alemana del si- bía expuesto Castiglione. Su producción poética
glo XVI sólo cabe mencionar los himnos religiosos es de reducidas dimensiones: una epístola, dos
de Lutero, que tuvieron una gran difusión en el elegías, tres églogas, cinco canciones y treinta y
ámbito protestante, y la obra de los Meistersinger ocho sonetos. Además de los sonetos, todos ellos
(maestros cantores), artesanos que en sus ratos li- de contenido amoroso, la obra más lograda de
bres se dedicaban al cultivo de la poesía y del can- Garcilaso son las tres Églogas. En ellas el poeta
to. Entre ellos destaca Hans Sachs, el zapatero de utiliza el género pastoril para expresar el senti-
Nuremberg, que dejó escritos más de medio mi- miento amoroso (un amor no correspondido o la
llón de versos. muerte de la amada) y describir el paisaje ideali-

671
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León y san Juan de la Cruz, y la patriótica, repre-


sentada por Fernando de Herrera. La escuela de
Garcilaso se escindió en dos grupos, correspon-
dientes a dos regiones españolas: Salamanca y Se-
villa. La llamada escuela salmantina, cuya figura
central es Fray Luis de León, se caracteriza por un
equilibrio entre el contenido y la forma, por
un tono íntimo y una sobriedad en la expresión.
Fray Luis de León (1527-1591), fraile de la or-
den de san Agustín y hombre de enorme cultura,
es tal vez la figura más representativa del renaci-
miento español, porque en él se aúnan lo clásico,
lo italiano y la tradición religiosa. Además de po-
seer una sólida formación escolástica, su curiosi-
dad intelectual le llevó a estudiar materias tan di-
versas como matemáticas, medicina o pintura, y
su independencia de criterio le condujo a un pro-
ceso inquisitorial y a cinco años de cárcel. Aun-
que Fray Luis escribió en latín numerosos trata-
dos de teología, prefirió utilizar el castellano en la
redacción de sus obras en prosa más representati-
vas: la Exposición del Libro de Job y el tratado De los
nombres de Cristo. La obra poética de Fray Luis
La musicalidad y elegancia de sus versos convierten consta de composiciones originales y de traduc-
a Garcilaso de la Vega en la figura más ciones del griego, del latín, del italiano y del he-
representativa de la estética renacentista. breo. La producción original es muy breve (ape-
nas una veintena de poemas), pero suficiente para
zándolo. La figura de la amada en la obra de Gar-
cilaso no es una mera encarnación del ideal feme-
nino, que había puesto de moda el platonismo re-
nacentista, sino una mujer real, Isabel Freyre, que
inspiró al poeta una gran pasión amorosa. En
cuanto al paisaje, el poeta nos presenta una natu-
raleza serena, en la que domina la sensación de
armonía y sosiego, y que constituye el marco ade-
cuado para destacar los sentimientos del autor.
El reinado de Felipe II marcó un cambio decisivo
en la vida española. Frente a una Europa dividida
por la Reforma luterana, España cerró la puerta a
cualquier influencia extranjera y se convirtió en
defensora de la catolicidad; la vida española adqui-
rió un tono de religiosidad, y las corrientes rena-
centistas, ya plenamente asimiladas, adoptaron un
carácter nacional de severidad. Si en la época ante-
rior un poeta cortesano era la figura más represen-
tativa, ahora sería un fraile agustino quien mejor
sintetizase el ambiente cultural de la época.
La poesía lírica española de la época de Felipe II
refleja las nuevas orientaciones culturales. A la lí-
rica amorosa, de tendencia italianizante, se le su-
maban ahora dos nuevas temáticas: la religiosa, Retrato de Fray Luis de León, poeta, prosista y
cuyos máximos exponentes son Fray Luis de traductor, que ejerció su magisterio en Salamanca.

672
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LITERATURA UNIVERSAL

acreditarle como uno de los más grandes líricos


de la poesía española. Las odas a La vida retirada,
la Noche serena, A Felipe Ruiz y A Salinas son qui-
zá sus composiciones más apreciadas. En ellas ex-
presa su deseo de alcanzar la felicidad en la con-
templación de Dios, pero también su deseo de
paz y de serenidad del espíritu en un mundo que
se le antoja como un doloroso destierro. La natu-
raleza es un reflejo de las verdades eternas, y en
su contemplación encuentra el poeta el olvido del
mundo presente, lleno de falsedad y de engaño.
El eje del pensamiento de Fray Luis es el cristia-
nismo con elementos platónicos, y su estilo es
sobrio y de gran sencillez; la forma responde a la
influencia italiana en el metro y a la clásica (Hora-
cio, sobre todo) en la estructura.
Contemporánea de la escuela salmantina es la
llamada escuela sevillana. Sevilla es la sede de
una escuela poética brillante, cuya figura central
es Fernando de Herrera (1534-1597). Aunque
admirador de la obra de Garcilaso, a la que escri- La obra de santa Teresa de Jesús refleja la tensión
bió unas Anotaciones, Herrera se muestra partida- espiritual del alma en su «camino de perfección» y
rio de la creación de un lenguaje poético distinto, santidad.
enriquecido con elementos cultos, que sólo sea
accesible a una minoría. Con ello rompe el equili- la cual llegó a fundar treinta y dos conventos de
brio clásico entre el fondo y la forma, decantán- carmelitas descalzas, murió a los sesenta y siete
dose en favor de esta última e iniciando así una años en Alba de Tormes, en el transcurso de uno
trayectoria que desembocará en el barroco. La de sus numerosos viajes. La obra de santa Teresa
obra del poeta sevillano gira en torno a dos temas refleja la personalidad de una mujer activa y enér-
centrales: el amoroso y el patriótico. La poesía gica, pero al mismo tiempo sensible y espontánea.
amorosa, dedicada a doña Leonor de Milán, es de Escrita en un estilo sencillo, directo y en ocasio-
inspiración petrarquista; el amor no correspondi- nes incluso coloquial, es una mezcla de recogi-
do provoca en el poeta una resignada melancolía miento contemplativo y actividad práctica. El Li-
y un dolor proyectado en ocasiones sobre el pai- bro de su vida relata su infancia y su evolución
saje, que adquiere por ello un tono sombrío. La espiritual, con momentos de fervor y de éxtasis,
poesía patriótica de Herrera exalta los valores na- mientras que el Libro de las fundaciones cuenta el
cionales en un tono grandilocuente de gran vigor. esfuerzo realizado y los incidentes ocurridos en la
Canción por la batalla de Lepanto y Canción por la fundación de diversos conventos. La obra más
pérdida del rey don Sebastián, ambas imitando a importante de santa Teresa es el Libro de las mora-
la Biblia, son algunas de sus composiciones más das o Castillo interior, en el que imagina el alma
inspiradas. La abundancia de cultismos y las nu- como un castillo compuesto de muchas moradas:
merosas alusiones a todo lo que signifique brillo y las tres primeras corresponden a la vía purgativa,
color hacen de la poesía de Herrera un preceden- las tres siguientes a la iluminativa y la última a la
te claro de la poesía gongorina posterior. unitiva. La producción poética que se conserva es
La literatura mística española tiene en Santa Te- de menor interés que la obra en prosa y está cons-
resa de Jesús y san Juan de la Cruz sus autores tituida sobre todo por villancicos escritos en octo-
más representativos. Teresa de Cepeda y Ahu- sílabos, algunos de ellos tan conocidos como el
mada (1515-1582) nace en Ávila en el seno de que empieza «Vivo sin vivir en mí».
una familia noble, y a los diecinueve años ingresa San Juan de la Cruz (1542-1591) nació tam-
en la Orden del Carmelo, cuya reforma llevó a bién en Ávila, aunque en una familia humilde. In-
cabo más tarde a costa de grandes disgustos y gresó en la orden del Carmelo, y a los veinticinco
persecuciones. Tras una vida intensa, a lo largo de años se encontró con santa Teresa, quien lo con-

673
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TEATRO CLÁSICO,
RELIGIOSO E ISABELINO

El afán de imitar a los clásicos malogró, en gene-


ral, los intentos llevados a cabo en el siglo XVI
para crear un teatro nuevo, adecuado a los gran-
des cambios que se estaban produciendo en la
época. En buena parte de Europa pervivieron las
formas del teatro medieval (representaciones de
misterios en Francia, autos del Nacimiento y de la
Pasión en España), junto a imitaciones del teatro
clásico grecolatino, Séneca, Plauto y la tragedia
griega sobre todo. Solamente una obra, La man-
drágora, del escritor florentino Nicolás Maquia-
velo, merece ser destacada por el tratamiento de
los caracteres, la rapidez de la acción y el lengua-
Placa en la fachada del convento carmelita de je preciso. La obra narra cómo una esposa hones-
Córdoba donde vivió san Juan de la Cruz ta es objeto de una conspiración para acabar con
su virtud, tramada por el marido, la suegra y el
virtió en firme colaborador de su reforma. Por confesor.
este motivo, sufrió persecuciones y fue encarcela- En Inglaterra, la madurez literaria llegó en las
do durante ocho meses en un convento de Tole- últimas décadas del siglo XVI, en la llamada época
do, del que escapó de forma misteriosa. El resto isabelina, por la reina Isabel, que moría en 1603.
de su vida lo pasó en Andalucía, y allí murió En este período a caballo entre dos siglos, lleno
cuando estaba a punto de ser enviado a América. de vida y de posibilidades, en que Inglaterra ya
Casi toda la obra de san Juan de la Cruz gira en no era católica pero tampoco era aún puritana, la
torno al símbolo de la «Noche oscura»: es la no- poesía pasó a un segundo plano en beneficio del
che del espíritu en que el alma siente una gran teatro. Las formas medievales que todavía persis-
sensación de soledad y sufre terribles tentaciones tían a principios de siglo y la imitación de los au-
que, si consigue vencer, dejan paso a la luz. Los tores clásicos cedieron paso a un nuevo teatro en
cuatro tratados escritos en prosa, Subida al monte el que se mezclaban los ingredientes que en el
Carmelo, Noche oscura del alma, Cántico espiritual teatro moderno suelen corresponder a cuatro o
y la Llama de amor viva, son comentarios doctri- cinco variedades dramáticas distintas. El público,
nales a tres de sus poesías, cuyos títulos corres- sobre todo el londinense, que sentía verdadero
ponden a los tres últimos tratados citados. La entusiasmo por estos espectáculos, impuso sus
obra poética, que puede considerarse una versión gustos a los poetas, que se avinieron a complacer
«a lo divino» de la poesía amorosa tradicional y sus exigencias. Thomas Kyd (1558-1594) obtie-
renacentista, es reducidísima, pero está tan carga- ne uno de los mayores éxitos de los primeros
da de lirismo que su intensidad expresiva es su- años del teatro isabelino con su obra La tragedia
perior a la de cualquier otro poeta de la época. En española, melodrama en cierto modo precursor de
Noche oscura el poeta expresa la emoción del alma Hamlet. No obstante, el paso decisivo al teatro
que reposa en el amor del Amado, el goce de ha- de Shakespeare lo daría Christopher Marlowe
ber llegado a la unión con Dios. El Cántico espiri- (1564-1593), personaje de vida turbulenta que
tual, su poesía más extensa, está inspirada en el murió asesinado. Las escasas obras que de él se
Cantar de los Cantares, y en ella el poeta expresa conservan presentan unos personajes dotados de
el afán de la amada en busca del esposo, el en- una enorme pasión, que persiguen objetivos im-
cuentro y la unión mística. La poesía de san Juan posibles para los humanos: el poder, en Tamerlán
de la Cruz es de difícil catalogación; intelectual y el Grande; la riqueza, en El judío de Malta, y la am-
emocionada a un tiempo, sobria y exuberante, bición desmesurada, en La trágica historia del doc-
cargada de imágenes y símbolos, ejerce una mis- tor Fausto, la más famosa de sus tragedias.
teriosa sugestión que no se vuelve a hallar en toda En el mismo año en que nacía Marlowe, lo hacía
la producción lírica castellana. en Stratford-on-Avon el que sería el mayor drama-

674
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LITERATURA UNIVERSAL

autor. Después de su muerte, dos amigos suyos


publicaron un volumen de sus obras, el Folio, que
salvó de la desaparición varias de las mejores
producciones del dramaturgo. El Folio divide el
teatro shakesperiano en tres grupos: dramas his-
tóricos, comedias y tragedia. Los diez dramas
históricos tienen como tema episodios de la histo-
ria inglesa de la baja Edad Media. El Rey Juan re-
lata la historia del monarca más antiguo de los
que aparecen en este grupo, en el que tal vez des-
taca Enrique III, una de las obras más populares
de Shakespeare. Las comedias son quince. Se dis-
tingue un primer grupo en el que figuran El sueño
de una noche de San Juan y El mercader de Venecia;
la primera nos transporta al reino de las hadas,
y la segunda está situada en un ambiente italiano.
Al segundo grupo pertenecen Las alegres comadres
de Windsor y Como gustéis; la primera de estas dos
obras, una de las de mayor difusión, es una mues-
tra del talento de Shakespeare para la comedia
amable de intriga, y en ella aparece el personaje
de Falstaff, el viejo gordinflón, que será uno de

Portada de las obras de Christopher Marlowe,


dramaturgo contemporáneo de Shakespeare, a quien
probablemente conoció, y del que sólo conservamos
seis tragedias.

turgo de todos los tiempos: William Shakespeare


(1564-1616). Hijo de un comerciante acomoda-
do, se sabe que estudió en su ciudad natal y que
contrajo allí matrimonio, pero se desconocen los
motivos por los que la abandonó para trasladarse
a Londres y la fecha en que lo hizo. En Londres
trabajó como actor e inició su aprendizaje litera-
rio, probablemente haciendo arreglos de obras de
otros autores. En 1594 era actor, autor y accionis-
ta de una compañía que actuaba en el teatro «El
Globo», propiedad de la sociedad. Este período,
hasta 1613, fue el de la gran producción literaria
de Shakespeare; el escritor era famoso, se había
enriquecido y compró una residencia en Stratford,
adonde se retiró en 1613, el mismo año en que se
incendió «El Globo», y donde pasó apaciblemente
los últimos años de su vida.
Poeta lírico de extraordinaria calidad, como lo
demuestran sus Sonetos, publicados en 1609, es la
producción dramática la que ha hecho de Shakes-
peare uno de los mayores genios de la literatura William Shakespeare, el autor que mejor ha sabido
universal. Sólo dieciséis, de las treinta y seis obras dramatizar las grandes pasiones que dominan al
que se le atribuyen, fueron publicadas en vida del hombre.

675
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de Dinamarca, cuyo padre ha muerto asesinado


por su hermano Claudio, que le ha sucedido en el
trono y se ha casado con la viuda. El fantasma del
rey asesinado se aparece a Hamlet y le pide que
vengue su muerte. Hamlet se hace pasar por loco
para conseguir sus fines, rechaza a Ofelia, de
quien está enamorado, y se ve asaltado por dudas
y vacilaciones que le llevan a pensar en el suici-
dio. En las escenas finales mueren todos los per-
sonajes: Ofelia pierde la razón y muere ahogada,
la reina madre es envenenada por error, Laertes,
el hermano de Ofelia, es herido con una espada
envenenada con la que antes ha herido a Hamlet,
y éste, antes de morir, mata al traidor Claudio.
En las obras compuestas entre 1602 y 1606, Ote-
lo, Macbeth y El rey Lear, los sentimientos y las gran-
des pasiones alcanzan la mayor tensión dramática:
la envidia y los celos en Otelo, la ambición desenfre-
nada de poder en Macbeth, y la ingratitud filial y el
amor paterno en El rey Lear. En un mundo de pa-
siones, odios e intereses, los protagonistas se ven
arrastrados a situaciones límite, y en estos años de
madurez Shakespeare nos ofrece una amarga y de-
sesperanzada visión de los conflictos humanos.
Los contemporáneos de Shakespeare no alcan-
zaron a ver todo el valor de su obra, a pesar de los
elogios póstumos que le dedicaron algunos de sus
compatriotas. Serían los románticos quienes rei-
vindicarían posteriormente toda la grandeza del
Cartel publicitario de una representación teatral de poeta de Stratford y lo elevarían a la más alta
Macbeth. cumbre de la literatura universal.

los personajes cómicos más famosos de toda la li-


teratura inglesa. En las últimas comedias, El cuen- LOS CRONISTAS DE INDIAS
to de invierno y La tempestad, Shakespeare aban- Y LA ÉPICA RENACENTISTA
dona el tono alegre y divertido de las anteriores EN HISPANOAMÉRICA
producciones para adentrarse en melancólicas re-
flexiones sobre el desengaño y el cansancio. De El conjunto de las crónicas e historias de América
las doce tragedias que figuran en el Folio, la más constituye uno de los géneros literarios más im-
antigua es de tema romano: Tito Andrónico. Le si- portantes de los reinados del emperador Carlos V
gue Romeo y Julieta, la historia de amor entre dos y Felipe II. Los cronistas de Indias, generalmente
jóvenes pertenecientes a dos familias rivales de testigos presenciales de los hechos que narran,
Verona (los Montescos y los Capuletos), que de- supieron crear obras llenas de colorido y de gran
semboca en un desenlace trágico con la muerte tensión dramática, que en muchos casos superan
de los dos amantes. En Julio César, Shakespeare a los relatos de ficción de su época. Hay que dis-
plantea una temática de orden político-moral, tinguir entre los cronistas que participaron en la
centrada en la figura de Bruto, cuyas convicciones conquista y los observadores que hablaban inme-
republicanas se imponen al gran afecto que siente diatamente después sobre las tierras recién con-
por César y le inducen a unirse a la conspiración quistadas. El primer cronista fue Colón, que
que acabará con la vida del dictador. Algo poste- contó su experiencia en un estilo tradicional y
rior es la más famosa de las tragedias shakesperia- sencillo. La conquista de México fue relatada por
nas, Hamlet, que gira en torno al joven príncipe Hernán Cortés en sus Cartas de relación, en las

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LITERATURA UNIVERSAL

que informa por primera vez sobre el Imperio az- nes que sobre la conquista de México le facilitó el
teca, pero la obra más importante en el ciclo me- propio Hernán Cortés, de quien fue capellán.
xicano de conquistas es la Verdadera historia de los Mención aparte merece el primer escritor autóc-
sucesos de la conquista de Nueva España, de Bernal tono y uno de los más importantes autores de toda
Díaz del Castillo, que no se publicaría hasta el si- la historiografía en español, El inca Garcilaso
glo siguiente. Aunque sin tanta fortuna literaria de la Vega (1539-1616). Hijo de un pariente del
como el ciclo mexicano, también la conquista del poeta Garcilaso y de una prima de Atahualpa, su
Imperio inca tuvo sus cronistas, entre los que des- nombre era Gómez Suárez de Figueroa, y adoptó
tacan Francisco López de Jerez, que escribió una el de Garcilaso a efectos literarios. Nació en Amé-
Verdadera relación de la conquista de Perú, y Pedro rica y a los veinte años se trasladó a España, don-
Cieza de León, autor de una amplia y exacta Cró- de se ordenó sacerdote. Escribió unos Comentarios
nica del Perú, en la que dedica preferentemente su reales, que no se publicaron hasta 1609, en los que
atención a la geografía y costumbres del país. se hizo eco de noticias y recuerdos de la civiliza-
El primer lugar entre los religiosos que escribie- ción incaica que oyó en su niñez. El pintoresquis-
ron sobre las nuevas tierras lo ocupa Fray Bartolo- mo de la obra y el cariño con que habla de su país
mé de Las Casas, autor de una Historia general de natal hacen de los Comentarios reales uno de los li-
las Indias en la que se erige en defensor de los indios bros más sugestivos sobre el Nuevo Mundo.
contra las supuestas crueldades de los españoles. A En el trasplante del renacentismo a las tierras
la obra del padre Las Casas replicó Francisco Ló- americanas adquirió especial importancia el poe-
pez de Gómara, que a pesar de no haber vivido los ma épico de forma italiana. Alonso de Ercilla
hechos que relata, escribió La Historia general de las (1533-1594) escribió el mejor poema de tema
Indias (1552) compuesta a base de las informacio- americano: la Araucana. En treinta y siete cantos,

Alonso de
Ercilla concibió
la Araucana en
plena campaña,
escribiendo
sobre tambores
y trozos de piel.

Fray Bartolomé
de Las Casas, el
Episodio de la conquista de México, descrita por defensor de los
Hernán Cortés en sus Cartas de relación. indígenas.

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Página ilustrada de La Historia


general de las Indias, recopilada y
escrita por Francisco López de Gómara.

Ercilla relata las luchas entre los es-


pañoles y los indios del valle de
Arauco, en Chile. La primera parte,
escrita en el mismo escenario de los
hechos, es tal vez la mejor. En las
otras dos se intercalan episodios
que no guardan relación con la tra-
ma. La Araucana interesa por las vi-
gorosas descripciones de las batallas
y paisajes, y también por los retratos
de los conquistadores (Valdivia y el
propio Ercilla), los de los jefes arau-
canos y, sobre todo, el de Caupoli-
cán, el caudillo de los indios, que
muere ejecutado por los españoles.

EL CLASICISMO Y EL
BARROCO, SIGLO XVII
La desaparición de los ideales de armonía y equilibrio, que habían caracterizado al
renacimiento, y la tendencia al rebuscamiento y la afectación dieron paso a la época que
denominamos barroco. Nuevos conflictos religiosos, políticos y económicos tuvieron su
reflejo en una literatura que se va cargando de tensión, que complica la forma y tiende a
usar conceptos metafísicos y religiosos. La literatura barroca se dio de modo más
característico en los países católicos, dentro de la atmósfera de la Contrarreforma, y
habría que esperar a mediados de siglo para que en Francia e Inglaterra surgieran
nuevamente unos principios que desembocarían en un nuevo clasicismo.

POESÍA CLÁSICA, La característica más destacada de la poesía italia-


BARROCA Y METAFÍSICA na en esta época es la búsqueda de originalidad.
La obra más importante del poeta napolitano
Una vez superado el modelo renacentista, que Giambattista Marino (1569-1625), que gozó en
Italia exportó a toda Europa, la poesía se desarro- vida de una extraordinaria popularidad, es Ado-
lló en cada país por cauces distintos, sin que sea nis, un poema mitológico de 45.000 versos que
posible aplicar con toda claridad el término de tiende a un lenguaje complicado, con abundancia
«barroca» a toda la producción literaria de este si- de imágenes que en ocasiones llegan a la extrava-
glo. Tal vez sólo en España el barroco literario gancia.
tuvo su realización más característica, tanto en las
tendencias como en los autores. Francia
Mientras tanto, en Francia el barroco nacía en el
Italia período de luchas político-religiosas entre católi-
Durante el siglo XVII, la producción literaria italia- cos y protestantes, que serían fuente de inspira-
na entra en un período de profunda decadencia. ción para el poeta Théodore Agrippa d'Aubigné

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LITERATURA UNIVERSAL

En el tránsito al siglo XVII se establece


el dominio del estilo barroco en las
letras y en las artes. En la plaza Real
de París el pueblo celebra en 1612 el
matrimonio de Luis XIII de Francia y
Ana de Austria (izquierda).

Abajo, el poeta inglés John Donne,


quien aparte de su obra poética
alcanzó la fama por sus sermones.

(1552-1630). Su gran obra, Las Trágicas, recoge


todo el horror de la guerra civil contemplada des-
de la perspectiva de un hugonote convencido. La
pasión que el autor transmite a la obra la convier-
te en un poema de gran intensidad. A diferencia
de d'Aubigné, François de Malherbe (1555-
1628), que escribió cuando los ánimos ya se ha-
bían apaciguado, aparece como un adelantado del
«clasicismo» que se impondría en el reinado de
Luis XIV. Malherbe reacciona contra el grupo
de la Pléyade promoviendo una depuración del
lenguaje y del estilo, impone al verso una discipli- Inglaterra
na de lógica y de claridad que hace que su poesía En Inglaterra, donde toda la potencialidad poéti-
sea tan correcta como fría e impersonal. Destaca ca de la época isabelina la había absorbido el tea-
en el conjunto de su obra la Consolación al Señor tro, la poesía que triunfaba, hasta el primer tercio
Du Périer. del siglo XVII, era la poesía renacentista de Spen-
ser. Pero en medio de este ambiente surgió un
Alemania poeta que renovaría totalmente la lírica inglesa y
El ejemplo de Malherbe lo recogió en Alemania sería el guía de varias generaciones de poetas ba-
Martin Opitz (1597-1639), que impuso reglas rrocos. Se trata de John Donne (1572-1631),
para conseguir una poesía ordenada y clara; no sacerdote anglicano, aunque nacido en el seno de
obstante, la crisis material y moral que estaba ori- una familia católica. En vida gozó de una gran
ginando la guerra de los Treinta Años halló su fama debido fundamentalmente a sus sermones,
cauce de expresión en un grupo de poetas barro- pues su obra poética, Poemas, no se publicó hasta
cos que cultivaron una poesía llena de rebusca- dos años antes de su muerte. Donne es un poeta
miento, aunque en cierto modo ya estaban some- que revolucionó el panorama lírico inglés, domi-
tidos al temprano influjo del racionalismo nado por aquel entonces por los tópicos renacen-
francés, como lo demuestra el hecho de que el tistas. Su poesía es atrevida y, huyendo de lo
verso más utilizado no fuera el endecasílabo ita- convencional, Donne persigue la originalidad sin
liano, sino el alejandrino francés. Destacan en temor a pecar de oscuro o de extravagante. Junto
este grupo Paul Fleming, Paul Gerhardt y An- a Donne aparece un grupo de poetas que se cono-
dreas Gryphius. cen con el nombre de poetas metafísicos, térmi-

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no peyorativo con el que se les reprochaba la difi- ciego, escribió un gran poema épico de tema reli-
cultad de su poesía. La obra de estos autores, en- gioso, el Paraíso perdido, con el que intentaba
tre los que destacan Thomas Carew (1594- «justificar los caminos de Dios para con los hom-
1640), George Herbert (1593-1633) y Richard bres». El poema, que encaja a la perfección con la
Crashaw (1612-1649), no fue valorada en su mentalidad puritana, está escrito según los mode-
tiempo y pronto quedó eclipsada por la poesía de los clásicos, y es considerado una de las obras
Milton y el racionalismo. Sólo en la época actual cumbre de la literatura inglesa clásica.
se les ha revalorizado hasta ser considerados el
grupo más importante de poetas de la historia de España
la literatura inglesa anterior al siglo XIX. En España, quizá como en ningún otro país, es lí-
Aunque algunos poemas juveniles pueden vin- cito hablar de «barroco» para referirnos al perío-
cular a John Milton (1608-1674) con la poesía de do que abarca la producción literaria desde los
los metafísicos, su obra tiene un carácter clara- últimos años del siglo XVI hasta la muerte de Cal-
mente distinto. Hombre de sólida formación inte- derón. En efecto, la literatura española de este
lectual, dedicó veinte años de su vida a defender período, salvo algún contrapunto clasicista, oscila
la causa de la revolución puritana, en la que creía entre la exuberancia del culteranismo gongorino
firmemente, sin poder dedicarse apenas a la lite- y la sentenciosidad del conceptismo. El primer
ratura, que era su verdadera vocación. Cuando en tercio del siglo XVII esta dominado por la lucha
1660 se produce la restauración monárquica y entre culteranos y conceptistas. Los primeros, re-
pudo dedicarse por entero a su obra, su situación presentados fundamentalmente por la figura de
personal era ya bastante difícil; viudo por segun- Góngora, aspiran a crear un mundo de belleza ab-
da vez, frustrado en sus ideales políticos y casi soluta mediante la utilización de un lenguaje poé-
tico lleno de metáforas audaces, voces sonoras,
latinismos y retorcimientos gramaticales, que os-
curecen el sentido y destacan los valores sensoria-
les. El conceptismo, cuya figura máxima es Que-
vedo, pretende la agudeza en la expresión, las
asociaciones ingeniosas de ideas o palabras, y
busca los paralelismos o los contrastes. El cultera-
nismo fue un fenómeno literario de minorías, que
provocó, al menos al principio, violentas protes-
tas y fue casi privativo de la lírica; el conceptismo,
en cambio, tuvo siempre una amplia acogida y
fue utilizado sobre todo por la prosa satírica
y burlesca.
Luis de Góngora y Argote (1561-1627) nació
en Córdoba, estudió en Salamanca, con escasa
aplicación, y se ordenó sacerdote, porque de este
modo podía obtener beneficios que le permitieran
dedicarse a la literatura. Residió en Madrid unos
años como capellán de honor de Felipe III, lo que
le permitió relacionarse con los círculos literarios
de la época, hasta que regresó a Córdoba, donde
murió a los sesenta y seis años. El prestigio de
Góngora fue grande ya en vida, y contó con apa-
sionados admiradores que lo exaltaron como el
principal poeta español, pero su carácter malhu-
morado, su ingenio mordaz y su arrogancia le va-
lieron también numerosas enemistades, entre ellas
la de Lope de Vega y Quevedo.
Grabado alegórico que representa al poeta inglés En la obra poética de Góngora pueden distin-
John Milton entre las lenguas griega y latina. guirse dos grupos: uno lo forman las composicio-

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LITERATURA UNIVERSAL

permiten ofrecer los más bellos efectos de sonori-


dad y color. Se trata quizá del poema más logrado
de toda la poesía barroca. En las Soledades apenas
hay elementos narrativos: un joven náufrago llega
a tierra y es acogido por unos cabreros, y luego
asiste a las tareas de unos pescadores y convive
con ellos unas horas. Con esta escasa materia ar-
gumental, Góngora persigue la exaltación de la
naturaleza a través de unos artificios lingüísticos
deslumbrantes. La dificultad del poema obliga a
dejarse penetrar por su belleza, su música y su
color, antes de abordarlo con la mente. La obra de
Góngora, que provocó una de las más ruidosas
polémicas literarias del siglo XVII (se atacó su os-
curidad y se calificó a su autor de hueco y pedan-
te), no fue rehabilitada hasta el siglo XIX, por los
modernistas. Hoy en día, gracias a la general reva-
lorización del estilo barroco, se considera a Gón-
gora uno de los mayores poetas de toda la litera-
tura castellana.
El influjo de la obra de Góngora fue muy bene-
ficioso porque brindó un nuevo lenguaje poético
en un momento en que los recursos de la lírica
del siglo XVI estaban ya agotados. El Conde de Vi-
llamediana, Juan de Jáuregui y Pedro Soto de Ro-
jas son algunos de los representantes de la que
Las Soledades de Luis de Góngora destacan por la puede denominarse escuela poética de Góngora.
intensidad de las imágenes, de un colorido brillante Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
y puro, en contraste con la oscuridad y complejidad nació en Madrid; sus padres ocupaban altos pues-
del estilo.
tos en el servicio de la casa real. Estudió en Sa-
lamanca y Valladolid, y en esta última ciudad se
nes en metros cortos populares; otro, los poemas dio a conocer como gran poeta y comenzó su ri-
en endecasílabos: los sonetos, la Fábula de Polife- validad con Góngora. Estuvo en Italia al servicio
mo y Galatea y las Soledades. Estas dos facetas no del duque de Osuna, y al caer éste en desgracia,
se dan a lo largo de toda la vida del poeta, aunque Quevedo fue desterrado. Al morir Felipe III regre-
sí se advierte una progresiva complicación que só a Madrid, y allí casó con una viuda de la que se
afecta por igual a toda su obra. Lo más importan- separó al poco tiempo. Acusado de haber dejado
te de la producción en metros cortos tradicionales bajo la servilleta del rey la composición titulada
son las letrillas y los romances, en los que Góngo- Sacra, Católica Majestad, contra la actuación del
ra utiliza recursos y motivos propios de la lírica Conde Duque de Olivares, fue encarcelado y pasó
popular, aunque estilizándolos y mezclándolos en prisión cuatro años. Fue liberado en 1644 y
con los artificios propios del estilo barroco. Esta murió un año después, en Villanueva de los In-
estilización alcanza su máxima eficacia en los dos fantes.
grandes poemas cultos ya mencionados. La Fábu- La obra poética de Quevedo, publicada después
la de Polifemo y Galatea que consta de quinientos de su muerte con el título de El Parnaso español y
cuatro versos en octavas, se basa en un tema de Las tres últimas musas, comprende composiciones
Ovidio: el gigante Polifemo, enfurecido por los de temas ascéticos y religiosos, amorosos y burles-
celos a causa de los amores del pastor Acis y la cos. Las primeras giran en torno a motivos mora-
ninfa Galatea, arroja un peñasco sobre su rival, les tales como el desprecio de las vanidades, la
que queda convertido en un río. El poema, per- fugacidad de lo terreno, la idea de la muerte y el
fecto en su construcción, está lleno de audaces desengaño, y se cuentan entre lo mejor de su pro-
imágenes, de cultismos y de hipérbatos, que le ducción poética. En las poesías de asunto político

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Junto a la poesía barroca culterana o conceptis-


ta de Góngora y Quevedo, existió también en Es-
paña un grupo de poetas «clásicos», que cultiva-
ron una poesía ajena en cierto modo a la moda
barroca. Cabe destacar, por un lado, la obra de los
hermanos Lupercio y Bartolomé Leonardo de
Argensola, poetas elegantes y sobrios, pero cuya
obra carece de brillantez y emoción, y por otro, la
épica culta, representada por El Bernardo, de Ber-
nardo de Balbuena, y La Dragontea, de Lope de
Vega.
En Hispanoamérica, en el siglo XVII, ya no cabe
hablar de un mero trasplante de la poesía españo-
la; la poesía hispanoamericana tenía vida propia,
aunque el influjo de Góngora, y en menor medi-
da, el de Quevedo, fuera notable. La crisis históri-
ca no llegó a tener tanta presencia como en el
barroco español, y en la voz del poeta no se mani-
fiestan la amargura y el desengaño que dominaron
en el viejo continente. La poesía barroca hispano-
americana floreció principalmente en México, de
la mano de sor Juana Inés de la Cruz.
Nació Juana Ramírez de Asbaje en 1651; sabe-
mos de su precocidad extraordinaria y de sus es-
Retrato de Francisco de Quevedo. Su obra en prosa tudios en la universidad. En la corte virreinal des-
y en verso es el exponente de una enorme tacó por sus prodigiosas dotes intelectuales, y en
personalidad, rebosante de ingenio y de inteligencia. 1667 ingresó en la orden de las carmelitas descal-
zas, pero tuvo que abandonar el convento por
aparece, en un tono a menudo satírico, la toma de motivos de salud, y un año después ingresó en la
conciencia respecto a la decadencia moral y espi-
ritual de España. Las composiciones de tipo amo-
roso, en cambio, son de tono completamente dis-
tinto; en ellas el lenguaje metafórico se parece más
al estilo de la lírica de Góngora, aunque los poe-
mas contienen una emoción amorosa sentida y se-
ria. En cuanto a las composiciones burlescas, es-
critas preferentemente en metros cortos, ofrecen
toda la gama de recursos conceptistas: chistes,
juegos de palabras, antítesis, etc., con los que
Quevedo deforma la realidad hasta llegar a la cari-
catura. Un grupo muy característico lo constitu-
yen las composiciones dedicadas a Góngora, en
las que ataca ferozmente al autor de las Soledades y
se burla de su estilo. En conjunto, la producción
poética de Quevedo representa a la perfección los
contrastes típicos del arte barroco: tono elevado
en los temas serios e intrascendente en los burles-
cos; idealización de la belleza y deformación en la
sátira. No obstante, la visión del mundo de Que-
Sor Juana Inés de la Cruz, la poetisa y dramaturga
vedo, el escritor que mejor supo expresar el pen- mexicana que recoge en su obra matices de las
samiento moral del siglo XVII, aparece reflejada corrientes literarias en boga: el culteranismo y el
con mayor extensión en su obra en prosa. conceptismo.

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LITERATURA UNIVERSAL

orden de las jerónimas, de disciplina más benig- más altos valores del espíritu, y la crítica despia-
na. Desde el claustro, Juana Inés de la Cruz llegó dada de las mezquindades humanas, por otro,
a ser una de las figuras centrales de la vida cultu- son los rasgos que mejor sintetizan la actitud de
ral mexicana, hasta que empezó a ser objeto de Quevedo ante la vida. Aunque estas dos caracte-
críticas y fue puesta en entredicho por la propia rísticas pueden observarse a lo largo de toda su
jerarquía eclesiástica, que no veía con buenos trayectoria literaria, sus primeros escritos adoptan
ojos las incursiones de una mujer en el terreno de un tono de censura y de burla, en el que está pre-
la teología. Sor Juana se defendió afirmando su sente el elemento cómico. Con el tiempo, su obra
derecho a la reflexión teológica aun siendo mujer, se va inclinando hacia una actitud más severa, ha-
pero al final optó por el silencio, probablemente cia una actitud pesimista frente al mundo, que le
por prudencia y conformismo. En los últimos llevará a la noción de la muerte como única ver-
años de su vida (murió en 1694) se entregó por dad indiscutible. Las dos grandes producciones
completo a la oración, la penitencia y el servicio. humorísticas de Quevedo son La vida del Buscón
La obra de sor Juana Inés es de una enorme va- don Pablos y los Sueños. De la primera nos ocupa-
riedad; abarca desde la poesía lírica y la épica filo- remos más adelante al tratar de la narrativa, la se-
sófica hasta la reflexión científica y religiosa y el gunda es un conjunto de fantasías satíricas, publi-
teatro de influencia calderoniana. No obstante, lo cadas en 1627, aunque compuestas a partir de
mejor de su producción lo constituyen sus poe- 1606, en las que el autor se vale del recurso del
mas: canciones, sonetos, silvas, en los que el esti- «sueño» o la «visión» para pasar revista a los ti-
lo gongorino aparece tamizado por la exquisita pos y costumbres de su época. Zapateros, poetas,
sensibilidad femenina. Sus sonetos amorosos son médicos, verdugos, personajes históricos y hasta
apasionados y emotivos, y muchas serán las voces dioses de la mitología clásica aparecen ante los
femeninas que seguirán más tarde sus pasos. En- ojos del lector en un grotesco desfile. La obra
tre sus obras mayores merece ser destacado el ofrece una aguda visión de la decadencia españo-
poema filosófico El sueño, que es el relato de una la en un tono profundamente satírico y burlesco.
experiencia intelectual de pleno sentido filosófi- La obra doctrinal de Quevedo, muy influida
co: el fracaso del entendimiento que quiere com- por Séneca, reúne el punto de vista de la moral
prenderlo todo en una intuición única y total. La cristiana con las doctrinas del estoicismo. La cuna
primera parte de las poesías de Juana Inés de la y la sepultura y La providencia de Dios describen la
Cruz fue publicada en Madrid en 1689, y obtuvo vida con los más negros colores, y la idea de
un éxito inmediato, del que dan testimonio su re- la muerte ocupa un lugar central. Las ideas políti-
edición al año siguiente, también en Madrid, y cas de Quevedo, opuestas a las de Maquiavelo, e
una nueva edición, dos años después, en Barcelo- inspiradas en el ejemplo de Roma, están expuestas
na; el segundo volumen se publicó en 1692, y el en Política de Dios, gobierno de Cristo, tiranía de Sa-
tercero, ya póstumo, apareció en 1700. tanás y en la Vida de Marco Bruto. Con una prosa
sobria y concisa, Quevedo dirige terribles ataques
contra los malos gobernantes, y contrapone las
PROSA FILOSÓFICO-MORAL virtudes de los antepasados a la relajación de
Y NARRATIVA las costumbres y la pérdida de los ideales heroicos.
Junto a Quevedo, Baltasar Gracián (1601-
La prosa filosófico-moral del siglo XVII debe con- 1658) es quizás el escritor más agudo de los clási-
templarse en dos períodos distintos: la primera cos españoles. Su actitud intelectual es la típica
mitad del siglo, dominada todavía por el espíritu del hombre barroco, que afirma que las cosas tie-
barroco, y la segunda mitad, cuando Francia fue nen un doble valor, todo depende del punto de
imponiendo un clasicismo, un sentido de orden y vista que se escoja; de ahí las frecuentes contra-
fijeza, que suponía cerrar el paréntesis literario de dicciones que pueden encontrarse en su obra.
libertad para retomar y llevar hasta sus últimas En El Criticón, publicada en tres partes, y con
consecuencias el ideal de norma y equilibrio sur- diversos seudónimos, para evitar el enfrentamien-
gido en el renacimiento. to con sus superiores, Gracián nos ofrece una am-
La obra en prosa de Quevedo es quizás el mejor plia visión alegórica de la vida humana en forma
exponente del pensamiento barroco de principios novelesca; el autor no confía en que la buena in-
del siglo XVII. La afirmación, por un lado, de los tención triunfe en un mundo que describe como

683
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zón, que será proclamada árbitro supremo de la


verdad y también principio de la creación literaria
de toda la literatura francesa.
Blaise Pascal (1623-1662), cuyas aportaciones
a la ciencia son de extraordinario valor, es el autor
de Pensamientos, un conjunto de notas desorde-
nadas, escritas en tono directo y coloquial, que
fueron publicadas después de su muerte. La obra,
que debía formar parte de una apología de la reli-
gión cristiana, contiene la expresión de un genio
atormentado que necesita recurrir a Dios, más
por las vías del corazón que por las de la inteli-
gencia. Esta idea fue combatida en su época y ata-
cada también durante el siglo XVIII, pero a partir
del romanticismo Pascal fue rehabilitado.
Jacques-Benigne Bossuet (1627-1670) repre-
senta lo que podría considerarse la prosa oficial
del reinado de Luis XIV. Preceptor del Delfín, fue
el orador sagrado más prestigioso de su época.
Sus Sermones, publicados póstumamente, sólo se
han conservado en forma de guiones o esquemas,
que el autor redactaba previamente.
Entre los escritores mundanos, cabe citar al du-
que de La Rochefoucauld (1613-1680), autor de
El Criticón de Baltasar Gracián es una reflexión unas Máximas, y a madame de La Fayette, nacida
teórica sobre la vida y también la obra más Madeleine Pioche de La Vergne y esposa del mar-
representativa del pesimismo barroco español. qués de La Fayette, autora de una novela corta, La
princesa de Clèves, que es una auténtica obra
«la guerra de todos contra todos», y al hombre no maestra en su género.
le queda sino la resignación, encerrado en su so-
ledad, o bien refugiarse en la religión. Miguel de Cervantes y el Quijote
El estilo de Gracián representa la máxima inten- Hablar de la narrativa en el siglo XVII es hablar
sificación del conceptismo; su prosa, llena de jue- fundamentalmente de Cervantes y de su genial
gos de palabras, antítesis y elisiones, es la más creación literaria, El Quijote, una de las cumbres
condensada de la literatura española: «lo bueno, de toda la literatura universal. Miguel de
si breve, dos veces bueno», afirma en cierta oca- Cervantes nació en Alcalá de Henares en 1547,
sión. Gracián es, además, uno de los autores espa- cuarto de los siete hijos de un cirujano. A los
ñoles más conocidos en el extranjero, como lo de- veintidós años embarcó para Italia, intervino en la
muestra el hecho de que ha sido traducido a la batalla de Lepanto y fue herido en el pecho y en
mayoría de lenguas europeas, y ha influido en la mano. De regreso a España, fue apresado por
muchos pensadores posteriores, como, por ejem- piratas berberiscos y conducido a Argel, donde
plo, en Schopenhauer. pasaría cinco años de cautiverio. Tras varios in-
A mediados de siglo, en una Europa agotada tentos de evasión, finalmente fue rescatado y se
por las luchas, se precisaba una restauración or- instaló en Madrid. A partir de este momento la
denadora, y surgió Francia para imponer un equi- vida de Cervantes estaría marcada por toda clase
librio entre las grandes potencias. Comenzaba la de problemas y privaciones.
etapa clasicista, en que la razón, lo intelectual y lo Viajó por Andalucía con el cargo de abastecedor
conceptual serían los fulcros en que se apoyaría el de víveres, y fue encarcelado dos veces. A los cin-
espíritu para salir de la angustia barroca. La figura cuenta y siete años se instaló en Valladolid, donde
de René Descartes, de cuyo estudio no nos ocu- sufrió un nuevo proceso. Pasó los últimos años de
paremos porque atañe a la historia de la filosofía, su vida en Madrid, donde murió el 23 de abril
representa como ninguna otra el triunfo de la ra- de 1616.

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LITERATURA UNIVERSAL

Retrato de Miguel de Cervantes por Juan de «Entrada de Don Quijote en Barcelona», donde es
Jáuregui. Los rasgos del rostro coinciden con los que derrotado por el Caballero de la Blanca Luna y
el propio autor describe en el prólogo de sus Novelas decide regresar a su aldea. Grabado de Gustavo
ejemplares. Doré.

La obra de Cervantes abarca todos los géneros. cen a este grupo: El casamiento engañoso, El celoso
Su obra poética, sin embargo, no está a la altura extremeño, Rinconete y Cortadillo y El coloquio de
de su prosa (él mismo afirmaba que era «la gracia los perros. Las novelas ejemplares, que inauguran
que no quiso darme el cielo»). La obra dramática, un nuevo tipo de narración, obtuvieron un gran
en cambio, nos muestra a un autor de gran talen- éxito, incluso fuera de España, y fueron el punto
to, tanto en las comedias como en los entremeses. de partida para la novela del siglo XVII.
Destacan entre las primeras Los baños de Argel, El La primera parte de El ingenioso hidalgo don Qui-
rufián dichoso y Pedro de Urdemalas, y entre los en- jote de la Mancha apareció en Madrid en 1605;
tremeses, El retablo de las maravillas y La guarda diez años más tarde se publicó la segunda parte.
cuidadosa. Ahora bien, el genio de Cervantes apa- La primera relata las dos salidas del hidalgo man-
rece en su producción en prosa: las Novelas ejem- chego Alonso Quijano, quien tras perder el juicio
plares y, sobre todo, El Quijote. Las doce novelas a fuerza de leer libros de caballerías, toma el nom-
ejemplares aparecieron entre la publicación de la bre de don Quijote de la Mancha y decide aban-
primera y la segunda parte del Quijote, y se agru- donar su aldea para actuar como caballero andan-
pan tradicionalmente en dos series: en la primera te, en compañía de Sancho Panza, al que nombra
predominan la visión idealista, la intriga compli- su escudero. Las aventuras más famosas son la de
cada con personajes aristocráticos, y el estilo ele- los molinos de viento, la del yelmo de Mambrino
vado; en ella se incluyen, entre otras, El amante li- y la de los galeotes. Al final de la obra, el cura y el
beral, La gitanilla, La ilustre fregona, La fuerza de la barbero del pueblo consiguen llevarlo de regreso
sangre. Las novelas del segundo grupo presentan a su casa, valiéndose de un engaño. La segunda
una técnica más realista, descripción de escenas parte nos cuenta la tercera salida del héroe; des-
de la vida ordinaria o ambientes sociales bajos y pués de vencer al Caballero de los Espejos y de
un lenguaje familiar, con toques de humor. Las bajar a la cueva de Montesinos, llega a la corte
novelas más típicas del arte de Cervantes pertene- de los duques. Éstos se divierten a su costa (epi-

685
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sodio de Clavileño, entrega a Sancho de la ínsula


Barataria, etc.), hasta que don Quijote se marcha
a Barcelona, donde es derrotado por el Caballero
de la Blanca Luna, que le obliga a volver a su pue-
blo. Una vez en su casa, enferma y muere, tras ha-
ber recobrado momentáneamente el juicio y rene-
gar de los libros de caballerías.
Cervantes dijo haber escrito el Quijote para ter-
minar con los libros de caballerías, pero la inten-
ción de la obra va mucho más allá de la simple
parodia. Aunque los primeros lectores sólo vieron
los elementos cómicos, más tarde la obra fue in-
terpretada como la trágica lucha del hombre que,
impulsado por ideales generosos, choca con la
realidad y fracasa en sus nobles propósitos. Los
dos protagonistas, don Quijote y Sancho Panza,
simbolizan, respectivamente, la postura idealista,
la fe ciega en los valores de espíritu, por un lado,
y el materialismo, el sentido práctico de la vida,
por otro. No obstante, la trascendencia universal
de la novela deriva de la profunda humanidad de
ambos personajes, dotados de vida propia, que
evolucionan de acuerdo con su personalidad y las
leyes que rigen la existencia humana.
El éxito del Quijote fue inmediato. En vida de
Cervantes se publicaron hasta dieciséis ediciones, Portada de la Vida del pícaro Guzmán de Alfarache,
y más tarde la obra se fue traduciendo a todos los con el retrato del protagonista de la novela de Mateo
idiomas cultos. Con ella puede decirse que surgió Alemán.
la novela moderna, especialmente a partir de las
primeras imitaciones hechas en Inglaterra en el si- El pícaro Guzmán, cuyas andanzas transcurren
glo XVIII por Henry Fielding y Lawrence Sterne. por España e Italia, revela una amarga visión del
De ambos arranca la gran novela inglesa y eu- mundo, concebido como el escenario de una lu-
ropea del siglo XIX: Flaubert, Dickens, Tolstoi, cha; la conducta humana se halla condicionada
Galdós. por el ambiente y la herencia, el hombre es malo;
la confianza en el prójimo conduce al fracaso y el
La novela picaresca mundo nos engaña con falsas apariencias.
El género picaresco, que se había iniciado con el También Quevedo nos ofrece una visión des-
Lazarillo a mediados del siglo XVI, halla ahora su piadada de la vida; su protagonista, don Pablos,
continuación en dos novelas singulares: la Vida es la concreción de un mundo despreciable, en el
del pícaro Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, que sólo tienen cabida los más bajos instintos y
y la Historia del Buscón don Pablos, de Quevedo. no queda espacio para el menor idealismo. El ma-
Esta nueva novela picaresca presenta algunos ras- gistral ingenio de Quevedo se manifiesta brillan-
gos diferenciadores respecto de la primera obra temente en esta novela, cuyo lenguaje es un pro-
de este género. El pícaro se presenta como un digio de expresividad y constituye uno de los me-
holgazán de origen innoble que vive a expensas jores ejemplos de la prosa castellana.
de la buena fe del prójimo, del que desconfía ra-
dicalmente. El humor aparece impregnado de
agrio pesimismo, la realidad se presenta deforma- TEATRO BARROCO Y CLÁSICO
da y el lenguaje, que antes era espontáneo y natu-
ral, tiende a complicarse y a retorcerse. Tanto en La producción dramática del siglo XVII se conside-
la obra de Mateo Alemán, como en la de Que- ra dividida en tres grandes bloques nacionales: el
vedo, se muestran estos rasgos citados. teatro isabelino inglés, que en 1642 sufrió una in-

686
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LITERATURA UNIVERSAL

terrupción debido al puritanismo imperante; el


teatro clásico francés, que se inicia con las prime-
ras obras de Corneille; y el teatro español, con las
figuras de Lope de Vega y Calderón de la Barca.
En Italia, la literatura había perdido la fuerza de la
época anterior, y la producción dramática más in-
teresante, la Commedia dell'arte (o «Comedia del
oficio», llamada así porque sólo los profesionales
podían interpretarla), era improvisada y no escri-
ta. Los autores se limitaban a escribir unos guio-
nes indicando unas escenas fijas y unos cuantos
diálogos, y el resto de la obra se confiaba a la im-
provisación de los actores. Éstos encarnaban
siempre los mismos tipos, que manifestaban una
personalidad bien conocida por el público: el Ar-
lequín, el Polichinela, etc. Aunque la Commedia
dell'arte nació a mediados del siglo XVI, tuvo plena
vigencia durante los dos siglos siguientes, y en
pleno siglo XVIII, dramaturgos de renombre, como
Goldoni, escribían todavía guiones para estos có-
micos.
Inglaterra
Durante la primera mitad del siglo XVII, la figura
de Shakespeare siguió dominando la escena in-
glesa. No obstante, apareció un autor que repre-
sentaba el contrapunto a la figura y a la obra del
genial dramaturgo de Stratford-on-Avon. Se trata
de Ben Johnson (1572-1637), autor humanista y
culto, creador de un teatro brillante, correcto
y superficial, muy distinto del que estaba enton- El dramaturgo británico Ben Johnson, modelo para
ces en boga. Sus mayores éxitos fueron Cada cual muchos escritores hasta el siglo XVIII.
según su humor, Volpone o el Zorro y La feria de San
Bartolomé. En estas obras Johnson expone una ac- cambió el género y el estilo. Comenzó a surgir
ción particular, muy alejada de las elevadas situa- una comedia «distinguida», cuyo máximo artífice
ciones expuestas en las tragedias shakesperianas, fue William Congreve (1670-1729). Su produc-
presenta una galería de personajes originales y ción dramática sería breve, ya que en 1700 Con-
pintorescos, y utiliza un tono de sátira. La obra de greve abandonó totalmente la producción teatral,
Johnson prepara la llegada de un teatro raciona- herido por el escaso éxito que había obtenido la
lista e ingenioso, que en Inglaterra estaría repre- que se considera su obra maestra: Así va el mundo.
sentado por Congreve, y en Francia, por Molière. La obra de Congreve adopta un tono de realismo
Mientras tanto, la tragedia, que en Shakespeare y un estilo ingenioso y exquisito, alejado de lo
había llegado a su punto más elevado, fue entran- que había sido el gusto popular de la época ante-
do de la mano de sus legítimos herederos, John rior. A partir de Congreve, el teatro inició una
Webster, Thomas Middleton y John Ford, en una profunda evolución y se orientó ya a un público
progresiva decadencia, que la convirtió en un gé- compuesto por una creciente clase media, que
nero cada vez más sofisticado y lleno de efectis- acabaría imponiendo sus gustos en el próximo
mos truculentos. En 1642 los puritanos consi- siglo.
guieron que se decretase el cierre de todos los
teatros, que se prolongó hasta 1660, fecha en que El teatro clásico francés
el arte dramático, con la restauración monárquica El teatro «clásico» francés, que se inicia con las
de Carlos II, pudo recobrar su vigencia, aunque primeras obras de Corneille hacia 1630, puede

687
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las acusaciones de falta de originalidad; esto de-


sanimó a Corneille, que cambió de temática y es-
cribió dos tragedias de tema romano: Horacio y
Cinna. Estas obras marcan el momento de mayor
gloria como dramaturgo, que comenzaría a decli-
nar a partir de los primeros éxitos del joven Raci-
ne, cuyos partidarios criticaban la excesiva rigi-
dez del teatro de Corneille. Cuando éste murió,
en 1684, hacía ya años que se le consideraba un
autor anacrónico.
La obra de Jean Racine (1639-1699) tiene un
carácter completamente distinto. Educado en
unos principios totalmente opuestos a los de los
jesuitas, y con una juventud disipada, Racine ob-
tuvo un enorme éxito desde el estreno de sus pri-
meras tragedias, Andrómaca, Británico y Berenice.
Con ellas retornó a los escenarios la tragedia grie-
ga y la presencia de una fatalidad que persigue a
los personajes, incapaces de controlar sus propias
Retrato de Jean Racine. Las tragedias de este gran pasiones. Mitrídates e Ifigenia marcarían el mo-
dramaturgo están centradas en personajes de la mento cumbre de la carrera dramática de Racine,
antigüedad clásica. pero el fracaso del estreno de Fedra provocó en el
autor una crisis de conciencia que le llevaría a
darse por acabado a finales de siglo. Este período cambiar de vida. Contrajo matrimonio y fue nom-
corresponde aproximadamente al largo reinado
de Luis XIV, bajo cuyo mandato los artistas se so-
metieron a unas exigencias de orden, claridad,
equilibrio y buen gusto. En la segunda mitad del
siglo XVII, Francia dio al mundo una serie de dra-
maturgos de enorme talento. Con ellos se iniciaba
una época en que el teatro perseguiría la «razón»
como ideal y se ajustaría a unas normas rígidas,
que abarcaban desde el uso casi exclusivo del ver-
so alejandrino hasta el sometimiento a la regla de
las tres unidades (de acción, tiempo y lugar).
Cronológicamente, el primero de estos drama-
turgos fue Pierre Corneille (1606-1684). Aboga-
do nacido en Ruán, de una familia de la pequeña
burguesía, fue educado en los jesuitas, que le
proporcionaron una sólida formación clásica.
Obtuvo sus primeros éxitos en el género de la
comedia con Mélite y La ilusión cómica, pero su
primera gran obra fue El Cid, inspirada en Las
mocedades del Cid, del comediógrafo valenciano
Guillén de Castro. En la obra, el héroe aparece
como un personaje dueño de sus actos y de su
propio destino, que se impone el cumplimiento
del deber por encima de cualquier otro senti-
miento, y que llega incluso a sacrificar su amor El teatro de Corneille tiene todavía cierto influjo del
teatro barroco español, aunque defiende la
por Jimena dando muerte a su padre para vengar preceptiva de las «tres unidades», que responden a la
el honor familiar. Su estreno dio lugar a una vio- mentalidad general de la época. En la ilustración
lenta polémica, suscitada entre otros motivos por portada de Horacio.

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LITERATURA UNIVERSAL

brado historiógrafo del rey.


Posteriormente, sólo com-
puso dos obras teatrales,
destinadas a ser representa-
das en un internado de jó-
venes de buena familia: Es-
ter y Atalía. Los personajes
de las obras de Racine son
figuras muy humanizadas,
que expresan contradiccio-
nes íntimas y se expresan en
un estilo sencillo y llano,
muy diferente del estilo de
la tragedia griega.
El tercero de los grandes
dramaturgos franceses fue
Jean-Baptiste Poquelin,
más conocido por el nom-
bre artístico de Molière
(1622-1673). Nacido en París, renunció a los es- Tras una representación de El enfermo imaginario
tudios de derecho para dedicarse a la escena; en (en la ilustración) murió Molière. Actor y director de
calidad de actor y autor, se unió a una compañía sus propias obras, fue sin duda el comediógrafo más
destacado del siglo XVII francés y acaso de toda la
de cómicos ambulantes, con la que recorrió di- historia literaria de Francia.
versas regiones francesas, y cuya dirección asu-
mió cinco años más tarde. En 1658 estrenó en Pa-
rís ante el rey su primera obra en prosa, Las pre- sos devotos, los falsos sabios, los falsos elegantes,
ciosas ridículas, que obtuvo un gran éxito. Siguió y con una aguda perspicacia psicológica crea ca-
cultivando el género cómico en La escuela de los racteres que, trascendiendo los límites del teatro,
maridos y La escuela de las mujeres, obras con las han adquirido universalidad: el avaro, el hipócri-
que demostró su capacidad para la sátira y su ta, el nuevo rico, el aprensivo.
enorme talento dramático. En 1664 se estrenó el
Tartufo o el hipócrita, obra maestra del teatro serio El teatro español del siglo XVII
de Molière, escrita en alejandrinos, en la que el El brillante teatro español creado por Lope de
autor atacaba a los falsos devotos que le acusaban Vega a caballo entre los siglos XVI y XVII confir-
de inmoral. El estreno suscitó un enorme escán- ma, en sus rasgos fundamentales, las tradiciones
dalo y se prohibieron las representaciones, lo mis- de la Edad Media: tendencia a la improvisación
mo que ocurriría al año siguiente con el estreno y a la expresión libre del sentimiento artístico, el
de Don Juan o el convidado de piedra, obra de tema apego a la tradición local y el concepto de la
español. Tras una nueva obra seria, El misántropo, obra de arte como reflejo del sentimiento po-
acogida con frialdad por el público, Molière deci- pular.
dió volver al género declaradamente cómico. El Cuando, en 1580, comenzó Lope su produc-
resto de su producción lo constituyen El médico a ción teatral, había en España tres tipos de teatro:
palos, El avaro, El burgués gentilhombre, Las mujeres el religioso, representado al aire libre en determi-
sabias y El enfermo imaginario. Durante la cuarta nadas festividades de la Iglesia; el cortesano, que
representación de esta última obra, Molière se adquiriría más tarde una gran importancia, en el
sintió indispuesto y murió a las pocas horas. reinado de Felipe IV; y el de los «corrales», al que
Tal vez ningún otro dramaturgo haya estado tan acudía todo el pueblo. Toda la producción dra-
cerca del sentir popular como Molière; conocía el mática española del siglo XVII se agrupa en torno a
teatro por dentro y por fuera, y había estado en dos figuras máximas: Lope de Vega y Calderón de
contacto con la gente, lo que confiere a su obra la Barca. El primero representa la creación
una enorme frescura y una comicidad directa. de unas nuevas fórmulas teatrales que se van a
Sabe denunciar la falsedad de la sociedad, los fal- mantener durante todo el siglo; el segundo, la in-

689
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vándose joyas y dinero; y algunas de sus obras


fueron acogidas con silbidos. Finalmente, en
1635, moría Lope en Madrid, y su entierro con-
gregó una gran muchedumbre.
Cuando Lope creó la que se denominaría «come-
dia española», tomó probablemente elementos de
otros autores anteriores o contemporáneos y los
fundió con los de su propia invención, fijando las
fórmulas a que habría de ajustarse con escasas
modificaciones el teatro nacional español. Esas
fórmulas las definió el propio Lope en su Arte
nuevo de hacer comedias, y consistían básicamente
en la reducción de la obra a tres actos, en lugar de
los cinco de la tragedia clásica, la mezcla de lo trá-
gico con lo cómico y el quebrantamiento de la re-
gla de las tres unidades, especialmente las de
tiempo y de lugar. En cuanto a los personajes,
destaca la figura del «gracioso», que le permitía
establecer el doble plano (idealista y práctico a la
vez) típico de la literatura española.
La producción dramática de Lope es desmesu-
rada. Han llegado hasta nosotros 426 comedias y
42 autos, de las 1.800 comedias y 400 autos de
Lope de Vega fue llamado «monstruo de la que nos informan sus contemporáneos. En las co-
Naturaleza» por su extraordinaria capacidad para medias profanas, Fuenteovejuna, Peribáñez, El me-
escribir. Dio forma definitiva a la comedia o teatro jor alcalde, el rey y El caballero de Olmedo, Lope se
nacional.
inspira en temas históricos y legendarios de Espa-
ña, aunque otras veces desarrolla asuntos inven-
corporación a aquéllas de los recursos más carac- tados, como en La dama boba o El castigo sin ven-
terísticos del estilo barroco. ganza. Escribió también comedias religiosas,
Félix Lope de Vega Carpio nació en Madrid como La buena guarda, y muchos autos sacramen-
(1562) de familia humilde. Educado en los teati- tales. El núcleo fundamental de esta inmensa
nos y más tarde en Alcalá, pronto dio muestras de obra dramática lo constituyen las tradiciones es-
una precocidad extraordinaria. Su carácter vital y pañolas, fundamentalmente en torno a tres te-
apasionado le hizo protagonista de una serie de mas: el épico (en unas setenta comedias, Lope in-
episodios sentimentales, que se prolongarían has- corpora los grandes temas del pasado heroico), el
ta su muerte. Unos amores con la actriz Elena religioso (siempre de tipo popular, con una repe-
Osorio acabaron con el destierro de Lope, que vi- tida presencia del tema del arrepentimiento) y el
vió dos años en Valencia con su esposa Isabel de del honor, que Lope hace extensivo incluso a los
Urbina. De regreso a Madrid, y muerta la esposa, villanos.
contrajo segundas nupcias con Juana de Guardo, El estilo de Lope, que siempre se mostró parti-
que también fallecerá en 1613, un año después dario del «lenguaje natural», se vio influido por la
de la muerte de su hijo Carlos Félix. Estos hechos artificiosidad propia del barroco, aunque la relati-
provocaron en Lope una aguda crisis espiritual, va complicación de sus versos no procede de la
que le llevó a ordenarse sacerdote a la edad de utilización de elementos cultos, sino que es de
cincuenta y dos años. Sin embargo, volvió a ena- tipo conceptual, más cercana a la de Quevedo que
morarse, en esta ocasión de Marta de Nevares, de a la de Góngora. La obra dramática de Lope,
la que tuvo varios hijos. El escándalo fue muy que quizá no tiene el alcance universal de las dos
grande, pero la popularidad del escritor era tam- o tres mejores producciones de Calderón, ofrece
bién inmensa. Los últimos años de su vida esta- un interés enorme porque sabe convertir en ma-
rían marcados por la desgracia: la esposa, Marta, teria poética la esencia de la tradición española y
perdió la vista y, luego, la razón; la hija huyó, lle- satisfacer las aspiraciones de un público que acu-

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LITERATURA UNIVERSAL

de al teatro deseoso no sólo de ver plasmada en el


escenario su visión del mundo, sino también de
soñar.
La nueva concepción dramática de Lope de
Vega fue seguida por muchos autores que, aun
aportando cada uno de ellos sus peculiaridades,
siguieron básicamente las huellas de su maestro.
Entre los dramaturgos de la escuela de Lope cabe
citar a Guillén de Castro (1569-1613), autor de
obras inspiradas en temas épicos, como Las moce-
dades del Cid, y a Tirso de Molina (1584-1648),
seudónimo de Fray Gabriel Téllez, que es proba-
blemente el dramaturgo español más importante,
después de Lope y Calderón. En El burlador de Se-
villa aparece la primera manifestación teatral del
tema de don Juan, y en El condenado por desconfia-
do plantea Tirso el tema de la predestinación, tan
debatido a lo largo del siglo. Juan Ruiz de Alar-
cón (1581-1639), escritor mexicano, autor de La
verdad sospechosa, y Luis Vélez de Guevara
(1579-1644), que escribió el hermoso drama Rei-
nar después de morir, completan la nómina de dra-
maturgos seguidores de Lope.
A partir del segundo tercio del siglo XVII, Pedro
Calderón de la Barca impuso una nueva fórmula
teatral, de acuerdo con los principios básicos del
estilo barroco. Nacido en Madrid, el año 1600, en
el seno de una familia acomodada, Calderón ad- Pedro Calderón de la Barca, un dramaturgo puro
quirió una sólida formación teológica en Alcalá y que supo dar una dimensión nueva al teatro y
Salamanca, pero abandonó los estudios eclesiásti- utilizar complicados recursos escénicos en beneficio
del desarrollo dramático.
cos y regresó a la capital, donde se convirtió en el
dramaturgo favorito de la corte. A los cincuenta
años se ordenó sacerdote y fue nombrado cape- sin abandonar el modelo anterior, elabora más
llán de honor del rey, cargo que ostentaría hasta sus obras, da entrada a más elementos barrocos e
su muerte, ocurrida en 1681. introduce temas de mayor trascendencia ideológi-
La vida ordenada de Calderón contrasta viva- ca. Las dos obras más representativas de este pe-
mente con la pasión que dominó la de Lope. ríodo son La vida es sueño y El alcalde de Zalamea.
También como artistas se oponen: en Lope, todo Esta última gira en torno al tema del honor popu-
es improvisación, vitalidad, alma popular; en Cal- lar, encarnado en la figura de Pedro Crespo,
derón, por el contrario, dominan la reflexión, la quien manda ahorcar al capitán Álvaro de Ataide,
serenidad y una aristocrática nobleza. La produc- que ha atentado contra el honor de su hija Isabel.
ción dramática de Calderón es también muy ex- El rey aprueba la conducta de Pedro Crespo y le
tensa. Se conservan ciento veinte comedias, nombra alcalde perpetuo de Zalamea. El enorme
ochenta autos sacramentales y unas cuantas pie- vigor en el retrato de los personajes y la intensi-
zas breves. Suelen distinguirse dos épocas en la dad dramática de la acción hacen de esta obra
creación teatral calderoniana: en la primera (que una de las cumbres del teatro español.
abarca aproximadamente hasta los treinta y cinco No obstante, la producción máxima de Cal-
años), Calderón sigue de cerca el modelo de derón, y tal vez de todo el teatro barroco europeo,
Lope, con obras como La dama duende y Casa con es La vida es sueño, que gira en torno a la historia
dos puertas mala es de guardar, en las que desarro- de Basilio, el rey de Polonia, que tiene encerrado
lla una complicada intriga amorosa en un am- en un castillo a su hijo Segismundo para impedir
biente urbano o palaciego. En su madurez, y aun que se cumpla el oráculo, según el cual el prínci-

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pe derrocará a su padre y será un tirano para el Del resto de la producción calderoniana cabe
pueblo. Segismundo crece sin conocer su origen destacar los autos sacramentales, género que,
ni ver a nadie, a excepción de su ayo Clotaldo, aunque cultivado con anterioridad, alcanza en
hasta que un día, el rey, ante el temor de haber Calderón su forma definitiva y se convierte
cometido un error, decide someterle a una prue- en uno de los más característicos de la cultura ba-
ba. Duermen a Segismundo con un narcótico y lo rroca española. El gran teatro del mundo y La cena
trasladan a la corte, donde es tratado como rey, del rey Baltasar son sus dos obras más destacadas.
pero el príncipe se comporta bárbaramente, y su A diferencia del teatro de Lope, representado en
padre ordena el regreso al castillo y le hace creer los populares «corrales», las obras de Calderón se
que todo ha sido un sueño. representaban en ambientes palaciegos; la esce-
Enterado el pueblo de la existencia del prínci- nografía se complica y se llena de efectos sorpren-
pe, se subleva y le pone en libertad. Segismundo dentes: fantásticas apariciones, castillos que vue-
se enfrenta a su padre y le vence, pero escarmen- lan por los aires, etc. El acompañamiento de la
tado por su segunda experiencia de encierro, se música y la danza hace de estas representaciones
decide a obrar con prudencia y generosidad. La grandiosos espectáculos.
vida es sueño es un drama de ideas en el que se en- El ejemplo de Calderón, al igual que el de Lope,
trecruzan problemas filosóficos de gran trascen- fue seguido por todo un grupo de escritores que
dencia: la influencia de la educación en la vida del imitan, en lo fundamental, su concepción dramá-
hombre, el poder de la voluntad frente al destino tica: la estructuración reflexiva de la obra y el gus-
simbolizado en los astros, la duda ante las apa- to por la escenografía recargada. Francisco de
riencias, el escaso valor de la vida humana, consi- Rojas Zorrilla (1607-1648), autor de Del rey aba-
derada como un sueño, el sentido de la buena jo ninguno, y Agustín Moreto (1618-1669), que
conducta; es decir, todos los temas que, centrados escribió delicadas comedias, como El desdén con el
en la idea del desengaño, preocupaban al hombre desdén y El lindo don Diego, son los autores más re-
barroco. presentativos de este ciclo calderoniano.

LA ILUSTRACIÓN
Y EL NEOCLASICISMO,
SIGLO XVIII
Las novedades de la historia política del siglo XVIII, es decir, las consecuencias de la
revolución inglesa del siglo XVII, la aparición de nuevas grandes potencias como Prusia y
Rusia, la Revolución Francesa y la independencia de Estados Unidos de América, tendrían
cierta equivalencia en la literatura. Alemania, Inglaterra y Francia conocieron una época
literariamente brillante, mientras que Italia y España estaban sumidas en un período de
decadencia. La crisis de las estructuras tradicionales hizo que los escritores adoptasen una
actitud crítica y racional ante la religión, la política y la ciencia. Fue el llamado Siglo de
las Luces, la Ilustración, el siglo en que se fueron modelando la mentalidad y las formas de
vida del mundo moderno.

LA PROSA FILOSÓFICO-POLÍTICA prosa, en espera de la «edad de oro» que viviría en el


Y NARRATIVA siglo siguiente. Francia e Inglaterra fueron los países
que compartieron la supremacía en este género,
En el agitado panorama político europeo del si- mientras que en el resto de los países europeos y ame-
glo XVIII, comenzó la época de gran esplendor para la ricanos pocas serían las obras dignas de mención.

692
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LITERATURA UNIVERSAL

Alain-René Lesage (izquierda) y el abate Prévost (centro) son figuras destacadas en la narrativa francesa de
ficción de comienzos del siglo XVIII. La ingente figura de Voltaire –de quien a la derecha se ilustra la portada de
Elementos de la filosofía de Newton– dio nombre durante mucho tiempo al Siglo de las Luces, designado
como el «siglo de Voltaire».

Francia genua de dos persas que visitan Francia y comuni-


Desde el siglo XV hasta el XVIII, Francia, que había can sus impresiones a sus compatriotas, permite al
sido en la Edad Media la creadora de la novela con autor hacer una crítica de toda la vida francesa: la
los romans de Chrétien de Troyes, dejó de tener la iglesia, la nobleza, la monarquía y la organización
primacía en este género. La primera novela france- social. El espíritu de las leyes, su obra más importan-
sa del XVIII fue la Historia de Gil Blas de Santillana, te y madura, es uno de los tratados sobre ciencias
de Alain-René Lesage (1668-1747), que siguió las sociales más importantes del mundo.
pautas de la picaresca española. No obstante, la A diferencia del aristócrata Montesquieu, Fran-
gran novela de la primera mitad de siglo sería Ma- çois-Marie Arouet (1694-1778), llamado Vol-
non Lescaut, del abate Prévost (1687-1763). En un taire, fue un fiel representante de la burguesía de
estilo sencillo y asequible, el autor desarrolla la his- su tiempo. Su extraordinaria habilidad para los
toria de la gran pasión amorosa que une al caballe- negocios le llevó a amasar una enorme fortuna,
ro Des Grieux y a la frívola Manon. La obra, califi- que le permitió escribir sin cesar durante toda su
cada de inmoral en su momento, suscitó un terri- vida abarcando todos los géneros: la poesía, la no-
ble escándalo, pero con el tiempo ha emocionado a vela, el teatro, la historia, etc. Sus dos novelas más
numerosos lectores y se ha convertido en una de importantes son Zadig o el destino y Cándido o el
las novelas de amor más famosas del mundo. optimismo. En esta última obra, Voltaire narra las
Totalmente opuesta a la de Prévost sería la obra peripecias del inocente Cándido, que recorre el
de Montesquieu y de Voltaire. Aunque sus persona- mundo, siempre víctima de la desgracia, acompa-
lidades desbordan ampliamente el marco de una ñado unas veces del filósofo optimista Pangloss,
historia de la literatura, no se puede dejar de men- que le asegura que todo va del mejor modo posi-
cionar su obra, que se inscribe en una concepción ble, y otras veces del filósofo pesimista Martin,
más vasta de la tarea de escritor. Charles-Louis de quien afirma que el trabajo es lo único que hace
Secondat, barón de Montesquieu (1689-1755), soportable la vida. La obra, escrita en un estilo
aristócrata de ideas liberales dedicado a estudios sencillo, está cargada de la más punzante ironía y
científicos e históricos, publicó en 1721 una novela contiene una dura crítica. Cabe citar, además, en-
epistolar anónima con el título de Cartas persas. En tre la ingente producción de Voltaire, una obra
esta novela, y bajo la apariencia de una intriga exó- histórica, El siglo de Luis XIV, y el Diccionario filo-
tica, Montesquieu ocultaba una terrible sátira de las sófico, conjunto de opiniones sobre los temas más
instituciones francesas; la mirada aparentemente in- variados: contra el sistema de privilegios vigente

693
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los demás. Lo que en principio iba a


ser una simple adaptación, acabó
convirtiéndose en un replantea-
miento de todas las cuestiones: todo
el saber legado por la tradición fue
puesto por los autores en tela de jui-
cio. Las polémicas, las prohibiciones
oficiales y hasta las calumnias fueron
constantes, durante los veinte años
que duró esta magna obra, que por
fin apareció publicada en parte en
1765. Además de su dedicación a la
Enciclopedia, Diderot fue un escritor
infatigable que cultivó casi todos los
géneros, especialmente obras filosó-
ficas, como Carta sobre los ciegos y El
sueño de D'Alembert, y novelas, entre
las que destacan Jacques el fatalista y
Denis Diderot murió dejando su amo y El sobrino de Rameau, quizá
inédita una buena parte de su su mejor obra.
obra, en la que aparece una El ginebrino Jean-Jacques Rou-
crítica radical de la moral
humana. sseau (1712-1778), que colaboró en
la Enciclopedia escribiendo artículos
Portada del Emilio de Jean- sobre música, es otro de los escrito-
Jacques Rousseau, escritor que res de la época cuya obra resulta di-
introduce una nueva fícil de encasillar, debido a la varie-
sensibilidad, en tránsito ya
hacia el romanticismo. dad de géneros y temas. La nueva
Eloísa es una novela epistolar que
narra un amor imposible entre una
hasta la Revolución, contra joven y su preceptor; en ella, el de-
toda clase de intolerancia y ber y la virtud triunfan sobre la pa-
fanatismo, etc. El prestigio sión. El extraordinario éxito alcanza-
y la influencia de Voltaire en do por la novela en toda Europa no
toda Europa fueron inmen- impulsó, sin embargo, a Rousseau a
sos: relacionado con los mo- continuar por esta senda, sino que,
narcas y con las personalidades más importantes por el contrario, al año siguiente publicó el Emilio
de su tiempo, sus obras fueron traducidas en to- o de la educación, obra pedagógica sin ningún ele-
dos los países. Su figura ha sido admirada incon- mento novelesco, que defiende la libertad natural
dicionalmente por unos y odiada por otros, y su del niño. El mismo año apareció El contrato social,
nombre ha llegado a ser sinónimo de la ideología un tratado político que basa la autoridad en un
de la Ilustración. pacto, en el que cada cual renuncia a sus derechos
Los nombres de Denis Diderot (1713-1784) y naturales en beneficio de la comunidad. La defen-
de Jean Le Rond d'Alembert (1717-1783) van sa que hace Rousseau en sus obras del estado de
unidos a una de las obras más importantes que ha naturaleza se oponía al cristianismo y al orden es-
producido el hombre a lo largo de toda la historia: tablecido, y le valió una persecución e, incluso,
la Enciclopedia. En 1746 Diderot fue contratado una condena. Con la intención de defenderse y de
para traducir y adaptar una enciclopedia inglesa, justificarse, Rousseau escribió Las confesiones, en
cuyos textos serían revisados por un joven científi- las que pretendió contar su vida desde una since-
co, D'Alembert. Al cabo de un año, se les confió a ridad absoluta. Las obras del escritor ginebrino tu-
ambos la dirección de la obra, a la que Diderot de- vieron una difusión y una influencia extraordina-
dicó un enorme trabajo y esfuerzo personal, re- rias, y son aún punto de referencia obligada en el
dactando más de mil artículos y corrigiendo todos campo de la filosofía y de la literatura.

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LITERATURA UNIVERSAL

Discípulo de Rousseau fue Bernardin de Saint- Con Daniel Defoe


Pierre (1737-1814), autor de una de las novelas la novela se
de amor de mayor éxito, que se ha traducido a to- convierte en
Inglaterra en el
das las lenguas cultas. Pablo y Virginia, la obra en entretenimiento
cuestión, cuenta los amores puros de dos adoles- burgués, abierto
centes en el marco de una naturaleza exótica y al pueblo.
salvaje. La novela presenta ciertas novedades (la
bondad más ingenua y el desprecio por la vida Los viajes de
Gulliver le
urbana frente a la admiración por la naturaleza permiten a
exótica), precursoras del cambio de mentalidad Jonathan Swift
que se daría luego en el romanticismo. exponer la sátira
Nada ingenuo hay, en cambio, en la novela con- social y política,
siderada la obra maestra de estos años: Las amis- situando los
escenarios en
tades peligrosas, la única novela que escribió un países fabulosos.
oficial de caballería llamado Pierre-Ambroise
Choderlos de Laclos (1741-1803). La obra pre-
senta un mundo de corrupción y libertinaje a tra-
vés de la correspondencia entre dos personajes
sin escrúpulos: la marquesa de Merteuil y el viz-
conde de Valmont, que rivalizan en maldad y ci- ble, sino de impo-
nismo. La lucidez que muestra Laclos en el análi- nerle todas las co-
sis de personajes y situaciones no sólo hace de Las modidades que él
amistades peligrosas una obra maestra, sino que asocia a la digni-
prefigura ya lo que será la novela del siglo XIX. dad humana. La
obra de Defoe,
La prosa inglesa del siglo XVIII que ha sido lectu-
La prosa inglesa del siglo XVIII dio en poco tiempo ra juvenil prácti-
un paso de gigante, que la situó a la cabeza de camente obligada,
toda la prosa europea, y floreció en dos direccio- es una obra de ilu-
nes: la novela y la prosa satírica, más o menos sión y de ideal, de
moralista. Con Joseph Addison (1672-1719) y evasión al «paraíso te-
Richard Steele (1672-1729), aparece en Inglate- rrenal». En el resto de la
rra un nuevo género: el periodismo literario; des- producción de Defoe destaca
de las páginas de periódicos como El chismoso y El Moll Flanders, la historia de una mujer nacida en
espectador, Addison y Steele fueron el espejo en el la cárcel, ramera, cinco veces casada y deportada
que se reconocía una clase media ya bien consoli- a Virginia, que finalmente logra enriquecerse, lle-
dada, que era objeto de sus críticas irónicas y, por va una vida honrada y muere arrepentida. La
lo común, suaves. obra, en la que Defoe penetra por primera vez en
El primero de los dos grandes narradores ingle- el alma femenina, es una pintura magistral de la
ses del primer cuarto de siglo es Daniel Defoe sociedad inglesa, desde los ambientes aristocráti-
(1660-1731). Destinado por su padre a la carrera cos hasta los bajos fondos.
eclesiástica, renunció a ella para dedicarse a acti- Con Jonathan Swift (1667-1745), la intención
vidades diversas: fue comerciante, periodista, po- crítica llegaría a un grado explosivo. El enorme
lítico, historiador y, en su madurez, novelista. De- talento de este pastor irlandés anglicano se vio
butó en este género con la famosa novela Robinson perjudicado por la acritud de su carácter y la vio-
Crusoe, basada en la anécdota real de un marinero lencia de sus críticas, que le impidieron acceder a
inglés abandonado en una isla del Pacífico. El altos cargos. El resentimiento y la misantropía se
náufrago de la novela se vale de su ingenio y de su fueron manifestando cada vez más en sus obras,
voluntad para sobrevivir; Robinson está conven- en las que Swift expuso su creencia en la miseria y
cido de que cualquier hombre puede dominar la ruindad de la condición humana. Paradójica-
realidad, y por eso utiliza la razón para dominar mente, los Viajes de Gulliver han sido considera-
la naturaleza, con el fin no sólo de hacerla habita- dos como un libro de lectura infantil, pero en

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realidad, tras una línea argumental en la que el ci- inolvidables y para introducir toda clase de inno-
rujano Lemuel Gulliver va narrando lo que ve en vaciones: llamadas constantes al lector, intercala-
sus viajes (el país de Liliput, el país de los gigan- ción de cuentos y fantasías, e incluso extravagan-
tes, el país de Laputa y el país de los sabios caba- cias tipográficas, como páginas en blanco,
llos), se esconde una visión del hombre y de la so- guiones o asteriscos que ocultan frases que el lec-
ciedad pesimista y amarga. tor debe suplir, etc. La obra de Sterne se comple-
Al igual que Defoe, Samuel Richardson (1689- ta con Viaje sentimental por Francia e Italia, un
1761) fue un típico representante de la pequeña relato de viajes en el que lo importante son las
burguesía, que en él encontraría su mejor porta- mujeres encontradas y las pequeñas aventuras.
voz. Introdujo en la novela inglesa propósitos Además de la prosa de ficción, a la que habría que
moralizadores así como personajes y ambientes añadir los nombres de Tobías Smollett (1721-
de tono sensiblero. Pamela o la virtud recompensa- 1771) y Oliver Goldsmith (1730-1774), autor de
da es una novela epistolar que narra el asedio la popular novela El vicario de Wakefield, se desa-
galante a que se ve sometida una muchacha hu- rrolló en Inglaterra una brillante prosa histórica,
milde por parte de un señorito. Pamela verá pre- científica y moralista, de la que es un ejemplo
miada su honestidad con una propuesta de matri- Viaje hacia el Polo Sur y alrededor del mundo, del fa-
monio. La obra obtuvo un éxito enorme, y se moso navegante y explorador James Cook.
considera un antecedente de la novela sentimen-
tal y folletinesca. Ante los folletines de Richard- España
son, reaccionó Henry Fielding (1707-1754) con La prosa española siguió las tendencias de la Ilus-
la publicación de una parodia de Pamela, Joseph tración. No obstante, la orientación antirreligiosa
Andrews, el supuesto hermano de Pamela, que de la Enciclopedia apenas halló eco entre los es-
como ella lucha por defender su virginidad. La critores hispanos. Las dos figuras más importan-
novela, que se declara «escrita a imitación de la tes de este siglo no se encuentran en el campo de
manera de Cervantes, autor de Don Quijote», na- la pura creación literaria, sino en el de la investi-
rra los viajes del protagonista, acompañado del gación y el ensayo.
párroco y, más tarde, de su propia Dulcinea. Pero José Cadalso (1741-1782), escritor gaditano de
la gran obra de Fielding son los seis volúmenes de vasta cultura europea, manifiesta su espíritu críti-
La historia de Tom Jones, expósito, que gira en torno co en su obra capital: Cartas marruecas. Como lo
a las aventuras del joven protagonista, un lacayo había hecho multitud de escritores europeos de la
simpático y generoso, y de su enamorada Sophie, época, en ella utiliza las opiniones de un extranje-
una rica heredera. Al final se descubre que Tom ro para poner de relieve los defectos de la socie-
Jones es hijo del caballero Alworthy y puede, por dad occidental. Cadalso traza un amplio cuadro
tanto, casarse con Sophie sin infringir ninguna de la vida económica, social y cultural del país,
norma social. La novela está llena de lances cómi- con el fin de subrayar las causas de la decadencia
cos, pero Richardson moraliza a su modo, valién- nacional y apuntar los remedios indicados para
dose del humor y la ironía para ridiculizar la va- combatirla. Junto a un acendrado pesimismo, Ca-
nidad y la hipocresía. Con Lawrence Sterne dalso manifiesta una gran confianza en el hombre
(1713-1768) irrumpió en la narrativa inglesa el y en el progreso, y ve en la cultura de los países
personaje más extravagante y la obra más audaz, europeos contemporáneos un modelo digno de
que anticipa procedimientos de la literatura de ser tenido en cuenta. Muy diferente del espíritu
vanguardia. Este excéntrico clérigo irlandés escri- de las Cartas marruecas es el prerromanticismo de
bió obras que, sin ser consideradas propiamente Noches lúgubres, obra póstuma de ambiente fúne-
novelas, se imponen al realismo sentimental y bre y espeluznante.
contienen un tipo de prosa humorística antece- A diferencia de Cadalso, que se había limitado a
dente de la que se puede hallar más tarde en Dic- ser un observador crítico y un teórico, Gaspar
kens. Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy Melchor de Jovellanos (1744-1810), el mejor ex-
es una demostración de la libertad absoluta del ponente del espíritu ilustrado de la época, dedicó
escritor cuando la imaginación y la fantasía no co- toda su vida a estudiar y resolver en la práctica los
nocen límites. La autobiografía del protagonista, problemas de su tiempo. Todos sus proyectos de
que no nace en realidad hasta la tercera parte de regeneración del país se inspiraban en las ideas
la novela, es un pretexto para describir personajes fundamentales de la Ilustración: el progreso ma-

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voz de un autor de talento: André Chenier


(1762-1794). En sus Idilios hay una vuelta al
ideal de la antigüedad clásica; La invención es un
poema didáctico, y los Yambos, escritos en la cár-
cel poco antes de morir el autor en la guillotina,
acusado de reaccionario, reflejan un hondo senti-
miento humano, y constituyen un ataque a sus
verdugos y a la cobardía de sus amigos.
En Italia, la reacción neoclásica contra el barro-
quismo, iniciada a finales del siglo XVII con la fun-
dación de la academia romana de la Arcadia,
siguió en boga durante mucho tiempo. En el últi-
mo cuarto de siglo, la obra de Vittorio Alfieri
(1749-1803) preparaba ya el camino hacia el ro-
manticismo decimonónico. Más conocido por su
obra teatral que por la poética, Alfieri es autor de
unas Rimas, al estilo petrarquista, y de algunas
odas políticas.
España no produjo en todo el siglo un solo
poema que pudiera tener «interés universal». El
poeta más famoso fue Juan Meléndez Valdés
(1754-1817), pero su poesía carece de emoción y
en algunos momentos tiene un suave tono prerro-
mántico.
La primera mitad del siglo estuvo marcada en
Gaspar Melchor de Jovellanos fue un agudo Inglaterra por el clasicismo, aunque entendiéndo-
observador de la España de su tiempo y en su obra lo en términos modestos y limitados, y fue cre-
domina un deseo de servir a los problemas de la ciendo soterradamente una tendencia sentimen-
nación.
talista que anunciaba ya el romanticismo. En un
país que estaba preparando la mayor revolución
terial y espiritual del pueblo y el humanitarismo. económica que ha conocido la historia, la poesía
Aunque escribió algunas poesías, e incluso una fue el género que menos floreció, en contraste
comedia prerromántica, sus obras principales son con la prosa, que alcanzaría una gran madurez.
Informe en el expediente de la Ley Agraria, Plan ge- Alexander Pope (1688-1744) es el poeta más
neral de Instrucción Pública y Memoria en defensa de destacado de esta época. Escribió a los veinte
la Junta Central. En todas ellas defiende el progre- años un poema didáctico, Ensayo sobre la crítica,
so material del país, que debe basarse en la edu- una especie de poética clasicista, pero su mejor
cación cultural y moral del pueblo, manifiesta un obra es una epopeya bufa, El rizo robado, en la
ardiente patriotismo y expone unas ideas de ca- que describe en tono irónico el ambiente de los
rácter liberal, pero no democrático. salones de la época. A mediados de siglo fue co-
brando fuerza la sensibilidad prerromántica; la
expresión de la subjetividad aparece ya en la obra
LA POESÍA de Edward Young (1684-1765), Las noches, som-
bría meditación inspirada por la muerte de la
En general, el siglo XVIII no fue un período de esposa e hija del poeta. Y ya a finales de esta cen-
grandes poetas. No hay en toda Europa un poeta turia y primeros años del siglo XIX, escribió un
de primer orden, si exceptuamos la Alemania del poeta cuya obra resulta difícil de encasillar: Wi-
último cuarto de siglo. En Francia, casi ninguno lliam Blake (1757-1827). Pintor y grabador de
de los grandes escritores de la época cultiva la oficio, este escritor londinense murió sin que su
poesía. El neoclasicismo había encorsetado el ver- genio poético fuera reconocido por sus contempo-
so y frenado la fantasía; habrá que esperar hasta rá-neos; sus personalísimas obras Cantos de inocen-
las vísperas de la Revolución para que se oiga la cia, Las bodas del cielo y del infierno y Las puertas del

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imperante, defensor de una poesía libre y espon-


tánea que nace del sentimiento, y un joven de
veintiún años llamado Goethe. Este encuen-
tro, que marcó la orientación literaria del joven
Goethe, se puede considerar el punto de arranque
de la nueva literatura alemana.
Nació Johann Wolfgang von Goethe (1749-
1832) en Francfort del Main, en el seno de una
rica familia burguesa. Estudió en Leipzig y Estras-
burgo y, tras su encuentro con Herder, se unió
con entusiasmo al movimiento del Sturm und
Drang; escribe poesía lírica y el Ur-Faust (Proto-
Fausto), primera versión del que sería su más fa-
moso poema, que por el momento no se publicó.
En 1774 apareció la novela que le hizo famoso en
toda Europa: Las cuitas del joven Werther. El suici-
dio del protagonista a causa del amor imposible
por la esposa de un amigo suyo, provocó una
oleada de imitaciones, y la obra fue traducida in-
mediatamente, alcanzando un enorme éxito. Al
año siguiente, Goethe se instaló en Weimar, invi-
tado por el duque Carlos Augusto, y se ocupó in-
tensamente de la administración del pequeño
ducado, del que llegaría a ser primer ministro.
Retrato de Alexander Pope, cuya obra fue acogida Fueron años de escasa producción literaria. A
con entusiasmo en Francia y abrió el camino a la
introducción de la literatura inglesa en el continente.

paraíso, de una originalidad rayana en ocasiones


con la extravagancia, no tuvieron difusión hasta
mucho después de su muerte. Los surrealistas lo
consideraron precursor de su movimiento.
La literatura alemana fue pasando a lo largo del
siglo por diversas fases; el florecimiento tardío
del barroco persistió hasta cerca de 1740, y fue
sustituido por el Aufklärung o Ilustración. Más
tarde surgió el movimiento tempestuoso y exalta-
do del Sturm und Drang («Tempestad e impul-
so»), representado por la obra de Schiller e inclu-
so por el Goethe del Werther. Pero el Goethe de la
madurez se orientó hacia un nuevo clasicismo,
que hizo que el siglo terminase con un clima de
equilibrio, a contracorriente del movimiento ro-
mántico que imperaba en toda Alemania. El poe-
ta más importante de la literatura alemana ante-
rior a Goethe fue Friedrich Gottlieb Klopstock
(1724-1803), autor de un extenso poema, La Me-
síada, a imitación del Paraíso perdido de Milton, y
de numerosas odas, en las que aparece el mejor li-
rismo de la poesía alemana de la época. En 1770 Aunque Goethe dijo que «lo romántico es lo
se produjo el encuentro entre Johann Gottfried enfermizo y lo clásico es lo sano», en torno a él gira
Herder, filósofo y poeta opuesto al racionalismo todo el movimiento romántico alemán.

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re purificada por el dolor, mientras


Fausto sigue bajo el influjo diabóli-
co. En la segunda parte del poema,
que se publicó póstumamente,
Goethe introduce elementos simbó-
licos y presenta un mundo más abs-
tracto: Fausto renuncia a los place-
res y se dedica a la actividad práctica
con el fin de hacer el bien a los de-
más; Helena, que ha sustituido a
Margarita en el corazón de Fausto,
representa la Antigüedad clásica, y
Euforión, el hijo de ambos, tal vez
representa la poesía moderna. Al fi-
nal de la vida de Fausto, Mefistófeles
le reclama su alma, según lo acorda-
do, pero Dios le salva, premiando
así el esfuerzo de tantos años. En el
verano de 1831, cuando el poema se
dio sustancialmente por acabado,
Goethe, que había vertido en él todo
lo que había ido acumulando en el
Escena de la ópera Fausto, basada en la obra corazón y albergado en la mente durante su larga
homónima de Goethe, en la que el poeta estuvo vida, declaró que lo que hiciera en adelante, fuere
trabajando durante sesenta años de su vida. Óleo de lo que fuere, sería ya indiferente. Con estas pala-
J. García Ramos, que se conserva en la Academia
Sevillana de Bellas Artes. bras el autor dio a entender que el poema no era
la obra de un momento, sino de su vida entera, y
que en el Fausto había planteado todos los proble-
partir de 1782, inició una evolución que le apar- mas del hombre en sí y de sus relaciones con
taría del Sturm und Drang y le orientó hacia el cla- Dios. La figura de Fausto se convirtió rápidamen-
sicismo, en contra del prerromanticismo impe- te, por consenso universal, en símbolo del alma
rante en Alemania en aquella época. En 1786 moderna, y la obra de Goethe pasó a ser la obra
Goethe marchó a Italia y se instaló en Roma; resul- cumbre de la literatura alemana y una de las más
tado de esta estancia romana fueron varias obras importantes de toda la literatura universal. El
dramáticas, Ifigenia y Torcuato Tasso, y las Elegías Fausto de Goethe ha sido objeto de numerosas
romanas, de tono claramente clasicista. De regreso versiones posteriores y de numerosas transcrip-
a Weimar, escribió Hermann y Dorotea, donde tra- ciones musicales, entre las que destacan las de Ri-
ta de modo marginal sucesos de la Revolución chard Wagner, Hector Berlioz, Schumann, Liszt y
Francesa, y Los años de aprendizaje de Wilhelm Gounod.
Meister, una novela de carácter pedagógico.
En los primeros años del siglo XIX, y ya en el
umbral de la vejez, Goethe se dedicó a la que será EL TEATRO
la más ambiciosa de sus obras: el Fausto, refundi-
ción de aquel primer Fausto juvenil. La obra, cuya Mientras la tragedia, que tan notables creaciones
primera parte se publicó en 1808, está basada en había dado en los siglos anteriores, se fue redu-
una leyenda germánica: el doctor Fausto hace un ciendo a simples imitaciones neoclásicas, frías y
pacto con Mefistófeles, el diablo que se le muestra carentes de vigor, en el siglo XVIII la comedia ad-
bajo la apariencia de un estudiante, según el cual, quirió brillantez, y consiguió dar la imagen ama-
si el diablo logra darle un solo instante de felici- ble e irónica de una sociedad que se iba transfor-
dad, le entregará su alma; Fausto conoce a Marga- mando al compás de los tiempos. Se formuló en
rita y ambos viven los placeres, pero Margarita es Francia la teoría del drama burgués, género inter-
condenada a muerte, se niega a ser salvada y mue- medio entre la tragedia y la comedia, escrito en

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prosa y cuyos personajes son siempre de clase ley Sheridan (1751-1816), que cultiva la come-
media y se caracterizan por unas virtudes ejem- dia de salón, brillante e ingeniosa; de su limitada
plares. Muestras de este drama burgués son las producción cabe mencionar dos obras: Los rivales
obras del francés Denis Diderot (1713-1784), El y La escuela del escándalo, comedias de intriga que
padre de familia y El hijo natural, y del alemán aún conservan vigencia.
Gotthold Lessing (1729-1781), Miss Sara Samp-
son y Emilia Galotti. La comedia francesa
Mientras tanto en Italia aparecía un nuevo gé- En Francia, tras la muerte de Racine la tragedia de-
nero, el melodrama, es decir, la tragedia con mú- cayó rápidamente, pero en cambio la comedia con-
sica. Su creador fue Metastasio (1698-1782), que taría con escritores y obras de gran consideración.
escribió veintiséis melodramas, entre los que des- La comedia del siglo XVIII puede resumirse en dos
tacan Dido abandonada y La clemencia de Tito. Pero autores: Pierre de Marivaux (1688-1763) y Pierre
el gran dramaturgo de la época sería el veneciano Caron de Beaumarchais (1732-1799). La obra de
Carlo Goldoni (1707-1793). La extensísima obra Marivaux abarca todas las tendencias, pero sus pie-
de Goldoni, unas 250 obras en italiano, dialecto zas de mayor éxito son las comedias de amor El jue-
veneciano y francés, recoge la herencia de la «co- go del amor y del azar y Las falsas confidencias. Son
media del arte», ya caduca, y muestra el proceso obras de una delicadeza exquisita, tanto en el len-
evolutivo de la comedia del siglo XVIII, creando un guaje como en las situaciones, y llaman la atención
teatro realista y cotidiano. El café, El mentiroso, La por la naturalidad con que están desarrolladas.
posadera y Los enamorados son algunas de sus co-
medias más famosas; las agudas dotes de observa-
ción y la vivacidad de los diálogos hacen de Gol-
doni una figura importante en este género, y sus
obras siguen representándose hoy en día.
En Inglaterra el teatro ofrecería poco interés a lo
largo de todo el siglo. Sólo destaca Richard Brins-

Beaumarchais fue, además de un hábil


comediógrafo, un próspero hombre de negocios, que
extendió sus actividades comerciales hasta América.

Cuadro en el que aparece Goldoni viajando con los


cómicos. Carlo Goldoni fue un maestro del teatro de
caracteres, al estilo de Molière.

Mayor crudeza y audacia presentan,


en cambio, las obras de Beaumar-
chais; escritor de fogosa personali-
dad, que en principio siguió la ten-
dencia del drama burgués de Diderot,
alcanzó el éxito gracias a dos come-
dias donde abunda la intriga y los
efectos cómicos. El barbero de Sevilla
es una obra de enredo de ambiente
español, llena de trances graciosos,

700
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LITERATURA UNIVERSAL

glo XVIII representaban la última degeneración del


teatro barroco. Al teatro de Moratín le falta viveza
y le sobran elementos moralizadores, pero la téc-
nica depurada y la elegancia del estilo lo hacen
digno de ser tenido en cuenta.
Sturm und Drang
Hacia 1770, la Ilustración entró en Alemania en
honda crisis; se abandonaron las formas raciona-
listas y surgió un sentido de entrega apasionada al
instinto más ciego del espíritu. Es la época del
Sturm und Drang, movimiento literario que tomó
el nombre del drama de Klinger Tempestad y em-
puje. La figura más representativa de este movi-
miento fue Friedrich Schiller (1759-1805). Su
temperamento tumultuoso y apasionado encon-
tró en el teatro su mejor forma de expresión, pero
su obra abarca todos los géneros. Schiller fue au-
Retrato de Leandro Fernández de Moratín, el escritor tor de ensayos estéticos y obras históricas, y ade-
más destacado del neoclasicismo español, que ofrece más un extraordinario poeta lírico; algunas de sus
en su teatro una crítica de la sociedad de su época. baladas y poemas, como El canto de la campana,
figuran entre las composiciones más populares de
que consagró a Beaumarchais como autor cómico. la literatura alemana. El primer drama de Schiller,
Las bodas de Fígaro, continuación de la anterior, Los bandidos, encaja perfectamente en las actitu-
creó muchos problemas a su autor, que no pudo es- des del Sturm und Drang por sus efectos violentos,
trenarla hasta seis años después de haberla conclui- tanto en la acción como en el lenguaje; el autor
do. La representación constituyó un enorme éxito y manifiesta una posición revolucionaria: el sueño
el público aplaudió el contenido satírico contra las de una justicia pura, que lleva al bandidaje al jo-
instituciones y las costumbres políticas. A partir de ven noble Karl Moor. Ya en su madurez, Schiller
esta obra, Beaumarchais fue atacado duramente y,
finalmente, encarcelado en 1792.
El teatro neoclásico español
Hasta mediados de siglo, la producción escénica
española siguió la técnica barroca, pero a partir de
este momento el clasicismo francés sería el mode-
lo preferido. El resultado fue de una notable me-
diocridad; sólo la obra de Leandro Fernández de
Moratín (1760-1828) alcanza un alto nivel de co-
rrección, aunque carece de intensidad. Admirador
e imitador devoto de Molière, de quien tradujo al-
gunas obras, Moratín preconizó un tipo de come-
dia que deja al descubierto los vicios y errores de
la sociedad, para conseguir con ello que triunfe la
verdad y la virtud; los asuntos de sus comedias se
reducen pues, en general, a temas de orden moral.
El sí de las niñas y La comedia nueva o El café son
sus obras más importantes. La primera, la mejor
comedia del neoclasicismo español, plantea el
La obra de Friedrich Schiller se inspira en el amor y
tema de la libertad de elección en el matrimonio y el respeto a la libertad humana y la simpatía hacia
de la necesaria igualdad entre los cónyuges. En la los hombres y los pueblos que luchan por una vida
segunda, censura las comedias que a finales del si- mejor.

701
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escribió Don Carlos, drama en verso centrado en gía de Wallenstein, María Estuardo, La doncella de
la figura del hijo de Felipe II, cuyo tema principal Orleans y Guillermo Tell. Todas ellas son de tema
es la pugna contra el despotismo y el debate entre histórico, más maduras y matizadas que su pro-
libertad y amistad. En los últimos años del siglo y ducción anterior, aunque el autor insiste en las
de su vida (el escritor murió prematuramente en mismas tesis: la dignidad del hombre y la libertad
1805), Schiller escribió aún varias obras: la trilo- que da sentido a los actos humanos.

EL ROMANTICISMO,
SIGLO XIX
A la primera mitad del siglo XIX corresponde el movimiento que en todo el mundo
occidental se conoce con el nombre de romanticismo. No fue sólo un movimiento literario,
sino una expresión total del espíritu, que se manifestó sobre todo en la literatura y en la
música. El individualismo, la melancolía, el gusto por lo pintoresco y lo fantástico, la
exaltación de todo lo natural, el espíritu idealista, aun no siendo novedades del siglo XIX,
encontraron en él su expresión literaria más desarrollada. Grecia y la Edad Media fueron
dos puntos de referencia para el hombre romántico, que vio en el mundo clásico la armonía
y equilibrio nunca recuperados, y en el mundo medieval, una época de fantasía y ensueño.

LA POESÍA (1788-1824). Su vida plagada de escándalos, su


deambular constante por Europa y su muerte en
Inglaterra Grecia, adonde había ido a defender la causa de la
Aunque el romanticismo en Inglaterra había co- independencia de este país, le rodearon de una au-
menzado ya a finales del siglo XVIII, el primer poe- reola de prestigio y le han convertido en el com-
ta inglés que encarna el prototipo de escritor pendio de todos los ideales e inquietudes del
rebelde y apasionado es George Gordon, más co- hombre romántico. Paradójicamente, su obra está
nocido por su título nobiliario de Lord Byron más relacionada con el gusto neoclásico que con el
romántico. Destacan los poemas La
peregrinación de Childe Harold, El
corsario y El lamento de Tasso, que
presentan héroes inadaptados e in-
conformistas, aunque carentes de
profundidad.
Mayor envergadura tiene la obra
poética de Percy Bysshe Shelley
(1792-1822). Al igual que Byron,
también su vida privada fue motivo
de escándalo. Expulsado de la uni-
versidad y separado de su esposa,
huyó de Inglaterra con la hija del fi-
lósofo Godwin, Mary, autora de una

Ilustración de El corsario de Lord


Byron, literato de vida turbulenta y
muerte heroica, héroe romántico que
podría ser un personaje de su propia
obra.

702
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LITERATURA UNIVERSAL

de las obras maestras del género de terror: Fran- su fin es Heinrich Heine (1797-1856). Nacido en
kestein. Al enviudar de su primera esposa, se casó el seno de una familia judía de Düsseldorf, Heine
con Mary y se establecieron en Italia, donde escri- ataca desde su propia obra el movimiento román-
bió casi toda su obra. Murió ahogado a los treinta tico. En Libro de los cantares califica al romanticis-
años. Sus principales composiciones, Oda al viento mo de «mezcla repugnante de ensueño gótico y
del Oeste, Oda a una alondra y la elegía Adonais, de mentira moderna». Vivió en París, mientras la
compuesta a la muerte de Keats, contienen enor- publicación de sus obras era prohibida en su pa-
mes dosis de idealismo y también una gran melan- tria. Regresó a Alemania en dos ocasiones, y fruto
colía ante los azares de la existencia humana. de estos viajes fueron sus libros Atta Troll, un sue-
John Keats (1795-1821) es el tercero de los ño de una noche de verano y Alemania, un cuento de
grandes poetas románticos ingleses. Nacido en invierno, dos poemas de sátira política. El Roman-
Londres de familia muy humilde, fue practicante cero recoge las experiencias de los últimos años de
de medicina, profesión que abandonó para dedi- la vida del poeta, enfermo ya de gravedad.
carse por completo a la literatura. Murió en Roma
de tuberculosis, dejando una obra muy reducida, Francia
pero de un lirismo tan intenso que le ha consagra- El romanticismo arraigó en Francia algo más tar-
do como uno de los mayores poetas. La mayoría de que en Inglaterra y Alemania; hasta finales de
de su mejores versos, las odas A Psique, A un ruise- la segunda década del siglo XIX no se puede ha-
ñor, Al otoño y A una urna griega, están recogidos blar propiamente de poetas románticos. Alphon-
en un volumen titulado Lamia y otros poemas. se de Lamartine (1790-1868) fue el primero que
convirtió en poesía su experiencia personal. En
Alemania Meditaciones poéticas celebra el amor por una
En el primer cuarto del siglo XIX, floreció el roman- dama casada y llora la muerte de ésta. Le siguen
ticismo en Alemania. Los teóricos del movimien- La muerte de Sócrates y Armonías poéticas y religio-
to romántico, que funde un espíritu libre y es- sas, que le proporcionaron el éxito y la admira-
pontáneo con una tendencia al orden, fueron los ción del público. Con La caída de un ángel, exten-
hermanos Schlegel. Junto a la figura de los gran- sa epopeya de 15.000 versos, su popularidad
des filósofos del idealismo alemán, Fichte y He- comenzó a decaer y se inició una etapa de descré-
gel, surgieron dos grandes poetas, Hölderlin y dito personal, acrecentado por el fracaso de sus
Novalis, que escribieron casi toda su obra todavía aspiraciones políticas. Acuciado por las deudas y
en el siglo XVIII. Friedrich Hölderlin (1770- dedicado a trabajos inferiores, como el de prosifi-
1843), de formación filosófica y amigo de Hegel, car su propia poesía, Lamartine pasó los últimos
fue rechazado por sus contemporáneos. Su afi- años de su vida olvidado de todos.
ción por el mundo clásico surge constantemente Los tres poetas centrales del romanticismo fran-
en sus obras: Hyperion, una novela escrita en pro- cés serían Alfred de Vigny, Musset y Victor Hugo.
sa lírica, Muerte de Empédocles, y numerosas odas Alfred de Vigny (1797-1863), que asistió como
y elegías, en las que aparece la figura de Diotima, oficial al desmoronamiento del Imperio napoleó-
encarnación de la mujer que amaba. A partir de nico, obtuvo la fama a partir de la publicación de
1802, el poeta perdió la razón y pasó los últimos Poemas antiguos y modernos, obra que manifiesta
treinta años de su vida encerrado en una casa, una actitud pesimista y de soledad. En Los desti-
abandonado de todos sus amigos y componiendo nos aparece aun más agudizada la soledad del
extraños versos de oscura simbología. Friedrich poeta, que se siente alejado de una sociedad que
von Hardenberg (1772-1801), más conocido le admira pero que no sabe comprenderle. El
como Novalis, es otro de los grandes escritores tema del hombre solo, que se siente superior a los
del irracionalismo alemán. Himnos a la noche, ins- demás, se repite constantemente en la obra de
pirados por la muerte de una muchacha de la que Vigny. La obra poética de Alfred de Musset
el poeta se había enamorado perdidamente, es la (1810-1857) está recogida en dos volúmenes:
obra más representativa de la poesía romántica Primeras poesías, hasta 1835, y Nuevas poesías,
alemana. Una novela incompleta, Heinrich von Of- que recoge el resto de su producción, y donde se
terdingen, y un conjunto de canciones completan encuentran sus mejores composiciones. En las
la reducida obra de este poeta. Pero la figura más cuatro Noches el poeta expresa su dolor y los es-
representativa de este romanticismo que llegaba a fuerzos por superar la desesperación que le pro-

703
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dujo la ruptura con George


Sand, con la que había huido a
Italia. La noche de diciembre y La
noche de octubre son las composi-
ciones que mejor revelan la inti-
midad del poeta, que a pesar de
su juventud se sentía ya agotado,
y pasó el resto de su vida desem-
peñando el trabajo de bibliote-
cario.
Victor Hugo (1802-1885)
aparece como el coloso de las le-
tras francesas. Su dilatada vida y
su vastísima producción hacen
que ocupe casi por completo el
panorama histórico y literario Izquierda, Victor Hugo, el escritor más versátil y fructífero de las letras
del siglo XIX. Su obra abarca to- francesas. Derecha, Ugo Foscolo, hombre apasionado, melancólico y
dos los géneros, y fue tan famoso preocupado por los acontecimientos en que se veía envuelta Italia.
por su poesía como por su teatro
o sus novelas. La evolución de su obra poética se menor importancia, pero más conocida, se trata
puede contemplar desde la perspectiva de la pro- más adelante, dentro de la narrativa romántica.
pia evolución personal y política del escritor. Sus
primeras obras, Odas y Baladas, estas últimas a Italia
menudo de temática medieval, introducen inno- La poesía romántica italiana se inicia con Ugo
vaciones formales de metro y rima. Las Orientales Foscolo (1778-1828), de padre veneciano y ma-
recogen recuerdos infantiles y afirman las convic- dre griega. Su vida agitada y su carácter pasional
ciones liberales del poeta, que partía de un mo- contrastan con el afán de belleza equilibrada que
narquismo a ultranza en sus comienzos. A partir persigue en su obra. Los sepulcros, obra que se
de la crisis de su matrimonio y del inicio de las dice fue encontrada junto al lecho de muerte de
largas relaciones amorosas con la actriz Juliette Garibaldi, el héroe del Risorgimento, y un poema
Drouet, la poesía de Hugo se vuelve más lírica y inacabado, Las Gracias, constituyen casi la totali-
emocionada, como se observa en Las hojas de dad de la obra de Foscolo.
otoño y Las voces interiores. Los acontecimientos Con Giacomo Leopardi (1798-1837) la poesía
políticos que se sucedieron a mediados de siglo (la italiana alcanza la cumbre del romanticismo. Su
revolución que destronó a Luis Felipe, la procla- escasa obra poética, recogida bajo el título genéri-
mación de la República y el golpe de Estado de co de Cantos, permite ir siguiendo la evolución
Luis Napoleón para restaurar el Imperio), signifi- personal del escritor, que tras un período inicial
caron una conmoción personal para el escritor, de esperanza en el que cantó la patria y la belleza,
exilado políticamente en Inglaterra, que inició una se sumergió en un pesimismo que le llevó a la
etapa de producción copiosísima, marcada por mayor desesperación. Algunas de las composicio-
una mayor profundidad. En Los castigos critica du- nes más destacadas de este libro son El infinito, A
ramente la situación política francesa y la figura la luna, El sueño, La vida solitaria, La puesta de la
del emperador, mientras que en Las contemplacio- luna; la luna, el amor, la vejez y la muerte son los
nes reúne recuerdos de niñez y adolescencia, poe- temas recurrentes de la obra de Leopardi, que gira
mas de amor a Juliette y sentimientos de dolor por en torno a la desolación espiritual del poeta.
la muerte de su hija. Es tal vez la obra que mejor
representa la madurez poética de Hugo, que em- Rusia
prende a continuación su obra más ambiciosa, Fue a partir del romanticismo, cuando Rusia
pero no la más conseguida: La leyenda de los siglos, irrumpió con fuerza en el panorama literario eu-
un intento de realizar una epopeya de la humani- ropeo, aunque el romanticismo ruso no tuvo
dad donde se mezclan acentos proféticos y místi- unos caracteres tan claros como el de otros países.
cos. La producción novelística de Victor Hugo, de El gran escritor romántico de las letras rusas fue

704
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LITERATURA UNIVERSAL

Izquierda,
decorado teatral
para tercer acto
de Boris
Godunov, de
Pushkin.
Derecha, el
estadounidense
Edgar Allan Poe,
del que son
deudoras la
moderna poesía
y narrativa
europeas.

Alexandr S. Pushkin (1799-1837), considerado más célebres son El cuervo, el animal que se apa-
el creador de la poesía rusa moderna y el «poeta rece todas las noches al poeta repitiendo un obse-
nacional» por excelencia. La obra de Pushkin co- sivo estribillo: «Nunca más»; Las campanas, un
mienza inspirándose en Byron, para convertirse poema de enorme sonoridad, y A Helena.
después en una parodia de la obra del poeta in-
glés. Eugenio Oneguin es una novela en verso de España
gran musicalidad, y la primera novela realista El romanticismo llegó a España tardíamente y de
de la literatura rusa. El protagonista, un joven manera indirecta, y no produjo grandes creacio-
aristócrata vanidoso y cruel, conoce a una mu- nes. Hay que distinguir en el romanticismo espa-
chacha, Tatiana, que le confiesa ingenuamente su ñol una primera etapa, presidida por Larra, que
amor. Oneguin la desdeña y corteja a su hermana marca la transición al nuevo estilo; una segunda
Olga, prometida de un amigo suyo, con quien se etapa, representada por el Duque de Rivas y Es-
bate en duelo y al que da muerte. Tatiana se casa pronceda, que es el momento de exaltación; y
con un viejo general y se convierte en una de las una tercera etapa, encarnada por Zorrilla, que re-
primeras damas de la alta sociedad. El joven One- presenta la plena asimilación de los elementos ro-
guin lamenta entonces haberla desdeñado y trata mánticos importados.
de reconquistarla. Tatiana, a pesar de que sigue José de Espronceda (1808-1842), personaje de
amándole y de que no es feliz en su matrimonio, vida turbulenta y apasionada, es el poeta de la de-
le rechaza y se mantiene fiel a su marido. La obra, sesperación y del desengaño. Su producción poé-
que contiene abundantes descripciones de la vida tica es muy variada; se inicia con composiciones
mundana y ociosa de la capital rusa, está escrita
en un lenguaje ágil y vivo, en el que abundan los
juegos formales.
Estados Unidos
La literatura, en Estados Unidos, que hasta enton-
ces había sido una imitación de la tradición ingle-
sa, adquirió a principios del siglo XIX una voz pro-
pia. El primer escritor romántico que surgió en el
panorama literario estadounidense fue Edgar
Allan Poe (1809-1849), cuya fama ha hallado
mayor eco en Europa. Más conocido por sus
cuentos de terror que por sus poemas, Poe es un
poeta extraordinariamente preocupado por la José de
Espronceda,
musicalidad del verso, que persigue la belleza ab- el poeta
soluta del arte con independencia de la experien- desesperado y
cia personal del autor. Algunos de sus poemas romántico.

705
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de corte neoclásico, como el Himno al sol, para in- tes: El gaucho Martín Fierro y La vuelta de Martín
troducirse a continuación en los temas y estilos Fierro. José Hernández, hombre culto, pero que
más propios del Romanticismo. Corresponde a había pasado parte de su vida en el campo entre los
esta segunda etapa una serie de composiciones gauchos, ofrece en este extenso poema su visión de
breves, la Canción del pirata, el Canto del cosaco, El la sociedad argentina a través del relato del prota-
verdugo, El reo de muerte, y dos poemas extensos: gonista, que cuenta sus andanzas y calamidades, y
El estudiante de Salamanca y El diablo mundo. En la de la réplica puesta en boca de otro gaucho. El
primera, considerada su obra cumbre, el autor mundo rural se presenta idealizado como el esce-
poetiza la figura de un personaje donjuanesco nario en el que los valores espirituales conservan
que abandona a su amada, mata al hermano de su pureza. La segunda parte cuenta el retorno de
ésta y ve pasar su propio entierro. El diablo mun- Martín Fierro al mundo civilizado, y en ella se re-
do, influido por el Fausto de Goethe, gira en torno fleja el cambio de la situación política del país. La
a un personaje, Adán, que sufre en su segunda capacidad narrativa de Hernández es prodigiosa,
existencia una serie de desengaños. El segundo como también lo es su esfuerzo por convertir en
canto de esta obra, el Canto a Teresa, está dedica- poético lo prosaico y por crear un lenguaje que se-
do a la amada del poeta, y es una de las composi- ría la base de la poesía hispanoamericana posterior.
ciones más brillantes y emocionadas del romanti-
cismo español.
LA PROSA, EL RELATO FANTÁSTICO
Hispanoamérica Y LA NARRACIÓN
Coincidiendo con el proceso de independencia po-
lítica que se desarrolló a lo largo del siglo XIX, la li- La prosa del siglo XIX consolida la que había sido
teratura hispanoamericana comenzó a adquirir una la gran conquista del siglo anterior: la novela. Los
personalidad propia. Es difícil distinguir, sin em- grandes prosistas de este siglo serán sobre todo
bargo, dónde acaba el espíritu de la Ilustración y novelistas, aunque muchos de ellos son también
dónde empieza lo romántico, que perdurará, ade- eminentes poetas: Victor Hugo, Foscolo, Push-
más, a través del naturalismo, el simbolismo y el kin, Poe, entre otros.
modernismo. La obra cumbre de esta época es
el Martín Fierro, del poeta argentino José Hernán- Inglaterra
dez (1834-1886). La poesía gauchesca, iniciada Cuando la narrativa inglesa, a finales del si-
por Bartolomé Hidalgo y continuada después por glo XVIII, parecía tomar el rumbo de la novela
Hilario Ascasubi y Estanislao del Campo, halla su sentimental, apareció la figura de Jane Austen,
culminación en la obra de Hernández. Martín Fie- escritora que reúne en su obra los ideales de una
rro es un poema épico-lírico dividido en dos par- época ya pasada, y que nada tiene que ver con el
mundo romántico en el que vive. Jane Austen
(1775-1817), hija de un clérigo anglicano, pasó
toda su vida encerrada en un ambiente rural, en
un escenario pequeño y limitado, desde el que
construyó sus obras con una técnica precisa y un
distanciamiento irónico. En las obras de Austen el
asunto es secundario; lo importante es el mundo
que describe, la alta clase media rural, y la mati-
zación psicológica de sus personajes, sobre todo
los femeninos. Orgullo y prejuicio, Sentido y sensibi-
lidad, El parque de Mansfield, Emma y Persuasión
Ilustración de son sus principales obras.
una edición La prosa romántica tendría en Walter Scott
de Martín (1771-1832) su autor más representativo. Aunque
Fierro de se inició literariamente en la poesía, pronto la
José Hernández,
la obra cumbre abandonó para dedicarse a la narrativa, género en
de la poesía el que puede decirse que «inventó» la llamada no-
gauchesca. vela histórica. La ambientación del relato en una

706
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LITERATURA UNIVERSAL

Izquierda, ilustración para


Quentin Durward, novela
histórica de Walter Scott.
Derecha, Chateaubriand, el padre
del romanticismo francés.

que cabe destacar a Mary She-


lley, la segunda esposa del poeta
Shelley, autora de Frankestein o
el moderno Prometeo, uno de los
mitos más populares del género
de terror.
Francia
Francia sería el país que en este
siglo iba a tener los prosistas ro-
época pasada, libremente interpretada, una intriga mánticos más destacados. François-René de
emocionante y unos personajes simples, aunque Chateaubriand (1768-1848) puede considerarse
sugestivos, son los rasgos que caracterizan el géne- el padre del romanticismo francés. Nacido de
ro de la novela histórica, que ha llegado hasta no- familia aristócrata, combatió la Revolución y ter-
sotros prácticamente sin alteraciones. El anticuario, minó exiliado en Inglaterra; allí recobró su fe y
Rob Roy, Ivanhoe, Quentin Durward y El talismán decidió consagrarse a la defensa de la religión. El
son las obras más conocidas de Scott. Las traduc- resultado fueron sus obras El genio del Cristianis-
ciones e imitaciones de estas obras fueron inmedia- mo y Los mártires, que obtuvieron un gran éxito,
tas, y la novela histórica estuvo de moda en toda así como sus dos novelas Atala y René, esta última
Europa durante más de veinte años. Modernamen- con algunos rasgos autobiográficos. Consagrado
te, la versión cinematográfica ha otorgado a alguna ya como maestro del romanticismo, escribió Cha-
de ellas una popularidad casi universal. teaubriand en los últimos años de su vida Memo-
Muy distinta de la de Scott es la obra de las her- rias de ultratumba, una especie de diario íntimo
manas Brontë, Charlotte (1816-1855), Emily con elementos de contenido histórico, que se
(1818-1848) y Anne (1820-1849). Hijas de un considera su obra más madura.
clérigo irlandés y huérfanas de madre, las herma- De la ingente producción literaria de Victor
nas Brontë se criaron en un ambiente sombrío Hugo (1802-1885), las novelas son tal vez las
que influiría en su obra. Sus novelas son clara- obras que mayor popularidad han dado a este es-
mente románticas por las pasiones de sus perso- critor, abanderado del movimiento romántico.
najes y el ambiente de misterio y casi de terror en Entre sus obras juveniles se encuentra uno de sus
que se sitúan sus intrigas. Charlotte Brontë escri- mayores éxitos, Nuestra Señora de París, novela
bió tres novelas, entre las que destaca Jane Eyre, la histórica ambientada en el París del siglo XV, cu-
historia de una institutriz enamorada apasionada- yos protagonistas, la gitana Esmeralda y el defor-
mente de su enigmático señor. Pero sin duda la me campanero Quasimodo, encarnan el contraste
obra más famosa de las tres hermanas es Cumbres romántico entre la fealdad física y un alma noble.
borrascosas, la única novela de Emily Brontë. El Más famosa aún que la anterior es Los miserables,
protagonista, Heathcliff, es un personaje diabóli- extensísima narración en diez tomos, que cuenta
co, poseído por un afán de venganza contra los las aventuras de Jean Valjean, un antiguo presi-
que han amargado su vida e impedido su amor diario que consigue regenerarse bajo nombre su-
con Catherine Earnshaw. La obra se desarrolla en puesto gracias a la protección del obispo de Dig-
un ambiente tétrico y con unos personajes miste- ne, pero que es perseguido implacablemente por
riosos que actúan a instancias de terribles pasio- la policía. Las innumerables peripecias de la intri-
nes. La novela de ambiente misterioso y la «nove- ga permiten a Hugo hacer a la vez una crítica a la
la negra» habían sido ya cultivadas en Inglaterra sociedad y un cuadro de costumbres. Por la obra
con anterioridad por diversos autores, entre los desfilan tipos muy variados que se convierten en

707
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Página ilustrada de La dama de


las camelias de Alexandre Dumas
(izquierda). Retrato de Alessandro
Manzoni (derecha).

lógico de los personajes, y propo-


ne una lectura moral y patriótica,
al presentar el triunfo final de la
justicia frente a la arbitrariedad y
tiranía del dominador extranjero.
Además de la obra de Manzoni,
completan el panorama de la no-
vela romántica italiana Últimas
cartas de Jacobo Ortiz, de Ugo
Foscolo, y Mis prisiones, de Silvio
personajes inolvidables. El resto de su produc- Pellico (1789-1854). La primera narra la historia
ción está compuesto por Noventa y tres y El hom- de un personaje que se suicida a causa de un do-
bre que ríe, que no alcanzan el vigor de sus obras ble ideal imposible: la mujer amada y la libertad
anteriores. El panorama de la novela romántica de la patria; la segunda es un relato de cautiverio,
francesa no puede dejar de contemplar además la basado en las experiencias de su autor, que fue
extensísima obra de Alexandre Dumas (1802- condenado a quince años de prisión.
1870), el autor de Los tres mosqueteros y El conde
de Montecristo. La primera, cuyos protagonistas, Estados Unidos
D'Artagnan, Athos, Porthos y Aramis, son perso- En Estados Unidos, los temas de carácter nacio-
najes conocidos universalmente, es una historia nal, tan propios del romanticismo, hallaron cierto
llena de acción y de intrigas amorosas, en un am- eco en la obra de algunos novelistas. James Feni-
biente pintoresco de los siglos XVI al XVIII. Alexan- more Cooper (1789-1851) fue autor de los pri-
dre Dumas hijo (1824-1895), hijo natural del an- meros relatos sobre la vida de los pieles rojas y los
terior, es el autor de La dama de las camelias, obra colonizadores americanos: Los pioneros, El último
cuya versión cinematográfica la ha dado a cono- mohicano y La pradera, entre otros. Washington
cer en todo el mundo. Irving (1783-1859), el primer escritor estadouni-
dense que obtuvo fama en Europa, reivindica en
Italia su obra leyendas medievales y tradiciones, muy al
El romanticismo italiano está marcado por el es- estilo romántico europeo. Especialmente famoso
píritu del Risorgimento, que culminaría en 1870 en España, por sus Cuentos de la Alhambra y la
con la unidad italiana. La idea de la patria es, Historia de la conquista de Granada, Irving escribió
pues, una constante tanto en la poesía como en la también el Libro de los bocetos y una Vida de Was-
prosa de la época. La gran novela romántica es, hington. Mayor trascendencia tiene, no obstante,
sin duda, Los novios, de Alessandro Manzoni la obra novelística de Nathaniel Hawthorne
(1785-1873). La novela es considerada por los (1804-1864), escritor puritano para quien el
italianos el «libro nacional» por excelencia, y tex- mundo está lleno de símbolos que revelan la con-
to obligado en todas las escuelas, por ser el mode- dición pecadora del hombre. Autor de numerosos
lo básico de la lengua de la nueva Italia. Se trata cuentos, su mayor éxito lo constituyó la novela La
de una novela histórica ambientada en la Lom- letra escarlata. Esta obra, plenamente romántica,
bardía de la primera mitad del siglo XVII, en la narra la historia de una mujer adúltera, Hester
época de la dominación española, que narra las Prynne, que a pesar de verse obligada a llevar una
vicisitudes de dos campesinos, cuyo amor impide A escarlata en su ropa como manifestación de su
el señor local, Don Rodrigo, que está enamorado pecado, no denuncia al culpable, un joven cléri-
de la muchacha. Más allá de la anécdota de la tra- go, que acaba confesando abrumado por los re-
ma, Manzoni ofrece un espléndido cuadro psico- mordimientos.

708
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LITERATURA UNIVERSAL

Izquierda, portada de La letra


escarlata, novela puritana de
Hawthorne. Derecha, cartel de la
obra El inspector de Gogol,
representada por primera vez en
San Petersburgo en 1836.

Totalmente opuesta a las obras


citadas es la producción en prosa
de Edgar Allan Poe. Su vida de
huérfano, sus experiencias senti-
mentales y el alcohol marcan una
obra que fue valorada sobre todo
en Europa, gracias a la acepta-
ción que tuvo entre los poetas
franceses. Poe es conocido fun-
damentalmente por sus cuentos
de terror, que el escritor traza magistralmente recuperarlo pierde su empleo, es humillado y, fi-
manteniendo un tono frío y sereno, mientras va nalmente, muere, pero su fantasma vaga por la
describiendo sucesos terroríficos. La caída de la ciudad y se venga de todos los que le maltrataron
casa Usher, Los crímenes de la calle Morgue, El esca- en vida. El mismo año de la publicación de El
rabajo de oro, y una obra larga, La narración de Ar- abrigo, apareció la primera parte de Almas muer-
thur Gordon Pym, son algunos de sus títulos más tas, que tuvo grandes problemas con la censura y
famosos. Poe puede considerarse el precursor que provocó a su autor un profundo conflicto en-
de la novela policiaca moderna; el método de de- tre sus convicciones personales y las intenciones
ducción que utilizan sus personajes en la investi- que revelaba la obra. Al acabar de escribir la se-
gación de los crímenes lo hallaremos más tarde en gunda parte de Almas muertas, Gogol sufrió una
Conan Doyle y en toda una serie de escritores del crisis religiosa, que le llevó a Tierra Santa y le in-
género policiaco. dujo a quemar el manuscrito, del que por fortuna
se salvó una parte, publicada posteriormente.
Rusia Muy poco después moría el que fue el primer
El gran poeta del romanticismo ruso, Pushkin, gran novelista ruso.
fue también un extraordinario prosista. La obra
narrativa de Pushkin es posterior a su obra en España
verso, y en ella destacan sobre todo los cinco El romanticismo español se manifestó en tres ver-
cuentos reunidos bajo el título genérico de Cuen- tientes: el costumbrismo, la novela histórica y la
tos de Bielkin, y una novela corta, La hija del capi- prosa didáctica, y las tres aparecen en la figura del
tán, que anticipan lo que será la gran narrativa prosista más importante de la época: Mariano
rusa. Nikolai Gogol (1809-1852), aunque inmer- José de Larra. La vida de Larra (1809-1837), bre-
so todavía en el movimiento romántico, marca ya ve e intensa, lleva el sello de la época romántica:
en su obra el comienzo de la gran novela natura- educado en Francia en las ideas neoclasicistas y
lista rusa. Obtuvo el primer éxito con la publica- enciclopedistas, a los diecinueve años contrajo
ción de un libro de relatos, Veladas de la quinta de matrimonio e inició su carrera periodística con
Dikanka, al que siguió Taras Bulba, novela históri- los seudónimos de «El pobrecito hablador» y «Fí-
ca ambientada en el mundo de los cosacos ucra- garo», que le harían famoso. Tras varios viajes al
nianos del siglo XVII. Gogol siguió escribiendo re- extranjero y una breve incursión en la vida políti-
latos sobre temas de la vida cotidiana, entre los ca, Larra se suicidó a los veintisiete años, al pare-
que destaca un cuento del que existen varias ver- cer por motivos amorosos. Su producción litera-
siones cinematográficas. Se trata de El abrigo, la ria está constituida por una novela histórica, El
patética historia de un humilde copista al que ro- doncel de don Enrique el Doliente, a imitación de
ban el abrigo que había conseguido adquirir a Walter Scott, y por una serie de artículos perio-
costa de grandes sacrificios; en sus intentos por dísticos de costumbres, políticos y literarios. La

709
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Larra supo crítica dolorosa e implacable de la realidad abarca


criticar con todos los campos de la vida española, que Larra
dureza y intenta mejorar volviendo la vista hacia fuera, ha-
desenfado,
las malas cia Francia, en la línea de los ilustrados del siglo
costumbres anterior. En artículos como El castellano viejo o
de su época. Vuelva usted mañana, critica con acritud la mala
educación de la gente y la pereza de los funciona-
rios, pero animado aún por un cierto espíritu de
regeneración, que cede el paso a un acentuado
pesimismo en sus últimos artículos El día de di-
funtos de 1836 y La Nochebuena de 1836. La figura
de Larra será reivindicada con entusiasmo un si-
glo más tarde por los componentes de la llamada
generación del 98, que compartieron con el escri-
tor romántico el dolor y la angustia que les pro-
ducía España.

LA LITERATURA EUROPEA
Y AMERICANA
EN EL SIGLO XIX
El tono intimista y subjetivo de la literatura romántica de la primera mitad del siglo XIX
fue apagándose para dar paso a un deseo de mayor objetividad. La atención por la
realidad externa y próxima, y la preocupación por lo cotidiano, se impusieron al gusto por
lo exótico, lo fantástico y lo irreal. Pervivieron aún restos de un romanticismo tardío, pero
el idealismo iba siendo sustituido por un concepto práctico de la vida.
El progreso material, el predominio de la clase burguesa y la aparición de nuevos inventos
revolucionaron la naturaleza de la sociedad y la calidad de la vida humana, y sería la
novela el género que mejor sabría describir, con un criterio casi científico, al nuevo hombre
de esta época.

EL REALISMO Y EL NATURALISMO las normas sociales que les imponen un papel tra-
dicional en el seno de la familia; así, alcanzan es-
El realismo, como movimiento literario, aparece pecial relieve las heroínas adúlteras (Madame
vinculado al género de la novela que, partiendo Bovary, de G. Flaubert, la Regenta de Clarín, Ana
de Balzac, se prolonga hasta bien entrado el si- Karenina de L. Tolstoi).
glo XX. La novela realista triunfa en una sociedad La novela realista se dirige a un público en ple-
burguesa estabilizada, pero temerosa del influjo no crecimiento, formado por unas clases que
de las nuevas clases obreras surgidas de la indus- están aprendiendo a leer; de ahí que prospere la
trialización. Las obras tienen casi siempre como novela por entregas, que deja cada capítulo en
escenario el de las clases medias o medias-altas, suspenso y va variando su desarrollo según las
con personajes que luchan por ascender y que, a reacciones del público ante cada entrega. Aumen-
menudo, fracasan en su intento. El papel de la ta así, paulatinamente, la distancia entre literatura
mujer es muy importante en la nueva novela: sur- de calidad y literatura de gran público, que tiende
gen personajes femeninos que no se acomodan a a respetar las estructuras sociales.

710
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LITERATURA UNIVERSAL

Una modalidad posterior del realismo sería el narra la historia de un joven provinciano, lleno de
llamado naturalismo, que se caracteriza por su ambición, que busca el amor a pesar de los obs-
cientifismo, y por la mayor crudeza en los temas, táculos sociales y familiares y acaba en la guilloti-
que presentan a menudo las miserias de las clases na. La cartuja de Parma es una obra llena de peri-
más bajas. El punto de referencia de la novela na- pecias y aventuras que tiene como escenario la
turalista es la obra de Zola. Según este escritor Italia posnapoleónica; la complejidad de la intriga
francés, el novelista no debe limitarse a observar alcanza su unidad en la figura del protagonista,
la realidad sino que debe actuar con el rigor pro- Fabrizio del Dongo, un joven apuesto y vital que,
pio de la ciencia, para descubrir que los hechos tras ver cómo se le escapa de las manos la felici-
psíquicos dependen de las leyes que rigen los fe- dad tanto tiempo perseguida, se retira desengaña-
nómenos físicos. do a la cartuja de Parma. Stendhal fue un escritor
De esta manera, la novela adquiere valor social poco valorado en su época, pero con el tiempo ha
y científico, y el naturalismo adopta un concepto pasado a ser considerado uno de los grandes au-
determinista de la vida. La influencia del medio y tores de la narrativa del siglo XIX.
de la herencia se reflejan en seres arruinados por Junto a Stendhal, aparece la extensísima obra
el alcoholismo o la locura, protagonistas a menu- de Balzac, el narrador que mejor supo rastrear la
do de las novelas naturalistas, que a partir de Zola vida francesa de su tiempo. Honoré de Balzac
fueron muy imitadas en toda Europa, aunque con (1799-1850), nacido en Tours, empezó dedicán-
matices diversos. dose sin éxito a los negocios, hasta que en 1829
publicó Los chuanes, la primera de las novelas que
más tarde se incluirían en el conjunto de la Come-
LA NARRATIVA PSICOSOCIAL dia humana. La pluma de Balzac abarca todas las
Y DE AVENTURAS clases sociales, todas las pasiones humanas, todos
los tipos y todos los ambientes.
Francia La Comedia humana, que recoge 85 novelas termi-
Cuando la narrativa en Francia dejó de tener un nadas, más unas 50 sin concluir, se proponía repre-
signo claramente romántico, apareció la figura de sentar la sociedad francesa nacida de la Revolución,
un escritor difícil de encasillar: se trata de Henry y es el edificio gigantesco en el que Balzac trabajó a
Beyle, conocido por el nombre de Stendhal lo largo de más de veinte años de su vida. La piel de
(1783-1842). Su vida nada tuvo de romántica, y zapa, Eugenia Grandet, Papá Goriot, Las ilusiones per-
su obra parece anticipar en algunos aspectos la didas, Los campesinos son algunos de los títulos de
novelística del siglo XX. Entre una producción re- esta obra monumental, que consigue la unidad gra-
lativamente abundante, Stendhal es famoso sobre cias a la reaparición de los mismos personajes en
todo por dos novelas: El rojo y el negro y La cartu- distintas novelas, y que es un punto de referencia
ja de Parma. La primera, basada en un hecho real, obligado para toda la novela moderna.
Gustave Flaubert (1821-1880)
representa la antítesis de Stend-
hal y de Balzac. Frente a la natu-
raleza desbordada de Balzac,
Flaubert convirtió el arte de es-
cribir en una religión, y para ello
se retiró a una finca donde pasa-
ría sus días escribiendo y corri-

Stendhal, un precursor de la novela


realista (izquierda). Balzac fue tan
prolífico que entre 1837 y 1847
escribió para «La Presse» una
novela al año (derecha).

711
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Página ilustrada de la obra Salambó, de Gustave Flaubert (izquierda). La edad del realismo fue también la época
de los movimientos revolucionarios internacionales, como lo evidencia el cartel de la obra Germinal, de Émile
Zola (centro). Portada de una edición de Bel-Ami de Guy de Maupassant (derecha); este gran narrador francés
recibió de Flaubert las normas de la estética realista a la vez que le introdujo en la sociedad literaria de la época.

giendo escrupulosamente sus obras. En Madame tural y social de una familia bajo el Segundo Imperio,
Bovary, que desató un proceso por ofensas a la un impresionante conjunto en el que cabe desta-
moral, aparece ya el escritor obsesionado por el car algunos de los títulos más conocidos: La ta-
detalle realista y por el rigor técnico y estilístico. berna, drama en torno al problema del alcoholis-
Emma Bovary, una mujer de provincias que ha mo, Nana, la vida de una cortesana, y Germinal, la
leído demasiada literatura romántica, sueña con más famosa de sus obras, que cuenta las luchas
un amor sublime, se ve decepcionada sucesiva- sociales en el mundo de los mineros.
mente por sus amantes y acaba sumida en la de- Discípulo de Flaubert, aunque se le considera
gradación que la empuja al suicidio. El tema del incluido en un grupo de escritores seguidores de
desengaño aparece repetidamente en las obras de Zola, Guy de Maupassant (1850-1893) se reveló,
Flaubert; así ocurre en La educación sentimental, en poco más de diez años, que precedieron a su
cuyo protagonista ve también disipadas sus ilu- locura y su muerte, como un gran narrador. Su
siones respecto al amor y a la gloria literaria. Su producción más interesante la constituyen los
obra póstuma, Bouvard y Pécuchet, narra asimismo cuentos y las novelas cortas, como Bola de sebo y
el fracaso de dos oscuros oficinistas que, en la Mademoiselle Fifi, aunque también escribió una
madurez, se dedican a recopilar todas las ramas novela larga, Una vida, que constituye la descrip-
del saber. Flaubert extrema en esta obra el análisis ción de una serie de existencias grises y vulgares.
y el rigor, con un humor agudo y amargo cercano No toda la producción literaria de esta segunda
al nihilismo. mitad de siglo, sin embargo, estuvo marcada en
Émile Zola (1840-1902) llevaría hasta sus últi- Francia por los mismos rasgos. Aunque fueron
mas consecuencias el realismo de Balzac y de más o menos afines al naturalismo los hermanos
Flaubert, al aplicar criterios científicos a la narra- Goncourt y Alphonse Daudet, existió también
tiva: de este modo nació el naturalismo. El resul- una corriente literaria que reaccionó contra este
tado sería que los personajes de Zola, a fuerza de naturalismo y produjo obras de marcado carácter
ser realistas, se convierten en caricaturas, y sus neorromántico y popular. Entre los autores de
obras pierden en animación y humanidad lo que obras populares debe destacarse a Jules Verne
ganan en precisión descriptiva. Zola quiso escri- (1828-1905), que escribió novelas de aventuras y
bir una segunda Comedia humana, un ciclo de de «ciencia-ficción» conocidas por todos: Cinco
veinte novelas dedicado a estudiar las taras here- semanas en globo, Viaje al centro de la tierra, De la
ditarias de cinco generaciones sucesivas. De este tierra a la luna, Veinte mil leguas de viaje submarino
propósito surgió Los Rougon-Macquart, historia na- y Miguel Strogoff, entre otras muchas.

712
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LITERATURA UNIVERSAL

Inglaterra
En la época victoriana inglesa,
cuando la burguesía industrial
iba forjando su prosperidad,
mientras los obreros trabajan en
condiciones durísimas, la narrati-
va vivió años de esplendor. Char-
les Dickens (1812-1870), hijo de
un burócrata encarcelado por
deudas, tuvo una infancia amarga
y dura, y se dedicó en su juven-
tud al periodismo. Su primera
obra, Los documentos póstumos del
Club Pickwick, tenía que ser una
simple narración humorística he-
cha por entregas para acompañar
unos dibujos, pero Dickens cam- Izquierda, portada de La isla del tesoro de R. L. Stevenson, una novela de
bió la orientación y la convirtió aventuras con un protagonista infantil. Derecha, página ilustrada de Alicia
en un relato sobre las pintorescas en el país de las maravillas, la ingenua novela escrita por Lewis Carroll.
andanzas de un grupo de excén-
tricos, lleno de anécdotas divertidas y de tipos ciudades completan el conjunto de la producción
inolvidables, que le consagró como el novelista de de un escritor que, por sí solo, ocupa por comple-
más éxito de su tiempo. Mientras todavía estaba to el panorama novelístico de su época.
escribiendo esta obra, Dickens comenzó a publi- Amigo íntimo de Dickens, William Thackeray
car por entregas Oliver Twist, un retrato de la in- (1811-1863) fue su rival en el favor del público.
fancia maltratada y de la miseria de las clases ba- Menos efusivo y apasionado que su amigo, Tha-
jas. Tras una época de literatura sentimental, con ckeray se aparta de todo sentimentalismo en su
La tienda de antigüedades y una serie de cuentos obra más importante: La feria de las vanidades. La
navideños, compuso otra de sus novelas más fa- obra está construida en torno a las andanzas de
mosas, David Copperfield, en buena medida auto- Becky Sharp, una astuta muchacha, aventurera y
biográfica, en la que trata de nuevo el tema de la sin escrúpulos, que permiten a Thackeray hacer
infancia desvalida. A partir de entonces la produc- una amplia descripción crítica de la sociedad.
ción de Dickens se hace más elaborada y menos Junto a estos dos grandes escritores de la novela
espontánea; Casa desolada, Tiempos difíciles, La pe- realista inglesa, hallamos una serie de autores de di-
queña Dorrit, Grandes esperanzas e Historia de dos fícil catalogación por la diversidad de su obra. Ro-
bert Louis Stevenson, autor de La isla
del tesoro, y Lewis Carroll, creador de
la inolvidable Alicia en el país de las
maravillas. A ambos se les considera
habitualmente escritores de literatura
infantil, pero en sus obras van más
allá de la simple novela de aventuras.
Stevenson muestra su personalidad
compleja en un relato al estilo de Poe,
El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde,
y en Alicia hay mucho más que un
simple cuento para niños.

Ilustración de la obra Oliver Twist.


Pocos novelistas han sabido recrear
los ambientes con tanta minuciosidad
como Charles Dickens.

713
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Ya a caballo entre dos siglos, la


obra de Thomas Hardy (1840-
1928) muestra un marcado ca-
rácter de pesimismo fatalista.
Para Hardy es inútil intentar re-
belarse contra el destino, pues
éste acaba imponiéndose. Sus
obras más importantes, Tess de
Ubervilles y Judas el oscuro, susci-
taron tal escándalo que Hardy se
vio obligado a abandonar la na-
rrativa. Es notable su produc-
ción poética, también de marca-
do carácter pesimista.
Rusia
Desde el final del romanticismo Ivan Goncharov (izquierda) ocupa un lugar de honor en la novela realista
hasta la entrada el siglo XX se pro- rusa de la época, a pesar de haber escrito solamente tres novelas. Derecha,
dujo en Rusia una extraordinaria ilustración de una edición francesa de Un nido de nobles de Ivan Turgueniev.
floración de narradores. Todos
ellos pueden enmarcarse en la novela realista, pero la ejecución por cuatro años de prisión y destierro
superan el simple cuadro de costumbres para in- en Siberia. Este hecho marcaría para siempre la
fundir a sus obras un aliento heroico y una emo- vida y la obra del escritor. La primera parte de
ción humana, que las convierte en obras maestras la obra de Dostoievski, anterior a su estancia en
de la narrativa europea de esta segunda mitad de Siberia, es de tono romántico y sentimental. Des-
siglo. Antes de hablar de Dostoievski y Tolstoi, hay tacan en ella Pobre gente y Noches blancas. Una vez
que mencionar a otros escritores, más modestos si de regreso a Moscú, el escritor comenzó una eta-
se los compara con los citados, pero de enorme pa más ambiciosa: Recuerdos de la casa de los muer-
calidad. Ivan Goncharov (1812-1891) debutó tos, sobre su cautiverio en Siberia, Humillados y
con una breve novela, Una historia corriente, pero ofendidos, de tono folletinesco, y Memorias del sub-
su obra maestra es Oblomov, un magnífico análisis suelo, un monólogo en el que el autor vierte su
de la pereza moral, física e intelectual de un pro- concepción irracionalista de la vida. La primera
pietario. A Goncharov le supera Ivan Turgueniev de las grandes obras de la madurez de Dostoievs-
(1818-1883), el más occidentalizado de los escri- ki es Crimen y castigo, la historia del asesinato de
tores rusos del siglo XIX. Aunque éste dio más im- una usurera por el estudiante Raskolnikov, que
portancia a las novelas, son sus cuentos las pro- siente la necesidad de acusarse del crimen aun a
ducciones más logradas. Memorias de un cazador costa de perder la vida; le siguen El jugador, El
es un conjunto de narraciones en las que Turgue- idiota, Los demonios y Los hermanos Karamazov.
niev describe la vida campesina con tal humani- El idiota tiene como protagonista al príncipe
dad que contribuyó a que años más tarde el zar Mishkin, un hombre bueno y sencillo, pero cuya
aboliera la servidumbre. En Padres e hijos plantea bondad es imposible porque se ve dominada por
el conflicto generacional, pero a pesar de su pre- la maldad de los demás. Dostoievski, que había
tendida imparcialidad fue acusado de partidista sido un joven liberal e incrédulo, regresó de Sibe-
por la juventud. Turgueniev representa el escritor ria convertido al cristianismo ortodoxo, y en Los
de éxito, europeizado, al que Dostoievski ridiculi- demonios ataca a los revolucionarios, tachándoles
zaría con crueldad. de responsables de todas las catástrofes. Los her-
Fiodor Dostoievski (1821-1881) es, junto con manos Karamazov gira en torno a un error judi-
Tolstoi, una de las grandes figuras de la literatura cial, el asesinato de Fiodor Karamazov se atribuye
universal. Nacido en Moscú, hijo de un médico, a su hijo Dimitri, cuando en realidad ha sido co-
se sintió atraído por las ideas liberales, lo que le metido por el criado Smerdiakov. Pero más allá de
valió ser detenido y condenado a muerte, senten- la anécdota, Dostoievski plantea siempre situacio-
cia que le fue conmutada unos minutos antes de nes extremas en que las personas son capaces de

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LITERATURA UNIVERSAL

las mayores vilezas y de los actos más sublimes, El panorama de la narrativa rusa se completa
seres racionales e inteligentes, guiados solamente con la obra de otro escritor que ha visto acrecen-
por la razón, frente a individuos humildes y sen- tado su prestigio con el transcurrir del tiempo.
cillos movidos por el amor. Dostoievski fue consi- Anton Chejov (1860-1904), de orígenes muy
derado un escritor «reaccionario», y algunas de humildes, empezó a escribir cuentos humorísti-
sus obras estuvieron prohibidas durante la época cos para costearse los estudios de medicina, que
de Stalin; en 1956 fue oficialmente rehabilitado abandonó ante el éxito obtenido. Dejando aparte
en la URSS, mientras que en la Europa occidental su producción teatral, Chejov es el gran creador
nunca dejó de ser considerado un maestro de la del cuento ruso, género del que es el maestro in-
narrativa. discutible. Aunque escribió alguna novela larga,
En contraposición a Dostoievski, un hombre como La estepa, sus mejores creaciones son los re-
atormentado, enfermo y acuciado por necesida- latos breves: El duelo, Mi mujer, El arzobispo y La
des económicas, la figura de Lev Tolstoi (1828- novia, entre otros muchos. Chejov es un observa-
1910) aparece como la del aristócrata sereno, dor lúcido de un mundo abúlico y desilusionado,
sano, y cuya fortuna le permitió trabajar apacible- en el que habitan personajes vencidos por la ruti-
mente. De origen campesino, estudió en la Uni- na y la mediocridad. Su estilo es sobrio y a la vez
versidad de Kazán, ingresó en el ejército y viajó lleno de lirismo, lo que hace que Chejov, sin ser
luego por Europa, para acabar instalándose en su poeta, puede ser considerado el mayor lírico
extensa propiedad rural, donde abrió una escuela ruso.
y se convirtió en pedagogo, convencido de que el
gran problema de los siervos era la falta de ins- Portugal
trucción. Su primera obra, Infancia, adolescencia y La novela de la segunda mitad del siglo XIX tiene
juventud, es una novelización de elementos auto- también representantes de interés en otros países.
biográficos, a la que siguió Los cosacos, pero su El novelista portugués más importante del realis-
obra cumbre es Guerra y paz, presentada como mo es José María Eça de Queiroz (1845-1900).
una novela histórica, que abarca desde las prime- Aunque su dedicación a la diplomacia le dio una
ras campañas de Napoleón hasta la sublevación formación cosmopolita, la protagonista de sus
de 1825. La obra va mucho más allá del relato novelas es la sociedad lisboeta, que conocía bien.
histórico: la historia de varias familias de terrate- El primo Basilio, la obra que le ha dado fama uni-
nientes y aristócratas va ensamblándose con el versal, es la historia del adulterio de una joven
devenir de los acontecimientos históricos, com- dama que se entrega a su primo, sufre el chantaje
poniendo un panorama grandioso en el que apa-
recen individualizados 559 personajes, desde un
Napoleón terriblemente satirizado hasta la dulce
Natasha Rostova. Anna Karenina no tiene la ambi-
ción de la obra anterior; es la historia de una mu-
jer que, contraviniendo todas las normas sociales,
abandona a su marido y a su hijo para seguir a su
amante, pero decepcionada por la superficialidad
de éste y condenada por la sociedad acaba suici-
dándose. La tendencia moralista de Tolstoi va in-
tensificándose en las siguientes obras, que no al-
canzan ya la altura de las anteriores. Sonata a
Kreutzer y Resurrección ponen de manifiesto la cri-
sis del escritor, para quien el arte debe tener una Eça de Queiroz
función religiosa y, por tanto, se sentía angustiado se dedicó al
por el posible uso inmoral que se pudiera hacer análisis de la
de su obra. Aunque gozaba de un prestigio uni- vida real e
versal, Tolstoi dejó de escribir e intentó llevar una inauguró la
etapa realista
vida acorde con sus principios: renunció a todos con El crimen
sus bienes y a los ochenta años abandonó su casa del padre
para morir en soledad. Amaro.

715
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de una criada y muere finalmente de remordi- cionales componen un conjunto de cinco series de
mientos. Se ha querido ver en la obra la influencia diez volúmenes cada una, excepto el último, que
de Madame Bovary de Flaubert. El resto de su presenta los hechos más destacados de la historia
producción lo componen obras como La ilustre española del siglo XIX. Se trata de una historia no-
casa de Ramires y La ciudad y las sierras, en las que velada, con un protagonista en cada serie, a través
Queiroz propugna una regeneración nacional. de cuyas peripecias se puede captar el ambiente y
la vida de las gentes, los auténticos héroes de la his-
La novela realista española toria. Por los mismos años en que escribía los Epi-
La prosa posromántica española carece de una tra- sodios, Galdós compuso una serie de novelas de te-
dición narrativa, ya que el género novelesco había sis en torno al problema religioso: Doña Perfecta,
estado en franca decadencia desde el siglo XVII; los Gloria y La familia de León Roch. En una época pos-
románticos fracasaron en su intento de crear una terior abandonó las novelas de tesis y se dedicó a la
novela histórica, y hasta mediados del siglo XIX no descripción de la sociedad madrileña de su época;
aparecería La gaviota, de Cecilia Böhl de Faber, que la obra de mayor envergadura de esta serie es For-
utilizó el seudónimo de Fernán Caballero, la pri- tunata y Jacinta, en la que la historia de los amores
mera narración que incluye escenas de costumbres de Fortunata con Juanito Santa Cruz permite a
en una trama novelesca. La obra de Juan Valera Galdós ofrecer una visión de la vida cotidiana ma-
(1829-1905) no busca reproducir con precisión la drileña de la clase media. Entre las restantes nove-
realidad, sino que tiende a una cierta idealización las de esta época destacan La de Bringas, Miau y
que la embellezca. Pepita Jiménez, la historia de un Ángel Guerra. La última serie de obras galdosianas,
seminarista que acaba casándose con una joven pertenecientes a la década de 1890, es de conteni-
viuda, muestra la tendencia intelectual del autor, do idealista, coincidiendo con cierta oleada de es-
en perjuicio de la emoción humana. José María de piritualidad que se extendía por Europa. En Naza-
Pereda (1833-1906), en cambio, es un escritor rín, Misericordia y El abuelo triunfan la justicia y el
sencillo, arraigado en su tierra montañesa, que amor por encima del egoísmo y las convenciones.
exalta en sus novelas. Sotileza y Peñas arriba son La obra de Galdós, en su conjunto, es la mayor
cuadros de costumbres en los que refleja el am- aportación española a la novela realista; sin em-
biente, los tipos y el paisaje de su tierra natal. La bargo, la mejor novela de la época es sin duda
madurez de la prosa realista se alcanza con las figu- La Regenta, de Leopoldo Alas «Clarín» (1852-
ras de Galdós, «Clarín» y la condesa Pardo Bazán. 1901). Se la ha comparado mucho con la obra de
Benito Pérez Galdós (1843-1920) es autor de Flaubert y, en efecto, tanto el tema como el am-
una extensísima obra novelística. Los Episodios na- biente e incluso la técnica muestran la relación

José María de Pereda (izquierda) fomentó el provincialismo santanderino protegiendo publicaciones locales.
Centro, retrato de Pérez Galdós, el máximo exponente de la novelística española del siglo XIX. En el cambio de
siglo, cuando se produce una crisis del género novelístico, destaca la obra de la condesa Pardo Bazán (derecha).

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LITERATURA UNIVERSAL

Herman Melville (izquierda), un escritor romántico cuya vida se caracterizó por un «eterno anhelo de cosas
remotas». En Las aventuras de Tom Sawyer (centro) Mark Twain describe la orilla occidental del río
Mississippi, donde él mismo había crecido. Derecha, ilustración para el Hijo del lobo de Jack London,
narración inspirada durante la estancia del autor en Alaska.

con el naturalismo francés, del que «Clarín» se blanca, de la que el capitán ha jurado vengarse. El
declaró ferviente seguidor. La historia narra los obsesivo afán de venganza de Ahab acaba lleván-
amores adúlteros entre la joven Ana Ozores, es- dole a la muerte junto con toda su tripulación. La
posa del Regente, y el seductor Álvaro Mesía, pero obra ha sido diversamente interpretada en clave
a diferencia de la obra de Flaubert, existe en La simbólica: la ballena sería la encarnación del pe-
Regenta un tercer cortejador, el canónigo de la cado, y Ahab lucha inútilmente contra el mal que
catedral, don Fermín de Pas. Una ciudad provin- se ha apoderado de él, o bien Ahab personificaría
ciana, llena de corrupción e hipocresía, es el esce- la encarnación demoníaca del ansia de poder ab-
nario de fondo, espléndidamente descrito por soluto, que conduce a la muerte.
«Clarín», por el que discurre un buen número de Unos años posterior en el tiempo, y en un espa-
personajes menores descritos con maestría. Entre cio completamente distinto del Este puritano, que
los restantes novelistas españoles, que prolonga- había monopolizado prácticamente la vida inte-
ron su vida hasta entrado el siglo XX, cabe citar a lectual del país, apareció la que sería considerada
Emilia Pardo Bazán, que tiene en Los pazos de la máxima novela de la literatura estadounidense:
Ulloa su mejor obra, y Vicente Blasco Ibáñez, el Huckleberry Finn. Su autor, Samuel Langhorne
último escritor plenamente naturalista, que ofrece Clemens, más conocido como Mark Twain
en sus obras La barraca y Cañas y barro, magnífi- (1835-1910), era un periodista de Missouri,
cas descripciones del paisaje valenciano. hombre modesto y campechano, que ni por un
momento sospechó que de su obra iba a partir
La narrativa estadounidense toda la literatura estadounidense moderna. Sus
En la narrativa estadounidense de la segunda mi- obras tienen como escenario el Oeste y el río Mis-
tad de siglo aparece una de las novelas más em- sissippi, y sus dos grandes novelas están protago-
blemáticas de toda la prosa de aquel país. Se trata nizadas por niños. Las aventuras de Tom Sawyer es
de Moby Dick, una obra divulgada universalmen- un conjunto de estampas de la vida de los niños,
te, a menudo en versiones abreviadas, y llevada al uno de los cuales, Huckleberry Finn, dará voz y
cine con gran éxito. La vida aventurera de su au- nombre a la segunda parte. Huckleberry Finn na-
tor, Herman Melville (1819-1891), marinero que rra esencialmente la huida del protagonista por el
navegó por todos los mares, alimenta una narra- río, acompañado del esclavo fugitivo Jim, y per-
ción donde las aventuras en el mar se mezclan mite a Mark Twain trazar una espléndida panorá-
con reflexiones filosóficas. Moby Dick o la ballena mica de aquellas tierras extensas, de posibilidades
narra la lucha entre el capitán Ahab y una ballena ilimitadas.

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Cerrando ya el siglo XX, aunque el naturalismo ba que toda la realidad está relacionada mediante co-
pervivió en Estados Unidos hasta bien entrado el rrespondencias, y que estas correspondencias se
siguiente, se halla la obra de Jack London (1876- perciben a través de la evocación. Las sensaciones e
1916). Obras como La llamada de la selva y las na- imágenes adquieren, así, el valor de símbolos. Se
rraciones sobre Alaska han gozado de gran fama. consideran poetas simbolistas Baudelaire, Rimbaud
y, sobre todo, Mallarmé.
Charles Baudelaire (1821-1867) es el prototipo
LA POESÍA SIMBOLISTA del poeta que se rebela contra el ambiente fami-
Y NATURALISTA liar y contra los valores establecidos. Su vida bo-
hemia y desordenada no le impidió dedicarse con
La poesía de la segunda mitad del siglo XIX huye, pasión al arte y a la poesía. Las flores del mal, su
en general, de los excesos líricos subjetivos, pro- único libro, que recoge prácticamente toda
pios del romanticismo, y tiende a una mayor exi- su producción poética, valió a su autor un proceso
gencia, tanto desde el punto de vista formal como por inmoralidad, en el que fue condenado a pagar
conceptual. Sin renunciar a la expresión directa una multa y a retirar del libro media docena de
de la experiencia individual, el poeta busca un poemas. Las flores del mal recoge la herencia román-
mayor rigor en la expresión, al tiempo que el con- tica de rebeldía e inadaptación, pero tiende a la vez
tenido de los versos adquiere mayor densidad. al ideal, a la búsqueda de la evasión hacia un mun-
do soñado, que libere al hombre del hastío y del ho-
El «parnasianismo rror de la vida. Baudelaire trata
francés» estos temas no con la desespera-
El llamado parnasianismo preco- ción romántica, sino con un cierto
niza el «arte por el arte», el recha- distanciamiento; con unos versos
zo del mundo vulgar por parte alejandrinos perfectos, busca la be-
del poeta, para centrarse en la lleza de la forma para superar la
búsqueda de la belleza absoluta. fealdad de cuanto le rodea. Consi-
Los escritores parnasianos fueron derado tal vez el mayor poeta del
calificados de «decadentes», ad- siglo, Baudelaire es la primera voz
jetivo que ellos mismos acepta- lírica definitivamente moderna.
ron, en una actitud de desafío a la Otro de los autores cimeros de
sociedad que les atacaba, y que la poesía francesa de esta época es
ellos a su vez rechazaban. Como Paul Verlaine (1844-1896). Verlai-
una escisión de este decadentis- ne vivió una existencia agitada,
mo, apareció en 1886 un «mani- marcada por el alcoholismo, las re-
fiesto simbolista», que propugna- laciones tormentosas con el joven
Rimbaud y las crisis religiosas, y
acabó sus días en la mayor miseria,
de hospital en hospital, mientras,
paradójicamente, era elegido inter-
nacionalmente «príncipe de los
poetas». Poemas saturnianos, Fiestas
galantes, La buena canción, Roman-
zas sin palabras, Cordura y Antaño y
ahora son algunas de las obras de

Arriba, ilustración para Fiestas


galantes de Verlaine, obra en la que
domina el valor sugerente de lo
musical. Izquierda, portada de
Diarios íntimos de Baudelaire.
Derecha, retrato de Mallarmé por
Manet.

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LITERATURA UNIVERSAL

Verlaine, que van recogiendo las


alternancias espirituales de la vida
del poeta. La melancolía, la sen-
sualidad y la ternura aparecen
constantemente en una poesía ple-
na de lirismo, cuya musicalidad
domina por encima del contenido.
De la mano de Verlaine apareció
en París Arthur Rimbaud (1854-
1891), uno de los casos de preco-
cidad más extraordinarios en toda
la historia de la literatura. Huyó
de su casa a los dieciséis años, y a
los diecinueve publicó su primera
obra, Una temporada en el infierno;
al año siguiente escribió la segun-
da, Las iluminaciones, que no se Browning (izquierda) vivió una plácida existencia tradicional, pero sintió
publicó hasta bastante más tarde. la necesidad de revolucionar la poesía. Carducci (derecha), aunque
A partir de este momento, es de- intolerante con el catolicismo y el romanticismo, su figura sobrepasó el
ámbito de las letras para convertirse en un símbolo nacional.
cir, cuando el poeta tenía veinte
años, dejó de escribir y llevó una
vida aventurera. La obra de Rimbaud representa la «victoriana» por el largo reinado de la reina Victo-
actitud extrema de rebeldía, el nihilismo que quiere ria, no alcanzaría el nivel de la novela. La literatu-
destruirlo todo: familia, patria y religión; el poeta se ra se había hecho de gran público, y en ese con-
presenta a sí mismo como «vidente» y se sumerge texto poco lugar quedaba para la poesía. Alfred
en un mundo de visionario en el que nada puede Tennyson (1809-1892) y Robert Browning
analizarse racionalmente. Su poesía ha sido vista en (1812-1889) son los dos poetas más destacados
algunos aspectos como precedente del surrealismo del siglo. El primero se convirtió en el cantor ofi-
y es, sin duda, un anticipo de lo que será el sentido cial de la gloria del Imperio británico gracias a su
de la literatura europea del siglo XX. obra La carga de la brigada ligera; Browning, en
Opuesto al frenesí de Rimbaud, Stéphane Mallar- cambio, es un poeta oscuro, preocupado por bus-
mé (1842-1898) representa al escritor burgués, de car nuevas fórmulas en la poesía, que cristalizarían
vida apacible, que dedicaba su tiempo libre a escri- en la técnica del monólogo dramático. Campanas y
bir y corregir obsesivamente sus poemas. Mallarmé granadas, Los personajes del drama y El anillo y el li-
llevó el afán de perfección formal hasta sus últimas bro son algunas de sus obras más importantes.
consecuencias; la poesía debe sugerir sin nombrar.
La evocación simbólica a través de la imagen, que Italia
ya había aparecido en la obra de Verlaine, Mallarmé Italia, que había conseguido la unidad nacional
la convierte en exigencia estética irrenunciable. Sus tanto tiempo deseada, encontró en Giosuè Car-
obras, Herodías, La siesta de un fauno, La tumba de ducci la voz de este acontecimiento histórico. Ca-
Edgar Poe, tuvieron escasa resonancia en el momen- tedrático de literatura italiana en la Universidad de
to de su publicación, pero años más tarde su autor Bolonia, y senador más tarde, Carducci coronó su
fue reconocido como maestro de la poesía francesa. carrera recibiendo el premio Nobel en 1906. En
A la muerte de Mallarmé, una generación de poetas su obra, Odas bárbaras, arremete contra el senti-
simbolistas se dedicarían a vulgarizar, en los últi- mentalismo de los románticos rezagados e imita la
mos quince años del siglo XIX, la obra de los gran- poesía griega y latina; En la estación en una mañana
des poetas citados, sin que apareciera entre ellos de otoño es una composición que busca el equilibrio
ninguna figura de primer orden. entre el sentimiento del tema y la elegancia formal.
La poesía victoriana La poesía española
Mientras que la poesía francesa logró resonancia Continúa siendo romántica, pero se trata de un
universal, la poesía inglesa de esa época, llamada romanticismo depurado, despojado de lo que

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Este Retrato de la familia de Gustavo Adolfo Bécquer (izquierda) fue pintado por su hermano antes de que el
poeta contrajera matrimonio. Emily Dickinson (a la derecha portada de Poemas de amor) vivió recluida entre
los muros de un mundo privado, donde encontró a un compañero: un Dios creado por ella misma.

fuera demasiado estridente, para ganar en hondu- vista formal, Whitman fue un innovador: tiende
ra e intensidad lírica. Gustavo Adolfo Bécquer al verso libre y al poema en prosa.
(1836-1870) es el primer poeta contemporáneo En contraste con el temperamento vital de
español, y el iniciador de la gran floración de Whitman, Emily Dickinson vivió recluida volun-
poetas que se consolidará en la generación del 98 tariamente en su casa, en Amherst, un pueblecito
y perdurará a lo largo del siglo XX. De carácter tí- de Nueva Inglaterra, totalmente alejada del mun-
mido y soñador, Bécquer manifiesta su extraordi- do. La obra completa de esta extraordinaria poeti-
naria sensibilidad en apenas un centenar de poe- sa no se ha conocido hasta bien entrado el si-
mas, recogidos en las Rimas, publicadas el año glo XX, ya que en vida no publicó nada y, tras su
después de su muerte. La inspiración poética, el muerte, sólo salió a la luz una pequeña parte de
amor, la desilusión, la soledad y el vacío son los los casi 1.500 poemas que compuso. Dios, el
temas que van apareciendo a lo largo de sus com- amor y la muerte son los temas dominantes en la
posiciones; los versos sencillos y espontáneos, en obra de Dickinson, que apenas guarda relación
los que predomina la rima asonante, siguiendo la con la literatura de su tiempo; las composiciones
tradición de la rima medieval española, se revis- son muy breves, despojadas de todo sentimenta-
ten de una tenue musicalidad y expresan la inti- lismo y escritas en un lenguaje extraño, de extra-
midad del poeta de forma delicada y contenida. ordinaria concisión y lleno de imágenes sorpren-
dentes, que ha deslumbrado a la crítica posterior
Estados Unidos y la ha consagrado como una de las voces líricas
Dos poetas ocupan un lugar de excepción en la li- más extraordinarias.
teratura estadounidense del siglo XIX: Walt Whit-
man (1819-1892) y Emily Dickinson (1830- Hispanoamérica:
1886). El primero fue un periodista autodidacta, precursores del Modernismo
desbordante y vital, que rompió con la tradición En el último tercio del siglo XIX, se observa en la
poética estadounidense insertada en la línea cul- poesía de Hispanoamérica una serie de influencias
tural europea. Su obra capital, Hojas de hierba, fue europeas, de la poesía francesa sobre todo, que
completada a lo largo de nueve ediciones sucesi- preparan la lírica brillante y formalmente renova-
vas; en ella Whitman exalta la vida y el amor con dora que tendrá en Rubén Darío su mejor expre-
una sensibilidad carente de prejuicios, lo cual le sión. En esta época de preparación del moder-
valió ser acusado de inmoralidad y que la obra nismo destacan cuatro poetas: Martí, Gutiérrez
fuera prohibida varias veces. Desde un punto de Nájera, Casal y Silva.

720
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LITERATURA UNIVERSAL

José Martí (1853-1895), héroe de la indepen- vida marcada por los infortunios familiares, eco-
dencia cubana, cultivó una poesía depurada, de nómicos y artísticos. En su obra, muy influida por
transición entre el romanticismo y el moder- Leopardi, Bécquer, Poe y Baudelaire, entre otros,
nismo. Su obra poética es breve, Ismaelillo, Versos aparecen dos temas constantes: la noche y la
sencillos y Versos libres, pero dotada de enorme li- muerte. A veces, el sentimiento de desengaño
rismo. Su obra en prosa, de la que Darío dijo que conduce al poeta a evocar su infancia, como
era la más bella del mundo, abarca todos los gé- ejemplo del paraíso perdido. La poesía de Silva,
neros, y merece ser destacado en particular el más próxima al romanticismo, queda como un
Diario de su última expedición militar. hecho aislado dentro del modernismo. Por los
El mexicano Manuel Gutiérrez Nájera (1859- mismos años en que murieron estos cuatro poe-
1895), que usó el seudónimo de «El duque Job», tas, todos casi al mismo tiempo, la espléndida
fue un hombre cosmopolita, que traspasó a tie- madurez de Rubén Darío abría una nueva época
rras mexicanas la poesía decadentista francesa. en la poesía hispanoamericana.
Fundó la «Revista Azul», que sería uno de los ór-
ganos de difusión del modernismo hispanoameri-
cano, del que él mismo puede ser considerado EL TEATRO
uno de los iniciadores. Toda su obra poética está
recogida en Poesías, y en ella se observa claramen- En el panorama del teatro europeo de la segunda
te la influencia francesa. La obra de Julián del Ca- mitad del siglo XIX, el teatro escandinavo fue el
sal (1863-1893), poeta cubano de vida breve y que mayor partido sacó de la concepción realista
amarga, aparece ensombrecida por el dolor. Muy de la escena. El noruego Bjørnstjerne Bjørnson
influido por los poetas franceses, escribió Hojas al (1832-1910) fue director de escena, autor de va-
viento, una obra de corte neorromántico, Nieve, rias obras dramáticas, entre las que destacan Más
con resonancias parnasianas y simbolistas, y Bus- allá de nuestras fuerzas, y de la letra del himno na-
tos y rimas, que supone la culminación del mo- cional. En 1903 recibió el premio Nobel de Lite-
dernismo. ratura. Compatriota de Bjørnson fue Henrik Ib-
El suicidio pasional de José Asunción Silva sen (1828-1906), el dramaturgo más famoso de
(1865-1896), poeta colombiano, es algo más que la época y una de las grandes figuras del teatro
un dato de su perfil biográfico; es el fin de una universal. Una de sus primeras obras fue un dra-

Izquierda, Rubén Darío entre los escritores Alcides Argüedas y Leopoldo Lugones. Darío fue un hombre
cosmopolita que supo asimilar y recrear diversas influencias. Derecha, Manuel Gutiérrez Nájera, considerado
un precursor del modernismo, aunque su lenguaje y su estética están profundamente influidos por lo francés.

721
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En Rusia, el teatro fue cultiva-


do generalmente como comple-
mento de otras actividades lite-
rarias que acaparaban el interés
de los escritores. Tolstoi, Push-
kin, Turgueniev y Chejov se
acercaron ocasionalmente al dra-
ma, aunque son más conocidos
por su obra narrativa; no obstan-
te, Anton Chejov sí merece una
mención especial como drama-
turgo. Sus obras más importan-
tes, El tío Vania, Las tres herma-
nas y El jardín de los cerezos
siguen teniendo vigencia y son
representadas habitualmente en
La obra de BjØrnson (izquierda) se inspira en el medio rural, que mantenía todo el mundo. El tema común
puras las costumbres y la lengua. Ibsen (derecha) bucea en el alma de sus del teatro de Chejov es la frustra-
personajes hasta desvelar todos sus secretos y contradicciones. ción, encarnada en unos perso-
najes que muestran una actitud
ma romántico en verso, Peer Gynt, cuyo protago- de indiferencia y pasividad ante el mundo exte-
nista ha sido considerado por los escandinavos rior, aunque ocultan en su interior intensos dra-
como un símbolo nacional; pero Ibsen enseguida mas, todo ello en una atmósfera cansada, soño-
empezó a utilizar la prosa en sus dramas de ideas y lienta y melancólica.
de denuncia social. La lucha entre la sinceridad y la En la Inglaterra victoriana, el teatro, al igual
mentira es el tema dominante en casi todas sus que la poesía, no fue el género más cultivado;
obras: Casa de muñecas, una de las piezas más fa- sólo en el último cuarto de siglo dos escritores ir-
mosas, Espectros y Un enemigo del pueblo forman landeses animan la escena inglesa: Wilde y Shaw.
parte de un primer período de la producción ibse- Oscar Wilde (1854-1900), autor de una conoci-
niana, al que siguen El pato salvaje y Hedda Gabler, da novela, El retrato de Dorian Gray, escribió co-
obras que reflejan la vida interior del individuo, medias de salón, de ambiente contemporáneo,
encerrado en un ambiente asfixiante que no le per- con las que obtuvo un enorme éxito. En El abani-
mite respirar. El teatro de Ibsen causó en su época co de lady Windermere, Una mujer sin importancia,
un gran escándalo, porque ponía al descubierto las El marido ideal y La importancia de ser formal (o
bases falsas de hipocresía y prejuicios absurdos so- La importancia de llamarse Ernesto) Wilde desplie-
bre los que estaba asentada la socie-
dad. El sueco August Strindberg
(1849-1912) es la tercera figura del
teatro escandinavo. Su visión
del mundo es pesimista y cruel,
como reflejo de la crueldad con que,
según sus propias palabras, la vida le
había tratado a él. Entre su produc-
ción dramática cabe destacar El padre
y La señorita Julia, ésta la más famosa
de sus obras, donde trata de la impo-
tencia del ser humano para escapar a
la predeterminación social.

Decorado para el montaje teatral de


El jardín de los cerezos de Chejov.

722
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LITERATURA UNIVERSAL

ga sus dotes de observador agu-


do de la realidad, y con un inge-
nio brillante caricaturiza y criti-
ca. El escándalo suscitado por
un proceso en el que el escritor
fue condenado a dos años de
trabajos forzados, arruinó su
brillante carrera de dramaturgo
y sus obras fueron retiradas in-
cluso de las librerías.
George Bernard Shaw (1856-
1950), nacido en Dublín, emigró
a Londres, donde vivió pobre-
mente hasta que se casó con una
rica heredera. Sus primeras
obras, Casas de viudos y La profe-
sión de la señora Warren, en las Izquierda, G. B. Shaw, cuya obra se enmarca en un teatro técnicamente
que denuncia la injusticia y la conservador, concebido como un teatro de ideas. Derecha, ilustración de
mentalidad conformista de Beardsley para Salomé, de Óscar Wilde.
la burguesía, fueron rechazadas
por los teatros. Shaw pasó entonces a escribir un das internacionalmente, en especial la segunda,
teatro más «agradable», no exento de ironía, pero popularizada a través de la comedia musical My
con una sátira más suavizada: Hombre y superhom- fair lady. En 1925 fue galardonado con el premio
bre y Pygmalion son algunas de sus obras conoci- Nobel de Literatura.

LAS CORRIENTES
LITERARIAS MUNDIALES
EN EL SIGLO XX
La literatura del siglo XX surge de una ruptura con los valores decimonónicos. La crisis de la
conciencia burguesa provocó el alejamiento de los intelectuales de las posiciones políticas y
culturales de su propia clase, y las dos guerras mundiales vinieron a demostrar que los avances
de la ciencia y de la técnica no habían conseguido hacer más feliz la vida del hombre. El
escritor sintió la urgencia de revisar los valores heredados y sustituirlos por otros nuevos, al
tiempo que el descubrimiento del psicoanálisis le permitía bucear en su intimidad como fuente
de la conciencia. Frente a fórmulas de escuela, se afirmó la libertad creadora y surgieron
múltiples movimientos de vanguardia que agruparon tendencias artísticas muy diversas.

POESÍA individuales con características muy definidas,


cuya personalidad poética está por encima de las
La poesía del siglo XX deriva del simbolismo, pero tendencias. En cualquier caso, la radicalización de
se bifurca en dos sentidos: por una parte, la poesía posturas estéticas anteriores hace que la poesía se
de ruptura e innovación nacida de los movimien- vea como algo oscuro e ininteligible, al alcance
tos vanguardistas y, por otra parte, una poesía me- sólo de unos pocos especialistas, y que se acentúe
nos experimental centrada en una serie de figuras el divorcio entre el público y los poetas modernos.

723
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Izquierda, retrato premonitorio de G. Apollinaire por De Chirico; a


través de Apollinaire la poesía deriva hacia los vanguardismos más
radicales. Centro, portada de Poesía a Beny de Marinetti. Derecha,
manifiesto poético-pictórico de André Breton. Abajo, portada de La
tierra baldía de T. S Eliot.

Los movimientos de vanguardia Louis Aragon


Los primeros movimientos de vanguardia nacie- y Paul Éluard
ron y se desarrollaron en la segunda década del fueron los poe-
siglo, sobre todo en Francia y en Italia, aunque tas franceses
luego se extendieron por toda Europa y América. más destacados
El cubismo, que arrancó con Guillaume Apolli- de este movi-
naire (1880-1918), pretendía deshacer la reali- miento, que se
dad para recomponerla libremente mezclando extendió por
conceptos e imágenes. De Apollinaire son famo- todo el mundo.
sos sus Caligramas, en los que la especial disposi- El ámbito de
ción tipográfica de los versos forma «imágenes vi- estos movimientos artísticos no se redujo a la poesía
suales». El dadaísmo, del rumano Tristan Tzara, sino que se extiende a todas las artes, incluido el
pretendía la aniquilación absoluta de todos los cine. Es bien evidente la presencia de imágenes su-
valores estéticos y proponía la creación de un len- rrealistas en el cine de Buñuel (que fue el pionero),
guaje incoherente. El futurismo, del italiano Ma- de Fellini, de Alain Resnais y de otros muchos
rinetti, exaltaba determinados elementos de la cineastas.
vida moderna (las máquinas, la velocidad), y afir- Junto a los escritores que acusaban, en mayor o
maba que el arte sólo puede ser injusticia, violen- menor grado, la influencia de estos movimientos
cia y crueldad. Pero, sin duda, el más importante vanguardistas, apareció una serie de grandes poe-
de todos estos movimientos fue el surrealismo. tas que destacaron con voz propia, aunque no fue-
Nacido en Francia de la mano de André Breton ron ajenos a las tendencias dominantes: William
(1896-1966), propugnaba una liberación total Yeats (1865-1939) y T. S. Eliot (1888-1965), en
del hombre, que debe acceder a una super-reali- Inglaterra; Paul Valéry (1871-1945) y Paul Clau-
dad (de ahí el nombre de sur-réalité), que se halla del (1868-1955), en Francia; Giuseppe Ungaretti
en el fondo de su conciencia. La poesía es, según (1888-1970) y Eugenio Montale (1896-
Breton, el instrumento idóneo para liberar el po- 1981), en Italia; Rainer Maria Rilke (1875-1926),
der creador del hombre y, así, en el poema apare- en Alemania; Fernando Pessoa (1888-1935), en
cen asociaciones libres de palabras, metáforas in- Portugal, y Constantin Kavafis (1863-1933),
sólitas, imágenes oníricas y hasta delirantes. en Grecia.

724
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LITERATURA UNIVERSAL

El modernismo hispanoamericano quesinas dieciochescas, en las estrofas y ritmos más


La poesía en lengua española alcanzó en el si- inesperados aparecen las imágenes más brillantes.
glo XX una nueva Edad de Oro. Arrancó con el mo- Pero no todo es ornamentación y valores sensoria-
dernismo hispanoamericano y daría a lo largo de les, pues en la poesía de Rubén Darío aparece tam-
todo el siglo algunas de las voces líricas más bri- bién un gran intimismo y una profunda reflexión
llantes de la poesía mundial. El modernismo fue sobre la existencia, el amor y la muerte.
un movimiento literario que se desarrolló, aproxi- Seguidores de Rubén Darío fueron multitud de
madamente, entre 1885 y 1915, y cuya figura má- poetas, entre los que destacan el argentino Leopol-
xima sería el poeta nicaragüense Rubén Darío. Era do Lugones, los peruanos José Santos Chocano y
en cierta medida una síntesis del parnasianismo y José María Eguren, y el mexicano Amado Nervo.
del simbolismo, aunque también cabe señalar in- Fue precisamente en México donde Enrique Gon-
fluencias románticas, que se tradujeron en un re- zález Martínez proclamó en unos versos la muerte
chazo de la sociedad y un ansia de evasión en el del modernismo, y Ramón López Velarde supone
espacio y en el tiempo. Supo crear un nuevo len- ya el tránsito del modernismo al vanguardismo. En
guaje lleno de imágenes deslumbrantes, de efectos la poesía de vanguardia sobresale la obra del chile-
sonoros y de notas de color, del que parte toda la no Vicente Huidobro, cuya influencia en la poesía
poesía posterior en lengua castellana. Aunque los española sería muy notable. Al margen de las estri-
precursores del modernismo fueron los cubanos dencias vanguardistas se sitúa la poesía del argenti-
José Martí y Julián del Casal, el mexicano Gutiérrez no Jorge Luis Borges y de los cubanos José Leza-
Nájera y el colombiano José Asunción Silva, la fi- ma Lima y Nicolás Guillén, pero nos detendremos
gura máxima es Rubén Darío. especialmente en tres grandes figuras: César Valle-
Félix Rubén García Sarmiento llamado Rubén jo, Pablo Neruda y Octavio Paz.
Darío (1867-1916), publicó en 1888 Azul, la obra César Vallejo (1892-1938) nació en Perú, pero
que se considera el punto de arranque de la poesía se trasladó a París, donde convivió con los escri-
modernista. Viajó a España en dos ocasiones, y se tores de vanguardia, y pasó también algunas tem-
convirtió, más que en poeta admirado, en un au- poradas en España. Su trayectoria poética está
téntico ídolo. Prosas profanas, Cantos de vida y espe- marcada por tres grandes libros: Los heraldos ne-
ranza, El canto errante y Poema del otoño son libros gros supone la superación del modernismo en
llenos de innovaciones formales. En una esceno- unos poemas que hablan de la realidad inmedia-
grafía muchas veces convencional, de cisnes y par- ta; en Trilce, Vallejo rompía con las formas tradi-
ques, estatuas griegas, claustros medievales y mar- cionales, y su obra tardaría unos años en ser com-

Izquierda, portada de Tierras solares de Rubén Darío; en su obra, el poeta intentó fundir la tradición
hispánica con las innovaciones francesas. Centro, portada de Ayacucho y los Andes del poeta y político
peruano José Santos Chocano. Derecha, portada de La amada inmóvil de Amado Nervo, considerado la figura
lírica mexicana más importante de su época.

725
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Izquierda, el argentino Leopoldo Lugones, cuya importancia literaria va


unida a su labor política y cultural. Centro, el poeta peruano César
Vallejo. Derecha, retrato cubista del chileno Pablo Neruda, el poeta
universal. Abajo, el premio Nobel mexicano Octavio Paz con su esposa.

prendida; Poemas humanos es su obra cumbre, menes: Liber-


inspirada fundamentalmente en sus inquietudes tad bajo pala-
sociales, pero no por ello menos rigurosa en el bra, Salaman-
lenguaje poético. Es esta capacidad de combinar dra y Ladera
las responsabilidades sociales y las exigencias es- Este. La poesía
téticas lo que ha hecho de Vallejo uno de los má- de Octavio Paz
ximos creadores del siglo. parte de una
Neftalí Ricardo Reyes es el verdadero nombre de estética neorro-
Pablo Neruda (1904-1973), poeta chileno que viajó mántica para integrarse plenamente en las van-
por todo el mundo en misiones diplomáticas y reci- guardias; pretende mostrarnos el poder de la pala-
bió en 1971 el premio Nobel. Su producción es ex- bra fundamentando la creación poética en la mis-
tensísima: Veinte poemas de amor y una canción deses- ma escritura. El resultado es a veces una poesía
perada es un libro de amor juvenil y una de las obras oscura, aunque plena de sugestión. Discos visuales,
poéticas más leídas en todo el mundo. En Residencia Pasado en claro y Libertad bajo palabra son algunas
en la tierra Neruda incorpora las novedades van- de sus últimas creaciones. Desaparecidos Vallejo y
guardistas y proporciona una visión del hombre Neruda, Octavio Paz es la máxima figura de la
como una criatura extraviada en un mundo caótico. poesía hispanoamericana actual y uno de los maes-
El poeta escapa de la desolación mediante el com- tros de todas las generaciones jóvenes.
promiso político, y en Tercera residencia y Canto ge-
neral aparece una nueva esperanza, la posibilidad de El modernismo en España
construir un mundo más habitable. Odas elementales La poesía española del siglo XX hunde sus raíces
exalta la realidad inmediata, en un lenguaje más sen- en el modernismo. Dos de los grandes poetas de
cillo y en un tono optimista. En sus últimas produc- este siglo, Antonio Machado y J. R. Jiménez, tie-
ciones, el gran poeta de Isla Negra alterna la poesía nen en su producción claras influencias moder-
de inspiración social con bellos poemas personales. nistas.
Octavio Paz, nacido en Ciudad de México en Antonio Machado (1875-1939) comenzó pu-
1914, es una figura de enorme talla intelectual, que blicando Soledades, galerías y otros poemas, con
fue galardonada con el premio Nobel en 1990. claras influencias simbolistas y modernistas, aun-
Además de una extensa producción en prosa, su que en un tono intimista, desde el que aborda el
creación poética aparece recogida en tres volú- fondo del alma, para hallar en ella recuerdos de la

726
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LITERATURA UNIVERSAL

infancia, melancolía y un amor más soñado que se reunieron para celebrar el tercer centenario de
vivido. En Campos de Castilla aparece una preocu- la muerte de Góngora. Nacidos entre 1891 y
pación patriótica; los paisajes y las gentes de Cas- 1903, y unidos por una amistad personal, coinci-
tilla inspiran a Machado meditaciones sobre el dían también en su concepción de la poesía: una
pasado, el presente y el futuro de España, todo síntesis entre lo sentimental y lo intelectual, entre
ello mezclado con sentimientos personales de so- la pureza estética y la humanidad. Estaban muy
ledad y tristeza. Nuevas canciones es la última obra influidos por los vanguardismos y por Juan Ra-
de un poeta que conmueve por su humanidad y món Jiménez, pero a la vez sentían una gran
su compromiso personal. admiración por los clásicos y por la tradición. Fe-
Más compleja es la poesía de Juan Ramón derico García Lorca, Dámaso Alonso, Vicente
Jiménez (1881-1958), prototipo del poeta consa- Aleixandre, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo
grado por entero a su obra, que dedicó «A la mi- Diego, Emilio Prados, Luis Cernuda, Manuel
noría, siempre». Juan Ramón comenzó escribien- Altolaguirre y Rafael Alberti (el único supervi-
do bajo el influjo modernista Arias tristes, Poemas viente del grupo) son los integrantes de una ex-
mágicos y dolientes y Sonetos espirituales. La ruptu- traordinaria generación de poetas, como no se ha
ra definitiva con el modernismo se produjo en dado jamás en toda la poesía española. Dado que
1916, durante su estancia en Nueva York con no es posible entrar en el análisis pormenorizado
ocasión de su boda, y el fruto de esta ruptura fue de la obra de cada uno de ellos, cabe destacar al
Diario de un poeta recién casado, un libro de «poe- menos que a Vicente Aleixandre le fue concedido
sía desnuda», desprovisto de lo anecdótico y con- el premio Nobel en 1977, y que tal vez García
centrado en lo conceptual. En Eternidades, Piedra Lorca sea el que haya tenido una mayor difusión:
y cielo, Poesía y Belleza continúa este proceso de las circunstancias dramáticas de su muerte y la te-
interiorización, que se corona con La estación to- mática andaluza y gitana, tan frecuente en su
tal, obra en la que el poeta expresa su ansia de be- obra, le han convertido en un poeta extraordina-
lleza y de eternidad. Juan Ramón, a quien se le riamente popular.
concedió en 1956 el premio Nobel, fue el poeta En la poesía española de posguerra merecen ser
puro que sirvió de guía para los componentes del destacados otros grandes poetas que cultivan la
grupo poético del 27, al menos en sus comienzos. llamada poesía social, una poesía claramente
comprometida con el hombre y el mundo que le
La generación del 27 y la posguerra rodea; destacan, entre otros, Miguel Hernández
La llamada «generación del 27» está compuesta (1910-1942), Blas de Otero (1916-1979) y Ga-
por un grupo de poetas españoles que en tal año briel Celaya (1911-1991). Esta poesía inconfor-

La obra de Antonio Machado (izquierda) representa quizá la más profunda meditación sobre el proceso de decadencia
de España. Centro, Juan Ramón Jiménez, el poeta sentimental y a la vez concentrado en el intento de materializar las
experiencias inexplicables. Derecha, García Lorca cuya muerte temprana truncó una obra en plena madurez.

727
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de origen rumano, creador del


llamado teatro del absurdo. En
La cantante calva, Rinoceronte y El
rey se muere, Ionesco presenta al
hombre perdido en un mundo
absurdo, y lo hace planteando
unas situaciones y un lenguaje
también absurdos: situaciones
ilógicas, acciones incoherentes,
frases sin sentido. El teatro del
absurdo ha sido cultivado tam-
bién por Samuel Beckett (1906-
1989) que, aunque nacido en Ir-
landa, ha escrito la mayor parte
de su obra en francés. Esperando
a Godot, su primer drama, es sin
Gerardo Diego (izquierda) fue, por edad, el primero de los componentes duda una de las obras cumbre
de la llamada «generación del 27». Rafael Alberti (derecha) ha del teatro contemporáneo. En
mantenido siempre una actitud políticamente comprometida, que ella vemos cómo unos personajes
en ocasiones se ha reflejado en su obra.
esperan a ese Godot, del que
nada se sabe y que nunca llega, y
mista y preocupada por el hombre fue sustituida, mientras esperan se van sucediendo escenas ab-
hacia los años sesenta, por una poesía más subje- surdas. Final de partida y ¡Oh, días felices! comple-
tiva, más depurada y menos patética. Jaime Gil tan la producción más conocida de Beckett.
de Biedma (1929-1990), José Ángel Valente y El siciliano Luigi Pirandello (1867-1936) es el
Claudio Rodríguez, nacidos todos entre 1929 y renovador del teatro italiano moderno. Así es (si
1934, son los poetas que sobresalen en esta línea, así os parece), Seis personajes en busca de un autor,
y además llamados a ejercer un especial magiste- Enrique IV y Esta noche se improvisa son las princi-
rio en las generaciones posteriores. pales obras en las que Pirandello crea el «teatro
del teatro», es decir, son los propios personajes de
ficción los que cobran vida, se rebelan y se impo-
TEATRO nen a su autor para representar su propio drama.

Los cambios que ha ido experimentando la litera- El teatro social


tura desde principios del siglo XX no podían dejar Una buena parte de la producción teatral europea
de afectar al teatro, en su doble vertiente de géne- del siglo XX parte de una postura comprometi-
ro literario y de espectáculo. Las primeras nove- da del autor. Se entiende por literatura compro-
dades se presentaron como una reacción contra el metida aquella que no se limita a presentar la rea-
teatro realista y naturalista del siglo anterior. lidad, sino que pretende transformarla; el escritor
quiere intervenir en la marcha de la historia y
Del simbolismo al absurdo piensa que su obra puede ser útil. Así nace el tea-
El francés Paul Claudel (1868-1955) quiso hacer, tro social, en el que se pueden incluir el inglés
como antítesis del teatro naturalista, un drama John Osborne, de la generación de «jóvenes aira-
poético y simbólico. Cabeza de oro, La anunciación dos» que a partir de 1956 renovó el teatro inglés,
a María y El zapato de raso son sus obras más fa- el irlandés Sean O'Casey, los suizos de habla ale-
mosas, que no fueron representadas hasta muchos mana Max Frisch y Friedrich Dürrenmatt y, so-
años más tarde, dada la enorme extensión de algu- bre todo, el alemán Bertold Brecht (1898-1956).
na de ellas y la complejidad de su montaje. Junto a La producción teatral de Brecht comprende obras
Paul Claudel, los nombres de Jean Giraudoux y como La ópera de cuatro cuartos, Madre Coraje, Te-
Jean Anouilh dominaron la escena francesa hasta rror y miseria del Tercer Reich y El Círculo de tiza
que a mediados de siglo apareció la figura de caucasiano, en las que presenta al hombre deba-
Eugène Ionesco (1912-1994), escritor francés tiéndose entre fuerzas opuestas porque la socie-

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LITERATURA UNIVERSAL

Inclán (1866-1936) no era verda-


dero teatro, y que en su mayor
parte era irrepresentable. Lo que
sucede es que Del Valle-Inclán re-
volucionó el arte escénico crean-
do numerosos escenarios, y hasta
se declaró partidario de un teatro
«que siga el ejemplo del cine ac-
tual». Además de las comedias
bárbaras y de obras como Divinas
palabras, en la producción teatral
de Del Valle-Inclán destaca la cre-
ación del esperpento, una visión
del mundo sistemáticamente de-
formada, en la que los personajes
aparecen como muñecos o pele-
Izquierda, ilustración para la obra de B. Brecht En la jungla de las ciudades. les. Luces de bohemia, la primera
El teatro de Brecht se sirve de un lenguaje duro para desvelar las hipocresías obra a la que dio el nombre de es-
sociales y económicas. Derecha, Del Valle-Inclán, a quien el general Primo de perpento, dramatiza el viaje de
Rivera calificó de «eximio escritor y extravagante ciudadano».
Max Estrella al fondo de la noche,
donde reinan la injusticia y las
dad es una lucha constante. Brecht se propone miserias de toda índole. La obra de Del Valle-
distanciar al espectador de lo que sucede en el es- Inclán, que en su tiempo fue rechazada, ha sido
cenario para que saque sus propias conclusiones, reivindicada más tarde como el mejor teatro espa-
y lo hace valiéndose de múltiples recursos escéni- ñol de los tres últimos siglos. El teatro de Federico
cos: interrumpe la acción por medio de cancio- García Lorca (1898-1936) es el teatro del deseo
nes, hace aparecer carteles con reflexiones o imposible, de los amores condenados a la soledad,
convierte al actor en juez del personaje que inter- de los prejuicios de casta. Lorca revitaliza los mitos
preta. La obra de Brecht, una de las más importan- clásicos en tragedias de ambiente rural, y así la
tes del siglo, ha dejado profunda huella en todo el cima de su teatro la constituyen tres tragedias: Bo-
teatro europeo contemporáneo, y sigue siendo in- das de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba, en
terpretada constantemente en todo el mundo. las que los prejuicios, el erotismo trágico y la fatali-
dad conducen casi inevitablemente a la muerte.
El teatro español
La producción dramática española se abre en el si- Boceto para un decorado de La casa de Bernarda
glo XX con la obra de Jacinto Benavente (1866- Alba de García Lorca. El lenguaje dramático
1957), un comediógrafo que comenzó intentando lorquiano alcanzó en esta obra el máximo realismo.
renovar la escena y que, ante el fraca-
so, se decantó más tarde por la co-
media de salón. Los intereses creados,
Señora ama y La malquerida le otor-
garon la fama y el favor del público.
En 1922 se le concedió el premio
Nobel, pero ya entonces la crítica jo-
ven le acusaba de «conservador». Si
el teatro de Benavente era el teatro
que triunfaba, el teatro que pretendía
innovar era el de Valle-Inclán y de
García Lorca, síntesis de las inquietu-
des teatrales del momento. Durante
mucho tiempo se consideró que la
obra dramática de Ramón del Valle-

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Estados Unidos: teatro y cine teatrales han sido llevadas a la pantalla, sino que
Desde el segundo cuarto de siglo, en Estados Uni- el cine se nutre de actores y autores procedentes
dos el teatro conoció un período de extraordina- del mundo teatral, y éste a su vez aprovecha las
ria brillantez. Eugene O'Neill (1888-1953) se infinitas posibilidades que la técnica cinemato-
impuso a partir de Más allá del horizonte como el gráfica le ofrece. De este interesante intercambio
autor dramático más importante del país. Su tea- surge un panorama escénico sumamente fecundo
tro presenta el choque del hombre con una natu- y atractivo.
raleza cruel y brutal, ante la que es inútil todo
intento de reforma. De entre su extensa produc- El teatro experimental
ción destacan El emperador Jones, Deseo bajo los ol- A partir del teatro del absurdo, se desarrollaron
mos, El gran dios Brown, Extraño intermedio y la tri- en Europa y América diversas corrientes de teatro
logía A Electra le sienta bien el luto, transposición experimental. Se trata de un teatro que prima el
de la Orestíada de Esquilo al ambiente de la gue- espectáculo sobre el texto literario, incorporando
rra de Secesión americana. En 1936 le fue conce- elementos del circo, el cabaret, la danza, etc. Se
dido el premio Nobel. Otros nombres de interés rompe la tradicional separación entre escenario y
en el teatro estadounidense son William Saroyan, sala, e incluso en ocasiones estos espectáculos se
Thornton Wilder, Arthur Miller y Tennessee Wi- desarrollan en la calle. Los montajes de Ronconi,
lliams. Arthur Miller critica en su teatro a la so- en Italia, o del Living Theatre, en Estados Unidos,
ciedad, encarnada en el drama individual de sus son muestras de esta concepción teatral.
protagonistas: Muerte de un viajante, Las brujas de
Salem, Panorama desde el puente y Después de la
caída, inspirada esta última en su fracasado matri- NARRATIVA
monio con la actriz Marilyn Monroe, son obras
universalmente conocidas. Por su parte, Tennes- En la primera mitad del siglo XX se estableció una
see Williams (1915-1983) situaría sus dramas en clara diferencia entre los escritores que replantea-
el ambiente del viejo Sur, decadente y cerrado a la ban la esencia misma de la novela y la convertían
realidad, que se refugia en recuerdos de un pasa- en un análisis profundo del ser y la mente del
do. El tema de la frustración femenina se repite en hombre, y aquellos que proseguían el desarrollo
el teatro de Williams y le otorga un peculiar tono del género sin grandes cambios.
erótico. El zoo de cristal, Un tranvía llamado Deseo,
Verano y humo, La gata sobre el tejado de cinc y Dul- La novela francesa contemporánea
ce pájaro de juventud abordan desde distintos án- El gran renovador de la novela francesa fue Marcel
gulos esta temática. Es importante destacar cómo Proust (1871-1922). En busca del tiempo perdido es
el teatro estadounidense está relacionado con el el título general de unos quince volúmenes en los
cine; no solamente la mayoría de producciones que un narrador se dedica a reconstruir los recuer-
dos del pasado y se propone fijar
el tiempo, vencerlo, por medio
del arte. El resultado es una evo-
cación extensa y detallada del
mundo que conoció el protago-
nista, y al mismo tiempo una mi-
rada profunda al mundo interior
de los personajes, un análisis psi-
cológico que capta hasta los más
mínimos matices. Junto a la figu-

Izquierda, escena de la película


Deseo bajo los olmos, basada en la
obra teatral homónima de O'Neill.
Derecha, el dramaturgo Arthur
Miller cuyas obras han sido
llevadas casi todas a la pantalla.

730
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LITERATURA UNIVERSAL

Izquierda, Jean-Paul Sartre, el escritor crítico de la moralidad individual y social que rechazó el premio Nobel. Centro,
portada de El extranjero, obra en la que Albert Camus plantea cómo conciliar la fe con lo absurdo de la vida.
Derecha, Simone de Beauvoir, una escritora comprometida desde siempre con el movimiento feminista francés.

ra de Proust, destaca en la narrativa francesa una rebeldía, El extranjero y La peste, sus obras más fa-
serie de grandes escritores que están más situados mosas. Camus recibió el premio Nobel en 1957, y
en la línea de la tradición: André Gide, premio es uno de los autores más leídos en los últimos
Nobel en 1947, Colette, y los católicos Georges tiempos.
Bernanos y François Mauriac, este último premio A partir de la década de los cincuenta, la visión
Nobel en 1952. Una excepción la constituye de filósofos y moralistas sería sustituida por una
Louis-Ferdinand Céline (1894-1961), autor de perspectiva más fría y distanciada, el llamado
Viaje al final de la noche, obra escrita en un lengua- «nouveau roman» (nueva novela), que prescinde
je agresivamente innovador y coloquial, que ataca de casi todos los elementos propios de la novela
brutalmente todas las creencias y las leyes, y hasta para centrarse en la existencia aislada de los pro-
cuestiona la humanidad misma. tagonistas. Alain Robbe-Grillet es el máximo re-
Entre los escritores que se erigieron en críticos presentante de esta escuela, en la que se pueden
de la moralidad individual y social destaca Jean- incluir, salvando las lógicas diferencias, Michel
Paul Sartre (1905-1980), filósofo, novelista y Butor, Nathalie Sarraute y Marguerite Duras.
dramaturgo adscrito al existencialismo y compro-
metido políticamente con el marxismo. La náusea La novela inglesa moderna
y la trilogía Los caminos de la libertad son algunas La novela inglesa moderna empieza con Henry
de sus novelas más importantes. Entre su produc- James (1843-1916), escritor que experimentó
ción dramática cabe citar Las moscas, A puerta ce- nuevos caminos de expresión en Retrato de una
rrada, La mujerzuela respetuosa y Las manos sucias, dama, Los embajadores y La urna dorada, pero que
además de numerosos ensayos filosóficos y de crí- no fue comprendido en su momento. Autores de
tica literaria. En 1964 rechazó el premio Nobel. éxito fueron, en cambio, Rudyard Kipling (1865-
Simone de Beauvoir (1908-1986), compañera y 1936) y Joseph Conrad (1856-1924). El prime-
discípula de Sartre, mantuvo una avanzada pos- ro, de origen indio, fue autor de novelas de aven-
tura feminista en el ensayo El segundo sexo, escri- turas muy famosas ambientadas en la India, como
bió también novelas, como La invitada, y unas El libro de la selva y Kim. El segundo, un marino
memorias que llevan por título Memorias de una polaco que aprendió inglés a los veinte años, hizo
joven formal. Como Sartre, Albert Camus (1913- del mar y la aventura los protagonistas de sus no-
1960) también denunció el mal y la injusticia, velas Lord Jim, Tifón y Nostromo. No obstante, el
pero rechazó el compromiso político con el co- gran renovador de la narrativa inglesa fue el escri-
munismo. La idea del absurdo del mundo y la ne- tor irlandés James Joyce (1882-1941). Los cuen-
cesidad de una rebelión aparece en El hombre en tos agrupados bajo el título de Dublineses le reve-

731
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En Kim (izquierda), Kipling nos ofrece un cuadro de los aspectos más pintorescos de la India a través del hilo
conductor de las aventuras de un muchacho. Huxley ridiculiza en Un mundo feliz (centro) la fe del hombre
moderno en el progreso técnico y científico. Graham Greene ha sido traducido a los principales idiomas y
algunas novelas, como El tercer hombre (derecha), se han convertido en un clásico del cine.

laron como un observador excepcional de la vida satírica; George Orwell (1903-1950), que muestra
cotidiana de Dublín, pero fue su extensísima no- sus recelos ante un régimen totalitario en Rebelión
vela Ulises el gran acontecimiento literario del si- en la granja, y Graham Greene (1904-1991), la fi-
glo. La acción transcurre en un solo día, y narra gura más destacada, autor de novelas que, bajo la
las andanzas por Dublín de Leopold Bloom, un apariencia de un relato policiaco, desarrollan el
judío irlandés que ha perdido a su hijo y está pre- tema de la presencia del mal en el mundo y la lu-
ocupado por las infidelidades de su mujer. Se tra- cha del hombre por superarlo. Algunas de sus
ta de una versión moderna de la Odisea, en la que obras más conocidas son Brighton, parque de atrac-
aparecen continuas alusiones al mito homérico. ciones, El poder y la gloria, El tercer hombre, Nuestro
Las dificultades del libro residen en la forma de hombre en La Habana, El factor humano, y El capitán
expresión: cada parte está escrita de una manera y el enemigo, su última novela.
completamente diferente, y la obra acaba en un
largo monólogo interior, sin puntuación, que La narrativa estadounidense
constituye uno de los pasajes más famosos de la La narrativa en lengua inglesa tiene en Estados
literatura contemporánea. Unidos un grupo de brillantes escritores, bautiza-
El deseo de Joyce de apurar al máximo las posi- dos con el nombre genérico de «la generación
bilidades del lenguaje acabó con los residuos de perdida», que buscaron en Europa nuevos estí-
tradición decimonónica en la novela inglesa, y mulos para la creación literaria. Ernest Hemin-
marcó el comienzo de una nueva narrativa, que gway (1899-1961), periodista y premio Nobel en
tendría en Virginia Woolf (1882-1941) una de 1954, vivió en París y viajó por África y España,
sus figuras más destacadas. Sus novelas narran país por el que sentía una especial fascinación.
sucesos sin trascendencia, porque lo único Adiós a las armas, Por quién doblan las campanas,
importante es la vida interior de los personajes; El sobre la guerra civil española, y El viejo y el mar,
cuarto de Jacob, Orlando y Las olas son obras en las una novela corta, son algunas de sus obras más
que la originalidad y las audacias técnicas quedan conocidas. Francis Scott Fitzgerald (1896-1940),
mitigadas por una delicada poesía. el llamado «novelista de la era del jazz», presenta
Una nueva generación de escritores surgió en en El gran Gatsby toda la ruina moral de la época y
torno al fin de siglo: Aldous Huxley (1894-1963), el cataclismo que se avecinaba; Suave es la noche es
autor de Contrapunto y Un mundo feliz, una utopía un estudio profundo del hombre, y El último mag-

732
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LITERATURA UNIVERSAL

Izquierda, Ernest Hemingway, el portavoz más típico de la «generación perdida». Centro, portada de un libro
de historias breves de Scott Fitzgerald, en el que retrata la alta sociedad estadounidense. Derecha, cartel
cinematográfico de Al este del Edén, basada en la novela de John Steinbeck, donde cuenta la historia de una
familia estadounidense desde la guerra civil hasta la Primera Guerra Mundial.

nate trata sobre el ambiente de Hollywood. John La narrativa de los años cincuenta, que ha sido
Dos Passos (1896-1970) utiliza originales técni- llamada «década tranquila», cuenta asimismo con
cas narrativas en Manhattan Transfer, un cuadro nombres tan importantes como Truman Capote,
descriptivo de la vida de Nueva York, y en su fa- Jerome David Salinger, Saul Bellow, John Updike,
mosa trilogía U.S.A., compuesta por El paralelo Jack Kerouac y Vladimir Nabokov.
42, 1919 y El gran dinero, que pinta la sociedad es-
tadounidense en una época expansionista de pre- La narrativa en lengua alemana
guerra. Cuando en los años treinta la generación Desde principios de siglo, la novela en lengua ale-
perdida se reincorporó a su país, estaba escribien- mana, que incluye la producción de Alemania,
do en él una serie de novelistas; entre ellos, el ca- Austria y Checoslovaquia, conoció un gran resurgi-
liforniano John Steinbeck (1902-1968), premio miento; no obstante, ante la subida de Hitler la ma-
Nobel en 1962, y conocido sobre todo por Las yoría de los escritores alemanes tuvieron que expa-
uvas de la ira, novela de denuncia social de extra- triarse (los hermanos Heinrich y Thomas Mann,
ordinaria intensidad, y Al este del Edén, de la que Bertold Brecht, Robert Musil, Alfred Döblin, Her-
se hizo una versión cinematográfica protagoniza- mann Broch, Stephan Zweig, entre otros), mientras
da por el mítico James Dean. No obstante, la figu- que unos pocos, como Ernst Jünger, adoptaban la
ra más importante de este período, y sin duda una difícil postura de «emigrados interiores».
de las figuras cumbre de la narrativa contemporá- A la primera promoción pertenece también Her-
nea, es William Faulkner (1897-1962), recreador mann Hesse (1877-1962), que obtuvo el premio
del mundo sureño centrado en el imaginario con- Nobel en 1946 por una producción en la que des-
dado de Yoknapatawpha. Sus obras transcurren tacan Bajo las ruedas, Demian, El lobo estepario y El
en un clima de pesadilla, sobre el que pesan los juego de los abalorios. Pero las dos figuras domi-
recuerdos de la infancia, el tema del incesto, la in- nantes en el género narrativo son Thomas Mann y
diferencia ante la vida y la protesta contra el Franz Kafka. Thomas Mann (1875-1955) ha sido
industrialismo. Entre su extensa producción, cabe durante mucho tiempo la máxima figura literaria
destacar títulos como Sartoris, El ruido y la furia, en Alemania. Comenzó escribiendo una novela
Mientras agonizo, Santuario (la obra que le empezó realista, Los Buddenbrook, extensa crónica familiar
a dar popularidad), Absalón, Absalón, Las palmeras de la decadencia de una familia burguesa, pero a
salvajes e Intruso en el polvo. medida que avanzaba en su carrera de escritor,

733
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Mann fue profundizando en el sentido de la vida, toda su obra, pero su amigo Max Brod, desobede-
ante la que adoptó una postura de distanciamien- ciendo sus órdenes, dio a conocer al mundo una
to. La montaña mágica plantea las dudas de su pro- producción sorprendente por su originalidad.
tagonista, Hans Castorp, quien, en un sanatorio En la Alemania posterior a la última guerra mun-
suizo de alta montaña, se debate entre las ideas dial surgió una nueva generación de escritores, cuya
antagónicas de dos hombres y termina afirmando preocupación máxima es la obsesión por el estado
que el valor de las ideas siempre es relativo. A la totalitario y la defensa de la libertad personal, por di-
subida de Hitler al poder, Mann se exilió, primero vergentes que sean sus orientaciones personales.
a Suiza y luego a Estados Unidos, donde acabó ad- Cabe mencionar, entre otros, los nombres de Hein-
quiriendo la nacionalidad estadounidense. A este rich Böll, Gunther Grass, y el suizo Max Frisch.
período corresponde la mayor parte de su produc-
ción: José y sus hermanos, una extensísima novela La narrativa italiana
de tema bíblico, Carlota en Weimar, evocación de La narrativa del siglo XX se abría en Italia con la figu-
un episodio de la vida de Goethe, y El doctor Faus- ra de Gabriele d'Annunzio (1863-1938), a caballo
to, una nueva versión del mito de Fausto. aún entre dos siglos y continuador en principio del
Si una parte de la obra de Mann se inscribe aún en naturalismo, del que se apartaría para tender hacia
la tradición de la novela realista, la producción de un esteticismo y subjetivismo muy acentuados. El
Franz Kafka (1883-1924) es una combinación placer, El triunfo de la muerte, Vírgenes de las rocas y
de simbolismo y expresionismo. Tres novelas lar- El fuego son sus novelas más importantes. En la línea
gas, El proceso, El castillo y América, y numerosos de la tradición naturalista parecen situarse también
relatos breves, como La condena y La metamorfo- las dos primeras novelas de Italo Svevo (1861-
sis, presentan un mundo absurdo que obedece a 1928), Una vida y Senilidad, pero hay en ellas un
la lógica irracional de los sueños; asistimos a una análisis sutil de los rincones más íntimos de los per-
horrible pesadilla en la que los personajes no ad- sonajes, que se hará más evidente aún en La concien-
vierten la incoherencia de sus actos ni de sus pen- cia de Zen, una novela que publicó veinticinco años
samientos. El hombre es un ser incomunicable, más tarde y que le consagró definitivamente en todo
perdido en un mundo hostil y perseguido por el mundo. Los veinte años de fascismo que vivió Ita-
motivos que ignora. Kafka, que no publicó nada lia marcaron decisivamente a la literatura, que se de-
en vida, exigió que a su muerte fuera destruida batía entre dos polos opuestos: la extrema derecha

A la redacción de El hombre sin atributos (izquierda), incompleta en su parte final, consagró Musil buena
parte de su vida. Centro, Hermann Hesse, autor de temperamento sensible y comprometido en la
transformación de la cultura europea. Derecha, escena de la película El proceso, basada en la novela
homónima de Franz Kafka.

734
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LITERATURA UNIVERSAL

mussoliniana y la extrema izquier-


da comunista. Muchos escritores
se adhirieron al fascismo, aunque
por lo general casi todos acabaron
desilusionándose, como es el caso
de Kurt Erich Suckert, que utilizó
el seudónimo de Curzio Malapar-
te (1898-1957), cuya obra más fa-
mosa, La piel, describe los horrores
de la guerra y las crueldades de los
nazis. Alberto Moravia, seudóni-
mo de Alberto Pincherle (1907-
1990), fue objeto de persecución
durante el fascismo, y vio sus
obras prohibidas; una vez termi-
nada la guerra, alcanzó fama uni-
versal con sus novelas La romana, Azorín (izquierda), escritor minucioso, creador de una prosa capaz de
La desobediencia, La campesina y El captar la realidad inmediata. Baroja (derecha) se autodefinió como «un
tedio, obras en las que describe pajarraco del individualismo».
una humanidad insatisfecha y
frustrada. Moravia puede ser considerado precursor de un «segundo Siglo de Oro». Su punto de
del llamado neorrealismo novelesco, la visión de la arranque se halla en el movimiento modernista y
realidad social del país en la posguerra que ofrecen en la llamada «generación del 98». Los escritores
escritores como Carlo Levi, Elio Vittorini, Vasco agrupados bajo esta denominación, que hace re-
Prattolini y Cesare Pavese, el menos neorrealista de ferencia a la fecha en que España perdió sus últi-
todos los mencionados. mas colonias en Cuba y Filipinas, coinciden en
La obra de Cesare Pavese (1908-1950) contiene señalar la necesidad de regenerar la vida política y
muchos elementos autobiográficos y supone una cultural del país y adoptan el paisaje castellano
constante introspección. El hermoso verano, El dia- como símbolo. En el terreno puramente literario,
blo en las colinas y La luna y las hogueras constituyen oponen al realismo decimonónico una visión
la culminación de su breve carrera literaria, mien- personal y subjetiva: realidad y sensibilidad se
tras que El oficio de vivir, el diario publicado des- funden indisolublemente y se manifiestan en un
pués de su muerte, arroja cierta luz sobre su vida lenguaje sencillo, vivo y expresivo. Azorín, Ma-
interior. En los años cincuenta, el neorrealismo en- chado, Unamuno y Baroja son los principales in-
tró en crisis y se advierte un cierto predominio del tegrantes de esta generación, y su producción
tono intimista en las obras de Carlo Cassola, Gior- alcanza un valor excepcional.
gio Bassani, Italo Calvino y Giuseppe Tommasi di La obra de Miguel de Unamuno (1864-1936)
Lampedusa (1896-1957), el aristócrata siciliano responde a dos grandes preocupaciones: el pro-
que escribió en el último año de su vida El gatopar- blema de España y el sentido de la vida humana.
do, novela cuyo enorme éxito se vio acrecentado La primera se refleja en títulos como En torno al
por la extraordinaria versión cinematográfica que casticismo y Andanzas y visiones españolas, mien-
de ella hizo Luchino Visconti. Las obras de Leo- tras que la segunda está expresada en tratados fi-
nardo Sciascia (1921-1989), periodista, novelista losóficos, Del sentimiento trágico de la vida y La
y político, tratan temas muy relacionados con su agonía del Cristianismo, y en novelas como San
Sicilia natal: Las parroquias de Regalpetra, El día de Manuel Bueno. Unamuno, que puede considerarse
la lechuza, Los tíos de Sicilia, A cada uno lo suyo y una precursor del existencialismo moderno, se plan-
curiosa versión actualizada del Cándido de Voltaire, tea angustiosamente el problema de Dios y de la
Cándido o un sueño siciliano. inmortalidad, y se debate entre la razón, que le
lleva al escepticismo, y el corazón, que necesita
La narrativa española desesperadamente a Dios.
Al llegar al siglo XX, la literatura española experi- José Martínez Ruiz «Azorín» (1873-1967) es,
mentó un florecimiento que casi permite hablar en cambio, un escritor más contemplativo, que

735
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La fuerza narrativa de Baroja, su


testimonio social y la sobriedad
de su estilo le convierten en el no-
velista más importante de la litera-
tura española contemporánea y
en el modelo de muchos novelis-
tas posteriores, tanto españoles
como extranjeros.
La convulsión que supuso la
guerra civil española y la desorien-
tación cultural de la inmediata
posguerra se acusarían en la nove-
la, que estaría dominada por la an-
gustia y por un afán de reflejar las
duras condiciones de la existencia.
En esta etapa de búsqueda la figu-
ra capital será Camilo José Cela
Miguel Delibes (izquierda) un narrador prolífico de la literatura (n. 1916); su primera novela, La
española contemporánea. Incisivo y lúcido en toda su obra literaria, familia de Pascual Duarte, retrato
Camilo José Cela fue galardonado con el premio Nobel en 1989. truculento de la miseria humana,
y La colmena, descripción del am-
siente una profunda nostalgia por el paso del tiem- biente sórdido del Madrid de la posguerra, consa-
po. Esta preocupación se muestra en la temática graron la figura del narrador español más importan-
dominante en sus obras: recuerdos de su infancia y te de la segunda mitad de siglo. El virtuosismo en el
juventud, evocaciones de las tierras y los hombres uso del idioma y el dominio de todos los registros
de España. En Los pueblos y Castilla nos ofrece una hacen que Cela haya destacado en géneros muy di-
visión del paisaje sobre el que el escritor proyecta versos (novelas cortas, cuentos, «apuntes carpetove-
su sensibilidad, en un estilo sobrio, sencillo y claro, tónicos», libros de viajes, como Viaje a la Alcarria,
que atiende al detalle cargado de sugerencias. Sus ensayos, artículos, etc.), y haya emprendido sin
novelas (La voluntad, Antonio Azorín) carecen prác- cesar el camino de la renovación y de la experimen-
ticamente de intriga y de acción; son relatos de ca- tación. Mrs. Caldwell habla con su hijo, Tobogán de
rácter autobiográfico, que permiten al autor hilva- hambrientos, San Camilo 1936, Oficio de tinieblas, Ma-
nar pinturas de tipos y ambientes. zurca para dos muertos, Cristo versus Arizona y Made-
Si Unamuno significa dentro del 98 la inquietud ra de boj son algunas de las obras de este escritor, al
y Azorín la sensibilidad, Pío Baroja (1872-1956) es que en 1989 le fue concedido el premio Nobel.
el novelista más caracterizado. Un inconformismo Entre 1954 y 1962 triunfó en España la novela
radical, que le acompañaría toda la vida, se refleja social, en la que el novelista ejerce un papel de tes-
en sus obras, que muestran una postura hostil hacia timonio o de denuncia de las miserias e injusticias
la sociedad. Baroja no cree ni en Dios, ni en la vida, sociales. Miguel Delibes, Juan Goytisolo, Ana Mª
ni en el hombre, aunque es capaz de sentir una ter- Matute, Rafael Sánchez Ferlosio son algunos de
nura especial por los seres desvalidos y marginados. los nombres destacados de este género, que a par-
Sus novelas son de creación muy libre, porque pre- tir de 1960 daría muestras de cansancio. Surgie-
tenden ser un reflejo de la vida en toda su esponta- ron nuevas voces pidiendo una renovación, que
neidad, y sus personajes aparecen como seres tuviera en cuenta las grandes innovaciones de la
marcados por la frustración o la desorientación narrativa europea y americana. Las obras de Luis
existencial. Su extensísima producción se agrupa en Martín Santos, Gonzalo Torrente Ballester y Juan
buena parte en trilogías, cuyos títulos indican la Benet se inscriben en esta corriente renovadora,
idea común de las obras que las componen, La lu- que producirá novelas de mayor complejidad te-
cha por la vida (La busca, Mala hierba y Aurora roja), mática y estructural: Tiempo de silencio, de Martín
Tierra vasca (La casa de Aizgorri, El mayorazgo de La- Santos, y La saga-fuga de J. B, de Torrente Ballester,
braz y Zalacaín el aventurero) y La raza (La dama ejemplos ilustrativos de esta tendencia. La última
errante, La ciudad de la niebla y El árbol de la ciencia). generación de narradores, integrada por los nove-

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LITERATURA UNIVERSAL

listas que se dan a conocer a partir de los años se- para la narrativa hispanoamericana. Destacan en su
tenta, enlaza con la renovación iniciada. Se trata producción los libros de cuentos, El jardín de los sen-
de escritores muy diferentes entre sí, tanto por la deros que se bifurcan, Ficciones, El Aleph y El libro de
temática como por el estilo, pero que representan arena, que sorprenden por su originalidad y nos po-
la mejor narrativa española contemporánea: Fran- nen en contacto con lo excepcional y lo insólito. La
cisco Umbral, Eduardo Mendoza, V. Molina Foix, visión de la realidad como un laberinto incompren-
Félix de Azúa, Juan José Millás, M. Vázquez Mon- sible, el destino del hombre, el tiempo, la eternidad,
talbán y Javier Marías, entre muchos otros. el infinito y la muerte son temas que se repiten en
La prosa hispanoamericana inició el siglo XX, y sus cuentos, escritos en un estilo sobrio e irónico
siguió aún durante largo tiempo, por los cauces que los convierte en pequeñas obras maestras.
heredados del siglo anterior. Las obras de Maria- Muy distinto es el lenguaje del guatemalteco Mi-
no Azuela y Alcides Arguedas sobre la revolución guel Ángel Asturias (1899-1974), barroco, des-
mexicana y los indios explotados fijaban los prin- bordante y plagado de imágenes y símbolos. Su
cipales temas de la novela realista, que se consoli- obra máxima, El Señor Presidente, desarrolla el tema
dó en tres grandes novelas: La vorágine, del co- ya conocido de la dictadura, pero con una técnica
lombiano José Eustasio Rivera, Don Segundo muy nueva, que debe mucho a las vanguardias eu-
Sombra, del argentino Ricardo Güiraldes, y Doña ropeas. En 1967 se le concedió el premio Nobel.
Bárbara, del venezolano Rómulo Gallegos. El escritor cubano Alejo Carpentier (1904-
A partir de 1940 se observa una superación del 1980) es uno de los grandes experimentadores de
realismo; lo fantástico, lo irracional y lo onírico la narrativa, que incluso ha cultivado la novela
aparecen junto a la realidad inmediata, al tiempo histórica en El reino de este mundo y El siglo de las
que la temática urbana y los variados problemas luces. Los pasos perdidos, El acoso y Concierto barro-
humanos o existenciales dominan sobre lo rural y co son otras de sus creaciones más brillantes.
lo social, fundamentales en la narrativa anterior. El caso del mexicano Juan Rulfo (1918-1986)
Cuatro escritores se erigen en pioneros de esta re- es excepcional; con sólo dos obras, El llano en lla-
novación narrativa: Jorge Luis Borges, Miguel mas y Pedro Páramo, se ha situado entre los más
Ángel Asturias, Alejo Carpentier y Juan Rulfo. importantes escritores del siglo. Hay que destacar
La obra del argentino Jorge Luis Borges (1899- en su obra la combinación de técnicas narrativas
1986) asombra por su variedad; poeta extraordina- y la intensidad con que maneja el habla popular.
rio, ensayista de vasta cultura y prodigioso narrador, A partir de los años sesenta, se asistía al llamado
Borges fue el primero en abrir nuevas perspectivas «boom» de la literatura hispanoamericana; en

En la década de los años cuarenta, cuando se empieza a presagiar el «boom» de la narrativa


hispanoamericana, Borges (izquierda) está madurando su peculiar estilo literario. Miguel Ángel Asturias
(centro), poeta y narrador, denuncia en su obra el despotismo político de los tiranos. Fantasía y realismo se
mezclan en la obra de Alejo Carpentier (derecha), que tiene en lo musical su valor predominante.

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Gabriel García Márquez (izquierda) mantiene en todas sus obras el compromiso de denuncia política y social.
Mario Vargas Llosa (centro), prolífico escritor realista, su producción abarca novela, cuentos, ensayo y teatro. Las
novelas de Isabel Allende (derecha), traducidas a varios idiomas, han cosechado extraordinarios éxitos literarios.

esta década se publicaban La ciudad y los perros, anunciada, El amor en los tiempos de cólera y El ge-
de Mario Vargas Llosa, Cien años de soledad, de neral en el laberinto son otras de las novelas de
Gabriel García Márquez, Sobre héroes y tumbas, este escritor, a quien se le concedió el premio No-
de Ernesto Sábato, La muerte de Artemio Cruz, de bel en 1982.
Carlos Fuentes, y Rayuela, de Julio Cortázar, por El peruano Mario Vargas Llosa (n. 1936) ya al-
citar solamente algunos títulos que fueron acogi- canzó la mayor consideración de la crítica con su
dos con asombro por el público y situaron a la primera novela, La ciudad y los perros, retrato de
novela hispanoamericana a la cabeza de la narra- un colegio militar de Lima, que parece compen-
tiva mundial. diar toda la crueldad y violencia del mundo ac-
Con estas obras se consolidó el llamado «realis- tual. A esta obra, de gran complejidad técnica, le
mo mágico», pero a la vez se produjo una reno- siguieron otras en la misma línea de experimenta-
vación en las formas, la estructura del relato y el ción y de descripción de una realidad brutal: La
lenguaje. De entre la excepcional nómina de crea- casa verde, Los cachorros y Conversación en La Ca-
dores contemporáneos, Manuel Múgica Láinez, tedral. En una línea más intrascendente, aunque
Juan Carlos Onetti, José Lezama Lima, Augusto escritas con la misma maestría, se sitúan Panta-
Roa Bastos, José Donoso, Guillermo Cabrera In- león y las visitadoras y La tía Julia y el escribidor.
fante, Alfredo Bryce Echenique y muchos otros Del resto de su producción, que comprende ade-
más, nos detendremos brevemente en la obra de más dos obras de teatro y numerosos ensayos,
los dos escritores que quizás han obtenido mayor destacaremos La guerra del fin del mundo, que re-
reconocimiento universal. crea la figura de un santón brasileño en medio de
El colombiano Gabriel García Márquez (n. las luchas entre una secta religiosa y el ejército,
1928) empezó publicando novelas cortas y cuen- Lituma en los Andes y El pez en el agua, un libro de
tos, cuya acción se situaba en un escenario imagi- memorias que recoge recuerdos de la infancia y
nario: Macondo; este escenario, que fue creciendo las experiencias de la campaña electoral en la que
en la imaginación del autor, acabaría tomando el escritor aspiraba a la presidencia del Perú.
cuerpo en Cien años de soledad, la historia de la fa- La escritora chilena Isabel Allende (n. 1942) se
milia Buendía, contada a través de varias genera- ha convertido en pocos años en un nombre clave
ciones en una sucesión de episodios perfectamen- de la narrativa contemporánea en lengua españo-
te enlazados. La realidad y la fantasía se mezclan la. Desde su primera novela, La casa de los espíri-
en esta asombrosa historia, en la que destacan la tus, toda la obra posterior refleja «el entusiasmo
imaginación creadora y las dotes narrativas de su por la vida»: De amor y de sombra, Eva Luna,
autor. El otoño del patriarca, Crónica de una muerte Cuentos de Eva Luna y Paula.

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LITERATURA UNIVERSAL

LOS NUEVOS MEDIOS DE EXPRESIÓN mismos. Pero la palabra impresa no morirá, por-
que un libro es portátil, barato, poseíble y amisto-
La historia de la humanidad comienza práctica- so, y con él podremos seguir gozando, evocando y
mente con la escritura. Primero, los signos se tra- reflexionando, a solas y en cualquier parte.
zaban con un punzón sobre piedra o tablillas de
arcilla. Apareció luego un soporte más transpor-
table, el papiro egipcio, sobre el que se escribía LOS ÚLTIMOS PREMIOS NOBEL
con junco o caña. Más resistente era el pergami-
no, hecho de piel de animal, y sobre el que se Los premios Nobel fueron instituidos por el quí-
escribía con pluma de ave; los pergaminos cua- mico sueco Alfred Nobel, quien dispuso en su
drangulares, cosidos por un costado, se convir- testamento (abierto en Estocolmo el 30 de di-
tieron en los códices, cuya forma era ya la del ciembre de 1896) que toda su fortuna fuera desti-
libro actual. nada a la concesión de cinco premios anuales,
Durante la Edad Media, llegó a Europa el papel, para recompensar a las personas que hubieran
soporte más manejable y económico, y en 1456 destacado en los campos de la química, la física,
Gutenberg aportó a nuestra civilización la impre- la medicina, la literatura, y en la defensa de la paz
sión sobre papel. y de la fraternidad. Desde su fundación, el pre-
Había nacido una nueva era: el libro impreso y, mio Nobel de Literatura ha constituido el más
más tarde, la prensa, las revistas, etc. permitían preciado galardón al que puede aspirar un escri-
almacenar, conservar y difundir fácilmente la in- tor. El primero se concedió en 1901 al poeta fran-
formación. Hasta principios del siglo XX, la pala- cés Sully-Prudhome, y desde entonces, excep-
bra impresa seguiría siendo el medio básico de tuando el paréntesis motivado por las guerras,
conservar y transmitir los hechos, ideas y crea- todos los años se ha premiado a un escritor por el
ciones del hombre. Pero a partir de la segunda conjunto de su obra.
mitad de siglo se iba a producir una Revolución En los últimos años, dos han sido los escritores
de la Información, la más importante desde que en lengua española que han recibido este premio:
Gutenberg inventó la imprenta: la aparición de Camilo José Cela, en 1989, y Octavio Paz, en
nuevas tecnologías que permiten obtener, con- 1990. Wole Soyinka, un escritor nigeriano en len-
servar y transmitir información, nuevos medios gua inglesa, obtuvo el Nobel en 1986, y en 1987
que van a cambiar nuestra forma de vivir. Nacían le fue concedido al poeta soviético de origen ju-
los ordenadores, y evolucionan además radical- dío y nacionalidad estadounidense Joseph
mente en muy poco tiempo, y la imagen se do- Brodsky, mientras que en 1988 por primera vez
minaba por medio de la electromagnética y la fue un escritor egipcio, Naguib Mahfuz, quien re-
electroóptica. cibió el galardón.
La memoria del mundo ya no está sólo en las Dos mujeres, la novelista sudafricana Nadine
grandes bibliotecas; bases de datos cargadas en or- Gordimer y la escritora estadounidense Toni
denadores almacenan hoy todo tipo de conteni- Morrison, han sido premiadas en 1991 y 1993,
dos, a los que se puede acceder fácilmente a través respectivamente. La primera trata temas como la
de las llamadas «autopistas de la información». injusticia del segregacionismo, los movimientos
Nuestra memoria colectiva es también cada vez de liberación y los problemas del Tercer Mundo,
más visual, sonora y dinámica. La televisión por mientras que Morrison refleja en su obra los
cable ofrece la posibilidad de elegir lo que se desea problemas que supone el hecho de ser mujer y
ver, y la cinta de vídeo nos permite recoger y con- negra. En 1992 la Academia sueca premia a un
servar imágenes. La enorme capacidad del CD- escritor antillano de la isla de Santa Lucía, Derek
ROM, para textos, imágenes o sonido, abre un Walkott, en 1994 se distinguió por primera vez
nuevo horizonte al fondo de conocimientos que a un escritor japonés, Kenzaburo Oé, novelista
hasta ahora nos ofrecía la enciclopedia. ¿Qué nos que concilia en su obra la autobiografía y la fic-
deparará esta nueva era de la información? La ción y trata de hacer un cuadro de la vida japo-
memoria, individual y colectiva, ya no es sólo ti- nesa de los últimos cien años. En 1995 el pre-
pográfica, sino también, irreversiblemente, elec- mio Nobel recayó en el poeta irlandés Seamus
trónica; con ella podremos aumentar nuestra Heaney y en 1996 en la poetisa polaca Wislawa
comprensión del mundo exterior y de nosotros Szymborska.

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GLOSARIO

aforismo Frase que se usa en forma invariable irracionalismo Doctrina que sostiene que la ra-
para expresar un principio moral, un consejo o zón desempeña un papel secundario en el conoci-
una enseñanza. miento.
alegóricos, personajes Personajes que encar- Mester de Clerecía. Escuela poética de los es-
nan ideas abstractas, como la envidia, la virtud, critores cultos, normalmente clérigos. Nace en el
etc. Fueron frecuentes en la literatura del siglo XV siglo XIII y se caracteriza por el uso de la cuaderna
y en los autos sacramentales del siglo XVII. vía.
cultismo Palabra procedente del latín introdu- místico Persona que se dedica a la contempla-
cida tardíamente en nuestra lengua y que ha sufri- ción de Dios y alcanza en esa contemplación el
do menos transformaciones, por lo que se parece estado de éxtasis. La literatura mística trata de los
más a la forma correspondiente latina. fenómenos que experimentan los místicos.
cuneiforme Escritura compuesta de signos de nihilismo Doctrina filosófica y política. En su
forma de cuña, trazados sobre tablillas de barro vertiente política, parte de la concepción de que
tierno por medio de un cálamo; es propia de al- la organización de la sociedad es tan nefasta
gunos pueblos antiguos de Asia. que hay que destruirla totalmente.
determinismo Doctrina que defiende que la poesía coral Poesía recitada o cantada por un
naturaleza obedece a un encadenamiento de cau- coro; es propia de la lírica de la Grecia antigua en-
sas y efectos, sometidos a leyes necesarias y uni- tre los siglos VII-IV a.C.
versales. rapsoda Cantor popular errante de la Grecia
escolasticismo Doctrina filosófica medieval antigua, que cantaba o recitaba, especialmente
(cuyo máximo representante es Santo Tomás de fragmentos de los poemas homéricos.
Aquino), que corresponde a la concepción filosó- Risorgimento Período histórico durante el cual
fica de la doctrina de la Iglesia definida tomando los italianos se libraron de la dominación extran-
como base la filosofía de Aristóteles. jera y consiguieron la unidad e independencia del
estoicismo Escuela filosófica griega fundada por país.
Zenón, que propone aceptar con indiferencia y re- sánscrito Lengua indoirania antigua en la que
signación lo que es inevitable. Esta doctrina fue re- se compusieron los textos sagrados del brahma-
cogida también en la Roma imperial por Séneca. nismo indio.
expresionismo Tendencia artística nacida en tercera Equivalente de alcahueta; se dice de
Alemania a principios del siglo XX, que pretende la persona que ayuda a un hombre y una mu-
expresar el mundo interior del artista de una for- jer en sus amores irregulares, particularmente
ma exagerada y a veces violenta. que ayuda a un hombre a conseguir a una
hemistiquio Cada una de las partes de un ver- mujer.
so separadas por una cesura. versión «a lo divino» Procedimiento utilizado
hugonotes Los seguidores, en Francia, de las por algunos poetas, especialmente los religiosos
doctrinas de Calvino. A partir de la mitad del si- del siglo XVI, que consiste en convertir en religio-
glo XVI constituyeron un auténtico partido políti- sas las poesías amorosas profanas.
co-militar, que reivindicaba los derechos de las victoriana, época Período de la historia inglesa
diferentes clases sociales frente al absolutismo que transcurrió bajo el reinado de la reina Victo-
real. ria, desde 1837 hasta 1901.

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