Descripción General de Las Pesquerías de Palangre
Descripción General de Las Pesquerías de Palangre
Descripción General de Las Pesquerías de Palangre
2 PALANGRE
El palangre es un arte de pesca conformado por una línea principal a la cual se fijan líneas secundarias en cuyos
extremos se colocan anzuelos. Es un arte muy antiguo, que deriva del “volantín” o “sedal de tres anzuelos”, que
usaban los fenicios y los egipcios en el mar Mediterráneo (Canterla 1989).
El origen de la palabra “palangre” posiblemente sea catalán, proveniente a su vez del italiano meridional y el
griego (Prat Sabater 2006; González García 2008).
Desde sus comienzos, hasta el siglo XV por lo menos, los palangres utilizados eran fijos, anclados a la costa con
estacas. Posteriormente se inició el uso en mar abierto del “jeito” y el “vareque”, artes de redes que derivaban
amarradas a los barcos, lo que habría dado origen a los artes de deriva, entre ellos el palangre (Canterla 1989).
1.a.1 Introducción
El palangre pelágico de deriva es un arte usado a nivel mundial para capturar peces pelágicos y semi-pelágicos,
con amplia distribución. Este arte es muy efectivo para capturar, entre otros, atunes, peces de pico y tiburones
(Doumenge 1998; Matsuda 1998). Consiste en una línea principal o línea “madre”, suspendida en el agua por
líneas secundarias llamadas “orinques”, en cuyos extremos se ubican las boyas. De la línea madre penden las
“brazoladas”, en cuyos extremos se encuentran los anzuelos. Las características de los materiales, dimensiones,
tipo de boyas y anzuelos, así como la conformación de las líneas secundarias, son muy variables y dependen
principalmente del origen de las flotas, de los pescadores y de las especies objetivo de la pesca.
La pesca con palangre de deriva se utiliza en una gran cantidad de países en todo el océano Atlántico y mar
Mediterráneo, en barcos de hasta aproximadamente 60 metros de eslora, dirigidos principalmente a la captura de
atunes y pez espada y, en menor medida, a tiburones y otros peces pelágicos.
La expansión de esta pesquería se produjo en el siglo XX, a fines de la década de los cincuenta, cuando las flotas
orientales, particularmente la japonesa, comenzaron a operar en los océanos Pacífico y Atlántico (Pintos Paiva,
1961a,b; Suda, 1971; Honma, 1973). A partir de allí, fue evolucionando e integrando nuevas tecnologías de
modo que en la actualidad este arte de pesca es utilizado por flotas modernas y efectivas, con un gran poder de
pesca.
Existe una gran diversidad de palangres, cuyo diseño y conformación dependen principalmente de las especies
objetivo, el origen de las flotas, el tamaño de los buques, la tecnología aplicada y las áreas de pesca. Algunos
ejemplos se pueden observar en las Figuras 1a, b y c.
1
MANUAL ICCAT
FLOTADOR
8 ANZUELO
16
64 brazas
Figura 1 a. Palangre usado por la flota española en el mar Mediterráneo, a fines del siglo XX, para la pesca de
pez espada (modificado de Rey y Alot, 1984).
boya
Superficie del mar
brazolada (25,5 m)
13,5 m reinal
destorcedor
10,0 m sekiyama
2,0 m alambre
anzuelo
Figura 1b. Palangre usado por la flota coreana en la década de los setenta (modificado de Choo 1976).
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3.1.2 PALANGRE
A
boyas inflables
balines coreanas
radioboyas
orinques (9-36m)
anzuelo 9/0
B
radioboyas boyas inflables
orinques (12-18m)
anzuelo 9/0
Figura 1c. Representación esquemática de dos tipos diferentes de palangres usados en la flota uruguaya
(modificado de Jiménez et al., 2009)
El palangre de deriva presenta una línea principal o línea madre que puede ser de monofilamento o
multifilamento y para la cual en la actualidad se usan materiales sintéticos (nylon, poliamida, polyester, entre
otros). Esta línea puede tener diferentes medidas pero siempre es la de mayor diámetro y resistencia del palangre
(Figura 2).
3
MANUAL ICCAT
Figura 2. Línea madre de multifilamento de nylon, monofilamento de poliamida y nylon trenzado (de arriba
abajo).
La línea principal está sujeta a líneas secundarias, llamadas orinques, en cuyo extremo se fijan flotadores, lo que
permite mantener la línea madre suspendida en el agua a diferentes profundidades. Estos flotadores o boyas
pueden ser de distintas formas y materiales y su número y distribución a lo largo de la línea madre determinan
parcialmente la profundidad en la cual van a ubicarse los anzuelos. En la Figura 3 se muestran boyas de
distintos tipos.
Balines
Globos
Coreanas
Otras líneas secundarias, llamadas brazoladas o reinales, que penden de la línea madre, llevan en sus extremos
los anzuelos. Estas líneas están conformadas por diferentes materiales y secciones, dependiendo de las especies
objetivo y del origen de las flotas. En algunos casos pueden presentar diferencias en un mismo palangre o en
alguna de sus secciones. En la Figura 5 se observan distintas brazoladas utilizadas en los palangres de deriva.
Figura 5. Brazoladas.
El poder de pesca, la selectividad y la capturabilidad del palangre pelágico responden a diversas variables. Ward
(2008) analiza este punto y presenta una serie de factores, según se detalla a continuación, que deben ser tenidos
en cuenta a la hora de evaluar estos temas. Tasa de desplazamiento de los individuos: los animales de mayor
tamaño nadan más rápido a través de un mayor volumen de agua y tienen un éxito mayor en la competencia por
la carnada que los individuos más pequeños. Profundidad del arte: la capturabilidad aumenta en la medida en que
la distribución del arte acompaña la de la especie. Experiencia de los patrones de pesca: muchos estudios han
demostrado que la habilidad de los patrones de pesca es una de las variables más importantes en las tasas de
captura comercial. Hora del día de operación del arte: la disminución de los niveles de luz modifica el
comportamiento de las presas y los depredadores para detectarse unos a los otros. Pérdida de carnada: diferentes
motivos, ya sea la calidad de la misma, su colocación en el anzuelo o la presencia de animales carroñeros,
afectan a su permanencia en el anzuelo. Saturación del arte: cuando un animal se encuentra en un anzuelo, el
mismo no está disponible para otro. Con un equipo saturado de peces se tiende a subestimar la abundancia.
Detección del arte: los animales pueden evitar una carnada que está ubicada en un arte muy visible y, por lo
tanto, no se asemeja a su ambiente natural. Necesidad de alimento: las necesidades individuales de los
organismos de obtener energía para sus actividades y, por lo tanto, consumir carnada. Competencia entre las
artes: se supone que la capturabilidad de cada anzuelo se ve disminuida en función de la cercanía de otros
anzuelos. Por lo tanto, la distancia entre estos puede afectar la capturabilidad. Tipo de carnada: esta atrae a los
animales mediante la imitación de lo visual (tamaño, forma, etc.) o de las propiedades químicas y táctiles
(vibraciones y movimientos) de presas naturales, siendo determinante en la elección de la presa. Pérdida de
anzuelos y carnada: esto depende de la configuración del arte y de los materiales utilizados. Otras variables son
las asociaciones entre las carnadas (presas) y las especies objetivo de la pesquería (predadores), los equipos para
detección de peces, los anzuelos, la cooperación entre pescadores y las condiciones ambientales (Ward, 2008).
Debido a las diferentes modalidades y tipos de pesca de palangre, existe una gran diversidad de barcos en esta
pesquería. Muchas flotas de países ribereños del Atlántico y mar Mediterráneo cuentan con embarcaciones
pequeñas que desembarcan el producto fresco y, por lo tanto, realizan viajes de menos de 20 días. Existen flotas
de mayor alcance, en muchos casos también de países ribereños, que desembarcan el producto congelado (-4/-
30°C) y que pueden combinar esta operativa con producto fresco, cuyas mareas generalmente no exceden los 90
días. También hay flotas, mayoritariamente de países extra-región, que desembarcan productos congelados hasta
-60°C y que tienen autonomía para realizar mareas que pueden alcanzar entre 140 y 180 días (Figura 6 a, b, c,
d y e).
Los barcos pueden tener la castillería tanto a proa como a popa. Si bien la mayoría de los barcos calan por popa,
algunos lo hacen por la banda de estribor. Muchos barcos efectúan el virado del arte por la banda de estribor. La
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zona de trabajo o parque de pesca, que puede ser techada o no, puede encontrarse tanto en la proa como en la
popa. (Figura 7 a, b, c).
b c
d e
a b
La línea madre del palangre se estiba de diferentes maneras, ya sea en carretes (“spool”) (Figura 8), en espacios
bajo la cubierta (Figura 9) o en cajones (Figura 10).
6
3.1.2 PALANGRE
Figura 9. Línea madre bajo cubierta. Figura 10. Línea madre en cajones.
Las líneas secundarias que llevan las boyas (orinques), se separan de estas y se adujan en molas (Figura 11) o se
colocan en unos carretes más pequeños (Figura 12). Las líneas secundarias que llevan los anzuelos (brazoladas)
se adujan en molas (Figura 13) o se colocan en canastos o tanques (Figura 14).
Figuras 11, 12, 13 y 14. (de izquierda a derecha) líneas secundarias (orinques y brazoladas).
La mayoría de los barcos poseen un sofisticado equipamiento de navegación e información, que les permite
obtener datos ambientales para decidir dónde y cómo calar el palangre (Figura 15).
59º 58º 57º 56º 55º 54º 53º 52º 22.5
22
21.5
21
34º 34º 20.5
20
19.5
19
35º 43
35º 18.5
42 38
50
51 44
52
46
45 37
4139
40
18
47 33
48 3236
17.5
36º 27
49
31
34
23 35 36º 17
28
18
8
12
2930
2624
25 16.5
11
20 19
1713
910 15 16
1 14 2
21 22
16
3
15.5
37º 6 4
7
5
37º
15
14.5
14
38º 38º 13.5
13
12.5
39º 39º 12
11.5
11
10.5
40º 40º 10
59º 58º 57º 56º 55º 54º 53º 52º
Figura 15. Información satelital y de navegación obtenida desde los barcos.
7
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La maniobra de virado en casi todos los casos se realiza por la banda de estribor mediante equipamiento
mecanizado. Los peces capturados son izados a bordo por un portalón y depositados en la cubierta para su
procesamiento. Generalmente la captura es subida a mano, con la ayuda de “bicheros”, salvo las piezas más
grandes para las cuales se utiliza un güinche (Figura 16).
Los barcos fresqueros llevan hielo en sus bodegas. Algunos pueden incluso
fabricarlo a bordo. Algunas unidades combinan la modalidad de fresco con bodegas
que congelan entre -4 y -30°C, lo que las dota de una mayor versatilidad, pues
pueden almacenar productos para diferentes mercados. Los grandes congeladores
tienen bodegas con túneles de congelado que les permiten llevar el producto hasta -
60°C. Así se logra un producto de alta calidad, que puede mantenerse por muchos
meses (Figura 17 a, b).
8
3.1.2 PALANGRE
Las especies objetivo de estas flotas se pueden dividir en atunes -atún rojo (Thunnus thynnus y T. macoyii),
patudo (T. obesus), rabil (T. albacares) y atún blanco (T. alalunga)- peces de pico, pez espada (Xiphias gladius)
y tiburones, principalmente la tintorera (Prionace glauca) y el marrajo dientuso (Isurus oxyrinchus) (Figura 18)
(Anónimo 2012).
Algunos países ribereños del océano Atlántico y el mar Mediterráneo ya contaban con pesquerías dirigidas a
atunes y especies afines antes de la expansión del palangre. Estados Unidos pescaba atún rojo con palangre
desde los años 40 (Wilson, 1960). España ya tenía pesquerías costeras con palangres en el siglo XV (Canterla,
1989). Otros países, como Brasil, Cuba y Venezuela impulsaron sus pesquerías de palangre conjuntamente con
el desarrollo de las pesquerías en todo el Atlántico, a principios de los años sesenta (Novoa y Ramos, 1974;
Pintos Paiva, 1971).
2.1 Descripción del arte y las operaciones de pesca con palangre de superficie
Los palangres de deriva de superficie han variado en su diseño y materiales a lo largo del tiempo y en las
diferentes regiones.
En el siglo XIX y principios del XX, en el sur de la península Ibérica (Mediterráneo y océano Atlántico) se
utilizaban palangres denominados “marrajeras” (Rey 1980, Rey et al. 1988; Mejuto 2007). Esta denominación
designaba al barco que se dedica a la pesca de marrajo dientuso (Isurus oxyrinchus) y, por extensión, a otras
embarcaciones dedicadas a la pesca con palangre, al arte de pesca y, en algunos casos, hasta al tipo de anzuelo,
quizás porque éste es característico de los artes de pesca empleados para capturar esta especie (Gonzáles García,
2008).
La “marrajera” llevaba varias unidades de palangre (entre 40 y 70) cada una de 100 a 150 m de longitud con
unos 12 anzuelos. El tamaño del anzuelo variaba según la especie a capturar. Las unidades de palangre se
introducían en cajones de madera de 80 x 80 cm, ordenando la línea madre en círculos y los anzuelos sobre el
borde de los mismos (Márquez 1998).
En Massachusetts (EUA), desde fines de la década de los cuarenta, algunos barcos pesqueros de alrededor de12
metros de eslora, en muchos casos tripulados por un único pescador, utilizaron palangres adaptados a las
operaciones en aguas costeras, dirigidos a la pesca de atún rojo. Los palangres generalmente eran construidos
con la línea madre de material sintético, empleando una gran diversidad de materiales para los flotadores,
algunos provenientes de otras pesquerías (boyas de corcho de redes cerqueras, de nasas y de redes de arrastre) así
como barriles (kegs) para cerveza y tambores de aceite. Las brazoladas se hacían de fibras naturales (cáñamo de
Manila) o de material sintético y el reinal junto al anzuelo, con cable de acero galvanizado. Los anzuelos eran de
diversos tamaños, del tipo japonés para pescar atún y la cantidad empleada (200 a 400) dependía del barco. Estos
palangres eran anclados al fondo, empleándose como anclas barriles o llantas de camión y eran recorridos varias
veces en cada lance en lugar de darles un reposo mayor y virarlos una sola vez (Wilson, 1960) (Figura 19).
Figura 19. Diagrama del palangre de fondo (izquierda) utilizado para la pesca de atún rojo (derecha) en las
costas de Massachusetts, obtenido de Wilson 1960.
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MANUAL ICCAT
A partir de mediados de los años cincuenta, el uso del palangre se intensifica y se producen diversos avances
tecnológicos en algunas flotas. Los barcos de EUA y Canadá, que hasta los años 60 pescaban con arpón, instalan
intensivamente palangres dirigidos al pez espada. Al mismo tiempo, la pesca de esta especie se extiende por toda
la costa atlántica de América del Norte, desde el Golfo de México hasta Canadá (Gibson 1998; Mejuto 2007).
a c
Figura 20. a) Viradora de brazoladas; b) viradora de línea madre; c) lanzadora de línea madre y d) lanzador de
carnada.
A mediados de los años setenta algunas flotas (especialmente en EUA) comienzan a utilizar elementos que
contribuyen a mejorar la eficiencia y a reducir los costos operativos del palangre, tales como viradoras y
lanzadoras hidráulicas (Figura 20), líneas de nylon de monofilamento, “snaps” (mosquetones de acero) (Figura
21), luces químicas (Figura 22) y eléctricas (Figura 23), entre otros (Mejuto 2007). Estos elementos permitieron
incrementar el esfuerzo y el área cubierta en cada lance, así como adaptar la flotabilidad del aparejo y, por ende,
la mortalidad por pesca (Mejuto, 2007).
21 22 23
Figura 21. Mosquetones de acero Figura 22. Luces eléctricas Figura 23. Luces químicas
En cuanto a las diferencias regionales del palangre de superficie muchas se han ido perdiendo y actualmente se
mantienen aquellas que se refieren a las especies objetivo. Se utilizan dos tipos principales de palangre: el
“Florida” o “americano”, que es el más utilizado, donde la línea madre, conformada por un único tramo de
monofilamento, es adujada en carretes (spool) y el “español” con una línea madre generalmente de
multifilamento, cuya configuración en tramos es guardada en cestos o tanques.
10
3.1.2 PALANGRE
Los palangres de superficie tipo “Florida” constan de una línea madre de monofilamento, generalmente de
poliamida, de 3,0 a 4,00 mm de diámetro y líneas secundarias del mismo material de 2,0 a 2,5 mm de diámetro.
Estas líneas secundarias (orinques) se utilizan para fijar las boyas a la línea madre. Los orinques muchas veces se
configuran en tramos, los cuales finalizan con un mosquetón (“snap”) con destorcedor a efectos de poder unirlos
a la línea madre y/o unir varios para obtener un largo mayor, permitiendo utilizar diferentes combinaciones en la
configuración del arte.
Si bien existen muchos modelos de boyas, mayoritariamente se usan 4 tipos: de poliuretano expandido; de
plástico rígido; de PVC inflables (Figura 24) y las radioboyas (Figura 25). Algunas de las boyas son protegidas
con redes que las envuelven y minimizan los efectos de los golpes. También se utilizan luces estroboscópicas en
algunas boyas, ubicándolas en una estructura metálica o de fibra que se eleva hasta un par de metros, para alertar
y determinar su ubicación en el mar (Chocca et al. 2000).
Figura 24. De izquierda a derecha, boyas de poliuretano, PVC inflable y plástico rígido.
Algunos reinales se unen al anzuelo directamente o, para darles mayor resistencia, mediante una línea de acero o
con un trenzado doble o triple de la línea de monofilamento (Figura 28).
11
MANUAL ICCAT
Figura 31. Anzuelos con espátula, caña con ojo y con argolla.
La configuración y el armado de todas las partes del arte pueden tener tantas variantes como patrones de pesca
trabajen en la pesquería. La longitud del arte puede variar entre 18 y 90 kilómetros, lanzando hasta 130
kilómetros de línea madre o más.
Las radioboyas se ubican en los extremos del arte y en lugares intermedios, a efectos de poder localizarlo si se
producen rupturas. Entre dos radioboyas se configura el arte de la misma manera y esta sección se llama
“tramo”.
En muchos de los palangres se utilizan luces para atraer a los peces, las cuales pueden ser químicas, en cuyo caso
hay dos líquidos, uno de ellos en una cápsula de vidrio que al romperse se mezcla con el otro y generan una luz
que puede ser de color verde, azul o blanco, entre otros. También hay luces eléctricas con baterías recargables y
de diferentes colores. La duración de las luces químicas permite en algunos casos usarlas durante dos lances
consecutivos.
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3.1.2 PALANGRE
El palangre tipo “español” difiere del “Florida” principalmente en la línea madre, que es de multifilamento. Se
compone en tramos o secciones y tiene puntos fijos con gazas para la sujeción de las brazoladas, denominados
“ramalillos”. La brazolada es colocada en el extremo libre del ramalillo, usualmente mediante un mosquetón. De
esta manera, todas las brazoladas son colocadas en intervalos regulares. El resto de los componentes tienen
diversas variaciones de la misma manera que el “Florida”.
Una maniobra u operación de pesca comprende la actividad entre el inicio del lance del arte de pesca y el final de
la virada del mismo y la recogida y estiba de la captura. Si bien existen diferencias en las maniobras de pesca de
acuerdo a las características de las flotas, en términos generales las mismas se pueden describir de la siguiente
manera:
2.1.1.1 Calado
Esta maniobra, en las flotas de superficie, se inicia generalmente antes del anochecer y culmina luego de 3 o 4
horas de trabajo. El calado se realiza generalmente por la popa utilizando, en algunos casos, un lanzador (Figura
32), el cual permite independizar la velocidad de salida de la línea madre de la velocidad del barco. Si bien esta
herramienta es muy usada a nivel mundial, algunas flotas y/o barcos no cuentan con ella. En estos casos la salida
de la línea madre se produce por la tensión producida por el equipo una vez que es lanzado al mar y el
desplazamiento del barco. Esto limita las posibilidades de regular la cantidad de línea madre lanzada por milla
náutica navegada y por lo tanto hace más difícil ubicar el arte en profundidad. La utilización del lanzador
permite ubicar mejor el arte y disponerlo a mayor profundidad.
La maniobra de calado requiere un número aproximado de entre 3 y 5 marineros, dependiendo del barco, la
cantidad de anzuelos y el grado de automatización disponible (Figura 33 a, b).
Figura 33. a) Calado con 3 marineros sin lanzador de línea madre; b) calado con 5 marineros y lanzador de línea
madre.
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MANUAL ICCAT
A medida que la línea madre se desplaza por el avance del barco uno de los marineros se ocupa de enganchar las
boyas en la misma. Otro marinero se ocupa de colocar la carnada y tirar el anzuelo al agua y el tercero de colocar
la brazolada, enganchando un mosquetón en la línea madre. Pueden participar más marineros de apoyo durante
la operación (Figura 34).
Figura 34. Calada con 5 marineros, dos apoyando con la carnada y materiales necesarios.
2.1.1.2 Virado
Se inicia en las primeras horas de la mañana, con la salida del sol. En las actuales flotas industriales se realiza
mediante equipos mecanizados (“viradoras”), pero que en todos los casos requieren de un acompañamiento
manual. En la mayoría de los palangreros el virado se realiza por la banda de estribor. Un marinero se encarga de
la viradora, que se encuentra ubicada de forma tal que permite que sea operada sin dejar de visualizar el rumbo
del barco y la línea del palangre. Mediante este dispositivo se comanda el carrete. En muchas unidades se
encuentra junto a los comandos de la embarcación, permitiendo al mismo operario virar el arte y comandar el
barco durante esta maniobra (Figura 35). Esto resulta
útil pues es necesario darle un rumbo a la embarcación
de aproximadamente unos 30° respecto a donde se
encuentra la línea del palangre, a efectos de lograr la
mejor posición para el virado. Cuando viene una pieza
en el palangre, el barco debe en muchos casos detener
su marcha para izar el pez a bordo.
14
3.1.2 PALANGRE
La duración de las maniobras de calado y virado del arte de pesca varían mucho dependiendo del tipo de
palangre, de la cantidad de anzuelos, de la captura y de las condiciones del mar. En la Tabla 1 se presenta la
duración promedio para el palangre de superficie y profundo. Para la confección de la tabla se utilizaron los
datos del Programa de Observadores a bordo de la Flota atunera uruguaya (PNOFA), así como datos obtenidos
por el PNOFA a bordo de la flota japonesa.
Tabla 1. Duración media en horas de la maniobra de calado y virado en la pesca de palangre de superficie y
profundo.
Carrete (“spool”): Es la parte del equipo de pesca donde se aduja la línea madre. Su diámetro y longitud son
variables y su capacidad va de aproximadamente 20 a 160 millas de línea, dependiendo del diámetro de la misma
y del carrete.
Lanzador (“line setter” o “line shooter”): Este equipo se sincroniza con el “carrete” a través de un sistema
hidráulico y permite lanzar la línea madre con una velocidad independiente a la del barco (Figura 37 a, b).
a b
Central Hidráulica: Permite sincronizar la actividad del “carrete” con la del “lanzador” y con la “viradora”, de
forma independiente a los demás equipos del barco (Figura 38).
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El desarrollo del palangre profundo en el océano Atlántico comenzó a partir de 1955, con los primeros viajes de
barcos japoneses, que realizaron investigación y exploración de los recursos atuneros (Figura 40) (Pintos Paiva
1961a; Nomura et al. 1965; Jones 1966; Wise & Le Guen 1969; Suda 1971; Yao 1988).
Figura 40. Ruta de los primeros cruceros de investigación japoneses para la pesca de atún en el océano Atlántico
(extraído de Suda, 1971).
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3.1.2 PALANGRE
Si bien al año siguiente (1956) se realizaron cuatro viajes comerciales, es a partir de 1957 cuando comienza una
fuerte actividad de la flota, con más de 60 viajes, operando principalmente en zonas del Atlántico tropical
(Shomura 1966, Miyake et al. 2004). Esta flota, en sus inicios, desembarcaba un 90% de atunes, principalmente
rabil, patudo y atún blanco (Jones, 1966). Otras flotas de palangre profundo (Taipei Chino y Corea) se
incorporaron a las pesquerías del océano Atlántico a partir de la década del sesenta (Yang & Yuan 1973; Choo
1976).
A finales de los años sesenta, Taipei Chino contaba con 88 barcos de entre 200-500 TRB y 5 barcos con más de
500 TRB que operaban en el océano Atlántico. Japón desplegaba un esfuerzo de más de 54 millones de anzuelos
y Corea alcanzaba en 1974 un total de 132 barcos operando en el Atlántico, la mayoría de ellos entre las 200-
300 TRB (Anónimo 1973; Yang & Yuan 1973; Choo 1976; Miyake et al. 2004).
3.1 Descripción del arte y las operaciones de pesca con palangre profundo
De forma general el palangre profundo se compone de la misma manera que los demás palangres. La diferencia
principal respecto al palangre de superficie está dada por los materiales con los cuales está construido y las
longitudes de la línea madre, los orinques y brazoladas, así como el diseño de estas últimas. La línea madre varía
entre 90 y 160 km, los orinques entre 15 y 50 m y las brazoladas entre 35 y 50 m.
Las fibras sintéticas que se empezaron a usar con mayor frecuencia en la industria pesquera después de los años
sesenta permitieron un gran cambio en la maniobra y en la reducción de los diámetros de las líneas. Por otra
parte el conjunto de avances tecnológicos permitió aumentar el número de anzuelos entre boyas, que pasó de 4 a
6 en sus inicios, a 12 a partir de los ochenta, llegando incluso a los 18.
Hasta alrededor del año 1975 los pescadores japoneses, utilizaban sus observaciones de los contrastes térmicos
en el mar para definir las áreas de pesca. Esto fue posible por la generalización de los trabajos cartográficos, con
áreas de isotermas y la estructura de las masas de agua que se realizó a través de un esfuerzo de las
organizaciones profesionales y los laboratorios de investigación, con observaciones diarias en el mar en miles de
barcos. A partir de 1976 el uso de las observaciones emitidas por satélite mejoró y permitió un mayor acceso a la
cartografía. En la misma época, las transmisiones generalizadas a través del sistema de fax permitían a los barcos
recibir las imágenes diariamente. Este cambio dio inicio a un nuevo período en el cual se obtuvo información
más precisa de la temperatura y el estado de la mar, la productividad y dinámica del océano, lo que permitió una
mejor apreciación de los lugares propensos a la agregación de especies pelágicas (Doumenge 1987a).
Hoy día, existen principalmente dos modalidades de palangre profundo, los que utilizan de 7 a 12 anzuelos entre
boyas y los que utilizan de 15 a 18, las cuales se dirigen al patudo y al atún rojo respectivamente (Miyake et al.
2004). Estos cambios en la conformación del arte produjeron, junto a la mecanización del virado de las
brazoladas, las cuales se izaban totalmente a mano hasta finales de los años setenta, un importante incremento en
el esfuerzo.
En los primeros años de su expansión en el Atlántico, el palangre profundo usualmente trabajaba hasta los 140 m
de profundidad. A partir de los experimentos iniciados por Saito en el año 1964 en las islas Fiji y que se
extendieron hasta 1969, se logró alcanzar profundidades de alrededor de 300 m (Saito S., 1973)
Normalmente la pesca con palangre profundo utiliza un importante número de anzuelos, por lo cual la maniobra
de pesca tiene una duración de más de 20 horas y requiere un mayor número de tripulantes que el palangre de
superficie. Las características de los barcos, el número de tripulantes y la mecanización, permiten desarrollar una
velocidad de hasta 12 nudos durante el calado, llegando a superar en algunos casos los 3000 anzuelos calados en
cada lance de pesca.
El virado se realiza por la banda de estribor y la maniobra requiere muchos tripulantes, ya que el proceso a
bordo, tanto de la captura como de las reparaciones del equipo, demandan abundante mano de obra.
(Choo 1976) describió la maniobra de pesca del B/P Taechang 2, que operó en el Atlántico durante 1975 con
bandera coreana. Si bien la maniobra de dicho barco era mecanizada, la recogida de las brazoladas era manual
por lo cual la duración del calado y la virada llegaba a ser aproximadamente de un día completo, calando entre
1.500 y 2.900 anzuelos.
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3.1.1.1 Calado
El calado se realiza a una velocidad de entre 10 y 12 nudos. Los horarios varían según las áreas de pesca, las
especies objetivo y la situación climática y oceanográfica. El número de anzuelos oscila entre aproximadamente
2000 y 3500 y su número entre boyas va desde 4 hasta 18. Un mínimo de cinco tripulantes deben trabajar en el
calado. Un marinero entrega las brazoladas en el área donde se coloca la carnada y otro coloca la carnada en el
anzuelo. Esto se realiza en la popa del barco y generalmente se utiliza una cinta transportadora, sobre la cual se
encarna. Esta cinta transporta la brazolada encarnada hasta el lugar de calado. Un tercer marinero lanza los
anzuelos y coloca el mosquetón “snap” en la línea madre. En muchos casos se utiliza una máquina lanzadora de
anzuelos. Un cuarto marinero coloca las boyas y uno o dos más alistan y acercan al área de calado las boyas y la
carnada (López et al. 1979). Se utiliza una diversidad de carnadas, muchas veces en el mismo tramo, alternando
calamar, caballa y otros pequeños peces pelágicos (Figura 41).
3.1.1.2 Virado
A las cuatro o cinco horas de finalizado el calado, comienza el virado del arte, que generalmente se inicia
partiendo de la última boya calada. En algunas ocasiones, dependiendo de la situación en la cual quedó ubicado
el lance, se vuelve al sitio donde se inició la calada, para comenzar la virada. La maniobra de virado requiere de
un número importante de tripulantes, 12 o más y tiene una duración promedio de 12 horas (Tabla 1; Figura 42).
Esta maniobra se realiza a una velocidad entre 4 y 7 nudos (Figure 43), deteniéndose en el caso de piezas de
cierto tamaño y/o de especies de alto valor comercial. Las brazoladas son estibadas en molas y luego colocadas
dentro de canastos y transportadas a popa, a la zona de calado, generalmente a través de una cinta transportadora.
En embarcaciones con menos mecanización, esta maniobra se realiza manualmente. La línea madre se estiba
bajo cubierta y es adujada automáticamente. El pescado es subido a bordo manualmente o con la ayuda de
equipo mecánico (Figura 44). En algunos casos se utiliza un equipo que se desliza por la brazolada y que sirve
para fijar la cabeza del pez y permite izarlo sin necesidad de usar el “bichero”. Una vez izado a la cubierta el
pescado es procesado y llevado a los túneles de congelamiento para su estiba. Generalmente los operarios que
trabajan en cubierta, exceptuando a los que limpian el pescado, rotan en sus tareas (López et al. 1979).
18
3.1.2 PALANGRE
Lanzador: Saca la línea madre del depósito a una velocidad independiente de la del barco. En muchas
embarcaciones existe un equipo “lanzador” de anzuelos, el cual permite lanzar hacia una banda el anzuelo
encarnado a una distancia de aproximadamente 60 metros de la popa.
La viradora permite recuperar el equipo que está en el agua de forma mecánica, la línea madre es transportada
por una cinta a la zona de estiba, generalmente en la cubierta superior. Las brazoladas son izadas con la ayuda de
viradoras mecánicas.
En general los buques de palangre profundo que operan en el Atlántico tienen de 40 a 60 metros de eslora,
algunos pueden llegar a los 100 metros, con 300-500 TRB. Tienen poca altura y la mayor parte de las áreas de
trabajo son techadas, para que la tripulación pueda trabajar de manera segura cuando las condiciones del mar son
difíciles y se encuentra a proa. La tripulación a bordo es de unas 20-25 personas, de las cuales, en la flota
japonesa en algunos casos más del 70% son extranjeros, principalmente de Indonesia y Filipinas. En otras flotas
como las de Taipei Chino y Corea el porcentaje de tripulantes extranjeros es menor.
Las principales pesquerías de palangre han variado en el tiempo, en función de los mercados, la situación
socioeconómica de los países y el acceso a las áreas de pesca. El atún blanco ha sido capturado con palangre en
el Atlántico sur y el Mediterráneo desde el inicio de la pesquería y, a pesar de que actualmente también se
captura con otras artes (cebo vivo y cerco), el palangre continúa declarando las mayores capturas. En el Atlántico
norte, aunque el palangre es muy utilizado, esta especie se captura mayoritariamente con curricán y cebo vivo
(Anónimo 2011a).
El atún rojo es capturado con palangre, tanto en el Atlántico noreste y Mediterráneo como en el Atlántico
noroeste, y las capturas con este arte son de las más importantes. En el Atlántico noreste y Mediterráneo las
capturas con cebo vivo y almadrabas superaron históricamente a las de palangre hasta principios de los años
ochenta, cuando este arte se convirtió en la segunda pesquería después del cerco para esta especie. En el
Atlántico noroeste el palangre es superado solamente por la pesquería deportiva.
19
MANUAL ICCAT
De los atunes tropicales, el patudo es la especie con mayores capturas en palangre, que es su principal arte de
captura desde inicios de la década de los sesenta hasta la fecha, seguido del cerco y del cebo vivo. Para el stock
oeste del rabil, también es el palangre el arte con mayores capturas. Sin embargo en el stock este, el palangre fue
desplazado por el cerco y el cebo vivo a partir de finales de los años setenta e inicio de los ochenta.
El pez espada se captura principalmente con palangre en el Atlántico norte y sur. En el Mediterráneo también es
mayoritaria la captura con palangre, aunque existen, desde principios de la década de los ochenta, pesquerías con
red de enmalle relativamente importantes, las cuales han comenzado a reducirse en los últimos años.
Otros peces de pico (marlines), son capturados por flotas palangreras industriales de forma incidental en amplias
zonas del océano Atlántico y en particular en el área central. Las mayores capturas se realizan por flotas
artesanales en el Atlántico este y por flotas artesanales y pesca deportiva en el Atlántico oeste.
Existen diferencias entre las artes y barcos palangreros, dependiendo del origen de la flota y las especies
objetivo. En los registros de la ICCAT se encuentran barcos menores de 50 TRB hasta algunos de entre 900 y
1000 TRB. Los que más abundan tienen menos de 50 y entre 200 y 300 TRB.
A continuación (Tabla 2) se muestra una relación de países que han presentado capturas para los diferentes tipos
de especies de túnidos, pez espada y tiburones (Prionace glauca, Isurus oxyrinchus y Lamna nasus) en las
pesquerías de palangre, durante la mayoría de los años comprendidos entre 1960 y 2010).
Algunos pabellones como Taipei Chino, Japón, R.P. China y Uruguay declaran que su actividad es
exclusivamente con palangre, en tanto que otros, si bien utilizan principalmente el palangre, también operan con
otros artes de pesca.
Muchas de las principales banderas actuales iniciaron su desarrollo con la expansión de la flota japonesa en el
Atlántico en la década de los 50. Esta expansión fue producto de diversos acuerdos posteriores a la finalización
de la segunda guerra mundial. La firma de un tratado de paz con los Estados Unidos (septiembre de 1951), la
normalización de las relaciones con la URSS (marzo de 1956) y su posterior entrada en las Naciones Unidas
(diciembre de 1956) permitieron a Japón recuperar la libertad de movimiento en el extremo oriente y salir al
mundo (Doumenge 1987b). La rápida recuperación de la economía, los avances tecnológicos logrados durante la
guerra y la repatriación de unos 5 millones de japoneses le permitieron organizar una fuerte industria pesquera,
20
3.1.2 PALANGRE
que se extendería a través de los océanos del mundo, durante una fase expansionista de quince años (1955-1970)
(Doumenge 1987b).
Taipei Chino inició sus pesquerías de palangre en 1913, limitándose inicialmente a áreas costeras en la parte sur
de la isla y utilizando el puerto de Kaohsiung como base de operaciones. Gradualmente se fueron extendiendo
hacia la parte oeste de la isla Luzón y el sur del mar de China. En 1956 llegan al océano Índico y en 1960 al
Atlántico y mar Mediterráneo. Hacia 1971 operaban 108 barcos de Taipei Chino en el Atlántico, lo que
correspondía al 24% del total de barcos de esta bandera en los tres océanos (Pacífico, Índico y Atlántico) (Yang
& Yuan, 1973).
Brasil inició su pesquería a escala industrial a partir de 1956, con barcos japoneses que operaron principalmente
entre los 10º N y los 15º S, llegando en algunos casos hasta las costas de África (Pintos Paiva, 1961 a, b).
Otras banderas han tenido una participación que merece ser destacada, ya sea por haber sido pioneras en esta
pesquería, como por su participación en algún período o área específica.
Argentina realizó su primera experiencia en 1956, utilizando un pequeño barco arrastrero de madera “B/P Foca”.
Este barco realizó pruebas frente a las costas de Mar del Plata y Uruguay y utilizaba un palangre tipo japonés,
que se viraba con el tambor donde se adujaba la red de arrastre. Muchas de las tareas se realizaban a mano, lo
cual limitaba el número de anzuelos. Los rendimientos alcanzados sirvieron para que entre 1958 y 1959, y por un
plazo de dos años, se incorporaran dos barcos japoneses de 300 y 700 toneladas a pescar desde el puerto de Mar
del Plata. Entre 1964 y 1967 tres barcos japoneses trabajaron desde el mismo puerto con bandera argentina.
Después de un período de inactividad en esta pesquería, hubo un barco operando entre los años 1985-1991. A
partir de esta fecha no se registran barcos palangreros dirigidos a atunes y afines con esta bandera (Pájaro et al.,
2011).
En 1963 cinco barcos de origen japonés, con tripulación japonesa y bandera cubana iniciaron sus actividades en
áreas próximas a Brasil y en el mar Caribe, entre los 1º-28º N y 27º-84º W, constituyendo una de las primeras
flotas en esta región (Nomura et al., 1965)
Las zonas en las que operan los buques palangreros en el océano Atlántico se encuentran condicionadas por las
áreas de distribución y abundancia de las distintas especies objetivo. Las áreas y especies objetivo de las flotas
han variado en el tiempo. A continuación se detallan las capturas por artes de pesca, de las distintas especies,
realizadas en los últimos años.
4.3.1 Pesquerías de túnidos templados: (atún blanco: Thunnus alalunga y atún rojo: Thunnus thynnus)
Figura 45. Distribución geográfica de las capturas de atún blanco en el océano Atlántico y mar Mediterráneo,
por tipo de arte, entre 2010-2011 (Anónimo 2012).
21
MANUAL ICCAT
El atún rojo atlántico se distribuye en todo el Atlántico norte y sus mares adyacentes, principalmente el mar
Mediterráneo (Anónimo 2010b), desde por lo menos los 60º N a los 10-20º S. En los inicios de la pesquería con
palangre en el Atlántico (1956) se observaron dos
escenarios en la pesca del atún rojo. Las pesquerías en el
área ecuatorial durante 1962-1965, donde se observó un
pico de 60.000 individuos capturados en 1963 y la pesca
en áreas oceánicas de la Florida hasta Nueva York, EUA,
entre 1964-1966, donde las capturas fluctuaron entre
20.000 y 40.000 individuos (Shingu et al., 1975). Las
principales capturas con palangre en el período 2000-
2009 se observan en el Atlántico noreste, entre los 30 y
los 60º N (Figura 46).
4.3.2 Pesquerías de túnidos tropicales: (rabil: Thunnus albacares y patudo: Thunnus obesus)
El rabil se distribuye en aguas tropicales y subtropicales del océano Atlántico entre los 50º N y los 50º S, y está
ausente en el mar Mediterráneo (Anónimo 2010c). Su amplia distribución ha dado lugar a numerosas y diversas
pesquerías. A mediados de la década de los 50, pequeños barcos de cebo vivo franceses y españoles, que
capturaban atún blanco en el sur de Europa, se
trasladaron a África a pescar rabil (Lenarz &
Sakagawa 1973). Por su parte, la pesquería de
palangre que se inició a finales de los años
cincuenta y adquirió importancia rápidamente,
alcanzó capturas máximas de más de 50.000 t a
comienzos de los sesenta. A partir de entonces,
éstas decrecieron gradualmente hasta unas 30.000 t
a comienzo de los 70. Los niveles de captura en la
última década han sido de alrededor de 23.000 t
(19.302 t en 2010).
Figura 47. Distribución geográfica de las capturas de rabil en el océano Atlántico y mar Mediterráneo, por tipo
de arte de pesca, entre 2010-2011 (Anónimo 2011).
Desde los inicios y hasta por lo menos 1971, Japón, Corea y Taipei Chino fueron los países que capturaron más
rabil con palangre en el Atlántico (Lenarz & Sakagawa 1973). A partir de mediados de los setenta y comienzos
de los 80, los buques de Japón y Taipei Chino comenzaron a trasladar su objetivo del rabil y atún blanco al
patudo, mediante el empleo de palangre de profundidad. Entre los años 80 y 90 el rabil representaba el 20% de
las capturas de la flota japonesa en el Atlántico, concentrando su esfuerzo en el golfo de Guinea, a lo largo de
Senegal, islas de cabo Verde y las costas americanas. Para la flota de Taipei Chino el rabil es una especie
incidental que entre 1983-1986 no superó el 6% del total de sus capturas, efectuadas en las mismas áreas en las
cuales capturaba atún blanco, en el Atlántico central (Diouf 1991).
En el golfo de México, existen pesquerías de palangre dirigidas al rabil tanto de EUA como de México. Las
pesquerías de palangre de la costa noreste de EUA, que pescaban rabil de forma incidental, se expandieron a
mediados de los años 80, ya que los operadores encontraron un mercado creciente para el “sushi”. Los
pescadores del golfo de México, tanto de EUA como de México, aprovecharon esta apertura y en 1988 había 200
barcos palangreros dedicados a capturar esta especie en dicha zona (Browder et al. 1991). En el período 1994-
2006 el peso promedio de los ejemplares capturados por estas flotas se situaba entre 32 y 39 kg. Si bien existen
22
3.1.2 PALANGRE
cuatro áreas principales donde la flota de EUA captura rabil (costas del Atlántico norte entre cabo Hatteras y los
Grandes Bancos, costas del Atlántico sur-Florida, el Caribe y el golfo de México), es en el golfo de México
donde se realizan las mayores capturas (Browder y Scott 1992)
Los palangreros venezolanos también se dirigen al rabil, al menos estacionalmente (Anónimo 2011).
En Uruguay la flota de palangre captura rabil en el Atlántico sudoccidental, en general como captura asociada en
la pesquería dirigida al pez espada (Domingo et al. 2009).
En Brasil, desde el año 2000, existe una flota que opera desde Cabo Frío, Estado de Río de Janeiro (22º-24º S y
40º-44ºW). Esta flota comenzó siendo pequeña pero ha ido creciendo y en 2010 ya contaba con alrededor de 350
barcos. Si bien esta flota se dirige al dorado (Coryphaena hyppurus) usando diferentes artes, captura rabil
principalmente con línea de mano (55%) y palangre
de media agua (8%) (Anónimo 2011b).
Figura 48. Distribución geográfica de las capturas de patudo en el océano Atlántico y mar Mediterráneo, por
tipo de arte de pesca, entre 2010-2011 (Anónimo 2011).
Es una especie con amplia distribución, que se encuentra en aguas tropicales y templadas, entre los 45ºN y 45ºS,
incluyendo el mar Mediterráneo, mar Negro y mar de Mármara (Anónimo 2010g). Al igual que sucede con los
atunes tropicales y templados su extensa distribución es lo que ha permitido el desarrollo de un importante
número de pesquerías dirigidas a su captura. Sumado a su amplia distribución horizontal, el pez espada realiza
migraciones verticales, ubicándose en la superficie durante la noche y realizando inmersiones de 1000 m o más
durante el día, probablemente siguiendo a sus presas (Ward & Elscot 2000; Mejuto 2007).
El arte utilizado para su captura, casi exclusivamente a nivel mundial, es el palangre. También se realizan
algunas capturas con redes de enmalle y con arpón en el Mediterráneo y en el Atlántico noroeste (Ward & Elscot
2000; Anónimo 2011).
En los últimos años (2000-2009) las mayores capturas se observaron en el Atlántico Oeste y en el Mediterráneo
(Figura 49). Los primeros registros de capturas de pez espada a nivel mundial son del año 1000 a. de C., en
pesca con arpón y del 177 a. de C. en redes de deriva, ambas en el Mediterráneo (Ward & Elscot, 2000).
Actualmente, unos 9 países participan activamente en la pesca de pez espada en dicha región (Italia, Marruecos,
España, Argelia, Chipre, Grecia, Malta, Túnez y Turquía), pescando con palangre y en menor medida con redes
de deriva. En el Atlántico norte se captura desde 1800, inicialmente con arpón. La pesquería de pez espada con
palangre en esta región se desarrolla a partir de dos experiencias -la de Japón, dirigida a atunes y la de Noruega,
dirigida a tiburones- en las cuales se vio que era posible capturar esta especie (Beardsley 1978). Los principales
países pesqueros de esta especie son: España, Estados Unidos, Canadá, Japón, Portugal, Taipei Chino,
Marruecos y Venezuela.
En el Atlántico sur esta pesquería se inició más tarde (1955) y los principales países pesqueros son España,
Brasil, Uruguay, Portugal, Japón y Taipei Chino. A finales del siglo pasado, el 41% de las capturas a nivel
mundial provenían del océano Atlántico y mar Mediterráneo (Ward & Elscot, 2000).
23
MANUAL ICCAT
4.4 Estacionalidad
La principal flota de palangre, dirigida a esta especie es la de Taipei Chino, que incluye pabellones de Belice y
San Vicente y las Granadinas y que opera durante todo el año (Anónimo 2012). La flota de Japón, si bien es muy
estable, aumenta sus capturas durante el primer y cuarto trimestre (Diouf 1991). Brasil dirige su captura en el
Atlántico sudoccidental (5-20º S), principalmente durante el primer y último trimestre del año.
Figura 50. Rutas migratorias del atún rojo (extraído de ICCAT 2010).
Los mismos autores sostienen que entre los 15°N y 10°S las tasas de captura comienzan a aumentar en febrero,
alcanzando un máximo en marzo y comenzando a disminuir por el sur durante abril, desapareciendo en junio. Un
leve incremento en las tasas de captura se observa nuevamente desde setiembre a noviembre. Sin embargo, al sur
de los 20°S, la captura de esta especie es extremadamente rara.
Los resultados de programas de marcado indican que esta especie realiza migraciones transatlánticas desde la
ZEE de EUA hasta el Atlántico este e incluso entra en el Mediterráneo y también a la inversa.
24
3.1.2 PALANGRE
Se ha determinado que en el Atlántico norte se solapan dos poblaciones de atún rojo, una de las cuales se
reproduce principalmente en el golfo de México durante primavera y principios de verano, y la otra en el
Mediterráneo. Mediante la utilización de marcado electrónico se ha observado que algunos individuos que
permanecen entre 1 y 3 años en el Atlántico noroeste, luego cruzan el océano para introducirse en el
Mediterráneo (Block et al. 2001, 2005).
En la Figura 51 se observa la distribución mensual-anual de las capturas de atún rojo de la flota japonesa de
palangre en 5 áreas del océano Atlántico y en el Mediterráneo para el período 1960-2009 (Fontenau, 2011).
En el Atlántico norte el pez espada se mueve estacionalmente con un patrón circular, durante el verano (julio-
septiembre) se captura en latitudes mayores bajando en invierno. Los adultos entran al Mediterráneo por el
estrecho de Gibraltar y son capturados en áreas cercanas a Sicilia (Italia) en mayo (Ward & Elscot, 2000). En el
25
MANUAL ICCAT
Atlántico sudoccidental, las mayores capturas de la flota brasileña se dan en invierno y las menores en la
primavera (Amorim 1977; Amorim et al. 1979), en tanto que la flota uruguaya obtiene las mayores capturas en
otoño invierno y las menores en verano y primavera (Domingo et al. 2007) (Figura 52).
La flota española que pesca en el Atlántico lo hace durante todo el año, con
ciertas variaciones en la intensidad. Los barcos que operan en el área
sudoccidental tienen mayor actividad en el tercer y cuarto trimestre del año
y menor en el primer trimestre. Los que operan en la noroccidental tienen
mayor actividad en los meses de septiembre-octubre y más reducida
durante los meses de verano (junio-agosto). En el mar Mediterráneo
también lo hacen durante todo el año con mayor actividad durante el tercer
y cuarto trimestre (verano-otoño), decreciendo en el primer trimestre
(invierno) (Rey et al. 1988) (Figura 53).
Figura 53. Capturas por unidad de esfuerzo mensuales de atún blanco y pez espada y esfuerzo de las flotas
españolas del Atlántico norte y Mediterráneo, 1984-1985 (extraído de Rey et al. 1988).
26
3.1.2 PALANGRE
Las principales especies objetivo de la pesca con palangre pelágico de deriva son las siguientes:
Mayoritariamente el palangre captura individuos de mayor talla que otras pesquerías, debido a la selectividad del
arte, relacionada principalmente con el tamaño del anzuelo y, en muchos casos, con la profundidad a la cual se
cala.
En los últimos veinte años se ha visto incrementado el esfuerzo dirigido a la captura de tiburones en algunas
flotas atuneras, motivado por el valor que han alcanzado tanto la carne como las aletas. A pesar de que existen
registros de este esfuerzo dirigido, la mayoría de las flotas declaran a los tiburones como capturas fortuitas de sus
pesquerías de atunes (Amorim et al. 1997).
Atún blanco: El atún blanco en el palangre es capturado por flotas que dirigen su esfuerzo a esta especie y por
otras que lo obtienen incidentalmente en las pesquerías de pez espada y en las de patudo. Los palangreros
dirigidos al atún blanco capturan
individuos de mayor tamaño que las
flotas de superficie, entre 60 y 120 cm de
longitud (Figuras 54, 55). La flota de
Taipei Chino captura más del 50% de
las capturas globales del atún blanco del
Atlántico sur.
Figura 54. Distribución por tallas de las capturas de atún blanco en el stock del Atlántico norte: A) todas las
pesquerías, B) curricán España, C) cebo España, D) palangre Taipei Chino (Anónimo 2010 a).
Figura 55. Distribución por tallas (cm) de capturas de atún blanco en el Atlántico sur: A) todas las pesquerías,
B) cebo Sudáfrica, C) palangre Taipei Chino (Anónimo 2010a).
27
MANUAL ICCAT
Longitud horquilla cm
Figura 56. Rango de tallas de BFT, capturado por diferentes artes, de arriba –abajo: Atlántico NE: cerco,
almadraba; Mediterráneo: almadraba; Atlántico NE: línea de mano; Atlántico NO: cerco y palangre (modificado
de Fromentin 2009).
Figura 58, Frecuencia relativa de la distribución de talla del rabil capturado por diferentes flotas (Cerco,
Palangre, Línea de mano y otras artes) de 1970 a 2010.
En la Figura 60 se observan las frecuencias de tallas del patudo capturado por la flota de Taipei Chino
obtenidas de cuadernos de pesca y programas de observadores para el período 2005-2008.
2008
_______ cuaderno de pesca (n= 144548)
- - - - - observadores (n=4155)
Figura 60. Frecuencia de tallas en porcentaje de los patudos capturados por la flota de palangre de Taipei
Chino, obtenidas de partes de pesca y observadores en el período 2005-2008 (modificado de Liu 2011). 29
MANUAL ICCAT
Purse seine Size freq fleets 0.09 Purse seine Size freq fleets
0.18
0.08
0.16
PS ES-FR Free 1991-08 Area 2 0.07
BB FIS South of 10N 1962-08 Area 2
0.14
0.06 BB FIS North of 10N 1965-79 Area 2
PS ES-FR FADs 1991-09 Area 2
0.12
0.05 BB FIS North of 10N 1980-08 Area 2
0.10 BB+PS Ghana 1965-08 Area 2
0.04 BB North 1965-08 Area 1
0.08
0.03
0.06
0.02
0.04
0.01
0.02
0.00
0.00
-0.01
-0.02 0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 220 240 0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 220 240
0.04
0.03
0.02
0.01
0.00
-0.01
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 220 240
Figura 61. Frecuencia de tallas de las capturas de patudo para cerco, línea de mano y palangre (Anónimo
2010d).
Al igual que en otras especies, las tallas de patudo que captura el palangre son mayores que las del cerco y que
las capturadas en las líneas de mano (Figura 61).
Las capturas de pez espada se realizan principalmente con palangre de superficie en el Atlántico y Mediterráneo,
si bien algunas banderas, como Japón, lo capturan con palangre profundo y otras, como Marruecos, lo hacen con
redes de enmalle (Abid & Idrissi 2010). A pesar de que el uso de las redes de enmalle a la deriva en las aguas de
la UE fue prohibido en el 2002, cierto número de barcos italianos siguen practicando ilegalmente la pesca del
pez espada con este arte (Abid & Idrissi 2007). Las frecuencias de tallas son similares en los hemisferios norte y
sur del Atlántico (Figura 62 a, b).
Figura 62a. Captura por año y talla de pez espada en el Atlántico norte para el período 1978-2008 (Anónimo
2009).
30
3.1.2 PALANGRE
Figura 62b. Captura por año y talla de pez espada en el Atlántico sur para el período 1978-2008 (Anónimo
2009).
La distribución geográfica depende del tamaño y sexo del pez espada. Los estudios de proporción de sexos y
tallas indican que hay tres tipos de patrones de comportamiento en el Atlántico (alimentación, reproducción y
transición). Los individuos de más de 25 kg dominan las capturas del palangre en latitudes superiores a los 35º y
en aguas cálidas lo más común es encontrar individuos pequeños, aunque también se capturan algunos adultos
(Ward & Elscot, 2000).
31
MANUAL ICCAT
En los buques fresqueros, toda la captura retenida es procesada a bordo. Sin embargo,
no todas las especies son procesadas de la misma manera, ya que depende del
producto que se quiera obtener. Las especies son evisceradas, retirando todos los
órganos internos de la cavidad abdominal y branquial y en algunos casos también la
cabeza y las aletas. Por ejemplo, en la mayoría de los casos, a los tiburones se les
corta la cabeza, la cual es descartada, y se cercenan las aletas, las cuales son
almacenadas separadas de las carcasas.
Después de procesar la captura, los pescados son llevados a los túneles de frío en donde son colocados en
estantes para ser congelados de manera rápida y así obtener un congelado uniforme sin perder la calidad del
producto. Los túneles de frío alcanzan una temperatura inferior a la de la bodega, que, dependiendo del tipo de
congelador puede ir desde -35º C hasta -60º C. En general, el mercado de sashimi es más exigente con las
32
3.1.2 PALANGRE
temperaturas que se requieren para obtener un producto de mayor calidad, lo que se logra con un congelamiento
entre -55 y -60º C.
El atún destinado al mercado de sashimi, tanto fresco como congelado, debe ser procesado de la siguiente
manera. Primero, si el pez está vivo, se lo debe aturdir dándole un golpe en la cabeza justo en medio de los ojos,
utilizando para esto un palo de madera. Luego, se debe destruir el sistema nervioso para que se inactive el
control de la temperatura y así evitar que la carne se ponga marrón, ya que de lo contrario no sirve para sashimi.
Para esto se clava un pincho en el cerebro del atún, el cual se encuentra en la cabeza y puede ser ubicado como
un punto suave entre los ojos. En el mismo agujero que se hizo con el pincho, se pasa un pedazo de
monofilamento para destruir todo el cordón nervioso. Para obtener un producto de calidad, es necesario
desangrar el pescado antes de congelarlo. Esto se realiza mediante un corte a cada lado por detrás de las aletas
pectorales y a los costados de la cabeza cortando las arterias que van a las branquias. Finalmente, el pescado es
eviscerado, y se limpia la cavidad abdominal y branquial con un cepillo y agua salada. Generalmente, las piezas
son envueltas en un paño antes de ser congeladas para proteger la piel del frío y los golpes (Beverly et al. 2003).
Los puertos utilizados por las flotas han variado con el tiempo, debido a los cambios de caladeros y a los
desarrollos económicos que se han ido sucediendo en los distintos países, así como a las diferentes medidas de
ordenación internacional. En los inicios de la pesquería, los puertos utilizados por las flotas internacionales eran
más que los que se utilizan actualmente. Un ejemplo es la flota de Taipei Chino, que durante el período de 1969-
71, utilizó para sus barcos 15 puertos diferentes del Atlántico (San Martín, Abiyán, Ciudad del Cabo, Las
Palmas, Sao Vicente, Monrovia, Tema, Dakar, Santa Cruz, Bahía de Walvis, Buenos Aires, Recife, Montevideo,
Paranagua y Tenerife) (Yang & Yuan, 1973).
Los países ribereños que operan con palangre en las diversas pesquerías utilizan sus puertos para el desembarque
de los diferentes productos capturados por sus flotas. Algunos de estos, con grandes extensiones de costa,
utilizan varios puntos para sus desembarques (Brasil, Sudáfrica, EUA, entre otros).
Aquellas flotas que se desplazan a zonas muy lejanas de sus puertos, como las flotas asiáticas y algunas de países
de la Unión Europea (España y Portugal), requieren operar en puertos en diferentes regiones. En el Atlántico
sudoccidental, el puerto con mayor operativa de barcos de tercera bandera es el de Montevideo, Uruguay. Las
flotas de España, Portugal y Taipei Chino que operan en la región lo utilizan habitualmente. En el Atlántico
oriental, Sudáfrica es uno de los países con mayor infraestructura portuaria y donde operan barcos de diferentes
banderas, utilizando los puertos de Ciudad del Cabo, Port Elizabeth y Durban.
En el Atlántico noreste, los puertos españoles de Canarias, Baleares y Vigo son muy utilizados por los barcos
palangreros.
En relación al desembarque de atún rojo, la Recomendación 10-04 de ICCAT requiere que cada Parte designe
los puertos en los que el desembarque del atún rojo está autorizado.
Las capturas mundiales de atunes (atún blanco, patudo, atún rojo y rabil) alcanzaron unos 2,1 millones de
toneladas en 2010, manteniendo aproximadamente el mismo volumen desde 2002. Aproximadamente el 70 % de
dichas capturas procedieron del Pacífico y solo el 10% del Atlántico y Mediterráneo. Esta cifra se incrementa a
4,3 millones de toneladas (2010) si incluimos el listado (Katsuwonus pelamis), nueve veces más que en 1950,
cuando se capturaban 0,5 millones de toneladas. El patudo, el atún rojo del Atlántico, el atún rojo del Pacífico, el
atún del sur y el rabil han experimentado un descenso gradual de las capturas tras alcanzar máximos históricos
(Bayliff et al. 2005; FAO 2012).
En los últimos tres años, los mercados de atún han sido inestables debido a las grandes variaciones observadas en
las capturas.
Durante los años 50, las principales pesquerías industriales fueron la japonesa de palangre y la de línea de mano
de los Estados Unidos, las cuales operaban en el Pacífico. A finales de este período, el área de operación de la
flota palangrera se extiende hasta el Atlántico. También algunas flotas de línea de mano con base en puertos
locales de Europa, comenzaban a pescar frente a la costa occidental de África. Durante la década siguiente,
buques europeos de línea de mano y red de cerco, junto con buques japoneses de línea de mano, comenzaron a
33
MANUAL ICCAT
capturar atunes en aguas tropicales frente a África occidental. También la flota japonesa amplió sus operaciones
a todo el mundo, dirigiéndose principalmente al atún blanco y el rabil para la producción de enlatados. A
mediados de los sesenta, se incorporaron a la pesca de atún a gran escala buques palangreros de la República de
Corea y Taipei Chino. A finales de esta década, el desarrollo de sistemas de almacenamiento en frío y mayor
congelado en los palangreros japoneses les permitió acceder al mercado de sashimi, con lo cual el objetivo de la
flota dejó de ser el rabil y el atún blanco para enlatado para pasar al atún rojo y patudo para sashimi. En el
Pacífico oriental, los buques de línea de mano de los Estados Unidos fueron remplazados casi totalmente por
cerqueros. En esa región, las cuotas pesqueras para el rabil se aplicaron por primera vez en 1966.
La pesquería europea de cerco del Atlántico oriental tropical se desarrolló rápidamente durante la década del 70.
Durante la década de los 90, aumentó mucho la pesca de atún. Los cerqueros comenzaron a trabajar con
dispositivos de concentración de peces (DCP) en el Atlántico a comienzos de los 90 y este método rápidamente
se comenzó a emplear en los océanos Índico y Pacífico. (Bayliff et al. 2005).
La unidad de esfuerzo en el palangre está dada por el número de anzuelos calados, aunque también se utilizan
otras medidas más generales, como el número de barcos o de días de pesca.
Figura 65. Esfuerzo en número de anzuelos declarados por mayor área entre 1980 y 2009.
Figura 66. Distribución por TRB de los barcos palangreros declarados a ICCAT durante el período 1980-2009
(Anónimo 2011c).
34
3.1.2 PALANGRE
Los cambios históricos que se observan están determinados por una serie de condiciones vinculadas a aspectos
pesqueros y de la situación política, social, cultural y económica de los países que muchas veces escapan al
análisis específico pesquero.
Figura 68. Distribución relativa de la captura de atún blanco por flotas principales, Anónimo 2012a.
Si bien han existido cambios en la distribución geográfica de las capturas de atún blanco, los mismos no han sido
tan grandes como en otras especies. Entre los años 1970-1979 se observaron mayores capturas con el palangre en
el área tropical y a partir de los noventa se incrementaron en la región del Atlántico sur (Figura 69). Esto se
debe a que el objetivo de las principales flotas (Taipei Chino y Japón) se trasladó al patudo y al desplazamiento
de área de algunos de sus buques hacia el sur.
ALB (1950-59) ALB (1960-69) Atún rojo: Las pesquerías con palangre han
variado de forma importante su esfuerzo por
área en el tiempo. Después de que en el inicio
de las pesquerías de palangre profundo se
capturaran importantes volúmenes en el
Atlántico tropical en las costas de Brasil
(1960-69), no se han vuelto a registrar
ALB (1970-79) ALB (1980-89) capturas en esa zona. A partir de los noventa,
las flotas se han desplazado hacia latitudes
mayores para capturar ambos stocks,
ubicándose no solo en las márgenes
continentales, sino también en la zona central
del océano. En el mar Mediterráneo se
observa un incremento en las capturas con el
ALB (1990-99) ALB (2000-09) cerco, las líneas de mano y el palangre a
partir de los setenta y un decrecimiento de las
capturas con almadrabas (Figura 70).
ALB (2010-11)
35
MANUAL ICCAT
Figura 70. Distribución geográfica de las capturas (t) de BFT por artes principales y por décadas (Anónimo
2012a).
Rabil: Las mayores capturas para todos los artes juntos se han verificado en la zona este (Figura 71) y
corresponden al cerco y al palangre en orden de importancia (Figura 72) (Anónimo 2011b).
36
3.1.2 PALANGRE
Entre 1956 y 1970, la flota palangrera japonesa desplegó su esfuerzo en gran parte del Atlántico y las capturas de
rabil se obtuvieron principalmente en el Caribe y el golfo de Guinea (Honma 1973). Los palangreros
estadounidenses, mexicanos y venezolanos también capturan de forma estacional esta especie en el golfo de
México y el Caribe. Durante los últimos 40 años, las principales pesquerías de palangre se han desarrollado en
áreas del Atlántico oeste y central (Figura 73).
Figura 74. Distribución relativa de la captura de patudo por flotas principales. Clasificación de capturas basada
en la media de los cinco últimos años (Anónimo 2012a).
37
MANUAL ICCAT
BET (2010-11)
En toda la región del Atlántico la pesca de pez espada se realiza con palangre, salvo pequeñas capturas que se
realizan como pesca incidental en otras pesquerías (Figura 76).
Figura 76. Distribución geográfica de las capturas (t) de pez espada por artes principales para todo el periodo
1960-2009 (Anónimo 2012a).
En el Atlántico norte se pesca desde los años cuarenta, principalmente en las costas occidentales. La pesquería
con palangre es más reciente y se expandió a partir de los años ochenta, tanto en el norte como en el sur y el
38
3.1.2 PALANGRE
Mediterráneo. En los últimos años se ha verificado un descenso en las capturas debido, entre otras causas, a una
diversificación de la captura y el acceso de los tiburones al mercado (Figura 77).
SWO (2010-11)
Figura 77. Distribución geográfica de las capturas (t) de pez espada por artes principales y por décadas
(Anónimo 2012a).
En el Mediterráneo el palangre es también el principal arte, aunque las capturas en muchos países ribereños se
realizan con otros artes como las redes de enmalle (Figura 78).
39
MANUAL ICCAT
desembarques y las notificaciones que las empresas pesqueras realizan sobre sus desembarques, proporcionando
los pesos individuales y medios de las especies capturadas.
El muestreo biológico más importante se realiza a través de los programas de observadores, ya instaurado en la
mayoría de las grandes flotas. Se está en proceso de mejorar la cobertura de tales programas a los efectos de
lograr que la información que se obtiene sea representativa.
A continuación se presenta una lista de las especies asociadas a las pesquerías de palangre en el océano Atlántico
y mar Mediterráneo (Castro et al. 2000; Dai et al. 2000; Díaz et al. 2009; Dimech et al. 2009; Domingo et al.
2009; Mejuto et al. 2009; Burgess et al. 2010).
Mola
mola
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3.1.2 PALANGRE
41
MANUAL ICCAT
42
3.1.2 PALANGRE
AVES
Diomedeidae DIX Diomedea exulans Wandering albatross
DDA Diomedea dabbenena Tristan albatross
DEP Diomedea epomophora Southern royal albatross
DIS Diomedea sanfordi Northern royal albatross
Thalassarche steadi White-capped albatross
DIM Thalassarche melanophrys Black-browed albatross
TCH Thalassarche chlororhynchos Atlantic yellow-nosed albatross
PHF Phoebetria fusca Sooty albatross
Procellariidae MGI Macronectes giganteus Southern giant petrel
MHA Macronectes halli Northern giant petrel
PRO Procellaria aequinoctialis White-chinned petrel
PCO Procellaria conspicillata Spectacled petrel
DAC Daption capense Cape petrel
PUG Puffinus gravis Great shearwater
PGR Puffinus griseus Sooty shearwater
Puffinus yelkouan Yelkouan shearwater
MAMIFEROS
Delphinidae KIW Orcinus orca Killer whale
DBO Tursiops truncatus Bottlenose dolphin
DELFÍN Delphinus delphis Common dolphin
Otariidae Arctocephalus tropicalis Subantarctic fur seal
Otaria flavescens South American sea lion
Existe poco conocimiento sobre el impacto que generan estas pesquerías en muchas de las especies capturadas
incidentalmente. Algunos grupos, como las aves marinas, han sido evaluados por ICCAT y se han generado
medidas de ordenación tendientes a minimizar su captura incidental, mediante la obligación del uso de pesos en
las brazoladas, el uso de líneas espantapájaros y el calado nocturno (Recomendación 11-09). Varias flotas han
contribuido con información a través de sus programas de observadores para tratar de comprender estos aspectos
y minimizar los daños colaterales que resultan de esta pesquería (Jiménez et al., 2010, 2012).
Otras especies que están siendo evaluadas y son de gran preocupación para ICCAT son las tortugas marinas, de
las cuales se conoce que existe una importante interacción con el palangre y una gran captura incidental (Pons et
al., 2009, 2010).
Los tiburones, algunos de ellos como la tintorera y el marrajo sardinero, son capturados y retenidos en grandes
volúmenes y desembarcados por muchas flotas. Durante los años 2001-2011 se declararon un total de 476.834 y
66.887 toneladas de captura de tintorera y marrajo sardinero respectivamente, con un máximo para ambas
especies en el año 2010 (71.861 toneladas) y un mínimo en el año 2011 (33.217 toneladas) (Anónimo 2012).
Otro grupo de tiburones y rayas pelágicas son descartados, ya sea por las recomendaciones de la ICCAT que
prohíben su retención (Recomendaciones 09-07, 10-07, 10-08 y 11-08), como por su escaso valor comercial.
Sobre este grupo de especies ICCAT ha realizado dos Evaluaciones de riesgo ecológico (Cortes et al. 2010;
Cortes et al. en preparación).
Los marlines, al menos cinco especies, también son regulados por ICCAT (Recomendaciones 01-10, 00-13 y 02-
13) y si bien muchas capturas son declaradas por las flotas industriales de palangre, las capturas por flotas
43
MANUAL ICCAT
artesanales y deportivas son importantes y menos conocidas, llegando en algunos casos, como el del pez vela
(Istiophorus platypterus) a superarlas (Anónimo 2010e; Anónimo 2013).
En relación a los peces óseos que son capturados y descartados, se sabe muy poco y en general no existen
estudios que permitan conocer el impacto sobre sus poblaciones.
Como en el caso de cualquier pesquería, diversos factores medioambientales afectan a las operaciones de pesca
con palangre y al rendimiento de las capturas y pueden llegar a determinar incluso la posibilidad de llevarlas a
cabo.
Estos factores son considerados por el patrón de pesca para decidir de la mejor manera dónde y cómo realizar sus
operaciones de pesca, procurando maximizar los rendimientos de la captura, manteniendo la seguridad de la
tripulación y embarcación y buscando evitar o minimizar la pérdida de material de pesca.
En relación al rendimiento de las operaciones de pesca, algunos factores medioambientales afectan directamente
a la posibilidad de capturar las especies objetivo y existen otros factores que pueden afectar la cantidad y calidad
(y por ende el valor económico) de la captura retenida.
La temperatura del mar determina parcialmente la disponibilidad de las diferentes especies. La mayoría de las
especies objetivo de las pesquerías con palangre pelágico se caracterizan por tener un amplio rango de tolerancia
a la temperatura del mar, aun cuando tienen preferencias y comportamientos muy dinámicos. Esto hace que en
algunos casos, dependiendo de las condiciones ambientales, para la captura de una misma especie se utilicen
diferentes configuraciones de palangre.
Por ser altamente migratorias, y frecuentemente presentar segregación por clases de tallas, en muchas zonas
donde operan pesquerías con palangre, la abundancia y los rendimientos de las especies objetivo no se mantienen
constantes a lo largo de las diferentes estaciones. Esto hace que las flotas respondan a una dinámica espacial y
temporal que es característica de cada región, dependiendo de la especie a la que se dirija su esfuerzo pesquero.
En algunos casos, las especies objetivo realizan migraciones verticales diarias, por lo que la probabilidad de
capturarlas con un palangre situado en una determinada profundidad varía dependiendo de la hora del día.
Debido a esto, en algunas regiones a los palangres pelágicos profundos se les da reposo durante el día y a los
superficiales durante la noche. Aunque se ha determinado que la fase lunar afecta al comportamiento vertical de
algunas especies, dicho efecto no se aplica de la misma forma a todos los individuos.
Las características de las masas de agua, incluyendo la temperatura superficial del mar, la concentración de
clorofila, la velocidad de la corriente, la altimetría, y la profundidad de la termoclina, son utilizadas por los
patrones para escoger las zonas de pesca y decidir de qué modo configurar el palangre y realizar la calada. Para
esto, se valen de información obtenida por sensores remotos y recibida a bordo mediante diversos sistemas de
comunicación e información, así como de datos obtenidos desde el propio barco mediante termómetros, sensores
de profundidad y temperatura, batitermógrafos descartables, temporizadores y correntómetros Doppler, entre
otros.
Otro factor ambiental que puede afectar a las operaciones de pesca con palangre pelágico es la predación de la
captura por parte de algunas especies de cetáceos odontocetos y tiburones. El daño que los mismos producen, al
alimentarse de los peces que han sido capturados por el palangre, puede ocasionar pérdidas económicas muy
importantes, ya que las piezas dañadas tienen un valor de mercado muy inferior, y en algunos casos el daño
alcanza tal magnitud que la pieza capturada no tiene ningún valor. En algunos casos, se utilizan diversas medidas
(espantadores sónicos, maniobras evasivas) para reducir este problema y poder continuar operando pero, en
situaciones extremas, la valoración económica que realizan los patrones de pesca de esta predación los motiva a
cambiar la zona de pesca.
A nivel operativo, el viento y las olas que provoca pueden llegar a restringir las opciones del patrón de pesca en
relación al rumbo de calado y virado del palangre. Esto afecta de mayor manera a las embarcaciones de menor
44
3.1.2 PALANGRE
tamaño, que son más susceptibles de verse afectadas por la intensidad del viento y de las olas durante el virado
del palangre. La corriente puede generar dificultades, ya que en algunos casos hace que el equipo derive muchas
millas durante su reposo, causando complicaciones si se está trabajando en las proximidades de un límite
jurisdiccional (ZEE, AMP), o bien provocando enredos y/o roturas del palangre. En algunos casos, porciones de
palangre que se han desprendido llegan a alejarse varias millas entre sí, generando demoras de varias horas en la
operativa de pesca.
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