Polemica Arcadi Espada
Polemica Arcadi Espada
Polemica Arcadi Espada
La diputada Beatriz Escudero se opone al aborto de los fetos donde se detecte discapacidad futura porque no hay que
discriminar a los nacidos ni a los no nacidos. Hay que fijarse bien en lo que dice la diputada: no debemos prohibir a un
discapacitado que pueda disfrutar de su condición. Sobre actitudes como las de la diputada tendría que proponerse la
aplicación de alguna variante de lo que se conoce como crímenes contra la humanidad. A pesar de lo que sostiene Gallardón
esta no es una reforma ideológica convencional, que pueda mutarse en la próxima legislatura. Esta es una reforma que rompe
el consenso público sobre los derechos humanos en Occidente. Si alguien deja nacer a alguien enfermo, pudiéndolo haber
evitado, ese alguien deberá someterse a la posibilidad, no solo de que el enfermo lo denuncie por su crimen, sino de que sea
la propia sociedad, que habrá de sufragar el coste de los tratamientos, la que lo haga. Este tipo de gente averiada alza la voz
histérica cada vez que se plantea la posibilidad de diseñar hijos más inteligentes, más sanos y mejores. Por el contrario ellos
tratan impunemente de imponernos su particular diseño eugenésico: hijos tontos, enfermos y peores.
De: Antonio Centeno Fecha: 12 de mayo de 2013 10:32 Asunto: la eugenesia y el FVID Para: Arcadi Espada
Hola Arcadi,
Soy Antonio Centeno, barcelonés activista por los derechos humanos de las personas con diversidad funcional en general y
miembro del FVID en particular.
Estoy siguiendo con interés la controversia que ha generado su escrito. Es importante que estos temas dejen de estar
silenciados como lo han estado hasta ahora. En este sentido, pese a no compartir su contenido, me parece valioso que su
artículo haya abierto el debate público sobre la relación entre eugenesia, diversidad funcional y aborto.
No obstante, la visceralidad que suele acompañar este tipo discusiones dificulta el verdadero diálogo y el intercambio de ideas
y experiencias. Es por ello que me gustaría tener ocasión de charlar con usted sobre el tema. Entender en profundidad los
argumentos contrarios -se llegue a compartir algo de ellos o no- es la única manera de enriquecer y fortalecer el discurso
propio.
De: Arcadi Espada Fecha: 12 de mayo de 2013 11:21 Asunto: Re: la eugenesia y el FVID Para: Antonio Centeno
Apreciado Antonio,
Le agradezco su carta y estoy, obviamente, dispuesto a reunirme con usted en cuanto podamos. De todos modos le
agradecería que la conversación se ciñera a lo que yo escribí y no a los ecos incalificables en que se ha convertido mi texto por
obra y gracia del habitual coro de perros. Es probable que no estemos de acuerdo en nuestras opiniones, porque para empezar
yo advierto algo más que diversidad en los problemas de su colectivo. Pero el desacuerdo, para mí, es solo un acicate. Dado
que tengo unos días de viajes y asuntos le propongo que iniciemos por email este intercambio. Creo, además, que sería
valioso compartirlo con otras personas. Yo me avengo a ir publicando nuestra correspondencia en mi blog como voy a hacer
con estas dos primeras cartas.
A.
De: Antonio Centeno Fecha: 12 de mayo de 2013 12:14 Asunto: Re: la eugenesia y el FVID Para: Arcadi Espada
Apreciado Arcadi,
gracias por su pronta respuesta. Me gusta la idea del desacuerdo como acicate y estaré encantado de compartir este inicio vía
email del diálogo con sus lectores. Y ojalá pronto podamos retomarlo en persona, algo que siempre facilita la empatía, el matiz
y el entendimiento.
Es verdad que hay mucho más que diversidad en las experiencias de vida de quienes tenemos un cuerpo que funciona lejos de
los parámetros habituales. A nivel personal cada cual es un mundo, y podrá escuchar hablar de sufrimiento, de felicidad, de
angustia, de paz... Más allá de lo personal, en lo político y lo social, hay una discriminación sistemática e histórica contra estos
cuerpos no normativos. Entiéndase que discriminar no consiste (sólo) en que alguien llame a alguien "inútil de mierda" o
similar, nos interesa sobre todo la discriminación estructural: entornos urbanos y transportes no accesibles, escuelas sin la
formación ni los medios para dar lo mejor al niño sea como sea, falta de apoyos para la autonomía personal que acaba
recluyendo a quienes los necesitamos en casa de mamá o en una residencia...
Esa discriminación sistemática se basa en una cierta mirada sobre la realidad de la fragilidad humana, y los valores que se
asumen a partir de esa manera de mirar y valorar la realidad. Lo tradicional ha sido mirar viendo sufrimiento y asumir como
valores la prescindencia (eliminar esas cargas sociales) o la compasión segregadora (recluir a los diferentes en entornos
separados, como escuelas especiales, residencias, manicomios, centros especiales de empleo...) La propuesta de quienes,
desde la experiencia propia de vida, hemos decidido autodenominarnos "personas con diversidad funcional", es mirar viendo
dignidad y asumir como valor la inclusión social.
Al contrario que en una sociedad prescindente (se elimina la diferencia) segregadora (se aísla la diferencia) o integradora (la
diferencia tiene que adaptarse al sistema) en una sociedad inclusiva todos los entornos físicos y sociales (urbanismo,
transporte, escuela, vivienda, asistencia personal...) se piensan y desarrollan teniendo en cuenta toda la diversidad humana, en
particular la diversidad funcional. Es más complejo, pero el resultado es mejor. Los avances inclusivos en urbanismo,
transporte o educación ya han generado entornos mejores para el conjunto de la población en todos sus ciclos vitales. Y aún
queda mucho, y distinto, por hacer.
Es ente contexto que su artículo "Crimen contra la humanidad" ha generado controversia, al entender que valida y refuerza un
imaginario colectivo que nos visualiza como seres condenados al sufrimiento, cuyas vidas son menos valiosas que el resto.
Para no alargarme más en este primer intercambio de opiniones, le dejo enlaces a dos textos que escribí sobre el aborto y la
eugenesia.
Saludos,
Antonio Centeno
De: Arcadi Espada Fecha: 12 de mayo de 2013 22:45 Asunto: Re: la eugenesia y el FVID Para: Antonio Centeno
Apreciado Antonio,
mi comentario no alude en ningún momento a los nacidos. De más está decir que cualquier hombre en el mundo tiene derecho
a llevar esa vida inclusiva en los máximos niveles que pueda darse. Mi comentario tiene el propósito de sugerir un debate
moral que parte de la acusación que con tanta frecuencia lanzan sobre el aborto los miembros de las organizaciones
partidarias de ilegalizarlo. Eso del crimen contra la humanidad que presuntamente cometería cualquier mujer que decide
abortar. Pues bien, a mi juicio, cualquier madre que conociendo las graves malformaciones de un feto decide seguir adelante
con él se convierte en actora de ese crimen. No quiero entrar en lo que sean graves malformaciones o en los plazos a que esa
decisión pueda atenerse. Atengámonos, por el momento, a lo que la ley y el sentido establecen sobre cada particular. Seguir
adelante con un feto del que se conoce su imposibilidad de una vida autónoma me parece una indignidad. Por dos razones
principales, apreciado corresponsal. La primera, porque la ceguera, la sordera o la parálisis, por poner tres ejemplos, no solo
me parecen diferencias respecto del modelo estándar, sino también decadencias; no solo es un modo distinto de estar en el
mundo, sino que es un modo peor de estar en el mundo. La segunda, porque la pérdida de ese feto me parece mucho menos
costosa, y sigo en el ámbito moral, que la decisión de llevarlo a una vida cruelmente afectada de partida. No me parece justo
que las creencias, y hasta un cierto y oscuro narcisismo paterno, condicionen hasta tal punto la vida de un hijo. Y digo esto,
como comprenderá, porque yo distingo radicalmente entre la vida del nacido y la vida del no nacido. O, para decírselo algo más
dramáticamente, entre aplastar un huevo y aplastar un cráneo. Y siempre preferiré, aunque siempre reconociéndolo, el impacto
de las creencias que afecten solamente a un puñado de células sin memoria. Sin memoria propia, y sin memoria en los otros.
Afectuosamente
A.
De: Antonio Centeno Fecha: 13 de mayo de 2013 12:51 Asunto: Re: la eugenesia y el FVID Para: Arcadi Espada
Apreciado Arcadi,
antes de entrar en la cuestión moral (que es la más interesante) permítame copiar un trozo del texto "Un crimen contra la
humanidad" para mostrarle qué expresiones nos han llevado a pensar que su artículo también alude a las personas ya nacidas
"alguien deberá someterse a la posibilidad, no solo de que el enfermo lo denuncie por su crimen, sino de que sea la propia
sociedad, que habrá de sufragar el coste de los tratamientos, la que lo haga. Este tipo de gente averiada alza la voz histérica
cada vez que se plantea la posibilidad de diseñar hijos más inteligentes, más sanos y mejores. Por el contrario ellos tratan
impunemente de imponernos su particular diseño eugenésico: hijos tontos, enfermos y peores" Releyéndolo, ¿entiende que
podamos pensar que el texto también alude a las personas ya nacidas?
Comparto su indignación antes quienes califican de "crimen contra la humanidad" la decisión de una mujer de abortar. A mi
entender; el derecho al propio cuerpo de las mujeres hace innecesaria (e inconveniente) ningún tipo de justificación para tomar
libremente decisiones sobre su propio cuerpo. En particular, también es innecesario (e inconveniente) que usted (y/o la
sociedad) les diga cuándo tienen qué hacer qué con su cuerpo. Los ministros, los obispos, la ley, la sociedad, usted y yo fuera
de los úteros de las mujeres, ya.
Sobre la afirmación de que sin vida autónoma no hay dignidad le invito a reflexionar sobre el hecho de que ni usted, ni yo ni
nadie es autónomo. Si hay una característica humana universal es que somos seres gregarios, vivimos en comunidad, todo el
mundo recibe y aporta a los demás. Intentemos contar todos los productos y servicios (por no hablar de valores, afectos, etc.)
que a usted le proporcionan los demás: comida, agua, ropa, energía, transporte....son cientos, miles. Quizás yo necesite un par
de productos o servicios menos habituales, pero ¿de verdad ese 0'1% de diferencia convierte su vida en digna de ser vivida y
la mía no? En fin, es una reflexión compleja, y yo respetaría que tras hacerla usted imagine que para usted no sería una vida
digna. No me parece tan respetable que usted afirme que para quien necesite ese 0'1% de productos/servicios menos
habituales no hay dignidad posible. Que cada cual hable por sí mismo. Yo, no desde mi imaginación si no desde mi experiencia
de vida, afirmo que mi vida es digna, pero nada afirmo sobre la de cada cual. Lo cierto es que la posibilidad de vida digna es
compatible con la diversidad funcional. Y digo posibilidad, no certeza. No sé si en ausencia de diversidad funcional hay certeza,
creo que tampoco.
La frase "la ceguera, la sordera o la parálisis, por poner tres ejemplos, no solo me parecen diferencias respecto del modelo
estándar, sino también decadencias; no solo es un modo distinto de estar en el mundo, sino que es un modo peor de estar en
el mundo" vuelve a ser una elucubración desde la no experiencia. Los datos científicos dicen que, en nuestro entorno
sociocultural, las personas que viven esas condiciones muestran índices de felicidad por encima de la media y tasas de suicidio
por debajo de la media. Entonces, ¿por qué causa pavor la posibilidad de adquirir esas diferencias funcionales? En mi opinión,
por el instinto reptiliano de vigorosidad que nos permitió sobrevivir en un mundo que desapareció hace millones de años, y por
lo terrible de un imaginario colectivo que ha focalizado esas realidades siempre vinculadas al sufrimiento, al estigma y al
desprecio invisibilizando todo lo demás (porque hay más, créame) También por el ancestral miedo al cambio. Yo, antes de
adquirir mi tetraplejia, afirmaba que si un día me ocurría algo así preferiría morirme. Luego la experiencia de vida se impuso a
la proyección mental, y soy un tipo feliz. Acepto que otras personas afirmen lo contrario sobre su experiencia, pero no comparto
la teoría de que sean condiciones de vida necesariamente peores que otras, mucho menos que sean decadentes (respecto a
qué), incompatibles con una vida digna o "cruelmente afectadas de partida" Entiendo que si una teoría se estrella contra la
realidad de casos reales incompatibles con ella entonces hay que aceptar que la teoría, como teoría, no funciona.
Antes de dejar este punto, me gustaría darle una vuelta más a la cuestión del entorno sociocultural. Es importante, la realidad
humana resulta imposible de describir en términos sólo biológicos. Mi intuición es que cuanto más se avance hacia una
sociedad inclusiva (véase email anterior) más evidente se hará que la diversidad funcional no comporta necesariamente, o con
significativa mayor certeza que otras condiciones personales, una vida indigna de ser vivida. Las imágenes que me persuaden
de ello parten de observar las condiciones de vida de las mujeres en ciertas áreas del mundo y compararlas con las de nuestro
entorno. Objetivamente, son terribles. Pero casi nadie piensa que la solución a eso pase por seguir siendo tolerantes con el
aborto selectivo (otra cosa es el aborto libre) de fetos femeninos, ni por implantar penes, si no por conseguir que esas
sociedades sean inclusivas también desde una perspectiva de género.
Comparto plenamente con usted el distingo entre la vida del no nacido y la del nacido. En este sentido, permítame reproducir
aquí parte del argumentario que le envié en el artículo "Aborto libre SÍ, aborto eugenésico NO".
Saludos,
Antonio Centeno
De: Arcadi Espada Para: Antonio Centeno Fecha: 13 de mayo de 2013 23:44 Asunto: Para mañana
No, apreciado Antonio. No entiendo que alguien pudiera pensar, a partir de mi texto inicial, que yo he aludido en algún
momento a las personas nacidas. Como usted sabe he empezado a hablar de este asunto a propósito del aborto; y que yo
sepa el aborto no se practica con los nacidos. Lo que me interesaba subrayar es el doble rasero de esa gente, en efecto,
averiada, moralmente averiada, que se alza rápidamente en contra de la posibilidad de manipular genéticamente un embrión
para mejorar su calidad de vida, es decir, que se alza contra la posibilidad de cualquier diseño genético y que en cambio no
tienen ninguna dificultad en aceptar el diseño genético por defecto, aunque este implique, y perdóneme, y nunca mejor dicho,
defectos dramáticos. Los demás hemos de aceptar que se nos llame nazis, criminales contra la humanidad, etcétera, y hemos
de callar, por el contrario, ante su pasiva aceptación de la decadencia del programa humano que pueda ser identificada en un
feto. Lo siento, pero a mí me parece un crimen contra la humanidad permitir el desarrollo de un embrión del que se conoce su
incompatibilidad con el estándar humano. Y es hora de empezar a decirlo y de empezar a responder punto por punto a esa
arrogancia de lo presuntamente sagrado.
Yo, Antonio, a diferencia de usted, creo que sí hay un estándar humano. Trataré de explicárselo con un ejemplo personal. Yo
soy un gran miope. Tengo unas 31 dioptrías en mi ojo derecho y la mitad en el izquierdo. Esto me ha perjudicado mucho en la
vida. Yo soy un poco altivo, dicen. Es probable. ¡Pero le aseguro que la miopía aún me ha hecho peor! Hay gente que cree que
no la saludo ¡cuando lo que sucede es que no la veo! Con estas condiciones visuales no habría durado mucho en la cueva.
¡Vele tú con arrogancias cegatas al león! Pero nací en un tiempo donde un ingenio humano llevó mis ojos a... ¿Adónde cree?
Al estándar, claro. Ni usted ni yo tenemos la certeza de que veamos el mismo rojo. Es teóricamente posible que el rojo que
usted vea sea mi azul. Pero los dos sabemos que es una hipótesis improbable. Lo que quiero decirle es que con unos cristales
gruesos al 15 yo veo casi igual de bien que usted. El estándar. Cuando yo hablo de decadencia o de deformación hablo con
respecto a ese estándar. Mis ojos, por ejemplo. Nadie va a convencerme que una vida con 30 dioptrías sea mejor que una sin.
Como resultaba previsible mis hijas han nacido miopes. Habría tocado su ADN de haber podido. Y habría abortado su feto de
estar condenadas a una vida, sin gafas, meramente táctil. ¿Por qué no iba a hacerlo? ¿Por qué ese ovulo fecundado y
visualmente erróneo iba a ser más mío y gozar de mayor consideración que el próximo, sano, que pudiera fecundarse? Una
oportunidad perdida es una oportunidad ganada y viceversa. Si lo piensa a fondo, cada hijo que nace aborta a otro. El
catolicismo de ajo y sacristía examina el aborto desde el hijo ya nacido y hasta en trance de jubilación. Pero el aborto es una
hipótesis donde el huevo mira al hombre y no el hombre al huevo. Yo no me quiero morir nunca, Antonio, pero me daría igual
no haber nacido. Otra cuestión sobre el estándar y el relativismo. No sé si usted tiene hijos. No sé si quiere o puede tenerlos.
Quiero creer que no procedería usted como aquel matrimonio de sordos que querían asegurarse de que su hijo también lo
fuese. Quiero creer que trataría de que sus hijos se encuadrasen en el estándar y no en su diferencia. No me parece que se
haya de ser moralmente tolerante con las mujeres que llevan a término un feto con anomalías que impugnen lo que nos hace
humanos. Naturalmente entre lo que nos hace humanos está la solidaridad y todas las objeciones que yo pueda poner a la
conducta de esas mujeres deben traducirse en el máximo de cuidado social para con sus hijos. Para que las vidas que lleven
los nacidos no repugnen nuestra propia humanidad.
Una última consideración. Escribe usted que ha adquirido su tetraplejia. Es decir que la ha conseguido, que la ha ganado, que
la ha comprado ¡quizá con esfuerzo! Eso significa "adquirir". Comprendo que usted utilice este verbo. Comprendo el orgullo de
la diferencia. Pero reconózcame al menos que utilizándolo así se aparta usted del español lingüísticamente estándar.
Esto se ha alargado ya mucho. Hubiese querido discutirle su convicción de que nadie pueda inmiscuirse en el útero de las
mujeres. Será otro día.
Cordialmente
A.
De: Antonio Centeno Fecha: 15 de mayo de 2013 00:18 Para: Arcadi Espada
Apreciado Arcadi,
es cierto que esto se ha alargado, pero no es menos cierto que está resultando interesante (y muy ilustrativo para mucha
gente, según comentarios que me llegan) ir al fondo de las ideas. Por supuesto, entiendo que usted tenga que dedicar tiempo y
espacio de su blog a otras cuestiones, pero independientemente de si tiene a bien publicar este mail o no permítame apuntar
muy sintéticamente algunas cuestiones:
- Es innegable que el aborto no se practica con los nacidos, pero algunos argumentos para justificar la despenalización (o
incluso la obligatoriedad) del aborto por "malformación" se construyen haciendo juicios de valor sobre las vidas de los nacidos.
No me preocupa el derecho a la vida del feto (en mi opinión no existe tal cosa) sino el derecho a que los textos legales
expresen un trato digno y no denigrante hacia los nacidos (con diversidad funcional o sin) y garanticen el derecho al propio
cuerpo de las mujeres.
- No conozco ninguna descripción de nada parecido a un "programa humano" ni a un "estándar humano". Le agradecería
cualquier referencia bibliográfica que pueda ilustrarme al respecto para poder intentar entender mejor su punto de vista.
- Lamento que su miopía le haya hecho peor persona. Conozco miopes adorables, así quizás la variable decisiva para
empeorar o mejorar el carácter no sea la miopía, pero acepto que es algo opinable. Claro que si es opinable no parece tener
mucho sentido una teoría absoluta del estilo "con miopía se es peor" Por supuesto, no pretendo convencerle de que su vida
con 30 dioptrías sea mejor que sin ellas, pero sí me parece discutible que el número de dioptrías determine en general y
absolutamente si una vida merece ser vivida o no.
- No digo que el feto "con certeza visualmente erróneo" merezca mayor consideración que el feto "probablemente sano", digo
que ambos me merecen nula consideración, y que la única consideración relevante es la que la madre tenga sobre qué hacer
con su propio cuerpo. Otra cosa es el texto legal, ahí sí que ambos han de tener la misma consideración.
- No tengo claro a qué se refiere con "lo que nos hace humanos" Sería interesante intentar una descripción. En mi opinión,
todos los seres nacidos de seres humanos son humanos. Eso mismo afirma el artículo 1 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
- Ya que usted ha sido tan cercano como para hablarme de sus hijas, le cuento que yo no tengo hijos. Si algún día los tuviese
no siento la necesidad de "encuadrarlos en el estándar" ni en ninguna otra creencia (digo creencia porque no conozco
bibliografía científica que dé una descripción de "estándar humano") Serán diferentes, únicos, todos lo somos. Sí me esforzaría
en que se amen a sí mismos sean como sean, me parece la única oportunidad (no certeza) de que sean felices y contribuyan a
hacer un mundo mejor. Por cierto, como esto último es un acto de fe y usted ha hecho alguna referencia al catolicismo y a lo
sagrado, permítame explicitar (innecesariamente, porque ninguno de los argumentos expuestos se basan en estas cuestiones,
pero por estética) que soy ateo practicante.
- La verdad es que utilicé la expresión "adquirí mi tetraplejia" desde la ignorancia, no sabía que significa siempre "Es decir que
la ha conseguido, que la ha ganado, que la ha comprado ¡quizá con esfuerzo! Eso significa "adquirir"
No importa, es cierto que siento orgullo de ser quien soy. No porque sea mejor que nadie, sino porque soy humano, único y
real, y eso siempre tiene su mérito.
Saludos,
Antonio Centeno
De: Arcadi Espada Fecha: 15 de mayo de 2013 08:45 Para: Antonio Centeno
No se preocupe, apreciado Antonio, dedicaremos a la discusión todo el tiempo y espacio que sea necesario. Yo solo me refería
a la extensión que había adquirido mi última carta, no a la discusión completa.
La discusión sobre lo que nos hace humanos es larga y fértil. Naturalmente se puede zanjar diciendo que lo humano es lo que
nace de un humano, pero entonces, verá, para qué vamos ponernos a discutir. La discusión está muy vinculada al aborto,
porque los contrarios a su despenalización objetan, como en el fondo lo hace usted, que el huevo de un humano es humano, y
por tanto un crimen su destrucción. Hay autores, como Peter Singer, que consideran que la humanidad es básicamente la
conciencia y que por tanto consideran ético el infanticidio. El asunto tiene, ya le digo, una larga bibliografía detrás. Yo le
recomiendo los libros de Gazzaniga, De Waal, Churchland, Tomasello o del propio Singer para tener una idea de la discusión
contemporánea sobre el asunto.
Hay algo en nuestros coloquios que me parece meritorio y es que usted no ha tratado de hacerme decir lo que no he dicho. Le
felicito y me gustaría que siguiéramos así, porque la verdad es que yo no he dicho que "el número de dioptrías determine en
general y absolutamente si una vida merece ser vivida o no." Esto no es una cosa discutible, sino una mera estupidez. Lo que
también puede serlo, aunque está sí será mía, es que yo no dudaría un segundo en prescindir del feto de un hijo mío del que
me dijeran que nacerá ciego.
Esto me permite encarar el asunto que habíamos dejado pendiente: la soberanía de la mujer sobre el feto. Me parece que aquí
tenemos también otra discrepancia de fondo. Yo creo en esa soberanía, pero desde un punto de vista meramente técnico por
así decirlo. La última palabra la tiene siempre la mujer, en efecto. Pero eso no implica que, moralmente, no tenga que compartir
su soberanía. La decisión sobre un feto, descartados bancos de semen, familias monoparentales, etcétera, siempre es un
asunto de dos y la mujer tiene la obligación moral de tomar sus decisiones con el acuerdo de su pareja. De su pareja... y de la
ley.
Me alegra que sienta usted orgullo de ser ese humano único y real que es. Yo, que también lo soy, no he experimentado nunca
ese curioso sentimiento. Conforme envejezco más tengo la sensación de que todo me ha venido dado.
Cordialmente
A.
De: Antonio Centeno Para: Arcadi Espada Fecha: 15 de mayo de 2013 11:26
Apreciado Arcadi,
no digo que un huevo de humanos es un humano, digo que un nacido de humanos es un humano. Le doy la razón en que es
una idea simple, pero se generó tras debates de una complejidad enorme cuando allá por 1948 la comunidad internacional vio
en la necesidad de ponerse de acuerdo sobre qué era la esencia humana, qué debía protegerse de horrores como los que
acababan de vivir en el preludio y desarrollo de la II Guerra Mundial. Ese proceso culminó en la Declaración Universal de
Derechos Humanos, que en su artículo 1 establece que "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros" Todo esto es
bien conocido, pero no está de más recordarlo para recalcar que el sistema de derechos humanos se aplica a los nacidos, no a
los fetos, y que se aplica a todos los nacidos independientemente de cómo sea su cuerpo, su funcionalidad, sus "capacidades",
la "probabilidad de sufrimiento", la productividad, etc.
Leo poco, aún así algo me había llegado del señor Singer y el infanticidio. Es un discurso fuera del sistema de derechos
humanos, que parte de la base de que existe "la conciencia" y de que esa idea está por encima del hecho del nacimiento. En
mi opinión, cualquier intento de "objetivizar" qué es la conciencia genera más problemas que soluciones. Siempre me he
preguntado qué necesidad siente el señor Singer, y sus seguidores, de deshumanizar a quienes la Declaración Universal de
Derechos Humanos reconoce como humanos. ¿Por qué? ¿para qué? ¿Qué problemas soluciona? Si me parece claro los
problemas que genera, que no son otros que los que pretendía atajar el sistema de derechos humanos. En definitiva, la
simplicidad de "es ser humano el nacido de seres humanos" no pretende evitar debates, si no expresar cuál fue el resultado del
complejísimo debate tras la II Guerra Mundial y cuestionar la necesidad/conveniencia de deshumanizar en función de
características personales. Si se optó por la Declaración Universal de Derechos Humanos y no por definir un "estándar
humano" no fue por pereza intelectual, sino porque la experiencia de lo acontecido antes y durante la guerra les hizo llegar a la
conclusión de que la idea de "estándar humano" generaba más horrores que cualquier otra. Desde entonces sólo algunos
filósofos, como el señor Singer, cuestionan ese acuerdo, pero nadie fuera de la filosofía (de lo opinable) ha intentado dar
ninguna descripción "objetiva" de qué podría ser el "estándar humano" Mientras no se demuestre lo contrario, seguiré
convencido de que tal cosa no existe, y de que intentar construirla genera más horror y sufrimiento que cualquier otra idea
sobre lo humano.
Disculpe lo de las dioptrías, entiendo que pudiera entenderse que yo afirmaba que usted afirmaba tal cosa. Sólo era una
metáfora, donde dice "dioptrías" debería haber puesto "característica personal incompatible con el estándar humano". Creo que
eso, más allá de la literalidad, sí se ajusta a lo que usted expresa en su discurso, o al menos lo entiendo así cuando pone
ejemplos como el de "yo no dudaría un segundo en prescindir del feto de un hijo mío del que me dijeran que nacerá ciego".
No tengo ningún problema con lo que cada mujer decida sobre su propio cuerpo, tengo un problema con que un texto legal
haga un juicio de valor sobre la vida de los ya nacidos para argumentar sobre lo que las mujeres pueden hacer o no con sus
cuerpos. En efecto, es una discrepancia de fondo, en mi opinión todos los seres humanos (las mujeres en particular) tienen
derecho absoluto a hacer lo que quieran con su propio cuerpo. Cuando no es así, tiene que ser la ley la que determine qué
límites impone la comunidad a ese derecho. Y ahí la actual ley del aborto establece ese límite basándose en un juicio de valor
sobre los ya nacidos, en ese punto es donde entiendo que hay un problema ético que vulnera derechos de los ya nacidos.
Es curioso (¡quizás significativo!) que incluso discrepemos en la manera de envejecer. A mí, con los años, lo que se me hace
más evidente es que casi nada nos es dado de inicio y casi todo es construido.
Saludos.
De: Arcadi Espada Para: Antonio Centeno Fecha: 16 de mayo de 2013 10:37
Apreciado Antonio:
Ya que usted insiste en la Declaración de los Derechos Humanos no tengo más remedio que llamarle la atención sobre la frase
de la Declaración que alude a "la razón y a la conciencia", y que usted mismo transcribe. Parece que los redactores de la
Declaración sabían perfectamente qué era la conciencia (¡e incluso la razón!) y no solo eso: la hacían constitutiva de la propia
humanidad. Es decir que incluso la propia Declaración que usted invoca traza un cierto patrón de lo humano cuya vulneración
fetal legitimaría la interrupción del embarazo. De ahí que yo escribiera, y es el eje y la intención principal de lo que vengo
diciendo, que la prosecución a sabiendas de un feto afectado de graves discapacidades me parece un crimen contra la
humanidad que cualquier célula humana proyecta. La Declaración detalla una serie de circunstancias ambientales
imprescindibles para que la humanidad se garantice. Es, en sí misma, una descripción del estándar humano ambiental, por así
decirlo. Es obvio que ese estándar existe también desde el punto de vista de la naturaleza. Como decía un comentarista en mi
web de lo contrario no sabríamos lo que es la salud ni la enfermedad. ¡Y mi óptico desconocería a qué nivel ajustarme el grosor
del cristal de mis gafas! La formidable novedad del diagnóstico prenatal permite pronosticar en qué condiciones de salud
podemos esperar que se desarrolle la vida de un feto. Y como siempre sucede, los logros técnicos obligan a decisiones
morales. Y a decisiones de ley. Verá.
Yo no puedo compartir el punto de vista de Singer sobre el infanticidio. Atienda al "no puedo", porque es la clave. Se trata de
una repugnancia moral imbatible. Hay seres sumarios que identifican el aborto con el infanticidio. A mí me basta con exhibir la
parábola del gordo y las agujas. Yo puedo desviar las agujas, pero no puedo tocar al gordo. ¡Es humano! Y sentimental: ojos
que no ven. Pero hay que tener prudencia crítica con los planteamientos utilitaristas de Singer, porque funcionan socialmente
mucho más de lo que pensamos. Trate usted de conseguir el trasplante de un órgano imprescindible para un viejo de 80 años.
Ya verá usted con qué implacabilidad se le aplica una versión espontánea del estándar humano en favor de cuerpos
igualmente necesitados pero más jóvenes. Ahí tiene usted un juicio de valor absoluto, continuo y generalizado sobre la
perspectiva y calidad de vida de un ya nacido. Y un juicio justo, he de decirle. Justo y fieramente humano.
Cordialmente
A.
De: Antonio Centeno Para: Arcadi Espada Fecha: 16 de mayo de 2013 16:30
Apreciado Arcadi,
el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos afirma que todo ser humanos tiene, por el mero hecho de nacer
de humanos, la misma dignidad y los mismos derechos. Además, todo ser humano nace con conciencia y razón. Fíjese que
aquí ya no se dice que sea con la misma conciencia ni con la misma razón, se reconoce la realidad de que hay diversas
maneras de percibir y entender el mundo. Es decir, existe una misma dignidad para infinitas formas de conciencia. Se renuncia
a poner condiciones sobre cómo debe ser cada conciencia para otorgar el estatus de humano. Por eso, entre otras cosas, el
argumentario de Singer y cualquier forma de "estándar humano" como condición previa para reconocer a alguien su humanidad
caen fuera del sistema de Derechos Humanos. Son otra cosa, no sólo ajena a dicho sistema, sino antagónica al mismo. Este
fue el punto de consenso al que se llegó tras los horrores de la II Guerra Mundial, a mi entender justo lo contrario a la idea que
usted expresaba en el capítulo (I) como "el consenso público sobre los derechos humanos en Occidente. Si alguien deja nacer
a alguien enfermo, pudiéndolo haber evitado, ese alguien deberá someterse a la posibilidad, no solo de que el enfermo lo
denuncie por su crimen, sino de que sea la propia sociedad, que habrá de sufragar el coste de los tratamientos, la que lo haga"
En el capítulo (V) usted se refería a Singer para apoyar la tesis de la existencia de un "estándar humano" previo a la condición
de humanidad con esta frase: "Hay autores, como Peter Singer, que consideran que la humanidad es básicamente la
conciencia y que por tanto consideran ético el infanticidio." En cambio, en el capítulo (VI) parece renegar de Singer afirmando:
"Yo no puedo compartir el punto de vista de Singer sobre el infanticidio" y también "hay que tener prudencia crítica con los
planteamientos utilitaristas de Singer." No acabo de ver claro cuál es su idea sobre cómo el pensamiento de Singer es correcto
o no para definir lo humano. Aún menos claro veo cómo le sirve o no a usted Singer para establecer lo que las mujeres pueden
decidir sobre su propio cuerpo.
Una última consideración sobre el concepto de "estándar humano natural". Una cosa es que podamos calcular (o estimar) la
media poblacional de una cierta característica humana (como la agudeza visual) y otra muy distinta establecer que sólo los
individuos situados "cerca de la media" son humanos. Eso es una decisión, no una descripción de la realidad. La realidad
natural es que el cuerpo humano es diverso en formas y funcionalidades. La negación de la realidad natural que pretende
establecer como humano sólo la parte central de algunas campanas de Gauss es un acto humano, no un hecho natural. La
selección natural ha ampliado la diversidad, no la ha reducido. Y el cuando darwinismo social ha pretendido eliminar la
diversidad eliminando a los diferentes se han generado sociedades donde sus gentes han tenido peor calidad de vida, no
mejor. Así las cosas, lo natural y lo humano es la diversidad, no la homogeneidad.
Me llama la atención el concepto de "crimen contra la humanidad que toda célula humana proyecta" En el capítulo (I) el crimen
al que usted aludía no era contra una humanidad proyectada, sino contra la humanidad. Una humanidad tan concreta como la
que se desprende de "no solo de que el enfermo lo denuncie por su crimen, sino de que sea la propia sociedad, que habrá de
sufragar el coste de los tratamientos, la que lo haga" Entonces, ¿hay crimen contra ese concepto abstracto de "humanidad
proyectada" o hay crimen contra la humanidad? ¿qué pinta la "carga social" en todo esto?
Saludos,
Antonio Centeno
De: Arcadi Espada Para: Antonio Centeno Fecha: 17 de mayo de 2013 09:09
Apreciado Antonio,
le agradezco mucho que haya participado en este debate. Ha sido útil para mí y, por los comentarios que he recibido, también
para los lectores. Quedo a su disposición para cualquier comunicación futura.
Cordialmente,
Arcadi Espada