Estudio de Violencia FINAL PDF
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mujeres en Paraguay:
Avances y Desafíos
Violencia contra las mujeres
en Paraguay: Avances y Desafíos 2
violencia contra las
mujeres en Paraguay:
Avances y Desafíos
DICIEMBRE DE 2016
Este documento fue elaborado por la consultora Marcella Zub Centeno. La coordinación de la publicación estuvo a cargo de Carolina Taborga,
Representante de ONU Mujeres en Paraguay.
Otras colaboraciones: Noha Drori, Clara Rosa Gagliardone y Rosalba Garay Stefani.
INTRODUCCIÓN 9
Objetivos y metodología 11
1. Marco de referencia 13
CUADRO N° 10 Número de casos recibido por Centros Regionales de la Mujer. Año 2013,
2014 y 2015 64
CUADRO N° 19 Número de causas sobre violencia familiar por Juzgado – Capital, etapa del
proceso y medida cautelar de prisión preventiva dispuesta. Año 2015 76
Las cifras del feminicidio son solamente la punta del iceberg de las distintas
formas de violencia que afectan a las mujeres durante su ciclo vital, consti-
tuyendo una expresión extrema de la discriminación basada en género, que
generalmente representa la “etapa final” de una cadena de violencia5. Por eso,
prevenir los feminicidios implica también prevenir y abordar todas las formas
de violencia desde sus causas, tanto en la esfera pública como privada.
1 Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres. La sociedad paga el precio por el asesina-
to de mujeres. Declaración (21 de octubre de 2016), disponible en: www.unwomen.org
2 Naciones Unidas, Asamblea General. Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. A/RES/70/1 (21 de
octubre de 2015).
3 Ídem.
4 Geneva Declaration Secretariat. 2015. Global Burden of Armed Violence 2015: Every Body Counts. Cambridge: Cambridge University
Press.
5 Naciones Unidas, Asamblea General. Informe de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuen-
cias, Sra. Dubravka ŠimonoviĆ. A/71/398 (23 de septiembre de 2016).
El presente trabajo busca aportar una visión amplia respecto a los avances y
problemas legales para combatir la violencia contra las mujeres, conocer la
ruta y las puertas de entrada que utilizan las mujeres cuando deciden romper
el silencio. Del mismo modo se analiza las diferentes respuestas institucio-
nales que se les brinda y las dificultades encontradas. Este trabajo pretende
reunir la información disponible, analizarla e identificar posibles líneas de
trabajo y abordaje, además de elementos para sostener el debate, elaboración
y aprobación de una legislación integral contra la violencia hacia las mujeres.
De igual manera, se realiza un análisis del marco legal paraguayo a los efectos
de describir las barreras y eventuales vacíos con los que se enfrenta la adminis-
tración de justicia o las mismas mujeres víctimas cuando buscan protección
o sanción a los hechos de violencia. Para lograr lo anterior se profundiza en
el conocimiento de la ruta institucional, entendida ésta como el conjunto de
servicios y acciones que prestan instituciones públicas como parte de la res-
puesta estatal ante los hechos de violencia contra las mujeres. Conocer esta
ruta y los diferentes cruces de los órganos públicos intervinientes es impor-
tante para comprender la respuesta institucional, las dificultades o nudos, y si
estas acciones permiten a la mujer obtener la respuesta a sus necesidades en
los servicios de atención pública y el sistema de justicia.
¿Qué es la violencia contra las mujeres? Parece una pregunta obvia en un con-
texto general que presenta, principalmente, casos de violencia física hacia
las mujeres de manera cotidiana a través de los medios de comunicación, en
las conversaciones de los grupos, en los espacios públicos, etc. Sin embargo,
responder a esta pregunta a partir de una reflexión en clave de género es lo
que lleva a comprender por qué suceden de manera tan constante hechos de
violencia contra las mujeres en la sociedad paraguaya, como en otras socieda-
des, porqué estos actos tienen tolerancia social en sentido amplio, así como
entender las limitaciones de la ley y sus órganos de aplicación e identificar
algunas de las medidas que se deben adoptar para poner fin a estas formas
de violencia.
El patriarcado en su sentido literal significa “el gobierno de los padres [e] histó-
ricamente el término ha sido utilizado para designar un tipo de organización
social en el que la autoridad la ejerce el varón jefe de familia, dueño del patri-
monio, del que formaban parte los hijos, la esposa, los esclavos y los bienes. La
familia es, claro está, una de las instituciones básicas de este orden social”10.
Pero fue principalmente en la década los 60 del siglo XX que las feministas
dan un giro epistemológico conocido como estudios de la mujer, donde pro-
fundizan en el análisis del patriarcado en la esfera de lo privado y de lo político,
entendido como toda área de la acción humana atravesada por relaciones
de poder, incluyendo la familia y las relaciones personales. Los estudios de la
mujer muestran lo “visible que se mostraba invisible para la sociedad permi-
tiendo develar el recinto en que las mujeres han sido social y subjetivamente
colocadas; desmontar la naturalización de la división socio-sexual del trabajo;
13 Estos filósofos han pasado a la historia y dejaron algunas ideas sobre la mujer, por ejemplo
Platón dijo que “las mujeres son resultado de una degeneración física del ser humano... y
que su deficiencia es su incapacidad de producir semen” y Aristóteles siguiendo ese modo
de pensar dijo que “la mujer era incapaz de formarse un juicio o tener criterios propios, en
la misma línea Santo Tomas dijo que era “un ser sin substancia propia… relegada al plano
puramente `ocasional´”. Al respecto véase: CAGIGAS ARRIAZU, A., op. cit.
14 Entre las exponentes clásicas de la teoría feminista que fueron analizando la situación y
condición de las mujeres encontramos a Cristina de Pisan en el año 1401, quien sentó las
bases de la reflexión en lo que se llamó querelle des dames. La misma defendió la idea de
que las mujeres podían ser inteligentes, virtuosas y valientes. También Sor Juana Inés de
la Cruz, en 1446 fue otra gran mujer que defendió los derechos culturales de las mujeres
y afirmó su derecho a criticar y a impugnar los sermones de sus superiores eclesiásticos.
LAURENZI, E., PIZAN de, C., “¿una feminista ante litteram?”, Lectora: revista de dones i tex-
tualitat, Ed. Universitat de Barcelona, 2009.
15 Olympe de Gouges escribió el texto Declaración de los derechos de la mujer y de la ciuda-
danía (1791), una adaptación del texto original de la declaración francesa que incluía a las
mujeres. Dos años después, en 1793, Olympe fue guillotinada, acusada de ‘traición’ y ese
mismo año fueron prohibidos los clubes y sociedades literarias femeninas. Cabe destacar
que en estos se producían debates y escritos que cuestionaban las políticas oficiales, se
enfrentaron a Rousseau por su posición al separar la educación del hombre y la mujer
utilizando nombres imaginarios como “Emilio” y “Sofía” (1791).
16 Ambas organizaciones entre los años 1793 y 1790. La última, impulsada por Etta Palm
d´Alderes lanzó el discurso sobre la injusticia de las leyes a favor de los hombres a expen-
sas de las mujeres. PÉREZ GARZÓN, J., Historia del Feminismo, Madrid: Ed. Catarata y UGT,
2011, p. 42.
17 BELUCCI, M., “De los estudios de la mujer a los estudios de género: han recorrido un
largo camino...”, Las mujeres en la imaginación colectiva: una historia de discrimina-
ción y resistencias, Buenos Aires: PAIDÓS, 1992 citado por GUERRERO, E., et al, Material
de Apoyo con Perspectiva de Género para Formadores y Formadoras, Chile: Centro de
Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas del Ministerio de
Educación, 2011. Disponible en: http://portales.mineduc.cl/usuarios/convivencia_escolar/
doc/201109271215450.material_apoyo_perspectiva_genero.pdf. [Consultado: 28.abr.2016].
18 Cfr DE MIGUEL, A., “La violencia contra las mujeres. Tres momentos en la construcción del
marco feminista de interpretación”, ISEGORÍA. Revista de Filosofía Moral y Política, Nro. 38,
Instituto de Filosofía del CSIC, España, 2008.
19 El hombre puesto como parámetro de lo humano ha sido el hombre blanco, heterosexual,
por lo general occidental y de preferencia con recursos económicos. Es decir, ese modelo
de lo humano también dejó de lado al hombre negro, homosexual, pobre, analfabeto, etc.
20 Cfr. BELUCCI, M., op cit. p. 14.
21 TOLEDO VÁSQUEZ, P., Feminicidio, México: Oficina en México del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 2011, pp. 34 y 35.
Es el análisis crítico del orden patriarcal lo que lleva a afirmar que la violencia
contra las mujeres es una violencia estructural presente en la división y el ejer-
cicio del poder político, en el acceso a los recursos económicos, en la división
del trabajo productivo y en las tareas del hogar24 y ciertamente en el ejercicio
de la violencia en sus diferentes manifestaciones a lo largo de la vida de las
mujeres (violación, incesto, acoso sexual laboral o en instituciones educativas,
trata de mujeres, violencia en el ámbito familiar y relaciones de pareja, etc.).
Por esta razón, cuando se habla de violencia contra las mujeres se habla de un
fenómeno social y no de una casuística de hechos aislados que pueden darse
o no conforme las relaciones interpersonales que se construyen.
25 Naciones Unidas, Secretario General, Poner fin a la violencia, op. cit., p. 29.
26 DE MIGUEL, A., “Hacia un nuevo contrato social. Políticas de redefinición y políticas reivin-
dicativas en la lucha feminista”, El reto de la participación. Movimientos y organizaciones:
una panorámica comparativa, Madrid: Antonio Machado, 2002.
27 Preámbulo de la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, cit. supra.
28 BODELÓN GONZÁLEZ, E., “De la seguridad a los derechos: el debate sobre la violencia de
género en el ámbito jurídico y el movimiento feminista”, Violencia y Sistema Penal, Buenos
Aires: Editores del Puerto, 2008, p. 75.
Por último, el Estado está obligado a adoptar todas las medidas que fueren
necesarias para hacer efectivos los derechos humanos, las que pueden y deben
ir más allá de las medidas legislativas, por tanto, se trata de medidas com-
plementarias de cualquier carácter para hacer realidad los derechos en los
resultados. Bajo estas obligaciones internacionales, la Convención de Belém
do Pará, ratificada por el Estado paraguayo mediante Ley N° 605/1995, reco-
noce el derecho de toda mujer a una vida libre de violencia tanto en el ámbito
público como privado (artículo 3) y además indica:
29 Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs. México. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009, Serie C, Nro. 205, párr.
236.
30 Naciones Unidas, Secretario General, Poner fin a la violencia contra las mujeres, cit. supra,
p. 15.
Cuadro Nº 1.
Formas de violencia conforme ciclo de vida
• Incesto
• Abuso físico, sexual y psicológico
• Explotación sexual infantil y pornografía
Niñez
• Acceso diferenciado a educación, alimentos y cuidado de salud
• Pedofilia
• Trabajo infantil doméstico - Criadazgo
• Incesto
• Violencia durante el noviazgo
• Abuso o acoso sexual en el entorno familiar o el sitio de estudio
• Trata; esclavitud sexual; explotación sexual
Adolescencia
• Embarazo forzado
• Matrimonio infantil/adolescente
• Acoso callejero
• Trabajo infantil doméstico – Criadazgo
Fuente: Adaptación propia en base a JIMENEZ GARCÍA, M., et al, Ruta Crítica de las mujeres
afectadas por violencia de pareja en Venezuela, UNPFA, 2013.
Así, podemos además señalar que los ataques u ofensas verbales también
constituyen una forma de violencia, conocida como violencia sicológica, que
se puede presentar en cualquier momento de la vida, a lo largo de ella y en
diferentes contextos económicos, sociales, políticos, familiares, laborales, etc.
Muchos de estos ataques verbales en el ámbito callejero, son también cono-
cidos como piropos, están socialmente naturalizados y aceptados, pues los
hombres los consideran legítimos e inofensivos y es un claro ejemplo de los
efectos que produce el patriarcado en la sociedad.
Esta clase de hostigamiento público contra las mujeres demuestra una fuerte
cultura machista y refuerza estereotipos de lo que son o deben ser hombres y
mujeres en la sociedad, reforzando la imagen de la mujer como objeto sexual
y de consumo por parte de algunos hombres que se siente con el derecho de
acosar expresando lo que desee a cualquier mujer. Si bien, no todas las mu-
jeres perciben el acoso callejero como una violación a su intimidad –ya se ha
dicho que está naturalizado– en general sí genera inseguridad, incomodidad
e incluso muchas mujeres se sienten amenazadas y con miedo de usar y/o
transitar espacios públicos, por lo que este tipo de acosos suele actuar como
disuasivo al desplazamiento y participación de las mujeres en actividades en
el ámbito público.
Por otro lado, especial atención requiere la violencia dirigida contra personas
lesbianas, gay, bisexuales, transgénero e intersex (en adelante LGBTI), violencia
que se encuentra arraigada en los mandatos de género de la cultura patriar-
cal. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, la violencia contra personas LGBTI constituye “una forma de violen-
cia de género, impulsada por el deseo de castigar a aquellos que se considera
que desobedecen normas de género”31.
31 Citado por CIDH en comunicado de prensa “Una mirada a la violencia contra personas
LGBTI en América: un registro que documenta actos de violencia entre el 1 de enero
de 2013 y el 31 de marzo de 2014”. Disponible en: http://www.oas.org/es/cidh/prensa/
Comunicados/2014/153A.asp. [Consultado 5.oct.2016].
4. Ámbitos de la violencia
35 Véase: LAURENZO COPELLO, P., “La violencia de género en la ley integral. Valoración políti-
co-criminal”, Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología, 2005.
36 Mecanismo de Seguimiento a la implementación de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra las mujeres (MESECVI) Segundo Informe
Hemisférico sobre la Implementación de la Convención de Belém do Pará. Disponible en:
https://www.oas.org/es/mesecvi/docs/MESECVI-SegundoInformeHemisferico-ES.pdf, p.
17. [Consultado 5.oct.2015].
37 Presentado el 4 de marzo de 2015 por las diputadas Rocío Casco, Karina Rodríguez, Del Pilar
Medina, Esmerita Sánchez, Blanca Marina Vargas y los diputados José Ledezma y Ramón
Duarte. Disponible en: http://sil2py.senado.gov.py/formulario/VerDetalleTramitacion.pm
f?q=VerDetalleTramitacion%2F104038. [Consultado 5.oct.2015].
38 Jean-Paul Akayesu era intendente de la ciudad ruandesa de Taba. El mismo fue decla-
rado culpable de genocidio y crímenes contra la humanidad por participar y supervisar
determinados actos mientras se desempeñaba como intendente. Fue hallado culpable
en nueve cargos de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio, entre ellos la viola-
ción como crímenes de lesa humanidad y la violencia sexual como crimen de genocidio.
Actualmente Akayesu cumple condena perpetua en una prisión de Malí.
5. Femicidio o Feminicidio
44 Julia Ozorio documenta un importante testimonio sobre esto en: OZORIO, J., Una rosa y
mil soldados, Asunción: Intercontinental Editora, 2008. Asimismo: Comisión de Verdad y
Justicia (2008). Informe final. Anive haguä oiko. Asunción: autor.
45 Algunos de los artículos pueden ser encontrados en: http://www.ultimahora.com/
goiburu-estima-que-al-menos-hubo-cinco-harenes-stroessner-n996359. html; http://
www.ultimahora.com/a-stroessner-le-traian-las-nenas-ser-violadas-n995744.html.
[Consultado el 17.ago.2016].
46 Costa Rica, Chile, Guatemala, Nicaragua, Honduras y Panamá son los países que han
adoptado el término “femicidio”. El Salvador, México, Perú y Bolivia optaron por tipificar el
hecho como “feminicidio”. ONU Mujeres y Alto Comisionado para los derechos humanos
de Naciones Unidas. Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muer-
tes violentas de mujeres por razones de género (femicidio/ feminicidio).
47 CAPUTI, J., RUSSELL, D., “Femicide: Speaking the Unspeakable”, Ms. Magazine, MacDonald
Communications, 1990, y luego el libro: RUSSELL, D.; RADFORD, J., Femicide: The Politics of
Woman Killing, Twayne Publishers, 1992.
48 TOLEDO VÁSQUEZ, P., op. cit.
49 Naciones Unidas, Informe de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus
causas y consecuencias, Rashide Manjoo (A/HRC/20/16), 23 de mayo 2012, parr. 15.
50 Consejo Centroamericano de Procuradores de Derechos Humanos, I Informe regional:
situación y análisis del feminicidio en la región centroamericana, San José: IIDH, 2006, pp.
33 y 35.
51 Íbíd., p. 37.
Sistema Universal
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) Ley 1215/86
Protocolo facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación con-
Ley 1683/01
tra la mujer (CEDAW)
Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad Ley 3458/08
Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (CAT) Ley 69/90
Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y
Ley 3452/08
de sus familiares (ICRMW)
Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (ICRPD) Ley 3540/98
Sistema Interamericano
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer – “Conven-
Ley 605/95
ción de Belém do Pará”
Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos Civiles a la Mujer Ley 876/63
Convención Americana sobre Derechos Humanos - Pacto de San José Ley 1/89
Protocolo adicional a la Convención americana sobre derechos humanos en materia de derechos eco-
Ley 1047/97
nómicos, sociales y culturales o Protocolo de San Salvador
Convención interamericana para la eliminación de todas las formas de discriminación contra las perso-
Ley 1925/02
nas con discapacidad o Convención de Guatemala
Cuadro Nº 3.
Evolución de las modificaciones del tipo penal de violencia familiar,
artículo 229 en el Código Penal
Código Penal - Ley 1.160/1997 Ley 3.440/2008 Ley 4.628/ 2012 Ley 5.378/2014
229. El que en el ámbito fami- 229. El que, en el ám- 229. El que, aprovechándose 229. 1ro. El que, aprovechándose del
liar, ejerciera violencia física bito familiar, ejerciera del ámbito familiar, ejerciera ámbito familiar o de convivencia,
sobre otros con quien convi- o sometiera habitual- violencia física o psíquica en ejerciera violencia física o psíquica
va, será castigado con multa. mente a violencia física forma reiterada a otro con sobre otro con quien convive o no,
o dolores psíquicos quien conviva, será castigado será castigado con una pena priva-
considerables sobre con pena privativa de libertad tiva de libertad de uno a seis años.
otro con quien conviva, de hasta tres años o multa; 2do. Cuando el hecho de violencia
será castigado con pena siempre que del hecho no provocara los resultados de la
privativa de libertad de surjan lesiones, en los térmi- Lesión Grave, se aplicará la sanción
hasta dos años o multa. nos del artículo 111º del Códi- prevista en el artículo 112 del Códi-
go Penal; en cuyo caso no se go Penal.
requerirá de la reiteración.
Por último, hay que señalar que la violencia familiar descrita en el artículo 229
constituye un hecho punible de acción penal pública, es decir, que no requiere
Ahora bien, el artículo 112 aplica en el caso de la violencia física cuando existe
una mutilación “considerable” (numeral 2). En un caso de violencia donde la
víctima fue sometida a cirugías de reconstrucción del rostro tras los golpes
recibidos, no existía acuerdo entre el médico forense y el fiscal, quienes cali-
ficaban como lesión grave o lesión el caso. Cabe destacar que en el proceso
penal paraguayo, la acción penal pertenece al Ministerio Público y la víctima
depende del requerimiento fiscal. Por otro lado, este artículo podría aplicarse
en caso de violencia sicológica cuando exista una reducción considerable de
los sentidos que disminuyan las fuerzas síquicas o intelectuales de la víctima,
sin embargo no se tuvo acceso a información sobre la aplicación del mismo en
la práctica fiscal y judicial. En todo caso, ello podría ser determinado a partir
del informe pericial médico y de la posterior apreciación fiscal y judicial60.
60 La segunda parte del artículo 112 introduce nuevamente el maltrato físico como actitud
dolosa, cuando ésta cause una consecuencia tenida como posible.
1° El que, mediante fuerza o amenaza con peligro presente para 1º El que realizara actos sexuales en otra persona que se
la vida o la integridad física, coaccionara a otro a padecer en su encontrase en estado de inconciencia o que, por cualquier
persona actos sexuales, o a realizar tales actos en sí mismo o con otra razón, estuviese incapacitada para ofrecer resistencia,
terceros, será castigado con pena privativa de libertad de hasta será castigado con pena privativa de libertad de hasta tres
diez años. años. Será castigada también la tentativa.
2° Cuando la víctima haya sido violada, coaccionándosela al coito 2º. Si los actos sexuales con personas que se encontraran
con el autor o con terceros, la pena privativa de libertad será de en las condiciones referidas en el inciso anterior compren-
tres a doce años. diera el coito, la pena privativa de libertad podrá ser au-
3° Cuando la víctima del coito haya sido una persona menor de mentada hasta diez años.
dieciocho años de edad, la pena privativa de libertad será de tres a 3º. La pena podrá ser atenuada con arreglo del art. 67 cuan-
quince años. do, por las relaciones de la víctima con el autor, se dieran
4° La pena podrá ser atenuada con arreglo al artículo 67 cuando considerables circunstancias atenuantes. En este caso no se
de la relación de la víctima con el autor, surgieren considerables castigará la tentativa.
circunstancias que lo ameriten.
5°.- A los efectos de esta Ley se entenderán como:
1. Actos sexuales, aquellos destinados a excitar o satisfacer los
impulsos de la libido, siempre que respecto a los bienes jurí-
dicos protegidos, la autonomía sexual y el desarrollo sexual
armónico de niños y adolescentes, sean manifiestamente
relevantes;
2. Actos sexuales realizados ante otro, aquellos en el sentido
del numeral anterior que el otro percibiera a través de sus
sentidos.
Igualmente, este tipo penal no excluye que se apliquen otros tipos penales
como el abuso sexual en personas indefensas, o abuso y/o violación sexual.
Por otro lado, el acoso sexual está previsto como un tipo penal en el artículo
133 del Código Penal. Para la configuración del hecho punible debe existir una
relación de abuso de autoridad o influencia por parte del agresor, pudiendo
darse en el ámbito laboral, escolar, militar, etc. Sin embargo, sólo está previsto
en el marco de relaciones jerárquicas, pero no relaciones entre pares, por ejem-
plo entre compañeros de trabajo, lo que hoy se conoce como acoso laboral o
mobbing.
El artículo 81, inciso w) del Código Laboral también reconoce el acoso sexual
como una causa justificada de retiro por parte de la trabajadora o del trabaja-
dor, con derecho a indemnización.
También el artículo 84, inciso d) del Código del Trabajo considera una causa
justificada de terminación unilateral del contrato de trabajo los actos de vio-
lencia, acoso sexual, amenazas, injurias o malos tratos cometidos en contra
del trabajador/a por parte del empleador o sus representes, familiares y de-
pendientes, obrando éstos con el consentimiento o tolerancia de aquél dentro
El Código Penal en el artículo 105, inciso 2º, numeral 1 establece que la pena
podrá ser aumentada hasta treinta años (la pena máxima en el Paraguay)
Bajo esta mirada, una de las principales críticas al derecho parte de la nece-
sidad de cuestionar su supuesta neutralidad, en donde en teoría hombres y
mujeres están en las mismas condiciones y las mujeres gozan de los mismos
derechos “que los hombres”. Esta construcción del derecho que ha teniendo
al hombre como el parámetro de lo humano, se ha denominado “derecho
androcéntrico”68.
67 FACIO, A., “Hacia otra teoría crítica del Derecho”, Género y Derecho, Santiago: LOM
Ediciones, 1999.
68 Para profundizar más en la crítica al derecho se recomienda la lectura de FACIO, A., Cuando
el género suena, cambios trae… op. cit.
69 Sentencia del Tribunal Constitucional Español No. 59/2008 y otros, citado por TOLEDO
VÁSQUEZ, P., op. cit.
70 TOLEDO VÁSQUEZ, P., op. cit., p. 59.
Por último, es importante señalar que la política criminal juega un papel im-
portante en el abordaje de los hechos de violencia contra las mujeres, pero
no es el único. Por ello, los nuevos planteamientos a nivel regional destacan
la importancia de abordar el problema de manera integral, es decir, desde un
conjunto de medidas y políticas públicas en el campo de la educación, comu-
nicación, salud, etc., en el entendimiento de que la violencia contra las mujeres
deviene de la construcción de relaciones de poder desiguales entre hombres
y mujeres.
Persiste la visión social, tanto entre agentes públicos como privados, incluyen-
do los medios de comunicación, la categorización simplista y estereotipada
de nombrar a las muertes violentas de mujeres como “crímenes pasionales”,
atribuyendo al actor condiciones justificativas como celos, alcohol, locura, etc.
y por supuesto realizando un exhaustivo escrutinio moral a la víctima: “ella lo
provocó”, “algo habrá hecho”, “se metió con otro”, etc. La ausencia de un aná-
lisis profundo sobre los casos de feminicidio no sólo hace que muchos casos
queden impunes, pues no se logra determinar la autoría o ésta se encuentra
justificada y por lo tanto con reproche reducido, sino también no se logra com-
prender correctamente el alcance del crimen que lleve a adoptar políticas de
prevención.
Cuadro Nº 4.
Tipo de violencia y sanción aplicable
Muertes violentas de muje- Art. 105, inc. 2, numeral 1 Es importante que la investigación del hecho se realice con pers-
res en el marco de relacio- (homicidio agravado) pectiva de género. Actualmente se encuentra en estudio un pro-
nes de pareja o familiares yecto de ley que tipifica el feminicidio.
Violencia sexual Art. 128 Coacción sexual y Se prevé atenuantes considerando la relación entre víctima y
violación agresor.
Art. 130 Abuso sexual en
personas indefensas El acoso sexual está previsto en el marco de relaciones jerárquicas,
Art. 131Abuso sexual en es decir, cuando existe abuso de autoridad o influencia por parte
personas internadas del victimario. No está aún tipificado el acoso en relaciones hori-
Art. 133 Acoso sexual zontales como podría ser entre compañeros de trabajo, estudio,
Art. 230 Incesto etc. En el ámbito laboral existen causas justificadas de termina-
ción del contrato debido al acoso.
Violencia sicológica Art. 229 Violencia familiar Prevista en estos tipos penales neutros al género.
Art. 105 Homicidio doloso
Art. 111 Lesión
Art 112 Lesión grave
Art. 134 Maltrato de niños y
adolescentes bajo tutela
Art. 226 Violación del deber
de cuidado
Art. 309 Tortura
Violencia física y sicológica Art. 229 Violencia familiar Tipo penal previsto para en el ámbito familiar y/o de convivencia
en el ámbito familiar o no.
Violencia económica Art. 120 Coacción Artículos neutros al género. En el caso de la apropiación en el
Art. 157 Daño ámbito de la comunidad doméstica depende de la instancia de
Art. 160 Apropiación la víctima. El incumplimiento del deber alimentario es una de las
Art. 225 Incumplimiento del formas típicas en las que se expresa la violencia basada en género.
deber legal alimentario El artículo 13 de la Constitución Nacional establece que incumpli-
miento de deberes alimentarios puede estar sujeto a medidas de
privación de libertad.
Violencia política No está prevista expresa- Los artículos penales no incluyen especificaciones de género. El
mente. Código Electoral en los artículos 287 y 292 prohíbe la propagan-
Art. 120 Coacción da que genere y propugne la discriminación de diversa índole,
Art. 121 Coacción grave incluyendo discriminación por el sexo. No obstante no hay otra
Art. 122 Amenaza legislación específica referente a la violencia dirigida a mujeres
Art. 236. Desaparición for- candidatas, electas o designadas en cargos de poder.
zosa
Art. 309. Tortura
Violencia laboral, escolar o Art. 133 Acoso sexual Art 133 es aplicable a ámbitos institucionales, pero no incluye el
en espacios públicos acoso callejero, y sólo se da en relaciones jerárquicas, no entre
pares.
Ley N° 4633, Contra el acoso El Ministerio de Educación y Cultura cuenta con un Protocolo de
escolar en instituciones Atención para los casos de violencia y acoso escolar en las institu-
educativas públicas, priva- ciones educativas dependientes del Ministerio.
das o privadas subvencio- Resolución No. 472 del Ministerio del Trabajo, la cual se define la
nadas violencia laboral y obliga a las empresas a incorporar mecanismos
para prevenirla y sancionarla conforme su reglamento interno.
Violencia obstétrica Art. 123. Tratamiento médico La violencia obstétrica no está legislada en el ámbito penal, pero
sin consentimiento. podrían aplicarse estos tipos penales (neutros al género) según el
Art. 148. Revelación de caso.
secretos privados por fun-
cionarios o personas con
obligación especial
Violencia Telemática y Art. 144. Lesión del derecho Neutro al género. La violencia telemática y la violencia mediática
Violencia mediática a la comunicación y a la consisten en la utilización de medios para la distribución de imá-
imagen genes o audios de carácter discriminatorio o violento, o de conte-
Art. 143. Lesión de la intimi- nido sexual o eróticos sin consentimiento de la víctima.
dad de la persona La Constitución del Paraguay garantiza la protección de la imagen
Art. 146. Violación del secre- de las mujeres en el artículo 27 sobre el empleo de los medios de
to de la comunicación comunicación social.
Art. 317. Violación del secreto
de correo y telecomunica-
ción
La Ley 1600/00 fue la primera ley especial dictada por el Estado paraguayo
para prevenir y atender hechos de violencia en el ámbito doméstico. El
Toda persona afectada puede presentar la denuncia sobre los hechos de vio-
lencia ante el Juzgado de Paz del lugar o residencia. La ley señala que en caso
de que la persona afectada no tenga condiciones de realizar la denuncia por
sí misma, lo podrán hacer los parientes o quienes tengan conocimiento del
hecho ante el Juzgado de Paz, Policía Nacional o centro de salud (art. 1 de la
Ley 1.600). El ámbito de aplicación de la Ley 1600 incluye específicamente a
“toda persona” y a parejas no convivientes (artículo 1), como serían relaciones
de noviazgo, incluyendo las relaciones formadas por personas del mismo sexo,
no obstante, éste ha sido un criterio que se ha ido ampliando con la práctica y
los años de vigencia de la ley.
Resolución que
ratifica, modifi-
Audiencia de ca o revoca las
sustanciación medias de pro-
Adopción de
tección
medidas de
Denuncia protección
Entre las medidas que un/una juez/a de Paz puede adoptar se encuentran
(art. 2):
76 Comité CEDAW, Recomendación General No. 19, cit. supra, párr. 24.
77 El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) estima que recibió en 2015 un
promedio de 160 denuncias por violencia doméstica y unos 2000 casos de violencia con-
tra niños y niñas en el Hospital de Acosta Ñu (entrevistas). Sin embargo, no se cuenta con
datos sistematizados.
58
Cobertura
Año* Nombre Institución Muestra Edad Principales Resultados
geográfica
2014 Primera En- Ministerio de 3.950 Asunción, >18 –– 1 de cada 5 personas sufrió violencia intrafamiliar.
cuesta sobre la Mujer (70,9% mu- Gran –– De las personas que sufrieron violencia física según la persona que le agredió, prevalece
Violencia Intra- jeres, 20,1% Asunción, la pareja como el/la esposo/a o compañero/a permanente ambos sumaron el 53% de los
familiar basada hombres) Ciudad del casos, le sigue en tercer lugar al/la ex esposo/a con el 11,9%.
en Género Este, Curu- –– 4 de cada 10 personas afirmaron que su agresor/a estaba bajo el efecto del alcohol u otra
guaty y sustancia cuando ocurrieron los hechos de violencia física.
Filadelfia –– 1 de cada 6 personas afirmó que su agresor/a estaba bajo los efectos del alcohol u otras
sustancias cuando ocurrieron los hechos de violencia verbal.
–– 1 de cada 5 mujeres afirmó que estaba embaraza cuando sufrió violencia física y 1 de cada
4 mujeres afirmó que estaba embaraza cuando sufrió violencia psicológica.
–– 1 de cada 3 personas manifestó que sufrió violencia en público o frente a otras personas.
–– 9 de cada 10 personas no denunciaron los hechos de violencia sufridos porque creyeron
que podían resolverlos sin ayuda (28,1%) y no consideraron que fuera violencia (23,4%).
–– 7 de cada 10 personas que sufrieron violencia física no denunciaron.
–– 9 de cada 10 personas que sufrieron violencia psicológica no denunciaron
–– 88,9 % de las mujeres respondieron que sufrieron violencia física intrafamiliar “más de una
vez” en comparación con los hombres 11,1 %; y los episodios que se presentaron “una sola
vez” se dieron entre las mujeres en 82,4 %, en relación al 17,6 % de los hombres.
* Año de publicación, que varía con relación al año en que la encuesta fue aplicada.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de las encuestas conforme fuentes citadas.
En el año 2015 la línea 137 recibió un total de 11.237 llamadas telefónicas de las
cuales en 3.267 (el 30%) se prestó asesoría (información, derivación, conten-
ción), mientras que el restante 40% correspondió a llamadas abandonadas,
20% de llamadas equivocadas y 10% de llamadas de bromas. En promedio, el
82 Información obtenida de: Comité CEDAW, Examen de los informes presentados por los
Estados partes en virtud del artículo 18 de la Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer. Séptimo informe periódico (Paraguay).
CEDAW/C/PRY/7, 12 de noviembre de 2015.
SEDAMUR
SEDAMUR atendió en 2014 un total de 1.675 mujeres, sea por primera vez o
en seguimiento a servicios brindados. En 2015 fueron más las mujeres que
acudieron por segunda vez (51%) que las que acudieron por primera vez (49%),
con un total de 1.779 casos atendidos. Es decir, mientras que en el 2014 el 60%
de las usuarias acudieron por primera vez al servicio, en 2015 esto representó
el 49%, por tanto hubo una disminución en el número de personas que acu-
dieron por primera vez.
Del cuadro a continuación se observa que el 55% de los casos recibidos por el
Servicio son nuevos, mientras que el 45% son casos donde se brinda un acom-
pañamiento legal y sicológico por lo que las usuarias retornan al Servicio, por
éste se entiende la contención, tratamiento sicológico y orientación legal de
acuerdo a los distintos casos presentados. El cuadro presenta la cantidad de
mujeres que acudieron al servicio y la cantidad de servicios brindados, es decir,
que la mayoría de las personas atendidas recibieron más de un servicio, por lo
general el legal y sicológico, de allí la diferencia entre ambos registros.
Cuadro Nº 6.
Cantidad de casos atendidos por primera vez y de seguimiento.
Años 2014 y 2015
Casos de
Atención por primera vez
Año seguimiento
Cuadro Nº 7.
Tipo de violencia denuncia. Año 2014 y 2015
Sexual 55 4% 77 5%
Cuadro Nº 8.
Rango de edad de usuarias. Año 2014 y 2015
20 años 4% 5%
50 a 59 años 9% 12%
60 años en adelante 3% 5%
Ex Esposo 2% 2%
Novio 0% 1%
Ex novio 5% 5%
Padre/Madre 1% 2%
Padrastro/Madrastra 0% 0%
Hijo/a 1% 1%
Otro Familiar 2% 2%
Conocido 3% 4%
Desconocido 0% 0%
No contesta 1% 2%
Cuadro Nº 10.
Número de casos recibido por Centros Regionales de la Mujer. Año
2013, 2014 y 2015
2015
Centro de Atención 2013 2014
(enero – julio)
Los datos suministrados por los Centro de Atención regionales del MINMUJER
también contienen información desagregada sobre la edad de las mujeres que
acudieron a solicitar el servicio y el tipo de violencia padecida. Estos datos dan
cuenta que el mayor porcentaje está en mujeres jóvenes y en edad reproduc-
tiva entre 26 y 35 años.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos proporcionados por el Ministerio de la Mujer. 2015
83 El informe no está disponible con cortes anuales por lo que no es posible conocer si los
casos aumentaron, disminuyeron o se mantienen por año. Disponible en: http://www.
mdi.gov.py/images/Observatorio_files/VIOLENCIA%20DOMESTICA%202011-2015.pdf.
[Consultado el 19.feb.2016].
HOMICIDIO DOLOSO
PARENTESCO
Hombre % Mujer % Total %
Abuelo 0 0% 0 0% 0 0%
Concubina/o 10 16% 0 0% 10 7%
Cuñado/a 7 11% 2 3% 9 7%
Esposa 1 2% 0 0% 1 1%
Esposo 0 0% 13 17% 13 9%
Hermanastro/a 0 0% 0 0% 0 0%
Hijastros 1 2% 0 0% 1 1%
Hijos 7 11% 2 3% 9 7%
Madrastra 0 0% 0 0% 0 0%
Madre 4 6% 6 8% 10 7%
Nieta/o 0 0% 0 0% 0 0%
Nuera 0 0% 0 0% 0 0%
Padrastro 1 2% 0 0% 1 1%
Padre 5 8% 4 5% 9 7%
Primos 3 5% 0 0% 3 2%
Sobrinos 4 6% 0 0% 4 3%
Suegro/a 1 2% 1 1% 2 1%
Tíos 0 0% 0 0% 0 0%
Yerno 1 2% 1 1% 2 1%
Fuente: Análisis estadístico. Víctimas de violencia en el ámbito de la ley 1600/00 “Contra la violencia doméstica” según datos proveídos
por el departamento de estadísticas de la policía nacional 2011 – 2015. Observatorio Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana.
2015. Elaboración de porcentajes propia.
De los datos del Observatorio se desprende que las edades de las mujeres víctimas de homicidio doloso, lesión y
violencia doméstica se concentran en mayor número entre los 18 y 29 años y luego entre 30 y 39 años de edad, por
ende, mujeres jóvenes en edad reproductiva, mientras la gran cantidad de casos de coacción sexual se concentran
en niñas menores de 13 años, al igual que la violencia sexual dirigida en contra de los niños, donde existe más vul-
nerabilidad y desigualdad de poder. La violencia sexual, conforme el cuadro siguiente, muestra que los principales
abusadores son los padrastros, seguidos del padre, tíos, primos y hermanos, lo que evidencia la relación familiar y
de convivencia que tienen las víctimas con su agresor.
M F T M F T M F T M F T M F T M F T M F T
Abuelo 0 0 0 0 1 1 2 2 4 0 13 13 0 3 3 0 3 3 2 22 24
Concubina 10 0 10 3 0 3 54 0 54 0 0 0 0 0 0 25 0 25 92 0 92
Cuñado/a 7 2 9 1 0 1 11 3 14 0 5 5 0 2 2 29 25 54 48 37 85
Esposa 1 0 1 0 0 0 6 1 7 0 0 0 0 0 0 5 0 5 12 1 13
Hermanastro/a 0 0 0 0 0 0 2 3 5 0 2 2 0 1 1 1 11 12 3 17 20
Hijastros 1 0 1 0 0 0 11 3 14 0 1 1 0 0 0 8 7 15 20 11 31
Madrastra 0 0 0 0 1 1 2 2 4 0 0 0 0 0 0 2 17 19 4 20 24
Madre 4 6 10 1 2 3 0 2 2 0 0 0 0 0 0 36 53 89 41 63 104
Nieta/o 0 0 0 0 0 0 0 2 2 0 0 0 0 0 0 7 12 19 7 14 21
Nuera 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1
Primos 3 0 3 0 0 0 19 2 21 4 33 37 0 10 10 12 14 26 38 59 97
Sobrinos 4 0 4 0 0 0 6 4 10 2 2 4 0 0 0 14 55 69 26 61 87
Suegro/a 1 1 2 0 1 1 1 0 1 0 1 1 0 0 0 4 6 10 6 9 15
Tíos 0 0 0 1 0 1 9 3 12 14 34 48 2 21 23 9 18 27 35 76 111
Yernos 1 1 2 0 0 0 4 5 9 0 0 0 0 1 1 9 21 30 14 28 42
67
Fuente: Análisis estadístico. Víctimas de violencia en el ámbito de la ley 1600/00 “contra la violencia doméstica” según datos proveídos por el departamento de estadísticas de la
policía nacional 2011 – 2015. Observatorio Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana. 2015.
Una de las conclusiones del informe es que el 3% de los hechos punibles de
homicidio doloso registrados en el país corresponden a mujeres víctimas
de violencia relacionadas a la Ley 1600/0084 y que el 84,8% de las víctimas
de hechos punibles como los descritos en el cuadro (homicidio, tentativa de
homicidio, lesión corporal, coacción sexual, tentativa de coacción y violencia
familiar, éste último el que presenta mayor denuncia) corresponden al sexo
femenino, por consiguiente, a 5.164 mujeres, frente a 924 hombres.
Cuadro Nº 14.
Número de mujeres y hombres víctimas de homicidio doloso en el
“ámbito de la Ley 1600/00”. Año 2011, 2012, 2013 y 2014.
Hombre 12 14 16 21 63
Mujer 14 24 5 32 75
El cuadro anterior registra que una mujer fue asesinada cada 26 días en 2011,
una cada 15 días en 2012, una cada 73 días en 2013 y cada 11 días en año 2014,
manteniendo un crecimiento sostenido, a excepción del 2013 donde existió un
bajo número de casos registrados.
Entre enero y agosto del 2015 los datos policiales presentan como víctimas a
11 hombres y 11 mujeres, también existiendo un grado de parentesco con el/la
agresor/a. El 64% de las mujeres asesinadas (7 casos) tuvo como victimario a su
esposo, concubino o ex concubino, proporción que en los hombres presenta el 27%.
La Policía Nacional registró entre enero y agosto de 2015 un total de 913 denun-
cias por violencia doméstica en el marco de la Ley 1600/00, en donde el 91%
fueron mujeres las denunciantes.
84 El informe aclara que los casos registrados “en la mayoría de los casos, por la naturaleza
misma de los hechos punibles de violencia intrafamiliar, es decir, desde el punto de vista
del origen de los mismos (ocurridos dentro del seno familiar), estos escapan al ámbito de
acción de la Policía en lo que se refiere a la prevención principal de los mismos”.
Cuadro Nº 15.
Número de causas ingresadas al Ministerio Público como “violencia doméstica” entre el 1º de enero
al 30 de septiembre de 2015 desagregada por área
Porcentaje que representa
Área Número de causas por
Departamento del total de causas
Penal “violencia doméstica”
ingresadas por área penal
I Asunción 337 3%
II Barriales de Asunción 674 7%
Guairá** 87 2,5%
IV
Caazapá 58 3,2%
V Itapúa 290 4%
VI Caaguazú 361 4,1%
Cordillera 164 3,5%
VII
Paraguarí 121 2,9%
* Luque, Mariano Roque Alonso, Capiatá, Limpio, J. Augusto Saldivar, Itá e Itagúa. No se cuenta con información estadística en el
Informe 2015.
** Sólo la ciudad de Villarrica.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del informe de gestión del Fiscal General del Estado. 2015. Capítulo 6.
La investigación del Dr. Merlo es sin duda hoy una de las más importantes del
sector público, porque muestra el real efecto de la normativa y su aplicación y
práctica por parte de operadores de justicia.
Conforme datos del informe de gestión del año 2015, las y los defensores pú-
blicos en el fuero penal han intervenido en 1.779 casos de violencia familiar,
ocupando el cuarto hecho punible más recurrente en el cual ejercen defensa
pública88 .
Año
Sexo del Denunciante
2014 % 2015 %
No registra 82 1% 147 2%
Entre el 85 y 88% de las personas denunciantes ante los Juzgados de Paz son
mujeres, quienes recurren en la búsqueda de medidas de protección en el mar-
co de la Ley 1600/00, el número de hombres denunciantes ha ido en aumento,
del 11 al 13%. Este Informe, señala que “aunque las denuncias de mujeres au-
mentaron en un 12%, mientras que las de los hombres en un 36%, el número
de denuncias de violencia de mujeres sigue siendo 7 veces mayor que el de
hombres”92.
El Informe indica que el aumento de denuncias por parte de los hombres pone
en evidencia el mayor acercamiento de los mismos al sistema judicial y a su
reconocimiento como víctimas, no obstante, el mismo no desagrega por sexos
los tipos de violencia y la relación entre víctima y agresor, ya que conforme al
Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, efectivamente se
registran los casos de violencia en el marco de la ley 1600 a los hombres, pero
éstos tienen en mayor porcentaje como victimarios a sus hermanos, padres,
hijos, tíos, etc., es decir, otros hombres, a diferencia de las mujeres, donde el
mayor porcentaje de victimarios son sus propias parejas, lo que refuerza las
características específicas respecto a la violencia contra las mujeres.
Los datos desagregados por zona geográfica permiten observar que la mayor
cantidad de denuncias se registran en el departamento Central (a excepción
de Capital) lo que estaría relacionado con una mayor densidad poblacional, un
proceso gradual de urbanización producto de la migración interna, y con ello
mayores asentamientos precarios y ampliación de los cordones de pobreza.
Le siguen en el índice de denuncias la circunscripción de Itapúa y Alto Paraná.
El informe no está desagregado por distritos; cabe resaltar que estos dos de-
partamentos cuentan con una alta densidad poblacional, en el caso de Itapúa
con 30 distritos y 30 juzgados de paz (uno en cada distrito), más grande que
92 Secretaría de Género, CSJ, Violencia doméstica e Intrafamiliar 2014 y 2015, cit. supra. p. 2.
Como los datos se generan a partir de la remisión de los formularios por par-
te de los Juzgados de Paz no es posible determinar si las denuncias van en
aumento o al contrario disminuyeron – como es el caso de Paraguarí con un
aumento de 75% de las denuncias, frente a Cordillera o Caaguazú donde se
registra una disminución entre 2014 y 2015, es decir, que puede obedecer a la
falta de remisión de los formularios o bien, la correcta remisión lo que incre-
mentó el número de denuncias registradas con relación a años anteriores.
Cuadro Nº 17.
Tipo de violencia denunciada. Año 2014 y 2015
Año
Tipo de violencia
2014 2015
Patrimonial 2% 2%
Sexual 1% 1%
No registra 3% 2%
Fuente: Centro de Documentación y Archivo del Poder Judicial. Reconstrucción del gráfico y
totales: elaboración propia.
Por otro lado, datos proporcionados por la Dirección de Estadísticas del Poder
Judicial conforme el sistema Judisoft95 indican que en el año 2014 y entre enero
y septiembre de 2015, 3.428 causas fueron iniciadas por el hecho punible de
violencia familiar (artículo 229 del Código Penal). Si bien la información no
presenta la relación entre víctima y agresor, observamos que el 96% de las per-
sonas denunciadas son hombres, siendo posiblemente sus víctimas mujeres.
Cuadro Nº 18.
Número de causas registradas en los juzgados de garantía penal
por el hecho punible de “violencia familiar” (art. 229 CP), según
sexo del autor. Año 2014 y 2015
Guaira 52 4 20 1
Concepción 162 7 98 6
Caaguazú 64 8 50 0
Ñeembucú 34 0 18 0
Misiones 104 5 44 4
Paraguarí 33 0 21 0
Caazapá 7 1 19 0
San Pedro 83 3 27 0
Cordillera 29 0 17 1
Presidente Hayes 18 0 8 0
Boquerón 0 0 0 0
Canindeyú 14 0 21 0
Fuente: Estadísticas con perspectiva de género 2014 – 2015. Dirección de Estadísticas del
Poder Judicial96.
La Secretaría de Género del Poder Judicial estima, que del total de causas
ingresadas entre 2012 y 2014 en el sistema penal el 5% de casos penales co-
rresponde a violencia en el ámbito familiar, en aplicación del artículo 229 del
Código Penal, y el 1% de los casos o juicios penales corresponde a casos de
coacción sexual97. En el 95% de los asuntos el agresor es un hombre y el 87%
de las víctimas son mujeres.
Por otro lado, datos suministrados por la Dirección de Estadísticas del Poder
Judicial en 15 juzgados de garantía penal de la Capital del país, muestran que
en 2015 ingresaron o se iniciaron un total de 417 investigaciones sobre el hecho
punible de violencia familiar (artículo 229 del Código Penal). Debido al poco
tiempo transcurrido aún, ninguno de los casos cuenta con elevación a juicio
oral y público. No obstante, del total de causas tramitadas por el hecho punible
de violencia familiar, en 42 se ha dispuesto una solución alternativa denomi-
nada “procedimiento abreviado” (art. 420 del Código Procesal Penal).
Cuadro Nº 19.
Número de causas sobre violencia familiar por Juzgado – Capital, etapa del proceso y medida
cautelar de prisión preventiva dispuesta. Año 2015
Número de causas Apl. de procedi- Juicio Medida cautelar
Juzgado
ingresadas miento abreviado oral de prisión preventiva
Juzgado Penal De Garantías Nro. 1 31 4 0 7
Juzgado Penal De Garantías Nro. 2 32 4 0 11
Juzgado Penal De Garantías Nro. 3 32 15 0 7
Juzgado Penal De Garantías Nro. 4 34 2 0 9
Juzgado Penal De Garantías Nro. 5 38 2 0 3
Juzgado Penal De Garantías Nro. 6 33 0 0 5
Juzgado Penal De Garantías Nro. 7 29 3 0 11
Juzgado Penal De Garantías Nro. 8 33 2 0 7
Juzgado Penal De Garantías Nro. 9 36 4 0 9
Juzgado Penal De Garantías Nro. 10 27 1 0 3
Juzgado Penal De Garantías Nro. 11 27 3 0 10
Juzgado Penal De Garantías Nro. 12 34 2 0 3
Juzgado Penal De Garantías Nro. 13 22 0 0 15
Juzgado Penal De La Adolescencia*, 1er Turno 6 0 0 1
Juzgado Penal De La Adolescencia, 2do Turno 3 0 0 0
Total 417 42 0 101
* Las causas de violencia familiar ingresadas a los juzgados penales de adolescencia significan que el agresor o agresora es una per-
sona entre 14 y 17 años.
El camino en este campo fue iniciado con los trabajos anteriores y se han lo-
grado avances importantes para la adopción de este sistema, lo que requiere
la continuidad de las acciones, mediante la coordinación entre las institucio-
nes públicas al más alto nivel, capacitación y formación de recursos humanos,
desarrollando capacidades en cada una de las instituciones públicas involu-
cradas y generación de un sistema de registro, sistematización y validación de
la información.
103 Véase: Human Rights Council. Report of the Special Rapporteur on torture and other
cruel, inhuman or degrading treatment or punishment(A/HRC/31/57). Human Rights
Council. Report of the Special Rapporteur on torture and other cruel, inhuman or
degrading treatment or punishment. Addendum. Observations on communications
transmitted to Governments and replies received (A/HRC/31/57/Add.1). Human Rights
Council. Report of the Special Rapporteur on torture and other cruel, inhuman or de-
grading treatment or punishment, Juan E. Méndez (A/HRC/22/53). También: Derechos
humanos: Paraguay no ha logrado proteger a una niña de 10 años embarazada tras
ser violada, dicen expertos en derechos humanos de la ONU: http://www.ohchr.org/
SP/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=15944&LangID=S. [Consultado el
21.oct.2016].
104 Boletín disponible en: http://www.snna.gov.py/archivos/documentos/datos%20
sobre%20vulneraciones%20hacia%20NNA%2011-02-16_72o4q25s.pdf. [Consultado el
4.mar.2016]. Más información está disponible en: Secretaría Nacional de la Juventud;
UNFPA, Paraguay Joven. Informe sobre Juventud, Asunción, 2016. Este informe señala
además que de cada 10 nuevos diagnósticos de VIH, más de 4 corresponde a adolescen-
tes y jóvenes.
105 Información disponible en: http://www.ultimahora.com/mas-400-menores-fueron-
victimas-abuso-sexual-paraguay-2015-n899729.html. [consultado el 7.mar.2016].
Por otro lado, un estudio del año 2013109 distingue diferentes formas de violencia
de las que son víctimas las mujeres indígenas: i) violencia en el ámbito familiar
106 QUIROGA, L., Payhawok kétek negkó o xa eleyennekha elyempehek kelan´ák. Las mu-
jeres indígenas del Pueblo Enxet Sur y sus derechos sexuales y reproductivos. Asunción:
Tierraviva a los Pueblos Indígenas del Chaco, 2015, p. 97.
107 Corte IDH, Caso Comunidad Indígena Sawhoyamaxa Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y
costas. Sentencia de 29 de marzo de 2006, Serie C, Nro. 146, párr. 177.
108 Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. 50 período de sesiones
Ginebra, 3 a 21 de octubre de 2011. CEDAW/C/PRY/CO/6. pár. 17 y 35. Disponible en: http://
www.acnur.org/t3/fileadmin/Documentos/BDL/2012/8433.pdf?view=1 [Consultado:
23.nov.2016].
109 CAPUTO, L., Situaciones de violencia y trata contra las mujeres jóvenes indígenas en
Paraguay, Asunción: Base Investigaciones Sociales, 2013. Disponible en el siguiente link:
http://bienal-clacso-redinju-umz.cinde.org.co/archivos/Trata%20Indigena%20L%20
Caputo.pdf. [Consultado: 25.oct.2016].
5.3 Criadazgo
El ´criadazgo´ es una práctica cultural del Paraguay arraigada desde tiempos
de la colonia. Actualmente es considerado un trabajo infantil peligroso con-
forme al Decreto No. 4951/05 del Poder Ejecutivo, que reglamenta la Ley No.
1657/01, según la cual el Estado paraguayo ratifica el Convenio No. 182 de la
Organización Internacional del Trabajo - OIT sobre las peores formas de tra-
bajo infantil.
Se trata en su mayor parte de niñas de zonas rurales que realizan tareas do-
mésticas en casas de terceras personas a cambio de comida y vivienda con
la promesa de ser escolarizadas, condición que no siempre se cumple. El cria-
dazgo puede ser considerado en el marco del derecho internacional como un
tipo de servidumbre infantil doméstica. A pesar de estar prohibido, se estima
que en el país hay aproximadamente 46.993 niñas, niños y adolescentes en
situación de criadazgo, lo que representa el 2,5% del total de niñas, niños y
adolescentes del país112.
Este informe también indica que la mayor cantidad de víctimas tenía al mo-
mento del asesinato entre 20 y 30 años y que el “el trabajo sexual coloca a
las personas trans en situación de mayor exposición pública. Es importante
la adopción de medidas para prevenir y sancionar los asesinatos de los cuales
son víctimas para las personas LGTBI. 115.
Las reacciones de una mujer ante una situación de violencia ya sea ésta física,
sexual, económica, sicológica u otra, varían de persona a persona: sentir culpa,
enojo, impotencia, humillación, miedo, vergüenza, etc., no existe una única
forma de reaccionar, sino varias a lo largo del “ciclo de la violencia”116. Romper
el círculo de violencia depende de una multiplicidad de factores, entre los que
se encuentran el nivel de información y reconocimiento de parte de la víctima
sobre la violencia de la que es objeto como una vulneración de derechos, es
decir, conciencia de derechos y las posibilidades que tiene de recurrir en busca
de protección.
Conforme las Encuestas sólo el 15% de las víctimas de violencia buscó asisten-
cia en la Comisaría y el 10,5% en los Juzgados de Paz. La Encuesta del Ministerio
de la Mujer también señala que 9 de cada 10 personas no denunciaron los
hechos de violencia sufridos porque “creyeron que podrían resolverlos sin ayu-
da” (ver Cuadro Nº 5). Por lo tanto, cuando la mujer decide romper el ciclo de la
violencia y el silencio y recurrir a una institución pública que le preste o aporte
soluciones entra en la denominada ruta institucional117.
Esta ruta crítica implica por lo tanto al conjunto de actuaciones y acciones que
dan las instituciones públicas competentes como respuesta a una denuncia
de violencia por parte de una mujer y el proceso que se sigue en el marco
de acceso a la justicia. Conocer esta ruta y las diferentes intervenciones de
116 Estudio realizado por Leonore E. Walker, fundadora del Instituto de Violencia Doméstica,
1979. El ciclo de la violencia es conocido por tres etapas: 1) la fase de acumulación de
tensiones donde el hombre empieza a mostrar enojo o descontento con la mujer sin
un motivo aparente, se manifiesta en episodios aislados donde la mujer por lo general
piensa que puede controlar o que dichas tensiones pueden desaparecer si ella cambia
de actitud. 2) La fase de explosión o agresión, es el momento pico donde se da efectiva-
mente la agresión física, sexual o sicológica, y 3) Etapa conocida como de “luna de miel”
donde el hombre pide disculpas, se dice arrepentido y promete que no volverá a pasar.
117 Algunos estudios, principalmente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han
definido como ruta crítica, la cual es definida como “La Ruta empieza con la decisión y
determinación de las mujeres de apropiarse de sus vidas y las de sus hijos. Siguiendo
esta Ruta, conocemos los factores que impulsan a las mujeres a buscar ayuda, las
dificultades encontradas para llevar adelante tal decisión, sus percepciones sobre las
respuestas institucionales, y las representaciones sociales y significados sobre la vio-
lencia intrafamiliar que existen entre el personal de las instituciones que deben ofrecer
respuestas a este serio problema de salud pública”. Véase: La Ruta crítica de las mujeres
afectadas por violencia intrafamiliar en América Latina. OPS/OMS Programa Mujer,
Salud y Desarrollo. Año 2010. Sin embargo, en el presente documento hemos decidido
nombrarla como “ruta institucional” pues está más acotado al funcionamiento de los
servicios de atención, protección y sanción.
Gráfico Nº 2
Proceso de Atención SEDAMUR
Atención de la Acompañamiento
Trabajadora Social (si es requerido)
Recepción de la Atención sicológia
que completa la a Juzgado de Paz,
mujer víctima y/o jurídica
ficha y deriva Comisarías, Juzgado
de la Niñez
Cuando una mujer acude al SEDAMUR es atendida por una trabajadora so-
cial, quien en una primera entrevista toma los datos de la mujer, del hecho
denunciado y de las condiciones familiares y socioeconómicas de la misma,
completando una ficha que el servicio ha definido. Si la persona necesita
contención es derivada a la sicóloga o bien a la abogada, quien le brinda orien-
tación sobre los pasos legales que debe seguir para presentar la denuncia, y
Otro de los servicios se presta a través de la línea telefónica “SOS MUJER” línea
137, que opera a nivel nacional las 24 horas del día incluidos fines de semana
y feriados. El servicio es gratuito desde un teléfono fijo o desde un teléfono
celular. El mismo está “orientado a brindar respuestas claras y eficientes a las
mujeres ante las situaciones de violencia doméstica e intrafamiliar. Pueden
llamar a la línea todas las personas que tengan conocimiento de un caso de
violencia doméstica e intrafamiliar contra una mujer o las mismas mujeres
que sean víctimas. Es atendida por personal especialmente capacitado para la
valoración de riesgo vital, toma y derivación de casos y cuenta con el apoyo de
profesionales de psicología especializadas en brindar contención emocional”118.
121 Más sobre el Centro de Referencia en la Terminal de Ómnibus está disponible en el si-
guiente link: http://toa.asuncion.gov.py/centro-de-referencia-de-atencion-a-la-mujer-2
[ultima consulta 26.dic.21016]
122 El Presupuesto del Ministerio de la Mujer representa el 0,0773% del Presupuesto Poder
Ejecutivo. Información obtenida en base a cálculos de la Ley General de Presupuesto
2016. Disponible en: http://www.hacienda.gov.py/web-hacienda/archivo.php?a=kakak
d131e171d181cd7191017dad8d9ded715ke22c8191017dad8d9ded619kdkfka0a8&x=a4a404
3&y=11110af. Y los mecanismos a nivel departamental y municipal también cuentan con
bajos presupuestos, incluso, en el caso de las Secretarías de la Mujer, muchas de ellas
también están abocadas al trabajo por los derechos de los niños, niñas, jóvenes y adultos
mayores.
Cuando la agresión llega a causar lesiones físicas, por lo general las mujeres
acuden a los centros de salud en busca de primeros auxilios médicos y del cer-
tificado médico que les permita contar con una constancia al momento de la
denuncia. La Ley 1.600/00 prevé que los centros de salud reciban la denuncia
por hechos de violencia123, y para ello se han adaptado una serie de instru-
mentos, principalmente un formulario de denuncia que debe ser remitido al
Juzgado de Paz de la localidad, un protocolo común de actuación y un manual
de atención haciendo énfasis en la remisión de la denuncia y el parte médico
al Juzgado de Paz.
123 El Ministerio Público contaba con una oficina de “Denuncias” en el Centro de Emergencias
Médicas de Asunción, sin embargo, a la fecha, la misma se encuentra cerrada.
Por otro lado, cabe considerar que muchos médicos/as prefieren no involucrar-
se en denuncias de violencia por las implicancias procesales que esto implica
posteriormente. Sobre el punto, el MSPBS dictó la Resolución No. 262 del 13 de
noviembre de 2013 por medio de la cual dispuso que los asesores jurídicos de
cada servicio de salud presten asesoría y asistencia jurídica a los profesionales
médicos en la atención de casos de violencia doméstica, maltrato y abuso se-
xual, acompañándoles en las declaraciones testificales donde sean llamados.
A pesar de ello, una de las dificultades señaladas apunta a que los diagnósticos
médicos, en la mayoría de los casos, son remitidos a los Juzgados por medio
de un pedido expreso del Juzgado mediante un “oficio” o bien a pedido del
Ministerio Público.
Hay que agregar, que el artículo 286 del Código Procesal Penal – Ley No.
1.286/98 establece la obligación de denunciar los hechos punibles de acción
penal pública:
Por otro lado, otra de los medios de registro es mediante el Registro del
Diario de Consultas en el cual el diagnóstico médico se consigna con un có-
digo de acuerdo a la categoría del Manual de la Organización Mundial de la
Salud –CIE 10 (Clasificación Internacional de Enfermedades). Si bien el CIE 10
Policía Nacional
La Policía Nacional es el órgano por excelencia donde se recurren a realizar
denuncias. Las comisarias están no sólo en todas las ciudades del país, sino
también en la mayoría de los barrios y compañías tanto de zonas urbanas
como rurales, por lo cual, en la búsqueda de primeros auxilios las mujeres
suelen recurrir a la Policía, que además está abierta las 24 horas del día.
Si bien todas las comisarias deben recibir denuncias por hechos de violencia,
se prioriza la derivación a las comisarías especializadas en las localidades
donde éstas existen. No obstante, estas comisarias especializadas no tienen
competencia jurisdiccional, no son “operativas”, es decir, es la Comisaría de la
127 Comisarías metropolitanas 6º, 7º y 15º, Comisaria 7º de Ñemby, 2da. Fernando de la Mora,
3ra. Luque, Encarnación, Villarica, Coronel Oviedo y Ciudad del Este.
128 Información obtenida en base a entrevistas a personal policial.
Si fuera el caso y la Comisaría cuenta con los medios, remite el oficio a la co-
misaria jurisdiccional, o bien es la propia víctima quien debe llevar el oficio
que otorga la medida de protección a la Comisaría para que ésta notifique a la
persona denunciada. El cumplimiento de esta disposición queda a cargo de la
unidad policial y puede depender de los oficiales, de la “buena voluntad” de los
mismos y de la disponibilidad de recursos para realizar la notificación.
Gráfico Nº 3
Proceso ante la Policía Nacional
Los Juzgado de Paz tienen competencias de orden civil por tanto adoptan las
medidas de protección establecidas en la Ley 1.600/00, que van desde ordenar
la exclusión del denunciado del hogar familiar, restringir o prohibir el acceso
del denunciado a la vivienda y/o el acercamiento a la víctima, hasta cualquier
otra medida que a criterio del juez o jueza debe ordenarse, por ejemplo la pres-
tación alimentaria de hijos/as menores de 18 años, etc.
Respecto a la denuncia, se señala que son pocos los casos que llegan a los
Juzgados derivados de los centros de salud, por lo general, si la denunciante
indica algún tipo de violencia física o sexual que haya sido atendida por un
centro de salud, el Juzgado emite un pedido de informe a dicho centro, para
que éste remita el diagnóstico médico. Por parte de la Policía, se indica que no
todos los casos son derivados, en ocasiones se deja constancias y no se remite
el acta de denuncias, o bien, no se levanta la denuncia en el libro de ocurren-
cias, o no se remiten al Juzgado131.
Las medidas de protección dictadas conforme la Ley 1600/00 pueden ser muy
amplias, y acordes a las necesidades de las víctimas, no sólo las expresamente
contempladas en la ley. Por ejemplo, el Juzgado de Paz, habiendo hijos me-
nores de edad puede fijar la prestación de alimento derivando el acuerdo al
Juzgado de la Niñez para su homologación, puede igualmente disponer otras
medidas, por ejemplo: el pago de algún servicio básico (agua, luz, escolaridad)
por parte del agresor en caso de que se ordene la exclusión del hogar. Para
ello los operadores de justicia cuentan con instrumentos de la propia Corte
Suprema de Justicia133.
132 Este fue el caso de Lucía Sandoval, quien fue ella misma la que notificó a su ex-cónyuge
de las medidas de protección dictadas por el Juzgado. Cuando esto ocurrió, él la ame-
nazó con un arma de fuego y en el forcejeo entre ambos, se produjo un disparo que
terminó con la vida del cónyuge. Lucía estuvo presa acusada por homicidio doloso, pero
fue absuelta el tribunal de sentencia en juicio oral. Su caso se hizo visible a través de
organizaciones de derechos humanos que la acompañaron: Amnistía Internacional y
Cladem Paraguay.
133 La Corte Suprema de Justicia ha entregado a Jueces de Paz una guía con el nombre: “Lista
de normativas básicas y análisis de las funciones de la magistratura de Paz. Modelos
de resoluciones y concordancias”. Área civil, comercial, niñez y adolescencia y laboral.
Asunción, 2012
Por otra parte, cabe señalar que la aplicación e interpretación de la ley viene
acompañada de los conocimientos, pero también de los estereotipos y pre-
juicios de los propios aplicadores de justicia, mientras en algunos casos se
señala una aplicación de avanzada de la ley, en otros casos los juzgados de paz
retardan las órdenes de protección o no aplican el procedimiento de manera
correcta. Al respecto es recomendable reforzar las medidas de sensibilización
del personal de justicia con un enfoque de género.
134 LARRAURI, E., Mujeres y sistema penal, Buenos Aires: Editorial B de la F, 2008, p. 105.
Este recorrido tiene por fin la sanción del agresor ante los hechos de violen-
cia sufridos, una vez que se investigue y se concluya la comisión de un hecho
punible.
En el año 2011, la Fiscalía General del Estado dictó el Instructivo General No.
9/2011 sobre “Procedimientos a seguir en la investigación de los hechos punibles
de violencia familiar y violencia de género” a los efectos de generar directrices
para las y los fiscales y asegurar el correcto tratamiento de la víctima, el res-
guardo de las pruebas, dando a la fiscalía un margen amplio de interpretación
de la ley a partir de la Convención de Belém do Pará y la CEDAW. Con este ins-
tructivo se estableció un procedimiento que busca asegurar la investigación
penal y el cumplimiento de todos los presupuestos para llevar adelante un
juzgamiento de los hechos.
135 Este Protocolo fue adaptado del protocolo regional adoptado en noviembre del 2013
en el marco del Proyecto Regional Violencia de Género en Iberoamérica: Investigación
de Delitos, Atención a las Víctimas y Coordinación Interinstitucional, de la Secretaria
General de la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos
(COMJIB) en colaboración con la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos
(AIAMP), con el auspicio del Programa de EUROSocial para la Cohesión Social en América
Latina. Paraguay concluyó el proceso de adaptación en 2014, siendo adoptado el 1 de
diciembre de 2014 por las máximas autoridades del Ministerio Público, Ministerio del
Interior y el Ministerio de la Mujer.
En este tipo de hechos punibles, el proceso penal se inicia con la etapa pre-
paratoria o investigativa a cargo exclusivo del/la agente fiscal interviniente.
No pudiendo existir una sanción punitiva sin un proceso y una conclusión o
resolución que así lo determine por parte de un órgano competente:
136 Protocolo regional para la investigación con perspectiva de género de los delitos de
violencia contra las mujeres cometidos en el ámbito intrafamiliar, p. 13. Disponible en:
http://sia.eurosocial-ii.eu/files/docs/1443601779-DP31.pdf. [Consultado el 16.feb.2016].
Una vez presentada la denuncia o conocidos los hechos por cualquier medio
se requiere una acción pública para la punición del hecho; el inicio de esta
acción es competencia del Ministerio Público. En este sentido, la Ley Orgánica
del Ministerio Público (Ley No. 1562/00) dispone:
Por otro lado, si bien existes esfuerzos desde diferentes poderes del Estado en
términos de legislación y políticas para proteger a las víctimas y sancionar a
los responsable, persisten algunas dificultades que favorecen la falta de inves-
tigación de los hechos de violencia y por ende, la impunidad.
137 VÁZQUEZ ROSSI, J.; CENTURIÓN ORTÍZ, R., Ley 1286/98 Código Procesal Penal Comentado,
Asunción: Editorial Intercontinental, 2005, p. 61.
Por otra parte, personas entrevistadas indican que en algunos casos el no pro-
cesamiento de la denuncia se ve influenciada por relaciones particularistas,
incluyendo la “solidadridad de género”, entre denunciados y operadores de
justicia139.
138 CIDH, Acceso a la Justicia para mujeres víctimas de violencia en las Américas, OEA OEA/
Ser.L/V/II, 2007, párr. 127.
139 Con frecuencia en las entrevistas se ha hecho referencia al comportamiento diferente
que tienen agentes fiscales hombres y agentes fiscales mujeres frente a denuncias
de violencia, en ellas, se señala que las mujeres actúan con mayor diligencia que los
hombres.
140 Cfr. LARRAURI, E., op. cit., p. 101 – 132.
El Protocolo guía a los agentes fiscales sobre cómo proceder ante estos casos,
iniciando con las medidas de seguridad que deben adoptarse a favor de la
denunciante, además de otras pruebas que pueden acompañar o sostener el
caso.
143 Dado que se trata de un hecho punible que interesa a toda la sociedad, su persecución
está en poder del Estado a través del Ministerio Público. Algunos autores/as cuestio-
nan que despojar a la víctima de la acción penal acaba negándole autonomía, pero no
parece justo cargarla con la responsabilidad de tener que llevar adelante un proceso
cuando decide romper el silencio, enfrentando un contexto cultural que históricamente
ha reducido y la violencia al ámbito privado.
144 Protocolo regional para la investigación con perspectiva de género de los delitos de
violencia contra las mujeres cometidos en el ámbito intrafamiliar, p. 46.
Al respecto, conforme datos de marzo de 2016, se estima que cerca del 4,9%
de los hombres privados de libertad en penitenciarias del país estarían por el
hecho punible de violencia familiar147, cuestión que no resulta extraña, con-
siderando que en el mismo año, el hecho de violencia familiar constituye el
segundo hecho punible más denunciado ante el Ministerio Público, y en 2015 el
cuarto. No obstante, uno de los graves problemas tiene que ver con la falta de
condenas a la población recluida y la convivencia entre personas condenadas
y procesadas148. En todos los casos existe un requerimiento fiscal y un control
del procedimiento por parte de un juzgado de garantía penal para velar por los
derechos de la persona procesada.
Institución Instrumentos
Ministerio SEDAMUR III Plan Nacional para Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres (2008
de la Mujer SOS 137 – 2017).
Albergue “Mercedes Sandoval” Resolución No 241/15 “Sello Empresa Segura Libre de Violencia y Discriminación
Centros especializados en: Fi- Contra las Mujeres”
ladelfia, Curuguaty, Pedro Juan
Manual de Abordaje de la violencia intrafamiliar y de género
Caballero y Ciudad del Este
Policía SOS 911 Tranversalización del Enfoque de Género en la Estrategia Nacional de Seguridad
Nacional Comisarias Especializadas, Ciudadana (ENSC)
dependientes de la División de
Asuntos Familiares
Ministerio Centro especializado para la Programa Nacional para la Prevención y Atención Integral de mujeres, niñas,
de Salud atención de víctimas de violen- niños y adolescentes en situación de violencia basada en género, doméstica e
Pública y cia denominado Take Pyahu. intrafamiliar
Bienestar
Manual: “Violencia intrafamiliar y de Género. Manual de atención integral a vícti-
Social
mas en el sistema de salud”
(MSPBS)
Formulario de Registro y Atención a niñas/os y adolescentes víctimas de maltrato
y abuso sexual.
Formulario de Registro y Atención a víctimas de violencia intrafamiliar y basada
en género
Flujograma de Atención Integral a víctimas de violencia
Protocolo de Atención Médica ante casos de violencia sexual
Protocolo para el abordaje integral de la violencia desde el Sector Salud. Atención
en Salud mental
Protocolo para el abordaje integral de la violencia desde el Sector Salud. Atención
área Social
Circular No. 7/2011 “Las víctimas de violencia doméstica tiene derecho a una aten-
ción urgente y personalizada por parte de las instituciones públicas de salud”
Resolución No. 262 “Por la que se dispone que los asesores jurídicos de cada servi-
cio de salud presten asesoría y asistencia jurídica a los profesionales médicos en
la atención de casos de violencia doméstica, maltrato y abuso sexual”
Ministerio Fiscalía especializada en violen- Protocolo regional para la investigación con perspectiva de género de los delitos
Público/ cia de género (Sólo en la ciudad de violencia contra las mujeres cometidos en el ámbito intrafamiliar
Fiscalía de Villarica). Instructivo General No 9/2011 sobre “Procedimientos a seguir en la investigación
Centro de Atención a víctimas de los hechos punibles de violencia familiar y violencia de género”
Instructivo No. 9/2015 que establece procedimientos a seguir para solicitar dili-
gencias al “Centro de Atención a Víctimas”
Mecanismos de coordinación institucional en materia de violencia de género”.
Corte Su- Secretaría de Género Acordada 454 “Formulario de Registro de Violencia”
prema de Acordada 657 “Que establece directrices de la política institucional de transversa-
Justicia lidad de género del Poder Judicial”
Acordada 633 “100 Reglas de Brasilia” sobre el acceso a la justicia de las personas
en condiciones de vulnerabilidad
Acordada 642 “Que reglamenta el procedimiento de la oficina de atención perma-
nente para la presentación de denuncias sobre violencia doméstica”
Ministerio Resolución No 987/13 por la que se instruye a las y los Defensores Públicos que
de la Defen- requieren la aplicación de las Reglas de Bangkok.
sa Pública
Ministerio Dirección de la Mujer traba- Resolución No. 472 por medio de la cual se reglamenta el procedimiento para la
del Trabajo, jadora inspección de seguridad y salud en el trabajo y sanciona la violencia laboral, el
Empleo y Centros de Atención a las Tra- mobbing o acoso laboral y el acoso sexual en los lugares de trabajo
Seguridad bajadoras Domésticas (CATD)
Social
Secretaría Resolución N° 516/16 aprobó el “Protocolo de Intervención y Guía de Atención para
de la Fun- casos de discriminación y acoso laboral en la función pública”
ción Pública Resolución N° 531/15 se aprueba el Índice de Gestión de Personas (IGP)
(SFP)
El Decreto No. 5140 del 13 de abril de 2016 del Presidente de la República aprobó
el Plan Nacional contra la violencia hacia las mujeres 2015 y 2020 y conformó
la Mesa Interinstitucional para la implementación y seguimiento del mismo.
Recomendaciones Generales
153 Se sugiere como herramienta útil para este proceso el “Modelo de protocolo latinoa-
mericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género
(femicidio/feminicidio)”, elaborado por Oficina Regional para América Central del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Oficina Regional
de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe (Panamá, 2014).
Ministerio de Salud
–– Ampliar la sensibilización y conocimiento del personal de salud de todas
las regiones sanitarias del país respecto a los instrumentos y protocolos
de atención sobre violencia contra las mujeres.
Ministerio Público
–– Indagar y estudiar la relación entre el porcentaje de denuncias recibidas y
el número de causas que están siendo investigadas formalmente, profun-
dizando en los métodos de recolección, causas de desestimación, barreras
institucionales y legales, entre otras.
Poder Judicial
–– Continuar capacitando y sensibilizando a magistrados sobre la violencia
contra las mujeres (Juzgado de Paz, de Garantía y Juzgado de 1ra. Instancia
en lo civil por su carácter de órganos de apelación).
II. Jurisprudencia
Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Ex-
cepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de
noviembre de 2009, Serie C, Nro. 205.
Corte IDH, Caso Comunidad Indígena Sawhoyamaxa Vs. Paraguay. Fondo,
Reparaciones y costas. Sentencia de 29 de marzo de 2006, Serie C, Nro.
146.
ITCR, Fiscalía vs. Akayesu, Caso No. ICTR-96-4-T. Sentencia 731-734 del 2 de
septiembre de 1998.