Aksman, Gloria (2013) - Posicion Subjetiva Femenina

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V Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XX

Jornadas de Investigación Noveno Encuentro de Investigadores en Psicología del


MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires,
2013.

POSICIÓN SUBJETIVA FEMENINA.

Aksman, Gloria.

Cita: Aksman, Gloria (2013). POSICIÓN SUBJETIVA FEMENINA. V Congreso


Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XX
Jornadas de Investigación Noveno Encuentro de Investigadores en
Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de
Buenos Aires, Buenos Aires.

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POSICIÓN SUBJETIVA FEMENINA
Aksman, Gloria
Ciencia y Técnica, Universidad De Buenos Aires

Resumen sobre el ataque histérico”: “Considerado globalmente el ataque


Se presentan avances del Proyecto 20020100100016 Versiones del histérico como la histeria en general, reintroduce en la mujer un
Padre en el Último Período de la Obra de Jacques Lacan (1971- fragmento de quehacer sexual que existió en la infancia y al cual en
1981). Posicionando nuestra investigación en la problemática del esa época se le podía discernir un carácter masculino por excelen-
goce femenino, nuestro desarrollo actual apunta a desplegar las cia(…)En toda una serie de casos, la neurosis histérica no responde
consecuencias que tiene para una mujer el rodeo por el padre, ya sino a un sesgo excesivo de aquella típica oleada represiva que
que es la condición de su acceso a la posición femenina. Indicare- hace nacer a la mujer por remoción de la sexualidad masculina”.[2]
mos la diferencia clínica que se establece entre la posición histérica Encontramos que Lacan sigue a Freud en esta consideración cuan-
y la posición subjetiva femenina. La metodología empleada en este do señala “Es la prevalencia de la gestalt fálica la que en la reali-
avance es recorrer las referencias en la obra de J. Lacan, los textos zación del complejo edípico fuerza a la mujer a tomar el rodeo de
de Sigmund Freud y otros autores que brindan el soporte que hacen la identiicación al padre y a seguir por ende durante un tiempo los
al progreso de la investigación. mismos caminos que el varón”.[3]
Me interesa desarrollar las consecuencias que implican para una mu-
Palabras clave jer este rodeo por el padre como condición de su posición femenina.
Falo, Sexuación, Goce Enmarcamos el tema a partir de la conferencia de Freud “La Femini-
dad” de 1933. Allí, el autor se topa con que los esclarecimientos de
Abstract la ciencia acerca de la diferencia de los sexos constituye un aporte
SUBJECTIVE FEMENINE POSITION escaso o nulo al problema de la sexualidad femenina y entonces
Project progress is presented in 20020100100016 The Father’s dirige la investigación a lo que llama la vida anímica, en otros tér-
Versions on the last period on the work of Jacques Lacan (1971- minos, es una cuestión que hace a los avatares de la subjetividad
1981). Our investigation is about the feminine enjoyment problem. confrontada con la castración. Luego de un exhaustivo desarrollo
Our actual development topical goes investigate the results about acerca de la sexualidad de la mujer, concluye no sin contundencia
a woman who roundup the father, because it is a condition to ac- que el deseo de pene es un deseo auténticamente femenino.
cess at the femenine position. We indicate the clinical difference Eric Laurent comentando este texto dice: “Freud indica que la po-
between the hysterical status and the subjective feminine status. sición femenina solo está en su lugar si hay la equivalencia fálica
For this advance we used the methodology of taking the references pene=niño y señala también un resto. Quizá deberíamos reconocer
on Jacques Lacan’s work, the Sigmund Freud texts, and other au- ese deseo del pene como un deseo femenino por excelencia, que
thors that make support to the progress of the investigation. Freud deja como adaraja y que el doctor Lacan retomó para señalar
la posición subjetiva femenina, no en su esencia, sino en la barra
Key words que marca La barrada Mujer, y que la pone en una relación especial
Falo, Sexuación, Enjoyment con el Falo*”.[4]
¿De qué da cuenta esta así llamada “relación especial”? Sigamos
la pista de la referencia: es la dirección de la lecha. Es el abordaje
A partir de su teoría del signiicante Lacan trabaja el tema de lo del Falo desde el lado Mujer de las fórmulas, es decir, al modo en
femenino desde diversos aspectos, todos ellos atravesados por el que se aborda el Falo desde la posición femenina, no se trata allí de
matema del S(A/), creado en los años 70 pero con el cual podemos “hacer el hombre”[5], rasgo con el que Lacan deine a la histérica
leer sin embargo sus elaboraciones anteriores. identiicada al Padre, y que se encuentra del lado Hombre del cua-
También la diferencia entre el cuadro clínico de la histeria y la fe- dro de la sexuación.
minidad es trabajada de este modo desde el inicio, ubicando para “Falo (mayúscula) no es falo (minúscula)”[6] aclara Laurent, y deja
la histeria cierto tratamiento de extranjeridad respecto del cuerpo la cuestión para futuros desarrollos. Se abren aquí algunas pre-
encarnado en la interrogación acerca del órgano femenino. guntas, consideraciones, hipótesis que nos permiten direccionar
La gran estabilidad que muestra la estructura histérica respecto de nuestra investigación.
su sexuación la otorga la identiicación al padre; el falo es el soporte Las fórmulas de la sexuación, presentadas por Lacan entre los años
del sujeto histérico, esto lo hace correr con ventaja al ubicarse al 72-74, buscan dar cuenta de la variedad clínica a partir de la fun-
abrigo del signiicante, claro que al costo de la antedicha extranjeri- ción fálica, función lógica que divide el campo en dos, hombres
dad o bien como Lacan lo ubica en los años 60: “por no aceptar su y mujeres, pero como posiciones, lugares, para cualquiera de los
feminidad corporal queda abierta a los síntomas de conversión”.[1] seres que hablan. Cualquiera puede estar o no en Phi de x. Eso con-
Pero del lado de la mujer, ubica la desventaja en cuanto al acceso a duce a tener que despejar “x” cada vez que se habla de la función.
la identidad de su propio sexo. No hay signiicante para eso, ya que Se torna necesario entonces que Lacan especiique cuando hace
el falo no tiene equivalente. De allí el rodeo adicional que debe dar referencia a las mujeres y cuando se reiere a la posición femenina
la mujer por el padre como una condición estructural. en tanto función.
Freud pensaba que la sexualidad femenina surge por remoción de Sus desarrollos en torno a lo femenino los hace utilizando expre-
la sexualidad masculina. Así lo dice en “Apreciaciones generales siones tales como esencia, dice: “por esencia, ella no-toda-es”[7]

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lectura que correspondería al La/, hacia el S(A/), suplemento de la lógica masculina del para todos. Esta elección, supone una forma
goce femenino. Subrayamos el término esencia. Otro modo de re- de abordar el falo. Otro modo de abordaje, es el de la posición fe-
ferirse a lo femenino es lo intrínseco. Ambas expresiones adquieren menina, desde el lado del ser que se dirige al falo, signiicante del
resonancia más allá de la lógica en juego. Lo cual no contradice el goce. Ahora bien, posición subjetiva femenina y posición subjetiva
hecho de que sea lo que da su especiicidad al goce no-todo. Es histérica serían dos modalidades de goce diferentes que involucran
una introducción del cuerpo como sustancia gozante para quienes al falo. No es lo mismo la subjetividad implicada en la histeria que
están del lado mujer, en posición femenina. “hace el hombre”, bajo la identiicación al Padre, que aquella que
La otra dirección, que va de La/ Mujer al Falo, Lacan la nombra como proviene del lado femenino.
“ella está de lleno allí”[8], sin establecer particularidad alguna. Voy a intentar desarrollar brevemente este tópico ya que la inves-
El comentario de E.Laurent acerca del interés de Lacan en señalar tigación implica no solo la posición distinta de la histeria sino que
en ese lugar la posición subjetiva femenina cobra relieve en función involucra una mirada clínica sobre la posición femenina.
del objetivo de nuestro trabajo. Me interesa particularmente porque hay todo un espectro del lado
La referencia más temprana que encontramos en Lacan es del Se- mujer que indica otra clínica que hace a su desvarío, producto de
minario VI, en la clase 12 señala: “La única fórmula exacta, aquélla que el signiicante S(A/) no otorga identidad.
que permite salir de impasses, contradicciones, ambigüedades, al- La investigación en torno al superyó femenino es la respuesta a
rededor de las cuales giramos en torno a la sexualidad femenina, la pregunta acerca de como encuentra la niña su camino hacia el
es que ella es, sin tenerlo. La relación del sujeto femenino al falo, hombre.
es de ser sin tenerlo. Y es a eso a lo que le debe la trascendencia Dice Lacan en el Seminario IV: “El descubrimiento freudiano, que
de su posición. Pues es a eso a lo que arribaremos. Llegaremos a permite analizar la experiencia subjetiva, nos muestra a la mujer en
articular lo concerniente a la sexualidad femenina, y esa relación una posición que es, por así decirlo-ya que he hablado de ordena-
tan particular, tan permanente, en la que Freud ha insistido sobre miento, de orden o de ordenación simbólica-, subordinada. El padre
su carácter irreductible, y que se traduce psicológicamente bajo la es para ella de entrada objeto de su amor-es decir, objeto del senti-
forma de penis neid”[9] miento dirigido al elemento de falta en el objeto, porque a través de
Algunos años más tarde, airma la forma particular por la cual, fren- esta falta es como se ha visto conducida hasta ese objeto que es el
te a la asunción de la castración, se deviene mujer: “ella necesita padre. Este objeto de amor se convierte luego en dador del objeto
perder lo que no tiene”.[10] de satisfacción, el objeto de la relación natural del alumbramiento.
“Perder lo que no se tiene”, y “ser sin tener”, aparecen como dos Luego, sólo se requiere un poco de paciencia para que el padre sea
antecedentes necesarios para el desarrollo de las elaboraciones en sustituido al in por alguien que desempeñará exactamente el mis-
torno a la subjetividad femenina. Aún más, diremos que es una di- mo papel, el papel de un padre, dándole efectivamente un hijo. Esto
rección presente en lo que podría pensarse como un tratamiento implica un elemento que (…)da su estilo particular al desarrollo del
particular del in de análisis. superyó femenino. En ella se da una especie de contrapeso entre la
No hemos encontrado otra referencia en Lacan que más se ajuste renuncia al falo y el predominio de la relación narcisista, cuya im-
a la indicación a la que reiere Laurent. Reiteramos, no la esencia portancia en el desarrollo de la mujer vio muy bien un Hans Sachs.”
femenina, su goce, sino la posición subjetiva femenina. Destacamos en el párrafo ese tiempo de espera de la niña de lo que
El Falo corresponde a la deinición de signiicante del goce que La- se le debe dar, porque “la deja en una dependencia muy particular
can delimita por primera vez en el texto “Subversión del sujeto”. El que hacen emerger ijaciones propiamente narcistas”[15]
pasaje del falo (minúscula) al Falo (mayúscula) implica el viraje a la Sachs[16] distingue dos tipos de mujeres: las primeras, renuncian
lógica del goce, de un cuerpo articulado en términos de imagen a deinitivamente al padre y se identiican con él a causa de una
la noción de goce como soporte del hablante. Falo simbólico, impo- frustración de los deseos orales dirigidos hacia él; las segundas,
sible de negativizar. mantienen su lazo con el padre y no logran desarrollar un superyó.
En la elaboración de las fórmulas de la sexuación, el Falo se escribe El primer grupo tiene un superyó particularmente severo que las
del lado Hombre y es soporte del sujeto identiicado al S1. Este empuja a renunciar; se acentúa así la privación. El segundo, for-
estatuto tiene consecuencias en la mujer de acuerdo con su posi- mado por mujeres particularmente narcisistas, tiene un superyó
ción, será diferente si se trata de la histérica o por el contrario, de postizo que lo encuentra en el exterior, a través de sus relaciones
la posición femenina. amorosas con el hombre, volviéndolas particularmente dependien-
La posición histérica, lado hombre de las fórmulas de la sexuación, tes y sumisas de su partenaire, y lábiles en sus opiniones extraídas
supone rechazar el Otro goce, el femenino, y ubicarlo en la rival, de los otros.
investida como Otra. Con esta herramienta podemos entender por Destaco este punto de sumisión y dependencia a la que alude Sa-
ejemplo, la lógica presente en el caso Dora. En tanto que la posición chs respecto de la relación que mantiene una mujer, al posicionarse
femenina implica ser “Otra para sí misma”[11]. Similar deinición subjetivamente del lado mujer en dirección al signiicante fálico. Se
la encontramos en el Seminario X: “El goce de la mujer está en ella trata más bien cómo un hombre puede quedar situado en el lugar
misma y no se junta con el Otro”[12] . A pesar de corresponder a del Ideal para una mujer y las consecuencias que conlleva para su
diferentes momentos en la elaboración, ambas deinición es con- posición.
ciernen a la esencia de goce femenino, goce sin Otro, es decir que J.A. Miller señala que “el superyó femenino no es más que una
se que se escriben en dirección al vacío: S(A/) máscara del problema esencial del goce femenino.”[17] Y propone
Volvamos a la lecha que marca la dirección hacia el falo. Recor- escribir como Fi sub cero el goce que no se localiza por el Falo.
damos aquí las palabras de Lacan: “La mujer[13] tiene distintos Eric Laurent [18]desarrolla el problema de la “pasión mortífera” que
modos de abordar el falo y allí reside todo el asunto” [14]. se juega para el sujeto femenino cuando el hombre es llamado bajo
Es una expresión generosa en su amplitud puesto que nos coloca la forma de “sé Otro para mi”, con las versiones más suaves del
frente al problema del impasse que lo femenino mismo implica. Una fenómeno y las menos suaves, en una graduación desde “hazte
es la modalidad subjetiva caracterizada en quien que se debate en amigo de las mujeres”, “compréndeme como mujer” “hacete mu-

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jer”, “muere por mi”, “cástrate” “conviértete en Tiresias”. subjetiva femenina implica que no hay límites a las concesiones
Es una clínica en la que Lacan le asigna la tarea al analista de “des- que una mujer puede hacer por un hombre, de su cuerpo, de su
completar, refutar, inconsistir, indemostrar, indecidir” los dichos alma, de sus bienes y que signiica ceder. Que cada una es capaz
que parten del decir más allá de lo que se puede representar en el de ir hacia el no tener y es capaz de realizarse como mujer en el
símbolo fálico. Entiendo allí que el decir femenino proviene de Otro no tener.”[20]
lugar que del signiicante, es una exigencia de goce la del sujeto
femenino. En este caso, en que el hombre es convocado como Otro NOTAS
absoluto lo que hace límite, es la apelación a la inconsistencia.
*Todas las referencias al Falo con mayúscula se reieren al signiicante
Miller[19] señala que: “Penisneid es el nombre freudiano de la subje- del goce.
tivización del no tener” y así se abren las puertas a lo que podríamos
llamar clínica femenina a partir de la puntualización del menos. Dirá [1] Lacan, J. (1960) Ideas directivas para un congreso sobre la sexualidad
femenina, en Escritos 2, p. 689.  Buenos Aires, Siglo XXI editores.
que la clínica de la inhibición tiene acentos distintos en hombres que
en mujeres. El tema de la injusticia puede llenar sesiones analíticas, [2] Freud, S(1908) “Apreciaciones generales sobre el ataque histérico en
cierta inhibición ante el saber o el estudio tiene en su centro el no te- Obras Completas.   Buenos Aires, Ed. Amorrortu,  1993, Tomo IX.
ner que se sublima en no tener derecho, es decir, una ilegitimidad que [3] Lacan, J. (1955-6) El Seminario 3:  Las Psicosis, p. 251.  Buenos Aires,
no se encuentra en la clínica masculina con ese peso. En este breve Ed.  Paidós,  1984.
recorrido histórico ubica que la solución freudiana puso el acento en [4] Miller, J.A. & Laurent, E. (1996-7) El Otro que no existe y sus comitès de
los suplementos que el sujeto pudo encontrar para su menos. Y allí Etica. Buenos Aires, Paidós, 2005.
Freud incluyó el transformarse en madre como la salida, la solución [5] Lacan, J. (1972-73) El seminario. Libro 20: Aun, p. 103. Buenos Aires,
a la posición femenina. Es una solución del lado del tener. Freud no Paidós, 1981.
elaboró otra solución para las mujeres.
[6] Idem
Sin embargo hay una clínica femenina del lado del ser. Consiste en
no colmar el agujero. Dialectizarlo, metabolizarlo, serlo. [7] Lacan, J. (1972-3) El Seminario 20: Aùn, p. 89. Buenos Aires. Paidós.
1981.
También aquí se abre toda una clínica de la falta de identidad que
tiene en la mujeres una intensidad nada comparable con lo que [8] Idem, pp.
puede encontrase en hombres. [9] Lacan, J.(1958-59) El deseo y su interpretación. Clase del 11/2/59. Inédito
Hasta el punto de que habla de un ser de nada y de un dolor es- [10] Lacan, J. (1964) Del Trieb de Freud y del deseo de psicoanalista en
pecíico de ese ser de nada. Falta de consistencia observable en Escritos 2, p. 809.  Buenos Aires, Ed. Siglo XXI, 1975.
testimonios de sentimiento de fragmentación corporal que llegan
[11] Lacan, J. (1960) Ideas directivas para un congreso sobre la sexualidad
hasta el diagnóstico diferencial. Falta de control que se siente que femenina, en Escritos 2, p. 695.  Buenos Aires, Siglo XXI editores. 1975
se escapa el dominio del cuerpo., Testimonios de dolor psíquico li-
gado a un afecto de no ser, momentos de ausencia de sí mismo, ex- [12] Lacan, J. (1962-63) El Seminario 10: La Angustia, p.328. Buenos Aires,
Ed. Paidós. 2006.
traña relación con el ininito, sentimientos de incompletud radical.
Una solución posible señala Miller que se encuentra respecto del [13] En esta expresión falta la barra sobre el “La” de “La mujer”.  Se res-
ser, es ser ese agujero pero en relación con el Otro como si para peta aquí el texto establecido, para señalar la diicultad introducida por la
mordacidad de lalengua. 
escapar a esa falta de identidad, la solución fuese desplazarla hacia
el Otro atacando la completud del Otro ocuparse de encarnar eso [14] Lacan, J. (1972-3) El Seminario 20: Aùn, p. 90. Buenos Aires. Paidós.
que le falta al Otro. Corresponde esta variante a ser lo que le falta al 1981
Otro positivizándolo y es lo que Lacan aporta con la expresión “ser [15] Lacan, J. (1956-57) El Seminario 4: La Relación de Objeto, p.205-6 
el falo”. Miller señala aquí que ya esto muestra cierto desprecio por Buenos Aires, Paidos. 2005
el tener del varón, puesto que en el ser el falo está contenida una [16] Tendlarz, S., El superyó femenino. Ornicar digital.
reducción del tener del Otro a un semblante.
[17] Miller, J.A. (1981 ) Clínica del Superyó en Recorrido de Lacan, p.146.
Otro problema se genera con la expresión de que si La (barrada) Buenos Aires, Manantial. 1984
mujer no existe, esto no impide que haya verdaderas mujeres. Y se
[18] Laurent, E. (1993) Posiciones femeninas del ser, pp 95 – 99, 107. 
pregunta ¿qué sería una verdadera mujer? Ya habíamos leído en
Buenos Aires, Tres haches, 1999.
Lacan tempranamente su diferencia con la histeria dado el desvarío
respecto a su posición. [19] Miller, J.A. (1992) De mujeres y semblantes, p. 87-89. Buenos Aires,
La respuesta que da es que la verdadera mujer es la que se mide Ed. Cuadernos del Pasador, 1994.
por su distancia subjetiva con la madre. Cuando una mujer mide su [20] Idem p. 94-95
ser por ser la madre de sus hijos es para ella querer hacerse existir
como La madre, La mujer en cuanto tiene. BIBLIOGRAFIA
Entonces verdadera mujer, solo una por una y en algo una ocasión
porque una mujer no puede mantenerse en la posición de verdade- Freud, S. (1933) “La feminidad”. En Obras Completas, Buenos Aires, Amo-
rrortu editores, 1979 (2001), Tomo XXII.
ra mujer sino como tyche, agrega. O bien en un grito de sorpresa,
de maravilla o de horror, o bien cuando la madre no ha taponado Freud, S. (1908) “Apreciaciones generales sobre el ataque histérico en
en ella el agujero, es decir su no tener, su ser de no tener. Esto se Obras Completas. Buenos Aires, Ed. Amorrortu, 1993, Tomo IX.
articula al sacriicio de todos los bienes al sacriicio de todo tener y Lacan, J. (1960) Ideas directivas para un congreso sobre la sexualidad fe-
quizás por eso , verdadera mujer, cuando ella ha consentido con la menina, en Escritos 2. Buenos Aires, Siglo XXI editores.
modalidad de su propia castración. Lacan, J. (1955-6) El Seminario 3: Las Psicosis. Buenos Aires, Ed. Paidós,
Y señalemos por in, otra modalidad de la dirección del La/ hacia el 1984.
Falo. “Se trata de la variante de la mujer pobre en la que la posición

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Lacan, J. (1972-73) El seminario. Libro 20: Aún. Buenos Aires, Paidós, 1981.
Lacan, J. (1972-3) El Seminario 20: Aún. Buenos Aires. Paidós. 1981.
Lacan, J.(1958-59) El deseo y su interpretación. Inédito
Lacan, J. (1964) Del Trieb de Freud y del deseo de psicoanalista en Escritos
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Lacan, J. (1960) Ideas directivas para un congreso sobre la sexualidad fe-
menina, en Escritos 2, Buenos Aires, Siglo XXI editores. 1975
Lacan, J. (1962-63) El Seminario 10: La Angustia,. Buenos Aires, Ed. Pai-
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Miller, J.A. & Laurent, E. (1996-7) El Otro que no existe y sus comités de
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Sachs (H.) “Acerca de un motivo en la formación del superyó femenino”
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