Hegel, Marx y El Marxismo.

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Hegel, Marx

y el marxismo
TOM ROCKMORE
Hegel, Marx y el marxismo
Tom Rockmore
Hegel, Marx y el marxismo
Tom Rockmore

Traducción
Leandro Sánchez
Tom, Rockmore
Hegel, Marx y el marxismo
Traducción: Leandro Sánchez
Diseño de portada: Melissa Hincapié
ennegativo ediciones
[email protected]
Medellín, 2018

Publicado y distribuido bajo Licencia Creative Commons BY-NC-ND,


4.0, internacional. Esta licencia permite descargar la obra y
compartirla con otras personas, siempre que se reconozca su autoría,
pero no se puede cambiar de ninguna manera ni se puede utilizar
comercialmente.
Índice

Introducción……………...…………………………………….9

Sobre la distinción entre Marx y el marxismo.……………..11

Engels y la visión marxista de Marx...………………………19

Marx y Engels…………….......................................................31

Acerca de los textos de Marx.…….……………………….…35

Marx, Engels y los textos de Marx…………………………..41

Interpretando los textos de Marx…………………………...43

Hegel como un camino hacia Marx………………..………..47

Marx y la Filosofía del Derecho de Hegel.………………….…57

La economía filosófica, la Revolución Industrial, y Adam


Smith…………………………………………………………..63

Hegel y la economía.…………………………………………73

Hegel sobre la propiedad……………………………………81

Marx y Hegel: algunas conclusiones tentativas……………85


Tom Rockmore

Introducción

La tarea inmediata es distinguir entre el marxismo y


Marx, ya que sólo de esa manera podemos plantear de
nuevo la cuestión de la relación de Marx con sus raíces
filosóficas, en particular su relación con Hegel1. Esto
requerirá que caractericemos el marxismo y establezcamos
una distinción entre Marx y sus seguidores marxistas.

El marxismo, que deriva de Engels, gira en torno a


su explicación de la relación de Marx con Hegel, que a su
vez determina una visión de que Marx deja atrás a Hegel.
Creo que la visión marxista de Marx es en ambos casos
sustancialmente inexacta y que impide una mejor visión de
la posición de Marx, incluida su contribución filosófica.
Argumentaré que para “recuperar” a Marx, debemos
liberarlo lo más posible del marxismo, y por lo tanto de
Engels, el primer marxista. Esto nos permitirá comprender
la relación de Marx con Hegel de una manera
sustancialmente más rica y en un modo muy diferente
revelando la continua dependencia de Marx de las ideas
centrales hegelianas. Por las razones que se especifican a

1 Esta traducción corresponde al capítulo “Hegel, Marx, and Marxism” del


libro, Marx After Marxism. The Philosophy of Karl Marx. Oxford: Blackwell
Publishers, 2002, pp. 1-37, escrito por Tom Rockmore. A él agradezco el
permiso que me ha brindado para la publicación de este trabajo (N. del T.)

9
Hegel, Marx y el marxismo

continuación, creo que Marx es uno de los filósofos más


importantes, pero menos comprendidos. Dado que Marx se
entiende principalmente en términos marxistas, hay un
grano de verdad en la afirmación, ciertamente extrema, de
que el marxismo es la serie de malentendidos de las teorías
de Marx2.

2 Cfr. HENRY, Michel. Marx: A Philosophy of Human Reality. Bloomington:


Indiana University Press, 1983, p. 1.

10
Tom Rockmore

Sobre la distinción entre Marx y el


marxismo

El marxismo es todo menos simple. De hecho, es


muy complejo, controvertido y, en virtud de su naturaleza
proteica, difícil de describir brevemente. Los puntos de vista
del marxismo dependen de la autoridad citada. Según Perry
Anderson, el marxismo es importante debido a su gran
alcance intelectual, como una teoría del desarrollo histórico
y como un llamado político a las armas3. Sin embargo, las
tres razones son sospechosas. En primer lugar, hay otras
teorías amplias que uno podría negarse a respaldar. En
segundo lugar, en un sentido importante, el marxismo, que
presenta una teoría de la reflexión del conocimiento, es
antihistórico. Y, en tercer lugar, hay numerosos
llamamientos políticos a las armas que razonablemente se
podrían negar a responder.

Sería un obvio error simplemente condenar el marxismo,


que ha sido políticamente poderoso, a veces ilustrado, pero

3 Cfr. ANDERSON, Perry. Tras las huellas del materialismo histórico. México:
Siglo XXI Editores, 2004, p. 107. Para una crítica Cfr., GIDDENS, Anthony. A
Contemporary Critique of Historical Materialism. London: Macmillan, 1982.
Cfr., también WRIGHT, E. O. “Giddens’s Critique of Marxism” en: New Left
Review 138, 1983, pp. 11–35.

11
Hegel, Marx y el marxismo

también políticamente dañino en muchos aspectos4, a veces


intelectualmente creativo, pero a menudo intelectualmente
embrutecedor o algo peor. Pero si la preocupación es la
filosofía de Marx, la situación es algo diferente. Creo que el
marxismo tiende a oscurecer, incluso a ocultar, la
contribución filosófica de Marx por varias razones. Estas
incluyen la insistencia marxista en la continuidad entre
Marx y el marxismo; la visión marxista de que, en su
conjunto, constituyen una visión del mundo única y
unificada; el énfasis marxista en el marxismo e incluso en la
posición de Marx como ciencia; la idea marxista de la
división del trabajo entre Marx y Engels, que a menudo se
describe como el filósofo del marxismo, y así
sucesivamente. El término “marxismo”, que no se usó
mientras Marx estaba vivo, se ha utilizado rutinariamente
desde entonces para referirse a un punto de vista, o conjunto
de puntos de vista, supuestamente comunes a Marx y sus
seguidores. Este término parece haber sido utilizado por
primera vez por Georgii Valentinovich Plejánov (1856-
1918), el filósofo marxista ruso, poco después de la muerte
de Marx para describir una posición supuestamente común
a Marx y sus epígonos. El estudiante de Plejánov, Vladimir
Ilich Lenin (1870-1924), la figura central de la Revolución
Rusa, política y tal vez incluso teóricamente el marxista más
influyente del siglo XX, define el “marxiso [como] el sistema
de las ideas y concepciones de Marx”5. Esta definición
canónica sugiere una relación compleja entre Marx y el
marxismo, en la cual este último es continuo con, y por lo
tanto autorizado como, la fuente “oficial” de los puntos de

4 Cfr. COURTOIS, Stéphane et al. The Black Book of Communism: Crimes,


Terror, Repression. Cambridge: Harvard University Press, 1999.
5 LENIN, V. I. Obras Completas. Tomo XXII. Madrid: Akal Editor 1977, p. 142.

12
Tom Rockmore

vista de Marx. Es un poco como decir: si quieres saber de


qué se trata la teoría de Marx, necesitarás estudiar a los
marxistas en lugar de Marx; ellos te dirán lo que necesitas
saber. Esta implicación no se perdió en los marxistas
posteriores. Iósif Stalin (1879-1953), sucesor político de
Lenin, señalando la diferencia en los períodos en los que
Marx y Lenin estuvieron activos, sostiene que el
“leninismo” es “el desarrollo posterior del marxismo” bajo
las condiciones específicas que se obtienen en “la época del
imperialismo y de la revolución proletaria. O más
exactamente: el leninismo es la teoría y la táctica de la
revolución proletaria en general, la teoría y la táctica de la
dictadura del proletariado en particular”6. Hay muchas
dificultades para desenredar a Marx del marxismo. Una es
la extensión multiforme, variada, persistente y
omnipresente de la influencia del primero a través del
segundo en una desconcertante serie de dominios
intelectuales. Entendido como un movimiento intelectual, el
marxismo incluye la extensión de las ideas de Marx a una
gama cada vez más amplia de fenómenos sociales
prácticamente en todos los ámbitos. Una lista incompleta
incluiría sin ningún orden en particular: literatura7, teoría
literaria8, economía política9, sociología10, historia11,

6 STALIN, Iósif. Los fundamentos del leninismo. Pekín: Ediciones en lenguas


extranjeras, 1977, p. 4.
7 Cfr. CAUDWELL, Christopher. Illusion and Reality: A Study of the Sources of

Poetry. London: Macmillan, 1937.


8 Cfr. EAGLETON, Terry. Criticism and Ideology. London: Verso, 1985.
9 Cfr. BARAN, Paul. The Political Economy of Growth. New York: Monthly

Review Press, 1973.


10 Cfr. PAPPENHEIM, Fritz. The Alienation of Modern Man. New York: Monthly

Review Press, 1959.


11 Cfr. THOMPSON, E. P. La formación de la clase obrera en Inglaterra.

Barcelona: Crítica, 2002.

13
Hegel, Marx y el marxismo

historiografía12, teoría política13, religión14, ética15, filosofía


de la ciencia16, psicología17, etnología18, y así sucesivamente,
una lista simplemente impactante de campos. Entendido,
por el contrario, no como un enfoque intelectual de uno o
más campos, sino como una tendencia política, “marxismo”
se refiere al complejo movimiento político que surge de la
preocupación de elaborar una visión aceptable de los
objetivos y la acción políticos.

El marxismo se divide tajantemente en el marxismo


oficial que, durante el período soviético, terminó con la
desaparición de la Unión Soviética, estaba constantemente
preocupado por la ortodoxia política, por lo tanto, poco
inclinado hacia la innovación conceptual, y el marxismo no
oficial que, como nunca se interesó por la ortodoxia política,
siempre ha sido mucho más animado19. El marxismo
“oficial”, especialmente las presentaciones “oficiales” de la
filosofía marxista, a menudo han sido declaraciones
bastante aburridas de un punto de vista políticamente

12 Cfr. RAKITOV, Anatoly. Historical Knowledge. Creighton, Moscow: Progress


Publishers, 1982.
13 Cfr. WITTFOGEL, Karl A. Oriental Despotism: A Comparative Study of Total

Power. New Haven: Yale University Press, 1957.


14 Cfr. MACHOVEC, Milan. A Marxist Looks at Jesus. Philadelphia: Fortress

Press, 1976.
15 Cfr. LUKES, Steven. Marxism and Morality. Oxford: Oxford University Press,

1987.
16 Cfr. LEKTORSKY, V. A. Subject, Object, Cognition. Moscow: Progress

Publishers, 1980.
17 Cfr. SÈVE, Lucien. Man in Marxist Theory and the Psychology of Personality.

Brighton: Harvester Press, 1978.


18 Cfr. SEBAG, Lucien. Marxisme et structuralisme. Paris: Payot, 1964.
19 Para una declaración de la visión del mundo marxista de parte de un

importante representante del marxismo soviético, Cfr. OIZERMAN, T. I.


Nauchno-filosofskoe Mirovozrenie Marksizma. Moscow: Nauka, 1989.

14
Tom Rockmore

sancionado, carente de al menos una pizca de un matiz


filosófico real20, desprovisto de más que el distante interés
filosófico. La teoría marxista no oficial a menudo ha
demostrado ser mucho más viva en la aplicación y el
desarrollo de ideas de Marx en formas interesantes, a
menudo perspicaces y en ocasiones fascinantes. Para tomar
un sólo ejemplo, la lectura marxista pionera de Georg
Lukács de Marx como filósofo hegeliano es una de las obras
filosóficas más importantes del siglo XX21.

El marxismo siempre ha insistido en la continuidad


sin fisuras entre Marx y el marxismo. Esta idea, que está
omnipresente en los textos marxistas, se reproduce en las
pocas historias disponibles del marxismo22. Escribiendo en
1908, Plejánov sostiene que “El marxismo es toda una
concepción del mundo”23. En la época de la Revolución
rusa, el marxismo en la práctica se había convertido en una
cosmovisión abarcadora, distintiva24, muy diferente de
cualquier cosa en los escritos filosóficos de Marx. Una visión
del mundo marxista similar funcionó, más tarde, como la
base del llamado socialismo de Estado en la Unión Soviética
y los países aliados.

20 Ibíd.
21Cfr. LUKÁCS, György. Historia y conciencia de clase. Estudios sobre dialéctica
marxista. Santiago de Chile: Editorial Quimantú, 2008.
22 Todavía hay sólo dos historias del marxismo. Cfr. VRANICKI, Predrag.

Geschichte des Marxismus. Frankfurt am Main: Suhrkamp, 1972; Cfr., también,


KOLAKOWSKI, Leszek. Las principales corrientes del marxismo, 3 vols. Madrid:
Alianza Editorial, 1980.
23 PLEJÁNOV, Georgii. Las cuestiones fundamentales del marxismo. Santiago

de Chile: Ediciones de la Federación de Maestros 1933, p. 9.


24 Según MacIntyre, el marxismo es, en este sentido, comparable al

cristianismo. Cfr. MacINTYRE, Alasdair. Marxismo y cristianismo. Granada:


Editorial inicio nuevo, 2007.

15
Hegel, Marx y el marxismo

La historia política del marxismo está vinculada a


una serie de Internacionales, que pueden describirse muy
brevemente25. El término “internacional” se deriva del
carácter internacional del marxismo. La Asociación
Internacional de Trabajadores (1864-1876) fue una
federación de organizaciones de clase trabajadora
localizada en Europa occidental y central, fundada por
trabajadores de Londres y París. Aunque no la iniciaron
Marx y Engels, ejercieron importantes roles de liderazgo. La
Primera Internacional estuvo marcada por una lucha contra
los anarquistas, liderada por Mijaíl Bakunin (1814-1876),
que finalmente llevó a su disolución.

Marx murió en 1883, poco después de la


desaparición de la Primera Internacional y antes del
comienzo de su sucesora. La Segunda Internacional (1889-
1914) se organizó en el Congreso Internacional de los
Trabajadores en París en julio de 1889 como una federación
flexible de partidos y sindicatos. Después de la muerte de
Engels en 1895, las figuras teóricas centrales fueron
Plejánov, el maestro de Lenin y el fundador del marxismo
ruso, y Karl Kautsky (1854-1938). Este último, destacado
teórico de la Segunda Internacional, defendió una forma de
materialismo determinista y científico-natural. La Segunda
Internacional se disolvió como resultado de la oposición de
sus miembros a la apertura de las hostilidades en vísperas
de la Primera Guerra Mundial.

La Tercera Internacional (1919-1943), también


llamada la Internacional Comunista o de nuevo la
Comintern, fue fundada en Moscú en 1919 por los

25Cfr. COLE, G. D. H. Historia del pensamiento socialista, 5 vols. México: Fondo


de Cultura Económica, 1956.

16
Tom Rockmore

bolcheviques victoriosos. Lenin definió “sus principios


fundamentales” como “reconocimiento de la dictadura del
proletariado y el poder soviético en lugar de la democracia
burguesa”26. Lenin murió prematuramente en 1924. Por
instigación de Stalin, que más tarde se convirtió en el
dictador soviético, León Trotsky (1879-1940), compañero de
armas de Lenin, fue expulsado de la Comintern en 1927 y
luego asesinado en el exilio. La Comintern, que apoyó las
purgas de Stalin27, se disolvió en junio de 1943 con el
argumento de que el movimiento comunista internacional
ya no podía ser dirigido desde un solo centro.

La Cuarta Internacional (1938) fue fundada por


iniciativa de Trotsky y sus aliados. Todavía se opone
firmemente a la Segunda y Tercera Internacional, que
consideran contrarrevolucionarias.

26LENIN, V. I. Obras Completas. Tomo XXXIII. Madrid: Akal Editor 1978, p. 323.
27Cfr. MEDVEDEV, Roy A. Let History Judge: The Origins and Consequences of
Stalinism. New York: Vintage, 1973.

17
Hegel, Marx y el marxismo

18
Tom Rockmore

Engels y la visión marxista de


Marx
La sugerencia de que Marx y Engels comparten una
perspectiva única es correcta si se refiere a una perspectiva
política, pero es falsa si se refiere a una posición filosófica28.
El “positivismo”, que es un nombre alternativo para el
cientificismo, o la idea de que la ciencia y sólo la ciencia
proporciona la clave de todos los problemas, es más o
menos la opinión de que todas las cuestiones importantes
del conocimiento se pueden resolver desde un punto de
vista científico, y por lo tanto sin apoyo en fundamento
filosóficos. Anti-positivismo se refiere a la negativa del
positivismo. Las teorías filosóficas de Marx, que se
analizarán en detalle a continuación, fueron básicamente
determinadas por el idealismo alemán, especialmente
Hegel, y, por lo tanto, antipositivistas29. Hoy, Engels sería
descrito como un positivista. En la típica moda joven
hegeliana, Engels vio el final de la filosofía en Hegel. Al
describir el marxismo como una ciencia extra-filosófica,
sugiere que hay respuestas científicas a las preguntas

28 Kolakowski, que analiza cuidadosamente las diferencias filosóficas entre


Marx y Engels, no ve su importancia en la combinación de Marx y el
marxismo. Cfr. KOLAKOWSKI, Leszek. Op. Cit., 1980, Vol I, pp. 397-417.
29 Esto tiene que ser cualificado, ya que hay pasajes donde Marx caracteriza

su trabajo como extra-filosófico en virtud de su naturaleza empírica, lo que


sugiere una oposición entre lo empírico y lo filosófico.

19
Hegel, Marx y el marxismo

filosóficas. Un error importante pero frecuente, básico para


la visión marxista del marxismo, consiste en considerar que
Marx y el marxismo, o Marx y Engels, sostienen la misma, o
al menos una posición filosófica muy similar.

¿Qué es la “filosofía marxista”? Aparte de una


“inspiración” derivada de Marx, el término es vago, difícil
de precisar, principalmente significativo como una
designación política, constantemente sujeto a cambios por
motivos políticos. Al igual que la belleza, el marxismo,
incluida la filosofía marxista, depende del ojo del
espectador. Por razones políticas, la filosofía marxista a
menudo se ha relacionado con la doctrina oficial. Cuando el
marxista húngaro Georg Lukács (1885-1971) publicó
Historia y conciencia de clase en 1923, este último fue
aclamado correctamente como un brillante tratado
filosófico marxista. Sin embargo, fue abjurado por su autor
ya en el año siguiente cuando, después de la traducción del
Materialismo y Empiriocriticismo de Lenin a las lenguas
occidentales, fue visto correctamente como incompatible
con los puntos de vista de Lenin que, por razones políticas,
tenían prioridad30.

Desde un punto de vista teórico, una visión


minimalista del marxismo podría incluir dos doctrinas
principales: el materialismo dialéctico y el materialismo
histórico. En este sentido, existe un punto de inflexión, una
clara diferencia, entre Marx y el marxismo. Ninguna de
estas doctrinas puede encontrarse en los escritos de Marx,
en los que a menudo se han leído, si es necesario, alterando

30 Cfr. ROCKMORE, Tom. Irrationalism: Lukács and the Marxist View of Reason.
Philadelphia: Temple University Press, 1992.

20
Tom Rockmore

los textos escritos. Estas doctrinas se deben principalmente


a Engels, el fundador del marxismo.

La filosofía y la ciencia a menudo se consideran los


dos componentes principales del marxismo. El
materialismo dialéctico se considera a menudo como la
filosofía marxista, y el materialismo histórico se toma a
menudo como la ciencia (canónica) marxista. Stalin, no
Marx, se acredita como el autor del materialismo dialéctico e
histórico31. En parte siguiendo la iniciativa de Stalin, hasta el
final de la Unión Soviética, los textos de iniciación en la
filosofía marxista consistían rutinariamente en una
introducción, y en dos partes: una larga discusión del
materialismo dialéctico y una discusión aún más larga del
materialismo histórico32. Tales textos iniciadores
caracterizan inconsistentemente la combinación del
materialismo dialéctico y el materialismo histórico como
constituyentes de los fundamentos filosóficos del marxismo
leninismo, mientras que caracterizan aún más la llamada
filosofía del materialismo dialéctico como filosofía
marxista-leninista33.

¿Cómo se relaciona el materialismo con la posición


de Marx? El materialismo es una doctrina que es clara en
Engels, pero ciertamente menos clara en Marx. Es
sorprendente, ya que el término se usa rutinariamente en
referencia a su pensamiento, que él no sea un materialista
en absoluto en ninguno de los sentidos usuales. El

31 Cfr. STALIN, Iósif. Sobre el Materialismo dialéctico y el Materialismo histórico.

Quito: Ediciones de la Revolución Ecuatoriana, 2008.


32 Cfr. Osnovy Marksistskoi Filosofii Uchebnik. Moscow: Izdatel’stvo

Politicheskoi Literatury, 1963.


33 Ibíd, p. 4.

21
Hegel, Marx y el marxismo

“materialismo” generalmente se entiende como la


afirmación de que en el análisis final todo puede reducirse
y entenderse en términos de partículas pequeñas, por
ejemplo, átomos o partículas subatómicas como los quarks,
y así sucesivamente. Este punto de vista, que tiene claras
raíces en el pensamiento griego antiguo, subyace
mayormente en la ciencia moderna que se basa en la teoría
atómica de la materia. En Engels, el “materialismo”
generalmente se refiere a la primacía del mundo externo
independiente. El materialismo y el realismo son doctrinas
relacionadas. Los realistas creen que el conocimiento se
refiere a lo real, como quiera que se defina, y los
materialistas sostienen que sólo la materia es real. El
realismo científico es más o menos la doctrina de que existe
algo real e independiente y de que la ciencia tiene éxito en
captar lo real34. Engels, que se oponía al idealismo,
desarrolló una visión claramente realista. En Ludwig
Feuerbach y en el fin de la filosofía clásica alemana, sostiene que
el problema fundamental de la filosofía se refiere a la
relación entre el pensamiento y el ser. En su opinión, sólo
hay dos posibilidades: o bien, como sostienen los idealistas,
el primero precede al segundo; o, como sostienen los
materialistas, el último precede al primero. Engels favoreció
la segunda visión sobre la suposición de que la mente es un
producto de la materia. Él también tomó una visión realista
del conocimiento. Según Engels, la cognición consiste en un
reflejo correcto de la realidad independiente35.

34 Cfr. van FRAASSEN, Bas. The Scientific Image. Oxford: Clarendon Press,
1980.
35 Cfr. ENGELS, Freidrich. Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica

alemana. Moscú: Editorial Progreso, 1975, pp. 16-26.

22
Tom Rockmore

La teoría reflejo del conocimiento


(Wiederspiegelungstheorie, del alemán Spiegel o espejo, más
Theorie o teoría), que deriva de la relación de la mente con el
mundo independiente, tiene amplios precedentes en
filosofía en el empirismo británico tradicional. El filósofo
inglés Francis Bacon (1561-1626) creía que bajo condiciones
adecuadas la mente refleja el mundo36. Más recientemente,
una versión de esta visión se repite en la temprana llamada
teoría de la imagen del conocimiento37 de Ludwig
Wittgenstein (1889-1951). Para nuestros propósitos, basta
señalar que la teoría de la reflexión del conocimiento, que
luego fue adoptada por una larga línea de marxistas, no
tiene ninguna base en los escritos de Marx. Marx tampoco
se refiere a la distinción entre el materialismo y el idealismo
como el tema central, o incluso como uno de los temas
filosóficos centrales38.

El término “materialismo dialéctico”39, a menudo abreviado


como “diamat”, no aparece ni en los escritos de Marx ni en
los de Engels40. Parece que fue usado por primera vez por

36 Cfr. BACON, Francis. La Gran Restauración (Novum Organum). Madrid:


Editorial Tecnos, 2011.
37 Cfr. WITTGENSTEIN, Ludwig. Tractatus logico-philosophicus. Madrid:

Alianza Editorial, 2012.


38 Para una defensa sofisticada de la teoría reflejo del conocimiento, Cfr.

SAYERS, Sean. Reality and Reason: Dialectic and the Theory of Knowledge.
Oxford: Blackwell Publishers, 1985.
39 Para un estudio cuidadoso, centrado en la visión soviética, Cfr. WETTER,

Gustav. Dialectical Materialism: A Historical and Systematic Survey of


Philosophy in the Soviet Union. London: Routledge & Kegan Paul, 1958.
40 Esto sería una vergüenza si, como sugiere Stalin, el marxismo es la

conjunción de dos doctrinas que nunca son nombradas por los supuestos
padres fundadores de la cosmovisión. Ha habido frecuentes esfuerzos para
volver a leer estas doctrinas en los textos canónicos. Sin tener en cuenta el
hecho de que el Ludwig Feuerbach de Engels se serializó en 1886 y apareció

23
Hegel, Marx y el marxismo

Joseph Dietzgen en una obra publicada en 1887 después de


la muerte de Marx, y luego, nuevamente en El desarrollo de
la concepción monista de la historia (1891) de Plejánov41. El
materialismo dialéctico a menudo se toma como la filosofía
del marxismo. Stalin lo llama “la concepción filosófica del
Partido marxista-leninista”42. Según Guest, “la única
perspectiva mundial que se basa científicamente en la suma
total del conocimiento humano disponible”43 surgió de la
“negación” de la filosofía hegeliana44. La cartilla soviética de
la filosofía marxista describe el materialismo dialéctico
como una filosofía científica contemporánea ampliamente
fundamentada45.

El materialismo dialéctico se considera


generalmente como un híbrido basado en el materialismo
mecanicista de la revolución científica y la Ilustración, y en
la forma dialéctica del idealismo de Hegel. Las fuentes

inicialmente como libro en 1888, por lo tanto, antes de que se utilizara


cualquiera de los términos, el editor de MEW sugiere que este volumen “da
cuenta sistemática del materialismo dialéctico e histórico”: Marx-Engels-
Werke 21, Berlin: Dietz, 1962, n. 22, p. 579. Continuando con esta ficción, el
editor de la traducción inglesa tituló el capítulo 4 del de Ludwig Feuerbach de
Engels “Materialismo dialéctico”, aunque no hay títulos de capítulos en
alemán. Cfr. ENGELS, Friedrich. Ludwig Feuerbach and the Outcome of Classical
German Philosophy. New York: International Publishers, 1941, p. 42. Este
exceso de celo político se corrige silenciosamente en la edición reciente de
los trabajos recopilados de Marx y Engels publicados por el mismo editor. Cfr.
Marx/Engels, Collected Works, vol. 26, p. 381.
41 Cfr. KLINE, George L. “The Myth of Marx’s Materialism” en: Philosophical

Sovietology: The Pursuit of a Science, ed. DAHM, Helmut et al. Dordrecht: D.


Reidel, 1988, p. 182.
42 STALIN, Iósif. Op. Cit., 2008, p. 5.
43 GUEST, David. A Text Book of Dialectical Materialism. New York:

International Publishers, 1939, p. 23.


44 Cfr. Ibid., 1939, p. 103.
45 Cfr. Osnovy Marksistskoi Filosofii Uchebnik. Op. Cit., p. 647.

24
Tom Rockmore

canónicas del materialismo dialéctico se encuentran en los


trabajos de Engels Del socialismo utópico y al socialismo
científico y en el Anti-Dühring, del que se extrae el estudio
anterior46. Este último libro proporciona una exposición
conectada de la visión supuestamente común de Marx y
Engels, descrita como “el método dialéctico” y “la visión
mundial comunista” de Marx y él mismo. Los marxistas a
menudo afirman que el materialismo dialéctico se formuló
por primera vez en la Miseria de la filosofía de Marx y en el
Manifiesto comunista47. En opinión de Engels, él y Marx
fueron los únicos que aplicaron la concepción de la
dialéctica derivada del idealismo alemán postkantiano
como la concepción materialista de la naturaleza y la
historia48.

La afirmación de Engels acerca de una visión


compartida de la dialéctica materialista es tendenciosa y
aparentemente falsa. Marx y Engels tenían puntos de vista
bastante diferentes sobre la dialéctica. Engels aplicó la
dialéctica a la naturaleza en su último trabajo inacabado
sobre la Dialéctica de la naturaleza49, algo de lo que no hay el
más mínimo rastro en los escritos de Marx.

Según Engels, la contribución de Marx radica en


extender la dialéctica al conocimiento de la historia. Sin
embargo, dado que Hegel fue pionero en la aplicación de la
dialéctica a la historia, al leer a Hegel Marx aprendió el
enfoque dialéctico de los fenómenos históricos antes de

46 Eugen Karl Dühring (1833–1921), economista y socialista alemán, enseñó en


la Universidad de Berlín desde 1863 hasta 1877.
47 Cfr. ENGELS, Friedrich. Anti-Dühring. La subversión de la ciencia por el señor

Eugen Dühring. México: Grijalbo, 1968, p. xxxii.


48 Cfr. Ibid., p. xxxiv.
49 Cfr. ENGELS, Friedrich. Dialéctica de la naturaleza. México: Grijalbo, 1961.

25
Hegel, Marx y el marxismo

conocer a Engels. Esto es muy diferente de la afirmación


“oficial” de que él y Marx fueron co-inventores de una única
visión conjunta. Aunque Marx nunca emplea el término
“materialismo histórico”, a menudo abreviado como
“histomat”, para referirse a su propia teoría, se usa
rutinariamente, especialmente en los círculos occidentales,
para referirse a la ciencia marxista.

La relación entre el materialismo dialéctico y el


materialismo histórico sigue sin estar clara en Engels y los
marxistas posteriores. Engels, que concede a Marx
prioridad para sentar las bases de su teoría supuestamente
conjunta mediante su descubrimiento de los principios
básicos de la economía y la historia50, implica
correctamente, que la obra de Marx se sostiene por sí
misma. Stalin simplemente invierte esta afirmación al
sugerir que la supuesta teoría del materialismo histórico de
Marx se deriva básicamente del materialismo dialéctico de
Engels. Según Stalin, “el materialismo histórico es la
aplicación de los principios del materialismo dialéctico al
estudio de la vida social”51. Dado que el materialismo
histórico se sigue del materialismo dialéctico, implica que
Engels, no Marx, es el fundador del marxismo, el cual
subyace incluso a la visión de Marx. Esta lectura de la
relación de Marx y Engels no sólo es errónea, sino también
imposible, incluso absurda. Sugiere erróneamente que
Engels, el discípulo de Marx, descubrió las teorías de Marx
(por las cuales de hecho estaba inspirado) sobre la base de
que la posición de Marx está contenida dentro del
marxismo.

50 Cfr. ENGELS, Friedrich. Op. Cit., 1975, p. 35.


51 STALIN, Iósif. Op. Cit., 2008, p. 5.

26
Tom Rockmore

Esta visión marxista de la relación de Marx y Engels,


por lo tanto, de Marx y el marxismo, se reproduce de
manera amplia y segura sin crítica en toda la discusión
marxista, no marxista y antimarxista. Es como si aquellos
interesados, o, por el contrario, desinteresados en Marx, o
incluso opuestos a él, estuvieran en lo correcto al permitirse
formas no académicas de súplicas especiales. Los marxistas
están ansiosos por dejar atrás la filosofía, que a menudo
consideran como ideología; los no marxistas, contentos de
ser filósofos, quieren negar este estatus al marxismo, cuyos
seguidores también lo niegan rutinariamente al describir
sus propios puntos de vista. Plejánov, que era un filósofo
marxista, describe la visión (común) del socialismo en Marx
y Engels como “no sólo una doctrina económica, sino una
perspectiva mundial”52. Según la cartilla soviética del
marxismo, en la teoría del materialismo histórico el
marxismo formula las leyes (científicas) del desarrollo
social53.

Engels a menudo sugiere que Marx es responsable


del componente extra filosófico y científico del marxismo.
Dos de los pasajes más importantes aparecen en el famoso
elogio de Engels en la tumba de Marx y en su pequeño libro
sobre Feuerbach. En el elogio, Engels compara
generosamente pero también erróneamente a Marx con
Darwin. Afirma que Marx “descubrió la ley del desarrollo
de la historia humana”, lo que presumiblemente significa
que la economía es anterior a cualquier otra cosa, así como
“la ley específica que mueve al actual modo de producción

52 Cfr. PLEJÁNOV, Georgii. Op. Cit., 1933, p. 9.


53 Cfr. Osnovy Marksistskoi Filosofii Uchebnik. Op. Cit., p. 647.

27
Hegel, Marx y el marxismo

capitalista y la sociedad burguesa creada por él”54. Esto es


equivoco, ya que Marx nunca afirma destapar, descubrir o
formular las leyes del movimiento del capitalismo, que
estudia en detalle y cuya anatomía hizo tanto por exponer.
Sin embargo, en opinión de Engels, en su calidad de
científico, pero no como filósofo, Marx descubrió las leyes
básicas de la historia en general y del capitalismo moderno
en particular.

Engels elaboró su afirmación sobre las contribuciones de


Marx en su pequeño libro sobre Feuerbach, donde
distinguió claramente entre la filosofía y la ciencia de la
realidad social. Según Engels, Feuerbach, que invocó una
nueva religión en contra de la filosofía de Hegel,
permaneció dentro de ella. Pero más tarde fue superado por
“la ciencia del hombre real y de su desenvolvimiento
histórico”55. La filosofía es inadecuada para la tarea en
cuestión, ya que simplemente sustituye lo que ocurre en la
mente del filósofo por los vínculos reales de los
acontecimientos históricos56. Como la religión, entonces la
filosofía es meramente un tipo de ideología57, sin ningún
papel legítimo que jugar con respecto a la naturaleza o la
historia58. En el Anti-Dühring Engels, que no emplea el
término “materialismo histórico”, describe la concepción
materialista de la historia, que supuestamente descubrió
Marx, como la opinión de que la producción de mercancías

54 ENGELS, Friedrich. “Discurso ante la tumba de Marx” en: MARX, Karl &
ENGELS, Friedrich. Obras Escogidas, Tomo III. Moscú: Editorial Progreso, 1974,
pp. 171-172.
55 ENGELS, Friedrich. Op. Cit., 1975, p. 34
56 Cfr. Ibid., p. 40.
57 Cfr. Ibid., p. 49.
58 Cfr. Ibid., p. 52.

28
Tom Rockmore

es la base de la sociedad59. Sin embargo, como se verá más


adelante, es completamente coherente sostener que para
Marx la producción de mercancías es básica para la
sociedad moderna, mientras que también reconoce que esta
idea es esencialmente filosófica.

59 Cfr. ENGELS, Friedrich. Op. Cit., 1968, pp. 52, 53, 225.

29
Hegel, Marx y el marxismo

30
Tom Rockmore

Marx y Engels

Una razón principal para creer que Marx y Engels


son los autores conjuntos de una única doctrina compartida
radica en la estrecha asociación del primero con el segundo.
Eso es un poco como decir que las personas que pasan el
tiempo juntas deben pensar igual. Sin embargo, la
asociación continuada, incluso las afirmaciones explícitas
para la defensa conjunta de una única posición compartida,
no es garantía de que dos escritores defiendan un conjunto
de ideas (filosóficas) similar, y mucho menos idéntico.

Las fuentes de este mito marxista sin duda se


encuentran en la estrecha relación entre Marx y Engels, una
vez que se encontraron en la década de 1840, durante unas
cuatro décadas hasta el final de la vida de Marx. Como Marx
se dedicó principalmente a sus estudios, Engels fue durante
muchos años la fuente más importante de apoyo financiero
para Marx y la familia Marx. La relación entre ellos
ciertamente no se limitaba a las finanzas. Ya se ha señalado
que Marx y Engels compartían un programa político que
puede describirse sucintamente como la emancipación de
los hombres y las mujeres que trabajan en todas partes.
Colaboraron en una serie de textos, incluido el famoso
Manifiesto comunista, La ideología alemana, filosóficamente
importante, La Sagrada Familia, filosóficamente menos

31
Hegel, Marx y el marxismo

importante, y el Anti-Dühring, donde Engels criticó a un


alemán contemporáneo.

Luego está el estilo literario fácil de Engels y su


tendencia persistente a ofrecer respuestas simples a
preguntas filosóficas a menudo muy complejas que se han
discutido durante varios miles de años. Un ejemplo entre
otros es la cuestión de la relación del pensamiento y el ser,
que ha sido debatida desde el momento en que Parménides
la planteó en el siglo V a. C60. Engels, que era un autodidacta
filosófico, marcó la pauta para generaciones de marxistas
políticos a quienes les preocupa principalmente decidir las
preguntas, especialmente las filosóficas, ciertamente no
debatirlas interminablemente imitando a los filósofos
profesionales. Como no estaba interesado en las sutilezas
filosóficas, casi nunca hay dudas acerca de dónde se
encuentra en una cuestión en particular, de hecho, rara vez
hay necesidad de volver a leer un pasaje en particular para
comprender su significado. Marx, que tenía talento para
componer aforismos notables, escribía con más frecuencia
en el estilo familiarmente pesado y deprimente del profesor
alemán en el que originalmente pretendía convertirse. Sus
textos, cuyo estudio detallado vale la pena, también lo
exigen. Son difíciles de comprender, requieren una
concentración sostenida y suponen un amplio trasfondo
intelectual innecesario para la tarifa más ligera de Engels.
Fue entonces natural para los lectores, incluso durante la
vida de Marx, recurrir a Engels como fuente de una visión
supuestamente común. Se hizo aún más natural hacerlo
después de la muerte de Marx cuando, a medida que su
reputación siguió creciendo, Engels (como su ejecutor

60Fue fundamentada más recientemente en McDOWELL, John. Mente y


Mundo. Salamanca: Ediciones Sígueme, 2003.

32
Tom Rockmore

literario), que todavía estaba activo, estaba en posición de


hacer declaraciones “autoritativas” sobre lo que ambos
querían decir sobre puntos discutidos. Así que, en una
conocida carta a Joseph Bloch, él habla de sí mismo y de
Marx en el mismo aliento conceptual, por así decirlo: “El
que los discípulos hagan a veces más hincapié del debido en
el aspecto económico, es cosa de la que, en parte, tenemos la
culpa Marx y yo mismo”61.

El acceso a las ideas filosóficas de Marx se ve


obstaculizado por la sugerencia de Engels de la división de
trabajos conceptuales. Consideremos el siguiente pasaje
importante de su libro sobre Feuerbach (1888), que apareció
cinco años después de la muerte de Marx. Comentando
sobre su propio rol en la creación de lo que simplemente
pero falsamente llama “la teoría”, Engels escribe que “la
parte más considerable de las principales ideas directrices,
particularmente en el terreno económico e histórico, y en
especial su formulación nítida y definitiva, corresponden a
Marx”62. Aquí encontramos la sugerencia de que él y Marx
comparten una teoría única, cuya formulación Engels
modestamente (pero creo que correctamente) acredita
principalmente a su colega más talentoso. Al afirmar
además que la contribución de Marx a su posición común
yace en la economía y la historia, Engels sugiere que Marx
era un economista político con un interés en la historia. Si
este fuera el caso, entonces la propia contribución de Marx
debería buscarse en este dominio, no en la filosofía, ya que,
como implica Engels, Engels era el filósofo del equipo. Esta

61 ENGELS, Friedrich. “Carta de Engels a J. Bloch” en: MARX, Karl. & ENGELS,
Friedrich. Obras Escogidas, Tomo III. Moscú: Editorial Progreso, 1974, pp. 515-
516.
62 ENGELS, Friedrich. Op. Cit., 1975, p. 35

33
Hegel, Marx y el marxismo

implicación a menudo se ha dibujado. Plejánov, por


ejemplo, sostiene que la forma final de los “puntos de vista
filosóficos de Marx y Engels” se estableció en la primera
parte del Anti-Dühring de Engels63.

La idea de que Engels era un filósofo y Marx un


economista ha impedido desde hace tiempo una
apreciación de los puntos de vista filosóficos de este último.
Esta idea se basa en parte en una lectura errónea de sus
respectivos antecedentes filosóficos. Marx estudió filosofía,
carrera en la que él realizó un doctorado en la universidad.
Sin embargo, Engels no obtuvo un título universitario.
Estudió filosofía sólo de forma esporádica, y simplemente
careció de la formación necesaria, por no mencionar el
talento filosófico, para realizar su propio trabajo filosófico
de alta calidad. También carecía de la apreciación
sofisticada de las doctrinas filosóficas y la pura inventiva
filosófica de Marx. Como filósofo, en el mejor de los casos
era un aficionado talentoso con interés en el tema. Sin
embargo, generaciones de marxistas, que también carecen
principalmente de una formación filosófica adecuada, han
recurrido a Engels en busca de ideas filosóficas y, por esta
razón, se han alejado de Marx. Un ejemplo es Lenin, quien,
en sus primeros trabajos sobre Materialismo y
Empiriocriticismo, su principal texto filosófico, cita a Engels
varios cientos de veces, pero Marx una vez64.

63
Cfr. PLEJÁNOV, Georgii. Op. Cit., 1933, pp. 29-30.
64Cfr. WOLFE, Bertram. Marxism: One Hundred Years in the Life of a Doctrine,
New York: Dial Press, 1967.

34
Tom Rockmore

Acerca de los textos de Marx

No es inusual que una edición académica de un


escritor importante como Marx aparezca sólo mucho
después de su muerte. Hegel es un buen ejemplo. Aunque
murió en 1831 y aunque ha atraído enorme atención, nunca
ha aparecido una edición completa de sus escritos, más
bien, varias ediciones académicas han visto la luz desde
entonces, cada una de las cuales está incompleta. Sin
embargo, es improbable que la publicación de una edición
nueva, o incluso completa de sus escritos altere en gran
medida nuestra visión de ellos. A lo sumo, proporcionará el
tipo de información que, como interesa a los académicos,
alimenta las disputas académicas.

El caso es diferente con Marx, donde las


publicaciones desde su muerte han cambiado mucho
nuestra visión de su posición. El mismo Marx publicó
comparativamente poco, particularmente en filosofía. Sin
embargo, su posición filosófica puede llegar a ser, por
sorprendente que parezca para los que se basan en el mito
marxista de que él es principalmente un economista
político, el aspecto más importante de su pensamiento.
Cuando murió en 1883, una tradición marxista ya estaba en
marcha a través de los esfuerzos incansables de su
colaborador cercano, Engels. Muchos de los que ahora se

35
Hegel, Marx y el marxismo

cree que son los escritos filosóficos más importantes de


Marx aparecieron después, una vez que la visión marxista
de Marx ya había sido formulada. Otros no aparecieron, o
fueron suprimidos, cuando contradecían la visión marxista
de Marx, o incluso no fueron incluidos en las llamadas
colecciones “oficiales” de los escritos de Marx. Todavía
otros han sido traducidos para apoyar una visión particular
preconcebida o incluso han sido retocados para hacer que el
texto se corresponda con las ideas al respecto, lo que
obstaculiza significativamente la discusión precisa65.

Escritos que sólo aparecieron después de la muerte


de Marx, algunos de los cuales son esenciales para cualquier
comprensión de las ideas filosóficas de Marx, incluyen no
sólo los últimos volúmenes de El Capital y las Teorías sobre la
plusvalía, sus últimas obras más económicas; pero también
los Manuscritos de economía y filosofía, que son centrales para
el desarrollo de la visión del humanismo filosófico de Marx;
La ideología alemana, que por primera vez desarrolla
explícitamente el influyente concepto de ideología implícito
en los escritos tempranos; las Tesis sobre Feuerbach en su
forma original, donde Marx proporcionó un resumen
sorprendentemente escueto pero rico de algunas ideas
centrales en su posición; y los Grundrisse, que a menudo se
consideran no sólo centrales, sino incluso el texto más
importante de todo su corpus, pero que Engels desconocía
por completo66. Es muy difícil identificar una sola figura

65 Para un ejemplo de la tendencia marxista de retocar los textos para


eliminar lo que contradiga la opinión sobre ellos, en este caso para eliminar
cualquier rastro de idealismo hegeliano Cfr. HOWARD, Dick. “On Deforming
Marx: The French Translation of Grundrisse” en: Science and Society, 1969, pp.
358-65.
66 Cfr. El prefacio de David McLellan a MARX, Karl. Marx’s Grundrisse. London:

Macmillan Press, 1980, p. 2.

36
Tom Rockmore

intelectual importante en la época moderna acerca de la cual


una visión heredada, un consenso conceptual, surgieron
antes de la publicación no de una sola, sino de toda una serie
de textos centrales. Estas escrituras pertenecen al corpus de
Marx. Desempeñan un papel clave en la identificación de la
posición de Marx, que aparece de manera muy diferente
según estén incluidos o excluidos.

El elemento político, que Marx vio como presente en


el llamado pensamiento burgués, nunca ha estado
completamente ausente de la consideración de sus teorías o
sus propios textos. Un ejemplo flagrante se refiere al debate
sobre la interpretación correcta de la dialéctica. Los
Deborinistas, llamados así por Abram Deborin (1881-1963),
el partido perdedor en la discusión sobre la interpretación
correcta de la dialéctica entre los Deborinistas y los
mecanicistas a fines de la década de 1920 y principios de la
de 1930, perdieron más que un mero argumento. Perdieron
sus trabajos y en algunos casos sus vidas67.

Hay un fuerte elemento político en las ediciones


marxistas de los textos básicos. No es accidental entonces
que cuando en su pequeño libro sobre Feuerbach, Engels
afirma que sólo Marx fue capaz de extraer el núcleo racional
del método de Hegel de sus atavíos idealistas, el editor
políticamente ortodoxo agregue una nota al pie que sostiene
que Lenin lo hizo así también68.

67 Cfr. KOLAKOWSKI, Leszek. Op. Cit., 1980, vol, II, pp. 68-80. Cfr., también,
NEGT, Oskar et al. Kontroversen über dialektischen und mechanistischen
Materialismus. Frankfurt am Main: Suhrkamp, 1974.
68 Cfr. ENGELS, Friedrich. Op. Cit, 1941, p. 78.

37
Hegel, Marx y el marxismo

Los esfuerzos para producir una edición académica


de los escritos de Marx hasta ahora no han tenido éxito, a
menudo por razones políticas obvias. Las numerosas
colecciones de los escritos de Marx a menudo incluyen
también escritos de Engels69. Otros escritos fueron
simplemente suprimidos, ya que entraban en conflicto con
la línea política oficial de la época. Ninguno de los diversos
esfuerzos para publicar una edición completa de las obras
de Marx y Engels hasta ahora ha sido exitoso y tal vez nunca
lo vaya a ser. Estos incluyen el esfuerzo inicial en los
idiomas originales comenzados en Moscú del Marx-Engels
Gesamtausgabe en 1927; una segunda edición rusa realizada
en 1955; la edición preparada en la República Democrática
Alemana, que de hecho fue “completada”, pero que ni
siquiera está remotamente completa; y la edición en inglés
en curso desde 1975.

En el momento de escribir, los esfuerzos para


producir una edición de los escritos recopilados de Marx y
Engels se han basado invariablemente en la edición rusa.
David Borisovich Riazanov, el revolucionario bolchevique
convertido en editor que comenzó la primera edición
completa de los escritos de Marx, la llamada edición MEGA
(Marx-Engels-Gesamtausgabe), y que fue director del Instituto
Marx-Engels en Moscú, desapareció en las purgas de Stalin
en la década de 193070. Más tarde fue reemplazado por V.
Adoratsky, pero la edición planificada de 40 volúmenes

69 Por ejemplo, MARX, Karl. The Writings of the Young Marx on Philosophy and
Society. Garden City: Doubleday, 1967, contiene un pequeño texto de Engels,
pp. 384-386.
70 Cfr. WOLFE, Bertram. An Ideology in Power: Reflections on the Russian

Revolution. New York: Stein and Day, 1970, p. 274. Para una consideración
relativa a esta acusación, Cfr. MEDVEDEV, Roy A. Op. Cit., 1973, pp. 132-139.

38
Tom Rockmore

nunca superó el volumen 12. La edición más reciente, pero


todavía incompleta, de los escritos de Marx y Engels
publicados en la antigua República Democrática Alemana,
la llamada edición MEW (Marx-Engels Werke), se basa en la
segunda edición rusa y está “decidida” por el Comité
Central del Partido de la Unidad Socialista de Alemania71.

No es accidental que algunos de los escritos más


importantes de Marx, que ahora son considerados centrales
por observadores competentes, se omitieran
silenciosamente incluso en las llamadas ediciones
completas de los escritos de Marx y Engels. Los Grundrisse
estuvieron disponibles en Moscú en dos partes en 1939 y
1941, pero sólo se incluyeron en la edición autorizada de los
escritos de Marx y Engels (MEW) publicados en la antigua
República Democrática Alemana, unos 30 años después de
su publicación en alemán en el oeste72. Los Manuscritos de
economía y filosofía de Marx, que aparecieron originalmente
en Rusia en 1929, así como sus dos primeros artículos sobre
Hegel, son cruciales para captar la orientación económica de
su crítica de Hegel incluso antes de conocer a Engels, sólo se
agregaron a la edición en un volumen suplementario
(Ergänzungsband) en 1968.

71 Cfr. Marx-Engels-Werke. Berlin: Dietz Verlag, 1970, vol. 1, p. ix.


72 Se incluye en el volumen 42, que apareció sólo en 1983.

39
Hegel, Marx y el marxismo

40
Tom Rockmore

Marx, Engels y los textos de Marx

La filosofía es una empresa colaborativa en el


sentido restrictivo de que cualquiera que sea la perspectiva
que uno sostenga, esta se desarrolla dentro de la tradición
filosófica circundante que siempre está allí, por así decirlo.
Sin embargo, dado que hay pocas instancias de escritores
importantes que colaboran en la preparación de textos, rara
vez hay dificultades para identificar sus puntos de vista
como propios. La situación es más compleja en lo que
respecta a Marx, quien, en el curso de su larga colaboración
durante muchos años con Friedrich Engels, fue autor
conjunto de varios textos.

En la práctica, los textos de Marx y Engels se han


combinado con frecuencia como el autor híbrido imaginario
Marx-Engels, que refleja la supuesta continuidad entre
Marx y el marxismo. No es accidental que el MEW comience
con escritos que datan de la reunión de Marx y Engels en
agosto de 1844, ya que antes de este tiempo el famoso
intelectual de dos cabezas no existía. El prólogo del
volumen suplementario del MEW que contiene los
primeros escritos de Marx y Engels, es decir, del período
anterior al encuentro, se refiere a ellos como “ambos

41
Hegel, Marx y el marxismo

fundadores del comunismo científico”73. La intención


política transparente es proteger la ficción política de que
Marx y Engels fueron co-fundadores de una sola entidad
teórica. Durante el período soviético, la ficción de la
continuidad absoluta entre Marx, Engels y quienquiera que
estuviera en el poder en ese momento condujo a la
monstruosidad del autor llamada Marx-Engels-Lenin,
Marx-Engels-Lenin-Stalin, más simplemente Marx-Engels-
Stalin, Marx-Engels-Lenin-Mao, Marx-Engels-Mao, y así
sucesivamente. En cada caso, en diferentes períodos, se
consideró que la figura del último nombre era el heredero
legítimo de la tradición marxista, para lo cual en la práctica
funcionaba como el intérprete final y supuestamente
confiable.

Como la mayoría de los observadores no ven una


diferencia sustancial entre los puntos de vista políticos y
filosóficos de Marx y Engels, los participantes en el debate
marxista tienden a presentarlos como cofundadores del
marxismo74. Sin embargo, no es necesario, ni siquiera útil,
mezclar a Marx y Engels. Una cuestión importante es que,
como filósofo, Marx puede defenderse por sí mismo y que
vale la pena tomar sus ideas filosóficas muy en serio.

73 Karl Marx/Friedrich Engels. Ergänzungsband, Scriften. Manuskripte. Briefe bis

1844 en: Marx-Engels-Werke. Berlin: Dietz Verlag, 1968, p. v.


74 Cfr. KOLAKOWSKI, Leszek. Op. Cit., 1980, Vol I.

42
Tom Rockmore

Interpretando los textos de Marx

La interpretación de las teorías de Marx a menudo


ha sufrido un enfoque ampliamente marxista que, incluso
en lectores no doctrinarios, contrapone a Marx a la filosofía,
impidiendo así una interpretación de Marx dentro de la
filosofía alemana clásica. Al insistir en una distinción en
general entre el idealismo y el materialismo, el marxismo
desde Engels implica la necesidad de una distinción similar
entre Marx y la tradición filosófica. Esta distinción a
menudo se entiende como una entre la no ciencia y la
ciencia, donde el marxismo reclama para sí el estado de la
ciencia como se entiende en el espíritu de la ciencia natural
moderna. Esto sugiere un acercamiento a Marx y al
marxismo basado en una distinción general entre Marx y el
marxismo como ciencia y todas las formas de filosofía. Este
enfoque alcanza un punto culminante en el intento de Louis
Althusser (1918-1990), el marxista ortodoxo francés, por
producir una lectura “científica” de El Capital como si las
lecturas anteriores fueran de algún modo no científicas,
indignas del nombre y, por lo tanto, falsas75.

75Cfr. ALTHUSSER, Louis & BALIBAR, Etienne. Para leer El Capital. México:
Siglo XXI Editores, 1969.

43
Hegel, Marx y el marxismo

La llamada lectura “científica” de los textos de Marx


presentada por Althusser sugiere la posibilidad de ir más
allá de la mera interpretación para comprender los escritos
de Marx en un nivel más profundo e inmanente. Este
enfoque es una variación de la idea, familiar desde la nueva
crítica al estricto construccionismo legal76, según la cual la
interpretación no necesita, de hecho, no debería, referirse al
contexto en el que surgen los textos.

Al interpretar a Marx, será útil considerar su relación


con la tradición idealista alemana por dos razones
principales. Primero, como contextualista, Marx insiste en la
relación del pensamiento con el contexto. Leer su
pensamiento más que a través de su relación con el contexto
en el que surgió es leerlo en contra de su propia tendencia
habitual. Parece mejor respetar que violar los criterios
propuestos por la posición en su propia interpretación. En
segundo lugar, las teorías de Marx se formulan en reacción
a otras teorías, que estaban en discusión en el momento en
que él estaba activo, y que pueden ser tomadas en cuenta
para comprender sus intenciones.

No hay alternativa para entender a Marx lo mejor


que podamos en su tiempo y lugar desde la perspectiva que
nos brinda nuestro tiempo y lugar. Cualquier lectura de

76El juez del Tribunal Supremo Antonin Scalia, que cree que los jueces deben
evitar toda referencia a la historia legislativa en la interpretación de los
estatutos, representa el llamado textualismo. Cfr. SCALIA, Antonin. A Matter
of Interpretation: Federal Courts and the Law. (Con comentarios de Amy
Gutman, Gordon S. Wood, Laurence H. Tribe, Mary Ann Glendon y Ronald
Dworkin). Princeton: Princeton University Press, 1998. La similitud entre su
punto de vista y la visión filosófica de Heidegger, que también se basa en la
interpretación enraizada en la identificación del significado original de las
palabras en las que se enmarca un texto, es sorprendente.

44
Tom Rockmore

Marx debe ocurrir desde el punto de vista actual. Nunca es


posible hacer más que eso, y debe admitirse que otras
lecturas de sus teorías son posibles. La idea políticamente
motivada de que hay una y sólo una lectura correcta, sólo
una forma de entender su posición, que es la justificación de
la lectura supuestamente “científica” de Althusser de Marx,
es simplemente indefendible.

45
Hegel, Marx y el marxismo

46
Tom Rockmore

Hegel como un camino hacia Marx

La relación controvertida de Marx con Hegel


necesita ser mencionada desde el principio y
periódicamente reevaluada. Sin embargo, es sólo después
de una discusión de las principales ideas (filosóficas) de
Marx, que se puede intentar una evaluación más completa.
Creo que esta relación a menudo se entiende mal por
razones doctrinales relativas a la supuesta diferencia de tipo
entre la posición de Marx y la filosofía anterior, y porque
aquellos interesados en Marx a menudo tienen poco interés
o conocimiento de Hegel.

La influencia de Engels en el marxismo impide una


correcta comprensión de la relación de Marx con Hegel.
Trata consistentemente a Hegel como si la filosofía de este
último fuera una tontería precientífica. En su pequeño libro
sobre Feuerbach, en una discusión sobre la transición de la
escuela hegeliana al “punto de vista materialista”, Engels
señala: “decidiéndose a sacrificar implacablemente todas
las quimeras idealistas que no concordasen con los hechos,
enfocados en su propia concatenación y no en una
concatenación imaginaria. Y esto y sólo esto es lo que se
llama materialismo”77. Si el “materialismo” significa ir más

77 ENGELS, Friedrich. Op. Cit., 1975, p. 35.

47
Hegel, Marx y el marxismo

allá de las tonterías filosóficas, entonces la filosofía no tiene


sentido. En otro lugar sugiere que la contribución de Marx
consiste en extraer la idea verdadera de su formulación
hegeliana:

Marx era, y es escribió el único que podía


entregarse a la labor de sacar de la lógica hegeliana la
médula que encierra los verdaderos descubrimientos de
Hegel en este campo … en la sencilla desnudez en que
aparece como la única forma exacta de desarrollo del
pensamiento78.

Los dos puntos de vista son incompatibles. El


primero sugiere una distinción de tipo, de ahí una
“ruptura” entre Hegel y Marx; el segundo sugiere que Marx
sigue siendo hegeliano. La primera opinión se expresa con
más frecuencia, con más fuerza y sigue siendo más
influyente. Sin embargo, si uno sostiene, no que las ideas de
Hegel son falsas, sino que pueden desarrollarse más,
entonces esta última visión está más cerca de una
descripción precisa de cómo Marx se relaciona con su
predecesor.

Las figuras políticas que determinaron el curso del


marxismo a menudo no estaban interesadas ni eran
competentes para juzgar tales matices filosóficos. Lenin,
quien se refiere con mayor frecuencia a Engels que a Marx,
fue severamente crítico con Hegel en sus primeros trabajos
sobre Materialismo y Empiriocriticismo (1908). Luego tomó
una posición más matizada en sus Cuadernos filosóficos
(1914-1915), donde estudió la Ciencia de la Lógica de Hegel

78ENGELS, Friedrich. “Karl Marx. Contribución a la crítica de la economía


política” en: MARX, Karl. & ENGELS, Friedrich. Obras Escogidas, Tomo I.
Moscú: Editorial Progreso 1974, p. 527.

48
Tom Rockmore

con cierto detalle, formando una impresión más positiva de


Hegel, a quien llegó a considerar indispensable para
comprender a Marx79.

A diferencia del punto de vista posterior y más


compasivo de Lenin sobre Hegel, más tarde los marxistas
tienden a seguir la visión más esquemática y negativa de
Engels del gran filósofo idealista como alguien que sólo
necesita ser vencido. El manual soviético sobre el marxismo
pretende presentar la forma de los puntos de vista de Marx
y Engels, tal como los actualiza Lenin. De hecho, se basa en
la evaluación anterior, más negativa de Lenin de Hegel. Las
variaciones de este enfoque son ampliamente actuales fuera
de los círculos marxistas ortodoxos. Tom Bottomore y
Maximilien Rubel, que niegan la opinión supuestamente
predominante de que Marx simplemente proporciona
contenido fáctico para completar la filosofía de la historia de
Hegel, afirman que las fuentes de la posición de Marx no
están en Hegel, sino en su lectura de las fuentes históricas
contemporáneas80.

Marx es en parte responsable de una devaluación


persistente de la importancia de su relación con Hegel. En
una famosa observación en el epílogo de la segunda edición

79 Recientemente, un esfuerzo ha comenzado a entender a Lenin como un


pensador serio cuyas ideas son filosóficamente importantes. Cfr.
ANDERSON, Kevin. Lenin, Hegel, and Western Marxism. Urbana: University of
Illinois Press, 1995.
80 Cfr. La introducción a MARX, Karl. Karl Marx: Selected Writings in Sociology

and Social Philosophy. New York: McGraw-Hill, 1964, pp. 1, 4. Según


Bottomore y Rubel, los escritos de Marx delatan una influencia insospechada
de Saint-Simon.

49
Hegel, Marx y el marxismo

alemana de El Capital81, oscuramente sugiere que su propia


posición resulta de la inversión de Hegel. Desde Engels,
generaciones de marxistas han abordado la posición de
Marx como la inversión de Hegel. La filosofía analítica
angloamericana, que surgió de la rebelión contra el
idealismo británico, y ha sido tradicionalmente escéptica
con respecto a Hegel, por lo general se acerca a Marx sin
considerar, o sin una consideración adecuada de Hegel82.
Incluso Lukács, cuyo tratamiento matizado de Hegel es la
principal fuente de lo que se llama marxismo hegeliano,
continúa insistiendo en una diferencia de tipo entre el
marxismo y Hegel83.

Una serie de razones sugieren la importancia de la


relación de Marx con Hegel para comprender sus propias
teorías. Primero, grandes filósofos como Kant o Hegel
alteran el debate de maneras duraderas. Hegel es, sin duda,
un gran filósofo, claramente una de las pocas mentes
filosóficas más brillantes. Cuando Marx comenzó a escribir,
Hegel no podía pasarse por alto. Si no proporcionó todas las
soluciones, al menos ofreció gran parte del marco
intelectual, gran parte del vocabulario e indicios útiles a los
que Marx reacciona en su esfuerzo por resolver los
problemas relevantes.

81Cfr. MARX, Karl. El Capital, Libro I, Tomo I, Madrid: Ediciones Akal, 2014, p.
30.
82 Cohen, el fundador del marxismo analítico, ofrece una importante

discusión de la teoría de la historia de Marx que refleja poco interés o


comprensión de Hegel. Esta manera, es típica del marxismo analítico. Cfr.
COHEN, G. A. La teoría de la historia de Karl Marx. Una defensa. Madrid: Siglo
XXI Editores, 1986.
83 Cfr. LUKÁCS, György. El joven Hegel y los problemas de la sociedad

capitalista. Barcelona: Grijalbo, 1970.

50
Tom Rockmore

Una segunda razón es la estrecha relación de Marx


con los jóvenes hegelianos. El hegelianismo no murió,
aunque se transformó rápidamente cuando Hegel murió
repentinamente durante una epidemia de cólera en 1831.
Poco después de su muerte, su escuela se hizo añicos en tres
fragmentos principales: los hegelianos del centro, o los
llamados hegelianos viejos, y los de la derecha y la
izquierda, los llamados jóvenes hegelianos.

Todos los representantes de estas tendencias


diversas estaban apegados a las teorías de Hegel. Todos
estaban persuadidos de que, en su sistema, Hegel había
llevado la filosofía a un punto alto y al final. Heinrich Heine,
el gran poeta alemán, un estudiante de Hegel y amigo de
Marx, habló por todos los hegelianos al afirmar que
“Nuestra revolución filosófica ha concluido; Hegel ha
cerrado su gran ciclo”84. Sin embargo, como era de esperar,
los representantes de las diferentes tendencias hegelianas
sacaron conclusiones muy diferentes del sistema de Hegel.

La ruptura de la escuela hegeliana fue precipitada


por un conflicto teológico. David F. Strauss, autor de una
influyente obra, Nueva vida de Jesús, publicada en 1835-6,
dedujo de su lectura de Hegel que la encarnación no tuvo
lugar en una sola persona, sino en toda la raza humana. En
la controversia que rodea la aparición de su libro, Strauss
designó a sus participantes como miembros del centro,
derecha e izquierda de la escuela hegeliana.

84 HEINE, Heinrich. Ensayos. Sobre la historia de la religión y la filosofía en


Alemania/La escuela romántica/Espíritus elementales. Madrid: Ediciones Akal,
2016, p. 136.

51
Hegel, Marx y el marxismo

Los viejos hegelianos, que eran centristas filosóficos,


intentaron, no sin dificultad, defender el sistema como lo
dejó Hegel. Sin embargo, se vieron sorprendidos por
eventos que les impidieron hacer realidad su intención,
incluida la controversia desatada por Strauss. Los
hegelianos de derecha e izquierda estaban separados por su
relación con Hegel y por otros factores académicos, políticos
y religiosos. Entonces, como ahora, la religión estaba
asociada con el poder político y la resistencia al cambio.
Todos los hegelianos de derecha, que enfatizaron el
elemento religioso en el pensamiento de Hegel, tenían
posiciones en la universidad. Con la excepción de Eduard
Gans, un profesor de derecho, los hegelianos de izquierda,
que restaron importancia al elemento religioso en el
pensamiento de Hegel, estaban todos ubicados fuera de la
universidad. Los hegelianos de derecha tendían a enfatizar
el elemento religioso en el pensamiento de Hegel, que los
hegelianos de izquierda tendían a eliminar85.

La religión y la política han estado relacionadas


durante mucho tiempo. Aunque la ruptura de la escuela
hegeliana se produjo por razones teológicas, las diferencias
entre los hegelianos de derecha e izquierda a menudo
fueron políticas. Simplificando, podemos ubicar la ruptura
entre estas dos tendencias en la interpretación del brillante
aforismo de Hegel, en el prefacio a la Filosofía del Derecho:
“Lo que es racional es real, y lo que es real es racional” 86.
Hegelianos de derecha incluso hoy en día a menudo tienden
a aceptar la situación dada, que se considera racional,

85 Para una discusión de “la izquierda hegeliana” Cfr. KOLAKOWSKI, Leszek.


Op. Cit., 1980, Vol I, pp. 88-101.
86 HEGEL, G. W. F. Principios de la Filosofía del Derecho. Barcelona: Editorial

Edhasa, 1999, p. 59.

52
Tom Rockmore

mientras que los hegelianos de izquierda, como Marx,


subrayan en general las imperfecciones del mundo real que
no son lo suficientemente racionales y deben volverse aún
más racionales. Los de derecha se contentan con el mundo
real tal como es y con frecuencia adoran el pasado; los de la
izquierda rechazan el mundo, ya que están a favor de un
mundo mejor y futuro, negando la preeminencia del
pasado. Los primeros encuentran que la situación ya es
razonable, buena, incluso la mejor de todos los mundos
posibles; los segundos, que consideran que la situación no
es razonable, desean transformarla.

La contribución de los hegelianos de izquierda, a


menudo designados, en oposición a los hegelianos de
derecha, como los jóvenes hegelianos, consistió en difundir
ideas democráticas y en despertar la conciencia intelectual
de Alemania. Antes de Marx, que también era un joven
hegeliano, sin embargo, no tuvieron éxito en la
transformación de sus ideas filosóficas en un movimiento
político. Entre los jóvenes hegelianos, además de Strauss,
los hermanos Bruno y Edgar Bauer, Ludwig Feuerbach,
quien influyó fuertemente en Marx, Arnold Ruge, con quien
colaboró, Moses Hess y August von Cieszkowski deben ser
mencionados. Ruge (1802-1880), que editó el Hallische
Jahrbücher de 1838 a 1841, ayudó a consolidar el
hegelianismo como movimiento político. Cieszkowski
(1814-1894), un conde polaco, estudió en Berlín con
Michelet. Rechazó la interpretación “estándar” de la idea de
Hegel de que la filosofía se refiere sólo al pasado en favor
de una visión de la filosofía orientada resueltamente hacia
el futuro. Al despojar a la filosofía de su dimensión
contemplativa, ayudó a transformarla en una forma de
acción. Esta tendencia fue reforzada más adelante por Hess

53
Hegel, Marx y el marxismo

(1812-1875) quien, siguiendo a Hegel87, previó una


revolución social como resultado de la creciente
contradicción entre la riqueza y la pobreza.

Una tercera razón es que, aunque Marx estaba


profundamente inmerso en los escritos de Hegel, esta
relación, que al menos es mencionada por todos los que
discuten a Marx, rara vez se estudia en detalle88. Marx, que
tenía la intención de abordar la relación, nunca lo hizo. En
una carta a Engels cuando estaba trabajando en el proyecto
que culminó en El Capital, sugirió que finalmente le gustaría
escribir un breve libro sobre lo que quedaba del método de
Hegel; pero el libro nunca fue escrito89. Engels, que sí
estudió la relación de Marx con Hegel, lo hizo muy mal. Su

87 En la Filosofía del Derecho, Hegel estudia la pobreza en los §§ 241-246, pp.


357-361. En una adición oral al texto escrito, comenta: “La cuestión de cómo
remediar la pobreza es un problema que mueve y atormenta a las sociedades
modernas”, p. 360.
88 Entre los muchos estudios Cfr. COLLETTI, Lucio. El marxismo y Hegel.

Barcelona: Grijalbo, 1977; FETSCHER, Iring “The Relation of Marxism to


Hegel” en: Karl Marx and Marxism. London: New Left Books, 1970; HOOK,
Sidney. From Hegel to Marx: Studies in the Intellectual Development of Karl
Marx. Ann Arbor: University of Michigan Press, 1966; HYPPOLITE, Jean.
Studies on Marx and Hegel. New York: Harper and Row, 1969; KORSCH, Karl.
Marxismo y filosofía. México: Ediciones Era, 1971; MARCUSE, Herbert. Razón y
revolución. Hegel y el surgimiento de la teoría social. Madrid: Alianza Editorial,
1983; NEGT, Oskar. Aktualität und Folgen der Philosophie Hegels. Frankfurt am
Main: Suhrkamp, 1970; RIEDEL, Manfred. “Hegel und Marx” en: System und
Geschichte, Frankfurt am Main: Suhrkamp, 1974; y CÖSTER, Oskar. Hegel und
Marx : Struktur und Modalität ihrer Begriffe politisch-sozialer Vernunft in terms
einer “Wirklichkeit” der “Einheit” von “allgemeinem” und “besonderem
Interesse” Bonn: Bouvier, 1983.
89 “Si alguna vez hubiera tiempo para ese trabajo otra vez, me gustaría

mucho hacer accesible a la inteligencia humana ordinaria … lo que es


racional en el método que Hegel descubrió, pero al mismo tiempo envuelto
en el misticismo”. Marx a Engels, 14 de enero de 1858, en Marx Engels
Collected Works, vol. 40, p. 248.

54
Tom Rockmore

breve descripción de la relación de sus teorías y las de Marx


con el hegelianismo en su estudio de Feuerbach 90 es
filosóficamente demasiado débil como para ser más que una
indicación de lo que él pensaba que era la relación91.

Finalmente, nadie niega que el pensamiento de Marx


muestre la influencia de Hegel de muchas maneras y en
diferentes niveles, incluida la discusión explícita de los
escritos de Hegel, el desarrollo de temas hegelianos como la
enajenación y la objetivación, la utilización de categorías
hegelianas como la distinción entre apariencia y la realidad
o esencia, la adaptación de las ideas de negación y
contradicción en la historia, etc. De principio a fin, sus
escritos reflejan un interés en Hegel, así como la influencia
de Hegel en su propio pensamiento.92

El interés de Marx por Hegel comenzó muy


temprano, antes de que comenzara a escribir, y permaneció
constante a lo largo de sus escritos. Es un tema principal en
la famosa carta a su padre, escrita en 1837, después de dos
años de estudio en la universidad. Aquí Marx, todavía un
adolescente, insiste en la importancia inevitable de la
filosofía, informa que ya leyó a Hegel de punta a punta,
menciona la necesidad de escapar de los pliegues
conceptuales de la teoría de Hegel, una tarea que lo
ocuparía durante el resto de su vida, e informa que ya ha

90 Cfr. ENGELS, Friedrich. Op. Cit., 1975.


91 Para la crítica devastadora de la lectura de Engels de la concepción crucial
de Kant de la cosa en sí por un compañero marxista Cfr. LUKÁCS, György. Op,
cit., 2008, p. 40ss.
92 Cfr. MARX, Karl. “Carta al padre” en: MARX, Karl. Escritos de juventud.

México: Fondo de Cultura Económica, 1982, pp. 5-13.

55
Hegel, Marx y el marxismo

tratado de elaborar una filosofía del derecho o de la ley, el


mismo tema de la Filosofía del Derecho de Hegel.

Marx comenzó a escribir para publicación a


principios de la década de 1840. Sus escritos iniciales
incluyen dos textos directamente dedicados a criticar la
Filosofía del Derecho de Hegel. Continuó abordando aspectos
de la filosofía de Hegel tanto directa como indirectamente
en escritos posteriores a lo largo de todo El Capital. Los
Manuscritos de economía y filosofía contienen extensos
comentarios sobre la Fenomenología de Hegel. Los Grundrisse
proporcionan importantes observaciones sobre el método,
donde Marx adopta un enfoque hegeliano modificado. Es
bien sabido que El Capital refleja la influencia del marco
categorial desarrollado en la Lógica de Hegel.

56
Tom Rockmore

Marx y la Filosofía del Derecho de


Hegel

En el famoso prefacio de la Contribución a la crítica de


la economía política, Marx señala que la primera tarea que
emprendió fue un reexamen crítico de la Filosofía del Derecho
de Hegel93. Por lo tanto, será útil decir algo sobre ese libro.
Creo que las teorías de Marx, incluida su teoría de la
sociedad industrial moderna, deberían considerarse como
su propia y considerada reacción a la teoría de Hegel sobre
la formación política creada por la revolución industrial,
que condujo al capitalismo moderno. Sería apropiado, como
un camino en las teorías de Marx, resumir algunos aspectos
principales del tratado de Hegel. Esto me permitirá mostrar
que la propia teoría del capitalismo de Marx surge sobre la
base de su extensión de ciertos temas hegelianos en la
Filosofía del Derecho.

Hegel es el autor de sólo cuatro libros: la


Fenomenología del Espíritu (1807), la Ciencia de la Lógica (1812,
1816), la Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas (1817, 1827,
1831) y la Filosofía del Derecho (1821). La Fenomenología, que
es el primer y quizás más grande libro de Hegel, y que

93 Cfr. Marx-Engels-Werke 29, p. 262; Marx Engels Collected Works 29, p. 261.

57
Hegel, Marx y el marxismo

presenta tanto la introducción como la primera parte del


sistema, contiene lo que él llama la ciencia de la experiencia
de la conciencia. La Lógica, como la Fenomenología, es un
trabajo muy oscuro. Se trata, no de la antigua lógica
aristotélica que tanto impresionó a Kant, la cual consideró
un tema cerrado, ni de la nueva lógica matemática que
surgió a fines del siglo XIX en los escritos del filósofo
alemán Gottlob Frege (1848-1925) y sus colegas. Más bien,
se ocupa de lo que Hegel llama el concepto consciente para
el cual no hay distinción entre concepto y contenido. La
Enciclopedia, que a menudo se considera como la fuente
“oficial” del famoso sistema de la filosofía, no es más que
una colección de diferentes afirmaciones que, tomadas en
conjunto, proporcionan indicios de la forma del sistema,
pero no del sistema en sí. La Filosofía del Derecho, el último
libro de Hegel, fue escrita, igual que la Enciclopedia, como un
manual para los estudiantes de Hegel en una serie de
párrafos numerados, y apareció durante el período de
Hegel en Berlín, desde 1818 hasta su muerte repentina en
1831, cuando estaba en el pico de su fama como el filósofo
viviente más importante en Alemania y en el mundo.

La Filosofía del Derecho, su trabajo final, es el


desarrollo posterior de la discusión iniciada en sus escritos
anteriores sobre el espíritu objetivo. Este es el dominio en el
cual el espíritu se vuelve “concreto” dentro de las relaciones
del derecho, la moralidad, la vida ética y en los niveles de la
familia, la sociedad civil y el Estado. En la Enciclopedia,
Hegel concede varias páginas a este tema que recibe un
análisis más detallado en la Filosofía del Derecho. La
discusión del derecho, de la moralidad, de la vida ética, así
como de la familia, se encuentra, para empezar, en la

58
Tom Rockmore

Fenomenología, antes de ser retomada de una manera menos


histórica pero más sistemática en la Enciclopedia.

La cuarta gran obra de Hegel está compuesta por 360


párrafos numerados, a menudo acompañados de
comentarios orales, cuya autenticidad es a veces dudosa. El
libro incluye un prefacio, una introducción y tres partes
sobre “Derecho abstracto”, “Moralidad” y “Vida ética”. Las
dos últimas partes tratan temas abordados anteriormente en
la Fenomenología donde Hegel critica la visión abstracta de
la moralidad de Kant y expone su propia visión rival de la
ética. Este tema se refiere a los tres niveles de la familia, la
sociedad civil y el Estado.

El enfoque seguido en la Filosofía del Derecho se


describe en un pasaje de la Enciclopedia como una
progresión de lo abstracto a lo concreto. Procede del
concepto de la voluntad, por lo tanto, de una concepción del
ser humano como activo dentro de un contexto social, a
través de su realización en el nivel del derecho formal, a la
moralidad y la vida ética, su forma más concreta, que reúne
el derecho formal y la moralidad. Luego, la discusión
comienza de nuevo en el nivel de la familia, la forma más
natural y menos desarrollada de las formas manifiestas del
derecho, para asumir su exteriorización, o manifestación
concreta, en los niveles posteriores de la sociedad civil y,
finalmente, en el nivel del Estado.

La palabra “derecho” (en alemán, Recht), que Hegel


emplea en un sentido legal, tiene varios significados.
Normalmente, se considera que significa “la totalidad de las
reglas que gobiernan las relaciones entre los miembros de la
misma sociedad”. En su tratado, Hegel entiende el término
“derecho” de una manera intrínseca a su teoría. En una

59
Hegel, Marx y el marxismo

adición, o comentario oral, él distingue su concepto de


derecho (en latín, ius) de derecho civil, considerado como
formal. En su propio sentido del término, “derecho”
adquiere un significado más amplio que incluye el derecho
civil, ese aspecto del concepto más estrechamente vinculado
a consideraciones legales, así como a la moralidad, la vida
ética e incluso la historia mundial.

En términos más generales, el concepto hegeliano de


derecho se refiere al libre albedrío y su realización, que
requiere una transición a la práctica. Hegel, que sigue la
visión de Aristóteles de que toda acción tiende al bien,
sostiene que no es suficiente pensar el bien dentro de la
conciencia. También debe realizarse a través de la transición
del deseo subjetivo a la existencia externa para que el bien
no sólo tome forma dentro de nuestra mente, sino también,
y, sobre todo, en nuestras vidas. Al igual que Aristóteles
antes que él y Marx después de él, a Hegel le preocupa cómo
nuestras ideas se realizan en nuestras vidas. Para Hegel, si
la filosofía es la exploración de lo racional, entonces los
diversos niveles del contexto social, (el cual culmina en el
Estado) proporcionan el lugar práctico para la realización
del elemento racional en la historia.

Al describir el Estado como racional, Hegel sugiere


que cada Estado representa una etapa en la realización de la
razón, o la rosa en la cruz del presente. Pero ningún Estado
en particular alcanza completamente la realización de la
razón. La frecuente objeción según la cual el Hegel maduro
identifica simplemente el Estado prusiano de su tiempo
como la culminación de la búsqueda histórica, refleja una
grave falta de comprensión de su punto de vista. El
problema de la Filosofía del Derecho, como señala Hegel

60
Tom Rockmore

desde la primera página, no es sólo la idea del bien sino su


realización94, que también expresa en el desarrollo de la idea
o elemento racional de cualquier objeto de estudio en lo que
él llama “el desarrollo inmanente de la cosa misma”95. En
otras palabras, Hegel está aquí interesado, a través de un
sistema de derecho, a través de la existencia del Estado
moderno, hasta el grado en que el reino de la libertad que
Kant soñó en su idea del reino de los fines, de hecho, haya
sido realizado, o en el lenguaje hegeliano, hasta el grado en
que “el mundo del espíritu que [ha sido] se produce a partir
de sí mismo como una segunda naturaleza”96.

Los momentos del tratado de Hegel están ligados a


los momentos lógicos del desarrollo del libre albedrío
absoluto inmediatamente en forma de derecho abstracto o
formal, luego como individualidad subjetiva que presenta
la idea de moralidad que se destaca y se opone a la
comunidad, y finalmente en la vida ética donde el bien
social no sólo es aprehendido sino también realizado en los
tres niveles de la familia, la sociedad civil y el Estado97. Es
central para la visión de Hegel que el bien social no pueda
realizarse a través de la moral abstracta y sólo pueda
realizarse de manera concreta en las diversas instituciones
que caracterizan al Estado moderno.

94 Cfr. HEGEL. G. W. F. Op. Cit., 1999, § 1, p. 65.


95 Cfr. Ibid, § 2, p. 66.
96 Ibid., § 4, p. 77
97 Cfr. Ibid, § 33, p. 111.

61
Hegel, Marx y el marxismo

62
Tom Rockmore

La economía filosófica, la
Revolución Industrial, y Adam
Smith

Hegel ciertamente no es el primer filósofo en


examinar los fundamentos económicos de la sociedad. En
filosofía, el interés en este tema se remonta a la antigüedad
griega. Mucho antes de Marx, Platón ya trata las cuestiones
económicas como cuestiones morales que afectan la vida
social de los individuos98. En la República indica que los
guardianes no tendrán dinero, oro ni propiedad privada99;
e insiste en la especialización como clave para la justicia en
el Estado, que justifica en bases económicas100. En las Leyes,
un diálogo que se publicó póstumamente altera sus
opiniones económicas anteriores al adoptar la posición de
que la virtud es incompatible con la gran riqueza101. Aunque
todavía insiste en la estricta especialización, o división del
trabajo, también insiste en la posibilidad de que el dinero se

98 Cfr. BARKER, Ernest. Greek Political Theory: Plato and His Predecessors.
London: Methuen, 1961, pp. 190-192.
99 Cfr. PLATÓN. República. Madrid: Gredos, 1988, 417a, p. 200.
100 Cfr. Ibíd, 423d, p. 207.
101 Cfr. PLATÓN. Leyes. Madrid, Gredos, 742e-743a, 1999, p. 425.

63
Hegel, Marx y el marxismo

corrompa al restringir la actividad económica y los intereses


de los ciudadanos.

En comparación con Platón, el tratamiento de


Aristóteles de la economía es más modesto. Discute
brevemente el dinero en el contexto de la reciprocidad
económica en la Ética a Nicómaco102 y la fabricación de dinero
con más detalle en la Política103 al señalar que el dinero
proporciona la igualdad a través de la conmensurabilidad.
Señala las diferencias entre hacer dinero u obtener
propiedades, tanto naturales como no naturales, lo cual
concierne al hecho de ganar dinero, y a la administración
familiar, la cual no concierte a esto último. Las Ciencias
Económicas ⎯libro atribuido a Aristóteles cuya autenticidad
se cuestiona⎯ examina el papel de la ciencia económica en
la fundación y el mantenimiento del hogar. Entonces, no es
accidental que Marx, que conoció bien a sus predecesores
griegos, vuelva a Aristóteles a menudo en El Capital.

Entre los filósofos de la antigüedad griega y Hegel


caen los comienzos de la revolución industrial y de la
economía moderna, o economía política moderna, en los
escritos de Adam Smith y otros miembros de la Escuela
escocesa104. La revolución industrial, que comenzó en
Inglaterra después 1750 y más tarde se extendió a todo el
mundo industrializado, dio lugar a cambios profundos y
permanentes en la vida moderna. La rápida expansión de la
fabricación industrial, que tuvo lugar tanto en la agricultura

102Cfr. ARISTÓTELES. Ética nicomáquea. Madrid: Gredos, V, 5, 1985.


103Cfr. ARISTÓTELES. Política, Madrid, Gredos, I, 8-11, 1988.
104 Marx estudia la Revolución Industrial en detalle bajo el título de

“Maquinaria y gran industria” en El Capital, Libro I, Tomo II. Op. Cit., 2014, p.
79.

64
Tom Rockmore

como en la industria, reunió a la ciencia moderna y el dinero


para satisfacer las crecientes demandas de comodidades
como la tela de algodón de la India, platos de cerámica, ollas
y sartenes de hierro, etc. Esta expansión dependió del
desarrollo de diferentes industrias a través de una serie de
invenciones y una mayor demanda que afectaron a las
industrias textil y de hierro, y (como consecuencia de la
invención de la máquina de vapor)105 una mayor demanda
de carbón para su uso en los recién inventados hornos de
fundición y máquinas de vapor. Las industrias textiles
florecieron típicamente mediante la invención de varias
máquinas de hilar (James Hargreaves inventó la jenny
spinning entre 1764 y 1767, Richard Arkright inventó el
marco de agua en 1769, Samuel Compton inventó la mula
en 1778), telares (Edmund Cartright inventó el poder telar
en 1785), y la desmotadora de algodón en los Estados
Unidos (por Eli Whitney en 1793). La industria del hierro
pasó por una serie de fases que condujeron desde la
fundición de mineral con coque en lugar de carbón (por
Abraham Darby en 1709), a través de la invención del horno
de fundición para convertir el arrabio en hierro forjado (por
Henry Cort en 1784), y el descubrimiento de cómo hacer
acero con hierro en el convertidor Bessemer (por Sir Henry
Bessemer en 1858). La máquina de vapor, que fue inventada
por Thomas Newcomen en 1712 -Marx la ubica
incorrectamente a fines del siglo XVII106- fue mejorada por
James Watt en 1769. Sin embargo, aunque los cambios en la
industria enriquecieron en gran medida a algunas personas,

105 Marx afirma correctamente que la máquina de vapor no causó la


Revolución Industrial, cuyas máquinas requirieron su mejora. Cfr. MARX, Karl.
El Capital, Libro I, Tomo II. Op. Cit., pp. 80-81.
106 Cfr. MARX, Karl. Op. Cit., pp. 84-85, MEW 23, p. 398; Marx Engels Collected

Works 35, p. 378.

65
Hegel, Marx y el marxismo

aumentaron sus niveles de comodidad, tales estándares


fueron considerablemente reducidos para otros,
especialmente para los trabajadores de fábricas, que se
vieron empobrecidos por la aparición de depresiones
comerciales a gran escala (especialmente entre 1789 y 1821,
1828 y 1832, 1837 y 1842, y en 1848).

El capitalismo moderno tal como lo conocemos es el


producto de la revolución industrial que, desde sus inicios
en Inglaterra después de 1750, nunca ha dejado de
extenderse por todo el mundo. Si John Locke (1632-1704) es
el gran filósofo del capitalismo moderno, Adam Smith
(1723-1790) es su gran economista. Le debemos a Locke la
justificación explícita de la propiedad privada, es decir, la
propiedad privada de los medios de producción, la
institución central del capitalismo moderno107. Según Locke,
la propiedad privada está justificada, ya que uno tiene un
derecho absoluto108 sobre cualquier cosa que se mezcle con
el trabajo propio109. Le debemos a Smith la justificación de
la idea, tan viva hoy como en su propio tiempo, de que el

107 La opinión de Locke todavía tiene muchos defensores. Un ejemplo


reciente es NOZICK, Robert. Anarquía, Estado y utopía. México: Fondo de
Cultura Económica, 1988.
108 La idea de Locke de que el derecho a la propiedad es absoluto contradice

la antigua visión griega de que el derecho de propiedad no es más que una


creación social, pero ni absoluta ni inherente. Cfr. BARKER, Ernest. Op. Cit.,
1961, p. 371.
109 “Cualquier cosa que él ... modifica con su labor y añade a ella algo que es

de sí mismo, es, por consiguiente, propiedad suya”. LOCKE, John. Segundo


Tratado sobre el Gobierno Civil. Un ensayo acerca del verdadero origen, alcance
y fin del Gobierno Civil. Editorial Tecnos, 2006, § 27, p. 34. Esto puede leerse
como la afirmación de que cuando uno hace que algo sea parte de sí mismo,
lo hace suyo o “propiamente” suyo, donde “propio” es la raíz de
“propiedad”. Cfr., ibíd., § 44, pp. 49-50; § 28, pp. 34-35; § 27, p. 329; y § 45, pp.
50-51.

66
Tom Rockmore

mero funcionamiento de la sociedad moderna es suficiente


para crear un mundo mejor para todos nosotros, de hecho,
el mejor mundo que es posible en la práctica.

Thomas Hobbes (1588-1679), el primer gran filósofo


político inglés y autor del Leviatán (1650), sostiene que la
diferencia en el interés individual genera una guerra de
todos contra todos (bellum omnes contra omnes) que, en un
famoso giro de la frase, lo describe como “repugnante,
brutal y bajo”110. El punto de Hobbes, que más tarde se
convirtió en la base de la visión de la economía política de
Smith, es que cada persona persigue sólo su propio interés
privado. Al hacer la misma suposición sobre la divergencia
de los intereses individuales, Smith llegó a una conclusión
mucho más optimista que Hobbes sobre la base de que, si
cada persona trabaja para sus propios objetivos privados, la
sociedad como un todo, todos los que están en ella, en una
palabra, cada uno de nosotros, es beneficiado. Al estar en
desacuerdo con Hobbes, Smith sostiene que cada uno
persigue sólo su interés privado mientras sirve
involuntariamente, sin querer ni saber, a los intereses de
todos, al interés público. Hegel, que era más realista,
sostuvo más tarde que las personas persiguen su propio
interés, mientras que omite cualquier afirmación de que
hacerlo es útil para todos111.

El argumento que lleva a la conclusión de Smith se


expone en su gran obra, La riqueza de las naciones. Cuando
Smith, el filósofo moral escocés y amigo de David Hume,

110 El pasaje completo dice lo siguiente: “.. y la vida del hombre, solitaria,
pobre, tosca, embrutecida y breve”. HOBBES, Thomas. Leviatán. México:
Fondo de Cultura Económica, 1994, cap. XII, p. 103.
111 Cfr. HEGEL, G. W. F. Op. Cit., 1999, § 187, p. 308.

67
Hegel, Marx y el marxismo

publicó su libro que hizo época en 1776, la revolución


industrial ya comenzaba a afianzarse. En este libro, Smith
ofrece una explicación coherente que da orden y significado
al nuevo mundo emergente del comercio y la industria,
surgido de la revolución industrial, proporcionando así las
bases del pensamiento económico moderno, que no han
cambiado desde entonces.

Se cree ampliamente que Smith explica el


pensamiento económico moderno en términos de sólo tres
principios fundamentales112. Para empezar, el principal
impulso psicológico en los individuos es el interés propio.
Este es un principio ampliamente verificado en la práctica.
Luego, hay un orden natural en el universo que hace que
varias expresiones de interés propio se sumen al bien social.
Este principio, que se mantiene en la fe, no se ha verificado
y aparentemente no se puede verificar en la práctica. Pero
obviamente es “reconfortante” para quienes reciben una
parte desigual de la riqueza económica. Finalmente, se
deduce que el mejor programa es dejar en paz el proceso
económico, una conclusión expresada a través de términos
tan estrechamente sinónimos como el laissez-faire
económico, el liberalismo económico o el no
intervencionismo económico. Cuando se ha aplicado, el
resultado es una forma de capitalismo no regulada e
individualista, lo que el historiador inglés Thomas Carlyle
(1795-1881) llamó sorprendentemente “gobierno más un
alguacil”.

El análisis económico de Smith coincide con el


optimismo típico de la Ilustración escocesa, un período al

112
Cfr. La introducción de Max Lerner a SMITH, Adam. The Wealth of Nations.
New York: Modern Library, 1937, p. viii.

68
Tom Rockmore

que perteneció cronológica e intelectualmente. Este período


incluyó filósofos tan importantes como el filósofo moral
Francis Hutcheson (1694-1746), el gran empirista David
Hume (1711-1776) y el moralista Adam Ferguson (1723-
1816)113. A diferencia de, digamos, Hobbes, las principales
figuras filosóficas de este período se unieron para expresar
una confianza general en el futuro de la humanidad114. En
este sentido, Smith difiere principalmente en su lectura
optimista de las perspectivas específicamente económicas
para los seres humanos hacia la última parte del siglo XVIII.

La dificultad obvia en el enfoque de Smith radica en


justificar la afirmación de que el funcionamiento
desenfrenado del capitalismo moderno es bueno para todos
los interesados. Al principio del libro, Smith aborda esta
preocupación desarrollando ideas encontradas en Gottfried
Wilhelm Leibniz (1646-1716) y Bernard Mandeville (1630-
1733). Leibniz, el gran filósofo alemán, sugirió en la
Monadología (1714), a través del principio de razón
suficiente, que nada ocurre gratuitamente115. Cuando se
aplica a la teología, esto lleva a la idea de que este es el mejor
de todos los mundos posibles. En La fábula de las abejas. Los
vicios privados hacen la prosperidad pública (1705), el filósofo
inglés Mandeville argumentó que, como sugiere el título, la

113 Cfr. FERGUSON, Adam. Ensayo sobre la historia de la Sociedad civil. Madrid:
Ediciones Akal, 2012. Este libro, que fue traducido al alemán en 1768,
probablemente influyó en la discusión de Hegel sobre la sociedad burguesa
(die bürgerliche Gesellschaft). Según Franz Rosenzweig (Hegel und der Staat.
Munich-Berlín, 1920, vol. 2, p. 118) la popularidad de este término se debió
principalmente a la traducción del libro de Ferguson.
114 Cfr. WASZEK, Norbert. Man’s Social Nature: A Topic of the Scottish

Enlightenment in its Historical Setting. Frankfurt am Main: Peter Lang, 1986.


115 Para varias declaraciones de este principio, Cfr. LEIBNIZ, Gottfried Wilhelm.

Monadología. Madrid, Biblioteca Nueva, §§ 31, 32, 33, 36, 2001.

69
Hegel, Marx y el marxismo

virtud o el altruismo es socialmente dañino, mientras que el


vicio o las acciones que se toman sólo para uno mismo son
beneficiosas para la sociedad.

Posiblemente siguiendo a Mandeville, Smith a su


vez sostiene que el esfuerzo de cada individuo es suficiente
para mejorar su propia condición116. La justificación de esta
afirmación radica en la famosa concepción de la mano
invisible a través de la cual, trabajando para uno mismo,
cada persona promueve involuntariamente el bien público.
En un pasaje justamente famoso, Smith escribe:

En la medida en que todo individuo procura en lo


posible invertir su capital en la actividad nacional y
orientar esa actividad para que su producción alcance el
máximo valor; todo individuo necesariamente trabaja
para hacer que el ingreso anual de la sociedad sea el
máximo posible. Es verdad que por regla general él ni
intenta promover el interés general ni sabe en qué medida
lo está promoviendo. Al preferir dedicarse a la actividad
nacional más que a la extranjera él sólo persigue su propia
seguridad; y al orientar esa actividad de manera que de
producir un valor máximo él busca sólo su propio
beneficio, pero en este caso como en otros una mano
invisible lo conduce a promover un objetivo que no estaba
en sus propósitos117.

Aún más realista que muchos de sus seguidores,


Smith era consciente de que el capitalismo industrial no
beneficia a todos por igual, ni siquiera a todos; que es justo
que aquellos que producen ganancias, incluidos los pobres,

116 Cfr. SMITH, Adam. La riqueza de las naciones. Madrid: Alianza Editorial,
1996, p. 552.
117 Ibid., p. 554

70
Tom Rockmore

se beneficien en la medida de la comida, el vestido y el


alojamiento adecuados118.

118 Cfr. Ibíd., p. 370.

71
Hegel, Marx y el marxismo

72
Tom Rockmore

Hegel y la economía

Aunque no fue el primer filósofo que estudió


economía, Hegel es el primero en hacerlo en el idealismo
poskantiano, al que cronológica e intelectualmente
perteneció. Kant, quien, según lo que conozco, nunca
discute la economía política, subraya la dimensión moral de
la vida social moderna. Schelling, que estaba interesado en
la ciencia, tampoco muestra ningún interés en la economía.
Fichte estaba al menos interesado en la esfera económica,
aunque aparentemente desconoce la economía política
moderna. Formuló una teoría de El Estado comercial cerrado
(1800), considerada como una entidad política y económica
autónoma. Hegel no sólo era conocedor de los
acontecimientos actuales, sino también del estado actual de
la teoría económica. A lo largo de su carrera, estuvo
interesado en cualquier cosa y en todo lo relacionado con las
condiciones sociales reales y la vida política. Ya desde 1800
hasta 1802 estaba trabajando en un artículo sobre La
constitución de Alemania119, que sólo apareció póstumamente.
En 1817, poco antes de trasladarse a Berlín, publicó una
crítica importante, con un título incómodo, sobre
“Evaluación de las negociaciones impresas sobre el

119 Cfr. HEGEL, G. W. F. La constitución de Alemania. Madrid: Ediciones Aguilar,


1972.

73
Hegel, Marx y el marxismo

Parlamento de los Estados Reales de Würtemberg en los


años 1815-1816”120. Estaba particularmente interesado en los
acontecimientos en Inglaterra. Incluso antes de llegar a Jena
en 1799, cuando aún se encontraba en Frankfurt, se
mantuvo al tanto de los debates en el parlamento inglés.
Estudió La riqueza de las naciones de Smith y escribió un
comentario, que se perdió, sobre un libro de Sir James
Steuart, Una investigación sobre los principios de la economía
política121. Al escribir sobre Steuart, siguió el ejemplo de su
colega más joven J. G. Hamann (1730-1788), un filósofo
alemán amigo de Kant122. Aunque el nombre ahora ha
desaparecido en la historia, se pensó que Steuart en ese
momento era lo suficientemente importante para Marx, que
se refiere a él a menudo, para luego escribir que fue el
primer economista británico en proporcionar un sistema
correcto de economía política moderna o burguesa123.

El profundo conocimiento de Hegel de la economía


política es central para sus teorías filosóficas 124. Su estudio

120 Cfr. HEGEL, G. W. F. “Beurteilung der im Druck erschienenen


Verhandlungen in der Versammlung der Landstände des Königsreichs
Würtemberg im Jahr 1815 und 1816” Evaluación de las negociaciones en la
asamblea de las haciendas del reino de Wurtemberg en 1815 y 1816 en:
Heidelbergerische Jahrbücher der Literatur, 1817.
121 Según Rosenkranz, Hegel trabajó en este comentario desde el 19 de

febrero hasta el 16 de mayo de 1799. Cfr. ROSENKRANZ, Karl. G. W. F. Hegels


Leben, Darmstadt: Wissenschaftliche Buchgesellschaft, 1972, p. 86.
122 Según Hamann, en su profunda discusión sobre economía política, Steuart

superó a otros como Ferguson. Cfr. Briefwechsel. Wiesbaden: Ziesemer &


Henkel, 1956, vol. 2, p. 418, Citado en: RITTER, Joachim. Hegel and the French
Revolution: Essays on the Philosophy of Righ. Cambridge: MIT Press, 1982, p.
88, n. 33.
123 Cfr. MARX, Karl. Contribución a la crítica de la economía política. México:

Siglo XXI Editores, 2008, p. 42-43.


124 Cfr. LUKÁCS, György. Op. Cit., 1970.

74
Tom Rockmore

de los pensadores de la Ilustración escocesa le permitió


superar el pensamiento económico griego, particularmente
en su concepto de sociedad civil (die bürgerliche
Gesellschaft)125. Este tema, que se ejecuta a lo largo de sus
escritos, aparece muy temprano, por ejemplo, en un
fragmento sobre la religión popular de principios de la
década de 1790126,y luego con una frecuencia creciente
cuando, durante el período de Jena (1799-1807), comienza a
estudiar economía política.

Para Hegel, la sociedad civil se encuentra entre la


Familia y el Estado. Escribiendo en el momento del Estado
de la ciudad griega (polis), Aristóteles naturalmente une la
economía política y el hogar. Más tarde, después de la
revolución industrial, Hegel igualmente distingue más
claramente que antes entre la sociedad civil y el Estado.
Considera a la sociedad civil como un momento del Estado
y una especie de Estado en el que la actividad económica
dirigida a la satisfacción de las necesidades humanas se
regula a través de la administración de justicia para
proteger la propiedad privada y lo que él llama la policía y
la corporación. El adjetivo bürgerlich, de Bürger, se refiere
tanto a alguien que vive en la ciudad, como a un ciudadano,
o Staatsbürger, como a alguien que, como en el término
francés “burgués”, no pertenece ni a la clase noble ni a la
clase proletaria. La sociedad civil es una sociedad, o

125Cfr. WASZEK, Norbert. The Scottish Enlightenment and Hegel’s Account of


‘Civil Society’. Dordrecht: Kluwer, 1988.
126 Una típica primera instancia fundamenta en su observación que los

mandamientos de Jesús forman la primera base para el código legal de la


sociedad civil. Cfr. “Fragmente über Volksreligion und Christentum”
Fragmento sobre la religión del pueblo y el cristianismo (1793-1795), en:
HEGEL, G. W. F. Werke in zwanzig Bänden. Frankfurt am Main: Suhrkamp, 1971,
vol. 1, p. 61.

75
Hegel, Marx y el marxismo

Gesellschaft, ya que funciona fuera de la familia y dentro del


Estado de acuerdo con sus propias reglas.

En la Filosofía del Derecho, Hegel retoma la anatomía


de la sociedad civil en el famoso pasaje sobre “El sistema de
necesidades”. En su descripción del sistema de necesidades,
Hegel proporciona un análisis rápido de los fundamentos
económicos de la sociedad liberal moderna en términos de
su capacidad como un sistema social en funcionamiento
para responder a las necesidades humanas reales. La
consideración del “Sistema de necesidades” ocurre como el
primero de tres momentos de la sociedad civil, la mediación
entre la Familia y el Estado. La sociedad civil también
incluye discusiones sobre la protección de la propiedad,
considerada como la realidad del principio de libertad, a
través del sistema de justicia, y la provisión contra
contingencias y cuidado de intereses particulares a través
de la policía y la corporación o estructuras corporativas.

En la Fenomenología, Hegel formula una visión del


individuo humano como autorrealización en y a través de
objetos que manifiestan la voluntad subjetiva en forma
objetiva. En la Filosofía del Derecho, Hegel desarrolla esta idea
en su declaración de los fundamentos conceptuales del
Estado liberal moderno. Al principio del libro, en una
discusión sobre el “uso de la cosa”, señala que al
apropiarme de algo, esto se convierte en mío y adquiere una
relación positiva conmigo para satisfacer mis
necesidades . En su análisis de “El sistema de
127

necesidades”, Hegel señala inmediatamente que la persona


individual alcanza la objetividad, o la satisfacción, a través

127 Cfr. HEGEL, G. W. F. Op. Cit., 1999, §§ 59-64, pp. 114–151, especialmente § 59,
p. 114.

76
Tom Rockmore

de las cosas que pertenecen y resultan del trabajo. La


“particularidad”, señala:

alcanza su objetividad, es decir, su satisfacción, por medio


de a) cosas exteriores que son igualmente la propiedad y el
producto de otras necesidades y voluntades, y b) de la
actividad y el trabajo como lo que media entre los dos
aspectos128.

Hegel entiende la economía política como una


ciencia específicamente moderna preocupada por la
satisfacción a través de las cosas y el trabajo. Su punto de
vista es bastante diferente al punto de vista normativo de la
economía, que prevalece actualmente, según el cual un
economista se limita a cartografiar meramente, pero
también a intervenir ocasionalmente, en el funcionamiento
dinámico de la economía moderna129. Para Hegel, que, como
Aristóteles antes y Marx después de él, ve un vínculo
indisoluble entre la economía y la ética, la economía política
se refiere a la satisfacción de las necesidades humanas.
Hegel, que es un realista político, no se hace ilusiones sobre
el efecto de la sociedad moderna en los individuos. Aunque
tiene poca tolerancia por la falla moderna para remediar la
pobreza endémica y otras dificultades similares, no se
preocupa principalmente por proporcionar una
formulación precisa de los fundamentos de la economía
política.

Después de esta afirmación inicial, Hegel


inmediatamente divide su discusión en tres partes para

128Ibid., § 189, p. 311


129 Este enfoque es dominante pero no universal. Para un enfoque más
receptivo socialmente Cfr. SEN, Amartya. Poverty and Famines. New Delhi:
Oxford University Press, 1999.

77
Hegel, Marx y el marxismo

considerar las necesidades básicas o de subsistencia


(Bedürfnis) y su satisfacción correspondiente (Befriedigung)
en la sociedad burguesa moderna comenzando con la
revolución industrial, el tipo de trabajo apropiado para esta
tarea y el capital (Vermögen). Luego considera tres
divisiones de clase con respecto a la capacidad económica,
antes de sugerir un análisis del concepto de satisfacción.

Según Hegel, la satisfacción de las necesidades


humanas afecta no sólo al individuo aislado, sino a todos los
miembros de la sociedad130, que generalmente apunta a las
necesidades y a los medios para satisfacerlas131. Las
necesidades son tanto naturales como no naturales, como en
la necesidad mental de liberación (Befreiung), aunque el
llamado estado de naturaleza no puede recuperarse más
que a través del trabajo132. Distantemente siguiendo a Locke,
para quien el trabajo crea valor133, y anticipando la teoría del
valor del trabajo de Marx, Hegel distingue entre el trabajo,
que confiere valor a los objetos, y el valor de uso134. La
división del trabajo simplemente aumenta la dependencia
de los individuos135 entre sí, como resultado de lo cual la
satisfacción individual se relaciona con la satisfacción de los
demás136.

Hegel distingue entre propiedad (Eigentum) y


capacidad financiera, o capital (Vermögen)137. Sostiene que

130 Cfr. HEGEL, G. W. F. Op. Cit., 1999, § 192, p. 314.


131 Cfr. Ibid., § 193, pp. 315.
132 Cfr. Ibid., § 194, p. 315-316.
133 Cfr. LOCKE, John. Op. Cit., 2006, § 50, p. 54.
134 Cfr. HEGEL, G. W. F. Op. Cit., 1999, § 196, p. 317.
135 Cfr. Ibid., § 198, p. 318.
136 Cfr. Ibid., § 199, p. 319.
137 Cfr. Ibid., § 170, p. 289.

78
Tom Rockmore

este último presenta oportunidades de trabajo para cada


uno,138 tendiendo por tanto a aumentar. El capital divide a
la sociedad en tres clases principales: la sustancial
(agricultores), la formal (industriales) y la universal
(administradores)139. Considera que la membresía de clase
depende de la capacidad natural, el nacimiento y otros
factores. Reconoce el resultado desestabilizador de la falta
de integración de los individuos en la estructura de la
sociedad140. Él extrae las conclusiones de su análisis al
insistir en que una persona se actualiza sólo en y a través de
una relación con una esfera particular de la necesidad, esto
es, dentro del ámbito práctico141.

138 Cfr. Ibid., § 199, p. 319.


139 Cfr. Ibid., § 202, p. 321.
140 Cfr. Ibid., § 206, p. 324.
141 Cfr. Ibid., § 207, p. 325.

79
Hegel, Marx y el marxismo

80
Tom Rockmore

Hegel sobre la propiedad

Dado que creo que la posición de Marx apunta a la


diferencia entre sus puntos de vista y los de Hegel sobre la
propiedad, será útil resumir el punto de vista de este último
a este respecto. En la Filosofía del Derecho, Hegel estudia el
desarrollo de la idea del libre albedrío absoluto en tres
niveles: como algo inmediato, o abstracto, encarnado en
algo externo; luego como reflejado en sí mismo, o interno;
luego, finalmente, como la unidad de estos dos momentos
abstractos en los que la idea no sólo se entiende, sino que
también se realiza dentro de la vida ética en los niveles de
la familia, la sociedad civil y el Estado. La propiedad se
estudia en el nivel del derecho abstracto en el que el libre
albedrío absoluto es abstracto e inmediato142. Hegel adopta
un enfoque generalmente legal o jurídico de la propiedad
enfocada en la posesión o la detentación de la propiedad. En
lo que respecta a la propiedad, las personas se relacionan
entre sí a través de contratos. En la primera subsección,
Hegel estudia la propiedad en detalle antes de estudiar
contratos y crímenes contra la propiedad. La discusión de la
propiedad contiene una explicación general, que está

142 Cfr. Ibid., §§ 41-72, pp. 125-160.

81
Hegel, Marx y el marxismo

seguida por tres partes: toma de posesión (de una cosa), uso
de la cosa y enajenación de la propiedad.

La libertad individual toma la llamada forma


externa como una cosa, en la que uno disfruta el derecho de
encarnar la propia voluntad. Posesión es tener poder sobre
una cosa. La propiedad no es sólo la satisfacción de las
necesidades sino, sobre todo, “la libertad es su primera
existencia”143. En este sentido, la propiedad es propiedad
privada144. Dado que la voluntad individual se realiza a
través de la propiedad, la propiedad se convierte en
propiedad privada. La cantidad de propiedad que un
individuo posee para satisfacer sus necesidades es
indiferente con respecto a los derechos.

Tomar posesión de un objeto también toma tres


formas, según como uno se lo apropie físicamente,
haciéndolo o marcándolo como propio. El primero es
inmediato pero temporal. El segundo es la manera en que
una persona impone una forma en algo que perdura como
un objeto externo. Esta forma de posesión se presupone en
la producción de mercancías típicas de la sociedad
industrial moderna y, en la teoría de la enajenación de Marx.
En un comentario sobre la esclavitud, Hegel dice que el
hombre no es una entidad natural capaz de ser esclavizado,
ya que no somos naturalmente libres. Sólo nos liberamos
como consecuencia de la conciencia de libertad que conduce
a la lucha por el reconocimiento en la relación entre el amo
y el esclavo145.

143 Ibid., § 45, p. 42.


144 Cfr. Ibid., § 46, p. 129.
145 Cfr., Ibid., § 58, p. 143.

82
Tom Rockmore

Bajo el encabezado del uso de la cosa, Hegel señala


que la voluntad individual se realiza en y a través de lo que
se cambia, destruye o consume. El uso completo y sin
restricciones presupone la relación de propiedad, a
diferencia del uso parcial o temporal de una cosa. El valor
es la propiedad universal de la cosa, o el uso que se le puede
dar. Marx desarrolla esta idea en su concepto de valor de
uso.

En la discusión de la enajenación (Entäusserung) de


la propiedad, Hegel desarrolla una visión que anticipa la de
Marx. Hegel, que entiende la enajenación como la cesión de
la propiedad de uno, comienza señalando que uno sólo
puede enajenar esa propiedad, u objeto, que ha sido
investido con la voluntad de uno. Por la misma razón, la
personalidad o autoconciencia de uno es inalienable, ya que
no es un objeto. Sólo esas cosas o productos de los seres
humanos pueden ser enajenados, ya sea al darle a alguien
más el uso de mis capacidades, o mi tiempo, el resultado de
lo cual es introducir una separación entre lo que soy y lo que
hago. En una declaración importante, Hegel escribe: “Con
la enajenación de todo mi tiempo concreto de trabajo y de la
totalidad de mi producción, convertiría en propiedad de
otro lo sustancial mismo, mi actividad y realidad universal,
mi personalidad”146. Aunque Hegel no desarrolló una teoría
de la enajenación específica de la sociedad industrial
moderna, claramente proporciona la base conceptual para
hacerlo. Marx desarrolla la idea hegeliana de que uno se
“cristaliza” en el propio trabajo, en el capitalismo en la
producción de mercancías, como la base de su visión de la
enajenación en la sociedad industrial moderna.

146 Ibid., § 67, p. 154.

83
Hegel, Marx y el marxismo

84
Tom Rockmore

Marx y Hegel: algunas


conclusiones tentativas

La discusión ha llegado a un punto en el que es


posible extraer algunas conclusiones provisionales.
Evidentemente, Hegel tiene una teoría sofisticada de la
sociedad moderna, que incluye su contribución a la
realización de las necesidades humanas naturales y no
naturales o sociales. Su teoría se basa en una concepción de
los seres humanos que, al satisfacer sus necesidades a través
de su actividad, producen una red de relaciones entre ellos,
las cosas y los otros. En un grado a menudo insospechado,
ciertamente insospechado si uno piensa que los filósofos en
general, particularmente Hegel, no están interesados en
fenómenos sociales concretos147, el enfoque de Hegel en el
“sistema de necesidades” yace en el camino y en la medida
en que el capitalismo liberal moderno es capaz de satisfacer
las necesidades humanas. Este también será el proyecto de
Marx.

147 Según Bottomore y Rubel, siguiendo el punto de vista marxista estándar,


Hegel no estaba interesado y no podía explicar los fenómenos sociales reales.
Cfr. MARX, Karl. Op. Cit., 1964, p. 6. Por lo menos es discutible que esta no fue
la intención inmediata de Hegel.

85
Hegel, Marx y el marxismo

Esto lleva a tres conclusiones provisionales que sólo


pueden ser afirmadas, pero no demostradas en este punto:

1. Para empezar, cualquier estudio de Marx que no


tenga en cuenta o considere que su relación con
Hegel es simple o incluso principalmente negativa
simplemente malinterpreta sus orígenes próximos
en la tradición filosófica alemana. La posición de
Marx es continua y se basa, en lugar de simplemente
rechazar, en la filosofía.

2. Podemos medir las teorías de Marx en los términos


de las de Hegel, aunque cualquier esfuerzo para
hacer eso debe esperar un esbozo de la posición de
Marx. Si, como sostengo, a Marx le interesan casi el
mismo conjunto de cuestiones que a Hegel en la
Filosofía del Derecho, particularmente en el famoso
pasaje sobre el “sistema de necesidades”, entonces,
la contribución específica de Marx puede entenderse
a través de la manera en que se diferencia, modifica
o supera a Hegel148.

Marx no es, como los marxistas, ni siquiera como


Lukács, el más informado entre ellos, tan a menudo insisten,
en el fondo, anti-hegeliano, sino fundamentalmente
hegeliano. De hecho, él es sin duda el más grande de los
estudiantes de Hegel y, dado que Hegel es un filósofo
idealista alemán, en un sentido que debe especificarse, Marx
es incluso un idealista alemán. En ese sentido específico, el

148Otros han visto el interés de este enfoque. Avtonomova, por ejemplo,


sugiere que Marx vuelve más concreta la posición aún mística de Hegel. Cfr.
AVTONOMOVA, N. S. Rassudok, Razum, Ratsional’nost’. Moscow: Nauka, pp.
87-90.

86
Tom Rockmore

persistente esfuerzo marxista por contraponer el


materialismo al idealismo, o Marx a Hegel, es un error
básico.

87
ennegativo ediciones es un proyecto editorial nacido en Medellín
(Colombia) en el año 2018 con la intención de contribuir a la
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pretende convertirse en referente de pensamiento crítico en la
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