La Idea y La Concepcion de Negocio

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La idea y la concepción del negocio

Siempre que se habla o escribe de innovación logramos


asociarla con el esfuerzo por focalizar un cambio en lo
social o económico en el ámbito empresarial. Las fuentes
de generación de ideas pueden ser muchas pero sus
principios se rigen ante ciertas normas básicas. Para
muchos, innovación es pura creatividad, pero para los
empresarios exitosos es el seguimiento disciplinado de una
estrategia de vida.

Para innovar se necesita más disciplina que creatividad. Existen ideas innovadoras
que simplemente surgen como "chispazos", pero en general las más exitosas son el
resultado del cuidadoso seguimiento y análisis de las siguientes oportunidades:

1. Ocurrencias inesperadas
2. Incongruencias
3. Cambios en las industrias y los mercados
4. Cambios Demográficos
5. Cambios en la percepción
6. Nuevo Conocimiento

Las ideas provienen de la capacidad de soñar, de ver lo que otros ni siquiera notan, y
esta capacidad solamente la tienen las personas. Las ideas se generan a partir de la
capacidad creativa que poseen todas las personas. La idea de negocios surge, en el
momento que el emprendedor o el equipo emprendedor orienta sus capacidades
creativas e investigativas a la detección de las nuevas oportunidades latentes en los
mercados.

¿Dónde más podemos encontrar ideas de negocio?

 Problemas que se enfrentan a diario.


 Necesidades de personas que no están atendidas o de aquellas cuyos productos o
servicios existentes no las atiendes de la mejor manera.
 Deseos que corresponden a aquellas cosas que la gente desea, pero que puede
vivir sin ellas
 Detectar una carencia.
 Identificar deficiencias o errores en ideas existentes.
 Encontrar nuevas aplicaciones a viejos productos.
 Detectar cambios en los gustos y preferencias de la sociedad, la moda.
 Aprovechar experiencias previas propias y de otras personas.
 Identificar tendencias.
 Aprovechar cambios científicos y tecnológicos.

Una buena idea de negocio debe poseer al menos las siguientes


características:

 Debe responder a una necesidad del mercado.


 Requiere incorporar un alto nivel de innovación.
 Ser única o en su defecto, diferente.
 Tener claridad en los objetivos.
 Ofrecer rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo.

Una historia: Del sueño a la construcción de una idea de negocio

Son muchas las personas que tienen una idea de negocio. Se han escuchado historias
de personas a las que se les ocurre una idea, pero por diversas razones se la pasan
postergándola hasta que llega el día que esa misma idea se ilumina en la mente de
otra persona que la lleva a ejecución.

Es el caso de un oficinista al que se le ocurrió una buena idea. Durante mucho tiempo
se dedicó a madurarla y perfeccionarla. Puso en ella todas sus esperanzas de futuro.
Era su proyecto empresarial. Ese que un día debía permitirle hacer realidad sus
sueños de ser un empresario exitoso.

"Ahora no es el momento", "el día que tenga un poco más de tiempo...", "en cuanto
ahorre algo más de dinero...", "cuando pase esta época de estrés y tenga un poco más
de tranquilidad...". Eran muchas las excusas que paralizaban la idea de aquel hombre.

... Y así fue pasando el tiempo y su idea le parecía cada vez más genial. Sólo
necesitaba esperar el momento oportuno para ponerla en práctica. Incluso llegó a
explicar su gran proyecto de negocio a algunos compañeros de trabajo y a sus
amigos. Algunos de ellos se ofrecieron a ser parte de ese proyecto cuando decidiera
ponerlo en marcha.

Un día, de repente, por sorpresa, se encontró con que una pequeña empresa del país
vecino estaba lanzando "su producto", ese con el que había estado soñando durante
los últimos años. Alguien se le había adelantado y estaba ganando mucho dinero.
Sentía decepción porque el éxito de esa empresa debería haber sido el suyo.

Reflexión:

¿Sabe usted qué tienen en común los emprendedores de éxito?:


"Empuje". O lo que es lo mismo, capacidad de acción, de llevar a la
práctica una buena idea y tener decisión para hacer realidad su
sueño. Arriesgarse a hacer realidad su proyecto. Dar el primer paso
tras el cual seguirán cientos de ellos.

La experiencia señala que todos y cada uno de los empresarios hoy


exitosos, tuvieron en común la capacidad de actuar y empezar a ser
real ese sueño de hacer empresa.

El proceso de identificación de una oportunidad

Las grandes empresas nacen, verdaderamente de la experiencia y la capacidad de


observación de quienes quieren llevarlas a cabo. Y es que las ideas abundan pero una
condición indispensable para hacerlas realidad y sacarlas adelante son las personas
que acompañan la idea.

Son, precisamente, esas personas las encargadas de evaluar las oportunidades


rápidamente y descartar las menos prometedoras. Este trabajo, debe ir acompañado
de un análisis moderado en el que la acción sea un complemento obligado y
consecuente con el análisis reflexivo que ha acompañado la búsqueda de esa
oportunidad.

Es importante que los emprendedores, es decir, quienes tienen en mente la idea con
potencial de empresa, definan desde el punto de vista personal cuáles son sus metas,
a dónde quieren llegar, qué tanto pueden arriesgar y sobre todo cuál es su actitud
frente a la decisión de ser empresarios.

El análisis de la idea

El análisis de la idea busca identificar los elementos básicos para la transformación de


la oportunidad en una actividad empresarial.

Esta fase se desarrolla antes de la elaboración del plan de negocios y se realiza con el
objeto de saber si la idea desarrollada es capaz de soportar el análisis previo de
nuestro equipo de trabajo y conocedores de la materia.
Toda idea de empresa debe evaluarse, no sólo para establecer si merece la
realización de un plan de negocios, sino también para saber si vale la pena mantenerla
en nuestro listado de ideas.

La evaluación de la idea se hace desde una perspectiva cualitativa, en la cual se


revisa la existencia o no de elementos básicos, pero fundamentales del futuro negocio.
Podría establecerse que esta evaluación incluye los mismos elementos de un plan de
negocios, pero sin preocuparnos a fondo de aspectos cuantitativos.

En cualquier caso, cada equipo de trabajo debe estar convencido de las bondades de
la idea, sin caer en excesivos optimismos, después de analizar sus componentes
básicos y antes de iniciar fases subsiguientes como el plan de negocios.

En toda actividad de evaluación de una idea empresarial existen cinco componentes


básicos que es necesario analizar:

El producto o servicio: ¿Qué es? ¿Qué se hace?

El mercado: ¿Para quién se hace? y ¿Cómo se vende?

El proceso productivo: ¿Cómo se hace? y ¿Cuánto costaría hacerlo?

El equipo humano: ¿Quiénes ponen el proyecto en marcha?

La financiación: ¿Cómo se adquieren los medios o recursos necesarios?

Indudablemente, es difícil conseguir al inicio de una idea empresarial el equilibrio y


respuestas precisas para las anteriores preguntas, pero se trata de ir buscando la
perfección. Las correcciones o mejoras puntuales de elementos pueden efectuarse
con posterioridad buscando el equilibrio pero la ausencia de cualquier elemento de
análisis puede provocar el cierre empresarial en el corto plazo.

Mensajes importantes

Aunque las recompensas de ser empresario son atrayentes, también hay riesgos
asociados con la propiedad de una compañía. Comenzar y operar una empresa propia
suele exigir un trabajo duro, largas horas y mucha energía emocional. Los empresarios
tienen la experiencia de sufrir tensiones personales, así como la necesidad de invertir
mucho de su propio tiempo y trabajo. Muchos de ellos describen su carrera como
emocionante pero muy exigente.
El espíritu empresarial es la aspiración más sincera de alcanzar los logros humanos,
es el conjunto de motivadores que poseen los empresarios y que se manifiestan en el
deseo de enfrentar retos y obtener triunfos.

Ser emprendedor es una forma de pensar y de actuar. Es un estilo de vida. Sólo se es


emprendedor, siendo emprendedor.

Las empresas de la época se caracterizan por ser lideradas no por empresarios


individuales, sino por equipos empresariales. Estos se forman cuando dos o más
individuos unen sus habilidades para funcionar como empresarios. Cada uno realiza
un aporte real al proceso de creación empresarial, asegurándose una amplia gama de
posibilidades y formas de pensamiento.

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