Rosenfeld Acting Out
Rosenfeld Acting Out
Rosenfeld Acting Out
Rosenfeld concuerda con Freud, el acting out es una parte necesaria, inevitable y esencial del
análisis efectivo, - acting out parcial -, sólo se corre peligro cuando se vuelve excesivo.
Freud (1914), menciona: “el paciente no recuerda nada de lo que ha olvidado y reprimido,
pero lo actúa”. La compulsión a repetir es reemplazada al impulso de recordar, se actúa.
La repetición, es una transferencia del pasado olvidado, vuelto ahora sobre el medico y sobre
otros aspectos de la situación habitual.
Anteriormente Freud, ejercía sobre el enfermo, una presión constante para llevarlo a
recordar, llegaba a prohibirle que se dedicara a actividades nuevas importantes durante el
análisis.
Fenichel y Greenacre, coinciden en que las prohibiciones, no impiden el acting out excesivo y
si pueden influir en la marcha del análisis.
Se requiere de una técnica, empleada para el estudio de las interrelaciones entre la situación
del análisis y la vida cotidiana, así como algunas resistencias que presenta el paciente durante
el desarrollo del proceso psicoanalítico.
Rosenfeld coincide con Klein 1952: “la transferencia esta arraigada en los más tempranos
estadios del desarrollo y en los estratos mas profundos del inconsciente.
Los elementos inconsciente, se deducen de la totalidad del material presentado, ejemplo: los
comentarios de los pacientes sobre sus respectivas vidas cotidianas, sus relaciones y sus
actividades, éstos llevan a la comprensión de la función del yo y las defensas contra las
ansiedades exacerbadas en la situación transferencial.
Rosenfeld, sugiere que de acuerdo al grado de hostilidad con que el paciente se alejó de su
objeto más temprano -pecho materno -, el enfermo será capaz de colaborar en el análisis con
un acting out parcial o excesivo.
La necesidad del paciente de un acting out excesivo, está vinculada con alejamiento muy
agresivo del objeto más temprano en la infancia.
Un acting out excesivo, puede ser provocado artificialmente por una técnica psicoanalítica
deficiente o por un analista que proyecte (en la contratransferencia) sus propios problemas en
el paciente y lo obligue a actuar.
Rosenfeld, sugiere que el bebé experimenta amor y odio hacia el pecho desde el comienzo de
su vida (coincide con Klein).
Los tres primeros meses de vida, se caracterizan por el clivaje -escisión- de la relación del
pecho en buena y mala, así como mecanismos de defensa esquizoides, el bebé las emplea para
tratar con sus ansiedades paranoides y éstas dependen de la fuerza de los sentimientos
hostiles del bebé, que a su vez dependen de factores externos e internos innatos.
El niño, tendrá entonces la habilidad de alejarse del objeto primario, hacia un objeto
secundario, sin odiar demasiado a dicho objeto primario y sin tomarlo como totalmente malo
(posición depresiva).
Cuando el paciente, esta lleno de hostilidad hacia el analista, se vuelve hacia el mundo
externo en busca de objetos buenos , sin embargo, guarda cierta buena relación con el
terapeuta y por lo tanto, se compenetra y coopera con el análisis, en tales circunstancias se
puede elaborar la transferencia negativa sin un acting out nefasto.
No se puede conservar una buena relación con el objeto primario al alejarse de él, si el pecho
se introyecta de manera persecutoria, no puede retenerse ninguna introyección de un objeto
amado, y a pesar de la necesidad de más y más relaciones buenas e ideales con los objetos, la
ansiedad persecutoria primaria, pronto vuelve a instalarse y hasta los objetos secundarios se
convierten en malos.
Depende del grado de hostilidad con que el paciente se alejó de su objeto más temprano,
especialmente del pecho materno, el hecho de que el enfermo sea capaz de colaborar en el
análisis con un acting out parcial o de que se maneje con un acting out excesivo.
un objeto externo -acting out repetitivo- el paciente, se aleja del analista -objeto real- de
forma hostil, lo que impide llegar al insight.
Para que el insight se desarrolle, se necesita de una relación con el analista en donde los
sentimientos buenos y malos puedan ser tolerados simultáneamente.
Si el paciente descubre objetos nuevos y desarrolla otros intereses, lo hace impulsado por
sentimientos hostiles y de rechazo hacia el analista, esto no le permite perseverar y confiar en
las actividades de su vida exterior y pronto las abandona, sufre entonces una recaída y tiene
una reacción terapéutica negativa, o se dedica a la búsqueda incesante de objetos o
actividades nuevas que se manifiesta en las conductas maníacas donde se da con frecuencia
acting out excesivo.
El analista debe ayudar al enfermo que tiende a actuar excesivamente, a que actúe
parcialmente, además en la transferencia se debe analizar las siguientes situaciones:
Puede suceder, que el paciente trate de abandonar la mayoría de las actividades de su yo y las
relaciones objetales en su vida diaria, teniendo una conducta regresiva, actuando como una
criatura que necesita apoyo y consejo, que se le den sesiones extras y muestras de cariño del
analista, es decir, realiza el acting out quieriendo inducir al analista a que lo acompañe.
Debe considerarse este acting out en la regresión como un intento desesperado de inducir al
analista a que realice un acting out en forma abiertamente amigable con el paciente, como
para tratar en cierto modo con otro aspecto de la persecución que espera del analista, quien
representa al objeto primario.
Al tratar el acting out en análisis es importate, que el analista sea capaz de mantener la
situación de análisis y resistir a la intensa presión del paciente que trata de inducirlo a que
realice un acting out. Esto es posible sólo si el analista comprende que las exigencias
abrumadoras del paciente para lograr una buena relación ocultan su intenso temor, que se
basa en (y corresponde a) sus propios impulsos hostiles al alejarse de su objeto primario.
El peligro de una regresión profunda con entrada en psicosis, es mayor si el analista esta
desprevenido, o no interpreta adecuadamente los motivos de esa necesidad de regresión, o si
la estimula por no poder resistir la presión del paciente a realizar un acting acompañado.
primario representado por el analista. El paciente, siente culpa por las actividades fuera del
análisis, pues estas representarían una independencia hostil del terapeuta, la culpa es difícil de
elaborar, pues contiene elementos depresivos y paranoides.
En el paciente que realiza un acting out excesivo, se pueden anticipar diversos grados de
perturbación y debilidad del yo, interferencias en la capacidad del pensamiento verbal e
inhibición en la sublimación. El paciente que tiene estos problemas tratas las dificultades por
la acción más que por vía intelectual.
Greenacre (1950), el paciente que realiza un actino out excesivo “ha sufrido en los primeros
meses de su infancia mayores o menores perturbaciones emocionales, con un aumento de la
oralidad, una disminución de la tolerancia a la frustración y un elevado narcisismo”.
Existen pacientes cuyas enfermedades se caracterizan por realizar el acting out en la vida
diaria, Fenichel los ha llamado “neuróticos impulsivos” o “individuos actuadores”, incluyendo a
delincuentes, pervertidos y otros.
He observado que la mayoría de los pacientes psicóticos agudos y crónicos realizan acting out
continuamente en la vida diaria, igualmente lo realizan durante el tratamiento analítico.
En la esquizofrenia crónica aumenta la necesidad del enfermo de realizar un acting out, esto se
debe al estado agudo de confusión del que el paciente tiene que defenderse continuamente.
Si el análisis progresa y las emociones que derivan del estado de confusión surgen en la
transferencia, el paciente utiliza un acting out excesivo como defensa.
Sugerí que los procesos de disociación se reforzaban, o se desarrollaban otros nuevos, como
defensa contra el estado confusional. La identificación proyectiva es una de las características
del estado de confusión.
Klein menciona que en los casos en que existe envidia excesiva -consecuencia de los impulsos
destructivos – interfiere en la elaboración de un objeto bueno, de modo que no se puede
lograr un clivaje normal entre el pecho bueno y malo, la diferenciación entre bueno y malo
queda alterada de diversas formas.
Klein explica por ejemplo, que la intensa envidia interfiere en la capacidad del bebé para una
gratificación completa, aún cuando las circunstancias externas sean satisfactorias, la intensa
envidia al mismo tiempo aumenta la fuerza y la duración de los ataques sádicos al pecho, al
bebé le resulta difícil recuperar el pecho bueno que perdió. Considera que el fracaso básico
del splitting entre el objeto bueno y el malo constituye el origen de los estados de confusión ,
en la más temprana infancia y más adelante.
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La fuerza y la duración de los estados de confusión, deben estar relacionadas con la intensidad
de la envidia innata y por supuesto, en la esquizofrenia nos encontramos con estados de
confusión extrema.
CONCLUSIONES.
A menudo, el esquizofrénico trata de lograr el clivaje entre el objeto bueno y el malo, pero
fracasa.
Se observa a través del acting out, una serie de procesos anormales de clivaje, en los cuales el
objeto de amor se desvaloriza, se disocia y se proyecta en múltiples objetos despreciados.
La confusión resultante y la inseguridad con respecto a la bondad o maldad del objeto, son de
relativa importancia, dado que los objetos son tan numerosos.
Tanto en el acting out excesivo de un paciente esquizofrénico como en uno que no lo es,
ambos tipos de enfermos están muy fijados en la posición paranoide esquizoide y han
experimentado intensa hostilidad hacia el objeto por causas internas y externas.
En todo análisis se da cierta dosis de acting out debido a que en la transferencia el paciente
repite el alejamiento que ha efectuado con respecto a sus relaciones objetales infantiles, en
especial la relación primaria con el pecho materno.
La actuación parcial o excesiva del paciente depende del grado de hostilidad con que se haya
alejado del objeto. El paciente que ha rechazado el objeto primario con una hostilidad excesiva
y realiza un acting out excesivo, también se halla fuertemente fijado a su objeto primario en la
posición paranoide-esquizoide, tiene un yo predominantemente persecutorio. Esto explica, la
causa por la cual los pacientes que efectúan un acting out excesivo muestran una firme
tendencia a regresar a esa fijación temprana cuando comienzan a experimentar culpa por su
excesivo acting out durante el análisis, lo que afecta todas sus actividades en la vida diaria.
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Los enfermos que se han alejado de su objeto primario con poca hostilidad, realizan un acting
out sólo parcial durante el análisis y se muestran capaces de establecer relaciones objetales -
posición depresiva – Klein.
Como analistas, tenemos que comprender y analizar la fijación del paciente en la posición
paranoide-esquizoide y las ansiedades paranoides relacionadas con el alejamiento hostil del
objeto primario. Si logramos movilizar la ansiedad depresiva, la culpa y la reparación en el
paciente, éste tratará de colaborar y cesará el acting out excesivo.
En el esquizofrénico crónico o latente, el acting out out excesivo, los objetos buenos y malos
no pueden ser diferenciados. Esto hace que el acting out sea tan difícil de tratar, pues el
paciente, al progresar en su tratamiento, se acerca al estado confusional agudo y a menudo
tiene que internarse por un tiempo o interrumpir el análisis.
BIBLIOGRAFÍA.
El acting out, por ejemplo, actúa sobre la tarea psicoanalítica, y surge para no recordar. A
través de acting out se reemplaza la reflexión por la acción. Al igual que la transferencia, deriva
de la compulsión a la repetición, siendo el acting out siempre transferencia, pero no al revés,
es decir, no toda transferencia es necesariamente acting out (Etchegoyen, 1997).
Para delimitar aún más el concepto, hay que partir de la premisa de que todo acting out es un
acto neurótico, pero no todo acto neurótico es acting out. El acting out y la transferencia son
conceptos que se superponen al decir que ambos son formas que tiene el paciente de
recordar; sin embargo, se diferencian por la intención (deseo inconsciente). Es decir, “la
transferencia repite para recordar, el acting out en lugar de” (Etchegoyen, 1997, p. 657). Si no
se acepta esta diferencia el acting out pasa a ser un tipo especial de transferencia. La
transferencia es una forma de relacionarse que busca comunicar algo al objeto; el acting out es
un ataque al vínculo y a la relación terapéutica, a través del cual se actúa en vez de comunicar
(Etchegoyen, 1997).
Sin duda, el acting out es una acción que el paciente emprende para resistir el avance del
proceso terapéutico. Etchegoyen, (1997) plantea que el acting out es un tipo específico de
acción neurótica dirigida a interrumpir el proceso de lograr un efectivo insight que, por tanto,
aparece especialmente en el curso del análisis, pero también en cualquier otro momento.
Para diagnosticar un acting out hay que centrarse en la intención de la conducta: acting out es
toda conducta que, más allá de la conducta neurótica que siempre implica, tenga la intención
de oponerse a la tarea propuesta, es decir, recordar, lograr el insight, comunicar, elaborar, etc.
(Etchegoyen, 1997).
Podemos adquirir una comprensión aún más profunda sobre el acting out, incorporando los
planteamientos de Bion (1962) sobre la creación del pensamiento.
Bion (1962), plantea que el niño nace con una representación del pecho materno, y cuando lo
adquiere esa representación se concretiza. Lo que determinaría la emergencia del
pensamiento en el niño sería la ausencia de pecho: Cuando no se obtiene lo que se desea en la
realidad, se crea en el pensamiento. Ante la ausencia del pecho el niño tiene dos opciones, o
evita la ausencia (a través de la negación), transformando el pecho ausente en un pecho malo
persecutorio; o bien, tolera la ausencia y la frustración de no tenerlo, creándolo en el
pensamiento. La primera opción es la base del acting out, ya que es una forma de relacionarse
con la realidad, que se caracteriza en que la acción reemplaza al pensamiento. Este fenómeno
llevado a la situación analítica, producto de frustraciones que ahí pudieran aparecer es, sin
duda, un ataque al proceso analítico y al vínculo terapéutico. Desde esta perspectiva el acting
out puede ser entendido como una alteración del proceso de pensar.
Por otro lado, la reacción terapéutica negativa actúa sobre los logros, y aparece cuando se ha
realizado algo positivo. La reacción terapéutica negativa sobreviene después de un momento
de alivio y de progreso, de un momento de insight en que el paciente comprende y valora la
labor del terapeuta (Etchegoyen, 1997).
Freud (1923), plantea que hay algunos pacientes que no toleran el progreso del tratamiento y
reaccionan de una forma contraria a lo esperado. Pareciera ser que algo se opone en los
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pacientes al avance, algo los lleva a ver la cura como si fuera un peligro, y esa conducta no
cambia con la interpretación de la transferencia, el narcisismo y el beneficio secundario de la
enfermedad. Por otro lado, también atribuye la reacción terapéutica negativa a sentimientos
de culpa inconscientes, propio de algunas estructuras masoquistas.
Laplanche & Pontails (1968), la reacción terapéutica negativa es una forma de resistencia al
tratamiento muy difícil de vencer. En cada momento en que se debiera esperar un alivio o una
mejoría producto del curso del análisis, tiene lugar una agravación, como si ciertos individuos
prefirieran el sufrimiento antes que la cura. Toda resolución parcial que debería tener como
consecuencia una mejoría, provoca en estos pacientes un agravamiento de los síntomas y del
sufrimiento psíquico.
Bion (1963), introduce este concepto en “Elementos del psicoanálisis”, cuando estudia la parte
psicótica de la personalidad. La reversión de la perspectiva es considerada un ataque al
vínculo. La parte psicótica de la personalidad realiza ataques destructivos contra todo lo que
tiene la función de unir un objeto con otro, y que en un primer momento son las emociones.
Por otro lado, Etchegoyen (1997) plantea, que la reversión de la perspectiva se relaciona con
aspectos narcisistas de la personalidad. En la reversión de la perspectiva el paciente vendría a
psicoterapia no por una motivación de conocerse a sí mismo o resolver sus problemas, sino
por múltiples y variadas intenciones. Puede buscar imponer sus premisas y desconocer las del
otro en un despliegue descomunal de narcisismo. Desde este punto de vista, la reversión de la
perspectiva incluye al objeto sólo para que confirme lo que el sujeto piensa, no tiene otro fin
que demostrarse a sí mismo que lo dice o piensa es cierto. Es decir, en la reversión de la
perspectiva, el paciente buscaría al terapeuta para mantener su narcisismo.
Estos tres fenómenos clínicos son formas de ataques al vínculo terapéutico, que en caso de
cumplir su objetivo (evitar la mejoría y el dolor que genera el insight) pueden llevar a la
detención del proceso o impasse. Este se presenta siempre como un fenómeno complejo y
multideterminado, que debe distinguirse de la resistencia incoercible y el error técnico,
siempre más visibles en su estructura y ruidosos en su presentación. Según Etchegoyen (1997)
el impasse se caracteriza por ser invisible y nunca mostrarse, tampoco identifica un culpable,
ya que es un fenómeno co-determinado que involucra tanto al paciente como al terapeuta.
Desde este punto de vista, podemos entender el impasse como un debilitamiento relacional,
que estanca el proceso y deteriora la relación terapéutica.
Otra alteración del vínculo terapéutico es lo que se conoce como Pseudoalianza terapéutica.
Según Etchegoyen (1997), la pseudoalianza terapéutica es una expresión de lo que Bion (1963)
llama la personalidad psicótica (o parte psicótica de la personalidad), que asume a veces la
forma de la reversión de la perspectiva. Una de las características de la reversión de la
perspectiva, es la aparente colaboración del analizado.
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