Tema 05 - Captadores Digitales de Imagen.
Tema 05 - Captadores Digitales de Imagen.
Tema 05 - Captadores Digitales de Imagen.
elaborado por
EL EQUIPO DE PROFESORES
DEL CENTRO DOCUMENTACIÓN
5.2 CEDE PROCESOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
GUIÓN - ÍNDICE
2.1. Características
2.1.1. Dispositivo de estado sólido
2.1.2. Apertura rectangular
2.1.3. Transferencia de modulación
2.1.4. Resolución dinámica
2.1.5. Pérdida de sensibilidad
2.1.6. Limitaciones de los CCD
2.2. Partes. Estructura
3. CCDs Y CTRs
3.1. CTR
3.2. CCD
3.2.1. Sensores de imagen CCD
3.2.2. Sensores de imagen CMOS
3.2.3. Comparación CCD/CMOS
4. CONTROLES Y FUNCIONES
6. ACCESORIOS DE CAPTACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
COMENTARIO BIBLIOGRÁFICO
Esto en cuanto, a los problemas electrónicos que podían generar los tubos
de cámara, pero también generaban problemas ópticos. Ciertos tubos de cámara generaban
imágenes con problemas que se aprecian virtualmente. El brillo de los objetos puede dañar,
quemar, el mosaico (target) del tubo. En determinadas situaciones, por ejemplo, imágenes de
una carrera automovilística nocturna o el disparo de un flash, los tubos generan arrastres, de-
nominados colas de cometas que siguen el movimiento de la cámara. Este tipo de problemas
son intrínsecos a la tecnología utilizada en los tubos de cámara que pueden ser mejorados,
pero no eliminados en su totalidad.
detalle y resolución. La integración de tantos píxeles en un área menor que el de una uña de un
dedo ha constituido, a lo largo de los últimos años, un gran problema, resuelto finalmente por la
ingeniería electrónica.
Por otra parte, dadas las propiedades fotoconductoras del silicio, las seña-
les que se propagan en estos CCD pueden ser de origen luminoso con lo que se descubrió otro
campo de aplicación: la captación de imágenes.
2.1. CARACTERÍSTICAS
Es un chip que presenta una ventana fotosensible sobre la que incide la luz de la ima-
gen a captar; el proceso de barrido está basado en la exploración de la imagen mediante im-
pulsos secuenciales generados en un circuito temporizador externo. La primera versión de este
tipo de captadores de imagen fueron las Células MOS (Semiconductores de Oxido de Metal):
cada píxel estaba formado por un fotodiodo que genera cargas de valor proporcional a la luz
incidente y las almacena, y un transistor MOS a modo de conmutador, que transfiere la carga
almacenada a los registros correspondientes y de aquí, a la salida de vídeo.
Posteriormente, surge el Dispositivo CCD, al que se puede considerar como una su-
perficie fotosensible compuesta por un elevado número de fotodiodos en formación matricial
situada sobre una base, en la que las cargas eléctricas originadas por el impacto luminoso son
almacenadas primero y desplazadas después para ser convertidas en tensión y obtener la se-
ñal vídeo. Estos dispositivos constan de tres capas:
Hemos de tener en cuenta que la información obtenida del CCD es una señal analógi-
ca, y la conversión a digital se realiza en otro chip denominado ADC (convertidor analógico di-
gital). Este circuito es el que se encarga de muestrear y cuantificar la señal para convertirla en
ceros y unos.
ter” y los datos que se le introduzcan digitalmente determinarán los ajustes de las restantes
cámaras.
Los sensores CCD trabajan de una forma muy diferente a los tubos de cámara. En los
tubos de cámara, la lectura se hace de forma continua, a través de una apertura circular, que
es muy fina y perfecta en los tubos Plumbicón y algo deforme y grande en los Vidicón.
La superficie sensible de un CCD está formada por una matriz de células estáticas de
superficie finita (píxel). Cada célula queda bañada por la luz enfocada por el objetivo. Como
son elementos fotoeléctricos los fotones de la luz dan origen a la formación de cargas eléctri-
cas (electrones).
Estos electrones son transferidos, por medio de una señal de reloj, a la salida, en don-
de se obtiene la señal de vídeo. Cada célula sensible elemental tiene forma de minúsculo rec-
tángulo y en consecuencia, la lectura de la zona sensible se realiza de una forma discontinua a
través de una apertura rectangular.
Los dos tipos de apertura (circular o rectangular) dan origen a curvas de transferencia
de modulación algo distintas y ello motiva, que existen ciertos matices diferentes cuando se
graba la misma secuencia con cámaras de tubos o de CCD. En las cámaras de tubos se reali-
za una lectura continua a través de una apertura circular. En las cámaras con sensores CCD se
realiza una lectura discontinua a través de una apertura rectangular.
Para evaluar la resolución estática de una forma objetiva se recurre a las curvas de
transferencia de modulación. Estas curvas se obtienen por medio de una carta de ajuste patrón
y un monitor de forma de onda, a través del cual se puede medir el nivel de diferentes resolu-
ciones. Para ello, la cámara toma la imagen de una carta de resolución y mide los valores de
amplitud de las siguientes resoluciones.
Estos valores se expresan como porcentajes de amplitudes con relación al valor de 0,5
MHz (norma CCIR), que equivale a una resolución de 40 líneas de TV. [En CCIT (625:50) se
tiene la relación de equivalencia de 80 líneas de TV por cada 1 MHz.
En el dibujo anterior se muestran dos curvas típicas, mientras que la de CCD tiene for-
ma senoidal, la de tubo tiene una forma más gausiana. Puede apreciarse que a 400 líneas de
TV (5 MHz) el porcentaje de transferencia de modulación es del 40% en ambos elementos, si
bien la pendiente del tubo es mucho menos pronunciada.
No existe una relación directa entre la curva de transferencia de modulación, que sería
una observación objetiva, con una apreciación real, que sería la observación subjetiva.
Por tanto, se puede controlar de una forma muy fácil la velocidad de obturación de la
zona de imagen y en consecuencia, se puede mejorar la resolución dinámica. Una forma prác-
tica de determinar la resolución dinámica de las cámaras CCD, consiste en desplazar, a veloci-
dad constante, frente a la cámara una carta que contenga anchos de imagen (barras blancas y
negras calibradas) y se mide a través de un monitor forma de onda, los diferentes niveles de
resolución, y así se puede obtener la curva de transferencia de modulación.
C) El ruido que se observa en los CCD es muy bajo, y puede proceder de tres fuentes:
A) La no linealidad que pueden presentar los CCD es debida principalmente a las va-
riaciones de capacidad que pueden existir entre las distintas etapas del mismo. El efec-
to combinado del ruido y la no linealidad limita el margen dinámico de los CCD a 60/70
dB.
Para fabricar un CCD se parte de una porción de Silicio muy puro al cual, durante el
proceso de cristalización se introducen impurezas formando unas bandas según la figura.
A esto se le llama DOPAR el cristal. Las impurezas alteran la estructura del cristal y sus
propiedades eléctricas creando un semiconductor tipo P. Este tiene la propiedad de generar un
campo electrostático permanente de valor negativo, es decir que repele electrones. Las bandas
actúan como un aislante para los electrones impidiendo que estos puedan cruzarlas. Estas
bandas se denominan Canales de Paro.
Sobre esta estructura se coloca una capa de Oxido de Silicio. El Oxido de Silicio es un
material transparente pero eléctricamente aislante. Es decir permite el paso de fotones pero
impide el de electrones.
Todo el conjunto funciona como una trampa electrostática. El sensor CCD así formado
se expone a la luz en el foco del objetivo. Previamente se aplica un potencial positivo a los
electrodos centrales de cada píxel. De esta forma los electrones a medida que se liberan se
ven atraídos por el electrodo mas cercano a su lugar de origen. No pueden alcanzar dicho elec-
trodo porque se lo impide la capa aislante de Oxido de Silicio. Tampoco pueden recorrer longi-
tudinalmente al electrodo porque se interponen los canales de paro. En estas condiciones los
electrones se van acumulando en la proximidad del electrodo formando un paquete o carga de
electrones. El número de electrones que integra el paquete es proporcional a la cantidad de luz
recibida en la región el píxel.
Esta operación de exponer el sensor y atrapar los electrones formando paquetes o car-
gas se denomina tiempo de integración. El resultado es una imagen latente, pero constituida
por un mosaico de cargas de electrones de distintos tamaños. Para que la imagen tenga una
resolución suficiente es necesario que exista un gran número de estos paquetes, es decir, unos
cuantos miles de píxeles.
Partes de un CCD
3. CCDs Y CTRs
3.1. CTR
La relación que existe entre los tubos de imagen y los de cámara es complementaria.
El tubo de cámara convierte las imágenes en forma de luz en la señal de vídeo analógica, se-
ñal que puede ser medida por un monitor forma de onda. El tubo de imagen convierte la señal
de vídeo a un patrón de brillos que duplica la imagen luminosa.
Los movimientos del haz de electrones en cada tubo están totalmente relacionados en-
tre sí, y mientras el haz en el tubo de cámara recorre el target de abajo hacia arriba y de dere-
cha a izquierda, debido a la inversión de imagen que producen las lentes, el haz de electrones
del tubo de imagen lo hace de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, para contrarrestar
esta inversión, de forma que la imagen aparezca correctamente reproducida en el receptor.
bo (que sólo emplease un tubo para captar la señal luminosa), cada píxel sería
sensible a un color primario. Cada uno de los píxeles es analizado mediante el ba-
rrido de un cañón de electrones generado en el tubo de imagen; su lectura se
produce en el mismo tiempo que 625 líneas.
Después de todo este proceso, la señal vídeo sale gracias a su canalización a través
de un cable.
Los sistemas de TV fueron desarrollados hace 50 años, con las limitaciones tecnológi-
cas de aquellos tiempos. Una de estas limitaciones fue el revestimiento de fósforo de los tubos
de imagen. Cuando el haz de electrones incide sobre el fósforo éste produce brillo, tan pronto
como el haz electrónico abandonaba el fósforo, para excitar el siguiente punto, este brillo em-
pezaba a debilitarse. Si el tubo de imagen fuese barrido desde la línea 1 a la 625 (525 en la
NTSC) sucesivamente, cuando el haz electrónico estuviera barriendo las últimas líneas, la par-
te superior de la imagen tendría el brillo totalmente debilitado, oscureciendo esa zona de la
imagen. Para evitar esta problemática el haz de electrones explora un campo de 312,5 líneas y
vuelve a la parte superior de la imagen en el momento en que las líneas superiores comenza-
ban a perder su brillo, el haz electrónico al barrer el siguiente campo hace brillar las zonas en-
tre dos líneas que estaban perdiendo su brillo.
El resultado de esta operación son imágenes con los brillos equilibrados, evitando que
la imagen se vea con franjas oscuras y claras. Actualmente es posible diseñar sistemas con
barrido progresivo de la línea 1 a la 625. Empleando este tipo de barrido desaparecerían una
serie de problemas técnicos generados por la exploración entrelazada. Pero estos barridos son
incompatibles entre sí y los receptores de TV no están preparados para visualizar imágenes
con barrido progresivo. Esta es la razón del empleo actual del barrido entrelazado.
3.2. CCD
Una vez solucionados los problemas tecnológicos de alta densidad de integración y los
de fabricación, los CCD presentan una serie de ventajas con respecto a los tubos de cámara.
Como se mencionó anteriormente no son más grandes que una uña, pero además no tienen
haz electrónico (por tanto no necesitan bobinas de deflexión para dirigirlo), ni los circuitos de
control que conllevan. El sistema de exploración de las cámaras CCD es más pequeño y me-
nos pesado que el de las tradiciones cámaras de tubos, pudiéndose encontrar cámaras profe-
sionales no más grandes que una caja de zapatos y con un peso de tres kilogramos.
Los circuitos integrados, CCD, son mucho más baratos que los tubos de cámara. Las
cámaras profesionales, utilizando los nuevos sensores, son más pequeñas, ligeras y más bara-
tas. Por otra parte los CCD son más duraderos que los tubos de cámara, mientras la vida me-
dia de un tubo de cámara se puede cifrar en unas 5000 horas, un sensor de estado sólido pue-
de durar el doble de tiempo. La tecnología de cámaras CCD reduce tanto los gastos de fabrica-
ción como los de mantenimiento. Además, los sensores de estado sólido, minimizan por su
propia tecnología los problemas tradicionales de los tubos de cámara, zonas quemadas y
arrastres.
En la actualidad existen dos tecnologías que conviven en perfecta armonía, los CCD y
CMOS.
Como hemos indicado anteriormente los sensores pueden estar basados en dos tipos
de tecnologías, CCD (Charged Couple Device) o CMOS (Complementary Metal Oxide Semi-
conductor). Tanto los sensores de imagen CCD como CMOS capturan la luz sobre una peque-
ña rejilla de píxeles en sus superficies. Es cómo estos procesan la imagen y cómo se fabrican
donde difieren entre sí. Los sensores CCD tienen mayor sensibilidad a la luz, más calidad y
también precio más alto, en tanto que los de tipo CMOS son menos sensibles y de menor cali-
dad, pero al ser fáciles de fabricar son más baratos. Tradicionalmente se utilizaron los CCD
para las cámaras profesionales y semiprofesionales y los CMOS para las cámaras de aficiona-
dos y las Web-cam. Pero ya la marca Canon ha incorporado en sus cámaras profesionales los
sensores CMOS y su rendimiento es alto. Seguramente algunos fabricantes incorporarán a sus
próximos modelos la tecnología CMOS, en tanto que otros continúan mejorando las prestacio-
nes del CCD.
Estas tres fases son gobernadas por un reloj de sincronismo que garantiza un total con-
trol en cada uno de los procesos.
Se sitúan unidos de forma solidaria al bloque dicroico para obtener los tres colores pri-
marios. En algunas cámaras de Estudio pueden encontrarse 4 CCDs porque se duplica el ca-
nal de verde para obtener una mejor respuesta en resolución y eliminar los problemas de alia-
sing (moiré).
Cuando se enfoca a un punto brillante, puede aparecer una mancha vertical (efecto
smear).
Tiene algunas restricciones en cuanto a colorimetría, particularmente a los rojos.
Los HAD (Hole Accumulator Diode = Diodo Acumulador de Huecos) consisten en CCD
mejorados: son más pequeños, lo que permite mayor número de elementos por superficie y
son más sensibles a las luces bajas.
Los CCD se fabrican tan sólo en unas pocas factorías en todo el mundo, debido fun-
damentalmente a que son chips muy complejos y especializados en la captura de imágenes
digitales.
Cuando los fotones que forma la luz llegan hasta el CCD, excitan los fotodetectores
que se encuentran dentro de cada píxel. En función de la intensidad de esta luz se genera una
carga eléctrica determinada, mayor si llegan muchos fotones y menor si llegan pocos. En esta
fase la información del tono que debe mostrarse en cada píxel está aún en estado analógico.
Los datos del voltaje generados en cada píxel según la cantidad e luz recibida tienen
que ser convertidos a datos digitales binarios, para que puedan ser entendidos por un ordena-
dor. En un CCD este proceso se debe realizar fuera del sensor, en otro chip externo llamado
ADC (analog to digital converter), convertidor analógico digital. Éste es en realidad el que de-
termina el número de bits de color que podrá mostrar nuestra imagen final. Un sensor CCD
puede tener capacidad para generar imágenes de 12 bits por color (36 bits en total), pero si el
chip ADC tan sólo es de 24 bits, esos serán los que tenga la fotografía final. El resto de bits de
color sencillamente se pierden porque el ADC no es capaz de procesarlos.
Al principio estos chips ADC eran un producto muy caro, por lo que se empleaban los
de 8 bits por color (24 bits totales), ya que eran más asequibles. Pero, como en el resto de
componentes que forman parte de la fotografía digital, la rápida expansión de este mercado
está propiciando una continua bajada de precios considerable. Hoy en día, y cada vez más,
algunas cámaras de gama media o alta llevan ADC de 1 byt, lo que permite obtener imágenes
de 3 byt de color totales. En el caso de los escáneres ocurre lo mismo, y cada vez es más fácil
encontrar dispositivos de este tipo con más de 24 bits de color.
Una de las principales diferencias entre un sensor CCD y un CMOS es que este último
no necesita chips ADC. En los CMOS la conversión de datos analógicos a digitales se lleva a
cabo dentro del propio sensor. A pesar del gasto extra que suponen éste y otros componentes
necesarios en un CCD, éstos han sido desde su descubrimiento los sensores de captura digital
más utilizados. Sobre todo porque ofrecían una calidad de imagen mucho mayor: menor ruido,
mayor rango dinámico y una sensibilidad a la luz superior a la de los CMOS. Esto se debe pre-
cisamente a que constan de menos circuitos en el chip, lo que se traduce en una reducción de
las interferencias que causan otros componentes electrónicos, y obteniendo imágenes finales
mucho más limpias y con menos ruido.
A pesar de que el CCD tiene muchas desventajas con respecto al CMOS, incluyendo
un precio más elevado, el hecho de poseer una mayor calidad de imagen le ha impuesto hasta
hace bien poco en el mundo de la fotografía digital. Actualmente, casi todas las cámaras digita-
les, escáneres y respaldos digitales cuentan en su interior con un CCD, una de las partes más
caras e importantes de estos dispositivos.
El coste: Los CCD se utilizan tan sólo como sensores de imagen. Los CMOS, en
cambio, tienen muchos otros usos; de hecho, vuestro ordenador llevará seguramente
varios chips del tipo CMOS, igual que otros muchos productos digitales que podemos
encontrar en cualquier tienda de informática. El que los chips CMOS se fabriquen para
otros usos en muy grandes cantidades, hace que tanto los procesos como el material
necesario para construir un sensor fotosensible CMOS sean más baratos que en el ca-
so del CCD. Debido a este menor coste a la hora de producir el sensor, el precio de un
CMOS suele ser sensiblemente inferior al de un CCD equivalente.
Una de las mayores diferencias entre ambos sensores es el hecho de que los CMOS
pueden integrar en el propio chip gran parte de los procesos que en un CCD se tienen
que realizar fuera de éste. Así, la conversión de datos analógicos a digitales, compre-
sión de imágenes, reducción de ruido, etc. tienen lugar directamente en el CMOS. Esta
es posiblemente la principal ventaja sobre un CCD, ahorrando el espacio y el coste de
chips y circuitos extra que necesita este último tipo de sensores. Esto permite a los fa-
bricantes que emplean este sensor CMOS construir cámaras más pequeñas y asequi-
bles.
Además, los CMOS requieren menor energía para funcionar, permitiendo una mayor
duración de las baterías y una mayor eficiencia del sensor. Esta característica también
conlleva un menor calor en el chip y, por tanto, un menor ruido causado por la tempera-
tura.
A pesar de estas ventajas, los sensores CMOS no han conseguido hasta hace pocos
años ofrecer una calidad de imagen muy aceptable, por lo que se han visto ampliamente supe-
rados por los CCD. Precisamente una de sus mayores cualidades, la de integrar en el chip los
circuitos que permiten gran parte del procesado de la imagen, ha supuesto un problema para
su uso en las cámaras digitales. Esta circuitería genera interferencias electrónicas muy inten-
sas, que aparecían en las fotografías finales como un ruido tan visible que desaconsejaba su
uso. Tan sólo algunos escáneres planos de baja gama utilizaban hasta ahora este tipo de sen-
sores de captura, sacrificando la calidad a cambio de un precio muy económico. Los intentos
de instalar CMOS en el corazón de cámaras digitales han dado tan pobres resultados que el
mercado está claramente dominado por los CCD, exceptuando algunas webcam y cámaras de
seguridad económicas. Esto es especialmente visible en el segmento profesional de la fotogra-
fía digital, donde prácticamente todos los escáneres, respaldos y cámaras confiaban hasta ha-
ce poco en la tecnología CCD.
Esto ha sido así hasta que el año 2000, Canon introdujo la primera cámara profesional
digital SLR (réflex de un solo objetivo) que llevaba un CMOS en vez de un CCD como sensor
de captura. Ésta cámara, la EOS-D30, demostró que la tecnología CMOS puede ofrecer hoy en
día resultados similares a los de un CCD, con las ventajas que caracterizan este tipo de chips.
Canon ha apostado por emplear también un sensor CMOS en la EOS D60 y 1-Ds.
El consumo de energía. Uno de los problemas más grandes que tiene cualquier dis-
positivo portátil es el del consumo eléctrico. Las cámaras digitales no están exentas de
este problema, en parte por el monitor LCD y en parte por el consumo del sensor. Los
CMOS están altamente optimizados, de modo que consumen entre 30 y 50 mW, en
tanto que un CCD consume entre 2 y 5 W. Este mayor consumo lleva a su vez al uso
de baterías más costosas y pesadas, generando problemas de autonomía.
4. CONTROLES Y FUNCIONES
Dado que los circuitos de recorte de los picos del blanco, simplemente se
limitan al nivel de vídeo de las zonas brillantes a un nivel concreto, no se
reproducen los detalles de las imágenes en las áreas brillantes. Para solu-
cionar este problema se utiliza la corrección de ángulo. Esto funciona com-
D) Retención de la imagen
F) Elementos de imagen
G) Pozo P
se observa en el monitor como una franja vertical por encima y por debajo
del objeto de la fuente de luz, esto se debe a que los electrones filtrados
son desplazados hacia abajo desde el registro vertical al registro horizontal,
y produce borrosidad. La cantidad de borrosidad es generalmente propor-
cional a la intensidad de la luz desde el objeto o fuente de luz y al área que
ésta ocupa en el CCD. Los pozos P reducen de forma efectiva la cantidad
de electrones que entran en el registro vertical desde el substrato. El primer
pozo P forma la toma de sobrecarga vertical con el substrato y el segundo
pozo P bloquea los electrones que entran en el registro vertical desde el
substrato.
H) Desplazamiento espacial
Esta función, que ha permitido el uso del CCD, es similar al obturador me-
cánico y se utiliza de una forma similar. Cuando está activado, permite que
la cámara capte objetos en movimiento a altas velocidades sin que se des-
enfoque la imagen, teniendo en cuenta, que cuanto mayor sea la velocidad
del obturador, menos luz se dirigirá hacia el CCD y más abierto estará el
iris.
Uno de los primeros sistemas utilizados para la transferencia de cargas en los disposi-
tivos CCD, fueron los denominados transferencia de cuadro. En ellos, la mitad superior del dis-
positivo está destinada a captar la imagen y la mitad inferior es la destinada a la lectura y alma-
cenaje de la señal, por tanto no dispone de fotosensores asociados.
Cada célula sensora debe duplicar sus funciones ya que además de captar la imagen
propia debe transferir la señal de la célula que le precede, a la inmediatamente conti-
gua, de tal modo que de quedar durante ese instante expuesta a la luz externa, esa in-
formación quedará sumada a la señal en proceso de transferencia (smear). La única
solución para evitar esto es colocando un obturador que impida el paso de la luz duran-
te el periodo de transferencia.
Para evitar el Smear surgieron nuevos CCD de transferencia de cuadro con obturador
mecánico, con estos obturadores se consigue bloquear la llegada de la luz, durante el breve
periodo de tiempo que se emplea para la transferencia vertical. Pero, el desarrollo de obturado-
res mecánicos de alta velocidad con sus sistemas de servocontrol, es un handicap para la cá-
mara de CCD, ya que produce ruido, y aumenta el consumo y el peso.
Con esta estructura los fotosensores y los elementos de almacenaje están intercalados.
Los registros de desplazamiento están cubiertos por una fina capa de aluminio opaco. Durante
el tiempo de borrado vertical todas las cargas generadas en el fotosensor, son desplazadas
lateralmente con un sólo tiempo de reloj, quedando inmediatamente almacenadas en su ele-
mento correspondiente, desplazando verticalmente en cada intervalo de borrado de línea du-
rante el campo siguiente, sin interferir para nada a los fotosensores que ya están libres para
captar la imagen correspondiente al campo inmediatamente posterior.
Comparado con otras estructuras, parte del área óptica de imagen es utilizada para el
almacenaje de cargas, con lo cual es fácil deducir que la sensibilidad es menor que si se utiliza-
ra toda la superficie para la captación de imagen. Sin embargo, el dispositivo tiene una serie de
ventajas, que le hacen mucho más recomendable para la obtención de imágenes en cámaras
de tipo industrial o broadcast:
Todo ello debido a que los pasos necesarios para la extracción de señal están drásti-
camente reducidos, ya que con sólo un impulso de reloj se realiza la transferencia de lectura
durante el borrado vertical.
Este sensor toma lo mejor de las dos tecnologías, obteniendo las ventajas del meca-
nismo interlínea, y a la vez solucionando el efecto de smear vertical. Esto se logra mediante la
transferencia de cuadro a alta velocidad, a la que sigue de forma inmediata la descarga de los
paquetes desde los elementos de almacenamiento adyacentes.
Con esta doble acción de transferencia se evita el problema fundamental del sensor
CCD de transferencia de cuadro, en el sentido de que las cargas son ocultadas a la luz inciden-
te (en los sensores de almacenamiento adyacentes sellados a la luz) mientras se desplazan
verticalmente hacia la parrilla inferior de almacenamiento. Por tanto, no se necesita obturador
mecánico.
El sensor CCD de tipo HAD ofrece cinco ventajas sobre los sensores convencionales:
2) Rango dinámico mejorado. El rango dinámico del CCD viene determinado por la por-
ción de señal útil, entre el pedestal total de ruido y la capacidad del pozo sensor para
acumular cargas. El sensor HAD tiene un rango dinámico de más de 80 dB.
5) Obturador electrónico para cada píxel. En el sensor HAD, cada píxel dispone de su
propio obturador electrónico. Cuando se actúa sobre el obturador, el substrato reduce
la barrera de potencial del pozo, descartando las cargas colectadas. Los pulsos aplica-
dos al substrato, vacían periódicamente el pozo acumulador de cargas del sensor HAD.
Esto equivale a cerrar el obturador durante un cierto tiempo.
El sensor HyperHAD combina todas las ventajas del chip HAD, con una sensibilidad
enorme. Otra ventaja del HyperHAD es que el smear es inapreciable.
En los CCD corrientes, parte de la luz que llega al sensor se pierde, ya que estas célu-
las fotosensoras ocupan solamente el 32% de la superficie total del dispositivo CCD, con lo
cual el 68% de la luz que incide sobre el mismo queda desaprovechada y produce reflexiones
que inciden en el nivel de smear. Las células fotosensoras ocupan muy poco espacio por la
propia estructura del dispositivo, ya que existen áreas de almacenamiento, de transferencia, de
electrodos, etc.
El SuperCCD es el primer CCD que está basado en la visión humana, para poder con-
seguir mayor resolución. Se parte del conocimiento de que la retina humana está compuesta
de 120 millones de células ópticas que trabajan en la oscuridad y alrededor de 6 millones en la
luz. Aunque se distribuyen en un mosaico a través de la superficie de la retina, la sensibilidad
de alta frecuencia de información es mucho mayor sobre los ejes horizontales y verticales que
sobre los 45º diagonales. Se caracteriza por una forma octogonal con disposición en forma de
panel de abejas de sus pixeles, donde se aprovecha el espacio de una forma óptima y además
se aumenta el número efectivo de píxeles en uso.
6. ACCESORIOS DE CAPTACIÓN
Existen dos tipos de sensores: por fotodiodos y por sensores MOS, a nivel de sensibili-
dad o dinámica en la captación de imágenes el comportamiento es similar, pero en el caso del
tipo MOS, las pérdidas de potencial eléctrico durante la transferencia es menor, por lo que en la
captación de imágenes se ha generalizado su uso.
Cuando la luz incide sobre la capa sensora se produce una carga eléctrica proporcional
a la intensidad de luz aplicada.
Cuando se aplica una tensión positiva en el electrodo, se genera una zona de baja
energía justo debajo del punto de unión entre la capa de dióxido y la de silicio, esta zona suele
denominarse “hueco de baja energía” (low energy well). De este modo dicha capa va a absor-
ber todos los electrones resultantes de la fotoconversión de la capa superior.
6.3. LECTURA
En los dispositivos CCD para captación de imagen, existen dos métodos de mayor utili-
zación para la transferencia de cargas del fotosensor a los registros de desplazamiento, cada
uno de los cuales requiere métodos distintos para el proceso.
Sistema de transferencia de dos niveles. Este sistema requiere un doble reloj con el
mismo patrón de frecuencia pero en fases distintas, y es utilizado en los CCD de trans-
ferencia de cuadro, ya que los fotosensores son utilizados para la transferencia de car-
ga.
Las ventajas de utilizar un sistema de fase cuádruple en lugar del típico de fase doble,
radica en el hecho de que las células implicadas en la transferencia son siempre cuatro, que-
dando las cargas durante los instantes de espera almacenados en dos células contiguas, con
lo que se aumenta el margen dinámico y permite una sustancial disminución en el tamaño total
del dispositivo.
En la cámara ENG es más pequeño y requiere la aplicación directa del ojo para visuali-
zar la imagen.
Interruptor Zebra: nos ayuda visualmente a determinar el valor correcto del dia-
fragma.
Shutter: muestra en pantalla el valor de obturación seleccionado.
Clear Scan: indica el valor de la frecuencia de muestreo elegida.
Filter: indica el filtro que está colocado.
W/B: nos confirma en el momento de realizar el balance si es correcto o indica
los posibles problemas que lo impiden por medio de mensajes en pantalla.
Gain Up: avisa cuál es la seleccionada.
Temperatura Color: indica de forma aproximada el valor en grados K de la tem-
peratura color existente.
4. Unidad de Control de Cámaras (CCU, Control Camara Unit): la mayoría de los pa-
rámetros y funciones que se especifican en el apartado 3, pueden ser modificados
igualmente desde la CCU siempre que la cámara se encuentre conectada a ella. Dicha
conexión se efectúa por medio de cable; el uso de un cable u otro determina la configu-
ración de la CCU y, por lo tanto, las posibilidades de remotear determinadas funciones
de la cámara.
Sony CCU
Los CCD permiten realizar líneas de retardo capaces de retardar una infor-
mación analógica. La señal analógica se introduce en el CCD en forma de paquetes de cargas
mediante una conversión tensión/cargas. Dichas cargas avanzan media etapa a cada conmu-
tación de la fase de transferencia. La etapa de salida realiza la conversión cargas/tensión y un
circuito integrado de muestreo y retención permite obtener una señal de salida continua de ex-
celente calidad (Para un registro n de células y siendo T el periodo de la fase de transferencia,
retardo es n x T).
Los CCD constituyen por otra parte, los sensores ópticos para toma de
imagen, cuya principal característica es la de ser dispositivos de estado sólido. Aparte de la
utilización de los CCD en sistemas de captación de imágenes con niveles normales de ilumina-
ción, estos dispositivos pueden ser de gran utilidad en aplicaciones en las que los niveles de
iluminación ambientales son más bajos de lo normal, como por ejemplo en sistemas de vigilan-
cia tanto civiles como militares, en visión nocturna, en aplicaciones subacuáticas y espaciales,
en observación astronómica, etc.
usos industriales, así como los usos sanitarios (las minicámaras introducidas en el cuerpo hu-
mano para le detección de cuerpos extraños).
Industriales: Tienen infinidad de usos, pero quizá el que más nos interesa
por nuestro tema es que los sensores CCD se han comenzado a utilizar pa-
ra controlar y regular sistemas de iluminación espectacular, e incluso de
alumbrado público.
EDITA Y DISTRIBUYE:
Atendiendo a los avances tecnológicos que han tenido lugar en los últimos años se
han realizado actualizaciones de parte del temario de la especialidad de Procesos y
Medios de Comunicación perteneciente al Cuerpo de Profesores de Enseñanza
Secundaria, que tratan de dar respuesta a las necesidades de los opositores. En estas
actualizaciones se ofrecen directrices sobre las innovaciones tecnológicas aplicables
al sector audiovisual que serán de utilidad para conferir al desarrollo del temario un
carácter más actual.
Se han actualizado los siguientes temas: 3, 4, 5, 7, 16, 17, 18, 21, 24, 26, 27, 29, 34,
37, 40, 41, 44, 45, 47, 53, 56, 59, 60 y 61.
Captadores digitales de imagen. Características, partes y elemen-
TEMA tos tecnológicos. CCDs y CTRs. Controles y funciones. Sistemas,
3. CCDs y CTRs.
2 Profesores de Enseñanza Secundaria PROCESOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
3. CCDs y CTRs.
Los sensores están en el plano focal de las cámaras digitales. Está compuesto por una
matriz de millones de cavidades captadoras de luz llamadas ‘fotodiodos’. Durante la exposición, los
fotodiodos quedan al descubierto para recoger y almacenar la información de brillo y color de cada
pixel. Actualmente se mantienen dos tipos de tecnologías utilizadas para la fabricación de sensores
de cámaras.
- CCD (Charge Coupled Device)
- CMOS (Complementary Metal Oxide Semiconductor).
CCD y CMOS.
Tanto los sensores CCD como los CMOS están fabricados con materiales semiconducto-
res, concretamente de Metal-Óxido (MOS) y están estructurados en forma de una matriz, con filas y
columnas. Acumulan una carga eléctrica en cada celda de la matriz (o pixel) en proporción a la inten-
sidad de la luz que incide sobre ella localmente.
El CCD convierte las cargas en voltajes y entrega una señal analógica a su salida, que
debe ser digitalizada y procesada por la circuitería de la cámara. Una forma de entender cómo fun-
cionan es imaginarse al sensor como un panel (matricial) en dos dimensiones con miles (o millones)
de celdas solares en miniatura, donde cada una de las celdas convierte la luz de una pequeña por-
ción de la imagen (un píxel) en electrones. Lo siguiente es realizar la lectura del valor correspondien-
te a cada una de las celdas. En un sensor CCD, la información de cada una de las celdas es enviada
a través del chip hacia una de las esquinas del panel, y ahí un convertidor analógico a digital traduce
el valor de cada una de las celdas. De esta manera, se mantiene simple la estructura del sensor, a
costa de la necesidad de una circuitería adicional importante que se encargue del tratamiento de los
datos recogidos por él.
En un sensor CCD (Charge Coupled Device) o Dispositivo de Cargas Acopladas, para re-
cuperar una imagen, se procede a la lectura de estas cargas, mediante desplazamientos sucesivos y
de forma secuencial. El CCD convierte finalmente estas cargas en Voltaje y entrega una señal analó-
gica a su salida, que debe ser digitalizada y procesada por la circuitería de la cámara.
Los paquetes de carga son conmutados a una serie de almacenes y lecturas secuencia-
les mientras se graba una segunda imagen. Los formadores de imágenes por áreas deben ser capa-
ces de transferir datos a velocidades compatibles con los sistemas convencionales de TV. Existen
dos formas principales en las que es posible organizar información en una pastilla CCD, a saber, la
transferencia de cuadros y la transferencia de interlíneas.
El principio básico de operación es que toda el área sensible es expuesta a la luz y luego
la carga desarrollada es transferida al área de almacenamiento para su lectura. Esto es innecesario
para las altas velocidades de lectura requeridas en los sistemas de TV y sólo entonces debido al
tiempo necesario para la lectura y no para la transferencia de datos. Los datos son leídos secuen-
cialmente, mientras se graba el siguiente cuadro.
La información obtenida por un CCD es una señal analógica. La señal es muy débil y re-
quiere de un dispositivo auxiliar que amplifique la señal. La conversión a digital se realiza mediante
otro chip denominado ADC (convertidor analógico digital), que es el que se encarga de muestrear y
codificar la señal en código binario
En esta imagen vemos como se transforma la imagen captada por un objetivo en señal
eléctrica y, posteriormente pasa al conversor de analógico a digital (ADC). En el ADC se realizan las
tres fases del proceso de digitalización: muestreo, cuantificación y codificación.
Al contrario que en los sensores de tecnología CCD, las celdas de la matriz CMOS son
totalmente independientes de sus vecinas. La principal diferencia radica en que en estos sensores la
digitalización se realiza píxel a píxel dentro del mismo sensor, por lo que la circuitería accesoria al
sensor es mucho más sencilla. En cada celda de una matriz CMOS encontraremos varios transisto-
res, conformando cada uno de los pixeles del sensor, que amplifican y procesan la información reco-
gida. Esta manera de efectuar la lectura de la imagen es más flexible, ya que cada pixel se lee de
manera individual.
Al contrario que el CCD, el sensor CMOS realiza la digitalización píxel a píxel, ello conlle-
va que el resultado que entrega a la circuitería de la cámara esté ya digitalizado.
En los CMOS cada pixel lleva integrado su propio amplificador (por eso se les denomina
APS), y el conversor digital se encuentra integrado en la propia estructura del sensor. Esto simplifica
extraordinariamente el manejo de imágenes con grandes cantidades de datos (ventaja decisiva de
uso para las cámaras de cine digital)
Los sensores CMOS son imprescindibles en aplicaciones de bajo consumo, poco tamaño
y calidad media como teléfonos móviles y cámaras web.
Se trata de las cámaras con prisma dicroico (separador de haz), que formando espejos
dicroicos deja pasar unas longitudes de onda y refleja otra.
Hasta hace poco tiempo, las cámaras de tres sensores eran la opción profesional clásica
para la captura de imágenes en movimiento con buena resolución y calidad cromática. Esto ha cam-
biado. Las cámaras de cine digital optan por un solo sensor de dimensiones mucho mayores a las
conocidas en video.
Utiliza un solo sensor que tiene en cada píxel su propio y minúsculo filtro de color. Este
filtro de color es conocido como filtro CFA o mosaico Bayer.
Se trata de una malla cuadriculada de filtros rojos, verdes y azules que se sitúa sobre el
sensor digital de imagen (CCD o CMOS) para hacer llegar así a cada píxel, el brillo de los tres colo-
res primarios. Interpolando las muestras de varios píxeles se obtiene un pixel de color. (Para obtener
un solo pixel de color se han de combinar las señales de pixeles adyacentes).
En los archivos RAW se guarda la información del patrón de Bayer de forma directa, sin
interpolaciones. Por ello, al proceso de ‘relevado RAW’ también se le conoce como ‘debayerización’
(debayering).
La forma en que se disponen los colores R, G y B es el doble de píxeles con filtro verde
que con filtro azul o rojo.
Aparte de los filtros de color del patrón Bayer, en un sensor hay otros elementos: un filtro
de paso bajo para el anti-aliasing, un filtro de infrarrojos (IR), unas micro lentes y dependiendo de las
cámaras unos filtros de densidad neutra (ND).
Cuando se habla de píxeles hay que tener en cuenta los siguientes conceptos:
Píxeles reales: cantidad de sensores individuales de luz que tiene la cámara
Píxeles efectivos: parte del conjunto total de píxeles del sensor que contribuyen a
la formación de la imagen. Otros píxeles se utilizan para otras funciones (ajuste de colores, elimina-
ción de ruidos, estabilización de imagen, etc.).
Píxeles totales: píxeles reales + píxeles interpolados (se agregan por medio de
software)
El tamaño del sensor determina el tipo de objetivo que se necesita. Las cámaras de cine
tradicionales utilizaban película de 35 mm y la denominación de los tamaños de los sensores digita-
les sigue utilizando esta referencia, indicando así que los objetivos que se utilizaban en cine y en fo-
tografía siguen siendo válidos para estas nuevas cámaras.
Los términos 35 mm, super 35 mm, full frame, etc. no son muy precisos puesto que el
número 35 hace referencia al ancho en milímetros de una película fotoquímica considerando también
la zona de las perforaciones y sin tener en cuenta la relación de aspecto. En la siguiente imagen se
puede apreciar la correlación de tamaño de la película fotoquímica y los sensores digitales de Super
35 mm.
Las cámaras con sensores más grandes, por las características de la óptica que utilizan,
dan menos profundidad de campo. Por este motivo, en televisión, se han utilizado habitualmente
sensores pequeños con los cuales es más sencillo ajustar el foco porque dan mucha profundidad de
campo. Es una característica muy conveniente y efectiva para grabaciones rápidas realizadas por un
solo operador. En cine, con película de 35 mm, el foco era más crítico dando lugar a bellas imágenes
que utilizan el enfoque selectivo. Las cámaras digitales de cine han heredado esa característica por-
que utilizan sensores grandes.
Comparación de los tamaños de los sensores habituales para las cámaras 4K.
La mayoría de las cámaras de cine digital utilizan el sensor de Super 35-3 perforaciones:
las Arri Amira y Alexa Classic, las de Red, las de Sony, las de Panasonic, etc.
El sensor de las Arri Alexa XTS está más cercano al super 35-4 perforaciones con una
proporción de 1,55:1 (modo llamado en las Alexa Open Gate 4:3). Esta relación de aspecto se utiliza
en muchas ocasiones con lentes anamórficas 2x para hacer los formatos panorámicos scope 2,39:1.
El formato Full Frame se utiliza más en fotografía que para cine o televisión. Hay cámaras
fotográficas DSLR, como la Canon 5D, que graban vídeo con un sensor Full Frame. La Sony A7 gra-
ba en 4K con sensor Full Frame y consigue unos resultados espectaculares en condiciones de baja
luz y en cuanto a rango dinámico.