Brecht
Brecht
Brecht
Tomado de
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Versión de Jesús López Pacheco sobre la traducción directa del alemán de Vicente Romano
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Tres fases pueden distinguirse en ella: la primera, realizada por Vicente Romano, fue la
traducción literal, con variantes; sobre ella trabajamos Romano y yo para buscar
interpretaciones y equivalencias castellanas a pasajes oscuros y expresiones especiales.
Vino entonces la segunda fase: la versión poética. Al meterme con ella, pronto comprendí
que, para verter al castellano la poesía de Brecht, lo más conveniente -al menos, así me lo
pareció- era adoptar un criterio ecléctico: en efecto, se trata de un poeta con una gran
variedad formal y cuya comunicación se realiza a muy diversos niveles estéticos. El poeta
Brecht, como el autor dramático de su canción (sin duda, él mismo) hizo respecto al teatro,
estudió las tradiciones poéticas de su propio país y las de otros pueblos y épocas. Formas
populares y cultas, alemanas y extranjeras, modernas y antiguas..., le sirven, según las
ocasiones, al crear poemas o canciones para ser leídos, recitados, canta-
dos, coreados... En unos, pues, era imprescindible intentar dar una forma métrica y hasta
rimada lo más cercana posible a la original; en otros, que originariamente no la tenían ya, lo
imprescindible era esforzarse por crear un lenguaje poético de eficacia equivalente; en otros,
aún, me pareció preferible sacrificar en la versión el metro y la rima a cambio de no
sacrificar, dentro de lo posible para mí, el más leve matiz de significado poético o
lingüístico... Por poner un ejemplo: el lector seguramente apreciará las diferencias de tono
poético que hay entre esa especie de romance europeo moderno que es «La cruzada de los
niños» o las canciones infantiles sobre «El sastre de Ulm» y «El ciruelo», de un lado, y de
otro, las «loas» (de la dialéctica, de la duda...) o «Recuerdo de María A.», o «Demolición del
barco "Óskawa"por su tripulación» o esa especie de «haikai» que es «El humo»... Desde el
punto de vista del contenido y de los motivos, Brecht no es menos variado y dialéctico: una
parábola de Buda le vale para desenmascarar una determinada mentalidad contemporánea;
al final de las palabras de un campesino egipcio a su buey, inesperadamente, surge la clave
que revela, tras las primitivas invocaciones idealistas, las verdaderas relaciones del hombre
y el animal, acaso aludiendo además a otras relaciones más modernas de hombre a hombre;
el relato del marinero del «Oskawa», prodigioso en su sarcasmo, está tan bien dosificado
que, en efecto, «hasta un niño podría comprender» lo que el «marinero» Brecht cuenta de la
sociedad en que navega... El campo de la poesía de Brecht lo constituyen la historia y el
mundo enteros; hablan en ella campesinos y obreros de todo el mundo y de todas las épocas,
y criadas, bandidos, soldados, perseguidos, exiliados, comerciantes, escritores... y Buda,
Empédocles, Lao-tse, etc. He procurado que la forma y el lenguaje de las versiones se
correspon
dan, como en el original, con esta variedad de puntos de vista y presupuestos poéticos.
Esta segunda fase ha tenido otra tercera complementaria, en la que la intervención de José
María Carandell ha sido fundamental. Llamado Vicente Romano como profesor de una
universidad norteamericana, fue una fortuna para mí lograr la colaboración del poeta José
María Carandell, quien, aparte de su conocimiento profundo de la cultura y del idioma
alemanes, es, precisamente, un atento estudioso de la obra brechtiana. Consistió esta tercera
fase en la revisión final de las versiones, verso a verso y texto en mano, y de tal revisión
surgieron modificaciones esenciales que, en algún caso, me obligaron a rehacer por completo
o en parte ciertas versiones. Más aún: la intervención de Carandell ha sido decisiva incluso
en la versión poética de algunos poemas como, por ejemplo, en las «Coplas de Mackie
Cuchillo».
Me parecía importante y justo aclarar todos estos puntos y explicar el método de trabajo
seguido. Pero quiero dejar bien claro que, si lo he hecho, no ha sido en absoluto por librarme
parcialmente de alguna responsabilidad, sino por dejar constancia objetiva de la génesis de
esta versión, así como por respeto a la obra de Brecht.
Mayo 1965
Contra la seducción
No os dejéis engañar
porque no os bastará
No os dejéis consolar.
viven también
Alabad la carroña,
alabad el árbol que se la come,
De vosotros no depende
principio
me han provisto de todos los sacramentos de muerte:
Recuerdo de María A.
Fue un día del azul septiembre cuando,
2. De 1926 a 1933
Las muletas
«¡Para Mike!»
pero no olvidado.
por su tripulación
A comienzos de 1922
me embarqué en el «Oskawa»,
cámara de oficiales,
Hamburgo.
preocupación
hundirnos
esforzamos
mucho por salvar la cubierta. Fácilmente,
ahorrado
fuerzas,
fanales
frigoríficas
Por lo tanto, tuvimos que emplear agua salada para las máquinas,
y de esta forma
También
Las dínamos
lo que constituía
diligente,
acabara el viaje
Holanda,
Hamburgo.
Esto me enseñaron
Sepárate de tus compañeros en la estación.
Al contrario,
o donde sea,
reconozcas.
Al contrario,
en cualquier silla,
Hazme caso:
(Esto me enseñaron.)
Ésta es tu casa.
Si eres delicado,
Éste es el cuarto.
Yo no te molestaré
Un luminoso domingo,
se ha esfumado de la tierra.
En el incendio, un anciano
amanece violada.
Un tiburón no es culpable
bombardeará la ciudad.
Y a mediodía desembarcarán
conmigo zarpará.
Y si tiene dinero,
y es bien educado,
y sentido común.
y sentido común.
a él no le dije «no».
ni sentido común.
Romance final
(1929)
«¿Quién la paga?»
escribíamos
enjugamos!
vuestra comida!
del honor»,
os placía.
En general, con los que fueron también celebrados
injustamente
caliente en el estómago.
leyendo?
(1931)
(Fragmento)
cómo se citan,
de súplica, de confusión,
de mentira, de ignorancia...
épocas.
lo que a mí me servía.
esperan ya la comida.
con tu compañero.
esperan ya la comida.
con tu compañero.
esperan ya la comida.
con tu compañero.
esperan ya la comida.
con tu compañero.
esperan ya la comida.
con tu compañero.
ha sido arrastrada.
esperan ya la comida.
con tu compañero.
no han comido.
Cuando llega el arroz a la ciudad y los niños preguntan que quién arrastró la
pesada barca, se les dice: ha sido arrastrada.
Canción del comerciante
Yo no sé lo que es el arroz.
y no darle salida.
Cuando el frío llegue, encarecerán los vestidos.
Yo no sé lo que es el algodón.
Yo no sé lo que es un hombre.
Refugio nocturno
noches
explotación.
explotación.
(1931)
objetos felices.
(1932)
Loa de la dialéctica
más.
empiezo.»
Lo firme no es firme.
(1932)
Loa de la duda
al enfermo ya desahuciado!
y dejan de creer
generación
experiencias
Instruido
Verdaderamente, le es difícil
en que no ha de vivir.
propia casa.
Son los irreflexivos los que nunca dudan.
caso,
son los hechos los que tienen que creer en ellos. Tienen
hundiéndose.
no alabéis, naturalmente,
dudar.
estúdialo, ¡ No te canses!
¡Estudia, sexagenario!
No te dejes convencer!
¡Compruébalo tú mismo!
No lo sabes
Repasa la cuenta,
(1933)
Los demás, para ellos, son tipos avariciosos y a sí mismos se consideran buena
gente.
Sin cesar los vemos enfurecerse z y combatirse entre sí. Tan sólo
Alemania
Yo hablo de la mía.
cubierta de lodo.
Entre los pueblos marcados por la infamia
tú sobresales.
yace muerto.
Todos lo saben.
riéndose en tu cara.
Todos lo saben.
En tu casa
la mentira se grita.
¿Acaso no es así?
Los explotados
inventado en tu casa.
de tus hijos.
(1933)
O todos o ninguno
Esclavo, ¿quién te liberará?
te verán, compañero,
(1933-1947)
También se cantará
almanaque, 1939)
El ciruelo
Hay en el patio un ciruelo
Nirvana.
explícanos
agua,
Verdaderamente, amigos,
desear gustosamente
Gautama, el Buda.
paciencia
capitalismo,
cosa
almanaque, 1939)
La sandalia de Empédocles
entrar en la Nada.
se olvidó de algunos
pareciera casual.
Subieron al Etna.
El esfuerzo de la ascensión
se detuvo: oyó
momento justo,
embargo,
sin dejar de moverse cuando no se las mira y ya lejanas al mirarlas de nuevo, acaso
confundidas con otras, así fue él alejándose suavemente de la costumbre.
humanas
que surgían.
cuero,
El fin de su vida
leyenda
sometido
creer
es
nosotros
honores divinos
misterio,
cantada,
Atlántida,
¿Él solo?
almanaque, 1939)
Lo duro pierde.»
Si tú lo sabes, dímelo.
¿Aceptas mi propuesta?»
a los contrabandistas.
Una mañana, al fin, ochenta y una
almanaque, 1939)
cuando lo necesiten?
perdido.)
Librarse de la violencia,
pensad en nosotros
con indulgencia.
(1938)
Canción alemana
(Ana, no llores.)
El tendero nos fiará.
(Ana, no llores.)
(Ana, no llores.)
A mí no me tendrán.
(Ana, no llores.)
Cuando vuelva
y a Hitler saludar,
no lo podía imaginar.
no regresaría jamás.
Alemania, tú me decías,
hijo, no se conocerá.
te fuiste y yo no me negué.
Y se comprende porque
ya han comido.
y a dónde van,
jamás subirán.
Los laureles
sale humo.
EL PINTOR DE BROCHA GORDA HABLA DE GRANDES
TIEMPOS VENIDEROS
tornean granadas.
LOS QUE ROBAN LA CARNE DE LA MESA
predican resignación.
Tiene
lo que sobrevive
a su paz.
LOS ALTAVOCES,
y ven
motores
y oyen
LOS DE ARRIBA
Hombre de la calle:
Los gobiernos
firman pactos de no agresión.
Hombre pequeño:
escribe tu testamento.
beberá en ella?
ES DE NOCHE
Las parejas
parirán huérfanos.
quieren la guerra.
Quien lo escribió
ya ha caído.
no es la primera. Hubo
otras guerras.
Al final de la última
si es verdad.
En los corazones
se salvarán de la destrucción.
DE LAS BIBLIOTECAS
salen los asesinos.
es la voz de su enemigo.
él mismo es enemigo.
necesita un conductor.
necesita un piloto.
puede pensar.
Irán a la guerra, no
lo habrán olvidado.
no estaréis de vuelta.
enemigos detrás;
no os debe gustar.
(1937-38)
bosques.
(1939)
1. Svendborg: localidad danesa, junto al Sund, donde Brecht encontró su primer
refugio al abandonar la Alemania nazi.
Si sois abatidos,
¿qué quedará?
Hambre y lucha,
nieve y viento.
aprenderéis.
No valdrá decir:
les informarán.
Mañana volverás.
erigida en la frontera
contra la justicia.
Día a día
al pueblo llano.
Así,
estoy, y explico
preparan la rebelión.
me han perseguido,
para todos los propietarios, mas los no propietarios leen la orden de detención
me dicen,
(1939)
emigrantes.
renunciando,
con razón.
En mí combaten
me impulsa a escribir.
Primavera de 1938
sabe
terrenal,
brazo,
inútil»,
carcajada
serán interrogados
Literaturas enteras,
terrenales.
antes reservado
llamamientos,
a sus hermanos.
1940
matemáticas?
ya te darás cuenta.
que ya te entenderán.
historia?
cabeza en la tierra
y acaso te salves.
¡Sí, aprende matemáticas, le digo,
1941
curiosidad
Hollywood'
Para ganarme el pan, cada mañana
Lleno de esperanza,
(1942)
Compasivamente miro
Ni noticias ni cartas.
partieron en cruzada.
querían escapar
de un arroyo invernal.
la guerra terminaron.
un juicio celebraron.
enterraron su cuerpo.
No faltaban la fe ni la esperanza,
Decidieron marchar,
A un soldado encontraron
herido en un pinar.
Debía de tener
Le enterraron también.
Y los indicadores que encontraban
confiados en él.
a otra bombardeada.
caravanas inmensas
no parecen iguales.
en Polonia encontraron
Decía: «Socorrednos.
Perdimos el camino.
Si no podéis venir,
dejadle continuar.
No le matéis. Sólo el
El ladrón de cerezas
gallo,
petróleo.
Generaciones marcadas
bombarderos
no se la llevaban
las cloacas.
habían marcado,
Al refugio danés
Elregreso
El regreso
he vuelto a casa.
le preceden incendios.
(1943)
Mundial, 1942)
Doctrina y opinión de Galileo
en el cielo,
los mendigos.
(De Vida de Galileo, 1938)
Canción de un soldado
Una voz
En marzo la plantaron,
Canto de la fraternización
El enemigo llegó.
y su mano me tendió.
y allí fraternizó.
me ha tocado el cocinero.
y allí fraternizará.
y no le quiera entregar.
la ciudad abandonó.
Del maestro que amaba la guerra
A Huber, el maestro,
y lo metió en la tina
Regar el jardín
y avaros. Y no me olvides
Antes
Apenas.
Pero yo, amigo mío, salí adelante.
(1945)
el lugar verdadero.
inmensa.
4. Último periodo
(1947-1956)
El chopo de la Karlplatz
se detiene a contemplar.
El chopo de la Karlplatz,
El humo
La casita entre árboles junto al lago,
Si faltase
qué desolación
Remar, conversaciones
hablan. Hablando
La lista de lo necesario
su breve lista.
El jardín
Lo mismo
oír quisiera
de mis versos.
El cambio de rueda
con impaciencia?
Satisfacciones
La primera mirada por la ventana al despertarse
rostros entusiasmados
el periódico
el perro
la dialéctica
ducharse, nadar
música antigua
zapatos cómodos
comprender
música nueva
escribir, plantar
viajar
cantar
ser amable
INDICE
Alemania ..................................................................... 74
El ciruelo ...................................................................... 83
Leyenda sobre el origen del libro «Tao-Te-King» dictado por Lao-tse en el camino
de la emigración 93