La Culpa Que Mata
La Culpa Que Mata
La Culpa Que Mata
• ¿Cuándo fue la última vez que sentiste una culpa del demonio y por qué?
• ¿Qué función tiene la culpa?
• ¿Deberíamos sentir culpa?
• ¿Qué hay detrás de la culpa?
Qué es la culpa
• Enojo • Impotencia
• Vergüenza • Tristeza
• Frustración • Del demonio.
• Autocastigo
• Te hace sentir una mala persona
• Es una película de tu infancia, activa a la niña herida
• Descalifica todo lo bueno
• Te confunde y te debilita y paraliza
• Sentimiento de Vergüenza, falta de confianza y enojo.
• Decisiones sobredimensionadas
Personalidad Culposa
• Se sobre-responsabiliza
• Tienes muchos “debos” y “tengos”
• Moralistas buscan hacer lo correcto y ser buenos
• Sienten que deben de ganarse todo lo que tienen
• Por momentos se siente “superhombre” y otros un “gusano”.
• Tuviste Padres o circunstancias en la infancia que te hicieron crecer sin derecho a ser niño y que te hicieron
sentir culpable de la locura de tus padres.
Culpa Sana-Responsabilidad
• Te lleva a una responsabilidad
• Actuar en consciencia
• Puedo equivocarme y aprender. He cometido un error
• Flexibilidad
• Está en el aquí y el ahora
• Reconoce los logros
• Te hace actuar con responsabilidad
• Sentimiento de empatía, confianza y esperanza
El que alguien querido te culpe de manera recurrente, especialmente si consideramos que es una injusticia el
que lo haga, daña profundamente una relación.
Si esto es un hábito y casi nunca asumimos la responsabilidad de algunas cosas que suceden, es muy probable
que esto sea un mecanismo de defensa que seguramente empezó en la infancia para evitar algún castigo.
Es verdad que todas las cosas suceden por alguna razón, pero culpar involucra un juicio de que lo ocurrido es
negativo y que alguien tuvo la intención (u omisión deliberada) de que eso ocurriera.
En su forma más disfuncional, culpar a otros es una forma de desplazar lo que verdaderamente se está
sintiendo (culpa, vergüenza, tristeza, frustración), por enojo o aparente indiferencia.
Cambias los sentimientos que estás experimentando (interior) por sentimientos contra el supuesto
responsable (exterior).
Te impide el crecimiento, la maduración personal y afecta tus relaciones con otros.
Me molesta cuando siento que no te apuras vs lo que pasa es que a ti te vale todo
La persona que recibe las acusaciones repetidas empieza a creer que hay algo que no puede ver de sí mismo,
que escapa de su control y empieza a sentirse indefenso y sin posibilidad de cambio.
Recibir culpas continuas por parte de una persona emocionalmente significativa genera auto culpa.
Aunque inicialmente empieza a resistir y protestar (defenderse) por las culpas injustas, eventualmente el vínculo
emocional hace que el culpado empiece a sentirse responsable por la infelicidad y sufrimiento del otro.
Ocurre un juego mental cíclico y macabro que va más o menos así: “Esta persona me ama, pero me culpa
de todo, eso me parece injusto; pero me ama, entonces algo de razón debe tener, soy mala persona en
realidad”.
Esto hace que el culpado empiece a aceptar más abusos y malos tratos como una forma de castigo.
La crianza basada en el modelo “si haces esto te va a pasar aquello”, “ya ves, te lo dije”, “pobre de ti
si…” (“ya me resbalé porque dejaste tus juguetes en el suelo”; “cómo es posible que hayas tirado el
agua”; “por estar gritando como loca ya no escuché la noticia del chapo”) o cualquier otra forma de
culpa, sumado al pensamiento mágico de los niños, hace que se adjudiquen culpas imposibles (“como
me porté mal ahora mis papás se divorciaron por mi culpa”).
Culpas a los niños por la acción y por nuestra reacción (“ya me hiciste enojar”).
Esto hace que el adulto que padeció esto confirme una vez más su culpabilidad.
Reduce la intimidad
Es muy complicado relacionarte abiertamente y con confianza con alguien que tiene el dedo acusador a la mano
siempre y que te hace sentir una persona mala o fallida. Se asume una relación de sumisión y no de igualdad.
Identifica si puede haber algo de verdad en aquello de lo que se te acusa. Si es así, reconócelo por pequeño
que sea y pide una disculpa o da una explicación si procede. Si no….
Ceder en tu necesidad de defenderte no te hace asumir la responsabilidad que no tienes, pero seguirte
defendiendo con explicaciones largas e innecesarias sólo te hará más sospechoso.
Hazle ver al otro tu perspectiva del hecho (si crees que le importa) y/o simplemente dile tu desacuerdo con lo
que afirma y dile algo como “pero al final eso es lo que tu decides creer y ese sí es tu problema”.
El amor o cariño que le puedes tener a la persona que suele culparte puede ser grande y tal vez no sea posible
poner un alto a esa relación, pero también es cierto que vivir con alguien así es muy desgastante.
Hazle ver tu sentir y plantéale que te estás cuestionando el por qué seguirás en una relación con una persona
que insiste en vomitar las emociones que no le es posible manejar sobre de ti.
El rencor que te envenena
¿Qué es el rencor?
• Es la manifestación de un resentimiento intenso y duradero que, debido a su profundidad
o falta de trabajo psicológico, no se reduce con el tiempo.
• Se apodera de nosotros y nos puede llevar a perder el control de nuestras emociones y
acciones.
¿Por qué?
• Casi siempre se genera cuando una persona se ha sentido ofendida, humillada, dañada
o ridiculizada.
• La rabia es una de las principales características que se siente cuando no expresamos
un daño y se queda estancado emocionalmente, pudiendo afectar a nuestras acciones o
actitudes posteriores.
• Si no se expresa la rabia, el rencor sigue ahí, generando sentimientos de odio, por
mucho que intentemos ignorarlos y con el tiempo surgen emociones como ira y odio hacia
la otra persona por lo que nos ha hecho (o creemos que nos ha hecho).
• Tener sentimientos de rencor es algo natural en el ser humano, todos lo hemos sentido
alguna vez, el problema surge cuando este se queda enquistado en nuestras emociones y
pensamientos, evitando así que ampliemos nuestra perspectiva y causándonos aún más
daño que el que nos produjo la propia acción que hizo que generásemos rencor.
• Ser rencoroso puede acabar por arruinarnos la vida, haciéndonos más daño a nosotros
mismos que el que somos capaces de ocasionar al otro. Entre otros perjuicios que vamos
a padecer está la prevalencia de los sentimientos negativos en nuestro interior.
• Por otro lado, el rencor dispara la presión arterial y el ritmo cardíaco produciendo estrés
y ansiedad que pueden generar mareos, tensión muscular, sensación de ahogo etc.
• El resentimiento es una barrera para el crecimiento, la posibilidad de cambio y para la
propia felicidad.
• La mayoría de las personas no pueden disfrutar de día de hoy porque están
enganchadas a algo que sucedió en el pasado.
• Como en su momento no hicieron algo, no pueden vivir hoy en plenitud.
• Como hoy ya yo tienen algo que en el pasado tuvieron, no pueden disfrutar el presente.
• Como alguien les hirió en el pasado, ahora no pueden aceptar el amor.
• La vida es un drama
Cuando guardamos el rencor en el corazón la vida no es un lugar agradable, este drama
les convierte en “víctimas” constantes dentro de su propio universo, creando profundas
inseguridades que los incapacitan para superar el pasado.
• Las personas rencorosas tragan y tragan todo ese odio e ira que sienten ante una
circunstancia sufrida en el pasado. Le desean mal a la otra persona, pero raramente actúan.
Se dedican a criticar, juzgar, ver mal y escupir veneno.