ALEJANDRO

LLANO

LA EMPRESA
ANTE LA NUEVA COMPLEJIDAD

C U A D E R N O S
EMPRESA Y HUMANISMO
I N S T I T U T O

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En una de sus famosas Tesis sobre es justamente ese tipo de complejidad que nos 2
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Feuerbach, escribió Carlos Marx: los filósofos circunda.

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han pretendido comprender el mundo: ahora Hace ya varias décadas, Ortega y Gasset
se trata de cambiarlo. Esto fue en 1845. Ciento advirtió que «lo que nos pasa es que no
cuarenta y cuatro años después, se ha podido sabemos lo que nos pasa». Para comenzar a
escribir que ya empezamos a estar hartos de saber lo que nos pasa, es imprescindible
cambiar el mundo, y que ahora se trata de advertir que la actual complejidad no es la de
saber «de qué va la cosa» (Jacinto Choza). siempre. No se trata sólo del cúmulo de com-
En este contexto, viene también a cuento plicaciones que acompaña desde siempre a la
recordar el conocido dicho de la revista Time: vida humana. Si ahora -o en cualquier otro
«Nunca hemos corrido tan deprisa hacia momento de la historia decimos que «la vida
ninguna parte». O el discurso atribuido a un es complicada», no habremos formulado más
Presidente del Brasil, que al tomar posesión de que una tautología.
su cargo afirmó enfáticamente«Brasil se Lo propio de la nueva complejidad es que
encuentra al borde del abismo». Pero unos nos deja perplejos. Estamos -como ha dicho
meses más tarde, pudo ya tranquilizar a la Habermas- ante una «nueva inabarcabilidad».
opinión pública con este aserto: «Hemos dado Nuestros recursos intelectuales y operativos
ya un gran paso hacia delante»: para concluir son insuficientes para hacernos cargo de la
con esta promesa «Continuaremos en el mismo complejidad, para reducirla y para gestionarla.
camino». Y ésta es una cuestión que afecta de lleno a las
empresas, cuya misión es sin duda gestionar la
Anécdotas aparte, lo cierto es la com- complejidad. Una empresa «triunfa», tiene
prensión de nuestra actual situación histórica éxito, cuando ha logrado hacerse cargo -en
se ha tornado extraordinariamente ardua. En una medida satisfactoria- del sector de com-
cuanto nos ponemos a estudiar cualquier plejidad que le afecta, y ha acertado a arbitrar
asunto serio, siempre surge algún interlocutor los medios para hacer operativa tal com-
que advierte: «Sí, sí, eso está bien, pero la cosa prensión. Y, en cambio, siempre que una
es mucho más compleja». Y lo grave del caso empresa fracasa se debe a que ha simplificado
es que aquello que no acabamos de entender precipitadamente la complejidad y, en conse-

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cuencia, su respuesta a los retos del entorno ha finalidad buscada acaba por olvidarse, y todo 3
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sido insuficiente. el esfuerzo de la gestión se centra en sortear

los obstáculos, evitar las interferencias, atar los
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La complejidad actual no es simplemente
acumulativa: no se trata, simplemente, de que cabos sueltos o volver a reunir lo disperso. El
tengamos «más de lo mismo». Estamos ante logro de la meta queda en suspenso.
una complejidad patológica, cuyos orígenes b) Efectos Perversos. Se multiplican los
hunden sus raíces en una crisis histórica de efectos equívocos o no pretendidos. No se
gran envergadura. (Aunque hay también, trata simple-mente de que haya «incidentes» o
como veremos, un sentido positivo de la com- «accidentes»; o de aquella famosa ley de
plejidad). Murphy según la cual «si algo puede salir mal,
Pero antes de examinar tales causas, saldrá mal». Estamos ahora ante un fenómeno
echemos una breve ojeada a las manifesta- mucho más radical y global. El fraccionamiento
ciones de esa complejidad enfermiza que nos y dispersión producen una continua «per-
tiene sumidos en la perplejidad. La sociología versión», una torsión no deseada de la acción
actual viene a coincidir en que las variadísimas personal y colectiva. El backlash -el contra-
manifestaciones patológicas de la actual com- golpe o «rebufo»- es tan importante como el
plejidad se pueden sintetizar en estas cuatro: efecto primario. Nos creemos ante la inelu-
a) Segmentación: es una especie de fracciona- dible necesidad de «gestionar los efectos
miento creciente de los procesos sociales. secundarios». Cualquier instrumento de
Cuando planeamos una determinada acción gestión puede convertirse en un boomerang.
para alcanzar alguna meta, resulta que las c) Anomia: es la carencia de reglas o normas
fases del proceso empiezan a «trocearse» de indiscutidas o, simplemente, vigentes. La
una manera imprevista. La secuencia pro- vigencia de las normas se ve contestada o -lo
gramada se ve interrumpida continuamente que es quizá más grave- los individuos ya no se
por otras secuencias que se cruzan en el sienten identificados con ellas. La desregulari-
proceso y lo interfieren. Se produce una zación puede tener un efecto positivo inicial,
especie de «astillamiento» del campo de en cuanto que parece dilatar los espacios para
acción, que aparece ante nosotros como un la acción libre. Pero esta ganancia en libertad
abigarrado mosaico. Con gran frecuencia, la se logra a costa de la fiabilidad. Como no

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sabemos a qué atenernos, decae nuestra capa- tituciones, que se encuentran privadas de sus- 4
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cidad de proyecto. La aparente fluidez tancia y explosionan hacia dentro. La

esconde una rigidez de fondo. Lo que se implosión es la «explosión seca», producida
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facilita es el «regate en corto», el «juego espe- por el vaciamiento interior, por la pérdida de
culativo», no el sentido de empresa. La anomia la sustancia propia y de los proyectos
social repercute sobre la psicología de los indi- genuinos. Y es muy significativo que las insti-
viduos, de una forma que fue descrita con una tuciones más frecuentes afectadas por la
lucidez impresionante por Mac Iver, en 1950: implosión sean las más pegadas a la vida, las
«Anomia implica el estado de ánimo de quien más primitivas y esenciales: la Universidad o la
ha perdido sus raíces morales, de quien ya no familia. («Entre todos la mataron y ella sola se
tiene pautas, sino solamente unos estímulos murió»).
sin conexión alguna, de quien carece de todo La conjunción de estas cuatro manifesta-
sentido de la continuidad, de los grupos ciones está dando lugar a una profunda crisis
propios (folk) y de las obligaciones. El hombre de gobernabilidad, que afecta, no sólo al
anómico es espiritualmente estéril, concen- Estado, sino también a las instituciones cultu-
trado sobre sí mismo, no responsable ante rales, empresariales o -en general- sociales. Y
nadie. Se burla de los valores de otras per- lo verdaderamente inédito, lo realmente
sonas. Su única fe es la filosofía de la negación. nuevo, es que tal crisis de orientación, tal
Vive sobre la tenue línea de la sensibilidad carencia de finalidades, no procede de un
entre un pasado que falta y un futuro que defecto de organización, sino de un exceso de
también falta (…). La anomia es una situación ella. Se trata de un orden que engendra
de ánimo en la que se ha quebrado, o se ha desorden. Esto es lo paradójico y lo que exige
debilitado mortalmente, el sentido del indi- un nuevo acercamiento, para intentar com-
viduo para la correspondencia social, que cons- prender nuestra situación, para procurar
tituye la fuente fundamental de su actitud «abarcar» lo aparentemente inabarcable y
moral»1 empezar a salir de la perplejidad.
d) Implosión. El hombre anómico viene a ser La nueva complejidad proviene de una crisis
el «hombre hueco» de T. S. Eliot. Y esa interna de saturación. Esto se percibe en muchos
variedad encuentra un eco colectivo en las ins- campos, pero puede verse con especial cla-

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ridad en el área de la información. Nuestro 5

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debilitamiento de las dos grandes ideologías
problema no es el de falta de información, sino revolucionarias. Tales ideologías residuales son
el de un exceso de mensajes. Nos hallamos
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el neoliberalismo y el socialismo democrático.
cada día ante una información acumulativa y El pacto que se lleva a cabo es un equilibrio
caótica. Nos sobran datos y nos faltan criterios. entre la defensa de la economía de mercado y
La toma de decisiones se ve ante esta alter- el creciente desarrollo de las políticas de inter-
nativa, o se pospone indefinidamente, o se vención social del Estado.
resuelve de manera arbitraria. Se da así la
paradoja de que la tecnificación y racionali- El esquema resultante es el de un ensam-
zación de las informaciones conduce -no pocas blaje y continua interpenetración entre Estado
veces- al «puro decisionismo». (La vida eco- y mercado. Los intercambios no se producen
nómica española de las últimas semanas ofrece sólo dentro del sólo mercado o del sólo Estado,
ilustraciones suficientes de lo que quiero sino que continuamente acontecen transac-
decir). ciones entre sectores del Estado y sectores del
mercado. La política y la economía quedan
Tenemos mucha organización, pero nos
entreveradas. Y sus respectivos medios simbó-
falta buena organización. Lo que tenemos es
una organización social excluyente, no sólo de licos de intercambio -el poder y el dinero- se
personas que son protagonistas natos del hacen, a su vez, intercambiables. Para com-
drama, sino de enteros aspectos o dimensiones pletar el modelo, es preciso añadir un área de
de la realidad, que son de hecho relevantes, mediación, que viene dada por los medios de
pero que resultan marginados por un enfoque comunicación colectiva, cuyo medio simbólico
reduccionista y estrecho. de intercambio es la influencia persuasiva. Se
puede, así, cambiar dinero por poder, poder
Lo que se encuentra en la base de este por influencia, influencia por dinero, etc.
enfoque reductivo es el exclusivismo del
modelo social todavía vigente. Este modelo es Este ensamblaje es lo que los sociólogos -Bell
el del Estado del Bienestar. Como ha mostrado o Galbraith, por ejemplo- llaman «tecno-
Pierpaolo Donati, el Welfare State surge de sistema» o «tecnoestructura». Porque la racio-
una transacción o pacto implícito entre las ide- nalidad interna de este modelo viene dada por
ologías que resultan de la transformación y el la razón científico-tecnológica, es decir, por la

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manera de pensar característica de la un sentido esencial, podemos llamar cultura. 6

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Modernidad. «Cultura» en el sentido originario de modo de

vida, de estilo de vida, de costumbre o ethos.
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Los resultados positivos del modelo -sus
«éxitos»- son indudables. Su vigencia en todos También podemos entenderla como sociedad,
los países desarrollados, a partir -por lo menos- en este sentido pre-estructural.
de 1945, ha logrado unos niveles de desarrollo En esta dimensión la que se encuentra
espectaculares. Pero si eso es cierto, no lo es sumergida y sofocada por la tecnoestructura.
menos que el modelo se encuentra ahora en Más que de una economía sommersa, hemos
una profunda crisis. La situación actual se de hablar de una societá sommersa. Las aspira-
puede enunciar de modo emblemático y para- ciones emergentes de tipo social o cultura]
dójico- malestar en el Estado del bienestar. Se traspasan muy difícilmente la cesura, la
trata de una especie de «macroefecto per- quiebra, que existe entre el tecnosistema y el
verso»: el Estado del Bienestar genera una mundo de la vida. Esto produce efectos nega-
gran dosis de malestar. No me voy a extender tivos para el mundo vital, que se repliega sobre
ahora en la descripción de las manifestaciones sí mismo, en una actitud de privacidad narci-
de marginación, rebelión, disidencia o alie- sista, y se estraga tantas veces en un hedo-
nación. Me interesa más detenerme por un nismo más o menos esteticista. Pero lo que
momento en las causas del agotamiento del ahora nos interesa destacar es que tal desco-
modelo. nexión es la que provoca el crecimiento incon-
Pues bien, la causa principal es que el trolable de la complejidad en el ámbito estruc-
sistema ignora metódicamente la dimensión tural.
más radical y básica de la vida social: la vida La estructura político-económica se
real y concreta, la existencia cotidiana de los encuentra sobrecargada, saturada, porque
ciudadanos, las redes interpersonales que tiende a cegar los canales de comunicación con
constituyen el origen y la fuente de todo el mundo vital. Se constituye, así, en un
sentido y de toda vitalidad. Es la dimensión sistema cerrado, autorreferencial, que no abre
que Husserl llamó mundo de la vida y que, en los «mecanismos de descarga» hacia su base

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vital, ni acierta a recoger de ella las aporta- de gran relevancia, del que nuestro Seminario 7
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ciones de sentido y finalidad que -prove- «Empresa y Humanismo» no es sino un eco.

nientes de ese humus primordial- tendrían que
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Este hecho histórico es tan sorprendente
contribuir a vitalizar el sistema, a flexibilizarlo, como interesante: la Empresa ha sido la
orientarlo, y -en definitiva- a reducir la com- primera institución que se ha percatado de
plejidad perversa. que, a la vista de la complejidad creciente,
Podríamos decir que el mundo vital «brilla resultaba imprescindible remitirse al mundo
por su ausencia» en el tecnosistema. Lo cual vital, recuperar las fuentes de energía que
provoca que el sistema esté plagado de puntos brotan de las personas y de los grupos pri-
negros que son la causa profunda de la seg- marios, hacerse porosa al entorno social, flexi-
mentación, de los efectos perversos, de la bilizar sus estructuras, convertirse -en defi-
anomia y de la implosión. nitiva- en un sistema abierto.
Queda, por tanto, suficientemente claro Cuando, en esta jornada, hablamos de «la
Empresa como protagonista del desarrollo
(según espero) que mi propuesta en la línea de
social» no expresamos simplemente un wishful
una descarga de la complejidad perversa, en la
thinking, ni formulamos una recomendación
dirección de una mejor gestión de la comple- moralizante. Observamos y fomentamos un
jidad, apela a las energías latentes en la proceso histórico, todavía en curso, que está
dimensión vital y cultural. proporcionando a la Empresa un «liderazgo
No se me oculta que tal propuesta habrá de social», que era impensable -al menos en
parecer utópica a los políticos en general, y a nuestro país- hace muy pocos años.
los burócratas en particular. Y es lógico, Nos encontramos ante una mutación que ha
porque una de las consecuencias que se siguen sido descrita y propugnada por todos los
de lo dicho es justamente un empeño de des- mejores teóricos de la gestión empresarial:
burocratización. Estoy seguro, en cambio, de desde el clásico y esotérico libro de Chester
que encontrará un eco positivo en los profesio- Barnard, The Functions of the Executive (1938),
nales de la empresa. Y esto es algo más que un hasta el popular -pero serio- En busca de la
desesperado intento de lograr la captatio excelencia. Pasando por toda la obra de Peter
benevolentiae. Se basa en un hecho histórico Drucker, que ya en 1957, escribió: «En algún

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momento, difícil de precisar, de los últimos eso a un lado para dirigir nuestra atención a la 8
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veinte años hemos salido sin darnos cuenta de actual situación de esa nueva sensibilidad con
la época moderna y hemos penetrado en otra la que la Empresa se enfrenta a la complejidad
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era que aún carece de nombre». Aunque sólo nueva, gracias a una apelación al mundo de la
un año más tarde aparecía, en su libro The vida. Se trata -como decía antes- de un proceso
Dandmark of Tomorrow, la expresión post- en curso, que se está produciendo entre resis-
modern world. tencias y esperanzas, y que -a mi juicio- puede
La Empresa «moderna», es decir, clásica, sintetizarse en cinco parámetros:
estaba incrustada en el tecnosistema. Si bien 1. Organizativo: La propia configuración
su área característica y más propia era el interna de la empresa está experimentando un
mercado, su penetración -obligada o volun- proceso de institucionalización. Según mostró
taria- en el área del Estado (en el sentido de Philip Seiznick, en su libro Leadership in
Administración Pública) fue creciente. Y en Administration2, lo que diferencia a una insti-
seguida ocupó posiciones decisivas en el tución de una simple organización funcional,
campo de los medios de comunicación social. es que la institución es capaz de configurarse
Pero, con notable sensibilidad, las empresas en torno a valores: reconoce valores, los
más evolucionadas advirtieron que una confi- fomenta y los defiende. Posee, así, un carácter
guración exclusivamente «tecnoestructural» lo que hoy llamaríamos una cultura corpo-
dejaba fuera a los propios protagonistas de la rativa. Claro aparece que esta tendencia
empresa- trabajadores, directivos, clientes- y implica una superación del exclusivismo «tec-
no sólo a ellos, sino a sus respectivas familias, a noestructural», y una penetración en el fondo
las solidaridades primarias y secundarias; y al vital de la propia comunidad de hombres en
amplio mundo de la cultura y de la ética, sin que la propia Empresa consiste. El atenimiento
contar con el cual se hace inviable la vida al propio ethos, la fidelidad a sus valores
socialmente sana de una comunidad de propios, confiere a la Empresa estabilidad en
hombres. medio de un entorno que posee un alto nivel
La rápida historia de esta mutación queda de «contingencia». En Teoría de Sistemas se
reflejada en la evolución de la amplísima conoce con el título de «prerrequisito de
bibliografía sobre management. Pero dejemos Ashby» la ley según la cual sólo la complejidad

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puede acoger complejidad. Pues bien, lo 9

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parte de la empresa. Pero su ámbito dialógico
propio de una Empresa como institución es supera el área de lo solamente comercial o
que en ella se da una complejidad no perversa, mercantil. Sus recursos cognoscitivos no son
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sino integrada, ya que es capaz de conjugar y sólo económicos, sino también sociales y cultu-
unificar dimensiones de distintos niveles (tec- rales. Por eso no atiende solamente al logro de
noestructurales y vitales). Por eso es capaz de sus resultados propios, sino que se preocupa
procesar la complejidad, analizándola primero más todavía de la previsión de los efectos de
y sintetizándola después, es decir, tomando su acción; sin olvidar que esos efectos pueden
decisiones (toda decisión es una síntesis). Una ser «perversos», mas sabiendo también que
institución es una entidad viva, capaz de variar muchos de tales efectos secundarios pueden
sus esquemas organizativos y de adaptarlos a ser previstos. Desde esta perspectiva, la
la necesidad de realizar sus valores en un Empresa se enfrenta derechamente con la
medio cambiante. En una Empresa como insti- complejidad y desarrolla estrategias para redu-
tución, la organización es sólo instrumental, y cirla y gestionarla. Como dijo Vittorio Mathieu,
por lo tanto versátil y flexible. en esta misma sede, la Empresa genera
2. Relacional. La nueva concepción de la entropía negativa, introduce orden en el
empresa rompe la clausura propia de un desorden, a partir de la capacidad inventiva e
sistema cerrado. Ya no es autorreferencial: innovadora de la inteligencia humana3.
está constitutivamente abierta a su entorno. 3. Motivacional. Cuando la Empresa se
Establece con su medio social una relación que concibe como un sistema cerrado autorrefe-
no es unilateral, sino dialógica. Concede más rencial, la motivación básica que mueve a sus
importancia a la recepción de mensajes que a hombres es el afán de posesión, la tendencia a
su emisión, porque en un diálogo lo impor- tener más, la pulsión de dominar y triunfar. Se
tante es escuchar: piensa que la tendencia humana básica es el
Para dialogar, preguntad, primero: deseo: el impulso hacia la posesión y el dis-
después... escuchad (A. Machado, Proverbios y frute. Este individualismo posesivo constituye
cantares, II) Por eso, las nuevas empresas están una fuente de complejidad perversa: es disgre-
esencialmente orientadas al cliente, hasta el gador. En cambio, si se entiende la Empresa
punto de que consideran que el cliente forma como una institución vital, que se constituye

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en torno a valores, el motivo predominante es 4. Etico. La visión tecnoestructural de la 10

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la efusividad, la «necesidad» de aportar, com- Empresa tendía a separar drásticamente las

consideraciones morales de la gestión empre-
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partir y crear. Aunque la Empresa nunca pueda
considerarse angélicamente exenta de ten- sarial. Pero una de las cosas que sucede con la
dencias desiderativas, hoy sabemos que su efi- ética es que no hay modo de desprenderse de
cacia reside, más bien, en el fomento de las ella; nos sigue y nos persigue, para mal o para
ideas creativas. La generosidad no es un lujo bien. Y, puestos a adoptar algún enfoque
ético, el que mejor cuadraba con ese funciona-
que el profesional de la Empresa no se pueda
lismo era el propio de la ética pragmatista o
permitir: sin generosidad la Empresa misma no utilitarista. Se trataba, al parecer, de conseguir
es posible4. El propio impulso de entender, el mayor bien para el mayor número de gente.
como ha mostrado Gilder, no es en sí mismo Ahora bien, inmediatamente surgen dos pre-
desiderativo, sino efusivo, creativo, expansivo, guntas que el pragmatismo no puede con-
proyectivo. Hay, en el acto de emprender, un testar: «¿qué bien?» y «¿qué gente?».
movimiento inicial de donación, de ofrenda. Tampoco voy a enredarme yo ahora en una
Emprender es un movimiento emergente, que discusión con el utilitarismo ético. Me basta
irrumpe en la confusa complejidad del mundo, resaltar dos hechos culturales de gran signifi-
porque ha descubierto algo: ha «visto» el cación. El primero es el ascenso imparable del
orden en el desorden. Y esas «intervenciones» interés por la Etica Empresarial, cuya biblio-
o inversiones «generan -dice Gilder- progreso grafía ya es abundantfsima. El segundo -
económico principalmente porque entrañan menos perceptible, pero más importante- es la
emergencia de un modo de pensar ético que
un sistema epistemológico, un modo de hacer
critica duramente al pragmatismo y redes-
descubrimientos y explotarlos. Acompañando cubre y actualiza la Etica clásica que se cen-
a cada beneficio visible conseguido por la traba en el concepto de virtud6. Y ésto es
Empresa va un beneficio invisible, en forma de especial-mente significativo porque las vir-
expansión de los conocimientos. Las inver- tudes son esos hábitos intelectuales y prácticos
siones son, de hecho, experimentos audaces, y que -como ha señalado Leonardo Polo- nos
cualquiera que sea el resultado, siempre será permiten «ganar tiempo» y reducir la comple-
informativo»5. jidad. Basta pensar en las virtudes que se

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requieren para la acción directiva7. Para el prender esa nueva galaxia que empezamos a 11
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diagnóstico, la virtud principal que se requiere llamar «postmodernidad». A saber: que la

es la prudencia; por su parte, la decisión exige mutación tecnológica está produciendo una
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audacia y magnanimidad; mientras que la eje- permeabilidad mucho mayor entre el ámbito
cución demanda fortaleza y confianza en los tecnoestructural y el de la cultura. Como ha
demás. Pues bien, la prudencia, la audacia, la puesto de manifiesto Tomás Calleja, las nuevas
magnanimidad, la fortaleza y la confianza tecnologías del conocimiento en la etapa pos-
constituyen formas netas de reducir comple- tindustrial están poniendo en primer término
jidad y gestionarla adecuadamente. El recurso las actitudes y capacidades del individuo
al ethos, a los valores vitalmente incorporados humano:8.
por los miembros de la empresa, es la «salida» La técnica se encuentra con el humanismo
más directa y rápida del laberinto de la com- de un modo imprevisto y sumamente fecundo.
plejidad. Los más recientes desarrollos de Inteligencia
5. Cognoscitivo. A medida que la comple- Artificial están apartándose del simple
jidad ha ido creciendo, los profesionales de la objetivo del making sense -es decir, de lo rele-
empresa han necesitado un espectro más vante para un determinado proceso- y tratan
amplio de conocimientos. Si el directivo típico de acercarse a la complete empathy, es decir, a
requería hace unos años casi exclusivamente la comprensión de lo que el otro hace y dice.
conocimientos tecnológicos, hoy le resulta Las redes informáticas tratan de plegarse a las
necesario un buen bagaje de saberes econó- redes de diálogo del mundo vital. Tal es la arti-
micos y jurídicos. Hasta entonces permanecía culación básica del nuevo modo de entender
en el ámbito de la tecnoestructura. Pero lo más el conocimiento empresarial.
típico de esa «nueva era» de la que hablaba La rápida consideración de estos cinco pará-
Drucker es precisamente la necesidad de una metros nos ha ofrecido un resultado coinci-
sutura entre los saberes propios del tecno- dente. Las Empresas, es decir, las instituciones
sistema y los conocimientos que se mueven más dinámicas de la sociedad postindustrial,
sobre todo en el área del mundo vital. Y aquí no se han enfrentado con la creciente comple-
se está produciendo un fenómeno que pocos jidad por la línea de hacer más complicado su
han detectado y que resulta clave para com- interno sistema organizativo. Por el contrario,

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han archivado con todos los honores sus orga- matices, variedades y variaciones. Esta nueva 12
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nigramas diferenciados ad infinitum, y se han visión excluye esa especie de «racismo inte-
encaminado hacia configuraciones más fle- lectual», que considera unos trabajos supe-
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xibles e informales, en las que prima el diálogo riores a otros, como si hubiera trabajos que
con el entorno, la autonomía personal y la fueran solamente directivos y otros puramente
mutua ayuda. El mundo vital se ha revelado de operativos (Carlos Llano). Como se dice muy
hecho como el ambiente fértil del que surgen acertadamente en el IESE, «todos dirigen a su
rápidos movimientos adaptativos, respuestas nivel». Adoptando la distinción del Profesor
innovadoras, que convierten problemas com- Alvaro d’Ors, cabría decir que, en la Empresa,
plejos en oportunidades de acción relativa- la auctoritas está adquiriendo primacía sobre
mente simples. La «inteligencia sentiente», la la potestas. Las relaciones de poder en las
imaginación creativa, se despega de las condi- organizaciones vendrán -cada vez más- dadas
ciones iniciales e inventa nuevas condiciones por los lenguajes que cada uno de sus
de posibilidad. Hay una «producción de miembros sea capaz de emitir y de comprender
sentido» que emerge desde el plano cultural o (Tomás Calleja). Se crea así una gradualidad
vital hasta los más altos niveles estructurales y jerárquica, basada más en la competencia
que aportan visiones más unitarias y ricas de la comunicativa que en la competencia técnica.
realidad compleja. Lo importante ya no es estar «arriba», sino
Estas consideraciones nos llevan a pensar de estar «dentro»: lo decisivo no es el rango, sino
un modo nuevo la Empresa, a adquirir una la inclusión. Más valioso que tener «mando» es
«nueva sensibilidad empresarial». Siguiendo tener «peso». El que obedece también manda
las pautas propuestas en otro lugar9, les pro- (Leonardo Polo): porque, al ejecutar una
pongo -para concluir- una visión casi impresio- orden, está devolviendo otra orden al que le
nista de esta «nueva sensibilidad», en torno a mandó. La racionalidad cibernética es mucho
cinco principios: más flexible que la racionalidad mecánica
1. Principio de gradualidad: para hacerse admite una gradualidad dinámica.
cargo de la complejidad, es preciso no ver la 2. Principio de pluralismo. Aunque hemos
realidad «en blanco y negro». Hay que advertir partido de una concepción «patológica» de la
que todas las cosas humanas admiten grados, complejidad, ya advertimos que también tenía

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un sentido positivo, que viene dado por la 3. Principio de complementariedad. El modo 13

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riqueza y pluralidad de la realidad misma, moderno de pensar nos ha acostumbrado a

utilizar la «estrategia del conflicto». Tendemos
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especialmente de una realidad social tan evo-
lucionada como la presente. Como advirtió a pensar que lo diferente es contrario, cuando
Aristóteles, «el ser se dice de muchas lo cierto es que la mayor parte de las posibili-
maneras». Si la actual complejidad resulta ina- dades diversas son compatibles, complemen-
barcable para nosotros, es -en buena parte- tarias. El planteamiento de la visión estructural
porque nos empeñamos en tratarla de manera de la Empresa era cuantitativista. Y los valores
unívoca, rígida. El nuevo modo de pensar es cuantitativos son incompatibles: «donde yo
estoy, tú no puedes estar». En cambio, los
analógico -sabe captar las diferencias sin
valores cualitativos son compatibles: «yo sólo
perder la unidad. Hemos de recurrir a un plu-
puedo estar donde tú estás». La visión de la
ralismo metodológico, en orden a cada tipo de empresa como una institución unitaria lleva a
realidad con el método adecuado para estu- desarrollar ámbitos de compatibilidad, que
diarla. Nuestro saber no se agota en la racio- den lugar a juegos con suma superior a cero:
nalidad matemática, ni siquiera en la raciona- juegos en los que todos ganan. La otra cara de
lidad teórica. Hay también una racionalidad la complejidad perversa es la sinergia, la cola-
práctica, que es -casi siempre- la más adecuada boración. En una situación compleja, el pensa-
para tratar con configuraciones complejas. Tal miento puede descubrir una conexión inédita,
racionalidad práctica se basa en una expe- y la decisión puede hacer emerger una oportu-
riencia sabiamente ponderada, que facilita el nidad vital, que -como dice Dahrenforf- viene
«golpe de vista», la capacidad de captar glo- dada por la combinación de posibilidades apa-
balmente el sentido de una situación com- rentemente contrapuestas. En medio del con-
pleja. Podemos, así, encaminarnos hacia un flicto, puede fulgurar un acuerdo sobre bases
realismo pluralista, que sea como el negativo nuevas.
de la segmentación entrópica. Y en las tecno- 4. Principio de integralidad. La «nueva sensi-
logías del conocimiento tenemos instrumentos bilidad empresarial» fija su atención en el
-casi inexplorados en este sentido- para la hombre como realidad a la vez compleja y uni-
gestión de pluralismo. taria. De todas las cosas que conocemos

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ninguna es más compleja que el hombre, y 14

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daridad es imposible la vida de una institución
ninguna más unitaria que él. Por eso hemos de social. También en este punto la Empresa se ha
sustituir el modelo mecánico de pensar por un visto aquejada por las relaciones interperso-
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modelo antropológico o, si se prefiere, huma- nales como si todas tuvieran que adquirir la
nístico. Como ha señalado Rafael Alvira, el forma de una negociación. Y esto no es posible
humanismo es la capacidad de pensar de ni deseable. No es posible que todo se negocie
manera unitaria una situación poliédrica. Sólo porque los presupuestos de la negociación no
en la persona humana se halla el recurso defi- pueden ser, a su vez, negociables: es preciso
nitivo para reducir complejidad y gestionarla. partir de un mínimo de «mutualidad», de con-
Pero un pensamiento humanista tiene hoy que fianza. Pero tampoco es deseable que el com-
superar la dura prueba de la pluralidad de len- ponente de solidaridad sea mínimo, porque
guajes, que nos somete a una especie de entonces el solidum, lo estable y unitario de la
«babelización intelectual» (Leonardo Polo). En convivencia, se dispersa; y surge la anomia de
esta tarea de recomponer una realidad asti- las costumbres y la implosión de las institu-
llada hay que echar mano, no sólo de la infor- ciones. La solidaridad descarga complejidad.
mática y en general de las «nuevas humani- Al llegar al final de mi intervención, me
dades», sino también de las «humanidades clá- asalta un serio temor, quizá yo mismo no he
sicas». Repárese. por un momento en las vir- hecho otra cosa que complicar aún más las
tualidades de la Retórica y de la Poética para cosas. Desde luego, mi charla no podía haber
hacernos cargo de la complejidad. recibido un título como los de Dale Carnegie,
5. Principio de solidaridad. Lo propio de los por ejemplo: «Cómo evitarse complicaciones y
intercambios «tecnoestructurales» es que simplificar la vida». La verdad es que la vida es
tienen el carácter de una transacción: doy para muy complicada, y además es bueno que lo
que me des. En el mundo vital, por el con- sea. Porque así podemos convertir nuestra
trario, nos encontramos con intercambios que propia existencia en la apasionante tarea de
no son contractuales o transaccionales, sino descubrir esa raíz unitaria que late tras todas
que tienen una índole fiducial un carácter de las complejidades. Tal vez la plenitud del
correspondencia. Por eso en el mundo vital se hombre estribe en llegar a adquirir una visión
halla la fuente de toda solidaridad; y sin soli- firme y limpia de esa unidad escondida.

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 ALEJANDRO LLANO LA EMPRESA ANTE LA NUEVA COMPLEJIDAD

NOTA BIOGRAFICA 15
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 15
Ha investigado y publicado obras sobre el
pensamiento de I. Kant, Filosofía del lenguaje 16
Alejandro Llano es doctor en Filosofía. Ha y sobre Filosofía Práctica. Es de destacar su
realizado sus estudios en las Universidades de obra más reciente, La nueva sensibilidad que
Madrid, Valencia y Bonn (RFA). Ha sido ha alcanzado una gran difusión.
Profesor de Antropología en la Universidad de
Valencia y Catedrático de Metafísica de la Recogemos en este Cuaderno el texto de su
Universidad Autónoma de Madrid. En la actua- intervención en la V Jornada del Seminario
lidad, es Decano de la Facultad de Filosofía y Permanente «Empresa y Humanismo» sobre
Letras de la Universidad de Navarra, y también «La empresa como protagonista del desarrollo
es Vicepresidente del Seminario Permanente social» celebrada en Pamplona el 10 de marzo
«Empresa y Humanismo». de 1989.

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 ALEJANDRO LLANO LA EMPRESA ANTE LA NUEVA COMPLEJIDAD

1. Mac Iver. R. M.: The Ramparts we 6. Vid., por ejemplo, el libro de Alasdair 16
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 15

Guard, N. York, 1950, pp. 84 ss. Citado por McIntyre, Tras la virtud. Barcelona, Ed. 16
Dahrendorf, R.: Oportunidades vitales. Crítica, 1988
Madrid, Espasa-Calpe, 1983, p. 116).
2. Evanston - N. York.- Row, Peterson and 7. Vid. Llano Cifuentes, Carlos: Análisis de
Co., 1957 la acción directiva. México D.F., Limusa, 3ª
3. Mathieu, Vittorio: «Aspecto financiero reimpresión, 1989
y aspecto humano de la Empresa». 8. Calleja, Tomás: “La empresa en la era
Cuadernos del Seminario Permanente del conocimiento” En Gómez Pallete,
«Empresa y Humanismo», nº 1. 1987 Felipe (y otros): La sociedad de la infor-
4. Vid. Llano Cifuentes, Carlos: «El dilema mación. Madrid, Ciencias de la Dirección.
de las motivaciones». Istmo, 164, mayo- 1988
junio de 1986
5. Gilder, George: Riqueza y pobreza. 9. Llano, Alejandro: La nueva sensibi-
Madrid, Instituto de Estudios Económicos, lidad. Madrid, Espasa-Calpe, 1988, pp.
1984, p. 53. 167 ss.

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