7 Pasos para La Vida Cristiana

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7 PASOS PARA VIVIR LA VIDA CRISTIANA

INTROD.-_____________________________________________________________

PASO 1: La vida cristiana necesita virtud-v.5.a


1.1-Pedro escribió: «[…] poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud».
Otras traducciones y comentarios traducen la palabra «virtud» como «bondad»
o «excelencia moral».
1.2-Pero el contexto muestra que tenemos que ver esta bondad en una forma básica. Tiene
que ser una forma de bondad que preceda a los pasos que siguen —el conocimiento, el dominio
propio y otros— y que Pedro agrega.
1.3-Pedro buscó en la cultura pagana en la que vivía una palabra general, no técnica y
básica que denotara la bondad, y empleó para ello la palabra «virtud».

1.4-Aquí en el versículo 5 parece tener el sentido de: buenas intenciones.


Este significado concuerda con el resto de las Escrituras, lo que nos muestra que la verdadera fe
da como resultado el deseo de hacer la voluntad de Dios, de agradarlo y de hacer lo correcto.
¿Y acaso no es ahí donde comienzan la excelencia moral y la verdadera bondad?
1.5-Antes de poder hacer algo tienes que desear hacerlo (querer es poder).
Esa es la «virtud» o la inclinación hacia el bien que espera todo padre, maestro y patrón.
Todos buscan a un niño, un estudiante o un empleado que quiera hacer lo correcto.
1.6-Sin esta disposición interior no puede haber ninguna instrucción nueva, no se
profundiza la relación ni se madura en la confianza.
1.7-A no ser que uno tenga un deseo genuino de hacer lo correcto, todo progreso se detendrá.
Parece fácil, ¿no? Pero eso es lo que Pedro quiere que recordemos.
El primer paso en la fe diligente es querer ir en dirección a lo bueno.
1.8-Y si es así, ¿qué está haciendo con esto tan básico? ¿Procura la virtud con pasión?
¿Está poniendo toda diligencia para tener buenas intenciones? ¿Se está tomando en serio las
palabras de nuestro Señor: (Mateo 5:6). ¿Qué le parece?

• ¿Quiere hacer lo correcto? ¿Quiere agradar a Dios? ¿Quiere andar con Cristo?
• ¿Quiere ser guiado por el Espíritu? ¿Quiere vencer sus pecados habituales?
• ¿Quiere dedicar más tiempo a leer la Biblia? ¿Quiere dedicar más tiempo a la oración?

Sin buenas intenciones como estas, nunca llegaremos a ninguna parte en la vida
cristiana. Pero al mismo tiempo sabemos lo incompletas que son las buenas intenciones en sí
mismas. Si lo único que tenemos son buenas intenciones, ese es un comienzo bien pobre. Por eso
Pedro pasa a exponernos el siguiente paso.
PASO 2: La virtud (buenas intenciones) necesitan conocimiento- v.5b
2.1-El segundo paso en el plan de Pedro para el crecimiento cristiano es añadir conocimiento a nuestras
intenciones.
2.2-Nótese la relación natural entre la virtud y la necesidad del conocimiento.
Es lógico. Una vez que tenemos el deseo de hacer lo correcto es necesario saber qué es lo correcto.
2.3-Además, de la misma manera que el deseo de hacer lo correcto es una buena prueba de nuestra
fe, procurar el conocimiento constituye una prueba válida de nuestras buenas intenciones.
2.4-Vayamos al grano. ¿De verdad quiere hacer lo correcto? Entonces…
¿cuánto tiempo pasa leyendo las Escrituras? ¿Cuánto tiempo invierte en recordarse las palabras, los
pensamientos y los deseos de Dios?
2.5-Fíjese que el Salmo 1 trata de ambas cosas: de la virtud y el conocimiento.
Sal. 1:1-2
2.6-Recuerde, el corazón humano es engañoso. Si no queremos hacer lo correcto
engañaremos a nosotros mismos. Nos convenceremos de que tenemos mejores
cosas que hacer que ir en pos del conocimiento, la comprensión y el discernimiento mediante el estudio
de la Palabra de Dios.
2.7-Debido a esto, asegurémonos de que conocemos las cuestiones esenciales. Por ejemplo, de que:
• Sabemos quién y cómo es Dios (Éxodo 34:4-7; Juan 4:24).
• Conocemos sus recursos espirituales (2 Pedro 1:3,4).
• Conocemos la importancia de la oración (Filipenses 4:6,7; Santiago 4:2,3; 5:16-18).
• Conocemos la importancia de la comunión en una iglesia (Hebreos 10:24,25).
• Conocemos la importancia de hablar a otros de Cristo (Mateo 28:19; Hechos 1:8).
No hay nada como el conocimiento y el entendimiento. Salomón nos enseñó que los procuráramos de
todo corazón cuando escribió: Prov. 3:13,14

CONCLUSIÓN: EL PROBLEMA DE SALOMÓN-

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