Collins, Mabel - Luz en El Sendero
Collins, Mabel - Luz en El Sendero
Collins, Mabel - Luz en El Sendero
LUZ EN EL SENDERO
Mabel Collins : Luz en el Sendero
Mabel Collins
LUZ EN EL SENDERO
Light on the Path
(1885)
BIBLIOTECA UPASIKA
www.upasika.com
Colección
“Teosofía Siglo XIX”
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Mabel Collins : Luz en el Sendero
MABEL COLLINS
http://en.wikipedia.org/wiki/Mabel_Collins
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Mabel Collins : Luz en el Sendero
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Mabel Collins : Luz en el Sendero
MABEL COLLINS
LUZ EN EL SENDERO
I - REGLAS
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Mabel Collins : Luz en el Sendero
III – NOTAS
Yo te doy mi paz
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Mabel Collins
IV - COMENTARIOS A LAS REGLAS DE
“LUZ EN EL SENDERO”
RECOMENDACIONES
1
“ANTES DE QUE LOS OJOS PUEDAN VER, DEBEN
SER INCAPACES DE LLORAR”
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Mabel Collins : Luz en el Sendero
2
“ANTES DE QUE EL OÍDO PUEDA OÍR, TIENE QUE
HABER PERDIDO SU SENSIBILIDAD”
enemigo.
Por vuestro gran enemigo significo vos mismo. Si sois
capaces de afrontar vuestra propia Alma en la oscuridad y en el
silencio, habréis conquistado el yo animal o físico, el cual mora
tan sólo en la sensación.
Esta declaración me temo parecerá confusa, pero en realidad
es muy sencilla. Cuando el hombre ha alcanzado la madurez y
la civilización está en su apogeo, hallase entre dos fuegos. Si
pudiese siquiera exigir su gran herencia, se desembarazaría de
la carga de la vida animal sin dificultad. Pero no lo hace, y así
las razas de hombres florecen, y luego caen y mueren y
marchitan la faz de la tierra, por más espléndido que haya sido
el florecimiento. Y se deja al individuo que haga este gran
esfuerzo: rehusar ser espantado por su naturaleza superior,
resistir el impulso de retroceso que viene de su yo menor o más
material. Todo individuo que ejecuta eso es un redentor de la
raza. Puede no hacer ostentación de sus hechos, puede
permanecer en el secreto y en el silencio; pero es un hecho que
él constituye un eslabón entre el hombre y su parte divina; entre
lo conocido y lo desconocido; entre el bullicio del mercado y la
calma de los nevados Himalayas. No tiene que andar entre los
hombres para formar este eslabón; en lo astral él es el eslabón,
y este hecho hace de él un ser de otro orden que el resto de la
humanidad. Aún en el principio del camino hacia el
conocimiento, cuando sólo ha dado el segundo paso, encuentra
que su planta está más segura y se hace consciente de que él es
una parte reconocida del todo. Ésta es una de las
contradicciones de la vida que ocurren tan a menudo y que
proporcionan materia al escritor de ficciones. El ocultista las ve
mucho más marcadas cuando trata de vivir 1a vida que ha
elegido. A medida que se retira dentro de sí y se hace
dependiente de sí mismo, encuentra, de un modo más definido,
que forma parte de una gran marea de determinado
pensamiento y sentimiento. Cuando ha aprendido la
primera lección, cuando ha conquistado el hambre del
corazón y ha rehusado vivir en el amor de otros, se siente más
capaz de inspirar amor. Al echar de sí la vida, ésta viene a él en
una nueva forma y con un nuevo significado. El mundo ha sido
siempre un sitio de muchas contradicciones para el hombre;
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Mabel Collins : Luz en el Sendero
3
“ANTES DE QUE LA VOZ PUEDA HABLAR EN
PRESENCIA DE LOS MAESTROS...”
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“ANTES DE QUE LA VOZ PUEDA HABLAR EN
PRESENCIA DE LOS MAESTROS, TIENE QUE SER
INCAPAZ DE HERIR.”
con los seres humanos; son arrastrados de aquí para allá por una
gran fuerza, y cada uno a su vez siente los rayos del sol.
Cuando un hombre es capaz de considerar, de este modo, su
propia vida como parte de un todo, no seguirá luchando para
obtener algo para sí. Ésta es la renuncia de los derechos
personales. El hombre ordinario espera, no el participar de
igual fortuna que el resto del mundo, sino salir mejor librado
que los demás en todo lo que le interesa. El discípulo no espera
esto. Por tanto, aunque sea un esclavo encadenado como
Epicteto, nada tiene qué decir. Sabe que la rueda de la vida
da vueltas incesantemente.
Burne Jones lo ha demostrado en un maravilloso cuadro; la
rueda da vueltas, y a ella están atados los pobres y los ricos, los
grandes y los pequeños; cada uno tiene su momento de buena
suerte, cuando la rueda la lleva a lo más alto; el rey se eleva y
cae, el poeta es festejado y olvidado, el esclavo es dichoso y
después abandonado.
Cada cual es a su vez aplastado a medida que la rueda da
vueltas. El discípulo sabe que esto es así; y aunque su deber es
sacar el mayor partido posible de la vida que es suya, ni se
queja ni se engríe por ello, así como tampoco se queja de la
mejor suerte de otros. Todos igualmente, como él sabe muy
bien, no hacen más que aprender una lección; y sonríe ante el
socialista y el reformador que tratan de reorganizar por la mera
fuerza las circunstancias que surgen de la misma naturaleza
humana. Esto es dar coses contra el aguijón, un gasto inútil de
vida y de energía.
Al penetrarse de esto el hombre renuncia a sus imaginarios
derechos individuales de cualquier clase que sean. Esto hace
desaparecer un agudo aguijón que es común a todo hombre
ordinario.
Cuando el discípulo ha reconocido por completo que hasta el
pensamiento mismo de los derechos individuales es sólo la
expresión de la venenosa cualidad que en él reside, que es el
silbido de la serpiente del yo, que envenena con su mordedura
su propia vida y la vida de los que lo rodean, entonces se
encuentra pronto a tomar parte en una ceremonia anual que está
abierta a todos los neófitos que están preparados para ella.
Todas las armas defensivas y ofensivas son desechadas; todas
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“ANTES DE QUE EL ALMA PUEDA ERGUIRSE EN
PRESENCIA DE LOS MAESTROS, TIENEN SUS PIES
QUE LAVARSE EN LA SANGRE DEL CORAZÓN”
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V - EL GRITO LEJANO
A los estudiantes de “Luz en el Sendero”
1
la divina influencia.
Cuando el discípulo empieza a observar que sin necesidad
del lenguaje tiene el poder de influir sobre los hombres con
quienes trabaja, le acomete, por vez primera, la ambición
espiritual, que es el más temible e implacable enemigo. El
hombre vulgar, cuyos pies no han hollado todavía el sendero,
está muy lejos de sospechar la violencia de esta tentación
que, por lo fuerte, envenena al alma, y por lo insidiosa, alucina
la mente. Perplejo ante las facultades de su ser, queda el
discípulo ofuscado y sorprendido. Deseó poder para el bien y
lo tiene; anheló ser como los dioses, y suya es una de las
cualidades divinas. Le parece que ya puede obrar acertadamente
como Dios y ordenar los destinos de los hombres; pero olvida
que el sobrevenido poder es tan solo una de las cualidades de
los dioses; que en su largo desenvolvimiento a través del dolor
y la pena, así como del gozo y esplendor, ha llegado a ceñir una
diadema de fuerzas y dones que recíprocamente se equilibran y
entreveran. Las cuatro reglas expuestas en las sentencias
preliminares de “Luz en el Sendero” indican cuatro cualidades
que equilibradamente ha de adquirir el purificado espíritu antes
de lograr la completa liberación. El poder de auxiliar a los
demás, o sea el poder de la palabra, es tan solo una de ellas y
por sí misma expone al espíritu a los mayores peligros.
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Mabel Collins : Luz en el Sendero
VI - KARMA
CONTENIDO
MABEL COLLINS
I - REGLAS
III - NOTAS
V - ELGRITOLEJANO
VI – KARMA
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Mabel Collins : Luz en el Sendero
Mabel Collins
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