Folclore Argentino

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Folklore argentino: historia, origen,

característica, y más.
El folklore argentino a la vez que es variado, es también una fuente y ejemplo inigualable de la riqueza
cultural de la que se puede llegar a gozar luego de interminables influencias nacionales y extranjeras han
convivido.

Con una historia trascendental y una multitud de evoluciones, la Argentina se posiciona en


Latinoamérica por su gran aporte musical, artístico y poético que ha brindado no solamente a su país,
sino también al mundo entero.

Folklore argentino representado en los gauchos.

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 1 Historia y origen del folklore argentino.
 2 Características del folklore argentino.
 3 Vestimenta del folklore argentino.
 4 Danzas tradicionales del folklore argentino.
o 4.1 Folklore argentino gato cuyano.
 5 Música del folklore argentino.
o 5.1 Instrumentos musicales del folklore argentino.
Historia y origen del folklore
argentino.
La historia que envuelve al folklore argentino, lleva en sus raíces una importante influencia que dejaron
los misioneros al llegar a América durante la época de colonización y evangelización de los pueblos
originarios de indígenas argentinos, junto con la huella dejada por parte de los esclavos africanos y sus
sonidos autóctonos.

A estas tres grandes raíces se les debe sumar diversos movimientos migratorios que llegaron más
adelante al país y también dejaron su marca en las tradiciones de Argentina.
La mezcla de sonidos que se originó con el choque cultural se abrió paso para recorrer todo el territorio
nacional, fusionándose con diversos estilos musicales que eran adoptados como la expresión
característica de una región en específico.

Diversos cantantes y músicos pertenecientes a cada región, se encargaron de moldear estilos musicales
que se fueron convirtiendo en las canciones y danzas más sonadas dentro de la música popular durante el
siglo XX.
El folklore argentino tiene su principal origen de los campos.

Y aunque esta situación resulto en algo bueno para la diversidad cultural que se puede apreciar en
la cultura argentina, a su vez resulto en un aspecto negativo pues se fueron olvidando otro tipo de estilos
y danzas tradicionales que hoy en día están luchando para volver a la palestra.

Pero volviendo al origen del folklore argentino, como se dijo anteriormente este comienza con la llegada
de los misiones a América. En el siglo XVI, llega a tierra argentina, más específicamente a Buenos
Aires, Juan Gabriel Lezcano, también conocido como Nuño Gabriel.

Junto a don Pedro de Mendoza, Nuño Gabriel reúne a los indígenas locales con la finalidad de
enseñarles nuevos cantos cristianos que ayudarían a hacerlos más civilizados. A pesar de esto los
primeros indígenas que recibieron la cultura española como influencia, fueron los pertenecientes a la
provincia de Tucumán.
Para cuando llego el siglo XVII, la música, danza y canto habían evolucionado hasta conseguir un
desarrollo muy interesante en el que varias de las provincias organizaban diferentes reuniones donde
pudieran apreciarse estas expresiones artísticas. Además que en estas artes se sumaron diversos
instrumentos musicales que existían.

Los indígenas argentinos.

Llegado el siglo XVIII, el aporte musical traído por los europeos se intensifica con la llegada de músicos
expertos y calificados, que traen consigo instrumentos, partituras y libros musicales. Durante este siglo
también comienza a apreciarse una pequeña pero importante influencia en la música por parte de los
esclavos africanos.

Para el siglo XIX se crea el Himno Nacional y el Teatro Colón, importantes manifestaciones del folklore
argentino, pero tal vez también las ultimas de la música popular. Comenzar a crearse las primeras
orquestas y coros que serían los encargados de difundir e imponer en el territorio nacional la música
típica.
En 1940 el folklore nacional llego para invadir las grandes ciudades, alcanzando su máxima expresión
durante la década de 1961 con la creación y estreno del Festival de Cosquín, el evento más importante de
la música popular.

Pero más allá del aporte musical que hizo el festival a la sociedad, se cuenta también con un aspecto
social y político, pues reforzaba y aupaba en la identidad nacional. Además ayudo a formar conjuntos
populares, como Los Chalchaleros o Los Fronterizos.

Diversos cantantes salieron de este festival como por ejemplo, Atahualpa Yupanqui, Eduardo Falú,
Gustavo “Cuchi” Leguizamón y poetas como Jaime Dávalos o Hamlet Lima Quintana.

Todos estos referentes de la música tradicional han tenido un gran renombre dentro y fuera de las
fronteras del país y han llevado este estilo musical a los escenarios estadounidenses y europeos.

Un ejemplo es el grupo Los Chalchaleros, cuyo origen se remonta al año 1948, dando su primer
convierto en vivo en la provincia de Salta. Este ha sido el grupo folclórico más reconocido y exitoso de
Argentina.

Con el pasar de los años se han convertido en una leyenda nacional, gracias a la creación de las zambas
más bellas con las que cuenta el folklore argentino. Hoy en día todavía se mantiene activo y hacen giras
anuales.

Don Andrés Chazarreta, es considerado el más grande y antiguo compositor y cantante que puede contar
la música popular. Su creación más importante se llama la Zamba de Vargas, escrita en el año 1906, que
lo ha llevado a dedicarse totalmente a la música.
Los Chalchaleros.

Desde este momento y con esta composición, recorrería todo el país acompañado de su Conjunto de Arte
Nativo, para representar las diferentes danzas argentinas sobre los escenarios.

Los Hermanos Ábalos comenzaron en el año 1939 con la música, haciendo una incorporación muy
particular del piano al folklore argentino. Los Fronterizos, junto al cantante Ariel Ramírez y al célebre
charanguista Jaime Torres, llevaron al folklore argentino a escenarios lejanos de Europa, mostrando la
Misa Criolla.

El cuarteto Los Cantores de Quilla Huasi, también llevaron la música argentina a diferentes partes del
mundo. Todavía hoy en día se mantienen activos, siendo un importante recurso de la identidad nacional.

Los Cantores del Alba se presentaron e hicieron muchas giras alrededor del mundo llevando la música
tradicional a escenarios de Europa, Estados Unidos y Centroamérica.

Los años 60 se vieron marcados por la masiva venta de discos de música folclórica, además de varios
publicaciones que hacían referencia a este género musical, como el caso de la revista “Cantando”.

Y es que el folclore se había dibujado como un género musical cotizado y comercial, que permitió el
nacimiento de gran cantidad de músicos, de los cuales muchos siguen haciendo sonar su voz y los
sonidos de la Argentina en la actualidad.
Los Cantores del Alba

Entre estos se puede hacer referencia al gran Horacio Guarany, considerado una leyenda popular que
supo cautivar a la audiencia con su voz fuerte de protesta y denuncia social, que aún resuena en los oídos
de todos.

Siguiendo esta línea de compromiso político, se puede mencionar a José Larralde, especializado en el
ámbito de la milonga y los aires pampeanos, con un estilo campero. También podemos nombrar a
Atahualpa Yupanqui o como se le conocía cariñosamente don Ata.

Don Ata fue perseguido político, obligado al exilio debido a los controles que querían ejercer sobre él las
diferentes dictaduras por las que tuvo que atravesar Argentina. Gracias a su música y especialmente a su
poesía, es un referente obligatorio para las generaciones pasadas, presentes y seguramente futuras. Un
símbolo de la lucha social y la libertad.

La música popular se convirtió en un medio para exteriorizar la sensibilidad nacionalista que sentía el
pueblo, teniendo en su haber diferentes vertientes estéticas, políticas e ideológicas, que marcan con
fuerza las décadas de 1960 y 1970.

Características del folklore argentino.


El folklore incluye una serie de manifestaciones culturales, que incluyen la comida, el vestido, la música
y las danzas.

En Argentina, como paso en diversos países latinoamericanos como el caso de la cultura


venezolana y cultura colombiana, las raíces indígenas se mezclaron con los sonidos y sabores
provenientes de otras partes del mundo.
El caso de Argentina es digno de estudiar, pues después de enfrentar la colonización española, recibió
fuertes influencias de italianos, franceses y portugueses que llegaron a esta tierra para vivir a su estilo,
dejando un aporte a la cultura popular.

Vestimenta del folklore argentino.


Antes de estudiar la vestimenta típico de este país, se debe tener en cuenta que geográficamente se
dividía en regiones que en muchas oportunidades quedaban muy alejadas unas de otras.

Por esta razón, los trajes típicos que usan los gauchos argentinos, puede diferenciarse considerablemente
de las prendas que eran comunes en la capital. De igual manera, se debe tener en cuenta la época que se
quiera estudiar pues los trajes fueron evolucionando con el pasar de los años.

Años 1815-1816.
Cuando se habla de gaucho colonial, se refiere al estilo de vestir que se mantenía hasta aproximadamente
los años 1815-1816. Durante esta época, los hombres vestían chaqueta corta que no era más larga que la
mitad de la espalda teniendo cuello, puños y solapas fabricados de terciopelo.
Dentro de la chaqueta se llevaba una camisa blanca con un cuello largo, que se adornaba con un corbatín
negro. A la vez se usaba un chaleco hecho de tela raso o alguna que fuera brillosa y se abotonaba usando
dos o tres botones. Este era muy abierto, con solapa a los lados y que dejaba ver un “jabot”.

El pantalón se usaba pegado a las piernas, tenía por nombre calzón español teniendo un largo que
llegaba por debajo de la rodilla. Se abotonaba por un costado con cuatro botones y se anudaba un cordón
que terminaban con una borla de color en cada extremo.

De la rodilla hasta el tobillo se usaba una especie de calzoncillo, que se ensanchaba de arriba abajo
rematándose con flecos y bordados llamados “cribos”. A esta prenda se le conocía como calzoncillo
“cribao”.

Para sujetar el pantalón se usaba una faja angosta o fajin ceñido que generalmente era de color oscuro y
se aseguraba por el costado izquierdo.

El pantalón denominado calzón español se dejó de usar alrededor del año 1820, cuando se reemplazó por
la chiripa. Este gaucho colonia, usaba botas de potro, siendo muy peculiar que podía sacárseles la punta
para dejar ver los dedos de los pies.
Esta forma especial de zapato se debía a la forma heredado por los indios pampas de como montarse al
caballo. Para montarse al animal se debía afincar los dos primeros dedos de cada pie sobre un nudo que
se había a cada extremo de un tiento retorcido que cubría el lomo del caballo.

Usaba como arma el cuchillo, al cual llamaba alfajor y llevaba siempre en la parte delantera de la
cintura, a la vez que usaba un cuchillo largo y recto que recibía el nombre de faca. Este último tenía un
origen andaluz y fue antecesor del facón, cuchillo de hoja más ancha.

Para terminar su traje típico usaba sombrero cónico, era rígido y con ala mediana que se sujetaba a la
cabeza por medio del barbijo; este era un lazo o cordel fino que se sujetaba a cada costado del ala para
pasar por debajo de la barbilla y evitar que se cayera.

Doblado sobre el brazo izquierdo o sobre el hombro izquierdo, se usaba poncho o “manteo”, sucesor de
la manta.

Años 1816-1817.
El calzón español comenzó a desaparecer para darle lugar a la chiripa, término que en lengua de la
cultura quichua significa “para frio”, lo que deja cuenta de que era una prenda destinada a la protección
del frio.

El gaucho del sur usaba colores como el beige o marrón claro, al cual denominaba como bayo. También
se usaban los tonos grises. A los costados tenia guardas o bandas, que podían ser de color blanco, marrón
oscuro, crema.

En caso de que usaba colores oscuros, las bandas laterales eran de un tono más claro. Lo más particular
es que en estas guardas no había degradaciones entre los colores, por lo que se representaban bien
definidas.

La paisana argentina hasta 1820.


Muchas personas autodenominadas como nativistas, al momento de presentar sus grupos de bailes hacen
referencia a la vestimenta femenina llamándolo traje de china. El término china se aplicó originalmente a
las mujeres que deambulaban con los soldados, teniendo costumbres y profesiones un tanto dudosas.

En este sentido, aplicar este término a todas las mujeres del campo argentino puede resultar un tanto

ofensivo y erróneo.
Según los Archivos de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, y la región Cuyana, se sabe de una serie de
prendas que eran comunes para las mujeres hacia fines del Siglo XVIII, como por ejemplo camisas
venidas de Bretaña, eran anchas o angostas, confeccionadas en seda Tancay o seda negra, mientras que
otras se hacían de roan confeccionadas con hilo de algodón azul.

También se usaban polleras que se hacían usando telas diversas, además de colores llamativos con
bordados y galones en su parte inferior.

Se usaban enaguas hechas de lienzo, corpiños o corset de crea, rebozos de bayeta provenientes de
Castilla, podían o no contar con galones y bordados, confeccionados con colores verde, azul y negro.

Las medias eran hechas de seda y de algodón, mientras que los zapatos eran de tela y de cuero fino.

Según esta lista de prendas se puede dar una idea del carácter, vestuario, peinado que lucían las mujeres
del campo durante el periodo que abarca desde el año de 1780 hasta 1820.

Las paisanas argentinas gozaban de una simpatía especial, ofrecían un buen trato, dulzura y cortesía que
resultaban naturales y las hacían sobresalir si se compara con la rudeza e introvertidos que solían ser los
hombres.

No se usaba maquillaje más que una cara bien lavada y limpia con agua pura y fría, de aljibe o de
cachimba. El cabello se podía usar recogido en una o dos trenzas que podían usarse a la espalda o al
frente. En ocasiones se usaban apretadas en rodetes.

También era común usar con raya al medio, un moño más o menos bajo que se adornaba con una o dos
peinetas, en algunos casos se podían usar un peineton pero eran menos frecuentes. Se podía usar una
cinta color para sostener el cabello adornado con una flor. En las orejas se usaban zarcillos pequeños
hechos de plato u oro.

Para la iglesia y las bodas se usaba un vestido, también conocido como pollera, de gran rebozo hechos
de tela bayeta o alguna tela más liviana, que era completamente de color negro al igual que las medias y
los zapatos.

La ropa de diario consistía en una hermosa camisa hecha de algodón fino, engomado y azulado, teniendo
bordados y puntillas. El escote podía ser redondo o fruncido que se sujetaba por la espalda con cintitas,
botones, pasa cintas o volado hecho de la misma tela de la camisa.

Muchas veces se usaban colores contrastados como azules o negros, costumbre que se sigue haciendo en
la región Cuyana. Algunas camisas tenían el escote cuadrado con botones al frente.

La camisa podía tener mangas que llegaban al codo o a la muñeca. En caso de ser manga larga el puño
podía tener bordados.
Comúnmente el busto se sujetaba con un corpiño o apretador que se llevaba por encima de la camisa; se
fabricaba de crea con cintas y botones. En caso de usarlo se usaba sobre la camisa una pollera hecha de
tela que podía variar el grosor según la época del año y la ocasión.

Se confeccionaba de un color vivo azul o verde, con uno o más galones que podían ser de oro o plata en
el borde, o podía usarse bordados en la parte inferior. Esta pollera llega a media pierna, dejando ver casi
siempre el borde de la camisa y enaguas. Solía ser muy ancha y fruncida en la parte de la cintura, sin
pretina.

Las mujeres usaban medias hechas de algodón o seda, generalmente de color blanco. Los zapatos,
podían tener o no tacos bajos, se hacían con tela de seda o satín apreciando bordados o pintados.

Los zapatos también podían ser elaborados en cuero fino y tenían hebillas o moñas de tela, presentando
mostacilla o piedras de color.

Estas prendas buscan civilizar a la mujer del campo, a hacer más notoria su presencia. Y es que antes de
que llegaran a esta tierra las mujeres europeas, donde era común que sobresalieran y lucieran, las
mujeres campesinas se basaban en la sencillez a la hora de vestir.

Luego de 1820.
En el resto del siglo, la falda o pollera se prolonga hasta el pie aunque sigue siendo ancha especialmente
para festejos, para cabalgar o para dentro de la casa. Cuando se encuentra en medio del campo la recoge
sin que baje del tobillo para que no se ensucie o se le adhieran los abrojos.

La camisa se cubre con una blusa de tela liviana y adornos en la parte delantera, es común usar pechera y
mangas largas que se ciñen al brazo.

Sobre la blusa se lleva una chaqueta que puede o no tener una faldeta completa en ocasiones acuchillada,
con adornos en la pechera y jabots. Entre las mujeres más adineradas o para usar en los paseos se usaba
una esclavina.
Durante el invierno es indispensable el chal sobre los hombros y durante las cabalgatas, se debe usar el
sombrero de pajilla o de fieltro o la galera.

Para vestir elegante, se usan cada vez más las medias hechas de algodón y seda. Los zapatos llevan
botitas de elástico o botoncillos a los lados. Para dentro de la casa o las mujeres con menos dinero se
usan las alpargatas blancas y con bordados en la capellada.

Finales de siglo.
Finalizando el siglo, la falda se reduce haciéndose más angosta, mientras que en los vestidos más
elegantes tiene un poco más de tela atrás a manera de cola. En ellas se usa una almohadilla o polizón que
se usa para pronunciar el perfil de los glúteos.

Se vuelven frecuentes los vestidos enteros, con sencillos diseños y anchos cinturones de tela que se
ajustan en la espalda.

Y el peinado también se renueva, se usan uno o dos moños, el cabello se levanta adelante. Este estilo
deja atrás las típicas trenzas haciendo una nueva etapa de la moda femenina.

Los bordados, cintas y telas se verán en directa relación con la situación económica de las mujeres. Pero
entre todas las clases sociales se prefieren las telas de los percales y las zarazas, haciendo mezclas con
seda estampada y en ocasiones incluso pana.
Los trajes siempre se hacen en colores vivos como celestes fuertes, amarillos, naranjas y verdes. El
negro como siempre se reserva solo para la iglesia, la boda o el luto.

El vestido completamente blanco era usado en bailes de gran ocasión, aun cuando estos se extendieran
durante días y noches. Este atuendo ganaba cada vez más popularidad como vestido de novia.

Los pollerones que usaban las mozas para montar, se confeccionaban en forma de cartera, teniendo
presillas de cuero usados para sujetarlos a la montura, se hacían con telas encarpadas usando colores más
sobrios, como azul marino, marrón, bordó, verde oscuro.

Como siempre se usan varias enaguas. Sobre las prendas hechas con percal el almidón y lustre aplicado
con plancha de hierro calientes por brasas o usando las cocinas económicas, seguirá siendo un lujo
especial.

El maquillaje se hace presente también y durante los bailes se pueden ver los rostros empalidecidos con
harina, que normalmente son un poco tostados, el color carmín en los labios y el rubor de las mejillas se
logra mojando algún papel de color como el papel “crepé” que normalmente se usa para forrar las
guirnaldas y farolitos con que se adorna la sala, el alero y el patio, en tales ocasiones.
Danzas tradicionales del folklore
argentino.
Argentina tiene una infinidad de bailes y danzas típicos que hacen de su folclore nacional muy nutrido
además de que cuentan con una riqueza cultural inigualable.

Con múltiples influencias derivadas venidas de diversas fuentes extranjeras, las danzas típicas de este
país dejan ver los pasos de las culturas que han hecho y siguen haciendo vida nacional.

Folklore argentino gato cuyano.


Esta es a su vez una música y danza del folklore argentino, que también puede ser apreciada en Bolivia,
Paraguay y en el folklore de Uruguay, teniendo como mayor influencia los ritmos picaros que se
esparcen desde la cultura de Perú a toda América del sur por la influencia de la cultura española.
Después de que se conformó esta danza con la estructura que se conoce hoy en día, se vio una rápida
extensión por Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, considerándose de los uno de los bailes de
pareja más populares de mitad del siglo XIX hasta principios del siglo XX.
Se puede apreciar como un baile alegre y ágil, de pareja suelta, ritmo vivo y picaresca expresividad. La
idea del baile es describir un juego amoroso que consiste en que el hombre persigue a la dama con
mucha prudencia y elegancia.

Lo más curiosos que puede presentar este baile es que es interpretado por todas las clases sociales y en
todos los ambientes. Además de presentar un ligero parecido al flamenco.

Folklore argentino chámame.


El chámame se puede definir como un género musical y bailable del folklore argentino que marca su
origen en la Provincia de Corrientes.

Aunque se baila y se cultiva grandemente en la provincia de Corrientes, se puede apreciar también en el


litoral, conformado por las provincias de Entre Ríos, Formosa, Santa Fe, Chaco y Misiones. Además se
puede escuchar en el norte y este de Santiago del Estero.

Esta se caracteriza por ser una danza alegre y animada, donde el bailarín y su dama pueden aprovechar la
oportunidad para lucir toda la habilidad y destreza que poseen efectuando los diferentes pasos, cambios
de figuras, zapateos y largadas.

Lo más importante para el bailarín es seguir con atención los cambios que se presentan en la música,
para así poder ir adaptando los adornos de su danza.

El buen bailarín sabe cuándo la música se presta para iniciar su zapateo, a la vez que realiza diversas
figuras y larga a la dama en sus floreos, siempre basándose en la invitación o sugestión de ritmo y
tomando en cuentas sus pasajes o matices.
El Chamame

Una de las cualidades de los correntinos, es que nunca cambian de paso o de figura en el tiempo
equivocado y hasta llegado a su sapukay, se muestra oportuno y concordante con los pasos de su danza.

La participación de la dama se basa en acompañar la creatividad de su pareja, mientras realiza


moderados requiebros de hombros y cintura, teniendo en cuenta a cadencia del ritmo que se baila.

El chámame se baila en lo que se denomina pareja enlazada, donde el hombre con su mano izquierda
toma la derecha de su pareja, mientras estas se mantiene a la altura del hombro. Con la mano derecha
toma la cintura o la espalda de la mujer. Po su parte, la mano izquierda de la fémina se debe apoyar en el
hombre derecho del hombre.

Para terminar la pose, ambos deben quebrar sus cinturas para unir la parte de arriba de los torsos,
logrando entrecruzar las cabezas y unir las mejillas.

Esta danza no está limitada a una coreografía en especial, por lo que se presta para que las parejas se
luzcan en sus pasos y figuras.
Folklore argentino chacarera.
La chacarera es considerada un ritmo y danza típica del folklore argentino que tiene su origen en la
provincia de Santiago del Estero, desde donde se esparció por toda Argentina, hasta llegar a influenciar a
la cultura de Bolivia, Chaco.

Para su ejecución se utiliza guitarra, bombo legüero y violín, pudiendo existir chacareras con voz o solo
instrumentales. Se baila por parejas que conforman un grupo que se mueve en rondas o vueltas.

Aunque es muy difícil precisar su origen, según la tradición oral y el hecho de existir chacareras que
tengan letrillas en el idioma original de la cultura quichua, se cree que este estilo se creó en Santiago del
Estero, más precisamente en Salavina.

Lo que no se puede negar, es su fuerte influencia indígena y africana, especialmente cuando se toca el
bombo legüero, que se puede disfrutar en muchas provincias del País, especialmente en Catamarca,
Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy y el norte cordobés.

Su nombre se deriva del vocablo «chacarero», que significa trabajador, además del prefijo chacra o
chakra que se refiere a maizal en quichua santiagueño, siendo un baile que se ejecutaba principalmente
en el campo, llegando poco a poco a las ciudades.

Gracias a la gran afluencia de migrantes internos que se produjo a mediados de Siglo XX, debido a la
industrialización en las zonas fabriles la chacarera pudo llegar a Buenos Aires.

Durante los años 60 y gracias al nuevo surgimiento del folklore argentino, este estilo musical comenzó a
tener renombre con la formación de agrupaciones como Los Kari Huainas en 1947, Los Chalchaleros en
1948, Los Fronterizos en 1953, Los de Salta en 1958, Los Cantores del Alba en 1958, Los Tucu Tucu en
1959, entre muchos otros.
Chacarera

Además de llegar a la ciudad, la chacarera se extendió hacia Bolivia en los últimos 40 años, siendo una
posible explicación de su extensión como la migración de bolivianos que se desplazaron para trabajar en
la zafra argentina.

También en Bolivia se pueden apreciar grandes intérpretes y compositores de este género musical donde
destacan Yalo Cuéllar, Esther Marisol, El Negro Palma, Juan Enrique Jurado, Los Canarios del Chaco,
Huáscar Aparicio, Dalmiro Cuéllar.

Este baile es ejecutado en los departamentos bolivianos del Chaco Tarijeño, el Chaco Cruceño y en el
Chaco Chuquisaqueño. En los últimos años, la chacarera se ha extendido aún más para llegar a la ciudad
de Tarija.
Vestimenta.
El vestuario femenino consiste en zapatos elaborados de cuero con un tacón medio, una falda que
presente mucho vuelo y se decore con amplios volados aplicados. Para el cabello se usan una o dos
trenzas sueltas.

Los hombres visten botas acordonadas que pueden tener o no espuelas. Una bombacha y camisa
tradicional con una camisa, esta última puede ser blanca o unicolor. Se puede usar faja, tirador con
rastra, o cinta ancha con bolsillos.

Al cuello se utiliza un pañuelo de seda que las puntas lleguen a media espalda, mientras que se
complementa con un sombrero de copa baja con barbijo, puede ser de color gris, marrón o negro.

Para terminar todo el vestuario se usa un cuchillo amarrado a la cintura.

Folklore argentino malambo.


El malambo, dentro del folklore argentino pertenece a la música surera o sureña, teniendo su origen en la
pampa por los años 1600. Entre las particulares se pueden destacar el hecho de que no tiene letra y la
danza se ejecuta exclusivamente por hombres con sus guitarras.

Este baile llego a cruzar las fronteras, por lo que también es representativo de la cultura uruguaya y
la cultura chilena, donde se interpreta en las regiones sureñas.
Se interpreta con una serie de pasos que se combinan y se denominan “mudanza” o “zapateo”. Pero lo
más interesante de su coreografía es no hay reglas específicas para su combinación. Los movimientos
básicos que se conjugan entre sí, según la originalidad y creatividad del gaucho que baila.

Puede llegar a diferir el orden, la posición, la coordinación con la música y la postura del cuerpo, este
último es importante en la danza pues a pesar de ser un baile que se basa principalmente en los
movimientos de los pies y las piernas, la postura del cuerpo influye en el equilibrio y en la imagen
estética.

Para separar unos zapateos de otros se realiza un golpe de pies que se llama repique; este se caracteriza
por hacerse con un sonido rápido que marca el fin y el principio de un zapateo. De igual manera cada
zapateo se hace con “ida y vuelta”, esto se traduce en que cada zapateo debe hacerse dos veces, pero la
segunda vez se debe hacer con un pie diferente a como se hizo la primera vez.

En la región del pampa, los gauchos se ataban a cada pierna un facón y cuando el baile se estaba
interpretando, se creaba golpes acompasados producto del choque entre los cuchillos.

Otra modalidad del baile consistía en bailar en un cuadro o entre cuatro velas, así iluminaban los
movimientos pero también tenían el reto de no apagar o derrumbar las velas.

Los gauchos más valientes clavaban los cuchillos en el suelo, dejando la mitad por fuera y bailar
alrededor, lo cual representaba un gran peligro debido a que los zapatos no eran más que una funda de
Tiento hecho con cuero duro y delgado, estos envolvía los pies dejando los dedos expuestos. Con esta
forma de baile muchos terminaron con grandes heridas.

Tipos de baile.
Originalmente el malambo se creó como una competencia ejecutada entre dos personas pudiendo ser
interpretado de la forma de Solista de malambo, que quiere decir que una persona ejecuta una danza
completa, durando alrededor de dos a tres minutos, tras lo cual otra persona interpreta su danza.

En el conjunto de malambo, es igual que la clasificación anterior con la diferencia de que un grupo de
personas, de tres en adelante, se reúnen para ejecutar su danza realizando los zapateos al mismo tiempo y
de la misma forma. El tiempo aproximado es de tres a cuatro minutos, para que después otro grupo haga
su danza.

El conjunto combinado de malambo se refiere también a un grupo de personas que se reúnen para bailar
un malambo, pero el detalle está en que los zapateos no deben ser iguales en todos los integrantes, se le
permite al grupo la libertad de crear figuras y posiciones.

También se puede bailar bajo la modalidad de Contrapunto de malambo, este se refiere a que una
persona realiza su mudanza, haciendo ida y vuelta para que al terminar su contrincante deba realizar su
mudanza.

Para ganar se elige al gaucho que lo hizo mejor, tomando en cuenta la calidad de la mudanza, la correcta
ejecución de los movimientos, la postura y la fuerza.
Por último, está el Contrapunto de cuarteto donde dos grupos, conformado cada uno por cuatro personas,
se enfrentan ejecutando sus danzas hasta que alguno de los dos equipos gana.

Los tipos de baile que son más populares son las de contrapunto, donde la competencia llega a niveles
altos. En el caso de que la competencia quede en un empate, se hace un contrapunto con botella.

En esta cada persona o grupo hace su coreografía alrededor de una botella vacía o con solo un ligero
peso en el fondo. Gana aquel que logre mantener la botella en pie o quien haya hecho la mejor mudanza
alrededor de la botella.

Actualidad.
En la actualidad el malambo sigue interpretándose, sin que tenga intención de desaparecer de la cultura
nacional. Es ejecutado en diversas competencias de corte tradicionalistas de Argentina como festivales y
eventos.
La vigencia de este baile reside en que sus movimientos son vistos como un arte marcial que ha
evolucionado, tal como pasa con la capoeira de la cultura brasileña.
Muchas personas se han especializado en este baile para ejecutarlo en competencias, lo que ha generado
la profesionalización del mismo y la creación de técnicas reales de entrenamiento y mudanzas.

Tal cual un atleta, los malambistas profesionales deben entrenar sus cuerpos para poder realizar
movimientos difíciles que podrían llegar a generar desgarres, problemas de tendones, meniscos o fatiga
muscular.
La competencia más importante de este baile se realiza una vez al año en el Festival Nacional del
Malambo, llevado a cabo en Laborde, provincia de Córdoba.

Folklore argentino vals.


el termino vals es un derivado del idioma francés, donde se pronuncia valses; vocablo que a su vez
deriva de la lengua alemana Walzer, se refiere al verbo walzen que se puede traducir como ‘girar, rodar’.
Al describirlo se puede decir que es un baile elegante de ritmo lento que se originó en Tirol Austria y sur
de Alemania, durante el siglo XII. Al llegar el año 1760 este baile era considerado de la realeza. Desde
la ciudad de Viena se impuso en la moda alrededor del año 1780, donde se expandió deprisa a otros
países.

Vals Argentino

Este baile se introdujo a la música y danza de Argentina y Uruguay, siendo acompañada por letras
parecidas a las usadas en el tango argentino.

Se le llamo coloquialmente como el valsesito criollo, surgiendo a finales del siglo XIX debido a dos
motivos fundamentales. El primero de ellos se refiere a que el vals vienés, como el de los Johann Strauss
gozaba de gran popularidad como una música representativa de la Belle Époque.

Además de esto, de parte del litoral argentino hubo una fuerte inmigración de suizos, austríacos y
alemanes, tomando un papel importante en el folklore argentino y surgiendo valsesitos criollos tan
representativos como Salud, dinero y amor o Caserón de tejas.
Este estilo de danza se acompaña de una instrumentación y de una vocalización por parte de cantantes
femeninos o masculinos, pero su estilo se acerca más a un tango, aunque el ritmo se muestra más lento y
armónico, teniendo un compás derivado vals clásico o vals vienés.

Música del folklore argentino.


La música del folklore argentino se genera a raíz de una multiplicidad de culturas indígenas originarias,
teniendo 4 grandes acontecimientos históricos-culturales que modelaron e influenciaron en su desarrollo.

Los acontecimientos fueron: la colonización española, la inmigración africana forzada como


consecuencia de los esclavos traídos durante el dominio español durante los siglos XVI hasta XVIII.
Además de esto se cuenta la inmigración europea durante el periodo de tiempo de 1880-1940 aparte de
la migración interna de los años 1930 a 1980.

La música folclórica comenzó a ganar popularidad en las décadas de los 30 y 40, cuando una ola de
migración interna del campo llego a la ciudad y trajo consigo el gusto por la música tradicional,
posicionándola como genero principal junto con el tango.

Aunque la música popular se vio afectada por la represión cultural impuesta por la dictadura instalada
entre 1976-1983, esta resurgió luego de la Guerra de las Malvinas de 1982, pero esta vez presentando
expresiones vinculadas con otros géneros musicales populares como el tango, el llamado «rock
nacional», la balada romántica latinoamericana, el cuarteto y la cumbia colombiana.
Su evolución historia se vio regida por cuatros grandes regiones de la argentina, la cordobesa-noroeste,
la cuyana, la litoraleña y la surera pampeano-patagónica, a su vez influenciadas por, e influyentes en, las
culturas musicales de los países fronterizos: Bolivia, sur de Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
Y durante este desarrollo y conformación de la música popular se hace mención a diferentes artistas que
han logrado asentar este género musical como Atahualpa Yupanqui y Mercedes Sosa.

Folklore argentino Mercedes Sosa.


Su nombre completo era Haydée Mercedes Sosa, nacio en San Miguel de Tucumán el día 9 de julio de
1935, murió en Buenos Aires el día 4 de octubre de 2009.

Fue una cantante que se especializo en la música folclórica argentina, ampliamente reconocida en toda
América y considerada como la mayor exponente del folklore argentino, siendo su voz un elemento
infaltable en la música popular de Latinoamérica.

Entre sus menciones se le conoce como La Voz de América Latina.


Fundo el Movimiento del Nuevo Cancionero y una de las más grandes exponentes de la Nueva canción
latinoamericana, llegando a adentrarse en otros géneros musicales como el tango, el rock y el pop.

Mercedes Sosa

Se llamaba a sí misma como cantora en lugar de cantante, distinción que se hace elemental en la nueva
canción latinoamericana que inicio ella misma; se basa en las palabras de Facundo Cabral quien
afirmaba «Cantante es el que puede y cantor el que debe».
Entre sus canciones más reconocidas destacadas en el cancionero latinoamericano se pueden mencionar
como Al Jardín de la República, Canción con todos, Alfonsina y el mar, Gracias a la vida, Como la
cigarra, Zamba para no morir, Solo le pido a Dios, La maza, Todo cambia, Duerme negrito y Calle
angosta.

Folklore argentino Atahualpa Yupanqui.


Su nombre real era Héctor Roberto Chavero, nacio en Juan Andrés de la Peña, Buenos Aires, Argentina
el día 31 de enero de 1908, y murió en Nîmes, Francia el día 23 de mayo de1992. Fue conocido por ser
el más grande músico argentino de la música folclórica.

En el año 1986 fue condecorado en Francia con el título de Caballero de la Orden de las Artes y las
Letras.

Sin duda alguna un músico sin precedentes que descubrió su afinidad a la música durante un viaje en la
infancia, cuando conoció el altiplano argentino y las diversas corrientes musicales de la música popular.

Compartió su vida con su segunda esposa de nacionalidad francesa Paula Nenette Pepín, quien fue la
encargada de escribir muchas de sus más famosas canciones como Baguala del pobrecito, Chacarera de
las piedras, Coplas del caminador, Cuando duerme la guitarra, De aquellos cerros vengo, De tanto dir y
venir, El alazán, entre otras.

Sin embargo, debido al machismo que reinaba en la época y la oposición de que una mujer pudiera llevar
una vida de artista, las canciones se publicaron bajo el nombre del poeta ficticio Pablo del Cerro.

Las composiciones de Don Ata, como se le conocía cariñosamente, son parte importante de los
repertorios de innumerables artistas, tanto en Argentina como en distintas partes del mundo, entre los
que se nombran: Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Los Tucu Tucu, Horacio Guarany, Mercedes Sosa,
el Dúo Salteño, Facundo Cabral, Jorge Cafrune, entre otros.

Fue duramente reprimido y exiliado durante las diferentes dictaduras que atravesó la Argentina, debido a
su afiliación con el partido comunista, especialmente la de Perón.
Atahualpa Yupanqui

El mismo Yupanqui expresa, que desde la época de Perón el índice de su mano derecha está quebrado,
debido a que le querían destrozar la mano. Para ello le colocaban una máquina de escribir sobre la mano
para después sentarse o saltar sobre el aparato.

El único detalle que no tomaron en cuenta es que le estaban destruyendo la mano derecha, pero para
tocar la guitarra el usaba la izquierda.

Murió en Francia en 1992, pero debido a su expreso deseo antes de morir sus restos se repatriaron a
Argentina, donde hoy descansan bajo un roble europeo de su casa en Cerro Colorado.

Más allá de su carrera musical, también escribió y publico una serie de libros como Piedra sola en 1939,
Aires indios en 1943, Cerro Bayo en 1953, Guitarra en 1960, El canto del viento en 1965, El payador
perseguido en 1965, entre otros.
Además musicalizo, escribió y actuó en varias películas entre las que se pueden mencionar: Horizontes
de piedra en 1956, Zafra en 1959, Viaje de una noche de verano en 1965, Cosquín, amor y folklore Dir.
Delfor María Beccaglia en 1965, entre otras.

Instrumentos musicales del folklore


argentino.
De todas las danzas y formas de música folclórica que se pueden nombrar como tradicionales de la
Argentina, se utilizan diversos instrumentos que pueden considerarse fundamentales para lograr el
sonido característico de esta tierra.

De herencias africanas, indígenas, españolas se pueden mencionar muchos instrumentos diferentes.


Modificados u originarios brindan un tono único que no puede ser igualado en ningún lado.

Entre los más importantes y difundido podemos mencionar guitarra, bombo, violín, armónica, acordeón,
acordeona, quena, flauta, piano.

Aunque el piano es un instrumento bastante costoso y de poco uso en la música folclórica, si ha sido
utilizado frecuentemente especialmente en la música de proyección folclórica.
Folklore argentino leyendas.
Argentina en su amplio repertorio de Folclore, puede distinguir en sus raíces una serie de leyendas,
historias y anécdotas que han sido confirmados a medias por diferentes pobladores rurales que dicen
haber visto a estos espantos.

A quien no le gusta escuchar una historia sobre una mujer, hombre o algún niño que se aparece en algún
lugar, que castiga a los malhechores o que simplemente deambula por las llanuras de la tierra en busca
de cumplir su misión.

Pues entre el imaginario popular y la creatividad de los campesinos se han creado diversas leyendas que
dejan huella expresa de la naturaleza indígena conocedora de su tierra.

Entre las leyendas argentinas más importante se nombran Kamshout y el otoño, la mulanima, el sol rojo,
la leyenda de Leandro, Telesita, la niña que bailo hasta morir, la leyenda del rio de la plata, la difunta
Correa en la Rioja argentina, la luz mala, el futre, jinete sin cabeza argentino, el nacimiento de la flor del
aire en Mendoza, entre otras.

Una de las más famosas trata sobre la difunta Correa, hoy considerada una santa de devoción que en su
época no se trataba más que una simple y pobre mujer enamorada.

Para el año 1835, la patria está golpeando y la guerra que mantienen los federales y unitarios, está
arrasando con campesinos con sus cosechas.

En la aldea de Tama, en la Provincia de La Rioja se encuentra María Antonia Deolinda Correa


suplicando misericordia para su marido, pero la guerra se niega a escuchar. Incapaz de dejar que su
marido muera enfermo y sostener a un hijo huérfano la mujer toma a su bebe en brazos junto con unas
poquísimas provisiones de pan y agua para alejarse del pueblo por última vez.
Deolinda Correa

La mujer recorre los desiertos cuyanos, donde de día el sol abraza y durante la noche el viento hiela
hasta los huesos. Las lágrimas junto con el agua y el pan se agotan pero la Deolinda parece no salir
nunca de las fronteras de La Rioja llegando al límite de su resistencia.

Llegando a la cima de un pequeño cerro se resguarda bajo la sombra de un algarrobo, tomando a su bebe
fuertemente con las ultimas fuerzas que le queda. Aunque no ha ido a la guerra, la guerra ha terminado
con ella.

Los arrieros vecinos, Don Orihuela, Don Ávila y Don Romero, son quienes encuentran a la ahora santa
mujer, quien aun estando muerta sigue alimentando con su pecho a su hijo, un milagro de la muerte
dando vida.

Estos hombres conocen a la pobre mujer y hacen su entierro en la cuesta de Sierra Pie de Palo, cerca del
cementerio de Vallecito. Y desde este momento difunden su maravillosa historia, donde los lugareños
visitan la tumba de la difunta Deolinda llevando ofrendas y regalos en busca de un milagro, haciendola
un icono del folklore argentino.
Escucha la hermosa historia de Deolinda Correa, una mujer santa que aunque no peleo en la guerra, no
pudo soportarla y se convirtió en una victima de ella.

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