Hornstein, Luis - EL DEVENIR ADOLESCENTE PDF
Hornstein, Luis - EL DEVENIR ADOLESCENTE PDF
Hornstein, Luis - EL DEVENIR ADOLESCENTE PDF
El recién nacido recibe muchas “escrituras” (que en realidad son voces, caricias, gestos,
afectos). La crianza consiste en dar a un hijo primero raíces (para crecer) y luego alas (para volar). En
las primeras relaciones un bebé puede experimentar la seguridad o bien el terror y la inestabilidad. En
las posteriores un niño puede tener la experiencia de ser aceptado y respetado o rechazado. Algunos
niños experimentan un equilibrio entre protección y libertad. Otros, una sobreprotección que los
infantiliza.
La infancia tiene sus reediciones en la vida adolescente y adulta. Destellos que aportan un flujo
renovador. Tal vez una vida más plena sea eso. No es necesario hacerse todas las cirugías, basta con
recuperar cierta capacidad de asombro. Es cierto que “soñar es cosa de jóvenes”, cuando
cuantitativamente “toda la vida está por delante”.
Vivimos en lo efímero, la obsolescencia acelerada. Hoy “se usa” un aire juguetón de ligereza, el
compromiso light. Algo falla en el pum para arriba, que necesita drogas diversas, anabólicos, bebidas
energizantes…¿Por qué un joven empieza a consumir droga? Porque la sociedad valoriza el vértigo y la
excitación y porque los narcotraficantes tienen mucho dinero y pagan publicidad, jueces, abogados, etc.
Porque sus amigos han probado y él no se anima a ser diferente. Porque sus ídolos consumen. Porque
él se siente vacío, con un tedio insoportable. Porque en su casa, papá o mamá se atracan con
ansiolíticos o antidepresivos.
Entre la insípida calma y vida intensa, votamos por la vida intensa. Por eso el amor, aunque sea
fuente de las mayores alegrías, no se puede confundir con la felicidad, porque su espectro abarca una
gama de sentimientos infinitamente más amplia; el éxtasis, la dependencia, el sacrificio, el terror, la
esclavitud, los celos. El amor supone que aceptemos sufrir por y a causa del otro, de su indiferencia, su
ingratitud o su crueldad.
De dos modos el adolescente obtiene el reconocimiento: por conformidad (ser como los demás,
miméticamente) o por distinción (ser distinto y hacer que los demás valoren esa diferencia). Ser como
los demás representa una garantía de aceptación social. Buscar el reconocimiento por distinción les
sirve para afirmarse y construir su identidad.