Nbe Ae 88
Nbe Ae 88
Nbe Ae 88
Capítulo I. Generalidades
1.4.1. Acción gravitatoria. Es la producida por el peso de los elementos constructivos, de los
objetos que puedan actuar por razón de uso, y de la nieve en las cubiertas. En ciertos casos puede
ir acompañada de impactos o vibraciones. De ella se trata en los Capítulos 2, 3 y 4.
1.4.2. Acción del viento. Es la producida por las presiones y succiones que el viento origina
sobre las superficies. De ella se trata en el Capítulo 5.
1.4.3. Acción térmica. Es la producida por las deformaciones debidas a los cambios de
temperatura. De ella se trata en el Capítulo 6.
NBE AE-88 1 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
1.4.4. Acción reológica. Es la producida por las deformaciones que experimentan los materiales
en el transcurso del tiempo por retracción, fluencia bajo las cargas u otras causas. De ella se trata
en el Capítulo 6.
1.4.5. Acción sísmica. Es la producida por las aceleraciones de las sacudidas sísmicas. De ella se
trata en la vigente Norma Sismorresistente.
1.4.6. Acción del terreno. Es la producida por el empuje activo o el empuje pasivo del terreno
sobre las partes del edificio en contacto con él. Se desarrolla en los Capítulos 8 y 9.
CASO I.
Concargas. (Capítulo 2).
Sobrecargas de uso. (Capítulo 3, con las precisas hipótesis de alternancia según el artículo 3.8).
Sobrecargas de nieve. (Capítulo 4).
Asientos de apoyo (si, de acuerdo con el Capítulo 8, deben considerarse).
Empujes del terreno. (Capítulo 9).
CASO II.
Todas las del caso I (con los valores que, combinados con los siguientes, produzcan los efectos
más desfavorables).
Acciones del viento. (Capítulo 5).
Acciones térmicas y reológicas. (Capítulo 6).
CASO III.
(Cuando sea preciso según la Norma Sismorresistente). Concargas, sobrecargas de uso y de nieve
y asientos de apoyo (con los valores que, combinados con los siguientes, produzcan los efectos
más desfavorables).
Empujes del terreno, aumentados en el 25 por 100.
Acciones del viento, reducidas en el 50 por 100.
Acciones térmicas y reológicas, reducidas en el 50 por 100.
Acciones sísmicas (Norma Sismorresistente).
Las tensiones admisibles, y/o los coeficientes de seguridad, aplicables en cada uno de los tres
casos serán las que se indiquen en las Normas para el cálculo de estructuras de los diferentes
materiales.
1.6. Notaciones
Las notaciones empleadas en la norma se detallan en la Tabla 1.1.
NBE AE-88 2 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
2.1.1. Concarga. Es la carga cuya magnitud y posición es constante a lo largo del tiempo, salvo el
caso de reforma del edificio. Se descompone en peso propio y carga permanente.
2.1.2. Peso propio. Es la carga debida al peso del elemento resistente. Constituye parte de la
concarga.
2.1.3. Carga permanente. Es la carga debida a los pesos de todos los elementos constructivos,
instalaciones fijas, etc., que soporta el elemento. Constituye parte de la concarga.
NBE AE-88 3 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
2.1.4. Sobrecarga. Es la carga cuya magnitud y/o posición puede ser variable a lo largo el
tiempo. Puede ser: de uso o de nieve.
2.1.5. Sobrecarga de uso. Es la sobrecarga debida al peso de todos los objetos que puedan
gravitar por el uso, incluso durante la ejecución.
2.1.6. Sobrecarga de nieve. Es la sobrecarga debida al peso de la nieve sobre las superficies de
cubierta.
El peso específico aparente se determinará experimentalmente en los casos en que sea preciso.
Para materiales de construcción pueden tomarse los valores consignados en la Tabla 2.1; para
materiales almacenables, los de la Tabla 2.2, y para líquidos, los de la Tabla a 2.3.
Para los casos más frecuentes de fábricas y macizos pueden utilizarse los pesos por unidad de
volumen consignados en la Tabla 2.4, y para los de otros elementos constructivos, los pesos por
unidad de superficie de la Tabla 2.5.
Con las dimensiones calculadas se determinará el peso propio real del elemento y se rectificarán,
si es preciso, los cálculos basados en la estimación.
NBE AE-88 4 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
NBE AE-88 5 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
NBE AE-88 6 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
NBE AE-88 7 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
NBE AE-88 8 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
NBE AE-88 9 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
Para cada parte del edificio se elegirá un valor de sobrecarga de uso adecuado al destino que vaya
a tener, sin que el valor elegido sea menor que el correspondiente a este uso en la Tabla 3.1.
No se considerarán nunca incluidos en la sobrecarga de uso los pesos del pavimento del piso y
del revestido del techo o de cualquier otro elemento que represente una carga permanente, como
el peldañeado de escaleras, que se computarán expresamente en la carga permanente.
NBE AE-88 10 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
Cuando la sobrecarga de uso sea menor de 300 kg/m², la sobrecarga de tabiquería por metro
cuadrado de piso que hay que adicionar no será inferior a 100 kg/m². Este valor corresponde a
una distribución, por m² de piso de 0,5 m de tabique de 2,50 m de altura y peso de 80 kg/m².
Cuando la sobrecarga de uso sea de 300 o de 400 kg/m², se podrá tomar como sobrecarga
adicional de tabiquería la mitad del peso de ésta. Cuando la sobrecarga de uso sea mayor de 400
kg/m², no se precisa adicionar el peso de la tabiquería.
Cuando se trate de tabicones de peso superior a 120 kg/m², no asimilará su peso a una carga
superficial uniforme, siendo preciso considerar la correspondiente carga lineal.
NBE AE-88 11 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
Todo elemento resistente de calzadas y garajes debe calcularse para resistir las dos sobrecargas
siguientes actuando no simultáneamente: a) las sobrecargas aisladas originadas por las ruedas de
los vehículos en las posiciones más desfavorables; b) la parte correspondiente de la sobrecarga
superficial de uso, según Tabla 3.1 G.
NBE AE-88 12 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
El elemento que directamente soporta una sobrecarga que actúa con impacto se calculará con la
sobrecarga multiplicada por un coeficiente de impacto. En el cálculo de los elementos que
indirectamente soportan la sobrecarga, el coeficiente de impacto se reduce o anula.
Las sobrecargas A a F de la Tabla 3.1 llevan ya incluido el efecto de impacto, salvo el caso en que
se prevean causas extraordinarias.
En las calzadas con tráfico el coeficiente de impacto será de 1,4 para los vehículos.
NBE AE-88 13 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
α = 60º p cos α
α > 60º cero
NBE AE-88 14 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
Cuando la superficie de cubierta tenga resaltos u otros obstáculos que impidan el deslizamiento
natural de la nieve, se tomará, cualquiera que sea el ángulo α, sobrecarga por metro cuadrado de
proyección horizontal de valor p.
En general, la diferencia de sobrecarga que se considere entre distintas partes de la cubierta tendrá
valor no superior a 30 kg/m².
Las estructuras se estudiarán ordinariamente bajo la actuación del viento en dirección a sus ejes
principales y en ambos sentidos. En casos especiales por ejemplo: estructuras reticuladas
abiertas, construcciones con caras dentadas, o con estructura oblicua a las fachadas, se estudiará
además su acción en las direcciones sesgadas que resulten más desfavorables.
En los casos especiales que se señalan, y en otros que lo requieran, se considerará que la
dirección del viento forma un ángulo de ± 10° con la horizontal.
v²
w=
16
Se considera situación topográfica expuesta la de las costas, las crestas topográficas, los valles
estrechos, los bordes de mesetas, etc.
NBE AE-88 15 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
En casos especiales de situación topográfica muy expuesta, por ejemplo: en alta montaña, en
desfiladeros, en acantilados, etc., pueden requerirse valores mayores, que se determinarán
mediante estudio especial.
p = cw
siendo w la presión dinámica del viento y c el coeficiente eólico, positivo para presión, o negativo
para succión, que depende de la configuración de la construcción, de la posición del elemento y
el ángulo α de incidencia del viento en la superficie. (Véase la figura de la Tabla 5.2.).
En las superficies a resguardo, o sea, situadas dentro de la proyección, en dirección del viento, de
otro elemento, como por ejemplo, en las cubiertas múltiples a diente de sierra, el coeficiente
eólico se puede reducir en el 25 %.
En una construcción que tenga huecos (puertas o ventanas) actúa además sobre cada elemento
una sobrecarga local en su superficie interior, que puede ser presión y puede ser succión,
cualquiera que sea la dirección del viento.
En una construcción que tenga en una cara un hueco, o conjunto de huecos, cuya área
practicable sea en total mayor que el tercio del área de la cara, sin producirse corriente de viento a
través de la construcción, la sobrecarga interior se calculará con los siguientes coeficientes
eólicos:
NBE AE-88 16 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
La sobrecarga exterior se combina con la interior. El coeficiente eólico total es la suma del de la
sobrecarga exterior más el de la interior cambiado de signo. El cálculo se realizará con la
combinación o combinaciones que produzcan efectos más desfavorables.
En los casos ordinarios puede calcularse directamente esta sobrecarga total admitiendo una
presión uniforme sobre el área de proyección de la construcción en un plano normal al viento,
con el valor del coeficiente eólico dado en la Tabla 5.3.
Se considerará incluso el área de los elementos eventuales: carteles, instalaciones, etc., que
puedan existir. En las banderas sueltas se computará el 25 por 100 del área de la tela.
NBE AE-88 17 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
La sobrecarga local de viento sobre sus elementos se calcula, en general, como en el artículo 5.4.
Un elemento, a resguardo de otro, o sea, situado dentro de su proyección en la dirección del
viento, no recibe sobrecarga si la separación entre ambos es igual o menor que la mínima
dimensión del elemento que resguarda. Si la separación es mayor, sin sobrepasar cinco veces la
mínima dimensión, recibe sobrecarga reducida en el 25 por 100. Para separaciones superiores se
considerara la sobrecarga total.
La sobrecarga total de viento se calculará como en el artículo 5.5, tomando el área de la
proyección de la parte maciza de la construcción.
En este tipo de construcciones es muy importante tener en cuenta el área de todas las
instalaciones solidarias que puedan existir.
En los planos y diedros exentos, la sobrecarga total, suma de la de sus dos caras, se calculará con
los coeficientes eólicos dados en la Tabla 5.4.
NBE AE-88 18 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
Pueden no considerarse acciones térmicas y reológicas en las estructuras formadas por pilares y
vigas cuando se disponen juntas de dilatación a distancia adecuada.
Suele estimarse que la distancia entre juntas de dilatación en estructuras ordinarias de edificación,
de acero laminado, o de hormigón armado no debe sobrepasar 40 m. Esta distancia suele
aumentarse a 50 m si los pilares son de rigidez pequeña, y reducirse a 30 m si los pilares son de
rigidez grande.
En las estructuras con revestimiento que aseguren una variación de temperatura no superior a ±
10° puede prescindirse, en general, de considerar las acciones térmicas.
Las acciones reológicas son despreciables, en general, en los materiales metálicos, debiendo
considerarse en el hormigón en masa, armado y pretensado.
Véase la Norma:
NCSE 94 – Norma de Construcción Sismorresistente.
NBE AE-88 20 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
8.1.1. Rocas. Formaciones geológicas sólidas, con notable resistencia a compresión. Se agrupan
en:
8.1.2. Terrenos sin cohesión. Terrenos formados fundamentalmente por áridos: grava, arena y
limo inorgánico, pudiendo contener arcillas en cantidad moderada. Predomina en ellos la
resistencia debida al rozamiento interno. Se clasifican en:
B. Terrenos arenosos gruesos. Si predominan las arenas gruesas y medias, conteniendo menos
del 30 por 100 de arenas finas y limo inorgánico.
C. Terrenos arenosos finos. Si predominan las arenas finas, conteniendo menos del 30 por 100
de grava y gravilla y más del 50 por 100 de arenas finas y limo inorgánico.
A estos efectos, se denominarán los áridos según el tamaño de sus granos como sigue:
Gravas y gravillas: mayor de 2 mm.
Arenas gruesas y medias: entre 2 y 0,2 mm.
Arenas finas: entre 0,2 y 0,06 mm.
Limos inorgánicos: menor de 0,06 mm.
8.1.3. Terrenos coherentes. Terrenos formados fundamentalmente por arcillas, que pueden
contener áridos en cantidad moderada. Al secarse forman terrones que no pueden pulverizarse
con los dedos. Predomina en ellos la resistencia debida a la cohesión. Según su consistencia, y su
resistencia a compresión en estado natural no alterado, se clasifican en:
A. Terrenos arcillosos duros. Los terrones con su humedad natural se rompen difícilmente con
la mano. Tonalidad, en general, clara. Resistencia a compresión superior a 4 kg/cm².
B. Terrenos arcillosos semiduros. Los terrones con su humedad natural se amasan difícilmente
con la mano. Tonalidad, en general, oscura. Resistencia a compresión entre 2 y 4 kg/cm².
C. Terrenos arcillosos blandos. Los terrones con su humedad natural se amasan fácilmente,
permitiendo obtener entre las manos cilindros de 3 mm de diámetro. Tonalidad, en general
oscura. Resistencia a compresión entre 1 y 2 kg/cm².
NBE AE-88 21 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
D. Terrenos arcillosos fluidos. Los terrones con su humedad natural, presionados en la mano
cerrada fluyen entre los dedos. Tonalidad en general oscura. Resistencia a compresión inferior a 1
kg/cm².
8.1.4. Terrenos deficientes. Terrenos en general no aptos para la cimentación. Entre ellos se
encuentran los siguientes:
A. Fangos inorgánicos. Limos inorgánicos y arcillas con gran cantidad de agua, que no permite
la formación de cilindros que resistan su propio peso.
Igualmente es preciso observar que si bien los valores que figuran en la Tabla 8.1 se consideran
admisibles para cada clase de terreno que en ella se especifica, dichos valores no garantizan que
los asientos que se produzcan sean tolerables para cada obra en particular, debiendo el autor del
proyecto comprobar en cada caso estos extremos.
Con las salvedades que se acaban de señalar, los valores de las presiones admisibles se consignan
en la Tabla 8.1.
NBE AE-88 22 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
El cálculo de las presiones sobre el terreno inferior puede determinarse con los métodos de la
Mecánica del Suelo, o puede suponerse uniforme en cada capa de terreno, en la superficie
limitada por sus intersecciones con planos trazados por los bordes de la cimentación que formen
ángulo de 30° con la vertical. En el caso de zapatas próximas, si los planos a 30° contiguos se
cortan, se tomará el plano vertical que pasa por su intersección.
NBE AE-88 23 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
Cuando calculados los asientos o sus diferencias entre las diversas zonas del edificio, no sean de
valor tolerable, se reducirán las presiones admisibles hasta conseguir que lo sean.
El asiento máximo tolerable se fijará por el autor del proyecto atendiendo a las características,
especiales de cada tipo e obra. Ello no obstante, y a título de orientación, se fijan los valores que
indica la Tabla 8.2.
No se contará en ningún caso con el empuje pasivo de la capa superior del terreno en una
profundidad de 1 m.
NBE AE-88 24 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
Se tendrán en cuenta las subpresiones en el caso que la cimentación alcance la capa freática.
8.9.1. Estudio de las observaciones e informaciones locales, así como del comportamiento de las
cimentaciones de edificios próximos.
8.9.2. Realización de perforaciones o calicatas con profundidad suficiente para llegar a todas las
capas que ruedan influir en los asientos de la obra, y en número necesario para juzgar de a
naturaleza de todo el terreno afectado por la edificación.
Cimentaciones discontinuas. Tres veces el ancho mínimo de las zapatas, con un mínimo de 5 m.
Cimentaciones continuas. Vez y media el ancho de la placa de cimentación.
8.9.3. Si con los estudios y observaciones de los apartados anteriores u otros adecuados no
pudiera fijarse de manera clara la presión admisible para el terreno, se procederá a la realización
de los ensayos precisos que deben ser programados, ejecutados e interpretados por personal
especializado.
Cuando se juzgue necesario se realizarán los ensayos precisos, que deben ser programados,
ejecutados e interpretados por personal especializado que domine as técnicas correspondientes.
En terrenos coherentes debe procederse con gran prudencia al fijar el valor de la cohesión, ya que
varía con el grado de humedad del terreno, disminuyendo rápidamente cuando éste pasa de un
cierto límite, así como a causa de posibles acciones perturbadoras de los agentes climatológicos.
Si no se efectúa determinación directa de las características del terreno, se supondrá cohesión
nula en todo caso y se tomarán los valores de la Tabla 9.1.
NBE AE-88 25 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
En los casos más desfavorables, como, por ejemplo, en terrenos coherentes, anegados o en
muros de superficie muy lisa, se tomará un ángulo de rozamiento:
δ = 0º
Con terrenos bien drenados y muros de superficie muy rugosa, el máximo valor posible del
ángulo de rozamiento es δ = ϕ. Para el cálculo e los empujes, salvo justificación especial, no se
pasará del valor:
2
δ = ϕ
3
pH = (γz + q) λ H
pV = (γz + q) λ V
NBE AE-88 26 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
sen ²(α + ϕ )
λH = 2
sen (ϕ + δ )sen (ϕ − β )
sen²α 1 +
sen(α − δ ) sen(α + β )
λ V = λH cot(α − δ )
NBE AE-88 27 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
NBE AE-88 28 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
NBE AE-88 29 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
Como valor β del ángulo de talud de la superficie libre del terreno, respecto a la horizontal, se
tomará el más desfavorable de los que sean posibles.
Las componentes horizontal PH y vertical PV del empuje total P, por unidad de longitud de muro,
tienen por expresiones:
h²
PH = (γ + qh)λH
2
h²
PV = (γ + qh)λV
2
El punto de aplicación del empuje P se encuentra a una profundidad y desde la coronación del
muro dada por la expresión:
2γh + 3q
y=h
3γh + 6q
n
γ ' = γ − 1 − γa
100
siendo γ el peso específico aparente del terreno seco, n el índice de huecos, en tanto por ciento, y
γa el peso específico del agua.
Al empuje del terreno sobre el muro, calculado con el peso específico virtual γ', se superpondrá el
empuje hidrostático del agua.
Si el terreno está anegado solamente desde cierta profundidad f (figura 2), se procederá como en
el caso de terrenos estratificados.
NBE AE-88 30 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
Los componentes horizontal p H y vertical pV de la presión sobre el muro, a una profundidad z por
debajo del nivel freático, pueden calcularse con las fórmulas:
A
z0 =
uλ V
La presión normal pN sobre una superficie inclinada, que forme un ángulo α con la horizontal
(paredes de las tolvas) es:
pN = pHsen ²α + pV cos ²α
NBE AE-88 31 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
NBE AE-88 32 de 33
Dpto. de Tecnología Industrial UAX Escuela Politécnica Superior
Hay que tener en cuenta que para que el empuje pasivo pueda actuar es necesario que se
produzcan corrimientos de la estructura, no despreciables en general. Se debe actuar, pues, con
suma prudencia en la estimación de la acción estabilizante de los empujes pasivos no tomándola
en consideración a menos que se compruebe que los movimientos necesarios para provocarla
son compatibles con las condiciones de servicio de la estructura, y se tenga la seguridad de que el
terreno permanecerá con sus características inalteradas.
NBE AE-88 33 de 33