Trabajo Sobre La Generación Del 27
Trabajo Sobre La Generación Del 27
Trabajo Sobre La Generación Del 27
se valió la generación del 27, para hacer de su poética, un nuevo estilo literario moderno. Para la
formulación de dicha hipótesis se tuvieron en cuenta, algunas de las ideas de Gottfried Benn,
expuestas en “El yo moderno y otros ensayos”.
Para concretar dicho objetivo, se expusieron ejemplificaciones de los poemas, de algunos poetas,
pertenecientes a la generación del 27, que marcaron el rumbo de la nueva concepción de la lírica
contemporánea. En primer lugar, se desarrollaron las ideas fundamentales, aportadas por Gottfried;
luego, para argumentar las ideas expuestas por dicho autor, se utilizaron las ejemplificaciones de
los poemas.
La bibliografía utilizada para este trabajo fue, “El yo moderno y otros ensayos” de Gottfried Benn;
“estudios sobre poesía española contemporánea” de Andrew Debicki; “Romancero Gitano” de
Federico García Lorca; “Antología poética” de Aleixandre Vicente; “La voz a ti debida” de Pedro
Salina; “El rayo que no cesa” de Miguel Hernández; y “Marinero en tierra” de Rafael Albertí.
UNA NUEVA ESTÉTICA LITERARIA.
Como se ha aclarado, al principio, de este trabajo, el objetivo del mismo, es poner en evidencia de
qué maneras los escritores, Pedro Salina, Federico García Lorca, Rafael Albertí, Miguel Hernández,
y Vicente Aleixandre, en la creación de sus poemas, se caracterizan por tener un estilo en común,
estilo único que se presenta por medio de la utilización de metáforas, que hicieron que éstos,
formen la creación de un nuevo estilo poético contemporáneo, imponiendo, de esta manera, una
nuevo estilo, en cuanto a la concepción de lo que es la lírica.
En primer lugar, una de las ideas que se pueden extraer de este autor, importantes, para analizar a
la poética contemporánea, es la idea de que el poeta o “yo moderno”, no se encuentra vinculado a
ningún tipo de intereses, vinculados, con la vida social, el poeta no se adapta a las condiciones de la
sociedad se sustrae de ella. “(…) que la tarea y la vocación del gran hombre, del poeta, no puede
consistir jamás en prestar servicios a su tiempo o en prepararse su camino; su grandeza estriba
más bien en no adaptarse a sus condiciones sociales, que existe un abismo, que el representa el
abismo bajo el asfalto de la civilización (…)” 1.
Luego, otras de las ideas que se utilizarán para el desarrollo del trabajo, y que se tendrán en cuenta
como la “nueva” noción de lo que es lírica, es la siguiente “(…) Un poema no suele alumbrarse
espontáneamente: un poema resulta de un proceso de composición (…) El nuevo poema, la lírica,
es un producto artístico (…)” 2teniendo en cuenta esto, se puede decir que, el nuevo arte poético,
fijará su atención a la forma, puesto que en ella se emplearan los recursos, que utilizarán los poetas,
para crear una realidad diferente, una realidad embellecida. Seguidamente, se enunciará, la última
idea del autor, que permitirá atender a la forma de la conformación de las poesías. “(…) sin duda la
poesía es forma. Los contenidos de un poema se encuentran por doquier; forman parte de la
condición humana, son su patrimonio en medida más o menos variada y sublime; pero solo
deviene en lirica cuando toma cuerpo en una forma que hace autóctono a ese contenido, cuando
se convierte en su portador y fascina con palabras (…)” (…) El poeta conoce sus palabras, sabe
cómo emplearlas, conoce la coordinación de las palabras a fines a su gusto, sabe dar forma con
ellas, busca rimas, estrofas serenas y apacibles, estrofas expresivas y solo entonces surge uno de
los poemas más bellos (…)”3 Es decir, que la habilidad del poeta para la creación de su arte, se vale
de la utilización y acomodación de sus palabras, de la forma en cómo las utilice, dándole así, un
nuevo sentido a la realidad de su creación, destacando lo bello de la realidad. Es por este motivo,
que en el análisis que se abordará a continuación se tendrán en cuenta, las metáforas, en la poética
de algunos escritores de la generación del 27, ya que, a través, de este rasgo se puede demostrar,
claramente, la formación de la nueva lírica contemporánea.
1
(Gottfried Benn, 1999).
2
(Gottfried Benn, 1999).
3
(Gottfried Benn, 1999).
Teniendo en cuenta, estas ideas, concebidas por Gottfried Benn, sobre la nueva lírica moderna y el
papel del “yo moderno” en la sociedad, se tratará se rastrear en algunas poesías, realizadas por los
autores de la generación del 27, cómo, con el uso de las metáforas aplicada a las palabras, crearon
una nueva realidad embellecida, una nueva forma de lirica; que los llevo a formar su propio arte, un
arte, que no precisamente se encontraba comprometido con los intereses sociales de su tiempo.
La primera cita de Gottfried Benn, determina la posición que debería tener el poeta en la sociedad,
el yo moderno, no se encuentra en relación con ella, ni tampoco obedece a sus intereses, éste no
se adapta a ella; toma simplemente los elementos naturales que lo rodean con el fin de hacerla
parecer bella e ideal.
En la siguiente parte del poema de García Lorca “Reyerta”, se puede observar que sus versos no
presentan una vinculación estricta con los intereses sociales, sino que, más bien, se toma de los
objetos de la naturaleza para crear una nueva visión de la realidad. “(…) En la mitad del barranco,
las navajas de Albacete, bellas de sangre contraria, relucen como los peces (…) “. Aquí, el yo lirico,
describe un hecho, ocurrido en un barranco, en donde hay navajas que tiene chorros de sangre, que
brillan igual que los peces; le atribuye a la navaja ensangrentada el mismo brillo que tienen los
peces, formando de esta manera, una visión embellecida de la sangre en el cuchillo o navaja.
En Vicente Aleixandre, también se puede ver, lo anterior expuesto, en su poesía “Canción a una
muchacha muerta”. El yo lirico, toma como objeto a un cuerpo muerto y con esto quiere explicar la
transcendencia que las personas siguen teniendo después de muertas, es decir, que aun, aunque el
cuerpo este bajo tierra y no pueda contemplar a la naturaleza, el alma si lo puede. El yo lirico, se
vale nuevamente aquí, de objetos de la realidad, para recrear la muerte, desde un punto de vista
distinto, el cuerpo convertido en alma. “(…) Dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra, quiero saber
por qué ahora eres agua (…)” “(…) Dime por qué sobre tu pelo suelto, sobre tu dulce hierva
acariciada, cae, resbala, acaricia, se va, un sol ardiente o reposado que te toca como un viento
(…)” “(…) oh tú, cielo riente que pasas como nube (…)”. El cuerpo se transforma en agua, el agua
que tiene forma transparente; el cabello aún es acariciado con el viento, cómo es posible, si este
está bajo tierra, sin duda es la transformación misma del cuerpo en alma; por último, menciona un
“cielo riente que pasa como nube”, es sin dudas, el alma que ya puede encontrarse en libertad del
cuerpo, vagando felizmente, como nubes transparentes en el aire.
Con Pedro Salina, también se puede encontrar a la realidad embellecida, en unos de sus poemas
distribuidos en su antología titulada “la voz a ti debida”, en éste, el yo lirico, personifica al amor,
como un fuerte viento, que es capaz de atravesar cualquier frontera, cualquier muro, y al tiempo
mismo. Los objetos de la naturaleza, funcionan aquí, como el embellecimiento de la poesía y
permiten la creación de una nueva atmósfera. “(…) murallas, nombres, tiempos, se quebrarían
todos, deshechos, traspasados irresistiblemente por el gran vendaval de su amor (…)”.
Miguel Hernández, crea a través del yo lirico, su atmósfera “ideal”, en una de sus poesías,
perteneciente a su antología, “El rayo que no cesa”, también como los demás, toma a los objetos
naturales y le permite tener vida, es decir le da atribuciones humanas; el cuchillo, se transforma en
un rayo de metal, tiene alas, tiene vida, tiene hambre de carne, como sed de matar, está a expensa
del yo lirico, para asesinarlo, para que tome la determinada decisión de suicidarse. “(…) un carnívoro
cuchillo de ala dulce y homicida (…)” “(…) Rayo de metal crispado fulgentemente caído (…)” “(…)
Sigue, pues, sigue cuchillo, volando, hiriendo (…)”.
Por último, en Rafael Albertí, la creación del ideal de la realidad, se ve representada a través de las
representaciones de los objetos en animales mitológicos, como las sirenas, en “sueño de marinero”.
Atribuye su relación con el mar sobre un barco, que es como una sirena, que se encuentra
enamorada del mar “(…) Mi sueño por el mar condecorado, va sobre su bajen, firme, seguro, de
una verde sirena enamorada (…)” el barco, toma la forma física de una sirena, representado así,
una nueva forma de observar la realidad.
En estos autores, se pudieron observar, que ninguno de ellos, en sus poemas, se encuentran
representando a la realidad objetiva, sino que la toman como objeto de análisis y la convierten en
una nueva forma, bella e ideal, atribuyéndoles a los objetos “comunes” formas animadas y acciones
que solo las personas pueden realizar; es decir, van creando una nueva atmósfera, que se encuentra
desligada de la realidad. Con esto se podría afirmar, que los poetas cumplen con la primera cita
expuesta de Gottfried.
En cuanto a las citas que restan, se puede objetar que pueden ir de la mano. Porque, una expone
que la lírica se caracteriza por presentar un proceso de composición, en esta, importa la forma, el
proceso, de cómo se realizó un poema. Es decir, que lo que va a caracterizar a la lírica moderna, es
de qué recursos se vale el poeta para realizarla y de qué manera utiliza esos recursos para crear una
nueva visión de la realidad. Entonces, seguidamente, se debe tener en cuenta aquí, la siguiente cita,
en donde se expone la idea de que lo que hace a un poeta “moderno” y “memorable”, es la forma
en la que utiliza las palabras, cómo las acomoda, de qué eficacia se vale para implementar sus
recursos en su poética. Es por ello que, a continuación, se determinarán a través de
ejemplificaciones, correspondientes a los poetas de la generación del 27, uno de los recursos, el de
la metáfora, que hizo de la creación de sus poemas únicos y memorables; compartiendo de esta
manera la idea del autor, sobre la nueva concepción de lirica moderna, y la importancia que éste, le
atribuye a la forma, a esa nueva manera de expresar la realidad.
En la poética del grupo de escritores de la generación del 27, encontraremos, el rasgo en común, de
la creación de la realidad subjetiva a través de las metáforas. Estas, les dieron a sus poesías una
forma determinada, que solo se les puede ser atribuida a ellos, es decir, permitieron que los poetas
queden en el recuerdo de la sociedad, dándole sentido a una nueva concepción de observar la
realidad.
Roland Barthes, postula que, en una obra literaria, pueden coexistir varios significados de un mismo
código, en ello consiste la eficacia tanto del escritor, en utilizar las palabras y recursos adecuados,
para que el lector pueda comprender, lo que realmente se quiso expresar en el mensaje. Un texto
se debe analizar desde varios puntos de vista, solo a partir de esa manera, podremos entender lo
que realmente, el creador de cualquier enunciado nos quiso manifestar. “(…) Roland Barthes
emplea el concepto de códigos, precisamente para notar como una obra literaria contiene varios
niveles de significados que coexisten en ella y producen la experiencia comunicada del lector.
Barthes, nota que la interpretación del texto debe ser de un proceso de descubrir un solo
significado, sino más bien, un modo de apreciar la pluralidad de valores y evocaciones que el texto
posee (…)”4 Es por ello que, Andrew Debicki, tomando la idea de Barthes sobre códigos, propone
los códigos que se deberían tener en cuenta a la hora de analizar un poema, el código literal, que
representa a la realidad específica, el código metafórico, en este se encuentra la relación entre el
nivel imaginario y el real, creado a través de las metáforas, y por último, el código cultural, que es
el saber que tiene la sociedad, sobre los objetos u hechos expuestos en el poema. “(…) los poemas
siempre contienen vocablos y elementos que destacan un nivel anecdótico, anclados en una
realidad especifica; estos elementos pueden verse como un código literal (…)”5
Desde esta perspectiva, también, se analizarán los poemas ofrecidos, por lo poetas mencionados.
Porque, ésta, tiene una relación con lo que expone Gottfried Benn, sobre la forma en la cual
organizan los poetas sus poemas para plasmar el nuevo arte moderno. Analizaremos en ellos de qué
manera, el código literal se conjuga con el código metafórico, creando así, la nueva realidad
subjetiva que les permitió dejar sus huellas en la sociedad.
En Federico García Lorca, se puede notar cómo el uso de las metáforas permite recrear la realidad
objetiva, aportando una nueva versión de ella. En el poema “Reyerta”, puede observarse que se
describe un hecho en concreto, la muerte de una persona. Pero en esta muerte encontramos
cuchillos ensangrentados, un cuchillo que es bello y tiene una apariencia reluciente como el pescado
“(…) en la mitad del barranco las navajas de Albacete, bellas de sangre contraria, relucen como
los peces (…)”, el yo lirico, embellece la muerte de una persona, aplicándole cualidades al cuchillo,
de esta manera va creando el segundo código, el código que es introducido a través de la metáfora.
Vicente Aleixandre, en el poema “Canción a una muchacha muerta”, se puede observar, como el
código creado a través de la metáfora, permite la manifestación del tema de lo que le ocurre al
cuerpo después de la muerte, la liberación del alma. El objeto literal, es el cuerpo muerto, que se
encuentra bajo tierra “(…) dime el secreto de tu corazón virgen, dime el secreto de tu cuerpo bajo
tierra (…)”, pero éste, le atribuye al cuerpo la forma de agua, prestándonos la idea de que, el cuerpo
de convirtió en el alma “(…) quiero saber por qué ahora eres agua (…)”, personifica el alma,
nombrándola como una nube, un cielo sonriente “(…) ¡Oh, Tú, cielo riente, que pasas como nube
(…)”, de esta forma, vamos notando, cómo la creación del tema, va tomando forma a través de la
utilización de la metáfora.
4
(Roland Barthes citado por Andrew Debicki)
5
(Andrew Debicki).
Pedro Salina, construye en unos de sus poemas, de la antología “La voz a ti debida”, el código
metafórico, sobre el tema de que el amor es capaz de superar cualquier barrera, atribuyéndole al
amor, la forma de un objeto de la naturaleza, el viento. Con este instrumento, concedido por la
realidad natural, se forma la idea del amor, que atraviesa cualquier barrera, cualquier pared o muro,
como un fuerte viento, viene y lo destroza todo. “(…) porque cuando ella venga desatada,
implacable, para llegar a mí, murallas, nombres, tiempos, se quebrarían todos, deshechos,
traspasados irresistiblemente por el gran vendaval de su amor, ya presencia (…)”. Entonces, aquí
el amor, se muestra como viento fuerte, al que nadie puede parar, nuevamente, la metáfora se
vuelve la protagonista de la producción del poema.
Miguel Hernández, “En el rayo no cesa” también, construye su poesía, teniendo como base, la
metáfora. En uno de sus poemas, utiliza al elemento del cuchillo (objeto real), para crear la
composición del tema sobre “un suicidio”, el yo lirico, expresa cierta melancolía sobre su vida, y el
cuchillo se personifica, como alguien que se encuentra rondando, que tiene sed de matar, que tiene
alas, como un ángel de la muerte, que viene a llevarlo. “(…) un carnívoro cuchillo de ala dulce y
homicida sostiene un vuelo y un brillo alrededor de mi vida (…)”. El cuerpo del poema, se va creado
gracias al aporte de la metáfora, que permite que el cuchillo, se personifique, como casi una
persona, capar de llevarse la vida de un ser humano con tan solo su punta. “(…) Rayo de metal
crispado fulgentemente caído, picotea mi costado y hace de él un triste nido (…)”.
Finalmente, Rafael Alberti, crea su poema, utilizando metáforas que demuestran el amor que posee
el yo lirico sobre el mar. En “Sueño de un marinero”, las metáforas, permiten demostrar el amor del
marinero por el mar, como un amor ensueños, en el que el mar se representa como una virgen, la
virgen que lo guía “(…) sal de tu gruta, que adorarte quiero, sal de tu gruta, virgen sembradora, a
sembrarme en el pecho tu lucero (…)”. El paisaje del mar, con la puesta de sol, se convierte en una
bandeja, en donde se reflejan sus luces. “(…) ya está flotando el cuerpo de la aurora en la bandeja
azul del océano y la cara del cielo se colora (…)” la naturaleza toma vida, se humaniza, el sol tiene
cara, el océano es una bandeja, la aurora tiene cuerpo, los sentidos cobran vida a través de la
utilización de metáforas.
En los ejemplos expuestos, se puede dar cuenta, cómo a través del recurso de las metáforas, los
poetas fueron creando, una nueva forma poética. La forma de la utilización de la metáfora, hace
notar, la eficacia y el ingenio, que tuvieron en la creación de sus poemas. Se nota claramente, que
su forma de expresar los sentimientos, no consistió en representar la realidad objetiva, sino más
bien, en utilizar los elementos que le rodeaban, para formar una nueva concepción de la realidad,
una nueva realidad ideal y embellecida, en la que los códigos metafóricos, permiten a lector
encontrar nuevas formas de significar las cosas del mundo que lo rodea.
En conclusión, se puede decir que, se cumplió con el objetivo que se propuso al principio de este
trabajo. Con las ejemplificaciones aportadas por los poemas de algunos de los poetas de la
generación del 27, y se pudieron defender las ideas, expuestas, por el autor Gottfried Benn.
Se pudo dar cuenta, de qué manera, la metáfora llenó de vida al yo lirico moderno, y permitió que
los poetas, generen una nueva forma de creación literaria, una creación, que no buscaba responder
a los intereses sociales, solo quitaba de ella los objetos naturales y reales, para convertirlos en un
concepto nuevo, diferente y embellecido, los convirtió en arte.