Jean Piaget
Jean Piaget
Jean Piaget
La idea que planteó Jean Piaget es que, al igual que nuestro cuerpo evoluciona rápidamente durante
los primeros años de nuestras vidas, nuestras capacidades mentales también evolucionan a través de
una serie de fases cualitativamente diferentes entre sí.
En un contexto histórico en el que se daba por sentado que los niños y niñas no eran más que
"proyectos de adulto" o versiones imperfectas de ser humano, Piaget señaló que el modo en el que
los pequeños actúan, sienten y perciben denota no que sus procesos mentales estén sin terminar, sino
más bien que se encuentran en un estadio con unas reglas de juego diferentes, aunque coherentes y
cohesionadas entre sí. Es decir, que la manera de pensar de los niños y niñas no se caracteriza tanto
por la ausencia de habilidades mentales típicas de los adultos, como por la presencia de formas de
pensar que siguen otras dinámicas muy diferentes, dependiendo de la etapa de desarrollo en la que
se encuentren.
Es por eso que Piaget consideraba que los patrones de pensamiento y comportamiento de los más
jóvenes son cualitativamente distintos con respecto a los de los adultos, y que cada etapa del
desarrollo define los contornos de estas maneras de actuar y sentir. Este artículo ofrece una breve
explicación acerca de estas fases del desarrollo planteadas por Piaget; una teoría que, si bien ha
quedado desfasada, es el primer ladrillo sobre el que se ha construido la Psicología Evolutiva.
La respuesta es que este psicólogo hablaba de los dos, aunque centrándose más en los aspectos
individuales que en los aspectos del aprendizaje que están ligados a las construcciones sociales. Si
Vygotsky le daba importancia al contexto cultural como medio desde el cual las personas interiorizan
formas de pensar y de aprender sobre el entorno, Jean Piaget ponía más énfasis en la curiosidad de
cada niño o niña como motor de su propio aprendizaje, si bien procuró no ignorar la influencia de
aspectos del entorno tan importante como, por ejemplo, los padres y las madres.
Piaget sabía que es absurdo intentar tratar por separado los aspectos biológicos y los que hacen
referencia al desarrollo cognitivo, y que, por ejemplo, es imposible dar con un caso en el que en bebé
de dos meses haya tenido dos años para interactuar directamente con el ambiente. Es por eso que
para él el desarrollo cognitivo informa sobre la etapa de crecimiento físico de las personas, y el
desarrollo físico de las personas da una idea sobre cuáles son las posibilidades de aprendizaje de los
individuos. A fin de cuenta, la mente humana no es algo que esté separado del cuerpo, y las
cualidades físicas de este último dan forma a los procesos mentales.
Sin embargo, para entender las etapas de desarrollo cognitivo de Piaget es necesario saber desde qué
enfoque teórico parte su autor.
Sin embargo, que el motor del aprendizaje sea el propio individuo no significa que todos tengamos
total libertad para aprender ni que el desarrollo cognitivo de las personas se vaya realizando de
cualquier manera. Si así fuese, no tendría sentido desarrollar una psicología evolutiva dedicada a
estudiar las fases de desarrollo cognitivo típicas de cada etapa de crecimiento, y está claro que hay
ciertos patrones que hacen que personas de una edad parecida se parezcan entre sí y se distingan de
gente con una edad muy diferente.
Este es el punto en el que cobran importancia las etapas de desarrollo cognitivo propuestas por Jean
Piaget: cuando queremos ver cómo encaja una actividad autónoma y ligada al contexto social con
los condicionantes genéticos y biológicos que se van desarrollando durante el crecimiento. Los
estadios o etapas describirían el estilo en el que el ser humano organiza sus esquemas cognitivos, que
a su vez le servirán para organizar y asimilar de una u otra manera la información que recibe sobre
el entorno, los demás agentes y él mismo.
Cabe destacar, sin embargo, que estas etapas de desarrollo cognitivo no equivalen al conjunto de
conocimiento que típicamente podemos encontrar en personas que se encuentran en una u otra fase
de crecimiento, sino que describen los tipos de estructuras cognitivas que se encuentran detrás de
estos conocimientos.
A fin de cuentas, el contenido de los diferentes aprendizajes que uno lleva a cabo depende en gran
parte del contexto, pero las condiciones cognoscitivas están limitadas por la genética y la manera en
la que esta se va plasmando a lo largo del crecimiento físico de la persona.
Los niños y niñas que se encuentran en esta etapa de desarrollo cognitivo muestran un
comportamiento egocéntrico en el que la principal división conceptual que existe es la que separa las
ideas de "yo" y de "entorno". Los bebés que están en la etapa sensorio-motora juegan para satisfacer
sus necesidades mediante transacciones entre ellos mismos y el entorno.
A pesar de que en la fase sensoriomotriz no se sabe distinguir demasiado entre los matices y sutilezas
que presenta la categoría de "entorno", sí que se conquista la comprensión de la permanencia del
objeto, es decir, la capacidad para entender que las cosas que no percibimos en un momento
determinado pueden seguir existiendo a pesar de ello.
2. Etapa preoperacional
La segunda etapa del desarrollo cognitivo según Piaget aparece más o menos entre los dos y los siete
años.
Las personas que se encuentran en la fase preoperacional empiezan a ganar la capacidad de ponerse
en el lugar de los demás, actuar y jugar siguiendo roles ficticios y utilizar objetos de carácter
simbólico. Sin embargo, el egocentrismo sigue estando muy presente en esta fase, lo cual se traduce
en serias dificultades para acceder a pensamientos y reflexiones de tipo relativamente abstracto.
Además, en esta etapa aún no se ha ganado la capacidad para manipular información siguiendo las
normas de la lógica para extraer conclusiones formalmente válidas, y tampoco se pueden realizar
correctamente operaciones mentales complejas típicas de la vida adulta (de ahí el nombre de este
período de desarrollo cognitivo). Por eso, el pensamiento mágico basado en asociaciones simples y
arbitrarias está muy presente en la manera de interiorizar la información acerca de cómo funciona el
mundo.
Uno de los síntomas típicos de que un niño o niña ha accedido a la etapa de las operaciones concretas
es que sea capaz de inferir que la cantidad de líquido contenido en un recipiente no depende de la
forma que adquiere este líquido, ya que conserva su volumen.
Es en este período en el que se gana la capacidad para utilizar la lógica para llegar a conclusiones
abstractas que no están ligadas a casos concretos que se han experimentado de primera mano. Por
tanto, a partir de este momento es posible "pensar sobre pensar", hasta sus últimas consecuencias, y
analizar y manipular deliberadamente esquemas de pensamiento, y también puede utilizarse el
razonamiento hipotético deductivo.
Para Piaget, las etapas de desarrollo indican las diferencias cognitivas en las condiciones de aprender.
Por tanto, aquello que se aprende sobre, por ejemplo, el segundo período de desarrollo cognitivo, no
se deposita sobre todo lo que se ha aprendido durante la etapa anterior, sino que lo reconfigura y lo
expande hacia varios ámbitos de conocimiento.
Por lo demás, esta teoría de las etapas de desarrollo cognitivo no fija límites de edad muy fijos, sino
que se limita a describir las edades en las que son comunes las fases de transición de una a otra. Es
por ello que para Piaget es posible encontrar casos de desarrollo estadísticamente anormal en las que
una persona tarda en pasar a la siguiente fase o bien llega a ella a una edad temprana.
Papel de la familia en las diferentes etapas del desarrollo infantil
Con independencia del gran número de definiciones y conceptos de lo que es la familia, lo que no se
pone en duda, es el papel protagónico que ella juega en la crianza y educación de los bebés, niños y
jóvenes. Al margen de conceptos culturales, sociales, biológicos o políticos es la célula fundamental
sobre la que se erige una sociedad.
Papel de la familia
El papel de la familia en la educación y crianza de los hijos se va transformando desde una etapa
inicial de la vida
La familia es el primer núcleo social dónde se comienzan a establecer los lazosafectivos entre el
recién nacido y los adultos, ya sea que llegó a la familia por reproducción biológica entre una pareja
heterosexual. También podría ser fruto de una de las técnicas de la reproducción asistida, aunque no
haya vínculos de consanguineidad con los padres o ser el resultado de una adopción.
Contenido
Según la declaración universal de los derechos humanos: “es el elemento natural, universal y
fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”.
Definiciones de familia
Para algunos autores, la familia es aquella que está integrada por individuos que tienen una relación
de consanguineidad. Para otros, familia es aquella que surge de un vínculo socialmente reconocido
como lo es el matrimonio. En las sociedades actuales hay numerosos tipos de relaciones que no se
ajustan a estas definiciones.
En los documentos programáticos del Gobierno de España se define la familia: “como unidad básica
de articulación social, escuela de valores, lugar privilegiado para la transmisión del patrimonio
cultural, agente de cohesión e integración social, factor clave de la solidaridad intergeneracional, y
espacio vital para el desarrollo y bienestar de sus miembros, a la que los poderes públicos deben
apoyar para que pueda asumir plenamente sus responsabilidades”.
Nuclear
Es la más convencional de todas. Es aquella que está conformada por el padre, la madre y los hijos
producto de esa unión. Una característica de la familia nuclear es que sus miembros viven bajo un
mismo techo.
Monoparental
Es aquella que está compuesta por los hijos y uno solo de los padres, ya sea el padre o la madre. La
familia monoparental tiene características muy similares a las de la familia nuclear, pero con la
peculiaridad de poseer, por diferentes razones, a uno solo de los padres.
Las familias
El papel de la familia es imprescindible en todas las etapas del desarrollo infantil
Situación de la familia en España
Según los datos contenidos en el Plan integral de apoyo a la familia 2015-2017 del Gobierno de
España, la situación de las familias en el país se ha modificado sustancialmente y enfrenta grandes
retos. Por una parte disminuyen las mujeres en edad fértil y la población en edad laboral. Esto se
agrava por el hecho de que el número de hijos promedio de una familia se ha reducido siendo en la
actualidad de 1.3 por familias, el número de nacimientos por año también se reduce.
La mayor parte de los hogares son de parejas con hijos, pero tienen un solo hijo el 34,93% . Los que
tienen 3 o más hijos no llega al 3% del total de hogares.
Las parejas sin hijos constituyen el 21,65% del total, el 9,37% le corresponde a los hogares
monoparentales. Por su parte los hogares unipersonales representan alrededor del 24% del total.
Satisfacer todas las necesidades afectivas de sus miembros, así como sus requerimientos materiales
básicos y sus demandas de tipo físico.
Establecer patrones de conducta positivos para el desarrollo de las relaciones interpersonales.
Ayudar a la integración social de sus miembros, especialmente de aquellos que más lo necesitan,
como es el caso de los niños.
Favorecer el desarrollo de patrones psíquicos, sexuales y emocionales adecuados, respetando la
diversidad y la individualidad.
Estimular y potenciar la creatividad y el aprendizaje de todos sus miembros, sin distinción de ninguna
clase.
Lo cierto es que la familia ha de ser una estructura lo suficientemente flexible para permitir al niño
adaptarse al medio donde ha de desenvolverse y como tal siempre va a incidir en el desarrollo del
individuo como ser social.
Entre 0 y 1 año
El niño ha de recibir todos los cuidados que necesita. Ya sea lactancia materna o cuidados higiénicos,
así como todo el cariño y amor que necesita para sentirse protegido, su familia ha de ser la fuente de
su bienestar. Es importante en esta etapa que la familia mantenga una constante observación sobre
las formas en que se manifiesta él bebe y estar atentos a todo aquello que pueda necesitar.
Como hemos detallado en la página de Aprendizaje, desde que está en el útero el bebé aprende y es
capaz de responder a determinados estímulos. Una vez que se produce el nacimiento miles de
neuronas crecen, se desarrollan y se conectan, es por ello que es una etapa de aprendizaje muy rápida.
Para que el niño pueda adquirir ese aprendizaje el papel de los padres es determinante, la estimulación
temprana de índole afectiva, visual, auditiva, y del tacto es básica para su desarrollo. El aprendizaje
es interactivo, las muestras de afecto y la comunicación con la familia influirán en su desarrollo.
La familia debe preocuparse en esta etapa porque el niño obtenga las vacunas que estas indicadas y
por darle la atención medica que se precisa.
El estado de salud integral del niño y en particular la nutrición determina que los pequeños le presten
más atención al entorno. Son más activos y tienen más interés a enfrentarse a nuevos desafíos y
tienen más facilidad para aprender.
Un ambiente familiar afectivo, les brindará mayor seguridad y confianza en estimularán su capacidad
de incorporar nuevos conocimientos.
Familia y comunidad
Los padres y los miembros de la comunidad tienen la responsabilidad de promover el desarrollo
infantil
Entre 3 y 9 años
Se le ha de enseñar al niño a socializar, aunque este es un proceso que comienza desde las primeras
etapas de la vida, es a esta edad cuando se debe empezar a separar de la madre sin que esto le genere
ansiedad. La familia debe fomentar en estas edades el validismo, como lo puede ser aprender a comer
por si solo o aprender a controlar sus esfínteres.
Las investigaciones demuestran que el 50% del crecimiento del cerebro se produce durante los
primeros 5 años de vida. La inteligencia de un niño dependerá de los millones de células que nacen,
crecen y se conectan. La estimulación sensorial, afectiva que se le proporcione a los pequeños
repercutirá en su aprendizaje, en su desempeño escolar y en toda su vida.
Una etapa fundamental, donde la presencia y apoyo de la familia es fundamental, es cuando este
comienza la etapa escolar. Este es un momento muy importante en el desarrollo del niño y en el cual
tendrán que reforzar los conocimientos que adquiera en la escuela y continuar educándolo como un
ser integro.
Adolescencia compleja
La adolescencia es una de las etapas más complejas para la familia, porque es necesaria una
negociación entre los padres y su hijo
Adolescencia
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la adolescencia es el periodo de crecimiento y
desarrollo humano entre los 10 y los 19 años. En esta etapa se producen cambios trascendentales en
la vida de un joven. Los adolescentes están haciendo una transición de su etapa infantil hacia la etapa
adulta.
Es considerada como una de las más complejas de manejar por la familia porque surgen grandes
conflictos de intereses. Por una parte los padres pretenden seguir viéndolos como pequeños y los
jóvenes buscan independencia y demostrar que se pueden hacer cargo de la conducción de sus vidas.
Una de las etapas más complicadas en toda familia es cuando los hijos alcanzan la adolescencia y
sus cambios, un momento en el que surgen múltiples conflictos de intereses. El menor empieza a
reivindicar su independencia y a buscarse a sí mismo, y a su vez los padres siguen anclados en la
infancia del niño, por lo que reivindican mantener el control sobre todos los aspectos de su vida. En
este artículo nos adentramos en esta compleja relación.
Es una etapa donde se debe buscar el equilibrio y los limites sobre la base de la negociación y de la
comprensión y entendimiento mutuo. Los dos tienen razón pero es necesario buscar la armonización
y la aceptación mutua de lo permisible y lo que excede los límites de los valores y de la moral.
Por su parte, la educación, es también un proceso. Uno mucho más complejo que la propia enseñanza,
pues se realiza por un grupo de personas sin preparación profesional pero lleno de experiencia al que
se conoce como: familia.
Educar es un proceso que comienza dentro del núcleo familiar, pues, mucho antes de que el niño
llegue a la edad escolar, la familia ha de educarle para que aprenda a vivir en sociedad y contrario a
la que se suele pensar, esta función no es de la escuela, la educación comienza en la cuna.
Si bien es cierto que ambas instituciones han de cooperar para obtener el máximo de provecho en el
desarrollo de un niño. La función de la familia y los factores de riesgos que esta pueda presentar
tienen una incidencia mucho mayor en el desarrollo del niño, que la que puede llegar a tener la
escuela.
La familia disfuncional
Una familia disfuncional es aquella donde los conflictos, las conductas inadecuadas e incluso el
maltrato de uno o varios de sus miembros se producen de modo continuo y regular. De igual modo,
en estos casos suele suceder que la mayoría de los miembros tienden a soslayar tales acciones, no le
dan la importancia que requieren y esta terminan por convertirse en una situación “normal”.
Este tipo de realidades trae como consecuencia que, el niño que es expuesto a una situación de esta
clase, crece con el convencimiento de que es este y no otro el modo correcto de establecer relaciones
interpersonales. Por tanto, la disfuncionalidad de la familia constituye el principal factor de riesgo
en el desarrollo de nuestros hijos.
Pérdida de la inocencia infantil, pues el niño se ve obligado a madurar con demasiada prontitud,
incluso a modo de supervivencia
Pueden llegar a generar problemas de salud mental, que van desde moderadas hasta graves y que
pueden incluir la depresión, la ansiedad e incluso llegar a desarrollar trastornos de personalidad y
pensamientos suicidas
Disparar adicciones al tabaco, el alcohol y / o drogas, por parte del niño que ve en estas sustancias
un escape a sus problemas
Resquebrajamiento de la autoridad paterna
Generar conductas antisociales
Sentimientos encontrados de amor-odio hacia miembros de la familia
Repetición de conductas sexuales peligrosas, inadecuadas o incluso delictivas
Dificultades para mantener relaciones saludables dentro de un grupo, llegando a convertirse en
inadaptados sociales
Trastorno del lenguaje o la comunicación
Reproducción de conductas agresivas y de esquemas familiares disfuncionales
Pueden llevar al adolecente a convertirse en un delincuente juvenil
Abandono escolar
Disminución del rendimiento escolar
Generar problemas de autoestima
Bloqueo de las habilidades asertivas
Pueden llegar a generar conductas autodestructivas
Entre un sinfín de efectos que estos traumas pueden llegar a provocar. Lo cierto es que todos
necesitamos de nuestras familias y que estas sean sanas y equilibradas.
Simbolo de familia
La familia es el soporte y apoyo para el desarrollo infantil
Consejos para la familia
Como siempre señalamos cada caso requiere de un tratamiento personalizado y requiere una atención
diferente dependiendo de la situación única que cada pequeño presente, pero hay algunas
recomendaciones generales que siempre ayudarán a reforzar el papel de la familia en el aprendizaje
de tu hijo. Entre ellas:
La atención de la familia dependerá de cada etapa del desarrollo, pero en todas debe brindarle el
apoyo que requieren sus hijos. Apóyelos en sus éxitos pero también en sus errores, en sus fracasos y
en sus frustraciones. Sea su mejor amigo en cada una de las etapas de su vida.
Establezca, limites, obligaciones y normas. Poner límites o normas en nuestras casas ayuda a que los
niños entiendan sus expectativas y desarrollen la disciplina para sus vidas.
Ayúdeles a desarrollar todo su potencial, estimulando su autoestima. Las palabras de estímulo y
confianza que le transmitan los padres serán las que más apreciará.
Fomente la comunicación intrafamiliar y la ayuda mutua entre sus miembros.
Y, sobre todo, disfruten como familia de todos los momentos felices que les permita la vida.
Compartir en familia tiempo jugando, intercambiando los momentos más felices del día,
demostrando amor y apoyo es básico a cualquier edad.
Predicar con el ejemplo, siempre recordar que para los hijos los padres son los modelos, son sus
superhéroes, los que todo lo pueden, los que saben de todo. No hagas lo que no deseas que ellos
hagan.
Acuerdos comunes entre los adultos encargados de la educación y la crianza y si en algo se discrepa
nunca discutirlo delante de los menores. Estilos diferentes pueden causar confusión y pérdida de
autoridad.
Jean Piaget es uno de los psicólogos e investigadores más importantes de la historia, y a él le debemos
gran parte de lo que hemos ido descubriendo por medio de la psicología del desarrollo.
Dedicó gran parte de su vida a investigar el modo en el que evolucionan tanto nuestro conocimiento
acerca del entorno como nuestros patrones de pensamiento dependiendo de la etapa de crecimiento
en la que nos encontramos, y es especialmente conocido por haber propuesto varias etapas de
desarrollo cognitivo por las que pasamos todos los seres humanos a medida que crecemos.
En un contexto histórico en el que se daba por sentado que los niños y niñas no eran más que
"proyectos de adulto" o versiones imperfectas de ser humano, Piaget señaló que el modo en el que
los pequeños actúan, sienten y perciben denota no que sus procesos mentales estén sin terminar, sino
más bien que se encuentran en un estadio con unas reglas de juego diferentes, aunque coherentes y
cohesionadas entre sí. Es decir, que la manera de pensar de los niños y niñas no se caracteriza tanto
por la ausencia de habilidades mentales típicas de los adultos, como por la presencia de formas de
pensar que siguen otras dinámicas muy diferentes, dependiendo de la etapa de desarrollo en la que
se encuentren.
Es por eso que Piaget consideraba que los patrones de pensamiento y comportamiento de los más
jóvenes son cualitativamente distintos con respecto a los de los adultos, y que cada etapa del
desarrollo define los contornos de estas maneras de actuar y sentir. Este artículo ofrece una breve
explicación acerca de estas fases del desarrollo planteadas por Piaget; una teoría que, si bien ha
quedado desfasada, es el primer ladrillo sobre el que se ha construido la Psicología Evolutiva.
La respuesta es que este psicólogo hablaba de los dos, aunque centrándose más en los aspectos
individuales que en los aspectos del aprendizaje que están ligados a las construcciones sociales. Si
Vygotsky le daba importancia al contexto cultural como medio desde el cual las personas interiorizan
formas de pensar y de aprender sobre el entorno, Jean Piaget ponía más énfasis en la curiosidad de
cada niño o niña como motor de su propio aprendizaje, si bien procuró no ignorar la influencia de
aspectos del entorno tan importante como, por ejemplo, los padres y las madres.
Piaget sabía que es absurdo intentar tratar por separado los aspectos biológicos y los que hacen
referencia al desarrollo cognitivo, y que, por ejemplo, es imposible dar con un caso en el que en bebé
de dos meses haya tenido dos años para interactuar directamente con el ambiente. Es por eso que
para él el desarrollo cognitivo informa sobre la etapa de crecimiento físico de las personas, y el
desarrollo físico de las personas da una idea sobre cuáles son las posibilidades de aprendizaje de los
individuos. A fin de cuenta, la mente humana no es algo que esté separado del cuerpo, y las
cualidades físicas de este último dan forma a los procesos mentales.
Sin embargo, para entender las etapas de desarrollo cognitivo de Piaget es necesario saber desde qué
enfoque teórico parte su autor.
Este es el punto en el que cobran importancia las etapas de desarrollo cognitivo propuestas por Jean
Piaget: cuando queremos ver cómo encaja una actividad autónoma y ligada al contexto social con
los condicionantes genéticos y biológicos que se van desarrollando durante el crecimiento. Los
estadios o etapas describirían el estilo en el que el ser humano organiza sus esquemas cognitivos, que
a su vez le servirán para organizar y asimilar de una u otra manera la información que recibe sobre
el entorno, los demás agentes y él mismo.
Cabe destacar, sin embargo, que estas etapas de desarrollo cognitivo no equivalen al conjunto de
conocimiento que típicamente podemos encontrar en personas que se encuentran en una u otra fase
de crecimiento, sino que describen los tipos de estructuras cognitivas que se encuentran detrás de
estos conocimientos.
A fin de cuentas, el contenido de los diferentes aprendizajes que uno lleva a cabo depende en gran
parte del contexto, pero las condiciones cognoscitivas están limitadas por la genética y la manera en
la que esta se va plasmando a lo largo del crecimiento físico de la persona.
Los niños y niñas que se encuentran en esta etapa de desarrollo cognitivo muestran un
comportamiento egocéntrico en el que la principal división conceptual que existe es la que separa las
ideas de "yo" y de "entorno". Los bebés que están en la etapa sensorio-motora juegan para satisfacer
sus necesidades mediante transacciones entre ellos mismos y el entorno.
A pesar de que en la fase sensoriomotriz no se sabe distinguir demasiado entre los matices y sutilezas
que presenta la categoría de "entorno", sí que se conquista la comprensión de la permanencia del
objeto, es decir, la capacidad para entender que las cosas que no percibimos en un momento
determinado pueden seguir existiendo a pesar de ello.
2. Etapa preoperacional
La segunda etapa del desarrollo cognitivo según Piaget aparece más o menos entre los dos y los siete
años.
Las personas que se encuentran en la fase preoperacional empiezan a ganar la capacidad de ponerse
en el lugar de los demás, actuar y jugar siguiendo roles ficticios y utilizar objetos de carácter
simbólico. Sin embargo, el egocentrismo sigue estando muy presente en esta fase, lo cual se traduce
en serias dificultades para acceder a pensamientos y reflexiones de tipo relativamente abstracto.
Además, en esta etapa aún no se ha ganado la capacidad para manipular información siguiendo las
normas de la lógica para extraer conclusiones formalmente válidas, y tampoco se pueden realizar
correctamente operaciones mentales complejas típicas de la vida adulta (de ahí el nombre de este
período de desarrollo cognitivo). Por eso, el pensamiento mágico basado en asociaciones simples y
arbitrarias está muy presente en la manera de interiorizar la información acerca de cómo funciona el
mundo.
Uno de los síntomas típicos de que un niño o niña ha accedido a la etapa de las operaciones concretas
es que sea capaz de inferir que la cantidad de líquido contenido en un recipiente no depende de la
forma que adquiere este líquido, ya que conserva su volumen.
Para Piaget, las etapas de desarrollo indican las diferencias cognitivas en las condiciones de aprender.
Por tanto, aquello que se aprende sobre, por ejemplo, el segundo período de desarrollo cognitivo, no
se deposita sobre todo lo que se ha aprendido durante la etapa anterior, sino que lo reconfigura y lo
expande hacia varios ámbitos de conocimiento.
Por lo demás, esta teoría de las etapas de desarrollo cognitivo no fija límites de edad muy fijos, sino
que se limita a describir las edades en las que son comunes las fases de transición de una a otra. Es
por ello que para Piaget es posible encontrar casos de desarrollo estadísticamente anormal en las que
una persona tarda en pasar a la siguiente fase o bien llega a ella a una edad temprana.
Críticas a la teoría
A pesar de que la teoría de las etapas del desarrollo cognitivo de Jean Piaget ha sido la pieza
fundacional de la Psicología del Desarrollo y de que ha tenido una gran influencia, hoy se considera
que está desfasada. Por un lado, se ha demostrado que la cultura en la que se vive afecta mucho al
modo de pensar, y que hay lugares en los que las personas adultas tienden a no pensar según las
características de la etapa de las operaciones formales, debido entre otras cosas a la influencia del
pensamiento mágico propio de algunas tribus.
Por el otro, las evidencias a favor de la existencia de estas fases del desarrollo cognitivo tampoco son
muy sólidas, de modo que no se puede dar por hecho que describan bien cómo va cambiando la
manera de pensar durante la niñez y la adolescencia. De todas formas, sí es cierto que en ciertos
aspectos, como el concepto de permanencia del objeto o la idea general e que los niños y niñas
tienden a pensar desde planteamientos basados en lo que ocurre en el entorno y no según ideas abstrac