Liderazgo Femenino Proyecto Final

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Universidad Metropolitana del

Ecuador

Materia: Liderazgo

Tema: Ensayo sobre el Liderazgo


Femenino

Nombre: Lorena Salinas

Fecha de entrega: 07/08/16


1. Introducción

El liderazgo femenino se ha convertido hoy en día en una parte importante de la


trasformación y el emprendimiento de nuevas empresas. Gracias a las características
propias de las mujeres que la distinguen, se ha logrado traspasar barreras que no le
permitían ejercer un rol en la sociedad, cambiando las costumbres y formas de pensar.
Y por supuesto, dejándola entrar en el mundo económico y político por las grandes
aportaciones en las que ha contribuido, demostrando que es capaz de cumplir al igual
que los hombres los requerimientos para un puesto de liderazgo en cualquier ámbito; a
pesar de ello, en la cima de la escala organizacional aún es escasa la participación de la
mujer. Por tal motivo, consideramos importante desarrollar el presente ensayo sobre
liderazgo femenino, donde se aborda el tema de la incursión de la mujer en el contexto
laboral; considerando las características del género femenino y la necesidad de
emprender nuevas empresas, superando la problemática existente en la sociedad sobre
actividades de género. Así también analizaremos las estadísticas que muestran cual es la
situación actual del liderazgo femenino en el mundo empresarial a nivel mundial.

Liderazgo Femenino

Sus puntos fuertes se centran, sobre todo en su gran capacidad de trabajo en equipo y su
capacidad para interactuar.
Su punto débil se encuentra en la capacidad para gestionar el estrés y las emociones en
general.

El liderazgo femenino destaca por ser más sociable, expresivo y cercano.

Molouny agrega, “la diversidad es un gran valor agregado que puede existir al interior
de los equipos de trabajo, porque en la medida que existan distintas competencias y
habilidades los resultados, sin duda, serán mejores. Justamente la combinación de
sexo, nacionalidades o estilos harán que los resultados sean más eficaces”.
2. Desarrollo
2.1 El liderazgo Femenino y sus características

El liderazgo femenino es "interactivo", horizontal, incluyente, alienta la


participación, comparte el poder y la información con sus subordinados, lo que
puede poner en riesgo la autoridad del jefe, o la jefa, y consume tiempo.
Así opinan la española Anna Mercadé, experta en creación de empresas y autora de
un libro sobre el estilo femenino de dirección, y la estadounidense Judy Rossener,
investigadora y también autora de un clásico artículo en el Harvard Business Review
sobre el tema.
Las investigaciones de las expertas, quienes basaron sus textos en entrevistas con
cientos de ejecutivas y líderes empresariales, desmienten el mito popular de que las
mujeres son malas jefas porque se pelean y compiten entre ellas, son inseguras y
traicioneras. Y es que, aunque no se trata de capacidades exclusivas de las féminas,
nadie duda que ellas sí poseen una predisposición natural para dirigir, coordinar el
trabajo, sacar lo mejor de cada empleado y lograr objetivos concretos, en opinión
de ambas especialistas.
Los estudios de Mercadé y de Rossener coinciden en concluir que "dirigir en
femenino" es hacerlo de forma directa, con argumentaciones, diálogos, siempre en
equipo, teniendo en cuenta a las personas y transmitiendo las propias ganas e
ilusiones.
Mientras que, para el varón, el trabajo es una serie de transacciones con
subordinados basada en el intercambio de retribuciones por servicios prestados o
castigos por mal desempeño, para la mujer es vital el intercambio, el contacto
personal y el carisma.
Las ejecutivas que participaron en el estudio que culminó en la publicación de "Las
Formas de Dirigir de las Mujeres" de Rossener, coincidieron en que ellas optan por
impulsar la participación, compartir la información y alimentar el autoestima de sus
empleados.
Esas cualidades reflejan la creencia, asociada con la forma de dirección femenina,
de que permitir a los empleados contribuir y sentirse importantes es una situación
de "ganar-ganar", pues la interacción es positiva tanto para ellos como para las
empresas.
En efecto, las expertas coinciden en que el liderazgo "interactivo" ha probado ser
efectivo e incluso ventajoso en la mayoría de las organizaciones. Y ahora ese estilo
de dirección es asociado con la mujer, más que con el hombre.
A pesar de ello, el peso de las costumbres y la difícil conciliación con la maternidad,
truncan muchas carreras femeninas y la realidad es que la Hija de Eva aún ocupa un
segundo plano en el panorama laboral del siglo XXI.
Pero la capacidad de tener empatía, de ser cooperativa, comprensiva, altruista y a
veces hasta vulnerable, todas cualidades femeninas, ha permitido que la fémina
haya empezado a abrirse paso en el mundo ejecutivo.
“En el texto de Rossener, la inclusión es el eje del liderazgo interactivo”.
Al describir los diferentes aspectos de su diario laborar, las entrevistadas se
refirieron a menudo a sus iniciativas para hacer que la gente se sienta parte de la
organización.
Todas coincidieron en la importancia de "una identidad de grupo", lo que suelen
lograr con distintas estrategias, como invitar a sus colegas y subordinados a opinar
sobre aspectos del trabajo, establecer objetivos de desempeño y determinar las
metas a seguir.
A pesar de que la información es en general sinónimo de poder, y el poder,
mercancía escasa que debe ser codiciada, las ejecutivas entrevistadas por la
estudiosa estadounidense coincidieron en que prefieren compartir, en lugar de
guardar secretos.
Para ellas, el intercambio facilita el trabajo, fomenta la lealtad, mejora el flujo de
comunicación e incrementa las probabilidades de que los líderes se enteren de los
problemas antes de que éstos terminen por explotar.
Además, compartir el poder y la información también da a colegas y empleados los
medios para llegar a sus propias conclusiones, resolver problemas y entender la
justificación que está detrás de las decisiones, en opinión de las ejecutivas
consultadas por Rossener.
Y es que, a un nivel pragmático, al menos en Estados Unidos, muchos empleados
tienden a esperar que sus jefes sean abiertos y francos. Cada vez aceptan menos
que les impongan ideas y, en cambio, esperan ser tratados como individuos con
ideas propias.
Por ejemplo, una de las ejecutivas consultadas señaló: "trabajo con gente
inteligente, por lo que debo relacionarme con ellos a nivel intelectual. Son personas
lógicas y quieren conocer la razón de las cosas. Darán su consentimiento a las
decisiones si las entienden".
Pero alentar la participación, compartir el poder y la información tiene riesgos, en
Estados Unidos, México o España: abre la posibilidad de que la gente rechace,
critique o ponga en riesgo lo que decida el o la líder, e incluso su propia autoridad.
"Decir que estás incluyendo a los otros no significa que los otros se sientan
necesariamente incluidos", alerta Rossener.
En efecto, las líderes que ella entrevistó coincidieron en que sus esfuerzos de atraer
a la gente pueden ser vistos como simbólicos.
Además de que hay empleados que prefieren recibir instrucciones y optan por no
participar, la actitud incluyente consume tiempo, puede ser interpretada como
desconocimiento; exige soltar un poco el control y, en consecuencia, abre la puerta
a la crítica.
No en balde ahora la democracia participativa es asociada más con la mujer
"incluyente" e "interactiva" que con el hombre controlador e impositivo.
2.2 El liderazgo femenino a través del tiempo

La mujer a través de los años ha logrado sobresalir y traspasar barreras sociales y


políticas que han estado marcadas por la sociedad, impidiéndole así poder participar
en un mundo gobernado por hombres, y a pesar de las dificultades ha buscado la
manera de hacer valer sus derechos como mujer. “Ser poderoso es como ser mujer.
Si le tienes que decir a la gente que lo eres entonces no lo eres”. (Thatcher
Margaret, 1979 – 1990). A lo largo de la historia han sido muchas las mujeres que
han intentado desenvolverse en un ambiente completamente masculino con gran
éxito. Las costumbres con el paso de los años han sido modificadas, adaptándose a
los nuevos tiempos en beneficio de las mujeres, para poco a poco irse acercando a
la sociedad que conocemos en la actualidad, que si bien es cierto que hay mucho
camino por recorrer, ya se ha ganado bastante terreno. La mujer a pesar del
estándar social asignado a su rol, ha demostrado ser capaz de manejar desde
pequeñas a medianas empresas con gran logro y reconocimiento, llegando a
alcanzar puestos políticos lo cual era impensable años atrás; demostrando así el
poder de cambio que ha hecho el género femenino en la sociedad cumpliendo de
igual manera que los hombres con los estándares requeridos para estos puestos de
liderazgo tanto económico como político. Se podrían mencionar varios ejemplos de
mujeres que han sobresalido teniendo como ideal principal la igualdad de derecho
ante los hombres y su independencia. “Ninguna sociedad podrá florecer realmente
si reprime los sueños y la productividad de las mujeres, que son la mitad de la
población”.
De acuerdo a la obra de Helen Fisher alrededor del cincuenta por ciento de las
mujeres están genéticamente mejor equipadas que los hombres para coordinar
multitud de elementos de información, fundamento del pensamiento en red. (Fisher
Helen, 2000). Tomando la figura de la Primera Ministra del Reino Unido desde 1979
a 1990 Margaret Thatcher, quien ha sido la única mujer en ocupar este puesto en
su país, una mujer que con grandes influencias políticas ha dado grandes pasos hacia
el liderazgo femenino, implementando una serie de iniciativas políticas las cuales
lograron grandes beneficios al Reino Unido. Actualmente tenemos grandes líderes
tanto del mundo como en nuestro país que han sabido llevar sus puestos con
firmeza y carácter responsable y a la vez sus responsabilidades como mujer, que no
las hacen menos que los hombres logrando ser grandes líderes y exitosas
profesionales.
El estilo de liderazgo femenino posee características como por ejemplo que es más
persuasivo, muestra sin duda una asertividad más efectiva y vivible, y está
normalmente más dispuesto a asumir riesgos innovativos que el estilo masculino.
Las capacidades empáticas y la flexibilidad son más acentuadas, así como las
habilidades de comunicación interpersonal. Estas cualidades se combinan para
crear un estilo de liderazgo que tiene por objetivo la obtención de resultados
conjuntamente con la creación de un consenso abierto, inclusivo, colaborativo y
colegiado. Está verdaderamente interesado en escuchar a todos los puntos de vista,
para luego tomar la mejor y más informada decisión posible. Por ello, la decisión
final no tiene que reflejar necesariamente el punto de vista inicial del líder. La
diferencia principal entre los estilos de liderazgo femenino y masculino pasa por la
escucha, un proceso de intención a través del cual se manifiesta el deseo de
aprender, reflexionar, para luego implementar un plan que incorpore lo mejor de
las ideas recogidas de forma compartida y abierta. Siempre para la mayor eficacia y
eficiencia. Esto exige capacidad de adaptación y la adaptabilidad exige la reducción
del ego. Siempre está más dispuesto a compartir información. Es un estilo
integrador, que incorpora hechos y perspectivas procedentes de muchas fuentes
diferentes. Nos encontramos, por tanto, con una redefinición del liderazgo, una
versión ideal para el futuro, ya que la era de la información sigue evolucionando y
premiará a quien se ponga en el medio del flujo informativo. El punto de vista
femenino es que nos fortalecemos por el fortalecimiento de los demás.
Verdaderamente una auténtica revolución.

(Fisher Helen, 2000)

2.3 Argumentos notables del liderazgo femenino

El liderazgo femenino encaja perfectamente con esas nuevas necesidades.


En los países emergentes, las mujeres empresarias están invirtiendo en el
desarrollo de los recursos humanos el 90% de cada euro de ganancia extra y en
Europa y en los EE.UU. suben más rápidamente que sus colegas hombres en la
escala de la innovación.
Las mujeres son responsables de más del 80% de las decisiones de compra y
se encuentran en una condición privilegiada para supervisar el desarrollo de
productos innovadores. Las experiencias directas vividas en los mercados hacen
que las emprendedoras, por lo general, sean más receptivas y detecten las
oportunidades de cambio antes y mejor que los hombres, favoreciendo de este
modo la creación de start-up innovadoras.
La innovación, de hecho, es un deporte de contacto (y a veces de riesgo) entre
las personas y las ideas. Se requiere trabajo de equipo, para el que el liderazgo
femenino parece ser más adecuado. La diversidad de género también ofrece
una perspectiva más amplia sobre el paisaje de la innovación y las mujeres
parecen estar más capacitadas que los hombres para obtener beneficios de los
equipos empresariales mixtos.
Dicho todo esto, no se trata en absoluto de debatir sobre hombres contra
mujeres, sino, más bien, de considerar a los dos modelos de liderazgo, el
masculino y el femenino, como dos alternativas, cuya integración y
complementariedad representa posiblemente el futuro del liderazgo.

Hay que aclarar que los dos arquetipos (femenino y masculino) pueden ser
exhibidos perfectamente tanto por hombres como por mujeres. Si es cierto que
existe una predisposición natural, también sabemos que ambos géneros pueden
adquirir y utilizar las características de los dos modelos de liderazgo. De hecho,
hasta ahora, las mujeres líderes a menudo han tratado de imitar el liderazgo
masculino, sofocando muchas de las características ganadoras en las que están,
al menos a priori, más predispuestas.

Mucho de lo que se ha escrito hasta ahora acerca de los líderes y el liderazgo


se basa en el arquetipo masculino. Carisma y valor son consideradas
características masculinas y, a menudo, de una mujer líder se espera que
muestre estos atributos masculinos. La reina Isabel de Castilla, por ejemplo, está
descrita con admiración por sus contemporáneos como una ‘mujer de ánimo
varonil’. Pero esto no contribuye más que a confundir y expandir un mito en
relación al liderazgo empresarial cada vez menos útil.
Aunque existan, y cada vez más (Deo gratiam), perspectivas de liderazgo que
divergen de esta postura popular, para la mayoría son nuevas y menos
convencionales. Por tanto definir el nuevo liderazgo, haciendo hincapié en las
características del modelo femenino, tal vez sea una manera eficaz de explicar,
entender y desarrollar aún más la cuestión. Es importante desarrollar un nuevo
paradigma de liderazgo basado en la intersección de las mejores características
de los dos modelos, sin omitir las virtudes del clásico liderazgo masculino, pero
con un enfoque especial hacia las cualidades de flexibilidad y capacidad de
negociación típicas del arquetipo femenino. Una nueva forma de liderazgo que
sepa como explotar las cualidades de los dos universos.

La preparación básica de los directivos aún está enraizada principalmente en su


formación técnica. Se consideran aún como más relevantes los atributos de
pensamiento estratégico, racionalidad y lógica, que los de sentimiento, escucha
y empatía. El desarrollo de los futuros líderes necesita, en cambio, una nueva
perspectiva que valore la empatía y la gestión del cambio como claves en el
liderazgo.

El estilo de liderazgo femenino es más persuasivo, muestra sin duda una


asertividad más efectiva y vivible, y está normalmente más dispuesto a asumir
riesgos innovativos que el estilo masculino. Las capacidades empáticas y la
flexibilidad son más acentuadas, así como las habilidades de comunicación
interpersonal. Estas cualidades se combinan para crear un estilo de liderazgo
que tiene por objetivo la obtención de resultados conjuntamente con la creación
de un consenso abierto, inclusivo, colaborativo y colegiado.

(Mattina, Gabriela; liderazgo de Fernández de Kirchner a Macri)

2.4 Mujeres líderes en el Ecuador

La mujer ecuatoriana aporta cada día más en las actividades económicas del
país. Así lo señalan analistas consultados y lo confirman cifras y estadísticas
oficiales. Sectores productivos como turismo y financiero, así como
actividades como salud y educación son, según el Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INEC), áreas en las cuales las mujeres son mayoría.
En turismo, por ejemplo, durante 2010 se contabilizaron 90 910 mujeres
como personal ocupado, frente a 62 385 hombres (ver gráfico). La presidenta
de la Cámara de Turismo del Azuay, Mónica Flores, considera que las
mujeres son más dinámicas y multifacéticas que los hombres, lo que les
permite desenvolverse mejor en el trabajo, tanto en hoteles como en
restaurantes. Para María José Bustamante, directora ejecutiva de Adén
Business School, sede Ecuador, el país sigue la tendencia mundial de tener
mayor participación femenina en los sectores económicos. “Año a año el
mercado laboral se amplía y los postulantes son varones y mujeres”.
Bustamante agrega que las mujeres tienen en la actualidad la misma
disposición del varón, para pasar por las aulas más de una vez en su vida.
No obstante, en Adén Business School, los hombres que egresan de
estudios de maestría son el 65%; las mujeres ocupan el 35% restante. En
IDE Business School, en el programa MBA el porcentaje de mujeres es, en
promedio, del 40%.
Gabriel Rovayo, director general de la institución, opina que la mujer da
nuevos matices a las empresas por su manera de conocer la realidad, su
capacidad de estar en los detalles, su delicada intuición y su visión analítica.
En la Universidad San Francisco de Quito, las mujeres son más entre los
graduados. En el 2011, por ejemplo, fueron 522 mujeres frente a 429
hombres. Otro dato que deja bien situada a la mujer en el plano académico
viene de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y
Tecnología. En el 2010 se registraron 74 346 títulos, de los cuales el 58,1%
fueron de mujeres y 41,9% de hombres. En el 2011, se contabilizaron 81 407
títulos y la relación fue similar. Bustamante señala que en la Unión Europea,
en EE.UU. y en Latinoamérica, el porcentaje de mujeres que se gradúa en
educación superior es mayor al de los hombres. Sin embargo, este registro
no se aplica al ámbito de los negocios donde la preponderancia sigue
marcada por el género masculino. “El mundo de la empresa está pensado
para el hombre, la mujer ha tenido que adaptarse a ese estilo”. Dos cifras
muestran que el mundo laboral ecuatoriano aún es territorio de mayoría
masculina. De los 2,4 millones de afiliados que se cuentan hoy en el IESS,
984 000 son mujeres y 1,7 millones son hombres. En salarios, según el INEC,
la mujer gana 24,8% menos que el hombre.

(Revista líderes; presencia de la mujer en cuatro sectores importantes)

2.4 Mujeres y Tecnología


Un aspecto muy emocionante del trabajo en el futuro es el surgimiento de
enormes avances tecnológicos. La “revolución tecnológica” ya ha
comenzado a cambiar drásticamente las posibilidades del ambiente de
trabajo tanto para hombres como para mujeres. Siempre se habla del
impacto del equilibrio en el estilo de vida y las posibilidades que el trabajo a
distancia puede proporcionar, y abre oportunidades para negocios
mundiales. Sólo existe un pequeño problema: una gran cantidad de mujeres
aún no saben nada de tecnología. Actualmente en la Argentina el 47% de
Usuarios de Internet son mujeres, pero en realidad el 77% del uso de Internet
con más frecuencia son las mujeres. No obstante las mujeres deberán estar
totalmente integradas a la tecnología o se quedarán atrás, relegadas a una
nueva generación de trabajos “femeninos”. Aunque este escenario podría ser
atemorizante para algunas, se convertirá en realidad. Un estudio demostró
que los hombres si ven un botón simplemente tienen que oprimirlo para ver
lo que hace. Muchas mujeres, por el otro lado, se preocupan por
descomponer una computadora si oprime un botón equivocado. Los hombres
simplemente se lanzan y juegan – las mujeres desean una guía-. En el
mundo de la información tecnológica, las organizaciones son horizontales
más que jerárquicas. Esto significa que las habilidades en las que las mujeres
con frecuencia se destacan –como la comunicación, la solución de
problemas y mantener relaciones efectivas- son altamente valoradas. Ellas
pueden acercarse a las personas y trabajar juntos efectivamente en un
ambiente de equipo. Los hombres muchas veces usan las PC como
herramientas o como juegos, mientras que las mujeres las prefieren para
comunicación e información, a través del correo electrónico y de Internet. Las
empresas de alta tecnología muchas veces son buenos lugares para que
trabajen las mujeres. Con menos jerarquía y menos redes de los “viejos
muchachos”, éstas ofrecen muchas oportunidades para escribir, diseñar o
comercializar software. La atracción clave para las mujeres en la información
tecnológica es la oportunidad de opciones para el trabajo flexible y pausas
en sus carreras, junto con la oportunidad de recibir capacitación y cursos de
administración para el desarrollo de sus carreras.

3. Experiencias de vida

El movimiento Centro Democrático, a través del Frente Femenino,


conmemoró el Día Internacional de la Mujer con la conferencia ‘Mujeres
Brillantes’, en donde cuatro mujeres exitosas y empoderadas de sus
derechos contaron sus experiencias de vida y cómo llegaron a tener éxito en
sus emprendimientos.

Las ponentes invitadas fueron: Gloria Saltos, dueña de la cadena de artículos


de belleza y spa Gloria Saltos, María Esther Castillo, propietaria de la cadena
de Joyería Marthita; Mónica Santistevan, asesora jurídica del Banco Central
del Ecuador y Kathy Pacheco experta en comercio exterior.

Alexandra Torres, directora del Frente Femenino, dio la bienvenida a las


asistentes y resaltó el respaldo del líder del movimiento naranja, Jimmy
Jairala, hacia las mujeres ecuatorianas y la labor que Centro Democrático
Nacional realiza en beneficio de las mujeres.

“No puede haber paz, ni progreso, ni igualdad sin los mismos derechos y
plena participación de las mujeres; no puede haber igualdad de género sin
el goce de las mujeres de sus derechos reproductivos, su derecho a la salud
sexual y reproductiva, esenciales para el empoderamiento de las mujeres y
la igualdad de género. Desde Centro Democrático Nacional, con el liderazgo
y respaldo de nuestro presidente Jimmy Jairala estamos convencidas de que
ese es el camino y nos encontramos trabajando por un Ecuador con igualdad
de oportunidades para todas y todos, pero es un trabajo en conjunto, un
trabajo que requiere de todos y unidos y organizados estoy segura que lo
lograremos”, concluyó Torres.

La Ab. Mónica Santistevan fue la primera en dar su ponencia. Ella instó a las
asistentes a no claudicar en la lucha de sus sueños y ser perseverantes “así
las circunstancias parezcan estar en contra”.

La dueña de la joyería Marthita, María Esther Castillo, hizo un recuento del


arduo trabajo que realizó junto a sus padres para lograr tener la empresa que
ahora tiene e invitó a las mujeres a equilibrar sus vidas entre el hogar y sus
quehaceres profesionales y personales. “La mujer somos el pilar, la fuerza y
debemos ser el ejemplo en una sociedad que se muestra en ocasiones
decadente”, manifestó la empresaria.

Para Katty Pacheco, experta en comercio exterior y subdirectora de una


multinacional, el poder de las mujeres está dentro de ellas, “debemos
aprender a reconocernos, a amarnos como somos y a aceptarnos, ese es el
secreto para aprender a ser una mujer brillante”, expresó
Pacheco habló sobre la importancia de valorarse y tener identidad propia,
“debemos amar a nuestra pareja, pero sin perder nuestra esencia, eso que
nos vuelve seres únicos e irrepetibles”, dijo.

Gloria Saltos concluyó con las ponencias. Ella contó su experiencia de vida,
desde sus inicios y como el amor por su familia la impulso a trabajar desde
muy pequeña. “La calle es dura, hay muchos riesgos, pero gracias a Dios y
a mis padres nunca me vi tentada por las malos vicios”, contó Saltos.

La exitosa emprendedora aconsejó a las mujeres a no perder la fe y a trabajar


arduamente por los sueños; recomendó no dejar de prepararse y ser
responsables en las decisiones de vida que se tomen. Gloria Saltos exhortó
a los asistentes a creer en el amor y a hacer todo por amor, “el amor es el
motor que lo puede y mueve todo”, concluyó.

La importancia de capacitar a las mujeres ecuatorianas para que sean


dueñas de sus propios sueños.

4. Conclusiones

1. ¿Existe un liderazgo femenino? Coincidimos, como profesionales y


mujeres, en que hoy en día están dadas todas las posibilidades tanto
dentro de las diferentes organizaciones como en el contexto para que la
mujer pueda lograr un puesto en la estructura jerárquica de una
organización.

2. En cuanto a las diferencias de género existen, pero no como


condicionantes en cuanto al desempeño de la función sino aportando
diversidad en la conducción.

3. Alejados ya del liderazgo tradicional, hoy en día triunfa un liderazgo llevado


a cabo desde las características propias de cada uno.

4. Se puede ser mujer y cumplir con las obligaciones cotidianas que exige un
cargo jerárquico, los ejemplos mencionados en el trabajo dan cuenta de
ello. Quizá el mayor impedimento sea la necesidad de cumplir con la
vocación de madre (no se da en todo los casos), pero en este punto hemos
encontrado casos concretos en los cuales tomando los recaudos posibles
como: Una persona de confianza que nos supla en la casa, comunicación
permanente, tareas compartidas con la pareja, etc. se puede lograr un
equilibrio que permita un correcto desempeño en ambas.

5. Está comprobado que la mujer por su experiencia adquirida al a ocuparse


de responsabilidades varias y disimiles como hogar y trabajo desarrolla
capacidades especiales que la habilitan para actuar en mercados globales
y de cambio constante.
6. En la medida que sea su objetivo, la mujer conseguirá crecer dentro de la
organización. No desconocemos que aún quedan barreras por superar,
sobre todo en los países menos desarrollados, pero no es una meta
imposible de alcanzar: la perseverancia, la continua profesionalización y el
paso del tiempo la harán posible.

Solo resta que toda mujer deberá darse respuesta a las siguientes preguntas:

¿Cuál es mi meta?
¿A dónde quiero llegar?
¿A que estoy dispuesta a renunciar?
¿Qué estoy dispuesta a dar?

5. BIBLIOGRAFIA

 "Hagamos equipo" PRO y la construcción de la nueva derecha en


Argentina.
Buenos Aires: Universidad Nacional de General Sarmiento. 2015

 "Dadme un balcón y el país es mío": LIDERAZGO político en América


Latina. 2002.

 García Rendón, Sergio Ernesto


Enemigos íntimos: el camino en la dinámica faccional del polo
democrático alternativo.
Quito: FLACSO, Sede Ecuador. 2010.

 Fortalecer actores y capacidades para la transformación: aprendizajes y


desafíos en la formación de LIDERAZGO sociales.
[Quito]: Grupo democracia y desarrollo local ; Plan Ecuador. 2006

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