Liderazgo Femenino Proyecto Final
Liderazgo Femenino Proyecto Final
Liderazgo Femenino Proyecto Final
Ecuador
Materia: Liderazgo
Liderazgo Femenino
Sus puntos fuertes se centran, sobre todo en su gran capacidad de trabajo en equipo y su
capacidad para interactuar.
Su punto débil se encuentra en la capacidad para gestionar el estrés y las emociones en
general.
Molouny agrega, “la diversidad es un gran valor agregado que puede existir al interior
de los equipos de trabajo, porque en la medida que existan distintas competencias y
habilidades los resultados, sin duda, serán mejores. Justamente la combinación de
sexo, nacionalidades o estilos harán que los resultados sean más eficaces”.
2. Desarrollo
2.1 El liderazgo Femenino y sus características
Hay que aclarar que los dos arquetipos (femenino y masculino) pueden ser
exhibidos perfectamente tanto por hombres como por mujeres. Si es cierto que
existe una predisposición natural, también sabemos que ambos géneros pueden
adquirir y utilizar las características de los dos modelos de liderazgo. De hecho,
hasta ahora, las mujeres líderes a menudo han tratado de imitar el liderazgo
masculino, sofocando muchas de las características ganadoras en las que están,
al menos a priori, más predispuestas.
La mujer ecuatoriana aporta cada día más en las actividades económicas del
país. Así lo señalan analistas consultados y lo confirman cifras y estadísticas
oficiales. Sectores productivos como turismo y financiero, así como
actividades como salud y educación son, según el Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INEC), áreas en las cuales las mujeres son mayoría.
En turismo, por ejemplo, durante 2010 se contabilizaron 90 910 mujeres
como personal ocupado, frente a 62 385 hombres (ver gráfico). La presidenta
de la Cámara de Turismo del Azuay, Mónica Flores, considera que las
mujeres son más dinámicas y multifacéticas que los hombres, lo que les
permite desenvolverse mejor en el trabajo, tanto en hoteles como en
restaurantes. Para María José Bustamante, directora ejecutiva de Adén
Business School, sede Ecuador, el país sigue la tendencia mundial de tener
mayor participación femenina en los sectores económicos. “Año a año el
mercado laboral se amplía y los postulantes son varones y mujeres”.
Bustamante agrega que las mujeres tienen en la actualidad la misma
disposición del varón, para pasar por las aulas más de una vez en su vida.
No obstante, en Adén Business School, los hombres que egresan de
estudios de maestría son el 65%; las mujeres ocupan el 35% restante. En
IDE Business School, en el programa MBA el porcentaje de mujeres es, en
promedio, del 40%.
Gabriel Rovayo, director general de la institución, opina que la mujer da
nuevos matices a las empresas por su manera de conocer la realidad, su
capacidad de estar en los detalles, su delicada intuición y su visión analítica.
En la Universidad San Francisco de Quito, las mujeres son más entre los
graduados. En el 2011, por ejemplo, fueron 522 mujeres frente a 429
hombres. Otro dato que deja bien situada a la mujer en el plano académico
viene de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y
Tecnología. En el 2010 se registraron 74 346 títulos, de los cuales el 58,1%
fueron de mujeres y 41,9% de hombres. En el 2011, se contabilizaron 81 407
títulos y la relación fue similar. Bustamante señala que en la Unión Europea,
en EE.UU. y en Latinoamérica, el porcentaje de mujeres que se gradúa en
educación superior es mayor al de los hombres. Sin embargo, este registro
no se aplica al ámbito de los negocios donde la preponderancia sigue
marcada por el género masculino. “El mundo de la empresa está pensado
para el hombre, la mujer ha tenido que adaptarse a ese estilo”. Dos cifras
muestran que el mundo laboral ecuatoriano aún es territorio de mayoría
masculina. De los 2,4 millones de afiliados que se cuentan hoy en el IESS,
984 000 son mujeres y 1,7 millones son hombres. En salarios, según el INEC,
la mujer gana 24,8% menos que el hombre.
3. Experiencias de vida
“No puede haber paz, ni progreso, ni igualdad sin los mismos derechos y
plena participación de las mujeres; no puede haber igualdad de género sin
el goce de las mujeres de sus derechos reproductivos, su derecho a la salud
sexual y reproductiva, esenciales para el empoderamiento de las mujeres y
la igualdad de género. Desde Centro Democrático Nacional, con el liderazgo
y respaldo de nuestro presidente Jimmy Jairala estamos convencidas de que
ese es el camino y nos encontramos trabajando por un Ecuador con igualdad
de oportunidades para todas y todos, pero es un trabajo en conjunto, un
trabajo que requiere de todos y unidos y organizados estoy segura que lo
lograremos”, concluyó Torres.
La Ab. Mónica Santistevan fue la primera en dar su ponencia. Ella instó a las
asistentes a no claudicar en la lucha de sus sueños y ser perseverantes “así
las circunstancias parezcan estar en contra”.
Gloria Saltos concluyó con las ponencias. Ella contó su experiencia de vida,
desde sus inicios y como el amor por su familia la impulso a trabajar desde
muy pequeña. “La calle es dura, hay muchos riesgos, pero gracias a Dios y
a mis padres nunca me vi tentada por las malos vicios”, contó Saltos.
4. Conclusiones
4. Se puede ser mujer y cumplir con las obligaciones cotidianas que exige un
cargo jerárquico, los ejemplos mencionados en el trabajo dan cuenta de
ello. Quizá el mayor impedimento sea la necesidad de cumplir con la
vocación de madre (no se da en todo los casos), pero en este punto hemos
encontrado casos concretos en los cuales tomando los recaudos posibles
como: Una persona de confianza que nos supla en la casa, comunicación
permanente, tareas compartidas con la pareja, etc. se puede lograr un
equilibrio que permita un correcto desempeño en ambas.
Solo resta que toda mujer deberá darse respuesta a las siguientes preguntas:
¿Cuál es mi meta?
¿A dónde quiero llegar?
¿A que estoy dispuesta a renunciar?
¿Qué estoy dispuesta a dar?
5. BIBLIOGRAFIA