Boletin - Virgen de Los Dolores - Diciembre 2017

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Hermandad Nuestra Señora de los Dolores

La humildad: Virtud amada por Dios.

La humildad de la Santísima Virgen María es fuente de su grandeza.


Cuando se encuentra con su prima Santa Isabel y ésta la elogia y exalta;
ella contesta con el Magnificat, oración bellísima de alabanza a Dios que
brote de un corazón puro donde habita el mismo Dios Encarnado.

Así la historia se divide en dos etapas: La primera marcada por la soberbia


y el egoísmo; la segunda por la Santidad, fruto de la humildad.

Humildad de Dios hecho hombre, humildad de María aceptando los planes


de Dios.

La creación y el Misterio de la Encarnación en la mente de Dios.

En el Apocalipsis leemos (Gen 1-3 ) Exista la Luz. Y las manos de Dios en el


primer día de la creación nacieron los ángeles, seres purísimos de
inigualable belleza, sobre todo Luzbel que se encargaría de la
comunicación con seres materiales que crearía después; por tanto
inferiores en categoría y belleza.

Dios comunicó a estos seres (ángeles) su plan de creación para que entre
ambos mundos, el espiritual y el material existiera una gran armonía y así
mismo la Encarnación del Verbo en una criatura mortal: La Santísima
Virgen María que se convertiría en la Reina de los ángeles y un hombre:
Jesucristo hijo del mismo Dios a quien deberían adorar y obedecer.

Llenos de soberbia Luzbel y sus secuaces se negaron a adorar a criaturas


inferiores con el grito: ¡No serviré!

San Miguel arcángel, que comprendió la Obra Magnífica de la Encarnación


le plantó cara con todos los demás ángeles:

¿Quién como Dios? Se desencadenó una lucha terrible y como Dios


siempre tiene la última palabra, creó el infierno donde fueron arrojados
los rebeldes.
Una vez que hubieron caído del Cielo, tuvieron la ilusión de que podrían
impedir la Encarnación del Verbo que traería la Salvación al género
humano.

En el Apocalipsis se dice que el gran dragón estaba esperando que la


mujer diera a luz para tragarse al niño y alcanzar a la madre. Pero a pesar
del empeño del príncipe de las tinieblas; Dios destruyó sus artimañas.
Estas mentiras las siguen utilizando con nosotros ofreciendo: honores,
dinero, fama y felicidad del mundo que luego él mismo arrebata y
destruye al que le sigue.

Victoria y exaltación de Cristo

Jesucristo después de su pasión y muerte en la Cruz, resucita y sube al


Cielo. Él será Cabeza y Esperanza de los que en Él crean, pues nuestros
cuerpos enterrados en debilidad serán resucitados para unirse a sus almas
y así completar la portentosa obra de la Creación.

Otra excelsa criatura: La Santísima Virgen a la que el arcángel San Gabriel


llamó: La llena de gracia, subió al Cielo en cuerpo y alma a ocupar el trono
destinado por Dios desde la creación del mundo.

Esta es nuestra esperanza, este es nuestro consuelo: El premio de la Gloria


Eterna.

Oración

Señora y Madre nuestra, Virgen Santísima de los Dolores; defiéndenos


contra las tempestades, a los que navegamos por los mares de la vida. Sé
tú nuestro faro que alumbra en las noches oscuras del dolor. Sostenednos
en las luchas y sed nuestra Estrella del mañana.

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