Propuesta para Prevenir La ELUSION FISCAL
Propuesta para Prevenir La ELUSION FISCAL
Propuesta para Prevenir La ELUSION FISCAL
INTRODUCCIÓN
El tema que nos convoca procura analizar las medidas legales conducentes a evitar
la elusión tributaria como forma ilegal de reducir la carga tributaria, sin que ello implique
impedir el planeamiento económico y fiscal de los contribuyentes. En otros términos, el
tema a dilucidar es como prevenir la elusión fiscal sin afectar la inversión privada.
Con esta finalidad, en primer lugar analizaré y trataré de diferenciar las categorías:
“evasión tributaria”, “evasión legal del tributo”, “elusión (ilegal) del tributo” y “economía
de opción”, siguiendo lo enseñado por la doctrina nacional (particularmente lo publicitado
por Carlos M Giuliani Fonrouge, Héctor Villegas, Gustavo Argüello Velez, Ruben Spila
García, Carlos Tacchi, etc.) y la doctrina internacional (Vito Tanzi, Sampaio Doria,
Duverger, etc.).
En consecuencia:
1. La evasión está constituida por la reducción tanto total como parcial de la
obligación tributaria.
Por ello es que es incorrecto el concepto de “evasión legal del tributo” 5, que
presuntamente existiría sin violación de ninguna norma legal.6
evasivas se efectúan.
3
Por ejemplo, SAMPAIO DORIA, ANTONIO, Elisao e evasao fiscal, S. Pablo 1971, pág. 25.
4
Llegamos a esta conclusión terminológica porque no obstante la variedad de significados que los autores
asignaron al término latino evadere, puede observarse una constante que conduce sin dificultad a una
significación acorde con la que propugnamos. Así, obsérvense las siguientes frases de los autores clásicos
latinos: evadere e manibus hostium (Tito Livio); evadere e custodia (Quintiliano); evadere in ardua (Tito
Livio); nee spatium evasit totum (Virgilio); evadere amnen (Tácito); evadere poenam (Plinio); evadere ex
judicio (Cicerón). Especialmente las referencias a evadir un proceso, una pena o una custodia permiten
concluir que se desea hacer referencia a una “sustracción a sí mismo de algo donde se está incluido”. (Ver
amplias referencias sobre la cuestión terminológica en SAMPAIO DORIA, op. cit., págs. 35 y sigtes.).
5
Ver VILLEGAS, ob. cit., pág. 70; DUVERGER, MAURICE, Hacienda pública, Barcelona 1968, pág. 333.
6
Dice DUVERGER que el evadido fiscal no incurre en pena ni responsabilidad alguna. Está en paz tanto con
las leyes como con su conciencia ya que son las propias leyes quienes le permiten eludir el impuesto (ob. cit.,
pág. 333).
En mi opinión existe una insalvable “contradictio in terminis” en la afirmación
anterior. Si el legislador concedió una exención o una exclusión tanto subjetiva cuanto
objetiva, según la cual la obligación tributaria no llega a perfeccionarse en cabeza del
presunto sujeto pasivo, claramente se debe concluir que no hay evasión alguna sino
simplemente ausencia de hipótesis de incidencia y consiguientemente, ausencia de
obligación de pago. No existiendo obligación legal, hay una imposibilidad lógica de
incumplir el tributo. No existiendo ilegalidad, no puede verificarse evasión alguna.
Si hay exención, significa que no existe el sujeto, o que no existe el objeto, o que
no existen ambos, siempre en relación a una presunta obligación tributaria. No existiendo
alguno o varios de los elementos de la “obligatio” no existe tampoco obligación, ni
consiguientemente “evasión”.
El sujeto beneficiado por una exención o que realiza una actividad exenta no es un
evasor fiscal.7
Otro de los casos mencionados por la doctrina8 como de evasión organizada por la
ley, es aquel en el cual el impuesto no grava en su integridad a la manifestación de riqueza
sino que establece exclusiones de base o permite deducir ciertos conceptos de la base
imponible. En este caso, tampoco hay evasión sino que la definición legal de la base de
medida del tributo no coincide con la definición económica de la variable o riqueza
gravada, bien sea que ello ocurre por un error conceptual del legislador o por una decisión
política con la finalidad de disminuir el peso del impuesto o de favorecer ciertos gastos o
inversiones. En cualquier caso, hay dispenda fiscal pero nunca evasión.
Los casos citados por DUVERGER son ilustrativos sobre el punto. El primer caso
se refiere a aquel que ejerciendo su actividad comercial, simula que esa actividad es no
comercial para escapar al impuesto sobre los beneficios mercantiles. Es claro que en esta
caso estamos en el campo de la ilegalidad y por lo tanto no es correcto calificar al supuesto
como un aprovechamiento de lagunas legales. En realidad estamos frente a un acto “contra
legem” que constituye lo que más adelante definiré como “elusión tributaria”.11
Otro ejemplo12, es el de las empresas que simulan efectuar mayores gastos generales
que los reales, como método para disminuir la base imponible del tributo a la renta o a los
consumos. En estos casos posiblemente a la laxitud y vaguedad del texto legal se suma una
actitud complaciente, o al menos negligente, por parte de la Administración fiscal a los
fines de fiscalizar la correcta determinación de la obligación tributaria. En este caso
también estamos en el “mundo de la ilegalidad”, más allá del éxito de la Autoridad fiscal en
detectarlo y prevenirlo o castigarlo.
11
Como más adelante se verá, el ejemplo del rubro presenta un caso de evasión por “abuso en las formas
jurídicas” o “elusión fiscal” de carácter siempre antijurídico.
12
Ver DUVERGER, ob. cit., pág. 335.
13
Suponiendo, en este último caso, un impuesto que declarase directamente “contribuyente de jure” al
consumidor.
Tanto en la doctrina como en la jurisprudencia no existe uniformidad en cuanto a si
la “elusión tributaria” y la “economía de opción” son conceptos intercambiables o si en el
primer caso estamos frente a una figura ilegal, consistente en la “evasión por abuso de las
formas” mientras que en el segundo nos movemos dentro del amplio campo de la libertad
personal y económica que permite desarrollar la vida económica de la forma más
beneficiosa posible.
14
Autor cit., Theorie de la fraude en droit fiscal, París, 1944, pág 103.
15
Autor cit., Diritto tributario, Milán 1956, págs. 143, 148 y 149.
16
Cours de finances publiques, edición 1936, pág. 83.
17
Teorie geral do direito tributario, Porto Alegre, 1963, pág. 122.
fortuna y sus rentas en forma tal que el fisco perciba el máximo de impuestos. 18 El Tribunal
Federal de Suiza declaró: “En términos generales, indudablemente, toda persona es libre de
dirigir su actividad económica de manera tal que deba pagar el menor impuesto posible y
de elegir, entre las formas jurídicas que se le ofrecen, aquella que entraña una carga fiscal
menos onerosa”.19
En esta línea de pensamiento JARACH, sostuvo que: “Como no hay ninguna norma
positiva que declare ilícitos los negocios cuyas consecuencias tributarias son menores que
las de otros, los primeros no son ilícitos y son, pues, perfectamente válidos, aunque
motivados por la intención de evadir el impuesto. No hay duda que la evasión fiscal no
constituye negocio ilícito y menos aún delito civil o penal”.20
Sobre tan difícil tema, la solución pasa por no confundir la evasión tributaria por
abuso en las formas (o “elusión tributaria”) con la “economía de opción” mediante la
utilización de formas jurídicas menos gravosas, que es válida y perfectamente legítima.22
18
Fallo cit. por ARAUJO FALCĀO, El hecho generador de la obligación tributaria, traducción de Giuliani
Fonrouge, Buenos Aires 1964.
19
Sentencia del 24 de febrero de 1950 publicada en “Revne de Droit Administratif et de Droit Fiscal”, 1951,
pág. 180.
20
JARACH, DINO, El hecho imponible, pág. 131. En realidad es difícil resumir el pensamiento del eminente
jurista en unas pocas frases porque se corre el serio riesgo de parcializar su pensamiento general que es de una
extraordinaria coherencia. En efecto, la posición que sobre este tema adopta JARACH, no es sino la
consecuencia lógica e ineludible de una sólida elaboración doctrinal, una de las más completas que se
conocen dentro del campo del derecho tributario moderno. JARACH no cree que pueda haber defraudación
fiscal por un uso abusivo de formas jurídicas por la razón de que según sus concepciones, esas formas carecen
de todo significado para el derecho tributario, y el aplicador de la ley puede prescindir de ellas valiéndose del
método interpretativo de la realidad económica (véase ob. cit., pág. 119). Si las formas elegidas son
“indiferentes para el derecho impositivo”, según la expresión de JARACH, no pueden ni siquiera tener la
entidad suficiente como para configurar una conducta ilícita.
21
Autor y ob. cits. págs 47 y 48.
22
En su excelente monografía sobre el tema, SAMPAIO DORIA (pág. 25), sigue una línea terminológica y
también doctrinal totalmente diferente a la nuestra. En cuanto al aspecto terminológico, el autor brasileño
identifica los vocablos “fraude” y “evasión” y con ellos se refiere a la acción tendiente a eliminar, reducir o
retardar el pago del tributo debido. Nosotros diferenciamos nítidamente ambos términos (véase nota [37])
porque pensamos que la palabra “fraude” hace referencia a maniobras desplegadas con intencionalidad
dolosa, mientras que puede haber evasión simplemente omisiva y sin necesidad del ardid intencional. Por otra
parte, SAMPAIO DORIA identifica los términos “elusión” (elisão) con “economía fiscal” y le asigna el
significado de acciones tendientes a evitar, minimizar, o transferir (adiar) la ocurrencia del propio hecho
generador. La diferencia que por el contrario, nosotros establecemos tajantemente entre “elusión fiscal” y lo
ARAUJO FALÇAO se expresaba en estos términos: “No toda ventaja fiscal lograda
por el contribuyente constituye una elusión. Para ello es indispensable que haya una
distorsión de la forma jurídica, una atipicidad o anormalidad de ésta frente a la realidad
económica que se exterioriza mediante aquélla. De otra manera no hay elusión. Puede
ocurrir que el contribuyente arregle sus negocios para pagar menos impuestos. Nada lo
impide, en tanto no se produzca aquella manipulación del hecho generador en los que
respecta a su vestidura jurídica”.
que llamamos “economía de opción”, es la que intentamos explicar en el texto. Es necesario, por último
aclarar, para evitar toda posibilidad de duda terminológica, que el autor brasileño, al hacer las identificaciones
y asimilaciones de términos que se han expresado, adopta, según él mismo lo reconoce, la diferencia que el
derecho norteamericano hace entre tax evasión y tax avoidance, la cual creemos no se amolda a nuestra
realidad jurídica normativa, tanto de derecho penal como de derecho tributario.
23
Autor y ob. cits., págs. 47 y 48.
24
Correlaciónese lo que aquí se sostiene, con lo que anteriormente dijimos al contemplar el caso de la
supuesta “evasión legal” por aprovechamiento de lagunas legales.
Puede observarse que en el primer caso propuesto (economía de opción), el
contribuyente se limita a elegir alguna entre diversas formas jurídicas igualmente legítimas
que el derecho privado pone a su alcance, pero la fundamental diferencia con el segundo
supuesto (abuso en las formas) es que en la economía de opción, el hecho de inclinarse por
una de las formas alternativas, no altera la sinceridad del acto. No se presenta en este
supuesto una contradicción entre lo querido por el contribuyente y el objeto de la figura
jurídica elegida. No existe, en este caso, abuso en las formas.
Si bien, tal como expresaré más adelante, considero que en última instancia la
teoría que nos ocupa no difiere básicamente en sus consecuencias de la teoría de la
simulación, creo que es útil mantenerla pues permite realizar un análisis más completo y
profundo, pero teniendo presente su identidad de resultados y evitando caer en los excesos
que la doctrina del abuso generó en épocas que entiendo superadas.
Por ello cabe diferenciar la legítima actividad consistente en buscar un ahorro fiscal
mediante la cuidadosa selección de la estructura que mejor se aviene a la voluntad negocial
y, concomitantemente, permite una optimización de recursos, de la aviesa elección de la
“pantalla jurídica” que opacando la real intencionalidad del contribuyente persigue el
engaño de la Administración fiscal y la antijurídica elusión de la justa tributación.
1-Normativas:
. Debe resultar claro del texto legal cual es el objeto del tributo y eventualmente que
hechos o actos están excluidos del mismo. En este sentido, cuanto más generales sean los
tributos (sin exclusiones ni exenciones, ni de objeto ni de base) más difícil es que se
verifiquen elusiones.
2-Punitivas:
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No se dice al infractor por abuso en las formas (elusión fiscal) que merece pena fiscal pero que civilmente
es aprobado, sino simplemente que es un defraudador al fisco aunque desde el punto de vista civil, la ley no
establezca sanción de ningún tipo para el acto.
En orden a prevenir el “abuso de las formas” así como para reprimir las elusiones
consumadas es necesario que se tipifique clara y concretamente la “elusión de impuestos”
como una infracción tributaria que hace pasible a su ejecutor a penas que van desde multas
e inhabilitaciones hasta penas privativas de la libertad según la gravedad e importancia de
la misma.
3-Administrativas:
4-Judiciales y jurisdiccionales:
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A General Antiavoidance Rule for Direct Taxes. Inland Revenue. October 1998
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A General Antiavoidance Rule. Definition of tax avoidance. Inland Revenue
*Obtener un pago o incrementar un pago mediante un crédito fiscal u obtener tal pago en
forma mayor a la que correspondía;
*Crear pérdidas con la finalidad de eludir el impuesto en un período fiscal futuro.
*Que lo descripto en los puntos anteriores ocurra sin que sea aplicable la exclusión del
“planeamiento fiscal aceptable”.-
30
Customs and Excise, United Kindom.