01 Biblicamente Puedes Cambiar LECCION 1
01 Biblicamente Puedes Cambiar LECCION 1
01 Biblicamente Puedes Cambiar LECCION 1
BIBLICAMENTE PUEDES
CAMBIAR
PRIMERA PARTE
Efesios 2.8-9
BÍBLICAMENTE PUEDES CAMBIAR I
La decisión más importante que tomaras en tu vida tiene que ver con tu disposición de seguir el plan de
Dios para tu vida, tal y como esta revelado en la Biblia. Esta decisión impacta directamente tu vida diaria
y tu destino eterno (basado en Salmo 119.165; Proverbios 1.33; Mateo 6.25-34; Marcos 8.34-38; Juan
3.16-21, 36; Hechos 2.38-39; II Timoteo 3.16-17; II Pedro 1.2-10; Apocalipsis 20.15)
PRINCIPIO BÍBLICO:
Dios te capacita para dar el primer paso necesario hacia el cambio bíblico
duradero. Este paso es tu respuesta al amor demostrado de Dios por ti en
Cristo Jesús (basado en Juan 1:12,3:16-21; Romanos 5:8; II Corintios 5:17;
Efesios 2:8-9; 1 Juan 4:10).
EL PLAN DE DIOS PARA QUE CAMBIES DE UNA MANERA BÍBLICA, SE CENTRA EN SU HIJO,
JESUCRISTO.
Principio # 1
Ya que la norma de Dios es de perfección (Levítico 19:2; Mateo 5:48), no la puedes lograr por tus propios
esfuerzos (Salmo 143:2; Eclesiastés 7:20; Romanos 3:23). No puedes salvarte a ti mismo (Proverbios 20:9)
ni depender de ningún otro ser humano para redimirte (Salmo 49:7). Tienes la necesidad de reconocer tu
incapacidad para cumplir con la norma de Dios (Isaías 64:6; Romanos 3:9-12) y necesitas arrepentirte de
tu pecado (Lucas 15:7; Hechos 2:38, 3:19, 1 7:30-31, 26:19-20; Romanos 2:4; II Pedro 3:9). Por la gracia y
misericordia de Dios, reconoces tu condición perdida y crees con todo tu corazón y sinceramente en el
Señor Jesucristo para recibir el regalo de la vida eterna (Juan 3:16, 36; 5:2 4; 11:25-2 6; Romanos 6:23;
Efesios 2:8-9; Tito 3:5-7; 1 Juan 5:11-13) y el perdón de tus pecados (Marcos 16:16; Juan 3:16-18, 8:24;
Hechos 2:38, 4:12; Romanos 10:9-13; Efesios 1:7).
I. SI AÚN NO TIENES UNA SINCERA (FRANCA, PURA, GENUINA), RELACIÓN PERSONAL CON
EL SEÑOR JESUCRISTO, TIENES UN PROBLEMA ESPIRITUAL QUE SÓLO DIOS PUEDE
RESOLVER. SIN ESTA RELACIÓN CON JESÚS, TÚ:
A. Estás separado sin esperanza de Dios (Romanos 6:23a; Efesios 2:1-3, 11-12; Colosenses 1:21)
B. Estás espiritualmente muerto en tu propio pecado (Romanos 3:23, 5:12; Efesios 2:1,5;
Colosenses 2:13),
D. Estás cegado por Satanás (II Corintios 4:3-4) y cautivo por él para hacer su voluntad (II Timoteo
2:24-26, especialmente el versículo 26),
E. No tienes el poder para librarte del control del pecado sobre tu vida (Eclesiastés 7:20; Juan
8:34; Romanos 1:28-32, 5:6, 6:16; Gálatas 5:19-2 1; II Pedro 2:19),
F. Eres incapaz de entender las cosas de Dios (Proverbios 14:12, 16:25; Isaías 55:8-9; 1 Corintios
2:14),
G. Eres incapaz de agradar a Dios o andar en su camino (Salmo 143:2b; Isaías 64:6; Romanos 3:9-
12, 23; 8:7-8; Gálatas 2:16; Efesios 2:8-9; II Timoteo 1:9; Tito 3:5-7; Hebreos 11:6), y
H. Eres incapaz de vivir una vida espiritualmente fructífera y significativa (Juan 15:4-6).
A. Dios es justo, por tanto en tu estado pecaminoso enfrentas Su ira y Su juicio (Romanos 1:18,
6:23a; Efesios 2:3; Hebreos 9:27; II Pedro 3:7).
B. Por otro lado, Dios es amoroso y no quiere que perezcas en tu pecado (Juan 3:16; Romanos
5:8; 1 Timoteo 2:3-4; II Pedro 3:9), así que Él te atrae hacia su Hijo, Jesús (Juan 6:44-45, 65).
A. Por Su gracia y misericordioso amor, Dios dio a Su Hijo unigénito, Jesús, como la única
respuesta a tu condición espiritual sin esperanza (Isaías 53: 2-12; Juan 3:16, 14:6; Hechos
4:12; Romanos 5:6; Efesios 1:3-12; 1 Timoteo 2:5-6; 1 Juan 4:10).
B. Ya que no puedes salvarte a ti mismo o hacer algo para merecer el favor y la misericordia de
Dios (Gálatas 2:16; Efesios 2:8-9; II Timoteo 1:9; Tito 3:5-7), Jesús pagó todo el precio de tu
redención al morir en la cruz por el castigo de tu pecado (Romanos 5:8; 1 Corintios 15:3-4; II
Corintios 5:2 1; Efesios 1:7; 1 Tesalonicenses 1:10; 1 Timoteo 2:5-6; Hebreos 10:10-14; 1 Pedro
1 :1 8-19, 3:18).
C. Dios aceptó y aprobó el sacrificio de la muerte de Su Hijo por tu pecado al resucitar a Jesús
de los muertos (Romanos 1:4, 4:25). Jesucristo vive eternamente (Hechos 2:32; Romanos 6:9;
Apocalipsis 1:17-18), está con Dios (Romanos 8:34; Hebreos 8:1), y es Señor de todo
(Filipenses 2:9-11; Apocalipsis 17:14, 19:16). Por su muerte y resurrección, el Señor Jesucristo
es victorioso sobre el pecado (Romanos 6:10), la muerte (Romanos 6:9) y el diablo (Hebreos
2:14).
1. Tener el perdón de tus pecados (Hechos 5:31, 10:43; Efesios 1:7, 4:32; Colosenses 1:13-
14, 2:13-14) y ser reconciliado con Dios (II Corintios 5:18-19);
2. Experimentar un nuevo nacimiento espiritual (Juan 3:3; 1 Pedro 1:3, 23; 1 Juan 5:1);
3. Recibir, por fe, el regalo de la vida eterna, por Su gracia (Juan 3:16; 5:24; 6:40, 7, 11:25-
26;17:1-3; Romanos 6:23; Efesios 2:8-9; 1 Timoteo 1:16; 1 Juan 5:11-12).
4. Tener acceso a Dios (Juan 14:6; Efesios 2:18, 3:11-12; Hebreos 10:19-22);
5. Ser un miembro de la familia de Dios (Juan 1:12; Romanos 8:15-1 7; Gálatas 3:26; Efesios
1:5, 2:19; 1 Juan 3:1-2);
6. Entender las cosas de Dios (Juan 14:26, 16:13-15; 1 Corintios 2:9-13);
7. Llegar a ser una nueva persona con la capacidad para vivir de una manera totalmente
distinta (Romanos 6:4-22; II Corintios 5:17; Filipenses 4:13); y
8. Ser capacitado para cambiar, madurar a la semejanza de Cristo, tener un conocimiento
íntimo de Dios que va en aumento (Juan 17:3; Romanos 8:2, 2 8-29; II Corintios 5:17;
Filipenses 1:6, 4:13; Colosenses 1:9-11; 1 Tesalonicenses 2:13; II Pedro 1:3-4).
A. Cuando reconoces el amor de Dios (Juan 3:16; 1 Juan 4:10) y aceptas Su Verdad tal y como
está revelada en el Señor Jesucristo (Juan 14:6), serás capacitado por la fe para:
1. Creer en Jesús (Juan 5:24; Romanos 10:8-13) quien una vez y para siempre se ofreció a Sí
mismo como un sacrificio por tu pecado (Hebreos 10:4-2 2).
2. Arrepentirte de tu pecado (Marcos 1:15; Lucas 15:7; Hechos 2:38, 3:19, 26:20; 11 Pedro
3:9);
3. Creer de todo corazón que la sangre del Señor Jesucristo que fue derramada en la Cruz
da el perdón para tu pecado (Romanos 3:23-25; Efesios 1:7; Colosenses 1:19-2 3; 1 Pedro
1:18-19); asimismo, creer que Dios levantó de los muertos a Jesús para que puedas
caminar en novedad de vida (Romanos 4:24-25, 6:4, 8:11, 10:9; 1 Corintios 15:12-22); y
4. Recibir sinceramente al Señor Jesucristo en tu vida (Juan 1:12; 1 Juan 5:12), y como una
nueva creación (II Corintios 5:17), vivir en obediencia fiel y amorosa a la Palabra de Dios
(la Biblia) (1 Juan 2:3-6).
Tu propia sabiduría que es fatua e inadecuada para conocer a Dios (1 Corintios 1:21, 3:19-
20),
Tus propios pensamientos que son contrarios a los caminos de Dios (Isaías 55:8-9;
Romanos 8:6-8), o
Tus propios deseos que son contrarios al Espíritu de Dios (Gálatas 5:17);
Si nunca has dado este primer paso para cambiar bíblicamente, puedes hacerlo ahora mismo.
Simplemente dile a Dios que sabes que eres un pecador y que necesitas Su perdón para tu pecado.
Reconoce ante Dios que ni tú ni nadie más puede salvarte sino sólo Jesucristo debido a que
solamente Él murió para pagar la pena del pecado y resucitó de los muertos para que tú pudieras
tener una nueva vida. Por la fe, recibe al Señor Jesucristo como Salvador y agradece a Dios por Su
gracia y amor hacia ti por medio de Jesús. Con un corazón sincero y arrepentido, demuestra tu
compromiso con Él siendo obediente a Su Palabra.
VI. DEBES ENTENDER QUE LA MANERA QUE TIENE EL HOMBRE DE RESOLVER PROBLEMAS
ES INSUFICIENTE EN COMPARACIÓN A LAS SOLUCIONES DE DIOS.
A. Hay dos razones por las cuales se ha explicado en detalle el plan de salvación
1. Para comenzar, es esencial que entiendas el principio espiritual que afirma que no hay
sabiduría, filosofía, maquinaciones, procedimientos, manipulaciones y sinceridad del
hombre que pueda reemplazar el plan de salvación en Cristo Jesús (ver el numeral IV.,
inciso C. de esta lección). Cualquier persona que diga que ha tomado un camino diferente
para la salvación, excepto a través de Jesucristo, se asemeja en la Escritura a un ladrón y
salteador (Juan 10:1, 7).
B. La Escritura es la única fuente para hallar las soluciones de Dios a los problemas reales que
atormentan al hombre (Salmo 19:7-11; II Timoteo 3:16-1 7; Hebreos 4:12; II Pedro 1:2-4).
A. La diferencia principal es que el camino del hombre está orientado al yo, para: agradarse,
confortarse, depender de sí mismo, satisfacerse, perdonarse, exaltarse y amarse a sí mismo.
Eso se describe en la Escritura como el viejo hombre (Romanos 6:6; Efesios 4:22; Colosenses
3:9).
C. El plan de Dios, en lugar de las ideologías que se enfocan en el yo, establece tu verdadera
posición en Cristo y da la provisión para que puedas ser:
1. Perdonado de todos tus pecados (Colosenses 2 :13-14) y llegar a ser una nueva
creación (II Corintios 5:17) al participar de la naturaleza divina de Dios (II Pedro 1:4);
2. Un hijo y heredero de Dios y coheredero con Jesucristo (Romanos 8:14-17);
3. Un ciudadano del cielo (Filipenses 3:20), bendecido con toda bendición espiritual
(Efesios 1:3) y completo en Cristo Jesús (Colosenses 2:9-10);
4. Fuerte en el Señor (Efesios 6:1 0-1 7) como un miembro funcional del cuerpo de
Cristo que está madurando (Efesios 4:11-16);
5. Más que un vencedor por medio del Señor Jesucristo (Romanos 8:3 7; 1 Juan 4:4),
ya que has sido liberado de la esclavitud del pecado (Romanos 6:5-7) y del dominio
(autoridad) de las tinieblas y trasladado al reino de Dios (Colosenses 1:13);
6. Un embajador de Cristo (II Corintios 5:2 0), un miembro de un linaje escogido, un
real sacerdocio, un ciudadano de una nación santa, una posesión de Dios (1 Pedro
2:9), y un templo santo del Dios viviente (II Corintios 6:16; Efesios 2:2 1);
7. Transformado por la renovación de tu mente (Romanos 12:2), y llevar cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo (II Corintios 10:5);
8. Lleno de Su paz (Juan 16:33) y gozo (Juan 15:11, 17:13);
9. Cambiado por la Palabra de Dios (1 Tesalonicenses 2:13; II Timoteo 3:16-17);
10. Guiado por el Espíritu de Dios (Romanos 8:14) para entender las cosas de Dios (1
Corintios 2:9-13);
11. Capaz de lograr (o soportar) cualquier cosa en la voluntad de Dios para ti a través
de Cristo Jesús (Filipenses 4:13), sabiendo que Dios está en control total de tu vida
(Romanos 8:28-29; 1 Corintios 10:13; Filipenses 1:6);
12. Capaz de practicar el amor bíblico, probándote a ti mismo que eres un discípulo de
Cristo (Juan 13:35).
D. A través de este curso, se enseñará la diferencia entre el plan de Satanás y el plan de Dios
para tu vida.
E. Del mismo modo que el hombre ha buscado continuamente substitutos al nuevo nacimiento,
así también, busca soluciones egoístas para sus problemas que son resultado del pecado
original.
Estas soluciones ideadas por el hombre para los problemas de la mente, el corazón y el
espíritu son tan inaceptables a Dios como lo son las fútiles especulaciones y substitutos a la
salvación y a las verdades inalterables de la Palabra de Dios (basado en Salmo 119:160;
Proverbios 14:12, 30:5-6; Jeremías 1 7:9- 10; Mateo 15:1-20; Juan 4:23-24; Hechos 4:12;
Romanos 1:2 1, 25, 28; 8:5-10; 1 Corintios 3:18-2 0; II Corintios 7:1; Efesios 4:22-24; Filipenses
2:3-5, 3:18-19; II Timoteo 3:1-5).