Giddens 2
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RESUMEN
En el libro de Anthony Giddens, el capitalismo y la moderna teoría social, el autor busca reconciliar las teorías de
diferentes autores acerca de la modernidad, teniendo en cuenta como punto de partida el modelo económico del
capitalismo y el papel que este ha jugado como elemento constitutivo de varias fórmulas en las teorías de la
sociología moderna.
Recordemos que Giddens es un sociólogo ingles moderno, reconocido por sus aportes a la disciplina como sus
teorías de estructuración y su mirada holística de las sociedades modernas. Dada su basta bibliografía y su
variedad de publicaciones a lo largo de su vida, se pueden distinguir tres etapas de su carrera. En la primera, que
es la que nos concierne, Giddens empieza por entender qué es la sociología y quienes son sus principales
expositores. De esta manera, hace un análisis de los textos de quienes para él son los padres de la sociología
moderna.
Según Marx, el desarrollo de la sociedad es consecuencia de la continua interacción entre hombres y naturaleza.
El hombre se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de
subsistencia. La “producción” es el primer hecho histórico que necesita cumplirse todos los días para asegurar la
vida de los hombres. Todo individuo, con sus acciones cotidianas, crea y reproduce la sociedad en cada momento.
En la producción los hombres actúan en la naturaleza pero también lo hacen entre sí.
El dominio clasista
Las clases surgen según Marx, donde las relaciones de producción introducen una división del trabajo que permite
acumular producción excedente; ésta puede pasar a manos de un grupo minoritario, que de esta forma se coloca
en una posición explotadora con respecto a los productores. Al tratar las relaciones entre clases, Marx usa los
términos “dominio” y “régimen de clase”. Para el sociólogo, las clases no deben identificarse ni con los ingresos ni
con la posición funcional en la división del trabajo. Las clases son un aspecto de las relaciones de producción y, tal
como las entiende Marx, implican una posición conflictiva. Se encargan de formar el principal eslabón entre las
relaciones de producción y el resto de la sociedad; y son el principal eje a partir del cual se distribuye el poder
político.
Ideología y conciencia
La ideología debe estudiarse teniendo en cuenta las relaciones sociales en las que viene incluida: es necesario
estudiar los procesos que dan origen a varias ideas juntamente con los factores que hacen que las mismas se
colocan en una posición de privilegio frente a la sociedad.
Las ideas no evolucionan por motus propias, sino que lo hacen como elementos de la conciencia de unos hombres
que viven en sociedad.
Es importante considerar que las circunstancias sociales en donde se desarrolla la actividad de los individuos,
condicionan la percepción que los mismos tienen del mundo. En este sentido, el lenguaje constituye la “conciencia
práctica” de los hombres. Y, por otro lado, en las sociedades clasistas, las ideas de la clase dominante son las que
predominan en cualquier época. Toda clase dominante pretende que sus ideas sean universales para así legitimar
su posición de dominio.
La actividad productiva sostén fundamental de cualquier sociedad. Tanto en sentido histórico como analítico. La
producción de la vida material. Se cumple todos los días y a todas horas y desde siempre.
Se produce en sociedad. Se establecen determinados vínculos, relaciones, entre los individuos que participan en el
proceso de producción. Marx reconócele a Adam Smith la correcta afirmación que es el trabajo la fuente de
autocreación del hombre. Pero los economistas no repararon en que la producción es social y no individual.
Siempre se produce como sociedad. No se puede producir sin asociar de cierto modo. Lo que determina vínculos y
relaciones.
El dominio clasista
Luego de una división diferenciada del trabajo se produce una acumulación de producción excedente. Este
excedente pasa a manos de un grupo minoritario que se coloca en una relación de explotadores frente a la masa
de los productores.
Todos los análisis que Marx hace acerca del dominio o régimen clasista tienen como finalidad explicar la estructura
y la dinámica de la sociedad burguesa.
Las clases se constituyen por la relación de grupos de individuos respecto de la posesión de propiedad privada
sobre los medios de producción. Relación de clases dicotómica. Dos clases antagónicas: dominante y sometida.
Clase implica una relación conflictiva.
El concepto dicotómico de clase aparece como una construcción teórica en los escritos de Marx.
Giddens le pega bastante a estos términos que decide utilizar Marx. Encuentra tres clases que no entrarían en una
relación dicotómica:
- Clases que aunque sean importantes en lo económico y en lo político, sean marginales porque esas
relaciones de producción están caducando o surgiendo.
- Las capas sociales que están en relación de dependencia funcional respecto a una de las clases y por eso
tienden a identificarse políticamente con ella.
- El lumpen proletario que son grupos heterogéneos que quedan al margen del sistema de clases.
Varía históricamente el grado de homogeneidad de una clase: dentro de ella hay distintos ‘grados’.
Marx escribe en La lucha de clases en Francia, donde analiza el conflicto entre los capitalistas financieros y los
industriales en 1848 a 1850.
En las formas de sociedad pre clasistas el dominio o subordinación económica está atravesada por un lazo social,
por vínculos personales entre los individuos. Terrateniente feudal cobra un diezmo de su servidumbre. Pero el
siervo conserva el control de sus medios de producción, a pesar de que tiene que ceder a un dueño una parte de
su producto.
Las relaciones de mercado no aparecerán como el determinante de la actividad productiva sino hasta el
capitalismo.
El capitalismo depende de la expropiación de una masa de trabajadores que, aparte de su fuerza de trabajo, no
tienen nada que ofrecer a cambio de los medios de subsistencia.
La sociedad burguesa no dejó subsistir otro vínculo entre los hombres que el frío interés, el cruel “pago al contado”.
En lugar de una explotación velada por ilusiones religiosas y políticas, ha establecido una explotación directa e
inescrupulosa. Las relaciones de clase se han simplificado y universalizado. Una vez establecido el capitalismo, su
progresivo desarrollo tiende más y más a la creación de dos clases que en el mercado se oponen directamente:
burguesía y el proletariado. Las clases forman el principal eslabón entre las relaciones de producción y la
superestructura.
Las relaciones de clase son el principal eje donde se resuelven el poder político.
El Estado moderno surge de la mano de la lucha de la burguesía frente a los restos del feudalismo, pero, a su vez,
por las exigencias de la economía capitalista.
A la forma de propiedad privada moderna le corresponde el Estado moderno, adquirido gradualmente por los
dueños de la propiedad.
La forma concreta del Estado en la sociedad burguesa varía según las circunstancias que han acompañado a la
burguesía en la conquista del poder. En Francia, la alianza entre la aristocracia y la burguesía creó un gran aparato
burocrático con un cuerpo de funcionarios fuertemente arraigados, mientras que en Inglaterra gobierna oficialmente
la aristocracia terrateniente, pero domina la burguesía en todos los ámbitos de la sociedad civil, quitándole
importancia a los elementos burocráticos del Estado.
Ideología y conciencia
El origen del derecho civil tiene dos funciones superlativas: difundir la propiedad privada y, como consecuencia de
ello, desintegrar la comunidad.
La clase dominante, en todas las sociedades clasistas, produce formas ideológicas que legitiman su dominio.
La clase que dispone de los medios para la producción material, dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios
para la producción intelectual, lo que hace que se le someta, las ideas de quienes carecen de los medios
necesarios para producir intelectualmente.
No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social lo que determina su
conciencia.
Crítica al idealismo histórico (deducir el contenido de los sistemas de ideas que predominan en la sociedad) la
clase dominante dispone de medios para difundir las ideas que legitiman su posición de predominio. Las ideas de
‘libertad’, ‘igualdad’ no pueden ser tomadas literalmente. La ideología debe estudiarse en conexión con las
relaciones sociales en que viene incluida: procesos concretos y factores que determinan qué ideas se colocan en
un lugar destacado.
Las ideas no evolucionan por su propia cuenta: lo hacen como elementos de la conciencia de unos hombres que
viven en sociedad, siguiendo una praxis determinada.
Toda clase dominante pretende la universalidad de la ideología que legitima su posición de dominio.
En una sociedad relativamente estable hay un equilibrio entre el modo de producción, las relaciones sociales, y la
‘superestructura’ cuando hay un cambio progresivo en la actividad productiva surge una tirantez entre estas
nuevas fuerzas productivas y las relaciones de producción que subsisten. Estas contradicciones llegan a
expresarse abiertamente como conflicto de clases, choques entre principios opuestos. La clase que empeña una
lucha revolucionaria, presenta sus ideas como las únicas racionales y dotadas de vigencia absoluta.
CAPÍTULO VI - Durkheim
Las dos publicaciones más importantes de Durkheim son: Las reglas del método sociológico y El Suicidio.
Los estadísticos del Siglo XIX determinaron que los índices de suicidio dependen de fenómenos geográficos, biológicos y
sociales. En el suicidio, Durkheim estudia el último factor. La relación entre integración social y suicidio se mantiene
constante. Durkheim describe distintos tipos de suicidio, como ser: el suicidio “egoísta”, característico de las sociedades
contemporáneas; y relaciona este tipo de suicidio con el “culto a la persona”, donde “el hombre es un Dios para el
hombre”.
Un segundo tipo de suicidio procede del fenómeno que el sociólogo trata en “La división del trabajo”; indicando que los
índices de suicidio son más elevados en las personas que trabajan en la industria y comercio que en las que trabajan en
agricultura. Así mismo son más bajas entre pobres y más elevadas entre acomodados y los que ejercen profesiones
liberales.
La anomía, al igual que el egoísmo, son “factores regulares y específicos de suicidio en nuestras sociedades modernas”.
“Exterioridad” y “Coerción”
El intento de Durkheim de definir la especificidad de lo social se basa en los criterios de exterioridad y coerción.
- todo hombre nace dentro de una sociedad ya organizada, lo cual condiciona su personalidad. Si hablamos de creencias
religiosas, el fiel las ha encontrado hechas por completo al nacer.
- cualquier individuo es sólo un elemento dentro de la totalidad de relaciones que constituyen la sociedad. Ningún
individuo crea estas relaciones. Ejemplo: sistema de moneda que empleo para pagar deudas.
El segundo criterio que aplica Durkheim para estudiar los hechos sociales es un criterio empírico: presencia de
coerción moral. Un ejemplo es la “paternidad”. La misma es una relación biológica: un hombre se convierte en padre
cuando procrea; pero, la paternidad es un fenómeno social: por costumbre o ley, un padre debe actuar de manera
determinada frente a distintos aspectos de su relación con su hijo. Estos modos de acción no son creados por el
individuo, sino que forman parte de un sistema de deberes morales.
Durkheim considera los hechos sociales como cosas. Para prevenir que palabras como “democracia” se usen libremente,
como si designaran hechos conocidos con precisión, Durkheim avanzó con la proposición de que los hechos sociales
deben tratarse como cosas.
En efecto, se reconoce una “cosa” por el signo de que no puede ser modificada por simple voluntad. Para producir un
cambio en ella no basta con quererlo.
La explicación de los fenómenos sociales puede hacerse de manera funcional y de manera histórica. “Función” debe
distinguirse de “finalidad”, los fenómenos sociales no existen con miras a los resultados útiles que producen. Las causas
que originan un hecho social deben distinguirse de cualquier función social que puedan desempeñar.
Normalidad y patología
Durkheim establece criterios científicos de patología social aunque reconoce que caracterizarla en el campo de la
sociología presenta problemas difíciles. Para ello, aplica el principio metodológico en donde establece que el dominio de
las cosas sociales (lo que es normal) puede identificarse de manera preliminar por el predominio de un hecho social.
Cuando un fenómeno social se encuentra en todas las sociedades de un mismo tipo, o en la mayoría, tal fenómeno
puede considerarse como “normal”.
CAPÍTULO XII - WEBER
Weber realizó estudios sobre el judaísmo y las religiones de China e India recalcando que los mismos constituyen
una labor “tipológica” en el sentido en que consideran lo que es típicamente importante dentro de la materialización
histórica de las éticas religiosas.
Religión y magia
Es típico que los hombres, al participar en la religión y en la magia, distingan entre objetos y seres que tienen
cualidades especiales. Donde el hombre se relaciona con entidades divinas por medio de la oración, culto y
súplica, hablamos de la existencia de religión. Las fuerzas mágicas, en cambio, no reciben culto sino que se
subordinan a las necesidades humanas mediante el empleo de fórmulas o ensalmo. La distinción entre religión y
magia corresponde a una diferenciación de rango y poder entre sacerdotes, por un lado, y magos o hechiceros, por
el otro.
En la sociología religiosa de Weber, un profeta religioso tiene la misma importancia que un sacerdote. Los profetas
raras veces proceden del sacerdocio y es típico de ellos ponerse en contradicción con el estrato sacerdotal. Entre
los diferentes profetas encontramos los “éticos”, cuya enseñanza se basa en una propagación divina; los
“ejemplares”, que ponen de manifiesto el camino de salvación mediante el ejemplo de su vida.
Weber sostiene que los chinos no tienen ningún sinónimo para nuestra palabra “religión”. Los términos que más se
aproximan son “doctrina” y “rito”, los cuales no distinguen entre lo sagrado y lo secular.
Weber concluye sus estudios en china comparando el confucianismo y el puritanismo. Hay dos criterios principales
en cuyos términos puede determinarse el grado de racionalización de una religión: hasta qué punto se ha
eliminado la magia y hasta qué punto se ha desarrollado una teodicea aplicable universalmente.