Cuaderno 5º Preparo 6º Primaria
Cuaderno 5º Preparo 6º Primaria
Cuaderno 5º Preparo 6º Primaria
¿Sabías que?
– El primer cargo público que ocupó Bernardo O?Higgins fue el de ALCALDE DE CHILLÁN, en
1804.
– O’Higgins tuvo un hijo llamado DEMETRIO, fruto de su relación con Rosario Puga.
Manuel Rodríguez
Era hijo del español Carlos Rodríguez de Herrera y de María Loreto de Erdoiza, peruana, y nació el 25 de febrero de 1785. Desde pequeño mostró
aptitudes intelectuales y una personalidad vivaz.
En 1804 recibió su doctorado en Leyes en la Universidad de San Felipe y fue admitido como abogado por la Real Audiencia.
Ferviente patriota, en 1811 fue nombrado procurador del Cabildo de Santiago, pero a los pocos días fue designado secretario de Estado en la cartera
de Guerra.
Nace la leyenda
Después de demostrar su inocencia ante la acusación de conspirar contra José Miguel Carrera,
de quien había sido su amigo primero y, en 1813, su secretario particular, fue nombrado como
secretario de Gobierno y Hacienda. Sin embargo, la derrota de Rancagua, en 1814, que significó
el fin de la primera etapa de la emancipación de Chile de España, lo obligó a huir a Mendoza.
Fue en esa ciudad donde se ganó la simpatía del general argentino José de San Martín, uno de
los principales caudillos del proceso revolucionario de América del Sur. San Martín le encomendó
que le informara sobre el movimiento de las tropas realistas en nuestro país y que hiciera creer
que las fuerzas patriotas cruzarían por el sur de la cordillera. Así, la milicia realista, cuya
mayoría de soldados estaba concentrada en la zona central, se dividiría perdiendo su fortaleza.
Todos estos objetivos Rodríguez los cumplió con creces, a través de aventuras plenas de
valentía y astucia, que dieron origen a su leyenda.
Problemas con el poder
La popularidad que adquirió Rodríguez, más sus tendencias carrerinas, fueron mal
vistas por el nuevo gobierno dirigido por Bernardo O’Higgins. Según algunos
autores, para alejarlo de Chile se le ofreció una misión diplomática en Estados
Unidos, que él rechazó.
Dos veces estuvo en prisión, una de ellas acusado de conspirar a favor de José
Miguel Carrera (contrario a O’Higgins), hasta que San Martín lo nombró auditor de
guerra del Ejército en 1817.
Su muerte
En 1818 ocurre el desastre de Cancha Rayada, donde los realistas casi aniquilaron al ejército patriota.
Fue una nueva oportunidad para que Rodríguez demostrara su capacidad de reacción. Animó a la
ciudad con la célebre frase ¡Aún tenemos patria, ciudadanos! y formó los Húsares de la Muerte, un
escuadrón militar. Además, por voto popular, ejerció por dos días el cargo de director supremo
interino.
Una vez recuperado el control de la situación, gracias a la batalla de Maipú (5 de abril de 1818), se
disolvió el escuadrón creado por Rodríguez y a él se le encerró en el cuartel San Pablo por su
protesta pública contra el fusilamiento de los hermanos Carrera (Juan José y Luis), acusando a
O’Higgins y San Martín de ser sus autores intelectuales.
Una vez preso fue conducido a Valparaíso, pero cerca de Til Til fue asesinado (26 de mayo
de 1818) por sus captores, quienes alegaron que había intentado escaparse. Su sospechosa
muerte provocó descontento popular y arrojó una sombra sobre el gobierno de O’Higgins.
Sus andanzas
Teniendo noticias de los movimientos juntistas que sucedían en Chile tras el cautiverio del
rey español Fernando VII, toma la decisión de regresar.