Libro Diseno Hidrologico Edicion Digital
Libro Diseno Hidrologico Edicion Digital
Libro Diseno Hidrologico Edicion Digital
Fattorelli
Pedro C.
Fernández
Diseño
Hidrológi
co INCLUIDOCD
EDICION DIGITAL
DISEÑO
HIDROL0GICO
Segunda Ediciòn
Prof. Ing. Sergio Fattorelli
Prof. Ing. Pedro C. Fernandez
DISEÑO
HIDROLOGICO
Ediciòn digital
publicada en la biblioteca virtual de la
DISEÑO HIDROLÓGICO
2º Edición en español
Edición digital
Diseño de interior: Estudio Fernandez-Dorca
Diseño de tapa: Estudio Fernandez-Dorca
Ilustraciones: Hugo Yañez
Producción del CD: Estudio Fernandez-Dorca
ISBN:978-987-05-2738-2
Introducción a la edición digital
En el transcurso de los últimos decenios los riesgos por eventos naturales extremos, como un fenómeno
creciente, han tenido un impacto social y económico relevante en distitos paises del mundo.
Al mismo tiempo, la evidencia de que el cambio climático está incrementando la recurrencia de los eventos
naturales, tales como sequías e inundaciones, en diversas partes del mundo, ha reforzado el sentido de
urgencia por abordar este aspecto tanto por parte de la comunidad científica y académica como de las
instituciones responsables del gobierno del territorio.
En este contexto me es muy grato presentar, como resultado del considerable éxito de la primera edición
del libro publicado en el 2007, la edicción digital actualizada del texto de hidrología “Diseño Hidrológico”,
del prof. Ing. Sergio FATTORELLI de la Universidad de Padova y de su colega argentino Prof. Ing. Pedro
FERNANDEZ, que vantan una colaboracion científica y profesional que dura desde mas de 20 años.
El manual, instrumento claro y eficaz para la solución de complejos problemas relacionados con el
dimensionamiento de las obras hidráulicas, representa una importante contribución a la formación de los
recursos humanos respecto a un tema estratégico a nivel mundial, favoreciendo el proficuo intercambio de
conocimientos entre las comunidades científicas y técnicas de la América Latina y de Europa.
Carlos Fernandez-Jáuregui
Chief Visionary Officer (CVO)
Zaragoza, marzo de 2011
PRESENTACION
París, 2007
Carlos Fernandez-Jauregui
Coordinador Adjunto
World Water Assessment Programme (WWAP)
C/O UNESCO, Division of Water Sciences
1rue Miollis, 75015 Paris, France
PRÓLOGO
Mendoza, Argentina
Padova, Italia
Febrero del 2007. Los Autores
Esta edición digital, incluida en la biblioteca virtual del Water Assessment &
Advisory Global Network, es, a todos los efectos, una segunda edición del
manual “Diseño Hidrológico” publicado en Febrero de 2007, con la revisión
de los errores de impresión que, invevitablemente afectan la primera edición
de un texto, y la nueva edición de algunas partes del texto mismo.
Mendoza, Argentina
Padova, Italia
Mayo del 2011. Los Autores
INDICE
Página
PRESENTACION
PROLOGO
CAPITULO 1
Introducción 19
Desarrollo de las Ciencias del Agua 20
El Ciclo Hidrológico 23
Distribución Estática del Agua sobre la Tierra 25
Balance Hidrológico 27
Acciones para el Agua 29
CAPITULO 2
CAPITULO 3
Mediciones Hidrológicas 79
Introducción 79
Mediciones Puntuales 79
Mediciones de Nieve 83
Evaporación 83
Mediciones de Niveles en Cursos de Agua (ríos, canales) ó
cuerpos de agua (lagos) 85
Medición de caudales 87
Sistemas Telemétricos 94
Redes de Medición
Regionalización de Redes 94
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
NOTA FINAL
APÉNDICE A
APÉNDICE B
Bibliografía
APÉNDICE C
APÉNDICE D
Patrocinadores
INDICE DEL CD
Página
Introducción 3
Modelos de Simulación de eventos 7
HEC-HMS (Hydrologic Modeling System) 8
HEC-1F Modelo para Simulación en Tiempo Real de
Eventos de Crecientes 154
ARHymo 182
Modelos de Simulación Contínua 194
Modelo NWSRFS (National Weather Service Rivers
Forecast System 194
Modelo H B V 215
Modelo HEC-HMS con el Algoritmo SMA de Simulación
Continua y Fusión de Nieve 299
Modelos de Simulación Hidráulica 324
Modelo HEC-RAS (River Análysis System) 324
Modelo DAMBREAK (DAM,BREAK Flood Forecasting Model) 368
Modelos Bidimensionales 395
Modelo Sobek 395
Ejemplos Extensos 429
Estudio Regional de Lluvias 429
Índice de Crecientes 467
Estudio Regional de Crecientes 477
Cálculo de la PMP Meteorológica 509
Cálculo del Hidrograma del SCS 523
Cálculo de CN a través de Imágenes Satelitales 526
Cálculo del Hidrograma de Proyecto de una Cuenca 528
Cálculo Manual del Tránsito de la CMP por un embalse 531
Relleno y Generación de Series de Temperaturas Medias Diarias 534
Caracterización de Tormentas productoras de Aluviones 539
Desarrollo y Aplicación del Método de Pronóstico Cuantitativo
de la Precipitación Convectiva (QPF) 548
PRIMERA PARTE
CONCEPTOS BÁSICOS
( Capìtulos 1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 )
1
Introducción
La hidrología es una ciencia que trata los fenómenos naturales involucrados en el ciclo
hidrológico. El diseño hidrológico busca interpretar y cuantificar esos fenómenos, con el fin de
proporcionar un soporte a estudios, proyectos y obras de ingeniería hidráulica, de infraestructura
y de medio ambiente.
El desarrollo de la tecnología digital ha permitido a la hidrología alcanzar altos niveles de
confiabilidad y consecuentemente, convertirse en un elemento clave en múltiples estudios y
proyectos relacionados con el uso, manejo y control del agua.
Algunas de las múltiples aplicaciones globales del diseño hidrológico relacionados con el
control y uso del agua son:
Hablar del desarrollo de las ciencias del agua, es hablar de la historia de la humanidad; en el
presente libro se hace referencia a los temas de la hidráulica y la hidrología, dejando de lado
otras extensas ramas de las ciencias del agua. (Irrigación, Oceanógrafia).
Desde el principio las civilizaciones siempre han estado ligadas al agua, por ello no es ninguna
sorpresa que las evidencias de grandes civilizaciones antiguas se hayan encontrado a lo largo de
las márgenes de ríos. El Tigris y el Eufrates en la Mesopotamia, el Nilo en Egipto, el Indus en la
India, el río Amarillo en China, el Tiber en Italia; por cierto que también existieron grandes
civilizaciones que dependieron más de las aguas de lluvias, como la antigua Grecia o aquellas
que usaron también fuentes de aguas subterráneas como los Persas.
Los Egipcios hicieron mediciones de los niveles de las inundaciones del Nilo, desde 3000 años
antes de Cristo y las relacionaron con predicciones sobre las condiciones de vida en los meses
siguientes y para ello construyeron estructuras especiales llamadas "Nilómetros". Una de las
más famosas es la de Roda. Plinio el viejo, cuenta sobre la relación entre los niveles que
alcanzaba el río y lo que se podía esperar para las condiciones de vida de la temporada
siguiente. Estas civilizaciones construyeron importantes obras de irrigación.
Varios pensadores de la antigüedad hicieron especulaciones sobre el concepto del ciclo del agua
o ciclo hidrológico. En la civilización occidental en Grecia, los primeros estudios fueron los de
Aristóteles (nacido en la Macedonia en el 385 antes de Cristo) quien estableció conceptos sobre
el ciclo hidrológico, pero con algunos criterios erróneos. Theofrasto, discípulo y continuador de
Aristóteles, describió correctamente el ciclo hidrológico y dio explicaciones sobre la formación
de las nubes y las precipitaciones.
La civilización romana marcó un hito fundamental en la práctica de las construcciones
hidráulicas basadas en criterios empíricos más bien de tipo constructivo. Los acueductos
romanos son considerados una de las maravillas de la ingeniería de la antigüedad, por ejemplo
el acueducto de "Acua Marcia" (construido 140 años antes de Cristo) tenía 60 km de longitud de
los cuales 50 eran galerías subterráneas y 10 galerías sobre arcos.
Cuatrocientos años después de Cristo, Roma era abastecida por 14 acueductos cuyas fuentes se
originaban en manantiales, aguas subterráneas y en el río Tiber que proveían de agua corriente a
11 termas, 2000 fuentes y 926 casas particulares. Las termas tenían provisión de agua fría y
caliente y salas con calefacción. Además, en Roma tenían un completo sistema de cloacas.
Sistemas de desagües urbanos que aún hoy son eficientes, existen en ciudades de Europa que
pertenecieron al Imperio Romano. Adicionalmente, los ingenieros romanos hicieron importantes
contribuciones acerca de los métodos para explotar acuíferos.
Desde el punto de vista científico, una de las contribuciones más importantes a las ciencias del
agua en la antigüedad fue la de Archímedes. Archímedes (287-212 antes de Cristo) nacido en
Siracusa (Sicilia) fue el creador de la hidrostática y estableció correctamente el principio de la
flotación de los cuerpos (principio de Archímedes). Realizó ensayos relacionando el peso
específico de metales (oro y plata) con el volumen de agua que desplazaban al ser sumergidos.
Sus principios fueron demostrados, más detalladamente luego por Galileo diecisiete siglos
después.
El período mencionado y hasta el año 1400 después de Cristo, poco se adelantó en el avance de
estas ciencias. A fines de la Edad Media, durante el renacimiento, las grandes universidades
como Bologna, Paris, Padua, Salamanca, entre otras, iniciaron un cambio gradual desde los
conceptos puramente filosóficos de la hidrología hacia una ciencia de la observación. A
continuación se mencionan algunos de los personajes que contribuyeron con este desarrollo.
0 Leonardo da Vinci (1452-1519): Expresó conceptos de la ley de continuidad y del flujo del
agua en canales, y sugirió diseños de máquinas hidráulicas. Realizó los primeros ensayos de
medición de la velocidad del agua en canales. Los escritos de Leonardo contienen más
referencias de la hidráulica que de cualquier otra materia. Con él se inicia el método
experimental.
1 Galileo Galilei (1564-1642): Estimuló los estudios de hidráulica experimental, defendiendo
y perfeccionando matemáticamente las teorías de Archimedes sobre flotación de los
cuerpos, y refutó la teoría de Aristóteles.
A partir de 1600, el desarrollo de las ciencias del agua fue más importante en hidráulica con
grandes avances en la fase experimental, lo que permitió formular leyes que dieron muchas de
las bases de la hidráulica moderna referente al movimiento del agua en canales, tuberías y flujo
subterráneo. Personajes como Torricelli, Mariotte, Pascal, Newton, Bernoulli, Manning, Darcy,
Reynolds, Saint-Venant , entre otros, intuyeron leyes con métodos experimentales que hoy son
básicas para la hidráulica.
En hidrología, entre 1600 y 1700 se intensificó el período de mediciones y el desarrollo de
aparatos más sofisticados como pluviógrafos basculantes y correntómetros, para medir lluvias y
velocidades del agua en ríos y canales, respectivamente.
El naturalista francés Pierre Perrault (1608-1680) midió sistemáticamente la lluvia y la
escorrentía. Hizo sus estudios en la cuenca del río Sena y concluyó que alrededor de una sexta
parte del agua que cae como lluvia y nieve es suficiente para generar el caudal del río.
El astrónomo inglés Edmond Halley (1656-1742) descubrió, en 1682, el gran cometa que lleva
su nombre. Entre 1686 y 1715 realizó importantes estudios sobre la evaporación en el
Mediterráneo, aclarando los conceptos del ciclo hidrológico en relación con la evaporación del
agua en los océanos y finalmente explicando "el gran fenómeno del equilibrio de los mares" (los
océanos producen el 90% de la evaporación en el globo terráqueo).
A partir de principios del siglo XX y más específicamente a partir de 1930, la disponibilidad
sistemática de datos hidrométricos y climáticos se hace más evidente, lo que generó un acopio
de información que a su vez estimuló a los hidrólogos a usar métodos estadísticos, para su
interpretación y extrapolación.
Desde 1930 hasta 1970, aproximadamente se dan las bases científicas de la hidrología
(Sherman, 1932, el Hidrograma Unitario; Richards; 1931, las Ecuaciones del flujo subterráneo;
Horton, 1933, la Teoría de la Infiltración y en 1945 el análisis de la red de drenaje de la cuenca;
Gumbel, 1941, propone la aplicación de las leyes de valores extremos en los estudios
hidrológicos). Estos y muchos otros desarrollos transcendieron en este período transformándolo
en uno de gran riqueza. Los aportes de organismos Internacionales, pertenecientes a Estados
Unidos y a Europa, ligados a estudios hidráulicos, hidrológicos, geológicos y agronómicos
fueron realmente notables. Sin embargo, lo que marcó la evolución de la hidrología fue la
incorporación de la tecnología digital. Esto significó para la hidrología la posibilidad de simular
mediante modelos matemáticos, condiciones y situaciones de eventos naturales cuya secuencia
y magnitud no necesariamente se habían registrado en el pasado.
La frustración que se tenía de conocer leyes y ecuaciones insolubles numéricamente, como las
de Saint-Venant-para el movimiento no permanente en canales, se esfumó con la aparición de
los ordenadores digitales y su prodigiosa capacidad. Pero lo más sorprendente, es que aquellos
observadores de la naturaleza, de los siglos XIV al XIX con medios elementales intuyeron,
describieron, y expresaron matemáticamente leyes y ecuaciones, que hoy podemos verificar
como correctas, pero que ellos no pudieron soñar con el valor de las mismas. Dejando en claro
que la modelación matemática al igual que la modelación física, en hidráulica, sólo es valiosa
cuando el modelo se calibra y se valida con datos reales. Se llega entonces al desarrollo pleno
de la hidrología de fines de la década de 1970. Pero faltaba todavía un aporte más, la posibilidad
de conocer los eventos naturales registrados simultáneamente en lugares distantes (caudales en
las altas cuencas, lluvias y temperaturas en sitios remotos), es decir, en el mismo momento en
que el evento se produce en un sitio, el hidrólogo tiene la posibilidad de obtener los datos y
tomar decisiones importantes en el momento y en el lugar adecuados. Nace así la hidrología en
tiempo real que puede integrar la modelación matemática con los modernos sistemas de
comunicaciones (terrestres, satélites-microondas, telefonía celular) (Fernandez et al, 1999).
Sin embargo, no basta tener la información, es necesario contar con profesionales capaces de
hacer un uso inteligente de la misma. Todas las herramientas disponibles actualmente ayudan a
analizar volúmenes de datos que antes era imposible. Pero esos datos (que luego serán
información) deben de ser recolectados de una manera adecuada, mediante la medición,
procesamiento y análisis sistemático de la información, con el fin de obtener resultados
confiables al hacer uso de la tecnología digital.
El ciclo hidrológico se define como la secuencia de fenómenos por medio de los cuales el agua
pasa de la superficie terrestre, en la fase de vapor, a la atmósfera y regresa en sus fases líquida y
sólida.
La transferencia de agua desde la superficie de la Tierra hacia la atmósfera, en forma de vapor
de agua, se debe a la evaporación directa, a la transpiración por las plantas y animales y por
sublimación (paso directo del agua sólida a vapor de agua). La cantidad de agua movida, dentro
del ciclo hidrológico, por el fenómeno de sublimación es insignificante en relación a las
cantidades movidas por evaporación y por transpiración, cuyo proceso conjunto se denomina
evapotranspiración. El vapor de agua es transportado por la circulación atmosférica y se
condensa luego de haber recorrido distancias que pueden sobrepasar 1000 km. El agua
condensada da lugar a la formación de nieblas y nubes y, posteriormente, a precipitación.
La precipitación puede ocurrir en la fase líquida (lluvia) o en la fase sólida (nieve o granizo). El
agua precipitada en la fase sólida se presenta con una estructura cristalina, en el caso de la
nieve, y con estructura granular, regular en capas, en el caso del granizo. La precipitación
incluye el agua que pasa de la atmósfera a la superficie terrestre por condensación del vapor de
agua (rocío) o por congelación del vapor (helada) y por intercepción de las gotas de agua de las
nieblas. El agua que precipita en tierra puede tener varios destinos. Una parte es devuelta
directamente a la atmósfera por evaporación; otra parte escurre por la superficie del terreno,
escorrentía superficial, que se concentra en surcos y va a originar las líneas de agua. El agua
restante se infiltra penetrando en el interior del suelo; esta agua infiltrada puede volver a la
atmósfera por evapotranspiración o profundizarse hasta alcanzar las capas freáticas.
Tanto el escurrimiento superficial como el subterráneo van a alimentar los cursos de agua que
desembocan en lagos y en océanos. La escorrentía superficial se presenta siempre que hay
precipitación y termina poco después de haber terminado la precipitación. Por otro lado, el
escurrimiento subterráneo, especialmente cuando se da a través de medios porosos, ocurre con
gran lentitud y sigue alimentando los cursos de agua mucho después de haber terminado la
precipitación que le dio origen.
Las Figuras 1.1 y 1.2 son una representación muy simplificada de los procesos del sistema
hidrológico general. Se puede suponer con fines didácticos que el ciclo empieza con la
evaporación del agua de los océanos. El vapor del agua que resulta de la evaporación es
trasladado por las masas de aire en movimiento y puede enfriarse, condensar y formar nubes. Si
las condiciones son favorables al proceso de condensación continúa y aumentan los núcleos
hasta que alcancen una dimensión suficiente para precipitarse. Parte de esta precipitación puede
evaporarse en la atmósfera antes de llegar a la superficie de la tierra. Una gran parte de la
precipitación cae directamente sobre los océanos y otra parte cae en la tierra.
El 97% del agua del planeta se encuentra en los océanos, mientras que el restante porcentaje se
reparte entre: lagos y ríos (0.02%), capas y humedad del suelo (0.58%), nieves y glaciares
(2.0%) y la atmósfera (0.001%). Sólo un 2.5% del total de agua es dulce y sirve para consumo
humano: un 0.76% de aguas subterránea; un 1,7 % de hielo polar; un 2.01 % de hielo no polar
(glaciares) y nieve;un 0.02de lagos dulces y ríos, un 0,001% de aguas atmosféricas; un 0,0068%
de otros (Figura 1.3).
Figura 1.4 Distribución del agua en el globo terráqueo considerando componentes del balance
hídrico
1.4. BALANCE HIDROLÓGICO
P – Q – G = ET + ∆S (1.1)
∆S = P – Q – G – ET (1.2)
Figura 1.5 Ejemplo de un volumen de control en una cuenca hidrográfica donde se tiene como
entrada la precipitación y salida el caudal Q(t)
Ante esto, la única alternativa sería el desarrollo de técnicas eficientes para restaurar el sistema
y establecer un equilibrio dinámico entre la oferta y la demanda, dando lugar a una armonía
social. El agua es un asunto de todos; considerando que cada uno, como individuo, en las
comunidades organizaciones privadas y públicas, gobiernos, y organizaciones internacionales,
ha de asumir sus responsabilidades para conseguir un mundo con garantía de agua, existen
acciones claves a desempeñar.
0 Los gobiernos y autoridades locales han de reconocer la importancia que tiene el agua para
el desarrollo y para la reducción de la pobreza, volviéndole a dar al agua toda su
importancia en las estrategias y esquemas que preconizan las directrices para todos los
sectores.
1 Los gobiernos y autoridades locales han de incrementar sus inversiones en el desarrollo del
sector del agua.
2 Las instituciones financieras internacionales y los donantes particulares han de dar prioridad
a los países que se enfrentan a sus responsabilidades ante el agua, tal y como se ha
enunciado más arriba.
3 Los gobiernos e instituciones financieras internacionales han de adoptar medidas para atraer
la financiación para las infraestructuras, necesarias• Las instituciones internacionales han de
profundizar su comprensión y acrecentar la sensibilización del público ante las utilidades del
agua y una mejor gestión del agua.
4 Los servicios de aguas han de mejorar la calidad y eficiencia del abastecimiento, del
funcionamiento y del mantenimiento.
5 Las Naciones Unidas, en la preparación de la declaración para el Decenio de Educación para
el Desarrollo Sostenible, han de tener en consideración la importante función que
desempeña el agua en el desarrollo sostenible.
6 Los gobiernos han se centrarse en el perfeccionamiento de las competencias de las nuevas
instituciones creadas por la descentralización, y de las nuevas funciones y tareas que tienen
asignadas.
7 Los gobiernos, la industria, la agricultura y las personas han de contribuir, en sus vidas
cotidianas, a la erradicación de la contaminación existente y asegurarse de que el desarrollo
no cause una agravación de la contaminación.
8 Las organizaciones comunitarias y las organizaciones no gubernamentales, los sectores
privados y públicos, las administraciones locales y los gobiernos nacionales han de trabajar
conjuntamente para lograr una mejor gestión del agua, pues el agua es asunto de todos.
9 Las instituciones internacionales han de facilitar la cooperación mediante una gestión en
común de los sistemas transfronterizos del agua.
10 Los responsables de los sectores del agua, en colaboración con los científicos que trabajan
en los temas del agua y el clima, han de desarrollar medios para una mejor adaptación a la
variabilidad del clima y reducir los sufrimientos humanos causados por las inundaciones y
las sequías.
Las instituciones internacionales han de implementar un sistema internacional de seguimiento
del estado de los recursos hídricos, de las actividades en el sector y de los progresos con
respecto a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Algunos índices que sirven para visualizar y diagnosticar la situación (Fernandez Jauregui
1999) son:
0 Índice de almacenaje - caudal: es la capacidad nacional de almacenaje respecto a la dotación
anual promedio de agua ofrecida. Este índice indica la capacidad de la infraestructura
hidráulica para cubrir la fluctuación. Valores altos de este índice dicen que el país puede
sobrellevar o afrontar una eventualidad extrema.
1 Coeficiente de variación de la precipitación: es la desviación estándar de la precipitación
anual respecto al valor medio de la precipitación. Este coeficiente indica el grado de
variabilidad y sensibilidad; cuanto más alto es el valor, más variable es la precipitación.
2 Dependencia de la importación: es el porcentaje de la oferta de agua que escurre de fuentes
externas. Indica la seguridad geopolítica del país en recursos hídricos. Un porcentaje alto
significa gran vulnerabilidad.
0 Índice de uso - recursos hídricos: es la relación entre el total del agua utilizada, respecto a la
disponibilidad anual de recursos hídricos. Indica la presión que se ejerce sobre los recursos
hídricos de un país.
1 Ingreso promedio: es el PIB per cápita, que indica la capacidad de un país para enfrentarse a
problemas hídricos y a su incertidumbre.
Una vez definidos los índices se pueden establecer criterios para clasificar las situaciones en
términos de conflicto o de tensión. De esa forma, se puede fijar un sistema basado en jerarquías
y, posteriormente, analizarlas según su prioridad y proponer soluciones, utilizando cualquier
método de desarrollo multiobjetivo y multidimensional de la gestión de los recursos hídricos.
2
2.1. PRECIPITACIÓN
Las nubes son arrastradas por los vientos, algunas permanecen sobre los océanos y, otras, son
trasladadas hacia los continentes. En estos movimientos pueden enfriarse, por medio de los
cuales las gotitas que forman las nubes se pueden agrandar, ya sea porque se juntan entre ellas o
porque se aglomeran alrededor de partículas que flotan en la atmósfera. Al agrandarse, las gotas
de agua caen por su propio peso hacia la superfice de la Tierra, provocando las precipitaciones.
Las precipitaciones que se producen con temperaturas sobre 0ºC, caen en forma de lluvia. Las
gotas de lluvia se congelan si la temperatura es bajo 0ºC y la precipitación es en forma de nieve
o de granizo, estado sólido del agua. En relación al diseño hidrológico, la lluvia y la nieve
tienen mayor importancia. Esta última se explica con detalle en el capítulo 12.
Ciclónica
Resulta del ascenso de la masa de aire cálido como consecuencia de la colisión de aire cálido y
liviano con aire frío y más pesado. Este proceso está asociado a zonas de baja presión
atmosférica, las cuales se convierten en centros de atracción de vientos. La precipitación
ciclónica puede ser no frontal y frontal.
5888 La precipitación ciclónica no frontal resulta de una convergencia y ascenso de la
masa de aire, asociada a un área de baja presión atmosférica que produce lluvia (o nieve) de
moderada intensidad, pero de considerable duración. En regiones extratropicales estas
precipitaciones pueden tener una duración de 24 a 72 horas con una lluvia total de hasta 150
mm. En el caso de regiones tropicales su duración puede ser entre 12 y 24 horas con una
lluvia total de hasta 350 mm.
5888 La precipitación ciclónica frontal está relacionada con el avance, hacia una región,
de masas de aire frío (frente frío) o cálido (frente cálido).
Existe también, el encuentro de dos frentes fríos que producen el ascenso del aire cálido (frente
ocluido).
Un frente se define como la superficie de separación entre masas de aire de diferente
temperatura y densidad. La Figura 2.1 explica esquemáticamente los diferentes tipos de frentes
y sus características en relación con la precipitación.
Convectiva
El ascenso es causado por la elevación de aire cálido y húmedo, como resultado de una
inestabilidad vertical en un centro de baja presión. Es decir, es un movimiento ascendente de
una masa de aire sobrecalentado.
Estas precipitaciones son muy localizadas y erráticas; se producen por nubes convectivas
(cúmulo y cúmulonimbo) de gran desarrollo vertical. Estas nubes a menudo, se extienden a lo
largo de la tropósfera y a veces penetran en la estratósfera. Dado que la altura de la tropósfera es
menor a latitudes mayores (al acercarse a los polos), la altura de estas celdas o nubes
convectivas varía con la latitud.
En latitudes de 30º a 35º pueden variar de 15 a 23 km de altura sobre el nivel del mar mientras
que en latitudes de 40º ó 45º presentan elevaciones menores. Las corrientes ascendentes en el
interior de la nube pueden llegar a velocidades de 30 a 100 km/hora.
Por ascenso convectivo se producen lluvias localizadas (chaparrones) de alta intensidad (40-120
mm/hora) y corta duración (30 minutos a 2 horas) con una típica distribución espacial de fuerte
gradiente; son las típicas lluvias que producen granizo.
La Figura 2.2 muestra el corte de una nube convectiva típica en Mendoza (Argentina) a 33º de
latitud sur, con alta intensidad de lluvia y/o granizo.
En realidad no siempre estos tipos de lluvias se presentan solas, frecuentemente vienen
interrelacionadas, siendo díficil la identificación del tipo de lluvia que se presenta.
Figura 2.2 Corte transversal de una típica nube convectiva de latitudes medias 33° sur.
Elevaciones expresadas en metros sobre el nivel del mar (la Figura no está a escala)
Interpretación de datos de lluvia
Para realizar una adecuada interpretación de los registros de precipitación se deben tener en
cuenta la lámina, la intensidad y la duración de la lluvia, con las cuales se construyen diagramas
como el hietograma que considera la distribución en el tiempo de la lluvia, o gráficos como la
curva de masa de lluvia, útiles en el diseño hidrológico.
Se entiende por lámina (L) el total de la lluvia caída en determinado tiempo (1 hora -24 horas-1
mes-1 año, etc.) en un punto (lluvia puntual) o sobre un área (lámina media) . Se expresa en
milímetros (mm), así 1 mm de lámina sobre un área de 1 hectárea equivale a un volumen de
3
agua de 10 m .
Se define duración (D) como el período de tiempo durante el cual llueve; ésta tiene importantes
implicaciones en el diseño.
Se entiende por intensidad la tasa de la precipitación caída en un intervalo de tiempo (L/D)
expresada generalmente en milímetros por hora (mm/hora). Es un valor importante en el diseño
hidrológico, por ejemplo una lluvia de intensidad de 60 mm/día tiene efectos y consecuencias
muy diferentes a una de 60 mm/hora. La lluvia en función de su intensidad, puede ser
identificada como: suave (valores hasta 3 mm/h), moderada (mayor de 3 y hasta 10 mm/h) y
fuerte (mayor de 10 mm/h).
La precipitación media es la lámina media caída sobre un área dada. Es común en mediciones
puntuales asignar a cada punto un área de influencia donde se asume que llueve un valor igual
al medido.
El hietograma es un gráfico de lámina o intensidad de lluvia en función del tiempo que
generalmente se aplica, en diseño hidrológico, a tormentas individuales. La Figura 2.3, muestra
el hietograma de una tormenta histórica del 12 de febrero de 1990 registrada en la red
telemétrica del INA-CRA, en Mendoza (Argentina). En las ordenadas la lámina de lluvia para
cada intervalo de 5 minutos y en las abscisas el tiempo en intervalos de 5 minutos.
La curva de masa de la lluvia es un gráfico de lámina de lluvia acumulada durante determinado
tiempo.
Figura 2.3 Hietograma y curva de masa
Existen fundamentalmente tres formas dominantes del almacenamiento del agua en el perfil del
suelo: humedad higroscópica ; humedad de tensión capilar y agua gravitacional o libre.
23 La humedad higroscópica, es aquella fuertemente retenida por las partículas del suelo y que
no se puede remover sino sometiendo el suelo a altas temperaturas. Esta humedad no es
aprovechable por la vegetación. Sólo en climas muy secos y calurosos pequeñas cantidades
pueden ser removidas cerca de la superficie.
24 La humedad de tensión capilar, es el volumen adicional de agua retenido alrededor de las
partículas del suelo, que en agricultura se llama “humedad disponible”, por ser el agua que
puede ser extraída del suelo por evapotranspiración.
25 El agua gravitacional o libre, es aquella agua que llena los poros del suelo. Esta agua se
mueve por efecto de la gravedad y es la que se transfiere a niveles inferiores para suplir las
deficiencias de agua capilar de horizontes del suelo más bajos. El volumen de agua libre que
puede retenerse temporalmente en un suelo es variable y depende de la textura, la estructura,
la profundidad o el espesor de los perfiles. Este tema se trata con más detalle en el marco de
los modelos de simulación continua descritos en el capitulo 7.
A continuación (Tabla 2.1) se expresan los porcentajes característicos del almacenamiento del
agua en en el suelo.
La Figura 2.5 es una curva típica de un suelo que indica el agua almacenada en el perfil en
función del porcentaje de humedad y la tensión de retención expresada en bars. El concepto de
agua disponible entre capacidad de campo (ωC) y marchitamiento permanente (ωM), es de gran
importancia en agricultura sobre todo en agricultura de regadío. Se entiende por capacidad de
campo, la humedad retenida en el suelo por tensión capilar aprovechada por la vegetación; por
el contrario, el punto de marchitamiento permanente es aquel relacionado con la humedad
higróscopica que no es utilizada por la vegetación.
Figura 2.5 Curva hipotética de capacidad hídrica de un suelo
La Tabla 2.2 es un resumen de propiedades físicas de los suelos. (Grassi, 1976; Chambouleyron
2005)
La habilidad del suelo para retener agua en períodos entre lluvias o con las aguas provenientes
de la fusión nival, es de gran importancia en relación a la vegetación, tanto natural como
cultivada, y con la presencia de aguas subterráneas. Esta habilidad se debe a la naturaleza
porosa del suelo, el cual está formado por pequeñas partículas de material sólido y poros
ocupados por aire o agua. En términos generales, se puede decir que partículas cristalinas
menores de 2 micrones de diámetro son arcillas, desde 2 a 50 micrones son limos y aquellas
mayores de 50 micrones arenas.
La porosidad total y por lo tanto la capacidad de retener agua es mayor en arcillas que en limos
y arenas (Tabla 2.2). Tan importante como la cantidad de agua que retiene el suelo es la energía
con que el agua es retenida. En términos simples, se puede decir que en suelos saturados el agua
del perfil tiene la misma energía que el agua libre a igual profundidad. A medida que el
contenido de agua decrece, el remanente es retenido por adsorción y capilaridad.
La energía potencial total del agua en el suelo se puede considerar formada por cuatro
componentes: un potencial matriz o capilar debido a la atracción del agua y las partículas del
suelo; un potencial osmótico debido a sales disueltas; un potencial gravitacional, relacionado
con su posición; y un potencial de presión (presión hidrostática). En suelos o perfiles no
saturados el potencial de presión es insignificante y en suelos saturados el potencial capilar es
generalmente insignificante.
En suelos no saturados la succión matriz se expresa como agua de tensión, como energía por
unidad de volumen, con la dimensión de la presión (bar). Cuando se trabaja con suelos donde se
toma en cuenta el potencial gravitacional es conveniente expresar la energía en función de la
altura hidráulica. La transformación es simple, ya que un bar de succión equivale a 10 m de
altura, con un cierto grado de aproximación. Esta forma de expresión se hace aún más adecuada
cuando se trabaja con perfiles saturados y no saturados simultáneamente.
Cuando existe una diferencia en la energía potencial del agua entre dos puntos diferentes del
perfil del suelo, el agua se moverá desde el punto de mayor al de menor energía. Como esta
condición se puede deber a la diferencia en la fuerza de gravedad o a la succión matriz, el agua
se puede mover en el suelo a favor o en contra de la gravedad y hacia altas o bajas succiones,
dependiendo de la suma de los dos componentes de la energía. En los casos de suelos saturados
y no saturados el análisis cuantitativo del movimiento del agua se basa en el concepto que el
volumen del flujo de agua es proporcional al gradiente de la energía potencial.
Henry Darcy (Darcy, 1856) siendo Ingeniero de Aguas Públicas de la Villa de Dijon en Francia,
publica en 1856 un trabajo experimental donde expresa la ley fundamental del movimiento del
agua en medios permeables. La verificación experimental de la Ley de Darcy, se puede realizar
con un sencillo dispositivo como el de la Figura 2.6.
P v2 P v2
1 1 2 2
+ + Z1 = + + Z 2 + h.t
γ 2g γ 2g (2.1)
Como la velocidad del flujo en medios permeables es baja, la altura de velocidad (v 2/2g) en los
puntos 1 y 2, se puede despreciar. Por lo tanto la ecuación 2.1 queda:
P1 P2
+Z − +Z
ht = 1 2
γ γ (2.2)
∆⋅h
Q=K⋅A⋅ (2.4)
L
Donde K es el coeficiente de conductividad hidráulica del material permeable, llamado así por
su analogía con las conductividades eléctricas y térmicas.
LaFigura 2.6, muestra en forma general que el flujo (µ) va en la dirección del gradiente de la
altura piezométrica P + Z y no de la altura de presión P . Otro concepto a tener presente es
γ γ
que el área A se refiere a un medio poroso y la velocidad, V = A , a una velocidad media ( Q
)
diferente a la verdadera velocidad a través de los conductos de material permeable.
K = A ⋅( ∆h / L ) [L ]2
(2.5)
La dimensión de K es de velocidad:
[L ]
K=[ ]
T
V ⋅L (2.6)
R=
ν
Donde V es la velocidad del flujo, L es una dimensión característica del tubo y ν la viscosidad
cinemática del fluido.
µ
ν= ρ
Como el flujo turbulento en medios porosos empieza para R>400 a 600, se puede inferir que no
es la turbulencia lo que realmente invalida la Ley de Darcy sino las fuerzas de inercia (V L) que
predominan sobre las viscosas (ν) para R>10. En la zona de transición (10< R<600) las
relaciones no lineales entre V y (∆h ∆l)se deben determinar experimentalmente, en función del
material permeable:
∆h
2
∆l = A ⋅V + B ⋅V (2.7)
∆h η
V = C⋅ (2.8)
∆l
2.3. PÉRDIDAS
Intercepción
Infiltración
La infiltración es un caso particular del fenómeno general del movimiento del agua en medios
permeables. En condiciones de flujo no permanente y no saturado, se deduce la ecuación
diferencial de la infiltración, partiendo de la ecuación de continuidad para medios permeables
no saturados:
∂ ∂
V x ∂ V
+ y +V =− ∂ c
z (2.9)
∂
∂x ∂y ∂z t
V ∂h
x
= −K x ⋅
∂x
∂
h
Vy = −K y ⋅ (2.10)
∂
y
∂h
V = −K ..
z z ∂z
Donde: Kx, Ky, Kz son los valores de las conductividades hidráulicas en las tres dimensiones.
h es el potencial de velocidad o energía total (presión + posición).
El signo negativo en el lado derecho de la Ley de Darcy se debe a que el agua avanza en la
dirección en que el potencial de velocidad, h, disminuye.
∂ ∂h ∂ ∂h 23 ∂
− Kx ⋅ + −Ky⋅ + −
Kz ⋅ ∂h = − c (2.11)
∂ 24
z ∂ ∂t
∂x x ∂y ∂y
La ecuación de Richards, físicamente expresa que la cantidad total de un fluido que entra o sale
de un volumen de control en un medio permeable, es igual al cambio del contenido de la masa
del fluido en el medio. Ese flujo que entra o sale es directamente proporcional a la
conductividad hidráulica y al gradiente del potencial.
K x = K y = Kz = K
∂
∂ ∂ h = −c (2.12)
K ⋅
c
∂
∂x x ∂t
Cuando el medio es no saturado, la ecuación 2.12 es matemáticamente igual a la ecuación de
flujo calórico. En estas condiciones, la conductividad capilar, KC, es función de c y h. La figura
2.8 muestra las curvas de KC, para tres tipos de suelos.
Figura 2.8 Conductividad capilar como función de la succión matriz para tres tipos de suelos
(Gardner, 1958)
En las curvas (Figura 2.8) se puede ver que los suelos arenosos tienen mayor K C que los
arcillosos cuando la succión tiene valores menores de 1.0, pero cuando la succión pasa de 2 ó 3
bars, la arcilla tiende a tomar valores mayores de KC.
A succiones intermedias, alrededor de 0.1-Capacidad de campo (Figura 2.5), los valores de K C
se asemejan para diferentes texturas y la capacidad de campo decrece marcadamente por encima
de 10-15 bars, donde alcanza valores de una millonésima del K C de saturación. Se han usado
ecuaciones empíricas para determinar KC y ellas se deteminan experimentalmente en
laboratorios de suelos.
Si en la ecuación 2.11, se considera sólo el flujo vertical, z, con signo positivo en la dirección en
que disminuye el potencial de velocidad, y transponiendo términos se tiene:
∂
c ∂ ∂h (2.13)
= K⋅
∂
∂t ∂z z
Dado que el potencial de velocidad, h, es igual a:
(2.14)
h=p+z
∂ (2.15)
c ∂ ∂p ∂K
= K⋅ +
∂t ∂z ∂z ∂z
En suelos no saturados la presión, p, en este caso succión, es función del contenido de humedad,
c, que a su vez varia con la profundidad, z. Igualmente la conductividad hidraúlica, K, es
variable.
Así, p = f (c) y c = f (z)
∂ p ∂ p ∂c
K ⋅ ∂ z = K ⋅ ∂ c .∂ z (2.16)
∂ p ∂c
K ⋅ ∂ z = Dc ⋅ ∂ z (2.18)
∂
c ∂ ∂c ∂K
= D ⋅
c
+ (2.19)
∂
∂t ∂z z ∂z
La solución analítica de la ecuación (2.19), no es posible sino en casos particulares o con
hipótesis simplificatorias. A continuación, se presentan algunas soluciones propuestas por
diversos autores.
Ecuación de Philip
Philip resolvió la ecuación de Richards considerando que es aplicable Darcy, el suelo es
homogéneo, y que K y Dc varían con el contenido de humedad, c. De esta manera, Philip (1957,
1969) presenta una ecuación diferencial ordinaria resuelta por series en la que sólo considera los
dos primeros términos:
L = S⋅t 12 + K ⋅t (2.20)
VI = t 2 +K (2.21)
2
Asi, si t→ ∞, VI → K
Ecuación de Horton
Horton estableció que la velocidad de infiltración, VI, expresada en [mm/hora] se puede
representar por una ecuación
h. L
Q ≈ A. (2.23)
L
El método de Green y Ampt (Mein y Larson, 1973), asume las condiciones de Richards
(Ecuación. 2.11), es decir, suelo uniforme en todo el perfil y condiciones iniciales de contenido
de agua constantes. A medida que el contenido de agua en el suelo se incrementa, el modelo
considera el movimiento del agua que se infiltra como un frente con un desplazamiento tipo
pistón (Figura 2.9).
El método original fue modificado para tener en cuenta las pérdidas en superficie y las
condiciones del contenido inicial de agua variable en el tiempo.
Figura 2.9 Modelo de Green y Ampt
Donde: los Ejes horizontal (x) y vertical (z), corresponden al contenido de humedad y la
distancia desde la superficie del suelo, respectivamente.
θi es el valor inicial de la humedad del suelo.
θs es el valor de humedad en suelo saturado.
L es la profundidad de penetración del frente mojado.
ho es el contenido inicial (constante) de agua.
n es la porosidad del suelo.
VI ( t ) = L ⋅ (n −θi ) = L ⋅ ∆θ (2.24)
Donde: ∆ θ = n - θi
K( t ) = V ( t ) − ϕ ⋅ ∆θ ⋅ ln 1 +
VI ( t ) (2.25)
I
ϕ ⋅ ∆θ
Donde: φ es la altura de succión del suelo en el frente mojado.
K(t) es la conductividad hidráulica de suelo no saturado.
Un buen valor de prueba es, VI. En la ecuación 2.25 VI = K(t), siendo K(t) conductividad
hidráulica de suelo saturado. La ecuación de la tasa o velocidad de infiltración para suelo
saturado es entonces:
I
ϕ ⋅ ∆θ
VI ( t ) = K ⋅ V ( t )
+1 (2.26)
Las ecuaciones (2.25) y (2.26) se resuelven por métodos numéricos de aproximaciones
sucesivas.
Los parámetros que usa el método de Green y Ampt para diferentes suelos, se especifican en la
Tabla 2.4.
Tabla 2.4 Parámetros de infiltración de Green y Ampt para varias clases de suelos (Chow et al., 1994)
Altura de succión del
Porosidad Conductividad
Clase de Porosidad suelo en el frente
efectiva hidráulica
suelo n mojado
θe K (cm/hora)
φ (cm)
0.437 0.417 4.95
Arena 11.78
(0.347-0.500) (0.354-0.480) (0.97-25.36)
0.501 0.486 16.68
Limo (0.420-0.582) (0.394-0.578) (2.92-95.39) 0.65
0.475 0.385 31.63
Arcilla 0.03
(0.427-0.523) (0.269-0.501) (6.39-156.5)
Los números entre paréntesis indican el rango de variación del parámetro alrededor del valor
medio.
En el Capítulo 7, se indica la ecuación de trabajo de Green y Ampt para ser usada en modelos
hidrológicos.
Ecuación de Kostiakov
La de Kostiakov es una ecuación empírica de tipo potencial cuyos parámetros se determinan en
campo, y se usa principalmente en irrigación.
b
L = a ⋅t (2.27)
t
b−1
VI = a ⋅b ⋅t (2.28)
Índices de Infiltración
El índice de infiltración, φ, se define como “la intensidad promedio de precipitación por encima
de la cual el volumen de lluvia iguala al volumen de escorrentía”.
Ejemplo 2.1
Calcular el índice de infiltración y el balance de una cuenca cuyo hietograma es el de la figura
2.10.
Solución:
En la figura 2.10 se muestra el hietograma de una lluvia basado en el promedio horario. El
área rayada, por encima de la línea de puntos, representa la escorrentía directa (24 mm). El
área no rayada es la lluvia medida que no fluye como escorrentía directa. Para obtener el
índice de infiltración se traza una línea horizontal que deje en la parte superior el valor total
de 24 mm, el cual corresponde a 6 mm/hora.
P−Q−G=I
Despejando P, se tiene:
P = Q + G + I = 24 + 5 + (6 ⋅ 4) = 53mm
Percolación
En la representación del ciclo hidrológico (figuras 1.1 y 1.2), se indica la percolación como el
agua que drena a los estratos inferiores del suelo.
El agua que se infiltra en primera instancia satura los estratos superiores del perfil del suelo y
luego drena hacia los estratos inferiores contribuyendo a la recarga de acuíferos y a la formación
del flujo base, subsuperficial y profundo (capítulo 7 Modelos continuos).
Evaporación
Tal como se indica en la figura 1.1, la evaporación representa una fase fundamental del ciclo
hidrológico. La evaporación es el proceso mediante el cual el agua presente en el globo
terráqueo (océanos, ríos, lagos, suelos, vegetación, etc.) cambia de fase líquida a vapor y regresa
a la atmósfera. En relación al ciclo hidrológico el 70% de la precipitación retorna a la atmósfera
por evaporación y evapotranspiración.
La tasa de evaporación depende de factores meteorológicos y de las características de la
superficie. A su vez, se ve influenciada en parte por el contenido de humedad en la masa de aire
que circunda a la superficie de evaporación. A medida que el agua se evapora el aire adquiere
humedad disminuyendo su capacidad de recibir más de ésta. Si el área está afectada por vientos,
las masas de aire con humedad son desplazadas por masas más secas, aumentando el grado de
evaporación. Esto explica porqué el viento es otro factor que incide sobre la evaporación.
En general, la evaporación está también influenciada por la incidencia de otros factores
meteorológicos, como lo son: radiación solar, temperatura, déficit de vapor de agua en la
atmósfera o humedad y presión atmosférica.
Radiación solar
La radiación solar es la principal fuente de energía que produce evaporación. Debido a que el
cambio de estado de las moléculas de agua del estado líquido al de gas, requiere la adición de
energía (calor latente de vaporización), el proceso se hace más activo bajo la influencia directa
de la radiación solar.
El sol es la fuente madre de energía sobre la tierra y la principal fuerza impulsora de los
procesos de evaporación y evapotranspiración. En un instante determinado una superficie
horizontal expuesta perpendicularmente a los rayos solares y en ausencia de atmósfera recibe
2
2.00 cal/cm /minuto. Este valor se denomina “constante solar”, Ro. Si los rayos no llegan
normales a la superficie, sino que forman un ángulo z (Figura 2.11), la radiación, R, será:
R = R0 ⋅ cos z (2.29)
Figura 2.11 Radiación entrante instantánea del sol en el lugar determinado por las coordenadas
Dz, h y z
Considerando la esfera celeste (Figura 2.11), si HH’ es el horizonte matemático del lugar, OZ la
vertical y OS la visual dirigida al sol en un instante determinado, z, es la distancia Cenital (arco)
del sol y h la altura del sol sobre el horizonte.
El ángulo, z, se mide de 0º a 180º a partir del Cenit del lugar y varía con el tiempo (ángulo
horario del sol). La radiación total de un día, en un determinado lugar de la tierra, entre las
horas t1 y t2 es:
R = Ro ∫tt2cos( z ) dt (2.30)
1
Esta ecuación se corrige con el valor de la excentricidad de la órbita terrestre, pero en los
cálculos hidrológicos no se tiene en cuenta y se desprecia.
Ejemplo 2.2
Calcular la radiación solar neta, R, al borde de la atmósfera, para un lugar ubicado a una
latitud, φ, de -35º y de declinación del sol, δ, de 23° el 11 de Junio.
Solución
Datos:
Declinación del sol el 11 de junio,
(de las efemérides astronómicas): δ =23°
Latitud del lugar: ϕ = - 35º
2
Constante solar Ro=2.00 cal/cm /minuto
Considerando la esfera celeste de la Figura 2.12, se tiene:
Figura 2.12 Relación entre las coordenadas horinzontales y ecuatoriales del sol y la latitud del
observador para el hemisferio sur. (b) Triángulo esférico para la derivación de la ecuación
básica
Donde:
z es la distancia cenital del sol
23 es la
declinación del sol. φ es
la latitud del lugar.
t es el ángulo horario.
Z es el cenit del lugar
Luego, la radiación solar neta recibida el 11 de Junio en un lugar del hemisferio sur es:
R = 916.73⋅α = 916.73⋅0.4353
cal
R = 399.05
2
cm ⋅ día
Temperatura
Dado que la radiación solar está altamente correlacionada con la temperatura, los métodos para
estimar la evaporación o la fusión nival usan con mayor frecuencia la temperatura como
parámetro de medición, por ser común y de fácil evaluación.
Si la temperatura del aire y de la superficie terrestre es alta, existe mayor evaporación, ya que la
energía calórica disponible es mayor. Además, el aire caliente puede contener gran cantidad de
humedad y su capacidad de absorber vapor de agua aumenta. Por lo tanto, la temperatura del
aire tiene un doble efecto sobre la evaporación: una directa por el suministro de energía calórica
e otra indirecta por aumentar la capacidad del aire para retener humedad.
P
ρS = (2.36)
Rd ⋅T
P
ρa = (2.37)
Ra ⋅T
dp
= −ρ ⋅ g (2.38)
dz
dp P
(2.39)
dz = −g ⋅ R ⋅T
d
dp dz (2.40)
= −g ⋅
P Rd ⋅ T
Integrando la ecuación 2.40 entre los límites de p y de z queda:
dp g
∫PP P = − Rd ⋅T ∫zz dz
o o
g
ln( P)− ln(Po ) = − Rd ⋅T ⋅ (z − zo ) (2.41)
g ⋅ (z − z
5888 = P ⋅ exp − o )
oR ⋅T
d
Ejemplo 2.3
¿Cuál será la presión a 3000 m del nivel del mar, cuando en este se tiene una presión de 1013
mb y una temperatura de 20ºC?
Solución:
Datos:
Z = 3000 m = 300000 cm zo = 0 (nivel del mar)
Po = 1013 mb T = 20ºC = 293.15 ºK
P= ?
g ⋅ (z − z
= P ⋅ exp − o )
oR ⋅T
d
980 ⋅ (300000)
P = 1013 ⋅ exp −
(2876000)⋅ (293.15)
P = 1013 ⋅ exp(− 0.3487) = 714[mb]
0 = T0 −α ⋅ (z − z0 ) (2.42)
Donde: T es la temperatura a la elevación z1.
T0 es la temperatura a la elevación zo.
0 es el coeficiente de gradiente de temperatura, igual a 6.5 ºC/km
z es la elevación a la cual se desea calcular la temperatura
z0 es la elevación a la cual se conoce la temperatura
T g
Rd ⋅α
P = Po ⋅ (2.43)
T0
Ejemplo 2.4
¿Cuál será la temperatura y la presión a los 3000 ms.n.m. sí al nivel del mar se tiene 1013 mb y
una temperatura de 27ºC?
Solución:
Datos:
Po = 1013 mb
T0 = 27ºC=27ºC + 273 = 300ºk
0 = 6.5
ºC/km z0 =0
z = 3000 ms.n.m. = 3 km
T=?
0 Cálculo de la temperatura:
Sustituyendo los datos en la ecuación 2.42 se tiene:
g 980cm / s2
2
Rd ⋅α = 6 cm 1 6.5º k 1km = 5.24
2.876x10 2
:
. 5
s k km 10 cm
Luego la presión, P, es:
Humedad atmosférica
Esta ley es válida para mezcla de gases ideales, no obstante se puede aplicar en el caso del
vapor de agua en la atmósfera:
Pa = Pd + Pva (2.45)
Ahora bien, el número de moles, n (molécula gramo), en una masa de gas, m, es igual a:
m (2.47)
n=M
m (2.48)
P ⋅V = M ⋅ R ⋅T
m
23 =V (2.50)
Luego:
= ρ R ⋅T
P . (2.51)
M
R (2.52)
Rg = M
Se tiene:
P = ρ ⋅ Rg ⋅T
Rd =
Md
R
Rv =
Mv
Rd = R . M v = M v
R M R M
v d d
M
Rv = Rd . M d
v
Md
⋅
P =ρ ⋅ R .
va v d
T
(2.54)
(2.56)
(2.55)
(2.57)
Ahora bien, siendo el peso molecular del aire seco, Md, igual a 28.95 g y el del vapor de agua,
Mv, igual a 18.016 g, se tiene la siguiente razón:
M
d
= 1.61 (2.58)
Mv
Rv = 1.61⋅ Rd (2.60)
Despejando la densidad del vapor de la ecuación 2.59, se obtiene la densidad del vapor de agua
de la atmósfera:
P
va
ρv = 0.622 ⋅ R ⋅T (2.61)
v
La constante 0.622 es la gravedad específica o relación de pesos moleculares del vapor de agua
y el aire seco a la misma temperatura.
En igual forma, la densidad para el aire húmedo es:
Pa
ρa = 0.622 ⋅ R ⋅T (2.62)
a
Tabla 2.5 Resumen de las ecuaciones de estado de los gases para aire seco y para vapor de agua
Parámetros Valores
Constante universal de R = 8.31 J/g-mol/ºK
los gases perfectos R= 0.08206 litros-atm./g-mol/ºK
8.31 J J
Constante de gas para Rd = = 0.287 = 287
aire húmedo y seco 28.95 g − mol⋅º K kg − mol⋅º K
l⋅
Ra ≈ R d 0.08206 atm
Rd = = 0.002835
28.95 g − mol⋅º K
R = 8.31 = 0.461
v
J = 461 J
Constantes de gas para 18.016 g − mol⋅º K kg − mol⋅º K
0.0820
vapor de agua R= 6 = 0.00455 l ⋅ atm
v
18.016 g − mol⋅º K
Ahora bien, se define como humedad específica de la atmósfera de aire húmedo , ωe, a la razón
entre la densidad del vapor de agua y la densidad del aire húmedo.
ω ρv
e = ρa (2.63)
La humedad absoluta es el peso del vapor de agua por unidad de volumen de aire húmedo y se
expresa en g de vapor por m3 de aire. O sea, la humedad absoluta varía si el aire se dilata o se
contrae por variaciones de temperatura. En cambio el peso de 1 kg de aire seguirá siendo igual a
distintas temperaturas, es decir, la humedad específica no varía con los cambios de temperatura.
Relación de mezcla es Rm = masa del vapor/masa del aire seco = 622. e/p en gr/kg
La humedad del aire se expresa comúnmente como humedad relativa, φ, que es la razón de la
presión de vapor, Pva, y la presión de saturación, Ps, a temperatura ambiente, expresada en
porcentaje:
P
va
φ =P ⋅ 100 (2.65)
s
Ejemplo 2.5
Calcular la humedad específica del aire para una humedad relativa de 60%, una temperatura
de 25 ºC y una presión de la atmosféra de 1013 mb.
Solución:
Datos:
5888
= 60% T
= 25ºC
P = 1013
mb ωe=?
De la Ttabla 2.6, para un temperatura de 25ºC, la presión de saturación es: P s = 31.67 mb.
Luego, sustituyendo datos en la ecuación 2.65 de la humedad relativa y despejando P νa, se
tiene:
φ
P
va
=P
s
⋅ 100
19
g
ωe = 622 ⋅ = 11.68 kg
1013
Ejemplo 2.6
Calcular el punto de rocìo y la humedad relativa para una temperatura de 30ºC y una presiòn
de vapor ( Pva) de 20 mb
Si una masa de aire tiene humedad, al ascender se enfría pero al mismo tiempo condensa la
humedad que libera el calor latente de condensación y calienta el aire, por ello ese gradiente
húmedo es menor que el seco.
Evapotranspiración
En la modelación continua, en cambio, este proceso adquiere una especial importancia, ya que
la evapotranspiración es el proceso dominante en la extracción del agua del perfil del suelo en
períodos secos (sin precipitaciones). La estimación incorrecta de la evapotranspiración
constituye una de las principales fuentes de error en análisis hidrológicos continuos.
2.4. ESCORRENTÍA
Teoría de la formación del flujo superficial
Figura 2.15 Relaciones entre la precipitación, el flujo del agua en el suelo, la atmósfera y la
escorrentía (Gardner, 1958)
La escorrentía superficial está formada en un primer momento por el flujo en forma de lámina
sobre la superficie del suelo (“overland flow”). Si la cuenca receptora tiene pendiente este flujo
fluye por gravedad hacia cursos de agua o canales de drenaje en principio pequeños (cauces de
orden 1) (Capítulo 6), los cuales se van agrupando en cauces de orden superior formando luego
los tributarios principales de los grandes ríos.
Cuando la cuenca carece de pendiente, como es el caso de buena parte de las llanuras (pocos
centímetros por kilómetro), no existe un sistema de drenaje jerarquizado pues predomina el
escurrimiento en forma laminar. En estas circunstancias son predominantes los movimientos
verticales (infiltración – percolación – movimiento del flujo subterráneo y evapotranspiración)
limitados por la presencia de lagunas naturales u obras de infraestructura como terraplenes,
canales y colectores.
En cuencas con pendiente y sistemas de drenaje definidos la escorrentía superficial mostrada en
la Figura 2.15, forma el caudal total que fluye a la salida de la cuenca. Este caudal total se
divide, por razones prácticas, en dos: escorrentía directa y flujo base. La primera es aquella
parte de la escorrentía que llega rápidamente al sistema de canales de drenaje después de una
lluvia, formando la creciente; mientras que la segunda es aquella componente proveniente del
afloramiento de aguas subterráneas y el flujo subsuperficial.
El flujo subsuperficial es aquella porción de la precipitación que se infiltra y se mueve
lateralmente por la parte superior del perfil del suelo hacia los cursos o canales del sistema de
drenaje de la cuenca.
El flujo subterráneo es aquella parte del flujo que se forma principalmente por percolación
profunda en la misma cuenca (acuíferos a presión atmosférica o estratos profundos de suelo con
presencia del nivel freático), o por el aporte de precipitaciones (lluvia, fusión nival y glacial) en
cuencas confinadas entre capas de suelo impermeables y bajo presión superior a la atmosférica.
En el contexto general del ciclo hidrológico, los diferentes aportes al flujo subterráneo,
descargan finalmente en los cauces, con mayor o menor retardo según sea la conductividad
hidráulica del suelo y la pendiente del acuífero.
Mediciones Hidrológicas
3.1. INTRODUCCIÓN
Los datos hidrometeorológicos mas comunes ( figura 3.1 ) son tratados a continuación:
La lluvia se mide con dos tipos de instrumentos: medidores sin registro (pluviómetros) y
medidores con registro (pluviógrafos).
En realidad cualquier recipiente (de cualquier tamaño) es conveniente para medir la làmina
total de la lluvia caída durante una tormenta. Sea esta de cualquier duración y simplemente
midiendo con una regla la altura de la lluvia caída, pero debido a las variaciones que se
pueden producir por efectos diversos (viento, influencia del tamaño y forma del recipiente)
y a la necesidad de estandarizar la medida se han establecido medidores estandar como se
verá.
En cuanto a los pluviógrafos los hay de distinto tipo y todos registran en papel o
digitalmente la lluvia caída y sus variaciones a través del tiempo.
Debido a la importancia de este dato, se debe tener especial cuidado en la elección del sitio
para la instalación del aparato de medición, en cuanto a su facilidad de acceso, como de
evitar factores que distorsionan la medición como cercanías de árboles o edificios y
cumplir las normas que se han establecido.
Estructura de un pluviógrafo
Se pueden medir en pluviómetros con calentadores (Figura 3.2.c) o con cubetas con
líquidos anticongelantes que fusionan la nieve al caer dentro del aparato.
En zonas de cubiertas de nieve permanente o valores elevados de acumulación, resultan
más adecuadas las mediciones con almohadas de nieve (“snow pillows”) que miden la
presión del peso de la nieve caída sobre una almohada de acero inoxidable flexible llena
con un líquido anticongelante (glicometol). Estas miden el equivalente de agua en la nieve
y no la profundidad del manto.
3.4. EVAPORACIÓN
El método más común es el uso del tanque cilíndrico de evaporación tipo A (U.S. class A)
que mide 25.4 cm (10 pulgadas) de profundidad y 120.67 centímetros (4 pies) de diámetro.
Fabricado de hierro galvanizado sin pintar y colocado horizontal sobre el suelo apoyado en
soportes de madera que permiten que circule el aire debajo del tanque.
Normalmente en una estación de evaporación se agregan 1 pluviómetro, un anemómetro,
un termómetro para la temperatura del aire y un termómetro para la temperatura del agua.
Diariamente se mide el nivel del tanque, que se resta del nivel del día anterior y se lo
corrige por la precipitación del pluviómetro. Como la evaporación es mayor que la de una
superficie extensa de agua (i.e., un lago) se lo corrige por un factor menor que uno, como
se indica en Tabla (Linsley et al., 1982)
Las mediciones, en los lugares que se refieren en la Tabla, se han hecho en comparación
con tanques más grandes que se asume que registran adecuadamente la evaporación de
lagos.
Evapotranspiración
Limnígrafos a flotante
En la Figura 3.4 se muestra un esquema de este sistema que consiste en un flotador con un
contrapeso colocado en una cámara de aquietamiento y conectado a un tambor de relojería
con una faja que es grabada con tinta especial o conectada a un sensor digital que graba en
cinta, disco o memoria sólida o trasmite las variaciones de nivel (de acuerdo a una
variación preestablecida) a una estación central si el sistema es de telemetría (Capítulo 14).
Mide el nivel del agua bombeando desde un cilindro de gas a presión (usualmente
Nitrógeno) una corriente continua de gas a un tubo sumergido en el agua de la corriente (o
de un lago).
La presión necesaria para empujar la corriente de gas es una medida de la presión
hidrostática de la profundidad del agua. Esta presión se mide con un transductor de presión
o se trasmite a un manómetro de mercurio que previamente calibrado indica directamente
el nivel del pelo libre del agua por encima del punto donde está colocado el tubo de salida
de gas. El tubo debe tener una cota definida con respecto al fondo del curso o del cuerpo de
agua.
La Figura 3.5 indica el esquema de un medidor de burbuja
Figura 3.5. – Estación telemétrica de nivel a burbuja (Sierra Misco Inc, 1984)
3.6. MEDICION DE CAUDALES
El caudal es la cantidad de agua que pasa en un cierto instante a través de una sección. El
caudal, siendo una de las variables más importantes en estudios hidrológicos se mide
indirectamente en función del nivel de la corriente (y el área de la sección) y la velocidad
del flujo (caudal es igual a área por velocidad).
La determinación de caudales para diferentes niveles, permite el cálculo de la relación
altura/caudal o tabla de calibración o curva si se grafican los valores ( Ejemplo 4.18).
Se asume que existe, para una sección de un curso de agua, una relación biunívoca entre
caudal y nivel (escala de la sección) que permite obtener el caudal con la observación del
nivel del agua.
n
Q=ch (3.1)
3
Donde: Q = caudal en m /s
h = nivel hidrométrico desde el vértice en metros
c y n = constantes de calibración de la estructura
Tal como se indica en la Figura 3.9 a intervalos regulares se mide velocidad (con molinete)
y profundidad. Si el tirante di es menor de 0.8 metros la velocidad (vi) se mide a 0.6 di, si
el tirante es mayor de 0.8 metros se mide la velocidad a 0.2 di y a 0.8 di y se obtiene el
promedio.
El caudal (qi) se calcula para cada sección con la ecuación:
bi H − bi −1
qi = Vi . di (3.2)
2
En las secciones se determina el área de cada una y la pendiente del curso de agua. Se
estima el coeficiente n de Manning y se calcula la velocidad con:
V = 1 R2 / 3S1/ 2 (3.3)
n
Donde: V = Velocidad media
R = Radio Hidráulico = A/P
A = Area de la sección
P = perímetro mojado
Método de Ultrasonido
Como se ilustra en la Figura 3.10 para medir la velocidad se necesitan dos transductores
(que emiten las ondas acústicas) y dos receptores que las reciben y un procesador digital
que analiza y elabora el tiempo de trasmisión y de recepción. El transductor emite las
ondas.
Las ondas que se propagan en el sentido de la corriente tienen velocidad mayor que
aquellas que se propagan en dirección opuesta.
De la diferencia de las velocidades es posible deducir la velocidad de la corriente.
El método Doppler
Doppler El método se basa en el efecto “Doppler” tal como se indica en la Figura 3.13.
Figura 3.13. – Efecto “Doppler”
Criterios de Diseño
Definidos los objetivos de la red y analizados los datos de estaciones preexistentes, de las
cuales conviene hacer un fichero detallado, en cuanto a su grado operativo, acceso, nivel de
mantenimiento, etc., el diseñador de la nueva red estará en condiciones de analizar todas
las consideraciones de tipo geográfico, hidrológico, geológico (para acuíferos) climáticos y
socio-económicos que influenciarán la futura red de monitoreo.
Es importante definir desde el principio el objetivo de la red y la escala de trabajo según el
alcance de esta (Tabla 3.1), porque ello establece diferencias fundamentales a la hora de
elaborar el diseño. Así, se puede definir una red básica para información general,
evaluación del recurso y balance hidrológico, o una red operativa con fines específicos de
pronósticos de volúmenes (manejo de embalses, generación hidroeléctrica, turismo,
demanda de riego), o pronóstico de niveles y caudales (alerta hidrológica, demanda
municipal e industrial, navegación)
Tabla 3.1 Escalas de trabajo mínimas a usar en el diseño de una red básica.
23 Instrumental 1-5 % .
24 Exposición incorrecta del pluviógrafo 5-15 % en mediciones de plazos largos y hasta el
75 % en medición de tormentas individuales. Los protectores de viento (Wind shields)
pueden reducir un 20 % los errores de medición de tormentas.
2
25 Densidad de estaciones en áreas planas de 1 cada 650 km dan errores de hasta 60%
para valores diarios, bajando a 15% para mensuales y 5% ó menos para promedios
anuales.
2
26 Promedio areal de valores diarios tiene errores del 60% para 1 estación cada 700 km ,
2
10% con 1 estación cada 20 km y 4% o menos para densidades mayores.
5888 En la estimación de promedios sobre áreas, usando los mismos valores puntuales,
dan diferencias de hasta 18% para diferentes métodos.
El cálculo del número de estaciones necesarias en un área, se puede estimar, con las tablas
que se han indicado. Cuando existen algunos pluviógrafos en el área, se puede calcular la
lámina media de precipitación caída en el área (media aritmética). Se calcula para el área el
coeficiente de variación de las láminas de lluvia en la red existente, mediante la expresión
(Llamas, 1997):
=
Cv 2
N
(3.8)
ρ
Ejemplo 3.1
Las lluvias totales anuales recogidas en la red telemétrica del Gran Mendoza ( Argentina )
para 6 estaciones es:
Tabla 3.4 Valores de precipitación total anual en las estaciones del Gran Mendoza.
Solución:
32.9 2
N= = 30
6
Redes Climáticas
Zona Rango
Árida 1 cada 30000 Km2
Templada húmeda 1 cada 50000 Km2
Frías 1 cada 100000 Km2
En una red básica a nivel regional o de un país, se calcula la red de evaporación como la
“malla básica” pluviográfica, la cual tendrá densidades mayores sobre todo en zonas de
montaña. Es importante tener presente que aunque la red sea automática, la estación de
evaporación necesita operador permanente o semipermanente, cuando las comunicaciones
permitan la atención de varias estaciones con un sólo operador.
Redes Nivométricas
La estadística trata del ordenamiento y computación de los datos registrados de una muestra. La
probabilidad, por otro lado, es el cálculo o medida de la posibilidad de ocurrencia de valores
iguales a los de la muestra. En otras palabras, la estadística es la ciencia de la obtención y
análisis de los datos de las poblaciones, mientras que la probabilidad es la teoría matemática
que estudia la relación que existe en una población o muestra, entre el número de casos
favorable (a un determinado suceso) y el número total de casos posibles. En hidrología
fundamentalmente se trabaja con series de tiempo definidas como un evento natural de
determinada magnitud registrado a través del tiempo en forma discreta o continua.
Dentro de los errores, se consideran errores al azar y errores sistemáticos. Los primeros están
siempre en los datos, generalmente se distribuyen alrededor del verdadero valor y la desviación
standard se usa para determinar la magnitud de los desvios. Los segundos crean inconsistencias
o diferencias en un sólo sentido en relación al valor medio que deben ser detectadas y
corregidas. Existen diversas técnicas, como las curvas de masa doble (capítulo 5) para corregir
inconsistencias.
Otro tipo de datos a tener en cuenta son los no homogéneos o datos afectados por algún efecto,
no necesariamente hidrológico que repentinamente cambia la tendencia normal de una serie de
registros. La no homogeneidad puede ser producida por un efecto antrópico, fácilmente
detectable e incluso pronosticado, como lo es una presa en un río, la cual produce hacia aguas
abajo descargas no homogéneas que no pueden ser consideradas conjuntamente con los
caudales vírgenes del río aguas arriba del embalse. Existen causas naturales que pueden ser
detectadas al observar la no homogeneidad de los datos, como por ejemplo, la presencia
imprevista en la cuenca alta de un deslizamiento de tierra o el avance de una lengua de un
glaciar que forme momentáneamente un dique en un afluente.
En los registros sistemáticos de caudales ante cualquier situación de no homogeneidad, debe
detectarse su causa. En las proyecciones estadísticas de variables hidrológicas, resulta
primordial contar con datos libres de errores significativos. Igualmente, en series de tiempo de
fenómenos hidrológicos los datos faltantes, deben ser en lo posible rellenados por análisis de
correlación o análisis regionales de datos vecinos.
Variables aleatorias
Una variable aleatoria X(t) tiene una cierta distribución probabilística. Esa distribución
determina la posibilidad de que una determinada observación X, de la variable, caiga dentro de
un rango especificado de X. Sí, por ejemplo la precipitación media de enero, en un lugar, es de
50 mm, la distribución probabilística podría establecer que pueda estar en el rango entre 40 y 60
milímetros. Su distribución probabilística, permanece invariable a través del tiempo, es decir,
son procesos estacionarios, como por ejemplo el caso de un río en condiciones naturales, donde
las características de la cuenca (físicas, climáticas) no cambian a través del periodo de registros.
Si las condiciones cambiaran, (embalses, urbanizaciones, desforestaciones, etc) el proceso sería
no estacionario y por tanto, se deberán introducir los respectivos factores de cambio.
Series de Tiempo
Una serie de tiempo se define, en hidrología, como la magnitud de un evento observado en
forma discreta a intervalos de tiempo, dt, promediados en ese intervalo o registrados en forma
continua en un tiempo, t, por ejemplo caudales medios, diarios, promedio de caudales
instantáneos a través de un intervalo discreto de 1 día, o caudales instantáneos registrados en
forma continua durante todos los instantes de cada día.
Las series de tiempo en hidrología pueden ser series de duración completa, en la cual figuran
todos los registros de la muestra, o series de duración parcial, donde los datos se seleccionan de
tal manera que su magnitud es mayor (o menor) que un valor base predefinido. Si en una serie,
de valores máximos se elige, el valor mayor de cada año se tendrá una serie anual máxima. Si se
seleccionan los mínimos será como una serie anual mínima. Una serie anual máxima puede
dejar de considerar valores máximos que ocurren durante un año menores que el máximo de ese
año, pero mayores que los máximos de otros años; en estos casos una serie de duración parcial
(por encima de una base predefinido) da una mejor idea del comportamiento de la muestra.
Ejemplo 4.1
Calcular la serie anual y parcial de los caudales máximos de un río.
Solución:
El ordenamiento de los valores en ambas series se muestran en la tabla 4.1, considerando
3
valores mayores de 3000m /s, en la serie de duración parcial
3
Tabla 4.1 Serie Anual y Parcial de Caudales Máximos expresados en m /s.
x = n x ⋅ x ⋅ x ⋅ .....⋅ x (4.2)
g 1 2 3 n
Mediana (M): es el valor de la variable que deja con igual probabilidad de ocurrencia (0.50) los
valores abajo y arriba de ella, por lo tanto, la mediana resulta atractiva, en el caso de series
que se apartan de la normal.
Moda: es el valor de la variable que ocurre con mayor frecuencia (ver ejemplo 4.2 para
ilustracion del calculo de estos parámetros ).
Los tres parámetros (la media aritmética, la mediana y la moda) son iguales para distribuciones
simétricas. Para series pequeñas, se justifica el uso de la mediana, porque el promedio se afecta
en ellas mucho más por los valores extremos y es además más robusta. En la práctica
hidrológica en series que se apartan de la distribución normal es común usar los logaritmos de
la variable.
En hidrología se tienen frecuentemente muestras de distintos tamaños N1, N2, N3 ... NR y se
necesita obtener el promedio ponderado de todas ellas, así:
k
∑(Ni xi )
x i=1
P = k (4.3)
N
∑ i
i=1
Medidas de Dispersión
Las medidas de dispersión miden como los valores de una variable se dispersan alrededor del
valor central o media aritmética de la serie, es decir, representan una distribución alrededor de
un valor medio.
0 Desviación media (σM): Es la media aritmética del valor absoluto de los errores. Se calcula
con la siguiente expresión:
N
∑ xi − x
i=1
σM = N (4.4
2
5888 La varianza: es el cuadrado de la desviación estandar (σ ) y es el segundo momento
alrededor de la media. Sus unidades son el cuadrado de las unidades de la variable. En
general, es un indicador que indica cuanto cerca de la media está el valor de la variable. Si
teóricamente todos los valores fueran igual a la media, la varianza sería cero (Figura 4.2).
La ecuación de la varianza (4.5a) se puede también expresar desarrollando el trinomio
cuadrado perfecto del numerador.
N 2
∑(xi − x)
σ 2 = i=1 (4.5a)
N −1
∑(xi − x )2 = ∑xi2 + ∑ x 2 − 2∑xi x (4.5b)
∑xi ∴ ∑xi =
Pero: x = N x
N
∑xi2 − N .x 2
2 i=1
Luego: σ = N −1 (4.6)
5888 Covarianza. Cuando se analiza la varianza de dos (X, Y) ó más variables (X, Y, Z).
En el caso de dos variables, la covarianza es la media aritmética del producto de los errores
de X, e Y, y se expresa mediante la siguiente ecuación:
Cv( X ,Y ) =
1 ∑ N ( x i − x ) ⋅ ( yi − y ) (4.7)
N i=1
5888 Coeficiente de variación: es el cociente entre la desviación standard y el promedio, X
. Es adimensional.
Cv = σ =σ (4.8)
µ
x
2
Si una variable x es multiplicada por una constante C, la varianza, σ , y la desviación estándar,
2
σ, se multiplican por C y por C, respectivamente; consecuentemente, el coeficiente de
variación C v no se afecta. Si una constante C se suma o resta a cada uno de los valores de una
2
variable (ej. cambio de origen) la σ y σ no cambian, pero el Cv varía, así:
σ
Cv = (4.9)
x±
C
(
N ⋅ ∑N xi − x )
3
(4.10)
=
5888 (N − 1) ⋅ (N − 2)⋅σ
i= 1
3
1 N ( (4.11)
mr = ∑
x − x )r
i
N i=1
Donde: N es el número de observaciones.
x son los valores observados.
23 es el promedio aritmético de la muestra.
Cuando se trabaja con valores altos de la variable (ejemplo caudales) conviene trabajar con
logaritmos.
Ejemplo 4.2
Dados los valores de lluvias en milímetros de la Tabla 4.2, encontrar: (a) promedio aritmético,
5888 mediana, (c) moda, (d) promedio geométrico (e) rango, (f) desviación estándar y (g)
varianza.
Tabla 4.2 Lluvias observadas
Estación P (mm)
P1 2
P2 3
P3 4
P4 3
P5 5
P6 3
P7 4
P8 8
Solución:
(a) Promedio aritmético:
N
x
∑
(2 + 3 + 4 + 3 + 5 + 3 + 4 + 8) =
___ i
i=1
x = = 4.0mm
N 8
23 Mediana: se reordenan los datos en modo ascendente (2, 3, 3, 3, 4, 4, 5, 8). Como el número
de datos es par, se hace el promedio de los dos centrales (dejan 3 valores a cada lado), así:
(3+4)/2 = 3.5mm
24 Desviación estándar:
Estación (xi −x ) (x i −x ) 2
1 (2-4)=-2 4
2 (3-4)=-1 1
3 (4-4)= 0 0
4 (3-4)=-1 1
5 (5-4)= 1 1
6 (3-4)=-1 1
7 (4-4)= 0 0
8 (8-4)= 4 16
Total ∑=24
2 i=1 24
σ =
8 −1 = 7 = 3.43mm2
Ejemplo 4.3
Calcular el promedio ponderado de los valores de lluvias observadas en las estaciones que se
presentan en la Tabla 4.3, para las áreas de influencia respectivas.
Solución:
Se calcula el producto de la prepitación observada y el área (Tabla 4.3). Finalmente, se evalúa la
precipitación media ponderada aplicando la ecuación 4.3, así:
5
∑(Pi Ai ) 2
P =
P
i=1
5
= 284.6 mm ⋅ km2 = 31.1mm
A
∑ i 9.14 km
5888 =1
4.3 PROBABILIDAD
Secuencia de eventos independientes
Si un número k de eventos al azar pueden ocurrir como eventos independientes, (Yevjevich,
1972) A1, A2 .... Ak y si cada uno de ellos tienen las probabilidades P(A1) = p1; P(A2) = p2 ...
P(AR) = pk, Entonces, la probabilidad de un evento asociado, como la condición para una
secuencia de observaciones independientes (Teorema del límite) es:
n!
Pm (m1,m2,....mk ) =
m1!m2!....mk!
m m m
= p 1 .p 2 .....p k
1 2 k
n
P = pm qn−m (4.12)
n( m )
m
Eventos mutuamente excluyentes
Supóngase que un evento A puede ocurrir solamente en forma conjunta con otros
eventos al azar mutuamente excluyentes, ( Yevjevich, 1972)
E1,E2,…..En ∑ P (Ei) = 1 ; i = 1,2…..n o sea en tal caso , la probabilidad de un cierto evento A
es:
(i=1,n)
Ahora bien, si dos variables ( x,y) pueden ocurrir solamente en forma conjunta (y/x) la función
de probabilidad P (y/x) de una variable condicionada (o sea que y ocurre si, y solo si, ocurre x)
es :
La condición para poder aplicar 4.12.4 es solamente en el caso de que eventos Ei (i=1,n)
sean mutamente excluyentes. Los mismos pueden tener diferentes probabilidades o sea que no
son eventos equiprobables.
Si se tiene , por ejemplo, un gran río y sus tributarios y sea A la probabilidad de tener
una creciente máxima en el valle inferior y E 1, E2..En , las probabilidades de eventos, en un
cierto rango,en sus tributarios. Debido a que es poco frecuente que tormentas afecten a toda la
cuenca ( capítulo 14) la contribución simultanea de todos los tributarios es poco probable.
En este caso el evento condicionado (A/Ei) sería el caso que la inundación en el valle, en
el río principal, exceda un nivel crítico siempre que los Ei eventos ocurran. La ecuación 4.12.4
permite calcular esa probabilidad de la creciente en el valle (A) en función de las probabilidades
de eventos en sus tributarios ( Ei ).
Desde el punto de vista practico la probabilidad conjunta P (A/E ) se fija como dato y la
pregunta es: Si el evento A ocurriera ( la inundación ) ¿Cuáles son las probabilidades de varios
eventos condicionados ( A / Ei), o las probabilidades de varias contribuciones de los tributarios
a la creciente principal en el valle inferior?
23 = ∑ fi
23 =1
Por ejemplo, si en una muestra de 180 días, hay 30 días con tormenta y 150 sin tormenta, la
frecuencia absoluta de días/tormenta es 30 y su frecuencia relativa es 30/180 = 0.1667 de días
con tormentas.
Período de Retorno.
El objetivo primario del análisis de frecuencia de una serie hidrológica es determinar el período
de retorno de un evento de determinada magnitud.
La frecuencia experimental de una muestra es la asignación, a cada uno de los elementos de una
serie, de determinados valores basados en el ordenamiento de los mismos, de acuerdo a su
magnitud. Para ello, lo primero que se debe realizar es ordenar los valores registrados de mayor
a menor para frecuencias de valores altos o de menor a mayor para frecuencia de valores bajos y
asignarles una posición 1, 2, 3 ...N.
Ahora bien, para calcular la frecuencia y representarla gráficamente, comparar gráfica o
analíticamente la función de distribución de probabilidades o calcular la frecuencia
experimental se han propuesto diversas expresiones, sólo se indicarán aquellas de uso práctico
en diseño hidrológico.
Es importante aclarar que no es necesario graficar los datos para realizar un análisis de
frecuencia, no obstante, la graficación es útil, ya que permite visualizar su distribución. Para
realizar este gráfico se usan las expresiones que se conocen como posiciones de graficación
(“Plotting Position Formulas”).
= m
P(x) (4.13)
N+1
Así, para series de valores máximos m es igual a 1 para el evento de valor máximo e igual a N
para el mínimo.
La inversa de P(x) se denomina período o tiempo de retorno o de recurrencia (T R). El período
de retorno de un evento de una magnitud dada, es el tiempo promedio entre eventos que igualan
o exceden esa magnitud, o en otras palabras es el intervalo dentro del cual un evento de
determinada magnitud puede ser igualado ó excedido; sin que ello implique la indicación del
momento en que se puede producir. Si la muestra de la variable se refiere a un año, un mes, o
una estación, el TR estará referido a ese período y se cuenta en años, meses o estaciones
climáticas. (Yevjevich, 1972 )
Otra fórmulas de uso práctico son:
P( x ) = m − 0.5 = 2m − 1 (4.16)
N 2N
La desventaja de la ecuación 4.14 es que da P(x)=1, para m=N y la (4.15) da P(x)=0, para m=1
ambos valores imposibles. Para el caso de series parciales (valores por encima de una base) y
valores altos, lo más aconsejable es la expresión 4.16 y para para valores bajos la 4.14
(Yevjevich, 1972).
En realidad en diseño hidrológico, interesa saber el riesgo de falla en el período de vida útil de
una estructura. Si la probabilidad de ocurrencia anual, P, de un evento es:
P= 1 (4.17)
T
R
y la probabilidad de no ocurrencia es:
P′ = 1 − P (4.18)
La probabilidad de que un evento igual o mayor a uno dado, para determinado TR, ocurra en n
años es:
j = 1 − (1 − P)n (4.19)
j = 1 − (P′)n (4.20)
Ejemplo 4.4
Calcular el tiempo o período de retorno, con la fórmula de Weibull, para una serie anual de 43
años de caudales máximos medios diarios Ttabla 4.4) en el río Mendoza en Guido (Mendoza,
Argentina).
Solución:
Para caudales máximos la probabilidad a tener en cuenta es la de excedencia expresada así:
1
P(x) =
TR
Luego, el período de retorno es:
T = 1
R P (x)
Sustituyendo el valor de P a partir del la fórmula empírica de Weibull (ecuación 4.13), se tiene:
T = (N + 1)
R
m
En este caso, N es igual a 43 y m es la posición en la secuencia ordenada del valor de caudal
(columna 3 de la Tabla 4.4), el cual se obtiene al ordenar la serie de mayor a menor (columna
2 de la tabla 4.4). El período de retorno correspondiente a cada valor de caudal se presenta en
la columna 4 de la Tabla 4.4
Tabla 4.4 Período de retorno para la serie de caudales máximos medios diarios del río
Mendoza, Argentina
Caudal TR
Años de registro (m3/s) m (años)
1987/88 402 1 44
1982/83 398 2 22
1984/85 338 3 14.7
1986/87 243 4 11.0
1972/73 225 5 8.8
1978/79 218 6 7.33
1963/64 214 7 6.29
1991/92 201 8 5.50
1983/84 195 9 4.89
1994/95 195 10 4.40
1977/78 184 11 4.00
1980/81 182 12 3.66
1965/66 157 13 3.38
1974/75 148 14 3.14
1990/91 144 15 2.93
1988/89 140 16 2.75
1954/55 137 17 2.59
1979/80 130 18 2.44
1969/70 129 19 2.32
1985/86 129 20 2.20
1994/94 127 21 2.10
1961/62 127 22 2.00
1973/74 127 23 1.91
1992/93 117 24 1.83
1957/58 115 25 1.76
1960/61 115 26 1.69
1981/82 115 27 1.63
1995/96 115 28 1.57
1959/60 113 29 1.52
1989/90 112 30 1.47
1975/76 111 31 1.42
1966/67 100 32 1.37
1968/69 100 33 1.33
1971/72 96 34 1.29
1956/57 91 35 1.26
1955/56 89 36 1.22
1958/59 85 37 1.19
1976/77 83 38 1.16
1996/97 82 39 1.13
1967/68 81 40 1.10
1962/63 72 41 1.07
1964/65 62 42 1.05
1970/71 52 43 1.02
Ejemplo 4.5
¿Cual será el riesgo de falla de una presa, calculada con un TR de 1000 años en una vida útil
de 100 años?
Solución:
Datos: TR = 1000 años y n = 100 años
Evaluando la probabilidad de excedencia, se tiene:
1 1
P= = = 0.001
TR 1000
Estimando la probabilidad de no excedencia:
1 − P = 1 − 0.001 = 0.999
Ejemplo4.6
¿Cual será el tiempo de retorno con que se debe calcular un puente en una ruta troncal, cuya
vida útil, se estima en 50 años para que el riesgo de falla no sea superior al 15%?
Solución:
Datos: j = 0.15 y n = 50 ;TR = ?
A partir de la ecuación 4.20, se despeja el valor de la probabilidad de no excedencia, así:
j = 1 − ( P′ )
n
0.15 = 1 − (P ) ′ 50 ′ 50
= 0.15 −1 = −0.85
-(P )
1 / 50
P′ = ( 0.85 )
P′ = 0.99675
Cuando se trata de estructuras que tienen un elevado costo marginal asociado a su destrucción
(peligro de vidas, interrupción de comunicaciones, etc.) se adiciona un margen de seguridad, en
el ejemplo 4.6, se adoptaría un TR de 400 años. De la Tabla 4.5 se obtienen los tiempos de
retorno a ser usados para una determinada vida útil y riesgo de falla.
Tabla 4.5 Tiempo de retorno (TR) en años correspondientes a una vida útil (años) con un
riesgo de falla (j%) durante su vida útil (Adaptado de Sáenz, 1998).
La Tabla 4.5 agiliza el cálculo del período de retorno para un riesgo y vida útil de una estructura
determinada; así, por ejemplo, si se quiere construir una obra hidráulica para que en 50
años(vida útil) no falle, suponiendo un riesgo de falla ( J ) de la estructura del 5%, se obtiene un
TR de 976 años con el que se debe calcular la estructura (se adoptaria T R=1000 años). En
realidad los valores de esta tabla son altos, por eso mediante el criterio hidrológico, la
experiencia local y estudios económicos de daños (capítulo 13) se pueden disminuir estos
valores.
j 2
Donde: VU es la vida útil de la estructura considerada, en años.
j es el riesgo de falla que es adimensional.
Así, para una vida util de 100 años y un riesgo, j, del 20%, se tiene:
1 1
TR = 100 ⋅ = 450 años
−
0.20 2
Para las series anuales o las de duración parcial, donde se consideren tantos eventos como años
haya de registro, permite expresar la probabilidad en términos de frecuencia anual o su inversa
el tiempo o período de retorno. Cuando en las series parciales se tengan más valores que años
de registro, se consideran intervalos de recurrencia menores de un año, porque en la relación
N +1
TR = m , N + 1 es igual al número de años, independiente de que se tomen 2 ó 3 valores
por año, por lo tanto, m toma valores mayores a N+1.
Se aconseja en series parciales, no tomar más de dos o tres valores por año y tener la seguridad
que estos sean independientes (no pertenecientes, por ejemplo, a la misma creciente). En
realidad en la serie parcial no resulta tan claro como en la anual asignar a la serie directamente
una probabilidad anual o un período de retorno en años. En realidad es más conveniente
referirse a valores extremos en la muestra de N años.
Es muy frecuente en diseño hidrológico necesitar caudales que ocurran con mayor frecuencia a
un año y en estos casos las series parciales (con mayor número de valores que años de registro)
proveen buena información, aún cuando rigurosamente hablando no se aplica en ellas el
concepto de tiempo de retorno.(Langbein, 1949) indica que en el caso de series parciales de
caudales, se deben elegir los eventos separados por intervalos de tiempo significativos para
asegurar su independencia.
El intervalo de recurrencia en una serie de duración parcial es el intervalo promedio entre
eventos de una magnitud especificada. (Langbein, 1949) provee una tabla de correspondencia
entre períodos de retorno de una serie anual máxima y el intervalo de recurrencia de una serie
de duración parcial (Tabla 4.6). Cabe resaltar que a medida que el número de años aumenta, los
períodos de retorno de ambas series se hacen iguales.
Tabla 4.6 Relación entre tiempo de retorno de una serie anual máxima y el intervalo de
recurrencia de una serie de duración parcial
Otra forma de transformación de datos anuales máximos a unos de duración parcial es usando el
factor de conversión que se da en la Tabla 4.7.
Tabla 4.7 Factor de conversión de datos anuales máximos a datos de duración parcial
Así por ejemplo, si la lluvia de una serie anual máxima de 5 años y 6 horas es de 200 mm, la
misma para una serie parcial sería 200 x 1.04 = 208 mm.
En hidrología existen casos frecuentes de este tipo de variables, como por ejemplo: el número
de días de lluvia por año, la situación de un día positivo para tormentas convectivas o nó, días
con temperaturas que producen heladas en cultivos o no, el número de días con nevadas, etc.
Dentro de este tipo de distribuciones se encuentran la binomial, la Poison y la binomial
negativa.
Distribución binomial
La distribución discreta binomial de probabilidad se aplica a poblaciones que sólo tienen dos
eventos discretos y complementarios. Una condición esencial para esta aplicación es la
independencia de eventos sucesivos (observaciones o experimentos) y las probabilidades
constantes p y q de cada ensayo individual. Esta condición se debe verificar con los datos a
utilizar.
x
Donde: x es el número de veces que ocurre el evento.
P(x) es la probabilidad de ocurrencia x = 0, 1, 2 .... etc.
n es el tamaño de la muestra ( número de observaciones independientes o casos
posibles).
m es el número de eventos (ecuación 4.24)
q es la probabilidad de no excedencia, dada por:
q=(1−p) (4.23)
p es la probabilidad de excedencia, calculada mediante la expresión:
p n
= (4.24)
m
n
es el número combinatorio de n valores tomados de x, se evalua así:
x
n
n! = (4.25)
x!( n − x )!
x
Ejemplo 4.7
23 ¿Cuál será la probabilidad de que una creciente anual de período de retorno,T R, de 50
igual o mayor a la especificada se produzca 1 vez en 50 años, si se supone que las
crecientes anuales son eventos independientes?
Solucion:
50 1 1 1 49
P(1) = ⋅ ⋅1 −
1 50 50
50! 1 49
⋅
P(1) = 1!(50 − 1)! ⋅(0.02) (1 − 0.02)
P(1) = (50)⋅(0.02)⋅ (0.3716)
P(1) = 0.3716 = 37.16%
23 ¿Cuál es la probabilidad que una o más crecientes puedan ser iguales o exceder en 50
años la creciente de TR de 50 años?
Usando la propiedad de eventos complementarios mutuamente exclusivos o colectivamente
exhaustivos, si A es el complemento de B entonces
P ( A ) = 1- P ( B )
Si x = 0; n = 50
0 50
50 1 1
P=1 − 1−
0 50 50
[
P = 1 − (1)⋅ (1)⋅ (0.98)50 ]
P = 1 − 0.364 = 0.64 = 64%
O sea, la probabilidad de 1 ó más es el doble de una sóla creciente.
Ejemplo 4.8
Al Norte de Mendoza (Argentina) se realizaron medidas con radar, de días/tormenta con 1 ó
2
más núcleos en la Región de Actividad Convectiva (RAC), en un área de 49087 Km (radio de
125 km). Los datos observados durante 13 años en esta región, entre octubre y marzo, indican
los días con tormenta significativa mostrados en la tabla 4.8. En los 13 años de observaciones,
se han monitoreado 2340 días de los cuales 478 han tenido tormenta. Se puede aplicar en la
región la distribución de probabilidad binomial considerando que:
p = m = 478 = 0.20 ; q = (1− p) = 0.80
n 2340
Tabla 4.8 Días con tormenta significativa en el período de Octubre a Marzo (180 días).
0
P(0) = (1)⋅(1)⋅ (0.11) = 11%
Existe sólo un 11% de probabilidad de no lluvia en un mes cualquiera de la época de
tormentas convectivas (de octubre a marzo).
Solución:
12
P (2 ) = (0.20)2 (0.80)
2
Ejemplo 4.9
Se diseña un desagüe pluvial para una vida útil de 40 años, usando la tormenta de período de
retorno, TR, de 100 años. ¿Que probabilidad existe que el desagüe sea superado 2 veces en su
vida útil?
Datos:
p = 1 = 0.01 n = 40 x = 2
100
Solución:
P(x) = (nx )⋅ px ⋅ (1 − p)n−x
40! 2 38
2!(40 − ⋅
P(2) = ⋅(0.01) (1 − 0.01)
2) !
P(2) = (780)⋅(0.01) ⋅ (0.99)38 = 0.0532 = 5.32%
2
La probabilidad de que en dos ocasiones se supere la capacidad del desagüe es del 5,3%. Si se
hace x=0 se tiene la probabilidad de no ocurrencia del evento, así:
P′ = 1 − P
5 0 ⋅ 5
0
P(0) = (1)⋅(1)⋅(0.96)5 = 0.8154 = 81.54%
La probabilidad, que no sea sobrepasado en cinco años es 81.54%, o sea, existe un 18.46%
de que sea sobrepasado.
23 ¿Que pasa si el puente se diseña con período de retorno, TR de
50? En este caso se tiene:
P=0.02; x=0; n=5 Solución:
P(0) 5 0 ⋅ 5
= ⋅(0.02) (1 − 0.02)
0
P(0) = = 0.90 =
(1)⋅(1)⋅(0.98)5 90%
Si se diseña duplicando el TR de la creciente, la probabilidad de ser sobrepasado en 5 años,
disminuye al 10%. La decisión final, es un compromiso entre costo inicial, mantenimiento y
riesgo asociado a la falla del puente.
Distribución de Poisson
Un caso interesante se presenta cuando el tamaño de la muestra, n, es muy grande y tiende a infinito,
mientras que la probabilidad, p, muy pequeña y tendiente a cero, pero su producto, m, es un número positivo,
entonces se tiene la función de densidad de probabilidad discreta de Poisson:
p(x) = m e
x −m
(4.31)
x!
r−1
Los términos sucesivos en pr(1-q)-r de una binomial con índice negativo, son:
n−1
f = pr ⋅ , n = r, r + 1, r + 2....
n
qn−r
(4.36)
r−1
Cuando r = 1 se tiene la distribución geométrica:
( )
fn = p ⋅ q n−1 (4.36a)
Γ(x + k) k x
f (x) = ⋅p ⋅q
(4.37)
x!Γk
( x )2 (4.39)
k=σ 2 − x
k (4.40)
p=
k+x
q=1−p (4.41)
2
Donde x es el promedio o valor esperado de la muestra y σ la varianza de la muestra. El
promedio y la varianza se encuentran a partir de los parámetros descritos, así:
k⋅q
x = (4.42)
p
k⋅
q
σ2= 2 (4.43)
p
dF(x)
F(x) = ∫ x
f (x)⋅ dx ó f (x) = (4.44)
−∞ dx
La derivada f(x) se denomina función de densidad de probabilidad y los valores de x para los
cuales f(x) > 0 son el dominio de la variable aleatoria x.
Cuando se trata con series de valores extremos, máximos o mínimos seleccionados de una
muestra o registro histórico de un río, estas se pueden analizar mediante el uso de métodos
especiales: distribuciones de probabilidad de tipo I, II y III. Gumbel estudió en detalle la I,
conocida como “distribución Gumbel”. La II se la conoce como “distribución tipo Cauchy o
Frechet” y la III “distribución Weibull”. En estas distribuciones, de importancia en diseño
hidrológico, los valores altos se les asocia a crecidas y los bajos a sequías o déficit hídrico, con
sus consecuencias de tipo económico, social y de riesgo.
En el cálculo de probabilidades de eventos mayores, la variable x, puede representarse por el
promedio x , mas un incremento dx, de ese valor medio ( Figura 4.6 ).
Figura 4.6 Representación del concepto de “Factor de frecuencia” para eventos mayores
x = x + k ⋅σ ó x = µ + k ⋅σ (4.45)
Dividiendo por el valor medio para generalizar el resultado haciéndola adimensional es:
x σ x σ
=1+k⋅ ó =1+k⋅ (4.46)
x x µ µ
Según Chow esta ecuación es aplicable a varias distribuciones de probabilidades. Para una
distribución determinada se puede encontrar una relación entre el factor de frecuencia k y el
tiempo de retorno TR. Dichas relaciones se pueden tabular, para cada tipo de distribución. En
este libro, se presentan posteriormente, los factores de frecuencia para las distribuciones de
probabilidad lognormal de dos parámetros, la Gumbell tipo I y log - Pearson tipo III.
Establecido, a priori, un valor de grado de confianza, (80%, 82%, 85% ó 95%), para cada uno
corresponderá un nivel de significancia. OMM (1982) sugiere tomar como aceptable un grado
de confianza del 80%.
El factor más significativo que afecta esta banda, es el grado de confianza que se desee
establecer. Se usa frecuentemente el 95%, pero valores entre 70% y 95% son comunes en el
diseño hidrológico.
23 El tamaño de la muestra con la que se computó la curva de frecuencia, afecta el ancho de la
banda. A mayor tamaño de muestra, disminuye el intervalo.
24 La probabilidad de excedencia afecta la amplitud del intervalo; el intervalo es menor para
valores promedios y se hace mayor en las puntas (probabilidades mayores y menores).
25 El coeficiente de asimetría afecta el intervalo de confianza. La asimetría afecta el error
estándar, por lo tanto el ancho de la banda aumenta con el aumento del valor absoluto de la
asimetría.
Estos factores, se debe tener en cuenta porque puede variar la estimación de los caudales o
lluvias de diseño.
Distribución normal
La distribución normal (Gaussiana) surge del teorema del límite del valor central, el cual
establece que una variable aleatoria x está normalmente distribuida con el promedio µ y la
desviación estándar σ. La función de distribución de probabilidad (frecuencia acumulada)
proporciona la probabilidad de que X sea menor o igual a x así:
1 x
(x − µ )
2
1 (x − µ )2
f (x) = ⋅ exp − (4.49)
2
2⋅
σ⋅ 2π
σ
Tabla 4.9 Áreas bajo la curva normal tipificada para valores de z especificados en doble entrada
(valores de γ para diferentes valores de z) ( Spiegel,1970; McCuen, 1998)
z = x −x ó z= x−µ (4.50)
σ σ
z 0.00 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05 0.06 0.07 0.08 0.09
-3.4 0.0003 0.0003 0.0003 0.0003 0.0003 0.0003 0.0003 0.0003 0.0003 0.0002
-3.3 0.0005 0.0005 0.0005 0.0004 0.0004 0.0004 0.0004 0.0004 0.0004 0.0003
-3.2 0.0007 0.0007 0.0006 0.0006 0.0006 0.0006 0.0006 0.0005 0.0005 0.0005
-3.1 0.0010 0.0009 0.0009 0.0009 0.0008 0.0008 0.0008 0.0008 0.0007 0.0007
-3 0.0013 0.0013 0.0013 0.0012 0.0012 0.0011 0.0011 0.0011 0.0010 0.0010
-2.9 0.0019 0.0018 0.0018 0.0017 0.0016 0.0016 0.0015 0.0015 0.0014 0.0014
-2.8 0.0026 0.0025 0.0024 0.0023 0.0023 0.0022 0.0021 0.0021 0.0020 0.0019
-2.7 0.0035 0.0034 0.0033 0.0032 0.0031 0.0030 0.0029 0.0028 0.0027 0.0026
-2.6 0.0047 0.0045 0.0044 0.0043 0.0041 0.004 0.0039 0.0038 0.0037 0.0036
-2.5 0.0062 0.0060 0.0059 0.0057 0.0055 0.0054 0.0052 0.0051 0.0049 0.0048
-2.4 0.0082 0.0080 0.0078 0.0075 0.0073 0.0071 0.0069 0.0068 0.0066 0.0064
-2.3 0.0107 0.0104 0.0102 0.0099 0.0096 0.0094 0.0091 0.0089 0.0087 0.0084
-2.2 0.0139 0.0136 0.0132 0.0129 0.0125 0.0122 0.0119 0.0116 0.0113 0.011
-2.1 0.0179 0.0174 0.0170 0.0166 0.0162 0.0158 0.0154 0.015 0.0146 0.0143
-2 0.0228 0.0222 0.0217 0.0212 0.0207 0.0202 0.0197 0.0192 0.0188 0.0183
-1.9 0.0287 0.0281 0.0274 0.0268 0.0262 0.0256 0.0250 0.0244 0.0239 0.0233
-1.8 0.0359 0.0351 0.0344 0.0336 0.0329 0.0322 0.0314 0.0307 0.0301 0.0294
-1.7 0.0446 0.0436 0.0427 0.0418 0.0409 0.0401 0.0392 0.0384 0.0375 0.0367
-1.6 0.0548 0.0537 0.0526 0.0516 0.0505 0.0495 0.0485 0.0475 0.0465 0.0455
-1.5 0.0668 0.0655 0.0643 0.0630 0.0618 0.0606 0.0594 0.0582 0.0571 0.0559
-1.4 0.0808 0.0793 0.0778 0.0764 0.0749 0.0735 0.0721 0.0708 0.0694 0.0681
-1.3 0.0968 0.0951 0.0934 0.0918 0.0901 0.0885 0.0869 0.0853 0.0838 0.0823
-1.2 0.1151 0.1131 0.1112 0.1093 0.1075 0.1056 0.1038 0.102 0.1003 0.0985
-1.1 0.1357 0.1335 0.1314 0.1292 0.1271 0.1251 0.123 0.1210 0.1190 0.1170
-1.0 0.1587 0.1562 0.1539 0.1515 0.1492 0.1469 0.1446 0.1423 0.1401 0.1379
-0.9 0.1841 0.1814 0.1788 0.1762 0.1736 0.1711 0.1685 0.166 0.1635 0.1611
-0.8 0.2119 0.2090 0.2061 0.2033 0.2005 0.1977 0.1949 0.1922 0.1894 0.1867
-0.7 0.2420 0.2389 0.2358 0.2327 0.2296 0.2266 0.2236 0.2206 0.2177 0.2148
-0.6 0.2743 0.2709 0.2676 0.2643 0.2611 0.2578 0.2546 0.2514 0.2483 0.2451
-0.5 0.3085 0.3050 0.3015 0.2981 0.2946 0.2912 0.2877 0.2843 0.281 0.2776
z 0.00 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05 0.06 0.07 0.08 0.09
-0.4 0.3446 0.3409 0.3372 0.3336 0.3300 0.3264 0.3228 0.3192 0.3156 0.3121
-0.3 0.3821 0.3783 0.3745 0.3707 0.3669 0.3632 0.3594 0.3557 0.352 0.3483
-0.2 0.4207 0.4168 0.4129 0.409 0.4052 0.4013 0.3974 0.3936 0.3897 0.3859
-0.1 0.4602 0.4562 0.4522 0.4483 0.4443 0.4404 0.4364 0.4325 0.4286 0.4247
0.0 0.5000 0.4960 0.4920 0.4880 0.4840 0.4801 0.4761 0.4721 0.4681 0.4641
0.0 0.5000 0.5040 0.5080 0.5120 0.5160 0.5199 0.5239 0.5279 0.5319 0.5359
0.1 0.5398 0.5438 0.5478 0.5517 0.5557 0.5596 0.5636 0.5675 0.5714 0.5754
0.2 0.5793 0.5832 0.5871 0.5910 0.5948 0.5987 0.6026 0.6064 0.6103 0.6141
0.3 0.6179 0.6217 0.6255 0.6293 0.6331 0.6368 0.6406 0.6443 0.6480 0.6517
0.4 0.6554 0.6591 0.6628 0.6664 0.6700 0.6736 0.6772 0.6808 0.6844 0.6879
0.5 0.6915 0.6950 0.6985 0.7019 0.7054 0.7088 0.7123 0.7157 0.7190 0.7224
0.6 0.7258 0.7291 0.7324 0.7357 0.7389 0.7422 0.7454 0.7486 0.7518 0.7549
0.7 0.7580 0.7612 0.7642 0.7673 0.7704 0.7734 0.7764 0.7794 0.7823 0.7852
0.8 0.7881 0.7910 0.7939 0.7967 0.7996 0.8023 0.8051 0.8078 0.8106 0.8133
0.9 0.8159 0.8186 0.8212 0.8238 0.8264 0.8289 0.8315 0.8340 0.8365 0.8389
1.0 0.8413 0.8438 0.8461 0.8485 0.8508 0.8531 0.8554 0.8577 0.8599 0.8621
1.1 0.8643 0.8665 0.8686 0.8708 0.8729 0.8749 0.8770 0.8790 0.8810 0.8830
1.2 0.8849 0.8869 0.8888 0.8907 0.8925 0.8944 0.8962 0.8980 0.8997 0.9015
1.3 0.9032 0.9049 0.9066 0.9082 0.9099 0.9115 0.9131 0.9147 0.9162 0.9177
1.4 0.9192 0.9207 0.9222 0.9236 0.9251 0.9265 0.9279 0.9292 0.9306 0.9319
1.5 0.9332 0.9345 0.9357 0.9370 0.9382 0.9394 0.9406 0.9418 0.9429 0.9441
1.6 0.9452 0.9463 0.9474 0.9484 0.9495 0.9505 0.9515 0.9525 0.9535 0.9545
1.7 0.9554 0.9564 0.9573 0.9582 0.9591 0.9599 0.9608 0.9616 0.9625 0.9633
1.8 0.9641 0.9649 0.9656 0.9664 0.9671 0.9678 0.9686 0.9693 0.9699 0.9706
1.9 0.9713 0.9719 0.9726 0.9732 0.9738 0.9744 0.9750 0.9756 0.9761 0.9767
2.0 0.9772 0.9778 0.9783 0.9788 0.9793 0.9798 0.9803 0.9808 0.9812 0.9817
2.1 0.9821 0.9826 0.9830 0.9834 0.9838 0.9842 0.9846 0.9850 0.9854 0.9857
2.2 0.9861 0.9864 0.9868 0.9871 0.9875 0.9878 0.9881 0.9884 0.9887 0.9890
2.3 0.9893 0.9896 0.9898 0.9901 0.9904 0.9906 0.9909 0.9911 0.9913 0.9916
2.4 0.9918 0.9920 0.9922 0.9925 0.9927 0.9929 0.9931 0.9932 0.9934 0.9936
2.5 0.9938 0.9940 0.9941 0.9943 0.9945 0.9946 0.9948 0.9949 0.9951 0.9952
2.6 0.9953 0.9955 0.9956 0.9957 0.9959 0.9960 0.9961 0.9962 0.9963 0.9964
2.7 0.9965 0.9966 0.9967 0.9968 0.9969 0.9970 0.9971 0.9972 0.9973 0.9974
2.8 0.9974 0.9975 0.9976 0.9977 0.9977 0.9978 0.9979 0.9979 0.9980 0.9981
2.9 0.9981 0.9982 0.9982 0.9983 0.9984 0.9984 0.9985 0.9985 0.9986 0.9986
3.0 0.9987 0.9987 0.9987 0.9988 0.9988 0.9989 0.9989 0.9989 0.9990 0.9990
3.1 0.9990 0.9991 0.9991 0.9991 0.9992 0.9992 0.9992 0.9992 0.9993 0.9993
3.2 0.9993 0.9993 0.9994 0.9994 0.9994 0.9994 0.9994 0.9995 0.9995 0.9995
3.3 0.9995 0.9995 0.9995 0.9996 0.99966 0.9996 0.9996 0.9996 0.9996 0.9997
3.4 0.9997 0.9997 0.9997 0.9997 0.9997 0.9997 0.9997 0.9997 0.9997 0.9998
3.5 0.9998 0.9998 0.9998 0.9998 0.9998 0.9998 0.9998 0.9998 0.9998 0.9998
3.6 0.9998 0.9998 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999
3.7 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999
3.8 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999 0.9999
3.9 1.0000 1.0000 1.0000 1.0000 1.0000 1.0000 1.0000 1.0000 1.0000 1.0000
Ejemplo 4.11
Dado el promedio y la desviación estándar de los datos de lluvia en enero en una localidad de
x = 41.28mm y σ = 6.49mm , suponiendo que la distribución es aproximadamente normal,
determinar:
5888 Probabilidad de tener menos de 45mm en cualquier año en enero P (X < 45.00)
5889 Probabilidad de tener entre 43 y 45 mm de precipitación en cualquier mes de enero
P (43.00 < x < 45.00)
5890 Probabilidad de tener menos de 35mm P (X < 35.00)
5891 Probabilidad de tener exactamente 35mm de precipitación en cualquier mes de
enero P (X = 35.00)
Solución:
a) P (X < 45.00)
x−x (45.00 − 41 .28)
z45 = = ( ) = 0.57
σ 6.49
De la tabla 4.9 para z = 0.57, γ = 0.7157, o sea, un 71.57% de probabilidad de tener menos
de 45.00mm mientras que la de tener más de 45.00 mm es:
P = (100-71.57) = 28.43%
23 P(43 < X < 45). Calculando z de igual forma que en el numeral (a) se
tiene: z45 = 0.57
z43 = x − x = (43.00 − 41.28) = 0.27
σ 6.49
De la tabla 4.9, el área bajo la curva (γ), para z = 0.27, γ = 0.6064 y para z = 0.57, γ =
0.7157. El área neta es entonces:
P(0.27 < z < 0.57) = P(z < 0.57)− P(z > 0.27) = 0.7157 − 0.6064 = 0.109
d) P (X = 35.00)
Como el valor superior e inferior es el mismo, P = 0
y 2
Donde y es el logaritmo natural de x:
y = ln(x)
σy es la desviación standard de y.
µy es el promedio de y se calcula así:
(4.52)
∑ln(x) =
µy= N y
N es el número de datos de la muestra.
Los parámetros estadísticos de x Chow (1954) se calculan con las siguientes expresiones:
23 El valor esperado (promedio):
σ2
µx = exp µ y +
y
(4.53)
2
5888 Mediana:
M x = exp(µ y ) (4.54)
2
23 σ
23 = exp y
(4.55)
2Mx
5888 Desviación estándar:
( (
σ = µ ⋅ exp σ y2 − 1 ) )1 2
• El coeficiente de asimetría:
g = 3 ⋅Cv + Cv3 (4.56)
• El coeficiente de variación:
2 2 2
( ( Cv ) + 1 ) = ln ( exp (σy ) = ( σy ) ( 4.57 b)
De la ecuación 4.57 b se obtiene la expresión para desviación estándar de la variable y, σy:
[
σ y = ln(Cv2 + 1) ]1 / 2 (4.58)
Las limitaciones de la distribución lognormal es que tiene sólo dos parámetros y requiere que
los logaritmos de los datos presenten simetría alrededor de la media. El factor de frecuencia, k ,
se obtiene de la tabla 4.10 y tambien se puede calcular con la ecuación 4.59 ( Chow, 1964 )
σ ⋅k −σ 2
e( y y y
2
)−1
k= (e σ y2 −1 ) 1/2
(4.59)
ky =
(y − y ) (4.60)
σy
Luego despejando y se tiene:
∴ y = y + ky ⋅σ y (4.61)
La Tabla 4.10 presenta los valores de k ( Chow, 1964) a ser usados en la ecuación 4.61
Tabla 4.10 Factores de Frecuencia, k, para la distribución log-normal.
Coeficiente Probabilidad Período de retorno (años) Coeficiente
de del Promedio 1.0101 1.0526 1.25 2 5 20 100 1000 de
Asimetría Probabilidad de excedencia P (x ≥ xi) Variación
%
g 0.99 0.95 0.80 0.50 0.20 0.05 0.01 0.001 Cv
0 50.0 -2.33 -1.65 -0.84 0 0.84 1.64 2.33 3.09 0
0.1 49.3 -2.25 -1.62 -0.85 -0.02 0.84 1.67 2.40 3.22 0.033
0.2 48.7 -2.18 -1.59 -0.85 -0.04 0.83 1.70 2.47 3.39 0.067
0.3 48.0 -2.11 -1.56 -0.85 -0.06 0.82 1.72 2.55 3.56 0.100
0.4 47.3 -2.04 -1.53 -0.85 -0.07 0.81 1.75 2.62 3.72 0.136
0.5 46.7 -1.98 -1.49 -0.86 -0.09 0.80 1.77 2.70 3.88 0.166
0.6 46.1 -1.91 -1.46 0.86 -0.10 0.79 1.79 2.77 4.05 0.197
0.7 45.5 -1.85 -1.43 -0.85 -0.11 0.78 1.81 2.84 4.21 0.230
0.8 44.9 -1.79 -1.40 -0.84 -0.13 0.77 1.82 2.90 4.37 0.262
0.9 44.2 -1.74 -1.37 -0.84 -0.14 0.76 1.84 2.97 4.55 0.292
1.0 43.7 -1.68 -1.34 -0.84 -0.15 0.75 1.85 3.03 4.72 0.324
1.1 43.2 -1.63 -1.31 -0.83 -0.16 0.73 1.86 3.09 4.87 0.351
1.2 42.7 -1.58 -1.29 -0.82 -0.17 0.72 1.87 3.15 5.04 0.381
1.3 42.2 -1.54 -1.26 -0.82 -0.18 0.71 1.88 3.21 5.19 0.409
1.4 41.7 -1.49 -1.23 -0.81 -0.19 0.69 1.88 3.26 5.35 0.436
1.5 41.3 -1.45 -1.21 -0.81 -0.20 0.68 1.89 3.31 5.51 0.462
1.6 40.8 -1.41 -1.18 -0.80 -0.21 0.67 1.89 3.36 5.66 0.490
1.7 40.4 -1.38 -1.16 -0.79 -0.22 0.65 1.89 3.40 5.80 0.517
1.8 40.0 -1.34 -1.14 -0.78 -0.22 0.64 1.89 3.44 5.96 0.544
1.9 39.6 -1.31 -1.12 -0.78 -0.23 0.63 1.89 3.48 6.10 0.570
2.0 39.2 -1.28 -1.10 -0.77 -0.24 0.61 1.89 3.52 6.25 0.596
2.1 38.8 -1.25 -1.08 -0.76 -0.24 0.60 1.89 3.55 6.39 0.620
2.2 38.4 -1.22 -1.06 -0.76 -0.25 0.59 1.89 3.59 6.51 0.643
2.3 38.1 -1.20 -1.04 -0.75 -0.25 0.58 1.88 3.62 6.65 0.667
2.4 37.7 -1.17 -1.02 -0.74 -0.26 0.57 1.88 3.65 6.77 0.691
2.5 37.4 -1.15 -1.00 -0.74 -0.26 0.56 1.88 3.67 6.90 0.713
2.6 37.1 -1.12 -0.99 -0.73 -0.26 0.55 1.87 3.70 7.02 0.734
2.7 36.8 -1.10 -0.97 -0.72 -0.27 0.54 1.87 3.72 7.13 0.755
2.8 36.6 -1.08 -0.96 -0.72 -0.27 0.53 1.86 3.74 7.25 0.776
2.9 36.3 -1.06 -0.95 -0.71 -0.27 0.52 1.86 3.76 7.36 0.796
3.0 36.0 -1.04 -0.93 -0.71 -0.28 0.51 1.85 3.78 7.47 0.818
3.2 35.5 -1.01 -0.90 -0.69 -0.28 0.49 1.84 3.81 7.65 0.857
3.4 35.1 -0.98 -0.88 -0.68 -0.29 0.47 1.83 3.84 7.84 0.895
3.6 34.7 -0.95 -0.86 -0.67 -0.29 0.46 1.81 3.87 8.00 0.930
3.8 34.2 -0.92 -0.84 -0.66 -0.29 0.44 1.80 3.89 8.16 0.966
4.0 33.9 -0.90 -0.82 -0.65 -0.29 0.42 1.78 3.91 8.30 1.000
4.5 33.0 -0.84 -0.78 -0.63 -0.30 0.39 1.75 3.93 8.60 1.081
5.0 32.3 -0.80 -0.74 -0.62 -0.30 0.37 1.71 3.95 8.86 1.155
Ejemplo 4.12
En el río Mendoza en Guido calcular el valor del caudal medio anual que correspondería a un
período de retorno (TR ) de 100 años, para un promedio anual en el período 1956-1996 de 44.9
3
m /s
Solución:
En la Tabla 4.10, para un período de retorno de 100 años, es decir, una probabilidad de
excedencia de 0.01 y un coeficiente de asimetría de 1.14. El factor de frecuencia, k está entre
los valores del coeficiente de asimetría de 1.1 y 1.2, interpolando entre los valores de 3.09 y
3.15, se tiene:
k = 3.12
Sustituyendo los valores obtenidos en la ecuación 4.61, para un período de retorno de 100 años
se tiene un caudal anual de:
Q100 = 44.9 + 3.12 ⋅16.36 = 95.94 m3 s [ ]
1 2
f (x) =
[ln(x − β )− µ y ]
exp − (4.62)
(x − β )⋅σ y ⋅ 2π 2 ⋅σ y2
+∞
(a + x)
⋅dx
F(x) = exp −∞ (b0 + b1 ⋅ x + b2 ⋅ x )
∫ 2
(4.63)
Donde a, b0, b1 y b2 son constantes que se deben determinar experimentalmente.
En hidrología se usan distribuciones pertenecientes a esta familia de funciones, es decir, son
casos especiales de la general.
1
f (x) = Γ ⋅α ⋅ (x Exp(− x)) ⇒
α −1
para 0 ≤ x < ∞
(4.64)
f (x) = 0 ⇒ para x<0
Γα = (α −1)! (4.65)
5888 Promedio:
x=µ=α ; 0<x<∞ (4.66)
* Varianza: σ2=α (4.67)
5888 Coeficiente de Asimetría:
2
g= (4.68)
α
La función de distribución gamma de un parámetro converge para valores elevados de α hacia
la distribución normal (α > 30) y se puede integrar para valores enteros de α (Figura 4.10).
Figura 4.10 Función de densidad de probabilidad (Yevjevich,1972) de la distribución Gamma
de un parámetro para diferentes valores de α
Figura 4.11 Función de densidad de probabilidad de dos parámetros (Yevjevich,1972) para α=2
y tres valores de β
Po σx
= (4.73)
β
2
β= 2
(4.74)
g
E
= x −σ x ⋅ β (4.75)
= (4.77)
β
2
β= 2
(4.78)
g⋅y
E −σ y
= y⋅ β (4.79)
Siendo Γβ la función gamma de β , σ y la desviación estándar de y, g el coeficiente de
asimetría de y.
El USWRC (1976) recomienda esta ditribución para definir series anuales de crecidas.
Últimamente ha sido bastante cuestionada esta metodología, aunque conviene tenerla presente
en el diseño hidrológico.
Para calcular el coeficiente de frecuencia, k, de la distribución Log-Pearson III (para caudales
máximos anuales), la ecuación recomendada (USWRC, 1976) es:
Log(Q) = x + σ x ⋅ k (4.80)
Tabla 4.12 Factor de frecuencia, k, para la distribución Log-Pearson Tipo III (Adaptado de USWRC, 1976 )
Coeficiente Período de retorno en años
de 2 5 10 25 50 100 200 500 1000
asimetría Probabilidad de excedencia
g 0.50 0.20 0.10 0.04 0.02 0.01 0.005 0.002 0.001
9.0 -0.222 -0.193 0.111 1.339 2.820 4.635 6.687 9.657 12.044
8.0 -0.249 -0.182 0.239 1.554 2.998 4.705 6.599 9.307 11.468
7.0 -0.285 -0.144 0.400 1.765 3.145 4.726 6.949 8.883 10.813
6.0 -0.329 -0.066 0.589 1.960 3.251 4.686 6.226 8.376 10.068
5.0 -0.379 0.057 0.795 2.124 3.300 4.573 5.916 7.771 9.219
4.0 -0.412 0.226 1.000 2.237 3.274 4.367 5.503 7.053 8.252
3.5 -0.412 0.321 1.095 2.268 3.226 4.224 5.252 6.646 7.720
3.0 -0.396 0.420 1.180 2.278 3.152 4.051 4.970 6.205 7.152
2.9 -0.390 0.440 1.195 2.277 3.134 4.013 4.909 6.112 7.034
2.8 -0.384 0.460 1.210 2.275 3.114 3.973 4.847 6.018 6.915
2.7 -0.376 0.479 1.224 2.272 3.093 3.932 4.783 5.923 6.794
2.6 -0.368 0.499 1.238 2.267 3.071 3.889 4.718 5.826 6.671
2.5 -0.360 0.518 1.250 2.262 3.048 3.845 4.652 5.727 6.548
2.4 -0.351 0.537 1.262 2.256 3.023 3.800 4.584 5.628 6.422
2.3 -0.341 0.555 1.274 2.248 2.997 3.753 4.515 5.526 6.296
2.2 -0.330 0.574 1.284 2.240 2.970 3.705 4.444 5.524 6.168
2.1 -0.319 0.592 1.294 2.230 2.942 3.656 4.372 5.320 6.038
2.0 -0.307 0.609 1.302 2.219 2.912 3.605 4.298 5.214 5.907
1.9 -0.294 0.627 1.310 2.207 2.881 3.553 4.223 5.107 5.775
1.8 -0.282 0.643 1.318 2.193 2.848 3.499 4.147 4.999 5.642
1.7 -0.268 0.660 1.324 2.179 2.815 3.444 4.069 4.889 5.507
1.6 -0.254 0.675 1.329 2.163 2.780 3.388 3.990 4.778 5.370
1.5 -0.240 0.690 1.333 2.146 2.743 3.330 3.910 4.666 5.233
1.4 -0.225 0.705 1.337 2.128 2.706 3.271 3.828 4.553 5.095
1.3 -0.210 0.719 1.339 2.108 2.666 3.211 3.745 4.438 4.955
1.2 -0.195 0.732 1.340 2.087 2.626 3.149 3.661 4.322 4.814
1.1 -0.180 0.745 1.341 2.066 2.585 3.087 3.575 4.205 4.673
1.0 -0.164 0.758 1.340 2.043 2.543 3.022 3.489 4.088 4.531
0.9 -0.148 0.769 1.339 2.018 2.498 2.957 3.401 3.969 4.388
0.8 -0.132 0.780 1.336 1.993 2.453 2.891 3.312 3.849 4.244
0.7 -0.116 0.790 1.333 1.967 2.407 2.824 3.223 3.729 4.100
0.6 -0.099 0.800 1.328 1.939 2.359 2.755 3.132 3.608 3.955
0.5 -0.083 0.808 1.323 1.910 2.311 2.686 3.041 3.487 3.810
0.4 -0.066 0.816 1.317 1.880 2.261 2.615 2.949 3.365 3.656
0.3 -0.050 0.824 1.309 1.849 2.211 2.544 2.856 3.243 3.521
0.2 -0.033 0.830 1.301 1.818 2.159 2.472 2.763 3.121 3.377
0.1 -0.017 0.836 1.292 1.785 2.107 2.400 2.670 2.999 3.233
0.0 0 0.842 1.282 1.751 2.054 2.326 2.576 2.878 3.090
-0.1 0.017 0.846 1.270 1.716 2.000 2.252 2.482 2.878 3.090
-0.2 0.033 0.850 1.258 1.680 1.945 2.178 2.388 2.636 2.807
-0.3 0.050 0.853 1.245 1.643 1.890 2.104 2.294 2.517 2.669
-0.4 0.066 0.855 1.231 1.606 1.834 2.029 2.201 2.399 2.532
-0.5 0.083 0.856 1.216 1.567 1.777 1.955 2.108 2.283 2.398
-0.6 0.099 0.857 1.200 1.528 1.720 1.880 2.016 2.168 2.267
-0.7 0.116 0.857 1.183 1.488 1.663 1.806 1.926 2.057 2.140
-0.8 0.132 0.856 1.166 1.448 1.606 1.733 1.837 2.948 2.017
-0.9 0.148 0.854 1.147 1.407 1.549 1.660 1.749 1.842 1.898
-1.0 0.164 0.852 1.128 1.366 1.492 1.588 1.664 1.740 1.785
-1.1 0.180 0.848 1.107 1.324 1.435 1.518 1.581 1.643 1.678
-1.2 0.195 0.844 1.086 1.282 1.379 1.449 1.501 1.550 1.576
-1.3 0.210 0.838 1.064 1.240 1.324 1.383 1.424 1.462 1.482
-1.4 0.225 0.832 1.041 1.198 1.270 1.318 1.351 1.379 1.394
-1.5 0.240 0.825 1.018 1.157 1.217 1.256 1.282 1.302 1.312
-1.6 0.254 0.817 0.994 1.116 1.166 1.197 1.216 1.231 1.238
-1.7 0.268 0.808 0.970 1.075 1.116 1.140 1.155 1.165 1.169
-1.8 0.282 0.799 0.945 1.035 1.069 1.087 1.097 1.104 1.107
-1.9 0.294 0.788 0.920 0.996 1.023 1.037 1.044 1.048 1.050
-2.0 0.307 0.777 0.895 0.959 0.980 0.990 0.995 0.998 0.999
-2.1 0.319 0.765 0.869 0.923 0.939 0.946 0.949 0.951 0.952
-2.2 0.330 0.752 0.844 0.888 0.900 0.905 0.907 0.908 0.909
-2.3 0.341 0.739 0.819 0.855 0.864 0.867 0.869 0.869 0.869
-2.4 0.351 0.725 0.795 0.823 0.830 0.832 0.833 0.833 0.833
-2.5 0.360 0.711 0.771 0.793 0.798 0.799 0.800 0.799 0.799
-2.6 0.368 0.696 0.747 0.764 0.768 0.769 0.769 0.769 0.769
-2.7 0.376 0.681 0.724 0.738 0.740 0.740 0.741 0.740 0.740
-2.8 0.384 0.666 0.702 0.712 0.714 0.714 0.714 0.714 0.714
-2.9 0.390 0.651 0.681 0.683 0.689 0.690 0.690 0.689 0.689
-3.0 0.396 0.636 0.666 0.666 0.666 0.667 0.667 0.666 0.666
-3.5 0.412 0.562 0.570 0.571 0.571 0.571 0.571 0.571 0.571
-4.0 0.413 0.497 0.499 0.500 0.500 0.500 0.500 0.500 0.500
-5.0 0.379 0.399 0.400 0.400 0.400 0.400 0.400 0.400 0.400
-6.0 0.329 0.333 0.333 0.333 0.333 0.333 0.333 0.333 0.333
-7.0 0.285 0.285 0.285 0.285 0.285 0.285 0.285 0.285 0.285
-8.0 0.249 0.250 0.250 0.250 0.250 0.250 0.250 0.250 0.250
-9.0 0.222 0.222 0.222 0.222 0.222 0.222 0.222 0.222 0.222
El cálculo del coeficiente de frecuencia, para una muestra de n valores, se realiza mediante el
uso de los siguientes parámetros estadísticos:
23 Promedio:
∑log(x) =
x= µ (4.81)
N
• Desviación estándar:
∑(log(x)− x ) 2
σx= (4.82)
( N − 1)
5888 Coeficiente de asimetría:
N ⋅ ∑(log(x)− x)3
g = (N − 1)⋅ (N − 2)⋅ (σ x )
3
(4.83)
Si se trabaja con asimetría g=0, la distribución log Pearson III es igual a log-normal.
Ejemplo 4.13
Para el río Mendoza en Guido calcular el caudal máximo medio diario para un tiempo de
Retorno de 100 años.
Tabla 4.13 Caudales máximos medios diarios (1977-1997) del Río Mendoza en Guido
(Argentina)
23 Promedio:
∑log(x) 44.3302
x = =µ= = 2.2165
N 20
• Desviación estándar:
∑(log(x)− x ) 2
0.5969
σx= = = 0.1773
(N − 1) 19
5888 Coeficiente de asimetría:
N ⋅ ∑(log(x)− x)3 (20)(0.07491) 1.4982
g = (N −1)⋅ (N − 2)⋅ (σ x ) = (19)(18)(0.17725) = 1.90452 = 0.7866
3 3
De la Tabla 4.12, entrando con un período de retorno de 100 años un coeficiente de a asimetría
de + 0.7866 e interpolando se tiene un factor de frecuecia de: k = 2.87.
23 = 2.87
Log(Q) = 2.7265
[
Q100 = 532.67 m3 s ]
Los límites de confianza superior (yS) e inferior (yI), para la distribución log Pearson III según
el USWRC (1976) para un grado de confianza α son:
yS = y + kS ⋅σ y (4.84)
yI = y − kI ⋅σ y (4.85)
−a
2
(4.86
k+ k ⋅b )
kS =
a
k− k2− a ⋅ b (4.87
kI =
a )
Con:
z2
a=1−
2 ⋅ (N − 1) (4.88
b= 2
2
z )
k −
N
(4.89
)
Siendo k el factor de frecuencia seleccionado de la tabla 4.12 para el correspondiente valor del
coeficiente de asimetría de la muestra y distintos tiempos de retorno; N el número de datos; y z
el valor de la desviación de la distribución normal, para un predefinido nivel de confianza, α
(Tabla 4.9).
Ejemplo 4.14
Calcular el límite de confianza superior para un tiempo de retorno de 100 años haciendo uso
de la distribución log-Pearson III en el río Mendoza en Guido, paraα un=95% con los
resultados encontrados en el ejemplo 4.13 ( α = γ, de la tabla 4.9 )
De la Tabla 4.12, entrando con un período de retorno de 100 años, un coeficiente de asimetría
de + 0.7866 e interpolando se tiene un factor de frecuencia de:
k = 2.87
Por otra parte, para γ = 0.9505, en el interior de la Tabla 4.9 se lee z = 1.65. Luego, aplicando
las ecuaciones 4.88 y 4.89:
2 2
z 2 (1.65)
b = k 2 − N = (2.87) − 20 = 8.0435
z2 (1.65)2
a=1 − = 1− = 0.9284
2 ⋅ ( N − 1) 2 ⋅ (20 − 1)
Como se necesita sólo el límite superior. De la ecuación 4.86 se tiene:
2
k k + k − a ⋅ b (2.87)+ (2.87)2 − (0.93)⋅ (8.04))
S = a = 0.93
kS = 3.976
Reemplazando kS, en la ecuación 4.84, el límite superior del intervalo de confianza para un
período de retorno de 100 años es:
Es decir, con este límite de confianza (95%), para un período de retorno de 100 años, el error
del caudal es muy elevado, lo que evidencia un alto grado de inseguridad en el cálculo, como
consecuencia de una serie corta (N=20 años) de fuerte asimetría.
Distribución General de Valores Extremos (GEV)
Las tres formas de distribución de valores extremos son casos especiales de la distribución
general de valores extremos (Jenkinson, 1955). La función de distribución acumulada es:
1/ k
x −µ
F(x) = exp − 1 −k⋅ (4.90)
α
En general se puede decir que la distribución GEV es útil cuando no hay suficiente seguridad
para aplicar “a priori” una de las otras distribuciones. Obteniendo por diferentes métodos de
ajuste el valor k, se puede conocer a que tipo de distribución más se ajustará la muestra.
y = α ⋅ (x − β )
La ecuación 4.91 queda:
−e− y
F(X ≤ x) = exp[− exp(− y)]= e (4.92)
Cuando x o y tienden a +∞ ó a -∞, F(x) tiende a 0 ó a 1, respectivamente. Los valores de α y β,
están vinculados a la media (µ) y a la desviación standard (σ) por valores constantes o variables
según sea el tamaño de la muestra. Conocidos µ y σ los valores de α y β son:
β = µ − 0.45 ⋅σ (4.93)
1.28
α= 1 (4.94)
σ
Esta distribución, se debe aplicar sólo a valores extremos de caudales. La función es de interés
práctico importante, no obstante las múltiples objeciones que se le hacen, en el sentido de
aplicar una función sin límites a series de caudales, donde sus valores no pueden ser menores de
cero.
Para calcular el coeficiente de frecuencia, k, de la distribución Gumbel tipo I (valores
extremos), partiendo de la ecuación de densidad de probabilidad de Gumbel, (Chow, 1964) lo
expresa como:
k=− 6 ⋅ γ + ln ln R T (4.95)
π T−1 R
1
TR = (4.96)
π⋅k
1 − exp − exp −γ +
6
x
Pero de la ecuación 4.47 se sabe que: x = 1+ k Cv
Cuando: x = x ⇒ 1 = 1 + Cv ⋅ k . k = 0
Luego, en la ecuación 4.96, cuando k = 0, TR = 2.33 años que es el tiempo de retorno que el U.
S. Geological Survey toma para la creciente anual (U. S. Geological Survey, 1960).
Desde el punto de vista del diseño hidrológico se trabaja con tablas de valores de k, Para ello se
debe definir la “ variable reducida” (Linsley et al., 1975).
La distribución de probabilidad de una variable que puede ser igualada o excedida es:
−e− y
P( x ) = 1 − e (4.97)
Donde y es la variable reducida. El valor de y se relaciona con los datos por la siguiente
ecuación ( Chow et al., 1994 )
y − yn
x=x+ ⋅σ x (4.98)
σn
Esta ecuación es equivalente a la ecuación 4.45 del factor de frecuencia de Chow. Comparando
las ecuaciones 4.45 y la 4.98 se tiene:
y − yn
k= σn (4.99)
Tabla 4.14 Valores de yn y σn en función de la longitud del registro, N, en años.
N (años) yn σn
20 0,52 1,06
30 0,54 1,11
40 0,54 1,14
50 0,55 1,16
60 0,55 1,17
70 0,55 1,19
80 0,56 1,19
90 0,56 1,20
100 0,56 1,21
150 0,56 1,23
200 0,57 1,24
∞ 0,57 1,28
TR
y = − ln ln T − 1
(4.100)
R
La tabla de valores de k (Tabla 4.15), se calcula así: se obtiene primero los valores de y para
diferentes períodos de retorno, (TR) mediante la ecuación 4.100. Luego, con la longitud del
registro, N (en años), se obtienen en la tabla 4.14, yn, σn y de la ecuación 4.99 se obtienen los
valores de k que figuran en la Tabla 4.15
Tabla 4.15 Valores de k para la distribución Gumbel de valores extremos Tipo I (Adaptada
de Linsley et al, 1975).
Ejemplo 4.15
Calcular el factor de frecuencia para un período de retorno de 200 años y una muestra de 50
años, haciendo uso de la distribución de probalidad de valores extremos Gumbel tipo I.
Solución:
Para TR = 200 años, se calcula el valor de la variable reducida y, así:
200
y = −ln ln = 5.296
199
yn = 0.55 ; σ n = 1.16
Ejemplo 4.16
Calcular el caudal máximo medio diario para un período de retorno de 100 años en el río
Mendoza en Guido, considerando la muestra de la Tabla 4.16 de 20 años de registros.
Tabla 4.16 Caudales máximos medios diarios río Mendoza en Guido (Evarsa, 1997).
Solución:
Calculando la media y la desviación estándar de la muestra de caudales de la Tabla 4.16, se
tiene como resultado:
x = 179.5 ; σ x = 87.89
De la Tabla 4.15, para un período de retorno, TR de 100 años y una longitud de registro, N, de
20 años, se obtiene un factor de frecuencia de:
k100 = 3.84
3
Q100 = 179.5 + (87.89) (3.84) = 516 [m /s]
Los valores de las bandas de confianza, para la distribución Gumbel de valores extremos,
considerando una probabilidad igual al 68,27% (que es la probabilidad de una desviación de ± σ
del valor pronosticado en una distribución normal),se pueden construir trazando puntos arriba y
abajo de la curva de frecuencia teórica, graficada en papel Gumbel con distancias verticales ±
dx desde la línea calculada (Figura 4.7). Chow (1964) indica (procedimiento propuesto por Gumbel)
que luego de ordenados los N datos de mayor a menor , se le asigna a cada uno un valor de ranking m , se obtiene
el período de retorno a partir de la probabilidad empírica de Weibull (ecuación 4.13), así:
T = (N + 1) (4.101)
R m
Después se calculan los errores, dx de la siguiente manera:
23 Para m = 1. dx1 = σ x f ( n )
d 0.661⋅ (N + 1)
24 Para m = 2 x = dx ⋅
2
(N − 1)
1
Ejemplo 4.17
Calcular para el río Mendoza en Guido, las bandas de confianza a partir de las distancias
verticales, dxi, de la curva de valores extremos de Gumbel de los caudales anuales máximos
medios diarios de la Tabla 4.19
Tabla 4.19 Caudales máximos medios diarios del río Mendoza en Guido y cálculo de las
bandas de confianza
3
5888 = 87.89 [m /s]
(N − 1) (20 − 1)
0.87
0.877 7
Para m = 3 hasta m = n dx3 = dx1 ⋅ f (T )⋅ = 92.12 ⋅ 2.65 ⋅ = 47.90
N 20
s
F(X ≤ x) = exp − exp − y − (4.102)
t
La distribución, se ajusta con el uso de un factor de frecuencia k, que es igual al que se usa para
Gumbel, estableciendo el límite inferior cero. Se usa al igual que Gumbel para valores
extremos. No deben usarse para series de duración parcial, sino sólo para anuales.
Distribución de Wakeby
Esta distribución fué introducida en los análisis de los valores de caudales máximos por
Houghton. Como define Houghton en su trabajo, esta distribución es una distribución “parent”
(madre u origen de las otras). Es una distribución de 5 parámetros que supera a las tradicionales
de dos o tres parámetros, de modo que se muestra más flexible sobretodo en relación con la
separación de la cola derecha y de la izquierda de la distribución.
En el uso de distribuciones tradicionales, las observaciones menos frecuentes (valores altos)
tienen efectos en la “cola derecha” de la distribución, en cambio las observaciones de valores
más bajos (“cola izquierda”) no agregan información a una distribución particular. Wakeby
separa estas colas mejorando el cálculo de valores altos, explicando el “efecto de separación”.
La función inversa de distribución de probabilidad es:
Donde F es la variable uniforme (0, 1), F = F(x), a, b, c y d son siempre positivas y e a veces
es positiva. ( Houghton, 1978 )
Aplicaciones frecuentes en diseño hidrológico
Las funciones de distribución de variables aleatorias tienen una fuerte aplicación en diseño
hidrológico. Una distribución de probabilidad es una función que representa la probabilidad de
ocurrencia de una variable aleatoria. Esto significa que el ajuste de los datos de una muestra de
una variable hidrológica permite describir en forma compacta, la función y sus parámetros,
explicando mediante ellos, el comportamiento a esperar de la variable hidrológica.
Si una variable hidrológica x se obtiene por medio de una muestra de una población, el
procedimiento común en estadística, es primero seleccionar la función de distribución que
mejor ajuste. Esta selección se hace mediante la experiencia adquirida en el tratamiento de la
misma variable, en otros lugares o situaciones conocidas (caudales de los ríos, lluvias en un
lugar) o también por consideraciones físicas (régimen hidrológico, condiciones meteorológicas)
o simplemente por ensayo y error. Actualmente, esto es posible con el uso de la computación y
los programas existentes que permiten hacerlo con facilidad y rapidez .
El segundo paso, es estimar los parámetros de esa distribución por métodos de ajuste ya vistos
para finalmente calcular los límites de confianza y realizar las pruebas de bondad de ese ajuste.
Después que los datos han sido ordenados y depurados el principal objetivo de la inferencia
estadística es la estimación de los parámetros de la función de distribución de probabilidad.
Cuanto más confiable sea la estimación de los parámetros en la muestra, mejor y más confiable
será la información que se puede extraer del análisis estadístico. Si los datos son buenos a
mayor número de ellos más cercano se estará de la verdadera distribución.
Los métodos de ajuste son de dos clases: analíticos y gráficos. El cálculo analítico con resultado
analítico-gráfico es incluido en los software actuales. En general el cálculo de parámetros para
ajuste de la curva de distribución se hace por tres métodos analíticos: el método de los
momentos; el método de mínimos cuadrados y método de máxima verosimilitud
Métodos Analíticos
Los métodos descritos a continuación, son los ajustes analíticos de un conjunto de datos a una
curva de distribución de probabilidad.
Método de los Momentos ( Chow et.al., 1994 ; Yevjevich, 1972 )
Por este método introducido por Pearson, se establecen relaciones entre los N parámetros de la
distribución seleccionada y los n primeros momentos de la muestra. Así para cada parámetro α,
β, ..n tendrá una ecuación:
23 = f1 (µi ,µi+1 ....)
23 = f2 (µ j ,µ j+1 ....)
....
N = fN (µk ,µk +1 ....)
Es decir, habrá tantas ecuaciones como parámetros. Se pueden tomar momentos centrales o
momentos alrededor del origen.
Este método es teóricamente exacto, pero su exactitud se ve muy afectada por errores de los
datos en las colas de la distribución donde los brazos de los momentos son largos y los errores
magnificados.
Los datos deben ser ajustados mediante la mejor estimación de los parámetros α, β, γ.El método
minimiza la suma de los desvios al cuadrado de los valores observados y los calculados, así:
N N
Donde: xi e yi son las coordenadas de los datos observados y N el número de datos (tamaño de
la muestra). La línea dada por la función f(x, α, β, γ ...) debe también ser minimizada y por lo
tanto, todas las primeras derivadas parciales con respecto a α, β , γ deben ser cero:
Por lo tanto:
N N
∂∑(yi − y) 2
∂∑(yi − y)2
i =1 =0 ; i =1 = 0 ; ... (4.107)
∂α ∂β
y=α⋅x+β
N
⋅
∑ xi yi − N ⋅x y
α= i =1
N
(4.108)
∑ xi2 − N ⋅x 2
i =1
β = y − αx (4.109)
N N N
y
∑ i =α ⋅ N + β ⋅ ∑ xi + γ ⋅ ∑ xi2 (4.110)
i =1 i =1 i =1
N N N N
x
∑ i ⋅ yi = α ⋅ ∑ xi + β ⋅ ∑ xi 2
+γ ⋅ ∑ xi3 (4.111)
i =1 i =1 i =1 i =1
N N N N
Para poder aplicar eficientemente mínimos cuadrados, se deben satisfacer tres condiciones:
23 Los errores entre lo observado y lo calculado deben ser distribuidos en forma relativamente
simétrica.
24 Los errores son mutuamente independientes de la línea de regresión.
25 La varianza a lo largo de la línea es constante.
Estas condiciones, se cumplen muy raramente en hidrología, especialmente la segunda y la
tercera por lo tanto, es muy frecuente el uso de logaritmos para linearizar la ecuación de mejor
ajuste.
Como uno alcanza su máximo valor, para ciertos valores de α, β,..., se aplican logaritmos; luego
la ecuación es:
N N
Ln(L) = ln Π f (xi ;α, β..) = ∑ln( f (xi ;α, β ,...)) (4.115)
i=1 i=1
∂ ln(L) ∂ ln(L)
=0 ; = 0 ; ... (4.116)
∂α ∂β
El método da mejores resultados para muestras grandes En este caso, provee la mejor
estimación de los parámetros, aunque su aplicación práctica resulta la más compleja que otros
métodos.
Métodos Gráficos
El poner directamente los datos a un gráfico preestablecido es una forma práctica muy corriente
en diseño hidrológico. Se grafica una variable en las ordenadas y la frecuencia o tiempo de
retorno en las abscisas. Esto es lo que se llama posiciones de graficación (“plotting positions”).
La selección de escalas de graficación para distribuciones de frecuencia, con los programas de
computación actuales, resultan bastante triviales; no obstante, existen ciertos criterios que se
pueden tomar como indicativos de la curva de mejor ajuste. Lo deseable es obtener gráficos que
se ajusten lo más posible a una recta para facilitar su interpretación y extrapolación.
Con el fin de unificar criterios, se acostumbra poner tiempos, probabilidad o tiempo de retorno
en el eje x y caudales, volúmenes, alturas o el valor del evento en el eje y. Las series anuales de
valores extremos se grafican bien con escala natural. En caso de rangos muy grandes de
caudales se puede usar escala logarítmica para caudales. Las series de duración parcial se
ajustan bien en escala logarítmica para caudales (eje y) y normal para frecuencias (eje x ).
En resumen, es importante destacar que la distribución Gumbell de valores extremos no da
resultados satisfactorios para series de duración parcial de crecientes y de lluvias. Las series de
duración parcial de lluvias ajustan, generalmente bien en escalas logarítmicas doble (lluvias vs
tiempo de retorno) o log-normal. En cambio las series parciales de caudales máximos, ajustan
bien con escalas log-normal (caudal en eje y a escala logarítmica de frecuencia en el eje o escala
normal de probabilidad en el eje x).
En el análisis de caudales de crecientes, se debe tener especial cuidado en analizar
separadamente las crecientes causadas por diversos factores meteorológicos o geológicos. Así,
por ejemplo, en un río se pueden tener crecientes producidas por fusión nival estacional
(primavera – verano) en las cuencas altas y otras producidas por lluvias intensas en cuencas
medias y bajas. El criterio del hidrólogo y el conocimiento de las condiciones climáticas de la
cuenca, resulta fundamental para no mezclar muestras que en realidad provienen de poblaciones
diferentes.
Igualmente, se dan casos de ríos afectados, eventualmente, por descargas súbitas de roturas de
diques glaciarios ó derrumbes. Estas situaciones, de carácter geológico, se deben considerar y
tratar separadamente (normalmente en forma no estadística), pues sus valores, generalmente
importantes, pueden deformar la distribución estadística de valores normales.
Los conceptos analíticos referentes a las ecuaciones de distribución y el criterio práctico, del
conocimiento hidrológico se deben aplicar para realizar la selección del papel de graficación a
usar.
Graficados los puntos, se trata de trazar la recta de mejor ajuste. Esta recta, se puede trazar
gráficamente (ajuste visual) o encontrar sus parámetros por alguno de los métodos analíticos
descritos. La lectura directa de los valores y/x en la recta de mejor ajuste (o su prolongación)
dará los resultados buscados.
En la Tabla 4.21 se presentan las representaciones gráficas más comunes y los ejes coordenados.
Cuando existe una fuerte asimetría, es preferible trabajar con logaritmos en el eje de la variable.
Una curva de frecuencia desarrollada a través de una muestra de datos, se supone que es la
mejor estimación de la curva de frecuencia de la población.
2
para la curva H/Q del Río Mendoza en
2
Test de Ji-cuadrado (χ )
Este tema se puede ver en detalle en los libros de estadística o software especificados en la
bibliografía. Este método se usa tanto para verificar distribuciones de probabilidad, ya sean
distribuciones continuas con grupos de datos expresados como frecuencia absolutas de
intervalos de clase o como frecuencias absolutas en distribuciones discretas. Es un método
paramétrico que se evalúa mediante la expresión:
−n⋅
2
N (f p
i
)2
χ (4.117)
i
=
∑
i=1 n ⋅ pi
Ejemplo 4.18
−Q)
2
N (Q 2
χ = ∑ o c
= Q
i1 c
La ecuación 4.118 es ligeramente mejor que la 4.119, ya que presenta menor valor de χ 2 .
Al analizar los datos de un evento (lluvias, caudales) para realizar curvas de frecuencia y
graficar los datos, es frecuente encontrar puntos que se separan en forma más o menos sensible
de la línea media de frecuencias. Estos datos pueden ser altos o bajos o ambos,
consecuentemente, su inclusión sin un análisis previo puede llevar a una curva de frecuencias
distorsionada con relación a la que la muestra podría indicar. El USWRC (1982) define outlier
como “Evento extremo o dato puntual que se separan de la tendencia general de la muestra”.
En realidad, el análisis es primeramente subjetivo, un análisis de consistencia de los datos
resulta útil, por lo menos para separar datos dudosos provenientes de errores de medición. Una
investigación, por ejemplo de un invierno con fuerte acumulación de nieve, seguido de altas
temperaturas en primavera y verano, puede ser una causa natural, que aclare el concepto del
dato registrado o lluvias antecedentes que hayan saturado el suelo, seguido de fuertes lluvias
que producen altos caudales en un río de régimen pluvial o pluvionival.
Los datos dudosos altos pueden también deberse a factores naturales no meteorológicos como lo
son la rotura de diques glaciarios o diques formados por derrumbes de tipo geológico que luego
se rompen. Estos casos, generalmente, se detecta una secuencia de caudales anormalmente
bajos, durante los días anteriores al caudal alto, como consecuencia de la retención en el lago
formado y la subsecuente onda al romperse el dique natural. Estos valores atípicos no se pueden
considerar como pertenecientes a la misma muestra.
El USWR Council (1982) establece un método para detectar datos dudosos altos y bajos,
respectivamente; ecuaciones 4.121 y 4.122.
ya = y + ko ⋅σ y (4.121)
yb = y − ko ⋅σ y (4.122)
Tabla 4.23 Parámetros del test de datos dudosos para 10% de nivel de significancia para
distribución normal
Ejemplo 4.19
Para el río Mendoza en Guido, realizar un test de datos dudosos con: y = 2.21651 y σy = 0.17725
Las crecidas de ciertos ríos son formadas por diferentes tipos de eventos que son a veces de
distinto origen. Un caso frecuente pueden ser crecientes de tipo nival, a las que se superponen
crecientes pluviales. En este caso el análisis se puede realizar superponiendo el factor de fusión
nival, generalmente en las cuencas altas, al de lluvias en las cuencas medias y bajas. Cuando
ambos componentes son producidos por fenómenos meteorológicos (fusión nival y tormentas de
lluvia), los datos medidos (si existen) integran ambas poblaciones y en general, la separación de
eventos se hace en función de la época de fusión nival y la de lluvias, es decir, separación por
estaciones del año (separación por calendario).
En ríos de régimen nival y pluvionival y cuencas grandes, la propia cuenca integra todo y los
datos pueden ser tratados, como una serie proveniente de una población. Hay casos que esto no
es posible, como por ejemplo ríos de regimen nival con largas crecientes de primavera – verano
(de fusión nival) y picos de lluvias torrenciales montados sobre el hidrograma de fusión nival.
En este caso, se aconseja tratar ambos componentes por separado.
Existen casos más complicados cuando, se agregan crecientes producidas por fenómenos no
meteorológicos, como por ejemplo, rotura de diques glaciarios o de derrumbes que producen
una acumulación temporaria que genera una onda de crecida, al romper el dique natural. En este
caso se aconseja tratar el problema como determinístico, con aplicación de un modelo de rotura
de presa (por ejemplo) independiente del análisis de frecuencia de las crecientes normales de
causas meteorológicas ( ver en el CD modelo DAMBRK )
Π es el producto infinito.
i=1
Pc = P1 + P2 − P1 ⋅ P2 (4.124)
Estas ecuaciones son validas cuando cada curva de frecuencia usada para desarrollar la curva
combinada se supone que son independientes.
La ecuación fundamental de probabilidad combinada de dos probabilidades independientes es:
Pc = P1 ⋅ P2 (4.125)
1− (1− P1 )⋅ (1- P2 )
Finalmente:
Pc = 1− (1− P1 − P2 + P1 . P2 )
(4.126)
Pc = 1 −1 + P1 + P2 − P1 . P2
Pc = P1 + P2 − P1 . P2
5
Análisis de Correlación
y Análisis Regionales
Los análisis de correlación con el objeto de transferir información entre dos puntos de una
cuenca hidrográfica, donde la misma variable ha sido registrada, o entre varias variables
observadas simultáneamente constituyen una práctica hidrológica de uso frecuente.
Igualmente esta práctica se utiliza para completar datos perdidos en series hidrológicas o para la
predicción de los valores de una variable en función de otros parámetros o variables medidos u
observados.
Los análisis hidrológicos se hacen mas robustos cuando es posible realizar, para cuencas
semejantes, estudios regionales que permiten una mas adecuada generalización de los
resultados.
Regresión
Una curva ajustada a todos los valores medios de y para determinados valores de x, se le
llama la línea de regresión de y versus x. Por otra parte una curva ajustada a los valores
medios de x para determinados valores y , es la línea de regresión de x versus y. Estas
dos líneas no coinciden y sus ecuaciones tienen diferentes parámetros. La ecuación que
define esa línea, y = f(x) ó x = f(y), es la ecuación de regresión. Generalmente, una
variable se considera dependiente “y”; y la otra o las otras “x”, son consideradas
independientes y = f(x1, x2.....xn).
Encontrada una correlación entre variables, esta es mejor cuanto menor dispersión tengan los
puntos alrededor de la línea de regresión.
Coeficiente de correlación
El coeficiente de correlación es la forma más frecuente de expresar el grado de asociación entre
dos variables:
N N
∑((xi − x )⋅ (yi −y )) ∑ xi . yi − N . x .y
r= i=1
= i=1
(5.1)
N ⋅σ x ⋅σ y N ⋅σ x ⋅σ y
Correlación falsa
El criterio hidrológico debe prevalecer antes de pretender hacer correlaciones absurdas; se debe
considerar este análisis en zonas hidrológica o meteorológicamente homogéneas, ya que se
pueden obtener correlaciones aparentes. Igualmente, en el caso de correlaciones múltiples, se
debe tener en cuenta el número de variables para evitar la correlación falsa, la cual se presenta
cuando el número de variables es igual al de observaciones. En este marco, se deben tener en
cuenta el grado de libertad (GL) que es la diferencia entre el número de observaciones (N) y el
número de variables (NV):
GL = N − NV (5.2)
Si el grado de libertad es igual a cero se tiene una correlación falsa. Resulta importante en este
contexto preseleccionar con sentido hidrológico las variables. En una correlación múltiple de 5
o más variables, es aconsejable ir descartando aquellas que no acusan valores significativos para
explicar la asociación (coeficientes de correlación parciales).
y = ao + a1x + a2 X 2
x – xo
y − yo y − yo = a1+ 2a1xo + a2[(x − xo)]
x − xo x − xo
y
y = a + b/x 1/x [y] = a + b [1/x]
x/y
y = x/(a + bx) x [x/y] = a + b [x]
1/y
y = a/(b + cx) x [1/y] = (b/a) + (c/a) [x]
∆
dy
= log(ab) + (a loge)[x]
ax
y = c + be x log y log
∆x dx
dy
y = c + axb logx log
∆y log = log(ab) + (b −1)[log x]
∆x dx
b x-x0 x − xo
y=c+ x − xo
= − a − xo + 1
[x − xo]
x−a y − yo y − yo c − yo c − yo
x x x − xo b(a + bxo)
y=c+
a + bx y − yo x − xo
= a + bxo) + [x]
y − yo a
En la referencia bibliográfica hay 4 funciones mas
Ejemplo 5.1
Calcular los caudales máximos medios diarios del río Tupungato en la estación de aforo de
Punta de Vacas basado en los datos del río Mendoza en Guido, Argentina.
Tabla 5.2 Caudales máximos medios diarios en los ríos Tupungato y Mendoza (Evarsa,
1995)
QT = 0.431. QM + 18.508
Ejemplo5.2
Obtener las ecuaciones de pronóstico del volumen esperado en el período octubre a marzo en
el río Atuel (Mendoza) en función del volumen medido al final del invierno (septiembre) y el
equivalente de agua en nieve medido a principios de octubre.
Tabla 5.4 Volúmenes del río Atuel y equivalente de agua en nieve
Solución:
Para el cálculo se consideraron los registros de caudales de 24 años medidos en el río Atuel en
la estación de aforo de La Angostura y los valores de equivalente de agua en nieve en la
sección de medición de nieve de Valle Hermoso
Tomando como variable dependiente los volúmenes observados entre octubre y marzo en el río
Atuel y como variables independientes el volumen observado en septiembre y el equivalente de
agua en nieve, medido a principios de octubre, se calcula con el software Excel, la siguiente
ecuación
Ecuación de Regresión Múltiple para los valores de volúmenes acumulados entre octubre y
marzo:
VAT = 4.1645 ⋅Vs + 0.371⋅ Ea + 167.19 (5.3)
R = 0.91; R2 = 0.8281
Aplicando la ecuación 5.3 para el año 1967( Tabla 5.4 ) es para: Vs = 47.8 ; Ea = 576
V
AT = (4.1645)⋅ (47.8)+ (0.371)⋅ (576)+ 167.19 = 579.94Hm3
3
Tabla 5.7 Control de pronóstico de volúmenes del río Atuel 1967/68 (Hm )
Oct. Nov. Dic. Ene. Feb. Mar Total
Observado
53.5 76.2 130.00 124.00 109.60 89.80 578.8
Pronóstico 67.79 98.0 120.45 124.99 93.43 75.21 579.94
Error +14.29 +21.8 -9.55 +0.99 -16.17 -10.40 +1.14
Error en % +27 +28.6 -7.34 +0.79 -14.75 -12.12 +0.17
Desagregación Mensual:
La desagregación mensual de la tabla 5.7, se realiza planteando también ecuaciones de
correlación múltiple con los valores acumulados entre períodos con un mes menos: O sea entre
octubre y febrero; octubre y enero; octubre y diciembre, octubre y noviembre y solo octubre.
Volumen octubre/ febrero V (10-2) = 0.9021( VAT ) – 18.4315 = 0.9021 ( 579.94) – 18.4315 =
504,73
Volumen octubre / enero V 10-1 = -0.7198 ( VAT ) + 1.6158 ( V10-2 ) + 13.992 = -0.7198
(579.94 ) +1.6158 ( 504.73 ) + 13.1992 = 411.30
Ejemplo 5.3
Calcular la curva de duración de caudales para el río Mendoza en Guido (Argentina), con los
datos de la Tabla 5.8.
La Tabla 5.8 corresponde a una composición de los datos publicados por Evarsa (Evarsa,
1994) y los correspondientes al banco de datos del INA (Instituto Nacional del Agua – Centro
Regional Andino) para el año hidrológico Julio – Junio )
Tabla 5.8 Caudales medios mensuales (1956– 1994) de río Mendoza en Guido (Argentina).
Año Jul. Ago. Set. Oct. Nov. Dic. Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Medio Anual
56 17.3 17.7 19.0 22.1 26.8 30.9 53.7 53.9 43.2 27.9 21.7 18.2 29.3
57 17.0 15.9 16.4 18.0 31.8 67.4 78.5 55.6 38.3 23.0 18.2 15.5 32.8
58 14.9 15.0 17.7 36.6 41.3 52.1 53.4 66.5 45.4 22.9 23.5 19.6 33.8
59 17.8 18.1 23.2 26.8 38.3 64.8 93.1 76.0 45.7 26.2 20.5 17.3 38.9
60 16.1 14.8 16.8 22.0 42.4 77.5 67.3 56.5 39.5 24.2 20.1 17.3 34.5
61 17.7 18.5 15.9 28.6 61.7 95.5 77.5 69.4 46.6 28.7 23.3 19.8 42.0
62 17.1 17.7 17.4 19.9 36.1 47.7 55.5 54.6 40.0 26.5 19.4 17.3 30.8
63 16.3 15.1 16.1 19.8 20.5 108.8 143.1 83.9 48.7 32.1 25.4 20.9 46.0
64 18.8 17.9 19.5 19.9 25.3 29.3 42.8 46.0 40.4 25.9 19.5 17.6 26.8
65 15.8 14.7 18.4 31.5 61.0 64.2 110.9 76.8 51.0 35.9 25.9 21.6 43.9
66 20.1 19.5 21.5 25.9 37.4 47.5 61.5 70.5 41.7 32.3 23.3 18.4 34.9
67 16.6 15.7 16.1 17.5 22.7 48.1 58.3 61.4 41.4 24.3 19.1 16.8 29.8
68 15.5 15.0 13.9 13.4 19.4 23.3 45.8 56.3 38.6 17.9 15.5 12.7 23.7
69 11.9 11.5 13.4 14.2 29.5 94.7 80.9 71.0 45.1 31.0 22.3 17.9 36.8
70 16.3 16.4 16.9 18.1 27.2 36.2 35.0 37.2 27.2 20.9 16.7 14.3 23.3
71 14.8 15.7 17.6 22.0 40.9 49.6 68.0 54.0 34.6 24.8 20.7 18.2 31.9
72 15.7 16.0 17.5 21.6 37.8 117.5 181.2 127.6 82.6 45.8 32.0 25.6 59.9
73 20.7 19.1 20.2 23.5 45.5 61.8 96.4 75.7 50.7 33.5 23.0 20.0 40.7
74 19.3 20.7 20.4 29.5 44.3 55.4 94.8 71.0 44.1 31.1 26.1 22.2 39.7
75 18.9 17.8 19.7 19.5 26.5 58.9 79.7 48.3 35.1 22.5 18.6 17.2 31.9
76 17.4 16.5 16.8 16.8 26.8 33.5 54.7 42.3 43.5 25.6 21.4 18.4 27.6
77 17.1 18.2 26.3 43.3 63.3 127.5 102.2 75.8 48.7 31.6 23.6 21.0 49.8
78 20.5 23.1 24.5 36.4 62.3 154.0 165.2 95.6 63.1 40.5 31.0 26.2 61.7
79 22.8 24.0 23.0 38.1 38.6 62.2 111.3 79.7 68.7 49.8 37.2 30.2 48.8
80 26.3 26.5 29.8 33.2 55.2 131.6 98.8 105.3 76.3 41.5 31.9 26.6 56.7
81 23.2 22.3 22.4 25.5 40.3 59.4 91.1 77.1 42.4 31.5 24.7 22.0 39.9
82 22.0 22.7 29.2 35.2 75.2 204.4 265.9 198.4 105.8 65.3 46.8 37.5 91.9
83 34.3 31.7 29.2 49.5 77.2 154.1 151.4 128.8 77.5 51.1 39.0 35.2 71.5
84 25.3 22.0 27.1 44.4 65.6 112.6 119.1 115.7 81.4 45.1 39.1 34.2 60.7
85 33.9 30.3 27.6 28.8 58.3 85.7 101.1 89.3 57.8 35.6 32.0 28.4 50.5
86 28.3 26.9 27.6 36.2 62.1 165.1 176.0 134.3 98.1 48.4 41.3 34.7 73.2
87 36.2 35.5 34.8 51.9 140.0 225.9 204.0 139.3 101.8 68.5 46.7 43.0 94.0
88 35.0 34.7 35.5 37.3 56.7 70.9 104.6 116.4 50.1 37.5 30.0 27.2 51.9
89 23.7 22.2 25.4 33.1 73.3 78.9 89.7 76.2 43.7 26.2 19.8 22.9 44.4
90 18.6 21.6 23.6 27.1 42.7 50.7 70.8 66.1 51.0 30.7 28.2 26.4 38.0
91 25.0 24.9 31.4 31.9 46.8 80.2 144.0 110.6 91.3 51.5 44.5 27.0 59.0
92 23.2 22.8 22.7 33.1 54.2 76.5 103.3 92.3 60.6 36.6 36.7 28.8 49.0
93 25.5 25.5 27.6 31.5 44.6 70.8 108.1 71.1 56.9 32.5 26.3 23.5 45.3
94 20.6 21.9 24.8 26.3 55.3 128.7 98.3 76.8 53.2 41.6 28.2 23.9 49.9
Solución:
La muestra de la Tabla 5.8 tiene una longitud de registro de:
n= 39 años
Para cada año hidrológico (Jul- Jun), se obtiene el promedio anual del caudal medio mensual,
consignado en la última columna de la Tabla 5.8, a partir del cual se estiman las frecuencias
acumuladas presentadas en la Tabla 5.9 (Se muestran sólo algunos valores característicos para
ilustrar el ejemplo).
La primera columna, son valores extraídos de la ultima columna de la Tabla 5.8, ordenados en
forma decreciente; la segunda columna de la Tabla 5.9, es la frecuencia absoluta acumulada de
caudales mayores o iguales al observado. La tercera, es la frecuencia relativa, en porcentaje,
que el caudal sea igualado o excedido, calculada de la siguiente manera:
f f
23= N i ⋅100 = i ⋅100
39
Luego graficando las columnas 1 y 3 se obtiene la curva de duración para los caudales medios
anules del río Mendoza Guido (Figura 5.3).
.
Figura 5.3 Curva anual de duración de caudales río Mendoza Guido
De la curva se observa que existe un 10% de probabilidad que el caudal medio anual sea igual
o mayor de 67.7 m3/s, y un 90% que sea igual o mayor de 28.4 m 3/s. De los datos de la Tabla
5.8 se sabe que los caudales que cumplen con estas probabilidades, es decir, los valores críticos
a tener en cuenta en el diseño hidrológico, en este caso, corresponden a los caudales mínimo y máximo de la
serie anual, así:
3
Q MIN = 23.3 m s ⇒ Año hidrológico 70 - 71
Q MAX = 94 m3 s ⇒ Año hidrológico 87 - 88
En igual forma, tomando las series de cada mes en las columnas de la Tabla 5.8 y haciendo el
mismo análisis a nivel mensual, se obtiene la Tabla 5.10 de duración de caudales mensuales.
Las dos últimas columnas, de la Tabla 5.10 corresponden a los valores mínimos y máximos
mensuales de la serie.
Tabla 5.10 Probabilidad de caudales mensuales clasificados para el río Mendoza en Guido.
Con este propósito, se calcularon los percentiles de los caudales medios mensuales del período
56-94, definiendo al caudal correspondiente a una probabilidad del 10% de ser superado o
igualado como el del año de abundancia decenal y al de probabilidad 90% de ser superado o
igualado como el del año de sequía decenal. La Tabla 5.11 muestra los resultados de esta
aplicación.
Las CDC son series de duración parcial, no cronológicas, por eso al no tener en cuenta los
períodos del año en que se producen los caudales, significa que se puede trabajar con series no
completas y como se mencionó no se debe definir en base a las CDC los requerimientos de
regulación para un embalse, los que deben estar relacionados con diferentes épocas del año en
un balance detallado de entradas y salidas cronológicas. Si bien, es frecuente su uso con
caudales anuales mensuales o diarios, se puede también usar en caudales ecológicos u horarios.
Como la secuencia cronológica no está enmarcada en la CDC, esta condición restringe su uso a
la determinación del potencial de agua disponible.
Extensión y generación de la CDC en cuencas homogéneas
Cuando se tienen dos cuencas hidrológicamente homogéneas (Saenz, 1998) con sus
respectivas curvas de duración de caudales, CDC, una con un período largo de datos
(cuenca A) y la otra con uno corto (cuenca B), y se quiere o necesita aprovechar la
longitud del registro de la CDC de mayor extensión se procede de la siguiente manera:
23 Se deduce otra CDC para la cuenca A, usando el mismo período de registro que se
corresponde al de la cuenca B (registro corto). Se tienen entonces para la cuenca A dos
curvas de duración de caudales, una obtenida con el registro largo de caudales y otra con el
registro corto. Lo más probable es que estas dos curvas sean diferentes.
5888 Usando ambas curvas de la cuenca A para el mismo porcentaje de tiempo en que el
caudal
es igualado o excedido, se obtienen una serie de valores de la relación Ai para cada uno de
los porcentajes de la frecuencia de excedencia.
A = Qi registro l arg o A (5.4)
i Q registro corto
i
AB
Q =
B A ⋅ QA (5.6)
A
Luego, con la Ecuación 5.6, para cada caudal de la cuenca A, de su CDC, se obtiene el caudal
de la cuenca B (sin datos) para igual porcentaje de tiempo, generando así una curva para la
cuenca B.
Este procedimiento (McCuen, 1998) es una aproximación útil para diseños hidrológicos en
estudios de factibilidad, pero no reemplaza a los métodos más exactos para realizar este calculo.
Este método resulta útil como un trabajo previo para trabajar con modelos de fondo móvil
(HEC, 2008), cálculo de erosión y transporte de sólidos en ríos.
Integrando la curva de duración de caudales y la de descarga de sedimentos se obtienen tablas y
gráficos de producción esperada de sedimento. Este cálculo conviene hacerlo a nivel diario y
luego multiplicar por 365 días de un año y dividir por el área en kilómetros cuadrados de la
cuenca. Los pasos a seguir son los siguientes:
5888 Dividir la escala de excedencia ( en porciento ) de la CDC en intervalos (escala X de
la Figura 5.3) (no necesariamente iguales) Se aconseja usar alrededor de 20 intervalos
5889 Calcular el rango de cada intervalo y determinar su punto medio.
5890 De la CDC anual, obtener para cada punto medio de los intervalos el caudal
característico.
5891 De la ecuación de descarga de sedimentos que se obtiene por regresión en función de
los datos registrados de caudal sólido, estimar la descarga diaria de sedimentos para cada
una de las descargas obtenidas en el paso 3.
5892 Calcular el valor esperado de los sedimentos en toneladas por día como producto del
intervalo del paso 2 (expresado en tanto por uno) por los valores del paso 4
5893 La suma de los valores obtenidos en el paso anterior es el total esperado de
sedimento por día (valor medio).
5894 El total de sedimento por año y por km2 se expresa mediante la ecuación:
(∑Qs )⋅ (365)
QT = (5.7)
A
2
Donde: QT es el caudal sólido total en t/año/km .
Qs es el caudal sólido en t/día.
2
A es el área de la cuenca en km
Ejemplo 5.4
Estimar la producción de sedimentos para diferentes rangos de frecuencia del río Mendoza en
2
Guido (Argentina), de 8180 km ubicada a una cota media de 1500 ms.n.m., haciendo uso de
los datos de la Tabla 5.12 (AyEE, 1970).
Tabla 5.12 Mediciones de sedimentos totales (sólidos en suspensión), período 1956/1964
Dividiendo los valores de la tabla 5.12 por el número de días de cada mes se obtiene la Tabla
5.13. de los caudales medios diarios de cada mes en miles de toneladas por día
Tabla 5.13 Caudal sólido medio diario en miles de toneladas por día para cada mes
Año Jul. Ago. Set. Oct. Nov. Dic. Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun.
56-57 S.O. S.O. S.O. S.O. 2.76 1.98 S.O. 9.33 S.O. S.O. 0.33 0.30
57-58 0.28 0.43 0.62 0.74 12.96 32.34 24.72 S.O. S.O. 0.05 0.18 0.16
58-59 0.17 S.O. 0.17 10.07 11.22 7.15 S.O. 29.14 20.17 0.61 0.29 0.10
59-60 0.02 0.03 2.48 1.81 5.91 30.17 76.01 45.68 8.95 0.11 S.O. S.O.
60-61 S.O. S.O. 0.27 1.52 20.63 49.1 51.52 20.51 5.75 0.53 0.08 S.O.
61-62 0.02 0.35 0.14 7.43 29.42 61.74 28.02 27.28 S.O. 0.28 S.O. S.O.
62-63 S.O. S.O. 0.09 0.94 6.38 11.04 15.93 15.71 4.95 S.O. S.O. S.O.
63-64 S.O. S.O. 0.07 0.74 0.38 158.3 187.8 55.24 3.84 0.13 S.O. S.O.
Año Jul. Ago. Set. Oct. Nov. Dic. Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Medio Anual
56-57 26.8 30.9 53.7 53.9 43.2 27.9 21.7 18.2 29.3
57-58 17.0 15.9 16.4 18.0 31.8 67.4 78.5 55.6 38.3 23.0 18.2 15.5 32.8
58-59 14.9 15.0 17.7 36.6 41.3 52.1 53.4 66.5 45.4 22.9 23.5 19.6 33.8
59-60 17.8 18.1 23.2 26.8 38.3 64.8 93.1 76.0 45.7 26.2 20.5 17.3 38.9
60-61 16.1 14.8 16.8 22.0 42.4 77.5 67.3 56.5 39.5 24.2 20.1 17.3 34.5
61-62 17.7 18.5 15.9 28.6 61.7 95.5 77.5 69.4 46.6 28.7 23.3 19.8 42.0
62-63 17.1 17.7 17.4 19.9 36.1 47.7 55.5 54.6 40.0 26.5 19.4 17.3 30.8
63-64 16.3 15.1 16.1 19.8 20.5 108.8 143.1 83.9 48.7 32.1
De las Tablas 5.13 y 5.14 se obtienen, para iguales períodos, los valores para calcular la curva
de aforo del caudal sólido (sedimentos en suspensión), cuyos valores se presentan en la Tabla
5.15 (se presenta sólo una parte). Cabe mencionar que para obtener puntos de la curva de
aforo de sedimentos, se deben considerar sólo los meses en que existen ambas mediciones de
caudal sólido y líquido
3 3
Tabla 5.15 Secuencia cronológica de caudal líquido (m /s) y caudal sólido (Tn/día x 10 ) de
valores medios diarios mensuales.
El total de sedimento esperado por año se obtiene de la suma de la columna 6 multiplicado por 365:
t día
QT = 10678.60 ⋅ 365
día año
QT = 3897.68 x.10. 3 t
año
2
Si se quiere el coeficiente medio de degradación de la cuenca se divide por el área en km , así:
Q T
3897.68x10.3 t t
Coef .deg r = = 2 = 476.49 2
Las curvas de masa (volúmenes acumulados a través del tiempo) son muy útiles en estudios
preliminares de aprovechamiento de un río, como por ejemplo, en la evaluación de la capacidad
necesaria de regulación para una determinada demanda, en un río. Las curvas de masa dan una
idea de los ciclos o tendencias que a través del tiempo ha tenido un río. La pendiente de la curva
en un período es una medida del aporte del río en ese período.
El uso de estas curvas es una antigua práctica del diseño hidrológico y de la hidrología
cuantitativa, todavía vigente como elemento de visualización y prediseño. Se le asigna su
primer desarrollo, al ingeniero austríaco, W. Rippl que lo usó en 1882 y desde entonces se lo
conoce como “método o diagrama de Rippl” (Figura 5.5).
Figura 5.5 Diagrama de Rippl para calcular la capacidad necesaria de un embalse en un río
La Figura 5.5 ilustra el uso más corriente del diagrama de Rippl: el cálculo de la capacidad
necesaria de un embalse para satisfacer una determinada demanda B 1 en un río cuya curva de
volúmenes acumulados es conocida. La curva A es la representación gráfica de los volúmenes
históricos acumulados en un período de 25 años. El período 0-1 es de abundancia; el período 1-
2 de sequía; el período 2-3 de abundancia.
El procedimiento consiste en fijar diferentes niveles de demanda (graficadas a igual escala) B1,
B2, B3 y luego a partir de un punto (C), donde se inicia una sequía (punto 1), trazar una paralela
a esa demanda hasta que esta línea intercepte a la curva de volúmenes acumulados (D). Con
esto se define la máxima separación, leída en la escala de volúmenes (ordenada) que satisface la
necesidad de embalse en ese río para esa demanda y el período D-E en que el embalse está lleno
y derrama agua. Si la línea de demanda no interceptara a la curva de volúmenes, esa demanda es
muy alta para ese río.
Igualmente, para regulaciones anuales o bianuales se puede trabajar con períodos más cortos y
líneas de demandas mensuales, por ejemplo para riego y en ese caso, estas últimas no son
constantes. Este análisis, se puede hacer detallado en los períodos más críticos con el uso de
balances entre entradas y salidas, donde se van obteniendo las diferencias (positivas o
negativas) entre aporte del río y demanda.
1 P P P P
P = X P + X P + X P + ... + X P (5.9)
X n P A P B P C P n
A B C n
Análisis de Consistencia
Es frecuente tener duda en relación a la inconsistencia de los datos de una estación. Para ello se
usa el método de la curva de doble masa que es un gráfico de los valores acumulados de las
lluvias anuales de la estación a controlar con respecto al promedio (anual) de un número
determinado de estaciones cercanas.
Si el registro de la estación a controlar es consistente, la recta para un período de tiempo tendrá
una pendiente constante. Un cambio en la pendiente sugerirá que existe una inconsistencia que
puede ser debida a factores externos o condiciones heterogéneas de las estaciones consideradas
(Figura 5.7). Los cambios de pendiente se detectan mejor, si las escalas de los dos ejes x, y son
iguales.
Figura 5.7 Curva de doble masa
Si se desea ajustar la sección de años más recientes a registros anteriores, los valores ajustados
se calculan como:
b1
y= ⋅y
(5.10)
c b2 o
Se debe tener una considerable precaución al aplicar el concepto de la curva de doble masa.
Siempre existen pequeños desvíos de una recta. Sólo los desvíos marcados y persistentes se
deben considerar. La curva de doble masa no se debe aplicar para lluvias diarias o tormentas
individuales; en estos casos se ajusta por el método de las isoyetas.
Ejemplo 5.5
Calcular los valores de Lamina - Duración y Frecuencia (LDF), para la zona Norte de
Mendoza (Argentina), a partir de los datos de la tabla 5.18 y siguiendo la metodología
expuesta.
La tabla 5.18 muestra tormentas históricas registradas en estaciones de medición telemétricas
que operan en modo evento o sea que registran cada vez que ocurre 1mm de lluvia. ( capítulo
14). Los datos así registrados a intervalos variables de tiempo, son ordenados mediante un
sencillo programa de computación a intervalos regulares de 5 minutos. Este intervalo se
considera adecuado para definir estas tormentas de alta intensidad y corta duración. Se ilustra
en detalle solo para la duración total de 30 minutos en intervalos de 5 minutos. .
Solución:
Se calculan los valores acumulados de las precipitaciones que se muestran en la Tabla 5.19 Tabla 5.19
30-12-83 1 3 6 10 13 -
03-03-84 1 1 2 5 12 18
22-12-84 4 5 7 8 - -
17-01-85 1 2 4 10 18 22
21-11-85 1 4 7 10 12 14
28-12-85 1 5 13 24 37 44
31-12-86 1 6 12 16 24 35
02-03-87 1 2 7 15 21 32
02-02-90 3 10 17 21 23 26
10-03-97 2 6 11 20 23 27
03-03-97 1 3 8 13 21 28
22-03-96 1 2 3 5 8 11
28-02-96 1 5 12 22 31 39
20-01-95 3 9 18 29 34 37
15-01-97 5 11 21 28 31 34
Como el promedio del número de tormentas por año (promedio de los 15 años desde 1983 a
1997) es de 3.25, la frecuencia en la muestra es:
1
f = 3. 25 = 0.308
T = 1
R P (a )
Se calculan las ecuaciones de regresión que permiten obtener valores de láminas para
diferentes recurrencias y diferentes duraciones (Capitulo 4):
L = A + B ⋅ ln(D) (5.14)
Donde las láminas, L, son expresadas en milímetros y las duraciones en minutos. La ecuación
es válida para duraciones iguales o mayores de 5 minutos. Los respectivos coeficientes A y B de
la ecuación de regresión para los diferentes períodos de retorno se presentan en la tabla 5.22.
Los intervalos de confianza para el 95% son variables para cada duración y para cada tiempo
de retorno. Así, para una tormenta de un período de retorno, T R, de 100 años y duración 60
2
minutos el valor medio puntual (0-1 km ) es 109.6 mm. Entonces, el límite inferior de confianza
es de 97 mm y el superior de 116 mm ( capitulo 4 ).
Tabla 5.23 Láminas puntuales en mm para distintos tiempos de retorno (T R) y duraciones
(Mendoza- norte )
TR Duración (minutos)
(años) 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90
5 15.7 28.0 35.2 40.3 44.3 47.5 50.3 52.7 54.8 56.6 58.3 59.9 61.3 62.6 63.8 65.0 66.1 67.1
10 18.5 33.0 41.4 47.4 52.0 55.8 59.0 61.8 64.2 66.4 68.4 70.2 71.9 73.4 74.9 76.2 77.5 78.7
25 23.7 40.8 50.8 57.9 63.4 67.9 71.7 75.0 77.9 80.5 82.8 85.0 87.0 88.8 90.5 92.1 93.6 95.0
50 27.3 46.6 57.9 66.0 72.2 77.3 81.6 85.3 88.6 91.5 94.2 96.6 98.8 100.9 102.8 104.6 106.3 107.9
100 31.6 53.3 66.1 75.1 82.1 87.8 92.7 96.9 100.6 103.9 106.9 109.6 112.1 114.5 116.6 118.6 122.3 122.3
200 36.0 60.2 74.4 84.4 92.2 96.6 104.0 106.7 112.8 116.5 119.8 122.8 125.6 128.2 130.6 132.9 135.0 137.0
Los valores de la Tabla 5.23 pueden también expresarse como un Gráfico L-D-F
La Figura 11.1 (Capítulo 11) muestra los mismos resultados en la forma de Intensidad-
Duración –Frecuencia.( I-D-F) ( Imm/h =( L(duracion)/duración)x60
5 ≤ D ≤ 120 minutos
Ejemplo 5.6
Para la ciudad de Mendoza, calcular con la ecuación 5.16, la lámina de una lluvia de duración
D de 20 minutos y un tiempo de retorno TR de 10 años.
Solución:
De la tabla 5.23, la lámina de 1 hora (60 minutos) para un período de retorno de 10 años es
70.2 mm. Luego, calculando con la ecuación 5.16 la lámina, utilizando los coeficientes de la
tabla 5.24 para Mendoza se tiene:
LTDR = (0.18 ⋅ ln(TR )+ 0.58)⋅ (0.50 ⋅ D0.27 − 0.5)⋅ L101
(
L1020 = (0.18 ⋅ ln(10)+ 0.58)⋅ 0.50 ⋅ (20)0.27 −
)
0.5 ⋅ (70.2) L1020 = 43.05[mm]
Hay otros métodos que se pueden utilizar cuando se dispone de información histórica de
considerable longitud: Huff (1967) desarrolló relaciones para tormentas intensas en áreas de
hasta 400 millas cuadradas. El Servicio de Conservación de Suelos de USA ( USDA, 1969)
desarrolló hietogramas sintéticos para duraciones de 6 y 24 horas.
( Pilgrim et al, 1975) desarrollan un método basado en el ordenamiento de los intervalos de
tiempo de una tormenta considerando la lámina que ocurre en cada uno de ellos. Esta
metodología es un estandard en la Institución de Ingenieros de Australia. Un método muy
simple es el del hietograma triangular (Chow et al., 1994)
Tormenta de proyecto
Se entiende por tormenta de proyecto para una zona y período del año a aquella que, para
determinada probabilidad de ocurrencia y duración, proporciona tanto el valor más probable de
lámina total, así como su distribución espacial y temporal. Es decir, es un patrón definido de
tormenta para ser usado en el diseño de obras en la región. Estas tormentas, llamadas de diseño,
se basan en un análisis estadístico de una serie importante de tormentas históricas. El cálculo se
realiza para áreas o zonas meteorológicamente homogéneas, siguiendo los siguientes pasos:
23 Se realiza un análisis puntual de curvas LDF para una estación real o virtual (criterio
“estación tormenta”). Como se ha explicado anteriormente (Chow, 1964; Farmer y Fletcher,
1972; Fernández et al., 1999)
24 Se calcula la distribución temporal de las tormentas (hietograma patrón)
25 Se determina la distribución espacial (relaciones lámina-área). Para esto se pueden usar
campos de isoyetas de numerosas tormentas o usar el campo de una tormenta histórica de
gran magnitud.
Luego, la “Tormenta de Proyecto”se puede presentar como:
5888 Juegos de mapas de isoyetas. Mapas patrón
5889 Tablas al estilo de la Tabla 5.27
5890 Mapas generales para áreas o regiones.
Ejemplo 5.7
Generar la tormenta de proyecto para una duración de 60 minutos y un TR de 25 años para la
zona norte de Mendoza (Argentina) con los datos puntuales de la Tabla 5.23.
Solución:
23 Generación de la distribución temporal (hietograma patrón) (tabla 5.25):
La columna (1) y (2) son los datos provenientes de la tabla 5.23. La columna (3) es la
diferencia de cada uno de los valores sucesivos de la columna (2), así:
57.9 – 40.8= 17.1 (corresponde al valor de 20 min de duración, segunda fila)
La columna (4) son los intervalos para los que se va a generar el hietograma. La última
columna es el hietograma patrón para un periodo de retorno, TR, de 25 años y una
duración 60 minutos, generado de la siguiente manera: el valor mayor de la columna tres
se asigna al intervalo medio de la duración del hietograma, en este caso entre 30 – 40 min.
Los valores sucesivos en magnitud, se ordenan a cada lado del valor mayor
alternadamente, generando un hietograma de tipo triangular.
Tabla 5.25 Hietograma para TR de 25 años y una duración de 60 min.( valores solo
ilustrativos )
Tabla 5.26 Relación lámina /área para las tormentas de Mendoza (Argentina)
Observando el período 57-58 al 71-72 se nota una clara tendencia negativa del río. Ahora bien
en esos años (69-71), se hicieron análisis simplistas de esa tendencia, elaborando y divulgando
falsas conclusiones en relación al futuro de la oferta hídrica en la región.
Luego el río empieza un período estable y a partir de 1981 recupera su derrame medio, el cual
se hace francamente positivo hasta el 85-86 y desde entonces mantiene su módulo alrededor del
valor medio hasta el 95-2000 (con escasas diferencias anuales).
Este pronóstico herrado trajo preocupación en la población en general y en los productores
agrícolas, que usan para riego las aguas del río Mendoza, en particular con las consecuencias de
dudas sobre el futuro de la agricultura en la zona, Afortunadamente la recuperación paulatina y
persistente de los escurrimientos del río trajo tranquilidad en la región aunque sirvió para
generar conciencia sobre la necesidad de regular el río con uno o varios embalses. Condición
esta que se concreta 20 años después.
Desde el punto de vista de la estadística hidrológica se deben establecer conceptos que resultan
básicos.
Homogeneidad Estadística: Una serie de tiempo es homogénea si eventos idénticos tienen igual
probabilidad de ocurrir en todos los tiempos. En hidrología estrictamente, series homogéneas en
el tiempo son prácticamente inexistentes debido a que están los eventos hidrológicos afectados
por causas naturales y artificiales. Esas variaciones dan lugar a los conceptos de: tendencia,
periodicidad, persistencia y ciclos.
Tendencia se define como un cambio sistemático y continuo de la muestra en cualquier
parámetro de la serie, excluyendo cambios periódicos.
Existen no obstante ambigüedades en estos conceptos, como se ha mencionado, y un aumento
hacia arriba o hacia debajo de la temperatura media o del módulo de un río por ejemplo, no se
puede definir simplemente como una tendencia si no hay una significación estadística
demostrada.
Debido a la variación estacional en la mayoría de los fenómenos hidrológicos, se toma el año
como el hidrológico y no el calendario para el archivo y análisis de datos hidrológicos. En
Italia, el año hidrológico comienza en octubre y se extiende hasta septiembre. En Argentina,
para escurrimientos fluviales el año hidrológico se considera desde septiembre a agosto, en
algunos ríos como en el Río Mendoza, y desde julio a junio en otros. Esto está relacionado con
las condiciones climáticas de periodos de lluvia o de acumulación y fusión de nieve en los ríos
de régimen nival.
La persistencia: en hidrología se refiere al fenómeno de arrastre que presentan
fundamentalmente los ríos como consecuencia de condiciones climáticas antecedentes, esto se
tiene en cuenta también para la selección del año hidrológico. En ríos de régimen pluvio-nival
este fenómeno es muy notorio, así en un invierno con fuerte acumulación nívea en cuencas altas
y lluvia en las cuencas mas bajas producirá un efecto inmediato en la producción de crecientes
pluviales, en ese mismo invierno, pero la fuerte acumulación nívea, ocasionará un aumento de
los escurrimientos en la primavera inmediata y un consiguiente incremento del flujo base para
el año hidrológico siguiente, es decir un arrastre de la condición del invierno anterior.
Si bien no hay regla fija que se pueda establecer con certeza, lo cierto es que debido a la
persistencia, años húmedos y años secos tienden a presentarse respectivamente agrupados. La
magnitud de esta persistencia se puede determinar por análisis de autocorrelación de la serie
para diversos períodos y correlogramas.
El USWRC, (1982) realizó un proyecto calculando los coeficientes de autocorrelación para
caudales máximos medios anuales en todas las estaciones y concluye que: “Si existieran
tendencias o ciclos en una parte substancial de los datos, debería notarse un neto promedio
positivo de autocorrelación para todas las estaciones.
La investigación de las propiedades secuenciales de series de tiempo por autocorrelación o
correlación seriada, se usa en hidrología.(Yevjevich, 1972)
Autocorrelación
El procedimiento se usa para determinar la dependencia lineal de los valores sucesivos de una
serie (x) desplazados en el tiempo o de dos series (x,y) desplazadas en el tiempo (correlación
cruzada).
Si bien existen métodos estadísticos más robustos para este estudio, la autocorrelación es útil en
hidrología, siempre que sea adecuadamente aplicada.
La definición de coeficientes de autocorrelación y de correlogramas en series hidrológicas se
representan por un proceso continuo (Xt) La Figura 5.11 es la representación de una serie
continua de longitud T con dos valores Xt y Xt+k, apartadas en un tiempo t
Si se supone un desplazamiento en el tiempo k, el coeficiente de correlación de orden k, se
define como el producto - momento de los coeficientes de correlación de dos series de datos que
están desfasados en un intervalo k.
En la Figura 5.11, la longitud total de la serie es T ( N es la serie de datos) k es el
desplazamiento que se adopta, puede ser k = 1, 2, 3....etc.
Cov(xN xN +k )
rk = (Var x.N .Var xN +k )1/ 2 (5.17)
Cov es Covarianza
Var es Varianza (Capítulo 4)
XN es la serie de datos N
XN+k es la serie de datos N+k (incluye el desplazamiento de la serie )
Las series hidrológicas de tiempo pueden considerarse compuestas por dos componentes, una
determinística y otra aleatoria. El elemento determinístico se dice que existe cuando las
observaciones separadas por k unidades de tiempo son dependientes. Si X N depende linealmente
de los valores de XN+k entonces el coeficiente de correlación entre XN y XN+kse puede tomar
como una medida de esa dependencia. Este coeficiente se denomina coeficiente seriado de
correlación de orden k.
Ahora bien, si en una serie de tiempo de caudales, por ejemplo, se remueven los elementos
atribuibles a una variación estacional y una tendencia, se tendrá en general una serie que oscila
alrededor de un valor constante. Este movimiento puede ser muy pequeño o no existir como en
el caso las series formadas por tendencias estacionales o existir que es el caso de la serie
enteramente oscilatoria. El elemento determinístico puede estar compuesto por una tendencia (o
movimiento a largo termino) y una oscilación alrededor de esa tendencia. El primer paso en el
análisis de una serie de tiempo es la separación del elemento determinístico del aleatorio.
En series hidrológicas, como se dijo anteriormente, la tendencia es un suave movimiento de la
serie en sentido positivo o negativo. La secuencia de valores es, en general oscilatoria (Figura
5.11). Si además de esa oscilación existe un aumento o disminución permanente se puede
definir una tendencia. Sin embargo como se expresó para el caso del río Mendoza en la serie 57-
58 a 95-2000 (Figura 5.10) no se debe establecer, sobre todo en períodos cortos, que una
tendencia realmente exista puesto que puede ser producto de una larga y suave oscilación,
muchas veces estacionales. Un comportamiento oscilatorio se puede interpretar como un
comportamiento cíclico. En una oscilación la amplitud y el intervalo de tiempo entre un
máximo y un mínimo se distribuyen alrededor del valor medio. Una serie de tiempo, cíclica es
oscilatoria, pero una serie oscilatoria no es necesariamente cíclica. ( Kendall et.al. III, 1968 )
“Si existen tendencias o ciclos en una parte sustancial de los datos de una serie, por ejemplo de
caudales de un río, debe haber un coeficiente de autocorrelación significativo en dos series
desplazadas en el tiempo.” (USWRC, 1976).
La relación rk = f (k) se llama función de autocorrelación o simplemente correlograma
El correlograma es la representación gráfica de los coeficientes de correlación en función de un
desplazamiento k (figura 5.12)
Figura 5.12 Correlograma discreto o función de autocorrelación (rk ) de una variable de una
serie discreta con desplazamiento k
Como indica la Figura 5.12 correlogramas discretos se representan gráficamente ya sea con
barras verticales para cada rk y los valores enteros de k=0,1,2,.... o los puntos finales de las rk
ordenadas se conectan con una poligonal, como muestra la Figura 5.12.
El uso de correlogramas para investigar series hidrológicas se basa en su analogía con
correlogramas de procesos estocásticos conocidos y comparación visual. Para la aplicación de
esta analogía se deben conocer correlogramas de muchos tipos de series Por una inspección
visual y luego por inferencia estadística se puede determinar cuando un correlograma
computado para una serie hidrológica se aproxima o no a un correlograma de un proceso
conocido (Kendall et al, III 1968) o comparación de correlogramas de series de tiempo de
caudales de diferentes ríos (Yevjevich, 1972).
El correlograma teórico de series muy largas debería dar indicación del proceso de
amortiguación de las oscilaciones. Si r1 es positivo el correlograma debería decrecer desde r 0=1
hasta r∞ = 0. Si r1 es negativo el correlograma oscilará con un periodo unitario alrededor de la
abscisa en forma decreciente pero sin que la amplitud se elimine.
En la práctica el número de observaciones es, en relación a la población, pequeño, por lo tanto
los correlogramas muestran menos oscilación que el teórico por la influencia de errores de
muestreo que aumentan los coeficientes de correlación.
El uso actual de correlogramas en hidrología se basa en la comparación visual de correlogramas
reales de la serie con correlogramas teóricos generados por un proceso estocástico conocido.
Esto permite definir que modelo matemático puede ajustar o se aproxima mejor a la serie en
estudio.
Ejemplo 5.8
Calcular el coeficiente de autocorrelación de los caudales medios anuales del río Mendoza
( Tabla 5.8 ) para un desfasaje en el tiempo de un año.
Solución :
El bajo coeficiente de autocorrelación de grado 1 (1 año en este ejemplo) indica que no hay
persistencia de los caudales de un año a otro, lo cual en el caso de este río es correcto.
Correlaciones seriadas
Un estudio de correlaciones seriadas indica si la tendencia de alrededor de la media se
autoperpetua. En series hidrológicas no aleatorias, el coeficiente de correlación r, es
normalmente positivo y alto lo cual significa que a valores altos o bajos de x tienden a seguir
valores altos o bajos respectivamente por lo tanto los valores de xi no dan nueva información
sobre las fluctuaciones alrededor de la media. La cantidad de información sobre fluctuaciones
que se obtiene es inversamente proporcional a r1 . Si r1 = 0, cada evento sucesivo brinda nueva
información, si r1=1, cada evento sucesivo, no da nueva información.
Promedios móviles
El método de promedios móviles para detectar tendencias sigue siendo un clásico en hidrología.
Consiste en encontrar un polinomio que ajuste a parte de los registros de la serie en estudio
obteniendo así diferentes polinomios para cada una de las partes seleccionadas.
Para eliminar una tendencia (si existe) se deben sacar las irregularidades. Si se tienen N
observaciones x1, x2, x3,....xN tomadas con un dt constante, el método en determina promedios
solapados de m sucesivos valores promedio.
Si se toma m = 3 será:
b1 x1 + b2 x2 + b3 x3 (5.18)
y2 =
3
b1 x2 + b2 x3 + b3 x4 (5.19)
y3 =
3
b 1 x 3 + b 2 x 4 + b3 x 5 (5.20)
y4 =
3
b x +b x +b x
y = 1 N −2 2 N −1 3 N
(5.21)
N −1 3
Donde x i son los datos e yi los valores corregidos de xi. Los valores de bi se eligen de modo de
suavizar la serie, preservando el balance, por ejemplo si m = 3 se debe cumplir que:
m
∑bi = 3
23 =1
El caso más simple de promedios es cuando todos los bi son iguales a 1. No obstante se puede
intentar con diferentes combinaciones de bi por ejemplo para
Los valores de bi se pueden calcular también por mínimos cuadrados como bi son funciones de
un polinomio de orden p para 2 m + 1 puntos .
Los pesos bi pueden ser positivos o negativos. Es conveniente seleccionar valores impares de m,
de modo que los valores de y correspondan a un tiempo en el medio de los valores de x que han
sido promediados.
Si se aplica en una serie de N valores promediados en grupos de m términos la secuencia será
de N-2n términos donde
5888 =
(m
− 1)
2
Así si m=3 y n=1, luego un termino se pierde al inicio y otro al final (tal como se ve en la
secuencia y2....yN-1).
Luego de establecer la tendencia, ella se puede remover de los datos. Una forma de removerla
es tomar como nueva variable la desviación alrededor de la línea de tendencia.
La técnica del promedio móvil debe usarse con precaución debido a las dificultades inherentes
tanto a la distorsión de los componentes periódicos en varios parámetros, como las pseudo
oscilaciones que se producen al remover el componente estocástico, el cual se pierde en forma
simultánea con la remoción de la tendencia. Actualmente la existencia de importante software,
permite usar los métodos de inferencia estadística, en la detección de tendencias en series
hidrológicas, mejor que el de promedios móviles.
*Se identifican los máximos caudales anuales o creciente anual, para cada estación j de ríos no
regulados (Qj);
*Se llevan a distribución Gumbel los datos de cada estación y se individualiza gráficamente una
curva suave por los valores dibujados;
*De cada gráfico se obtienen los caudales correspondientes a los períodos de retorno de 2,33 y
10 años Q2,33 y Q10:respectivamente el primero se considera el correspondiente a la creciente
media anual;
*Se aplica el test de homogeneidad de Langbein (U.S. Geological Survey, 1960) para definir si
el grupo de estaciones elegidos pertenecen a una región homogénea;
*Se obtienen estimaciones gráficas de caudales máximos QTj para cada estación j y para
distintos tiempos de retorno TR
*Se calculan los “índices de crecientes” en cada estación j para cada tiempo de retorno elegido así:
Q
X = T rj
T rj (5.22)
Q
2.33 j
Donde y10 es: 2.250, valor de la variable reducida de la distribución Gumbel de valores
La ecuación tiene una falencia muy importante porque los datos provienen de lugares con
condiciones geográficas y climáticas diversas y una lluvia de una hora, por ejemplo puede ser
que llegue a 400 o 500 mm. en India o en Centroamérica pero difícilmente en regiones áridas y
semiáridas de zonas templadas.
La figura 5.13 (Robinson, 2000) es más útil porque define dos rectas de valores máximos. Una
semejante a la de la ecuación anterior y otra mas puntual para el Reino Unido de Gran Bretaña.
Figura 5.13 Valores máximos de lluvia registrados en el mundo y en el Reino Unido
Tabla 5.30
Hora 00 06 12 18 00 06 12 18
Td(ºC) 22 22 23 24 26 24 20 21
Para maximizar esto se toman valores registrados para un determinado mes (el mes en el cual se
quiere maximizar la tormenta) y se hace un estudio de frecuencia tomando el de TR = 100 años.
Maximización de la tormenta
La maximización consiste en multiplicar los valores de la tormenta histórica ( o las tormentas )
por los coeficientes de maximización que se hayan obtenido para cada una de ellas. Este
coeficiente (Rm) resulta del cociente entre el máximo valor estimado de agua precipitable (Wm)
y el valor calculado para la tormenta (Wt).
Rm = Wm/Wt
Desde el punto de vista teórico la Creciente Máxima Probable (CMP) se presenta como aquella
creciente que se puede esperar en relación con la más severa combinación de condiciones
meteorológicas e hidrológicas, razonablemente posibles de acuerdo a las condiciones físicas de
la región.
Si se consideran la conjunción de factores adversos, como ser máxima precipitación posible en
base a condiciones de agua precipitable, máxima lluvia antecedente, o en cuencas nivales,
veranos de altas temperaturas seguido de inviernos con alta y extensa caída de nieve y suelos
saturados, se obtienen valores de caudales y volúmenes que son generalmente manejables pero
a un alto costo económico.
Es por ello que resulta de gran importancia en diseño hidrológico el concepto de riesgo de falla
(Capítulo 4).
Si se tienen caudales históricos los métodos vistos en el capitulo 4 resuelven el problema.
Si no hay datos de caudales en cuencas pluviales, se trabaja con la precipitación histórica o con
la generada con análisis de I-D-F y tormentas de proyecto y generación de hidrogramas
( Capítulo 7)
Un método de generación de temperaturas para diferentes cotas, latitudes y épocas del año
resulta muy útil en los estudios de cuencas de régimen nival.
En el proceso de rellenado de series de temperatura, es habitual el uso de un ajuste por altitud,
expresado por la corrección:
γ ⋅ (ho − hi )
∆t = (5.24 )
100
Donde: ∆t es el ajuste en temperatura para la estación i
0 es un grado centígrado, ºC, por cada 100 metros.
≈ 0,5º/100m en adiabática húmeda
0 ≈ 1º/100 en adiabática
seca ho es la cota de la estación a utilizar como base del
relleno. hi es la cota de la estación a rellenar o generar.
Ecuación RUSLE
La Ecuación Universal de Pérdida de Suelos es el método más usado para la predicción de
pérdida de suelo, fue desarrollado inicialmente para predecir la tasa de erosión en el medio
oeste de los Estados Unidos y ahora está adaptada para la estimación en otros países. La
ecuación Universal de pérdida de suelos tiene la siguiente forma (UNAL-UPME, 2000):
E=R⋅K⋅L⋅S⋅C⋅P (5.8c)
La ecuación (5.8c) se basa en datos de muchos estudios orientados por investigadores del
Servicio de Agricultura de los Estados Unidos U. S. Agricultural Scientists. Su desarrollo estuvo
liderado por Walter Wischmeir y Dwight Smith, quienes investigaron acerca de la energía de la
lluvia y su relación con la pérdida de suelo (Wischmeir et al, 1965). Este Modelo conceptual de
erosión, demuestra que la tasa de erosión es una función de las magnitudes relativas a la
resistencia de la superficie de la tierra a la erosión y de las fuerzas erosivas aplicadas a la
vegetación, la topografía, y la actividad humana que pueden modificar el balance.. Sus
parámetros se cuantifican como sigue.
log D + 1.659 2
K = 7.594 0.0034 + 0.0405 ⋅ EXP −
1 10 g (5.15)
2 0.7101
Factores topográficos, L y S
Estos factores representan la influencia de la longitud y el grado de la pendiente en la tasa de
erosión del suelo por el efecto de la lluvia y se representan en la ecuación como L y S, pero a
menudo se evalúan como un factor topográfico único, LS.
La longitud de la pendiente se define como la distancia desde el punto de origen del flujo sobre
la superficie hasta el punto donde la pendiente disminuye lo suficiente para depositar, o hasta el
punto en que la escorrentía entra en un canal definido. El grado de la pendiente es el campo o
segmento de la pendiente expresado en porcentaje.
Para determinar estos factores se emplearon las siguientes expresiones definidas por Wischmeir
et al ,1965
• Factor de longitud:
x m
L= (5.18)
22.13
• Factor de la pendiente
10.8 ⋅ sen(θ )+ 0.03 si θ < 9%
S = 16.8 ⋅ sen(θ )− 0.5 si θ > 9% (5.21)
3 ⋅ (sen(θ )) 0.8
+ 0.56 si θ < 4.5%
Donde, θ es el ángulo de la pendiente en grados
El factor de manejo de cultivos representa la relación entre la pérdida de suelo a partir de una
condición específica de cultivo o cobertura y la pérdida de suelo a partir de un estado de
labranza y barbecho continuo para el mismo suelo, pendiente y condiciones de precipitación.
Este factor incluye los efectos interrelacionados de la cubierta, la secuencia de cultivos, el nivel
de productividad, prácticas de cultivo, la duración de la estación de crecimiento, el manejo de
residuos y la distribución de la precipitación.
El valor C es difícil de evaluar debido a los múltiples sistemas de cultivo y manejo. Los cultivos
pueden ser permanentes o rotarse con otros cultivos, rotaciones de diferentes duraciones y
secuencias. Los residuos se pueden eliminar, dejar en el campo o incorporar en el suelo. El
suelo puede labrarse o puede utilizarse algún sistema de labranza de conservación, cada uno de
estos sistemas se debe evaluar para obtener un valor adecuado del factor por manejo y cultivo.
El procedimiento de cálculo del factor de cobertura tiene en cuenta la interacción entre clima y
manejo del cultivo. La cobertura vegetal ejerce una función de protección del suelo que depende
del estado del desarrollo del cultivo y de la fase del ciclo vegetativo en el que actúan las lluvias
erosivas. Wischmeier y Smith (1978) han identificado las siguientes fases del cultivo:
0 Periodo F – Barbecho de preparación que se extiende desde la labor de alzar hasta la
siembra, o labores inmediatas a la siembra.
1 Periodo SB – Germinación. Se extiende hasta el momento en que el cultivo cubre el
10% de la superficie.
2 Periodo 1. Estabilización. Hasta el momento en que el cultivo cubre el 50% de la
superficie.
3 Periodo 2. Desarrollo. Hasta el momento en que el cultivo cubre el 75% de la superficie.
4 Periodo 3. Maduración. Hasta la cosecha.
0 Periodo 4. Residuos. Hasta la nueva elaboración y siembra.
En la tabla 5.A se exponen algunos valores de la razón de pérdida de suelo para algunas
prácticas agrarias consideradas por Wischmeier y Smith. También se han incluido valores para
áreas con pastizales permanente, con vegetación espontánea e improductiva.
Tabla 5.A. Relaciones porcentuales de pérdida de suelo en los distintos periodos de cultivo
propuestos por Wischmeier y Smith (1978).
Manejo del cultivo Fases del cultivo
F SB 1 2 3 4
Area cubierta
80% 90% 96%
Maíz, caña, grano, algodón trabajo
primaveral, residuos (5 t ha-1). 0.31 0.55 0.48 0.38 --- --- 0.20 0.23
Idem, con 2 t ha-1 de residuos. 0.51 0.68 0.60 0.45 0.33 0.26 0.22 0.47
Idem con trabajo en otoño y alta
productividad. 0.44 0.65 0.53 0.38 --- --- 0.20 ---
Idem, con baja productividad. 0.65 0.78 0.65 0.45 0.32 0.26 0.22 ---
Idem, con residuos removidos,
trabajos en primavera y alta 0.66 0.74 0.65 0.47 --- --- 0.22 0.56
productividad.
Idem, con baja productividad. 0.69 0.77 0.68 0.49 0.35 --- --- 0.74
Idem, con trabajos en otoño y alta
productividad. 0.76 0.82 0.70 0.49 --- --- 0.22 0.89
Idem, con baja productividad. 0.79 0.86 0.73 0.52 0.35 --- --- ---
Idem, sin trabajo con siembra sobre
los residuos (6.7 t ha-1) 95% de -- 0.02 0.02 0.02 --- --- 0.02 0.14
cobertura luego de la siembra.
Idem, con residuos (3 t ha-1), 30%
de cobertura luego de la siembra. --- 0.26 0.24 0.22 0.21 0.17 0.14 0.36
Grano luego del reposo estival, 30%
de cobertura de los residuos luego --- 0.43 0.34 0.23 0.13 0.10 0.08 0.37
de la siembra.
Idem con 50% de cobertura. --- 0.26 0.21 0.15 0.08 0.07 0.06 0.22
Papas, surcos a lo largo de la
pendiente. 0.43 0.64 0.56 0.36 0.26 0.19 0.16
Pastizal de legumbres y gramíneas,
productividad elevada (> 7 t ha-1). Valor anual de C = 0.004
Idem con productividad moderada. C = 0.01
Tabla 5.BValores del factor C en áreas con pastizales permanentes, con vegetación espontánea y zonas
improductivas, según Wischmeier y Smith (1978).
Cobertura aérea Cobertura en contacto con el suelo
Tipo y altura % Tipo Porcentaje de cobertura
0 20 40 60 80 >95
Ausente --- G 0.45 0.20 0.10 0.042 0.013 0.003
W 0.45 0.24 0.15 0.091 0.043 0.011
Vegetación herbácea 25 G 0.36 0.17 0.09 0.038 0.013 0.003
o arbustos pequeños, W 0.36 0.20 0.13 0.083 0.041 0.011
altura media de
caida de las gotas 50 G 0.26 0.13 0.07 0.035 0.012 0.003
0.50 m W 0.26 0.16 0.11 0.076 0.039 0.011
75 G 0.17 0.10 0.06 0.032 0.011 0.003
W 0.17 0.12 0.09 0.068 0.038 0.011
25 G 0.42 0.19 0.10 0.041 0.013 0.003
W 0.42 0.23 0.14 0.089 0.042 0.011
Árboles, sin arbustos
subyacentes, altura 50 G 0.39 0.18 0.09 0.040 0.013 0.003
media de caida de W 0.39 0.21 0.14 0.087 0.042 0.011
las gotas 4.0m
75 G 0.36 0.17 0.09 0.039 0.012 0.003
W 0.36 0.20 0.13 0.084 0.041 0.011
0 cobertura representada por forrajeras y de un estrato de material vegetal en
descomposición de 5 cm de espesor, aproximadamente.
0 cobertara compuesta por plantas de tipo herbacea principalmente, con hojas largas,
pocas raices laterales o por residuos no descompuestos, o ambos.
El cálculo del factor C relativo a una rotación específica de cultivos consiste en la división del
periodo en sub-periodos según la clasificación antes indicada. La duración de cada subperiodo
depende de la sucesión de cultivos y de las épocas en las que vienen efectuadas las tareas
(arado, siembra, cosecha, etc). Para cada subperiodo o fase se estima la relación de pérdida de
suelo empleando la tabla de Wischmeier y Smith. Conociendo la distribución anual de la
precipitación (y de la agresividad de la lluvia), se calcula la agresividad total esperable en el
curso de cada sub-periodo. Posteriormente, puede calcularse el valor de C como el producto de
la alícuota R por la correspondiente relación de pérdida de suelo. Finalmente, se suman los
productos parciales y se los divide por el número de años del ciclo completo de cultivaciones
para obtener el valor de C a utilizar en la formula USLE. En el ejemplo 5.C se ilustra el
procedimiento de cálculo.
Ejemplo 5.C
En la primera columna de la tabla 5.D se detallan las distintas fases de cada cultivo, mientras que en
la segunda columna se indican las fechas de inicio y final de cada fase. La tercer columna contiene
el valor de agresividad de la lluvia para cada una de las fases vegetativas. Obsérvese que en el caso
del pastizal ha sido necesario parcializar el cálculo en tres periodos visto que dura 20 meses. En la
cuarta columna viene expuesta la relación para la pérdida del suelo según la tabla de Wischmeier y
Smith y en la quinta columna, el factor C para cada subperiodo (producto de las columnas 3 y 4).
Por último, el factor C surge del cociente de los totales de la quinta y tercer columna (número de
años total del ciclo completo de cultivo): C = 0.1756 / 3 = 0.0585.
En la literatura existen algunas tablas que representan los valores de C para los programas más
frecuentes de cultivo y manejo, unas asociadas a tipos de cultivo en Colombia y otras a tipos de
cultivo en África y en los Estados Unidos (UNAL-UPME, 2000).
La cuenca hidrográfica es un sistema que presenta como principal entrada la lluvia, y como
salidas el caudal, la evapotranspiración, el flujo subsuperficial y la percolación. Las tres últimas
son salidas que tienen poco valor en el marco de una creciente súbita , pero son importantes en
relación al flujo base y en la consideración de modelos de simulación continua (capítulo 7), así
como en la condición antecedente del suelo en lluvias prolongadas, especialmente de regiones
húmedas.
La divisoria es la línea topográfica que separa superficialmente dos cuencas hidrográficas o
sistemas de drenaje independiente en dirección y sentido, cuyas salidas no necesariamente
coinciden en un río comun determinado.
Resulta importante resaltar que en llanuras de muy bajas pendientes las cuencas no están
definidas por límites topográficos y no son significativos los movimientos del flujo superficial.
Sin embargo, resultan trascendentes los movimientos verticales de infiltración, percolación y
evapotranspiración.
Aparte de la divisoria topográfica o superficial, existe la divisoria freática o subterránea. Esta
última establece los límites de los cuerpos de agua subterránea, de donde se deriva el caudal
base de la misma cuenca. Las dos divisorias difícilmente coinciden. La divisoria freática varía
con la posición del nivel freático. Se acostumbra definir el área de drenaje de una cuenca de
acuerdo con su divisoria topográfica.
El nivel freático, es el nivel que determina el agua subterránea y sobre el que actúa la presión
atmosférica. El caudal base es el caudal dado por el nivel freático.
Con base en la constancia de la escorrentía, los cursos de agua se pueden dividir en:
a. Perennes:
0 Corrientes con agua permanente
1 El flujo subterráneo mantiene una alimentación continua produciendo un flujo base que es
permanente, salvo situaciones extremadamente secas.
b. Intermitentes:
Corrientes que presentan un flujo base sólo en estaciones de lluvia.
El nivel de agua subterránea supera el nivel del lecho del río en la época lluviosa. En épocas de
lluvias escasas o nulas ese nivel baja manteniendo un flujo subterráneo.
c. Efímeros o ríos secos
Carecen generalmente de flujo base. Los escurrimientos superficiales se generan solamente ante
la presencia de una lluvia (generalmente de alta intensidad) sobre la cuenca. En zonas
áridas, por ejemplo, en los torrentes se producen crecientes súbitas.
6.2 RED DE DRENAJE
Densidad de drenaje
Es un importante indicador de la forma del terreno y el grado de erosión que puede tener la
cuenca en función de los factores geológicos, de vegetación y de tipo de suelo. Un buen mapa
topográfico base de una cuenca debe reflejar adecuadamente la densidad del drenaje.
Cuantitativamente es la relación entre la longitud de los cursos de agua de la cuenca y su área
total, así:
L
Dd = (6.1)
A
Los factores que intervienen en los estudios hidrológicos son muy diversos: topografía,
geología, edafología, climatología, vegetación, etc. La influencia de estos elementos no puede
ser reducida a expresiones puramente matemáticas, pero el estudio de ciertas relaciones puede
dar una idea cualitativa del problema.
Las relaciones existentes entre los elementos hidrológicos y los físico-geográficos son
aleatorias. Así, un parámetro cualquiera del régimen hidrológico es función de varios elementos
físico-geográficos. Como consecuencia de lo expuesto, dado un cierto número de cuencas con
sus respectivas estaciones de registros confiables y suponiendo que la distribución geográfica de
las mismas es suficientemente representativa, es válido considerar las relaciones físico-
geográficas de cada una de ellas en un punto determinado de una cuenca incógnita, en donde no
se conocen series de valores, y determinar los registros, a partir de estas relaciones. Por lo tanto,
teórica y matemáticamente, pueden establecerse las leyes de variación de cualquier parámetro
hidrológico en función de diversas variables (en general se utilizan de una a tres). Estas
relaciones pueden determinarse gráfica o analíticamente.
Los principales problemas que se presentan en la aplicación de este método son los siguientes:
Elección, entre las diversas relaciones posibles, de aquélla o aquéllas que tengan mayor sentido
físico.
Definir en función de la variación de las características físico-geográficas, la afinidad
hidrológica entre cuencas comparables. Esta afinidad dependerá, fundamentalmente, de los
siguientes aspectos: pluviometría, clima, geología, topografía y vegetación.
Obtener las relaciones entre los elementos físico geográficos y los diversos parámetros
hidrológicos y los posibles cambios de estos, si se modificaran las características físico-
geográficas iniciales.
Los parámetros geomorfológicos básicos para establecer una afinidad hidrológica entre cuencas
comparables son: área, perímetro, altura máxima, mínima y desnivel, índice de compacidad,
radio de elongación, curva hipsométrica, curva de frecuencias altimétricas, altitud media,
longitud del cauce principal, pendiente media del cauce principal, pendiente ponderada del
cauce principal, rectángulo equivalente, índice de pendiente, pendiente, pendiente media total o
pendiente neta total, coeficiente de masividad o de Martone, coeficiente orográfico.
Dichos parámetros geomorfológicos pueden ser calculados fácilmente haciendo uso de sistemas
de información geográfica (SIG) integrados a modelos hidrológicos como se expone mas
adelante.( INCTH et.al., 1976 )
Área de la cuenca
La delimitación exacta de las cuencas se efectúa sobre los planos correspondientes a las
restituciones planialtimétricas a escala adecuada. De acuerdo a los órdenes de magnitud de las
escalas de los planos base en trabajos de hidrología, suelen considerarse como suficientes las
escalas de trabajo recién mencionadas en todos los casos se determina primero la línea de
contorno de cada cuenca coincidente con la divisoria topográfica.
Perímetro
Sobre los mismos planos se mide el contorno de cada cuenca. En la medición del perímetro, en
los casos en que la divisoria sigue una trayectoria muy sinuosa, se sigue el criterio, a los efectos
de la medición, de interpolar una línea sustituyendo a la auténtica divisoria. Con ello las
características de la cuenca no se alterarán fundamentalmente, el área no se modifica ya que se
puede suponer que está compensada y en cuanto al perímetro sufre un cierto acortamiento. En
definitiva, la forma de la cuenca en su aspecto hidrológico no se altera por esta sustitución y el
valor que se adopta no es el resultante de recorrer todo el contorno rigurosamente, sino un
contorno simplificado de su forma.
Índice de compacidad
Una cuenca vertiente está definida en primer lugar por su contorno, que tiene una forma
determinada y encierra una cierta área, A. Es evidente que esta forma tendrá una gran influencia
sobre la configuración del hidrograma resultante de una lluvia dada.
El Índice utilizado para representar esta característica es el coeficiente de compacidad de
Gravelius, o simplemente, índice de compacidad, y que es igual a la relación entre el perímetro
de la cuenca (P) y el perímetro de un círculo de igual área.
P
Ic = (6.2)
2 πA
En términos del área, el círculo es la figura de menor perímetro, por tanto, en cualquier caso,
este coeficiente será mayor que la unidad. Así, mientras más cercano a la unidad sea el
coeficiente de compacidad, la forma de la cuenca se aproxima a la circular, y entre más alejado
de ella, más irregular es su forma en relación con el círculo. Efectuando operaciones con los
valores constantes resulta:
0,282 ⋅ P
Ic = (6.3)
A
En cierto modo, el significado del índice de compacidad es similar al del radio hidráulico, en
hidráulica, sólo que en este caso, es una relación entre perímetro (P) y la raíz cuadrada del àrea
(A).
Radio de elongación
Otro de los parámetros que se han introducido en los estudios hidrológicos para definir
numéricamente la forma de la cuenca, lo constituye el radio de elongación, que se establece
como la relación entre el diámetro de un círculo de igual área que la cuenca y la longitud
máxima de la misma medida desde la sección de control (B), o sea que:
1,1284 A
R= (6.4)
e B
Esta relación alcanzará evidentemente, como valor máximo la unidad, para una figura
perfectamente circular, disminuyendo luego, a medida que la forma de la cuenca se aleje de
dicha configuración.
Curvas hipsométricas
La mayor parte de los fenómenos meteorológicos e hidrológicos (precipitaciones, temperatura,
caudales específicos, etc.) se presentan en función de la altitud, por lo tanto es muy importante
2
calcular la distribución de la cuenca vertiente, en km y en porcentaje del área total, por
intervalos constantes de altura. Para determinar la equidistancia entre curvas de nivel en que se
deben medir las áreas, se parte del cálculo de la relación:
H − Hm
N= M (6.5)
n
Altitud media
Dado que la precipitación es básicamente el resultado del ascenso y enfriamiento de masas de
aire, existe generalmente una correlación entre la misma y la altitud media, en cuencas de zonas
montañosas. En consecuencia, la elevación media de una cuenca sobre el nivel del mar es un
indicador general de las cantidades de precipitación. Por otra parte, a alturas mayores, debido al
descenso de las temperaturas, se produce una disminución general de la evapotranspiración
potencial.
La altitud media de las cuencas se obtiene mediante la relación:
h
∑ i ⋅ Ai
Alt.m = (6.6)
A
En donde las subáreas Ai , corresponden a las áreas comprendidas entre curvas de nivel
consecutivas hi y A es el área total de la cuenca.
Rectángulo equivalente
Se suele admitir que una cuenca se comporta, hidrológicamente, de un modo análogo a un
rectángulo que tuviera la misma área y perímetro y, por tanto, igual índice de compacidad,
distribución de alturas curva hipsométrica, y distribución de terreno por su naturaleza, rocas,
cultivos, etc.
En este rectángulo, las curvas de nivel están dadas por rectas paralelas a la base menor, y se
supone que las pendientes de la cuenca quedan sustituidas por las pendientes del rectángulo y el
desagüe de la cuenca, que era un punto, queda convertido en el lado menor.
Para el cálculo del rectángulo equivalente se parte del perímetro, del área y del índice de
compacidad; se determinan los valores de los dos lados del rectángulo que resultan de las
expresiones:
2
L= Ic ⋅ A 1 1.12 (6.7)
1.12 Ic
2
Ic ⋅ A 1.12
l= 1− 1 − (6.8)
1.12 Ic
P
L+l= (6.9)
2
L⋅l=A (6.10)
A partir de estos valores se dibuja un rectángulo de base L, y de altura l. Para ubicar las rectas
A1 A2 A3 An
equivalentes de las curvas de nivel, se calculan los cocientes l , l , l ,− − − l , siendo Ai,
los valores correspondientes a las áreas parciales entre curvas de nivel consecutivos. Estas
magnitudes se llevan sobre el lado mayor del rectángulo equivalente, trazando luego las
paralelas al lado menor.
Índice de pendiente
El gradiente de pendiente de una cuenca tiene importancia en el comportamiento hidrológico de
la misma, dado que, indirectamente, a través de la velocidad, incide en el tiempo de
concentración. Por ello, en lugar de definir todo el relieve a través de una curva o de un
rectángulo, se lo puede definir por un determinado índice que sintetice la pendiente de la
cuenca.
Se define la pendiente media de la cuenca, como la media ponderada de todas las pendientes
correspondientes a áreas elementales en las que se puede considerar constante la máxima
pendiente.
Si se supone que la superficie del terreno es sustituida por un poliedro que se adapta
suficientemente bien al terreno natural, cada cara de éste tendría una cierta pendiente, la que,
ponderada por el área correspondiente, permite obtener un valor que se considera como un
índice de la pendiente o pendiente media.
N 2
1 (∆Hi) .Bi
IP= 2 ∑ (6.11)
L 2 1000
Donde: L es la longitud del lado mayor del rectángulo equivalente. ( km )
Hi son los intervalos de altura considerados en el rectángulo equivalente. ( m )
2
Bi es la fracción del área total de la cuenca comprendida entre el intervalo de altura (km
)
N es el número de curvas de nivel del rectángulo incluidos los extremos.
D⋅N
P = 1.571 ⋅ (6.12)
L
A
Ff = 2 (6.14)
L
m
H
Donde: L es la longitud del cauce principal en kilometros.
H es el desnivel medio del cauce principal en metros.
Pezzoli, (1988) basado en medidas relativas en algunas cuencas de piedemonte sugirió
calcular el tiempo de concentración en horas, así:
= 0.055 L
(6.17)
T ⋅
c
S
Conviene calcular el tiempo de concentración con dos o tres métodos diferentes, compararlos y
adoptar un valor adecuado a criterio del ingeniero o un valor promedio.
L ∝ Ah (6.18)
En la cual el coeficiente h tiene generalemnte el valor de 0.6. La ley de Hack describe un efecto
geométrico: el área de la cuenca aumenta lentamente con el cuadrado de la longitud del cauce
principal. En efecto de la anterior ecuacion se deduce que:
A ∝ A−0.2
2
(6.19)
L
Desde el punto de vista morfológico el resultado de la ley de Hack puede ser el resultado de
tres factores:
El incremento en la sinuosidad del canal, al aumentar el área crece la sinuosidad del canal
(crece la relación L D , donde D es la longitud característica de la cuenca o “diámetro de la
cuenca”);
El incremento de la elongación de la cuenca, al aumentar el área relación entre la longitud y
ancho de la cuenca (definición de elongación);
Al aumentar el área de la cuenca se incrementa el número de partes cóncavas (“embakments”)
en el perímetro de la cuenca (disminuye la convexidad de la cuenca).
Por lo tanto la ley de Hack, al aumentar el área, expresa un balance entre los cambios de la
forma de la cuenca (elongación y convexidad) y los cambios en la configuración en planta del
canal (sinuosidad del canal). La importancia de uno de los tres procesos descritos no es
demostrada ahora y es dependiente de los factores locales.
Figura 6.4 Leyes de Hack (Ferro, 2002)
SEGUNDA PARTE
METODOLOGÌAS DE DISEÑO
(Capìtulos 7- 8- 9- 10 – 11 – 12- 13 – 14 )
7
Modelación de Cuencas
Los modelos permiten simular el comportamiento de un sistema real (prototipo) y obtener
mediante la operación del mismo, las respuestas o salidas a un determinado impulso o entradas
al sistema.
En hidrología e hidráulica se usan modelos: físicos, analógicos y matemáticos.
Los modelos Físicos son una parte importante del diseño hidráulico ( Por ejemplo los modelos
de laboratorio de hidráulica).
Los modelos Analógicos: fueron muy usados para simular flujos subterráneos. Ejemplos de
modelos analógicos fueron los modelos de resistencias eléctricas y el modelo Hele-Shaw de
líquidos viscosos (De Wiest, 1965). Estos fueron desplazados por los modelos matemáticos
de flujo subterráno y de transporte de contaminantes como el modelo “Modflow ” (USGS,
2000).
Los modelos matemáticos: son cualquier ecuación o algoritmo matemático que pretenda
representar un fenómeno físico. Estos modelos son más versátiles que los anteriores y
pueden fácilmente cambiar los valores de variables o parámetros.
La dificultad de estos radica en que es generalmente necesario hacer simplificaciones del
fenómeno físico real para lograr su representación matemática. El potencial de las
computadoras y el hecho de tener cada día mejores datos en tiempo – espacio, hacen de los
modelos matemáticos una herramienta más confiable que se acerca cada vez más al mundo
real ( Figura 7.1 ) .
Algunos conceptos que se usan con frecuencia en modelos son:
Parámetro. Es un valor que caracteriza a un sistema, por ejemplo el área de una cuenca o sus
parámetros geomorfológicos (altitud media, perímetro, etc.).
Variable. Es un valor que se relaciona a una condición eventual del sistema y que varía en
espacio o en tiempo, o, en ambos. En una cuenca datos del tipo de suelo, la cobertura
vegetal, la rugosidad.
Fenómeno. Es un proceso físico o un evento que produce la alteración en el estado de un
sistema: la precipitación, la evapotranspiración, la percolación son fenómenos del ciclo
hidrológico que producen un cambio de estado de un sistema (una cuenca que por efecto de
una lluvia, por ejemplo, genera una creciente).
Datos. Son la información que sirven para el modelo (lluvia, caudal, temperatura, etc.)
Calibración. Es la comparación entre los valores calculados por el modelo y los medidos en
el sistema real.
La disponibilidad de datos resulta fundamental en la selección del modelo a utilizar. Modelos
simples dan resultados más confiables en áreas con poca información.
Las técnicas de análisis estadístico y regionalización tratadas en los capítulos 4 y 5 resultan
importantes para completar series, extrapolar datos en áreas homogéneas, realizar análisis de
consistencia y corregir errores. Aunque el gráfico de la Figura 7.2 no es excluyente de las
necesidades de problemas puntuales, en términos generales estos son los pasos más
significativos en los estudios hidrológicos de cuencas.
.
Figura 7.2 Estudios Hidrológicos de Cuencas
A partir de los años 80, el intenso desarrollo de sensores remotos y tecnología espacial (capítulo
14), ha proporcionado a los hidrólogos la oportunidad de densificar la información,
generalmente dispersa, agilizar y facilitar el conocimiento espacial de las cuencas con menores
tareas de campaña.
Los radares digitalizados están permitiendo profundizar el estudio de las tormentas y el
comportamiento de las celdas convectivas (Fernández et al, 2008) generando detallados análisis
del tamaño, movimiento, simultaneidad y secuencia de las celdas productores de crecientes
torrenciales (capítulo 14 y CD).
Otra técnica que ha producido un verdadero cambio en el procesamiento y manejo de datos
geográficos es el desarrollo de los “Sistemas de Información Geográfica” (SIG), facilitando la
implementación, calibración, evaluación y comparación de modelaciones de cuencas. El modelo
HEC-Geo RAS (HEC, 2009) es un claro ejemplo de uso práctico de los SIG en los modelos
hidráulicos.
La variabilidad espacial de las condiciones físicas, vegetación y uso del suelo, precipitación,
movimiento de las tormentas, se definen ahora con el uso de estas técnicas, lo cual facilita la
calibración de los modelos.
Los modelos determinísticos son aquellos en los que las funciones que relacionan las entradas y
las salidas, definen el comportamiento del sistema sin que se tenga en cuenta ley o distribución
de probabilidad alguna. Dada una función de entrada y sus variables y parámetros se obtiene
una función de salida perfectamente definida. Se dividen en lineales y no lineales.
En los modelos lineales, el comportamiento de la(s) variable(s) se puede describir por una
relación o ecuación diferencial lineal, mientras que en un sistema no lineal, la variable, o alguna
de sus derivadas, pueden ser elevadas a una potencia distinta a uno. Si los coeficientes de la
ecuación son constantes el sistema es invariable en el tiempo, si en cambio uno o varios son
funciones del tiempo (t), el sistema lineal es variable en el tiempo. Otro principio que se aplica a
los sistemas lineales, es que la suma de los valores de entrada se traduce en la suma de los
valores de la salida, es decir, existe superposición y proporcionalidad de efectos.
Los modelos determinísticos se subdividen a su vez en modelos de síntesis o conceptuales y de
análisis o empíricos. Los conceptuales tratan de simular los diferentes procesos del ciclo de la
escorrentía, mediante ecuaciones o simples relaciones que interpreten cada fenómeno del
proceso. Los modelos empíricos, pueden tener algunos cálculos de tipo conceptual pero, en
general, se los define como de “caja negra”. Estos modelos están basados en expresiones
empíricas o funciones matemáticas que producen resultados semejantes al del proceso físico,
pero que no lo explican físicamente, por ejemplo el hidrograma de escorrentía asimilado a una
función gamma de dos parámetros, como en el modelo ARHYMO.
En el marco de estas clasificaciones básicas existen clasificaciones de los modelos
determinísticos basados en los criterios de la forma en que son aplicados: respesto al espacio o
el tiempo. Cuando el espacio es el criterio de aplicación se dividen en:
Parámetros concentrados (“lumped”). Si la variación espacial de los parámetros físicos de la
cuenca y de las variables de entrada (lluvia, evapotranspiración), ignoran la distribución
espacial y se toman como valores promedios en unidades de respuesta hidrológica (URH).
Hasta la actualidad y en función de la disponibilidad de datos son los modelos más usados
en diseño.
Parámetros distribuidos (“distributed”). Consideran la variación espacial de los parámetros
físicos y de las variables de entrada en la URH, de modo que la salida es función, no sólo
del tiempo,sino también del espacio. Estos modelos, tienen el inconveniente de que
requieren la existencia de datos “distribuidos” y mayor capacidad de computación. Ambos
factores están siendo ampliamente superados con el uso de técnicas modernas de
relevamiento, análisis de imágenes de satélite, radar, sistemas de información geográfica y
el aumento exponencial de las capacidades de almacenamiento y velocidad de
procesamiento de las computadoras.
La respuesta natural de una cuenca a un impulso de entrada (precipitación) es siempre continua
o sea varía permanentemente en el tiempo. En la modelación de cuencas, en la simulación de las
relaciones precipitación -escorrentía por razones prácticas existen dos métodos de modelación:
por eventos y continua.
En la modelación por eventos (discretos) se consideran la simulación de eventos aislados, por
ejemplo, el período de tiempo de una determinada creciente. Fundamentalmente, son
modelos que simulan el humedecimiento del suelo por efecto de la lluvia, pero no el balance
de agua en el perfil del suelo, ni el proceso de secado por infiltración, percolación y
evapotranspiración. Por esto, no pueden simular el flujo base en períodos donde no hay
lluvias. Simulan sólo escorrentía directa, en períodos discretos de tiempo donde se produce
algún evento.
En la modelación continua se representa la respuesta de la cuenca a un impulso de entrada
continua, lluvia o no lluvia, evapotranspiración, infiltración, percolación, temperatura, etc.
Estos modelos tienen en cuenta el balance hídrico del perfil del suelo, es decir, simulan las
condiciones de sequía en períodos de no lluvia. Simulan el flujo base y todos los
componentes del hidrograma de escorrentía.
Los modelos estadísticos/estocásticos son modelos en los cuales, las relaciones entre las
variables están gobernadas por leyes de probabilidad, tanto en relación con su magnitud
(correlaciones) como en su secuencia en el tiempo (modelo estocástico de generación de series
de tiempo).
Los modelos de optimización son modelos que optimizan una función objetivo, sujeto a un
cierto número de restricciones o condiciones de borde. Los más usados en hidrológía son los de
programación lineal y programación dinámica.
Para identificar un modelo de simulación hidrológica, se debe enmarcar el mismo en todo lo
expresado: así por ejemplo el modelo hidrológico HEC -1 o el HMS, en su rutina de
precipitación-escorrentía se clasifica como determinístico, lineal, empírico, de parámetros
concentrados y de eventos.
Otra clasificación complementaria de la mencionada se refiere a ciertos usos frecuentes en los
modelos matemáticos hidrológicos. Modelos de tránsito de crecientes que se pueden subdividir
en: modelos de tránsito a escurrimiento permanente y modelos de tránsito a escurrimiento no
permanente (Capítulo 8). Modelos de regulación o tránsito por embalses. Modelos de análisis de
frecuencia. Modelos de flujos subterráneos. Modelos de transporte de contaminantes y otros.
Todos los procesos hidrológicos se pueden caracterizar por ser estocásticos o en general una
combinación de procesos determinísticos y estocásticos. En los capítulos 4 y 5 se explican los
conceptos de modelos estadísticos y estocásticos, mientras que en este capítulo se hace
referencia a los modelos determinísticos.
7.2 HIDROGRAMA
El hidrograma es la representación gráfica del caudal, Q, o volumen de agua que pasa por una
sección en determinado tiempo, T, (Figura 7.3). En el hidrograma de una creciente, se pueden
distinguir las siguientes componentes:
dV
dt = I (t)− Q(t) (7.2)
V = Vo + k1 ⋅ h1/ 2 (7.3)
Y la descarga Q(t) es:
h1/ 2 = Q (7.5)
k2
k1
⋅ (7.6)
V = Vo + Q
k
2 Q y (k1 k2 ) el coeficiente de
Donde el volumen, V, es una función lineal de la descarga,
almacenamiento del embalse, K
Luego:
V = Vo + K . Q (7.7)
dV dQ
=K⋅ (7.8)
dt dt
Igualando la ecuación 7.8 a la 7.2, se obtiene la ecuación del embalse lineal, en función de
descarga e ingreso:
dQ
K⋅ = I (t)− Q(t) (7.9)
dt
Dividiendo la ecuación 7.9 por K y reordenando queda:
dQ 1 1
+ ⋅ Q(t) = ⋅ I (t) (7.10)
dt K K
dy
dx + P ⋅ y = Q (7.11)
= ∫ e∫ Q ⋅ dx + c
p⋅dx p⋅dx
y ⋅ e∫ (7.12)
En este caso:
1 1
y=Q x=t p= Q= ⋅ I (t) (7.12a)
K K
y:
1 t
∫ p ⋅ dx =∫ ⋅ dt = (7.12b)
K K
t 1 t
Q ⋅e K = ⋅ ∫e K ⋅ I dt (7.13)
K
t
− t
K
e
∴Q= K ∫e K ⋅ I dt (7.14)
Si existe un sólo embalse con I = 0 (Figura 7.5), la ecuación 7.10 se expresa de la siguiente
forma:
dQ 1
+ ⋅Q=0 7.15)
dt K
dQ 1⋅
(7.16)
=− dt
Q K
Q t1
(7.17)
1
∫
1 1 ∫
d
Q
K
Qo
.dQ = − 0
t
t
Q
1
1
ln =−
Q
0 K =/ 0 ) y del coeficiente del
La descarga en el tiempo t1, es función de la descarga inicial Q0 ; Q0
embalse K:
t
−
⋅
1
Q = Q. e K (7.18)
1 0
De la ecuación 7.6, sí el volumen inicial del embalse, Vo, es cero, se tiene:
V
⋅ Q = K ⋅ Q0 ; Q0 =
k1
V=
k
2 K
Si el volumen es unitario, es decir, cuando la precipitación efectiva sobre la cuenca es unitaria,
queda:
1
Q.0 = (7.19)
K
Sustituyendo la ecuación 7.19 en la 7.18 se obtiene la expresión matemática del hidrograma
unitario instantáneo (HUI) para la cuenca, sabiendo que la duración de la descarga del exceso de
precipitación es cero:
t
1 −
Q(t) = ⋅e K (7.20)
K
Figura 7.5 Función de descarga en un embalse lineal simple
Nótese que en el primer embalse el ingreso cero (I=0) se refiere a una precipitación unitaria,
cuya descarga corresponde a la ecuación 7.20 y el hidrograma a la figura 7.5. En los embalses
sucesivos el ingreso es la descarga del embalse anterior (Q1, Q2, Q3,- - -Qn)
t
1 t n−1 −
Q = ⋅ ⋅e K (7.21)
n
K ⋅ (n −1)! K
Donde (n-1)! es la función Gamma de n (Γn)
Los hidrogramas unitarios basados en el modelo de Nash, como el Hymo (Williams et al, 1973)
tienen dos parámetros, el número de embalses n y el coeficiente de almacenamiento del
embalse, K.
En el caso del ARHYMO (Maza et al, 2003) el número de embalses, n, es función de
parámetros geomorfológicos, así:
n = f (A,L,H )
Donde: A es el área de la cuenca
L es la longitud del cauce principal
H es la diferencia de nivel entre los dos extremos de L (ver el desarrollo y la explicación
del modelo en el CD ).
Hidrograma Unitario
Se define el Hidrograma Unitario (HU) (Sherman,1932) como la respuesta de una cuenca a la
precipitación efectiva de lámina unitaria (1 pulgada ó 1 cm) uniformemente distribuida en toda
la cuenca que cae en una duración especificada de tiempo, T (tiempo unitario). El límite del
HU, al aproximarse la precipitación efectiva con una duración infinitamente pequeña, es lo que
se llama Hidrograma Unitario Instantáneo (HUI). Cuando el HU se calcula para la lluvia
efectiva que precipita durante T horas, se llama hidrograma unitario de T horas. El uso de las
modernas técnicas de computación permite fácilmente trabajar con el hidrograma unitario
instantáneo, en vez del clásico HU de duración T, lo cual representa una ventaja.
La teoría básica del hidrograma unitario se desarrolla en el supuesto que la cuenca es un sistema
lineal invariable en el tiempo, al menos en lo relacionado al exceso de lluvia y al escurrimiento
directo.
Limitaciones:
Si bien el principio del HU es aplicable a cuencas de cualquier tamaño, es deseable usar en su
derivación tormentas bien distribuidas sobre la cuenca, por lo tanto el tamaño óptimo de
cuenca será también función del tipo de tormenta. Así en tormentas frontales, se podrán
utilizar mayores tamaños que en tormentas convectivas; de todos modos en la práctica la
ubicación de las estaciones de aforo y su área de drenaje serán un factor determinante,
debido que no siempre se tiene aforos en los puntos que se necesitan. Es común considerar
en el caso de lluvias de gran extensión unidades de respuesta hidrológica ( URH o
2
subcuencas) no mayores de 5000 km . Un criterio para el caso de tormentas convectivas es
2
no sobrepasar un área de 1000 km como dimensión de las subcuencas (WMO, 1986).
El HU es para cuencas pluviales. Aquellas cuencas que tengan escurrimientos nivales de cierta
consideración, no se pueden usar para derivar un HU.
Hidrogramas unitarios derivados en cuencas en condiciones naturales de suelo y vegetación no
pueden ser usados en cuencas cubiertas de nieve (o un alto porcentaje de ella), porque el
efecto de ésta modifica el tiempo de concentración de la escorrentía.
El HU resultante de una tormenta real es generalmente una curva suavizada porque el mismo
está formado por un número determinado de incrementos diferenciales. Al usar incrementos
finitos no se logra una reproducción perfecta, por eso la ventaja del uso del HUI.
Como se ha mencionado, es muy frecuente que los registros de caudales no coincidan con el
punto donde se quiere obtener el hidrograma unitario, en estos casos la utilización de
métodos de tránsito de crecientes o la combinación de estos con HU e hidrogramas
sintéticos son los adecuados para obtener las relaciones necesarias.
Para el cálculo manual del HU de duración T se requieren los siguientes datos básicos :
Registros de caudales de crecientes.
Registros de las lluvias que produjeron las crecientes y de las lluvias antecedentes en la mayor
cantidad posible de estaciones dentro y fuera de la cuenca.
Datos de caudales de base preferentemente obtenidos luego de períodos importantes de
ausencia de lluvia.
El análisis detallado de la lluvia, su distribución en la cuenca, intensidad, su distribución en el
tiempo y especialmente la lluvia antecedente, darán conjuntamente con la observación de los
hidrogramas resultantes una imagen de la respuesta de la cuenca. Es frecuente encontrar casos
de lluvias de láminas muy importantes que producen picos sensiblemente menores a otras de
menor lámina, pero que fueron precedidas por lluvias o lloviznas que llevaron el suelo a la
saturación.
De acuerdo a lo dicho y a la teoría básica del HU, es conveniente seleccionar hidrogramas
provenientes de precipitaciones de considerable magnitud precedidas de períodos de lluvias que
llevan el suelo a condiciones de humedad. También es imprescindible que el hidrograma no sea
resultante de escurrimiento nival.
Los estudios de lluvias se hacen de acuerdo a lo visto en el capítulo 5, una vez seleccionados el
o los hidrogramas se procede a separar el flujo base. Con respecto a la duración unitaria de la
precipitación efectiva, esta se debe seleccionar en base al tamaño de la cuenca y podrá variar de
1 hora o menos para cuencas pequeñas a 24 horas para cuencas grandes. En general, para los
fines de orientación, se puede establecer que la duración de la precipitación efectiva debe ser tal
que variaciones de la intensidad de la lluvia en el intervalo no afecten sensiblemente la forma
del hidrograma. Cuantitativamente puede tomarse como norma indicativa seleccionar tormentas
cuya duración no exceda 1/4 a 1/3 al tiempo de concentración, Tc, de la cuenca (Capítulo 6).
Hidrograma Unitario Instantáneo (HUI)
Cuando la duración de la precipitación efectiva se hace infinitamente pequeña, el hidrograma unitario se llama
hidrograma unitario instantáneo (HUI). Esta es la idealización matemática que permite dar lugar a cálculos más
exactos del HU, mediante la solución de la integral de convoluciòn (ecuación 7.22)
∫
Q( t ) = t µ ⋅ (t − ς )⋅ Iς dς (7.22)
0
En la cual Q (t) es el valor del caudal en el tiempo t (función de salida); I (ς) es el valor de la
precipitación efectiva en el instante ς (función de entrada); µ (t - ς) es la función de KERNEL
que en este caso es la ordenada del período (t - ς) del hidrograma unitario que se inicia en el
instante ς;. t es constante para cada integral; ς es la variable de integración (Figura 7.8)
Es decir, para cada valor de t se tiene una integral en ς que va de 0 a t’, siendo t’ = t cuando t ≤
to y t’ = t o. cuando t > to y para cada valor de t el caudal total está dado por la suma de los
productos de las ordenadas de orden (t - ς) de los hidrogramas unitarios que empiezan en ς por
el valor de la precipitación del instante ς (Iς). Así para aclarar conceptos, si se suponen períodos
dς finitos y se hace t = 5. se tiene:
5
Q(5) = ∑u ⋅ (5 − ς )⋅ Iς (7.22’)
0
Para t de 0 a 5:
= 0 ; u (5) I0
= 1 ; u (4) I1
= 2 ; u (3) I2
= 3 ; u (2) I3
= 4 ; u (1) I4
= 5 ; u (0) I5
La suma de todos ellos es Q (5). En igual forma para t = 6 (con 0 ≤ ς ≤ 6), t = 7, 8, 9...etc.
La mayor ventaja del HUI con respecto al HU, es que en esta forma el cálculo se independiza de
la duración de la precipitación efectiva, eliminando una variable que como se vio constituye un
problema en el uso de los HU de T horas cuando se tienen lluvias de mayor o menor duración
que exigen cálculos aproximados. Por otra parte, el HU es fácil de calcular manualmente,
mientras que la solución de la integral de convolución se hace por métodos matemáticos, para
cuya solución se necesita el uso de computadoras.
t es el tiempo donde se calcula la ordenada total, relacionada con el caudal
es la variable de integración. Es el tiempo relacionado con la precipitación, inicio del HUI.
Ejemplo 7.1
Derivar el HU de una cuenca con los datos siguientes:
2 2
Area de la cuenca:30 km = 30000000 m
Duración de la precipitación efectiva: 20 minutos
Lámina de precipitación total: 30mm
Lámina de precipitación efectiva: 16.8mm ( tabla 7.2)
Intervalo de tiempo, dt: 600 seg (10 minutos)
Solución:
La Tabla 7.2 muestra en la columna 1 las horas en que se han registrado los caudales que se
expresan en la columna 3 Como se trata de una cuenca torrencial con flujo base cero, los
caudales de la columna 5 son iguales a los de la 3. La columna 6 es el hidrograma unitario,
que resulta de dividir cada uno de los caudales de la 5 por el factor de lluvia efectiva ƒ de
modo de obtener los caudales que corresponderían a una lluvia efectiva de 1 centimetro. Como
la lluvia efectiva tiene una duración de 20 minutos, el HU es: El HU de 20 minutos. El
coeficiente ƒ resulta de multiplicar la suma de la escorrentía directa ( QD ) por DT y dividir por
el area de la cuenca teniendo presente la transformación de las unidades para obtener ƒ en
centímetros.
Tabla 7.2 Hidrograma Unitario para una duración de 20 minutos
f
(cm) =
(∑QD )(DT ) x 100 = 840 x 60/0/ x 10/0/
Area x 106 30000/0/0/0/
5040
f= 3000 = 1.68cm = pp efectiva
1 . 68
C= 3. 00 = 0.56 ( coeficiente de Escorrentía
HU = QD ÷1.68
Ejemplo 7.2
Con el HU obtenido en el ejemplo anterior (Tabla 7.2) obtener un hidrograma unitario de una
tomentam de 60 minutos medida en intervalos de 20 minutos
Solución: En la Tabla 7.3 la primera columna es el tiempo acumulado cada 10 minutos, que es
el intervalo de tiempo de la derivación del HU. La segunda es el HU derivado en la tabla 7.2.
Tabla 7.3 Hidrograma de una tormenta en base al HU derivado y al hietograma de exceso de lluvia
(1) (2) (3) (4) (5) (6)
Tiempo HU derivado Hietograma de exceso de lluvia de 60 minutos en intervalos de 20 minutos
acumulado m3/s 2.1 cm (20’) 2.3 cm (20’) 1.4 cm (20’) Total ( m3/s )
0 0 0 0
10’ 17.8 37.4 37.4
20’ 29.8 62.6 0 62.6
30’ 47.6 100.0 41.0 141.0
40’ 71.4 150.0 68.5 0 218.5
50’ 107.0 224.0 109.5 25 358.5
60’ 149.0 313.0 164.2 41.7 518.9
70’ 59.6 125.0 246.0 66.6 437.6
80’ 17.8 37.4 342.7 100.0 480.1
90’ 0 0 137.0 150.0 287.0
100’ 41.0 208.0 249.0
110 0 83.5 83.5
120’ 25.0 25.0
140’ 0 0
El Dt para las ordenadas (10 minutos) puede ser distinto a la duración unitaria de la pp (como
en este caso). Lo que es importante es que se maneje bien el desfase de cada HU en períodos
iguales al tiempo unitario, en este caso 20 minutos. Los valores de las columnas 3, 4 y 5 de la
Tabla 7.3, son el producto de los valores de la segunda columna por los valores de exceso de
lluvia, así:
Hidrogramas sintéticos
El hidrograma unitario desarrollado a partir de datos de lluvia y de caudal, o mediante el uso de
modelos de lluvia - caudal y optimización de parámetros, se aplica cuando en el punto de cierre
de la cuenca se dispone de datos de caudales de una creciente y en la cuenca misma, datos de la
precipitación que la descencadenaron. Es muy frecuente no contar con datos de caudal, por tal
motivo se genera un hidrograma de una creciente máxima a esperar en un sitio, para luego con
el mismo, realizar el diseño de una estructura o verificar una existente. En estos casos, se
utilizan hidrogramas sintéticos calculados con modelos, como los modelos de Clark , Snyder o
del SCS.
El modelo de Clark
El modelo de Clark (Clark,1945; HEC,1982; ASCE,1997) difiere del de Nash en que existen
parámetros relacionados con la geomorfología de la cuenca que se toman en cuenta. El modelo
usa dos parámetros y la relación tiempo-área para definir el hidrograma unitario. Los
parámetros son: el tiempo de concentración, TC (Capítulo 6), definido como el tiempo que una
partícula de agua tarda en llegar desde el punto más alejado de la cuenca al punto de descarga
(puntos 1 y 2 en Figura 7.9) y un segundo parámetro, el coeficiente de almacenamiento R, en
unidades de tiempo, que tiene en cuenta el efecto de almacenamiento en la red de cauces de la
cuenca (Figura 7.11)
Figura 7.9 Modelo de Clark
R = (150 −20)
3
m /s
3
= 4.33horas (7.23)
30 m / s / hora
La Figura 7.11 es una representación del significado de los coeficientes T C y R. Mucho se ha
investigado para obtener una ecuación práctica de R. En estudios realizados en cuencas aforadas
por el Cuerpo de Ingenieros (HEC, 1982) se establece:
R
( T + R) = 0.65
C
Es decir:
R(1 − 0.65) = 0.65 ⋅TC
Tabla 7.4 Valores de los parámetros de Snyder y Clark calculados por calibración con el
modelo HEC-1
Snyder Clark Qp R
Cuenca Tp TC R 3 Obs TC+R (T + R)
Cp Ct (m /s) C
(hr) (hr) (hr) (K)
5.8 0.49 6.1 8.2 40 14.3 0.57
Rahway river en Springfield,
3.7 0.41 3.6 6.7 51 10.3 0.65
agosto71, jul 75; Rahway river en
13.6 0.57 14.7 15.0 32 29.7 0.50
Rahway, agosto 71-agosto 73,
14.9 0.69 17.0 11.3 36 28.3 0.40
Julio 75-USA. HEC (1982) (*)
15.5 0.69 17.7 11.8 34 29.5 0.40
Apalachian Highlands,
0.63 2.0
Southern California
0.94 0.4 11.0
Eastern Gult México Allen et al.,
0.61 8.0
(1975) (**)
Aluminé en Rahué.Fernández, P.
9.4 0.66 11.0 6.5 239 Alta 17.50 0.37
(2001) Río Limay (Arg.) (***)
Aluminé en Talhelum 18.7 0.57 22.11 19.22 231 Alta 41.33 0.46
Interm
Collón Curá en Desemboc. 19.5 0.22 16.82 17.51 608 34.33 0.51
edia
Traful en La Cantera 7.9 0.56 11.89 7.93 95 Alta 14.82 0.40
Nota: Las (*) y (**) son cuencas aluvionales y las (***) cuencas no aluvionales.
Como se puede apreciar existe bastante semejanza entre los valores de la relación R/TC+R, de
las determinaciones en EE.UU. y en Argentina en cuencas aluvionales pequeñas y no aluvionales
grandes. El promedio de los valores de la Tabla 7.4 es de:
R
(T + R) = 0.47 ; Despejando R es: (7.25)
C
= 0.47 Tc + 0.47 R R -
0.47R = 0.47 TC (7.25a)
Luego: R ( 1-0.47R = 0.47 Tc
R = 0.47 ⋅TC = 0.88 ⋅T (7.26)
(1 − 0.47) C
Para R, se obtiene un valor inicial que se puede usar en el calculo preliminar del coeficiente de
almacenamiento dentro de los límites dados en 7.24.
K
Luego R = (1 − K ) ⋅TC (7.28)
A semejanza de lo realizado en la Tabla 7.4, con cuencas aforadas se pueden encontrar valores
del coeficiente K para las cuencas bajo estudio.
0.2778 ⋅Cp ⋅ A
Qp = (7.30)
Tp
El producto L ⋅ Lca es una medida del tamaño y la forma de la cuenca. Este factor intenta
parametrizar la forma de la cuenca en términos de la longitud, L y ancho, Lca.
Ct 0.6
= (7.31)
S
Con S, la pendiente media de la cuenca. Snyder propone valores entre 1.8 y 2.2; siendo los
valores menores los correspondientes a cuencas de mayores pendientes.
T
R
T = (7.32)
d5.5
Donde TR es el tiempo de retraso (ecuación 7.29)
La duración de la escorrentía superficial y base del hidrograma unitario Tb (en días) está dada
por:
T T
T =3 +3 ⋅ R
=3+ R
(7.33)
b 24 8
Esta expresión da un mínimo de tiempo base de 3 días, hasta en cuencas pequeñas, porque
incluye el efecto del flujo subsuperficial. Por este motivo el método de Snyder no es
recomendable de aplicar en cuencas pequeñas de tiempos de concentración bajos (Allen et al.,
1975).
Snyder desarrolló el método para cuencas de los montes Apalaches. Aplicaciones posteriores
han producido valores diferentes. Estos coeficientes se deben encontrar para una región por
calibración (usando, por ejemplo, como en la Tabla 7.4, el modelo HEC-1 o el HMS), incluso
para Tp se pueden usar ecuaciones diferentes a la ecuación 7.29, tomando en cuenta parámetros
geomorfológicos de la cuenca. Por ejemplo una expresión alternativa de la 7.32, que ha
demostrado ser útil es:
L ⋅ Lca
TR = S 1 / 2 (7.34)
Donde S es la pendiente del curso principal en m/m.
El coeficiente empírico de retención y almacenamiento, Cp, ( tabla 7.4 ) tiende a ser bastante
constante para una región. El coeficiente empírico, Ct, representa la variación en las pendientes
de la cuenca y la capacidad de almacenamiento de la misma (“Storage”). En general cuando Cp
aumenta Ct disminuye.
El cálculo manual del hidrograma por el método de Snyder necesita de dos valores que dan el
ancho del hidrograma (en horas) correspondiente a los valores del 75% del caudal pico, W 75 y al
50% W50 (Figura 7.12). El método se usa fácilmente como una de las opciones del modelo
HEC-1 o el HMS. También se puede construir un hidrograma triangular con los valores de Qp y
Tb., calculados con las ecuaciones: 7.30 y 7.33.
Los valores de W75 y W50 en horas y fracción, están dados por la siguiente ecuación empírica :
W = Cw ⋅ Qp−1.081 (7.35)
Donde Cw es igual a 1.22 para W75 y 2.14 para W50, para el Sistema Internacional.
En el modelo HEC-1 se trata el uso del método de Snyder; en la Tabla 7.4 se han indicado
algunos valores de parámetros de Clark y Snyder obtenidos por calibración.
F y Pe (7.36)
S PT
Donde: F es la retención real de agua en la cuenca durante la lluvia excluyendo Ia. Su valor
máximo es S.
S es la máxima capacidad de retención de agua en la cuenca excluyendo Ia.
PT es la precipitación total de la tormenta.
Pe es la precipitación directa o efectiva.
Ia es la pérdida inicial.
Figura 7.13 b Otra representación de las variable del método del S.C. S - CN
F = PT − Pe (7.38)
P −P P
T e = e
(7.39)
S PT
P T − Pe = S ; PT (PT − Pe ) = S
P P P
e T e
Operando con la 7.39 y despejando Pe queda:
PT2
Pe = P S (7.40)
+ T
Que es la relación precipitación – escorrentía ignorando Ia
De la Figura 7.13a la pérdida inicial, Ia, se la puede incluir, en la ecuación (7.40) restándola de
la precipitación PT, obteniendo así la ecuación de la lámina del exceso de precipitación
(escorrentía directa):
(PT − Ia )2
Pe = (P − I )+ S (7.41)
a
T
El método de SCS no incorpora el tiempo (t) explícitamente en la ecuación 7.41. Por lo tanto, se
requiere incluirlo en la aplicación del método a un hietograma de lluvia, así :
Pe (t) =
(PT (t)− Ia )2
(7.42)
[(PT (t)− Ia )+ S]
Donde Pe(t) es la precipitación efectiva (escorrentía directa) acumulada en el tiempo t, y PT(t)
es la lluvia total acumulada en el tiempo t. Considerando que
∆t = t2 − t1
Se tiene:
Ia = 0.2 ⋅ S (7.44)
Sustituyendo la ecuación 7.44, la ecuación 7.42 queda:
Pe =
(PT − 0.2 ⋅ S )2
(7.45)
(PT + 0.8 ⋅ S )
Al representar gráficamente la relación entre Pe y PT de la ecuación 7.45 el SCS definió un
número adimensional (CN)correspondiente a una curva determinada (Curvas CN). La ecuación
7.45 se usa para calcular las curvas del número de curva, CN, de la Figura 7.14. Con la
precipitación total de la tormenta , en la abscisa y la precipitación efectiva o escorrentía directa,
en la ordenada. En base al estudio del complejo hidrológico suelo-vegetación se determina el
escurrimiento directo (Figura 7.14). Entrando en la abscisa con el valor de la lamina total (P T)
de lluvia hasta la curva de CN y leyendo el valor de escorrentía directa en la ordenada (Pe).
Figura 7.14 Relación precipitación total vs precipitación efectiva usando valores de CN.
Ejemplo 7.3
Calcular los valores de S y CN para los siguientes datos de un suelo:
SAT = 25%
SECO = 5%
a= 1.4
z = 300mm
Solución:
Aplicando la ecuación 7.47, resulta:
ω −ω 25 − 5
= SAT SECO ⋅δ .z= ⋅ (1.4)⋅ (300) = 84[mm]
a
100 100
De acuerdo a los datos experimentales valores CN < 30 son muy improbables desde el punto de
vista práctico (Tabla 7.10).
Desde el punto de vista hidrológico los suelos se clasifican en 4 grupos principales (Tabla 7.5)
según las siguiente premisas:
La pendiente del terreno incrementa el potencial de escurrimiento.
Suelos con perfiles de características semejantes responden en forma semejante al efecto de una
tormenta de gran intensidad.
La clasificación debe basarse siempre en una misma técnica de medición.
El criterio formado por los especialistas en base a numerosas observaciones es fundamental en
la clasificación del suelo.
Tabla 7.5 Clasificación de suelos según potencial de escurrimiento
Tabla 7.6 Clasificación de los usos del suelo según los efectos hidrológicos
Tipo Descripción
Se consideran las rotaciones malas o buenas en función de la densidad de vegetación
Rotaciones de la rotación. Así aquellas rotaciones con alfalfa que mejora la textura del suelo y
aumenta sus condiciones de infiltración es considerada una buena rotación.
Malas: exceso de pastoreo, cobertura menor al 50% del área
Praderas naturales y Regulares:pastoreo regular, cobertura entre el 50% y el 75% del área
pastizales Buenas: pastoreo ligero, cobertura mayor del 75%
Malos: pastoreo excesivo, se queman regularmente, árboles pequeños.
Lotes de bosques Regulares: algo de pastoreo, no se queman pero no están protegidos.
Buenos: protegidos, sin pastoreo y con arbustos
Se considera un caso particular para el que el Servicio Forestal ha realizado
Bosque comercial
determinaciones especiales.
Incluye cascos de estancias, caminos y áreas urbanas. Estas áreas se consideran dentro
Tipos varios de de algunos de los tipos de cubierta analizados. Cuando el área impermeable es grande
terrenos y la cuenca pequeña, se la considera una clase individual con el 100% de
escurrimiento.
Son aquellos que se siembran siguiendo las curvas de nivel, la tabla de valores de CN
Cultivo en hileras
es para tamaños de surcos en condiciones medias.
La tabla incluye el caso de terrazas con pendiente y con extremos abiertos. Las
Terrazas
terrazas a nivel y con extremos cerrados deben considerarse como surcos a nivel.
Las condiciones de humedad antecedente, indican el estado de la humedad del perfil del suelo
en la cuenca al producirse una tormenta determinada, como son: precipitación en el período
anterior de 5 a 30 días, efectos de la infiltración y la evapotranspiración, hacen variar el valor de
CN. Debido a las dificultades para determinar las condiciones precedentes con los datos
normalmente disponibles éstas han sido reducidas a 3 casos y presentadas en la Tabla 7.7.
Con el grupo hidrológico de suelo, su uso y cobertura se entra a la Tabla 7.8 que da el valor de
CN para las distintas combinaciones hidrológicas. Otras combinaciones de suelo y vegetación se
incluyen en la Tablas de la 7.9 a la 7.12; para las combinaciones de forestales con pasturas en la
Figura 7.15, se entra con el porcentaje de densidad de cobertura, se corta la recta del grupo de
suelo correspondiente y se obtiene el CN. Las tablas y gráficos dan el valor de CN para la
Condición II (Figura 7.14), si las condiciones precedentes en la cuenca de estudio difieren de las
mencionadas, en la Tabla 7.13 se dan las conversiones correspondientes.
Tabla 7.8 Valores de CN para las diferentes combinaciones hidrológicas suelo-vegetación
para las cuencas en Condicion II
Tabla 7.9 Tabla adicional de valores de CN, para las cuencas en Condición II
Tipo de cubierta A B C D
Herbácea: Mezcla de hierba. maleza matorral de Malo 80 87 93
bajo crecimiento. siendo el matorral el elemento de Medio 71 81 89
menor importancia Bueno 62 74 85
Malo 66 74 79
Roble/álamo: Mezcla de álamo caoba de montaña.
Medio 48 57 63
“bitter brush”, arce y otros arbustos
Bueno 30 41 48
Malo 75 85 89
Pinaceas/Juniperus: Pinaceas, Juniperus o ambas
Medio 58 73 80
con hierba bajo cubierta
Bueno 41 61 71
Malo 67 80 85
Labiadas con hierba bajo cubierta Medio 51 63 70
Bueno 35 47 55
Mata desértica: La mayoría de las plantas incluyen Malo 63 77 85 88
plantas halófilas. plantas crasas, plantas con aceites Medio 55 72 81 86
esenciales Bueno 49 68 79 84
0 Para regiones húmedas utilizar cuadro de áreas forestales
1 Malo: < 30% de cobertura de suelo (hierbas y arbustos).
Medio: 30-70% de cobertura de suelo.
Bueno: > 70% de cobertura de suelo.
Los números de curva del grupo A sólo se han desarrollado para matas desérticas.
Tabla 7.12 Valores de CN de escorrentía para áreas urbanas (1) en condiciones medias de
humedad previa y para Ia = 0.2 S
La condición de humedad antecedente del suelo, resulta un elemento importante no sólo para el
caso de la construcción de hidrogramas sintéticos sino para obtener una buena calibración de
modelos usando crecientes aforadas. Considerando el período de 5 días anteriores al de la lluvia
que produce la creciente se ha determinado , la condición precedente de humedad en el suelo
(Tabla 7.14).
Tabla 7.14 Condición precedente de humedad según la lluvia total caída durante los 5 días
anteriores
La velocidad de infiltración está relacionada con los grupos hidrológicos de suelos definidos
para la determinación de CN según se indican en la Tabla 7.15 para distintos grupos de suelos.
Valores mínimos de velocidad de infiltración a usar para cada grupo hidrológico de suelos . Para
cada grupo de suelos es aconsejable usar los valores mínimos al menos que se puedan justificar
valores mayores (USDA, 1969).
Ia (7.48)
Ia = λ ⋅ S ∴ λ =
S
(P − λ ⋅ S )2
T cuando PT ≥ λ ⋅ S
(P − λ ⋅ S +
S) (7.49)
T
Pe = cuando PT < λ ⋅ S
0
Es decir, hay escorrentía directa cuando la precipitación es mayor o igual a la pérdida inicial. El
índice de almacenamiento, S, tiene los valores de 0 e ∞ que corresponden a CN = 100 y 0
respectivamente. La ecuación 7.49, por una transformación algebraica se puede expresar como:
(P
.T
− λ ⋅ S )2
Pe = (7.50)
PT + (1− λ )⋅ S
La ecuación 7.50 se usa para determinar diferentes valores de λ con numerosos ensayos de
tormentas, en los cuales se ha encontrado que, en ciertos casos, proporcionan un mejor ajuste
para λ = 0.05 que con λ = 0.20. Así, tomando λ = 0.05 la ecuación 7.50 queda:
Pe =
(PT − 0.05 ⋅ S )2
(7.51)
(PT + 0.95 ⋅ S )
Hawkins (2001) sugiere en este caso el recálculo de las curvas de CN, con la ecuación 7.51, en
lugar de la ecuación 7.45 aunque expresa que las mayores diferencias se observan en valores
bajos de CN y de lluvias no muy intensas.
−
4 y 3; NDVI = 43
+
43
Su análisis se realiza adecuadamente con “Arc-View-Image Analist”. La relación entre el
tamaño del píxel a seleccionar y la escala del plano a utilizar para representar el terreno se
indican en la Figura 7.16.
Así, si se trabaja con planos 1:250000 el píxel debe ser 100 m x 100 m para tener, en esa escala,
la mayor información posible. Las imágenes se adquieren normalmente en tres y seis bandas
para el Landsat, como imagen corregida multiespectral y pancromático para Spot.
Una aplicación del uso de imágenes en la estimación de CN, se presenta en el CD (Mulders, et.
al., 1990) realizado en la cuenca experimental del Divisadero Largo (Mendoza, Argentina). El
mapa de cobertura vegetal se realiza con el procesamiento de mapa temático de imagen de
satélite usando los índices mencionados. Este mapa se completa con el de tipo de suelos,
determinado por procesamiento de fotos aéreas y apoyo de campaña; como resultado de ambos
mapas se obtiene el mapa de la clasificación hidrológica de suelos .
En la práctica el valor de CN, para el uso de los modelos, se determina a través hidrogramas
observados y calculados en un proceso de optimización o mediante tablas en caso que no
existan aforos.
P = q p ⋅ Tp + q p ⋅ Tr = q p ⋅ (Tp + Tr ) (7.52)
e
2 2 2
Despejando qp
2P
2.Pe e
qp = (T + T ) = T (7.52 a)
p r b
Ahora bien:
El hidrograma unitario adimensional de la Figura 7.17 tiene 37.5% del volumen total (Tabla
7.16) en el lado de ascenso de caudales (NEH, 1972) y se representa por unidades de tiempo
correspondiendo el tiempo 1 al pico del caudal (T/Tp = 1).
Como se expresó ese hidrograma curvilíneo se representa tambien por uno triangular
equivalente que tiene igual porcentaje de volumen en el lado de ascenso de los caudales. Esto
permite expresar el tiempo de base, Tb en función del tiempo al pico, T p. Si para una unidad de
tiempo Tp el volumen es igual a 0.375, entonces:
2 ⋅P P
qp = e
= 0.75 ⋅ e
2.67 ⋅T T
p p
3
Para expresar la escorrentía total en función de áreas y en m /s el caudal pico, Qp,es:
m2
10 6 ⋅
0.75 ⋅
P ⋅ A mm ⋅ km2 km2
Qp = T
e
⋅
p horas mm segundos
1000 ⋅ 3600
m hora
Simplificando, resulta la ecuación del caudal pico dado por el método del SCS
⋅
0.75 P ⋅ A⋅106 P.A
Q = e = 0.208 ⋅ e
p
(7.55)
(7.55a)
(7.56)
Una vez calculado el caudal pico puede tambien hacerse una estimacion del volumen del
hidrograma mediante la ecuación 7.56a
∀ = 1000 ⋅ Pe ⋅ A (7.56a)
3
Donde: ∀ es el volumen, en m .
Pe es la precipitación efectiva (escorrentía directa), en mm.
2
A es el área de ls cuenca en km .
de la Figura 7.17, se tiene:
.
Tp = 0.5 ⋅ D + TR (7.57)
D + 0.6 T = T (7.61)
c p
2
D = 0.133 Tc (7.62)
y Tp = 1.113 TR (7.63)
Para que el hidrograma resultante tenga adecuada definición, se debe cumplir que el intervalo
de tiempo del hidrograma debe ser:
Dt ≤ 0.25Tp (7.64)
y de acuerdo a (7.63)
Dt ≤ 0.28 TR (7.65)
La desigualdad 7.65 es la condición que el modelo HEC-1 y el HMS establecen, como necesaria
para definir adecuadamente los hidrogramas de escorrentía.
Ecuación Definición
Escorrentía pico unitaria en mm/hora.
q = 2 ⋅ P e se obtiene del grafico de CN
p ( p + T r)
T
Pe
Figura 7.18 Cuenca experimental Divisadero Largo con la subdivisión para el modelo HEC-1
o el HMS
2
La lluvia de 60 mm/hora corresponde para esa zona de Mendoza y para un área de 5 km a un
tiempo de retorno de 5 años (Fernández et al., 1999).
Solución:
A partir de la cota mayor y menor, se calcula el desnivel medio de la cuenca:
Con este último valor y los datos de la tabla 7.18, se determina el tiempo de concentración de la cuenca, usando
la fórmula de
H 250
Luego, estimando el tiempo de retraso mediante la ecuación 7.58 se tiene:
Tabla 7.20 CN según grupo hidrológico (figura 7.15) en un grupo de suelo (x).
Complejo B D
Vegetación natural. Cobertura 60% 70
Rocas con fuertes pendientes 100
La clasificación del grupo de suelos es hipotética para simplificar el ejemplo. Tabla 7.21 Cálculo
Para estimar el CN, se calcula el producto del área de influencia (tercera columna de la tabla
7.21) y del CN de determinado tipo de suelo (segunda columna) dividido por el área total de la
cuenca, así:
.
CN ⋅ A 380
CNII = = = 76 (7.65d)
A 5
TOTAL
De la tabla 7.13 para suelo saturado con lluvias antecedentes para CNII 76 (interpolando)
corresponde un
CN III = 92 (7.65e)
Calculando la escorrentía directa acumulada, de la figura 7.14 para precitación total (PT) de
60mm y un CN de 92, se tiene:
Pe = 37[mm] (7.65f)
Así, suponiendo que la escorrentía directa es igual a la precipitación efectiva (no existe flujo
base en la cuenca), de la ecuación 7.56 el caudal pico, Qp, será:
.
3
P .A (37) (5) m
Qp = 0.208 ⋅ e
= 0.208 ⋅ = 54 (7.65h)
Tp 0.71 s
Por la semejanza entre los hidrogramas triangular y curvilineo ( adimensional ) del SCS (
figura 7.17 ) se puede construir un hidrograma curvilineo con los valores de Tp y Qp
calculados con la ecuaciones del hidrograma triangular y generar uno curvilineo haciendo
uso de los valores dados en la tabla 7.16
Asi si los valores mencionados de Tp y Qp han sido calculados para esa cuenca en 43
minutos y 54 m3/s ,la Tabla 7.22 muestra el calculo del hidrograma curvilineo
La Tabla 7.22 se calcula de la siguiente manera: Las columnas 1 y 2 se extraen de la tabla
7.16 . Las 3 y 4 se calculan usando estas relaciones y los valores calculados de Tp y Qp
Por ejemplo Si: T/Tp = 0.6 ; T = (0.6)(43) = 25.8 minutos
3
Si: Q/QT = 0.66 ; Q = (0.66)(54) = 35.6 m /s y así para los demas valores
Tabla 7.22 Cálculo del hidrograma curvilíneo (se muestran solo algunos valores)
La ecuación 7.20 del embalse lineal simple (Figura 7.5) incluye un sólo parámetro K
(coeficiente de embalse lineal) y su uso resulta útil para cuencas pequeñas de tiempos de
respuesta cortos. El método del SCS tiene también un sólo parámetro en la generación del
hidrograma (tiempo de retraso, TR), mientras que el de Clark y Snyder tienen dos parámetros. El
método de Clark agrega la relación “tiempo-área”.
En la Figura 7.19 (ASCE, 1997) se hace la comparación para una misma cuenca de los
hidrogramas resultantes del SCS y de Clark. En este último caso se han usado diferentes valores
del parámetro R/(TC + R) que usa el modelo HEC-1 o el HMS. Este parámetro adimensional,
resulta muy adecuado para la calibración con Clark; como se ve en la Figura 7.19
para valores pequeños (0.1- 0.3), el hidrograma presenta un pico mayor que puede ser
representativo de cuencas aluvionales pequeñas o de cuencas urbanas, al aumentar el
parámetro, de 0.5 y 0.7, el pico disminuye sensiblemente haciéndose mas plano.
El hidrograma del SCS corresponde a un hidrograma de Clark con el parámetro R/(TC + R) =
0.25. De la experiencia en el uso y calibración de hidrogramas con el modelo HMS, resulta
evidente que los modelos de dos parámetros (Clark - Snyder) son más flexibles para la
calibración.
En última instancia, la selección del método, por lo tanto, puede basarse en otros factores como
son la disponibilidad de relaciones regionales que faciliten la buena estimación de los
parámetros o la simplicidad o complejidad de la cuenca a modelar.
En general, tratándose de cuencas sin datos de aforo, el analista puede usar un modelo que
incluya sólo parámetros que se puedan inferir de cuencas semejantes que hayan sido calibradas;
por ejemplo cuencas con parámetros geomorfológicos semejantes (capítulo 6), así como
condiciones climáticas, suelo y vegetación similares. Es importante que las cuencas tengan
áreas similares.
El desarrollo de ecuaciones de regresión predictivas (Capítulo 5), usando los parámetros
geomorfológicos de ambas cuencas y los valores de lluvia - caudal de la cuenca con datos,
puede ser una herramienta útil en el análisis de cuencas no instrumentadas para la medición de
caudales
2
Figura 7.19 Comparación de hidrogramas para una cuenca de 130 km de área y un tiempo de
concentración, TC de 13.3 horas
Como se ha mencionado, los modelos de eventos simulan el humedecimiento del suelo por
efecto de la lluvia, pero no simulan el balance en el perfil del suelo ni el proceso de secado por
infiltración, percolación y evapotranspiración, sólo simulan el hidrograma de crecientes
(eventos) en períodos discretos de tiempo.
Presumiblemente, la recesión del hidrograma es dominada por la respuesta de flujo
subsuperficial en el punto donde la escorrentía directa proveniente del evento de lluvia aflora.
El problema se presenta frecuentemente en identificar ese punto, aunque en la modelación al
obtener caudales constantes se tiene una respuesta a este problema.
La separación de flujo base se hace siguiendo lo visto en el capitulo 2 y se indica en la
modelación con HEC-1. Se presentaran acá tres modelos de eventos, de amplio uso y
aceptación en la técnica actual del Diseño Hidrológico. Además, de estos modelos se incluyen
ejemplos de aplicación reales y descripción de los datos de entrada (input) en el CD. Igualmente
en las referencias bibliográficas, se dan referencias para la adquisición u obtención por Internet
o comercialmente de los modelos.
Exponencial
Es un método empírico desarrollado por el HEC que relaciona la tasa de pérdidas con la
intensidad de lluvia y con las pérdidas acumuladas.(Figura 7.22) Las pérdidas acumuladas son
representativas de la capacidad de almacenamiento de humedad en el suelo, así:
IT = A⋅ I E (7.66)
Figura 7.22 Función de pérdidas exponencial para suelo sin nieve (HEC-1, 1998).
Utilizando la nomenclatura del modelo HEC-1 a fin de interpretar la figura 7.22 es:
A = AK + DLTK
0.1CUML
AK = STRKR/(RTIOL)
Donde:
STRKR: depende del tipo de suelo
AK es la variación de A. debido al incremento de la humedad en el suelo (infiltración)
Cuando cuml = 0 (inicio de la lluvia)
AK = STRKR
DLTK es la variación de A debido al incremento de las pérdidas iniciales (Ia) cuyo valor
máximo es 0.2 DLTKR
Donde:
DLTKR representa las condiciones humedad antecedente.
2
DLTK = 0.2 DLTKR (1-(CUML/DLTKR))
Cuando cuml = DLTKR (suelo saturado DLTK = 0) y solo queda vigente AK que es la
infiltración.
El valor DLTKR es el que depende fundamentalmente de las condiciones de humedad
antecedente.
DLTKR es la cantidad de lluvia acumulada durante la cual el coef A se incrementa.
STRKR es el valor inicial de AK (ordenada al origen de AK) y depende de la capacidad de
infiltración y es función del tipo de suelo, cubrimiento vegetal y uso de la tierra.
RTIOL es la relación de los valores del coeficiente A en dos puntos separados por 10 pulgadas
(254mm) de pérdidas acumuladas. Este valor es función de la habilidad del suelo para absorber
la pp.
E = exponente de la Pp y es función de la intensidad de pp varía desde 0.0 a 1.0.
Nota: no hay una conversión directa entre unidades inglesas y unidades métricas para los
coeficientes de este método, consecuentemente se deben encontrar los mismos por calibración
en cuencas con datos de precipitación y escorrentía.
Holtan
Holtan en 1975, desarrolla la ecuación de la tasa de pérdidas basada fundamentalmente en la
capacidad de infiltración. La ecuación es exponencial y no considera la intensidad de la
precipitación:
n 2 W 1/2
FO =
∑(QOBS i −Q
CAL i ) ⋅
i
(7.68)
i=1 n
Donde n es el número total de ordenadas que van de i = 1,2, ... , n.
QOBS i es el caudal observado i.
QCAL i es el caudal calculado i
Wi es el peso de la ordenada i del hidrograma computado como:
(Q −Q )
OBS i CAL i
Wi = (7.69)
(2 ⋅Q)
Donde Q es el promedio de la descarga observada.
Esta función enfatiza en la reproducción de los caudales máximos, más que en los mínimos. Por
ese motivo la optimización final se consigue “retocando” manualmente los parámetros hasta
obtener un hidrograma que ajuste en valores altos y bajos y en volúmenes. El mínimo de la
“función objetivo” (función de optimización) se encuentra con la técnica de investigación
univariada (“Método del “gradiente”). La primera y segunda derivadas de la función objetivo se
aproximan en la forma siguiente, considerando y = f(x) como la función objetivo ( FO):
∆
y f (x0 + ∆x)− f (x0 )
∆
x = ∆x (7.70)
(
2
∆ y fx 0
+ 2 ⋅ ∆x)− 2 ⋅ f (x 0 + ∆x)+ f (x
0
)
(∆x)2 = (∆x)2 (7.71)
Con las ecuaciones 7.70 y 7.71 es posible determinar la dirección de la función a un mínimo. Si
la ecuación 7.70 (primera derivada) da un valor positivo, por ejemplo, la variable x (el
parámetro) se debe incrementar su valor, para aumentar la función objetivo o reducirla para
disminuir la misma. Si la ecuación 7.71 ( segunda derivada ) da un valor positivo, por ejemplo,
la función es convexa hacia abajo, lo cual indica la convergencia hacia un mínimo. Pero se
indica la divergencia hacia afuera desde un máximo.
Usando entonces la técnica de aproximaciones sucesivas de Newton - Raphson, las ecuaciones
7.70 y 7.71 se pueden usar para estimar la raíz de la primera diferencial parcial de la función
objetivo y por lo tanto el valor óptimo de la variable (parámetro) si se indica convergencia. Esto
se obtiene con:
∆y
∆x
x1 = x0 − ∆2 y (7.72)
(∆x)2
Si se indica divergencia, un paso relativamente grande puede ser tomado en la dirección para
mejorar la función objetivo. El factor 1.5 se toma en el modelo para el paso. Como el método,
no asegura resultados físicamente “razonables”, muchas veces se hace necesario el control
sucesivo de los resultados, el análisis de los parámetros con criterio hidrológico y finalmente el
ajuste “manual”(Loague et al, 1985) Tambien , es posible, que el óptimo que se obtenga sea un
“suboptimo” y que otra combiacion de los parámetros den un mejor resultado.
La identificación de comandos del HEC-1 se exponen en el CD y se dan ejemplos de su
aplicación.
Modelo HEC-HMS: Hydrologic Modeling System (HEC,2009)
El modelo HEC-HMS es una versión bajo entorno Windows del HEC-1. Esta característica lo
transforma en un modelo más amigable en lo que se refiere al ingreso de datos y a la
presentación de resultados sobre todo en forma gráfica. En su versión 2.2.2 no incluía aún todas
las capacidades ni la flexibilidad del modelo HEC-1 en todas las opciones de ingreso de datos
de lluvias y caudales, en general en el manejo de los procesos hidrológicos complejos. No
presenta por ejemplo, la rutina de tránsito de ondas por embalses controlados, pero si una por
embalses no controlados por descargadores y/o compuertas. No obstante, agrega nuevas
opciones de modelación distribuida, como es la opción de usar datos de lluvias obtenidos con
radar y una opcion de modelación continua con balance de agua en el perfil del suelo.
En relación con los algoritmos de cálculo de pérdidas, transformación de lluvia/caudal, tránsito
de ondas por ríos y calibración de parámetros (optimización), así como para simulación con
futuras urbanizaciones, su capacidad es igual a la del HEC-1. Una aplicación de este modelo
con sus capacidades se ilustra en el CD.
Dentro de las capacidades y restricciones del HEC-HMS en su primera versión ( 2.2.2) se tiene:
Es un modelo de eventos, sin embargo, incluye una rutina de balance de agua en el suelo para
simulaciones continuas (SMA).
• No tiene limitaciones en el tamaño de la cuenca si se consideran subcuencas de dimensiones
adecuadas basadas en la geomorfología y el tipo de tormentas.
No tiene limitaciones en el número de cuencas o tramos de río.
No tiene limitaciones en relación al intervalo de tiempo (Dt) a considerar. El intervalo debe ser
igual o menor que 0.28 del tiempo de retraso TR (relación 7.65) y debe ser igual para todas
las cuencas de una misma corrida del modelo.
En el tránsito de ondas simula ondas naturales suaves pero no las de fuerte componente inercial
(no trabaja con las ecuaciones completas de Saint Vennant).
No simula acumulación y fusión nival. ( las versiones posteriores a la 3.01 si la simula)
No simula rotura de presas.( las versiones posteriores a la 3.01 si la simula )
En la curva de recesión del flujo base, a diferencia del HEC-1 donde el parámetro de recesión
“RTIOR” es la relación entre el flujo inicial de recesión y el flujo una hora después, el HMS lo
define como la relación entre el flujo inicial de recesión y el flujo de un día antes. La ecuación
que relaciona estas constante es:
1
Constante de Recesión (HMS ) = (RTIOR)24 (7.73)
El método de Clark produce un hidrograma unitario que teóricamente, tiene un número infinito
de ordenadas, porque cada ordenada de la cola del hidrograma unitario se computa
multiplicando la ordenada precedente por una fracción constante. En ambos programas (HEC-1
y HMS) la cola de recesión del hidrograma unitario se corta cuando el volumen representado
por el HU excede 0.995. En HMS las ordenadas, se ajustan para producir un volumen de 1.000,
lo cual no sucede en el HEC-1.
En el HMS las propiedades hidráulicas de los canales con secciones transversales prismáticas se
computan de las propiedades físicas del canal, mientras que en HEC-1, las propiedades se
calculan con fórmulas basadas en la teoría de la onda cinemática.
Así, en HMS el área hidráulica de la sección y la relación entre la velocidad de la onda
gravitacional pequeña (c) y la velocidad del flujo (V), respectivamente se estiman mediante las
expresiones:
A = y ⋅ (w + z ⋅ y) (7.74)
(10 ⋅ w⋅ z ⋅ y) ( z2 +
C
+16 ⋅ z ⋅ y 2 (z2
+ 1)+ (5 ⋅ w 2
)+ (6 ⋅ w⋅ y ⋅ 1) )
2 ⋅ (w + 2 ⋅ z ⋅ y)⋅ w + z ⋅( (z 2 +
V= y 1) ) (7.75)
Donde: w es el ancho de fondo.
z es la pendiente de los lados.
es la profundidad del flujo.
Finalmente, la velocidad se computa por la fórmula de Manning. Por el contrario, en el HEC -1,
las propiedades hidráulicas del canal se definen con ocho puntos en la sección transversal y se
computan en forma diferente; el área hidráulica y la velocidad de la onda, respectivamente están
dadas por:
1
A
= Q m
(7.76)
m−1
c= ∂ ⋅m⋅A (7.77)
Donde ∂ y m son parámetros de la onda cinemática, basados en la forma del canal.
En el HMS el tirante para una determinada descarga se determina basado en las características
de la sección transversal y del área. El ancho superficial y la velocidad de la onda se calculan
para ese tirante, usando los datos de sección transversal.
En el HEC-1 la descarga, el área, el ancho superficial y la velocidad de la onda se computan
para 20 profundidades y luego se almacenan en una tabla. Durante el proceso de tránsito los
valores de área, ancho superficial y velocidad de la onda son interpolados de la tabla para cada
valor de descarga.
El modelo está formado por las siguientes rutinas:
Rutina que calcula el volumen de escorrentía a través de la pérdida inicial fija y tasa constante,
el método del SCS (CN), del método del SCS distribuido, del método de Green y Ampt, del
déficit continuo y tasa constante, de la modelación continua mediante balance de agua en el
perfil del suelo (SMA-Soil Moisture Accounting), y, SMA en forma distribuida (para lluvia
con radar).
Rutina que computa el flujo directo (flujo superficial y subsuperficial), mediante el ingreso de
datos de hidrograma unitario (HU), usando los HU de Clark, Snyder o SCS, Onda
cinemática. El modelo de Clark tiene una opción que permite trabajar en forma distribuida
para hacer uso de información de radar. (Mod Clark, HEC, 1996)
Rutina de flujo base que incluye onda cinemática, Puls modificado, tiempo de retraso (lag),
Muskingum, Muskingum – Cunge – sección estándar, Muskingum – Cunge – sección de
ocho puntos, confluencia, bifurcación.
Rutina de flujo en canal
Incluye además simulación de estructuras de control como derivaciones y diques de
detención.
Los pasos para implementar un nuevo proyecto son:
Crear un modelo de cuenca: Descripción de la cuenca y parámetrso físicos
Ingreso de series de tiempo y tablas x,y.
Crear un modelo meteorológico: Datos medidos de precipitación y caudal. El ingreso de datos
es mediante archivos externos ( llamados DSS ) o pantallas para el ingreso manual que van
indicando los datos necesarios
Crear especificaciones de control: Que es la información necesaria para ejecutar la simulación
Modelación de la precipitación. A partir de la mediciones en pluviógrafos y/o pluviómetros y
pesos en cada estación (cálculo externo al modelo), se estima la precipitación media y su
distribución temporal sobre la cuenca. Lo anterior, también se puede realizar haciendo uso
de la información obtenida del radar. Luego se define la tormenta estándar del proyecto, si
ésta no es establecida por el usuario se puede usar con mucha precaución (si se está fuera de
USA) la opción por defecto de la tormenta estándar de proyecto de USA (Corps of
Engineers, 1994).
Modelación del volumen de la escorrentía se realiza mediante los métodos de pérdida inicial y
tasa constante, pérdida inicial “cuasi continua” y tasa constante, método del SCS y el de
Green Ampt. El modelo presenta diferentes opciones.
El primero incluye dos parámetros: la pérdida inicial que depende de la condición de
humedad en el perfil del suelo, las intercepciones por vegetación y almacenamiento
superficial en depresiones. Estos parámetros representan la propiedad física del suelo de la
cuenca y el uso de la tierra. Si se inicia con suelo saturado la pérdida inicial tiende a cero.
La tasa de pérdidas se puede visualizar como la infiltración básica del suelo (Tabla 7.23).
El segundo método de pérdida inicial “cuasi continua” y tasa constante, es similar al método
anterior con la diferencia que la pérdida inicial se “recupera”, luego de un período
prolongado sin lluvia. El tercero, SCS, es similar al usado por el HEC-1, la diferencia es que
se estima en la grilla.
El cuarto, Green y Ampt (capítulo 2), cálcula la pérdida de la precipitación, incluyendo la pérdida
inicial, para cada intervalo de la siguiente manera:
)⋅
1+ (O/ − θ S
i f
ft =k (7.78)
Ft
Donde: ft es la pérdida en el período dt seleccionado para correr el modelo.
k es la conductividad hidráulica de suelo saturado (tabla 7.24).
(O/ −θi ) es el déficit volumétrico de humedad en el perfil, dado por la diferencia
entre la porosidad del suelo (∅) y el contenido inicial de humedad (θi).
Sf es la succión matriz en el frente húmedo (tabla 7.24).
Ft son las pérdidas acumuladas al tiempo t.
Pérdida inicial: es función de la condición de humedad en la cuenca (subcuenca) al iniciarse
la precipitación. Es un parámetro similar a la abstracción inicial del SCS.
El contenido inicial de humedad debe estar entre 0 y ∅. Así si el suelo está saturado θi=∅
(todos los poros con agua). Si el suelo está seco (Punto de marchitamiento permanente)
θi=0. Se puede relacionar el contenido inicial de humedad con el índice de precipitación
antecedente.
Después de crear un modelo de cuenca y uno metorológico se debe:
Crear especificaciones de control
• Correr la simulación.
• Ver resultados. Estos se presentan para cada subcuenca, puntos de confluencia en el río o
salida de la cuenca en forma gráfica o analítica.
• Salir del programa.
Tabla 7.23 Infiltración básica para los grupos de la clasificación hidrológica de suelos del
SCS
Grupo del suelo del SCS Descripción Infiltración básica mm/hora
A Suelo profundo, franco o franco arenoso 10 – 15
B Suelo limoso o limo-arenoso 5 – 10
Suelo Arcillo limoso-arenoso poco profundo,
C 2–5
Usualmente arcilloso
Suelos que se impermeabilizan al ser mojados
D 0-2
Suelos salinos, zonas impermeables
Tabla 7.24 Conductividad hidráulica (k), para estimar pérdida de precipitación por el método
Green Ampt, según la textura del suelo.
Una versión complementaria del HMS que permite armar las cuencas georeferenciadas con el
GIS Arc-View, es el modelo HEC-Geo HMS( HEC-Geo HMS,2009)
Green y Ampt
Sus parámetros se pueden calcular en base a información de suelos.
Su uso es reciente, no hay mucha experiencia. Es más complicado de aplicar que el SCS-CN
Aplicaciones y limitaciones del uso de los algoritmos de traslado en ríos (ASCE, 1997)
Las rutinas empleadas incluyen la solución de las ecuaciones de continuidad y energía, sin
embargo en ambas ecuaciones se omiten o simplifican términos para poder arribar a una
solución más simple. Por eso el concepto hidráulico debe dar el criterio de selección.
Las rutinas del HEC-1 y del HMS no usan las ecuaciones completas de Saint Vennant, omiten
los términos inerciales por lo tanto en crecientes de frente abrupto (rotura de diques, apertura
rápida de compuertas, crecientes abruptas) no se deben usar las rutinas de estos modelos.
Si en cambio, se pueden usar en crecientes naturales que no producen ondas de frente
abrupto. Efectos de Remanso
Los efectos que las condiciones de aguas abajo, pueden trasladar hacia aguas arriba, no se
tienen en cuenta en las rutinas de estos modelos y su aplicación no es correcta. Solo puede
aplicarse el método de Puls Modificado bajo las siguientes restricciones:
Las condiciones de aguas abajo que producen el remanso son invariables en el tiempo.
Los efectos hacia aguas arriba, deben ser incluidas cuando se desarrollan las relaciones
Volumen/Descarga.
.
Interacción entre la pendiente del río y el hidrograma
A medida que las pendientes del río (o canal) disminuye, las premisas de la modelación de onda
cinemática no se emplea ya que hay términos en la ecuación de energía que son omitidos y que
resultan significativos en el caso de muy bajas pendientes.
Por ejemplo las simplificaciones del modelo de onda cinemática son apropiadas solo si la
pendiente del canal excede 0.002.
El método de Muskingum – Cunge se puede usar para bajas pendientes, pero como ya se dijo no
en el caso de ondas abruptas.
Ponce et al, (1978) estableció un criterio numérico para juzgar la aplicabilidad de algunos
modelos de propagación.
Así para el modelo de onda cinemática el error es menor del 5%, cuando:
T So µo
≥ 171 (7.78a)
do
Donde:
Los valores de “referencia” son los promedios de las condiciones del flujo para los
valores de caudales del hidrograma de ingreso en el tramo donde se hará el traslado.
g 1/ 2
T So ≥ 30 (7.78b)
do
g = aceleración de la gravedad.
T So µo
Si: So > 0.002 y ≥ 171 ninguno (7.78c)
do
T So µo
Si So está entre 0.002 y 0.0004 y ≥ 171 : Muskingum-Cunge; Puls Modificado o
do
Muskingum (7.78d)
g 1/ 2
Si So< 0.0004 y T So ≥ 30 Muskingum-Cunge (7.78e)
do
g 1/ 2
Si So< 0.0004 y T So < 30 ninguno (7.78f)
do
Modelo meteorológico
Usa los mismos métodos de versiones anteriores y agrega la capacidad de modelar precipitación
como nieve o lluvia conjuntamente con evapotranspiración El nuevo método de fusión nival usa
un algoritmo de “ indice de temperatura” para calcular la acumulación o fusión del “ paquete de
nieve” (“snow pack”) En el caso de la evapotranspiración(EVP) incluye el valor de EVP
constante y los nuevos métodos de Priestley-Taylor (PT) y grided PT. El calculo de la EVT sólo
es requerida cuando se efectúa la simulación continua.
Como se expuso anteriormente, el modelo incluye el metodo de Lamina/Area, usando la
tormenta de una determinada frecuencia.
En la versión 3.1.0 y posteriores, la modelación de embalses permite simular la rotura de
presas. Datos de ingreso ( “input data Components” )
Al igual que en versiones anteriores, los datos de series de tiempo se pueden ingresar
manualmente o mediante un archivo externo DSS. Los datos que incluye el modelo pueden ser:
Series de tiempo:
Precipitación
Descarga ( caudales )
Temperatura
Radiación solar
Coeficiente de cultivo ( para el método de cálculo de la EVT )
Modelo ARHYMO
El modelo HYMO fue creado en 1973 y su nombre es apócope de Hydrological Model
(Williams, et. al., 1973). Fue introducido en Argentina con el nombre de HYMO10 ( Fernandez,
et al 1978), Su versión actual, ARHYMO 2.0 (Maza et. al., 2003 ) recoge las inquietudes y
observaciones de usuarios, conformando una herramienta de trabajo de gran confiabilidad y uso
amigable, apto para ser aplicado en medio rural o urbano, donde las condiciones generales de
información de entrada están caracterizadas, tanto por la escasez como por su dudosa calidad.
En esta versión se ha incorporado un nuevo módulo correspondiente al cálculo de conductos a
presión; y modelación de cuencas urbanas para especificar en forma diferenciada el intervalo de
tiempo de la precipitación y el de cálculo del hidrograma. Es conveniente el uso del modelo por
proyectistas que deben afrontar problemas dentro de esta área, pero sin perder de vista los
requisitos de la teoría de la simulación numérica del flujo superficial.
En cuanto a la simulación matemática, puede decirse que ARHYMO permite representar un sistema
hidrológico ante el fenómeno lluvia - escorrentía sin acudir a ninguna ley de probabilidad, por lo
cual, pertenece a los modelos determinísticos. A su vez, el modelo se puede clasificar como lineal,
puesto que las propiedades en todos los fenómenos hidrológicos que simula hace uso de las de
proporcionalidad y de superposición de los procesos lineales. Es decir, el fenómeno-respuesta
(caudal) está ligado al fenómeno estímulo (lluvia) por un operador lineal.
De parámetros concentrados, debido a que trata a una cuenca o subcuenca como unidad y en
consecuencia los parámetros que la caracterizan no varían de un punto a otro sino que están
representados por valores medios.
De eventos aislados o discreto, dado que no tiene capacidad de variar la humedad del suelo
entre precipitaciones sucesivas.
Invariable en el tiempo, porque los parámetros que intervienen en el cálculo de los procesos son
constantes en la simulación.
De caja negra o empírico, pues el impulso (lluvia) es transformado en respuesta (caudal) sin que
exista una teoría físicamente sustentada que explique el fenómeno. Además, presenta
los resultados de la simulación sin que aparezcan los resultados de cálculos intermedios.
Esta clasificación del modelo pretende ser útil al hidrólogo, especialmente si es novato, en el
conocimiento de las características principales del mismo y a la hora de afrontar a un proyecto o
un caso concreto, proveerle la ayuda necesaria para responder a las siguientes preguntas:
¿Este modelo es apropiado para resolver el problema planteado?
¿Qué requerimiento de datos tienen el modelo y el problema?
¿Es aceptable la precisión con que el modelo representa la realidad física en el problema
planteado?
En el CD se desarrolla el modelo con ejemplos.
Modelo Standford IV
La estructura de este modelo (Figura 7.23) es antecedente de los modelos continuos que le
sucedieron.
Figura 7.23 Representación esquemática del modelo de Stanford IV. (Crawford y Linsley,
1966)
Este modelo estableció la estructura básica de la simulación continua y del balance del agua en
el perfil del suelo. Su estructura operativa es igual a la de los modelos de eventos con unidades
de respuesta hidrológica o subcuencas. Considera áreas permeables e impermeables y el perfil
del suelo dividido en dos horizontes superior e inferior. Los dos elementos básicos de pérdidas
son evapotranspiración e infiltración, arrojando como resultado el escurrimiento superficial, el
almacenamiento subterráneo y el escurrimiento subterráneo.
En su versión original, funciona con un intervalo de tiempo de 15 minutos. Como todos los
modelos continuos, tiene muchos parámetros difíciles de estimar. Su uso estuvo ligado,
generalmente, a la modelación en tiempo real de cuencas provistas de buenos datos.
El Modelo de Sacramento considera también dos horizontes, pero en cada zona (superior e
inferior) divide el agua en agua de tensión (zona no saturada) y agua libre (zona saturada). En la
zona inferior considera a su vez dos zonas, aquella que genera rápidamente flujo base (flujo
suplementario) y aquella de drenaje lento (flujo primario). La Figura 7.24, muestra la estructura
conceptual detallada del Modelo de Sacramento. Este modelo se trata con mayor detalle en el
CD.
Al igual que en lo mencionado en modelos ya citados, el IHMS cuenta con los siguientes
módulos (Figura 7.25):
Acumulación y fusión nival.
Balance de agua en el perfil del suelo.
Generación de hidrogramas de escorrentía directa y de flujo base.
Rutinas de tránsito.
Suma de hidrogramas de subcuencas.
Subdivisión en cuencas de montaña por franjas altitudinales para el módulo de nieve y para
balance de agua en el perfil del suelo. Estas franjas de elevación a su vez se pueden dividir
en zonas de diferentes vegetación.
Figura 7.25 Estructura conceptual simplificada del modelo de HBV (Bergstrôm, 1976)
El modelo funciona con un intervalo de tiempo de 1 día, pero se pueden usar intervalos
menores.
Top Model
El modelo “Top Model” (Beven et al, 1994) utiliza relaciones físicas para representar la cuenca
y los procesos hidrológicos. La estructura del modelo se basa en la discretización de subcuencas
utilizando un factor topográfico obtenido de mapas a gran escala, con una malla de
discretización máxima de 50 x 50m (Singh et al, 2002).
El modelo se basa en las siguientes hipótesis (Tucci, 1998):
La dinámica en la zona del perfil saturado, se obtiene por representaciones sucesivas de estados
uniformes.
El gradiente hidráulico de la zona saturada se puede obtener del declive topográfico local
expresado en función del pendiente de la superficie.
La distribución de la trasmisibilidad en profundidad ocurre según una función exponencial.
Dentro del intervalo de tiempo seleccionado, existe homogeneidad espacial en la tasa de recarga
que contribuye al área saturada.
Usando el modelo Top Model en la cuenca experimental del Río Sleepers en Vermont,
(Woloock, 1995), se encontró que las unidades de respuesta hidrológica deben tener un área de
2
al menos 5 km para ser representativa de cuencas grandes, a lo largo de un mismo cauce, en
términos de características topográficas y simulación del escurrimiento.
Por otro lado Bruneau et al, (1995), analizando el efecto de resoluciones en espacio y tiempo en
2
la cuenca experimental de Coefdan, Francia, de 12 km encontró grillas de 50m y tiempos de 1
hora en la obtención de óptimos resultados.
Modelo ANSWERS
“Areal Non Point Source Watershed Environment Responde Simulation” (ANSWERS), fue
desarrollado originalmente por Beasley y Huggins en 1981 para simular procesos hidrológicos y
el impacto de prácticas de manejo en relación con la escorrentía y el transporte de sedimentos .
Posteriormente otros autores lo usaron para el transporte de fósforo y nitrógeno (Amin, 1982;
Storm et al., 1988; Dillaba et al., 1988).
La cuenca se discretiza en elementos cuadrados, en los cuales se realiza un balance de volumen
vertical que incluye: precipitación, intercepción, infiltración y evapotranspiración. La
interacción entre elementos adyacentes se produce a través de escurrimiento superficial,
subsuperficial y subterráneo. El tamaño de los elementos es función de la disponibilidad de
datos y la uniformidad física de la cuenca.
Hay dos tipos de elementos (Figura 7.26), aquel que es de superficie de la cuenca y aquel que
tiene un canal (Tucci, 1998). La versión original estuvo limitada a 2000 elementos (gridcells)
que fue ampliada en aplicaciones posteriores a 6079 de 30 x 30m.
Figura 7.26 Discretización de una cuenca hidrográfica con el modelo de ANSWER (Tucci,
1998)
Los autores de ANSWERS establecen que el modelo debe ser usado con celdas (elementos) de
tamaños de 100 x 100m o menores, correspondientes a suelos y usos uniformes. El uso de
celdas mayores, viola los preceptos básicos del modelo y causa problemas numéricos en la
simulación de la escorrentía directa. ANSWERS, se ha desarrollado para eventos mayores.
Aparte de la discretización de la cuenca y su funcionamiento, el proceso de ANSWERS es el
siguiente: luego del inicio de la lluvia, parte de la precipitación es interceptada por la
vegetación, hasta que se satisface la intercepción, es decir, la precipitación que puede ser
infiltrada en el suelo. Tan pronto como la intensidad de la lluvia, supera la velocidad de
infiltración o el horizonte del suelo está saturado, el agua comienza a acumularse en las
depresiones. Cuando estas depresiones se llenan inicia la escorrentía superficial. Cuando el agua
de escurrimiento superficial llega a un canal, se crea el tránsito a través del mismo y de la red de
drenaje de la cuenca hasta el punto de concentración.
El agua en exceso de la capacidad de campo puede percolar hacia los horizontes de agua
subterránea (si ellos existen). En los períodos entre lluvias el agua puede ser removida del suelo
y de los horizontes radiculares por evapotranspiración.
En los elementos cuadrados que discretiza la cuenca se asume que las propiedades físicas son
uniformes, sin embargo estas propiedades pueden cambiar de celda a celda, permitiendo en esta
forma tener en cuenta la variabilidad espacial de las mismas (topografía, suelo, vegetación, uso
del suelo). La precipitación se describe por hietogramas medidos. Cada celda de la grilla se
asocia a una estación en relación a una distribución espacial de polígonos de Thiessen. Por lo
tanto, se puede también tomar en cuenta, la variabilidad espacial de la lluvia
La tasa de infiltración se describe con el modelo de Green y Ampt (capitulo 2). El perfil del
suelo y la distribución de la humedad, se asume homogénea. La infiltración se modela como un
frente húmedo que cruza el perfil del suelo verticalmente. El suelo arriba del frente húmedo,
está saturado y abajo tiene una humedad igual al contenido de humedad antecedente. La
conductividad hidráulica efectiva es función de conductividad hidráulica saturada, la cual se
estima de ensayos de campos o de valores de la literatura (Tucci, 1998).
El modelo también calcula tanto el drenaje hacia el subsuelo o al acuífero subterráneo como el
escurrimiento superficial y el de canales. La evapotranspiración se calcula con la ecuación de
Ritchie, (1972) que es una aproximación de Penman (Braud , 1998; Braud et al, 1999).
En una cuenca subdividida en subcuencas se deben calibrar primero todas las subcuencas que
tengan estaciones de aforo en su desembocadura. Cumplida esta primera etapa, considerar
estaciones de aforo sobre el cauce principal, tales que permitan usar hidrogramas de cuencas
calibrados en otras que no los poseen debido a la carencia de estaciones de aforo. Usando los
métodos de hidrograma sintéticos, se puede calibrar indirectamente la cuenca sin datos de modo
que su suma a la cuenca aforada, ajuste con la estación de aforo sobre el cauce principal. En
esta forma se procede desde aguas arriba hacia aguas abajo, transitando los hidrogramas en
tramos del cauce, según sea necesario.
En la calibración de toda la cuenca se deben controlar entre hidrogramas observados y
calculados lo siguiente:
Coincidencia de tiempos, de caudales máximos, de volúmenes y de la forma general del
hidrograma. Resulta generalmente difícil obtener todas estas coincidencias
simultaneamente, por lo tanto se debe priorizar una u otra según sea el objetivo del estudio.
Tiempo en que se produce el pico en operaciones en tiempo real.
Caudales máximos en diseños de canales y estructuras de paso.
Volúmenes y forma del hidrograma en diseño o verificación del volumen de crecientes de
embalses.
La calidad y densidad de estaciones, es factor fundamental en la calibración. No se debe olvidar
que la asignación de pesos a las estaciones de lluvia por métodos conocidos como Thiessen, es
una tarea, no necesariamente de total precisión, por ello, el modificar los “pesos” de estaciones
durante una calibración puede mejorar el resultado. Lógicamente los “nuevos pesos” se deberán
entonces conservar. En una cuenca compleja, se debe verificar la inclusión de todas las áreas de
drenaje de tributarios.
Durante la calibración, se presentan errores de volumen, ligados a malas estimaciones de la
lluvia o de los parámetros de pérdidas en el suelo, o de ambos. Estos pueden ser:
Errores en el pico relacionados con falsas estimaciones de áreas impermeables, de tiempos de
concentración o coeficientes de almacenamiento de la cuenca.
Errores en los tiempos relacionados con la distribución temporal de la lluvia o falsas
estimaciones de la pérdida inicial.
Errores en los tránsitos debidos a incorrectas estimaciones de los coeficientes de descarga
(rugosidad) o valores no adecuados del almacenamiento en métodos hidrológicos
(Muskingum).
Siguiendo el diagrama de la Figura 7.2, claramente se evidencia que existen tres bloques
temáticos de entrada necesarios para el cálculo de los caudales de diseño, sea mediante métodos
manuales o mediante el uso de modelos de lluvia-caudal:
Composición del mapa base, delimitación de cuencas, subcuencas y red de drenaje.
Evaluación de las características de la cuenca suelo, vegetación, a fin de determinar el
coeficiente de escorrentía (o el valor de CN del Servicio de Conservación de Suelos - USA)
Selección de la lluvia de diseño de una determinada frecuencia.
Cálculo del caudal de pico o del hidrograma sintético de la creciente.
Antes de entrar en el detalle de los procedimientos a seguir es necesario hacer referencia a
algunos de los problemas más comunes que se encuentran.
Ausencia de mapas o cartas planialtimétricas a escala adecuada. Esta es una falencia insalvable,
ya que el mapa base de la cuenca es imposible de “generar” o sustituir. A veces cuando es un
problema de escala, se puede hacer algo sobretodo usando sistemas de información
geografica (SIG) y/ o imágenes satelitales.
Condiciones climáticas locales diferentes de aquellas donde se tienen datos, lo que hace muy
difícil la extrapolación de las tormentas. En estos casos un registro simultáneo de la misma
tormenta en las diferentes regiones, puede ayudar a la obtención de una mejor aproximación
a las tormentas.
Características físicas de la cuenca diferentes a las de las cuencas vecinas. Esto es importante
cuando se deben hacer correlaciones entre escorrentía y parámetros geomorfológicos como
se ha mencionado. En el caso de estimación de crecientes la falta de datos físicos se debe
subsanar con levantamientos de campo. Tratándose de la clasificación hidrológica de suelos,
usando el método del Servicio de Conservación de Suelos de USA, se puede subsanar con
imágenes de satélite y levantamientos expeditivos de campo.
Dentro de los datos a levantar se encuentran:
Cartografía. Los planos base planialtimétricos a escala adecuada resultan un elemento sin el
cual el estudio no es posible. Las cartas de los Institutos Geográficos Militares son de gran
valor.
Las cartas planialtimétricas a escalas 1:50.000 ó 1:100.000 son un elemento importante, el
problema está en que a veces no se tiene disponibilidad de las mismas (capítulo 6). Las
2
cuencas individuales de tipo aluvional, son generalmente menores de 500 km y para ese
tamaño aún la escala 1:100.000 es insuficiente. Es frecuente encontrar en organismos
provinciales buenos mapas de levantamientos aéreos 1:20.000. Estos mapas digitalizados en
la cuenca o zona en estudio permite con un SIG obtener buenas cartas a la escala de trabajo,
por ejemplo, 1:40.000. Otras fuentes de cartas planialtimétricas son las departamentos de
Geología y Minería, donde se consiguen cartas (o fotocopias) a la escala de 1:200.000.
1:250.000. Sobre la carta de base se debe realizar el mapa base hidrológico (subcuencas y
red de drenaje).
Suelos y Vegetación. Los mapas a escala 1:250.000, dan una idea general de estos elementos. Si
se necesita mayor detalle se deberán hacer, para el problema específico, levantamientos de
campo que densifiquen la información y permitan obtener un mapa. Actualmente las
imágenes de satélite con buena resolución constituyen un elemento de alto valor, en este
aspecto.
Marcas de Agua. Las marcas de agua (altura de la resaca) de crecientes históricas unido a las
referencias de pobladores y periódicos locales sobre los niveles que hayan alcanzado las
aguas resultan fundamentales en la estimación de caudales con la ecuación de Manning.
Los caudales que pueden haber pasado por un determinado punto. Esto es importante para
realizar calibraciones de los modelos de lluvia-caudal. En el capítulo 8 se puede ver en
detalle los valores de Manning para todo tipo de ríos.
La determinación del volumen de escurrimiento (precipitación efectiva) como resultado de una
precipitación caída en un área dada, es función de numerosas variables (tipo de suelo,
pendiente, vegetación, porcentaje de cobertura, grado de humedad, temperaturas precedentes,
etc.). El SCS ha elaborado la metodología ya descrita para la estimación de dicho escurrimiento,
la cual ha sido aceptada y comprobada en un gran número de cuencas de Argentina, países de
América Latina, en los Estados Unidos, Europa y Australia.
Algunos conceptos y criterios adicionales a tener en cuenta son:
La pendiente del terreno incrementa el potencial de escurrimiento.
Los suelos con perfiles de características semejantes responden en forma semejante al efecto de
una tormenta de gran intensidad.
Si se considera que la cubierta vegetal es mínima, el aumento de volumen del suelo es máximo
y la precipitación es superior a la infiltración potencial.
La clasificación debe basarse siempre en una misma técnica de medición.
El criterio formado por los especialistas en base a numerosas observaciones es fundamental en
la clasificación del suelo. Con el grupo hidrológico de suelo, su uso y cobertura vegetal se entra
a la tablas que dan el valor de CN para las distintas combinaciones hidrológicas. Las
condiciones de humedad edáfica en que se encuentra la cuenca al producirse una tormenta
determinada, como son la precipitación en el período anterior de 5 a 15 días, efectos de la
infiltración y la evapotranspiración, hacen variar como se ha expuesto anteriormente el valor de
CN.
En los casos de escasa información de precipitación en la cuenca en estudio, se deberán realizar
análisis regionales de lluvia:
Estudios regionales realizado pueden aportar datos de campos de precipitaciones máximas
diarias para 25, 50 y 100 años. Esto proporciona una idea del régimen pluviométrico para
distintas regiones, lo cual es fundamental.
Identificada la región se deben buscar datos de lluvias registradas en puntos de esa región. Si se
tienen, para una misma tormenta histórica, varios puntos el mapa de isoyetas de la tormenta
y su duración dará idea de la tormenta de proyecto deseada. Es decir, con la distribución
espacial y temporal tomadas como porcentaje del total se genera la tormenta de proyecto.
Si se tienen en la región identificada curvas IDF, se genera el hietograma por cualquiera de los
método conocidos (Capítulo 5).
La estimación de caudales que se puedan haber registrado, está ligado a la identificación de
marcas de agua de resacas dejadas en la vegetación del cauce, puentes, alcantarillas, etc. Este
dato en conjunto con el levantamiento de las secciones transversales cada 100m y una sección
longitudinal de unos 500 metros aguas arriba y aguas abajo del sitio donde se tiene la marca de
agua y el cálculo del caudal con la ecuación correspondiente dará una estimación del caudal que
ha pasado (capítulo 8 ).
En ríos de montaña el ancho del canal principal y el tamaño del material transportado, pueden
dar una idea de la magnitud de las crecientes. Son interesantes las investigaciones realizadas en
Colorado y otros lugares de USA por Jarret (1984, 1990).
7.11 MÉTODO RACIONAL
Cuando se quieren obtener sólo los caudales máximos a esperar en estructuras de paso como
puentes o alcantarillas, se pueden calcular haciendo uso de la fórmula racional (Mulvaney,
1850) .El método racional ha sido usado por más de 150 años en Inglaterra ( Allem et al, 1975)
2
e independiente de las críticas que se le hacen, es útil en cuencas pequeñas menores de 200 km
(ASCE, 1949). En realidad este límite está dado por las características de las lluvias intensas en
la zona y debe ser tal que la lluvia puntual se pueda considerar uniformemente distribuida en el
área. La fórmula es:
C⋅I⋅
Q= A (7.79)
360
3
Donde:Q es el caudal en m /s.
es el coeficiente de escorrentía adimensional (Tablas 7.25 y 7.26). I
es Intensidad de la lluvia en mm/hora.
A es el área en hectáreas.
Si se usa con criterio la ecuación 7.79 es razonablemente buena, sobre todo si se elige
correctamente el valor de C. Es muy frecuente trabajar con áreas no uniformes. En estos casos
se debe sacar un valor promedio ponderado de C, en función del área tal como se indicó para
valores de CN compuestos.
La duración de la lluvia debe elegirse igual al tiempo de concentración de la cuenca para
maximizar el caudal de diseño, como se ilustra en la Figura 7.28. La duración esta relacionada
con la tormenta de diseño que tiene en cuenta la duración,la intensidad y la frecuencia (T R).
(Capítulo 5)
Las ecuaciones para calcular caudales de pico son numerosas. Una reseña de ellos se pueden ver
en Chow, (1962) y Chow et al, (1994) y .Bureau of Public Roads, (1961). Igualmente una
aplicación completa de la fórmula racional se puede ver en Road Research Laboratory, (1968),
en Terstriep et al, (1969) o en Allison, (1967)
Tabla 7.25 Valor de C y su relación con la clasificación hidrológica de suelos del SCS (A, B, C,
D) y la pendiente del terreno en porcentaje (McCuen, 1998)
A B C D
Uso del suelo
0-2% 2-6% 6%+ 0-2% 2-6% 6%+ 0-2% 2-6% 6%+ 0-2% 2-6% 6%+
0.31a
0.08 a 0.13 0.16 0.11 0.15 0.21 0.14 0.19 0.26 0.18 0.23
Cultivado 0.41
0.14 b 0.18 0.22 0.16 0.21 0.28 0.20 0.25 0.34 0.24 0.29
b
0.12 0.20 0.30 0.18 0.28 0.37 0.24 0.34 0.44 0.30 0.40 0.50
Pastos
0.15 0.25 0.37 0.23 0.34 0.45 0.30 0.42 0.52 0.37 0.50 0.62
0.10 0.16 0.25 0.14 0.22 0.30 0.20 0.28 0.36 0.24 0.30 0.40
Praderas
0.14 0.22 0.30 0.20 0.28 0.37 0.26 0.35 0.44 0.30 0.40 0.50
0.05 0.08 0.11 0.08 0.11 0.14 0.10 0.13 0.16 0.12 0.16 0.20
Bosques
0.08 0.11 0.14 0.10 0.14 0.18 0.12 0.16 0.20 0.15 0.20 0.25
Residencial 0.25 0.28 0.31 0.27 0.30 0.35 0.30 0.33 0.38 0.33 0.36 0.42
Lotes 0.05ha 0.33 0.37 0.40 0.35 0.39 0.44 0.38 0.42 0.49 0.41 0.45 0.54
Lotes menos de 0.22 0.26 0.29 0.24 0.29 0.33 0.27 0.31 0.36 0.30 0.34 0.40
0.1Ha 0.30 0.34 0.37 0.33 0.37 0.42 0.36 0.40 0.47 0.38 0.42 0.52
0.19 0.23 0.26 0.22 0.26 0.30 0.25 0.29 0.34 0.28 0.32 0.39
Lotes de 0.13Ha
0.28 0.32 0.35 0.30 0.35 0.39 0.33 0.38 0.45 0.36 0.40 0.50
Lotes de 0.2Ha 0.16 0.20 0.24 0.19 0.23 0.28 0.22 0.27 0.32 0.26 0.30 0.37
0.25 0.29 0.32 0.28 0.32 0.36 0.31 0.35 0.42 0.34 0.38 0.48
0.14 0.19 0.22 0.17 0.21 0.26 0.20 0.25 0.31 0.24 0.29 0.35
Lotes 0.5 Ha
0.22 0.26 0.29 0.24 0.28 0.34 0.28 0.32 0.40 0.31 0.35 0.46
0.67 0.68 0.68 0.68 0.68 0.69 0.68 0.69 0.69 0.69 0.69 0.70
Industrial
0.85 0.85 0.86 0.85 0.86 0.86 0.86 0.86 0.87 0.86 0.86 0.88
0.71 0.71 0.72 0.71 0.72 0.72 0.72 0.72 0.72 0.72 0.72 0.72
Comercial
0.88 0.88 0.89 0.89 0.89 0.89 0.89 0.89 0.89 0.89 0.89 0.90
0.70 0.71 0.72 0.71 0.72 0.74 0.72 0.73 0.76 0.73 0.75 0.78
Calles
0.76 0.77 0.79 0.80 0.82 0.84 0.84 0.85 0.89 0.89 0.91 0.95
0.05 0.10 0.14 0.08 0.13 0.19 0.12 0.17 0.24 0.16 0.21 0.28
Parques
0.11 0.16 0.20 0.14 0.19 0.26 0.18 0.23 0.32 0.22 0.27 0.39
0.85 0.86 0.87 0.85 0.86 0.87 0.85 0.86 0.87 0.85 0.86 0.87
Estacionamientos
0.95 0.96 0.97 0.95 0.96 0.97 0.95 0.96 0.97 0.95 0.96 0.97
coeficientes C para tormentas de recurrencia de hasta 25 años
b)coeficientes C para tormentas de recurrencias mayores de 25 años
Ejemplo 7.5
Calcular el caudal de diseño de una alcantarilla en un camino rural de San Luis ( Argentina)
2
que aporta agua de una cuenca de 25 km . El área de la cuenca tiene una cobertura vegetal de
pastos, una pendiente del 1.9% y un suelo tipo B. Su tiempo de concentración, T C es de 60
minutos. El período de recurrencia de diseño seleccionado es de 25 años.
Tabla 7.27 Tormenta de Proyecto para San Luis para TR = 25 años
Solución:
Entrando en la Tabla 7.25 con una suelo tipo B y una cobertura de pastos, y pendiente del 1.9%
se y TR = 25 años fila superior, se obtiene un coeficiente escorrentía de
C = 0.18 (7.79a)
Para un período de retorno, TR, de 25 años, y una duración de 60.minutos en la tabla 7.27 la
lámina total de la lluvia es de 60.3 mm en 60 minutos. Se considera una intensidad de:
mm
I = 60 (7.79b)
hora
A = 2500[ha] (7.79c)
Los estudios regionales generalmente incluyen análisis de regresión de cuencas con aforos
dentro de una región. A través de estos estudios se pueden obtener ecuaciones generalizadas
para caudales de pico de diferentes frecuencias. Realizado esto, las ecuaciones resultantes se
pueden usar en cuencas sin datos de aforo ubicadas en áreas con semejanza hidrológica. En el
caso de caudales de pico los estudios incluyen:
Seleccionar los componentes de interés en cuencas con datos de aforo tales como: descarga pico
y descarga media.
Selección características de las cuencas con datos de aforo: área, pendiente, etc.
Derivar ecuaciones de caudales máximos mediante ecuaciones de regresión (simple o múltiple)
Mapear la región hidrológica y meteorológicamente homogénea, donde sea posible aplicar las
ecuaciones que se obtengan de la cuenca con datos. Los estudios hidrológicos regionales
pueden realizarse actualmente con mayor celeridad basado en el uso de cartografía
adecuada, fotografía aérea, imágenes de satélite y técnicas de computación y modelación
matemática que permiten visualizar y analizar regiones extensas, generalizando sus
resultados en forma de facilitar la estimación de valores de caudales máximos y volúmenes
de crecientes en el diseño de desagües o estructuras de control en caminos y vías férreas, en
cuencas sin datos.
En general es conveniente hacer primero un estudio del área sobre mapas y análisis de datos
disponibles. Esto da un conocimiento previo que ayuda a concentrar en áreas críticas la
campaña de reconocimiento. Así mismo, tener más clara la información a recolectar en diarios y
organismos específicos.
Es importante recordar que las marcas de agua y la estimación de caudales son normalmente los
únicos datos para calibrar modelos de lluvia/caudal.
Resulta obvio que lo más frecuente en cuencas con escasa información, es trabajar con datos de
lluvia, ya sean locales o generados con transposición de tormentas o de curvas IDF. Ahora bien,
generada la PMP una pregunta es: ¿Es la PMP equivalente a la creciente de proyecto de igual
período de retorno?. En términos estrictamente teóricos no es igual.
Desde el punto de vista práctico no hay otra alternativa en los casos mencionados que asignar
igual frecuencia o mejor aún diseñar la “Creciente de Proyecto” (CP) que corresponde a la
precipitación de determinada frecuencia o a la Precipitación Máxima Probable (PMP). Ahora
bien, si se considera a la CP como la máxima “razonablemente posible”, para una determinada
recurrencia, un análisis del régimen de la cuenca dará una idea de como alcanzar esta meta. En
cuencas exclusivamente de régimen pluvial, la teoría anteriomente descrita es válida, mientras
que en cuencas de régimen pluvionival, se deberá agregar a la creciente pluvial lo que es
producto de la fusión nival, teniendo presente la probabilidad de endicamiento por aludes (si es
que estos son frecuentes) y por lo tanto, las ondas de crecientes (no meteorológicas) que se
puedan producir al fallar estos “diques naturales” (Capítulo 10).
La estimación de escurrimientos medios anuales y mensuales en cuencas sin datos de aforo, no
es muy frecuente en torrentes intermitentes por la escasa seguridad de tener escurrimientos
apreciables como para prever un aprovechamiento de sus aguas. Además en torrentes carentes
de flujo base este cálculo no resulta posible. Por el contrario, es frecuente tener ríos o arroyos
torrenciales que poseen un caudal base permanente, donde su aprovechamiento es posible y
hasta deseable. La metodología a seguir en estos casos es la siguiente:
Análisis del régimen de lluvia en la cuenca a estudiar y en cuencas vecinas con registros de
lluvias medias mensuales y caudales.
Mapas base de la cuenca y las cuencas vecinas.
Determinación de parámetros geomorfológicos (Capítulo 6)
Realizar correlaciones múltiples en las cuencas con datos de escurrimiento entre: parámetros
geomorfológicos y escurrimientos anuales, idem para escurrimientos mensuales (doce
ecuaciones).
Aplicar las ecuaciones obtenidas a las cuencas sin datos.
Nota: En ambos casos las correlaciones múltiples porporcionarán el nivel de significancia de los
distintos parámetros y permitirán excluir aquellos parámetros que no explican o explican muy
poco la correlación (Capitulo 5).
Tabla 7.28 Metodología a seguir para el cálculo de la escorrentía directa
En ríos con registros de caudales, es posible usar un método empírico, simple denominado
grafico de distribución (Bernard,M.M., 1935) que en función de varios hidrogramas registrados
y de un estudio de frecuencia de caudales máximos.Se maximiza el valor de caudal y el
volumen en un hidrograma de proyecto que es en cierta forma la envolvente de los hidrogramas
registrados.
En realidad la caracteristica del hidrograma se da como un porcentaje de la escorrentía total
ocurrida en sucesivos incrementos de tiempo.
El método no usa valores de lluvias, sino sólo caudales de crecientes máximas registradas, su
fundamento teórico es débil y se lo desarrollará porque en casos de estudios de prefactibilidad
sobre todo cuando el volumen de la creciente es mas importante que el caudal máximo( estudios
de capacidad de embalses ) puede brindar muy rápidamente una estimación del rango de valores
con los que se puede trabajar.
La metodología es la siguiente:
Los métodos empleados para este cálculo se clasifican en dos categorías fundamentales: los
hidrológicos y los hidráulicos.
Los hidrológicos, hacen uso de la ecuación de continuidad y desarrollan relaciones entre el
volumen embalsado en el tramo o volumen de control considerado y la descarga a la salida del
mismo. El flujo se calcula como una función del tiempo únicamente en un determinado lugar.
Estos métodos, de simple utilización, se usan normalmente integrados a modelos de lluvia –
caudal (HEC-1, ARHymo, HEC-HMS). Su exactitud es aceptable si no existen condiciones
como remansos que invalidan su uso.
Los hidráulicos o hidrodinámicos, hacen uso de las ecuaciones diferenciales parciales de flujo
no permanente en canales (ecuaciones de Saint Venant), en sus formas completas o
simplificadas. El flujo se calcula como una función del tiempo y del espacio a través del sistema
(Chow et al, 1994). Los modelos hidráulicos, sobre todo los que consideran la solución
completa de las ecuaciones de Saint-Venant, tienen la capacidad de simular un amplio espectro
de condiciones de flujo y diversas características del río. En general, son más conceptuales
desde el punto de vista hidráulico y tienen un sólo parámetro (rugosidad) para estimar y
eventualmente calibrar.
La técnica de tránsito de ondas tiene amplio uso en hidrología para diseños hidrológicos,
estudios de cuencas y para pronósticos en tiempo real del avance de una creciente entre dos
puntos de un río. En este capítulo se describen ambas técnicas para el cálculo del traslado o
tránsito de una creciente en el tramo de un río.
I +I 2 Q +Q
(S −S)= 1
⋅ Dt − 1
⋅ Dt
2
(8.2)
2 1 2 2
Donde: I1 es el caudal medio de ingreso al volumen de control en el tiempo 1.
I2 es el caudal medio de ingreso al volumen de control en el tiempo 2.
S1 es el almacenamiento en el tiempo 1.
S2 es el almacenamiento en el tiempo 2.
Q1 es el caudal medio de salida del volumen de control en el tiempo 1.
Q2 es el caudal medio de salida del volumen de control en el tiempo 2
Los subíndices 1 y 2, corresponden a los valores al inicio y al final del tiempo Dt,
respectivamente. El tiempo Dt o período de tránsito, debe ser lo suficientemente corto, de tal
forma que lo supuesto en la ecuación 8.2, no se aparte sensiblemente de la realidad. En
particular si Dt, es muy largo, es posible perder el valor del pico del caudal de entrada.
Otro concepto importante y de connotaciones prácticas, se expresa en la Figura 8.3, donde la
relación variable de almacenamiento – caudal de salida en el tramo hace que la resultante de
esta no sea un valor único, sino variable. Consecuentemente, la curva de aforo no es única,
como se considera en ríos donde la superficie libre es paralela al fondo del río, sino un ciclo
repetitivo (“loop”), de modo que para una misma altura de la superficie del agua (h 1) se repiten
dos valores diferentes de caudal (Q1 o Q2).
Durante el paso de la onda de la creciente, el almacenamiento y la pendiente de la superficie del
agua en un tramo para un determinado flujo, es mayor en las etapas de incremento del caudal
(curva ascendente) que en las etapas de decrecimiento del caudal (curva descendente) lo que se
traduce en dos mediciones diferentes para igual valor de h (Figura 8.3). Si la onda desaparece y
el movimiento es permanente la relación h/Q es la línea de puntos donde el caudal no varía
durante el tiempo de la medición.
Método de Muskingum
Este método involucra el concepto de almacenamiento de prisma y de cuña (Figura 8.2). Fue
desarrollado por McCarthy, (1938) para determinar la relación que manifiesta el río Muskingum en Ohio
(USA), con el paso de una onda de creciente. El almacenamiento de prisma es esencialmente el
correspondiente al de la superficie del agua en flujo permanente y el de cuña es el almacenamiento
adicional referente al verdadero perfil de la superficie del agua durante la creciente.
El método considera que durante las etapas del frente de onda que asciende, el almacenamiento de cuña
es positivo y se suma al de prisma; en cambio en las etapas de la onda en descenso, el almacenamiento
de cuña se sustrae al de prisma.
El almacenamiento de prisma se computa como el flujo de salida, Q, multiplicado por el tiempo de
traslado de la onda de crecida a través del tramo del río, K. El de cuña se computa como la diferencia
entre flujo de entrada y salida (I-Q), multiplicado por K y un factor adimensional de ponderación, X,
relativo a la importancia del flujo de entrada y de salida en el almacenamiento, S, dentro del tramo. Por
lo tanto, el método de Muskingum define el almacenamiento en el tramo, S, como una función lineal de
los almacenamientos ponderados de prisma más el de cuña, así:
S = KQ + KX ⋅ (I − Q)
El valor de X determina el grado de atenuación de la onda al pasar por el tramo del río; depende
de la forma del almacenamiento de cuña y varía entre:
0 ≤ X ≤ 0.5
Así, si X = 0; S = KQ, se produce la máxima atenuación, lo que indica que el embalse es función sólo de la salida. Si
X = 0.5, tanto el ingreso (I) como la salida (Q) tienen el mismo peso
Q +Q
y por este motivo, la onda transita sin atenuación. Despejando el término 1 2
de la
2
ecuación (8.2), se obtiene:
+
Q+Q II S −S
1 2 = 1 2 − 2 1 (8.5)
2 2 Dt
Combinando las ecuaciones 8.5 y 8.4 y resolviendo para Q2 se obtiene la ecuación de trabajo
del método:
Los subíndices 1 y 2 en la ecuación (8.6), se refieren a los valores de los caudales I y Q al inicio
y al final del intervalo Dt. Los coeficientes C1, C2 y C3 se definen como:
C1 − K ⋅ X − 0.5Dt K −
(8.7)
K ⋅ X + 0.5 ⋅ Dt
0 K ⋅ X + 0.5 ⋅ Dt
C2 1 − K ⋅ X + 0.5 ⋅ Dt (8.8)
K − K ⋅ X − 0.5 ⋅ Dt K
C − K ⋅ X + 0.5 ⋅ Dt (8.9)
3
Se debe cumplir que C1 + C2 + C3 = 1
(8.10)
El valor del tiempo de traslado, K, se puede estimar como: a) el intervalo entre puntos similares
en los hidrogramas de entrada y salida; (b) el intervalo de tiempo medido entre los centroides de
las áreas de los dos hidrogramas; (c) el tiempo entre los picos de los hidrogramas. K, se expresa
en la misma unidad de tiempo que Dt (días, horas o minutos). Estimado K, el valor de X se
estima por ensayo y error: se asume un valor de X, se calcula el hidrograma de salida y se
compara con el medido hasta obtener un resultado aceptable y, si es necesario después se
reajusta K (ejemplo 8.1). Con el uso de modelos de tránsito de ondas o crecientes (modelo
HEC-1 ó HMS) se pueden calcular K y X por optimización.
La velocidad de una onda de creciente, Vw, es mayor que la velocidad media del río en una
sección para cierta descarga normal. Esta Vw se puede estimar usando el método de la ley de
Seddon que establece que exixtiendo la curva h/Q para una determinada sección transversal,
representativa del tramo, la pendiente de esta curva es igual a dQ/dh y Vw es:
w
= 1 dQ B
(8.11)
dh
L
K=
(8.12)
Vw
En canales naturales se aconseja una relación de 1.5. La estimación de X en ríos sin aforos
puede ser muy difícil , teniendo presente que en ríos de pendientes suaves y planicies
inundables X tiende a cero y por el contrario, en ríos de mayor pendiente y cauces muy
definidos sin planicies inundables X tiende a 0.5, Cunge (1969) define X, como:
1 Qo
X= 1 − (8.13)
2 B ⋅ So ⋅Vw ⋅ dx
Donde: Qo es el caudal de referencia.
Vw es la velocidad de la onda de la creciente.
So es la pendiente de energía o pendiente del fondo del río.
B es el ancho superficial del área hidráulica para el caudal, Qo.
dx es la longitud de tramo.
K
Número de subtramos = Dt
Para evitar valores negativos de X e inestabilidades se debe cumplir que:
2K ⋅ X < Dt ≤ K
El valor del almacenamiento en el tramo del canal, según el concepto expresado en la Figura 8.2 será:
(m / n) (m / n)
b
S= a⋅ X⋅I [ + (1 − X ) ⋅ Q ] (8.14)
Donde: S es el almacenamiento.
n
a y n son los parámetros de la ecuación de la descarga Q = a h
m
b y m son los parámetros de la relación de almacenamiento S = b h
m b
Para Muskingum n = 1, y si se supone que K = a ; reemplazando estos valores en la
ecuación 8.14, se obtiene la siguiente expresión:
S = K ⋅ [X ⋅ I + (1 − X ) ⋅ Q] (8.15)
S = K ⋅ Q + K ⋅ X ⋅ (I − Q) (8.16)
Donde: K·Q es el embalse de prisma.
K·X·(I-Q) es el embalse de cuña.
Ejemplo 8.1
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
X=
I Q I-Q Almac. Almac. X = 0.2 0.25 X = 0.3
Hora m3/s m3/s m3/s medio Acumul. 0.2I 0.8O Total 0.25I 0.75 O Total 0.3I 0.7O Total
0 22 22 0 0 0 4 17 21 5 16 21 7 15 22
6 23 21 2 1 1 5 17 22 6 16 22 7 15 22
12 35 21 14 8 9 7 17 24 9 16 25 10 15 25
18 71 26 45 29 38 14 21 35 18 19 37 21 18 39
24 103 34 69 57 95 20 27 47 26 25 51 31 24 55
30 111 44 67 68 163 22 35 57 28 33 61 33 31 64
36 109 55 54 60 223 22 44 66 27 41 68 33 38 68
42 100 66 34 44 267 20 53 73 25 49 74 30 46 76
48 86 75 11 22 289 17 60 77 21 56 77 26 52 78
54 71 82 -11 0 289 14 66 80 18 61 79 21 57 78
60 59 85 -26 -18 271 12 68 80 15 64 79 18 59 77
66 47 84 -37 -31 240 9 67 76 12 63 75 14 59 73
72 39 80 -41 -39 201 8 64 72 10 60 70 11 56 67
78 32 73 -41 -41 160 6 58 64 8 55 63 10 51 61
84 28 64 -36 -38 122 6 51 57 7 48 55 8 45 53
90 24 54 -30 -33 89 5 43 48 6 40 46 7 38 45
96 22 44 -22 -26 63 4 35 39 5 33 38 7 31 38
102 21 36 -15 -18 45 4 29 33 5 27 32 6 25 31
108 20 30 -10 -12 33 4 24 28 5 22 27 6 21 27
114 19 25 -6 -8 25 4 20 24 5 19 24 6 17 23
120 19 22 -3 -4 21 4 18 22 5 16 21 6 15 21
126 18 19 -1 -2 19 4 15 19 4 14 18 5 13 18
Las columnas 1, 2 y 3 son los hidrogramas medidos simultáneamente en cada hora a la entrada
y a la salida del tramo. La columna 4 es la diferencia entre el caudal de entrada y la salida del
tramo (I-Q). La columna 5, se obtiene como promedio de dos valores sucesivos de la columna
4, así:
(45 + 69)÷2 = 57
(69 + 67)÷2 = 68 y así sucesivamente.
Nótese que a partir de t= 54 horas los valores de (I-Q) se hacen negativos dado que los
caudales de salida (Q) superan a los del hidrograma de ingreso (I), (F igura 8.1). La columna
6 es el almacenamiento acumulado que se obtiene sumando a cada valor de la columna 6 el
siguiente de la 5, así:
1+8=9
9 + 29 = 38
38 + 57 = 95
Suponiendo distintos valores de X, se calcula el valor entre corchetes de la ecuación 8.15, así
para X = 0.2, se tiene 0.2I = 0.2 (22) = 4.4 redondeado a 4; 0.8Q = 0.8 (22) = 17.6
redondeado a 17.
Graficando los valores de la columna 6 con los de las columnas 9, 12 y 15 se obtiene un
gráfico (Figura 8.5), con ejes invertidos respecto a la Figura 8.4.
El valor que más se acerca a una curva simple es la de X = 0.25; con este valor se calcula el
tiempo de traslado de la onda, K. La pendiente de la curva en su parte más recta corresponde a
3
los caudales entre 280 y 40 m /s y las abscisa entre 80 y 40; es decir, para calcular el valor de
3
la ordenada en m /s/día y Dt = 6 horas es: (280 – 40 = 240)
240x6
[
= 60 m3 / s / día ]
24
60 = 1.5 [días]
y 80 – 40 = 40 La pendiente es: K =
40
Figura 8.5 Calculo de K para diferentes valores de X (caudal medio cada 6 horas)
Ejemplo 8.2
1 2 3 4 5 6
i Dt I m3/s -0.0909 I2 0.4545 I1 0.6364 Q1 Q2 m3/s
1 12 100 *100
2 24 200 -18.18 45.45 63.64 90.91
3 36 250 -22.72 90.90 57.84 126.02
4 48 300 -27.27 113.62 80.20 166.55
5 60 200 -18.18 136.35 105.99 224.16
6 72 100 - 9.09 90.90 142.65 224.46
7 84 50 - 4.54 45.45 142.84 183.75
8 96 50 - 4.54 22.72 116.93 135.12
9 108 48 - 4.36 22.72 86.00 104.35
C ( 36 ) ( 0.25 ) − ( 0.5 ) ( 12 )
1 = − 36 − ( 36 ) ( 0.25 ) + ( 0.5 ) ( 12 ) = −0.0909 en columna 3
C ( 36 ) ( 0.25 ) + ( 0.5 ) ( 12 )
2 = 36 − ( 36 ) ( 0.25 ) + ( 0.5 ) ( 12 ) = 0.4545 en columna 4
( 36 ) − ( 36 ) ( 0.25 ) − ( 0.5 ) ( 12 )
C3 = = 0.6364 en columna 5
( 36 ) − ( 36 ) ( 0.25 ) + ( 0.5 )
( 12 )
y se verifica que: C1 + C2 + C3 = 1
C1 + C2 + C3 = 0.6364 + 0.4545 − 0.0909 = 1
Para t1; Q1 = I1 = 100 (se asume movimiento permanente). Para t2; de la ecuación 8.6 se tiene:
Método de Muskingum-Cunge
Es un método más flexible y menos empírico que el de Muskingum.(ASCE, 1997) Es una
técnica de coeficientes no lineales que tiene en cuenta la difusión y amortiguación del
hidrograma basado en propiedades físicas del canal y el hidrograma de entrada al tramo.
Específicamente usa, la longitud del tramo, L, la pendiente de fondo, So, la celeridad de la onda
cinemática y una descarga unitaria característica, q. La celeridad de la onda cinemática se define
como se expresó en la ecuación 8.11 o se supone igual a:
Vw = p ⋅V (8.17)
P
q=f⋅A (8.18)
Donde q es el caudal; A es el área hidráulica y f y p constantes determinadas para el ajuste de la
curva descarga/área. De la ecuación de Manning se obtiene para p un valor de 5/3. Los valores
de K y X se calculan como se ha indicado con las ecuaciones 8.12 y 8.13.
La ventaja de este método sobre otras técnicas hidrológicas es que sus parámetros tienen más
fundamento físico y la solución es independiente del intervalo de computación especificado por
el usuario. La mayor limitación del método es que no se puede tener en cuenta los efectos de
una curva de remanso.
Para desarrollar la ecuación del método se parte de la ecuación de continuidad y de la ecuación
de momento en su forma de onda difusiva.
d
A +dQ = q ⋅ l (8.19)
dt dx d
y
S f = SO − (8.20)
dx
Combinando 8.19 y 8.20, se obtiene la ecuación de Miller y Cunge básica del método (HEC-1, 1998):
2
∂Q ∂Q ∂ Q
+c⋅ =µ⋅ + c ⋅q
L
(8.21)
2
∂
∂t ∂x x
3
Donde: Q es el caudal, en m /s.
2
es la área hidráulica, en m . t
es el tiempo, en s.
x es la distancia a lo largo del canal, en m
y es la profundidad del agua en el canal, en
m Sf es la pendiente de fricción.
SO es la pendiente de fondo.
3
qL es el flujo lateral por unitad de longitud del canal, en m /s/m. µ
es la difusividad hidráulica, calculada mediante la expresión:
(8.21a)
Q
µ = 2 ⋅ B ⋅ SO
B es el ancho superficial en metros
(8.21b)
c dQ
c = celeridad de la onda: = d
A x
La solución de la ecuación diferencial 8.21, se obtiene por el método de discretización del plano
x-t (Figura 8.18). Los modelos HEC -1 y el HMS, utilizan este método de traslado de ondas en
ríos, con la posibilidad de definir la sección transversal por 8 puntos (“Muskingum-Cunge 8
point”). El método usa una representación simple de la sección transversal definida por
8 puntos para cada tramo del río. El método no tiene en cuenta efectos de remanso y no debe
usarse en estos casos.
Cada una de estas opciones involucra engorrosos cálculos manuales. El uso de modelos de
tránsito de crecientes como las rutinas del HEC-1 o del HEC-HMS hacen que los cálculos
manuales no sean necesarios.
⋅ (QT − Q) = K ⋅ X ⋅ (I − Q)
X
Q = QT − ⋅ (I − QT ) (8.24)
1
− X
S2 − S1
Por otro lado, despejando , de la ecuación 8.5 se obtiene:
Dt
S 2− S (8.25)
1
= 0.5 ⋅ (I + I ) − 0.5 ⋅ (Q + Q )
1 2 1 2
Dt
Sustituyendo (8.24) en (8.25), usando los subíndices apropiados (1 y 2) para indicar el principio
y el fin del período y operando algebraicamente, se obtiene:
[S2 ⋅( 1− X ) + 0.5 ⋅QT 2 ⋅ Dt]= 0.5 ⋅ Dt ⋅( I1 + I2 ) + [S1 ⋅( 1 − X ) − 0.5 ⋅QT 1 ⋅ (8.26)
Dt]
Dividiendo la ecuación 8.28 por Dt, se obtiene la ecuación de trabajo del método:
(8.29)
R 2
R + 0.5
1
+
= ⋅( I I )−Q
1 2 T1
Dt Dt
Este es un cálculo que se usa para el tránsito de una onda de crecida en el tramo de un río
mediante los métodos de Puls y de WRD. El detalle se explica en el modelo HEC-1 en el CD.
∂V
=O (8.32)
∂t x=i
En el marco de ese movimiento permanente se analiza la variación a lo largo del eje x. Para S 1 y
S2, y1 = y2, o sea, no hay variación del tirante, ni de la velocidad, entre un punto y otro, entonces
se tiene un flujo permanente-uniforme:
∂V = O (8.33)
∂X
Ahora bien en Figura 8.9, entre el punto 3 y el punto 4 (S 3 y S4), y3 ≠ y4, por lo tanto el flujo es
permanente, variado, así:
∂V
≠O (8.34)
∂X
En la Figura 8.10 en cada sección para diferentes tiempos (t1, t2,..., tn) los tirantes, las
velocidades y los caudales cambian es decir, se tiene un flujo no permanente:
∂V
≠O
∂t x=i (8.35)
Considerando las variaciones a lo largo de x entre S 1 y S2, se ve que para un instante de tiempo
se tiene una situación igual al caso 1, o sea, un flujo uniforme no permanente(ecuación de onda
cinemática):
∂V
=O
∂x t=i (8.36)
Si se consideran los puntos S3 y S4 se ve que el flujo es no permanente-gradualmente variado
(onda dinámica), así:
∂V
≠O
∂x t=i (8.37)
Cuando la variación del flujo no es gradual se tiene un no permanente-rápidamente variado
(Salto hidráulico móvil ).
Q − Q = ∂Q DX (8.38)
2 1 ∂X
Si además existe una variación del tirante con relación al tiempo, el volumen de agua en el
tramo considerado varía, entonces:
∂
V − V = B h DX (8.39)
2 1 ∂t
Como el agua se considera en este caso incomprimible, la variación de la descarga (Q 2 - Q1)
entre 1 y 2 es igual a la variación del volumen (V 2 - V 1) en el tramo con signo contrario. Si Q 2
es mayor que Q1 ese aumento se hace a expensas de una pérdida de volumen en el tramo de
control. Entonces:
∂ ∂
Q DX = −B h DX (8.40)
∂X ∂t
Simplificando DX a ambos lados e igualando a cero se tiene:
∂ ∂
Q h
+B =O (8.41)
∂X ∂t
Si existieran pérdidas o aportes laterales (por las paredes) o sea independientes a lo considerado
en los extremos, se tiene un término adicional en la ecuación 8.41; llamando a esto q x
(infiltración por ejemplo), se obtiene la ecuación de continuidad en canales para flujo no
permanente y variado:
∂ ∂
Q h
+B + qx = O (8.42)
∂X ∂t
Si es permanente:
∂ ∂
(8.43)
h Q
B =O ∴ + qx = O
∂t ∂X
∴ f=ρ⋅a (8.48)
En el caso de canales sin considerar la fricción, en la dirección del eje x , se tiene en el volumen
de control (Figura 8.13)
∂p
fx=fp+fg=− −γ
∂z
⋅ (8.49)
∂X
Donde: pi es la presión hidrostática = yi
zi la cota o pendiente (gravedad).
es el peso específico ρ.g (apéndice de unidades
fx = fuerza total en sentido x
fp = fuerza de presión fg
= fuerza de gravedad
Los valores son negativos porque el flujo se mueve en el sentido en que los gradientes
disminuyen.
Luego de la ecuación 8.48 y considerando que la aceleración tiene dos componentes: una local:
(variación de velocidad con respecto al tiempo) y otra, convectiva: (variación de la velocidad
con respecto a la distancia multiplicado por la distancia recorrida por la partícula en la unidad
de tiempo).
∂
∂V V dx
ρax = ρ ⋅ +ρ ⋅ .
∂t ∂x dt
d = ∂ =V
además: x V ∴ dx . V ⋅ ∂V
dt dt ∂x ∂x
y: ∂
2
V ∂ V
V⋅ = ⋅
∂x ∂x 2
Luego (8.51) queda:
2
∂V ∂ V
ρ⋅a x =ρ⋅ + ρ⋅
∂t 2
(8.52)
(8.51)
(8.53) (8.54)
Expresando (8.48) en función de (8.49) y (8.54) se tiene:
2
∂ ∂V ∂ V
− (p + γ ⋅ z) = ρ ⋅ + ρ⋅ (8.55)
∂
x ∂t ∂x 2
∂x γ γ ∂t ∂x γ 2
El peso específico se define como:
(8.57)
p
γ=∀
ρ =1 (8.60)
γ g
Si el flujo es permanente:
=
∂V
O
(8.62)
(8.63)
2
P V
Entonces +z+ = cte (8.64)
γ 2g
Que es la ecuación de Bernoulli
P
Donde: γ = y es el tirante del canal o energía de presión.
z es la cota de fondo o energía potencial.
V2
es la altura de velocidad o energía cinética.
2g
P
El término + z es la altura piezométrica.
γ
Principio de Conservación de Momento (cantidad de movimiento)
Esta ley establece que el impulso (producto de una fuerza por el intervalo de tiempo en que
actúa) de una fuerza es igual a la cantidad de movimiento adquirida por el cuerpo por efecto de
la fuerza. Esta ecuación es vectorial (Figura 8.14)
F ⋅ dt = m ⋅ dv (8.65)
Impulso Cantidad de movimiento
F x = m⋅ dv (8.66)
dt
Fx ⋅ dt = m⋅ dV = m ⋅ (V2 −V1 ) (8.67)
Como:
ρ= m ; m=ρ⋅∀
∀
Entonces:
Fx ⋅ dt = ρ ⋅ ∀ ⋅ (V2 − V1 ) (8.68)
Para ancho unitario:
∀ = y ⋅ dx (8.69)
Así en el volumen de control de la Figura 8.14 es:
Pérdida de Energía
Antes de iniciar su deducción es necesario pasar de líquidos ideales a líquidos reales
introduciendo fenómenos relacionados con la viscosidad del agua y fundamentalmente el
concepto de resistencia al flujo y pérdidas de energía por fricción. El concepto en sí involucra
una teoría completa (Henderson, 1966) sin embargo, estas pérdidas se consideran agregando el
término de la fricción en la ecuación de energía de Bernoulli (ecuación 8.64), así:
2 2
P V P V
2 2
γ + Z1 + 2g = γ + Z2 + 2g + S f
1 1
(8.76)
Chézy:
V = C ⋅ RH ⋅ S f (8.77)
Manning:
V= 1⋅ R 2 / 3 ⋅ S1 / 2 (8.78)
n H f
Donde: RH es Radio Hidráulico
8⋅
g
C= (8.80)
f
1 ⋅ ∂V 2
∂P V
=− +Z+ −Sf (8.81)
g ∂t ∂x γ 2g
∂ ∂
2 (8.82)
1 ∂V y z ∂V
⋅ =− − − −S
f
∂
g ∂t x ∂x ∂x 2g
2 (8.83)
∂z ∂ V V ∂V
Pero: − = −So ; = ⋅
∂x ∂x 2g g ∂x
∂ (8.84)
1 ∂V y V ∂V
⋅ =− − ⋅ + So − S f
∂
g ∂t x g ∂x
Pasando al primer miembro los términos que tienen derivadas queda:
∂
1 ∂V y V ∂V
⋅ + + ⋅ = So − S f (8.85)
∂
g ∂t x g ∂x
Multiplicando por la aceleración de la gravedad, g y reagrupando, se tiene la ecuación de la
energía de Saint Venant:
∂V ∂V ∂y
+V ⋅ +g⋅ = g (So − S f ) (8.86)
∂t ∂x ∂x
O sea que la variación en la altura total de energía se debe a las pérdidas producidas por fricción
más las pérdidas por aceleración:
2
V 1 ∂V
d⋅ z+y+ =S dx + ⋅ dx (8.87)
f
2g g ∂t
La ecuación (8.86) se puede también analizar en función de aquellos términos que son de
aceleración (inerciales) y las que son de fuerzas:
∂
V acelación local
∂ Aceleraciones - términos inerciales
t
acelación convectiva
∂ V
∂ x
∂y
g variación de la presión
∂x
Fuerzas
g ⋅ So efecto de la gravedad
g⋅S
f efecto de la fricción
La ecuación dinámica tiene en cuenta el movimiento y las fuerzas que la producen.
Continuidad
Partiendo de la ecuación general de continuidad, 8.42, para flujo no permanente variado y
considerando que para una sección el caudal es:
= A⋅V
Se tiene:
∂( A⋅V
) ∂h
+B⋅ + qx = O
∂x ∂t
∂V ∂A ∂h
A⋅ +V ⋅ +B⋅ + qx = 0 (8.88)
∂x ∂x ∂t
Las ecuaciones 8.86 y 8.88 son las ecuaciones de Saint Venant. La Figura 8.16 ilustra la onda
dinámica y cinemática. La ecuación de la energía de Saint Venant generaliza las posibilidades
de movimiento en canales y sus respectivos tipos de ondas, por esto se la expresa así:
4 3 2 1
∂V ∂V ∂y
+ V ⋅ + g⋅ = g ⋅( SO − S f )
∂t ∂x ∂x
Gravedad y fricción,
Onda cinemática
Gravedad,fricción y presión,
Onda de difusión
Permanente
uniforme
2y3
Permanente
no uniforme
No permanente no
uniforme
Figura 8.16 Concepto de onda dinámica y onda cinemática
Reynolds
3
Relaciona las fuerzas de inercia (ρ·L ·V/t) con las fuerzas producidas por efectos de la
viscosidad cinemática (ρ·υ·V·L), así:
R= V.L (8.89)
υ
Donde: V es la velocidad media del agua
L es la dimensión característica del conducto o el diámetro en tuberías. En el caso de
canales abiertos es el radio hidraúlico definido como:
RH = A = Area (8.90)
P Perímetro mojado
Se usa más para el flujo en tuberías. En el caso de canales, el número de Reynolds clasifica los
flujos en:
• Laminar: R < 500
• Transición: 500 < R < 2000
• Turbulento: R > 2000
Froude
Relaciona las fuerzas de inercia (ρ·L3·V/t) con las de gravedad (ρ·g·L3), así:
V
F= g.L (8.91)
Donde: V es la velocidad media del agua.
g es la aceleración de la gravedad
L es la dimensión característica del conducto; en canales es el tirante medio, D.
B es el ancho de la superficie libre.
L= A =D (8.92)
B
Luego:
V
= c
Soluciones numéricas
La solución numérica de las ecuaciones precedentes no son posibles por métodos analíticos
excepto para ciertos casos y condiciones simples. Las simplificaciones para su solución son
ecuaciones diferenciales parciales que, en la mayor parte de los casos, se deben resolver por
métodos numéricos. No obstante, estos métodos numéricos presentan limitaciones y la
necesidad de imponer simplificaciones (como por ejemplo secciones transversales de formas
geométricas definidas) que con el avance de las computadoras en velocidad y capacidad de
memoria (interna y externa) han sido superadas en la totalidad de los modelos matemáticos
recientes, presentando una gran flexibilidad.
No resulta pertinente en este libro de diseño hidrológico extender demasiado este tema que se
puede profundizar en la bibliografía de consulta. Sólo se hará una breve referencia a estos
métodos:
c=± gy (8.97)
Luego, el método es para ondas no abruptas (no para el salto hidráulico móvil) y canales con
pendientes suaves (no para rápidas y caídas). Cualquier onda de este tipo puede visualizarse
como una serie continuada de perturbaciones pequeñas que se propagan en el plano x-t en la
forma que lo muestra la Figura 8.17.
y=c
2
(8.101)
g
Diferencias finitas
Los métodos de diferencias finitas se basan en un retículo plano x- t que se muestra en la Figura
8.18
Una línea de tiempo es una línea paralela al eje x a través de todos los puntos en un valor del
tiempo dado. Los esquemas numéricos transforman las ecuaciones diferenciales parciales en un
conjunto de ecuaciones algebraicas de diferencias finitas, las cuales pueden ser lineales o no
lineales. Las ecuaciones de diferencias finitas representan las derivadas parciales en espacio y
tiempo y la solución avanza desde una línea de tiempo a la siguiente jdt→ (j+1) dt.
Los esquemas de solución pueden ser explícitos o implícitos. En el explicito la solución es
secuencial a lo largo de la línea del tiempo, desde un punto idx hasta el siguiente (i+1) dx. En el
implícito en cambio, los valores desconocidos en una línea de tiempo dada se solucionan
simultáneamente (Chow et al, 1994).
El método explícito es más simple, pero inestable y el incremento dt, debe ser tal que se cumpla
la condición de Courant:
dt ≤ dx (8.102)
V+c
Para valores grandes de dx, el valor de dt impuesto por la restricción es frecuentemente muy
pequeño comparado con la escala de tiempo adecuada para la situación bajo consideración. Otra
limitación puede resultar de restricciones en la fricción para ciertos esquemas de solución.
Los esquemas implícitos son más estables y su utilización se ha tornado factible con el avance
de las capacidades de las computadoras.
En referencia a la Figura 8.18, las siguientes relaciones indican ambos métodos:
∂u j+1 u j+ 1 − u j ∂u j+1 u j+1 − u j+1
i = i i i+1 = i+1 i
∂t Dt ∂x Dx
Esquema explícito Esquema implícito
u
j j j j
∂u −u ∂u j+1 u j+1 − u
i = i+1 i−1 i+1 = i+1 i+1
∂x 2Dx ∂t Dt
Datos necesarios
En general, los requerimientos de datos para las diferentes técnicas de transito de ondas en
canales son prácticamente iguales. Sin embargo, la cantidad y el detalle de los datos necesarios
varía según la técnica a usar. En el caso de técnicas hidráulicas los datos son: datos de caudales
(hidrogramas), secciones transversales y longitudinales del tramo a considerar, estimación de
coeficiente de rugosidad (ej. Manning) y condiciones iniciales y de borde (condiciones al
contorno).
Los datos de caudales son necesarios, en relación al hidrograma de aguas arriba de la creciente a
transitar. Igualmente, si existen, datos de tributarios en el tramo. En el caso de calibración del
método es necesario, por lo menos para una crecida, el hidrograma de aguas abajo del tramo.
Las secciones transversales son típicamente perpendiculares a las líneas de corriente,
representativas de subtramos o situaciones especiales. Dependiendo del modelo a usar están
definidas por un número, N, de puntos que definen el canal principal, las zonas de inundación y
consecuentemente los valores de n de Manning para cada parte de la sección. El espaciamiento
entre secciones, y consecuentemente su cantidad, es un factor importante en el detalle de la
simulación.
Los coeficientes de rugosidad típicamente son dados como “n” de Manning y son importantes
debido al impacto directo en el tiempo de traslado y amortiguación de la onda.
Todos los modelos usados, necesitan condiciones iniciales (t=0) y de borde antes de iniciar la
rutina de tránsito. Las condiciones iniciales en todo el tramo, tirante y velocidades, se pueden
calcular a través de modelos de curvas de superficie libre en condiciones de flujo permanente
gradualmente variado. Las condiciones de borde aguas arriba son usualmente la relación
caudal/tiempo o tirante/tiempo del hidrograma a ser trasladado a través del tramo. Las
condiciones aguas abajo se establecen generalmente con una curva (o tabla) h/Q para flujo
permanente. Las condiciones internas se refieren a flujos laterales o hidrogramas de tributarios.
Igualmente se necesitan, si corresponde, relaciones h/Q de estructuras hidráulicas existentes en
el tramo del río.
Efectos de remanso
Este efecto se puede producir por diversos factores: fluctuaciones de mareas, ingreso
significativo de caudales de afluentes, presencia de estructuras que al reducir el canal, generan
remanso (puentes, diques, alcantarillas).
De los métodos hidrológicos expuestos sólo el PULS Modificado es capaz de incluir los efectos
de remanso, mediante el cálculo de la relación cota/descarga
Los métodos hidráulicos, con excepción del de la onda cinemática, pueden tener en cuenta el
efecto de remanso. El método de onda cinemática, no tiene en cuenta el remanso ya que supone
flujo uniforme y una condición de borde aguas abajo del tirante normal.
Áreas inundables
Las áreas o planicies inundables pueden llegar a ser muy significativas por su efecto de embalse.
Los factores a evaluar para determinar el efecto real del área inundable en el hidrograma son: ancho
del área, pendiente en la dirección lateral y el factor de resistencia relacionado con la vegetación. La
modelación más adecuada se hace con modelos bidireccionales; en el caso particular de modelos
unidireccionales (HEC -1, HMS, HEC-RAS) la técnica de modelación debe evaluar lo mejor
posible, la variación de la capacidad de conducción del canal principal y de las áreas laterales
inundables. En los modelos unidimensionales esto se logra calculando separadamente las
condiciones hidráulicas del canal principal y de las áreas marginales inundables. En caso de aplicar
Muskingum esta separación no es posible y los coeficientes X y K involucran el efecto combinado
del canal y las márgenes inundables. Cuando se deben modelar ríos que discurren en extensas
planicies de muy baja pendiente (planicies inundables) las condiciones que hipotizan los modelos
unidimensionales no son aceptables, ya que existe una fuerte componente de flujos y velocidades
laterales. En estas condiciones no es raro encontrar velocidades en la dirección lateral o transversal
(a través de la planicie) que llegan a ser predominantes sobre aquellas longitudinales en la dirección
del río. En estos casos los modelos bidimensionales son más adecuados ( Ejemplo modelo SOBEK
en el CD).
Los valores de referencia, de la desigualdad 8.103, están relacionados con el caudal promedio y
el tirante correspondiente a éste, del hidrograma a ser trasladado.
En el caso de modelos de onda de difusión el error estará en el límite del 5% si se cumple que:
1/2
D ⋅
o g
S
≥ 30 (8.104)
d
o
2
Donde: g es la aceleración dela gravedad en m/s
do es el tirante de referencia en m.
So es la pendiente de fondo o de fricción Sf del canal en %.
D es la duración en segundos.
Ejemplo 8.3
Calcular la duración del hidrograma de creciente si se tiene una pendiente del fondo de canal
de 0.0015, una velocidad media de 1.22 m/s y un tirante de 2.44 m.
Solución:
Datos: So = 0.0015
Uo = 1.22 m/s
do = 2.44 m
La duración del hidrograma, D, por el método de onda cinemática debe ser mayor de:
d
o ( 2.44 )
D ≥ 171⋅ = 171 ⋅ = 228000[s]= 2.64[días]
S U
o o ( 0.0015 ) ( 1.22 )
≥ 2.64 [días]
−1/ 2 −1/ 2
30 g = 30 9.81 = 9974[s] = 0.115[días]
D≥
d
So o (0.0015) 2.44
En relación a los métodos hidrológicos el de Muskingum -Cunge, es una aproximación de la
ecuación de la onda de difusión y por lo tanto, se puede aplicar en canales de un rango de
pendientes similares. En general, estas técnicas no es aconsejable aplicarlas en canales de
pendientes menores de 3 centímetro por kilómetro. No obstante, es importante destacar que si se
tienen hidrogramas medidos de entrada y salida y se pueden determinar por calibración los
parámetros del método, este producirá resultados adecuados aún en ríos de muy bajas
pendientes.
En ríos donde el tramo recibe tributarios, si los efectos de remanso no son significativos,
cualquier método se puede aplicar dentro de las condiciones previamente especificadas. En caso
contrario, es necesario aplicar métodos hidráulicos de onda dinámica.
Otro criterio a tener en cuenta es el régimen de flujo (subcrítico o supercrítico). Es frecuente en
ríos de cierta pendiente que en situaciones de crecientes el régimen pasa alternativamente de
subcrítico a supercrítico y viceversa. Si el tramo de régimen supercrítico es largo, se deberá
separar el cálculo en dos tramos, uno subcrítico y otro supercrítico y esto es posible de manejar
en modelos hidráulicos. Si el tramo supercrítico es corto, no será necesario tratarlo
separadamente.
Los métodos hidrológicos no tienen en cuenta el tipo de régimen (subcrítico o supercrítico), ya
que trabajan con caudales y volúmenes (ecuación de continuidad). Sin embargo, cuando lo
importante son caudales y no tirantes, los métodos hidrológicos pueden usarse.
Resumen de Selección de Métodos
Como se ha mencionado, la disponibilidad de datos es muy importante, al igual que en todos los
cálculos del diseño hidrológico, ya que permite el uso de diferentes métodos hidrológicos,
previamente calibrados. Cuando no hay datos de caudales es preferible usar métodos hidráulicos
donde se pueden determinar datos geométricos de secciones y estimar lo mejor posible el
coeficiente de rugosidad.
En la Tabla 8.4 se presenta una síntesis del tipo de método a usar según las condiciones
existentes.
Tabla 8.4 Resumen de selección de métodos (adaptado de ASCE, 1997)
Métodos apropiados
Condiciones existentes
Hidráulicos Hidrológicos
• Onda dinámica
No hay hidrograma medido en el borde de • Onda de difusión Maskingum-Cunge
aguas abajo como para calibrar parámetros • Onda cinemática
• PULS Modificado
Marcado efecto del remanso que afecta el • Onda dinámica
• Working Research and
hidrograma de descarga del tramo • Onda de difusión
Development
Todos los métodos hidráulicos e hidrológicos que permitan
Inundación de márgenes y planicie inundable separar las propiedades hidráulicas del canal principal de las áreas
marginales (Muskingum no es adecuado)
Pendiente del canal mayor de 1.90 m/km y:
D ⋅ So ⋅Uo Todos los métodos hidráulicos e hidrológicos desarrollados
≥ 171
do
Pendiente del canal entre 1.90 y 0.38 m por
kilómetro y • Muskingum-Cunge
• Onda dinámica
D ⋅ So ⋅Uo • PULS Modificado
≥ 171 • Onda de difusión • Muskingum
do
D . So Wo • Working R&D
< 171 • No usar Onda Cinemática
do
Pendiente del canal menor de 38 cm/km y:
• Muskingum-Cunge
1/2 • Onda dinámica (No usar los otros métodos
g
D⋅S
o ≥ 30 • Onda de difusión
d
o desarrollados)
Pendiente del canal menor de 38 cm/km y:
g 1/ 2 Solamente onda dinámica
D⋅S
o < 30
d
o
8.4 MODELOS
Algunos de los modelos que se usan para el diseño hidrológico de transito de crecientes son:
NWS FLDWAV (DAMBRK – DWOPER), el HEC – RAS y el HEC – HMS. Los detalles y
aplicaciones de estos modelos se desarrollan en el CD.
dh dA
B dt = dt
∂ Q ∂ A (8.105)
∂ x + ∂ t = −qx
3
Donde: Q es el caudal en m /s.
2
A es el área hidráulica en m
B es el ancho superficial de la sección hidráulica en m.
h es el tirante del canal en m.
x es la distancia en m.
t es el tiempo en segundos.
3
qx es el flujo lateral en m /s/m
A =
Haciendo R H = y S f S o , efectuando las operaciones algebraicas se tiene:
P
So
1/ 2 5 (8.106)
Q= 2 /3 ⋅ A. 3
n⋅P
Donde P es el perímetro mojado.
m
(8.107)
Q=α⋅A
La ecuación 8.107 es otra forma de expresar la onda cinemática. Derivando (8.107) con
respecto a x resulta:
∂Q (m−1) ∂A
= α ⋅ m ⋅ A ⋅ ∂x (8.108)
∂x
Reemplazando la ecuación 8.108 en 8.105, se obtiene la ecuación de trabajo de onda cinemática
en función del área hidráulica para qx= 0:
(m−1) ∂A ∂A
α⋅m⋅A ⋅ + =0 (8.109)
∂x ∂t
Estimación de parámetros
Si bien la onda cinemática se usa para modelar flujo superficial y flujo en canales, los
coeficientes de rugosidad que se toman en uno y en otro caso son diferentes. El factor de
fricción que se computa para el caso de canales es el n de Manning (Tabla 8.5). Estos valores se
pueden consultar con mayor detalle en Chow, 1959; Barnes, 1967; McCuen, 1998. Tabla 8.5
Tabla simplificada de valores de n de Manning.
Para el caso de flujo superficial la Tabla 8.7 muestra valores típicos N de Manning
Tabla 8.7 Valores de N para diversas superficies (HEC, 1998) de los autores: Crawford and
Linsley, Hathaway, Egman, Woolhiser, Palmer.( Adaptado de ASCE, 1997)
Secciones transversales
Las secciones transversales definen la forma del río deben estar conectadas topográficamente de
modo que también se defina el perfil longitudinal.
Las secciones transversales se pueden establecer a distancias fijas o variables y se deben definir
en puntos característicos del río (cambios de forma, puentes, alcantarillas, etc.). Se pueden
constituir hasta con 500 puntos. Tradicionalmente, las secciones transversales se establecen
mirando hacia aguas abajo; el extremo de margen izquierda es el punto de abscisa cero que va
aumentando hacia la margen derecha.
El programa, si se desea, automáticamente intercala secciones transversales, interpolando
valores entre dos secciones reales sucesivas.
Modelación de puentes
Se usan cuatro de las secciones transversales, ya definidas, para el cálculo de las pérdidas de
carga por efecto de la estructura y automáticamente, formula dos secciones adicionales
inmediatamente aguas arriba y aguas abajo del puente.
En el caso de puentes se debe definir también una sección aguas arriba, a una distancia tal que
no sea afectada por la contracción producida por el puente (líneas de corriente
aproximadamente paralelas). Las normas de la Administración Federal de Carreteras de USA y
el Cuerpo de Ingenieros adoptaron una distancia igual a la luz del puente. La sección de aguas
abajo debe estar fuera de la influencia de la expansión de las líneas de corriente; por iguales
criterios que la anterior, se adopta cuatro veces la contracción producida en el río entre los
estribos del puente. El modelo permite analizar el flujo en el puente bajo diferentes condiciones:
Cómputos con flujo libre. Flujo libre existe cuando el escurrimiento se produce a través del
puente sin que la superficie libre del agua toque (o supere) la cota más baja del cordón
inferior del paquete estructural. Para este cálculo el modelo, mediante la ecuación de
momento, identifica si por efecto de la contracción del flujo, se produce cambio de régimen
de subcrítico a supercrítico; si eso es así, aguas abajo el flujo puede volver a subcrítico
generándose un resalto hidráulico a una cierta distancia del puente. En función de estos
cambios de régimen se definen tres clases de flujos: siempre subcrítico (clase A), paso de
subcrítico a supercrítico o a la inversa (clase B) y siempre supercrítico (clase C).
Cómputos con flujo sumergido. Este es el caso cuando la superficie libre del agua toma contacto
con el cordón inferior del paquete estructural del puente. En estas condiciones se pueden dar
cuatro casos: primero, la superficie del agua aguas arriba del puente supera el cordón
inferior, en cambio aguas abajo la superficie libre del agua no toca el cordón inferior; este
tipo de escurrimiento se calcula como una compuerta libre con su correspondiente
coeficiente de descarga. Segundo, la superficie del agua aguas arriba y aguas abajo supera el
cordón inferior; en este caso el comportamiento es como orificio, computándose con las
fórmulas de orificio. Tercero, el agua sobrepasa el puente, quedando sumergido o
parcialmente sumergido el tablero del puente; en este caso se trata con las fórmulas de
vertederos. El modelo no calcula el empuje que el flujo de agua ejerce sobre la estructura y
por lo tanto, no identifica la falla por esta causa. Cuarto, cuando se dan simultáneamente el
segundo y el tercer caso, es decir, el puente está sumergido un 95% y bajo ciertas
variaciones de caudal se sobrepasa el puente; en esta situación el modelo cambia
automáticamente de flujo bajo presión a flujo en vertedero.
En el tercer y cuarto caso (puente sumergido o parcialmente sumergido), la descarga se
calcula con una combinación de condiciones de presión y de vertedero.
9.1 CLASIFICACIÓN
La pregunta es: ¿Hay valores negativos de δ? En caso que no hay incluso para años de sequía
decenal (capítulo 5), la necesidad del embalse, en función de esas demandas no es necesaria. Si
hay valores negativos de δ, análisis de frecuencia más detallados en los períodos de falta de
agua (capítulos 4 y 5) definirán el criterio de necesidad o no. En el caso que se defina la
necesidad, por efecto de la demanda, un estudio previo usando el método de la curva de masa de
volúmenes (Diagrama de RIPPL) darán una primera idea de la capacidad necesaria de
regulación. Al definir esta necesidad se impone entonces el dimensionamiento hidrológico de la
presa que incluye fundamentalmente: altura de la presa y capacidad del vertedero de control de
crecientes.
Altura de la presa
La altura de la presa, puede estar implícitamente controlada por la topografía y las condiciones
geológicas del sitio de cierre del río, las cuales a su vez definen el tipo de presa, presa de tierra,
de gravedad, de arco, etc. (Davis et al, 1969; USBR, 1987 ).
Los datos básicos necesarios que se deben tener, una vez seleccionado el sitio, para poder
calcular la altura de una presa son:
Mapas topográficos del vaso que permitan determinar las relaciones de cota-volumen y cota-
áreas. Para vasos grandes la escala adecuada puede ser 1:25.000 y 1:10.000 o menor para
vasos medianos o pequeños.
Igualmente las curvas de nivel deberán tener un espaciamiento tal que permita obtener
mapas de los sectores del vaso para alturas sucesivas con buena precisión.
De estos mapas, se obtienen para diferentes alturas de la presa las curvas altura-volumen y
altura-área (Figura 9.1).
Datos de caudales o volúmenes anuales y mensuales de series históricas o generadas.
Datos de aporte de sedimentos en el río.
Datos de demandas estimadas a nivel anual y mensual.
Datos climáticos de lluvias (si son importantes), evaporación y vientos.
Datos de crecientes.
Curvas de superficie libre del río aguas abajo de la presa para diferentes descargas y áreas
inundables correspondientes a las mismas.
Resulta cada vez más importante tener en cuenta el análisis de impacto ambiental de un futuro
embalse en relación con la inundación de sitios de interés histórico o arqueológico, así como la
protección de la flora y la fauna. Todos los estudios de factibilidad de la construcción de un
futuro embalse deben ir acompañados de un estudio de impacto ambiental y un estudio de las
probables consecuencias de la falla de la presa. (capítulo 10)
Para el cálculo de la altura de una presa en la Figura 9.2 se indican las franjas imaginarias en
que se divide una presa a los fines de ordenar su diseño hidrológico.
Figura 9.2 Franjas imaginarias para el cálculo de la altura de una presa de embalse.
Cálculo del volumen muerto (VM)
El volumen muerto es la parte del embalse que durante su vida útil se colma de sedimentos.
Este volumen no se tiene en cuenta en el volumen útil usado en la simulación de la operación
del embalse.
Los métodos de limpieza existentes para eliminar los sedimentos que se depositan en el fondo
del embalse no han dado buenos resultados por esto debe dejarse un volumen que pueda
llenarse con el aporte sólido del río y no afecte la funcionalidad durante la vida útil del embalse.
El sedimento en suspensión es el que interesa porque el arrastre de fondo en su mayoría se
deposita en la cola del embalse. El sedimento en suspensión se deposita en el embalse en una
proporción diferente según sean las características del sedimento, las normas de operación y la
relación entre la descarga del río y el volumen del embalse. El cálculo del sedimento que el río
aporta al embalse se puede realizar con diferentes metodologías que se describen en el capítulo
5.
Con respecto a las normas de operación, si un embalse retiene el agua por varios meses tendrá
más sedimentación que otro que en pocos días descarga el agua que recibe.
El porcentaje del sedimento que ingresa y es retenido en el embalse, se llama “eficiencia de
3
atrape”(ηA), la cual es función de la relación entre el volumen del embalse (VE) en m y el
3
volumen anual de la descarga del río (VDR), en m :
VE
η =f
A
(9.2)
V
DR
Así, se tendrá que un embalse pequeño en comparación con la magnitud de la descarga anual de
un río dejará pasar gran parte del sedimento, mientras que un embalse cuyo volumen sea
significativo con respecto a la descarga del río presentará una alta eficiencia de atrape. La
relación volumen anual de descarga del río vs volumen del embalse ha sido tratado por Brune y
Churchill, la cual se muestra en la Figura 9.3 y la Tabla 9.1.
η
A
VE/ VDR
Brune Churchill
0.01 0.45 0.47
0.10 0.86 0.72
1.00 0.98 0.88
10.00 0.98 0.96
Figura 9.3 Eficiencia de atrape de sedimentos de un embalse (Brune, 1953).
h = V 2 ⋅F (9.4)
2
62000 ⋅ hm
Donde: h2 es la altura de ascenso del agua, en metros.
V es la velocidad del viento, en km/hora.
F es el fetch, en kilómetros.
hm es la profundidad media del embalse, en metros.
62000 factor de la ecuación
h3 = (0.6)(h1 ) (9.6)
Asentamiento
En los diques de tierra también se debe considerar su asentamiento, el cual debe ser calculado
por el proyectista de la presa.
BL = h1 + h2 + h3 + (asentamiento) (9.7)
Se ilustrará con un ejemplo numérico el cálculo de la altura de una presa.
Ejemplo 9.1
Calcular la altura total de una presa, cuyo embalse corresponde a la relación cota/volumen
que se muestra en la Figura 9.1. Adicionalmente, a cargo de la hidroeléctrica, se ha dado una
altura mínima de carga para las turbinas, HT, de 58 m.
Solución:
6
Si se tiene una descarga anual de sólidos de 26 x 10 (t/año) y se considera un peso específico
3
del sedimento de 1160 (kg/m ), el volumen inicial de sedimentos es:
Vol =
26 ⋅10 9 kg / año
3 = 22.41Hm3 / año
1160 kg / m
3
Calculando la razón del caudal medio del río de 24.000 Hm /año y el volumen estimado del
3
embalse de 20.000 Hm a cota 381ms.n.m. (Figura 9.1), se tiene:
VE 20.000Hm3 =
= 0.83
V
24.000 Hm3
DR
Entrando con este volumen en la Figura 9.1, la cota respectiva al volumen muerto (Nm), es 346
m s.n.m. Dado que el lecho del río está a una cota de 315 m s.n.m., luego la altura estimada de
sedimentos correspondiente al volumen muerto VM, es:
Esta cota (Nm) determina el nivel más bajo donde se colocarán tuberías de descarga de fondo
(Figura 9.2). Cuando no se tienen datos de caudal sólido, el volumen a reservar para sedimento se
puede estimar entre un 10% y un 25% del volumen de operación del embalse, dependiendo de las
condiciones de arrastre que se observen en el río. Como se ha visto, el cálculo del volumen muerto
del embalse implica el conocimiento previo del volumen total del embalse. Como ello no se conoce
se hace un primer intento con el valor aproximado del volumen total estimado del embalse y al
final, si hay una diferencia se ajusta en una segunda aproximación.
La Figura 9.4 muestra el cálculo de nivel mínimo para turbinas, N T. Para una descarga de
3
2400 m /s la cota de la superficie del agua es 318 m s.n.m., luego la cota mínima del embalse
que asegura la eficiente operación de las turbinas es:
3
De la Figura 9.1 se obtiene para esta cota de 376 un volumen de 16.000 Hm (VT). En este
caso, de dicho volumen de agua no se puede disponer para consumo.
3
Para una demanda calculada de 14288 Hm /año se toma un volumen útil o de operación de:
VU = 2000Hm3
3
Del gráfico de cota/volumen (Figura 9.1) se tiene para un volumen de 18000Hm una cota de:
378 m s.n.m.; N U = 378 m s.n.m.
Para el cálculo del volumen de Crecidas, V C, se siguen los lineamientos de los capítulos 4 - 5 y se
determina la creciente del proyecto para un período de retorno, T R, de 1000 años o la creciente
3
máxima probable, CMP, cuyo resultado corresponde a un volumen de 2343 Hm . Con este
volumen, se define el volumen de crecidas, V C, y el respectivo nivel máximo 18000 + 2343 = 20343
3
Hm , para ese volumen (Figura.9.1), Nc= 381.5 m s.n.m. Fijando el embalse en el
nivel máximo, y transitando nuevamente la creciente, se obtiene un volumen de: 20343 + 2343
3
= 22686 Hm que corresponde a una cota (NE) de 385 m s.n.m.
Cálculo del borde libre:
Altura de las olas
1/2
h1= 0.03227 (V.F)
V= 100 km/h
F = 60 km
1/2
h1 = (0,03227) (100.60) = 2.50 m Sobre-
elevación de la superficie libre del embalse: hm=
6 6
20000.10 / 825.10 = 24m
2
h2 = (100) . (60)/ (62000) . ( 24 ) = 0.40 m
h3 = (0.6) . ( 2.50) = 1.50 m
BL = ( 2.50 + 0.40 + 1.50 ) = 4.40 m
Se considera BL = 4.50 m
Tabla 9.3 Resumen de niveles para los correspondientes volúmenes del embalse
Finalizado el diseño preliminar se debe hacer una simulación a nivel mensual de la operación de
la presa durante un período crítico para verificar su funcionamiento. Para esto se hace una tabla
de embalse y desembalse. En esta simulación se puede suponer la ocurrencia de un período
crítico histórico o se pueden considerar años generados estadísticamente (capítulo 5). La Figura
9.5 muestra un caso teórico de normas de operación para el ejemplo 9.1 considerando
situaciones de años secos, medios y abundantes. y simulando estas situaciones con un modelo
de tránsito de crecidas como la rutina del HEC-1 o del HMS que se ilustra en el CD.
.
Figura 9.5 Variación del nivel de un embalse
Para efectuar estos cálculos, existen diferentes procedimientos que se agrupan en dos
categorías: métodos hidrológicos y métodos hidráulicos. En este caso se usan los métodos
hidrológicos que se describen en el capítulo 8.
Como en el caso de los embalses a nivel (superficie horizontal) no hay el almacenamiento de
cuña, existe una sóla relación h/Q y el hidrograma de descarga no se desplaza como el de la
figura 8.1. La Figura 9.9, muestra el caso del tránsito de una creciente por un embalse donde
existe sólo atenuación.
Figura 9.8 Relaciones de caudal de ingreso (I), caudal de salida (Q) y almacenamiento de
embalse
Como se muestra en la figura 9.8 el caudal máximo de salida (Q máx) coincide con el
almacenamiento o nivel máximo del embalse y el punto de inflexión se produce en algún punto
de la rama descendente del hidrograma de entrada.
Las ecuaciones básicas son las que se desarrollan en el capítulo 8 “Métodos hidrológicos”, es
decir, basadas en la ecuación de continuidad (ecuación 8.1). Partiendo de la ecuación 8.2 y
reordenando los términos en forma tal que los conocidos se ubiquen a la izquierda y los
desconocidos a la derecha se tiene:
1 1 1
(I + I )⋅ dt + S− Q ⋅ dt = S + Q ⋅ dt (9.8)
2 1 2 1 2 1 2 2 2
Donde: I1 es el caudal medio de ingreso al embalse en el tiempo 1.
I2 es el caudal medio de ingreso al embalse en el tiempo 2.
S1 es el almacenamiento en el tiempo 1.
S2 es el almacenamiento en el tiempo 1.
Q1 es el caudal medio de salida del embalse en el tiempo 1.
Q2 es el caudal medio de salida del embalse en el tiempo 2.
I1 e I2 se conocen para cualquier tiempo por ser datos del hidrograma de entrada; S 1 y Q1,
también se conocen para el tiempo 1. Las incógnitas son Q2 y S2, que son valores para el tiempo
La ecuación 9.8 tiene dos incógnitas (S2y Q2), luego su solución requiere de una segunda
ecuación.
En el tránsito de ondas en embalses a nivel se considera sólo una relación volumen/descarga
considerada como una segunda ecuación. Suponiendo que la descarga (Q) es función sólo del
almacenamiento se obtiene de las relaciones cota/descarga y cota/volumen que:
S=K⋅Q (9.9)
Las ecuaciones 9.8 y 9.9, son básicas para el diseño de un embalse. La relación cota/descarga se
n
obtiene del prediseño de descargadores y vertedero (Q = C H ), y la relación cota/volumen de la
curva de la capacidad del embalse en función de cotas. Esta última relación se conoce de los
estudios hidráulicos de la presa.
Partiendo de estos conceptos, la Figura 9.9 ilustra las dos relaciones y el cálculo de la relación
final – Volumen/descarga.
Figura 9.9 Relaciones cota (h), descarga (Q) y volumen – descarga (Q, V)
Donde I es el caudal de ingreso.
Q es el caudal de descarga.
h es la cota de la superficie del embalse.
V es el volumen (o almacenamiento) del embalse.
El método numérico manual más usado es el implícito que soluciona la ecuación 9.8 y la
relación volumen/descarga. En el CD se presenta un ejemplo de este cálculo.
Esta ecuación se resuelve por ensayo y error del miembro de la izquierda. (ASCE, 1997)
9.5 MODELOS
Existen muchos modelos que simulan las operaciones de los embalses y entre ellos, los
principales que se encuentran a disposición son: HEC-1 y HMS; HEC–ResSim (Reservoir
System Simulation) Dambrk; Breach; FLdwav, Hec-RAS.
Modelo HEC-1. Tiene una rutina de tránsito por embalses que trabaja con la ecuación de
continuidad (ecuación 9.8) (un ejemplo en el CD). Este modelo fue superado por el HMS.
Modelo HEC-ResSim (Reservoir System Simulation). Este modelo, para simular operación de
embalses, es de la serie de “new generation” del HEC. La última versión (software y el
manual del usuario) se encuentra disponible en internet en la página del HEC (
www.hec.usace.army.mil).
0 Modelación de la cuenca (“Watershed Setup”), el cual es una colección de datos
asociados con un sistema particular de embalse bajo estudio.
1 Redes de embalses (“Reservoir Network”) es un módulo que permite la posibilidad de
simular diferentes operaciones y alternativas.
2 Simulación (“Simulation”) es el módulo donde se genera la simulación del
embalse. Este modelo permite obtener salidas en forma tabular o grafica.
c.- Modelo HEC-RAS versión 4.0 ( marzo 2008) incluye opciones de rotura de presas y de
terraplenes y márgenes (capítulo 8)
Con respecto a su funcionamiento hidráulico, las lagunas de laminación se dividen en dos tipos:
lagunas de derivación y lagunas en línea. El tipo de obra debe ser elegida después que se hayan
especificado los objetivos a alcanzar en términos de atenuación del riesgo de inundaciones. Este
último será evaluado a través del análisis de la cuenca hidrográfica aguas arriba que permita la
estimación de los caudales involucrados, de las características del territorio que acoge la laguna
y de la capacidad de evacuación de la red hidrográfica aguas abajo.
Lagunas de derivación
El funcionamiento de una laguna de laminación de derivación prevé que esta se realice en una
depresión ubicada en áreas de expansión distintas del cauce principal, generalmente mediante la
construcción de un sistema de contención (BETA Studio, 2002). El llenado del embalse y la
descarga de las aguas se realiza a través de aliviaderos construidos en el mismo dique. Se
aconseja construir una presa transversal para la estabilización del cauce con el fin de asegurar la
altura del agua óptima de funcionamiento del aliviadero, permitiendo de este modo el control
adecuado del caudal sin la introducción de elementos de regulación móviles.
En resumen, los principales elementos estructurales requeridos para la realización de este tipo
de obra son:
Dique de separación para dividir el cauce de la laguna
Muro de contención que define el perímetro de la laguna;
Aliviadero lateral para la desviación de los caudales de crecida;
Canal de aporte entre el aliviadero y la laguna;
Presa de regulación transversal al curso de agua, o presa de estabilización del cauce, para el
correcto funcionamiento del aliviadero;
Obra de descarga con aliviadero, eventualmente realizable en el coronamiento de la obra
misma, para restituir al río el volumen que ya no puede ser almacenado;
Eventuales diques de segmentación dotados de obras de vertido, para una mayor eficiencia de la
laguna;
Obras accesorias (adecuación temporaria o permanente de la viabilidad, adecuación de la red de
drenaje).
Esta breve descripción ilustra sobre la necesidad de tres obras hidráulicas en hormigón armado
e importantes diques de contención. Por otra parte, puede alcanzarse un elevado nivel de
laminación y una elevada eficiencia de funcionamiento (Figura 9.10).
Figura 9.10 Laguna de laminación de derivación
Lagunas en línea.
La característica de las lagunas de laminación en línea (BETA Studio, 2002) es que pueden ser
realizadas por medio de la construcción de una sóla obra hidráulica, o sea una presa de
regulación transversal, y la eventual elevación de los terraplenes existentes en ambos lados del
río para contener la sobre – elevación causada por la presa. El embalse se realiza por lo tanto
dentro del cauce fluvial, en áreas de expansión de las aguas destinadas para frecuentes
inundaciones. Si bien esta obra provoca menor impacto ambiental debe tenerse en cuenta que
goza de una menor eficiencia hidráulica (Figura 9.11). .
La forma de la onda de creciente a la salida de una laguna de laminación en línea (Figura 9.12)
resulta de la solución de la ecuación de continuidad escrita de la siguiente manera:
dW
Qi (t)− Qo (t) = (9.11)
dt
La presencia de los terraplenes de protección crea una modificación de la red de drenaje local,
tanto dentro del perímetro externo como a lo largo del mismo, la cual debe ser evaluada en el
proyecto.
En la planificación y el diseño de las medidas estructurales para la reducción del riesgo contra
inundaciones, no sólo basta tener en cuenta el aspecto hidráulico de las obras, sino también la
realización de un análisis de costo-beneficio, la comparación de alternativas de solución, la
cuantificación y la inclusión de los costos de las obras y los daños ocasionados por el uso de las
mismas, con el fin de cuantificar los daños a los cuales se encuentra sometido un territorio a
riesgo de crecientes. Los daños causados por inundaciones se pueden clasificar en:
Tangibles o aquellos que pueden ser cuantificables, desde el punto de vista económico, dentro
de un ámbito espacial y un tiempo definido. A su vez éstos, se clasifican en directos
(causados por el contacto con el agua) e indirectos (causados por la interrupción o
destrucción de actividades como consecuencia de los daños directos).
Intangibles o aquellos que no pueden ser cuantificables, tales como daños psicológicos,
pérdidas de vida, salud de la población, etc.
El cálculo de los daños a priori, es un método que se ha adoptado en los últimos años debido a
que no supone que el evento extremo haya ocurrido, lo cual le permite ser aplicado en cualquier
área, pudiendo verificar y comparar el impacto de diferentes alternativas de solución. Sin
embargo, es un método no estandarizado que requiere un alto grado de especialización. El
análisis a posteriori se puede usar como calibración de la simulación numérica de la estimación
de los daños de inundaciones obtenidos a partir de este método. La estimación de los daños por
inundación a priori , se efectúa determinando el valor del daño medio anual (Expected Annual
Damaged, EAD) o daño que se espera ocurra anualmente, el cual para efectos de cálculo
corresponde a una serie uniforme de pérdidas anuales estimadas que se producirían durante el
período de análisis.
El modelo propuesto cuantifica estos daños mediante las funciones de daño o curvas de
vulnerabilidad, las cuales relacionan a cada tipo de bienes en riesgo, la variación hidráulica y el
porcentaje de daño esperado. En la literatura existe una amplia gamma de curvas de
vulnerabilidad típicamente obtenidas mediante levantamientos post-inundación o criterios de
diferentes categorías de daño dados por expertos. Dichas curvas consideran generalmente como
única variable hidráulica la altura de agua (h), aunque en algunas categorías de daños son
importantes también otros parámetros hidráulicos, como la velocidad del agua (v) y el tiempo
de residencia (t), (Fattorelli y Frank, 2005).
N
1 1
E[X ]= ∑xi
⋅ T Inf − T Sup (9.15)
i =1 Ri Ri
(a) (b)
En el río Agno-Guà, se encuentra en fase de realización (BETA Studio srl, 2005) dos lagunas de
laminación en serie que aprovechan un área particularmente deprimida aguas abajo de la
población de Trissino, Región del Veneto (Italia) que por su morfología es óptima para la
laminación de las crecientes. Se trata de una zona de inundación que se originó tras la rotura de
un dique en los años 1905 y 1907. La laguna de laminación de aguas arriba presenta un área de
3
60 ha y un volumen disponible de 2.7 millones de m , mientras que la de aguas abajo presenta
3
un área de 23 ha y un volumen disponible de 800.000 m (Figura 9.15). La laguna aguas arriba
se encuentra dividida en dos porciones: una laguna de laminación "en línea" con un volumen
embalsado aproximadamente de 700.000 m³ conectados a través de un vertedero lateral (Figura
9.16) a una laguna de laminación "en derivación" con un volumen embalsado alrededor de 2.0
millones de m³.
El factor crítico de esta cuenca es el aumento de los caudales de máxima creciente, debido al
continuo desarrollo urbano que ha determinado una insuficiencia del sistema de defensa aguas
abajo por períodos de retorno superiores a 35 años. El objetivo de las lagunas de laminación es
3
lograr la reducción del caudal máximo de aproximadamente 100 m /s y, en consecuencia, poner
el sistema de defensa en seguridad hidráulica hasta 200 años.
Región del
Veneto
A aguas abajo de cada umbral se prevé la construcción de escalones para la disipación del
resalto hidráulico producido. La definición de las dimensiones y el número de descargas de
fondo, se efectuó mediante un modelo físico con miras a la optimización de los efectos a
garantizar por las obras en proyecto.
.
Figura 9.16. Sección transversal del vertedero de alimentación de la laguna de laminación aguas
arriba.
Figura 9.17. Vista desde aguas abajo del umbral a la salida de la laguna de aguas arriba.
En el tramo inicial del río, aguas abajo del puente de Trissino, se realizará un ensanchamiento
de la sección que sirve como una trampa de sedimentos, la cual debe mantenerse limpia
mediante remoción periódica del material depositado. El proyecto pretende excavar el cauce y
las lagunas de 3-4 m respecto al estado actual que, fuera de tener los volúmenes necesarios para
la laminación, permite reducir la cota hidrométrica (respecto al terreno externo) y bajar y
alargar las coronas de los diques aumentando el grado de seguridad de las áreas aledañas y
disminuir el impacto ambiental de los diques existentes.
La construcción de diques para crear embalses de aprovisionamiento de agua, ha sido una de las
obras de ingeniería más antiguas. Históricamente, el Garawi a unos 32 km al sur del Cairo en
Egipto, en Wadi, es uno de los diques – embalse más antiguos, data de 2900 años antes de
Cristo construido en mampostería, de 11 m de alto y 107 m de largo, con una capacidad de
3
570.000 m (Jansen, 1980). Los romanos que fueron los constructores de obras hidráulicas más
geniales de la antigüedad (acueductos, sistemas de agua corriente y de cloacas, termas con
provisión de agua fría y caliente), construyeron numerosos diques de enrocados a través de todo
el imperio.
En Estados Unidos, el organismo encargado de vigilar la seguridad de las presas, es la USACE
(United States Army Corps of Engineers) y la FERC (Federal Energy Regulatory Commissión).
En una inspección de 8.639 presas, un tercio fueron declaradas “no seguras” (Costa, 1985). 82%
fueron declaradas no seguras por tener un diseño inadecuado de la capacidad del vertedero
(Jansen ,1980). Se reportan aproximadamente 2000 fallas de diques construidos por el hombre
alrededor del mundo, desde el siglo XII. Se conocen además miles de fallas de diques naturales.
Durante los últimos 100 años han ocurrido unas 200 fallas significativas de diques construidos,
en los cuales 11.000 personas murieron. En diversos estudios realizados en Europa y USA, se
han compilado importantes datos en relación al tipo de presas y causas de fallas, cuyos
resultados se presentan en las. Figuras 10.1 y 10 .2.( International Commision on Large Dams,
1973 )
Figura .10.1 Causas de fallas de distintos tipos de diques de más de 15 metros de altura
Figura 10.2 Gráficos que ilustran tipos de diques construídos en Europa y Estados Unidos con
su porcentaje de fallas, entre 1900 – 1969
Descarga Volumen
Localización pico drenado Referencias
(m3/s) (m3 x 106)
Rothlisberger(1978), Haeberli(1983),
Glacier de Giétro,Switzerland,1818 8000 20 Rothlisberger y Lang(1987), Eisbacher y
Clague(1984)
Marjelensee, Suiza, 1878 300 10-7 Lutschg (1915)
Vatnsdalslón, Islandia, 1898 3000 120 Trorarinsson (1939)
Marjelensee, Suiza, 1913 195 4-5 Lutschg(1915), Haeberli(1983)
Glaciar Chong Jumdan India Inglesa
22650 1500 Gunn et al.(1930), Hewitt (1982)
(Pakistan), 1929
Hagavatn, Islandia, 1929 >750 65 Thorarinsson (1939)
Koldevatn, Noruega, 1932 28 3-6 Liestol (1956)
Glaciar Grande del Nevado del Plomo,
2700 53 King(1934), Fernández et al (1985,1991)
Argentina, 1934
Demmevatn, Noruega, 1937 900 11-5 Strom(1938), Liestol(1956)
Sauavatn, Noruega, 1938-1962 70 7 Tvede (1989)
Graenalón, Islandia, 1939 5000 1500 Thorarinsson (1939)
Gornersee, Suiza, 1944 200 6 Haeberli (1983)
Snow River, USA, 1949 422 144 Chapman (1981)
Snow River, USA, 1951 311 97 Chapman (1981)
Gjánúpsvatn, , June 1951 222 19-2 Arnborg (1955)
Gjánúpsvatn, , Octubre1951 220 20 Arnborg (1955)
Osterdalsisen, Noruega, 1953 155 136 Liestol (1956)
Lago Argentino, Argentina 1953 12000 2000 Heinshermer (1954)
Snow River, USA, 1953 198 99 Chapman (1981)
Lago Argentino, Argentina, 1956 20000 5000 Heinsheimer (1958)
Snow River, USA, 1956 354 130 Chapman (1981)
Snow River, USA, 1958 393 129 Chapman (1981)
Lago Tulsequah, Canadá, 1958 1556 229 Marcus (1960)
Lago George,USA,1958 10200 2200 Hulsing(1981), Lipscomb(1989)
Lago George,USA,1959 6320 1100 Hulsing(1981), Lipscomb(1989)
Lago George,USA,1960 9290 1500 Hulsing(1981), Lipscomb(1989)
Lago George,USA,1961 10100 1700 Hulsing(1981), Lipscomb(1989)
Snow River, USA, 1961 543 175 Chapman (1981)
Lago George,USA,1962 4670 740 Hulsing(1981), Lipscomb(1989)
Lago Mertsbakher, USSR
390 132 Glazyrin y Sokolow (1976)
(Kyrgyzstan), 1962
Lago Mertsbakher, USSR
640 260 Glazyrin y Sokolow (1976)
(Kyrgyzstan),1963
Lago Mertsbakher, USSR
400 175 Glazyrin y Sokolow (1976)
(Kyrgyzstan), 1964
Lago George,USA,1964 6120 860 Hulsing(1981), Lipscomb(1989)
Snow River, USA, 1964 450 155 Chapman (1981)
Lago Mertsbakher, USSR
330 169 Glazyrin y Sokolow (1976)
(Kyrgyzstan),1965
Lago George,USA,1965 6690 1100 Hulsing(1981), Lipscomb(1989)
Lago Summit, Canadá, 1965 3110 280 Mathews y Clague(1993)
Lago Argentino,Argentina,1966 (X) 15000 3800 Liss (1970)
Lago George,USA,1966 4080 690 Hulsing(1981), Lipscomb(1989)
Ekalugad Fjord, Canadá, 1967 200 5-9 Church (1988)
Snow River, USA, 1967 778 150 Chapman (1981)
Descarga Volumen
Localización pico drenado Referencias
(m3/s) (m3 x 106)
Lago Summit, Canadá, 1967 2950 260 Mathews y Clague (1993)
Lago Summit, Canadá, 1968 1640 210 Mathews y Clague (1993)
Strupnavatnet, , Noruega, 1969 150 2-6 Whalley (1971)
Snow River, USA, 1970 481 189 Chapman (1981)
Lago Summit, Canadá, 1970 3260 260 Mathews y Clague (1993)
Chakachamna Lake,USA,1971 13000 290 Lamke (1972)
Lago Summit, Canadá, 1971 3960 270 Mathews y Clague (1993)
Lago Summit, Canadá, 1972 1830 220 Mathews and Clague (1993)
Lago Abdukagor,
1080 20 Krenke y Kotlyakov (1985)
USSR(Tajikistan),1973
Lago Abdukagor, USSR
1600 20 Krenke y Kotlyakov (1985)
(Tajikistan),1973
Graenalón, Islandia, 1973 1930 160 Rist (1973)
Snow River, USA, 1974 707 241 Chapman (1981)
Vatnsdalslón, Islandia, 1974 690 88 Rist (1976)
Vatnsdalslón, Islandia, 1974 360 37 Rist (1976)
Vatnsdalslón, Islandia, 1975 560 40 Rist (1976)
Háoldulón, Islandia, 1975 350 26 Rist (1976)
Snow river, USA, 1977 393 151 Chapman (1981)
Vatnsdalslón, Islandia, 1977 534 43 Rist (1981)
Vatnsdalslón, Islandia, 1978 420 31-2 Rist (1981)
Lago Hazard , Canadá, 1978 640 19-6 Clarke (1982)
Graenalón, Islandia, 1978 3000 150-200 Rist (1981)
Lago Flood, Canadá, 1979 2160 150 Clarke y Waldron (1984)
Snow River, USA. 1979 419 127 Chapman (1981)
Háoldulón, Islandia, 1980 250 25 Rist (1981)
Sydgletscher, Greenland,1981 200 235 Dawson (1983)
Hnútulón, Islandia, 1982 560 40 Rist (1984)
Mertsbakher Lake, USSR
360 153 Konovalov (1990)
(Kyrgyzstan),1982)
Snow River, USA. 1982 388 178 Chapman (1986)
Glaciar Dickson/Río Paine,Chile,Jan-
360 220 Peña y Escobar (1983)
Feb.1982
Glaciar Dickson/Río Paine,Chile,Jan-
330 230 Peña y Escobar (1983)
Feb.1982
Glaciar Dickson/Río Paine,Chile,Jan-
340 290 Peña y Escobar (1983)
Feb.1983
Háoldulón, Islandia, 1983 210 14 Rist (1984)
Strandline Lake,USA,1984 5000 780 Sturm et al (1987)
Russell(1989), recalculado de Sugden et al
Sondre Stromfjord,Greenland,1984 1060 22-3
(1985)
Ape Lake, Canada, 1984 1534 46 Desloges et al (1989)
Mertsbakher Lake, USSR
500 209 Konovalov (1990, 1991)
(Kyrgyzstan),1984)
Mertsbakher Lake, USSR
360 150 Konovalov (1990, 1991)
(Kyrgyzstan),1985)
Glacier Grande del Nevado del
284 35 Fernández et al. (1985, 1991)
Plomo,Argentina.Feb.1985
Glacier Grande del Nevado del
277 21 Fernández et al. (1985, 1991)
Plomo,Argentina.Feb.1985
Glaciar Grande del Nevado del
184 20 Fernández et al. (1985, 1991)
Plomo,Argentina.March.1985
Snow River, USA. 1985 334 159 Chapman (1986)
Mertsbakher Lake,USSR 320 142 Konovalov (1990)
Descarga Volumen
Localización pico drenado Referencias
(m3/s) (m3 x 106)
(Kyrgyzstan),1986
Graenalón, Islandia, 1986 >2000 500 Bjornsson y Pálsson (1989)
Hnútulón, Islandia, 1986 570 38 Sigurosson et al (1992)
Hnútulón, Islandia, 1986 180 19 Sigurosson et al (1992)
Hidden Creek Lake,USA,1986 382 68 Friend (1988)
Hubbard Glacier,USA,1986 105000 5400 Mayo (1986, 1989)
Kaskawulsh Glacier,Canada,1987 79 15-6 Kasper (1989)
Mertsbakher Lake,USSR
320 148 Konovalov (1990)
(Kyrgyzstan),1987
Sondre Stromfjord,Greenland,1987 1080 31-4 Russel (1989)
Val Cleve Lake,USA.1992 4500 1400 Brabets (1993)
Tabla 10.3 Formación de diques por deslizamientos con sus respectivas magnitudes (Costa,
1985)
En un estudio de 128 casos de deslizamientos, las causas de falla de los mismos fueron las que
se presentan en la la Tabla 10.4.
Los deslizamientos de laderas hacia el propio embalse pueden ser de volúmenes muy grandes y
producir situaciones catastróficas El modelo DAMBRK (Fread, 1984), tiene la capacidad de
simular estas situaciones y estudiar sus efectos (Reservorior Dynamic Routing)
10.2 ESTIMACIÓN APROXIMADA DE LAS DESCARGAS
POTENCIALES MÁXIMAS PRODUCIDAS POR ROTURA DE
PRESAS
Existen diversas ecuaciones y curvas envolventes para estimar las descargas potenciales
máximas en base a la altura de la presa y al volumen del lago o embalse. La Figura 10.3 (Costa
et al, 1988) presenta el concepto de utilizar la energía potencial del lago, definida como el
producto de la altura de la presa, H, en metros, volumen del lago, V, en metros cúbicos y el peso
específico del agua expresada en newtons/m3 ( N/m3 ) ,así:
N
[ 3 ]⋅γ
EP = H [m]⋅V m 3 (10-1)
m
Siendo el peso específico del agua igual a:
kg N
= 1000 m 3 = 9810 m 3
Haciendo el análisis de dimensiones la energía potencial del lago se expresa en Newtons por
metro. (ver equivalencia apéndice de unidades). Se tiene:
EP [N ⋅ m] ó EP [Joule]
La Figura 10.4 (Costa, 1985), presenta las curvas que expresan la descarga en función de la
altura de la presa. En ambas Figuras (10.3 y 10.4), se han reproducido sólo las líneas
envolventes para cada tipo de presa, resultantes de la graficación de decenas de casos
estudiados, algunos de los cuales se han listado en las Tablas 10.1 y 10.2
Existen ecuaciones de regresión para la estimación de la descarga potencial máxima en términos
de la energía potencial y de la altura de la presa, las cuales son presentadas en las Tablas 10.5 y
10.6, respectivamente.
Tabla 10.5 Ecuaciones de regresión en función de la energía potencial del lago
Como se observa las ecuaciones son empíricas con errores estándar elevados.
Figura 10.3 Líneas de regresión y envolventes de descarga potenciales máxima (energía
potencial vs. descarga)
Figura 10.4 Líneas de regresión de descargas potenciales máximas (altura vs. descarga).
Ejemplo 10.1
Estimar la descarga máxima que se produciría ante la eventual rotura de la presa de
Potrerillos. (Mendoza, Argentina).
Solución:
Para la simulación de rotura se ha trabajdo con los siguientes datos:
Para una cota de coronamiento de 1386 msnm, un volumen de lago de:
3
V = 580 [Hm ]
• Altura de la presa: H = 111 [m]
• Peso específico del agua:
kg N
γ = 1000 3
= 9810 3
(Ver apéndice A de unidades)
m m
Evaluando la energía potencial con la ecuación 10.1 se tiene:
Q
MAX
EP = 111[m]⋅ 580000000 m [ 3 ]⋅ N
9810 3
m
14
EP = 6.316 x 10 [N ⋅ m]= 6.316 x 1014 [Joules]
De la Figura 10.3 con la recta envolvente, se tiene:
3
QMAX = 90000 [m /s]
De la Figura 10.4 con una altura de la 111m para la recta de diques construidos:
3
QMAX = 83000 [m /s]
(
QMAX = 0.0184 ⋅ 6.316 x 10
14
)0.42
3
QMAX = 30269 [m /s]
Considerando un error standard de 0.91 se tiene:
3 3
27543 [m /s] < QMAX < 33262 [m /s]
3 3
57511[m /s] < QMAX < 85532 [m /s]
El modelo admite trabajar en sistema internacional (SI) y usa las unidades de la Tabla 10.7. Tabla 10.7
Modelo FLDWAV
Es la integración de los modelos DWOPER y DAMBRK (Fread y Lewis, 1996) con el agregado
de nuevas capacidades.
Las principales características del modelo son:
Transita hidráulicamente hidrogramas de salida a través de un sistema río/valle aguas abajo
utilizando la forma completa de las ecuaciones unidimensionales de Saint Venant (Capítulo
8)
Considera los siguientes efectos: presas, puentes, diques longitudinales, tributarios áreas de
almacenamiento marginal del canal, sinuosidad del río, efectos de remanso debido a mareas
El flujo puede ser Newtoniano (agua) o no Newtoniano (fangos / detritos)
Produce como salida: perfiles de tirantes de aguas altas a lo largo del valle, tiempos de llegada
de crecida, hidrogramas de caudal y curvas de altura – velocidad o altura -caudal.
Exporta datos necesarios para generar un mapa de pronóstico de crecidas: ubicación del canal
(localización de estructuras en el río y latitud / longitud), perfil del fondo del cauce, perfil de
la superficie de agua para un área a ser mapeada y ancho superior de cauce correspondiente
a las elevaciones de la superficie libre del agua.
Modelo HEC-1
La opción de sobrepaso y rotura de presa del HEC-1 resulta muy útil para estudios preliminares
porque genera la creciente de proyecto, y por lo tanto, el resultado integra todo el problema.
En el caso de sobrepaso permite simular presas con cresta a nivel y presas con crestas a
desnivel. En este último caso la cresta se define a través de datos de longitud y elevación, la
cual se va transformando en secciones equivalentes de rectángulos y trapecios, donde en cada
una de ellas se calcula el caudal.
Las fallas estructurales son modeladas asumiendo determinadas formas geométricas de brechas
generadas en presas.
El modelo HEC -Ras en la versión 4.0 y el modelo HMS en su versión 3.3 y posteriores
incluyen rotura de presas y de terraplenes y márgenes ( capítulo 8)
11
MODELOS DE HIDROLOGÍA URBANA
Este capítulo tiene como objetivo desarrollar sólo aquellos temas específicos del entorno urbano
que introducen algunas variantes en los conceptos hidrológicos descritos en los demás capítulos.
El énfasis está puesto en los criterios de diseño de sistemas de desagües pluviales urbanos y en
los modelos matemáticos actuales de mayor uso y confiabilidad.
Los cambios hidrológicos que se producen por efecto de la urbanización de áreas naturales son muy
evidentes, tanto por la drástica disminución de la infiltración natural en el suelo, como por la
eliminación de la vegetación o la modificación de la pendiente. En los conceptos modernos de
urbanizaciones, estos efectos negativos se tratan de minimizar y es en este marco donde la
hidrología urbana tiene una importancia creciente. Sin embargo, no necesariamente se deben ver las
nuevas urbanizaciones como un aspecto negativo, porque una buena urbanización, realizada con
criterio urbanístico – hidrológico, puede mejorar el entorno natural. Por el contrario, si la
urbanización se realiza en forma caótica (villas inestables) o sin criterio urbanístico – hidrológico se
agrava sensiblemente el problema del manejo de las aguas pluviales.
El desarrollo urbano, la pavimentación y la proporción menor de terrenos naturales, trae como
consecuencia un notable aumento en los volúmenes de los escurrimientos pluviales. Ante la
presencia de lluvias de igual intensidad, el problema se agrava en las ciudades,
fundamentalmente por la disminución de las áreas de infiltración y de los tiempos de
concentración, causado por el aumento de la velocidad del escurrimiento superficial que
consecuentemente genera un incremento de los caudales máximos.
Un criterio de buen planeamiento urbano que prevea un crecimiento ordenado de la ciudad debe
poseer ambos sistemas diseñados pensando en el futuro crecimiento de la ciudad y previendo
alternativas factibles para lograr un eventual aumento de su capacidad de conducción.
El uso de las calles y avenidas para escurrimiento de las aguas pluviales es algo absolutamente
aceptado, pero se debe pensar que la función primordial de las mismas es el tránsito de
vehículos y personas. Este concepto básico sugiere que el sistema primario o menor debe ser
diseñado en forma tal que sea capaz de conducir los escurrimientos producidos por las
precipitaciones más frecuentes de 1 a 3 años de período de retorno y en lo posible hasta 5 y 10
años.
El diseño del drenaje urbano tiene tres objetivos básicos: uno, minimizar los peligros e
inconvenientes del tránsito de personas y vehículos durante los eventos de lluvias; dos, evitar en
lo posible el ingreso de las aguas pluviales a las propiedades; y tercero, disminuir los costos de
mantenimiento de las calles y de todo el sistema público de la ciudad, así como evitar la
dispersión eventual de sustancias contaminantes.
Los costos del manejo adecuado de los escurrimientos pluviales urbanos deben enmarcarse en el
contexto de los beneficios sociales y de calidad de vida con ellos involucrados. Deben
desarrollarse en esto políticas de estado y ordenanzas técnicamente sólidas que aseguren el
funcionamiento adecuado de los sistemas existentes (mantenimiento y limpieza) y la mejora o
ampliación del mismo en función del crecimiento urbano.
En ciudades ubicadas en zonas de llanura con planicies inundables, se deben identificar
perfectamente las áreas afectadas por los distintos niveles de los eventos, relacionados con el
período de retorno de la precipitación o de los caudales de los ríos, los cuales se deben
considerar en los estudios previos, no sólo la cuantificación de los niveles y velocidad de las
aguas, sino el tiempo de permanencia en cada zona. Se debe tener un manejo restringido de esas
áreas, impidiendo en lo posible el establecimiento de viviendas, usándolas como zonas de
parques y/o cultivos (estos últimos con el consiguiente riesgo a cargo del que las use con fines
comerciales).
En ciudades con áreas críticas de difícil control, se debe implementar un servicio de seguro
como parte de un plan integral de estrategias de manejo y desarrollo de esas zonas de la ciudad,
utilizando las actuales técnicas de sistemas de información geográfica, modelos bidimensionales
de inundaciones (modelo Sobek) e imágenes de satélite de eventos históricos para delimitar
estas áreas (Capítulos 13 y 14).
Se deben calcular los caudales y estimar la tormenta de proyecto, mediante los métodos
enumerados en los capítulos 4 y 5, sobre análisis de lluvias intensas y tormenta de Proyecto.
Período de Retorno
En el caso de desagües pluviales urbanos los conceptos de la selección de períodos de retorno
de la precipitación de diseño están enmarcados en los criterios presentados en la Tabla 11.1.
Además, resulta instructivo analizar los criterios adoptados en diversos países (Tabla 11.2)
Tabla 11.2 Criterios de períodos de retorno, TR, en algunos países (Stappung et al, 2002)
En el caso de ciudades, en general se pueden considerar las tormentas con poca reducción por
área, salvo el caso de conglomerados urbanos muy extensos y urbanizados. Los criterios en
estos casos son los que se mencionan en el capítulo 5 “Tormentas de Proyecto”.
Es frecuente la existencia en ciudades de curvas de I-D-F como la conocida “Tormenta de
Chicago” (USA) o la “Tormenta de Proyecto de Mendoza” (Argentina) (Figura 11.1). En igual
forma, existen curvas IDF en numerosas ciudades de Europa y América que se pueden usar si
las condiciones locales se asemejan a ella. En caso contrario, se debe usar para el diseño, una
tormenta histórica importante o calcular curvas locales de IDF (Capítulo 5).
Seleccionada la tormenta de proyecto para un determinado tiempo de retorno, el paso siguiente
es determinar los caudales de diseño para cada subcuenca. Los modelos de simulación que se
tratan en este capítulo realizan este cálculo, tanto para áreas simples, como complejas y usando
las diferentes metodologías de las que se tratan en los capítulos 7 y 8.
Uno de los métodos simples que más se han usado para estimar los caudales en áreas urbanas es
la fórmula racional explicado en detalle en el capitulo 7 (Mulvaney, 1850; Kuichling 1889;
Watkins, 1951,1968). Las investigaciones sobre el uso de esta fórmula han demostrado que sus
2
resultados son aceptables para áreas pequeñas (menores de 10-12 km ), donde la distribución de
la lluvia se puede considerar uniforme.
Igualmente en Inglaterra, donde esta fórmula se ha usado intensamente, se estima que para
sistemas de desagües que usen tuberías de diámetros no mayores de 24 pulgadas de diámetro
(61 centímetros), la fórmula racional, adecuadamente usada, da resultados aceptables
(Watkins,1951, 1968) para el cálculo de caudales máximos de diseño, pese a la incertidumbre
que genera la necesidad de usar diámetros comerciales.
El método racional se puede usar si se cumplen las siguientes hipótesis simplificatorias:
El caudal pico en cualquier punto es función directa de la intensidad promedio de la lluvia
durante el tiempo de concentración en ese punto.
La frecuencia del caudal pico es la misma frecuencia de la intensidad de la lluvia.
El tiempo de concentración es el tiempo requerido para que la escorrentía generada en el punto
más remoto de la cuenca llegue al punto de concentración donde se requiere para el diseño.
El concepto de tiempo de concentración se aplica desde aquel punto o zona más remota en
relación al tiempo que puede o no ser el más remoto en distancia.
El método racional proporciona sólo caudales de pico, no genera hidrogramas y volúmenes. Las
curvas o ecuaciones de intensidad – duración - frecuencia, IDF, no están relacionadas con
secuencias en el tiempo, es sólo una intensidad de valor estadístico. No conocer este concepto,
lleva a interpretaciones erróneas en relación a criterios de precipitación antecedente de la lluvia
y de la tasa de infiltración. Por eso, en la fórmula racional el ingeniero debe seleccionar y
utilizar un coeficiente de escorrentía, C (Capítulo 7), que tenga en cuenta factores como: tasa de
infiltración o impermeabilidad del suelo, pendiente del terreno, cubrimiento vegetal, condición
de humedad antecedente, etc.
2
En áreas mayores de 10 o 12 km el efecto de embalse en la cuenca y en la red de drenaje que
no lo considera la formula racional, da como resultado una sobreestimación de caudales. El
“Road Research Laboratory” del Reino Unido ha desarrollado un método de cálculo de
hidrogramas para áreas urbanas que da buenos resultados (Road Research Lab., 1968; Terstriep,
et al., 1969). El método racional resulta adecuado para el cálculo de sistemas de drenaje pluvial
en áreas urbanas pequeñas como playas de estacionamiento, parques y jardines e incluso
desagües pluviales en techos de viviendas. En los casos de áreas pequeñas el levantamiento
topográfico detallado es fundamental para definir superficies de drenaje y diseñar la ubicación y
el número de colectores, ya sean canales y/o tuberías. Un problema muy ligado al diseño de
arquitectura es el caso de los desagües pluviales para techos de viviendas. En viviendas chicas
el problema se resuelve frecuentemente con la pendiente del techo (según sea el caso de sólo
lluvia o lluvia y nieve y adecuado número de canaletas de desagüe, definidas por la práctica
corriente de construcción. El problema se complica en techos planos de extensiones importantes
donde resulta adecuado un diseño del número y dimensiones de los drenajes tanto los
horizontales como las bajadas verticales. Hay diversos métodos para este diseño un criterio
aproximado puede ser el siguiente ( McCuen, 1998 ):
2
1. Determinar el número de drenes Una regla general es un dren cada 600 ó 900 m con un
mínimo de dos drenes por techo y estando esto muy definido por los códigos de edificación
locales.
Seleccionar la lluvia de diseño ( también definida en los códigos de edificación locales)
Determinar la capacidad necesaria de cada desagúe.
4 Diseñar en base a esto el número y ubicación de drenajes horizontales y
verticales. Ejemplo 11.1
Q
w = µ 2gh
Donde,
es el coeficiente de orificio (igual a 0,68 según King y Brater 1962)
2
w, es el área del tubo (m )
3
Q es el caudal (0.020 m /s)
g es la aceleración de la gravedad (9.81
2
m/s ) h es la carga (0.20m)
0.020
w= = 0.0148m2
(0.68)x((2x9.81x0.20))0.5
El área del tubo en función del diámetro es:
π D2 4w 0.5 (4) (0.0148) 0.5
w= ;D = = = 0.137m
4 π 3.14
D = 14 cm que traducido en diámetros comerciales será de 15 cm
Independiente del método o modelo que se use, los caudales en áreas urbanas están fuertemente
influenciados por la proporción de áreas impermeables que se deben tener presentes en el
análisis. Estos métodos, extensamente usados en la práctica ingenieril, son adecuados, si se
emplean con criterio para estimaciones preliminares y sobretodo, en áreas reducidas.
Actualmente, el uso de modelos matemáticos de fácil utilización, han desplazado el uso de los
métodos, manuales especialmente, en proyectos de cierta envergadura donde se consideran
factores que no se tienen en cuenta en estas fórmulas, como el retardo de los caudales para
llegar a diferentes partes del sistema.
De igual forma, todos los conceptos hidrológicos de los capítulos 5-7-8, así como la recolección
extensiva de datos, están restringidos a trabajos de análisis e investigación generalmente
relacionados con proyectos extendidos u organismos de investigación. El ingeniero de diseño
práctico en su actividad, hace uso de información ya procesada sobretodo de “Tormentas de
Proyecto” o de curvas IDF (Figura 11.1) (Fernández et al, 1999).
Bocas de tormenta en el cordón. Como se aprecia en la Figura 11.3, es una abertura vertical que
se extiende una cierta longitud a lo largo del cordón de la vereda donde ingresa el flujo de la
cuneta al sistema de desagüe.
Bocas de tormenta en la cuneta. La Figura 11.2 ilustra dos versiones de este tipo de boca: a nivel (d)
y hundida (e). Son aberturas horizontales en la cuneta de la calle cubierta por una rejilla, a través
de la cual pasa el flujo hacia el desagüe. Los ensayos y la experiencia indican que aquellas que
tienen las barras de la rejilla paralelas al cordón (dirección del flujo) son más eficientes y
presentan menos posibilidades de ser obstruidas. La rejilla debe tener una abertura de un ancho
no mayor de 2.5 cm de modo que no sean una trampa para bicicletas. Este tipo de boca no
genera obstáculos al tránsito de automóviles, porque incluso si llevan deflectores, la cara
superior de los mismos deben estar al nivel de la base de la cuneta.
Bocas de tormentas combinadas. La Figura 11.2 (f y g) presentan dos tipos de estas las cuales
tienen boca tanto en el cordón como en la cuneta. Normalmente, se colocan coincidiendo las
dos (Figura 11.2 f) o a veces puede llevar una desplazada hacia aguas abajo (11.2 g) o
también aguas arriba.
Bocas múltiples. Se consideran así a dos o más bocas muy poco espaciadas y que actúen como
una unidad cada una, pueden ser de cualquiera de los tipos mencionados.
La separación de bocas de tormenta en las calles depende mucho de las condiciones de la
pendiente y la capacidad de drenaje de la cuneta. En términos indicativos las distancias varían
entre 40 y 60 metros. En el diseño y la localización de bocas de tormenta se debe evaluar la
importancia relativa de posibles obstrucciones; molestias y peligros para peatones
(especialmente niños), tránsito de bicicletas y automóviles; y costos. Estos conceptos a veces
son más relevantes que el cálculo hidráulico detallado. El uso de modelos de diseño de desagües
pluviales a los que se hace referencia al final de este capítulo permiten rápidamente considerar
diversas alternativas de diseño.
Algunas consideraciones a tener en cuenta en el diseño de bocas de tormenta (Wirght et al,
2001) son:
El diseño y espaciamiento de las bocas de tormenta, debe ser tal que del 5 al 10 por ciento del
flujo de la cuneta que llega a una de ellas debe pasar hacia la otra boca de aguas abajo,
siempre que esta transferencia de flujo no genere problemas a los peatones ni al tránsito
vehicular.
Si existen problemas de obstrucción y el caudal de diseño es bajo, se debe usar la boca de
cordón hundida (Figura 11.2,b). Si el caudal de diseño es elevado usar la boca combinada
hundida (Figura 11.2f). Las bocas combinadas son las menos expuestas a ser obstruidas por
basura.
Si la pendiente de la calle es mayor del 5% se deben usar deflectores (Figura 11.2c)
Para pendientes menores del 5% y en todos aquellos casos en que la obstrucción es un
problema, se debe usar la boca a nivel en la cuneta (Figura 11.2d) o la combinada (Figura
11.2g) con una rejilla de barras longitudinales, es decir, en el sentido de la dirección del
flujo.
En el caso de calles muy planas, se debe inclinar la cuneta en dirección hacia la boca de
tormenta.
La profundidad del agua en las cunetas y en su área de drenaje debe ser la menor posible,
teniendo presente la seguridad de los peatones, especialmente niños que corren peligro con
velocidades del agua mayores de 3 m/s.
El capítulo 8 proporciona las ecuaciones de cálculo para diferentes secciones transversales. La
sección triangular dividida por 2, permite ser usada en cunetas. Para el cálculo del canal de
desagüe ó la tubería se puede emplear la ecuación de Manning (Capítulo 8):
1 2/ 3 1 / 2
Q = n A RH S f (11.1)
3
Donde: Q es el caudal de diseño Q (en m /s).
Sf es la pendiente de fricción.
n es el coeficiente de Manning.
2
es el área de la sección (en m ). RH
es el radio hidráulico (en m).
Si el conducto es circular con diámetro D y suponiendo que la tubería fluye casi llena pero no a
presión se tiene:
πD 2
A= 4 (11.2)
D (11.3)
RH = 4
Q = 0.3116 D8 / 3 S 1 / 2
(11.4)
f
n
D = 3.21 Q . n
S
1/ 2 (11.5)
f
De la ecuación de Continuidad:
Q = A ⋅V
0.38
3.58 ⋅ Q
D=
0.54
(11.8)
(11.7) (11.9)
(11.10)
Los valores de los coeficientes de Maning (n) y de Hazen - Williams (C), se presentan en las
Tablas 11.3 y 11.4 respectivamente.
Ejemplo 11.2
Calcular el diámetro (D) de una tubería de asbesto cemento para drenaje pluvial con los
siguientes datos:
3
Caudal de diseño: Q = 0.5 m /s
Pendiente: Sf = 0.005
Coeficiente de Manning: n = 0.011
Coeficiente de Hazen Williams: C = 130
Solución:
a) Usando Manning (Ecuación 11.5), se tiene:
3/8
3.21 Q . n
D= 1/2
Sf
(3.21)(0.5)(0.011) 3 / 8
D=
(0.005)1 / 2
3/8
0.018
D= = 0.5943 = 0.60m
0.071
11.6 MODELOS
Los conceptos básicos de modelos de cuencas, desarrollados en el capítulo 7, son válidos en los
modelos específicos aplicados en la hidrología urbana. La modelación hidrológica de cuencas
urbanas se inició de la hidrológía de cuencas en general, a partir de fines de la década del 60 del
siglo pasado y más precisamente en la del 70 que se convierte en una rama desarrollada.
El análisis y la investigación deben determinar parámetros adecuados y desarrollar métodos,
pero es tarea del propio investigador producir herramientas y modelos simples de aplicación
práctica para el ingeniero de diseño.
Acción Efecto
Remoción de la vegetación Disminución de la evapotranspiración y de la retención
por la vegetación. Elevación del nivel freático
Remoción masiva del suelo para nivelación y Aumento de la erosión y eliminación de pequeños cursos
urbanización de agua naturales
Pavimentación de calles, áreas comerciales y de Disminución de la infiltración, aumento del volumen y
estacionamiento, etc. del pico de los escurrimientos.
Falta de sistemas adecuados de limpieza Aumento de la polución de las aguas pluviales
Estrechamiento inadecuado de canales naturales, Aumento de los peligros de daños por efecto de las
eliminación de planicies inundables crecientes e inundaciones
11.9 DIVERSAS ALTERNATIVAS PARA EL MANEJO DE AGUAS
PLUVIALES
Básicamente, son dos las formas de encarar el control de los escurrimientos pluviales urbanos:
Medidas estructurales, cuyo objetivo básico, como se expone en este capítulo es el control
mediante redes de conducción (tuberías, canales) y lagunas de laminación. ( capítulo 9 )
Medidas no estructurales, que se refieren a medidas de prevención, planeamiento, desarrollo de
espacios abiertos y/o verdes. Sistemas de alerta automáticos o nó (capítulos 13 y 14).
Educación de la población para casos de crecientes, aluviones o inundaciones. Manejo
adecuado y controlado de las planicies inundables (leyes y reglamentaciones de uso del
suelo).
Resulta importante destacar que la solución es generalmente una combinación adecuada de
ambas formas de control y manejo.
12
Modelos de Cuencas Nivales
La precipitación nival juega un rol muy importante en ríos de latitudes medias que tienen sus
nacimientos en las altas cumbres. Ríos de zonas subtropicales con nacientes en cuencas altas
tienen componentes de fusión nival o de glaciares.
Un concepto clave en el estudio de ríos de régimen nival es el retraso entre la época de
acumulación (invierno) y la de fusión o disponibilidad de volúmenes (verano). En el contexto
de ríos con aportes nivales, se pueden presentar tres situaciones diferentes: primero, ríos de
régimen fundamentalmente nival y con aportes de glaciares y/o de acuíferos congelados;
segundo ríos de régimen pluvio-nival con ambos aportes, que se pueden manifestar en forma
superpuesta o desfasada en el tiempo; tercero, ríos de régimen glacial donde obviamente la
precipitación nival es la alimentadora de los glaciares, pero que su manifestación no es igual a
los de régimen nival.
En general, por el tipo de tormentas que la producen, la precipitación nival tiende a ser más
uniformemente repartida sobre áreas que la lluvia, sin embargo, su acumulación se ve
fuertemente afectada por factores como: elevación, pendiente, exposición y cobertura vegetal.
Comúnmente, la acumulación de nieve aumenta con la elevación por el efecto combinado de
bajas temperaturas y el incremento de la precipitación por efecto orográfico. Todo esto tiende a
hacer más compleja la estimación de la cobertura de nieve en cuencas extensas. No obstante, las
mediciones en sitios característicos (rutas de nieve), el uso extendido y perfeccionado de
imágenes de satélite y de mapeos con sistemas de información geográfica hacen esta tarea cada
vez más accesible y exacta.
La hidrología nival ha tenido un menor desarrollo, en relación con las otras ramas de la
hidrología expuestas en los capítulos precedentes. Esto puede atribuirse, en principio, a las
dificultades inherentes a la medición en condiciones climáticas adversas. Los métodos
modernos de estaciones telemétricas, y la generalización de los levantamientos por imágenes de
satélite, son factores que están potenciando el desarrollo acelerado de la hidrología nival.
Dentro de los desarrollos pioneros, se deben destacar los estudios del U. S. Army Corps of
Engineers, del U. S. National Weather Service y de investigadores como Anderson et al. (1964),
Winston (1965), Amorocho et al. (1966), Eagleson (1970), Branson et al. (1981) Gray (1973),
Martinec et al. (1994), entre otros. En el marco de una breve reseña de la hidrología nival, es
importante mencionar las investigaciones realizadas en conjunto a partir de 1945 por el Weather
Bureau y el U.S. Corps of Engineers (1956, 1998).
En términos generales, la hidrología nival se puede definir como el conocimiento de los factores
meteorológicos que producen la precipitación nival, mecanismos de masas de aire y frentes,
efectos orográficos, distribución de temperaturas en espacio (alturas) y en tiempo. En cuencas
nivales, el régimen del río en épocas de fusión nival está totalmente correlacionado con la
variación de la temperatura horaria en las altas cuencas. En la evaluación de la escorrentía por
fusión nival, se deberá tener en cuenta las condiciones hidráulicas del flujo en la red hídrica,
desde las altas cumbres hasta los valles, los retrasos propios de las distancias, las pendientes y
las condiciones geométricas del cauce principal.
Igualmente, resulta frecuente considerar el efecto de caudales producidos por glaciares y
entregados por acuíferos subterráneos formados por depósitos de glaciares subterráneos. Estos
últimos, suelen generar flujos no esperados en años con escasa precipitación de nieve. Lo cierto
es que, la importancia de los caudales producto de la fusión nival, con su enorme impacto
económico (generación hidroeléctrica, riego, etc.) y social, hacen, de esta faceta del diseño
hidrológico un tema primordial.
No es tema de este libro, los estudios de laboratorio de nieve, a cuyos antecedentes se refiere la
bibliografía Amorocho et al ( 1966 ) pero si el aspecto práctico de la acumulación y la fusión
nival, como conceptos teóricos básicos de los modelos de cuencas nivales.
El manto de nieve es un embalse congelado, donde se puede llegar a medir el volumen de agua
contenido y pronosticar adecuadamente, en función de predicciones de demandas.
En cuencas pluviales, midiendo la lluvia, se puede pronosticar la escorrentía esperada en forma
inmediata; en la nieve en cambio, existe un desfase entre la época de la precipitación y la de la
escorrentía. Por ello, los modelos de pronóstico de caudales de cuencas nivales, consideran un
proceso de caída y acumulación y luego, a veces con meses de diferencia, la fusión y la
escorrentía.
La acumulación de nieve sobre la superficie del suelo (“Snow pack”) sufre permanentemente
transformaciones. Esta acumulación, es volumen de agua retenida en un “embalse” que sufre un
retardo entre el momento de la precipitación y el momento en que se produce la escorrentía. En
el río Mendoza, en Argentina, por ejemplo, las nevadas importantes se producen entre mayo y
agosto o septiembre, pero la escorrentía causada por la fusión nival, se produce a partir de
octubre o noviembre, con valores máximos en diciembre y enero. Por lo tanto, una correcta
evaluación de la nieve acumulada y de las variables que afectan la fusión y la escorrentía,
permite pronosticar, con meses de anticipación, el volumen de agua que estará disponible en el
próximo verano.
Cuando la temperatura es menor de 0ºC no hay agua líquida presente y por ello se llama “nieve
seca”. Sin embargo, si la temperatura es igual o mayor de 0ºC, agua en estado líquido puede
existir. El grado de humedad depende de la capacidad de retención de agua líquida del manto de
nieve y se define en términos del porcentaje por peso de ésta.
Al igual que lo que ocurre en el suelo con su capacidad de retención de agua, en la nieve existe
también un máximo valor de agua en estado líquido por encima del cual, el agua drena por
acción de la gravedad. La Figura 12.2 muestra una relación empírica entre capacidad de
retención de agua líquida y densidad de la nieve (Amorocho et al, 1966). .
Llamando θ a la calidad térmica del manto de nieve, se define así la relación del calor necesario
para generar una cantidad de agua de fusión y el calor suficiente para producir igual cantidad de
agua en hielo puro a 0ºC. Se puede relacionar con contenido de frío, notando que el déficit de
calor total, Hd, del manto está dado por:
Si bien el valor de H cc surge de una integral definida en los límites de la profundidad del manto
z, entre 0 y dn, a los fines prácticos del diseño, es conveniente expresar su valor en función de
los valores promedios de las variables en la profundidad del manto, z así:
H ≅ρ C d T
cc n n n n (12.3)
Donde: Cn es el calor específico del manto en cal/g/ºC
Tn es el promedio de decrecimiento de la temperatura, por debajo de cero en grados
Celsius.
2
El contenido de frío del manto Hcc, en cal/ cm , se puede expresar también como su profundidad
equivalente de agua líquida dw, producida ya sea por lluvia sobre la nieve o por fusión a
temperatura de 0ºC, así:
Hcc = Lf ρw dw (12.4)
De las ecuaciones 12.3 y 12.4 y usando los valores de la Tabla 12.1 (Cn = 0.5 cal/g/ºC), se tiene:
ρn ⋅ Cn ⋅ dn ⋅ Tn ρn ⋅ dn ⋅Tn
dw = = (12.5)
ρw . Lf 160
w . dm . Lf
dm = (ρn / ρw ) . dn
L
Hd fn C ⋅T
θ= = + (12.6)
n n
ρw ⋅ d m ⋅ L f Lf Lf
Cuando el manto está por debajo de 0ºC, T n < 0, Lfn = Lf y θ > 1. En mantos de nieve maduros
con cierto contenido de agua líquida Lfn < Lf y Tn = 0 y 0.95 ≤ θ ≤ 0.97.
Al igual que en suelos, cuando el contenido de agua es menor que su máxima capacidad de
retención, eso es “deficiencia de agua líquida”, Wd. Cuando el contenido actual excede la
máxima capacidad de retención, Wm, el agua en exceso es gravitacional y drena como escorrentía. W, se
define como el porcentaje en peso del contenido de agua en el manto de nieve. Para mantos a 0ºC, se tiene:
L
1 −Wfn
y Hcc = 0
=
Lf 100
Luego de la ecuación 12.6 el contenido de agua en el manto de nieve se expresa mediante la
siguiente expresión:
La densidad varía entre nieve fresca (recién caída) de 0.10 a 0.91 de nieve compactada en
glaciares. Con fines prácticos, se supone 0.10 para nieve recién caída y 0.4 a 0.6 para
acumulaciones considerables de mayor antigüedad al iniciarse la temporada de deshielo.
Ejemplo 12.1
Calcular el contenido de agua y la densidad de la nieve en una muestra, obtenida con tubo
métrico, cuyos datos se presentan en las columnas 1 a la 4 de la Tabla 12.3.
Solución:
Se calcula la diferencia de peso entre el tubo vacío y lleno (columna 5). El contenido de agua
(Columna 6), se evalúa como la diferencia de peso dividido diez, dado que:
10 gr = 1 cm de agua
2 3
(1cm x 10cm = 10cm = 10gr)
Albedo
Dos de los principales componentes que inciden en la fusión nival son la radiación incidente de
onda corta y su proporción reflejada. En el marco de este proceso la capacidad reflectante de la
nieve (albedo) tiene gran importancia.
El albedo de la nieve varía dentro de un rango muy amplio. Nieve recién caída puede reflejar el
80% o más de la insolación incidente, mientras que nieve granular madura sólo el 40%. En
regiones montañosas carentes de vegetación y con entornos de laderas de suelos desnudos,
afectadas de fuertes vientos, la carga de polvo atmosférico, puede disminuir aún más ese valor.
Debido a la metamorfosis del manto de nieve, el valor del albedo cambia constantemente. La
nieve es un buen reflector difuso, es decir, la intensidad de la luz reflejada es independiente del
ángulo del rayo de luz incidente. Mientras esto es cierto para ángulos pequeños de la luz
incidente, no es estrictamente válida para ángulos mayores. Altos albedos están asociados a los
mayores ángulos de incidencia. Esta variación puede estar también parcialmente relacionada
con la estructura de la nieve. En la mañana y al atardecer (ángulos mayores) influye la
formación de costra en superficie y aumenta el albedo. Al mediodía, cuando la fusión es mayor
(ángulos menores), la alta concentración de agua líquida en las capas superiores del manto,
decrece el albedo. En la práctica se usa el albedo medio diario. La Figura 12.3 muestra la
variación del albedo de la superficie de la nieve con la edad.
Figura 12.3 Variación del albedo de la superficie de la nieve con la edad. (USACE, 1956)
Los pronósticos de volúmenes son útiles con fines operativos y de planificación, tanto en
cuencas reguladas como no reguladas. En ambos casos estos pronósticos sirven para planificar
mejor el uso del recurso a esperar, e incluso estar alertado ante la contingencia de posibles
crecientes o definir usos restringidos en años que se esperan sean secos.
No obstante no se deben olvidar ciertas limitaciones en estos pronósticos: inseguridad en los
relevamientos de los campos de nieve y la estimación del equivalente de agua en el manto de
nieve (“water equivalent of snow-pack”) principalmente en áreas extensas, o poco accesibles
donde las estaciones o los relevamientos son escasos y por lo tanto poco confiables.
Otro factor que puede dar resultados imprevistos, sobre todo en años de poca nieve, es el aporte
de acuíferos congelados en veranos de altas temperaturas. En relación a las temperaturas
durante la estación estival, como se mencionó, éstas pueden distorsionar los pronósticos. En
cuencas pluvionivales, el aporte de lluvias en primavera y verano, generan incertidumbres en
los pronósticos de escurrimientos.
Como se ha mencionado uno de los métodos más tradicionales para pronosticar volúmenes
estacionales es el de ecuaciones de correlación, del tipo:
y = a + bx (12.8)
o la correlación múltiple
y = a + bx + cz (12.9)
Donde: z es otra variable, como por ejemplo el caudal de base al principio de la estación de
fusión.
a, b, c son los coeficientes de correlación múltiple (capítulo 5).
Temperatura
La temperatura como índice de la fusión nival se usa ampliamente en la estimación de la
escorrentía producto de la misma. La temperatura es una variable generalmente asociada al
monitoreo meteorológico e hidrológico de cuencas; su extrapolación, desde las partes bajas a las
más elevadas, es posible con cierto grado de seguridad como se expone posteriormente.
Las investigaciones realizadas en relación con los procesos energéticos involucrados en la
fusión nival y la definición de la instrumentación necesaria, hacen cada vez más frecuentes la
necesidad de tener datos de temperaturas. En el modelo de Anderson (1978), desarrollado más
adelante, se entra en el detalle del uso de estos datos.
La temperatura es la mejor variable simple a ser usada para el cálculo de la fusión nival. El
índice más común es el de grado-día que indica las temperaturas superiores a 0ºC, es decir, es el
promedio diario de temperatura por encima del congelamiento. De no tener registros continuos
de temperaturas, este se toma como “el promedio del máximo diario y del mínimo diario” que
son más frecuentes de tener.
La temperatura no es la única causa de la fusión nival , no obstante, sigue siendo un método
ampliamente usado. Las variaciones de caudal entre las horas del día y de la noche en ríos de
régimen nival, corroboran este concepto. Períodos de tiempo distintos de un día, se han usado
con índices apropiados de temperatura: grado-mediodía, grado-hora, etc. Algunas veces de
observaciones locales se puede ver que el umbral de temperatura de fusión suele ser 1ºC o 3ºC
en lugar de 0ºC.
Tabla 12.4 Coeficiente de fusión (Cf en mm/día) por grado-día centígrado encima de la
temperatura de base (0ºC)
Valores de Cf
Laboratorio
Máximos Mínimos Promedio
Basado en temperaturas medias diarias
CSSL 5.85 3.02 4.43
CSL 5.97 2.47 4.22
WBSL 4.93 1.19 3.06
Promedios 5.58 2.23 3.90
Basado en temperaturas máximas diarias
CSSL 2.47 1.33 1.90
CSL 1.87 0.92 1.40
WBSL 2.74 0.68 1.71
Promedios 2.36 0.97 1.67
En la Tabla 12.5 se presenta los valores del coeficiente de fusión, C f, (U.S.Army Corps of
Engineers, 1998), en mm/día/ºC, obtenidos en investigaciones posteriores y para diferentes
escenarios
Tabla 12.5 Magnitud relativa del coeficiente de fusión, C f, para distintos escenarios
Caso Descripción Cf
1 Día caluroso, sin cobertura de bosques Albedo 40% 3.11
2 Igual al caso 1. Con 40% cobertura de bosques 3.34
3 Igual al caso 1. 50% nublado 1.83
4 Igual al caso 1. Nieve nueva albedo 70% 2.10
5 Sin cobertura de bosques, fuerte viento, lluvia, día cálido 8.22
6 Igual al 5. Ventoso, lluvia suave 7.45
7 Igual al 6. Viento suave o sin viento 2.83
Comparando las Tablas 12.4 y 12.5 se observa que los valores del coeficiente de fusión, C f, se
pueden subestimar (tomando valores medios) cuando existen condiciones de vientos en días
cálidos de lluvia sobre la nieve (casos 5 y 6). El valor de C f se puede determinar por calibración
en cuencas con datos de aforo y conocimiento del área cubierta de nieve.
n
C
1 f
Cf = ∑ i (12.10)
n = D
i1 i
Ejemplo 12.2
2
Calcular el valor de C f en mm/día/ºC para una cuenca con 1000 km de área cubierta de nieve,
donde se han registrado los valores de caudales y grados/día de la tabla 12.6.
Di Qi Cfi
1990 Diciembre Grado/día ºC Caudal m3/s mm/ºC/día
15 10 80 1.24
16 9 75 1.30
17 7 70 1.56
18 8 78 1.52
19 10 81 1.26
20 11 85 1.20
21 12 90 1.16
22 12 98 1.27
23 11 100 1.41
24 10 110 1.71
Suma = 13.63
En la primera columna están los días del mes, en la segunda, los datos de grados -día. Cuando
el área se divide en zonas altitudinales, se obtiene (T a – T b) para cada zona y se calcula para
cada día el promedio ponderado de cada zona en función del área de la franja. En la tercera
3
columna se muestran los datos de caudales medidos (Qi ) en m /s para la cuenca bajo estudio.
Y en la cuarta columna se presenta el valor de C f i en mm/día/ºC calculado con la siguiente
ecuación de pasaje
Q i ⋅ (155.52)
= área(A)
C
fi
Di (12.11)
n
C f = 1.36
Si no hay datos, C f se puede estima de las Tablas 12.4 ó 12.5 o de los valores promedios de la
Tabla 12.7.
Ecuación de Grado-día
Un “grado-día” es un día con una temperatura promedio, un grado por encima de la base (ºC).
De los anuarios climatológicos se obtiene fácilmente la máxima y la mínima temperatura de un
día, un promedio de ambas se puede tomar como el promedio diario. Así un día con un
promedio de 4ºC, tiene 4 grados-día, uno de 6ºC, 6 grados-día (suponiendo la base en 0ºC).
Como se dijo el “equivalente de agua” en la nieve es la lámina de agua, en milímetros que
resulta en la fusión de determinada franja de nieve y depende de la franja y de la densidad. Si
estos datos no existen, se puede usar 1/10 de la profundidad de la franja, como lámina de agua
equivalente.
El método requiere solo datos de temperatura y área de la cobertura de nieve; la escorrentía por
fusión, Mi es:
M =C ⋅D
El caudal se expresa como: i fi i (12.12)
Q =C
i fi ⋅ Di ⋅ A = M i ⋅ A (12.13)
De la ecuación 12.11 se tiene: Cfi . Di = ( Qi . 155.52 )/ A
Despejando Qi
C ⋅
fi A⋅ Di
Qi = (12.14)
155.52
o en base a la ( 12.12):
Mi⋅A
Qi = (12.15
155.52
Ejemplo 12.3
Calcular la escorrentía por fusión nival, los caudales medios diarios y el balance de agua en
una cuenca, para 10 días de noviembre, con los datos de la Tabla 12.8. Datos:
2
Área cubierta de nieve,A = 850 km
• Coeficiente de fusión Cfi = 2.00 mm/día/ºC ( de la tabla 12.7 )
Equivalente de agua al 1 de noviembre de: 200 mm (medido)
Temperatura de base (Tb) = 2ºC
Eqi
Vi
Fecha Ta Di Mi Qi Remanente de
3 Volumen
Noviembre ºC ºC mm/día m /s Equiv. de agua Hm 3
mm
1 3.0 1 2.00 10.92 200 170.0
2 3.5 1.5 3.00 16.38 198 168.3
3 4.0 2.0 4.00 21.84 195 165.75
4 5.0 3.0 6.00 32.76 191 162.35
5 5.5 3.5 7.00 38.22 185 157.25
6 5.0 3.0 6.00 32.76 178 151.30
7 4.5 2.5 5.00 27.30 172 146.20
8 4.0 2.0 4.00 21.84 167 141.95
9 3.5 1.5 3.00 16.38 163 138.55
10 3.5 1.5 3.00 16.38 160 136.00
i = C f ⋅ Di = 2 ⋅ Di = 2.1 = 2.00
De la ecuación 12.15, el caudal es:
M i A M i ⋅ 850
Q= = = 5.46 ⋅ M = (5.46)⋅ (2.00)
i 155.52 155.52 i
Qi = 10.92 m3 s
El remanente de equivalente de agua será:
Re manente = Eq i − M i
Resulta evidente que la ecuación 12.14, es similar a la fórmula racional usada para descargas
pico, Cf corresponde al C del método racional, mientras que la intensidad de lluvia en la
racional es D i ( capítulo 7) Esto se destaca para poner de manifiesto dos conceptos: el método
de Grado -día es una herramienta útil para estimaciones previas; y si sus coeficientes (C f y Di)
se obtienen de buenos datos, puede dar resultados aceptables.
Consideraciones adicionales sobre el método de Grado-día:
La temperatura de base (Tb) es típicamente 0ºC. Sin embargo, si se usa como índice la
temperatura máxima diaria, Tb puede tomarse con un valor mayor hasta 3ºC.
En estudios de la creciente máxima probable (CMP), el método del grado-día se debe usar con
precaución dada la dificultad para computar series de tasas de fusión máxima. En ese caso
conviene usar, de ser posible, métodos de balance de energía.
El uso de temperatura máxima como índice exclusivo, deja sin considerar posibles
déficit de energía del manto de nieve; por eso, es conveniente usar como índice la
temperatura media obtenida con:
(T + T )
max min
o
(2 ⋅Tmax + Tmin )
2 3
En relación a la temperatura de base Tb, se puede considerar que decrece a medida que decrece
la cobertura forestal de la cuenca.
Para pronósticos en tiempo real en situaciones de lluvia sobre nieve, el uso del índice de
temperatura no es aconsejable, ya que el coeficiente de fusión C f puede variar mucho (Tabla
12.5) por efecto de la lluvia y el viento. En este caso, si éste es un factor potencial, se
deberán usar métodos y modelos que tengan en cuenta estos efectos para situaciones de
tormentas.
En situaciones de cielos claros y cuencas parcialmente forestadas, el factor de fusión C f varía
con cada estación, aumentando su valor al progresar la estación de fusión. Es por ello que
los modelos usan Cf variable.
En general, se puede concluir que el uso de métodos basados sólo en el índice de temperatura
como variable, deben usarse en diseño hidrológico con considerable precaución y criterio
ingenieril.
12.5 ANALISIS ESTADISTICOS
La técnica más antigua del análisis hidrológico de disponibilidad de agua por fusión nival se
refiere, en la práctica corriente, a ecuaciones de correlación en base a mediciones del
equivalente de agua en nieve medidos al final de la temporada de acumulación para pronosticar
los volúmenes de la próxima temporada de primavera-verano.
Actualmente, con el uso de modelos de nieve, se ha extendido a la planificación de manejo de
cultivos, alerta hidrológica y operación de embalses con pronósticos de generación de energía.
Todo esto potenciado por el uso cada vez más frecuente, de estaciones de telemetría e imágenes
de satélites.
En diseño hidrológico, cada cuenca, cada río, cada problema tiene características particulares,
tanto desde el punto de vista hidrometeorológico como de la física de la cuenca.
Crecientes de diseño
La generación de hidrogramas de crecientes en cuencas que incluyen nieve generalmente se
presentan en dos escenarios:
Crecientes de invierno con aportes de lluvia sobre nieve en las cuencas altas (donde la fusión
nival no es significativa) y de lluvias en cuencas medias y bajas que son el mayor aporte a la
creciente.
Crecientes de primavera y verano producto de la fusión nival. Estas crecientes de larga
duración suelen tener poco aporte de lluvias en sus cuencas altas, pero lluvias cortas e
intensas en las cuencas medias y bajas.
En estos casos el análisis debe hacerse por separado. En el primer caso, si hay datos de aforo de
las cuencas nivales y pluviales, se obtiene con el análisis de frecuencia los valores de caudales
para diferentes tiempos de retorno y se generan hidrogramas (Capítulos 4 y 5). En las cuencas
pluviales se puede obtener tormentas de diseño, después de modelar las cuencas con esas lluvias
(Capítulo 7) y con los caudales que provienen de las cuencas altas.
En el segundo caso, se hace un análisis de frecuencia de los caudales de fusión nival y se
generan hidrogramas. Luego, se trabaja con tormentas de proyecto en las cuencas afectadas por
tormentas estivales, superponiendo a la creciente nival (de larga duración) los pulsos de las
crecientes de tormentas intensas de fuertes caudales de corta duración.
Antes de entrar en el detalle de los modelos más usados en diseño hidrológico para ingeniería
de cuencas nivales, se presentará un resumen de la metodología general y criterios para la
selección de modelos.
Requerimiento de datos
Los datos necesarios para modelos de nieve incluye los requeridos para cuencas pluviales
(Capítulo 7), más aquellos que se refieren a la acumulación y fusión de la nieve, tales como:
temperatura del aire a diferentes cotas, datos del manto de nieve (EAN y extensión), velocidad
de viento, temperatura de punto de rocío y radiación solar.
Datos de temperatura. De acuerdo con lo visto, la temperatura es la principal variable simple de
acumulación y fusión nival. Es frecuente, tener que generar datos de temperaturas a
diferentes cotas basados en mediciones en los valles.
Datos de nieve. Como se ha expresado los datos de nieve son: equivalente de agua en nieve
(EAN) con frecuencia diaria o mensual (estaciones automáticas) o menor en el caso de datos
manuales de rutas de nieve, extensión de campos de nieve determinados por satélite. Estos
últimos son los únicos datos de nieve en las altas cumbres, usados en modelos de
correlación o de simulación.
Recolección de datos
La recolección de datos de precipitación en áreas sujetas a acumulación de nieve, presenta
problemas adicionales como la formación de una cobertura o puente (“capping”) de hielo que
impide el registro posterior.
La selección del equipo adecuado es importante (Capítulo 3), así como, la distribución de la
nieve con la altura (Figura 12.4) ( ASCE, 1997 ) en la colocación del tipo de sensor: sensores
que registran sólo lluvia en bandas inferiores, sensores adaptados para lluvia y nieve con
calentadores en zonas intermedias y “snow pillows” en zonas de sólo nieve.
.
Figura 12.4 Distribución vertical de bandas de zonas de nieve
Procesamiento de datos
No hay requerimientos adicionales a los ya vistos en los Capítulos 4 y 5 para el procesamiento
de los datos de nieve. La desagregación de datos mensuales de rutas de nieve a datos diarios
debe realizarse con precaución y si es posible, correlacionar los registros obtenidos con
estaciones cercanas de datos diarios o analizar las condiciones meteorológicas de los días del
mes en cuestión.
Como ya se mencionó, los datos de temperatura se expresan en términos de máximo y mínimo
diario. Los datos de máximo/mínimo pueden ser expresados en dos estaciones separadas,
dándole peso a cada una, según sea la necesidad del estudio realizado.
Aparte de la división de la cuenca en subcuencas o unidades de respuesta hidrológica (Capítulo
en las subcuencas con acumulación y fusión de nieve se debe hacer una subdivisión adicional en
fajas altitudinales para considerar el rol fundamental de la temperatura y por lo tanto de la
elevación en este proceso (Figura 12.4). En estas fajas se considerarán separadamente los datos
que se han mencionado o se harán simplificaciones con funciones generalizadas si no se tiene
información detallada.
Cálculo de la acumulación de nieve
El diseño hidrológico de cuencas nivales requiere típicamente una estimación de EAN en la
cuenca a estudiar como uno de los datos de entrada básicos para la simulación de la escorrentía.
Esta estimación, deberá en forma directa o indirecta; considerar el proceso de acumulación y
distribución que incluirá los efectos tanto de su geografía y elevación como la determinación
del umbral lluvia/nieve (Figura 12.4). Esto es complejo, aunque el uso de imágenes de satélite y
sistemas de información geográfica o modelos de elevación del terreno facilitan la tarea.
Evidentemente, el objetivo del estudio definirá la resolución del método a emplear desde
valores puntuales de EAN hasta modelos de acumulación y fusión.
Para una banda de elevación o una cuenca, según corresponda, y determinado período de
tiempo (hora, día, mes) los pasos a seguir para calcular la acumulación de la nieve son:
Definir la temperatura de base o umbral lluvia/nieve, tb ( normalmente 0ºC a 3ºC).
Calcular temperaturas a la elevación de la banda o a diferentes elevaciones según corresponda.
Calcular la precipitación de la zona o cuenca.
Definir la elevación del umbral lluvia/nieve (usualmente desde 0º a 3ºC).
Calcular acumulación de EAN.
Fusión de la nieve
Hay varias alternativas para calcular la fusión nival, desde métodos simples que consideran sólo
tormentas de eventos discretos, hasta detalladas simulaciones de balance de energía y modelos
distribuidos de cuencas.
Una situación frecuente en diseño hidrológico es el cálculo de la creciente máxima probable
(CMP) para diseñar o verificar la seguridad de una presa, cuando las condiciones
meteorológicas de la cuenca son tales que la lluvia es dominante en la formación de la creciente
y la nieve es el producto de acumulación en períodos anteriores. Cuando se tiene la presencia de
lagos naturales que recogen las aguas de la fusión nival, conviene determinar mediante la
maximización de datos de EAN, una acumulación importante de nieve y aplicar un modelo de
índice de temperatura con un factor de fusión razonablemente alto y tratar la lluvia, con
maximización de factores meteorológicos (Capítulo 5) para trabajar con la PMP meteorológica
(Capítulo 5 y CD).
Por otro lado, la derivación de la CMP en cuencas predominantemente de fusión nival requieren
una simulación más detallada de la fusión a través del uso de fórmulas que se describen en los
items siguientes, por ejemplo las ecuaciones de balance de energía desarrollados por el
U.S.Army Corps of Engineers (1998). Las ecuaciones han sido desarrolladas para diversas
condiciones de cobertura vegetal, las cuales se presentan en la Tabla 12.9.
Tabla 12.10 Magnitud relativa de factores de fusión (U.S .Army Corps of Engineers,1998)
Si Fp es igual a 1.0, la temperatura de la nieve permanecerá cercana a la del aire. Por lo tanto,
valores altos de F p serán apropiados para mantos de nieve no profundos, mientras que para
mantos profundos valores bajos lo cual significará un lento proceso de enfriamiento o
calentamiento de la nieve.
Una vez que el índice de temperatura es establecido para un período de cálculo, el contenido de
frío (milímetros de agua requeridas para elevar la temperatura del manto a 0ºC) se puede
calcular con la siguiente ecuación:
C C 2 = C C 1 + C r ⋅ (T a − T S 2 ) (12.17)
Donde: CCi es el contenido de frío (milímetros de agua requeridas para elevar el manto a 0ºC) Cr
es el factor que convierte el incremento de temperatura diferencial (Ta – Ts), a un
incremento diferencial de contenido de frío.
El valor de Cr está típicamente en el rango desde 0.01 a 0.05. Los valores altos están asociados
con el final del invierno y principios de primavera. Este factor es comúnmente una variable en
los modelos de simulación relacionada a los períodos calendarios o a una función índice de
temperatura acumulada.
Otro factor importante en la simulación de la fusión nival es la deficiencia de agua líquida de la
nieve. Esto normalmente es tomado como un porcentaje constante del equivalente de agua del
manto de nieve del orden del 3%. Cuando ocurre la fusión o cae lluvia sobre la nieve, el agua
generada, debe primero pasar a la satisfacción del contenido de frío y a la deficiencia de agua
líquida, antes de entrar en el suelo.
* 4 4
Q = σ ⋅ (Ta + 273) − σ ⋅ (Ts + 273) (12.19)
Para Ts = 0, ( temperatura de la nieve en superficie ) es:
* 4 4
Q = σ ⋅ (T + 273) − σ ⋅ (273) (12.20)
a
La radiación neta expresada en Langleys /min y en Langleys /hr,( Apéndice A )
respectivamente es:
* −10 4 2
Q = 0.826 ⋅ 10 ⋅ (Ta + 273) − 0.4588 cal/cm /min (12.21)
* −10 4 2
Q = 49.56 ⋅10 ⋅ (Ta + 273) − 27 cal/cm /hr (12.22)
Donde: Qa es la radiación de onda larga.
Qbs es la emisión onda larga desde la superficie del suelo.
Ts es la temperatura de la nieve en superficie, que se asume igual a 0ºC.
Ta es la temperatura del aire en ºC.
-10 4
es la constante de Stefan-Boltzmann, igual a 0.826 x 10 Langleys/min/ºk
( Apéndice A )
El calor advectivo, Qv, producido por la precipitación es:
Qv = C p ⋅ ρw ⋅ P ⋅ es (12.23)
Donde: Cp es el calor específico del hielo = 0.5 cal/g/ºC (tabla 12.1, para hielo )
-3
w es la densidad del agua, igual a 1 g cm
P es la precipitación en cm/hr
Ps es la presión de vapor de saturación.
es es la presión de vapor de saturación
ea es la presión de vapor del aire
Si la nieve en superficie está a 0ºC, es es 6.11 mb (Capítulo 5), la presión de vapor en el aire e a
es 0.9es (suponiendo 90% de humedad relativa), se obtienen las ecuaciones de Q.c y Qh
(Anderson, 1978; Bras, 1990)
Q.c
= f (u)⋅ Le ⋅ ρw ⋅ (ea − es ) (12.24)
Qh = f (u)⋅ Le ⋅ ρw ⋅ (Ta − Ts ) (12.25)
′
Donde f(u) y f’(u) son funciones empíricas de viento y dividiendo (12.25) por (12.24) y usando
la relación de Bowen ( Bras, 1990 ) es:
Q h
Ta −
=C ⋅P
B a
Ts
Qc ⋅
(12.26)
e −e
a s
La función empírica de la velocidad del viento, f(u), se obtiene por calibración, Anderson
sugiere un valor inicial, en cm/mb/hr, de:
f (u) = 0.0002 ⋅U
La presión de saturación, es y la presión del aire húmedo por elevación, P a, se pueden obtener de
las ecuaciones y tablas dadas en el capítulo 5. o por las ecuaciones sugeridas por Anderson
(1978).
Siendo: θ es la calidad térmica del manto de nieve maduro, como se dijo igual a
0.97. Lm es calor latente de fusión = 80 cal/g
3
ρw es la densidad del agua = 1 g/cm
M = C f (Ta − Tb ) = C f .( Di ) .
Elementos de la simulación
En base a todo lo expuesto y antes de entrar en los modelos disponibles se presenta una
ilustración de todo el proceso de fusión y los elementos que se deben considerar:
Lluvia: define si el cálculo con fusión es sin lluvia o con lluvia.
Temperatura: con la metodología propuesta definir tasa de variación de temperatura vs
elevación por zonas.
Determinación de la elevación de la nieve
Calcular temperatura en cada zona pertinente para aplicar el índice
Fusión
Tipo de cómputo de la fusión
Factores adicionales de la fusión según necesidades
Actualización de la condición de la nieve
Agua disponible para fusión
Actualización de EAN y de la línea de nieve
Todo este proceso en los modelos que se mencionan, se repite para cada período de tiempo y
cada elemento de la subcuenca.
Selección del modelo adecuado
La selección de un modelo adecuado de nieve depende de una clara definición del problema a
resolver y en base a los datos disponibles para la descripción física y meteorológica de la
cuenca. Los puntos clave a considerar para la selección del modelo son: datos disponibles (tema
fundamental en la elección del modelo), condiciones climáticas y fisiográficas actuales y
esperadas, tipos de resultados requeridos y estudios de eventos extremos.
Como se ha definido en todos los estudios hidrológicos la disponibilidad de datos (tipo de datos,
calidad y cantidad) restringe el abanico de modelos que se pueden usar. Así en cuencas que
no tienen aforos en la zona de interés, no podrán usarse modelos de optimización de
parámetros en base a datos históricos de caudales.
La exactitud representatividad y validez de los datos fisiográficos y climáticos es de gran
importancia. La versatilidad de un modelo en caracterizar estas condiciones es un factor
importante. Esto se conoce como “movilidad del modelo” y resulta crítico, en el momento
de extrapolar su uso a condiciones diferentes.
El propósito del estudio, es probablemente uno de los elementos que con más fuerza definen el
tipo de modelo; así un modelo para operar en tiempo real debe estar estructurado para
recibir datos en línea y ofrecer en igual forma sus resultados. De la misma manera es
importante el tipo de resultados, por ejemplo: caudales pico, volumen de un evento,
hidrograma de un evento, o secuencia de flujos en periodos extendidos.
Los estudios de eventos extremos, conducen al hidrólogo a considerar más métodos basados en
maximización de condiciones físicas que empíricos de utilización de índices. Como se ha
mencionado en estos casos los procedimientos de balance de energía, cuando hay
disponibilidad de datos, son los más adecuados para pronóstico de eventos extremos.
En las Tablas 12.11 y 12.12, se presentan los modelos más utilizados en el medio para la
simulación de cuencas nivales y los datos requeridos para su aplicación, respectivamente.
MODELOS
Datos
HEC-1,HMS SSARR NWSRFS PRMS SRM
Precipitación Si Si Si Si Si
Temperatura del aire Si Si Si Si Si
Temperatura del punto de rocío Opcional Opcional No No No
Velocidad del viento Opcional Opcional No No No
Radiación solar No Opcional No Si No
Los modelos para simular acumulación y fusión nival trabajan con diversos factores, tales como
equivalente de agua de nieve (EAN), temperaturas, viento, caudal base del otoño/invierno
previo al período de pronóstico.
La confiabilidad de los modelos frecuentemente se controla con análisis estadísticos,
comparación de datos registrados y simulados. No obstante, esto no suele ser suficiente
indicación de buen ajuste, debido al rango limitado de la muestra, especialmente en años
extremos, de crecientes o de sequías.
Se debe prestar especial atención a la calibración del modelo y su verificación mediante el uso
de eventos diferentes. La bondad y consistencia de los datos es fundamental.
Los modelos permiten generar hidrogramas, ya sea de tipo continuo con simulaciones de largos
plazos o de eventos para estudiar situaciones especiales (Capitulo 7).
Modelo SSARR
El modelo SSARR ( USACE, 1975 ), incluye: modelo conceptual de cuenca, modelo de red
hídrica, modelo de embalse.
El modelo de cuenca puede ser visualizado con dos módulos: el módulo de nieve y el módulo
de análisis del escurrimiento. El modelo de escurrimiento usa un embalse simple de humedad
del suelo, cuyo nivel o estado determina el porcentaje de precipitación disponible o de fusión
nival que eventualmente escurre con una combinación de escurrimiento superficial,
subsuperficial y de flujo base. El agua que no escurre, como escorrentía, es distribuida entre la
ganancia del embalse de humedad del suelo y la pérdida por evapotranspiración. El modelo no
maneja directamente la humedad de suelos congelados y su efecto sobre la escorrentía en base a
los valores que se registren de temperaturas.
Dentro del modelo de nieve el programa computa fusión a través de dos opciones: primera,
usando el índice de temperatura; segundo, usando las ecuaciones generalizadas de balance de
energía con las ecuaciones que se han indicado y con los datos que se especifican en la Tabla
12.12. Dentro de este módulo el estado del manto de nieve se puede definir en dos opciones
diferentes: usando la curva (tabla) de agotamiento (Figura 12.5) o de “bandas integradas”. La
opción de “agotamiento” computa la fusión con un algoritmo basado en el índice de
temperatura o de balance de energía y la curva de la Figura 12.5. En este caso la cuenca, se trata
como una sola unidad o dividida en áreas con nieve y áreas sin nieve en relación a una prefijada
“línea de nieve”. El método de “bandas integradas” presenta la posibilidad de dividir la cuenca
en bandas definidas a iguales intervalos de elevación en los cuales la acumulación y la fusión,
así como la humedad del suelo se contabiliza independientemente; los elementos claves son:
Acondicionamiento de la nieve por déficit de calor del manto
Algoritmo de intercepción por vegetación
Simulación de la evaporación.
Traslado para el flujo de largo tiempo de retorno proveniente de acuíferos subterráneos
En los períodos de no lluvia usa el método del índice de temperatura y en períodos de lluvia una
modificación del método de Anderson de déficit de calor.
El modelo con datos de lluvia – temperatura, umbral de temperatura de lluvia/nieve y gráfico
área/elevación calcula la acumulación de nieve. La fusión proveniente del suelo, resultado de la
conducción de calor desde el suelo, se supone constante o como una función, predeterminada
del mes del año.
Modelo PRMS
El modelo PRMS (Precipitation-Runoff Modeling System) fue desarrollado por el
U.S.Geological Survey, (Leavesley, 1973; Leavesley et al ,1983) para obtener hidrogramas de
tormentas y simulaciones continuas de larga duración, de escorrentía media diaria proveniente
de fusión nival.
El modelo, de tipo determinístico con base física, modular y flexible está estructurado en tres
componentes principales: manejo de datos (input); PRMS librería de componentes (lluvia,
fusión nival, sedimento, etc.); componente de salida (output). Una característica clave del
modelo es que funciona como un modelo de parámetros distribuidos que permite desagregar la
cuenca en subáreas llamadas unidades de respuesta hidrológica (URH), sobre la base de factores
como: suelos, vegetación, características climáticas o fisiográficas. Cada URH es entonces
modelada con sus parámetros, siendo estos concentrados dentro de la URH. Con la ayuda de los
sistemas de información geográfica (SIG) este tipo de desagregación es cada vez más práctica.
Como se especifica en la Tabla 12.12 los datos de entrada debe incluir: precipitación,
temperatura y radiación solar.
La modelación de la fusión nival se hace por el procedimiento del balance de energía que
contabiliza la acumulación y la fusión del manto de nieve en cada URH. El algoritmo de
balance de energía considera radiaciones netas de onda corta y larga, así como el contenido
calórico de la precipitación. La rutina del manto de nieve (Snowpack) contabiliza el equivalente
de agua, el déficit de calor y por lo tanto, considera la “maduración” del manto: No considera:
condensación, advección, conducción de calor en el suelo, ni acuíferos congelados y su
dependencia con la temperatura en la producción de agua.
La escorrentía es computada para cada URH mediante el concepto de embalses lineales y no
lineales en serie, cuya suma produce la descarga de la cuenca. Estos embalses describen el flujo
superficial, el subsuperficial y el flujo base. En la práctica cada URH, tiene su propio embalse
de flujo superficial, sin embargo hay típicamente un sólo embalse de flujo subsuperficial y uno
de flujo base para la cuenca total. Se pueden usar más embalses de agua subsuperficial para
cada URH, dependiendo de la variabilidad de las características del suelo en la cuenca. Las
respuestas hidrológicas de las URH individuales son sumadas para computar la escorrentía total
de la cuenca.
El agua producida para cada día de fusión y de lluvia se superpone al flujo de recesión y
transformado en descargas medias diarias, de la cuenca con la siguiente ecuación (Martinec et al 1994):
+ A ⋅10000 (1−
Q [C ⋅ a ⋅ (T + DT ) ⋅ S C P ⋅]⋅ k )+Qk (12.33)
n+1 Sn n n n Rn n 86400 n+1 n n+1
3
Donde: Qn es la descarga media diaria (m /s)
C es el coeficiente de escorrentía que expresa las pérdidas como la relación
escorrentía/precipitación con CSn referido a nieve y CRn a lluvia.
a es el factor grado-día (cm/ºC·d) que indica la lámina producida por la fusión nival por
cada grado-día.
Tn es el número de grados-días ( ºC d )
DTn es el ajuste de temperatura por gradiente al extrapolar para las diferentes
elevaciones de cada zona.( ºC.d )
S es la relación de área cubierta de nieve con respecto al área total.
P es la contribución de la precipitación a la escorrentía (cm). Un umbral
preseleccionado (que es dato) Tcrit determina cuando esta contribución es lluvia.
2
A es la área de la cuenca o de la zona en km .
k es el coeficiente de recesión indicando la declinación de la descarga cuando no hay ni lluvia ni fusión,
calculado mediante la expresión:
Q
m+1
k= (12.34)
Q
m
La temperatura media del día puede ser un dato obtenido externamente o pueden darse 2 valores
para cada día.
T +T
max min
T = (12.35)
2
1
DT = γ ⋅ (hst ⋅ h )⋅ (12.36)
10
0
Donde: γ es el gradiente de temperatura (ºC por 100 m), usualmente 0.65ºC cada
100m hst es la altitud de la estación de temperatura (m)
es la elevación hipsométrica promedio de cada zona (m)
Cuando los números de grados-día, T n+DTn, en ecuación 12.33 resultan negativos, el programa
lo hace igual a cero. En esta forma no resulta una fusión negativa. Con relación a la medición de
la temperatura, no siempre es fácil hacerlo, en lugares remotos y a veces inaccesibles por eso es
preferible el dato de una buena estación, incluso si esta está fuera de la cuenca.
No resulta a veces posible una buena estimación de la precipitación media en zonas de montaña,
siendo el método de las isoyetas el más confiable. Afortunadamente en cuencas
preponderantemente nivales, la fusión es el factor determinante; no obstante, crecientes abruptas
de picos considerables, producidas por lluvias y se deben considerar.
El programa acepta, precipitación media en toda la cuenca con datos de una estación o
precipitación de una estación “virtual” generada con datos de varias estaciones reales (“station-
storm” –capítulo 5) o precipitación media por zona. Como se menciona el umbral de
temperatura, que es dato, (t crit ) define cuando es lluvia o nieve.
En cuanto, al área cubierta de nieve, se determina, por levantamientos terrestres con apoyo
aéreo o con imágenes de satélite. La Tabla 12.13 indica la resolución de algunos satélites.
En relación a los aluviones (“flash floods”) que constituyen una de las principales causas de
riesgo hidrológico se puede decir que, el fenómeno aluvional, es algo propio de la dinámica
geomorfológica de una región. Su corrección y control, deben introducir en el medio
modificaciones que contribuyan a estabilizarlo, evitando que la acción del hombre y los
animales desencadenen una situación inversa a las condiciones naturales agravando el proceso
de erosión y aumentando los caudales.
El “fenómeno” aluvional se transforma en “problema” cuando una ciudad, pueblo o cualquier
construcción, infraestructura o cultivo es afectado por crecientes naturales o por los efectos de
erosión y arrastre de fuertes volúmenes de materiales sólidos y líquidos ligados a éste. En estos
casos, las prácticas de control tenderán a atenuar los efectos destructivos de las crecientes
aluvionales dentro de los límites aceptables de seguridad. Es decir, el fenómeno aluvional, como
todo fenómeno natural puede llegar a ser parcialmente controlado en función de un cierto grado
de seguridad pero nunca se puede asegurar su absoluto “control” o una protección total.
Las amenazas naturales comprenden fenómenos como los sismos, la actividad volcánica, los
aludes, los tsunamis, los ciclones tropicales y los tornados, las inundaciones fluviales y costeras,
los incendios forestales, la sequía, las tormentas de arena y de polvo, y las plagas de insectos.
Los llamados desastres naturales son el resultado del impacto de una amenaza natural sobre un
sistema socioeconómico con un grado determinado de vulnerabilidad que impide a la sociedad
afectada responder adecuadamente a tal impacto. Es decir, el problema se presenta cuando este
interactúa con la gente y su entorno generando efectos negativos. Un desastre se define
generalmente como una ruptura seria del funcionamiento de una determinada sociedad,
provocando pérdidas humanas, materiales o ambientales y excediendo la capacidad de tal
sociedad para responder a estos efectos empleando sólamente sus propios recursos.
El grado de protección de las obras está limitado por consideraciones de tipo técnico-económico
que en un momento pueden ser superadas por efectos naturales de magnitud mayor que los
previstos en su diseño. Es por esto que el manejo del riesgo aluvional, mediante planes
integrales de obras, medidas de protección, prevencion y sistemas de alerta, son elementos
claves para disminuir el riesgo.
En EE.UU. se usa una definición muy simple, pero ilustrativa, del aluvión: “Gran cantidad de
agua en tiempo demasiado breve”. Esto define un poco, el concepto, tanto de medidas de
prevencion, como del diseño de sistemas de alerta hidrológica de aluviones.
Los aluviones ocurren, en general, dentro de las 6 horas del evento de lluvias. Las inundaciones,
en cambio son eventos de mayor longitud y pueden durar semanas o tiempos mayores. La
Organización Meteorológica Mundial (OMM) define tres categorías generales de aluviones:
Aquellos que resultan de precipitaciones intensas en cuencas naturales, de fuertes pendientes
(en general se consideran pendientes mayores del 5% ).
Aquellos que resultan de cuencas o áreas alteradas por el hombre (cuencas cultivadas, cuencas
deforestadas, áreas urbanas). La urbanización incrementa la escorrentía de 2 a 6 veces la que
ocurriría en condiciones naturales e incrementa el riesgo hidrológico.
Aquellos producidos por una descarga súbita de agua embalsada en un reservorio formado por
un dique natural o artificial. Por supuesto que condiciones regionales complican la
situación, aunque por razones prácticas de este libro se definirán casos más o menos
simplificados. Es importante también distinguir entre aluviones e inundaciones urbanas para
evitar confusiones a la hora de afrontar el problema presentado.
La Tabla 13.1, presenta los resultados de una estadística del National Weather Service de USA
(NWS) que indica el promedio anual de muertes producidas por fenómenos meteorológicos en
Estados Unidos en el período 1972-1991.
Tabla 13.1 Promedio anual de muertes producidas por fenómenos meteorológicos entre 1972 y
1991 en Estados Unidos.
Fenómeno meteorológico Promedio Anual de Muertes
Aluviones 146
Descargas de rayos 80
Tornados 69
Huracanes 17
Total 312
TORMENTAS ELECTRICAS En el CD capitulo 22 y Fernandez, et.al. ( 1999 )
En el caso del huracán Katrina en el año 2005 en New Orleáns, a los efectos propios del evento,
se le sumaron los efectos del colapso de los diques de defensa y la consecuente inundación por
las aguas del mar.
Gruntfest et al. (1999) muestran los factores más importantes que afectan la severidad del
aluvión según una encuesta para diferentes casos (Tabla 13.2).
Del análisis de la encuesta realizada sobre 48 casos, surgen las siguientes conclusiones que
pueden ser extrapoladas a otras regiones afectadas por aluviones:
La intensidad de la lluvia es el factor primario determinante del aluvión, en su ocurrencia y
gravedad en todas las regiones.
La lámina total de lluvia tiene gran importancia en zonas húmedas afectadas de lluvias de larga
duración, al contrario de lo que sucede en las zonas áridas.
El impacto de las urbanizaciones es un factor que se debe tener muy en cuenta en el crecimiento
de una población. Las urbanizaciones en zonas sujetas a aluviones deben considerar en su
planificación el riesgo aluvional.
La duración de la lluvia, al igual que la lámina total es importante en regiones húmedas, no en
las áridas.
La lluvia media anual carece de importancia en relación con aluviones.
La topografía (pendientes de las cuencas) es otro factor de importancia en todas las regiones.
Tabla 13.2 Factores más importantes que afectan la severidad del aluvión
Regiones de USA
Región Oeste Región Central Región Este Total
Casos 22 10 16 48
Intensidad de la lluvia 68 % 80 % 81 % 75 %
Total de la lluvia 37 % 70 % 63 % 52 %
Duración de la lluvia 23 % 70 % 56 % 44 %
Lluvia antecedente 23 % 60 % 63 % 44 %
Lluvia media, anual y mensual 0% 0% 6% 2%
Topografía 45 % 70 % 44 % 50 %
Tiempo al pico 14 % 30 % 25 % 23 %
Urbanización 32 % 50 % 25 % 33 %
Un reporte reciente del C.R.E.D.. (Centre for Research on the Epidemiology of Disasters) da a
conocer que el número de catástrofes naturales se ha incrementado; en la figura 13.1 se muestra
la curva de crecimiento del número de catástrofes naturales a escala global, a partir del siglo
pasado, en la cual se evidencia una tendencia casi exponencial luego de los años ’60 y hasta el
año 2000.
Figure 13.1. Incremento de desastres naturales (Fuente C.R.E.D.).
La relación entre riesgo hidrológico y criterio económico, resulta muy importante La selección
final del período o tiempo de retorno (TR) se puede hacer en base a criterios económicos, como
por ejemplo, comparar los costos anuales de las obras de corrección y mantenimiento con los
costos decrecientes de los daños producidos por aluviones. A medida que aumenta el tamaño de
la obra o el número de obras de corrección aluvional (Figura 13.2). En cualquier diseño
hidrológico, resulta importante conocer cual es el “valor límite estimado”, ELV (capítulos 4 y 5)
para seleccionar el período de retorno (Figura 13.3) (Chow et al.,1994).
Figura 13.2 Análisis de costos anuales de obras para definir el período de retorno
En los casos en que no se apliquen criterios económicos, la fijación del período de retorno se
puede basar en criterios como: vida útil de la obra, tipo y tamaño de la estructura, facilidad de
reparación y mantenimiento, peligros de daños y pérdidas de vidas. La Tabla 13.3 establece los
criterios de diseño para estructuras de control del agua. Se remite al lector al capítulo 4 para ver
ejemplos numéricos.
Tabla 13.3 Criterios de diseño generalizados para estructuras de control (adaptado de Chow, et
al., 1994).
Se puede decir en forma general que la escala de diseño a adoptar, es función de los objetivos de
la estructura a diseñar y de la relación entre costo – seguridad; esto último relacionado con los
daños emergentes de la eventual falla de la estructura.
13.3 EVALUACIÓN DE RIESGOS
La cuantificación del riesgo hidráulico se realiza a través del análisis de tres factores:
Amenaza (H): probabilidad de que un fenómeno potencialmente destructivo ocurra en un área
determinada. Normalmente se expresa en términos estadísticos como la frecuencia esperada
de ocurrencia del evento.
Valor de los Elementos a riesgo (E): valor económico o social de los bienes o personas
expuestas al riesgo en un área determinada (población, infraestructura, actividades
económicas, etc.).
Vulnerabilidad (V): expresa la aptitud del elemento a riesgo para ser dañado a consecuencia
del evento, y, más precisamente, indica la porción del elemento mismo que resulta dañada.
La amenaza (H) de una zona, es una característica propia del terreno frente a la posibilidad que
ocurra un fenómeno natural sobre dicha área: Inundación, pérdida de material de orilla, etc. en
relación con los datos estadísticos registrados y la frecuencia esperada del evento catastrófico.
El área potencialmente afectada por el fenómeno hidráulico – geológico, que puede ocasionar
daños materiales y personales, es el área vulnerable.
La importancia del elemento de riesgo (E), se valora de acuerdo al valor social y/o económico
que este tenga y luego según la naturaleza del elemento; por ejemplo, si hay varias casas en una
misma zona tendrá un peso mayor al tamaño del posible desastre se le conoce como daño
potencial.
Cuando ha ocurrido algún evento y algún elemento de riesgo puede reportar un daño mayor o
menor, en base a la propia capacidad de soportar dicho evento, la vulnerabilidad (V), expresa la
capacidad del elemento de riesgo a sufrir daños por efecto del evento (0 = ningún daño, 1 =
pérdida total).
El conocimiento del nivel de riesgo, junto a la dimensión del fenómeno y el uso del terreno, así
como al período de retorno del evento, proporcionan los elementos necesarios para garantizar la
efectiva programación de medidas de protección acordes con dicho evento.
Muy a menudo las metodologías utilizadas (Fattorelli, 2003) para la individualización de las
clases de riesgo se refieren directamente a los daños padecidos por el elemento más que a su
valor y a su vulnerabilidad, pues no siempre daño y valor resultan ser proporcionales. Por
ejemplo, los daños sufridos por un terreno agrícola dependen del período del año en que se
manifiesta la inundación, a tal punto que para la evaluación de la eventual indemnización a los
propietarios se hace referencia al perjuicio sufrido por los "frutos pendientes" y no al valor del
terreno o de los cultivos. Por eso es preferible hablar de daño potencial (daño sufrido o esperado
por un elemento cuando fuera afectado por un fenómeno natural, o sea, en otros términos, el
producto D = E ⋅V ), en vez de elemento a riesgo y de vulnerabilidad. Adoptando esta
nomenclatura es posible definir el riesgo hidráulico (R) como una magnitud que expresa la
presencia contemporánea, dentro de un área, de una situación de amenaza y de un daño
potencial, o sea:
R=H⋅D 13.1
Esta definición sintetiza muy bien el concepto de interferencia entre ambiente natural y
actividad antrópica, y lo explícita a través de la superposición entre amenaza y daño potencial,
permitiendo su inmediata representación gráfica por mapas temáticos (figura 13.4). Una vez que
se ha estimado el nivel de riesgo, cada área es clasificada en una de las cuatro clases de riesgo
previstas por la normativa italiana:
R4 (Muy Elevado). Posibles pérdidas de vidas humanas y lesiones graves a las personas, daños
graves a los edificios y a la infraestructura, daños al patrimonio ambiental, destrucción de
actividades socioeconómicas.
R3 (Elevado). Posibles problemas respecto a la seguridad de las personas, daños funcionales a
los edificios y a la infraestructura, con consecuente inhabitabilitad de los mismos y la
interrupción de las actividades socioeconómicas, daños al patrimonio ambiental.
R2 (Medio). Posibles daños menores a los edificios, a la infraestructura y al patrimonio
ambiental que no perjudican la seguridad de las personas, la inhabitabilidad de los edificios
y la funcionalidad de las actividades socioeconómicas.
R1 (Moderado). Los daños sociales, económicos y al patrimonio ambiental son marginales.
Amenaza (A) Daño Potencial (D)
MUY ELEVADA GRAVE
ELEVADA
MEDIO
MEDIA
MODERADO
MODERADA
BAJO
R4
R3
R2
R1
En términos generales se puede decir que la información básica necesaria para determinar áreas
de riesgo hidrogeológico es la siguiente:
Planos de la zona de estudio, en escala 1:100.000 ó 1:50.000 o menores para áreas urbanizadas.
Entre estos se deben tener mapas: topográficos (incluida red de drenaje y planta del cauce),
geológicos, uso del suelo y cobertura vegetal.
Secciones transversales del cauce del río donde puede ocurrir un desbordamiento o inundación
(Escala 1:2500).
Planos de la ciudad, indicando límites de urbanizaciones y zonas de crecimiento (Plano de
vulnerabilidad).
Aerofotografías de la zona (Opcional).
Imágenes de satélite, Landsat y/o Spot u otro, (Opcional). Puede reemplazar la información
señalada anteriormente.
Registros hidrometeorológicos Se debe contar con información de: Caudales: máximos
(instantáneos y promedios diarios), lluvias (máximas horarias, diarias, mensuales),
temperatura ambiental, humedad relativa ó punto de rocío.
Información histórica de inundaciones. Publicaciones, diarios, datos de pobladores, marcas de
inundación.
La determinación del nivel de riesgo hidrológico supone un conocimiento detallado de
parámetros hidrológicos, geomorfológicos, topográficos y urbanísticos ligados a la ejecución de
estudios y análisis de frecuencias.
Para obtener la ubicación y delimitación de la zona de riesgo hidráulico, se procederá a realizar
lo siguiente:
Análisis geomorfológicos de la cuenca, para definir las condiciones actuales.
Ubicación de las áreas históricamente inundadas.
Análisis hidrológicos, para definir una serie hidrológica representativa del área de estudio y su
periodo de retorno.
Análisis hidráulicos, para conocer las propiedades hidráulicas del cauce del río en estudio.
Sistemas de información geográfica (SIG).
Procesamiento digital de imágenes de satélite. Sirve para delimitar la cuenca en estudio, puede
ser obviado si se tiene una buena cartografía actualizada de la zona. También sirve de apoyo
en la elaboración de un sistema de información geográfico (SIG) para la presentación de los
resultados.
Fotografías aéreas. Son de gran utilidad en los estudios del río y áreas inundables.
Los estudios geomorfológicos, hidrológicos e hidráulicos pueden ser realizados por “modelos”,
desarrollados en software especializado. Cabe señalar que es muy importante utilizar
información confiable, toda información que se use deberá ser rigurosamente verificada, de esto
depende la fidelidad de los resultados.
A fin de generar un procedimiento estándar, la Agencia Federal de Manejo de Emergencias
(“Federal Emergency Management Agency”) (FEMA, 2008) de los Estados Unidos, ha
adoptado la creciente de tiempo de recurrencia de 100 años como base para tomar medidas de
gestión en las planicies de inundación. También se usa la de 500 años para áreas adicionales de
alto riesgo de vulnerabilidad.
Cuando los límites de las áreas inundables correspondientes a las crecientes para 100 y 500 años
coinciden, debido a la existencia de taludes pronunciados, sólo se indica en el plano la de 100
años y en las secciones transversales ambas.
El Modelo HEC-RAS (Capítulo 8) se puede utilizar para la definición del canal principal y
áreas inundables. El FEMA llama a esto “vía de la creciente” (canal principal) y “margen de
creciente” (áreas inundables). La “vía de la creciente” definida para la creciente de 100 años,
significa además del canal principal, áreas fluviales que deben permanecer siempre libre de
ocupación de viviendas, cultivos, caminos y vías férreas, líneas de energía, etc. Las márgenes de
creciente pueden ser parcialmente ocupadas (a riesgo de los ocupantes), siempre que ello no
signifique para la creciente de los 100 años un incremento del tirante del río superior a 0.30
metros.
Algunos formularios propuestos para realizar levantamientos con el fin de evaluar el riesgo
hidrológico, se presentan en las Tablas de la 13.4 a la 13.6 (Tragsa y Tragsatec, 1998).
Tabla 13.4 Parámetros para el cálculo del riesgo hidrológico
Fichero de cuenca
Nombre de la cuenca:
Infraestructura afectada:
Cauce Principal:
Desemboca en:
Relación con otras cuencas:
Referencias de ubicación:
Límites:
Norte: Sur:
Este: Oeste:
Planchetas: Plano Nº:
Parámetros Geomorfológicos (Capítulo 6)
A Hmin
P Hmax
L H
Ic Re
Alt.m Alj.m
Ip TC
Parámetros hidrológicos para diferentes tiempos de retorno
Q200 m3/s V200 Hm3
3
Q100 m /s V100 Hm3
Q50 m3/s V50 Hm3
Q25 m3/s V25 Hm3
A es el área en km2. Hmax es la cota mayor en m.s.n.m.
P es el perímetro en km. Hmin es la cota mínima en el punto de concentración en msnm.
L es la longitud del cauce principal en km H es el desnivel medio del cauce principal en m
Ic es el índice de compacidad, adimensional. Re es el radio de elongación, adimensional.
Alt.m es la altitud media, en m. Alj.m es el alejamiento medio, adimensional.
Ip es el índice de pendiente. Tc es el tiempo de concentración en horas.
Tabla 13.5 Peligro de erosión y derrumbe.
Zona:
Situación:
Observador: Fecha:
Croquis:
Indicios de inestabilidad
Antecedentes
Posición fisiografica
Naturaleza
Características físicas del Estructura
material Cohesión (C)
Friccion Interna (ϕ)
Talud – Escarpe
Pendiente
Ladera
Características geométricas Altura talud – escarpe
de la zona inestable Profundidad
Extensión
Circunstancias
Tipología
Estabilidad
Diagnóstico
Evolución
Zona: Geológica
Topográfica
Hoja:
Coordinadas X/Y
Actuando según estas directrices será posible conseguir el resultado más general de devolver al
sistema fluvial un rol central con respecto al equilibrio territorial de la cuenca hidrográfica,
favoreciendo la recuperación de las funcionalidades de los sistemas naturales, así como el
restablecimiento, la recalificación y la salvaguardia de las características ambientales del
territorio, y obteniendo a la vez condiciones de uso del suelo compatibles con las características
de los sistemas hidrográficos (Fattorelli, 2005).
La mitigación de la condición de riesgo (figura 13.10) debe conseguirse mediante una serie de
medidas que reduzcan la frecuencia y el impacto de los eventos aluvionales dentro de límites
compatibles con las características socioeconómicas de los territorios a proteger. Los objetivos
que pueden lograrse por medio de la realización de una obra hidráulica, o la aplicación de
medidas que preserven el territorio del peligro representado por ciertos eventos naturales
potencialmente dañinos, tienen que ser comparados con la necesidad efectiva de defensa de los
bienes o personas presentes, evaluando el nivel real de peligrosidad del fenómeno y el valor
económico y social de las áreas expuestas al riesgo. En otras palabras, hay que valorar en
términos objetivos los planes propuestos, de manera que las eventuales acciones de mitigación
puedan englobarse en una lógica costes-beneficios por la cual el valor del daño causado a
personas, viviendas, infraestructura, y actividades productivas y comerciales justifique el costo
de las acciones a emprender (Fattorelli y Frank, 2001).
Figure 13.10. Mitigación del riesgo.
Medidas estructurales
Entre las acciones de tipo estructural (Fattorelli et al, 2008) se enumeran todas aquellas
medidas que se proponen reducir la situación de riesgo interviniendo sobre la peligrosidad del
evento. Algunas de ellas (medidas activas) tienden a mitigar la magnitud del fenómeno natural
reduciendo la probabilidad de que este ocurra con una dada intensidad (reducción de la
frecuencia); otras (pasivas) se proponen en cambio aumentar la capacidad del territorio para
soportar las solicitaciones del evento natural sin sufrir daños (reducción del impacto). Ver tabla
13.7.
En detalle, las acciones estructurales que permiten alcanzar el objetivo de la defensa del
territorio contra las inundaciones se distinguen en:
Acciones extensivas en la cuenca hidrográfica tendientes a aumentar la capacidad de absorción
del terreno y a atenuar los fenómenos de erosión y consecuente transporte sólido en la red
(medida activa);
Reseccionamientos del curso de agua y elevación de los diques para aumentar la capacidad de
flujo de las aguas a nivel local (medida pasiva);
Realización de canales de lámina libre o en galería, que tienen la función de aliviar las aguas de
crecida alejándolas del río y volviendo a descargarlas agua abajo de la zona de riesgo o en
un segundo curso de agua (medida activa).
Realización de lagunas de laminación temporales en grado de modificar el hidrograma de
crecida disminuyendo su caudal máximo (medida activa).
Tabla 13.7. Medidas estructurales y no estructurales
MEDIDAS ESTRUCTURALES
Estrategia Opción
Embalses y lagunas de laminación.
Reducción de crecidas Defensas longitudinales.
Canalización y dragado.
Prevención de erosiones y protección de Protección de canales.
cabeceras de cuenca Diques de consolidación.
MEDIDAS NO ESTRUCTURALES
Estrategia Opción
Planificación del uso del suelo.
Regulación de llanuras de inundación.
Ordenamiento territorial.
Reducción de la susceptibilidad al daño Políticas de desarrollo.
Códigos de edificación y construcción.
Sistemas de alerta hidrológica.
Programas y políticas de gestión ambiental.
Información, educación y participación.
Mitigación del impacto de crecidas Planes de contingencia.
Recuperación post crecida.
Medidas no estructurales
Se definen como no estructurales todas aquellas medidas que aspiran a reducir el riesgo en un
territorio interviniendo sobre el valor de los elementos expuestos y su vulnerabilidad, o sea
sobre el daño potencial. Pertenecen a esta categoría todas aquellas medidas tendientes a
prevenir o atenuar los daños consiguientes al evento de crecida sin la construcción de obras que
interfieran con el flujo de las aguas (tabla 13.7). Acciones de este tipo pueden subdividirse en:
Medidas de tipo administrativo, destinadas a reglamentar la destinación del uso del suelo de un
territorio a través de la introducción de vínculos y restricciones estrechamente conectadas
con las características hidrogeológicas del curso de agua y de las áreas lindantes, y más en
general, con el modelo de desarrollo socioeconómico previsto para el territorio en cuestión;
Medidas destinadas a modificar el impacto "psicológico" de las inundaciones sobre los
individuos y las comunidades, a través de campañas de información que acostumbren a la
población a la convivencia con esos eventos;
Medidas que utilizan sistemas de alerta de crecidas, con difusión de la misma a la población y
con la organización y gestión de la emergencia.
Este diseño se realiza según el problema a tratar: diques de detención, zona de inundación,
lagunas de laminación, rectificación de cauces y vías para la creciente (floodways),
derivaciones, sistemas de bombeo, etc. En la Figura 13.11 se ilustra el caso de rectificación del
cauce y taludes que definen la vía de la creciente (“Floodway”).
Figura 13.11 Esquema de rectificación de terraplenes de un río.
Figura 13.12 Esquema de integración entre el GIS y un modelo hidrológico: Proyecto UE-
AVICENNE (Beta Studio, 1994
Los sistemas de información geográfica tienen por objeto procesar datos relativos a distintos
aspectos de la superficie terrestre provenientes de diferentes fuentes (sensores remotos, redes de
telemedición, levantamientos en terreno) y presentarlos en mapas a escala adecuada. Se habla
en este caso de “datos geográficos”, haciendo referencia a datos caracterizados por una posición
geográfica y por atributos que especifican la naturaleza. Dada la posibilidad de integrar los
datos espaciales con los descriptivos y la capacidad de efectuar análisis y modelaciones, los SIG
permiten explicar las relaciones existentes entre los diferentes objetos, facilitando el proceso de
conversión de los datos en información.
Los SIG se pueden ver como el actual punto de convergencia de distintas disciplinas que se
ocupan de la información territorial, cartográfica, gráfica, computarizada, fotogrametríca y
teledetección, análisis espacial, sistemas expertos e inteligencia artificial.
El modelo ArcView
Las modalidades de análisis espaciales típicas de los SIG tienen como objeto datos, ya sea
hidrometeorológicos que territoriales, en forma distribuída. Los instrumentos de análisis
utilizables en el campo de la hidrológía varían según el tipo de SIG a disposición, pero en
general, para ArcView, pueden resumirse en las siguientes categorías: funciones de medida,
funciones de buffering, funciones de red, interpolación espacial, contorno, álgebra de mapas y
funciones gráficas.
A través de las funciones de medida, ya sea raster que vectoriales implementadas en ArcView,
se efectúa en modo automático el cálculo de las longitudes y de las áreas. Esto facilita
notablemente algunas operaciones efectuadas en el análisis morfométrico, como el cálculo del
área de la cuenca, de su pendiente media, la longitud del cauce principal.
Numerosos SIG, ya sea de tipo raster que vectoriales, poseen funciones de red que permiten
operaciones como: definición de la red hidrográfica de síntesis por el DEM ( digital elevation
model ); orden del cauce (“stream ordering”) según Strahler o Shreve; cálculo del tiempo
cumulativo de concentración en cualquier punto de la red; y determinación del área de drenaje
que contribuye al flujo en el punto seleccionado. Las funciones de red implementadas en
ArcView, usadas normalmente en el análisis de los flujos de tráfico, se pueden extender en
algunos casos al análisis de los flujos hídricos.
ArcView y aplicaciones
ArcView es un Sistema de Información Geográfica (SIG) de escritorio completo y de fácil uso
diseñado para explorar, analizar, visualizar y consultar datos geográficos. ArcView proporciona
a los analistas, proyectistas, educadores, usuarios especializados y a la población general, una
interfaz gráfica de fácil uso.
ArcView está disponible para computadoras basadas en MS-Windows, Macintosh, y UNÍS,
opera en un modo personal o en un ambiente de red. ArcView puede comunicarse también con
otras aplicaciones, tales como sistemas de posicionamiento global (GPS), o utilizar ARC/INFO
como un servidor para desempeñar un análisis sofisticado.
“Avenue” es un ambiente de desarrollo y lenguaje de programación orientado a objetos que se
utiliza en ArcView para extender sus capacidades básicas y personalizar aplicaciones
específicas. Avenue se incluye con ArcView.
En cuanto a su potencialidad para la producción cartográfica el ArcView:
Utiliza varias clasificaciones de datos (igual área, igual intervalo, roturas naturales (“natural
breaks”), desviación estándar, normalización de datos y muchos más).
Muestra los símbolos en formatos diferentes (densidad de puntos, tamaño y color graduado,
cuadros, y color único).
Visualiza los mapas en una de las muchas proyecciones soportadas.
Genera esquemas que incluyen mapas, datos tabulares, cuadros, leyendas y otros gráficos.
Importa y exporta formatos tales como TIFF, WMF, BMP, PICT, EPS, y JPEG.
Las extensiones incluidas con ArcView 8.x oArc-Gis 9x son:
“Report Writer”. Provee una conexión directa con “Crystal Reports” para una mayor capacidad
en reportes y gráficas.
“Geoprocessing”. Utiliza un asistente para separar, combinar, cortar, intersectar y unir temas.
“Graticule and Grid” se utiliza en esquemas para agregar redes definidas por el usuario a la
vista.
“Legend Tool”, es un asistente para la configuración de leyendas en el entorno“CAD Reader”
que provee apoyo directo para la lectura de un archivo tipo AutoCAD (DWG y DXF) y
MicroStation (DGN)
“VPF Viewer”. Provee una lectura directa de datos tipo “Vector Product Format” (VPF) en 2D y
3D.
“Image Reader”. Soporta los formatos ADRG, CADRD, CIB, IMAGINE, JPEG (JFIF), MrSID,
NITF, y TIFF 6.0.
“Database access 1.1”. Provee acceso al Motor Espacial de Base de Datos (SDE):
“Dialog Designer” provee la capacidad para diseñar diálogos y formas personalizadas
“Digitizer” (Sólo en Windows 9x/NT) provee soporte para la digitalización en ArcView.
Otras extensiones opcionales:
“ArcView Network Analyst” agrega capacidad al análisis de rutas.
“ArcView Spatial Analyst” permite un análisis especial y una avanzada manipulación de datos
“ArcView 3D Spatial Analyst” provee las herramientas para crear, analizar y mostrar datos de
superficies 3D.
“ArcView Business Analyst” integra tareas verdaderas de negocio con un programa accesible de
datos.
“ArcView Internet Map Server” permite poner cartografía y aplicaciones SIG en su sitio web
sin programar.
“ArcPress for ArcView” genera mapas de calidad utilizando baja capacidad de memoria del
plotter reduciendo el tiempo de ploteo.
Las aplicaciones en campo hidrogeológico se manejan con el módulo “Spatial Analyst” y con
otras extensiones que se pueden descargar libremente de internet, como “ hydrologic modeling”
y “Basin 1”.
Los modelos del HEC:-GeoHMS, HEC-GeoRAS - funcionan como módulos de ArcView, con
las extensiones: “Spatial Analyst” y “3D Analyst”.
13.10 MODELOS
MODELO HEC-1
Su estructura general se expone en el CD. En este capítulo, se desarrolla la opción de
evaluación de daños. HEC-1 supone que los daños son sólo función de la descarga pico (o del
máximo nivel) sin considerar la duración de la inundación.
HEC-1 calcula el daño anual esperado, EAD (“Expected Annual Damage”), como el daño
generado por la curva de frecuencia. El EAD es el daño anual promedio esperado en el tramo de
un río en un período de tiempo.
Haciendo referencia a las curvas de la Figura 13.9, se ve que la técnica básica usada en el
análisis del EAD es la generación de la curva de daños-frecuencia, combinando la curva de
caudal – daño y de caudal – frecuencia. La curva de daño vs caudal evalúa un daño en unidades
de moneda ($) que puede ocurrir en un área con un nivel de la inundación o con un caudal
determinado (curvas a y b). La curva de caudal (cota) vs frecuencia relaciona un caudal (cota)
con su frecuencia de ocurrencia (curva c). Combinando estas se obtiene la curva de daño ($) vs
frecuencia (curva d), a partir de la cual se puede determinar EAD para el tramo de un río.
El EAD es por consiguiente, la medida del daño por inundación. Comparando el EAD en
diferentes obras de corrección y/o control de daños, se obtienen la relación beneficio – costo de
cada una de estas.
Ejemplo 13.1
Calcular el daño por inundación en el tramo de un río, con la secuencia de datos indicados en la
Figura 13.13.
Solución:
Los pasos a seguir para obtener el EAD en el tramo de un río son los siguientes:
Determinar una curva de cota/caudal, característica del tramo.
Aplicar un modelo hidráulico de curvas de superficie libre (por ejemplo el HEC-RAS) y
calcular daños correspondientes a cada cota de inundación.
Aplicando métodos estadísticos (capítulo 4), definir la curva de frecuencia de caudales o la
relación cota/caudal para obtener la relación cota frecuencia.
Para cada cota, de la curva anterior se obtiene una frecuencia y un nivel de daño, como se indica
en la Figura 13.14.
Las columnas 1, 2 y 3 se obtienen de las curvas cota/frecuencia y cota/daño. Así para h=1,
Frecuencias es 0.90 y daño 0.5 y con las columnas 2 y 3 se construye la curva daño/frecuencia.
La columna 4 es la inversa de la columna 2
La curva de daño-frecuencia en sus extremos debe mostrar para un daño cero una frecuencia
tendiente a uno, mientras que para un valor alto de daño una frecuencia baja (de excedencia
cero). El programa no extrapola a daño cero. Consecuentemente, el caudal pico simulado para
un equivalente a daño cero deberá ser muy bajo. Igualmente, una frecuencia de excedencia cero
no se puede especificar directamente en el programa, pero este la extrapola. Esta extrapolación
no afecta severamente la exactitud de los resultados, si los caudales picos generados resultan en
una frecuencia de excedencia relativamente pequeña. El daño esperado es el área bajo la curva
daño/frecuencia de la figura 13.14.
El modelo HEC-1 tiene una secuencia de cálculos para análisis económicos de datos por
inundaciones que incluye la generación de las curvas mencionadas y los análisis de EAD para
diversos planes de control como embalses, derivaciones, protecciones laterales, etc.
Al calcular los costos de las obras o medidas de corrección se debe considerar también para
cada situación, no sólo el costo de la obra, sino los gastos anuales de mantenimiento de la
misma. Estos gastos pueden ser altos para algunas obras y no considerarlos alterarían los
resultados. Un ejemplo completo de la aplicación del modelo HEC-1se ilustra en el CD.
MODELO HEC-FDA
El modelo HEC-FDA (“Flood Damage Reduction Análysis”) en su versión 1.2.4 ( November
2008 ) se baja por Internet en la página del HEC (www.hec.usace.army.mil) Es la versión actual
para el cálculo de daños y beneficios que complementa al modelo HEC-HMS,.
El modelo HEC-FDA realiza las mismas operaciones descritas para el HEC-1 evaluando los
daños en la situación actual, la relación costo – beneficios para obras y medidas de protección
propuestas.
MODELO SINMAP
El SINMAP (Stability Index Mapping) es un modelo que funciona como una extensión de
ArcView, o sea, se instala siempre que se tenga el ArcView (ESRI). Fue desarrollado por:
Robert T. Pack, David G. Tarboton y Craig N. Goodwin, de la UTA State University (USA).
El modelo sirve para índices de estabilidad de áreas inclinadas, basado en información
geográfica, principalmente en modelos digitales de elevación (Digital Elevation Model-DEM).
Se debe instalar sobre ArcView 3.0 o superior con el modulo “Spatial Analyst”. Versión 1.0 o
superior.
Se aplica en áreas de deslizamientos superficiales controlados por acuíferos poco profundos. No
se debe usar en ausencia de información de campo. Para maximizar se puede implementar este
modelo conjuntamente con otros métodos de análisis de estabilidad de terrenos. Los datos
básicos requeridos son: propiedades del suelo, y datos climáticos La ventaja es que trabaja con
un rango de valores que representan la incertidumbre ocasionada por la alta variabilidad espacio
– temporal de los datos.
Los índices de estabilidad obtenidos deben interpretarse en términos de peligro relativo. El
modelo está basado en una estructura raster y no vectorial. Su exactitud está fuertemente
influenciada por el detalle de los datos que se le ingresen provenientes de un modelo de
elevación de terreno (DEM). De acuerdo con esto, resulta indispensable el uso de un modelo
DEM de alta exactitud y un adecuado registro detallado de campo de deslizamientos en el área
en estudio. De cumplir estos requisitos, el modelo se convierte en una herramienta útil para
mapeos de reconocimiento (escala 1:20000) o mapeo en detalle (1:20000 a 1:5000). El software
se obtiene gratuitamente por Internet . Para generar la red de base se puede usar Surfer y
ArcInfo.
13.11 METODOLOGÍA PARA LA EJECUCIÓN DE ESTUDIOS DE
FACTIBILIDAD DE PLANES DE REDUCCIÓN DE DAÑOS POR
INUNDACIONES
Identificar en los mapas: el curso principal, los tributarios y las estructuras existentes. Realizar
una primera estimación de ubicación de secciones transversales importantes (puentes,
contracciones y expansiones, etc).
Reconocimiento de campo:
Realizar entrevistas a residentes, indagar en agencias locales, periódicos etc. para obtener
información acerca de inundaciones históricas, datos de caudales, marcas de agua, frecuencia de
inundaciones urbanas, destrucción de caminos y puentes, sobrepaso en puentes y caminos. La
sistematización de esta información, se debe hacer de manera ordenada por campos de interés
para generar una base de datos de futuras consultas y referencias.
Definir la localización final de las secciones transversales y requerimientos de mapas de detalle.
Estimar los valores de “n” de Manning para el uso de los modelos de curvas de superficie libre
como el HEC-RAS ó el HEC- GeoRAS.
Estimar , por evaluación visual, un primer tentativo de los valores de CN para los estudios de
simulación de lluvia-caudal como HEC-1, HMS, Geo HMS.
Durante estas campañas resulta importante tomar fotos digitales de estructuras (puentes,
derivaciones, diques, embalses (presas), vegetación, zonas inundables, asentamientos o cultivos
en áreas inundables etc. Los modelos como el HEC-RAS (versión 3.0 o superior) permiten la
inclusión de fotos, en puentes o puntos clave.
d) Modelación hidrológica que incluye :
Mapas base a escala adecuada, dependiendo del tamaño de la cuenca.
Determinación de subcuenca (unidades de respuesta hidrológica)
Localización de estaciones hidrometeorológicas y puntos de control, para calibración.
Preparación de tablas con datos básicos (Área, longitud del cauce principal, diferencia de
elevación en los extremos del cauce principal, tiempo de concentración de la cuenca, valores
de CN y de pérdida inicial).
Ordenamiento de datos de caudales y de lluvias, registro en medio digital.
Identificación de crecientes históricas y las tormentas que las generaron.
Análisis y graficación de las crecientes históricas.
Mapas de isoyetas de las tormentas seleccionadas.
Selección o cálculo de la tormenta de proyecto ó la precipitación máxima probable (PMP)
Características del río para aplicación de tránsito de crecientes.
Datos de las presas (si existen) para tránsito de las crecientes (curvas cota/descarga – curva
cota/volumen del embalse)
Generación de hidrogramas. Simulación de lluvia-caudal para eventos históricos (HMS ;
ARHYMO )
Cálculo de curvas de frecuencia de caudales con sus respectivas cotas.
Estudios Hidráulicos. Son usados para determinar: Curvas de superficie libre (HEC-RAS o
HEC- GeoRAS) para diferentes caudales de crecientes. Para esto, se requiere:
Líneas de inundación para los diferentes caudales seleccionados. Zonas en riesgo y zonas
vulnerables a las inundaciones. Estudios económicos de daños. Planes de disminución de
daños. Estudios económicos de relaciones costo – beneficios para seleccionar el plan más
conveniente.
Comportamiento de puentes, embalses y otras estructuras para las crecientes seleccionadas.
En puntos representativos del río, cálculo de curvas de cota/caudal.
Calibración y ajuste de los parámetros de modelos de simulación hidrológica con los eventos
históricos seleccionados. Si no existieran mediciones de caudales, se controla los resultados
del modelo con las curvas cota/caudal determinadas por el modelo hidráulico. Ajustar los
modelos hidrológicos para marcas de agua en ±0.30 metros.
Adoptar los modelos calibrados y verificados para realizar análisis de frecuencia hipotéticos.
Análisis de frecuencia para las condiciones actuales, en los puntos críticos donde se hará
evaluación de daños y en los cuales se han desarrollado curvas de aforo. Para estos puntos
graficar curvas de frecuencia.
Con las tormentas de proyecto y los modelos hidrológicos calibrados determinar la frecuencia
de caudales en puntos críticos. Si no existieran suficientes datos, trabajar con cuencas
hidrológicamente homogéneas y análisis regionales (Capítulo 5). Determinar curvas de
frecuencia con esta información.
Determinar las correspondientes curvas de frecuencia de cotas de superficie del agua.
Calcular las curvas cota/daño y cota/caudal en base a los resultados anteriores para la situación
actual de ocupación territorial.
Realizar un análisis adicional en donde se esperan cambios significativos para las condiciones
hidrológicas e hidráulicas estudiadas, por ejemplo, futuras urbanizaciones, desarrollos
turísticos, asentamientos agrícolas o industriales que cambien el escenario de áreas en
amenaza a áreas vulnerables.
En base a esto reclasificar el uso del territorio en áreas naturales, agrícolas, residenciales,
comerciales, industriales.
Prever los probables incrementos de escurrimientos identificando posibles zonas de drenaje o
concentración de las aguas.
Identificar a nivel de prefactibilidad, medidas estructurales de protección:
Embalses y lagunas de laminación (capítulo 9) evaluación previa de su altura, volumen a
determinar, diseño de vertedero y estructuras pertinentes.
Defensas, laterales, prediseño de terraplenes o muros, evaluar su efecto en las condiciones
hidráulicas del curso de agua (“flood ways”) .
Modificaciones en la geometría de canales, protección de pilas y estribos en puentes, cálculo de
la erosión localizada usando modelos adecuados como el HEC-RAS.
Posibles derivaciones con sus dimensiones y lugar de descarga.
Plantas de bombeo, capacidad, diseño de lagunas colectoras o canales de drenaje.
m) Identificar medidas no estructurales de corrección en las cuencas y en áreas inundables o
zonas de uso restringido. Diseño de sistemas de alerta hidrológica y planes de
evacuación (capítulo 14).
Con estos prediseños evaluar económicamente la reducción de los daños a fin de seleccionar,
las mejores alternativas como se vio en la aplicación del modelo.
Informe final extendido con texto, tablas, figuras, planos y resumen ejecutivo para organismos
de decisión y entidades de financiación (Banco Mundial, Banco de Desarrollo
etc.).
En el CD se incluye un caso de daño esperado para el Río Adige en Italia
14
Sistemas Telemétricos de Monitoreo
Hidrometeorológico
La reciente complejidad que ha adquirido, a nivel mundial, el manejo de los recursos hídricos
ha producido un cambio profundo en el perfil y el contenido de la hidrología. (Fernández,
1987). De una ciencia de carácter geográfico-descriptivo hasta las primeras décadas del siglo
XX y fundamentalmente preocupada por estudiar y describir el ciclo hidrológico, se fue
transformando en una rama de la ingeniería que brinda las bases para el diseño adecuado de las
obras de aprovechamiento y control del agua.(Fernández, et.al. 1999)
Esta evolución durante los últimos 40 años se vio potenciada por el desarrollo y la
generalización de las computadoras, las cuales permiten manejar importantes volúmenes de
datos y a su vez utilizar técnicas matemáticas mucho más sofisticadas que las simples fórmulas
empíricas de la era anterior a la de la computación digital.
La ingeniería hidrológica como ciencia de diseño y planificación constituye hoy conjuntamente
con la ingeniería hidráulica, las ciencias agronómicas, forestales geológicas y ambientales los
pilares fundamentales del aprovechamiento, control y conservación de los recursos hídricos.
Al progreso de la computación digital se ha agregado en los últimos años el avance espectacular
de los sistemas de transmisión de datos a distancia. La hidrológía que ya venía desde la década
del sesenta usando la transmisión de datos por vía telefónica se vio altamente favorecida por
este desarrollo ya sea de los sistemas radiales de visión directa (VHF ó UHF), de los sistemas
satelitales o de otras formas de transmisión de información como Internet . Tomó así cada vez
mas cuerpo y mas seguridad la hidrológía como ciencia operativa para el manejo de los recursos
hídricos en tiempo real. Durante los últimos años la disponibilidad de microelementos seguros y
baratos y el desarrollo de los microprocesadores de bajo costo, de fácil mantenimiento y de gran
capacidad y su incorporación tanto a las estaciones de medición de variables como a la de
recepción y procesamiento de datos, hacen posible no solo técnicamente sino económicamente
la implementación de sistemas hidrológicos en tiempo real.
Las características de estos modernos instrumentos, su bajo costo, bajo consumo de energía, alta
confiabilidad, peso y dimensiones reducidas y tolerancia a una amplia gama de condiciones
ambientales los hacen particularmente adecuados para su aplicación en hidrológía operativa.
Dichos instrumentos son capaces de operar en lugares remotos en forma ininterrumpida por
largos periodos en sitios donde usualmente no existe línea de energía eléctrica.
Hasta tiempos recientes solo podía pensarse en colocar en esos sitios aparatos mecánicos
generalmente con mecanismos de relojería o grabación digital in situ, pero ahora un número
cada vez más creciente de organismos en los diversos países tienen planes concretos de
implementar redes telemétricas y desarrollar sistemas operativos de hidrológía en tiempo real.
14.1 HIDROLÓGÍA CLÁSICA E HIDROLOGÍA OPERATIVA
Módulo 1 Está compuesto por sensores :lluvia, nieve, temperatura, nivel de un río etc.
Estaciones remotas: Plataforma Colectora de datos, Unidad de inteligencia.
Módulo 2 Sistemas y ruta de transmisión Ejemplo Radial – VHF – UHF Satelital etc.
Módulo 3 Receptor, Decodificador (Transformación Analógica-Digital)
Módulo 4 Hardware Software de procesamiento y
presentación Módulo 5 Soft de Modelación – Soft de Gestión.
Inconvenientes:
Interferencia de señales si transmiten 2 o mas estaciones en el mismo instante (es un
problema menor porque eso no es frecuente )
Los sistemas de autotransmisión pueden definirse también por lo que se llama delta-fenómeno
(umbral) y delta fenómeno (diferencial)
El primero es en función de la superación de un umbral prefijado (nivel de un embalse por
ejemplo) y diferencial, por ejemplo, cuando el río sube más de 10 cm en 1 hora. Estos se usan
en forma combinada para establecer niveles de alerta y en los de tipo evento se hace por
software y no desde la estación remota. Los sistemas tipo evento se pueden también programar
para que envíen a intervalos regulares de tiempo (caso temperatura)
Actualmente, las estaciones remotas, sin costos mucho mayores, permiten seleccionar uno u
otro sistema tanto en su sistema de transmisión (terrestre o satelital) como en su modo de
transmisión (evento, interrogación, intervalos regulares)
Transmisión vía satélite (Satelites Meteorológicos- Ej. GOES- Meteosat ó
Comerciales)
El satélite en la recolección de datos actúa como una estación repetidora de las transmisiones
efectuadas por estaciones terrestres (DCP – Data Collection Platform ) que reciben los datos de
sensores semejantes a los de las estaciones VHF (Figura 14.2)
Los sistemas más difundidos para esta función son aquellos que emplean satélites
geostacionarios, aunque también se emplean los de órbita polar. Todos constan de tres
elementos:
Las plataformas (DCP).
El satélite.
La estación central.
Las plataformas, denominadas estaciones remotas son unidades computarizadas que se
encuentran en los sitios de recolección de datos. Se componen de varios Módulos. Módulo
Maestro de Control
Es la unidad inteligente compuesta por un microprocesador de las series de 8, 16 o 32 bits . Esta
unidad se programa mediante una minicomputadora portátil. El lenguaje se denomina SCADA-
Soft, es una versión de lenguaje Forth SCADA (“Supervisory Control and Data Adquisition”).
También se usan lenguajes standares de programación. .
Figura 14.2 Esquema de enlace con satélite
La programación permite definir los intervalos de tiempos en que se hace el barrido de los
sensores. Por programa se determina el intervalo de barrido, los sensores que se interrogan y las
ecuaciones para la interpretación de los valores trasmitidos. También se programa la hora de la
transmisión y el modo. Hay 3 modos de transmisión.
Auto trasmisión
Trasmisión al azar
Modo dual
El primero es la transmisión a intervalos regulares de tiempo en las ventanas asignadas
por la administración del satélite y en la frecuencia asignada (canal)
Ejemplo: barrido de sensores cada ½ hora y transmisión de los datos registrados cada 4 horas.
En general en el satélite GOES, por ejemplo, cada país tiene un canal o dos asignados y en ellos
se define un horario de generalmente 1 minuto por estación, así si un organismo tiene 5
estaciones tendrá 5 minutos.
El segundo es el canal de alerta (es otro canal) y funciona según se lo programa, en dos formas
distintas –Normal-umbral (cuando se supera un determinado valor) –Normal diferencial
(cuando la diferencia entre dos lecturas sucesivas supera cierto valor).
El tercero es la unidad que opera en ambos modos.
Debe quedar claro que:
Intervalo de barrido e intervalo de trasmisión son independientes.
La plataforma remota (DCP) puede manejar datos analógicos o digitales, el número
depende del diseño, pero es normal tener, como mínimo:
8 canales analógicos
8 canales digitales
1 up (precipitación acumulada)
up/down (nivel de río)
La plataforma transmite al satélite en la banda de 400 Mhz (UHF) y el satélite a la
estación terrena en la banda de 170 Mhz (VHF).
En los desarrollos más recientes una misma DCP ó RTU (“Remote Station Unit”) puede
trasmitir en VHF terrestre o en satelital. En el caso de la transmisión terrestre pueden operar
como estación remota de recepción de datos y como repetidora.
Operación
En el lugar remoto, la estación recoge regularmente los datos de sus sensores (barrido) y
los almacena en su memoria.
Tanto la estación remota como la central operan de modo dúplex alternativo
(transmisión y recepción alternados) y a la misma frecuencia y a intervalos especificados por el
usuario. Cuando la estación central se activa (por software) transmite una señal de prueba y
cuando encuentra una huella meteórica apta, la señal es trasmitida con el código de la estación.
La estación que tiene ese código, recibe y acepta la señal de interrogación. En la estación
remota el receptor está siempre activado. La remota conmuta a transmisión y envía el mensaje
con los datos almacenados utilizando la misma traza. La duración normal de un mensaje es de
25 a 35 milisegundos (ms) a 9600 bps.
El paso a cada estación se realiza mediante el uso de diferentes trazas aparecidas en
diferentes momentos, por consecuencia dos estaciones no responderán simultáneamente. Con
independencia de este sistema automático y rutinario, el usuario puede interrogar y pedir la
información de cualquier remota en cualquier momento.
Rendimiento
Si durante el proceso de transmisión la huella se debilita la modulación se interrumpe y el
enlace se restablece segundos después sobre otra huella, la estación central continua
interrogando, mientras no reciba de la remota la respuesta. El sistema de comunicación es
dúplex y la potencia de transmisión es alta 300 a 1000 watts en relación con 4 a 15w de los
terrestres y satelitales. El sistema no sirve para verdadero tiempo real porque tiene periodos de
espera que pueden llegar a ser hasta 15 y más minutos.
Este tiempo de espera es variable según sea la hora del día y la época del año, debido a que no
siempre es igual la densidad de la capa de meteoritos.
Variación diurna: En horas del amanecer y primeras horas del día los meteoritos “captados” por
la tierra son más por efecto del movimiento de la tierra alrededor del sol, se produce un efecto
semejante al del movimiento de un vehículo que “capta” en su parabrisas los insectos del
camino (Figura 14.3 a ).
Variación estacional: Durante el verano (junio a setiembre en el norte) (en invierno en el sur), el
hemisferio norte está inclinado hacia el lado del movimiento de la tierra y por lo tanto recibe
más meteoritos que el sud a la inversa en invierno.
Esto trae como consecuencia una variación estacional que a 45º de latitud es 4 a 1.(Figura 14.3
b).
El promedio de duración de la “huella meteórica” es 300 ms lo cual es asuficiente ya que como
se dijo la duración de un mensaje es 25 a 35 ms.
El tiempo de espera en minutos puede variar desde algunos segundos hasta 15 ó más minutos.
Figura 14.3 Variación de mensajes positivos: (a) diurna y (b) estaciona Tabla 14.1
E3. DISEMINACIÓN Y ALERTA: Esta etapa involucra la toma de decisiones relacionadas con
los avisos tempranos de posibles crecientes, basados en las condiciones de las cuencas, lluvias
antecedentes, posibles escorrentías, manejo del embalse y pasaje de toda esa información a los
organismos correspondientes.
Si al sistema se le adiciona un modelo de lluvia-caudal, funcionando en línea con la recepción
de datos, este modelo ayudará a la toma de decisiones.
Estas acciones tienden a disminuir pérdidas materiales y de vidas.
E4. RESPUESTA: Esta etapa es clásicamente la más difícil de implementar por la gran
coordinación que es necesaria y porque debe estar totalmente exenta de ineficiencias
burocráticas, tan comunes, entre organismos de diferentes jurisdicciones.
Aparte de los convenios que pueden existir, o no, lo fundamental es el entrenamiento y la
predisposición del personal que recibe la información –Aviso de inundación, en una zona, corte
de una ruta, posible evacuación, etc.- Si esta etapa es ineficiente, no importa lo sofisticadas que
sean las etapas 1-2 y 3, el sistema fallará.
Es fundamental destacar que el personal involucrado en todas las etapas, una vez entrenado,
debe tener continuidad. La experiencia mundial en la materia indica claramente que el
mejoramiento de los sistemas telemétricos, el agregado de sofisticados radares e imágenes de
satélites y de avanzados modelos matemáticos han resultado un estrepitoso fracaso, sin una
buena coordinación y operación en la etapa de diseminación y respuesta. Igualmente el sistema
de alerta temprana ayuda a tener información útil para tomar acciones de prevención y/o
evacuación temprana, pero sistemas confiables y sencillos, si se encuentran medios para
mejorar la perfomance de las etapas de diseminación y respuestas (etapas 3 y 4) darán muy
buenos resultados.
El sistema de comunicaciones (radio, teléfono ó mejor ambos) debe ser de altísima
confiabilidad. La estación central debe tener todos sus elementos básicos duplicados, y un
excelente sistema de UPS (provisión de energía ante cortes de la energía de línea).
Algo muy importante es que en cuencas torrenciales de rápida respuesta (“Flash Floods”) el
sistema debe ser preferentemente radial VHF o UHF y con el modo evento de envío de datos
“Sistemas de verdadero tiempo real”( Burnash et al, 1979)
No resultan eficientes y confiables, en éstas circunstancias los sistemas satelitales ó meteor,
aparte de que su operación es más cara.
Finalmente los elementos claves que hacen a un sistema de alerta temprana de lluvias son:
Arreglos institucionales.
Asignación de frecuencias.
Tecnología adecuada para los fines y las condiciones climáticas e hidrológicas.
Interacción-Coordinación entre instituciones y entre personas.
Capacitación e idoneidad.
Información y conocimiento a organismos y a la comunidad (cultura del aluvión).
Tablas de inundación
Estas tablas (“Flood tables”) resultan un elemento clave de ayuda para los operadores de la
central de recepción y diseminación. Se calculan en base a estudios de tormentas históricas
(tablas de Intensidad-Duración-Frecuencia) a las condiciones de infiltración de las cuencas y a
las estaciones de la red que se ubican en cada cuenca.
En ellas se indica, la condición de humedad antecedente (en base a las lluvias antecedente de 24
48 horas), y la intensidad de la lluvia real con lo que se emiten los niveles de alerta, en la zona
que corresponde, según la afectación de la cuenca (o las cuencas) que están siendo afectadas por
la tormenta.
Estas tablas, en sistemas pequeños (comunidades chicas, áreas de turismo o recreación), pueden
reemplazar a un modelo “en línea” de lluvia-caudal.
Un problema es la ubicación de la estación base en sitios (organismos) donde no hay guardia
permanente o no se ha instalado en la estación base un equipo de suficiente duración de baterías
para mantener operable la estación central ante prolongados cortes de energía (UPS
“Uninterruptedly Power Suply”).
Nivel del lago Erogación Máxima Nivel de Alerta Acción Aguas Abajo
En los “software expertos” de manejo de la red telemétrica, se puede incluir esta tabla con
presentación gráfica del nivel real del lago y los distintos niveles de alerta.
Las tablas deben incluir el o los periodos del año que resulten ser los más críticos.
Se deben incluir también recomendaciones referidas a las situaciones de aguas abajo que están
ligados a planos de zonas con peligro y zonas vulnerables.( Capítulo 13). Se deben tener planos
de áreas afectadas para el caso de falla de la presa.
Participación Comunitaria
Como se ha expresado, la diseminación de la alerta es fundamental. Las acciones son:
Generación y divulgación de cartillas de información a los pobladores
Diseñar un sistema eficiente de aviso
En el caso de poblaciones chicas o rutas, especialmente zonas de asentamientos turísticos
(campamentos, casas rodantes, caminantes) es muy útil y fundamental el uso de alarmas sonoras
y/o luminosas en puntos estratégicos.
De acuerdo a criterios internacionales, la ocurrencia de condiciones de riesgo se definen como:
Nivel de las aguas en el área, se estiman sobrepasarán los 60 centímetros.
Velocidades de las aguas superiores a 1,50 m/s. El producto 60x1.50=90 es un número clave
(puede ser tambien 45x2=90)
Profundidad de las aguas son suficientes para dañar propiedades.
La interpretación de estas alarmas se debe explicar mediante cartillas a los ocupantes del
lugar (permanentes o temporarios)
La habilidad de una comunidad para operar y mantener un sistema de aviso temprano, varía
según sea el tipo de creciente. Los sistemas de detención de inundaciones deben ser diseñados
para cada caso, hay conceptos básicos que son estandar, pero el detalle se debe considerar para
cada caso individualmente, de modo de ajustarse a las condiciones hidrometeorológicas y al
grado de capacidad de la comunidad para operar y mantener el sistema.
La disponibilidad de opciones técnicas son cada vez más abundantes, pero de su buena
selección dependerá el éxito del sistema.
Los sistemas pueden variar desde unas pocas estaciones de nivel con operadores permanentes,
comunicados por radios con la central, cuando el tiempo de retardo de los caudales es
considerable (ie mayor de 6 horas) hasta complejos sistemas híbridos (VHF-Satélite) con
estaciones automáticas de recepción y sofisticados software expertos de análisis de la
información.
En todos los sistemas, simples o complejos, la llave del éxito es un eficiente sistema de
divulgación de la alerta en tiempo y forma. ¡Esto es fundamental! y generalmente lo más difícil
de lograr.
Los sistemas de aviso tipo “ALERT” (“Automated Local Evaluation in Real Time”) originarios
de USA (National Weather Service) se han diseñado especialmente para áreas afectadas por
crecientes aluvionales (“flash floods”) en zonas rurales o urbanas.
Es importante destacar que los sistemas para estas condiciones deben ser de respuesta
instantánea (“real real time”) igualmente la metodología para diseminar la información debe ser
de alta rapidez y eficiencia ( Fernández, 1999 ).
En sistemas pequeños esto se logra con comunicaciones radiales, telefónicas o sonoras, en
sistemas grandes se debe tener fax o comunicación radial o de telefonía celular prediseñados
para ir enviando la información de prealerta y alerta a puntos críticos de diseminación de la
información (centrales de policía, bomberos, defensa civil, etc.)
El sistema de fax, resulta costoso a través del año y es importante diseñar también sistemas de
e.mail o de páginas Web automáticamente actualizada, cada día mas frecuentes, son muy útiles
para enviar mensajes de condiciones generales de la atmósfera y pronósticos extendidos sobre
condiciones favorables y prealerta.
Para la fase de emergencia se debe verificar, al iniciarse cada campaña o periodo crítico (por
ejemplo octubre a abril) lo siguiente:
El buen funcionamiento de todos los equipos:
Estaciones telemétricas
Radar (si hay)
Frecuencias y comunicaciones radiales y validad de loa enlaces
Listado actualizado de números telefónicos de operadores y usuarios
Sistema de computadoras de la estación central y receptores
Baterías del sistema UPS
Elementos necesarios de escritorio, planillas, libros de notas, mapas y gráficos, etc.
Tener totalmente previsto los planes de ayuda ante situaciones consideradas críticas
Tener diseñado y previsto un plan de evacuación en puntos críticos (canales, diques de
detención), resulta útil la presencia de observadores con radios (handies) para informar
lo que se va observando. Prever rutas de movimiento de vehículos de apoyo
(ambulancias, bomberos, policía) y de personas.
Se debe prever vías alternativas ante la eventualidad de la pérdida de funcionalidad de parte de
la infraestructura..
Todos los años, al iniciar la temporada se deben realizar reuniones de coordinación
N = A0.28
N = Nº mínimo de pluviógrafos
2
A = Área en Km
Los métodos presentados en este libro intentan ser útiles para su aplicación en
estudios de factibilidad y de diseño hidrológico con los apropiados niveles de
seguridad basados en el criterio profesional y el juicio de los usuarios.
Las conclusiones y resultados derivados de la aplicación precisa o imprecisa
de los métodos expuestos son de exclusiva responsabilidad del usuario.
El material presentado no refleja políticas o prácticas de los organismos
y asociaciones que se mencionan,
Apéndice A
En virtud del uso aplicado del libro se ha empleado en forma exclusiva la notación algebraica de las unidades
DIMENSIONES
CANTIDAD SIMBOLO Sistema Sistema UNIDADES (SI)
Geometría L-T-F L-T-M
m (metro)
Longitud L L L cm (centímetro)
mm (milímetro)
2 2 2 2 2
Area A L L m cm mm
3 3
Volumen V/ L3 L3 m cm
Pendiente S - - m/m
Cinemática
Tiempo t T T s (segundo)
Velocidad líneal v L/T L/T m/s
Velocidad ángular w 1/T 1/T radianes/s
2 2 2
Aceleración lineal a L/T L/T m/s
2 2 2
Aceleración ángular α 1/T 1/T rad/s
3 3 3
Caudal Q L /T L /T m /s
2 2 3
Caudal por unidad de q L /T L /T m /s/m
ancho
Aceleración de la g L/T2 L/T2 m/s2
gravedad
Viscosidad v L2/T L2/T cm2/s
cinemática
2 2 2
Circulación Γ L /T L /T m /s
Dinámica
2
Masa M FT /L M g(gram.) k (kilogr.)
2 2
Fuerza F F ML/T k.m/s
2 4 3 3
Densidad ρ F/T /L M/L k/m
3 2 2 3
Peso específico γ F/L M/L T g/cm
2 2
Viscosidad dinámica µ FT/L M/LT K-s/m
2
Tensión superficial σ F/L M/T g/cm
2 2 2
Presión P F/L M/LT k/cm
2 2 2
Esfuerzo constante τ F/L M/LT k/cm
Impulso-Momento I, M FT ML/T k/s
2 2
Trabajo-Energía WE LF ML /T kgm
2 3
Potencia P LF/T ML /T kgm
s
Números adimensionales A2
V.L
Reynolds R=
v
V
1/ 2
Froude F = (g . L)
V
E = (2∆p / ρ )
1/2
Euler
V
1/ 2
Weber W = (σ / ρL)
Reynolds: Es la relación entre fuerzas de inercia y viscosidad (fricción) se usa principalmente en
problemas de tuberías.
Froude: Es la relación entre fuerzas de inercia y la gravedad, se usa principalmente en
problemas de canales.
Euler: Relación entre fuerzas de inercia y presión
Weber: Relación entre fuerzas de inercia y tensión superficial. ( se usa en modelos físicos )
Peso específico (γ) de una substancia es el peso de la unidad de volumen
P
0 =V
m
=V
0=ρ.g
A3
Densidad relativa: es la relación de la densidad de una substancia con relación a la del agua. Es un
número adimensional.
Así en el mercurio la densidad relativa es 13.6 o sea es 13.6 veces mas pesado que el agua.
IMPORTANTES EQUIVALENCIAS
Relaciones Básicas
g . cm
dina =
s2
g cm2
ergio = 1 dina x 1cm =
s2
7
1 julio (J) = 10 ergios
1 k = 9.807julio/m
k . m 1000g .100cm 100000g cm
Newton (N) = = = = 105 dinas
s2s2s2
1 Newton – m = 1 julio/m
k 10333k
1 atmósfera = 1.033 =
2 2
cm m
10.333 m de Agua
760 mm de Mercurio
105 N
1 bar =
m2
102 N 1000 dinas
1 mb (milibar) = =
2 2
m cm
1 atmósfera = 1013 mb
7
1 bar = 10 dinas
2
cm
1 Pa = 10 dinas
2
cm
1 hpa = 1000dinas
2
cm
1 mb = 1 hpa = 1000dinas
2
cm
Otras relaciones
1 Pa = 10dinas
2
cm
1 pa = 0.000010 atmósferas
4
10 dinas
1 kPa (kilopascal) = 1000 Pa =
2
cm
3
10 dinas
1 hpa (hectopascal) = 100 Pa =
2
cm
1 mb = 0.000987 atmósfera
1 mb = 0.001 bars
Relaciones básicas
Energía es trabajo
7
1 kgm (kilogrametro) = 9.8 julios = 9.8 x 10 ergios
julio
= 1vatio (W )
s
Potencia:
3
1 kW (kilowatio) = 10 vatios
75kgm
1 CV (Caballo vapor) = = 735W
s
1 HP (horse power) = 746 W = 0.746 kW
1 kW = 1.341 HP
Energía: (trabajo)
6
1 kW – hora = 3.6 x 10 julios
1 CV – hora = 270000 kgm
1 W – hora = 3600 julios
TEMPERATURA
9
Grados Fahrenheit (º F ) = . 5 (T, en grados Celsius) + 32
5
Grados Celcius (centígrados) (ºC) = 9 (T, en grados Fahrenheit – 32)
Grados Kelvin (ºK) = T en ºC + 273.16
Unidad de calor: calor necesario para producir una transformación tipo convenida.
Caloría-gramo (cal ó cal/g ): cantidad de calor que se debe suministrar a un gramo de agua para
elevar su temperatura en un grado centígrado.
Kcal = 1000 cal
2
1 Langley (Ly) = 1cal/cm
Calor latente de fusión del hielo 79.7 cal/g (a 0ºC) = 144 Btu/ libra
Calor latente de vaporización del agua 539.3 cal/g ( a 100 ºC y a 1 atmósfera) = 970 Btu/libra
UNIDADES DE TIEMPO
1 minuto = 60 segundos
1 hora = 60 minutos
1º = 0.1745 radianes
G
360º = 400
G
1º = 1.111
G
1 = 0.9º
1
Apéndice B
BIBLIOGRAFÍA
Abbott, J. (1978) “Testing of Several Runoff Models on an Urban Watershed”. HEC, Technical
Paper, No. 59.
Abbott, M., Refsgaard, J. (2002) “Distributed Hydrological Modelling”. Kluwer Academic
Publications.
Abramowitz, M., Stegun, I. (1972) “Handbook of Mathematical Functions”. Dover Publications.
Ackermann, W., Geyer, J., Izzard, C., Jons, S., Jones, D. Jr. (1968) “Systematic Study and
Development of Long Range Programs of Urban Water Resources Research”. ASCE. Press
Allen, R. (1997) “Self-calibrating method for estimating solar radiation from air temperature”.
Journal of Hydrologic Engineering, Vol. 2 No. 2. pp.56-67.
Allen, T., Hjelmfelf, Jr., Cassidy, J. (1975) “Hydrology for Engineers and Planners”. Iowa State
University Press/AMES.
Alley, W. (1976) “Guide for Collection, Analysis and use of urban stormwater data”. A Conference
report held at Easton, Maryland. ASCE Press.
Allison, S. (1967). “Review of Small Bazin Runoff Prediction Methods. ASCE Journal of Irrigation
and Drainage. Vol.93 nº IR1 pp.1-6
Almeida T., M., Fantechi, R., Moore R., Silva, V. (1991) “Advances in radar hydrology”.
Proceedings of an International Workshop held in Lisbon.
Amim, Sichani, S. (1982). “Modelling phosphorous transport in Surface runoff from agricultural
watersheds PhD, thesis Purdue University.
Amorocho, J. and Espildora, B. (1966). “Mathematical Simulation of the Snow Melting Process”.
Water Science and Eng. Paper nº 3001. Davis, California U.C.Davis.
Amorocho, J., Fernández, P., Roby, H., Fernández, J.M. (1983) “Hydrometeorological Network for
Real Time Data Collection in a Southern Hemisphere Arid Area”. Scientific Procedures Applied to
Planning, Design and Management of Water Resources System (Proceedings of the Hamburg
Symposium. AIHS), Public. No. 47.
Anderson, E. (1978) “Snow Accumulation and Ablation Model”. NOAA, Technical Report, NWS
19 U.S. Dept of Commerce, Silver Spring.
Anderson, E. and Crawford, N. (1964). “The Synthesis of Continuous Snowmelt Runoff
Hydrographs on a Digital Computer”. Dept. of Civil Eng. Technical Report nº 36. Standford Univ.
Anderson, E.A. (1976). “A point Energy and Mass Balance Model of Snowcovers” NOAA,
N.W.ST.R. nº 19 Silver Spring MD.
Anderson, E.A. (1978). “Snow Accumulation and Ablation Model in Operational Forecast
Programs and Improved Data Improvements for the N.W.Service, River Forecast System Data
Management Program Documentation”. U.S.N.W. Service, Silver Spring, MD.
Anderson, Eric. (1973). “National Weather Service River Forecast System-Snow Accumulation and
Ablation Model”. NOAA Technical Memorandum NWS HYDRO-17 Silver Spring. MD.
Aronoff, S. (1989). “Geographic Information Systems A management perspective”, Ottawa, WDL
94 pp.6-9.
ASCE (1996) “ Hydrology Handbook” ASCE press
2
Trissino e Tezze di Arzignano.Regione del Veneto – Consorzio di Bonifica Riviera Berica, Italia
Beven, K. and Kirby, M. (1979). “A physically based variable contributing area model of basin
hydrology”. Hidrol. Science Bull. 24 (1) 43-69.
Beven, K. J. and Kirby, M. (1976). “To used a simple physically-based variable contributing area of
catchment hydrology”. Working Paper nº 154 School of Geography, Univ. Leeds U.K.
Beven, K.; Lamb, R.; Quinn, P.; Romanowicis, R.; Freer, J. (1994). “Top model in Computer Model
of Watershed Hydrology” V. Singh (ed) W.R. Public. Fort Collins.
Biesecker, J.E., Tucker, L. S., Dawdy, D.R., Mc Pherson, M.B. (1977) “Guide for Collection,
Analysis and Use of Urban Storm Water Data”. A Conference Report, ASCE.
Bloch, S.C. (2000) “Excel for Engineers and Scientists”. John Willey & Sons.
Borga M., Anagnostou E.N., Krajewski W.F. (1997) “A simulation approach for validation of a
Brighlband Correction Method”. Journal of Applied Meteorology, Vol. 36, pp.1507-1518.
Borga, M., Casale, R. (eds). (1996) “Proceedings of the Workshop on: Integrating Radar Estimates
of Rainfall in Real Time Flood Forecasting”. AIDI.
Borga, M., Dalla Fontana, G. Da Ros, D., Maschi, L. (1998). “Shallow land slide hazard assessment
using a physically based model and digital elevation data”. Journal of Environmental Geology 35
(2-3), 81-88.
Borga, M., Fattorelli, S. (2000) “Monitoraggio dei Processi Idrometeorologici”. Atti del Convegno
Monitoraggio dei Processi Idrometeorologici. Bios.
Borga, M. ( 2003 ) Lezione “Master in Difesa e Manutenzione del Territorio”
Branson, F.A., Giffort, G.F., Renard, K.G. and Hadley, R.F. (1981). “Rangeland Hydrology.
Dubuque-Iowa: Kendall/Hunt.
Bras, R. (1990) “Hydrology An Introduction to Hydrologic Science”. Addison-Wesley Pub. Co.
Braud, I. (1998). “Hydrological studies using remote sensing and Gis in the region of Mendoza
(Argentina)”. Report 01/09/97 to 30/04/98 Available from LTHE, BP 53 38041 Grenoble Cedex 9.
France p 120.
Braud, I., Fernández, P., Bouraoni, F. (1999) “Study of the Rainfall-Runoff Process in the Andes
Region Using a Continuous Distributed Model”. Journal of Hydrology, No. 216, pp.155-171.
Brooks, K., Ffolliott P., Gregersen H.; Thames J. (1991) “Hydrology and the Management of
Watersheds”. Iowa State University Pres/AMES.
Brune, G.M. (1953). “Trap Efficiency of Reservoirs, Trans. Am Geophys. Union Vol.34 pp.407-
418.
Bruneau, I.; Gascuel-O.; C. Robin; P. Mesot. And Bowen, K. (1995). “Sensitivity to space and time
resolution of a hydrological model using digital data”. Hydrolog. Process 9, 69-81,
Bureau of Public Roads. (1961). “Hydraulic of Bridge Waterways”. U.S.Department of
Transportation.
Burnash, J., L. Ferral and R. McGuire. (1973). A generalized Stream flow Simulation System,
Conceptual Modeling for Digital Computer (Modelo de Sacramento) National Weather Service,
Western Region.
Burnash, R., Ferral, L., Mc Guire, R. (1979) “A Generalized stream flow Simulation System
Conceptual Modeling for Digital Computers”. State of California, Department of Water Resources.
Burnash, R.J.C. (1980) “Automated Precipitation Measurements”. National Weather Service. River
Forecast Center. Sacramento, California.
Burnham, M. (1980) “Adoption of Flood Flow Frequency Estimates at ungaged locations”. HEC,
Training. Document No. 11.
Caamaño, N.; Benedetto, H., Zamanillo, E. (1994) “Hietogramas Típicos de Tormentas Intensas en
4
Crawford, N.H. and Linsley, R. K. (1966). “Digital Simulation in Hydrology”. Stanford Watershed
Model IV. Tech Report nº 39. Dept. of Civil Eng. Standford University.
Croley II T. (2003) “Weighted-Climate Parametric Hydrologic Forecasting”. Journal of Hydrologic
Engineering, Vol. 8 (4), pp. 171-180.
Croley II, T. (2000) “Using meteorology probability forecasts in operational hydrology”. ASCE
Press .
Cunge, J.A. (1969). “On the subject of a flood propagation method” (Muskingum Method) Journal
of Hydraulics Research. Int. Association of Hydraulics Research Vol.7 nº 2 pp. 205-230.
Cunnane, C. (1988) “Method and Merits of Regional Flood Frequency Analysis”. Journal of
Hydrology, No. 100, pp. 269-290.
Curtis, D. (1994) “The Cost of Flood Warning Systems”. Conference of the Southwestern
Association of Alert Systems, Texas.
Curtis, D. (1995) “Economic Design of Rainfall Estimation for Automated Flood Warning
Systems”. First National Conference of the National Hydrologic Warning Council Baltimore.
D’Aleo, J., Torrence, L., Curtis, D. (1999) “A New Generation of Rainfall Measurement for Flood
Forecasting”. NHWC. Baltimore.
Dalrymple, T. (1960) “Flood-Frequency Analyses”. U.S. Geological Survey Manual of Hydrology
Part 3: Flood-Flow Technique, Paper No. 1543A.
Dalrymple,T. and Benson,M. (1967 ) “ Measurement of Peak Discharge by the Slope-Area
Method” U.S.Geological Suirvey. Chapter A2 Book 3
Daly, S., Peters, J. (1979) “Determining Peak-Discharge Frequencies in an Urbanizing Watershed:
A case Study”. U.S. Army Corps of Engineers, Technical Paper No. 64.
Darcy,H. ( 1856 ) “Les Fontaines Publiques de la Ville de Dijon » Victor Dalmont, Editeur. Paris
Davis, C.V., Sorensen, K.E. (ed) (1969) “Handbook of Applied Hydraulics”. Mc Graw-Hill.
Davis, D. (1974) “Storm Drainage and Urban Region Flood Control Planning”. HEC, Technical
Paper No. 40.
Davis, D. (1974)“Optimal Sizing of Urban Flood Control Systems”. HEC, Technical Paper No. 42.
De Wiest, R. (1965) “Geohydrology”. John Wiley & Sons.
Della L., D., Fattorelli, S., Provasi, S. (1976) “Determinazione delle zone omogenee per le piogge
intense nel Trentino”. Memorie del Museo Tridentino di Scienze Naturali, Vol. 21 (2), pp. 7-41.
Dillaba, T., Heatwole, C., Bennett M., Mostaghini, S., Shanholz, V., Ross, B. (1988). “Water quality
modeling for non-point source pollution control planning: nutrient transport prepared to the Virginia
Division of Soil and Water Conservation. Report nº Sw-88-02, Dept of Ag. Eng. Virginia
Polytechnic Institute and State University Blackburg, VA.
Dingman, S.L. (2002) “Physical Hydrology”. Prentice Hall.
Eagleson, P. (1970) “Dynamic hydrology”. Mc Graw-Hill.
Einstein, H.A. (1950) “The Bed-Load Function for Sediment Transportation in Open Channel
Flow”. Soil Conservation Service, Technical Bulletin No. 1026.
Espizua, L. (1986) “Fluctuations of the Río del Plomo Glaciers”. Geografiska Annales, 68A-4.
Espizua, L., Bengochea, J. (1990) “Surge of Grande del Nevado Glacier (Mendoza-Argentina) in
1984: Its Evolution Through Satellite Images”. Geografiska Annales, No. 72A-3-4.
Evarsa ( 1994,1995,1997 y 2004 ) “Estadística Hidrológica de la República Argentina” Edición del
2004 en CD
Farmer, E., Fletcher, J. (1972) “Rainfall Intensity-Duration-Frequency Relations for the Wasatch
mountains of Northen Utah”. Water Resources Research, Vol.8 (1), pp. 266-271.
Farquharson, F.A.K., Meigh, J.R., Suteliffe, J.V. (1992) “Regional Flood Frequency Analysis in
6
Arid and Semi-arid Areas”. Journal of Hydrology, No. 138, pp. 487-501.
Fattorelli, S., Borga, M., Da Ros, D. (1997) “An Integrated Distributed Hydrologic Hydraulic
Model for Flood Forecasting”. University of Padova -Beta Studio.
Fattorelli, S., Borga, M., Moore, R. (1995) “Storms, Floods and Radar Hydrology”.
st
Hydrogeological Hazards in the European Union 1 Review Meeting. Brussels.
Fattorelli, S., Casale, R.; Borga M., Da Ros, D. (1995) “Integrating radar and remote sensing
techniques of rainfall estimation in hydrologic applications for flood hazard mitigation European
Commission”. AIDI.
Fattorelli, S., Dalla Fontana. G., Da Ros, D. (1999) “Flood Hazard Assessment and Mitigation”.
University of Padova.
Fattorelli, S., Nardin, D., Fernández, P. (1985) “Estudio de la Factibilidad de la Corrección de la
Cuenca del Divisadero Largo-Mendoza-Argentina”. IILA, INCYTH Rome
Fattorelli. S.( 2003 ) “Lezione- Master in Difesa e Manutenzione del Territorio”
Fattorelli S., E Frank, A. Goio ( 2004) “ Formulazione e validazione di una metodología per il
calcolo previsionale dei danni da esondazione” XXIX Convegno di Bonifica Riviera Berica. Berica,
Italia.
Fattorelli,S.;E.Frank ( 2005 ) “ A distributed technique for flood damage assessment using GIS and
a 2D hydraulic model” . En Brebbia, C.A. and Antunes do Carmo, J.S. ( Eds ) River Basin
Management III, WIT Press, Southampton (UK) pp. 433-442
Fattorelli, S. (2005). La experiencia italiana en la prevención y mitigación de riesgos de
inundaciones. Cambio Climático en Venezuela: Nuevos retos y riesgos asociados, la experiencia
italiana. Caratas 21 y 21 de Junio de 2005.
Fattorelli, S., A Boccato, E. Frank, P. Fernández y M. M.. Montoya (2008). Medidas estructurales de
defensa contra las inundaciones: lagunas de laminación. XXIII Congreso Latinoamericano
de Hidráulica. Cartagena de Indias, Colombia, Septiembre de 2008.
Feldman, A. (1979) “Flood Hydrograph and Peak Flow Frequency Analysis”. HEC, Technical
Paper No. 62.
Fema ( 2008 ) www. fema.gov
Fernández, B., Salas, J. (1999) “Return period and Risk of Hydrologic Events I Mathematical
Formulation”. Journal of Hydrologic Engineering, Vol. 4(4), pp. 297-307.
2
Fernández, P. (1965) “Nomograma para el Cálculo de la Radiación Teórica recibida por cm de
Superficie Horizontal y por día al borde de la atmósfera para el Hemisferio Sur”. Facultad de
Ciencias Agrarias, Universidad de Cuyo, pp. 3-14.
Fernández, P. (1978) “Revisión de Hidrológía Determinística”. UBA, Escuela de Ingeniería
Hidráulica. Buenos Aires.
Fernández, P. (1987). “La Hidrología en tiempo real”. Revista Ciencia y Tecnología del Agua.
Volumen 1 nº3. Buenos Aires.
Fernández, P. (1993). “Aplicación del Modelo HEC-1”, en Curso de Técnicas Modernas de
Predicción en Hidrología. INCyTH-Beta Studio-AIDI.
Fernández, P. (1997) “Regional Analysis of Convective Storm Determined with a Dense ALERT
Network”. Second National Conference of the National Hydrologic Warning Council. St. Louis,
Missouri.
Fernández, P. y L. Fornero. (1997). “Un procedimiento para relleno y generación de series de
7
tiempo de temperatura en las cuencas de los ríos Neuquen y Limay (Argentina)”. 7º Conferencia
Internacional sobre Gestión de Lagos. “Lacar 97”.
Fernández, P., Amorocho, J., Roby, H., Maza, J., Foriero, L. (1983) “Planning Installation and
Operation of an Event-reporting Data System in an Arid Zone of Argentina”. Technical Conference
on Mitigation of Natural Hazards through Real Time Data Collection System and Hydrological
Forecasting. W.M. NOAA. Sacramento.
Fernández, P., Fattorelli, S. (2003) “A QPF Method for Mendoza City Alert System”. 2003
Conference of Flood Warning Systems. Dallas.
Fernández, P., Fattorelli, S. (2005) “Un método Termodinámico para el Pronóstico Cuantitativo de
la Precipitación Convectiva para el Alerta del Gran Mendoza”. XX Congreso Nacional del Agua.
Mendoza.
Fernández, P., Fattorelli, S., Rodriguez, S., Fornero, L. (1999) “Regional Analysis of Convective
Storms”. Journal of Hydrologic Engineering, Vol. 4 (4), pp. 317-325.
Fernández, P., Fernández, J., Fornero, L., Ciancaglini, N., Maza, J., Delgado, S. (1978) “Estudio de
las cuencas aluvionales de Jujuy y ecuaciones generalizadas para el diseño de estructuras viales”.
INC y TH.
Fernández, P., Fernández, J.M., Roby, H., Maza, J. (1983) “Implementación de una red
hidrometeorológica telemétrica para el Oeste del Gran Mendoza”. XI Congreso Nacional del Agua.
Córdoba.
Fernández, P., Fornero, L., Coccato, M., Longhini, L. (1994) “Applicazione del Modello di
Simulazione Idrológica Continua-Wadin-RT all’Alto Bacino dell Adige”. AIDI.
Fernández, P., Fornero, L., Maza, J., Rollán, R., Yánez, H. (1985) “Hidrológía del río Mendoza.
simulación matemática de las hipótesis de rotura del dique natural formado por el glaciar Grande
del Nevado del Plomo”. INC y TH, Centro Regional Andino.
Fernández, P., Fornero, L., Maza, J., Rollán, R., Yánez, H. (1986) “Dimensionado e
implementación de un sistema de alerta hidrológica para las crecientes producidas por la rotura de
un glaciar en el río Mendoza (Argentina)”. XII Congreso Latinoamericano de Hidráulica. San
Pablo.
Fernández, P., Fornero, L., Maza, J., Yánez H., (1991) “Simulation of flood waves from outburst of
glaciers-dammed lake”. Journal of Hydraulic Engineering, Vol. 117 (1), pp. 42–53.
Fernández, P., Fornero, L., Rodríguez, S. (1999) “Sistemas hidrometeorológicos en tiempo real,
lluvias, tormentas y alerta hidrológica de Mendoza”. Academia Nacional de Agronomía y
Veterinaria.nº 27 Buenos Aires.
Fernández, P., Fornero, L., Rodríguez, S. (2001) “Modelling of a Large and Complex Basin with
HEC-1”. World Water &Environmental Resources Congress ASCE. Orlando.
Fernández, P., Fornero, L., Rodríguez, S., Tarántola D., Tripodi, D. (2001) “Standard Project Storm
for Mendoza (Argentina). Determined by a Dense Hydrometeorologic Telemetric Network”.
International R&D Conference Water & Energy Central Board of Irrigation and Power. New Delhi.
Fernández, P., Maza, J., Roby, O., Fornero, L. (1990) “A Hydrometeorological Telemetric Network
for Hydrologic Research Studies in Mendoza (Argentina)”. Proceeding International Symposium on
Remote Sensing and Water Resources. Netherlands.
Fernández, P., Maza, J., Vargas, A. (1994) “Prediction of Floods From a Mountain River with
nd
ºGlacierized and Snow Covered Areas”. 2 International Conference on River Floods Hydraulics,
York. John Willy & Sons.
Fernández, P., Roby, H., Fornero, L., Maza, J. (1984) “Telemetering Hydrometeorological Network
8
Georgakakos, K.P. (1986) “A generalized Stochastic Hydrometeorological model for Flood and
Flash, flood Forecasting part I-Formulation”. Water Resources Research, Vol. 22(13), pp. 2083-
2095.
Georgakakos, K.P. (1991) “Weather Radar for Flow Forecasting Water Management and
Hydrological Design”. International Workshop on Advances in Radar Hydrology”. Lisboa.
González, J., Valdes, J.B. (2003) “Bivariate Drought Recurrence Análysis Using Tree Ring
Reconstructions”. Journal of Hydrologic Engineering, Vol. 8 (5), pp. 247-258.
Grace, R.A., Eagleson, P.S. (1967) “A model for Generating Synthetic Sequences of Short-time-
interval Rainfall Depths”. Proceedings International Hydrology Symposium Fort Collins, pp. 268-
276.
Grassi, C. (1976). “Apuntes de Hidrología Agrícola”. F.C.Agrarias, U.N. de Cuyo.
Gray, D.M. (Editor). (1973). “Handbook on the Principles of Hydrology”. Water Information
Center, Inc. New York.
Gruntfest E., Huber, C. (1999) “Toward a comprehensive National Assessment of Flash flooding in
the United States”. Cooperative Institute for Research in the Atmosphere. Fort Collins.
Gunaratnam, D.J., Perkins, F.E. (1970) “Numerical Solution of Unsteady flows in Open Channels”.
Hydrodynamic Laboratory, Report No. 127, MIT PB 196159, USA.
Guo, Y. (2001) “Hydrologic Design of Urban Flood Control Detection Ponds”. Journal of
Hydrologic Engineering, Vol. 6 (6), pp. 472-479.
Haan, C.T.; Barfield B.J., Hayes, J. C. (1994) “Design Hydrology and Sedimentology for Small
Catchments”. Academic Press.
Haestad Methods (2003) “FLOW MASTER”, Open channel, Pressure Pipe, and Inlet Design
software. In: www.haestad.com
Haestad Methods (2003) “Pond Packs” Detection Pond Design &Urban Hydrology Model. In:
www.haestad.com
Haestad Methods (2003) “Storm CAD” Storm Sewer Modeling Software. In: www.haetad.com
Hansen, E.M., Schreiner, L.C., Miller, J.T. (1982) “Application of probable maximum precipitation
th
estimates United States East of 1 05 Meridian”. NOAA, Hydrometeorological Report No. 52.
Hawkins, R.H., R. Jiang, and D.E.Woodward. (2001). “Investigation of the Initial Abstraction Ratio
in the Curve Number Method”. Presentation at American Institute of Hydrology Annual Meeting
Minneapolis MN, October 2001. [Power Point]
HEC ( 1982 ) “ Mixed Population Frequency Analysis “ HEC Training Document nº 17
HEC (1970) “Proceedings of a Seminar on Urban Hydrology”. US. Army Corp of Engineers.
HEC (1970) “Urban Hydrology” Proceedings of a Seminar, Davis, California.
HEC (1971) “Requirements and General Proceedings”. IHD. Vol. 1.
HEC (1973) Hydrograph Analysis”. IHD Vol. 4.
HEC (1975) “Hydrologic Frequency Analysis”. IHD Vol. 3.
HEC (1975) “Hypothetical Floods” IHD Vol. 5.
HEC (1975) “Reservoir Yield”. IHD Vol. 8.
HEC (1976) “Flood Control by Reservoirs”. IHD Vol. 7.
HEC (1977) “Flood Control System Component Optimization”. HEC-1 Capability, Training
Document No.9.
HEC (1978) “Flood Hydrograph Package (HEC-1) User’s Manual for Dam Safety Investigations”-
HEC (1980) “Hydropower Analysis Using Stream flow Duration Procedures” User’s Manual. HEC
(1980) U.S. Army Corps of Engineers“Walnut Creek Expanded Flood Plain Information
10
Study” City of Austin and Travis County- Texas General Report Fort Worth District USA
HEC (1982) “Hydrologic analysis of ungaged watersheds using HEC-1”. Training Document No.
15.
HEC (1984) “The NWS DAM-BREAK, Flood Forecasting Model-Users Manual”. HEC, Water
Resources Support Center.
HEC (1992) “Guidelines for the Calibration and Application of computer Program HEC-6”, HEC-
Training. Document No. 13.
HEC ( 1995) “ Mod Clark Modified Clark Runoff Simulation. User`s Manual
HEC ( 1996 ) “ A Pilot Application of Weather Radar. Based Runoff Forecasting Salt River Basin
MO PR- 31
HEC (2008). “HEC-RAS River Analysis System. Users Manual”. Version 4.01 HEC CPD-70 HEC
(2009) “Hydrologic Modeling System HEC-HMS”. User’s Manual Version 4.0 CPD-74A.
HEC-1(1998) “Flood Hydrograph Package-Users Manual” U.S. Army Corps of Engineers. CDP –
1A version 4.1
HEC-Geo HMS. (2009). “Geospatial Hydrologic Modeling extensión 4.2.92”
HEC-Geo RAS ( 2006) version 4.1.1
Henderson F. (1966) “Open channel flow”. Macmillan Company.
Henz, J. (1997) “Operationally Predictable Updraft Characteristics of Heavy Precipitation
Producing Thunderstorms”. NHWC Conference. San Diego.
Herschy, R.W., Fairbridge, R.W. (eds.) (1998) “Encyclopedia of hydrology and water resources”.
Klumer Academic Publishers.
Holtan, H., , Stitner,G. Henson,W. and Lopez, N. ( 1975 ) “ USDAHL-74 Revised Model of
Watershed Hydrology” Technical Bulletin nº 1518 Agricultural Research Service USDA
Washington D.C.
Houghton.,J.(1978). “Birth of a Parent: The Wakeby Distribution for Modeling Flood Flows” Water
Resources Research Vol.14 nº6 pp.1105-1109.
Huber, W., Heaney, J. (1977) “Urban Rainfall-Runoff-Quality Data Base”. EPA.
Huber, W., Heaney, J., Mix, S., Dickinson, R. y Polmann, D. (1981) “Storm Water Management
Model”. User’s Manual Versión III. U.S. Environmental Protection Agency (EPA).
Huff, F.A. (1967) “Time Distribution of Rainfall in Heavy Storms”. Water Resources Research, Vol.
3 (4), pp. 1007-1019.
Huff, F.A. (1970) “Spatial Distribution of Rainfall Rates”. Water Resources Research, Vol. 6 (1),
pp. 254-260.
IHMS. (1994). “Integrated Hydrological Model System” Swedish Meteorological and Hydrological
Institute , Norrköping, Sweden.
INA-ORSEP ( 2002) Estudio de la PMP en la cuenca del Río Limay ( Argentina ) Documento
Interno
INCYTH- S R H - Gob del Neuquén( 1976) “Cuencas Aluvionales de la Pcia. del Neuquén edicion
en pdf en www. INA.gov .ar
Institution of Civil Engineers (1996) “Floods and Reservoir Safety”. Thomas Telford Publications.
London.
International Comission on Large Dams. (1973). Internal report
International Hydrological Services (1987) “State of the art Automated Real time Environmental
Monitoring for Natural Hazard Mitigation”. Sacramento.
11
Jansen, R. (1980). “Dams and Public Safety”. U.S. Department of Interior-Bureau of Reclamation.
332p.
Jarret, R. (1984) “Hydraulics of High-Gradient Streams”. Journal of Hydraulics Engineering, Vol.
110 (11), pp. 1519-1539.
Jarret, R. (1990) “Hydrologic and Hydraulic Research in Mountain Rivers”. Water Resources
Bulletin, Vol. 26 (3), pp. 419-429.
Jenkinson, A.F. (1955). “The frequency distribution of the annual maximum for minimum values of
meteorological elements Quart. Jour. Roy. Met. Soc. Vol.81 pp.158-171.
Kendall, M., Stuart, A. (1968,1969) “The Advanced Theory of Statistics”. 3era Edición. Charles
Griffin & Co.
Kenneth,N. Brooks, P. Ffolliot, H. Gregersen, J. Thames “Hydrology and the Management of
Watersheds” Iowa State Univ. Press/Ames
King, H.V. y Brater, E.E. (1962). “Manual de Hidraúlica, UTEHA, México.
King, W. (1934) “El aluvión del río Mendoza en Enero de 1934”. Conferencia en el Centro
Nacional de Ingeniería. Buenos Aires.
King, W. (1935) “Observaciones adicionales sobre la obstrucción en el valle del río Plomo recogida
en febrero de 1935”. Conferencia en el Centro Nacional de Ingenieros. Buenos Aires.
Kirpich, Z. (1940). “Time of concentration of small agricultured watersheds”. Civil-Eng. (N.Y.)
Vol.10 nº 6 p.362.
Klazura, G., Kelly, S. (1995) “A comparison of high Resolution Rainfall Accumulation Estimates
th
from the WSR-88D Precipitation Algorithm with Raingage Data”. 27 Conference on Radar
Meteorology Vail, Colorado.
Knox, J. (1960) “Procedures for estimating maximum possible precipitation”. State of California.
Department of Water Resources Bulletin, No. 88.
Koussis, A.D., Lagouvardos, K., Mazi, K., Kotroni, V., Sitzmann, D., Lang, J., Zaiss, H., Buzzi, A.,
Malguzzi, P. (2003) “Flood Forecasts for Urban Basin with Integrated Hydro-Meteorological
Model”. Journal of Hydrologic Engineering, Vol. 8 (1), pp. 1-11.
Koutsoyiannis, D., Kozonis, D., Manetas, A. (1998) “A Mathematical Frame work for Studying
Rainfall Intensity-Duration-Frequency Relation ships”. Journal of Hydrology, No. 206, pp. 118-
135.
Kouwen, N., Garland, G. (1989) “Resolution considerations in using Radar Rainfall Data for Flood
Forecasting”. Canadian Journal Civil Engineering, No. 16, pp. 279-289.
Krauss, T. (ed). (1999) “Mendoza Hail Suppression Project”. Weather Modification Inc. (WMI).
Ministerio de Economía, Gobierno de Mendoza.
Krauss, T.W. (ed.) (1999) “Mendoza Hail Suppression Project-Operations Manual”. WMI-Gobierno
de Mendoza.
Kreyszic, E. (1964) “Advanced Engineering Mathematics”. John Willey & Sons.
Kuichling, E. (1889). “The relation between the rainfall and the discharge of sewers in populous
districts”. Trans. Amer. Soc. Civ. Engrs. 20, January pp. 1-56. Lawrence and DigmanDiscussion 57-
60.
Kull, D., Feldman, A. (1998) “Evolution of Clark’s Unitgraph Method to spatially Distributed
Runoff”. Journal of Hydrologic Engineering, Vol. 3 (1), pp. 9-19.
Langbein, W. (1949). “Annual flood and the partials-duration series”. Am. Geophys. Union Trans.
V 30p. 879-881
Laurence and Dingman ( 1994 ) “Physical Hydrology” Prentice Hall
Leavesley, G.H. (1973). “A Mountain Watershed Simulation Model: Fort Collins Colorado”.
12
Lebel, T., Bastin, G., Obled, C., Creutin J.D. (1987). “On the accuracy or areal rainfall estimation: a
case study”. Water Resources Research 23 (11) pp. 2123-2134.
Levi, E. (1995) “The science of water”. ASCE Press.
Linsley, R.K., Franzini, J. (1964) “Water resources engineering”. McGraw-Hill.
Linsley, R.K., Kohler, M.A., Paulhus, J.L.H. (1975,1982) “Hydrology for engineers”. McGraw-
Hill.
Llamas, J. (1997) “Planificación y Diseño de Redes Meteorológicas e Hidrométricas”. Universidad
Católica de Salvador.
Lloyd-Davies, D.E. (1905). “The elimination of storm water from sewerage systems”. Min. Proc.
Intn.civ. Engrs, 164 (2) pp.41-67.
Loague, K. and Freeze, R. (1985). “A comparison of Rainfall-Runoff Modeling Techniques on
Small Upland Catchments”. Water Resources Research 21 (2) pp. 229-248.
Lombardi, G. (1988) “Analyse Frèquentielle des Crues Distributions Bornèes”. Comission
Internationale des Grands Barrages. San Francisco.
Maddox, R.A., Chappell, C.F., Howit, L.R. (1979) “Synoptic and Meso-scale Aspects of Flash
floods Events”. Bulletin American Meteorological Society, No. 60, pp. 115-123.
Maddox, R.A., Hoxit, L.R., Chappell, C.F., Caracena, F. (1977) “Identifying Meteorological
Potential for Flash Floods Along the Cast-slopes of Rocky Mountains”. Proceeding Tenth
Conference on Severe Local Storms. American Meteorological Society. Omaha, pp. 364-372.
Maidment, D.R., (ed). (1993) “Handbook of Hydrology”. Mc Graw-Hill.
Main ,R. and C. Larson ( 1973 ) “ Modelling infiltration during steady rain” Water Resources
Research, Vol 9 nº2 pp 381-394
Maione, U, V.Roboni (2002)”Le casse di espansione” La difesa idraulica delle aree urbane, Atti del
corso di aggiornamento 1-5 ottobre 2001, Politecnico di Milano Editoriale BIOS, Cosenza
Martinec, J., Rango, A. and Roberts, R. (1994). “Snowmelt Runoff Model (SRM) User’s Manual”.
Department of Geography University of Bern.P29
Mauriño, M.F. (2004) “Generalized Rainfall-Duration-Frequency Relationships: Applicability in
Different Climate Regions of Argentina”. Journal of Hydrologic Engineering, Vol. 9 (4), pp.269-
274.
Maza, J. (1986) “Apuntes de Hidrológía Urbana”. INC y TH.
Maza, J., Fornero, L., Lutwin, C., Fernández, P. (1993) “Modelo de lluvia-caudal”. ARHymo. INC
y TH-CRA.
Maza, J., Fornero, L., Lutwin, C., Fernández, P. (2003) “Modelo ARHYMO”. INA-CRA,
Argentina.
McCarthy G. (1938). The Unit Hydrograph and Flood Routing, Presented at Conf. North Atl. Div.
U.S.Corps of Eng.
McCuen, R. (1998) “Hydrologic Analysis and Design”. 2ed. Prentice Hall.
Medina, L., Moyano, M. (1975) “Estudio piloto de lluvias intensas en la República Argentina”.
INC y TH. Buenos Aires.
Menenti, M. Editor. (1988). “Mecanismos de Aprovechamiento Hídrico en la Región Andina”.
INCyTH-CELA. Mendoza (Argentina).
MEyOSP ( 1997) “ Red Básica Nacional de Información Hídrica Dirección Nacional de Gestión de
13
Ravichandran L. I. (2008) RUSLE2. Model application for soil erosion assessment using remote
sensing and GIS. Water Resour Manage (22).
Razza, L. (1935) “El Glaciar del Nevado del Plomo”. Revista Geográfica Americana. Año 3, No.
25. Buenos Aires.
Restrepo-Posada, P.J., Eagleson, P.S. (1982) “Identification of Independent Rainstorms”. Journal of
Hydrology, No. 55, pp. 303-319.
Ritchie, J. T. (1972). “A model for predicting evapotranspiration from a row crop with incomplete
cover” Water Resources Research 8 (5) 1204-1213.
Road Research Laboratory. (1968). The Design of Urban Sewer Systems” by Watkins, L. Her
Mejesty’s stationery office, London.
Robinson, R.C. (2000) “Principles of Hydrology”. McGraw-Hill.
Rodriguez -Iturbe, I., Mejía, J.M. (1974) “The design of rainfall networks in time and space”. Water
Resources Reserch. Vol. 10(4), pp. 713-728.
Roesner, L., Shubinski, R., Aldaich, J., Camp Dresses. & McKee Inc. (1981). “Storm Water
Management Model”. Addendum I EXTRAN. U. S. Environmental Proteccion Agency (EPA).
Rossi, F.M., Versace, P. (1984) “Two component extreme value distribution for flood frequency
analysis”. Water Resources Research, Vol. 20(7), pp. 847-856.
Rouse, H., Ince, S. (1963) “History of Hydraulics”. Dover Publications.
Rowe, R. and Thomas (1942). “Comparative Hydrology to California Culverts Practice”.
California Highways and Public Works, Vol.20.
Sáenz, G. (1998) “Hidrología en la Ingeniería”. Escuela Colombiana de Ingeniería.
Sariahmed, A., Kisiel, C.C. (1968) “Synthesis of Sequences of Summer Thunderstorm Volumes for
the Atterbury Watershed in the Tucson area”. Proceedings International Association of Hydrological
Sciences Symposium. On use of Analog and Digital Computers in Hydrology, No. 2, pp. 439-447.
Satterlund, D., Adams, P. (1992) “Wildland Watershed Management”. John Wiley & Sons.
Scofield, R. (1985) “Satellite Convective Categories Associated with Heavy Precipitation”. Sixth
Conference in Hydrometeorology: Boston, America Meteorological Society, pp.42-51.
Scofield, R., Oliver, V. (1977) “A scheme for estimating convective rainfall from satellite imagery”.
NOAA, Technical Memorandum NESS No. 86.
Searcy, J.; Hardison, C., Langbein, W. (1960) “Double-Mass Curves”. U.S. Geological Survey-
Water Supply Paper No. 1541 B.
Sears, F. (1959) “Fundamentos de Física”. Aguilar.
Seoane, R., Chabasee, D. (1998) “Máximas Crecidas Históricas del Río Limay”. INA.
Servicio Meteorológico Nacional Estadísticas Climatológicas ( 1992) Buenos Aires Argentina
Sevruk, B. (1982). “Method of correction for systematic error in point precipitation measure for
operational use”. WMO Operational Hydrology Report nº 21 WNO nº 589, 9pp.
Sherman,L.K. ( 1932 ) “ Stream Flow from Rainfall by the Unit Graph Method” Eng. News Rec.
Vol 108 pp 501-505
Sierra Misco, Inc., ( 1984 ) “Telemetry Instruments Real Time Event Reporting Systems “
Singh, V. and Woolhiser, D. (2002) “Mathematical Modeling of Watershed Hydrology”. Journal of
15
Singh, V.P., Frevest, D.K. (eds) (2002) “Mathematical Models of Large Watershed Hydrology”.
Water Resources Publications.
SMI (1994) “IHMS – Integrated Hydrological Model Systems”. Swedish Meteorological and
Hydrological Institute”.
Snider, Dean. (1972). “National Eng. Handbook (NEH)”. Section 4 Hydrology Chapter 16.
Snyder, F. ( 1938 ) “ Synthetic Unit-Graph “ Trans. Am. Geophys. Union Vol 19 pp 447-454
Sorooshian, S. (1984). “Evaluation of the NWS Soil Moisture Accorting Model for automated Flash
Flood Forecasting in Small Arid an Semi-arid Watersheds”, Research Project Technical Report
37308. Univ of Arizona, Tucson, USA.
Spiegel, M.R. ( 1979 ) Manual de Formulas y Tablas Matemáticas Mc. Graw Hill
Stappung R.,and C.Ruff (2002) “Período de Retorno de Diseño de Sistemas de Aguas de Lluvias en
Chile”. Seminario Gobierno de Chile.
Stedinger, J. (1983) “Estimating a regional flood frequency distribution”. Water Resources
Research, Vol. 19(2), pp. 503-510.
Steward E.J. (1989) “Areal Reduction Factors for Design Storm Construction: Joint use of
Raingauge and Radar Data”. Proceedings of Baltimore Symposium IAHS, Publication No. 181.
Stoker, J. (1965) “Water Waves” Interscience Publishers.
Storm, D.E.; Dillaha, T., Mostaghini, S., Shanholz, V. (1988). “Modelling phosphorus transport in
surface runoff“ Trans. ASA 31, 117-127.
Strelkoff, T. (1969) “One Dimensional equation of Open Channel Flow”. Journal of Hydraulic
Division, Vol. 95, No. Hy3, pp. 861-892.
Strelkoff, T. (1980) “Comparative Analysis of Flood Routing Methods”. HEC, Research Document
No. 24.
Subsecretaría de Recursos Hídricos -Evarsa (1994, 1995,1997,2004) “Estadística Hidrológica de la
República Argentina “ La edición 2004 es en CD.
Task Committee ASCE (1994) “Alternatives for Overtopping of Dams”. ASCE Press.
Terstriep, M., Stall, J.B. (1969) “Urban Runoff by Road Research Laboratory Method”. Journal of
Hydraulic Division, Vol. 95 ( Hy6), pp. 1809-1832.
Thompson, S. A: (1999) “Hydrology for Water Management”. A.A. Balkema.
Thorne, C. (1998) “Stream Reconnaissance Handbook”. John Wiley & Sons.
Todd, D. (1966) “Groundwater Hydrology”. John Wiley & Sons.
Tragsa y Tragsatec (1998). López Cadenas del Llano (Direcciòn y Coordinación). “Restauración
Hidrológica Forestal de Cuencas y Control de la Erosión”. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid.
Tucci M., C.E. (1998) “Modelos Hidrológicos”. UFRGS & ABRH.
U.S. Army Corps of Engineers (1997) “Flood-Runoff Analysis”. Technical Engineering and Design
Guides No. 19. ASCE Press.
U.S. Department of Commerce, NOAA, NWS. Federal Emergency Management Agency. (1997)
“Watch Out – Storms Ahead”. National Hydrologic Warning Council Conference St. Louis.
U.S. Environmental Protection Agency (2004) “Storm Water Management Model” Version 5.
U.S.Army Corps of Engineers (U.SACE) (1956, 1998). “Snow Hydrology”. Portland, Oregon.
U.S: Army Corps of Engineers USACE ; (1975) “ SSARR Model Sreamflow Syntesis and
Reservoir Regulation “
16
U.S.Geological Survey (1960). “Manual of Hydrology: Part.3 Flood Flow Techniques”. Water-
Supply paper 1543 A.
U;S. Geological Survey ( 2000 ) “Modelo MODFLOW”
USBR. (1987) “Design of Small Dams”
USDA Soil Conservation Service (1969). NEH Section 4 Hydrology. U.S.Dep Of Agric.
USWRC U.S. Water Resources Council ( 1982 )”Guidelines for Determining
Flood Flow Frequency “ Bulletin nº 17 B
Varas, E., López, O. (1993) “Criterios de Regionalización”. Apuntes de Ingeniería No. 48, 89, 99.
Universidad Católica de Chile.
Varas,E. y M.Farias de Reyes ( 2000 ) “ Estudios Comparativos de Relaciones Intensidad-
Duración- Frecuencia” XIX Congreso Latinoamericano de Hidráulica
Vich,A.I. (1996) “Aguas continentales, formas y procesos” CELA, Mendoza Argentina
Waichler, S.R., Wigmosta, M.S. (2004) “Application of Hydrograph Shape and Channel Infiltration
Models to an Arid Watershed”. Journal of Hydrologic Engineering,Vol. 9, (5), pp. 433-439.
Walder, J., Costa, J. (1996) “ Outburst floods from glacier-dammed lakes: the effect of mode of lake
drainage on flood magnitude”. Earth Surface Processes and Land Forms, Vol. 21(8), pp. 701– 723.
Waldvogel, A., Federer, B., Grimm, P. (1979) “Criteria for the detection of hail cells”. Journal of
Applied Meteorology No. 25, pp. 1521-1525.
Wallis, J. (1965) “Multivariate statistical methods in hydrology-A comparison using data of known
functional relationship”. Water Resources Research, Vol. 1(4), 447-461.
Wang, B.H., Jarred, K., (1986) “Transformation of PMP to .PMF: Case Studies”. Journal of
Hydraulics, Vol. 112 (7), pp. 547-561.
Water Pollution Control Federation, WPCF (1969) “Design and Construction of Sanitary and Storm
Sewer”. ASCE Manuals and Reports of Engineering Practice No. 37.
Watkins, L.H. (1951). “Surface water drainage –a review of past research”. J. Instn. of munic.
Engrs 78 (4) pp.301-320.
Watkins, L.H. (1968) “The Design of Urban Sewer Systems”. Road Research Laboratory, Technical
Paper No. 55.
Watts, F. J., Simons, D. B., Richardson, E.V. (1967) “Variation of α and β values in a Lined Open
Channel”. Journal of Hydraulics Division, Vol. 97, No. Hy6, pp. 217-234.
Watts, W.E., Lathem, K.W., Neill, C.R., Richards, T.L., Rousselle, J. (ed.) (1989) “Hydrology of
floods in Canada: a guide to planning and design”. National Research Council Canada.
Webb, R., Cermata, R., Feldman, A. (1980) “Determination of land use from satellite imagery for
input to hydrologic models”. HEC, Technical Paper No. 71.
Whipple, Jr, W. (1974) “Proceedings of a Research Conference on Urban Runoff Quantity &
Quality”. ASCE Press.
Williams, J. and R. Hann Jr. ( 1973 ) “ HYMO: A Problem – Oriented Computer Language for
Hydrologic Modelling” Ag. Res. Service U.S. Dept. of Agriculture ARS 5-9
Wilson, E.M. (1983) “Engineering Hydrology”. Macmillan.
Wilson, W.T. (1941). “An Outline of the Thermodynamics of Snowmelt”. Trans. AGW, pt I pp.
182-195.
Wilson, W.T. (1954). “Analysis of Winter precipitation observations in the Cooperative Snow
Investigations”. Mon. Wea. Rev. Vol. 82 nº 7, pp.183-195.
Winston, W. (1965). “A Comprensive Procedure for Evaluating Snow Ablation”. Proceedings of the
nd
22 . Eastern Snow Conference Vol.10 Hanover, H.H. February 4-5.
17
Graduado en Ingeniería Civil (orientación Hidráulica) en la Universidad de Padova, desde 1980 es Profesor
Titular de Cátedra en la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales donde enseña Manejo ambiental de
cuencas hidrográficas. Ha desarrollado varios encargos académicos y entre ellos: Presidente del Curso de
Ciencias Forestales y Ambientales, Director del Curso de Maestría en Defensa y Manutención del Territorio,
Delegado del Rector para las actividades y relaciones con los Países en vías de Desarrollo, Profesor
visitante en las Universidades de Strathclyde (UK), Davis y Santa Barbara (USA), Mendoza (Argentina),
Mérida (Venezuela).
Autor de más de 150 publicaciones concernientes a: ordenación de cuencas hidrográficas, identificación y
mitigación de desastres hidrogeológicos, gestión de recursos hídricos, modelación hidrológica, monitoreo
hidrometeorológico, manejo de cuencas hidrográficas.
Responsable de Unidades de Investigación en numerosos proyectos del Ministerio de la Universidad y del
Consejo Nacional de Investigaciones, ha sido Coordinador nacional de varios Programas nacionales de
investigación científica (PRIN) para el monitoreo de desastres hidrogeológico.
Responsable Científico de varios proyectos de la Dirección Investigación y Desarrollo de la Unión Europea
(UE), con mira a la utilización del radar meteorológico en ámbito hidrológico y la implementación conjunta
de modelos meteorológicos de previsión cuantitativa de lluvia y modelos hidrológicos de previsión de
crecidas. Dichas investigaciones han determinado la realización, en Italia y en el exterior, de plataformas
tecnológicas para el monitoreo en tiempo real de eventos hidrometeorológicos a través de la integración
de sensores remotos con sensores tradicionales.
Ha desarrollados varios encargos de consultoría para organismos internacionales y europeos (IILA, FAO,
UNESCO, BM, BID, UE,…) y entre ellos: Presidente del Grupo de trabajo FAO para la Ordenación de
cuencas de montaña; Delegado Nacional del Programa UE- International Cooperation; Coordinador de
programas ambientales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Colombia y en Argentina;
Coordinador Científico del Estudio Regional de Riesgos Hidrogeológicos en el Noroeste Argentino en el
ámbito del Programa de emergencia de inundaciones del Banco Mundial (BM); miembro de misiones de
asistencia técnica de la UE en Paraguay para la redacción del Plan de manejo integral de la cuenca del río
Pilcomayo y para la realización de un Centro de Monitoreo Ambiental, y en los Países de la Comunidad
Andina para el proyecto “Asistencia para la prevención de desastres naturales”.
Desde de 2006 es Presidente del Comité técnico científico de Veneto Innovazione, sociedad de la Región
del Veneto para la promocción y desarrollo de la investigación aplicada y de la inovación tecnológica.
Desde más de 20 años es Presidente de la sociedad de ingeniería BETA Studio s.r.l., constituida en el
1977, que suministra consultoría y servicios técnicos en el ámbito de la conservación del territorio y de la
gestión de los recursos hídricos y ambientales, con acreditada experiencia nacional e internacional
(www.betastudio.it).
Ha establecido consolidadas colaboraciones con numerosas regiones italianas y entidades europeas en los
sectores de protección del territorio y gestión ambiental de cuencas hidrográficas para la aplicación de las
Directivas Marco UE del Agua. Con base en su amplia experiencia científica y profesional, en el último
decenio ha particularmente profundizado los aspectos tecnológicos (utilización de instrumentos avanzados
para la teledetección LiDAR, y realización de mapas del territorio), y financiarios (project financing,
acuerdos de programa) para la realización de intervenciones para la protección del territorio contra
desastres naturales.
Es miembro de numerosas asociaciones científicas (AWRA, SCS, IUFRO, AII, AIA) y de importantes
Academias internacionales.
CURRÍCULUM PROF. ING. PEDRO C. FERNÁNDEZ
Autor o Coautor de más de 100 trabajos de investigación Ha realizado en forma directa trabajos
profesionales o de docencia para organismos provinciales, nacionales e internacionales como OEA,
Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, CIDIAT, AIDI.
Patrocinadores
La Associazione Italiana Di Idronomia (AIDI) es una asociación sin fines de lucro, fundada
en 1981 por profesores de las Universidades de Padova, Torino, Florencia y Bari, que tiene su
sede en el Campus de Agripolis de la Universidad de Padova y está formada por expertos en
planificación y gestión de recursos hídricos y manejo de cuencas.
De acuerdo con los propósitos de su estatuto, la Asociación sigue dos líneas principales: la
línea técnica-científica, con el objetivo de realizar estudios e investigaciones en
radarmeteorología, agrometeorología, hidrología, hidráulica y conservación de suelos, y la
línea académica-cultural, con el objetivo de promover la difusión de los conocimientos en el
ámbito de la hidrología y del manejo ambiental de cuencas.
Beta Studio s.r.l. es una sociedad de Ingeniería que suministra Consultoría y Servicios
Técnicos en el ámbito de la conservación, planificación y gestión de los recursos hídricos
naturales.
Orientada hacia la innovación, en el curso de su actividad BETA Studio ha perfeccionado
constantemente su competencia técnica y proporcionado nuevas soluciones en el campo de la
planificación y gestión ambiental, a través de la aplicación de tecnología y gestión ambiental,
a través de la aplicación de tecnologías avanzadas (redes de telemedición, radares y satélites
meteorológicos, teledetección satelital, IFSAR, LIDAR, GIS, ...). En particular , BETA Studio
ha desarrollado una peculiar experiencia en la implementación de una amplia gama de
códigos de cálculo, desde los más operativos hasta los más evolucionados modelos
hidráulicos bidimensionales de lecho fijo y móvil.