Este documento relata la historia del pastor Ock Soo Park y cómo experimentó la obra de Dios en su vida a través de varias dificultades. En su juventud, el pastor luchó con la fe y pecó repetidamente, pero finalmente encontró el perdón a través de Jesucristo. A lo largo de su ministerio, el pastor vio cómo Dios provió para sus necesidades a través de donaciones milagrosas de comida y dinero de extraños. A pesar de las dudas, Dios usó al pastor para establecer varios ministerios exitos
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Este documento relata la historia del pastor Ock Soo Park y cómo experimentó la obra de Dios en su vida a través de varias dificultades. En su juventud, el pastor luchó con la fe y pecó repetidamente, pero finalmente encontró el perdón a través de Jesucristo. A lo largo de su ministerio, el pastor vio cómo Dios provió para sus necesidades a través de donaciones milagrosas de comida y dinero de extraños. A pesar de las dudas, Dios usó al pastor para establecer varios ministerios exitos
Este documento relata la historia del pastor Ock Soo Park y cómo experimentó la obra de Dios en su vida a través de varias dificultades. En su juventud, el pastor luchó con la fe y pecó repetidamente, pero finalmente encontró el perdón a través de Jesucristo. A lo largo de su ministerio, el pastor vio cómo Dios provió para sus necesidades a través de donaciones milagrosas de comida y dinero de extraños. A pesar de las dudas, Dios usó al pastor para establecer varios ministerios exitos
Este documento relata la historia del pastor Ock Soo Park y cómo experimentó la obra de Dios en su vida a través de varias dificultades. En su juventud, el pastor luchó con la fe y pecó repetidamente, pero finalmente encontró el perdón a través de Jesucristo. A lo largo de su ministerio, el pastor vio cómo Dios provió para sus necesidades a través de donaciones milagrosas de comida y dinero de extraños. A pesar de las dudas, Dios usó al pastor para establecer varios ministerios exitos
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NOMBRE: Moisés Flores Vizuet Tijuana B.C.
UNA SEMILLA DE MOSTAZA.
El pastor Ock Soo Park compartía que su madre desde joven se
congregaba en una iglesia, después ella comenzó a llevar a la congregación a él y sus hermanos. El desde joven empezó a congregarse y participaba en las actividades de la iglesia. Conforme fue creciendo él tenía dificultades y cuando iba a la iglesia sufría mucho, en el trabajo no le iba bien hasta que un día decidió escapar de Seúl por haber hecho algo malo y sentía temor quedarse allí así que decidió viajar a su tierra con su padre y hermanos. Andaba con sus amigos haciendo cosas malas, bebía y fumaba… ya no podía seguir estudiando, ni tampoco trabajar, hasta que pensó en entrar a servicio militar pero lo habían rechazado y por esa causa quería matarse pero fue incapaz de hacerlo. Él dice que se sentía cómodo pecar, pero cuando iba a las reuniones de la iglesia se sentía atormentado y se arrepentía, siempre confesaba sus pecados y lloraba pero eso no le daba resultado porque se arrepentía y volvía a pecar, se arrepentía y volvía a pecar… hasta que por la gracia de Dios recibió el perdón de los pecados reconociendo el sacrificio que Jesucristo hizo por nosotros, entonces desde ese momento comenzó a cambiar asombrosamente. Comenzó a incrementar la fe y confiar en el señor ya que cuando no lo hacía buscaba la ayuda humana, pero desde que comenzó a aprender a vivir confiando solamente en Dios, él podía experimentar las cosas que Dios le tenía preparado para su vida.
El pastor relataba que cuando llegaba la dificultad, y no tenía la fe de
que Dios estaba junto a él, vivía preocupado y angustiado. Una vez ese misionero que los entrenaba les mando a un viaje de misionero a otra ciudad y les d
io que no deben llevar dinero de sus casas, o ganar dinero y tampoco
insinuarle a otras personas que no tienen dinero. Él y sus compañeros tenían esperanza de que el misionero iba a comprarles los alimentos pero nunca les dio nada, solo les decía: pidan a Dios todas las cosas. Cuando el pasaba hambre y tenía dificultades… él tenía muchos pensamientos y no podía distinguir bien entre la obra de Dios y la obra humana. Un día ese misionero les dijo que se prepararan para su viaje sin dinero y partieron. Mientras iban caminando y no tenían para comer se preocupaban más por esa situación ni siquiera sabían en dónde dormir hasta que encontraron un salón de culto y para la mañana tenían abundante comida en la mesa y pudieron dormir allí también. Cuando iban de regreso en el tren una persona quería comprarles comida pero como los negocios estaban cerrados se decidió darles el dinero a ellos para que ellos compraran por su cuenta, hasta pudieron comprar el boleto hasta su destino… ese día el pastor pudo ver como trabajaba Dios en ellos.
En otra ocasión, en un viaje de misionero se toparon a una persona
que estaba en la calle y estaba borracho… pero aun así decidieron llevarlo hasta su casa y llegando allá los familiares de esa persona le dieron mucha comida y una habitación cálida. El pastor nuevamente pudo ver a obra de Dios en ellos y estaba muy agradecido por eso. También el pastor decía que constantemente humillaba su corazón y que se frustraba porque nadie recibía la salvación y cuando los seminaristas salían a predicar las personas recibían la salvación y testificaban acerca de ello, y eso le ocasionaba desconsuelo en el corazón. En ese tiempo sus compañeros os invitaban desde diferentes ciudades a predicar y que a el nadie lo invitaba a sus barrios ni iglesias ni lo reconocían como predicador. Finalmente decidió ir a un pueblo que está en las montañas llamado Apkokdong. Dios lo humillaba porque quería usarlo grandemente para e evangelio, pero primero él tenía que bajar su corazón.
Después de mudarse a ese pueblo empezó a compartir el evangelio a
una señora que había conocido en ese pequeño pueblo, ella había dejado de hacer todo lo que estaba haciendo para escuchar la predica del pastor y ella ya estaba segura de su salvación y fue salva de todos sus pecados. Ella finalmente estaba agradecida con Dios y comenzó a predicar el evangelio a la gente de la comunidad y poco a poco recibían la salvación y por medio de las oraciones y la palabra que Dios le daba, algunos hermanos eran libres de enfermedades y eran sanados y ya eran salvos. Por esa hermana el pastor pudo ver la obra de Dios en ellos. Un día él tenía que salir a otra ciudad pero no tenía para el pasaje así que oro para poder asistir y aunque tenía dificultades con eso, pensaba muchas veces visitar a un tesorero y pedirle prestado dinero para el viaje, pero luego se acordó que no tiene que depender de los hombres sino de Dios, así que eso le dio paz en su corazón y más adelante mientras caminaba en la calle… por la gracia y la fe una hermana que estaba a bordo le pago el boleto del autobús y en todo momento Dios le ha dado todo lo que ha pedido en oración.
Cuando el pastor estaba en el servicio militar, un día se despertó sin
guantes y él era el único que estaba sin guantes. Por eso él estaba preocupado y con mucho temor de que lo descubrieran y lo castigaran. Por eso muchas veces satanás utilizaba la mente del pastor para robar unos guantes y aunque quería hacerlo, él se sentía incómodo que no podía hacerlo porque ya no era el el que hacia las cosas conforme a sus pensamientos sino que Dios trabajaba en su vida, finalmente decidió no robarlos y esperar el tiempo de Dios aunque lo golpearan. Así que oro toda la noche y por la mañana su compañero se dio cuenta que no tenía guantes así que él le dio un par y Finalmente se decía agradecido con lágrimas porque Dios estaba con el siempre donde él estaba. Cuando él estaba en el servicio militar comenzó a predicarle la palabra a muchos soldados y empezaba a crecer poco a poco el evangelio que muchos soldados recibieron la salvación. Recibió la gracia para quedarse en el cuartel para quedarse a compartir la palabra y también obtener un salón de culto y pudo predicar la palabra de Dios. Hasta el general un día entro al aula y escuchaba la palabra del siervo de Dios y confesaba que antes creía en Dios pero que por estar allí ya no podía o no tenía tiempo para leer la palabra. Ese general ayudo mucho al pastor que se cumpliera la voluntad de Dios y estaba muy abierto a la palabra y lo admiraba mucho a él.
Después de que el pastor salió del servicio militar él no tenía dinero,
ni casa ni nada. Así que decidió ir a una ciudad donde le predico a los niños y ahí recibió algo de dinero… y con eso pensaba rentar una habitación para predicar. Comenzó a orar y así oraba mientras buscaba y no había respuesta alguna. A veces viajaba a lugar donde vivía antes y un día se encontró con un extranjero y con el tiempo se hicieron amigos y vivieron juntos. Un día ese extranjero e dio una buena cantidad de dinero y con eso pudieron mudarse a otra ciudad y alquilar una habitación y como siempre estaba muy agradecido por la situación. A pesar de las dificultades que pasaba tener un problema con la casa que había alquilado algunas personas le ayudaron y le dieron dinero para sus necesidades y se dio cuenta que sus necesidades provienen del cielo.
Hubo un tiempo que la pasaba realmente difícil porque él y su familia
no tenían para comer, no tenían calefacción y el piso estaba frio. Un día lego una conocida y le dio dinero, cuando ellos vieron como Dios les ayudaba, estaban felices y llorando de emoción. El pastor muchas veces se sentía desconfiado de Dios y no le creía porque miraba su situación como humano y no esperaba el tiempo de dios, por eso se sentía avergonzado pero cuando vio la ayuda de Dios todo cambio. Con el tiempo, el comenzó a abrir una escuela para seminaristas, abrió la radio, la TV, púbico libros también, empezó a enviar misioneros a otros países, fundo el coro gracias y abrió la fraternidad de jóvenes internacionales conocida por sus siglas en inglés (IYF).Al principio la gente decía que como iba a hacer eso, que era imposible y le decían algo así como: se vale soñar pero no exagere porque todo era como una falsa ilusión. Pero el pastor recibió la promesa de Dios que decía que orara y pidiera y Jesucristo le abría los caminos. Paso tantas dificultades, tropiezos, persecución en el mundo, pero Dios siempre le ha mostrado que siempre hay una salida, y que por medio de la palabra de Dios, los problemas se resolvían por si solos y que no depende de uno. Nosotros también debemos esperar el tiempo de Dios, que el tiempo es de él, no de nosotros mismos. Debemos saber que Dios ya nos tiene un camino preparado para nosotros, solamente debemos creer en su palabra y que ya está hecho todo. A veces no entendemos por qué nos suscitan las cosas, ni por que Dios nos permite los fracasos, los tropiezos y las aflicciones en la vida, hasta que después maduramos en la palabra nos podemos dar cuenta de cuál es el propósito de Dios.
Esto nos enseña a madurar como personas, para ser personas de
bien y sobretodo llegar a conocer de más cerca a nuestro señor Jesucristo. Cuando lo reconocemos a él como nuestro mediador y nuestro padre, todo viene por añadidura. Cuando uno no cree en el plan de Dios, y sigue su propio esfuerzo, esa persona tendrá una vida muy difícil y con llenos de problemas en la vida.
Debemos agradecer que estamos en la esfera de Dios, que nos sacó
del mundo y lo mundano para estar con él en la eternidad, que ya somos limpios, perfectos, y santos delante de los ojos de Dios y somos salvos. Eso es un regalo perfecto para los que lo creemos así. Que nos enseña siempre vivir por la fe y la gracia de nuestro señor Jesucristo.