El Pastorcito Mentiroso
El Pastorcito Mentiroso
El Pastorcito Mentiroso
Sin embargo, al día siguiente, si que apareció el lobo y, además, tenía mucha
hambre. El pastorcito gritó con todas sus fuerzas en auxilio porque el lobos
estaba llevando a todas las ovejas. Los aldeanos oyeron las voces pero hicieron
caso omiso, pues pensaron que era un mentiroso y que ya les había tomado el
pelo dos días seguidos.
Ante el lobo feroz poco tenía que hacer pastorcito, así que se escondió detrás de
un árbol y vio como el lobo le robaba todas las ovejas de su rebaño.
Aquel día el pastorcito perdió todas las ovejas pero aprendió una gran lección,
a los mentirosos nadie les cree.
El pastorcito tuvo que trabajar muy duro los siguientes meses, cortando leña del
bosque para poder pagar las ovejas robadas y, por supuesto, no volvió a decir
mentiras.