Adolf Hitler nació en 1889 en Austria. Fue un estudiante mediocre que no pudo ingresar en la Academia de Bellas Artes. Sirvió en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. En 1919 se unió al Partido Obrero Alemán, que luego se convertiría en el Partido Nazi, del cual llegó a ser su líder. Bajo su liderazgo, el partido ganó popularidad y en 1933 Hitler fue nombrado Canciller de Alemania, estableciendo pronto un régimen dictatorial. Eventualmente llevó
100%(2)100% encontró este documento útil (2 votos)
2K vistas3 páginas
Adolf Hitler nació en 1889 en Austria. Fue un estudiante mediocre que no pudo ingresar en la Academia de Bellas Artes. Sirvió en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. En 1919 se unió al Partido Obrero Alemán, que luego se convertiría en el Partido Nazi, del cual llegó a ser su líder. Bajo su liderazgo, el partido ganó popularidad y en 1933 Hitler fue nombrado Canciller de Alemania, estableciendo pronto un régimen dictatorial. Eventualmente llevó
Adolf Hitler nació en 1889 en Austria. Fue un estudiante mediocre que no pudo ingresar en la Academia de Bellas Artes. Sirvió en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. En 1919 se unió al Partido Obrero Alemán, que luego se convertiría en el Partido Nazi, del cual llegó a ser su líder. Bajo su liderazgo, el partido ganó popularidad y en 1933 Hitler fue nombrado Canciller de Alemania, estableciendo pronto un régimen dictatorial. Eventualmente llevó
Adolf Hitler nació en 1889 en Austria. Fue un estudiante mediocre que no pudo ingresar en la Academia de Bellas Artes. Sirvió en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. En 1919 se unió al Partido Obrero Alemán, que luego se convertiría en el Partido Nazi, del cual llegó a ser su líder. Bajo su liderazgo, el partido ganó popularidad y en 1933 Hitler fue nombrado Canciller de Alemania, estableciendo pronto un régimen dictatorial. Eventualmente llevó
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3
Nombre: Santiago Gómez R.
Curso: 3ro B
Nació el 20 de abril de 1889 en Braunau am
Inn (Austria). Hijo de Alois Hitler, un funcionario de aduanas aficionado al alcohol, y de la campesina Klara Hitler, por quién su hijo sintió toda su vida una gran devoción.
Adolf Hitler fue un estudiante mediocre que no llegó
a finalizar la enseñanza secundaria. Solicitó el ingreso en la Academia de Bellas Artes de Viena, pero no fue admitido por carecer de talento. Permaneció en esa ciudad hasta 1913, donde vivió gracias a una pensión de orfandad y a algunos ingresos de los cuadros que pintaba.
En la I Guerra Mundial se alistó como voluntario en el Ejército bávaro. Hitler
demostró ser un soldado entregado y valiente, aunque la más alta graduación que consiguió fue la de cabo, debido a que sus superiores consideraban que carecía de dotes de mando. Tras la derrota de Alemania en 1918, regresó a Munich y permaneció en el Ejército hasta 1920. Fue nombrado oficial de instrucción y se le asignó la tarea de inmunizar a los soldados a su cargo contra las ideas pacifistas y democráticas. Hitler se unió al Partido Obrero Alemán, de signo nacionalista, en septiembre de 1919, y en abril de 1920 le dedicaba ya todo su tiempo. En esa época, había sido rebautizado como Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo (conocido abreviadamente como partido Nazi) y Hitler fue elegido en 1921 su presidente (Führer) con poderes dictatoriales. Difundió su doctrina de odio racial y desprecio por la democracia en los numerosos mítines que organizó y, mientras tanto, las organizaciones paramilitares del partido aterrorizaban a sus enemigos políticos. No tardó en convertirse en una figura clave de la política de Baviera gracias a la colaboración de oficiales de alta graduación y empresarios adinerados.
En noviembre de 1923, en un momento de caos político y económico, encabezó
una rebelión en Munich contra la República de Weimar, en la cual se autoproclamó canciller de un nuevo régimen autoritario. No obstante, el conocido como putsch de Munich fracasó por falta de apoyo militar. Adolf Hitler fue sentenciado a cinco años de prisión como líder del intento de golpe de Estado, y dedicó los ocho meses de condena que cumplió a redactar su autobiografía: Mein Kampf (Mi lucha). Fue liberado gracias a una amnistía general en diciembre de 1924. Durante la crisis económica de 1929, muchos alemanes aceptaron su teoría que la explicaba como una conspiración entre judíos y comunistas. Consiguió atraer el voto de millones de ciudadanos prometiendo reconstruir una Alemania fuerte, crear más puestos de trabajo y devolver la gloria nacional. La representación del partido nazi en el Reichstag pasó de 12 diputados en 1928 a 107 en 1930. El partido continuó creciendo durante los dos años siguientes aprovechando la situación creada por el aumento del desempleo, el temor al comunismo y la falta de decisión de sus rivales políticos. En septiembre de 1931, su media sobrina Geli Raubal, se suicidó con el arma de Hitler en su apartamento de Munich. Se cree que Geli mantuvo una relación romántica con su tío y que su muerte fue una fuente de dolor duradera.
Cuando Hitler fue nombrado canciller en enero de 1933, los grandes
empresarios esperaban poder controlarle con facilidad. Pese a lo previsto por el poder económico, una vez que accedió a la jefatura del gobierno, no tardó en autoproclamarse dictador de la nación, acumulando la presidencia del Reich y de la cancillería con el título de Reichsführer. Miles de ciudadanos contrarios al partido nazi fueron enviados a campos de concentración y se eliminó cualquier asomo de oposición. Su mayoría parlamentaria le permitió aprobar una ley que transfería al partido nazi el control de la burocracia y del sistema judicial, reemplazaba los sindicatos por un Frente del Trabajo alemán dirigido también por los nazis y prohibía todos los partidos políticos excepto el Nacionalsocialista. Las autoridades nazis tomaron el control de la economía, los medios de comunicación y todas las actividades culturales, haciendo depender los puestos de trabajo de la lealtad a su ideología. Contaba con su policía secreta, la Gestapo, y con las cárceles y campos de concentración para intimidar a sus oponentes, aunque la mayoría de los alemanes le apoyaban con entusiasmo.
El avance de la industria armamentística acabó con el desempleo, los
trabajadores se vieron atraídos por un ambicioso programa de ocio y los éxitos alcanzados en política exterior impresionaron a la nación. De este modo, consiguió moldear al pueblo alemán hasta convertirle en la herramienta flexible que necesitaba para establecer el dominio de Alemania sobre Europa y otras partes del mundo. Ridiculizó el concepto de igualdad entre los seres humanos y reivindicó la superioridad racial de los alemanes. Puesto que se consideraban miembros de una raza superior, creían tener derecho a dominar a todas las naciones a las que habían sometido.
Adolf Hitler inició el rearme de Alemania en 1935 (en contra de lo acordado en
el Tratado de Versalles que había puesto fin a la I Guerra Mundial en lo referente a la derrotada Alemania), envió tropas a la región desmilitarizada de Renania en 1936, y anexionó Austria y los Sudetes (Sudeten); de Checoslovaquia en 1938. El resto del territorio checoslovaco quedó bajo control alemán en marzo de 1939. Hitler acudió en ayuda de las tropas rebeldes de la Guerra Civil española (1936- 1939), encabezadas por Francisco Franco. Ninguno de los líderes de otros países se opuso a estas acciones, desconcertados ante el temor de que se produjera una nueva guerra. Firmó el pacto de neutralidad Germano- soviético con la promesa de que cedería a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) una parte del territorio de Polonia cuando esta nación fuera derrotada, para lo cual la atacó en septiembre de 1939. Los polacos fueron sometidos con rapidez y sus aliados, los británicos y los franceses, que habían declarado la guerra a Alemania, no pudieron hacer nada para ayudarles. Las fuerzas de Hitler invadieron Dinamarca y Noruega en la primavera de 1940 y, pocas semanas después, vencieron a las tropas de los Países Bajos, Bélgica y Francia. La derrota de Gran Bretaña pudo evitarse gracias a la intervención de las Fuerzas Aéreas Reales (RAF), que rechazaron a la Luftwaffe (fuerzas aéreas alemanas). Volvió su atención hacia la Unión Soviética. El primer paso de Adolf Hitler fue conquistar la península Balcánica para proteger este flanco. La invasión de la URSS, que comenzó en junio de 1941, no tardó en llevar a los ejércitos alemanes a las puertas de Moscú pero los rusos les obligaron a retroceder en diciembre, precisamente cuando Estados Unidos decidió intervenir en el conflicto. A medida que transcurría el tiempo, la derrota se hacía más inevitable, pero Hitler continuaba negándose a capitular ante la creencia de que Alemania no merecía sobrevivir por no haber conseguido cumplir su misión. Por otro lado, el plan destinado a exterminar a los judíos seguía su marcha durante todo este periodo, y los innumerables trenes que transportaban a los millones de prisioneros a los campos de concentración representaban una lacra para el esfuerzo económico de la guerra. En julio de 1944, un grupo de oficiales organizó una conspiración para asesinarlo y poner fin a la contienda, pero el plan fracasó. A finales de 1944, el Ejército Rojo y los aliados occidentales avanzaban hacia Alemania. El 16 de diciembre, lanzó una ofensiva en las Ardenas que fracasó.
El 20 de abril, en su 56 cumpleaños, hizo su última aparición pública saliendo del
Führerbunker (refugio del Führer) a la superficie. En el jardín en ruinas de la Cancillería del Reich, entregó Cruces de Hierro a algunos niños soldados que luchaban cerca de Berlín. El 23 de abril, el Ejército Rojo rodeaba por completo Berlín y Joseph Goebbels instaba a sus ciudadanos a defender la ciudad. En ese mismo día, Hermann Göring argumenta que estando Hitler aislado en Berlín, él, Göring, debe asumir el liderazgo de Alemania. Hitler respondió mandando arrestar a Göring. En 28 de abril descubrió que Heinrich Himmler, que salió de Berlín el 20 de abril, trataba de negociar la rendición con los aliados occidentales, por lo que también ordenó su arresto.
Finalmente, dejando tras de sí a una Alemania invadida y derrotada, después de
la medianoche el 29 de abril, se casó con Eva Braun con una simple ceremonia en el Führerbunker. Tras un desayuno de boda con su esposa, dictó a su secretaria Traudl Junge, su testamento. En esa misma tarde, fue informado de la ejecución de Benito Mussolini. El 30 de abril de 1945, después de un intenso combate calle a calle y casa por casa, cuando las tropas soviéticas se encontraban dentro de una o dos cuadras de la Cancillería del Reich, Hitler y Braun se suicidaron; Braun mordió una cápsula de cianuro y Hitler se pegó un tiro. Sus cuerpos fueron sacados por la salida de emergencia del búnker hasta el jardín bombardeado detrás de la Cancillería, donde tras ser colocados en un cráter hecho por una bomba, fueron rociados con gasolina y quemados mientras continuaba el bombardeo del Ejército Rojo.
Durante su juventud fumaba de 25 a 40 cigarrillos al día hasta que lo dejó porque
el hábito le suponía "una pérdida de dinero". Comenzó a tomar anfetaminas ocasionalmente desde 1937 y se convirtió en adicto a finales de 1942. Hitler fue vegetariano. Tenía a su servicio un invernadero construido cerca del Berghof que le aseguraba un suministro constante de frutas y hortalizas frescas durante toda la guerra. Evitó públicamente alcohol aunque de vez en cuando bebía cerveza y vino en privado. Dejó de beber definitivamente en 1943 debido a su aumento de peso. Diversos investigadores han sugerido que sufrió de enfermedades como síndrome de intestino irritable, lesiones en la piel, latidos cardíacos irregulares, esclerosis coronaria, Parkinson, sífilis y el tinnitus. En un informe preparado para la Oficina de Servicios Estratégicos en 1943, Walter C. Langer de la Universidad de Harvard le describió como "psicópata neurótico".
Paula Hitler, el último miembro vivo de su familia cercana, murió en 1960.
Los objetivos de las OPSIC que se relacionen con la nación anfitriona y las fuerzas aliadas son esencialmente los mismos y están dirigidos hacia el desarrollo y mantenimiento de la moral de las fuerzas de la nación anfitrio