Estudio Autodidacta Del Quechua Chanca
Estudio Autodidacta Del Quechua Chanca
Estudio Autodidacta Del Quechua Chanca
Introducción:
El runa simi es conocido por haber sido el idioma oficial del Tahuantinsuyo, el imperio Inca,
no siendo ellos los primeros en usarlo, pero sí, los que lograron su unificación y la
expansión de la lengua. Desde la historiografía oficial se ha sostenido la hipótesis de que el
quechua es una lengua ágrafa, es decir que no posee escritura en el sentido occidental del
término.
El quechua fue una de las lenguas generales que se impusieron después de las conquistas
inca y española para servir como vínculo homogeneizador para la comunicación y el
comercio en Latinoamérica: “(Los indios) cuando alcanzaban a saber la lengua del Cuzco,
parece que echan de sí la rudeza y torpeza que tenían (Comentarios del Inca Garcilaso)”. El
rey Felipe II, por Cédula Real del 19 de septiembre de 1580, “ordenaba que las
universidades de Lima y México y en las ciudades donde hubiera audiencias reales (como
Quito), se establecieran cátedras de la lengua general de los indios”. En 1583, el Concilio
Limense determinó que se enseñara las oraciones y se catequizara a los indios del
virreinato del Perú en quechua, sin obligarles a que aprendieran la lengua castellana a no
ser que lo quisieran por su propia voluntad.1
Resulta insostenible la idea de que una de las variedades actuales del quechua sea el
quechua “verdadero”, ni siquiera la variedad cuzqueña cuya importancia en la historia
andina es muy alta. Todas las lenguas cambian con el pasar del tiempo, y es por ello que en
cada lugar en que se habla el quechua encontraremos muchas particularidades distintivas.
Una vez comprendido que el quechua no es patrimonio de ningún país, podremos apreciar y
defender su naturaleza diversa.
Considerando las gran cantidad de variantes del quechua, nosotros hemos procedido a
hacer un recorte, por lo cual trabajaremos únicamente con la variación del quechua
ayacuchano o quechua chanca.
La mayor parte de las gramáticas y didácticas del quechua comienzan su labor con la
explicación del alfabeto y las particularidades de la pronunciación del idioma en contraste al
castellano. Nosotros hemos considerado conveniente explicar algunas cuestiones generales
acerca de la lengua que ayudarán a aquellos que no tengan experiencias previas en el
estudio teórico de otras lenguas.
1
Ver más en:
https://www.um.es/tonosdigital/znum22/secciones/estudios-23-primeros_contactos_del_espanol_con
_las_lenguas_indigenas.htm
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La construcción de las palabras en el runa simi tiene un ordenamiento interno que debe ser
respetado:
A la izquierda se ubica la raíz, después los sufijos derivacionales (estos dos forman el
“tema” de la palabra). Después se colocan los sufijos flexivos y al final los sufijos
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Finalmente hay que mencionar que así como el castellano, el quechua posee una estructura
básica del orden o sintaxis de la oración. En castellano tenemos el orden característico:
Sujeto – Verbo – Objeto.
El niño va al pueblo
El niño al pueblo va
Este orden aunque no aparece en el cien por ciento de las oraciones, es sin duda muy
frecuente, y la posición del verbo al final es casi obligatoria.
Alfabeto y pronunciación:
El quechua chanca es una variante del runa simi a la que algunos consideran como la más
“neutral” de entre las que conservan los rasgos prehispánicos más representativos. En el
quechua chanca el alfabeto o achahala es el siguiente:
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ACHAHALA
a ch h i k l ll
m n ñ p q r s
t u w y
CASTELLANO
b c d e f g
j o v x z
Como se indicó anteriormente, el runa simi usa el alfabeto castellano. Este no funciona del
todo para representar los sonidos del quechua.
Acentuación:
misikunapaq aq
misikunáp para los gatos
En el quechua chanca no hay palabras esdrújulas, pero sí existen casos en los que aparece
una acentuación aguda (en la última sílaba), y estas, generalmente, tienen un valor
pragmático muy marcado, por ejemplo expresiones de exclamación:
También tienen una acentuación aguda expresiones con valor enfático, y preguntas
formadas con la partícula “rí”, como “qamrí?” que significa “¿y tú?”, así como, arí que
significa, sí.
Los sonidos que se deben tener en cuenta para pronunciar en quechua chanca son los de
las letras h, q, ll y r.
La “h” en quechua no es muda, tiene un sonido construido con una aspiración ligera que
nace desde la zona glotal (el cogote) sumado al sonido de la “j” en castellano.
La r del quechua es siempre la de “caro” y no la de “ca-rro”, por ejemplo: runa (ser humano
o persona ) y rinri (oreja). Además, los sonidos de las letras “y” y “w” (semiconsonantes o
semivocales) corresponden a sonidos ligeramente parecidos de la i y la u respectivamente
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cuando aparecen en formas átonas en el castellano (en palabras como aire y agua) sin
que esto signifique que dejen de ser tomadas en cuenta por el quechua chanca como
consonantes.
Sonido de la vocales:
Como esta revisión corresponde al quechua chanca solo emplearemos las vocales a, i, u
que comparten el mismo sonido que en el castellano. Sin embargo, otras variantes, como
las de algunas regiones de Ecuador postulan su escritura con cinco vocales. En todo caso,
las vocales “e” y “o” parecen realizaciones de la “i” y la “u”, solamente posibles cuando
aparece la letra “q” en el mismo contexto.
.
Los pronombres personales del quechua:
SINGULAR
PLURAL
también existe la posibilidad de usar un “nosotros” con valor incluyente y otro con valor
excluyente, pero la diferencia es que el quechua tiene una forma gramatical dada para cada
uno de ellos.
El sufijo de infinitivo: -y
El infinitivo es la forma del verbo sin conjugar. En castellano se construye con las
terminaciones ar, er o ir; como amar, comer vivir, etc. En el runa simi esta forma se
construye añadiendo el sufijo “-y” a las raíces verbales. Tanto en quechua como en
castellano, esta es la forma en que los verbos suelen aparecer en los diccionarios.
Presente simple:
Es el tiempo verbal que se utiliza para hablar de estados, hábitos diarios o actividades
actuales.
En quechua el presente simple no tiene una marca explícita. Para conjugar un verbo en este
tiempo solo se necesita añadir las marcas de persona a la raíz verbal.
SINGULAR
PLURAL
ÑAWI: Para conjugar un verbo, como se puede apreciar en la tabla anterior, no se debe
incluir la marca de infinitivo -y, ya que no forma parte de la raíz de la palabra. Por ejemplo,
el verbo apay ‘llevar’, cuando se lo quiera conjugar se debe proceder así: apani ‘yo llevo’,
apanki ‘tú llevas’ y apan ‘él lleva’; y no a
payni, apaynki o apayn,
Como en muchas lenguas el verbo “ser” presenta sus propias particularidades.En quechua,
por ejemplo, nunca encontraremos la forma “pay kan” para conjugar la tercera persona. En
su lugar aparecerá el sufijo validador -m / -mi. De esta manera, cuando queramos construir
oraciones como “María es bonita”, diremos: María sumaqmi, y nunca María sumaq kan. La
forma verbal kan sólo se usa cuando tiene el significado de ‘hay’ o ‘existe’.
Presente progresivo:
Su marca es -chka. El presente progresivo se emplea cuando el evento descrito por una
oración está ocurriendo mientras dicha oración es pronunciada. Equivale a las formas
castellanas ‘estoy comiendo’ o ‘estoy bailando’.
Para conjugar verbos en este tiempo solo es necesita anteponer a las marchas de persona
el sufijo -chka.
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SINGULAR
PLURAL
ÑAWI: cuando se conjuga el verbo kay en presente progresivo, es decir kachkay, se
traduce como ‘estar’:
VERBO KACHKAY
Presente habitual:
Este tiempo expresa un proceso que se realiza con frecuencia y de forma habitual, y que
posiblemente se seguirá realizando luego del momento en que se lo exprese. Por ejemplo:
yo suelo caminar en el parque.
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ÑAWI: Como puedes apreciar, en el caso de la tercera persona no se debe incluir el verbo
ser, sino que es suficiente con el sufijo –mi, tal como ocurría con el presente simple.
Este es un tema gramatical fundamental para quienes nos acercamos al quechua desde el
castellano, aquí radica una diferencia muy marcada entre las sintaxis de ambas lenguas. En
castellano tenemos una serie de palabras que han sido llamadas desde la gramática
tradicional “pronombres posesivos”, “adjetivos posesivos” entre otras. En fin, son las
palabras mi, tu, su (y sus variantes de caso y de número); con las cuáles se pueden formar
frases como: “Ése es mi libro” o “La responsabilidad es nuestra”, etc.
El quechua tiene una forma diferente de señalar la posesión. En primer lugar, hay que
apuntar que la posesión tiene doble marca. Gramaticalmente se marca al “poseedor” y al
“objeto poseído”. Al poseedor se le coloca el sufijo correspondiente al caso genitivo “-pa”;
mientras que al objeto poseído se le coloca uno de los sufijos que expresan posesión y que
varían según la persona gramatical.
El sufijo “-ni” no tiene significado gramatical (al menos las gramáticas quechuas no le
otorgan ninguno), sino una función eufónica, es decir, que evita combinaciones de
consonantes no utilizadas por el quechua dentro de una misma sílaba. Es conveniente
tenerlo en cuenta a la hora de usar los sufijos de posesión, porque al aparecer estos junto a
palabras como “yawar” (sangre) se dan conflictos consonánticos. Por ejemplo “(ñuqa-pa)
yawary” no sería la forma correcta sino “(ñuqa-pa) yawar-ni-y”.
manos, basta con decir “maki”. En el contexto se comprenderá que se hace referencia a las
dos manos. Lo mismo ocurre con ojos, orejas, y otros pares por excelencia.
Sufijos de caso:
Los sufijos de caso en quechua son marcas morfológicas equivalentes a las preposiciones
en el castellano. Así podemos expresar en quechua valores que en castellano
representamos mediante partículas como: a, hacia, con, de, desde, para, en, etc. Estos
sufijos de caso acompañan a los sustantivos que desempeñan las funciones de objeto
directo, indirecto y complementos. El sujeto es la única función que no lleva ninguno de
estos sufijos, por lo que se le considera la función no marcada del quechua.
Nominativo:
El caso nominativo sirve para indicar el sujeto de la oración y es siempre el elemento no
marcado.
Wasi casa
Maki mano
Allqu perro
Genitivo: -pa
Marca posesión, por lo que se emplea en frases posesivas; es equivalente a la preposición
“de”.
Acusativo: -ta
Marca el objeto directo con aquellos verbos que no son de movimiento.
Por otro lado, con los verbos de movimiento –ta indica meta y se traduce por las
preposiciones “a” o “hacia”. Ejemplo:
ÑAWI: El sufijo –ta también se usa con ciertos adjetivos para obtener adverbios (sería
equivalente al sufijo –mente del castellano). Por ejemplo, si “allin” significa ‘bueno’ y
modifica sustantivos; allin-ta, significa ‘bien’ y modifica verbos, así:
an richkan.
Josemi Limam José está yendo hacia Lima.
Locativo: -pi
Este sufijo indica la ubicación en el espacio y en el tiempo, tal como lo hace la preposición
“en”.
i sarata tarpuni
Ñuqa chakrayp Siembro maíz en mi chacra
Ablativo: -manta
Este sufijo indica el punto de origen o el punto de partida, tanto en el espacio como en el
tiempo. También puede expresar lugar de procedencia. Es equivalente a las preposiciones
“de”, “desde”.
ÑAWI: el ablativo –manta también puede especificar el tema sobre el que se habla o el
material del que está hecho algo. Por ejemplo:
antam
Ñuqa Maríam rimachkani. Yo estoy hablando de (sobre) María.
Instrumental: -wan
Indica el instrumento con la que se realiza la acción y también la compañía. Equivale a las
preposiciones “con” o a la frase “en compañía de”
an llamkani
Ñuqaqa chakrata Pedrow Yo trabajo la chacra en compañía de Pedro.
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Limitativo: –kama
Expresa el límite en el tiempo y en el espacio. Equivale a la preposición “hasta”
ama ripunku
Runakuna paqarink La gente se marcha hasta mañana
amam richkani.
Ñuqa Saltak Estoy yendo hasta Salta.
Causal: -rayku
Este sufijo equivale en castellano a la preposición “por”. Como su nombre lo indica, muestra
causa o motivo.
Pronombres interrogativos:
QUECHUA CASTELLANO
pi quién
may dónde
mayqin cuál
hayka cuánto
haykap cuándo
imayna cómo
ÑAWI: La partícula interrogativa con el sufijo –taq añadido, puede ser percibida como
lenguaje cortez. Por ejemplo
A estos pronombres interrogativos es que se les pueden añadir los sufijos de caso ya
presentados. Por ejemplo:
Cuando este sufijo aparece en una oración, indica que el hablante tiene certeza de lo que
dice: ha sido testigo directo de los acontecimientos que relata. Se basa en información de
primera mano. Tal como se aprecia en el título de esta sección, este sufijo tiene dos
realizaciones. Si se añade a una palabra que termina en vocal, el sufijo en cuestión se
realiza como –m, mientras que, si la palabra termina en consonante, la realización del sufijo
será –mi.
Aycham Es carne
ÑAWI: Cuando se conjuga el verbo KAY “ser” no se emplea la marca de tercera persona,
como se vió anteriormente, y en su lugar se usa este sufijo que hace las veces de la tercera
persona del verbo “kay”. Ejemplo: Carlos Quitomantam (Carlos es de Quito).
En castellano es muy frecuente hacer preguntas del tipo “¿tú eres profesor?” o “¿vives en
Argentina?”. La única diferencia entre esas preguntas y las oraciones afirmativas “tú eres
profesor” y “vives en Argentina” es la entonación de pregunta (o los signos en el caso de la
escritura). En chanka el sufijo “chu” entre otras cosas es utilizado para hacer preguntas
similares. Por ejemplo tenemos “Byronchu kanki?” (¿Eres Byron?).
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La negación:
La negación en quechua chanka se marca doblemente (es muy similar a la negación del
francés). Los elementos que forman este sistema de negación son por una parte la partícula
“mana” que significa “no” y se coloca al inicio de la negación; y el sufijo “chu” (en otra de sus
utilizaciones) que va junto al elemento que está siendo negado. Por ejemplo:
Este sufijo se emplea para reanudar una conversación o para destacar el tópico de la
oración interrogativa. Podría ser traducido en el castellano como ‘y ...’, ´y en cuanto a...’. Es
importante destacar que este sufijo da un matiz de cortesía a la pregunta en la que aparece.
El sufijo ri siempre porta el acento de la palabra
Este sufijo equivale a las formas “y” o “también” del castellano. Por un lado coordina dos o
más elementos como en el siguiente ejemplo dos oraciones : Chay warmim tusunpas
takinpas (Esa mujer canta y baila). Y por el otro, tiene la acepción de “también” como se
puede apreciar en el siguiente ejemplo: Ñuqapas allinllam kani (Yo también estoy bien).
Este sufijo contrasta dos opciones. Equivale a las formas castellanas “o” “pero” “o por otro
lado”: Chay warmim tusuntaq takintaq (Esa mujer canta o baila). Podemos ver otra de sus
acepciones en casos como: Ñuqataq llakisqam kani (Yo por mi parte estoy triste)
ÑAWI: Cuando el sufijo tiene aparición doble es solo traducible por “o”.