Trabajo Fundamentos Del Juego
Trabajo Fundamentos Del Juego
Trabajo Fundamentos Del Juego
Luis Navarro
Javier Sáez
¿Juego versus aprendizaje?
- La falta de un trabajo sistemático o de unos temas que orienten la acción del alumnado
hace que éstos se queden muchas veces en unas respuestas pobres y repetitivas.
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- Enriquecer las respuestas del alumnado y ayudar a transformar su cultura brindándoles
nuevos retos, caminos o elementos que les ayuden a ampliar sus respuestas.
Vemos que el juego de reglas muestra la doble cara de las actividades lúdicas:
El juego motor reglado, como cualquier otro contenido, debe ser abordado por el
docente para posibilitar que los escolares crezcan como personas al aprender a pactar
normas más justas, a establecer relaciones equilibradas, a no hacerse daño, a conocer
juegos que suponen “textos” de transmisión oral y gestual, a probar nuevas acciones, a
dominar nuevos patrones, a saber organizarse mejor con otros, a planificar y evaluar su
acción, a apreciar cómo se transforman las respuestas cuando aumentan sus emociones.
Y todos esos aprendizajes se deben desarrollar en el territorio común en el que se
encuentran los intereses del escolar y los del docente, allí donde el niño se siente atraído
por aprender y el maestro puede ayudarle a hacerlo.
- Implicación del alumno: Lograr adaptar la actividad de inicio para conseguir que dé
posibilidades de participación equilibrada de todos. Valorar los intereses, necesidades y
posibilidades del alumnado para proponer a partir de ellos nuevas exigencias
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- Observar la acción para, a partir de ella, proponer retos que puedan interesar al
alumnado. Dar retos ajustados a cada participante. Mostrarles problemas sobre el tema
de la lección que les lleven a situaciones de reflexión-acción que les ayuden a ir viendo
nuevos matices en la realización del juego.
- Trabajo autónomo: Organizar los espacios y materiales, atender a los casos personales
y enriquecer las respuestas mediante el diálogo y la reflexión. Intentar que todos pasen
por diferentes roles (dentro del juego y en su organización como directores o
entrenadores), prueben cosas nuevas, pasen por situaciones de éxito que les hagan
perder el miedo a intervenir y les estimulen a seguir ensayando nuevas acciones.
- Que se interesen
- Que hagan todos (que hagan cosas diferentes, que mejoren lo que hacen)
- Que sepan cosas (identificar elementos) que les permitan saber hacer y mejorar
- Que sepan organizar
- Y que sean autónomos en la construcción de su aprendizaje
En el guión del que estamos hablando encontramos varios puntos críticos sobre los que
vamos a hablar:
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respetan la normativa, se encuentran implicados, tienen oportunidades de participación,
etc. Hemos comprobado que no todos los juegos precisan de los mismos esfuerzos por
centrar al alumnado y calmar su ansiedad. Aquellos que suponen una intervención
simultánea de los participantes y con un espacio común, provocan estados de mayor
alteración que los juegos de intervención alternativa o los de cancha dividida. Trabajar a
partir de ellos es más difícil, pero pensamos que conllevan un proceso más rico porque
supone ayudar al alumnado a pasar de la acción más irreflexiva e impulsiva a otra más
relajada e intencionada, un recorrido interesante a la hora de favorecer su maduración.
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lección. Pero la observación del juego es difícil, la multitud de acciones y respuestas, la
originalidad de las mismas y la rapidez en realizarlas hacen que resulte difícil
diferenciar conductas y verificarlas en la práctica, pues cada movimiento está cargado
de matices. En este proceso de análisis del juego debíamos construir algún tipo de
escala de medida. Las gráficas suponían un procedimiento de apreciación y un
procedimiento de verificación ya que reflejaban el tiempo durante el que se mantenía
una conducta. Los indicadores con los que comenzamos a analizar las imágenes para
extraer tipos de conductas fueron:
- Su implicación en el juego.
- Respuestas adecuadas a la lógica del juego.
- Tipo de respuestas, variedad y eficacia de las mismas.
- El control del movimiento y el riesgo de lesionarse o lesionar a otros.
- El tipo de relaciones que establecen
- La evolución hacia acciones de juego más planificadas, compartidas,
autónomas y complejas.
Se correspondían estos indicadores con nuestra visión del cambio que debería
suponer el juego de nuestro alumnado en las clases de educación física:
- de lo individual a lo compartido,
- de lo impulsivo a lo planificado,
- de la respuesta primaria a la elaborada y compleja.
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Con la aplicación de estos registros hemos ido descubriendo una serie de
aspectos interesantes sobre la dinámica de nuestras sesiones y el valor de este
instrumento:
- Las gráficas nos informan de manera rápida de la calidad y variedad del trabajo
que han provocado las tareas presentadas por el docente.
- Nos muestran el equilibrio entre la tendencia docente y sus rupturas.
- Nos permiten saber qué temas son más idóneos y ajustados a los intereses del
alumnado.
- Nos dan idea de la dinámica de cada escolar aportando datos sobre sus ritmos
de implicación en la lección y su capacidad de descentración.
- Permiten corroborar las apreciaciones subjetivas que sobre la lección haya
podido tener el docente o los observadores.
- Subministran datos para poder reflexionar de forma compartida con otros
docentes sobre el efecto de cada proceso educativo.
Se han elegido dos temas (las estrategias y las habilidades) que se desarrollan
mediante tres modelos diferentes a los que llamaremos, en principio, A, B y C.