Modos de Producción

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INTRODUCCIÓN.

El concepto de modo de producción nos refiere a la forma específica en que la sociedad


produce las condiciones materiales de su existencia, lo que implica al mismo tiempo las
condiciones de su reproducción, así también, está constituido por las relaciones de
producción y las condiciones materiales y técnicas de la misma, o sea las fuerzas productivas.
(Fernández, 1989)

A lo largo de los años se ha establecido que no todos los miembros de una sociedad pueden
dedicarse a la producción: se requiere que algunos de ellos produzcan un excedente de
riquezas, o, dicho de otro modo, que produzcan más de lo que ellos mismos consumen. Para
que esto suceda, se requiere que sea obligada a hacerlo, y que, además, el hacerlo le parezca
legítimo. Es por eso que se encuentra la necesidad de que otro grupo social (gestionarios)
organice esta coacción e instituya esta legitimidad.

Bajoit (2014) refiere que estos modos de producción pueden coexistir muy bien al mismo
tiempo en una colectividad, según los grupos sociales y las regiones de que se trate.
Recalcando que cada uno de ellos puede tener mayor o menor influencia sobre la producción
y la gestión de las riquezas. Teniendo en cuenta el capitalista industrial, el comunista, el
autogestionario, el feudal y el esclavista, como modos de producción.

Es necesario conocer que todo modo de producción es a la vez un modo de distribución, y al


hablar de distribución, se puede decir que, hay que entender la forma en que se distribuye el
producto tanto dentro de la unidad productiva como entre las distintas unidades productivas.

La siguiente investigación es realizada con el fin de profundizar en conocimientos acerca de


los modos de producción y todo lo que engloba este término.
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA.

Modos de producción.

Los modos de producción se pueden definir como la interrelación dialéctica que existe entre
las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción, es decir, la forma en que la
humanidad ha resuelto históricamente sus problemas económicos, organizándose para
producir, distribuir y consumir los bienes y servicios para satisfacer sus necesidades. (Arreola
et al., 2009)

Todo modo de producción reúne dos actores (productores y gestionarios) que cooperan entre
sí para producir un excedente de riqueza (finalidad), aportando cada uno de ellos su
contribución propia a esta finalidad. (Bajoit, 2014) Sin embargo, para que esta relación se
pueda mantener estable en el tiempo se necesita que esta sea justificada por principios
culturales los cuales legitimen las finalidades que ambos actores persiguen y las retribuciones
de las que se benefician.

Existen diferentes modos de producción entre los que destacan:

- Modo de producción capitalista industrial. La burguesía promueve de este modo


el progreso técnico, y a su vez, lo transforma en progreso social. Es así como los
conflictos de clases han permitido, en sólo un siglo, instituir el sindicalismo y los
pactos sociales: jornadas de ocho horas, seguro social, indemnización por desempleo,
peculio de vacaciones, seguros de accidente-enfermedad, retiro a los 60 / 65 años,
subsidios familiares, etc.

- Modo de producción comunista. En la ideología comunista, los dirigentes del


partido y del Estado pretenden que no existen clases sociales en su colectividad.
Evidentemente, esta negación tiene una función política: la de impedir la acción de
un movimiento obrero organizado, libre e independiente que pudiera controlar a los
dirigentes de la economía, criticarlos y reivindicar mejoras en las condiciones de
trabajo y de vida.
- Modo de producción autogestionario. La autogestión ha sido una de las cuatro
estrategias de lucha del sindicalismo contra la burguesía industrial. La autogestión de
las empresas por los propios trabajadores o, para ser más precisos, por delegados
obreros elegidos por la asamblea de los trabajadores para desempeñar la función de
administradores; ha sido una manera de reemplazar la burguesía por una clase
gestionaria diferente.

- Modo de producción feudal. Fue instaurado en las sociedades agrarias que eran
comunidades de creyentes: lo que en este caso hizo posible la cooperación entre las
clases sociales fue un modelo cultural religioso. Este modelo sólo puede funcionar
con actores convencidos de que Dios o los dioses existen, de que ellos poseen un alma
que sobrevivirá después de su muerte y de que su sobrevivencia feliz o desgraciada
en el más allá dependerá de la manera en que han vivido en la tierra.

- Modo de producción esclavista. Ha coexistido frecuentemente en las sociedades


preindustriales con un modo de tipo feudal. En ciudades griegas, se podía observar la
coexistencia de estos dos modos de producción. Pero si bien la esclavitud estuvo
presente en todas las sociedades de la antigüedad y se mantuvo en la Edad Media, fue
también muy importante en la época del capitalismo mercantil que precedió a las
revoluciones industriales, y siguió existiendo incluso después de su abolición oficial
a mediados del siglo XIX.
CONCLUSIÓN.

Los modos de producción han sido de gran importancia en la actualidad desde que se fueron
implementando hasta la actualidad, debido a que gracias a estas se puede llevar un sistema
organizado; además, es fundamental para responder preguntas tales como por qué, cómo y
por quien se produce. A su vez, pueden estar marcados, ya sea en mayor o menor medida,
por las desigualdades y la dominación social, y todo esto va a depender de las relaciones de
fuerza entre los actores.

Es importante recordar que en todo modo de producción siempre los productores serán
obligados a generar un excedente de riqueza, y los gestionarios son obligados a adueñarse de
estos y administrarlos. Y resulta importante recordarlo debido a que, si un individuo no
coincidiera con las ideologías de los actores y se rehusara a trabajar bajo estas, seria excluido
ya sea por la clase productora o por la clase gestionaria, según a que clase pertenezca el
individuo.

BIBLIOGRAFÍA.
Arreola, G., Alcaraz, J., Barragan, V., Cernas, K., & Rodríguez, M. (2009). Modos de Producción.
Colima.

Bajoit, G. (2014). Relaciones de clases y modos de producción: teoría y análisis. Cultura y


representaciones sociales, 9-53.

Fernández, M. (1989). Política y Sociedad. 79-100.

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