Heterofonía, Revista de Divulgación Cultural
Heterofonía, Revista de Divulgación Cultural
Heterofonía, Revista de Divulgación Cultural
www.inbadigital.bellasartes.gob.mx
CENIDIM
107 Julio - diciembre 1992
INSTITIJTO NACIONAL DE
BELLAS ARTES
Gerardo Estrada
Director General
Revista musical semestral/ ORGANO DEL CEr-rrRO NACONAL DE INVESTIGACIÓN , DOCUMENTACIÓN E INFORMACÓN
MUSICAL / TERCERA ru>OCA / VOLUMEN xxv NÚMERO 107/ julio - diciembre 1992.
ISSN 0018-1137
CENIDlM
______________________________________ ~D~I~FUSJON
Sumario
Notas y reseñas
Tata Vasco, hoy 88 Eduardo Contreras Soto
El pianista István Nádas
o la certeza de la expresión 90 Mario Beauregard
Revistas
¿Dónde están los críticos mexicanos? 92 AnaLara
Adolfo Salazar: un español universal 93 Consuelo Carredano
Tales espectadores, tales lectores 95 Eduardo Contreras Soto
Grabaciones
La otra música que también llega al corasón 97 Rosa Virginia Sánchez
La antología extraoficial del nacionalismo oficial 100 Eduardo Contreras Soto
CENJ01M
OlFUS10N
Presentación
Consuelo Carredano
Karl Bellinghausen
OC to Ton i P sa lmor um
Ve rsus P rim i T on i
.. .
O~' "
Antonio de COlbuon
4C mllllc~ P'" utlo y "pa
SIr-eu-lo- r uln. A-men. ,. ... ¡lIillhUJ6
(r."
(rt-L": , -
'-- '= .R¡ r r Ilr r r"
~ ~ ~ ~ -r
l ti
I J .1 .J. ; J J J
?
~======! ...
, ...
--- -
o <>- <J ",¡¡ • .,¡ +
,. h~ .J .1 I J ~.I
<>-
11
2: --'----==- ;
"-'
Las oraciones que contienen versos, tanto el nombre de verzello, verzet o versillo.\
habladas como cantadas, son ejecutadas funda- El origen del versillo es algo difícil de preci-
mentalmente en los dos principales servicios sar, pero se puede asegurar que los primeros
litúrgicos: la Misa y el Oficio Divino. En cambio, versillos publicados datan del siglo XVI : los del
en los sacramentales o servicios menores el Fundamentbuch (1530) de Hans Buchner (1483-
verso es poco frecuente. 1538), Tabulaturepourleieu Dorgesy Magnijicat
La extensión del verso es variable de acuerdo en la Tabu/anlre des Orges (ambos de 1531) de
con la importancia y solemnidad del servicio o al Pierre Attaignant (s. xv-1533). En España, los
carácter del canto. Por ejemplo, el Aleluya ante- primeros versillos fueron publicados en Obras
riormente presentado tiene una rica melodía de de Música (1578) de Antonio de Cabezón (1510-
estilo melismático de gran belleza. Por ello los 1566). A partir de la aparición de estos primeros
versos de los aleluyas suelen tomarse en cuenta versillos se inicia un largo periodo de esplendor
apartándolos de los demás al llamarlos Versos de casi 250 años. 2
Aleluyáticos. El estilo del versillo fue esencialmente
Con el advenimiento de la polifonía y con la polifónico y con recursos de imitación que bien
introducción del órgano a la liturgia se desarro- nos recuerda a la fuga o a un lenguaje motetista,
lló la costumbre de alternar o sustituir el verso sobreviviendo de esta manera durante el Rena-
gregoriano con una glosa basada en la linea cimiento tardío y el Barroco. (V éase ejemplo 2.)
melódica de éste. Con el tiempo el órgano fue
adquiriendo una personalidad propia, desarro- II. El verso orquestal en la Nueva España
llando un lenguaje cada vez más idiomático, de
tal manera que dejó de ser un mero apoyo a las Los versillos fueron reunidos en grupos de acuer-
partes vocales. Así fue que el verso de órgano do con el servicio o modo, a los cuales los
adquirió también una personalidad, aunque no
se separó de su origen en el canto gregoriano,
1. Rieman, Hugo, Musik wikon (Sachteil). Maguncia:
pues la Ifnea melódica del verso gregoriano era Schou's Sllhne, 1961; p. 1024b.
manejada comocantusjirmus. Entonces recibió 2. Loe. cit.
6 Heterofonía
Una de las más sorprendentes obras de José lIJ. El verso orquestal en el siglo XJX
Manuel Aldana es Versos de Grande Orquesta, mexicano
ya que la orquestación presenta las característi-
oas expresadas en su título; es decir, una orques- Hasta el momento no he logrado precisar el
ta que rebasa por mucho la usual en villancicos, seguimiento del verso orquestal en México
versos y demás obras litúrgicas del México desde su aparición con Jerusalem a mediados
dieciochesco: dos flautas, dos clarinetes, dos del siglo XVlll. Todavía existen un par de
clarines, dos trompas, timbales, dos violines, lagunas en las qtle no se han encontrado juegos
violoncello, contrabajo y dos órganos concer- de versos orquestales: la primera corresponde
tantes. al periodo 1769-ca.1795 y la segunda al perio-
Al ver estos manuscritos, uno podría supo- do 1810-1860.
ner que se trata de un concierto; empero, no.es A partir de 1860 se registra un cierto repunte
así, al menos de acuerdo con las ideas inculcadas en el cultivo del verso orquestal con las siguien-
en nuestras clases conservatoria nas, pues son tes características:
seis movimientos sin los desarrollos propios de 1) Resurgimiento de los versos de Aldana.
la forma sonata. Más bien podría pensarse en 2) Composición de nuevos juegos de versos
una suite de piezas con formas expositivas y siguiendo en cierta medida el modelo de
danzarias. Sin embargo, a pesar de no ser un Aldana.
concierto en toda la extensión de la palabra, 3) La aparición, aunque parezca extraño, de
Versos de Grande Orquesta puede ser conside- los primeros juegos de versillos para órga-
rado como el primer intento o acercamiento no solo.
mexicano a la forma de concierto. El primer punto es un fenómeno extraño en
Este juego de versos fue compuesto para los la vida musical de México durante el siglo XiX,
oficios de "tercia" (nueve de la mañana) en las pues resulta sorprendente que un compositor
festividades de la virgen de Guadalupe y en su virreinal haya generado un renovado interés 50
tiempo alcanzó bastante celebridad.8 años después de haber fallecido. De registrarse
Otra de las importantes obras de Aldana es en nuestros días un resurgimiento similar se
Himno y Versos al Beato Felipe de Jesús para podría explicar por la curiosidad musicológica.
voces solistas, coro a cuatro, órgano y orquesta. Sin embargo, en el México de 1860 este resurgi-
El hecho de tener partes vocales haría suponer miento debió obedecer a otros motivos quizá más
que el texto corresponde a los cantos litúrgicos concretos. Veamos algunas circunstancias del
para las festividades del protomártir mexicano; renacimiento del verso orquestal en el siglo XIX.
sin embargo, no es así, pues el texto de esta obra La primera obra de Aldana que se volvió a
es un poema narrativo cercano al romance y con ejecutar a mediados del siglo XIX fue Himno y
poco o nada de la liturgia.9 El poema fue escrito Versos al Beato Felipe de Jesús, la cual fue
por Manuel Sartorio (1746-1826) y está copiada por Miguel Campo Marín en 1860, quien
musicalizado en seis movimientos, dando como dedicó "este pequeño trabajo al Santo". El año
resultado una cantata de regulares dimensiones. de 1860 está inserto en el conflicto Iglesia-Esta-
Tanto el poema como la música fueron com- do surgido tras la Ley Lerdo, con la que se
puestos por encargo del prebendado Joaquín amortizaron los bienes del clero y se limitó su
Guevara para las celebraciones que promovía ingerencia en asuntos políticos. La Iglesia no
cada año con la participación de diversos gre- estaba dispuesta a permanecer inmóvil ante este
mios de la ciudad de México, que culminaban ataque: demostró su presencia en la conciencia
en su casa particular, donde se cantaba esta religiosa del mexicano haciendo resaltar añejas
obra de Sartorio-Aldana. lO devociones.
En tre esas devociones las más recurridas fue-
ron las de carácter nacional, es decir, las de
santos y divinidades mexicanos, destacándose
8. "Necrologfa, Música" , Diario de México , 18 de febre- las de la Guadalupana y las de Felipe de Jesús.
ro de 1810. De este último cabe señalar que también se
9. Sartorio, Manuel, "Himno a San Felipe de Jesús",
Diario de México , 5 de febrero de 1806. promovió su canonización, la cual se logró en
10. Diario de México., 8 de febrero de 1806. 1862. En este contexto político y religioso en-
El verso: primera manifestación orquestal de Mél<ico 9
13. Apel, Willi, op. cit., pp. 789b-790a. 14. Revilla, Manuel, art. cit.
Jnan José Escorza
que el texto poético es condición esencial de un vocablo procede de otro vocablo y así en lo
baile. Si la música sustenta el movimiento y sucesivo. No obstante, existe una fascinación a
otorga un vigoroso aporte emotivo, la palabra la que pocos pueden resistir en cuanto a especu-
viste, glosa y traduce los lenguajes corporal y lar sobre el origen de las palabras. La voz jara-
sonoro al plano verbal, cerrando un perfecto e be, aplicada a nuestro baile, presenta este gé-
integrado triángulo estético. Así, entendamos al nero de magnetismo.
jarabe en su triple condición: jarabe-baile, jara- Los diccionarios definen jarabe como una
be-música, jarabe-poesía. bebida hecha de almíbar claro y esencias refres-
Todavía en el terreno de las precisiones, es cantes o medicinales. Por extensión, se llama
necesario decir que el término jarabe no tiene jarabe a cualquier bebida dulce. La voz españo-
una significación unívoca. Se emplea sin especi- la deriva de la árabe silriib (xarab), que simple y
ficación alguna en tres sentidos distintos que, si llanamente significa bebida. ¿Hay alguna rela-
bien están relacionados estrechamente, deben ción entre el jarabe como bebida y el jarabe
separarse con nitidez para una mejor compren- como baile? No es posible responder con abso-
sión de nuestro baile. luta certeza.
Jarabe designa: Existen tres hipótesis sobre el origen del
1. A una serie (= secuencia) de bailes. nombre jarabe aplicado al baile. Las expondré
2. Al típico elemento introductorio de esta por el orden creciente de credibilidad que a mi
serie. juicio tienen.
3. A ciertos sones individualmente. Hay quien supone que jarabe procede del
En el primer sentido se usa en designaciones vocablo charape, nombre de una bebida hecha
como Jarabe nacional, Jarabe tapa tío, Jarabe de piloncillo, típica de algunos lugares de Mi-
ranchero, etc. Todos ellos son en realidad suites choacán. En todo caso charape puede ser sólo
de bailes que la tradición ha engarzado por moti- una variante un tanto lejana de jarabe y es
vaciones no muy explícitas en lo coreográfico, lo bastante improbable que en lugar de un proce-
musical o lo poético, pero sí quizá por lo que de so de evolución que posiblemente fue xarab-
emblemático tiene cada una de las piezas. jarabe charabe-charape, se hubiera producido
Se llama jarabe, en el segundo sentido, al la involución charape-charabe-jarabe. Esta hi-
fragmento introductorio de la serie, que es una pótesis sufre de localismo y queda desmentida
suerte de preludio instrumental cuya función es cuando se conoce que el jarabe se practicaba
preparar el ánimo de los bailadores. Los más en España a mediados del siglo XVlII. Un tanto
antiguos jarabes estilizados, cuyo texto musical más factible es la creencia que sugiere que el
se conserva, son casi idénticos a esta pequeña jarabe, nominalmente, está relacionado con el
obertura que los músicos populares -especial- vocablo quechua yaraví, nombre de un canto
mente los de Jalisco-llaman con buen instinto indígena lamentoso popularísimo en el
sinfonía. El otro nombre que este aire recibe es virreinato del Perú a fines del siglo XVIII. Curio-
muy significativo: fandango . samente, su grafía es yarav( cuando es una
El término jarabe también se emplea para mujer la que canta, y haraví (con h aspirada)
nombrar genéricamente a ciertos bailes (sones cuando el cantante es hombre. En 1789, en la
estrictamente) con música y letra que pueden ciudad de México,se presentaba la obra teatral
ejecutarse solos o formar parte de una serie. Así de asun to inca A tahualpa. ¿Acaso la música de
encontramos, por ejemplo, El jarabe loco, que esa obra incluía algún yaravt! Nadie lo sabe,
es un son jarocho (o fandango) de vida indepen- pero en caso afirmativo es poco probable que
diente, o los consabidos Elperico, Elatole y Los un nombre tan exótico, tan lejano al sentido del
enanos, que integran junto con otros la forma jarabe de México, haya inspirado a quienes
compleja del jarabe como suite. bautizaron nuestro baile.
La tercera hipótesis es la más verosúnil. Supo-
La voz jarabe ne una relación directa entre el jarabe (baile) y el
jarabe (bebida). Según ella, ciertas característi-
Algún escritor famoso decía que la etimología cas atribuidas metafóricamente al baile (dulzura,
es una disciplina ingenua, pues completa sus alegría, carácter curativo, etc.) corresponden a la
afanes de investigación al encontrar que un bebida de referencia. Además, se añade, es usual
Apuntamientos sobre e l jarabe mexicano 13
entre los bailes ostentar nombres derivados del Para la tradición, la similitud entre la bebida
mundo gastronómico, así tenemos El atole, El y el baile del jarabe no da lugar a dudas. Así lo
durazno, La gunnábana, Perejiles, Cltimizc/anes, deja escrito en 1861 don Niceto de Zamacois en
Pan de manteca y Pan de jarabe, por sólo men- ese su encendido elogio dedicado al jarabe:
cionar algunos antiguos bailes locales.
Aun si aceptamos la tercera hipótesis como Nadie ignora en este pícaro mundo, que el jarabe
la más cercana a la verdad, tendríamos que ser es esa bebida dulce y medicinal que confeccionan
los boticarios hasta la consistencia.del almíbar; y
más explicitos en lo que se refiere al proceso de nada más propio que este nombre, al baile que en
adquisición del nombre jarabe. A falta de docu- esta divina tierra se usa, tan parecido al zapateado
mentación pertinente, refiero un comentario español. Porque, ¿qué más dulce que esos encan-
muy tardío de don Guillermo Prieto a modo de tadores movimientos con que las hijas de Eva,
ilustración de lo que posiblemente sucedió cien nacidas en México nos seducen en un baile? ¿Qué
cosa más medicinal, para todo aquel que no tenga
o más años atrás. Cuenta el escritor en sus un alma de estuco, que el hermoso jarabe bailado
Memorias que siendo gobernador del Distrito por esas mujeres de ojos negros, grandes y rasga-
Federal el legendario Juan José Baz (nombrado dos, tiernas como las nores de su fértil suelo, y
por Gómez Farías en 1846) se estableció la seductoras como el oro que encierran las entrañas
prohibición de expender licores y aguardientes de la tierra donde han nacido? .. iOh!, nada, cier-
tamente nada.
en las fondas , tamalerfas y (igones. Ante tal
decisión, las encargadas de regentear tales sitios Estirpe del jarabe
acudieron a su ingenio para continuar con la
venta de la bebidas alcohólicas: mezclaban el No hay duda, el jarabe mexicano procede gené-
aguardien te con las aguas frescas, y así nacieron ricamente de los bailes zapateados españoles .
los famosos jarabes de grosella, guayaba , piña y Una simple comparación entre los elementos
demás frutas. De este modo, al tiempo que el coreográficos y musicales del jarabe y los bailes
parroquiano disfrutaba de lo jarabes de sabo- españoles de la tradición del fandango, muestra
res, pC'día gozar de ciertos bailes muy propios de hasta qué punloexisten similitudes entre ambos
esos lugare : los jarabes bailados y cantados. géneros. Hay en ellos, diríase. un aire de familia .
iempre había música y bailadoras adecuadas Si además tomamos en cuenta la barroca y
para la ocasión. multicolor indumentaria de la china bailadora
14 H"tro!onía
de jarabe -reminiscente del atuendo de la gita- ñola en la música de ciert~ regiones del país. La
na andaluza- y las letras que se cantan con copla y la décima pueden hallarse por todo el
nuestro baile -todas sin excepción heredadas territorio asociadas al repertorio de sones; lo
del magnífico caudal de la copla española- es mismo puede decirse del romance. Elfandango,
claro que ante el jarabe nos encontramos fren- que tomó una significación genérica sinónima
te al descendiente mexicano de los fandangos de fiesta , es especialmente popular en la costa
dieciochescos de España. del Golfo de México. En Veracruz y Puebla se
Las primeras menciones documentadas del denomina fandango o fandanguito.
jarabe en México datan de la séptima década del En Guerrero, tomó carta de naturaleza una
siglo XVIII , cuando el Tribunal del Santo Oficio variante del fandango: la malagueña, al igual
comienza a recibir denuncias de un "son desho- que otros sones como la petenera y la tirana.
nesto y provocativo" llamado Pan de jarabe.Tal Oaxaca, especialmente en el Istmo de Tehuan-
son no era sino uno solo entre los 41 bailes que tepec, exhibe la presencia de los bailes españo-
conoció el Tribunal Inquisitorial entre 1766 y les en casi todos sus sones, cuyo arquetipo es la
1819, la mayor parte de los cuales pueden consi- españolfsima sandunga.
derarse como jarabes o como sones emparenta- He dejado fuera hasta este momento a la
dos con él. En consecuencia, podemos estable- jota, pues por muchas razones guarda afinida-
cer que el jarabe en México surge y se populari- des no casuales con el jarabe. La jota llegó a su
za en la segunda mitad del siglo XVIll. esplendor en el norte de España en el siglo
¿De dónde surge este acervo de bailes que pasado. De sus solares, Navarra, Valencia,
pronto serían conocidos como bailes de la tierra Aragón y Castilla, arribó a México, no desde el
o sones del paEs? Para indagarlo es necesario siglo pasado, como comúnmente se escribe,
aproximarse a los géneros bailables que Nueva sino desde el siglo XVIII , si atendemos a los
España importaba de la Península. Sigamos uno manuscritos aludidos arriba. Hoy, la jota es un
de los caminos posibles: escudriñar los textos de género bien establecido en Jalisco, Oaxaca y
música instrumental del México del siglo xvm. especialmente en Yucatán, donde contribuyó
El tomo segundo de Pasacalles y obras del a la formación de la jarana, una forma de son
guitarrista Santiago de Murzia (escrito hacia que musicalmente no es sino un jarabe.
1730) contiene al lado de los típicos bailes ¿ Cómo y cuándo entran a México los bailes
españoles que no parecen haber dejado huella españoles de esta tradición del fandango? Una
ostensible entre nosotros, bailes como La jallO, primera vía la constituyeron los propios músi-
El fandango, Pasacalles, Seguidillas manche- cos eruditos españoles avecindados en Nueva
gas y Canarios, además de los bailables negros España, quienes junto con los maestros de dan-
Zarambeques o Muecas y Cumbees. Muy simi- zar, significaron el enlace de los nacionales con
lar a este libro en su contenido es el Ms. 171 de los bailes en boga en la metrópoli durante los
la Biblioteca Nacional de Madrid. En él se siglos XVII Y XVIII .
registran también tempfanísimas menciones Otra fuente de irradiación fue sin duda la
de La jota y el fandango illdiano. música del teatro menor hispánico, aceptado
Por su parte el anónimo y francesista Ms. complacientemente durante el siglo XVIll en
1560 (ca . 1740) de la Biblioteca Nacional de Nueva España. A través de la tonadilla, breve y
México, contiene una intrigante pieza de rasgueo efímera escenificación de asuntos triviales y
para guitarra denominada Valona de Vaca Ne- humorísticos, se infiltraron innumerables
gra, que no es más que otro típico baile español seguidillas, boleras, fandangos, tiranas y jotas.
asentado posteriormente en varias regiones del Por lo que se refiere a la presencia de jarabes
país. en España sólo conocemos un dato. Pedrell
Otro sorprendente manuscrito, desdeñado publica en su Diccionario de la música española
hasta hoy por los eruditos, el " Manuscrito de una breve nota sobre un baile llamado jarabe
Joseph María Garcfa" (1771), procedente de gitano. Además de clasificarlo entre las
Cha1co, nos conserva una singular obra para seguidillas, el musicólogo nos informa que era
vioIfn: El Babau, Fandango Cathalán. un baile gustado por los gitanos de Cádiz. Tenía
Si nos trasladamos al ámbito folklórico, es además, como los jarabes novohispanos del si-
posible detectar una tremenda influencia espa- glo XVIll , letras " licenciosas".
Apuntamientos sobre el jarabe mexicano 15
siguiente encabezado: " que se cantan en el que ¿Qué éxito tuvo el edicto? No lo sabemos.
llaman Pan de xarabe, y se dicen frecuentemen- Ningún baile llamado Pan de jarabe o Jarabe
te refranes, al último pie de cada cuarteta": gatuno pervive folkJóricarnente,lo que no signifi-
ca que las músicas de ambos no perduraran con
Cuando estés en los infiernos los cambios necesarios. El Pan de Jarabe mereció
Ardiendo como tú sabes, una fugaz mención, ya como cosa del pasado, en
Allá te dirán los diablos:
Ay, hom bre no te la acabes. las Memorias de Guillermo Prieto. Y es el mismo
memorioso poeta quien nos comunica dos coplas
Cuando estés en los infiernos con alusiones gatunas pertenecientes al jarabe:
Todito lleno de moscas,
Allá te dirán los diablos:
Estaba una vieja
Ahí va, te dije, de roscas.
En su balconcito
Gritándole al gato:
Cuando estés en los infiernos
Bichito, Bichito.
Todito lleno de llamas.
Allá te dirán los diablos:
Mamá mía, su gato me araña,
Ahí va la india ¿ Qué no le hablas?
Con su cola peluda me asusta.
Digasté si será cosa justa
Interesantes en el Pan de jarabe son dos Que se vaya atrevido a mi cama.
notas: la mención de la mujer como chinita,
alusión que se conserva a través de toda la vida Lo picaresco de las coplas citadas nos remite
del jarabe, y la información ace rca de la estruc- inmediatamente al Jarabe gatuno. Además de
tura de coplas y estribillos que el canto tenía . los jarabes mencionados directamente como
El Jarabe gatuno tiene doce apariciones en tales, otros bailes presentes en el archivo del
el archivo inquisitorial entre 1801 y 1807. De Santo Oficio poseen elementos del jarabe: el
1802 procede el edicto que le prohibió, edicto Pan de manteca o tirana, Los panaderos y Las
que el virrey Berenguer y Marquina publicó en bendiciones, baile oído en Querétaro en 1785,
forma de bando. Dice: que se mofaba de las serias bendiciones religio-
sas con estas coplas tan veracruzanas y jarabescas:
En nuestros días se ha introducido otra especie de
baile llamado Jarabe gatuno, tan indecente, disolu-
Por ti no tengo camisa,
to, torpe y provocativo que faltan expresiones para Por ti no tengo capote,
significar su malignidad y desenvoltura, y beben en Por ti no he cantado misa,
él con las coplas, acciones, gestos y movimientos el Por ti no soy sacerdote.
veneno mortal de la lascivia por los ojos, oídos y
demás sentidos, cuantos lo bailan y presencian. Mi vida no te enternezcas
Parece que el mismo Asmodeo le ha inspirado y le y porque vez que me voy
preside para derrocar hasta los fundamentos la Para la última partida,
honestidad, no sólo cristiana sino civil y natural, y es Échame la bendición.
tal el desenfreno y manifiesta la obscenidad en un
grado que se avergonzarían los mismos sibaritas. Casó don Patricio
Por tanto ... Mandamos prohibir y prohibimos in Con mujer hermosa
totum el citado Jarabe gatuno, y cuyas coplas em- Sentadita en su butaque
piezan: este Jarabe gatuno ete. y como la experiencia Parece una mariposa.
ha acreditado que la gente disoluta, para calmar el
temor de los incautos y disfrazar su diabólica inten- Mi vida no te enternezcas
ciÓn de perder las almas redimidas por Jesucristo, Que me duele el corazón.
desfigura e inventa de nuevo el baile y las coplas, ¡Ay! yo quiero arroz,
prohibimos todo el que se parezca y convenga por Por vida tuya nanita,
palabras, acciones y meneos en el objeto de provo- Que me eches la bendición.
car a la lascivia, aunque se diferencie la canción, el ¡Ay! válgame Dios.
nombre y la figura ... Y mandamos que no bailéis
dicho Jarabe gatuno ni cantéis sus coplas ni cual- El jarabe insurgente
quier otro y otros que se parezcan, y que traigáis y
exhibáis ante Nos o ante nuestros comisarios las
citadas coplas y traslados de ellas: Y asimismo Once años después del contundente edicto del
denunciéis al Santo Oficio a los que después de la Jarabe gatllllo, en 1813, en el legajo formado
publicación de este edicto contravinieren a lo man- con la averiguación que el Santo Oficio practi-
dado en él en el término de seis días ...... cara en relación con los hechos de la Conspira-
Apuntamientos sobre el jarabe mexicano 17
Cangrejos al combate,
Cangrejos al com pás.
un paso pa adelante,
doscientos para atrás.
iZUS, zis, zas,
Viva la Libertad!
Como continuación puede seguir El atole. Lleva estas dos graciosas coplas:
Aire sencillísimo se encierra en un corto inter-
valo de quinta con apenas una ligera inflexión a Vengan a tomar atole
la dominante. (Ver ejemplo 2.) todos los que van pasando
que si el atole está bueno,
la atolera se está agriando.
La melodía de El palomo
emplea el típico procedimiento
de la canción de aliento entre-
lWI.tH. M.tllo. 0"
tila _ h . Pt.roJO cortado, tal como la denomina
Vicente T. Mendoza.
Otro aire generalizado es El
perico. Galindo ha sugerido que
esta melodía no es sino una mo-
dificación de un aire de danza
indígena, y en verdad, su ritmo
machacón y su melodía pentá-
fona y secuencial la allegan a
Ejemplo 3
muchos sones indígenas. (Ver
ejemplo 4.)
Apuntamientos sobre el jarabe mexicano 21
Ay que bonitos
son los enanos
cuando los bailan
los mexicanos.
iU 1'0. i1 • tul. lo, IItqld. _
Sale la linda, MI' r •. n. qul.to, h.nu.
sale la fea,
sale la enana,
con su zalea. ¡ t lit
Hazte chiquito,
hazte grandote,
ItT
"
...
U•• nr IJ ....
S..io
~,,~.t 11:". JI. QoJ..II:¡j
rLo
~.rt ~ Ya.~~
y
" ¡. "~:j'"
d. : / " "~ <rt....~... , ..~
....
ya te pareces
al guajolote.
Sale la linda ...
.
r - ¡'
• •-- - - , " " , . - - - -
ElJarabe nacional (ca . 1860) del distinguido portadilla de la pág. 87). Escrito aparentemente
pianista Tomás León (1826-1893) y el Vals- al mismo tiempo que los Aires nacionales de
jarabe de Aniceto Ortega (1825-1875) son, por Castro, no alcanza los logros técnicos a los que
su tratamiento estilizado, de gran interés artísti- llegó el maestro de Durango. Ituarte estructura
co, piezas clave del nacionalismo musical mexi- su obra según el modo usu al de concebir las
cano del siglo XIX. La obra de Ortega. especial- fantasías sobre motivos operísticos. A una in-
mente, muestra una curiosísima hibridación troducción libre, de rápidas escalas cromáticas y
entre dos bailes tan distintos como lo son el vals acordes arpegiados, siguen siete secciones que
y el jarabe. El delicado temperamento del com- emplean, entre modulaciones, transformacio-
positor y su fino oído armónico, le permitieron nes melódicas, cromatismos, octavas quebradas
responder al problema que implicaba la conjun- y acordes arpegiados, varios temas de jarabe. Es
ción de los dos dispares bailes. Personalmente notable su tendencia a describir musicalmente
estimo que no volvemos a encontrar una el texto de los sones y a conseguir una /
estilización tan sutil del folklore sino hasta el ambientación típica para cada uno de ellos.
arribo de Manuel M. Ponce. Gracias a los arreglos para banda y para
A Ricardo Castro (1864-1907), "el más orquesta de Ecos de México, la obra de Ituarte
europeizan te de los compositores mexicanos" ,se alcanzó una amplia divulgación. Por desgracia,
debe, en una obra de juventud, la más inteligente Ecos es, entre cientos de obras de Ituarte, la
y audaz estilización de los sones de jarabe. En única que sigue la tendencia nacionalista. Su
efecto, sus Aires nacionales, capricho brillante biógrafo Manuel G. Revilla dijo que el compo-
para piano (escrito probablemente en 1882), se sitor "había puesto de guante blanco aquellos
alejan de las maneras usuales en la elaboración de cantos que eran patrimonio exclusivo del pue-
los temas populares. Aunqueemplea los tradicio- blo", lo que provocó la respuesta ingeniosa de
nales sones El guajito, El atole, El perico, La Ponce: "Ituarte se detuvo un instante para oír
pasadita y El jarabe mexicano, introduce un la voz de la patria, representada por unos
tratamiento que incluye melodías en contrapun- sonecitos humildes, y siguió su camino". Por
to, variaciones y transformaciones temáticas de cierto, es un modesto estudio de Ponce, su
gran habilidad. La pieza requiere para su ejecu- Estudio en sextos, la obra que sirve como culmi-
ción de un pianista con alto nivel de virtuosismo nación a la estimable tradición piarustica mexi-
que venza sus extremas dificultades. cana de estilización del jarabe. Superior a todas
Debemos al destacado pianista y compositor sus predecesoras en buen gusto, sabor e ingenio
Julio Ituarte (1845-1905) una de las más popula- musical, la obra tiene forma de rondó con inter-
res estilizaciones de jarabes: Ecos de México, ludios que recuerdan la canción mexicana. El
capricho de concierto para piano (Véase la estudio por supuesto se titula Jarabe. »
Bibliografía
d' " 1: ·
=--_4
La composición dentro del género operístico Castro (1864-1907), Gustavo E. Campa (1863-
constituye una parte relevante en su obra. Ade- 1934) YJulián Carrillo (1875-1965) fueron algu-
más de los estrenos de Romeo e Ildegonda, nos de sus alumnos .6
previos a su viaje a Italia, en 1877 se representa La trayectoria profesional de Morales com-
Gino Corsini con Ángela Peralta y Enrique prende, además de la composición y la docencia,
Tamberlick. En 1891 se estrena Cleopatra. Am- la dirección de orquesta y la crítica periodística.
bas reciben críticas favorables. Escribe tres ópe- Como director, estrenó en México la 2a. Y la 5a.
ras más: CarIo Magno, Claudia y Anita. Lamen- sinfonías de Beethoven. Su producción como crítico
tablemente nunca fueron puestas en escena. reúne alrededor decien articulosen los que aparecen
Anita, en cuya composición trabajaba Mora- reseñas de eventos musicales,consideraciones sobre
les ya en 1895,4 fue ensayada en 1903 por la enseñanza musical e importantes reflexiones sobre
compañía de ópera de Napoleón Sieni. A pesar música y músicos europeos y americanos.
de haber sido montada por cantantes y orques-
ta, dificultades económicas impidieron su repre- 11
sentación. Aunque el empresario prometió al Anita, basada en el libreto de Enrique Golisciani,
compositor la puesta en escena de la ópera para narra una trágica historia de amor en la época de
la temporada de 1904, ésta no llegó a concretar- la invasión francesa a México.
se. Cuatro años después muere Morales sin Los personajes, mencionados en orden je-
llegar a presenciar el estreno de su obra. 5 rárquico, son: Anita, hija de un miembro del
La enseñanza musical representó una labor ejército mexicano (soprano); Gastón D' Auvray,
importante en el transcurso de su vida. Ricardo oficial francés (tenor); Rodrigo, guardia nacio-
nal y pretendiente de Anita (barítono); y Ma-
4. GutiérrezNájera, Manuel. "Los maestros Melesio y Julio nuel, guardia nacional y he rmano de Anita
Morales", Almanaque mexicano de arte y k/ras. 2a. edi- (bajo). Participa un coro de militares.
ción, México, Ediciones Caballero, 1895, p.D.
5. En 1987 fueron cantados los n6meros principales de la
obra (en versión para voz y piano) por un grupo de 6. Morales, Melesio. Reseila que ley6 a sus amigos el
alumnos del Conservatorio Nacional de M6sica, por maestro Mek sio Morales etI la celebraci6n de sus
iniciativa y con la promoción del maestro Karl bodas de oro y del cuadragésimo aniversario de la
Be llinghausen, profesor del Conservatorio e investiga- fundaci6n del Conserva/orio de Música. México. Im-
dor del CENlDtM. La 6pera no ha sido puesta en escena. prenta del come rcio de Juan E. Barbero, lOO?, p. 34.
Una aproximación a Anito. ópera de Melesio Morales 27
La ópera se desarrolla entre la noche del1 o. de La ópera finaliza con la entrada de Porfirio
abril de 1867 y la madrugada del día siguiente, Díaz a la plaza de Puebla. El coro canta el
fecha en que Porfirio Díaz, comandando las tro- "Himno a la Paz", basado en la letra del Himno
pas republicanas, recupera la ciudad de Puebla. Nacional Mexicano , cuyo tema es una variación
Manuel y Rodrigo combaten en el frente. de la primera frase melódica del mismo.
Anita, escuchando el fragor de la batalla, se
lamenta de no poder combatir en defensa de su m
patria e implora por la victoria del ejército mexi- Anita es la última ópera de Morales. En una carta
cano. Casi al finalizar la batalla, llega a su casa dirigida al público, días antes de la fallida repre-
un enemigo herido. La joven reconoce en él a sentación de la obra, el compositor escribe:
Gastón, el extranjero de quien se había enamo-
rado por haberle salvado la vida rescatándola de Atribúyese al célebre Mozart la opinión de que.
un grupo de bandoleros. Después de curar sus en música, no hay más que dos géneros: el agrada-
ble y el desagradable. Verdadero o falso el origen
heridas, lo esconde en su alcoba, pues Manuel y
de esta especie, ella entraña una verdad indisa:.ti-
Rodrigo, acompañados de un grupo de milita- ble; verdad que ha amparado mis particulares
res, regresan a celebrar la victoria. convicciones, refractarias sin reserva a las 'exage-
Durante la celebración, Rodrigopide a Anita raciones' dramáticas y polifónicas del modernismo,
que acepte ser su esposa en recompensa por que va aoonsejando la 'exacta' descripción del
drama por la música, aun a expensas de la belleza
haber dado muerte al coronel D ' Auvray, padre
convencional reservada al elemento sonoro.'
de Gastón, quien en una batalla previa había
matado al padre de la joven. Manuel apoya la
No obstante su interés
en escribir una música del
agrado del público, la acti-
tud de Morales ante la com-
posición musical no fue su-
perficial. U na aproximación
al Preludio sinfónico de la
ópera aportará algunas pre-
cisiones al respecto.
Pieza de una extraordi-
naria originalidad en la que
se manifiesta un agudo sen-
tido del drama musical, ca-
racteriza de manera magis-
Asalto y loma de la ciudad de Puebllul2 de abril tú 1867 tral el conflicto entre los
sentimientos de amor y fi-
petición de su compañero, pero Anita les dice delidad patriótica que sintetiza la trama de la
que esperen su respuesta al día siguiente. Entre obra.
el alboroto de los militares, Gastón escucha las El Preludio presenta ciertos paralelismos
ofensas que se hacen en con tra de su pa tria y sale con la forma Sonata-Allegro, forma esencial-
indignado de su escondite; los soldados se dispo- mente dramática. La exposición consta de dos
nen a matarlo pero, gracias a la intervención de temas cuyo antagonismo deriva del carácter de
Anita, su ejecución es pospuesta para la madru- los mismos, mas no de la oposición entre regio-
gada siguiente y es Llevado prisionero. nes armónicas distintas: ambos se centran en
Anita. disfrazada con el uniforme de su her- torno a la tónica.
mano,logra entrar a la prisión e insta a Gastón El primer tema, expuesto por clarinetes y
a huir. El francés accede, se despide de la joven fagotes y apoyado por la sección de cuerdas,
y le promete volver por ella. Rodrigo entra a la
celda, encuentra a Anita y descubre que ha
7. Morales. Melesio. " La ópera Allitadel maestro Melesio
ayudado al prisionero a escapar. Iracundo, saca Morales" , El Tiempo . Año XXI . no. 5996. octubre 8.
su revólver, le dispara y la mata. 1903. p. 2.
28 Heterofonía
evoca la pasión amorosa que domina a los per- Este vínculo entre tradición y originalidad
sonajes y augura el desenlace fatal. Dos rasgos hace de Anita una auténtica obra de arte: sin
esenciales son: el contorno melódico de las fra- originalidad, la tradición es un cuerpo inerte de
ses, que alcanzan el clímax en la nota inicial, reglas y preceptos; sin tradición, la originalidad
para continuar en movimiento descendente se neutraliza a sí misma, permaneciendo al mar-
hasta la última nota, y la preponderancia del gen del campo semántico que le da sentido.
intervalo de tercera, motivo unificador de la El segundo terna, cuya línea principal es pre-
melodía, la armonía y la forma: sentada por violines primeros, trompetas, flau-
tas y piccolo, dentro de un tutti de la orquesta,
contrasta con el primero por su carácter enérgi-
co y marcial y evoca el ambiente de heroísmo y
,. ~ gaUardía militar que prevalece a lo largo del
drama. En oposición al lirismo del primer terna,
la virilidad del segundo representa el elemento
heroico y patriótico del drama musical:
Ejemplo 1. Anila, inicio del Preludio Sinfónico. El intervalo de tercera descendente aparece
nuevamente corno motivo básico. En último
análisis, la melodía principal no consiste sino en
La primera frase inicia en el acorde de Mi una progresión descendente de terceras:
mayor, primer grado de la tonalidad principal
de la obra (compás 1), y termina en el sexto
grado de la misma, Do sostenido menor (c. 2). , -
Las notas fundamentales de estos acordes están ír ¡r I r§
en relación de tercera descendente. Asimismo,
el plan tonal del primer terna, en su conjunto,
: t... ,•
reproduce a mayor escala el mismo procedi- ' ~
miento: se inicia en el acorde de tónica y termina
en el acorde del sexto grado con la tercera
¡'in r I1
LC '1 "r 1I r
Cuadro l .
.1,
JI 1)1
M o d ~ rot o
rifo
¡:;;m ; ;; ':.f1" : [ti; ~
.
El intervalo de tercera sigue siendo el motivo
generador de l desarrollo. El acorde inicial es Mi
mayor, el acorde final , Do sostenido mayor.
~
~ILUDJO
........
._,
A_.
~,
_-
..T_...........,...'
..........
En la recapitulación sólo se reexpone el
primer tema. El preludio finaliza con una coda
~I F W.
que concluye, extrañamente, en el segundo Cuadro 3.
grado de la tonalidad principal:
Para terminar con las observaciones en cuan-
~:,::: "
to a la música del Preludio de la ópera, conside-
.1 remos brevemente algunas de las influencias
musicales que se manifiestan en esta partitura.
En la carta citada anteriormente, Morales
mismo nos refiere:
ciones en turno. de la célebre Escuela Italiana, van del conocimiento y la asimilación a su len-
[... ) seguro que su especial modo de ser, consis- guaje de la música francesa de la segunda mitad
tente en el predominio de la melodía conceptuo-
sa, es el que más se amolda a las tendencias y del siglo XIX:
gustos nacionales.8
8. Loe. dt.
José Antonio Robles Cahero
1_ Un sueño parisino
Si la francofilia se apoderó de las modas y del despiertos cuando moría el siglo XIX.
lenguaje de las élites y de los artistas mexicanos ¿Cuántos artistas mexicanos vivieron en Pa-
durante el régimen de Porfirio Díaz, fue gracias rís para hacer su s ueño realidad? Pocos, segura-
al gran éxito internacional de " lo francés" (ésa mente. (Y algunos sólo fueron, como Quiroga,
era una forma para trascender lo local y conec- para oler el desencanto). Pe ro eso poco impor-
tarse con el mundo). Para entonces, el sutil taba si muchos podían soñar despiertos desde
refinamiento galo ya había conquistado otros México: "vivir" en francés podía ser mejor que
países europeos y americanos, y París se había vivir en París (como hoy soñamos otros sueños
vuelto la mítica ciudad del arte y de lo moderno, extranjeros que pocos habrán de realizar).
la capital del mundo. Hacia el fin del siglo, ser Entremos, pues, a la narración de un sueño
"moderno" era "vivir" en francés: savoir-vivre. parisino entre tantos, a la historia de un músico
Los artistas mexicanos fill-de-siecle no hacían mexicano fill-de-siecle quien soñó el sueño con
sino estar a tono con el mundo en su búsqueda tal intensidad que, antes de pisar Paris, ya lo
frené tica de la avan/-garde. había vuelto realidad. Y París, que a veces es
No sería justo, pues, ni oportuno acusar a injusta con sus fieles (como Horacio Quiroga
nuestros artistas finiseculares de "afrances a- pudo comprobarlo), esta vez supo cómo recom-
dos" si por ello entendemos decadencia o falta pensar la fidelidad. Sí, a veces, París también
de conciencia nacional. La sociedad francófila podía ser un paraíso donde ...
del Porfiriato "-régimen que fue hijo pródigo
del efímero Imperio- exigía mu eb les e 11. El grupo, la guerra y el triunfo
inmuebles, comida, espectáculos, vestidos y
prosas en francés". Se arraiga,así, todo un léxico En 1882 es nombrado director del Conservato-
que refería un amplio repertorio a la vezconcre- rio Nacional de Música Alfred Bablot -médico
to e imaginario, real y fantástico: "óperas y y músico francés radicado en México desde
maquillajes, divanes y IlOrs d'oeuvre, crinolinas 1849-, cargo que ocuparía durante casi diez
y Chablis.,,3 De todo ellose forjó la sustancia del años hasta su muerte en 1892. Influyente perio-
sueño parisino que muchos mexicanos soñaron dista, promotor y educador musical, Bablot es-
timuló el francesismo entre los jóvenes alumnos
del Conservatorio, quienes en adelante irían a
Patout, Paulelle. "Alfonso Reyes y Francia" .en Frall - Francia, en vez de Italia, a perfeccionar su edu-
cia en Alfollso Reyes. Monterrey. Universidad Autó-
noma de Nuevo León, Capilla Alfonsina, Biblioteca
cación musical. 4 La década conservatoria na de
Universitaria. 1985. pp. 9-23. Vid. pp. 10-11 .
3. Castañón, Adolfo. "La literatura yel estado en Méx i· • Romero, Jesús C. "El Fra neesismo en la evolución
CO. 1876-1910. Notas y ; ituaciones" , Revisla de la musical de México", Camel Musical (suplemento No.
Ulliversidadde México. Nuevaépoca. Vol. XXXVDI . no. 1). Vol. v, no. 4, México, julio de 1949, pp. 153-163.
13. mayo de 1982, pp. 5-13. Vid.. p. JO. Vid. p. 156.
34 Heterofonta
Querido Gustavo:
Debería haberte escrito, como lo deseo desde hace varios meses; pero bien sabes que
por acá el tiempo vuela, y no se tiene momento libre de qué disponer; hágolo ahora en
que he emprendido un viaje por Alemania, principalmente con el objeto de asistir al
Ciclo Wagneriano que se representa en Munich, ya la inauguración del monumento
Wagner en Berlín.
Hace tres semanas que estoy en Wiena y aquí he oído muy bien cantados el
Lohengrin y los Maestros Cantores. Concurrí también a un ballet "Excelsior" cuya
música es más que mediana pero que está presentado con mucho lujo y con un
movimiento escénico extraordinario, lo que le ha valido su éxito.
Asistí ya en Munich a la primera serie Wagneriana y dentro de pocos días asistiré
a la última, pues tomé boletos con el objeto de oir dos veces la misma obra. No puedes
imaginarte la grandiosidad de estas representaciones preparadas con tanta anticipa-
ción, tanto estudio y tanta laboriosidad. La orquesta (invisible) perfecta, la suntuosa
mise en scene, escrupulosa hasta en los detalles mínimos y los cantantes escogidos entre
los mejores alemanes, coadyuvan al completo éxito de estos festivales, sujetos por otra
parte y como bien sabes a una sabia dirección en la que impera la más severa disciplina
y el más acendrado amor a Wagner. iPuedo asegurarte que yo no tenía idea de la
intensidad dramática de su música, ni de los desencadenamientos, maravillosa reso-
nancia y plasticidad de su orquesta!
Aquello es algo supra-humano, que no puede describirse con palabras.
En Tristón é Ysolde, por ejemplo, todo el instrumental toma al final de la obra,
progresiones tan extensas, de periodos tan largos y tan maravillosamente desarrolla-
dos, que se llega no ya al paroxismo de la pasión, sino a algo más, a expresar acentos
de un poder y fuerza desconocidos al hombre, como apenas puede concebirse la pasión
entre semidioses o seres de otra naturaleza.
Ojalá y hubiéramos venido juntos; cuántas impresiones y cuántos comentarios del
momento hubiéramos cambiado, con provecho para ambos. Pero en fin, ya que esto no
es posible, quédame siquiera el gusto de escribirte para comunicarte algunas de mis
im presiones.
Como sabes seguramente, hace algunos meses hice ejecutar en París algunas de mis
composiciones en los conciertos sinfónicos de Le Rey, de reciente fundación .
Le Reyes un músico muy distinguido y entusiasta por lo nuevo y por los jóvenes
compositores, me ha acogido con simpatía y en los prospectos que ha repartido
anunciando su nueva temporada, ha puesto mi nombre entre el de los compositores
cuyas obras habrán de ejecutarse; así es que seguramente volveré a figurar en sus
programas, lo cual es una gran fortuna , pues está pretendiendo rivalizar, y casi lo ha
conseguido, con los conciertos de Colonne y Lamoureux, y además el Gobierno le
acaba de conceder una buena subvención.
Se han publicado ya en casa de Lemoine y en casa de Leduc algunas de mis
composiciones de piano, y tuve buen éxito en el recital que di en la Sala Erard.
Todo esto como debes suponer me tiene muy contento, y me ha abierto algún camino.
Si me haces favor de contestarme dirige tu contestación a París con la siguiente
dirección: Paris-Le Vésinet (seine et Oise) Rue Felicien David No. lO, pues allí está mi
familia y ella me enviará la carta al lugar en que yo me encuentre, pues pienso seguir
viajando hasta el invierno, que pasaré en París, para irme a Italia el año entrante.
He tenido noticia de las modificaciones que ha sufrido el plan del Conservatorio,
de nuevas clases y de un movimiento, en fin, que me revelan tu empeño y reconocida
inteligencia en pro de nuestro arte, así como la valiosa protección que le imparte
nuestro grande y generoso don Justo Sierra. Recibe mis cariñosas felicitaciones, bien
sinceras, pues nadie mejor que yo sabe apreciar tu talento y merecimientos, y si en algo
te puedo ser útil. cuenta con la antigua amistad de tu amigo que mucho te quiere.
Ricardo Castro
Un mexicano en París 35
Bablot ayudó a consolidar una tendencia que pianfstica que se enseñarfa en el plantel (que
desde varios años antes de su gestión ya se culminó con la separación de Meneses y
dejaba sentir en los talentos musicales más jóve- Quezadas), "los seis" terminaron siendo cuatro
nes de México. (aunque Meneses seguiría siendo miembro del
Ese mismo año, 1882, terminaba sus estudios selecto clan francesista). En 1886 lograron fun-
musicales en el Conservatorio Nacional un gru- dar el Instituto Musical Campa-Hernández
po formado por cuatro alumnos distinguidos: Acevedo (ubicado en Bolívar, entre Tacuba y
Ricardo Castro Herrera (1864-1907), Gustavo Cinco de Mayo), donde enseñaron, junto con
Ernesto Campa (1863-1934), Juan Hernández otros colegas, las técnicas musicales de la escue-
Acevedo (1862-1894) y Pablo Castellanos León la francesa. 6
(1860-1929). Los cuatro conservatorianos com- Cuando muere Alfred Bablot en 1892, el
partfan la amistad de otro clan de tres músicos grupo de músicos se acoge al amparo de un
ajenos al Conservatorio: Felipe Villanueva (1862- mexicano hijo de franceses quien gozaba de
1893), Carlos J. Meneses (1864-1929) e Ignacio influencia política y económica: el licenciado
Quezadas (¿-?). El vfnculo que nutrfa la amis- José Ives Limantour (1854-1935). Hombre refi-
tad de los siete jóvenes músicos era su amor por nado y líder del grupo de "los científicos",
lo francés. Su francofilia los hacfa reunirse en Limantour se rodeaba de hombres de negocios
un cuarto de la calle del Tompea te (hoy Isabel la e intelectuales con creciente influencia en todo
Católica, entre Mesones y Regina), al cual el país. En 1893 Limantour sustituyó a Matfas
Romero (quien se fue comisionado a Washing-
llamaban pomposamente Francia , porque traspo- ton) en la Secretarfa de Hacienda, convirtiéndo-
niendo el umbral, cuanta persona lo hiciere debía se en el hombre clave de la política económica
hablar solamente en francés; allí se congregaban
de Porfirio Díaz.?
para leer a los poetas franceses de la época, [...]
cuyos versos anhelaban musicar de acuerdo con su Bajo el patrocinio de Limantour y otros fun-
prosodia, y para tocar en la intimidad las obras de cionarios el grupo funda, en abril de 1892, la
los compositores románticos [... ]. Sociedad Anónima de Conciertos, con la inten-
ción de competir con la Sociedad de Conciertos
Allí lefan también diarios y revistas franceses del Conservatorio (fundada en 1887),encabeza-
que recibfan periódicamente por conducto de la da por el músico italianista José Rivas, entonces
Société Philarmonique Fran~aise au Mexique. 5 director del Conservatorio y de su orquesta. La
Allí soñaban los amigos, en fin , con ver el Sena Sociedad Anónima de Conciertos organizó dos
y asistir a los famosos conciertos de Colonne y series de conciertos en el Teatro Nacional: en
Lamoureux, donde se presentaban los mejores 1892 (cinco funciones) y 1893 (tres funciones) .
solistas y orquestas del mundo. En ambas temporadas no figuraron músicos
Cuatro de esos amigos hicieron realidad el italianistas, pero destacaron los cuatro amigos
sueño de su generación. Los dos primeros en francesistas: Meneses, como director de orques-
realizarlo fueron Hernández Acevedo y Caste- ta; Castro, como pianista; y Villa nueva, Campa
llanos, quienes, debido a su posición económica, y Castro, como compositores.8
contaron con los medios para perfeccionarse en El éxito de los conciertos de hace cien años
el Conservatorio de Parfs. A su regreso, Caste- puede medirse por la furibunda respuesta de los
llanos se fue a vivir a Mérida con su familia , italianistas del Conservatorio, cuyo líder era el
quedando reducido el grupo a seis amigos (de compositor Melesio Morales. A causa de un
aquf que el doctor Romero lo bautizara, no sin artfculo de Morales publicado en el diario cató-
humor francés. como el Grupo de los Seis) . lico El Tiempo (agosto 20 de 1893), donde se
Estimulados por Campa. el Ifder del grupo, acusaba a los francesistas de una "fanática devo-
desde su pequeña Francia " los seis" soñaban ción" hacia la música de Chopin, se desató una
también con fundar una escuela de música, que
serfa el cuartel general en su lucha contra el 6. [bid., pp. 157-158.
italianismo re inante en el Conservatorio. Des- 1. Oc la Torre ViUar, Ernesto . "Segundo periodo presi-
pués de una discrepancia sobre la técnica dencial de Dfaz e inicio desu reelección hasta 1910",
en Historia dt México . T. lO, México, Salvat Mexica-
na, 1979, pp. 2273-2302. er. pp. 2286-87.
S. [bid .• p. 157. 8. Romero, op. cit., pp. 158-159.
36 Het.,ofonía
sor de este instrumento. Con sus clases de músi- real a un centavo por ejemplar. Esto sigÍüficó
ca sostuvo sus estudios profesionales en el Insti- una mayor difusión de la lectura entre los gru-
tuto de Ciencias y Artes de Oaxaca, titulándose pos populares, antes sólo accesible a profesio-
como abogado en 1891. Fue catedrático del nistas, políticos e intelectuales.
Instituto oaxaqueño, litigó como abogado y fue La redacción de El Imparcial, ubicada en la
juez, culminando su carrera política como Se- esquina de Ayuntamiento y Bolívar, fue lugar
cretario General de Gobierno de Michoacán. de reunión de artistas y escritores donde escri-
Pero su verdadera pasión fue el periodismo. Se bían o entregaban sus colaboraciones. El perió-
instaló en la ciudad de México y allí fundó varios dico recibió la protección de Porfirio Díaz, ami-
periódicos y revistas de importancia: El Univer- go de su director, quien le ofreció un subsidio
sal, El Mundo, El Mundo Ilustrado (revista para su diario (de aquí que fuera considerado un
semanal), El Heraldo y Revista de Revistas (que periódico gobiernista). Poco después de la caída
todavía se edita).24 de Díaz, en 1912 Reyes Spíndola se retiró del
Sin duda, el gran logro editorial de Reyes periodismo, debido a las presiones del presiden-
Spíndola fue la fundación de El Imparcial, dia- te Madero para que vendiera su influyente pe-
rio de gran tiraje y circulación que inaugura el riódico. Murió en la ciudad de México el 13 de
periodismo moderno en México con su primer enero de 1922, y a sus funerales en el Panteón
número aparecido el12 de septiembre de 1896. Español concurrieron sus amigos escritores y
El éxito económico de la empresa fue tal que se colegas periodistas. 2S
logró abaratar el precio del periódico de medio Uno de los mejores testimonios acerca de
Reyes Spíndola está finnado por Luis G. Urbina,
el poeta y el funcionario (secretario particular
24. Sobre la vida de Rafael Reyes Splndola véase la nota de Justo Sierra), el amigo de escritores y artistas
necrológica de Francisco Monterde (redactor), "Es- sobre los que nos dejó admirables retratos lite-
critores mexicanos contemporáneos. Lic. D. Rafael
Reyes Splndola", Biblos. Bolet(n Semanal de Infor-
rarios. No es fortuito que Urbina comience una
mación Bibliogr6fica. T. rv, No. 157, México, Bibliote- afectuosa semblanza sobre su amigo Ricardo
ca Nacional, enero 21 de 1922, pp. 1(}'11. Véase tam-
bién la nota mecanoescrita del doctor Jesús C. Rome-
ro en su archivo personal (agradezco a Juan José
Escorza por facilitanne estos valiosos documentos). 25. Loc. cit.
40 Heterofonía
fluidamente el francés y cuyas obras destilaban las imágenes que una a una se agolpaban en su
el aroma francés); pero no debemos descartar espíritu sensible:
la solidaridad y el ejemplo de su maestra de
piano, quien había sido por años el gran mode- Quisiera hablarle de las innumerables bellezas que
lo a seguir por parte de Castro (como se aprecia todos los días se descubren en este inmenso París;
pero no puedo, mis impresiones forman un
en sus crónicas sobre mujeres pianistas). La
amontonamiento sin orden que casi aplasta mi
Carreño era su inspiración: la más evidente cerebro, yes imposible para mi incapacidadencon-
prueba de que un latinoamericano sí podía trar la idea precisa, la opinión justa que pueda
triunfar en Europa. expresar siquiera pálidamente todo lo que veo y lo
Recién llegado a París, Castro envía una que siento.JI
carta a su amigo Reyes Spíndola el15 de febrero
de 1903, la cual es inmedia tamen te publicada en Pero la vida musical de Castro en París no se
El Imparcial. En esa primera y extensa carta- limitó a los numerosos conciertos de que podía
crónica, Castro no oculta su romance con París disfrutar, ni a las crónicas que siguió enviando a
y su gozo al descubrir el legendario ambiente El Imparcial con cierta regularidad. Tres meses
musical de la célebre capital francesa: después de su arribo, el pianista hace su debut
parisino en la famosa Sala Erard (abril 6 de
Increlble es el movimiento artístico que hay aquí 1903); tocó obras de repertorio y hasta se atrevió
en estos momentos: música de cámara, música a interpretar dos obras suyas. Pocos pianistas
religiosa, audiciones sinfónicas, virtuososcélebres,
extranjeros recién llegados a París podían gozar
Grande Opera, Opera Cómica, conferencias, con-
ciertos, etc.; todo ello diariamente, por la noche y de tal honor. El éxito de su primer concierto
en malinées, sin poder dejarse un punto de reposo, parisino puede valorarse en las elogiosas cróni-
saturando el ambiente que se respira de arte, ¡de cas que recibió en periódicos como Le Joumal
arte grande y verdadero! ¿Cómo hablar de todo? (abril 8), Le Fígaro (abril 9), Le Guide Musical
(abril 12), Le Menestrel (abril 12) y Le Monde
Pues todo reclamaba la atención y el interés Musical (abril 15), mismas que fueron traduci-
del músico mexicano que descubría los escena- das, extractadas y editadas por El Imparcial. Su
rios de París: en los Conciertos Colonne, la eterno aliado no exageraba al decir:
Damnation de Faust de Berlioz ("quizá su obra
maestra") y las Scénes de Faust de Schumann A nadie que conozca las dificultades que hay que
("música etérea, de una poesía infinita"); en los vencer para ser aceptado en París, se le oculta la
magnitud de lo que allí ha hecho R. Castro en los
Conciertos Lamoureux, la Novena Sinfonía de cuatro meses que lleva de permanecer en Europa.
Beethoven dirigida por Chevillard y el poema La sola circunstancia de haberse logrado acepta-
sinfónico Mazzepa de Liszt, dirigido por ción en la Sala Erard, así como haber encontrado
Weingartner; en el Conservatorio de París, la editores para sus obras, y tener elogios de revistas
Pasión según San Juan de Bach: "verdadero tan respetables como Le Guide Musicaly Menestrel,
las más respetables y las más intransigentes de
monumento de arte". Además, "una verdadera París, [... ) colocan a nuestro compatriota en posi-
pléyade de pianistas notables dan recitales to- ción envidiable en el mundo musical.32
dos los días en las numerosas salas de París".30
Así comenzaba Castro su incursión en la vida Unas semanas después, a fines de abril de
musical de París en febrero de 1903. Cinco me- 1903, Castro se presentaba como compositor
ses más tarde le escribe a su amigo José G. ante el exigente público de París en los Concier-
Aragón (1870-1930) desde su nuevo domicilio; tos Le Rey. Los parisinos escucharon fragmen-
carta en donde, de una forma muy personal, tos de su ópera Atzimba (Intermezzo y Danza
Castro confiesa su estupefacción ante el diario
descubrimiento de París, tratando de explicarse
31. Carta de Castro a José G. Aragón, París-Le Vésinet,
julio 2 de 1903, fotografiada y citada en Jes(is C.
Romero, R. Castro. Sus efemérides biogr6ficas, pp. 29-
30. Castro, Ricardo. "Impresiones arUsticas", E/Impar- 32, 41-42. José Gonzalo Aragón estudió en el Conser-
cial, marro 16 de 1903. Los famosos conciertos parisinos vatorio de 1886a 1888. Su principal actividad sedio en
llamados C%nne y Lamoureux deben su nombre a la enseñanza musical y en la ópera.
sus fundadores, ambos violinistas y directores de or- 3'2. "Ricardo Castro en París. Primeros triunfos del artista
questa: Édouard Colonne y Charles Lamoureux. mexicano en Europa", E/Imparcia/, mayo 8 de 1903.
44 Heterofonía
Dos de las más importantes editoras de mú- [... ] por ahora quiero aprovechar bien estos meses
sica francesas, Leduc y Lemoine, le compraron prescindiendo de la vida agitada del tourista [sic] y
dedicarme con calma y tranquilidad a trabajar un
la propiedad de sus obras para piano, que pron- poco en el piano y la composición como ya lo estoy
to empezarían a editar. En fin, haciendo, y para conseguirlo y estar en relativa
calma, he cambiado de casa y he venido a vivir en
Todo esto me ha halagado tanto, que he pensado los alrededores de París, en un pueblecito encanta-
en prolongar más tiempo mi permanencia en París, dor que se llama Le Vésinel, en donde hemos
pues créame usted que nunca pensé tener tan alquilado un bonito "chalet" con precioso jardín y
buena fortuna, pues no puede usted figurarse lo todas sus comodidades. Así, la familia y yo vivimos
extraordinariamente difícil que es obtener en París con tranquilidad y en inmejorables condiciones
acceso y aceptación en los círculos musicales, y ya higiénicas.
usted comprenderá cuán grande debe ser mi satis-
facción?" Respecto a las nuevas amistades de Castro y
sus relaciones con "celebridades artísticas", la
La carta fue escrita cuando Castro acababa citada carta confirma lo que sus crónicas publi-
de establecerse en un pueblo cercano a París, cadas en El Imparcial ya dejaban sospechar:
llamado Le Vésinet (dirección: Felicien David
No. 10), donde también vivía la compositora y Cerca de mi casa vive la Chaminade, con quien
pianista francesa Cécile Chaminade: estoy en magníficas relaciones y a quien visito
bastante seguido. Es una mujer amabilísima y
muy ilustrada, verdaderamente subyuga su con-
3) " Los nuevos triunfos de Ricardo Castro. Su música versación . También estoy en relaciones con
orquestal", Ellmparcial. junio 5 de 1903. Vid también Moskowski . el famosísimo pianista-compositor.
J. C. Romero. R. Caslro. S'IS efemérides biográficas.
que hace cinco años habita París, y cuya amistad
pp. 40·41.
)4. Carta a José G. Aragón. julio 2 de 1903. debe suponerse con cuanto entusiasmo cultivo.
Un mexica no en Parfs 45
Hace cuatro dfas tuve el bonor de ser presentado Aparte de su talento artístico es la Carreño una
con Saint-Saens. Me recibió en su casa y estuve mujer de gran int eligencia y sumamente ilustrada;
conversando con él más de una hora. Siempre su trato es exquisito, habla y escribe a la perfec-
conservaré recuerdos de esta visita que ha sido ción, además de su propio idioma. el inglés, el
una de las impresiones más hondas de mi viaje. 35 francés, el alemán y el itali ano. Hace las mejores
ausencias [sic) de México y conserva el más agra-
dable recuerdo del público mexicano, uno de los
Dos años y medio después (enero 20 de más cullos que ha encontrado. según ella misma
dice, y por el que tiene un verdadero afecto. La
1906), Castro envía otra crónica a El Imparcial verdad es que la Carreño cauliva y seduce com o
donde da cuenta de sus relaciones con los músi- mujer y como Orlisla.38 [El subrayado es mío.)
cos de París y justifica lo necesario (musical-
mente hablando) de tales acercamientos:
El músico-cronista con tinúa describiendo los
Durante mi ya larga residencia en Europa, he estilos de otras insignes pianistas que había
escuchado, puede decirse, a todos los pianistas escuch ado: Fanny Davies. Madame Roger
célebres, pues como es natural , no he desperdicia-
Mielos, Clotilde Kleeberg, Marfa Panlhés y Berta
do oportunidad alguna, y no me he limitado a
admirarlos en sus recitales y diversas audiciones, Marks Goldsmischt. Pero, como es obvio, debía
sino que he procurado acercarme a ellos y bacer su terminar su crónica femenil hablando larga-
conocimiento personal, porque entiendo que el men te de su amiga (y vecina) Cécile Chaminade
trato y la conversación de un gran artista, aunque (1857-1944), quien además de pianista era una
sean breves y superficiales, suelen ser punto de
compositora de moda en el París de principios
grandes y provechosas enseñanzas. Y efectiva-
mente, cuán profundas observaciones, qué juicios de siglo. Por ello, es ta pianista francesa se con-
tan sagaces, qué apreciaciones tan atinadas he virtió en la segunda musa e inspiración femenil
podido recoger de este modo, respecto de la técni - de Castro (aunque no inferior, quizá. a la
ca del instrumento, de la forma en que debe Carreño), pues conjuntaba todo lo deseable e n
emprenderse su estudio, de la manera de interpre-
un músico: la creación, la int~ rpre tación y la
ta r talo cual obra, etcétera.36
ampliacultura,por no hablar de l imprescindible
Castro dedicó esa crónica a comentar el "pe- savoir-vivre francés.
queño núeleo de mujeres pianistas, que gozan Amén de mencionar el encan lo de sus obras,
muy merecidamente de la más envidiable reputa- sus admiradores y sus concie rlos (en los que
ción", pues " no sólo entre el sexo fu erte se en- interpre tabasus propias obras) , Castro nos oCre-
cuentran grandes talentos". Primero, desde lue- ce una emotiva descripción del pueblo donde
go, el cronista escribe sobre su querida maestra vivía la compositora (es decir. de su propio
Teresa Carreño. " una de las primeras Ciguras" y domicilio): lugar paradisíaco, perfecto para el
" tan admirada del público mexicano". Aunquevivía artista que desea ba alejarse de los ajetreos de
en Berlín, la Carreño realizaba "grandes lournées" París (con lo que entenderemos lo afortunado
por Europa y pasaba largas temporadas en París, que era Castro al vivir en tal sitio). Chaminade
donde sus conciertos eran muy aplaudidos. pasa ba " los rigores del invierno" e n el pue rto de
Castro no oculta u gran admiración (y hasta Marsella con su esposo (un rico editor), pero
pasión) por la gran pianista ve nezolana, a quien
habfa dedicado algunas de sus más hermosas el resto del año lo pasa en los alrededores de París.
en una encantadora y aristocrática poblacioncita
páginas para el piano,l1 He aquí a la primera
que se llama "El Vesinct", c n donde posee un a
musa de Castro, qui en lo "ca utiva y seduce coqueta "villa". circundada por un magnífico par-
como mujer y como artista": que. Allí, en med io de los árboles. de los pájaros y
de las flores. con perspectivas sobre las deliciosas
lS Ibid. riberas del Sena y de la campiña de París. llena de
16 Castro. Ri cardo. " Las grandes pianistas. Teresa vegetación herm osa y fragan te. tie ne la artista su
Carreño y el público mexicano. La Chaminade en su estudio.
retiro", El Imparcial. lunes t9 de febrero de 1906.
La crónica co mpleta puede leerse en la sección DoCl/ - Castro no olvida describir e l est udio de la
melllos de esta misma entrega. pp. 67-68. composi tora (con su mesa, el piano, un am/Ollilllll
31 Castro, Rica rdo. Prés du Ruisseou (pour piallo). op.
16. Leipzig. Friedrich Ilofmeister. 1903. La dedIcato-
ria de eSLa obra reza: " A Mada me Teresa Carreño". 38. Ol5tro. Ricardo. "Las grandes pianistas". arl. dI.
46 Hettrofonía
y así vive, festejada en público, admirada y queri- A su regreso a México en 1906, Castro traía,
da en la intimidad , la más inspirada y fecunda , además de sus nuevas partituras, un tesoro
seguramente, de las artistas del día.39
invaluable en su equipaje: un álbum con los
autógrafos de músicos que había coleccionado
Es muy probable que en el salón de esa durante su estancia europea. 42 (Cuántas veces
tertulia Castro haya estrenado, en alguna agra- habrá hojeado Castro aquel álbum, recordando
dable soirée de 1903, los hermosos y evocativos los plácidos momentos con aquellos colegas.)
Seis preludios para piano que le dedicara a su En ese álbum se encuentra, discretamente guar-
admirada amiga Cécile Chaminade: Hoja de dada, una sola misiva, una carta en un francés
álbum, Barcarola, Sueño, Serenata, Nocturno y casi ilegible firmada por la Chaminade. Estos
Estudio.4o Por cierto, parece que a su vez indicios nos hacen sospechar que el mexicano
Madame Chaminade dedicó, en reciprocidad a sostuvo un romance con su musa francesa (así
los Seis preludios, una obra para piano a su fuera solamente espiritual, ya que la musa esta-
querido amigo mexicano. En su carta a José G. ba casada; pero, andando entre musas y música,
Aragón de julio de 1903, Castro le confesaba su uno nunca sabe lo que puede pasar ... ).
admiración por tan exquisita dama, así como la
cercanía (física y espiritual) de que disfrutaban: VII. De Justo Sierra a e/aude Debussy
Cerca de mi casa vive la Chaminade, con quien Mucho más habría qué decir sobre la residencia
estoy en magnificas relaciones y a quien visito europea de Ricardo Castro entre 1903 y 1906: sus
bastante seguido. Es una mujer amabilrsima y muy
ilustrada; verdaderamente subyuga su conversa-
viajes a Italia, Alemania, Austria y Bélgica; sus
ción" conciertos y triunfos en esos países; las obras que
. ...-
, -====
) . ,-
Ejemplo 4a.
Debussy, comienzo
b .Z)! l;p ml;& [
de la Sarabande de
Pour le Piano. Ejemplo 6. Debussy, Pour le Piano, Toccata
Pour/e Piano 51
j[
Como se puede apreciar, la construcción de
los dos temas primeros (ejemplos 6 y 8a) es
Ejemplo 9. Caslro, Suite para piano, Capricho.
idéntica , incluso en su desenvolvimiento
pianfstico. 2
El anterior enlistado de similitudes no lleva donde se revelan cuestiones muy interesantes.
otro objetivo que el de señalar el obvio conoci- Castro demuestra entender ciertos aspectos cla-
miento que Castro tuvo de Debussy. Se mencio- ves de la escritura de Debussy -tales como el uso
nó al principio que no existen hasta el momento de acordes aumentados (producto, a su vez, de
referencias a Debussy en la documentación de utilizar una escala de tonos enteros) y el uso
Ricardo Castro; sin embargo, la Suite op. 18 es repetitivo de cierta configuración con una
precisamente ese documento perdido. Sólo que- -aparentemente- sencilla alteración armónica:
da preguntarse el por qué de la ausencia de
Debussy en los escritos de Castro. ¿Miedo de
revelar un modelo magnífico? ¿Temor de elo-
giar tempranamente a un joven músico? -le ne
comprends pas, diría monsieur Antidilettante-.
La inspección de la Suite op. 18 guarda aun
más sorpresas. Existen pasajes como el siguiente:
La justa apreciación que Castro tuvo de técnicos observados en Debussy, mismos que
Debussy -aun cuando ésta fue temprana y trasladó al horizonte de su propia experiencia.
limitada- nos indica que la preocupación de los Dicho de otra manera, aun cuando los elemen-
mÍísicos mexicanos de fin du siecle por se- tos utilizados son iguales, el significado de éstos
guir "el ideal musical francés"3 no se limitó es diferente para c.ada compositor. Por esta
a copiar moldes probados. Al contrario, dicha razón, la Suite guarda un estilo muy personal.
tendencia incluía -de manera gen uina-Ia posi- De todo lo anterior es posible concluir lo
bilidad de acortar la distancia entre nuestra siguiente: en Ricardo Castro ya se conjugan
música y la de Europa. dos corrientes estéticas inevitables: la búsque-
Pese a todas las simili tudes señaladas,la obra da de la universalidad -como en la Suite- y la
de Castro no es en ningún momento una mera búsqueda de lo propio -<:omo en sus Aires
copia. Todos los elementos inspirados por De- Nacionales-. Es sólo de lamentarse que Castro
bussy fueron asimilados por Castro e incorpora- muriera sin haber resuelto en una sola obra
dos a su estilo particular. La obra no es una estas dos preocupaciones. "Mais ... -diría por
copia, sino un experimento -llevado a cabo con último monsieur Croche- es más lamentable
gran éxito- con nuevas y llamativas herramien- que una solución tan importante no surgiera en
tas musicales. Castro utilizó ciertos aspectos la música mexicana desde aquel entonces". J>
México; antes -se decfa- sólo había habido olvidemos que hacia 1932 incluso Franklin D.
"música de salón" o "música importada". En sus Roosevelt pasaba por comunista. El propio
escritos de 1920 a 1950, sobre todo, Chávez tocó Chávez aportó elementos para la confusión de
el tema del nacionalismo muchas veces, con celo criterios durante todo este periodo, en el cual
militante pero también con diplomacia cuando compuso obras que sugerían una tendencia po-
debía escribir textos oficiales. Chávez no era, lítica definida, tales como HP -entonces vista
desde luego, un ignorante, y nosotros olvidamos como un elogio del maquinismo y de los obre-
qué momento le tocó vivir para que se desempe- ros-, el Corrido del Sol y Llamadas, Sinfonía
ñara de tal modo acerca de sus antecedentes. Proletaria -así denominada por el autor en el
Tenía una propuesta musical propia, la compar- mismísimo estreno del Palacio de Bellas Ar-
tía con gente de su generación aquíy en Estados tes-; imaginemos también cómo habrán sido
Unidos pero, sobre todo, seguía una ideología juzgados en su tiempo los conciertos que la
vigente entonces con tal fuerza que se convirtió Sinfónica de México daba a los obreros en fun-
más de una vez en política de estado. Para que su ciones especiales. Varios compañeros "de lu-
proyecto musical triunfara, Chávez debió lu- cha" de Chávez, como Revueltas, Eduardo
char en busca de poder; si no hubiera habido Hernández Moncada o José Pomar manifesta-
música ni músicos ni vida musical significativa ban con más claridad sus inclinaciones ideológi-
antes de su proyecto, no habría sido necesaria cas. Si pudiéramos separar, aunque sólo fuera
toda la "campaña política" que protagonizó el en la abstracción del análisis, los criterios estéti-
profesorado joven del Conservatorio Nacional co e ideológico para el estudio del paso tempo-
y, durante más años, la Orquesta Sinfónica de ral de nuestra música, guardando en el cajón de
México. Fue necesaria porque había enemigo a los recuerdos aquellos lemas de batalla de las
la vista: toda una generación de profesores y pugnas de 1930-1940, podríamos replantear ele-
compositores viejos entonces, que defendían mentos que nos permitieran ver de otro modo el
posturas musicales distintas de las de Chávez y cambio de siglo.
sus aliados. La pugna fue intensa, abarcó al
Conservatorio, a la prensa y a los conciertos, y
duró con relativo equilibrio de poderes entre
1929 y 1940, cuando los hechos, el poder, la
música -la historia, pues-, le dieron el triunfo a
Chávez. Como ya deja ver 10 mixto de los facto-
res citados, la pugna tenía más tintes ideológi-
cos que musicales, y hasta la fecha seguimos
confundiendo los dos criterios cuando habla-
mos de nuestra música; esta confusión la tene-
mos por igual frente a todo el arte deci-
monónica, 10 mismo pintura que literatura que
teatro. Aunque no seamos priístas, la herencia
de la revolución de 1910 nos sigue bloqueando
el pensamiento.
Los enemigos de Chávez que se vieron des-
plazados del Conservatorio Nacional hacia 1930,
varios de los cuales -<:omo Carlos del CastiUo-
manifestaron su postura en los diarios y en las
revistas como México Musical, atacaban al au-
tor de la Sinfonía India con juicios por igual
estéticos que ideológicos -y hasta personales,
pero éstos son irrelevantes para nuestro análi-
sis-, pues hablaban de su música "ruidosa, estri-
dente, carente de armonía, incoherente", y 10
tildaban de comunista, de subversivo y hasta de
agente al servicio de los estadunidenses -no Julián Carrillo
El paso de nuestra mlisica del siglo XIX al xx 55
oprimida que, sin embargo, todavía tenía acce- ya eran cuando menos actividades estables y
so a algunos instrumentos, como el violín y la permitían alguna comunicación entre los músi-
desde entonces fundamental guitarra. Debe- cos que debía reflejarse en su desarrollo. Una
mos recordar todas las terribles peripecias que ciudad que cambiaba de presidentes con gue-
sufrimos como nación antes de llegar a un rras cada año difícilmente podía permitir la
momento, la república restaurad:: en 1867, en continuidad de ninguna institución; la pax
que fue posible emprender verdaderos proyec- porphiriana sí lo permitió, y aquí empieza nues-
tos institucionales de largo plazo para la cultu- tro replanteamiento.
ra, uno de los cuales fue el apoyo al Conserva-
torio Nacional de Música. 3
Las actividades de agrupaciones como las Si nos apegamos a un criterio estético, hemos de
Sociedades Filarmónicas, o las del grupo llama- establecer para México el desarrollo de las co-
do "de los franceses", dan la impresión de ser rrientes aceptadas en conjunto en la historia de
amplificaciones de la vida tertuliesca con efec- la música occidental: barroco, clasicismo, ro-
tos que en su momento ya se proyectaban sobre manticismo, impresionismo y expresionismo,
la vida pública de la ciudad de México. Aunque neoclasicismo, y las últimas tendencias del siglo
las actividades operísticas y de concierto alcan- xx que aún tenemos muy cerca para poder con-
zaran a un público más bien reducido, por razo- templarde modo conjunto y definido. Si bien los
nes de posición económica y educación general, factores sociales, económicos o políticos influ-
yen fuertemente sobre tales corrientes o ten-
dencias, lo cierto es que las podemos identificar
por los rasgos que configuran durante periodos
determinados sus discursos respectivos: el modo
de usar las formas y técnicas, los medios y recur-
sos, las convenciones, etc. Desde luego que ha-
blamos de grandes etiquetas, las cuales debería-
mos usar sólo como marco de referencia en
nuestro análisis; ya se sabe que, al acercarse a
un creador en particular -un músico en este
caso-, los juicios categóricos deben dar paso a
un examen sosegado de sus divergencias y "he-
rejías" estéticas, y si el músico en cuestión es
Bach, Mozart, Beethoven o Stravinski, las eti-
quetas casi no sirven para nada. A pesar de las
reservas expuestas, tratemos de usar las etique-
tas en lo que nos sean de utilidad a lo largo de
este apretado recorrido por la música mexicana
decimonónica.
La obra de José Manuel Aldana (¿1756?-
1810) Y José Mariano Elízaga (1786-1842) re-
presenta un ejemplo disponible de la presencia
del clasicismo en nuestra música. La introduc-
ción del romanticismo se puede ver en obras
como la obertura La Primavera de Joaquín
Beristáin (1817-1839), de evidente influencia
rossiniana. De hecho, la imagen que solemos
tener de nuestra música decimonónica es ro-
mántica por antonomasia: allf caben por igual
Luis Baca (1826-1855), Tomás León (1826-1893),
Cenobio Paniagua (1821-1882), Morales (1838-
1908) YOrtega (1823-1875) con Juventino Ro-
Rico'uo CfIS/n. caricatura de Zubieta sas (1868-1894), Felipe Villanueva (1862-1893),
El paso de nuestra música del siglo xIX al xx 57
y hasta con Ricardo Castro (1864-1907), Gus- muchos elementos por el romanticismo, Ponce
tavo E. Campa (1863-1934) y el mismo Julián nunca dejó de asimilar diversas influencias que
Carrillo (1875- 1965), quien inició su carrera de mantuvieron en constante desarrollo la cali-
compositor cuando el romanticismo seguía fuer- dad de esa obra; por ende, sus últimas obras no
te y predominaba en nuestra música. Así, pues, son anacrónicas y sí son las mejores de su
el periodo romántico, que se extendió hasta la catálogo. Al tiempo que Ponce bebía en todas
primera mitad del siglo xx en nuestro país, no las fuentes del mundo musical europeo de en-
está lleno sólo de intrascendencia o frivolidad tonces y retenía lo que ajustaba a los intereses
salonesca: dio óperas tan efectivas dramática- de su estilo -tal vez el primer compositor mexi-
mente como tantas de su época en la propia cano que construyó un estilo personal por asi-
Italia -no todos los italianos son Verdi-, y dio milación de libre elector y no por adopción de
también nuestras primeras obras orquestales influencias en boga-, la orquestación y los
de factura acabada, desarrollada y sólida, como peculiares usos sonoros del impresionismo por
los dos conciertos de Castro, el de piano y el de él introducido empezaron aser practicados por
violonchelo, así como la Sinfonía en Re menor autores como José Rolón (1876-1945) ,
de Carrillo. Estas obras no nos parecen torpes, Candelario H uízar (1883-1970), y hasta se apre-
ingenuas ni ambiciosas en el vacío a los oídos cian en Cuauhnáhuac de Revueltas. La otra
de nuestro tiempo. introducción de las tendencias musicales en-
El paso siguiente en nuestra historia musi- tonces nuevas para México, como el expresio-
cal es el más interesante, en lo cual acepto la nismo del Stravinski de La consagraci6n de la
valoración que la costumbre ha impuesto. Sólo primavera, correría a cargo de Carlos Chávez,
quisiera plantearlo aquí con base en los crite- finalmente, para entrar en el siglo xx musical.
rios musicales. En Europa las obras de Debus- Esta última introducción es, pues, de la mayor
sy (1862-1918) representan quizás el primer importancia, pero es culminante, no inicial, lo
abando·no de la estética romántica; su modo de que marca un leve matiz de diferencia.
replantear las cuestiones armónicas y la melo- Este seguimiento de criterio estético se ha
día misma es seguido y practicado por tantos fijado en los protagonistas. en los que dieron la
grandes autores de la época, como Ravel o pauta; pero lo cierto es que no todos los com-
Falla. Quien difundió en México la música de positores abandonaron de buen grado la ópera
Debussy con mayores efectos y consecuencias y las tendencias románticas sólo porque Ponce
después de su introducción por Carlos Julio avanzara en la creación de un nuevo discurso:
Meneses (1863-1929) fue sin duda ese hombre el romanticismo perduró en autores de la mis-
tan grande que es Manuel María Ponce (1882- ma época de Chávez, como Alfonso de Elías
1948). Si bien su propia obra siguió ceñida en (1902-1984) o Arnulfo Miramontes (1882-
58 Heterofonía
1960), por citar sólo un par de ejemplos. Auto- miento social. Si Ituarte, Morales. Castro o Vi-
res como ellos ejercían su discurso musical en llanueva eligieron un discurso y unas influencias
un medio que ya era radicalmente distinto de determinadas para la música que compusieron,
aquél que aplaudiera a Castro y a Villanueva. esto nos habla del medio histórico, cultural, en
Autores como ellos atacaron a Carrillo cuando el que vivieron, y de cómo lo vivieron; mas no
se orientó al microtonalismo y a Ponce cuando por ello sus obras son mediocres, despreciables
volvió de París en su segunda estancia; no ni, lo que es más dificil de aceptar, por la orien-
quisieron aceptar los cambios de la música, o tación estética .y la forma de practicarla sus
no pudieron comprenderlos. obras dejan de ser mexicanas.
Hasta aquí me he referido a los procesos Nuevamente Ponce juega aquí el papel radi-
meramente estéticos del desarrollo de la música cal en la transformación de las influencias y
mexicana, ciñéndome al criterio determinado. orientaciones, en parte porque la historia tuvo
Ahora revisemos el mismo proceso en términos el curso que conocemos y en parte porque Ponce
de tipo ideológico: las influencias, los modelos tuvo la lucidez para entender muchas cosas en
musicales y culturales, la percepción del medio relación con este curso. Pienso en Ponce y Chávez
por parte del músico. como las dos caras de un Jano musical mexica-
El medio musical mexicano del siglo XIX, no: el primero, como receptor formado en la
dominado por la ópera, tenía por ende como tradición de estilo romántico e ideología afran-
modelo la música italiana, primero en la estética cesada y germánica, que asimila y proyecta
del bel canto y la escuela de Rossini, y después mediante su vasta y profunda obra; el segundo,
en la de Verdi. La adopción de un modelo por como el impulsor que recibe la proyección
seguir en nuestros compositores de aquellos ponciana y alcanza a ver el modo como habrá de
tiempos era una conducta consciente de lo limi- ser enfrentada y continuada, después de la trans-
tado de su medio local, pero también una actitud formación.
de clase, de grupo social en acción, cuyo objeti-
vo era el de ser como el modelo deseado; ningún
mexicano encumbrado iba a desear para sí como
finalidad vital el ser un campesino pobre,
sobreexplotado, sin derechos y cercano a la
esclavitud. La música que ese campesino produ-
jera no podía ser disociada de la existencia que
en conjunto llevaba su grupo social.
Cuando los llamados "franceses": Campa,
Castro y Villanueva, entre ellos, introdujeron la
escuela francesa de composición en México -la
anterior a Debussy, desde luego-, obraban con
una actitud más centrada en cuestiones musica-
les que ideológicas, pues su conducta social era
en general la misma que la de los italianistas en
contra de los cuales estaban. Otras influencias
de fines del siglo, como el germanismo que
Carrillo ejerció como influencia de Brahms an-
tes de entrar en el microtonalismo, seguían re-
presentando una cerrazón social por parte de
aquellos brillantes compositores para dialogar
con la música que sus propios compatriotas
marginados y explotados producían sin más
apoyo que la tradición y el talento.
Este planteamiento de la situación social de
nuestra música desde luego no pretende ser
novedoso; sólo trata de jugar sus cartas en el
lugar que mejor le corresponde, el del pensa- Alfonso d~ EUas
El paso de nuestra música del siglo XIX al xx S9
CARLOS J. MENESES.
MAESTRO
avanzada ante el medio imperante. La revolu-
ción contribuyó sin duda a que Ponce terminara
de convencerse de la introducción de la música
1. 1ldegontú¡1
¿Quémérito tiene lldegonda? El público que Inconformes en algunos puntos con las ideas
además de benévolo es ilustrado e inteligente, la vertidas por los comentaristas aludidos, vamos a
calificará. Lo único que puedo asegurar es, que 1erciar en el asunto no para imponer nuestras
he puesto cuanto estaba de mi parte para que opiniones, sino para satisfacer el antojo de
sea del agrado de todos a los que suplico la ex ternarias.
juzguen aisladamente y no crean encontrar una Resultado directo de las apreciaciones que
composición, ni superior, ni siquiera igual a las nos ocupan, ha sido declarar a Villaseñor, indi-
partituras que están acostumbrados a oir de los viduo y artista, " todo un alemán", poseedor de
inmortales Rossini, Bellini, Donizetti, Meyer- la "técnica moderna" y dueño absoluto de un
beer, Verdi y otros. Se puede decir que es una arte "adquirido en el extranjero". Nada más
segunda obra, y siempre un tímido ensayo, que falso ni desacertado. La crítica en esta vez, corno
me conducirá a intentar otros si esto es acogido en otras muchas, ha estado en error. Y es que su
con la bondad de que tantas pruebas dan los que ligereza en juzgar, por una parte, su incompe-
concurren a nuestro teatro. En esto, más que en tencia por otra, su chifla algunas ocasiones y su
ninguna otra cosa, tengo fundadas mis esperan- apasionamiento las más, la desvían de la verdad.
zas y estoy seguro que mis amigos y la generali- La hemos llamado incompetente, porque a cada
dad del público, concurrirán a los espectáculos, paso llama "maestros" a "cantantes" y "virtuo·
aunque no sea sino por ayudarme a cumplir la sos"; porque confunde el "compás" con el "rit-
estipulación acordada con la empresa de entre- mo"; la "emisión" con el "fraseo"; la "cavata" o
garte los 6,700 pesos, sin ocurrir, en caso contra- " intensidad" con la "extensión"; el arte "anti-
rio, a la generosidad de personas particulares guo" con el "moderno"; cree que los "agudos"
que me han ofrecido su cooperación, yefectiva- hacen al buen "cantante" y los "armónicos" al
mente han contribuido a allanar obstáculos que buen violinista; tiene para sí que el " canto dei
a última hora parecfan invencibles. gorgheggi" es el "bel canto" y que es "antiguo"
Cualquiera pues, que sea el éxito de tomando como "moderno" el "canto dramáti-
lIdegonda, yo me anticipo a dar las gracias a mis co", e ignora u olvida, que el verdadero "bel
amigos, a los artistas que, según me consta, han canto" , el canto artístico, es el "canto spianato",
puesto el mayor empeño en aprender sus pape- etc., etc.
les, a pesar del recargo de ocupaciones, a los Calificar de "alemán" a Villaseñor como in-
profesores de la orquesta y al cuerpo de coros, al dividuo y como artista; ivaya una ocurrencia
Sr. Biacchi, que ha hecho cuantas concesiones original! ¿En qué habrá demostrado tal
eran compatibles con sus intereses, y al público metamorfosis? .. ¿En sus caravanas? No por
en general, bajo cuya protección pongo mi ob! a, cierto, pues que las usa cosmopolitas. Por lo
que con tanta dificultad va a ver la luz y a ser demás, sabernos que no aprendió a tomar cerve-
juzgada. za, ni a comer papas sin pelar, ni a gustar del
México, enero 25 de 1866 cllOucroute. En cuanto a su sencillez mexicana,
rayana en infantil, no la cambió por la austera
2. Villaseño,2 gravedad germana; es a tal grado ingenuo el
hombre, que no se da cuenta de lo mucho que
Con motivo de los conciertos dados en el Arbeu vale. Un alemán (o francés o turco), con iguales
por este eminen te virtuoso mexicano, la prensa méritos, reventaría por no caber en sí mismo. En
de esta capital se ha desbordado en crónicas al cuanto a lo abultado desu físico, que algún chusco
estilo del país, y los dilettanti han echado a volar atribuye a su estancia en Leipzig, es debido a su
no pocas especies sin "aire" ni "compás". propia naturaleza; las formas corporales no las da
ni las reconstruye un nuevo clima; que si tal
sucediera, la tierra del Kaiser le habría obsequia-
2. Villaseñor . Atberto (1878-1909). Pianista mexicano do la barba con que adorna a sus nativos.
nacido en Morelia. Despuésdeformarse e nel Conser·
vatorio aciona1 residió de 1897 a 1903 en Europa,
iVillaseñor alemán corno pianista! Deciresto,
donde estudió con Leschetitzki. A su regreso a Méxi· es confesar que no se distinguen en su sentido
co se dedicó a dar ambiciosos recitales y a actuar como fónico las fases sonoras del discurso musical. No
solista en los conciertos de Carlos Julio Meneses
(1863·1929). Sucedió a Ricardo Castro en su cátedra
señor, el bravo pianista no ha perdido su estilo
de piano en 1907. mexicano, ni era posible que perdiera lo que
64 Heterofonía
aprendió en nuestro ConselVatorio, durantecin- propio. En esto nada hay de sobrenatural; nada
co años que estuvo bajo la dirección del maestro hiperbólico; la verdad se impone; la historia
Morales y seis aliado del maestro Meneses, es habla.
decir, en once años desanas doctrinas incubadas y tenía que ser así. La música es el lenguaje
durante la edad temprana, cuando se fijan de del sentimiento y como tal, sujeto a las condicio-
manera indeleble las nociones recibidas, en la nes de los demás idiomas; de ellos se aprenden
virgen y dúctil retentiva de los estudiantes. Prue- las palabras y su literatura, jamás su expresión
ban esta verdad las piezas que tocó en sus últi- fónica. Todo-aquel que habla idiomas extranje-
mos conciertos, algunas de las cuales al marchar ros, denuncia inconsciente en su acento, el acen-
a Europa, se las llevó aprendidas, cuyas piezas to originario, y en sus maneras y tendencias de
las trajo mejoradas a la manera de nuestros hombre y artista, su estilo oriundo. En virtud del
tabacos que hacen el viaje a La Habana, es decir, fenómeno que permite a todo pueblo la crea-
por virtud de las auras marítimas. No hay para ción espontánea de su estilo, es como hemos
que negar, sin embargo, que Villaseñor ha vuel- podido modificar el acento de la lengua que
to muy adelantado, pero sin cambiar de estilo, hablamos; sin academias ni académicos, ni li-
sin olvidar su escuela primitiva, refinándola so- ceos, ni gramáticos, ni lingüistas, ni ningún re-
lamente por medio de la obselVación y dotándo- curso, en fin, ni trabajo intencionado a realizar
la de un tinte personal Los comentaristas han la modificación realizada, con sólo el instinto y
señalado esta cualidad, que tanto enaltece al la costumbre, la dura expresión tónica del idio-
virtuoso, aunque sin emancipar al artista de la ma español la convirtió el pueblo mexicano en
tutela extraña. con que les parece indispensable idioma suave. insinuante, melodioso y cantable.
cobijarlo. La lengua que hablamos es la misma importada
Queremos adivinar que alguien, sonriendo por los conquistadores, pero la expresión fónica
patrióticamente (!) niega que México tenga ya con que la embellecemos es netamente mexica-
escuela musical propia. A tal negativa llamare- na, sin que por eso haya perdido su eficacia y
mos simple tontería, y quien así piensa, se enga- excelencia para la oratoria, ni su vigor y fiereza
ña; México tiene ya un tipo propio en música, para la pelea. Y bien; pues lo que ha pasado con
tanto para la interpretación de la ajena como en la hermosa lengua de CelVantes, ha sucedido
la creación de la suya; la desconfianza criolla con el grandioso arte de Beethoven. No hay que
acerca de nuestros progresos, todavía no 10 con- admirarse de ello, ni negarlo.
fiesa, ni 10 clasifica, ni 10 acepta, ni -probable- El estilo mexicano, pues, existe y es el de
mente- 10 conoce; pero existe. y si no, dígase: Villa señor. Además, esta escuela mexicana, a
los profesores Castro, Meneses, Ituarte, despecho de la malignidad fuesitora [sic], es
Carrasco, Moctezuma, Ogazón, Contreras, buena, aceptada y aplaudida fuera de nuestra
Saloma, Robles, Amaya, Arias,Rocha, Desachy nación. Todos los pensionados a Europa, envia-
y toda la vía láctea de músicos del pasado y del dos por nuestros gobiernos y particulares, han
presente, que no cruzaron el Atlántico, ¿qué sido instruidos en ella y todos han obtenido la
escuela han imitado; qué modelos han tenido; aprobación de los profesores, de los particulares
qué tradición han seguido; qué historia los ha y de los públicos ante quienes se han exhibido.
guiado en sus estudios activos y constantes; y Ramírez, Michel, Reyna, Castillo, Anaya, Se-
para interpretar la música alemana, francesa, rrano, Marrón, la Peralta, la Palacios, la Aranda,
rusa, etc., que han ejecutado? .. ¡Ningunas!, sea Bernal y otros, han sido muy bien recibidos y
dicho en alta voz y sin temor de obselVaciones: apreciados en su valer musical; 10 mismo las
¡¡¡Ningunas!!! Para formarse, y se formaron a bandas militares que visitaron los Estados Uni-
modo propio, les bastaron algunas teorías sobre dos y España, donde sus directores fueron con-
la lectura con la notación Aretina, su instinto, decorados. Ultimamente Castro a raíz de sus
las aptitudes con que plugo obsequiarlos la Na- triunfos entre nosotros se presentó al exigente
turaleza, los impulsos instintivos de su latina público de París -la capital del mundo- con su
raza soñadora; impulsos espontáneos, vigoro- repertorio aprendido en la forma mexicana, y su
sos y fecundos de poder recóndito que unidos al éxito -ya lo sabemos- fue de alta resonancia.
contingente emula torio del público, trataron el La escuela mexicana de composición, mucho
arte nacional, el arte mexicano, incipiente pero más nueva que aquélla, sin comparación, ofrece
Dos artfculos de Melesio Morales 65
un temperamento; según Cicerón, el conjunto pero sin prescindir de su estilo patrio, cualidad
de reglas para hacer una cosa bien. "Tempera- relevante, toda vez que no pudiendo adquirir la
mento" y "reglas" los llevó de México a Leipzig, tradición de los autores antiguos, pues que de
¿qué de extranjero tiene la escuela que en el Chopin a atrás, también los virtuosos europeos
Arbeu se le ha celebrado a nuestro compatrio- la han perdido; y entre la copia servil de una
ta? ... imitación arbitraria y el uso de un estilo propio,
Es verdad que por sobre todas las observa- es más honorífico lo segundo. Su ejecución es
ciones que hemos expuesto flotan los adelantos viril-quizá tosca en momentos- pero clásica y
del insigne virtuoso, pero ellos son puramente susceptible de suavísima expresión, especiali-
un refinamiento, no una adquisición; refina- dad de la "teqnica" (?) antigua, que es la misma
miento que lo ha convertido en pianista de alta de nuestros días. Sobre tan importante materia,
talla, hasta no caber en México, donde a poco hay que convenir en que, el arte, tiempo ha que
andar se le confinaría al común de sus mártires, pronunció su última palabra.
nulificándolo. Villaseñor ejecuta con perfec- Villaseñor, en fin, es un artista genial a quien
ción los géneros de música que ha estudiado esperaba la gloria ... y acaso la inmortalidad.
Un alumno del Conservatorio3
Paderewski, tan personal ysugestivo; EmilSauer, Una reprise del Rey de Lahore, la popular y
audaz, brillante con sus sonoridades tempestuo- aplaudida producción de Massenet, fue un pre-
sas e imponentes; Reissenouer, ecléctico, pro- texto de este escénico que sirvió a Mr. Gunsbourg
fundo, pasional; Rosenthal, con su técnica fasci- para realizar verdaderas maravillas. En seguida
nadora; Busoni, con su ático clasicismo y Lamond tuvo lugar el estreno de L'Ancelre de Saint-
y Harold Bauer y otros más, son en verdad Saens, de cuya ópera, así como del brillante
dignos de la admiración universal. éxito que obtuvo, hablamos en nuestra crónica
Pero D' Albert es superior a todos ellos, ocu- anterior. Su música inspirada y valiente es una
pa un lugar aparte. No sólo es más grande que prueba más de la energía y talento inagotables
los demás, sino que es único y no puede compa- del genial compositor.
rarse más que a sí mismo. Su arte soberano Para conmemorar el centenario de Schiller,
recuerda la hennosa frase de Carlyle sobre la se montó con un lujo extraordinario el Don
música: "Una especie de palabra inarticulada e Carlos de Verdi, escri to sobre el libreto de J osep
insondable que nos conduce al borde del infinito de Mery y Camille du Locle tomaron de la
y nos deja sumergir en él por algunos momentos tragedia de aquel gran poeta.
nuestra mirada ...... Esta ópera, representada por primera vez en
París, mayo 26 de 1906 París en 1867, provocó las más acerbas críticas,
y no obtuvo sino un éxito mediano; sin embargo,
3. La temporada de Monte-Carl03 ella señala el principio de la completa evolución
que experimentó el genio del célebre maestro
Monte Cario, población pequeña, aunque mun- italiano. En Don Carlos, efectivamente, no se
dana y suntuosa, elegante y aristocrática, tiene encuentran arias de anticuado corte, recitativos
también su temporada anual de ópera que, de inadecuados e incoherentes, cavaletasy fioritusi
poco tiempo a esta parte, ha alcanzado resonan- [sic], a propósito únicamente para hacer brillar
cia en toda Europa, porsu significación artística la virtuosidad del cantante, con detrimento de la
de valor indiscutible. verdad escénica. La ópera no fonna sino una
En este año la temporada ha sido quizá supe- trama, en la que la música sigue fielmente al
rior a las anteriores, gracias sobre todo a Mr. Raul drama, describiendo los personajes sincera y
Gunsbourg, el actual Director artístico, hombre sobriamente.
de rara inteligencia, de elevadísima cultura, acti-
vo, emprendedor y que contando con la poderosa
ayuda de Su Alteza el Príncipe de Mónaco, ha
sabido hacer de la Opera de Monte-Cario, una
escena lírica de las primeras del mundo.
Todas las obras representadas han sido, efec-
tivamente, de gran mérito. La obra de inaugura-
ción fue el Taunhauser [sic] de Wagner, presen-
tado con una mise en scene esplendorosa, y con
intérpretes de primer orden a cuyo frente estaba
el célebre tenor Van Dyck. Después siguió
Mademoise/le de Bel/e-Isle, del compositor grie-
go Spiro Samara, representada pocos meses
antes por primera vez en Génova [=Ginebra],
con éxito entusiasta y merecido, pues es en
verdad una ópera inspirada, tierna y espiritual,
que acredita a Samara como uno de los compo-
sitores de más talento de la escuela moderna.
Allegro
A JI ~
FLAUTA
:t>
" 11 .-
CLARINETE EN DO
"
~
m
I ~
m
I
mm
-- m
TROMPETAS EN SOL
~
-
""'""-J
,...",
" 11
BUGLE .-
~
I
TIMBALES
...-... ,..-,....
I
" 11 .-
VIOllN 1
~
" . - -
VIOllN 2
~
d
'.H .... ...........
.
""
VIOLA
f--Ih'
I
~JI-- -
CONTRABAJO
Versos de oclavo tono 77
A •
• • ft-- ft- ,.. ••••• l.
~
A • I
,- .-.. ........
~
A 1____. 1 1- - - 1 rT1 rn
MI "
~
1 ------ 1
~ -u:::r W~
A •• ......., r---.. -~
~
'-....,¡
A •
•
-
~
-
~
l.....I......i 1 1 1
,..-......,
A •
~
..
A •
••
5
1.....I......i~ .
-
. •...
-
- 2-
l.....I......i l.....I......i
--
78 Hetero!onía
A 11 ~~~~
~,.,.,. ~~~~I~~ ~. ~~I~
~
11--'- ,.,.,.,.. ........
:>
A v------ 1 1--- I I I
~ r'--1" I
11 11' ~
~ - ~
~-
A 11
.~ I I
,.
9
A 11 . ~ ~ . ,--..." ~
~ - -..........J
_11 11
•••• ••
-
.-
~ ~~~ . ~~~.
...
- -
9 - l..Jí
l....I....j I
-
-3-
Versos de octavo tono 79
11.---
~' ~ ~ .
~
JIt....l
~
11. 1 ~ J 1 1
1 1
~
1 1 1
~ ....l--Í r-"T""'l
~ ----- 1
1\ •
,
-
~
.... .. , ~ .~ .
13
----
- UT - • •
13
1 1 1 1 " 1
"
-4-
80 Heterofonía
I (8-)
A JI
~ '" -
A JI
~l"
~
11 I I I ~
~
I I I
W r
.. -
A JI'
------
~
11 •
~ -
I I I ~
11
11 • __ t11 ..---.
~
~'
~
,. -
11
~
• I I ~
17
o.
.. .
,...,...., ,...,....,
•
~ r""'!"'l
- -
f'- f'- f'-' f'-~"."
11
I l" 1 l"
--
-5-
Versos de octavo tono 81
" 11 ~'
~
I
" 11
~
........,
r-r-1
I
--- -
r-r-1 1 - I
"
:f l.U r f' UIr
" 11' -- ~
~ ~
" I
.~ .-
....-
r
~
I
--
2'
I!. 11 ~ •
----.~~.
(1-'
:
~
~' ~ .. ~
:f
"
:f
11
. :
• ff .' .' '.' •
..
2.
2.
- 6-
82 Heterofonía
,-
-¡
-
..-
--.,¡
~
" 1
~ """'"-J
L ........, I
... . ..
1....1....1
25
~ ~, l)'
• -1"
,..
25
25
"T ...-
-7-
Versos de oc!avolODO 83
-: """"'-J
~ I I
I
: I
r
Il. ••
:
.
r
~
: '"
l ~.
I
I
- --...--...
29
,. . ~ ~ .. .. ... ••
:
,. .
: .: -: d. ». H:
.J-
~-
29
• i .
29
I
- l ............
- 8-
84 He/erofon[a
" 11
..
~ I
" . I
I~ I ~ I I ~
I I
" :
I
~
I I
\1 \1
" • I - -
•• • ••
~
"
:
. ~ I
~
I
.-
..L
I ........... I ,. I ,.
.
33
" ..
~ ~ -~
..
" 11
J
: • 1-' .-.J • • ~
~
..
fII :
,- ,.
33
fA.
"
... fA.
1aJ:--J--
33
I ,.
-9-
Versos de octavo tono 85
t:'\
" 11 ~ .- •
~ - --...,¡
t:'\
A~
~
I
t:'\
" :Jt
~ r r r I
t:'\
A ~-.l
~ •
t:'\
11.-'
~ ..
t:'\
31
" 11 • .- t:'\
~
" 11
- -- 1"' d·
t:'\
~ .,¡ • .. .,¡
~ • -,¡ • • 4J 7).
.. t:'\
-
.,
31
.
\1
,.. t:'\
., 0--'
31
- 10 -
Notas y reseñas
Eduardo Contreras Soto
.~"""'"
"'--
-"""""
~AlIw
con su inocente canto-, tene-
rnos que soportar escena tras
escena en que la música pasa
rentes, absurdas o insulsas, la TEAlltO DE 8 WAS ARTES
por nuestros oídos sin darnos
"'.
,....
-' ,Qtc..a.lu-.~c.
de pianos que nos son presen- Nádas logra un equilibrio ideal rajan le dijo en una ocasión al
tados en los concursos (como particulannente en los abun- crítico vienés Karl LObel que el
el deFort Worth. Texas, patro- dantes aspectos contrapuntís- objetivo de su vida había sido
cinado por Harvey Lavan ticos. el de encontrar un camino en-
Clibum Jr.) sino con un con- El ejemplo típico que puedo tre Furtwiingler y Toscanini.
cepto esencial de la más tras- presentar para confirmar lo an- Pero yo me pregunto, ¿y por
cendente de las artes. En Nádas terior es el del flautín o piccolo qué no el suyo?
se trata de un reflejo interior que el mismo Beethoven inte- El quincuagésimo ciclo de
de la mente que llega directa- gra a la gran masa orquestal del las 32 Sonatas de Beethoven
mente a sus antenas: los dedos. ültimomovimiento (AUegro) de que le escuché a Nádas no se
Nádas es un modelo que hay la Quinta Sinfonía. parece a otro. Es estructural,
que tomar en cuenta cada vez Desde otro punto de vista, esencial, sin cortinas ni broca-
que se quiera estar en contacto el Beethoven de este artista es dos, sin tapetes persas, gobeli-
con la arquitectura sonora de "ecológico" en cuanto que está nos o lámparas de cristal che-
Beethoven porque entre otras libre de contaminaciones. coeslovaco, nada mozartiano.
cosas es un arquitecto de lo que Las contaminaciones están En él hay energía, bondad, ale-
no se ve. Logra poner de mani- a la orden del día porque casi gría y fuerza, inteligencia y sen-
fiesto que estamos ante un alto todos los pianistas tratan de timiento; seguridad y fascinan-
grado de civilización centroeu- parecerse lo más posible a otros tes encuentros con inflexiones
ropea. que han sido aceptados y, de en el discurso nunca antes pues-
Su Beethoven carece de este modo, lograr hacer una tas en escena. Su Beethoven
maquillaje gracias a los recur- especie de carrera con el apoyo tiene la desnudez del Centro
sos de su mano izquierda que de "los guardianes del honor"; Pompidou.
da a los contrafuertes annóni- apoyo dudoso porque impide Un párrafo aparte merece
cos una sólida base estructural el desarrollo de la propia per- el tempo interior de las obras.
que, eventualmente, podría sonalidad pero, a cambio, les El doctor Alexis Carrel se ha-
sugerir la posibilidad de subti- permite actuar sin controver- bría sentido muy interesado en
tular la colección de Sonatas sias y con la aprobación -que la aplicación directa desus con-
como "el cimiento de la anno- es muy importante- de los co- sideraciones contenidas en el
nía y de la invención". Efecti- leccionistas de discos. Estoy capítulo quinto de su libro La
vamente,en toda la obra de Bee- convencido de que István incógnita del hombre porque,
thoven aparecen los bajos como Nádas mandó al diablo a los supongO, no pensó en que cada
generadores desusconstruccio- "guardianes del honor" e ine- una de estas 32 obras maestras
nes de los que derivan, inclusi- vitablemente causó un profun- eran seres vivientes. Yo diría
ve, los episodios melódicos. do desconcierto entre quienes humanos. El sentido del tempo
Nádas, por otra parte-y esto creen que una obra musical no interior de la música que tiene
debe ser subrayado- es un pia- está fonnada por ideogramas este artista es asombroso. Fue
nista con dos manos. La mayo- sino por jeroglíficos que admi- un encuentro con la vida. El
ría solamente tiene una, la de- ten una sola traducción. ciclo de las 32 Sonatas de Bee-
recha. La izquierda, para ellos El resultado de la contami- thoven tuvo lugar en el Museo
sólo tiene funciones de acom- nación entre pianistas nos ha Nacional de Arte, con el patro-
pañamiento o complemento, llevado a no poder distinguir a cinio del Consejo Nacional para
una especie de componen te or- uno de otro lo cual, en cierto la Cultura y las Artes y el Insti-
gánico volátil. No toman en modo,puede tenerrelacióncon tuto Nacional de Bellas Artes
cuenta que los sonidos agudos, la "sociedad igualitaria" acer- los días 4,11,18 Y25 de febrero
por el solo hecho de serlo, tie- ca de la que se escribió mucho y3,10. 17y24demarzode 1992.
nen su propia capacidad para y se habló más hace apenas Todas las actuaciones de este
sobresalir aun en medio de un unos cuantos años. artista empezaron a las 19:30
robusto complejo sinfónico. El mismo Herbert von Ka- horas. Ni un minuto después.
Revistas
RENZO CRESTI
VERSO IL 2000
mexicanos?
sual Sonus , Napoli-Pisa, 1990. ((mil 'l00k cnlidlo.: -.tI1 m;I~1I1fl JUhV1
I\JII ~h JMi Qu.¡rJrlW ~. ClI'k{WIlI.l (llfl un ..... ~~II" mmdutll\O
(Hacia el 2000. Diccionario de
jóvenes compositores italianos.
Cien fichas críticas sobre los
mayores autores de los años
cuarenta y cincuenta; con un
ensayo introductorio). nada sencillo emitir juicios so- en las nuevas generaciones de
bre algo totalmente nuevo; no compositores? ¿Cuándo ayu-
Muchas veces me he pregunta- se sabe si el tiempo les dará o darán nuestros críticosmusica-
do por qué tenemos tantas ca- no la razón sobre lo que escri- les a informar al público de
rencias en nuestro país, caren- ben; no se sabe si perderá o nuestra realidad musical?
cias de todo tipo; pero en este ganará la amistad de un gran y como según parece esta
momento en e l que tengo entre artista o de un cretino. No es nota se está convirtiendo en
las manos el Diccionario de jó- fácil emitir un juicio cuando se una letanía de quejas, y no es el
venes compositores italianos me conoce el peso de la palabra caso, me concentraré en el li-
pregunto por qué en México impresa, la responsabilidad que bro de Renzo Cresti.
no tenemos críticos musicales; implica el publicarlo y la even- Creo innecesario hacer én-
por qué los musicólogos mexi- tual influencia que produce en fasis en el hecho de que Italia
canos no se interesan en la mú- la gente que lo lee. Sin duda es es uno de los países que posee
sica de sus contemporáneos; más sencillo emitir juicios so- el mayor número de composi-
por qué vemos rara vez en nues- bre temas que ya se han discu- tores vivos. Tal vez esto sea
tros conciertos a los pocos va- tido ampliamente, temas de gracias a su ancestral tradición
lientes que se atreven a escribir bajo o nulo riesgo. y a la excelente enseñanza
sobre la música actual. ¿Cuándo empezarán nues- musical que poseen, que ha
Supongo que no debe ser tros musicólogos a interesarse permitido también la forma-
Revistas 93
ción de un importante movi- hoy en dfa entre los 30 y los 40 conoce a fondo , no sólo a cada
miento musicológico en torno años y que, según las propias compositor mencionado, sino
a la música contemporánea y palabras de Cresti: "constitu- también los diversos temas que
de crfticos que sí desempeñan yen el humus de la cultura mu- toca. Realiza un interesante
un papel fundamental en la his- sical, algunos de los cuales -sin análisis sobre las diferentes es-
toria musical italiana. retórica alguna-serán los gran- téticas; con algunas se siente
Existen m uchisimas revistas des y famosos del mañana (aun- muy identificado y con otras
especializadas que tienen gran que algunos ya lo sean)." (como el neorroman ticismo ) se
demanda y se publican perió- En Italia existen más de 400 declara abiertamente en con-
dicamente libros de ensayos, personas que, bien o mal, escri- tra . Evidentemente, no se de-
biografías, antologías, etc., de ben música que es interpreta- tiene en cada compositor de la
y sobre músicos de hoy. da. El trabajo de Cresti no pre- misma manera: hay composi-
Renzo Cresti (Florencia, tende abarcarlos a todos y, aun tores a quienes menciona su-
1953) es uno de estos extraor- corriendo el riesgo de excluir a perficialmente y otros a quie-
dinarios musicólogos que han algún autor significativo, la se- nes dedica un análisis más pro-
dedicado su trabajo a la música lección realizada por él consi- fundo.
contemporánea. Entre sus pu- dera a quienes, según su perso- El Diccionario resulta ,
blicaciones más importantes nal estima, están haciendo la pues, muy estimulante y sin
están Per una nuova storia della historia de la composición con- duda nos da un panorama
musica (Nápoles, Dick Peer- temporánea italiana. Esta se- inigualable del acontecer mu-
son, 1987); Franco Donatoni; lección estuvo sustentada prin- sical actual italiano.
Aldo Clementi; Il Secando cipalmente en materiales pro- Ojalá alguno de nuestros
Novecento Musicali; La musica, porcionados por los propios musicólogos se atreva a reali-
le idee, le cose; Vicenzo Galilei. compositores: grabaciones (en zar un trabajo similar a éste de
Ha colaborado en numerosas su mayoría no profesionales), Renzo Cresti, con la misma
revistas y ha sido director artís- fotocopias de manuscritos, car- profundidad y profesionalismo,
tico de diversos festivales de tas y testimonios personales. que haga posible emitir juicios
música contemporánea. Con todos los problemas y de valor (tan discutibles como
Esta pluralidad de activida- limitaciones que uno puede fá- personales) a través de un aná-
des en torno a la música de hoy cilmente imaginar en estas cir- lisis serio. Es la única manera
ha conferido a Renzo Cresti cunstancias, Cresti logra reali- en que podremos conocernos a
una visión envidiable del acon- zar este Diccionario con un im- nosotros mismos, a nuestra si-
tecer musical de su país y no es presionante número de jóve- tuación musical y entrever la
de extrañar que haya decidido nes compositores escrito de tal música, la poética musical y la
realizar el primer diccionario manera que no sólo resulta cultura contemporánea de
de jóvenes compositores italia- ameno, sino que se tiene la cer- nuestro país hacia el año 2000.
nos. Compositores que tienen teza de que quien lo escribe Ana Lara
.. "'
e . : ti
• , ., ' - l ' ,
1 • • 11 .
., ...... ,....
\ ...
• 1I
t •• "
~ ., .. .
~ ~
,
. . .. ¡ ,. 10 10
• • • • 11,·,
I t
sin duda, agradables sorpresas, una cuestión estrictamente per- taciones personales y sus ideas
como por ejemplo, el espléndi- sonal' un mayor rigor en la pre- sobre la creación salazariana .
do libro La era monódica en sentación tipográfica de la lista Considero importante seña-
Oriente y Occidente (El Cole- de obras de Salazar. El uso de lar aquí que los trabajos de
gio de México, 1958,46 pp.), o cursivas para los títulos de los Casares sobre Salazar consti-
sus colaboraciones en The In- libros, las revistas y las obras tuyen una aportación valiosísi-
ternational Cyclopedia ofMusic musicales, facilita al lector su ma al estudio de este gran pro-
and Musicians, donde Salazar consulta, así como el uso de motor de la musicología uni-
publica sus artículos "Zarzue- comillas para distinguir los ar- versal que, por razones un tan-
la" W ed., pp. 2085-2087) Y tículos. to inexplicables, no ha mereci-
"Spanish folk music" (5° ed., Es evidente que Casares es do por parte de los investiga-
pp. 580b-583b). No ocurre lo un asiduo lector y un buen co- dores mexicanos, entre los que
mismo en lo que respecta a su nocedor de la obra de Salazar. me incluyo yo misma, toda la
producción bibliográfica y al Por eso mismo rechaza la sim- a tención que debiera. Creo que
catálogo de sus composiciones ple enumeración de datos y sería un acto de elemental jus-
ya que, al parecer, sí están con- efemérides y opta por ofrecer- ticia que algún día México o
siderados en su totalidad (por nos el resultado de una re- España publicaran las obras
lo menos el autor, en el caso del flexión y de un estudio minu- completas de Adolfo Salazar.
catálogo, no dice lo contrario). cioso que se ponen de mani- Ambos países se lo debemos.
Me habría gustado, y esto es ya fiesto a través de sus interpre- Consuelo Carredano
de nuestro país, continúan sien- satisfecha su demanda porque, de una serie de casetes deno-
do conocidas sólo en las distin- para colmo, las ediciones que al minada Discos Corasón, dirigi-
tas regiones de origen, ya sea respecto se han realizado son de da, mediante la co-producción
porque ni siquiera han sido re- un tiraje tan limitado que con con el artista, no sólo a apoyar
gistradas,oporque,enelmejor frecuencia terminan por agotar- la difusión de nuestra música,
de los casos, permanecen guar- se rápidamente. sino también a estimular su
dadas en archivos a los que oca- Este público es, sin duda, producción. El procedimiento
sionalmen te acude algún inves- considerablemente minorita- para que esto se lleve a cabo es
tigador con muchas ganas de rio, sobre todo si lo compara- el siguiente: se visita una re-
hallar el documento anhelado. mos con aquél que consume la gión musical determinada con
Esta situación es particular- música transmitida diariamen- el fin de escuchar, seleccionar y
mente triste, si entendemos que te por los medios masivos de finalmente grabar el material
la necesidad urgente por pro- comunicación. Sin embargo, que consideren de mayor cali-
mover y apoyar la edición cons- éste último ha desarrollado esta dad y originalidad; posterior-
tante de esta música, va más allá preferencia a partir de escu- mente, después del proceso de
de ese fin primordial tantas ve- char constan temente la música edición y maquila, la mitad del
ces proclamado: rescatar todas que tiene a la mano. ¿Qué pa- tiraje es entregada a los grupos
aquellas expresiones musicales saría si tuviéramos un acceso musicales que intervinieron
que frente a la excesil/a promo- más directo a toda esa variedad para que ellos, de acuerdo con
ción de la música comercial, se musical que a pesar de todo, sus necesidades y mecanismos
l/en cada I/ez más afectadas. Los persiste en las diferentes regio- de venta, lo distribuyan en su
innumerables géneros y ritmos nes de nuestro país? Su audien- región, obteniendo de esta
que se escuchan cotidianamen- cia sería definitivamente ma- manera un beneficio también
te tanto en plazas, mercados, yor, pero para ello habría que económico. La otra mitad ser-
cantinas, fiestas, fandangos, contar con las facilidades fi- virá para promover estas dis-
como en el interior de las igle- nancieras que hicieran posible, tintas muestras regionales tan-
sias o de las capillas de cada por lo menos, y como un pri- to en el Distrito Federal como
comunidad indígena, en las pro- mer paso, su registro en fono- en el extranjero, según los fines
cesiones religiosas o en las gramas aptos para la venta. Es propuestos por la parte capita-
velaciones de muertos, cumplen por ello que resulta realmente lista de esta asociación. La in-
ciertamente una función funda- importante apoyar cualquier tervención activa de los músi-
mental para los hombres que iniciativa encaminada a la difu- cos dentro de este proyecto
crean o se recrean con esta mlÍ- sión de nuestra música tradi- determina un significativo cam-
sica. Ya s~a que se trate de una cional, sobre todo si tomamos bio, ya que esto implica enten-
función ritual, de comunicación, en cuenta que las condiciones der que ellos son algo más que
de identidad, o de simple espar- en las que esta iniciativa se lle- simples informantes en un tra-
cimiento, es seguro que esta va a cabo generalmente son el bajo de recolección y, por ende,
música llegará a los oídos del resultado de audacias persona- tienen todo el derecho de de-
extraño, carente de esa signifi- les, o bien de esfuerzos institu- cidir sobre el destino de su pro-
cación inicial. Sin embargo, es cionales, que por desgracia tam- pia música. Pero, por otro lado,
música al fin y al cabo, y mueve poco son capaces de proyectar es posible que esto implique a
emociones como cualquier otra. esta tarea de una manera ver- su vez reconocer que la música
Noson sólo intereses relaciona- daderamente efectiva. tradicional, más allá de ser una
dos con la investigación, la do- El trabajo realizado recien- manifestación en peligro deex-
cencia, o el discurso dentro de temente por los investigadores tinción,eshoyen día unaexpre-
alguna política cultural, los que y productores musicales Eduar- sión viva que merece ser difun-
deben tomarse en cuenta al ha- do L1erenas y Mary Farquhar- didacomotal,pararegocijotam-
blar de la necesidad de difundir son es una aportación especial- bién de todos aquellos que nos
esta música. Es innegable que mente valiosa ya que han deci- encontramos, por razones inex-
existe un público no especiali- dido emprender esta labor con plicables, lejanos a ella.
zado que simplemente gusta de la participación de los propios La aparición de esta nueva
ella, y que generalmente ve in- músicos. Se trata de la creación serie fonográfica fue anuncia-
Grabaciones 99
da públicamente el pasado 24 mo su pasión y encanto por la mos, a cargo del violín; José
de julio en la Casa de la Cultura mujer deseada, como las difi- Navarro en la huapanguera y
Jesús Reyes Heroles, donde cultades que como conquista- canto; y por último, Mario
Froylán López Narváez y el dorpadece con sus amadas "tan Chávez, quien interviene con
reconocido trovador Guiller- sólo por quererlas mucho", su jarana y voz. La calidad de
mo Velázquez presentaron los como sucede en la bola titulada ejecución de este trío es ,indis-
tres primeros casetes de esta Porción de mujeres. Pero tam- cutible ya que cada uno de los
colección. bién encontrarnos coplas como integrantes domina con gran
El primero de ellos, Desde las de El gallo plateado en las habilidad su respectivo instru-
la Costa Chica en Grande, in- que el orgullo enaltecido de ser mento. Por otro lado, se ad-
cluye muestras de diferentes guerrerense es el tema princi- vierte una gran experiencia en
géneros propios de esta zona pal. En cuanto a la música, las conjunto, y el desarrollo de un
corno chilenas, sones, corridos únicas piezas en las que inter- estilo, que a pesar de ser clara-
y columbianas, interpretadas viene todo el conjunto instru- mente potosino, muestra ca-
porvarios de los descendientes mental (guitarras, jarana, arpa racterísticas propias a través de
del reconocido arpero don y caja de tapeo), son las que por la fuerza, precisión y elegancia
Eduardo Gallardo, reciente- tradición se bailan, es decir ,los con las que este grupo inter-
mente fallecido. Originario de sones y las chilenas. Las bolas y preta su música. En cuanto al
Cruz Grande, Guerrero, este las canciones-corrido son in- contenido, los huapangos in-
grupo musical está integrado terpretadassin la caja de tapeo, cluidos aq uí son de los más pre-
por Eulalio Gallardo Carmona, mientras que en las columbia- ciados dentro del repertorio
el padre, quien toca la guitarra nas la voz es acompañada sólo h uasteco. La grabación en este
y lleva la primera voz, y por sus por la guitarra. Toda esta va- caso resulta afortunada, por lo
hijos Vicente Gallardo Gari- riedad, tanto en géneros como que nos permitimos recomen-
bo, en la segunda voz y guita- en combinaciones instrumen- dar ampliamen te la adq uisición
rra, Eulalio Gallardo Garibo, tales, se ve enriquecida gracias de este casete.
en la jarana, Aurelio Gallardo a un buen trabajo de interpre- El tercer casete se titula:
Garibo, en el arpa, y Hermene- tación por parte de los Gallar- Pirecuas y abajeños, y a dife-
gildo Gallardo Gariboen la caja do. Sin embargo, la calidad de rencia de los d(\~ anteriores, su
de tapeo. la grabación no favorece el es- contenido evoca el elemento
Parte del material que inte- fuerzo de los músicos, debido a indígena de nuestra música
gra la presente grabación está que la mezcla no es muy afor- popular a través de dos de los
constituido por chilenas, uno tunada y no permite distinguir géneros músicales más conoci-
de los géneros más conocidos claramen te los sonidos de cada dos en la región purépecha: el
en la región, y todas ellas son instrumento. Así, mientras las son abajeño y la pirecua. El
atribuidas a don Eduardo Ga- guitarras tienen una presencia primero, instrumental, forma
llardo, a excepción de La ne- incluso mayor a la de las voces, parte de la música propia para
gra, compuesta por su hijo el arpa se oye en un segundo bailar, y es interpretado por el
Eulalio, lo que denota un im- plano y los golpes de la caja de conjunto musical integrado por
portante trabajo de composi- tapeo tienen que ser adivina- dos violines, vihuela y contra-
ción paralelo a la interpreta- dos. Es una lástima, ya que esto bajo. La pirecua, en cambio, es
ción. El resto está conformado resta calidad al producto final, el nombre que se le da al canto
por diversos ejemplos pertene- que de otra manera sería sim- mediante el cual el hombre pu-
cientes al dominio público y plemente maravilloso. répecha ha venido expresando
una canción-corrido de José El segundo casete de esta durante años un sinnúmero de
Alfredo Jiménez. A excepción colección se titula: El huapan- ideas y sen tirnien tos en su pro-
del único son que aparece en go de oro, y contempla una se- pia lengua. Existen diversas
este casete, la música lleva can- lección de sones huastecos en formas de interpretar las pire-
to. Los versos hablan en gene- la versión del Trío los Capora- cuas, pero la más común y la
ral de temas relacionados con les,grupo originario de Ciudad utilizada porel Conjunto Atar-
el amor, y a través de ellos, el Valles, San Luis Potosí. Está decer es a dos voces acompa-
hombre puede expresar lo mis- compuesto por Dionicio Ra- ñadas por el sonido rítmico y
100 Hetero!on[a
pausado de las guitarras. Este to sale sobrando, ya que desde los tres primeros casetes de esta
conjunto, originario de Jará- hace varios años ha sido consi- nueva serie denominada Dis-
cuaro. Michoacán, está integra- derado como representativo cos Corasón es valioso por sí
do por Ge/Vasio López, exce- dentro de la tradición musical mismo, y por ello vale la pena
lente violinista quien enseña a propia de la región lacustre de conocerlo. Pero, por otro lado,
sus dos hijos, Atilano López Michoacán, y se ha distinguido es preciso señalar la importan-
Patricio, a cargo del segundo no sólo por lo que a interpreta- cia de que esta labor emprendi-
violín, guitarra, voz y contra- ción se refiere, sino también da por Llerenas y Farquhar-
bajo -instrumento que inter- por su fructífera aportación en son no concluya aquí, ya que su
preta extraordinariamente-, y el campo de la composición. verdadero valor reside en ser el
Pedro López Patricio que in- Muestra de ello es que, a ex- inicio de un proyecto que, de
te/Viene con la vihuela, guita- cepción deuno, todos los ejem- realizarse con la continuidad y
rra y voz y, por último, el más plos musicales que aparecen en coherencia adecuadas, podría
joven de los músicos, Atilano la presente grabación fueron traer grandes beneficios en fa-
López Pichátaro, quien pasa a compuestos por alguno de los vor de la difusión y el conoci-
formar parte del grupo en dfas dos hermanos, Atilano o Pe- miento de la música popular de
recientes para tocar el contra- dro. nuestro pafs.
bajo. Cualquier comentario En resumen, podemos decir Rosa Virginia
sobre el trabajo de este conjun- que el material registrado en Sánchez Garda
La antología extraoficial del Antología de la música clásica Concierto para piano y orques-
nacionalismo oficial mexicana, la cual contenía ree- ta de Carlos Chávez; Sensema-
diciones de música de la colo- yá, Homenaje a Federico Gar-
Antología de la música clásica nia, del siglo XIX -Castro y Vi- da Lorca, La noche de los ma-
mexicana; segunda serie. Méxi- llanueva- y de Manuel M. yas y Redes de Silvestre Re-
co, Patria, 1991. 4 discos com- Ponce como la culminación y vueltas; la Sinfonía IJ de Luis
pactos. proyección de una época musi- Sandi; Sones de mariachi de
A1caraz, José Antonio, Re- cal hacia otra, Patria empren- Bias Galindo; el Concertino
flexiones sobre el nacionalismo dió la publicación de la segun- para órgano de Miguel Bernal
musical mexicano. México, Pa- da serie de la Antologfa, la cual Jiménez; Huapango de José
tria, 1991. 187 pp. comprende el periodo general- Pablo Moncayo; Balada del
mente llamado nacionalista. En pájaro y las doncellas de Carlos
La denominación de "clásica" a esta segunda serie la casa edi- Jiménez Mabarak. Han sido
todalamúsicadeconcierto,aca- tora mantiene sus criterios de repartidas en un disco de "pre-
démica o como se le llame, se ha divulgación educativa de ree- cursores" -Rolón, Huízar y el
vuelto un término comercial; así diciones musicales como inver- inclasUicable Julián Carrillo-,
se le clasifica en todos los luga- sión comercial, y nos presenta en sendos discos dedicados por
res donde se vende música gra- de nuevo un estuche de cartón entero a Chávez y a Revueltas,
bada. Si nos atenemos al térmi- rígido con tamaño de álbum de y en el cuarto disco se ha pues-
no "clásico" en su sentido histó- disco de larga duración, estu- to a los cinco restantes autores.
rico y musicológico,la presente che que contiene sus cuatro Lo heterogéneo de las gra-
antología que Editorial Patria discos y un libro de José Anto- baciones queda de manifiesto
ha puesto a la venta en los su- nio Alcaraz, con notas referi- en las distintas calidades de so-
permercados y tiendas de la ca- das a los autores y a las obras nido, así como en el criterio irre-
dena Aurrerá no tiene una sola aquí antologadas. gular para los créditos de pro-
obra de ese estilo, con la posible Las obras contenidas en la ducción. La proporción de los
excepción de la obra de Sandio Antologfa son: el Concierto orígenes editoriales favorece a
Pero vayamos por partes. para piano y orquesta de José la actual Bertelsmann de Méxi-
Después de haber sacado a la Rolón; Preludio a Colón de co, bajo cuyo clásico sello RCA
venta la primera serie de cua- Julián Carrillo; Pueblerinas de Victorse publicó originalmente
tro discos compactos llamada Candelario Huízar; HP y el la mayor parte de estas graba-
Grabaciones 101
mente --<:on 10 cual tampoco en la que se le siente desubica- elegida, con María Teresa Ro-
pretendo afirmar que son obras do, como el caso de excepción dríguez y la New Philarmonia
malas, nótese-o ¿Pero enton- que representó toda su trayec- también con Mata, no desme-
ces cómo se escogió el material toria artística frente a su época. rece en modo alguno. Este dis-
de la Antolog(a? Las obras que Si se le hubiera dedicado más co es muy ilustrativo del desa-
la integran reflejan no uno,sino espacio, su Sinfonía en Re ma- rrollo de una tendencia musi-
varios criterios combinados de yor -1902-, también grabada cal sobre el mismo autor.
Patria sobre su material: son por Philips el mismo 1963, ha- El disco dedicado a Revuel-
una selección representativa y bría representado el grado cul- tas fue una adquisición "en
proporcional de las grabacio- minan te de la música mexicana paquete": ya ha estado en cir-
nes disponibles. Hay autores del siglo XIX; es decir, habría culación internacional desde
sobre los cuales había poco de hecho buena compañía a Cas- hace uno o dos años bajo el
dónde elegir, como Rolón, tro en la Primera Serie de esta sello de la disquera original,
Sandi o Jiménez Mabarak; en Antolog{a. Todo 10 c¡¡al nos Forlane,conel título Hommage
otros casos se optó por los títu- muestra cuán inclasificable si- ti Revueltas (1899-1940); estas
los más conocidos como garan- gue siendo Carrillo. versiones son bien conocidas
tía de venta, según se hace evi- El caso de HlIfzar ha cam- en México por las sucesivas
dente en Galindo, Moncayo y biado en los últimos diez años, reediciones que de ellas hiciera
Bernal Jiménez. Ahora vaya- de ser un autor casi nunca gra- Peerless entre 1981 y 1987. La
mos a la revisión particular de bado a contar hoy en día con gran novedad del disco es la
cada obra, y de cada versión. cuatro de sus cinco sinfonías grabación de Redes, que no sa-
El cada vez más atractivo grabadas, así como tres poe- lió en los años de los discos
Concierto para piano de Rolón mas sinfónicos y algunas obras originales y sólo vino a apare-
sólo ha sido grabado en esta de cámara. De las dos graba- cer con la reedición en disco
versión antologada, con Miguel ciones disponibles dePuebleri- compacto de toda la obra
García Mora y la Sinfónica nas, sin duda la mejor es la revueltiana, que Lozano y la
Nacional dirigida por Herrera antologada, con buena calidad Filarmónica de la Ciudad gra-
de la Fuente. La obra necesita y contrastes extremos de volu- baran para la casa francesa .
muchas más ejecuciones y gra- men sonoro: uno de los mejo- Esta versión de Redes confir-
baciones, para que se estudien res momentos de la Filarmóni- ma una tendencia constante de
con atención sus puntos difíci- ca de la Ciudad de México, bajo Lozano por darle tempi y ca-
les como la sobreorquestación, la batuta de Lozano. denciaS peculiares a varios pa-
y se disfrute de sus hallazgos El disco dedicado a Chávez sajes revueltianos, como es el
como sus endemoniadas com- reúne dos obras que valen como caso del corrido de esta suite.
binaciones rítmicas. La ca- principio y término d~ su pe- Es de agradecerse que Forlane
lidad de la grabación es regu- riodo nacionalista ensu trayec- ahora sí hubiera cuidado la
lar, con saturaciones en los tutti; toria individual, y al mérito de reedición digital de sus graba-
pero, reiterando, no había de esa reunión se suma el de di- ciones y cortara las tomas de
donde escoger. fundirlas para ampliar la oferta sonido correctamente, sin rui-
El mismo caso acontece con chaviana a un público más cer- dos de músicos que se levantan
la obra de Carrillo, como ya se cano a las seis sinfonías. Las de sus asientos. Una buena an-
dijo. La calidad de la grabación dos versiones disponibles de tología de la obra del de
hace pensaI que es de la época HP han sido dirigidas por Papasquiaro, de calic'Id sono-
del estreno de la obra -1925-, Eduardo Mata, y Patria esco- ra muy aceptable.
pero no: es de 1963, aunque no gió de nuevo la mejor, la que El menos favorecido de
10 crean los oídos; parece ha- ejecuta la Sinfónica de Lon- toda la Antolog(a es sin duda
ber sido tomada de un disco dres. En el caso del Concierto Luis Sandi. Se eligió por la co-
impreso y no de una cinta maes- para piano, se pudo haber re- modidad de la adquisición su
tra. Ello no obstante, ahí está producido la histórica versión Sinfonía 11, con la OFCM dirigida
una obra de J ulián Carrillo por de Eugene List -<Juien 10 estre- por Lozano; una obra compues-
primera vez en disco compac- nara-y la Orquesta de la Ope- ta en 1979, la única de laAnto-
to, en medio de una Antolog(a ra de Viena; pero la versión logía cuya creación está fuera
Grabaciones 103
de los años en que predominó para órgano de Bernal Jimé- ron originalmente las presen-
el nacionalismo -todas las de- nez es una grata novedad. El tes grabaciones, otros como
más se compusieron entre 1925 Concertino es un caso peculiar artículos de la revista Proceso;
y 1950-, Y que sólo muestra el de una obra que se había difun- es un libro de papel y encua-
buen oficio del autor pero no dido y había ganado populari- dernado buenos, con un tama-
una evolución personal. Es ver- dad por una sola grabación: la ño de letra muy cómodo de
dad que tampoco se ofrecía una de Musart de 1958, con Juan leer y valiosas ilustraciones,
gran variedad de grabaciones Bosco Correro y la OSN dirigida algunas verdaderas rarezas. El
de Sandi para escoger, pero se por Herrera de la Fuente. Tu- problema más serio de este li-
podían haber desenterrado al- vieron que pasar treinta años bro es que, al no revisar la reco-
gunas como Las Troyanas para una segunda grabación, pilación en conjunto, las fechas
-1937-, grabada por Compás ésta de Manuel Zacarías y la anotadas en unos textossecon-
en 1957y que muestra almejor Filarmónica de Jalisco dirigida tradicen con las de textos más
Sandi, el maestro coral; o bien, por Manuel de Ellas. Graba- recien tes, con información más
una rareza de principios de los ción bienvenida, porque Zaca- actualizada. Esta confu~;0n de
años cincuenta, una edición rías aporta una interpretación fechas, preocupante en un pro-
estadunidense de Bonampak muy personal y diversa del modo yecto editorial como éste que
-1951-. Con Sandi, p~tria pre- como nos acostumbramos a oír ostenta intereses didácticos o
firió ahorrarse trabajo. esta obra con Juan Bosco de divulgación,se extiende has-
También con Galindo debe Corre ro; añadamos que la gra- ta los datos del empaque exte-
haber predominado la como- bación es de buena calidad, y rior. Valga la pena hacer las
didad, pues se eligió una ver- celebraremos la inclusión de este siguientes aclaraciones: Ricar-
sión de sus Sones de Mariachi registro en la Antología. do Miranda ha establecido que
con la OSN y Herrera de la Fuen- Por último, la única graba- Rolón nació en 1876, con prue-
te que, si bien no es mala ejecu- ción de la obra escogida de Ji- bas documentales. Sandi nació
ción, sí es grabación de regular ménez Mabarak la realizó la en 1905yHuízarmurióen 1970.
calidad, cuando esta obra tan Sinfónica de la UNAM -la actual En conjunto, esta segunda
popular ya tiene grabaciones Filarmónica de la UNAM, pue!f- serie de la Antología de la mú-
digitales, como la de la OFCM con Armando Zayas; original- sica clásica mexicana y su libro
dirigida por Bá tiz -EMI, 1984- o mente fue publicada en el ál- acompañante son un valioso
la de la Sinfónica de Xalapa bum triple Danza moderna material, sobre todosiseconsi-
dirigida por el mismo Herrera mexicana. Una ejecución co- dera al tipo de destinatario al
de la Fuente -oM Records, rrecta, a unq ue la orq uesta uni- cual se dirige su venta: el públi-
1986-. En un caso distinto se versitaria no tuviera entonces co consumidor de supermerca-
halla el celebérrimo Huapan- un nivel excepcional, y una gra- dos, cuya cultura media suele
go : de las nueve o diez versio- bación de buena calidad, sobre tener en el olvido a cosas apa-
nes disponibles -dos di- todo si consideramos sus vein- rentemente inexistentes o sin
gitales-,la elegida, con la OSN y ticuatro años de antigüedad. importancia como la música de
Sergio Cárdenas , tiene una El libro de José Antonio su prOpio país. A pesar de los
buena calidad de grabación y la Alcaraz que acompaña la An- varios defectos ya reseñados,
memorable ejecución aporta tología contiene una recopila- cualq uier esfuerzo de divulga-
más razones que justifican ción de textos ya publicados ción como estaAntología siem-
haberla elegido. anteriormente, algunos como pre es bienve nido.
La grabación del Concertino notas de los discos donde salie- Eduardo Contreras Soto
CENIDIM Liverpool No. 16, Colonia Juárez,
C.P. 06600, teléfonos 546-61-40 y 592-59-53.
Nombre:
Dirección:
c.P. Ciudad:
País:
LIBROS
I
~( ~
t~~ClONESI _ J
M~LE~W M~RALES \
I ----,
6U5DWO E OV\PA EL ARTE MUSICAL
ENMEXICO
""
AI.BA H ERRERA Y OGAZON
I
19 1 1
LA A·RMONIA.
ÓRGANO DE LA SOCIEDAD FILARIÓNICA MEXICANA.